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Juan Ig
nacio Pérez
Josep Rodésk a l a n d r a k a
Colección
©del texto: Juan Ignacio Pérez Palomares, 2005
©de las ilustraciones: Josep Rodés, 2005
©de esta edición: Kalandraka Ediciones Andalucía, 2005
Avión Cuatro Vientos, 7 - 41013 SevillaTelefax: 954 095 558
andalucia@kalandraka.com
Diseño: Ana BarrosImpreso en C/A Gráfica
Primera edición: Noviembre, 2005I.S.B.N.: 84-9337-592-9
D.L.: SE-4650-05
Reservados todos los derechos
Esta obra ha sido publicada con la ayudade la Consejería de Cultura de la
JUNTA DE ANDALUCÍA
BatallaNaipes
de
k a l a n d r a k a
Josep Rodés
Juan Ignacio Pérez
l rey Sobruto Segundo,
monarca absoluto del vasto reino de los naipes,
E
se veía todos los días con su vecino
Don Afilado Primero el Cruel.
Pero no para ir de compras
ni para celebrar su amistad
hasta altas horas de la madrugada.
¡Nooooo!
Se reunían para luchar en el campo de batalla.
Porque, aunque vecinos, ambos sufrían
de enemistad morrocotuda.
Algo parecido a una enfermedad
a la que ningún médico, ni hierbatero,
ni hechicero había conseguido poner fin.
GLOSARIO
DE TÉRMINOS NO CITADOS
PERO QUE EMANAN
DE ESTA HISTORIA
TUTE: las palizas sin fin y sin frutos que se daban
los dos reyes enemigos en sus estúpidas batallas.
Procede de los comentarios de los testigos, que decían:
“¡Se dan unos tutes...!”, que después pasaron a ser cantados
por los juglares de la época.
Al parecer, también es el nombre de un juego de naipes
en el que, como suele suceder, el rey tiene mucho que decir.
MUS: lo que dijeron (o, mejor dicho, lo que no dijeron) los reyes
cuando se enteraron de que sus hijos se habían enamorado.
Los viejos cronicones lo explican así: “Al enterarse de lo sucedido
a sus espaldas, vencidos por el cansancio y el odio, los dos monarcas
no dijeron ni “mus” y dejaron que fueran los propios jóvenes
quienes decidieran el futuro de ambos reinos”.
Por extensión, juego de naipes en el que los participantes
pasan la mayor parte del tiempo callados.
PÓKER: expresión desdibujada de un rostro,
como la que mostraron los reyes Sobruto y Afilado
al comprobar que, mientras ellos destruían sus reinos,
sus propios hijos habían estado construyendo una amistad
a sus espaldas. Muy utilizada en la expresión “cara de póker”
y estrechamente unida al silencio definido en la palabra anterior.
Ambas situaciones tuvieron tal eco en la población que quedaron
como los momentos más importantes de la historia de su país,
lo cual se celebra cada vez que se reúnen varias personas en torno
a una mesa con los útiles adecuados.
SIETE Y MEDIA: hora a la que quedaban
los dos enamorados de esta historia para verse en secreto.
También, juego de mesa en el que los participantes
arriesgan la partida con tal de llegar puntualmente
a la hora convenida, perdiendo tanto quienes se retrasan
como quienes llegan demasiado pronto.
CANASTA: regalo que hicieron los habitantes
de las aldeas cercanas a la nueva reina. Desde entonces,
juego de cartas con que los pastores y labradores celebran
el nuevo rumbo de su país.