Post on 16-Jul-2020
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¿Quién no conoce Lembeh? Ya sea por haber tenido la fortuna de bucear en sus
aguas o por haber leído los reportajes que aparecen en
esta revista, todo buceador que se precie está informa-
do de las características del buceo en la capital del
“Muck Diving” o, lo que es lo mismo, buceo en fango.
Este tipo de inmersión tan peculiar suele llevarse a cabo
en fondos lodosos, sucios, repletos de residuos huma-
nos (cajas de plástico, botellas, latas, ropa…), a escasa
profundidad. Pero entre tanto desecho habitan los más
extraordinarios y excéntricos ejemplares de fauna ma-
rina que se puedan concebir, como sacados de una pelí-
cula de George Lucas en sus buenos tiempos. Un pa-
raíso para la fotografía macro submarina. Claro que el
estrecho de Lembeh está en Indonesia, y nos queda un
tanto lejos de casa...
Si este tipo de inmersión te resulta atractivo, pero las
muchas horas de vuelo que nos separan de Indonesia te
parecen una traba, en el vecino Portugal, a pocos kiló-
Parque Natural de Ría Formosa
El Lembeh Ibérico
metros de la frontera con España, podemos dar con un
lugar de similares características en cuanto a tipo de
buceo y fauna pequeña. Se trata del Parque Natural de
Ría Formosa, en Faro, capital de El Algarve.
Esta ría es en realidad un estuario. Sus 170 km² fueron
declarados Parque Natural en 1.977 por sus condi-
ciones únicas y, especialmente, por la variedad de aves
que hacen de sus dunas un punto de descanso y avi-
tuallamiento en mitad de las migraciones anuales entre
Europa y África. La laguna de Ría Formosa es un siste-
ma de islas de barrera que comunica con el mar a tra-
vés de seis ensenadas. Cinco de estas ensenadas son
naturales y tienen características móviles. La sexta es
una ensenada artificial que fue abierta con el propósito
de permitir un acceso más fácil al puerto de Faro.
Realmente poco se sabía de los tesoros ocultos bajo sus
aguas hasta que, en el año 2.000, investigadores de la
Universidad canadiense de la Columbia Británica (UBC)
descubrieron la inmensa cantidad de caballitos de mar
Muy cerca de nuestra costa, en el Algarve portugués, se encuentra la comunidad de caballitos de mar más numerosa del mundo.
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que allí habitan. Así nació el proyecto Sea Horse, capitaneado por la
doctora Janelle Curtis, quien dedica desde entonces seis meses al
año para estudiar la biología de estos peces, cuánto viven (unos 5
años), cuándo y cómo se reproducen (es el macho el que incuba los
huevos en su vientre), cuántas crías nacen… Por si estás interesado,
todo ello se puede encontrar en la web www.projectseahorse.org.
Las vedettes de los maresTodos nos volvemos locos cuando se nos insinúa la posibilidad de
avistar un caballito de mar en una buceada determinada, y más que
nadie los fotosubs. Así que, ¿qué tal bucear en una zona donde se
estima la existencia de una comunidad de caballitos de mar de unos
dos millones de ejemplares y creciendo? Vamos a ello...
Saliendo desde el puerto de Faro y tras unos veinte minutos de na-
vegación por los canales del estuario, José Vieira, dueño del centro
de buceo Hidrospaço, único autorizado para realizar estas buceadas
en las zonas protegidas, alcanza una de las orillas de la laguna,
cubiertas de dunas de arena diseñadas por el viento, desde donde
procede a balizar la zona, indicando así a otros navegantes la exis-
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tencia de buceadores. Una vez dispuesto el cercado,
me hace un pequeño briefing sobre las especies de
hipocampos que encontraremos, dónde verlos y cómo
proceder para importunarlos lo menos posible, ya que
es una especie protegida. No en vano, Vieira colabora
con los investigadores canadienses.
En la laguna de Ría Formosa veremos dos especies de
caballitos: Hippocampus Hippocampus e Hippocampus
Guttulatus, siendo este último más abundante. Ambas
especies son fácilmente diferenciables tanto por su ta-
maño como por la longitud de su morro y la mayor o
menor presencia de filamentos en su cabeza, como po-
deis observar en las fotos del cuadro comparativo de la
siguiente página. Los hipocampos se encuentran en
toda la zona, preferiblemente en lugares donde puedan
asirse con su cola prensil, ya que de otro modo serían
arrastrados por las mareas. No son muy buenos nada-
dores.
El agua es de tonalidad verde, y hay arena en suspen-
sión debido a las mencionadas mareas. No es necesario
descender muchos metros para alcanzar el fondo de
arena y fango. Entre 6 y 8 m es una buena franja, pa-
ralela a la línea de costa, para disfrutar -mucho tiempo
y sin riesgo- de las maravillas prometidas.
Ya estamos en el fondo, pero sin tocarlo, con un aleteo
suave y las aletas hacia arriba para no levantar los sedi-
mentos. La sensación es la misma que en la primera
buceada que hice en Lembeh: “¿dónde me he metido?,
¡vaya cantidad de porquería!”. Pero no tarda en apare-
cer el primer hipocampo. Es de la especie Guttulatus,
bastante grande y de color parduzco. Los filamentos
que recubren su cuerpo llevan enganchados restos de
los sedimentos que arrastran las corrientes, pero a mí
me parece precioso, tan indefenso, casi melancólico.
Tras someterle a unos cuantos destellos de flash, le dejo
descansar de la -inesperada para él- sesión fotográfica
y marcho en busca de otros motivos que llevarme al
visor. Una vez acostumbras el ojo, empiezas a distinguir
la forma del caballito junto a algas y holoturias o latas y
botellas. Los hay marrones, verdes amarillos, rojos…
Nunca vi tantos juntos. De hecho, la cantidad que en-
contré en cada una de las buceadas que allí hice eran
más de los que llevaba vistos en total desde que em-
pecé a bucear.
Pero además hay cangrejos extraños, ermitaños en
plena mudanza buscando una nueva caracola, mini
pulpos y mini sepias, chicharras, lenguados, nudibran-
quios, escórporas y otros mil ejemplares de fauna pe-
queña que darían para otro artículo.
Quizá sea por las condiciones de sus aguas, su tempe-
ratura, su salinidad o la existencia de zoostera, la
concentración de caballitos que aquí se da es la mayor
del mundo y, además, es estable según me cuentan los
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Info viajeCÓMO IRE Puedes llegar a Faro por carretera o por avión. Por coche, desde Madrid, son 724 Km por la A-5; desde Barcelona 1.323 Km, por la AP-7 y la Autovía del Sur.
ALOJAMIENTOE Para mi gusto, en Faro escogería el hotel del mismo nombre. Está frente al puerto deportivo, y en pleno casco antiguo de la ciudad. www.hotelfaro.pt
GASTRONOMÍAE Sin duda, el plato estrella de la cocina algaraví es el guiso de pescado llamado Cataplana. En el puerto deportivo, cerca del hotel sugerido, existe un restaurante llamado Faro e Benfica que lo prepara realmente bien.
BUCEO E Por muchas razones, el centro de buceo a escoger en Faro es el ya mencionado Hidrospaço, (http://www.hidroespaco.com), comandado por José Vieira y su mujer, Fátima Noronha, quienes te atenderán de lujo y te guiarán no
sólo en las inmersiones de la Ría sino también en otras para ver, por ejemplo, aviones y barcos hundidos en mar abierto.
MÁS INFOE www.visitalgarve.pt
CLASIFICACIÓN CIENTÍFICA
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Actinopterygii
Orden: Syngnathiformes
Familia: Syngnathidae
Subfamilia: Hippocampinae
Género: Hippocampus
investigadores del Centro de Ciencias del Mar de la Universidad de
El Algarve, encargados de la monitorización de las diversas comuni-
dades de hipocampos en la Ría. Lo contrario ocurre en muchas zo-
nas de Asia, debido a la sobreexplotación a que son sometidos estos
peces a causa de la medicina china tradicional y de su uso decora-
tivo en acuarios.
En la mitología griega, el hipocampo era una fabulosa criatura mari-
na que, según la descripción del geógrafo e historiador Pausanias
(Grecia, siglo II), tenía el aspecto de un un caballo con la parte infe-
rior del cuerpo de monstruo marino o pez. El hipocampo aparece
incluso en los poemas homéricos como símbolo de Poseidón, cuyo
carro era tirado sobre la superficie del mar por veloces caballos.
Los hipocampos que podrás ver en El Algarve no son tan grandes ni
fuertes, pero sí son algo especial. Quizá sean los descendientes de
aquellos animales mitológicos, o al menos eso es lo que me gustaría
creer. ¡Visítalos ahora -que aún se puede- en el cercano Lembeh ibé-
rico!Por Luis Miguel del Olmo
COMPARACIÓN MORFOLÓGICA
HippocampusHippocampus
HippocampusGuttulatus
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