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Privatizacin de SOMISA. Un nuevo mercado siderrgico.1
Autor: Rodrigo Javier Agostino (estudiante avanzado de la Lic. En Economa Poltica
de la Universidad Nacional de General Sarmiento)
e-mail: rodrigo.agostino@gmail.com
1.1 Introduccin
El presente trabajo tiene como principal objetivo, por un lado, esquematizar el
proceso de privatizacin de la firma estatal SOMISA, y por otra parte, exponer cmo
qued configurado el mercado siderrgico. Para dar cumplimiento con todo esto, el an-
lisis estar centrado en dos ejes, a saber: SOMISA; y las caractersticas productivas y
empresariales de las distintas firmas que quedaron a partir de las privatizaciones del ao
1992, junto con el anlisis de los distintos indicadores macroeconmicos siderrgicos
que hubo a partir de ese ao, hasta la actualidad.
En el primer apartado se realizar una resea histrica de la empresa estatal SO-
MISA. En el mismo, se destacar su origen, su especializacin productiva y el signifi-
cado que tom, en trminos de poltica estatal, el Estado con inversor primario, mayori-
tario y protector de la industria, entre otros elementos. Este anlisis, permitir obtener
elementos que sirvan para una posterior comparacin entre el mercado que existi antes
y despus del ao 1992.
El segundo de los apartados de esta seccin tendr como meta analizar cmo se
han desenvuelto siderurgia a partir de la nueva configuracin sectorial. Para esto, se
expondrn el estudio de la evolucin de las distintas variables siderrgicas, a saber: ni-
veles de produccin, tipos de productos, empleo, entre otras informaciones, para poder
realizar luego un estudio de largo plazo.
1.2 SOMISA: su historia
Como se seala en la carta fechada el 20 de junio de 2003 (43 aniversario del en-
cendido del primer Alto Horno de SOMISA) de Alberto Lorenzo Zoccola, publicada en
Patriotas de Acero, el inicio de la historia de SOMISA puede ser situada en 1942 con
la presentacin en el congreso del proyecto de Ley (tambin conocida como Plan Side-
1 Este trabajo forma parte de la investigacin realizada en el marco de una Beca CIN sobre el sector side-
rrgico argentino, SOMISA y el rol del Estado. Se present en las IV Jornadas de Historia de la Industria
y los Servicios (FCE-UBA) 7, 8 y 9 de agosto de 2013. ISSN: 1852-5997
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rrgico Nacional y Ley Savio), enviado por el entonces Coronel Manuel Savio, en la
que se propona la creacin de la Direccin General de Fabricaciones Militares
(DGFM), cuyo objetivo iba a ser el de planificar e investigar las posibilidades industria-
les de la produccin nacional de acero (Zuccola, 2003).
El 13 de junio de 1947, casi un ao ms tarde, se convierte en Ley, bajo el nmero
12.987. De esta manera, SOMISA queda constitua con un aporte mayoritario del Esta-
do Nacional, y menos de un 10% era propiedad de aportes de origen privados.
Si bien la constitucin de SOMISA tuvo lugar con la aprobacin de la Ley Savio,
la puesta en marcha del Alto Horno n 1 fue el da 20 de junio de 1960. La demora en el
inicio de la actividad de la empresa estatal fue consecuencia del re-clculo que se tuvo
que llevar a cabo, debido a que la planta que se pensaba instalar result tener una mayor
envergadura de la que primeramente se esperaba. Por lo tanto, tuvo que encararse un
nuevo aporte de capital que, en este caso, fue privado (Zuccola, 2003).
Un dato no menor e importante de destacar fue el impacto social que tuvo SOMI-
SA, en la ciudad de San Nicols, provincia de Buenos Aires. En este sentido, como se-
alan diversos autores, la necesidad de personal que tuvo la empresa estatal, llev al
desarrollo de un barrio obrero (el barrio de SOMISA), aquel que, a travs de la cons-
truccin de viviendas y comercios, desemboc en una fuente de dinamismo econmico
para la zona geogrfica en la que se encontraba (Pealva & Rofman, 1995 a; von
Storch, 2005).
Como seala Liudat, la forma que toma la poltica pblica en la intencin de desa-
rrollar sectorialmente a una industria especfica es fundamental (2008). Por eso, desde
su creacin y hasta la dictadura militar de 1976 , SOMISA fue un ejemplo de ello, en
el que el desarrollismo que promocionaba el Estado sent las bases estructurales para
un perodo de crecimiento sostenido de la siderurgia nacional (Liudat, 2008). Por otra
parte, y como destaca Carminati, resulta interesante analizar cmo la direccin de SO-
MISA fue cambiando, conforme iban alternndose los gobiernos legtimos con las dic-
taduras militares (vase Carminati 2011).
Si bien la DGFM tena directivos de las fuerzas armadas a lo largo de todo el pe-
rodo, las diferencias entre las cpulas militares fueron tan fuertes que, mientras se auto-
rizaba y se firmaba la fusin entre Acindar y Gurmendi en marzo de 1981, el 26 del
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mismo mes se aprobaba el plan de expansin de SOMISA; es decir, por un lado, el go-
bierno de facto permita el aumento de la concentracin del sector en manos de capitales
privados, y por el otro, la DGFM sentaba las bases de una nueva expansin productiva
encarada por la empresa estatal (Carminati, 2011).
Por ltimo, al igual que la historia de YPF, la de SOMISA como tal llega a su fin
con las privatizaciones del ao 1992, encarnadas en la Reforma del Estado. Como se
seal anteriormente, la privatizacin de la firma estatal tuvo dos consecuencias inme-
diatas. La primera fue que se acrecent el poder de mercado del grupo Techint y de
Acindar (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005); y la segunda, que las nuevas empresas
absorban a SOMISA bajo determinadas condiciones, entre ellas, la reduccin del per-
sonal de las plantas (von Storch, 2005).
A modo de sntesis, SOMISA se constituy como la voluntad del Estado de desa-
rrollar la industria siderrgica. Fue el primer paso hacia la independencia productiva
sectorial de la balanza comercial, o al menos, fue uno de sus principales objetivos. La
forma en que SOMISA actuaba, debido a la gran envergadura que posea, daba las pau-
tas de la orientacin que el Estado deseaba que tenga el crecimiento y desarrollo de la
siderurgia. Por estas razones, su privatizacin no fue menor, ya que implic una modifi-
cacin radical, en trminos productivos y sectoriales.
1.3 Reconfiguracin productiva y sectorial a partir de la privatizacin de SOMISA
Como se fue analizando, la privatizacin de SOMISA no signific meramente una
empresa que cambi de manos. Sino que, por el contrario, tuvo implicancias socio-
econmicas y polticas la retirada del Estado del sector siderrgico (von Storch, 2005);
como sucedi tambin con el caso de YPF, por citar a alguno de las experiencias ms
destacadas y reconocidas.
En lo que atae particularmente a la siderurgia, el proceso privatizador del que
form parte SOMISA tuvo una consecuencia poltica y otra econmica. La primera im-
plic una negociacin entre el sector pblico el que venda y el privado el que
compraba que dej como resultado una venta de la firma estatal a bajo costo y condi-
cionada (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005; von Storch, 2005). De esta forma, ese
Estado promotor que orientaba la siderurgia nacional hacia un desarrollo eslabonado y
progresivo de los aos cuarenta deja de existir.
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Como contracara de lo anterior, la principal consecuencia econmica que tiene la
privatizacin del complejo siderrgico de SOMISA es la profundizacin de la concen-
tracin del mercado siderrgico, teniendo como principales referentes a partir de ese
momento a Acindar I.A.A.S.A. (Acindar) y al grupo Techint encarnado a travs de sus
subsidiarias Siderca S.A.I.C (Siderca), Siderar S.A.I.C (Siderar) y Tenaris S.A. (Tena-
ris) .
Un anlisis ms profundo permite observar un fenmeno que se va dando a raz de
la privatizacin de SOMISA. Los capitales de Acindar, Siderar y Tenaris intensifican
sus ramificaciones de capital, expandindose en el propio sector siderrgico y hacia
otras actividades. De acuerdo a esto, es sumamente importante observar y analizar la
conducta de estas tres empresas, ya que forman parte de la cpula empresaria del total
de la economa (Basualdo, Manzanelli, & Schorr, 2012), y por ende del sector siderr-
gico. A partir de esta informacin, es posible determinar cul es la orientacin que po-
see la siderurgia. Para esto, es necesario realizar un anlisis ms minucioso de la pro-
duccin y de la concentracin de estos tres capitales siderrgicos del que podemos rea-
lizar en este trabajo.
1.3.1 Indicadores macroeconmicos de la siderurgia a partir de 1992
A travs del anlisis de los niveles de produccin nacional de acero crudo se des-
taca un primer indicio de la transformacin que hubo en el sector a partir de 1992. Co-
mo es posible observar en el Grfico 1.1, hasta el ao 1990 la produccin total de acero
crudo estuvo por encima de los tres millones de toneladas anuales, mientras que en 1991
comienza a contraerse como resultado de la recesin padecida el pas, y drsticamente
desciende a 2.600 miles de toneladas en 1992, lo que le signific a la industria una con-
traccin productiva de casi un 70%. Esta baja en la produccin se debe principalmente a
la disminucin productiva que posee SOMISA, debido a que hasta ese ao el acero cru-
do que produca era mayor a un milln de toneladas al ao (teniendo su mximo en el
ao 1989, con una produccin de 2.060 miles de toneladas). En el mismo sentido, resul-
ta interesante destacar tambin que, mientras la produccin de SOMISA (y la del resto)
se contraa, la de Acindar fue la nica que aument.
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De la misma manera, al analizar la produccin de laminados terminados en el
Grfico 1.2 es posible apreciar cmo la produccin total se contrae producto de la dis-
minucin en las cantidades producidas, particularmente, de SOMISA. Tambin resulta
interesante destacar que Acindar nuevamente es la nica firma que aumenta su produc-
cin en el ao 1992.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.
Grfico 1.1: Produccin de acero crudo por empresa (1979-1992). En toneladas.
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1979 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992Aceros Bragado S.A Siderca S.A. Est. Altos Hornos Zapla
Gurmendi S.A. La Cantbrica S.A. Santa Rosa S.A.
SOMISA Acindar S.A. Total (eje derecho)
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Por otra parte, el Grfico 1.3 compara ambas producciones en el perodo 1990-
2010 y de ah sobresalen dos rasgos. El primero es que tanto la produccin de acero
crudo como de laminados terminados poseen una tendencia creciente a lo largo del pe-
rodo 1992-2009. Slo sufren tres cadas productivas que son en los aos 1998, 2001-
2002 y 2009 (la ms radical). Por otra parte, tambin se observa que ambas produccio-
nes convergen a partir del ao 1992, y permanecen as hasta 1998. A partir de este ao,
Grfico 1.3: Produccin de acero crudo y laminados terminados (1990-2010). En miles de toneladas.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del INDEC.
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Produccin de Acero crudo Laminados Terminados
Grfico 1.2: Produccin de laminados terminados por empresa (1979-1992). En toneladas.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.
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Aceros Bragado S.A. Siderca S.A. Est. Altos Hornos Zapla
Gurmendi S.A. Propulsora Siderrgica S.A. La Cantbrica s.a.
Santa Rosa s.a. SOMISA Acindar S.A.
Total (eje derecho)
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la produccin de acero crece ms aceleradamente que la de laminados, dejando una
brecha que permanecer hasta el 2008.
Al examinar la balanza comercial (medida en toneladas) de los productos siderr-
gicos observamos que, mientras el saldo comercial de los productos de acero fue, por lo
general, positivo. Como aparece en el Grfico 1.4, desde 1992 y hasta 2010 se han ex-
portado ms toneladas de productos primarios de acero de las que se importaron.
En cuanto a los saldos comerciales que arrojaron los productos semiterminados, el
Grfico 1.5 permite percibir un alto nivel de dependencia de importados, a diferencia de
lo que suceda con los productos de acero. Es decir, en todo el perodo graficado se ob-
serva que el saldo comercial en toneladas de productos semiterminados es negativo en
casi todos los perodos, exceptuando el trienio 2001-2003 y los aos 2007 y 2009. En el
mismo sentido, es importante destacar que, si bien desde el ao 2000 hasta el 2011 la
mayora de los perodos dieron como resultado saldos negativos, la magnitud de los
mismos es mucho menor inclusive a la de aos en que la Convertibilidad y la apertura
econmica estaban vigentes.
Grfico 1.4: Exportaciones e importaciones de productos de acero crudo (1992-2011). En miles de toneladas.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.
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Exportaciones Importaciones Exportaciones Netas de productos de Acero
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Para terminar, a continuacin se explicitarn los anlisis sobre empleo, salarios y
productividad del sector y de la cpula empresaria. Para esto, el Grfico 1.6 muestra la
evolucin del nivel de empleo asalariado privado desde el ao 1996 hasta el 2010 del
sector. En el mismo, se encuentra que hay una etapa contractiva de puestos de trabajo
hasta 2002, y que, a partir de este ao, se mantuvo con una tendencia creciente por seis
aos consecutivos.
Grfico1.5: Exportaciones e importaciones de productos semiterminados (1992-2011). En miles de toneladas.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.
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2009
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Exportaciones Importaciones Exportaciones Netas de Semiterminados
Grfico 1.6: Empleo asalariado registrado - Privado - Rama de actividad a 2 digitos CIIU3 Metales Comunes Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS).
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199619971998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 200820092010
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Por otra parte, la dinmica de la evolucin de este nivel es la consecuencia de la
conducta de empleo que toma la cpula empresaria. Como se puede observar en el Gr-
fico 1.7, los puestos de trabajo que generan las grandes empresas estn siempre cerca
del 60% del total de puestos de trabajo que tiene la siderurgia.
Al analizar la informacin que proporciona el Grfico 1.8 en el que se encuentra
la evolucin del ndice de Volumen Fsico (IVF), el ndice de Obreros Ocupados (IOO)
y el ndice de Salario por Obrero (ISO) todos de la produccin en la industria manufac-
turera (rama Fabricacin de metales comunes) , se identifican dos etapas (segmenta-
das por la lnea vertical), en la que el ao 2001 es el punto de inflexin. Hasta ese ao,
por un lado, se produce una recesin a nivel macroeconmico que tiene sus inicios en la
Crisis del Tequila del ao 1995, y se ve reflejada en la contraccin de las cantidades
producidas y en la cada de la cantidad de obreros ocupados. Por el otro lado, y como
producto de la recesin del perodo y las leyes de flexibilizacin laboral y desarme de
los sindicatos, el salario permanece casi inmvil.
Para el ao 2002, tanto el salario, como los obreros ocupados y como la produc-
cin, comienzan una nueva fase ascendente. Sin embargo, como lo marca la lnea hori-
zontal, la cantidad de obreros ocupados no llega a ser ni a superar la de 1997. Es
decir que hubo un aumento de la productividad por cada obrero ocupado que hizo que
vuelva y que supere la produccin a los niveles de ese ao sin que aumente la canti-
dad de trabajadores en la misma magnitud.
Grfico 1.7: Empleo asalariado registrado - Privado - Por letra, rama 2 dig. y tamao de empresa Metales comunes Promedios anuales (1996-2010). En porcentaje.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del MTEySS.
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Grandes Medianas Pequeas Micro
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1.4 Perspectiva comparada: la siderurgia en el largo plazo
Desde una perspectiva de largo plazo, se observan transformaciones cualitativas
en el interior de la industria siderurgia. Estos cambios fueron consecuencia de la privati-
zacin de SOMISA, permitiendo que el rumbo del sector quede a merced de la cpula
empresaria y ya no del Estado.
Para demostrar el quiebre que se produce con la privatizacin de SOMISA, se ex-
pondr a continuacin un anlisis de largo plazo de la produccin histrica de la side-
rurgia, de la utilizacin de la capacidad instalada y del empleo generado por el sector,
que son aspectos centrales para su anlisis.
1.4.1 Produccin siderrgica
Desde 1960 hasta la actualidad, la produccin nacional de acero crudo y la de la-
minados terminados tuvieron una tendencia creciente, como seala el Grfico 1.9. A lo
largo de este proceso, se pueden identificar tres caractersticas que se relacionan con el
nivel de produccin de ambos productos.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del INDEC.
Grfico 1.8: ndice de volumen fsico (IVF), ndice de obrero ocupado (IOO) e ndice de salario por obrero (ISO), todos de la ind. manuf., rama Fabricacin de metales bsico (1997-2010). 1997=100.
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IVF IOO ISO (eje derecho)
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El ao 1992 muestra el nivel ms bajo de produccin, mostrando un quiebre en la
tendencia creciente histrica que posean la produccin de acero crudo y de laminados
terminados. La contraccin progresiva entre el mximo alcanzado de cada producto y el
nivel producido en este aos resulta de un 70% de la produccin de los aos 1988 (m-
xima produccin de laminados terminados) y 1989 (mxima produccin de acero cru-
do). De esta manera, se observa un nuevo punto de partida.
Las producciones mximas de acero crudo y de laminados terminados, alcanzadas
en 1988 y 1989, respectivamente, recin fueron recuperadas en 1995. A partir de ese
ao, la produccin se estanca en un nivel que es acompaado de un proceso productivo
cclico hasta inicios de los aos 2000.
Por ltimo, si bien ambas producciones acero crudo y laminados terminados
mantienen una tendencia creciente a lo largo de todo el perodo seleccionado, desde una
perspectiva ms cualitativa, a fines de la dcada del 70 cambia la tipologa de la produc-
cin de la siderurgia. Desde los inicios de la siderurgia como tal y hasta el ao 1978 la
produccin de laminados terminados fue superior a la de acero crudo. A partir de este
ao y hasta 1992 los niveles de produccin de laminados terminados se reducen (te-
niendo algunos picos productivos) a la de acero crudo. Este escenario se revierte en
1992, ao en que se vuelve a la antigua tipologa productiva.
Grfico 1.9: Produccin nacional de acero crudo y de laminados terminados (1960-2011). En terminos de acero crudo. En miles de toneladas.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos CIS y a Azpiazu et al ( (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005).
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Produccin nacional de Laminados terminados Produccin nacional de Acero crudo
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1.4.2 Capacidad instalada
El anlisis de largo plazo de la capacidad instalada se separa en tres etapas dife-
rentes. La primera tiene lugar desde los inicios hasta 1984, la segunda comprende el
perodo 1984-1992, y la ltima abarca los aos que van desde 1992 hasta la actualidad.
Hasta 1984, como se puede observar en el Grfico 1.10, la capacidad instalada es
superior a la produccin de esos aos. Sin embargo, pueden identificarse dos momentos
claramente diferenciados: el primero va desde 1960 hasta 1970 y se caracteriza por uti-
lizar (en promedio) una capacidad instalada del 80%, mientras que desde 1970 hasta
1984 la utilizacin de las plantas productivas se reduce al 50% (en promedio), debido a
que la inversin productiva creca a tasas mayores que las de la produccin.
Los aos que comprende el perodo que va desde 1984 hasta 1992 poseen una ca-
racterstica comn a cada uno de ellos, la desinversin productiva. En ocho aos la ca-
pacidad instalada se reduce prcticamente a la mitad. A pesar de esto, es posible obser-
var que en el quinquenio 1984-1989 la desinversin es acompaada por una produccin
de acero crudo creciente. Por otro lado, en los tres aos siguientes (hasta 1992) esto no
sucede, es decir, la produccin comienza a contraerse.
Por ltimo, es posible observar que a partir de 1992 la capacidad instalada y la
produccin comienzan a crecer a tasas similares. Sin embargo, es necesario destacar que
Grfico 1.10: Produccin nacional y capacidad instalada de acero crudo (1960-2011). En terminos de acero crudo. En miles de toneladas.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos CIS y a Azpiazu et al ( (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005).
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Capacidad Instalada Produccin
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hasta 1996, la inversin en capacidad instalada se da solo en 1994 y 1996, permane-
ciendo en esos niveles hasta fines de 1999.
1.4.3 Nivel de empleo generado por la siderurgia
Desde una perspectiva de largo plazo, el empleo generado por la industria siderr-
gica en Argentina puede ser clasificado en dos etapas. Una primera que llega hasta 1993
y una segunda que va desde ese ao hasta la actualidad. En este sentido, el Grfico 1.11
permite observar esta diferenciacin debido a que muestra el nivel de empleo de la side-
rurgia para el perodo 1975-2011, en cantidad de ocupados (sin diferenciar el personal
jornalizado del mensualizado).
Si bien en la primera etapa, que va desde 1975 hasta 1993, se producen dos alzas
(1982 y 1984) en el nivel de empleo de la siderurgia, la tendencia que persiste a lo largo
de todos esos aos es decreciente. En esta lnea, se observa que a partir del ao 1990 se
profundiza esta situacin. De forma paralela a la disminucin progresiva del empleo que
generaba la siderurgia en este perodo, la produccin de esta industria no fue acompa-
ando esta trayectoria. Es decir, a pesar de que hubo perodos recesivos para la indus-
tria, el nivel productivo de largo plazo fue aumentando ao a ao, por lo tanto, a priori
implica que ha habido un aumento de la productividad del trabajo.
A partir de 1993, y hasta la actualidad, el nivel de empleo de la siderurgia no se
recuper considerablemente. Se ha mantenido relativamente estable a esos niveles, y
Grfico 1.11: Cantidad de ocupados de la industria siderrgica (1975-2011). En cantidad de ocupados.
Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.
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recin a partir del ao 2003 comienza a aumentar lentamente. Como se puede observar,
an no se ha recuperado el nivel de empleo que generaba el sector en 1975, a pesar de
que la produccin siderrgica se ha ms que duplicado.
1.5 Reflexiones preliminares
SOMISA surge como la encarnacin de la intencin del Estado de sobrellevar la
orientacin de la siderurgia. Su principal objetivo era aprovechar sus economas de es-
cala y, de esa manera, aument la produccin nacional de acero al doble.
La privatizacin de la empresa estatal signific no slo la retirada del Estado de la
economa, sino que tambin implic, por un lado, consecuencias socioeconmicas en la
zona en la que tena su planta. Por el otro lado, permiti un aumento de la concentracin
del capital industrial siderrgico que ya se encontraba altamente concentrado , pero
esta vez la profundizacin de la oligopolizacin se dio en la esfera privada, en la que
Acindar y el grupo Techint (materializado en sus empresas subsidiarias) cooptaron gran
parte del mercado siderrgico.
En trminos cuantitativos, la privatizacin de SOMISA signific una disminucin
de la produccin, que recin se recupera en el ao1997, y del empleo, que an no se
recuper. En cuanto a los tipos de productos, convergen los niveles de produccin de
acero y de laminados terminados, si bien durante la dcada del 2000 aumenta la brecha
entre una produccin y la otra, ambas mantienen la misma tendencia creciente.
Para terminar, resulta interesante destacar que la siderurgia heredada de la privati-
zacin de 1992 es 100% vulnerable al resultado de las conductas de la cpula empresa-
ria del sector, y no ya del Estado. En este sentido, no slo que no hubo una convergen-
cia entre el sector privado y el pblico (suponiendo que en algn momento el sector
pblico se retirase), sino que no se han recuperado la totalidad de los niveles producti-
vos y de empleo que se posea antes de este suceso.
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