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ARTE PRIMIGENIO
65.000 años del pensamiento humano en imágenes
INTRO
Cantabria es un marco incomparable para
conocer el origen y la evolución del arte rupestre
paleolítico.
Desde el descubrimiento de las pinturas de
Altamira en 1879, hasta la actualidad, se han
sucedido los hallazgos de cuevas decoradas, en
más de 70 casos. Los resultados en la
investigación obtenidos recientemente en el
estudio de cavidades como La Garma, La Pasiega
o El Castillo, demuestran que, pese a los avances
científicos, aún quedan muchos aspectos por
conocer.
La amplia horquilla temporal, su excelente estado
de conservación, la sensibilidad artística y la
diversidad de temas, técnicas y estilos hacen de
Cantabria un lugar único para conocer de primera
mano este arte primigenio, integrado en el
espacio natural donde fue concebido como
testimonio excepcional de la historia de la
Humanidad, vinculado con la cultura y el
desarrollo mental, simbólico y social del hombre.
La declaración de Altamira como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985 y su ampliación
en 2008 a la cueva de Chufín, El Pendo, El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega, Las Monedas,
Hornos de la Peña, La Garma y Covalanas es un reconocimiento internacional de este
Patrimonio universal, único e irrepetible.
La presente exposición muestra en imágenes el origen y evolución del arte rupestre paleolítico
en Cantabria, tomando como ejemplo las cuevas declaradas Patrimonio Mundial.
Texto: Daniel Garrido Pimentel
Foto: Miguel A. de Arriba Cuadrado
IMAGEN 1
Cueva: La Pasiega. Sector C (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Musteriense. 65.000 años (U-th)
Técnica: Dibujo con lápiz
Pigmento: Óxido de hierro
Motivo: Signo escaleriforme
Descripción: Situado a escasos metros de una antigua entrada natural,
hoy colapsada –lo que ha permitido su conservación- se dibujó un signo
rectangular, subdividido en tres espacios, mediante dos líneas
transversales y paralelas entre sí. La datación de una pequeña costra
formada sobre la línea del rectángulo en -al menos- 65.000 años,
amplió el origen del arte en 25.000 años más de lo que hasta el
momento se tenía constancia, asignándose a poblaciones de
Neandertales que habitaron Europa, con anterioridad al Hombre
Moderno. El dato ha sido objeto de discusión entre investigadores.
En torno al signo, y en un momento posterior, se representaron distintos temas, ampliando la
composición inicial del dibujo. Las líneas de puntos, paralelas entre sí, y recorrido sinuoso que
bordean el margen superior izquierdo del escaleriforme, o los cuartos traseros de un bóvido,
orientado hacia la derecha y situado en el espacio superior del signo. La parte delantera del
animal se dibujó en el espacio inferior del signo y está orientado hacia la izquierda.
IMAGEN 2
Cueva: El Castillo (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Auriñaciense. Al menos 37.000 años (U-th)
Técnica: Proyección de pintura mediante soplado por
Venturi.
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Mano en negativo
Descripción: La representación de la mano rompe con la frontera de la muerte, dejando constancia hasta la actualidad de la persona que la realizó. Los últimos estudios señalan que es un arte colectivo, en donde podían participar -al menos- dos personas: quien la representa y quien deja su impronta. La longitud de los dedos respecto a la palma, sugieren que el negativo fue dibujado apoyando el dorso de la mano. La técnica Venturi consiste en pulverizar colorante líquido introducido por el extremo inferior de un tubo, y proyectando aire a presión por el otro extremo, directamente con la boca o indirectamente desde un segundo tubo. En El Castillo se han documentado 78 manos en negativo, siendo ésta la segunda cavidad en Europa con mayor número de representaciones de este tipo. En ella predomina la mano izquierda sobre la derecha y, en su mayoría pertenecen a mujeres. La agrupación de manos en espacios abiertos o, aislados y ocultos en áreas de paso o apartadas, hacen de la mano un tema que puede situarse entre lo público y lo privado.
IMAGEN 3
Cueva: El Castillo. Panel de las Manos (Monte
Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense. Entre al menos 27.000 –
24.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo a lápiz
Pigmento: Limonita
Motivo: Bisonte
Descripción: En la imagen se reconoce la línea cérvico dorsal, cola, cuarto trasero, línea del
vientre, cuerno y oreja. La extremidad superior y parte de la cabeza se conservan alteradas
por la filtración de agua, llegándose a entrever una segunda cabeza que recuerda el
movimiento natural de la misma, justificando su predominante giba y la disposición elevada de
la cola. Junto a la figura, se dibujaron otros bisontes de la misma tonalidad y estilo. La
determinación cronocultural del bisonte, proviene de un canto decorado con un posible felino
o bisonte -según el autor- cuya línea cérvico dorsal, muestra una gran similitud. El canto fue
recuperado en un suelo de habitación asignado al Gravetiense y situado en la boca de El
Castillo.
IMAGEN 4
Cueva: El Castillo. Galería de los Discos (Monte Castillo,
Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años
(asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo a lápiz
Pigmento: Óxido de hierro
Motivo: Mamut – Elefante
Descripción: En un espacio de tránsito y a la altura de los ojos, se dibujó la trompa, el contorno
de la cabeza, la línea cérvico dorsal, el vientre, la extremidad superior e inferior y la cola,
ligeramente levantada. El relieve natural de la roca marca la línea del suelo por el que discurre
el animal. Destaca la ausencia de defensas o colmillos y la carencia de una protuberante giba,
lo que indica su condición como cría. El animal, representado en una fase climática fría,
constata su presencia en la cornisa cantábrica, en donde apenas existen evidencias artísticas
de esta especie, más habituales en el Centro y Este europeo.
IMAGEN 5
Cueva: El Castillo. Rincón de los tectiformes
(Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos
20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Tamponado discontinuo. Aplicado
con el dedo o una muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Signo
Descripción: En un espacio apartado y de reducidas dimensiones, situado junto al panel de las
manos, se ubica el rincón de los tectiformes. Este espacio contiene una sublime concentración
de signos, en un estado de conservación excepcional. Algunos tienen forma rectangular. Otros
como el de la imagen están formados por líneas paralelas de puntos, discontinuos entre sí, y
realizados con el dedo o una muñequilla cargada de pigmento rojo. La orografía del lugar
obliga al espectador, a tumbarse boca arriba sobre una roca caliza para su correcta
visualización. A este tipo de signos, se le ha otorgado un significado chamánico o religioso,
dentro de la vida espiritual del grupo. Incluso, la sucesión de puntos ha sido interpretada como
medida numérica o tiempo. La representación de signos es una prueba irrefutable de la
capacidad innata del ser humano de transmitir ideas, a través de concepciones abstractas.
IMAGEN 6
Cueva: La Pasiega. Sector A. Galería final (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense.
Al menos 20.000 años (asignación
cronocultural)
Técnica: Dibujo tamponado
yuxtapuesto o discontinuo.
Aplicado con el dedo o una
muñequilla.
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Cabeza de caballo
Descripción: Situado en el tramo
final de la Galería A, se ha
dibujado mediante una línea de puntos yuxtapuestos o discontinuos entre sí: el pecho, la
cabeza, el ojo, las orejas y la crin. El modo de dibujarlo, junto al aprovechamiento y adaptación
de la imagen a la morfología natural del soporte rocoso, otorga al animal cierto grado de
naturalismo y movimiento como: la presencia del hoyuelo, a través de una pequeña hornacina;
la representación de las extremidades superiores, extendidas hacia adelante, y representadas
a través del relieve natural del soporte, el alzado de las orejas, su pronunciada quijada; o la
disposición de la crin mediante trazos de escaso recorrido y discontinuos entre sí. Su
disposición hacia el interior de la galería parece invitar al espectador a proseguir su trayectoria,
situado en un espacio caracterizado por la representación de decenas de animales y signos
diversos que se suceden y yuxtaponen entre sí.
IMAGEN 7
Cueva: Covalanas (Monte Pando,
Ramales de la Victoria)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al
menos 20.000 años (asignación
cronocultural)
Técnica: Tamponado yuxtapuesto y
discontinuo. Aplicado con el dedo o
una muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Uro
Descripción: Situado en una estrecha y alta galería, a 70m. de la entrada actual, se localiza este
uro, caracterizado por unas generosas dimensiones. En él se ha representado, mediante trazo
puntuado: la cabeza, el ojo, los cuernos, la línea cérvico dorsal, el vientre y las cuatro patas. El
aprovechamiento natural del soporte pétreo para marcar la línea del dorso y los cuartos
traseros fue decisivo en la representación de esta especie, y en este espacio. Los despieces
ejecutados en el interior del animal como la quijada, la extremidad superior, o la doble línea
del vientre; así como la disposición de las patas y la aparente actitud relajada y apacible del
animal, en donde aparece olisqueando el suelo, delimitado por un resalte natural de la roca,
bajo sus patas, dotan al animal de gran naturalismo y volumen. Los cuatro puntos marcados
bajo el vientre, de significado desconocido y asociados al animal, se constatan en otro dibujo a
trazo tamponado, de esta misma especie, localizado en la Galería A de La Pasiega -a 60 km. de
distancia-.
IMAGEN 8
Cueva: Covalanas (Monte Pando, Ramales
de la Victoria)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos
20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Tamponado yuxtapuesto y
discontinuo. Aplicado con el dedo o una
muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Cierva
Descripción: Situado en un pequeño divertículo, anexo a la galería principal, se ha dibujado la
cabeza, dotada de las orejas y un ojo, la línea cérvico dorsal, la cola, el vientre y las
extremidades superiores e inferior. Pese a la simplicidad del trazo y la ausencia de rasgos
anatómicos, la disposición de las extremidades superiores y las orejas en V, así como de la
cabeza, ligeramente elevada, otorgan al animal cierta actitud de cautela. La cierva es el tema
más representado en esta cueva que contiene 18 representaciones de esta especie. La
homogeneidad técnica y estilística, su concentración y distribución por un sector determinado,
y el reducido número de dibujos, ha sugerido la sincronía de todo el conjunto. La inexistencia
de suelos de habitación en la boca, y el reducido espacio donde se encuentran, revelan que
pudo tener carácter de santuario, restringido a un número reducido de personas.
IMAGEN 9
Cueva: El Pendo (barrio Churi, Escobedo de
Camargo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos
20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo tamponado: aplicado con el
dedo o una muñequilla, y en tinta plana:
aplicado con la palma de la mano.
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Cierva y caballo
Descripción: La cierva -de grandes proporciones- muestra la cabeza ligeramente inclinada y las
orejas en V hacia arriba, un ojo otorga cierto naturalismo a la imagen, la línea cérvico dorsal,
del vientre, la cola y las extremidades superiores e inferiores completan la figura. En su
interior, el cuello fue pintado por la técnica de tamponado, mientras que el resto -a tinta
plana- fue pintado, extendiendo la mezcla con la palma de la mano. El vaciado interior, es
intencional, dotando al animal de un mayor volumen. El caballo, de dimensiones menores,
contiene la cabeza, la línea de la crin, la línea cérvico dorsal, parte del vientre y las
extremidades superiores. Ambos están situados en un friso de 25m. de longitud que contiene
19 pinturas, algunas visibles desde la zona de habitación de la cueva, en su mayoría ciervas de
trazo tamponado o tinta plana. Estas últimas, se muestran en actitud de alerta, olisqueando o
huyendo, creando cierta interacción con la persona que las observa.
IMAGEN 10
Cueva: Chufín (Riclones, Rionansa)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000
años (asignación cronocultural)
Técnica: Gravado inciso con buril
Motivo: Ciervo - Cérvido
Descripción: Situado en el vestíbulo, e iluminado por
luz natural, se localiza sobre los niveles de habitación,
asignados al Solutrense (22.000-20.000 años), este ciervo compuesto por tres líneas grabadas
que constituyen: la línea cérvico dorsal, la línea naso frontal, y la línea del pecho. Sobre su
cabeza, un profundo surco representa la cornamenta que determina su sexo. La imagen
trilineal se repite y superpone constantemente en el mismo panel, en donde predomina la
figura de la cierva. Pese a la carencia de detalles, y la aparente simplicidad y esquematización
de la imagen, muestra cierto naturalismo, en la disposición elevada de la cabeza, la
representación del ojo y la comisura de la boca, en actitud de berrea. Pese a existir otros
ejemplos en Cantabria, es en el Valle del Nalón (Asturias) donde aparecen numerosos ejemplos
de este tipo. Todos ellos situados en abrigos, covachos y cavidades, en donde llega la luz
natural.
IMAGEN 11
Cueva: Hornos de la Peña (Tarriba, San Felices de Buelna)
Periodo: Solutrense-Magdaleniense inferior. Entre 22.000-17.000 años (asignación
cronocultural)
Técnica: Gravado inciso con buril
Motivo: Antropomorfo
Descripción: Situado en un espacio reducido y recóndito ubicado al final de la cavidad, se
encuentra esta imagen humana con caracteres faunísticos. La disposición de la cabeza -elevada
y sin bello-, la línea de la espalda -arqueada-, la pierna -ligeramente flexionada- o el brazo -
elevado-, revelan una actitud orante o chamánica, vinculado con la vida espiritual del grupo. La
forma de la cabeza y la disposición de una larga cola bajo el pubis le otorga rasgos
animalísticos, habiéndose asignado a una posible vestimenta del individuo en un acto ritual. La
orografía del lugar obliga al espectador a adquirir cierta posición fetal para su correcta
visualización. El reducido espacio donde se encuentra restringe el acceso a un grupo muy
reducido de personas, habiéndole atribuido cierto carácter privado, reservado a ciertas
personas del grupo, en un momento determinado de la vida o simplemente a un grupo
reducido, independientemente de su rango o edad.
IMAGEN 12
Cueva: El Castillo (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense interior. Entre 18.000-16.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Gravado inciso y estriado con buril
Motivo: Cabeza de cierva
Descripción: Situada en un pequeño saliente de la roca, en la primera sala interior de la cueva,
se localiza esta cierva, con las orejas erguidas, el ojo dotado de lagrimal, la abertura nasal, la
comisura de la boca y un profundo surco entre el ojo y las orejas que recuerda al hueso frontal.
El espacio natural donde se encuentra revela la intención de representar sólo la cabeza. Pese a
ello, la figura muestra gran destreza en el conocimiento anatómico del animal, dotando a la
imagen de gran realismo y cierto volumen, gracias a los numerosos surcos, de diversa
disposición, efectuados en el interior del animal. Los 33 ejemplos de este tipo, en escapulas de
cérvido decoradas, recuperadas en niveles de habitación situados en el vestíbulo de El Castillo,
y asociados al Magdaleniense inferior, asignan a este grabado a dicho periodo. La similitud
técnica, estilística y artística entre las ciervas representadas en las escapulas con las
documentadas en el interior de la cavidad, han llegado a interpretase como bocetos -previos- a
la realización de este tipo de grafías en el interior de la cueva.
IMAGEN 13
Cueva: Las Chimeneas (Monte Castillo,
Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense inferior.
15.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Ciervos – Cérvidos
Descripción: En un pequeño y apartado
divertículo situado al fondo de la cavidad, de acceso angosto y excelente sonoridad, se
dibujaron estos dos ciervos, contiguos a otros tres. El primero, situado sobre el segundo, es un
macho joven por el desarrollo de las cuernas. Contiene la cabeza, línea cérvico dorsal, ventral,
y las extremidades superiores e inferior. Por debajo de éste se sitúa un ciervo de mayor edad,
cuya prominente cuerna, de la que sobresalen numerosas puntas, llama la atención. La figura,
incompleta, por el espacio donde se dibujó, tiene representada la línea del pecho, parte de la
quijada, la línea naso frontal y cérvico dorsal. Ambos ciervos presentan la línea naso frontal sin
cerrar, al igual que el resto de los ciervos representados en esta sala, pero a diferencia de éstos
últimos, se ha representado el ojo, dotado de lagrimal. Este rasgo proporciona cierto
dinamismo a ambos dibujos, con proporciones y atributos escasamente anatómicos, pero de
gran destreza artística en la ejecución del trazo. Los cinco ciervos, de diferente edad por el
progreso de las cuernas, parecen una rememoración a las etapas de la vida, el paso inevitable
del tiempo.
IMAGEN 14
Cueva: Las Chimeneas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense inferior. 15.500 años
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Cabeza de caballo
Descripción: Oculto en una pequeña
oquedad, al final de la cavidad, se sitúa esta
cabeza -de dimensiones modestas-
constituida por la línea del pecho, una
pronunciada quijada, la zona labial y el
hocico, seguida de la línea frontal, las
orejas y la línea de la crinera. Destaca el
desproporcionado grosor de su cuello que otorga fuerza a la imagen, y la representación de
tres orejas por medio de tres líneas, pudiendo aludir al movimiento natural de una de ellas.
Pese a carecer de rasgos anatómicos internos como el ojo o el pelaje de la crin, el animal
presenta un eminente realismo, a través del trazo sinuoso de su contorno, mostrando las
dotes artísticas y el excelente conocimiento anatómico del animal por parte de quien lo
efectúa. Por su ubicación, cercana a un vértice natural de la roca, existe una clara
intencionalidad -desde el principio- de representar solo la cabeza.
IMAGEN 15
Cueva: Altamira (Santillana del
Mar)
Periodo: Magdaleniense medio.
14.500 años (C14)
Técnica: Dibujado a carboncillo –
pintado con óxido de hierro –
grabado simple y contorno
múltiple con buril
Pigmento: Carbón vegetal –
Óxido de hierro
Motivo: Bisonte
Descripción: Situado en el Gran Techo de Altamira, se pintó este majestuoso bisonte
recostado, distintivo del arte rupestre paleolítico en la cornisa cantábrica. Aprovecha y se
adapta a la forma de un saliente natural del techo que dota al animal de cierta masividad.
Utilizando diversas técnicas y colorantes minerales, se dibujó la cabeza, el ojo, los cuernos, una
amplia y modulada línea cérvico dorsal, la cola levantada y dotada del pelaje por mediación de
una serie de líneas paralelas entre sí y, por último, las extremidades inferiores y superior,
plegadas con todo tipo de detalles como las pezuñas. Los cuernos, la grupa y la cola son las
únicas partes que sobresalen del saliente rocoso. De hecho, la giba se marca en negro para
ampliar y resaltar su volumen. La técnica utilizada es diversa, los cuernos y la grupa están
grabados con un buril, al igual que las partes esenciales del animal, completándose con el
dibujado a carboncillo del contorno y los principales rasgos anatómicos de su interior, y un
raspado parcial en tono a las líneas negras que realza la pintura. El óxido de hierro extendido
con la palma de la mano cubre casi todo el interior del animal, sin acercarse a la línea negra, ni
a las zonas raspadas, dotando al animal de una tonalidad rojiza que le aporta gran viveza.
IMAGEN 16
Cueva: El Castillo (Monte Castillo,
Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense medio.
13.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Bisonte
Descripción: Situado en un espacio reducido y apartado, a la derecha del panel de las manos,
se dibujó encuadrado en un soporte plano: la cabeza, el ojo -de gran expresividad-, los cuernos
plegados hacia atrás, la línea naso-frontal, el hocico -representado por un orificio-, la comisura
de la boca, la barbilla, el pelaje del cuello, la extremidad superior, la línea del vientre y, por
último, la línea cérvido-dorsal a doble trazo. El animal de trazo incompleto, sobretodo en su
parte inferior, a causa del desprendimiento paulatino del carbón con el paso del tiempo,
muestra una gran similitud con los bisontes ejecutados en cuevas a 600 km de distancia como
Niaux o Tuc d’Audoubert (Midi-Pyrenees, Francia). La existencia de este tipo de bisontes en
Cantabria justifica la función de agregación que tenían las cuevas entre grupos de población
disperso, con objeto de intercambiar información, presentes y población, reforzándose de este
modo, los lazos de consanguineidad. Estos encuentros favorecieron el tránsito interior por las
cuevas y propició la actividad artística efectuada en el interior de estas.
IMAGEN 17
Cueva: Las Monedas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense superior-final. 11.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Reno
Descripción: Situado en un estrecho y apartado corredor, pero cercano a la entrada actual de
la cueva, se localiza este reno, asociado a un pequeño conjunto de dibujos en carboncillo,
formado por animales de clima frío como caballos, renos, cabras, un bisonte y un oso. El reno,
en disposición oblicua, muestra las dos cuernas proyectadas hacia arriba, la cabeza, el ojo, una
oreja, la comisura de la boca, la librea del pecho, representado por un haz de líneas, paralelas
entre sí, la extremidad superior e inferiores, la cola elevada y la línea cérvico dorsal. El
contorno del cuerpo o ciertos detalles anatómicos internos como el pelaje de la librea, pese a
la falta de masividad en las patas o la carencia del vientre, dota al animal de gran dinamismo y
expresividad. El reno es escasamente representado en la cornisa cantábrica, a diferencia del
resto de Europa, justificándose por la presencia de renos como consecuencia del repunte
glacial frío en el momento que fue dibujado.
IMAGEN 18
Cueva: Las Monedas (Monte Castillo, Puente
Viesgo)
Periodo: Magdaleniense superior-final. 11.500 años
(C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Cabra – Caprino
Descripción: Situado en un pequeño y estrecho
corredor, cercano a la entrada actual de la cueva, se
localiza esta cabra, asociada a un conjunto menor de dibujos en carboncillo formado por
animales de clima frío como caballos, renos, cabras, un bisonte y un oso. La cabeza, con
abundancia de rasgos anatómicos, muestra un cuerno, la oreja, el ojo, el hocico y la comisura
de la boca, seguido de la línea del pecho, el vientre y los cuartos traseros, en forma de Y,
acompañado de un despiece interno que marca el ángulo inguinal, la cola baja, y finalmente, la
línea cérvico dorsal, de mayor espesor en la parte media para dotarlo de un mayor volumen.
Carece de extremidad superior y el segundo cuerno parece estar representado por un
pequeño resalte en la roca. El trazo fino pero certero realizado con un carboncillo, indica gran
destreza en el dibujo y el conocimiento anatómico del animal, de gran realismo y viveza. La
inexistencia de niveles de habitación en la cueva, señalan su uso como santuario por las
poblaciones que en ese momento ocupaban El Castillo (a 650m de distancia).
IMAGEN 19
Cueva: El Castillo (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense superior-final. 11.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Cabeza de bóvido
Descripción: Situado en un pequeño divertículo, dotado de buena acústica, contiguo pero
apartado del paso natural hacia el interior de la cueva, se localiza esta representación que,
pese a la aparente sencillez del dibujo, es un claro ejemplo del aprovechamiento del soporte al
tema representado. Sobre un saliente rocoso, cuya forma recuerda la cabeza de un bóvido, se
representó con un lápiz de carbón, un circulo a modo de ojo y una línea que representa la
abertura del hocico. La circulación natural de agua, sobre la roca hasta su vértice inferior,
parece dotar al animal de vida, al humedecer la parte del hocico y boca. La apariencia fría e
inerte de la roca cobra vida con la calidez de la luz producida por la lámpara de tuétano y el
movimiento de las sobras, otorgando movimiento a la roca donde se sitúa la cabeza. Este tipo
de representaciones se denominan “máscaras” y son habituales al final Paleolítico superior. En
el estrecho corredor, el más profundo de Altamira, se hayan varios ejemplos de este tipo, con
rasgos humano.