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Capítulo II
De la constitución del complejo sojaen Estados Unidos a su internacionalización
Este primer apartado incluye el período histórico compren-
dido entre los años cuarenta, momento en que se generaliza
en Estados Unidos el llamado «modelo americano» de alimen-
tación de la ganadería, hasta los primeros años setenta, cuan-
do el complejo ya establecido a escala mundial manifiesta la
fuerte concentración empresarial operada alrededor de la mol-
turación y comercialización internacional de la soja. Esta evo-
lución mostrará cómo se desarrolló el complejo soja norteame-
ricano y cómo fue penetrando progresivamente en las econo-
mías de los países de la órbita capitalista.
1. Introducción
La importancia de la carne en la dieta alimenticia de los
países industrializados ha aumentado de forma espectacular a
lo largo de las últimas décadas. Estos aumentos han sido facti-
bles gracias a la introducción de nuevas formas de organiza-
ción en la producción ganadera. El hecho más sobresaliente
en este campo ha sido la imposición de una nueva alimenta-
ción para los animales basada en la utilización de piensos com-
puestos elaborados a partir de dos componentes básicos: los ce-
reales, especialmente el maíz, que aportan los elementos ener-
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géticos y las tortas proteaginosas, fundamentalmente de soja,
que suministran los ácidos aminados necesarios para el rápido
crecimiento de los animales. La asociación maíz-soja, sobre una
base nutricional nueva, se convierte en el elemento clave de
la nueva ganadería intensiva o industrial (1).
En la imposición de este nuevo modelo de alimentación-
organización de la ganadería, un país, Estados Unidos, jugó
un papel esencial, al ser el principal productor y exportador
de las materias primas requeridas. Como consecuencia, este
modelo se denomina, a menudo, «modelo americano» (2).
Dada la importancia de los agentes estadounidenses en la
introducción y generalización de este modelo, creemos válido
partir de esta terminología, aunque, evidentemente, el estu-
dio a realizar permitirá matizar el alcance real del calificativo
utilizado.
El maíz con la soja, es el vegetal más utilizado en la com-
posición de los piensos compuestos y base del «modelo ameri-
cano». A pesar de ser un producto suficientemente conocido
para no entrar en detalle, conviene recordar que las varieda-
des más productivas y más extendidas de este cereal en la ac-
tualidad tienen un contenido bajo en proteínas (3). En conse-
(1) En torno a las alternativas factibles al modelo maíz-soja véase Wi-Iliams, P. Le modele máis-soja sera-t-il éternel? Economie et j^nances agricoles.Sept.-oct., 1980. Págs. 24-32.
(2) Ver al respecto Berlan, J. P., Lebas, L. L'approvisionnement en matié-
res premiéres de l'élevage aux Pays-Bas: la pénetration du modéle americain. Institut
National de la Recherche Agronomique. París. Pág. 2. 1976. Sin embargo,
en algunos casos, se considera que el calificativo «americano^> es excesivo,
ya que la utilización de estos componentes en la alimentación animal era
ya un hecho en algunos países antes del ascenso de los EE.UU. como prin-
cipal suministrador de las materias primas requeridas, como ejemplo véase
Delord, M. P. Fonctionnement et dynamique du modéle d'approaisionnement de l'éle-
aage allemand dans l'environnement national et international. INRA. París, 1978.
Pág. 3.
(3) Según cifras citadas por Capdevila, J. La alimentación de ternerospaza carne. Ramaderia. Núm. 2. Monografies de I'obra agrícola de la Caixade Pensions. Barcelona, 1982. Pág. 71. EI maíz contiene entre un 8-10%de proteína bruta, el sorgo entre un 8-12%, el trigo, la cebada, la avena
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cuencia, para una buena utilización de los maíces híbridos es
necesaria su combinación con elementos ricos en proteínas, co-mo por ejemplo las tortas de soja (4).
La soja es una planta que pertenece a la familia de las le-
guminosas. Originaria de Asia Oriental, fue durante siglos la
principal fuente de proteínas para muchas generaciones en Chi-
na y otros países orientales. Además, es una planta capaz de
fijar el nitrógeno del aire al suelo (5) y de fabricar los ácidos
aminados y las proteínas necesarias para la alimentación hu-
mana. Contiene, también, una cantidad relativamente impor-
tante de aceite: entre un 15 y un 20 por ciento.
En la actualidad, la soja se cultiva principalmente para ob-
tener semillas (grano o haba de soja) y transformarlas poste-
riormente en tortas proteínicas (con un 44 a un 50 por ciento
de proteína digestible) con destino a la elaboración de piensos
compuestos. La obtención de estas tortas implica la extracción
de aceite de semilla, destinándose, una vez refinado, a la ali-
y el arroz entre un 10-14% y el triticale entre un 12-15%. Algunos sustituti-vos de los cereales en la formulación de los piensos tienen contenidos meno-res, así por ejemplo la mandioca contiene entre un 2-4% de proteína bruta.
(4) No obstante, es factible la utilización de otros productos con conte-nidos proteicos elevados, por ejemplo: las leguminosas de grano: Ver al res-pecto Gómez, A. Los granos de leguminosas como componentes proteicospara la alimentación animal. En Cubero, J. I. y Moreno, M. T. (ed.) Legu-minosas de grano. Ed. Mundi-Prensa. Madrid, 1983.
(5) Todas las plantas a excepción de las leguminosas, necesitan, para
crecer, abonos nitrogenados que hoy en día, al ser fabricados a partir de
sustancias orgánicas, son muy costosos. Esta especial cualidad de la soja y
de las leguminosas en general hace que su producción sea especialmente atrac-
tiva, ya que al alternar su cultivo con el de los cereales es posible disminuir
costes, gracias al enriquecimiento natural del suelo. Las leguminosas fijan
el nitrógeno a partir de unas determinaciones bacterias que tienen en sus
raíces. Actualmente, científicos de todo el mundo están intentando aislar
los genes de estas bacterias para ver si es posible introducirlos en las semi-
llas de otras plantas y obtener así nuevas variedades capaces de crecer sin
abonos nitrogenados. Sobre este último punto ver Núñez, S. El nacimiento
de la era biológica. (Ingeniería genética.) Actualidad Económŭa. 4 de juniode 1982. Págs. 39-44.
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mentación humana y usos industriales. Respecto a la soja, por
tanto, es necesario precisar si nos referimos a las semillas, ha-
bas, o grano, a la harina o tortas (6) o al aceite.
GRAFICO 1
MOLTURACION DE SOJA
Semilla,haba o grana
de soja
(100 Kg)
Aceite17,3-18 Kg
Merma
2,5-3,7 Kg
Tosia o harina
79-79,5 Kg
No obstante, los campos de utilización factibles de la soja
son tan numerosos (7) (véase gráfico 2) que los industriales nor-
(6) A pesar de que, a menudo, se considera que la torta y la harina desoja son similares, existen diferencias derivadas del hecho de que la tortaes la parte noble de la molturación, mientras que la harina es un subpro-ducto que contiene normalmente un porcentaje menor de proteínas.
(7) La soja es susceptible de múltiples usos, tanto en forma de plantacomo de grano, torta o aceite. La planta puede ser utilizada como abonoo forraje para pastoreo. Las aplicaciones más conocidas del grano son lasde la industria de la alimentación que lo utiliza en la preparación de ensala-
das y conservas, como sustitutivo del café y también en la obtención de con-
fituras, sopas, leche, etc. En su forma oleícola, además de servir como co-mestible humano tiene múltiples utilizaciones industriales; como ejemplospodemos citar su papel en la fabricación de esmaltes, barnices, glicerinas,medicamentos. La soja contiene importantes cantidades de lecitina, sustan-cia ésta, de gran importancia fisiológica pues es un gran estimulante de lanutrición al activar la fijación del fósforo y los cambios nitrogenados, perocontiene poca metionina, otro de los ácidos aminados esenciales en la com-posición de los piensos, siendo, a menudo, necesario completar las raciones
con metionina de síntesis.
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teamericanos acreditan posibilidades casi ilimitadas de aplica-
ción. Este hecho no es consecuencia del azar sino de una pro-
funda investigación llevada a cabo en Estados Unidos a fin de
encontrar mercado para aquel producto.
A partir del siglo XIX el cultivo de la soja se extiende por
todo el mundo; sin embargo, hasta la Segunda Guerra Mun-
dial la parte fundamental de la producción era obtenida en Chi-
na, país que suministraba la ca^i totalidad de la oferta existen-
te en el mercado mundial. Los grandes importadores de sojaeran Alemania, Holanda y Estados Unidos.
En aquellos años, las zonas de influencia de los países cen-
trales determinaban las corrientes de intercambio de los pro-
ductos oleaginosos, la industria de materias grasas francesa se
construyó en base al cacahuete senegalés, la industria oleícola
inglesa y holandesa encontró en la copra y el palmiste, prove-
nientes de las zonas tropicales de Asia y Africa, su materia prima
fundamental. Alemania y los Estados Unidos, países que con-
siguieron un papel dominante en las relaciones con China, uti-
lizaron masivamente la soja. Así, en la década de los veinte
Alemania llegaría a importar entre un 30 a un 40% de la soja
ofrecida a nivel mundial, disponiendo ya por aquel entonces
de una poderosa industria molturadora de soja que utilizaba
técnicas muy avanzadas. No es por tanto extraño que la técni-
ca de extracción por solventes, de extremada importancia en
el complejo soja, sea originaria de Alemania (8). Ni que fue-
ran los holandeses quienes llegaran a refinar el aceite de soja
hasta volverlo realmente comestible.
En 1937, de una producción mundial de soja de 12,5 mi-llones de toneladas, China y Manchuria (9) aportaron 9,5 mi-
llones. Estados Unidos, con 1,5 millones de toneladas, ocupa-
ba el tercer lugar en el ranking mundial, pero la hegemonía
del continente asiático en la producción de soja era aún en ese
momento indiscutible. Esta situación evolucionó rápidamente
(8) Ver Delord, M. P. op. cit. Pág. 6.(9) Manchuria se encontraba entonces bajo el control de los japoneses.
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PRODUCTOS PROTEINICOSPAOCEDENTES DE COPOS
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Fuente: Asociación Americana de la Soja.
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PRODUCTOS DE LA SOJA
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durante la Segunda Guerra Mundial y en el período inmedia-
tamente posterior. En 1960, Estados Unidos pasa a ser el pri-
mer productor mundial de soja a pesar de la reuniiicación de
China y Manchuria. Los cambios en la composición del co-
mercio internacional habían sido aún más significativos, ya que
en 1960 China suministró únicamente el 20% de la oferta mun-
dial total de soja (10).
2. Evolución del complejo soja en Estados Unidos
2.1. Establecimiento y desarrollo del complejo soja
El crecimiento del cultivo de la soja en los Estados Unidos
se inició durante la Primera Guerra Mundial, adquiriendo gran
importancia y desarrollándose espectacularmente durante la Se-
gunda Guerra y en las décadas siguientes.La soja aparece en las estadísticas agrícolas estadouniden-
ses a partir de 1924, año en que se alcanza la cifra de casi 5
millones de bushels (11). En 1941 se superarían los 107 millo-
nes, pasando a 580 millones en 1958 y 845 millones en
1965 (12).La utilización de la soja en forma de torta y aceite requiere
un proceso relativamente complejo de elaboración, utilizando
plantas de molturación cuyo coste y capacidad son elevados.
La evolución de la producción está, por tanto, condicionada
a la existencia de estas instalaciones.
En 1922 una de las principales empresas actuales de la mol-
turación, la A.E. Staley Manufacturing Co., construyó la pri-
(10) Cifras citadas por Dronne, Y. Marché mondial du soja. Tomo I. Analy-
se de la Structure. INRA. Junio, 1981. París. Pág. 24 y sig.
(11) Un bushel corresponde a 27,2 kilos de grano de soja.(12) Cifras obtenidas del Soybean Blue Book, a partir de las estadísticas
del Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos.
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mera planta de extracción de soja a requerimiento de un nú-
mero importante de agricultores, en Decatur, Illinois (13).
Seis años después, en 1928, se suscribió un compromiso
por parte de los industriales, en el cual se acordó la compra
de la totalidad de soja que los agricultores suministraran a un
precio fijo. Berlan y otros (14) señalan que «esta decisión su-
pone un cambio importante en la historia de la soja, ya que
implica la alianza entre las empresas ya importantes en la trans-
formación de otros productos agrícolas -maíz y cereales en
general- y los agricultores, bajo la dirección del capitalindustrial».
Hasta aquel momento, agricultores e industriales se encon-
traban frente a un dilema: de un lado, los agricultores estaban
dispuestos a producir siempre que encontraran mercado para
su producto, de otro, los industriales estaban dispuestos a crear
empresas si existía en el mercado grano suficiente para hacer
funcionar sus instalaciones. El compromiso aceleró la construc-
ción de plantas molturadoras, llevadas a cabo en muchos ca-
sos por sociedades que se dedicaban a la transformación de maíz
y otros cereales; ya por aquel entonces serían creadas algunas
de las principales empresas actuales como la Central Soya.
Hasta 1935 la soja se utilizó fundamentalmente como fo-
rraje y abono, siendo muy poco importante el porcentaje de
la producción que se recolectaba, pero a partir de entonces la
producción destinada a la molturación progresó rápidamente,
pasando de 9.000 tm, en el período 1924-26 (menos del 10%
del total), a 102.000 tm, en 1931-33 (menos de la cuarta parte
del total) y a 1.500.000 tm, en 1938-40 (aproximadamente el75% del total) (15).
(13) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 116.(14) Berlan, J. P., Bertrand, J. P. y otros. Les conditions de la Concu-
rrence Internationale entre arachide, soja et colza. Economie Rurale. Núm. 116.Enero, 1976. Pág. 13.
(15) Datos obtenidos del Soybean Blue Book, citados por Berlan, J. P.,Bertrand, J. P. y Lebas, L. Elements sur le développement du «complexesoja» américain dans le monde. Reuue du Titrs Monde. Tomo XVII. Núm. 66.Abril-junio, 1976. Pág. 309.
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Institución clave en el desarrollo de la producción de soja
fue la American Soybean Association (ASA), constituida en
1920, y que reagrupa a los agentes implicados en la produc-
ción, procesamiento y comercialización de la soja. La ASA ha
sido el lugar de encuentro y discusión de los agricultores e in-
dustriales, constituyendo así un frente único de presión sobre
la Administración norteamericana. En 1930 la ASA consiguió
de Washington el establecimiento de derechos prohibitivos so-
bre las importaciones de grano y aceite de soja, lo que finali-
zaría las importaciones chinas de este producto (16).
A1 iniciarse la década de los treinta la soja norteamericana
ya no tiene que competir con la soja importada, pero ha de
hacer frente a otros tipos de aceites vegetales y, en particular,
al aceite proveniente de Filipinas. Pero, aun así, el futuro de
la soja no está claro, ya que se utiliza fundamentalmente para
usos industriales, mientras que los fabricantes de materias grasas
alimentarias dudan en utilizar aceite de soja. En 1934 y en plena
crisis de sobreproducción agraria, las presiones de la ASA so-
bre la Administración fueron atendidas y se estableció una ta-
sa de 3 céntimos por libra (lo que suponía la mitad del valor
del aceite de soja) sobre la primera transformación del aceite
de copra. Esta tasa especial tuvo efectos similares a un arancel
-no viable debido al acuerdo entre Filipinas y Estados Uni-
dos sobre libertad total de comercio mutuo- y encareció el
producto más utilizado en la elaboración de la margarina, lo
que favoreció el consumo de soja. El mercado estadounidense
de aceites vegetales quedó desde entonces totalmente protegi-
do frente a la competencia exterior.
Otros factores que influyeron en este rápido desarrollo de
la soja fueron los siguientes: 1. la mecanización liberó impor-
tantes superficies destinadas anteriormente a la alimentación
de la ganadería de labor; 2. la difusión de los maíces híbridos
permitió aumentar la producción a pesar de la disminución de
las superficies utilizadas en este producto; 3. la política de res-
(16) Estos derechos se mantendrían hasta 1972.
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tricción de las superficies cultivadas de algodón y cereales, po-
sibilitó que la soja se extendiera a estas tierras liberadas; 4. el
cultivo de la soja no requería equipos especiales, al bastar las
cosechadoras-trilladoras destinadas al trigo (17).
En las mejores tierras agrícolas de Estados Unidos, en el
llamado Corn Belt (18), el cultivo resultaba rentable a pesar
de las dificultades de la depresión «el maíz a 12 c. y los cerdos
a 2,5 dólares hacen considerar la soja a 65 c. como una mina
de oro», escribía un vicepresidente de la ASA. A pesar de las
dificultades de la depresión, la ASA lanzó una campaña de pro-moción del cultivo.
Paralelamente, el gobierno federal creó, en 1938, un labo-
ratorio, en Urbana, que se especializó en la búsqueda de sali-das comerciales para la soja. (19).
Como señalan los investigadores del INRA (20), «en la vís-
pera de la guerra, la infraestructura económica y científica delcomplejo soja ya está a punto. El mercado interior está prote-
gido. La maquinaria gubernamental ya funciona (...). En el
plano político, la alianza entre los agricultores y los industria-
les en el seno de la ASA es coherente y sólida. En el plano cien-
tífico grandes progresos han sido realizados: los laboratorios
de selección disponen de las mejores variedades provenientes
de China (...). La tecnología del aceite ha hecho grandes pro-
gresos (... ). Los ácidos aminados han sido identificados, lo que
permite fundar científicamente las técnicas hasta ahora empí-
ricas de la utilización de las tortas vegetales en la alimentación
animal. Las tortas de soja se revelan como de excelente cali-
dad y empiezan a reemplazar, al menos parcialmente, las ha-
rinas de pescado o de carne y las tortas de algodón. Este sub-
producto molesto de la extracción del aceite, poco valorizado
(17) Berlan, J. P. y otros. Elements sur..., Pág. 311 y sig.(18) Goldberg, R. A., op. cit., Pág. 109, señala que entre 1947-49, el
70% de las tierras cultivadas de soja estaban situadas en esta zona.(19) Berlan, J. P. y otros. Les conditions de..., Págs. 13-15.(20) Berlan, J. P. y otros. Elements sur..., Pág. 312.
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y que servía a menudo de abono, está preparado a jugar un
papel importante en la alimentación animal».
La Segunda Guerra Mundial tuvo una incidencia especial
en la evolución de la producción de soja. El gobierno nortea-
mericano decidía en diciembre de 1940, al quedar Estados Uni-
dos aislado de sus proveedores asiáticos, estimular la produc-
ción interior de materias grasas alimenticias (21). Por prime-
ra vez, la soja recibió un precio de garantía; se establecieron,
asimismo, precios máximos para el aceite y las tortas, y sub-
venciones a los industriales para garantizar la rentabilidad dela molturación. Durante los cuatro años de la guerra, la pro-
ducción casi se triplicó. El cultivo de la soja como planta fo-
rrajera prácticamente desapareció, siendo el aceite el compo-
nente más apreciado.
Muchas de las empresas de refino de aceite, debido a la
situación de escasez experimentada en los años de la contien-
da bélica, se vieron obligadas a integrar la fase de la moltura-
ción como único medio para asegurarse el suministro de una
materia prima entonces escasa. Este fue el caso de Swift and
Co., Procter and Gamble, Corn Product, Trexton, Anderson
Clayton, etc. (22).
El crecimiento de la producción de aceite y, por tanto, de
tortas y harina estimuló la búsqueda de campos de utilización
de estas últimas, entonces subproducto del proceso. La situa-
ción de la producción ganadera proporcionó una buena opor-
tunidad, pues numerosos trabajos de los años treinta sobre téc-
nica ganadera mostraron que la velocidad de crecimiento de
los animales aumentaba y el coeficiente de conversión (23) dis-
minuía cuando las tortas proteicas se añadían a los cereales en
la alimentación de los animales.
Además, desde 1930 se inició en Estados Unidos la reali-
zación de estadísticas sistemáticas aplicadas a la genética que
(21) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 103.(22) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 120.(23) Se define el coeficiente de conversión como la cantidad de alimen-
tos necesarios para obtener un kilogramo de carne.
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permitieron los primeros pasos en la selección avícola. Practi-
cada inicialmente para las especies de puesta, la selección de
una raza para carne tuvo sus orígenes en la utilización de la
«cornish» (24). «En una primera etapa, los «cornish» se cruza-
ban con razas de puesta y, más tarde, como lo importante era
aumentar las performances de los productos finales (performan-
ces económicas y conformación del animal), se empiezan a uti-
lizar hembras «carne», las madres de los «broilers» que cruza-
das con «cornish», darán un producto más lucrativo que el de
los cruces anteriores» (25). De esta forma nacía el actual «broi-ler» o pollo de carne.
Sin embargo, el rápido desarrollo de la selección tuvo lu-
gar durante los primeros años de la década de los cuarenta con
la consiguiente dinámica: el establecimiento de esta selección
más moderna, más «científica» se correspondió en el tiempo
con la aparición de las empresas de piensos compuestos, aun-
que no fue práctica generalizada de éstas dedicarse ellas mis-
mas a la selección. El éxito para el seleccionador de animales
era ser elegido por estos industriales, como suministrador, ya
que suponía tener salida a un amplio mercado, de aquí la ne-
cesidad de disponer de una infraestructura de multiplicación
de especies seleccionadas capaz de poder asegurar el número
de broilers requerido por la empresa de alimentación animal.
Ahora bien, los acuerdos que se establecían en aquella época
entre el seleccionador y la empresa de piensos eran a muy cor-
to plazo, de forma que si al año siguiente el seleccionador no
tenía la suerte de ser escogido por un fabricante de piensos,
se encontraba frente a unas importantes instalaciones que no
podía amortizar. De esta forma, durante veinte años, se dio
un vals gigantesco a nivel de las empresas seleccionadorasamericanas.
Pero ya en la década de los cuarenta aparecieron algunas
de las principales firmas seleccionadoras como: Hubbard, Ar-
(24) Raza de origen europeo, conocida como gallos de pelea.(25) Citado por Delord, M. P. op. cit. Pág. 60.
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bor Acre, Cobb, Meatcalf, etc., que pasarían a tener una de-
pendencia mucho más estrecha con los grupos importantes del
sector piensos, ya fuese vía participación en el capital, ya fue-
se estableciendo contratos más o menos permanentes.
Paralelamente, las frecuentes y serias incursiones de las
agencias del estado en el comercio de los productos agrícolas
en la coyuntura bélica, obligó a muchas de las grandes empre-
sas comercializadoras de cereales a diversificar sus operacio-
nes, estableciendo plantas molturadoras, procesadoras y fábricas
de piensos. Este fue el caso de Cargill (26), entre otras, que
llegaría a ser una de las cuatro primeras de la molturación de
soja en la post-guerra. También fueron numerosas las empre-
sas de piensos que se establecieron durante estos años motiva-
das por la peculiar legislación. El gobierno controlaba los pre-
cios de las materias primas agrarias, pero los precios de los pien-
sos compuestos no eran objeto de ningún tipo de regulación,
siendo por tanto su fabricación un negocio rentable. De esta
forma, ante una demanda creciente de tortas y con precios con-
trolados de las materias primas agrícolas, las empresas indus-
triales y comerciales diversificaron sus actividades creando fá-
bricas de piensos, cuyos outputs gozaban de una libertad de
precios total y abandonaron la venta directa de las materias
primas. «Integrando verticalmente sus operaciones hasta la fa-
bricación de piensos compuestos, las empresas monopolizan
una materia prima escasa y obligan a los agricultores a procu-
rarse las proteínas que necesitan en forma de piensos com-
puestos» (27).De esta forma, las empresas de piensos compuestos se de-
sarrollaron rápidamente promocionando, al mismo tiempo,
nuevas formas de organización de la producción y que tuvie-
ron especial éxito en la avicultura. Así, nació la integración
contractual base organizativa del nuevo modelo «americano»
de alimentación de la ganadería.
(2b) Ver sobre la compañía Cargill. Nacla's Latin America. U.S. Grain
Assenal: Report. Núm. 7. 1975. Págs. 2-31.(27) Berlan, J. P. y otros. Elements sur..., Pág. 314.
70
Simultáneamente a estos cambios en avicultura, se dio una
revolución en la técnica de la cría de bovino y cerdo. Como
señala Rama (28), «con relación y especialmente al ganado le-
chero se sustituyen las praderas naturales o artificiales por la
alimentación intensiva constituida por raciones balanceadas que
contienen los elementos nutritivos necesarios en términos de
hidratos de carbono y proteínas (...). El llamado sistema de
praderas incluía a ambos elementos, ya que la presencia de le-
guminosas, gramíneas y otros vegetales en su composición su-
ponía un régimen alimentario equilibrado. Pero el sistema de
alimentación intensiva aparejaba la aceleración del ciclo de cría
del animal. Además, paralelamente al cambio en las técnicas
de alimentación animal tiene lugar la revolución forrajera, por
la cual se implementa la pradera temporaria basada en el mo-
nocultivo de gramíneas. Estas, en ausencia de las leguminosas
resultan relativamente pobres en proteínas y su uso debe ser
complementado por elementos ricos en estos nutrientes.
En relación a la porcicultura, dadas las ventajas compara-
tivas de Estados Unidos en la producción de maíz, este cereal
fue desde un inicio utilizado para proporcionar un aporte en
hidratos de carbono (...). Sin embargo, a diferencia de ciertostipos de trigo y otros forrajes, el maíz -y especialmente su
versión más productiva, el maíz híbrido- tiene un grave in-
conveniente al carecer del aporte proteínico necesario a la nu-
trición animal. Por esa razón se hace necesario complementar
su uso mediante otros ingredientes ricos en proteínas». Vién-
dose de esta forma potenciada la utilización de las tortas desoja en alimentación animal.
Los cambios operados en la dieta alimentaria de los ameri-
canos durante los años cuarenta favorecieron el consumo de
soja, ya que de un lado se operó un proceso de sustitución de
las grasas animales por aceites vegetales y de otro se dio un
(28) Rama, R. Internacionalización dz[ capital y reordenación de la agroindus-
^ria alimentaria: el irresistib[e aseenso del paquete tetnológito «soya^ en e[ mundo. Mi-
meo. Univ. Aut. de México. 1980. Pág. 6.
71
aumento en el consumo de carne (29). Impulsada por la cre-
ciente demanda, la producción de soja pasó de 2,9 millones
de tm en 1941, a 5,1 un año después para alcanzar 6,3 millo-
nes de tm en 1949, las cuales se destinaron, prácticamente en
su totalidad, a la molturación.
A1 finalizar la guerra se operó un proceso de revaloriza-
ción continua de las tortas de soja como consecuencia del avance
de las formas intensivas en ganadería. De una temida abun-
dancia de este producto se llegó a la situación contraria, al ini-
cio de la década de los cincuenta. Mientras tanto, el mercado
de aceite evolucionó en forma opuesta, manifestando un exce-
so de oferta que iba en aumento. Como consecuencia de este
doble proceso, se registró un progresivo abandono de las acti-
vidades de molturación por parte de las empresas aceiteras y
una integración de esta actividad en manos de los fabricantes
de piensos que únicamente así podían satisfacer sus necesida-
des de tortas de soja. Este fue el caso de Procter and Gamble
Co., que, en 1959, vendió tres plantas molturadoras a Rals-
ton Purina -primera empresa de piensos compuestos en Es-
tados Unidos en aquellos años-, o el de Textron Co., que tras-
pasó sus molturadoras a Central Soya (30).
A partir de 1946 la expansión de la soja norteamericana
en los mercados internacionales se opera con gran rapidez.
EI Plan Marshall supondrá la llegada de importantes can-
tidades de grano de soja para poner en funcionamiento la in-
dustria molturadora del norte de Europa que encontraba difi-
cultades a la hora de abastecerse en los lugares tradicionales.
Desde 1950 la importancia de las exportaciones de este pro-
ducto en el conjunto de la producción estadounidense fue en
aumento tal como reflejan los datos del cuadro 1.
Si al finalizar la Segunda Guerra Mundial las exportacio-
nes suponían una parte muy pequeña de la producción nor-
teamericana de soja, veinticinco años después las cosas eran
(29) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 103 y sig.(30) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 120.
72
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73
muy diferentes, pues, al inicio de la década de los setenta, el
40% del grano de soja se destinaba al mercado mundial y, tra-
ducido al equivalente de torta y aceite, este porcentaje se si-
tuaba entre un 55 y un 57% (31).
Estas cifras indican, por tanto, la importancia adquirida
por las actividades exteriores en la evolución de la producción
de soja estadounidense. De ser una producción destinada ini-
cialmente a la satisfacción de las necesidades del mercado in-
terior, tras el último enfrentamiento bélico mundial, la pro-
ducción sigue cada vez más la evolución de la demanda
mundial.
A1 aumentar las exportaciones de soja, las empresas comer-
cializadoras que operaban en los mercados mundiales adqui-
rieron una creciente importancia en el conjunto del sector soja
norteamericano. Pero, sin embargo, esta creciente importan-
cia del comercio exterior de soja no va a suponer la reparti-
ción de las actividades comerciales entre un número sustan-
cialmente mayor de empresas, como tendremos ocasión de
apreciar.
En base fundamentalmente a la información de la obra de
Goldberg (32) cabe integrar en el complejo soja norteameri-
cano de mediados de los sesenta los elementos que aparecen
en el gráiico 3.
El mayor grado de concentración empresarial se operaba
en las actividades de comercialización internacional de la soja.
Contabiliza Goldberg (33), veinte empresas operando en esta
actividad en los sesenta pero señala inmediatamente que son
únicamente cuatro las que realizan la mayor parte de las ope-
raciones. Además, estima que el 75% de las exportaciones era
atribuible a las empresas comercializadoras propiamente
(31) Exportaciones realizadas en forma de aceite y tortas más el equiva-
lente de las exportaciones en forma de grano.(32) Véase Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 14 y sig.
(33) Goldberg, op. cit. Pág. 114.
74
CRAFICO 3
COMPONENTES DEL COMPLEJO SOJA.TRAYECTORIA DEL PRODUCTO
Explotaciones
agrícolas
Silos
Locales
Comisionistas
Silos
Terminales
Empresas
molturadorasExportadoras
Comercializadoras
Fabricantes
de piensos
Refinadoras de aceites
y productoras
de margarinas
dichas (34), mientras que las cooperativas realizaban escasa-
mente el 5% y el resto (20%) lo adjudica a empresas no inte-
gradas propiamente en el complejo. Sin embargo, otras infor-
(34) Morgan, D. Merchants of Crain. The Viking Press. New York, 1979.
Pág. 93. Morgan las define «como aquellas empresas que saben hacer fun-
cionar la `pipe-line' transfiriendo el grano del granjero al consumidor gra-
cias a un complejo sistema de silos, barcos, trenes, télex, bancos y más re-
cientemente fábricas de transformación de cereales y soja».
75
maciones consideran que un porcentaje muy próximo a este
20% sería el realizado por las grandes empresas molturadoras
(Archer-Daniels-Midland, Central Soya, A.E. Staley y Ander-
son Clayton).
En conjunto, a principios de los sesenta las compañías co-
mercializadoras de soja eran: Cargill, Continental Grain Co.,
Louis Dreyfus Inc., Bunge Co. y en menor medida André. Uni-
camente en la segunda mitad de los años sesenta apareció una
nueva empresa, Cook Ind., que llegará a adquirir importan-
cia en el comercio internacional de grano y soja (35). Más tar-
de y ya en la segunda mitad de los años setenta esta compañía
experimentó graves dificultades viéndose obligada a liquidar
la totalidad de su patrimonio.
Todas las empresas comercializadoras de soja operaban, asi-
mismo, en el comercio de cereales, y en consecuencia cabe in-
dicar que su actividad en el complejo soja fue en un principio
una mera prolongación del comercio de grano. No obstante,
posteriormente irán ampliando sus intereses a las actividades
de elaboración y almacenaje de la soja.
En lo que respecta a los silos terminales calcula Goldberg
que en 1963, el 25% de la capacidad de éstos es propiedad de
las compañías exportadoras. Posteriormente, la creación y am-
pliación de éstos parece haber sido realizada fundamentalmente
y casi exclusivamente por estas empresas, hasta el punto que
Morgan (36) considera que las principales terminales en los años
setenta pertenecían en su totalidad a estas compañías.
En la molturación de soja operaban en 1963, 116 plantas
pertenecientes a unas sesenta sociedades. Los tradicionalmen-
(35) Como indicador de la importancia comparativa de estas empresas,señalemos que el volumen de exportaciones de grano y aceites vegetales rea-lizadas bajo el Título I de la PL 480, entre 1954 y 1967 fue el siguiente:Cargill: 1.572.968 miles de dólares, Continental: 1.626.472 miles de dóla-res, Louis Dreyfus: 678.651 miles de dólares, Bunge Co.: 641.022 miles dedólares, Cook Ind.: 158.249 miles de dólares, según cifras citadas por Na-cla's Latin America. Art. cit. Pág. 23.
(36) Morgan, D. op. cit. Pág. 130.
76
te bajos márgenes de la molturación (37) implicaban que fue-
ran muy pocas las empresas que se limitaban a esta actividad.
Aunque es imposible una ordenación precisa de las empresas
molturadoras, debido a los importantes cambios que se obser-
varon durante los años sesenta, cabe señalar como empresas
principales a las siguientes: Cargill-Nutrena, Archer-Daniels-
Midland, Ralston-Purina, Central Soya Co., A.E. Staley, An-
derson Clayton y Allied Mills-Continental.
Cargill, a partir de su división alimentaria denominada Nu-
trena, se situó al iniciar los años sesenta entre las cuatro prin-cipales molturadoras del país. Continental Grain Co. adqui-
rió, en 1965, la empresa Allied Mills, pasando desde entonces
a figurar en la molturación estadounidense. Ralston Purina se-
ñalaba en su Memoria de 1960 que se había convertido en la
segunda empresa mundial del sector de la molturación de so-
ja. En aquellos años era el primer productor norteamericano
de piensos compuestos. Archer-Daniels-Midland tenía en la
molturación su actividad principal y en 1970 dispondría de seis
plantas extractoras extendidas a lo largo de todo el país. An-
derson Clayton, dedicada fundamentalmente al tratamiento de
materias grasas, constituía una excepción de las empresas de
este subsector al mantener sus intereses en la molturación a
pesar del cambio de coyuntura antes indicado. Central Soya
ocupaba el segundo lugar en el ranking de las empresas de pien-
sos en Estados Unidos en 1962, estando orientada la casi tota-
lidad de su actividad molturadora al suministro de tortas a sus
instalaciones propias, al igual que en el caso de Ralston Pu-rina (38).
En el conjunto de la molturación norteamericana, cuya ca-
(37) El margen de molturación se define como la diferencia de precio
entre el grano o haba de soja y, el del aceite y las tortas obtenidas de lamolturación.
(38) La información aquí indicada proviene de diversas fuentes entrelas que cabe citar, Goldberg, R. A. op. cit., Soybean Blue Book publica-ción anual de la A.S.A., Dronne Y. Marché mondial... Pág. 62 y sig. y va-rios números de la revista Fortune.
77
pacidad diaria pasó de 15.000 tm. en 1946 a 42.000 en 1961,
la concentración empresarial era considerable ya que en 1961
las seis primeras compañías disponían del 60% de la capaci-
dad total (39). Las transformaciones que se operaron en los años
siguientes reforzaron este proceso.
En la molturación de soja la única comercializadora que
operaba a principios de los sesenta era Cargill, que controlaba
el 15% de la capacidad. En 1965, como señalábamos, la com-
pra por parte de Continental de Allied Mills colocaría a Con-
tinental entre las primeras molturadoras estadounidenses, y,
posteriormente, ya en los años setenta, Bunge inició adquisi-
ciones importantes en la molturación que Cook imitaría aun-
que a escala más limitada.
En definitiva, con la excepción de L. Dreyfus y André el
resto de compañías comercializadoras fueron integrando la mol-
turación como una proyección de sus intereses en el complejo
soja y como forma para facilitar su actuación en la comerciali-
zación de la torta y el aceite. Además, la existencia de merca-
dos distintos para los dos componentes de la molturación -
aceite destinado crecientemente a los países «en vías de desa-
rrollo» y realizado en el marco de la PL 480 y torta destinada
a los países desarrollados de Europa- consolidó la integración
de la molturación como una prolongación de las actividades
de comercialización.
Los comisionistas y los silos locales han sido objeto de me-
nor interés por parte de las comercializadoras. En 1963 única-
mente el 10% y el 5%, respectivamente, de estas actividades
estaban integradas por estas empresas, mientras que las coo-
perativas jugaban un papel esencial en el almacenaje local y
en la coordinación comercial entre esta instancia y los silos
terminales.
Las cooperativas, por tanto, tenían como misión esencial
articular la producción agrícola con el almacenamiento termi-
nal, al tiempo que su papel en la fabricación de piensos, como
(39) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 146.
78
veremos, era significativo ya que aseguraban e120% de la pro-
ducción total, mientras que no actuaban en el refino y trata-miento de materias grasas.
Las explotaciones agrícolas mantuvieron una estructura fun-
damentalmente familiar, ya que los grupos agroindustriales no
llevaron a cabo una política generalizada de compra de tierras.
Incluso algunas empresas que en los primeros años sesenta op-
taron por esta vía, posteriormente las revendieron (40). Gold-
berg calculó que, aproximadamente, eran 500.000 las explo-
taciones agrícolas que cultivaban soja en 1963. Estas explota-
ciones jugaban asimismo un papel fundamental, en el otro ex-
tremo del complejo soja, como ganaderos intensivos (41).
Las factorías de piensos compuestos eran aproximadamente
2.000 en los primeros setenta.
En 1962 el ranking de las empresas era el siguiente (42):
Ralston-Purina, Central Soya-Mc Millan, Cargill-Nutrera,
Southern States Coop-Cooperative Mills, Allied Mills, Car-nation Albers.
Las cinco primeras, con la excepción de la Cooperative Sout-
hern States, han ocupado y seguirán ocupando, tal como he-
mos tenido ocasión de ver, un papel fundamental en la moltu-
ración. Asimismo, como señalábamos en páginas anteriores las
fábricas de piensos compuestos tenían en muchos casos acuer-
dos o participaciones con las empresas de selección genética.
Cargill y Continental (Allied Mills) eran a finales de los
(40) Este es el caso, por ejemplo, de Ralston Purina, entre otras. La le-gislación norteamericana ha sido un freno a esta integración ya que en nu-merosos estados agrícolas -Texas, Wiscounsin, Iowa, Minnesota, Nebras-ka, Kansas, Missouri, Oklahoma, Dakota del Norte y del Sur-, se votamnleyes que limitaban las superficies de las explotaciones agrícolas en manosde sociedades agroindustriales o industriales. Ver en relación a este aspectoRevel, A. y Riboud, C. Les Etats-Unŭ et la st^altgit alimentaire mondial. Ed.Calmann-Lévy. París, 1981. Pág. 183 y sig.
(41) El análisis de Goldberg no incluye el estudio del engorde de la ga-nadería industrial.
(42) Goldberg, R. A. op. cit. Pág. 146.
79
años sesenta las únicas dos comercializadoras de grano que ope-raban en este mercado.
En el refino de aceite y elaboración de margarinas actua-
ban unas cien empresas. Un 38% de esta actividad la realiza-
ban sociedades que tenían intereses en la molturación. Ni las
cooperativas ni las grandes empresas comercializadoras parti-
cipaban en este sector.
En su conjunto el número de entidades que actuaban en
el complejo soja en las diferentes actividades queda reflejado
en el gráfico siguiente:
GRAFICO 4
NUMERO DE ESTABLECIMIENTOS QUE ACTUABAN EN ELCOMPLEJO
SOJA ESTADOUNIDENSE EN 1963
Explotaciones
agrarias
500.000
Silos locales9.813
Comisionistas200
Fabricantesde piensos
2.000
Molturadoras
119
Fuente.• Goldberg, R. A. op. cit., Pág. 114.
Silos terminales
656
Exportadoras
20
Refino de aceitey fabricación
de margarinas100
80
La mayor concentración empresarial se operaba a nivel de
la exportación-comercialización. Se percibe ya una estrategia
de control de las empresas comercializadoras sobre las activi-
dades más significativas del complejo, es decir, almacenaje ter-minal y molturación.
En el gráfico 5 presentamos la estructura del complejo en
función de la capacidad de dominio de sus diversos elementos.
Las flechas indican la dirección de la influencia.
2.2. Coordinación del complejo soja
A pesar de que puedan señalarse diferentes niveles de coor-dinación en el complejo soja norteamericano, destacaremos enpáginas sucesivas, como elementos más importantes, el papelde a) la política agrícola, b) los mercados de futuros, y c) loscontratos de integración.
Conviene señalar que a pesar del importante papel jugadopor ciertas instituciones en la coordinación del complejo, en-tre las que cabe destacar por su incidencia a la American Soy-bean Association (ASA), no realizaremos un estudio específi-co de su actuación en el complejo, ya que a menudo se indicasu actividad en los diferentes apartados del presente estudio.
2.2.1. La política agrícola norteamericana y la soja
Desde el inicio de la década de los cuarenta y bajo los efec-
tos de la Segunda Guerra Mundial, el objetivo básico de la po-
lítica agrícola norteamericana fue conseguir un aumento rápi-
do de la producción. Para alcanzarlo, se estableció un sistema
de precios rígidos, con precios de sostenimiento altos, y próxi-
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82
mos a los precios de paridad (43). Este sistema estuvo vigente
hasta el final de la guerra de Corea en 1953.
El retorno a un estado de sobreproducción crónica obligó
en 1954 a actuar en una doble dirección: en primer lugar, se
trataba de aumentar la demanda y en este sentido se aprobó
aquel mismo año la Agricultural Trade Development and As-
sistance Act o ley sobre el Desarrollo del Comercio y la Asis-
tencia al extranjero, popularmente conocida como la PL 480,
y en segundo lugar de disminuir la oferta, para lo cual se crea-
ría el Soil Bank (Banco del Suelo) por orden de la AgriculturalAct de 1956.
Los objetivos de la Public Law 480 se establecieron como
sigue: 1. colocar los excedentes agrícolas; 2. reforzar los lazos
de Estados Unidos con países «amigos», y 3. socorrer a los países
que hubieran sufrido una catástrofe nacional.
Poco tiempo después de aprobada la ley, los dirigentes dela ASA solicitaron que la soja y especialmente el aceite de estasemilla, formasen parte de los productos exportables con fon-dos de la PL 480. Se creó en 1956, el Soybean Council, insti-tución que reagruparía a las organizaciones profesionales delos industriales y agricultores y que tendría como objetivo elestudio de los mercados extranjeros que debían ser desarrolla-
dos, promocionados, abastecidos, asistidos y protegidos con losfondos proporcionados por la ley (44).
(43) Los precios de paridad se obtienen multiplicando por un índice anual
los precios de la década 1905-14, período que se toma como base y que se
considera equilibrado.
(44) Goldberg, R. A. op. cit., Pág. 125, señala: «En enero de 1960 elSoybean Council y el servicio agrícola exterior del Ministerio de Agricultu-ra firmaron un contrato para utilizar los fondos de la PL 480 en la promo-ción de la soja. Unos sesenta países fueron escogidos para programas de pro-moción. EI Soybean Council estableció numerosas oficinas en los diferentespaíses^>. España fue uno de los países seleccionados.
83
En 1960, once millones de hectáreas estaban en situación
de reserva gracias a los contratos suscritos entre los agriculto-
res y el banco, y más de un 30% de las exportaciones se reali-
zaban en el marco de la PL 480. Sin embargo, estas dos líneas
de actuación fueron insuficientes para hacer frente a unos stocks
que no dejaban de aumentar.
La remodelación de la política agrícola emprendida por la
Administración Kennedy se encaminó a solucionar este pro-
blema. Tras una primera tentativa de introducir un sistema
de cuotas que no prosperó, se decidió la disminución progresi-
va de los precios de sostenimiento de algunos productos hasta
un nivel próximo a los del mercado mundial. Para compensar
la disminución de las rentas agrícolas que se derivaban de ello
se estableció un sistema de ayudas directas a los agricultores.
Estos recibirían unos certificados correspondientes a la dife-
rencia de valor entre los precios de mercado y los precios de
paridad. Para hacer efectivos estos certificados que se limita-
ban a la parté de la cosecha destinada al mercado interior, los
agricultores debían aceptar un contingente de superficie.
Como consecuencia de estas medidas el precio de sosteni-
miento pasó de ser el 90% del precio de paridad, en 1960, a
un nivel igual al 52% en 1964. Para obtener un consenso so-
bre estas directrices fue necesario introducir medidas que po-
tenciaran la demanda de los productos agrícolas y que se con-
cretarían en un programa de alimentos para los económica-
mente débiles, conocido con el nombre de «Food Stamps
Program».
Esta política que se materializó en una nueva Agricultural
Act de 1962, tendría consecuencias fundamentales en la evo-
lución de la agricultura norteamericana. En primer lugar, la
disminución de los precios de sostenimiento a niveles próxi-
mos a los del mercado mundial permitió la exportación masi-
va de productos agrícolas sin la necesidad de subvenciones
84
importantes (45). De esta forma se reafirmaba la vocación ex-
portadora de la agricultura norteamericana que había tenido
en la PL 480 su primer instrumento. En segundo lugar, el mer-
cado interior americano entraba prácticamente en simbiosis conel mercado mundial, ya que las fluctuaciones de los precios
mundiales repercutían inmediatamente en los precios interio-
res. En tercer lugar, la supervivencia de los agricultores ame-
ricanos dependía de forma creciente de sus clientes internacio-nales.
(45) La importancia de la ayuda alimentaria en las exportaciones ame-
ricanas es un buen indicador de los cambios que se operan a partir de la
Agricultural Act de 1962, tal como puede apreciarse en el gráfico siguiente:
Porcentaje de las exportaciones agrícolas
subvencionadas sobre las exportacionesagrícolas totales.
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80-I
701
60
50-I
40
301
20
10-I
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^-49 50 51 52 53 54
Guerra de
Corea
55 56 57 58 59 60 61 62
Era de la
ayuda alimentaria
63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73
Apertura creciente sobrelos precios mundiales
-r T-1 -l74 75 76 77
Agricultural
Act de 1973
Fuenk: Cochrane, W. y Ryan, M. Amnúan Famt Policy, 194B-1973. University of MinnesotaPress, Minneapolis, 1976.
85
Los resultados de estas medidas no tardaron en percibirse.
En 1964 aparece ya un saldo positivo en la balanza comercial
agraria estadounidense (46).
En 1966 se modificó la PL 480 mediante la nueva ley so-
bre «Ayuda alimentaria y por la paz» (Ley 89-808), cuyos ob-
jetivos eran muy similares. No obstante, a partir de entonces,
ya no se trataba de un mecanismo destinado únicamente a dar
salida a excedentes coyunturales, sino de un elemento que ha-
bría de facilitar la apertura y consolidación de nuevos merca-
dos para la abundante producción de la agricultura
norteamericana.
En este período la política agrícola estadounidense relativa
a la soja, se centró fundamentalmente en dos puntos: a) deter-
minación del precio de sostenimiento de la semilla; b) expor-
tación de aceite en el marco de la PL 480. En el caso de la soja
no ha existido nunca ningún tipo de limitaciones directas a su
producción, aunque su cultivo haya podido estar influenciado
por las medidas relativas a otras producciones.
En 1940 se inició el establecimiento de precios de garantía
para la soja y esta intervención no cambió de forma sustancial
hasta la entrada en vigor de la «Agricultural and Consumer
Protection Act de 1973». Su funcionamiento es el siguiente:
Antes del inicio de cada campaña se establece a nivel na-
cional un precio de intervención (47) o«national average loan
price». Según la reglamentación actual, la fijación de este pre-
cio es facultativa, pero con la excepción de la campaña 1975/76
siempre ha sido establecido para la soja. La ley prevé, asimis-
mo, que este precio debe ser calculado teniendo en cuenta el
(46) Para un análisis más detallado de la política agraria estadouniden-
se ver Revel, A. y Riboud, C. op. cit., segunda parte. El saldo positivo de
la balanza de pagos agrícola coincide con la autorización de ventas de pro-
ductos agrícolas a la Unión Soviética. El 9 de octubre de 1963, el presidente
Kennedy permitió una venta excepcional de 4 millones de toneladas de trigo.
(47) Evidentemente, con variaciones según zonas geográficas, calidades,
etc.
86
precio de sostenimiento del algodón, de manera que se asegu-
re una paridad de renta entre estos dos productos.
Desde el momento en que el productor termina la recolec-
ción y hasta la fecha de vencimiento del programa, el agricul-
tor tiene la posibilidad de vender su cosecha en el mercado 0
pignorarla total o parcialmente, en la Commodity Credit Cor-
poration (CCC) (48), es decir, entregarla como garantía de un
préstamo, facilitado por esta corporación. En este último ca-
so, deberá entregar el producto a los almacenes de la CCC o
guardarlos en los suyos propios, siempre que cumplan los re-
quisitos necesarios. A cambio recibirá el importe de la mer-
cancía, calculado al «loan price» que le corresponda, siéndole
deducidos los gastos de financiación y también los de almace-
naje si se ha depositado el producto en los almacenes de la CCC.
El agricultor tiene siempre la posibilidad de retirar la mercan-
cía de la CCC y venderla en el mercado, previa devolución
del préstamo (49). El comportamiento del agricultor dependerá
de la evolución de los precios del mercado libre. Si son sufi-
cientemente elevados, el agricultor venderá su producto resti-
tuyendo el préstamo aumentado por un determinado tipo de
interés. Si los precios de mercado son inferiores o próximos
a los precios de intervención, el agricultor conserva su cosecha
en manos de la CCC.
Las ventas de la CCC en el mercado interior con cargo a
sus stocks están reguladas y deben realizarse a un precio que
no deprima el mercado. Mientras que en el exterior se puede
seguir la política que se estime más conveniente. La CCC dis-
pone para sus ventas en el exterior, esencialmente, de dos ca-
nales: operaciones en el mercado abierto, es decir, asumiendo
el papel de cualquier vendedor en el mercado; y entregas de
(48) Los programas de intervención que dispone el gobierno de Estados
Unidos son gestionados por la CCC, institución creada en 1933 y depen-
diente del United States Department of Agriculture (USDA).
(49) Para más detalle ver Curcoll, S. La política agraria de los Estados
Unidos y su incidencia en el mercado internacional. Inforntación Comercial Es-
fiañola. Núm. 545. Enero, 1979. Págs. 113-128.
87
excedentes en el marco de la PL 480. Esta ley no hace, sin em-
bargo, referencia con carácter exclusivo a los stocks de la CCC,
aunque muchas de las ventas realizadas proceden de allí.
En los años cincuenta y sesenta los precios de mercado de
las semillas de soja se mantuvieron, en general, por encima
de los precios de sostenimiento de forma que los stocks en ma-
nos de la CCC a final de temporada eran reducidos (50). Sin
embargo, en el transcurso de las campañas la CCC llegaron
a controlar importantes cantidades de soja pues muchos agri-
cultores vieron en el «Loan Program», una forma de escalonar
sus ingresos durante el año.
Las dificultades crecientes de colocación del aceite de soja
obligaron a una utilización generalizada de fondos de la PL 480
para dar salida a este producto. Entre 1955 y 1970 al menos
la mitad de las exportaciones de aceite se realizaron en este mar-
co. De los cuatro títulos que recoge la ley, el primero, que fa-
culta las ventas de mercancías agrarias a«países amigos» a cam-
bio de divisas extranjeras, fue el más utilizado durante los pri-
meros años de funcionamiento del programa. Posteriormen-
te, el título IV -ventas ligadas a la concesión de un crédito
en dólares- fue adquiriendo una mayor importancia.
Las consecuencias de la PL 480 fueron de gran alcance ya
que permitió equilibrar el mercado de la soja norteamericano,
en donde la evolución de la demanda de aceite de soja no se-
guía las pautas de su complementario, las tortas. Además, po-
sibilitó el mantenimiento de precios relativamente elevados para
el aceite de soja al extraer del mercado interior una parte im-
portante de la oferta. A1 estar el haba bien valorizada gracias
a los relativamente elevados precios del aceite fue posible man-
tener reducidos los precios de las tortas y, en consecuencia, fue
posible conquistar los mercados europeos en detrimento de otras
materias primas ricas en proteínas. Por último, indiquemos que
numerosos países de Africa y Asia que recibieron el aceite de
(50) En los años 1957, 1958, 1961, 1967 y 1968, los precios de mercado
fueron muy próximos a]os de sostenimiento e incluso en algunos momentos
inferiores, y como consecuencia, la CCC constituyó stocks.
88
soja a precios muy bajos han registrado un estancamiento de
su industria molturadora e incluso en algunos casos su produc-
ción interior de oleaginosaŭha disminuido. También la PL 480
sirvió para abrir nuevos mercados al aceite de soja, producto
desconocido en muchos países hasta el momento de la conce-
sión de la ayuda.
En definitiva, la política gubernamental estadounidense en
materia de soja supuso dos grandes ejes de actuación, de un
lado, la garantía de unos precios determinados para el grano
o haba, y de otro, la subvención a las exportaciones de aceite.
2.2.2. Los mercados de futuros (51)
Los contratos de futuros para el haba de soja se iniciaron
en 1940 en la Bolsa de Chicago. Para el aceite y las tortas se
establecieron en 1950 y 1951, respectivamente. Dicha bolsa es
en la actualidad el principal determinante a la hora de fijar el
precio mundial de la soja.
Las bolsas de futuros son el lugar de encuentro donde los
vendedores y compradores, al contado y a plazo, ajustan sus
ofertas y demandas por medio de contratos que cubren entre-
gas a fechas fijas durante los meses siguientes.
La mayor parte de las transacciones que tienen lugar en
la bolsa en relación con la soja son operaciones de cobertura
a plazo (hending), que permiten a los operadores contrarres-
(51) Para más detalle sobre los mercados de futuros ver el Núm. 581
de la revista Agricultura y los Núms. 113-114 de la Reaista de Estudios Agro-
sociales, que recogen parte de las ponencias del Seminario sobre Mercado
Internacional y de Futuros de Cereales y Soja realizado en Barcelona en sep-
tiembre de 1980, en particular Briz Escribano, J. Los mercados de futuros
en la sociedad actual. Agricultura. Núm. 581. Noviembre, 1980. Pág. 785.
También Mercado de futuros. Información Comercial Esfiañola. Libros-5. Se-
rie; Comercio exterior. Madrid, 1978, en donde se recoge el artículo de Do-
mingo, L. El mercado de la soja.
89
tar sus compras o sus ventas al contado por compras o ventas
a futuros, evitando el riesgo de bruscas variaciones en los pre-
cios. Se trata, o bien, de «contratos largos», por los cuales el
operador se compromete a comprar soja en una fecha futura
determinada, a menos que se anule este contrato por una ven-
ta compensadora a futuro de la misma cuantía; o bien de «con-
tratos cortos», por los cuales el operador se compromete a vender
soja en una fecha futura determinada, a menos que compense
esta venta por una compra en un número equivalente de «con-
tratos largos».Los productores de soja, los molturadores, los fabricantes
de piensos, refinadores de aceite y las grandes sociedades co-
mercializadoras son los principales operadores de este merca-
do, y estas últimas intervienen masivamente, tanto en contra-
tos largos como en contratos cortos. No obstante, al operar la
bolsa de futuros con contratos de papel que se compran y ven-
den, significa que en muchos casos los que realizan operacio-
nes financieras en relación con la soja, no son necesariamente
los que directamente operan en el complejo. Ya que los pre-
cios para entregas futuras están sujetos a variaciones en fun-
ción de la producción de cada cosecha, muchas de las opera-
ciones que se realizan son de naturaleza meramente especula-
tiva. Igualmente, indiquemos que un volumen considerable de
transacciones se compensan recíprocamente en el momento de
su vencimiento y relativamente poca soja cambia efectivamente
de manos a partir de la bolsa (52).Las bolsas de futuro juegan un papel esencial en la coordi-
nación del complejo ya que al establecer los precios futuros
(52) Las cantidades objeto de transacción llegan a superar en el trans-
curso del año hastas veinte veces las cantidades físicas que efectivamente in-
gresan en los circuitos comerciales. Así, en 1979, se operaron más de 9 mi-
Ilones de contratos de haba de soja, 3 millones de aceite y 2 millones y me-
dio de torta de soja, lo que representa un volumen de 19 veces aproximada-
mente la cosecha norteamericana de soja. Datos apuntados por Simon, J.
Utilización de los mercados de futuros. Reaista de Estudios Agro-Sociales.
Núm. 114. Enero, 1981. Pág. 141.
90
orientan las decisiones sobre los cultivos, además permiten ase-
gurar unos precios determinados a partir de las operacionesde cobertura.
2.2.3. Los contratos de integración
Los contratos de integración permiten coordinar las deci-
siones económicas y técnicas necesarias para la producción de
un determinado bien económico. Las formas de la economía
contractual son muy diversas: los contratos pueden ser acuer-
dos orales o escritos, individuales o colectivos, contener cláu-
sulas de suministro mutuo, cláusulas técnicas sobre los proce-
sos de producción, de financiación, de calidad, de garantía,de precios, etc.
En el conjunto del complejo agrícola los contratos de inte-
gración han existido y existen entre muchas de las diferentes
etapas (53), pero adquirieron una especial importancia entre
las empresas de piensos compuestos y los ganaderos industriales.
El tipo de contrato más extendido durante las primeras eta-
pas de implantación de la ganadería intensiva o industrial, pue-
de resumirse, para la avicultura, de la forma siguiente: «El gran-
jero adquiere a las empresas de piensos la casi totalidad de sus
medios de producción, tales como pollitos, alimento, instala-
ciones, equipo y se compromete a venderle a aquéllas su pro-
ducción avícola al terminar el ciclo de cría. El mismo granjero
aporta la mano de obra y el capital para la inversión, muchas
veces endeudándose ante la empresa productora de alimento
para animales. Esta tiene la facultad de imponerle el ritmo de
renovación del equipo. Para la empresa, el arreglo tiene la ven-
taja de reducir los riesgos, ya que éstos recaen en gran medida
(53) Así, por ejemplo, las cooperativas establecen, a menudo, a partir
de los silos locales, contratos con los agricuitores, también las grandes em-
presas comercializadoras han recurrido a este tipo de contratos en los mo-
mentos de dificultades a la hora de abastecer sus instalaciones.
91
sobre el productor, así como minimizar los costes en fuerza de
trabajo, pues, en principio, el granjero es un agente indepen-
diente al que no se requiere pagar seguridad social, jubilación
u otro tipo de prestación» (54).
GRAFICO 6
MODELO DE INTEGRACION VERTICAL A PARTIRDEL FABRICANTE DE PIENSOS
Centros de
suministro
Fabricante depiensos compuestos
Centros productores
primarios;
ej.: pollitos
CONTRATO:
Suministro de animales, técnica,
piensos..., por el fabricante de pien-
sos.
- Aportación de instalaciones, mano
de obra..., por el ganadero.
Ganadero
Centro de comercialización;ej.: matadero
Mercado
(54) Rama, R. Internacionalización del capital..., Pág. 6.
92
Entre las razones principales que llevan al establecimiento
de esta forma organizativa por parte de las empresas de pien-
sos compuestos cabe señalar:
a) La gran importancia que tiene la alimentación en la es-
tructura de costes de la ganadería industrial (55).
b) La seguridad de salidas estables para sus productos.
c) El ahorro de costes motivado por la posibilidad de pro-
gramación de la producción y de los suministros.
d) El ahorro, de todo tipo de prestaciones sociales.
e) La minimización de los costes de inversión. El capital
de estas empresas puede ser utilizado en actividades más
rentables que las del engorde de los animales o, lo que
es lo mismo, permite el establecimiento de todo el mo-
delo ganadero intensivo con una mínima inversión por
parte de las empresas industriales.
j^ La introducción de nuevos aliados -los ganaderos
integrados- en la potenciación del modelo.
De esta forma, las empresas de piensos se aprovecharon en
muchos casos de las capacidades ociosas existentes, ya que nu-
merosos agricultores disponían de medios de producción inu-
tilizados y estaban dispuestos a vender su trabajo a un precio
bajo por falta de otras alternativas.
El análisis de esta forma particular de organización del pro-
ceso de trabajo ha llevado a que muchos autores consideren
que la integración contractual es una forma similar al trabajo
a domicilio de los inicios del capitalismo, considerando, por
tanto, que la agricultura se encuentra en los primeros estadios
del desarrollo capitalista. Este tipo de análisis indica una vi-
(55) En el caso de la avicultura industrial, la estructura de costes es, en
términos generales, la siguiente: Piensos, 65%; pollitos, 20%; amortización
edificios y material, 6%; mano de obra, 4%; otros, 5%. En muchos casos,
el integrador suministra, además de los piensos, los pollitos siendo el grado
de integración en términos de coste del orden del 85%. La mayor parte de
las producciones integradas tienen estructuras de coste análogas. Malassis,
L. Economie Agro-A[imentaire. Ed. Cujas. París, 1973. Pág. 306.
93
sión lineal, pues supone que el capitalismo comporta una úni-
ca forma de contratación y de organización del trabajo -trabajo
asalariado y fábricas- y no es así, pues como demuestra
Recio (56), el capitalismo combina en cada momento las for-
mas contractuales organizativas más idóneas en cada una de
las ramas de actividad. Por consiguiente, el establecimiento de
la integración contractual en la ganadería debe ser entendido
como el modelo más apropiado para el rápido establecimiento
y desarrollo de este sistema americano de ganadería, pero esto
no implica que sea el único ni el más idóneo en todos los mo-
mentos y en todos los países.
3. El establecimiento del complejo soja en el mundo
Como ya indicaba el presidente norteamericano Harry Tru-
man al señalar que «El sistema americano solamente puede so-
brevivir en América si se convierte en un sistema mundial»,
el complejo soja de los Estados Unidos necesitó el mundo para
su desarrollo y consolidación. En las páginas siguientes anali-
zaremos cómo fue posible la expansión de la soja estadouni-
dense a los mercados de Europa, Japón y de muchos países
«en vías de desarrollo».Los principales países de destino de la soja estadouniden-
se, en la década de los cincuenta y sesenta, son fáciles de esta-
blecer si se tiene en cuenta las cifras correspondientes al co-
mercio mundial de este producto. Tomando 1960 (57) como
punto de referencia, vemos que el principal demandante de haba
de soja en el mercado mundial fue la Comunidad Económica
Europea (CEE) (58) que importó el 50% de la oferta mundial,
seguido de Japón con un 22%. En lo referente al mercado de
(56) Recio, A. Capitalismo y formas de contratacián. Tesis Doctoral en
realización.(57) Datos correspondientes al Oil World.(58) Se considera la CEE formada por nueve países.
94
torta de soja, los grandes compradores mundiales aquel año
fueron los países miembros de la CEE, que importaron un 64%
del total mundial seguidos del resto de países de Europa Occi-
dental con un 19% mientras que el aceite se destinó funda-
mentalmente a los países europeos no pertenecientes a la CEE.
Durante aquel año Estados Unidos suministró el 73,3% de la
oferta de haba y el 44% de las tortas de soja en el mercado
mundial, y el 95,4% del aceite.
3.1. Desarrollo del complejo soja en Europa
La captación del mercado europeo no fue fácil, ya que cier-
tos países contaban con una buena fuente de abastecimientos
de semillas oleaginosas en sus ex-colonias y zonas de influen-
cia, además grandes compañías actuaban en la comercializa-
ción y elaboración de estos productos. Eri especial cabe desta-
car la presencia de Unilever (59) que jugó un papel decisivo
en el establecimiento de la agroindustria holandesa, británica
y posteriormente alemana e incluso europea. Unilever es en
la actualidad el primer grupo mundial de la industria de la ali-
mentación. Los orígenes históricos de este gran conglomerado
se sitúan en 1929 (60), momento en el cual la empresa inglesa
Lever Brothers se fusionó con la holandesa Margarine Unie,
dando lugar a la actual Unilever. La clave de la actividad de
esta empresa estribó en sus primeros años en la producción in-
dustrial de margarina en base a productos oleaginosos prove-
nientes de las colonias inglesas y holandesas (61).
(59) Las actividades de la segunda empresa mundial de la alimentación
-Nestlé- han sido también determinantes en la configuración de la agroin-
dustria europea.
(60) Ver en relación a la empresa Unilever, Berlan, J. P. y otros Unile-
ver, une multinationale discréte. Ed. du Cerf. París, 1978, y Monographie des deux
plusgsandsgraupes d'arigine alimentaire: Nestlé et Unilever. Omnium d'economie
agro-alimentaire. Massy, junio, 1971.
(61) Fundamentalmente, copra y palmiste de Malasia, Indonesia y Fili-
pinas, sésamo de la India y China, cacahuete de Africa. En el momento de
95
En los años treinta, Unilever domina la industria de la pesca
en Inglaterra y en los países nórdicos. De esta actividad obte-
nía un subproducto: las harinas de pescado, que junto a los
residuos de sus factorías de materias grasas constituía un ele-
mento altamente proteico y de gran aceptación en la alimen-
tación animal.
No obstante, estos productos no originarían el desarrollo
de fábricas de piensos compuestos, sector que no despegaría
con cierta importancia hasta después del segundo enfrentamien-
to bélico mundial.
A pesar de que el Plan Marshall fue el vehículo inicial de
llegada de la soja norteamericana a Europa, sólo el desarrolló
de la avicultura y el establecimiento de modernas empresas de
piensos compuestos durante la década de los cincuenta y se-
senta constituirían las baŭes de la fuerte démanda de materias
primas norteamericanas.
El desarrollo de estas empresas de piensos, motores indis-
cutibles de la introducción del modelo americano de ganade-
ría, no se realizó por un igual en toda Europa. Se establecie-
ron, ya en los primeros años cincuenta, puentes de acceso in-
discutibles al viejo continente. Holanda, con una tradición ga-
nadera importante, fue, sin duda, uno de los países más afec-
tados por este proceso de modernización. El gobierno holan-
dés concedió hasta 1953 el monopolio de la importación de gra-
no y tortas a las empresas de piensos compuestos que pudie-
ron, de esta forma, desarrollar las formas modernas de la ga-
nadería (62). Este estado de cosas, similar al que se dio en Es-
tados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, situó de
manera privilegiada a los fabricantes de alimentos para alima-
les, ya que obligaba a los ganaderos a recurrir forzosamente
a ellos para obtener los medios indispensables. Bélgica siguió
la fusión del grupo Unilever, las fábricas de margarina holandesas se trasla-
daron desde el sur del país a Rotterdam. Esta nueva localización es conse-
cuencia de la creciente importancia de las materias primas de importación
para la empresa.
(62) Berlan, J. P. y Lebas, L. L'approvisionnement en..., págs. 37 y sig.
96
las mismas pautas. Alemania, que ya utilizaba importantes can-
tidades de soja antes del enfrentamiento bélico, constituyó otro
puente, aunque más tardío, de acceso a Europa.
Entre los agentes implicados en el desarrollo específico de
la ganadería intensiva cabe destacar de nuevo la presencia deUnilever -quien propondría los primeros contratos deintegración (63) en la producción avícola y porcina-, de en-
tidades cooperativas y de otros grupos empresariales privadosde dimensiones más modestas (64).
El abastecimiento de las factorías de piensos compuestos
en materia de tortas proteaginosas estuvo durante los años de
la postguerra muy diversificado, utilizándose gran número de
componentes (65). Pero desde el momento en que se generali-
zó la utilización de las especies seleccionadas en los Estados Uni-
dos y sobre todo a partir de los primeros años sesenta, la soja
empezó a detentar una situación hegemónica en la moltura-
ción de los países del Norte de Europa. Este proceso no impli-
có cambios importantes, por el momento, en los grupos em-
presariales presentes en la molturación, centrados básicamen-
te en Unilever y distintas empresas con capitales locales o na-cionales medianos y pequeños.
En relación a las especies genéticas, la política de los diver-
sos países europeos fue diferente. En algunos países, por ejemplo
Bélgica, se autorizó la importación de pollitos destinados al en-
gorde, mientras que en otros como Holanda se exigió la mul-
tiplicación «in situ» bajo el pretexto de asegurarse el controlsanitario. Como consecuencia, en Holanda se instalaron las
(63) En algunos casos se cita a Piensos Hens, originaria de Bélgica, co-
mo la primera empresa que firmó contratos de integración.
(64) En Holanda fue fundamental para la potenciación de ciertas activi-
dades agroindustriales la creación de las Pounkchad, organizaciones verti-
cales que reagrupan industriales y agricultores bajo el control de los prime-
ros. Ver Berlan, J. P., Lebas, L. L'approvisionnement en..., Pág. 10 y sig.
(65) Por ejemplo, en Holanda la soja supuso en el período 1958-63 el
43% de las tortas proteínicas utilizadas. En el trienio 1972-74 este porcenta-
je ascendió al 79%.
97
especies «abuelas» (66), posibilitando el desarrollo rápido de
su selección (67). Este país adquiriría, así, una hegemonía a
la vez técnica y comercial frente a sus colegas del Mercado Co-
mún al constituirse en la sede central de las filiales europeas
de las empresas americanas comercializadoras de estas espe-
cies. Unilever se constituyó desde su sede holandesa en uno
de los principales selecionadores y multiplicadores avícolas a
escala mundial.
Las empresas norteamericanas iniciaron durante los pri-
meros años sesenta una introducción en el sector de los pien-
sos europeos. Así, por ejemplo, Ralston Purina creó una fá-
brica en Alemania, posteriormente Cargill se iniciaba en esta
actividad vía Tradax en Alemania y a partir de la compra de
Piensos Hens en 1963 en diversos países europeos. No obstan-
te, su importancia relativa en el capital del conjunto del sector
se mantuvo limitada.
Pero donde es realmente importante la penetración esta-
dounidense es en el suministro de las especies genéticas selec-
cionadas y en el abastecimiento de las materias primas
agrícolas (68). Desde 1945 los grandes grupos comercializadores
(66) Los procesos de selección para puesta y carne están en la actuali-
dad muy independizados. Sin embargo, en ambos casos participan tres cla-
ses de aves genéticamente muy distintas: las abuelas, las reproductoras y
las ponedoras o los broilers. Las «abuelas» -normalmente de origen
estadounidense- son gallinas con características genéticas muy concretas
y bastante difíciles de obtener. Los huevos que ponen estas «abuelas» son
escrupulosamente seleccionados, y de los elegidos nacen las reproductoras.
Los huevos de éstas son también seleccionados, y de los elegidos nacen las
ponedoras o los broilers, según se trate de una u otra de las líneas de selección.
(67) Selección que se realizó en base a especies genéticas de origen
estadounidense.
(68) El suministro de especies genéticas seleccionadas en Estados Uni-
dos fue, sin lugar a dudas, un mecanismo fundamental para la expansión
del modelo maíz-soja en alimentación animal. Las empresas estadouniden-
ses con filiales en Europa constituyeron un elemento importante a la hora
de divulgar estas razas; no obstante, no serían ellas las únicas encargadas
de expandir las mejoras genéticas estadounidenses. Grandes cooperativas
y grupos empresariales, medianos y grandes, del sector piensos, se encarga-
98
mundiales se instalaron en los puertos europeos de Rotterdam,
Amsterdam y Hamburgo, convirtiéndose en los grandes ofe-
rentes que negociaban con Unilever y con los grupos coopera-
tivos y privados presentes en la alimentación animal. Los in-
tereses de estas compañías comercializadoras en las activida-
des directamente productivas e^ran, por tanto, en aquel mo-
mento muy limitadas, pero no así en el almacenaje ycomercialización.
El 25 de marzo de 1957 se firmó el Tratado de Roma por
el que se constituía la Comunidad Económica Europea. Se-
gún el artículo tercero de dicho tratado, entre los fines de la
CEE se encontraba «la instauración de una política común en
el campo de la agricultura, así como el establecimiento de una
tarifa aduanera y de una política comercial común en relacióncon terceros países».
La creación del Mercado Común permitió un espectacu-
lar desarrollo de las ventas de soja a Europa: por un lado, la
protección arancelaria de los países miembros más proteccio-
nistas fue progresivamente desmantelada (69). De esta forma
se fue rompiendo el pacto de los países europeos con sus res-
pectivas ex-colonias. Además, las condiciones de producción
de la soja en Estados Unidos, con sus enormes aumentos en
los rendimientos, su elevada tecnificación y reducida intensi-
rían de suministrar a los ganaderos europeos estas especies. De igual mane-
ra, es interesante destacar que muchas de las especies genéticas, que actual-
mente se consideran provenientes de algún país europeo, son el resultado
de la mejora de razas seleccionadas inicialmente en Norteamérica. A medi-
da que se fueron generalizando el uso de estas especies aumentó el consumode maíz y soja.
Entre las principales especies avícolas que se introdujeron cabe destacar
las de las empresas Hendrix (holandesa, multiplicación y selección de razas
estadounidenses), Arbor-Acress (norteamericana, ligada a la Ralston Puri-na), Hubbard (Piensos Hens-Cargill), Ross (Gran Bretaña), Lohmann
(Alemania).
(69) Marloie, M. Le soja contre I'arachide. L'economŭte du tiers monde.
Núm. 3. Abril-mayo, 1974. Págs. 20-22. En 1967, las últimas secuelas del
pacto colonial fueron suprimidas y el cacahuete senegalés entró en libre com-
petencia con la soja estadounidense.
99
dad de trabajo, unida a la política de bajo precio promociona-
da por la ASA permitieron mantener, entre 1950-72, precios
internacionales reducidos de la soja, inferiores a los de otras
semillas producidas en condiciones más primitivas y a mayor
coste.
La ofensiva americana en el caso de las oleoproteaginosas
encontró, por tanto, una resistencia relativamente reducida.
De un lado, no existía una producción interior importante, de
otro, Holanda y Alemania eran enclaves sólidamente estable-
cidos y, como consecuencia, fueron aprobadas unas condicio-
nes especialmente favorables a la importación de soja a Euro-
pa, que se detallan seguidamente.
El establecimiento de un mercado único en el sector de gra-
sas y aceites partió del Reglamento Núm. 1366/66, de 22 de
septiembre de 1966.
La política comunitaria en el sector de las oleaginosas se
basó en dos hipótesis iniciales: a) la constatación de la existen-
cia de un fuerte déficit en materias grasas, aceites y proteínas
vegetales, que convertían a la CEE en el principal importador
mundial de estos productos, y b) el hecho de que los cultivos
de semillas estaban poco extendidos en la agricultura
comunitaria.
En estas condiciones, la organización común del mercado
se apoyó en un régimen que permitía un abastecimiento bara-
to de materias primas para la industria de transformación co-
munitaria, al tiempo que se promocionaba el cultivo de pro-
ductos oleaginosos a partir de un sistema de «deficiency
payments» (70).
(70) La mayor parte de políticas de sostenimiento de las rentas de los
agricultores pueden incluirse dentro de las dos categorías siguientes: a) sos-
tenimiento de precios elevados. En este caso, son los consumidores quienes
subvencionan a los productores, ya que tienen que pagar precios superiores
a los del mercado internacional, y 6) sostenimiento de precios a partir de
subvenciones estatales. En este caso, es el contribuyente quien paga la dife-
rencia entre el precio establecido como objetivo y el precio del mercado in-
ternacional. A este sistema se le conoce con el nombre de ^<deficiency
payments^^.
100
De este modo, la Tarifa Aduanera Común pasó a ser el
único elemento de protección exterior, con un derecho nulo
sobre las semillas oleaginosas como materia prima para la in-
dustria comunitaria.
En el caso de los cereales, la resistencia fue mucho mayor,
ya que el poderoso sector cerealero europeo era productor de
variedades proteinadas de trigo y se estableció una legislación
proteccionista respecto a la producción interior (71) y suma-
mente diferente a la aplicada a la soja.
Estos dos hechos, según Berlan y otros (72), no están se-
parados, sino que constituyen el compromiso que es la base
(71) La protección exterior se realiza estableciendo los «prélévements»
o derechos reguladores. El derecho regulador es un arancel móvil, que que-
da definido por la diferencia entre el precio de entrada, previamente deter-
minado por las autoridades económicas y el precio del mercado internacio-
nal en base CIF, tal como ilustra el gráfico siguiente. DR es el derecho re-
gulador, Pe el precio de entrada y PW el precio del mercado internacional.
Si no existieran prélévements, la
• producción interior sería OA, mien-
P D S tras que la demanda al precio PW
sería OB. Los prélévements aumentan
el precio interior, lo que implica que
la producción interior pasa a ser OA'
y la demanda disminuye OB', con lo
que la parte proveniente del mercado
^°^-------^--^ di l A'B' tid dmun a pasa a ser , can a
ntt ^ ^ ^ j j^ menor que AB.
' ' Los rélévements se fi an diaria-P JP... ^+ ----t --- +- ---^ -an en el momento de^ ^ mente se ai i i y p g
i ^ i despachar la mercancía en la aduana.i ^ I i
A A' B' B Q Las diferencias entre el sistema de
prélévements de la CEE y el de de-
rechos reguladores en España pueden
verse en Curcoll, S. Espanya: Alimentació i dependéncia exterior 1960-80. Tesisde Licenciatura. Universidad Autónoma de Barcelona. Ined. 1981. Pág. 60y sig.
(72) Berlan, J. P. y otros. Elements sur... Págs. 322-323. En numero-
sas ocasiones Estados Unidos ha amenazado a Europa con sanciones comer-
ciales si ayudas o protecciones se establecían para la promoción del cultivo
de soja.
101
misma de la Europa agrícola. Estados Unidos pasa a ser el reor-
ganizador y modernizador de la ganadería europea imponien-
do su modelo agrícola. Europa mantiene un papel importante
como productor de cereales y carne (73), y olvida toda preten-
sión de promocionar una producción interior importante de
oleo-proteaginosas.
La diferente reglamentación comunitaria que reciben los
cereales y las oleo-proteaginosas tiene consecuencias importantes
en la determinación de los precios interiores de estos produc-
tos y en la evolución de sus consumos respectivos.
En términos generales, se puede decir que los precios in-
traeuropeos de los cereales protegidos son, aproximadamente,
el doble de los precios internacionales que se forman esencial-
mente en Chicago, mientras que el mercado de las oleo-
proteaginosas es un mercado abierto y único. En Chicago el
maíz cuesta la mitad que la soja, y en Europa estos dos pro-
ductos tienen aproximadamente el mismo precio.
Como consecuencia de estas disparidades: a) las raciones
alimenticias de los animales en Europa contienen un porcen-
(73) Es necesario señalar que no se Ilegó a este acuerdo sin enfrenta-
mientos comerciales importantes, así por ejemplo durante 1962 tuvo lugar
la denominada ^^guerra del pollo» entre los Estados Unidos y la CEE, ya
que el producto americano, con unas condiciones más favorables en el mer-
cado cereales-pienso, se congelaba y transportaba a Europa en condiciones
muy competitivas. Sin embargo, el acceso al mercado comunitario se vio
obstaculizado por las regulaciones avícolas de principios de ese mismo año.
Dichas regulaciones centraban su atención esencialmente en proteger al mer-
cado comunitario de la competencia exterior fijando para ello un precio um-
bral y un sistema de prélévements.
Se dijo entonces que Estados Unidos había perdido la ^<guerra del po-
llo». Si bien esto es cierto para los ganaderos norteamericanos, en su con-
junto la derrota estadounidense es discutible. Desde el punto de vista de la
balanza de pagos lo que se perdió en concepto de exportaciones de broilers
se recuperaría en forma de maíz y soja. Además, muchas empresas nortea-
mericanas relacionadas con esta actividad se instalarían en Europa, siendo
en consecuencia beneficiarias de la expansión de la ganadería industrial
europea.
102
taje más elevado de soja que las norteamericanas (74), b) se
ha estimulado el tipo de producción ganadera que tolera los
mayores contenidos proteaginosos.
Hasta aquí las empresas americanas sólo exportaban ha-
ba, torta o aceite de soja a Europa, pero se aprecia desde fina-
les de los años sesenta una inflexión en la estrategia de los gran-
des grupos del comercio de la soja como consecuencia del es-
tablecimiento de la reglamentación comunitaria en materia de
oleaginosas y el final de las negociaciones de la Kennedy
Round (75). En 1967, Cargill instaló en Amsterdam una planta
molturadora con una capacidad anual de 400.000 toneladas;
y fue a partir de entonces cuando se construyó en Europa un
importante sector molturador de soja que sustituyó parcialmente
las importaciones de torta y aceite, al tiempo que estimulaba
al consumo de esta oleaginosa. Los grupos norteamericanos,
sin embargo, siempre han tenido que compartir sus intereses
en este sector de actividad con los grupos europeos, especial-
mente Unilever y algunos capitales de importancia en los res-
pectivos ámbitos nacionales. En el sector de la fabricación de
piensos este hecho es igualmente cierto ya que durante aque-
llos años la expansión vertiginosa del sector corrió paralela a
la aparición de grupos empresariales europeos de dimensiones
considerables, como es el caso de la compañía Sanders (76).
3.2. La penetración del complejo soja en otros países
La estrategia de penetración en el mercado japonés fue to-
talmente diferente a la operada en Europa. En este caso, pudo
aprovecharse el modelo de alimentación humana tradicional
en donde el consumo de soja ya desempeñaba un papel rele-
(74) La composición en términos generales es de un 50% de cereales
o sustitutivos y un 30% de tortas proteaginosas.
(75) Ver al respecto, Jovanneau, D. Le GATT, P.U.F. París, 1981.(76) Para el caso francés ver Byé, P. y otros. L'internationalisation du
capital..., Pág. 149 y sig.
103
vante. Además, al ser Japón un país cuya producción agrícola
ha sido crecientemente insuficiente para alimentar la totalidad
de la población, las importaciones de grano, tanto cereales co-
mo soja, son fundamentales.
El grano de soja, además de destinarse a la obtención de
tortas para la alimentación animal, proporciona aceite y pro-
teínas alimentarias para el consumo humano. El consumo di-
recto de soja es aún hoy en día importante, tanto en la forma
de productos no fermentados -Tofu y Karitofu (leches de
soja)- como en productos fermentados -Miso, Natto y
Shoyu-. No obstante, el desarrollo de la avicultura durante
los años sesenta implicó una creciente importancia de la mol-
turación como destinataria del grano o semillas de soja.
La estructuración empresarial del complejo soja en el Ja-
pón estuvo marcada, al igual que en el resto de las actividades
económicas, por el gran proteccionismo nipón en relación al
capital extranjero. Las grandes comercializadoras japonesas (so-
ga shosas) fueron las encargadas de suministrar las materias
primas norteamericanas a las diferentes empresas del país. La
avicultura moderna se constituiría, al igual que en el caso euro-
peo, a partir de la introducción y mejora de las especies nor-
teamericanas. El sector molturador japonés fue construido en
base a capitales autóctonos provenientes del sector comerciali-
zador de grano y del sector químico.
La penetración de la soja en los mercados de los países en
«vías de desarrollo» se realizó al amparo de la PL 480 de 1954.
La soja llegó a estos países inicialmente en forma de donacio-
nes de aceite que progresivamente fueron sustituidos por ven-
tas comerciales.
Durante los años sesenta, la casi totalidad de las exporta-
ciones mundiales de aceite de soja fueron realizadas por Esta-
dos Unidos. La mitad de estas ventas se llevaron a cabo en el
marco de la PL 480 (77). Los principales destinatarios fueron,
(77) En la campaña 1060/61 un 61% de las exportaciones de aceite desoja de los Estados Unidos fueron realizadas en el marco de la PL 480, en1965/66 este porcentaje fue del 59% y en 1970/71 del 46%.
104
durante los primeros años de esta década, los países de Euro-
pa Occidental no pertenecientes a la actual CEE. Años des-
pués los principales importadores pasarían a ser los países del
sur de Asia y del Medio Oriente, en especial India, Pakistán
e Irán.En algunos de los países beneficiarios de la ayuda, el pos-
terior aumento del consumo interior de carne, motivado por
el crecimiento de la renta de las capas medias facilitaría la im-
plantación de la ganadería industrial. En ciertos casos la pro-
gresiva instalación de empresas molturadoras a menudo filia-
les de los grandes grupos comerciales de grano, generaría un
proceso de sustitución de las importaciones de aceite y torta
por semilla de soja. Esta fue la vía de penetración en el merca-
do español, como tendremos ocasión de analizar con detalle,
y que se repetiría en el caso de Irán, Taiwan y ciertos países
del Norte de Africa (78).
4. Líneas fundamentales del proceso
de establecimiento e internacionalizacióndel complejo
Resumiendo los elementos fundamentales del proceso que
acabamos de describir pueden concretarse en los puntos
siguientes:
- Durante el período considerado, que alcanza hasta los
primeros años setenta, se apreció un desarrollo muy im-
portante del complejo soja. Si tomamos como indica-
dor básico el aumento de la producción mundial de ha-
ba o semilla de soja, se pasó de 12,8 millones de tonela-
das en 1937 a 29,3 millones en la campaña 1960/61 y
(78) Ver Bessis, S. L árme alimentaire. Maspero. París, 1979. Pág. 197
y sig., en donde se analizan las repercusiones de la llegada de las donaciones
en el mercado oleícola tunecino.
105
a 46,6 millones en 1970/71. También la molturación de
grano de soja aumentó, al tiempo que se establecían fá-
bricas de piensos en todos los países desarrollados, com-
portando una creciente producción de carne en los sec-
tores ganaderos industriales o intensivos.
El papel de Estados Unidos en el suministro de soja a
nivel mundial adquiere una mayor importancia, hasta
el punto que al final del período considerado este país
se había convertido en el ofertante casi en exclusiva de
soja en el mercado mundial. La producción estadouni-
dense que suponía, en 1937, 1,5 millones de toneladas
alcanzó 15 millones en 1960 y 30 millones en 1970. El
porcentaje de esta producción en el total mundial pasó
del 50% en 1960 a un 66% en 1970. La importancia
de la producción norteamericana en la oferta mundial
de haba pasó, así, de representar un 73,3%, en 1960,
a un 93,8% en 1970.
La internacionalización del mercado de haba de soja
aumentó considerablemente, pasando de un 19% en
1960 a un 28% diez años después, en consecuencia, más
de la cuarta parte de la producción mundial fue canali-
zada hacia el mercado mundial. Si nos limitamos a la
producción estadounidense la importancia de las expor-
taciones en el conjunto de la producción de haba es muy
superior, alcanzando en 1960 el 26,7% y en 1970 el
38,4%. Sin embargo, la internacionalización del com-
plejo soja norteamericano es más amplia si se conside-
ran las cifras de exportaciones de tortas y aceite de so-
ja. En su conjunto y, hechas las traducciones pertinen-
tes, más de la mitad de la producción estadounidense
se destinó al mercado mundial a principios de los años
setenta.
Este hecho da idea de la creciente importancia de las
actividades exteriores del complejo, lo que supuso la in-
ternacionalización de un complejo soja, antes meramente
106
estadounidense. Nos encontramos por tanto frente a un
complejo soja que va adquiriendo cada día un mayor
carácter mundial.
En la expansión del complejo soja la Administración nor-
teamericana jugó un papel considerable. Inicialmente
fue a partir de los programas de sostenimiento del pre-
cio de la soja y de financiación de la investigación
-creación de laboratorios especializados en la mejora
de las semillas, búsqueda de utilizaciones para los sub-
productos de la molturación de la soja, etc.-, poste-
riormente subvencionando y promocionando las expor-
taciones -PL 480, creación del Soybean Council,
etc.-, factor fundamental en la expansión de los mer-
cados exteriores.
En un principio, la intervención estatal se encaminó ha-
cia el fomento de la producción. Más tarde, el mante-
nimiento del desarrollo equilibrado del complejo soja exi-
gió la extracción del mercado estadounidense de una par-
te de la oferta del aceite, encargándose la Administra-
ción de subvencionar la exportación de este producto.
Posteriormente, y ya en los años sesenta, se dio un cam-
bio esencial en la orientación al convertirse la consecu-
ción y consolidación de mercados exteriores en el pri-
mer objetivo de la actuación estatal en lo referente a los
productos agrícolas.
A partir de la mitad de los años sesenta el gobierno de
Estados Unidos consideró el papel del sector agroexpor-
tador como un mecanismo importante de llegada de di-
visas a fin de aliviar la situación de su balanza comer-
cial que manifestaba un saldo positivo cada vez más es-
trecho. El grueso de las ventas agrícolas exteriores de
este país estaba muy concentrado, ya que la soja, el tri-
go y el maíz constituían más de la mitad de las exporta-
ciones agrícolas norteamericanas. Como consecuencia
el desarrollo de la ganadería industrial en todo el mun-
107
do apareció como una válvula esencial para la exporta-
ción americana, en la medida en que suponía crecien-
tes necesidades de soja y maíz. Además, la soja consti-
tuyó para la Administración estadounidense una pro-
mesa difícilmente sustituible. Frente a los crónicos pro-
blemas de sobreproducción agraria, este producto no re-
quirió programas limitativos y su demanda se expan-
día constantemente sin ningún tipo de dificultades (79).
- La generalización de la utilización de la soja y el maíz
como elementos esenciales en la alimentación animal se
vio favorecida por la introducción, en muchos países de-
sarrollados, de las especies genéticas seleccionadas en
Estados Unidos. Los programas de selección de la ca-
baña son muy costosos y la obtención de niveles ópti-
mos de performance tanto económica como física requie-
ren la realización de numerosísimos cruces. Debido a
ello, en la modernización de la ganadería europea y ja-
ponesa se recurrió a las especies seleccionadas en los Es-
tados Unidos, y como consecuencia se favoreció indi-
rectamente la utilización de las materias primas nortea-
mericanas en la alimentación de aquéllas. Con una dieta
de maíz y soja se obtenían obviamente los mejores
resultados.
Por tanto, las investigaciones en el campo de la genéti-
ca animal se presentaban como un instrumento esen-
cial que facilitaría la ampliación de los mercados de ma-
terias primas estadounidenses.
- La expansión de las ventas de soja norteamericana se
vieron muy favorecidas por los bajos precios de este pro-
ducto en relación a otras oleaginosas y por la gran esta-
bilidad de precios de la soja entre 1950 y 1970.
En Estados Unidos el cultivo de la soja se ha desarrollado
en unidades productivas medianas y grandes, y con técnicas
modernas de cultivo -mecanización de la siembra y cosecha,
(79) A menudo se ha calificado el desarrollo de la soja de «milagroso^>.
108
uso de fertilizantes, herbicidas y pesticidas, investigación en
suelos, variedades, climatología- y en consecuencia con ren-
dimientos muy elevados. Además, buena parte de la produc-
ción se realizaba y realiza en secano con costes unitarios ba-
jos. A este hecho cabe añadir la política deliberada de precios
bajos auspiciada por la ASA y apoyada indiscutiblemente por
los miembros más significativos de esta institución.
La soja norteamericana era, por tanto, muy competitiva
en relación a otras oleaginosas producidas en condiciones mu-
cho más primitivas.
Además, durante estos años los precios manifestaron una
estabilidad tan pronunciada que los nuevos demandantes de
este producto acabaron convenciéndose de la seguridad de abas-
tecimientos baratos para sus industrias.
CUADRO 2
EVOLUCION DE LOS PRECIOS CORRIENTES (1950-70)
(Dólares USA por tonelada)
Semillas Torlas Aceite
1950 112 83 326
1960-64 105 89 234
1965-69 113 99 231
1970 117 104 323
Fuente: Oil World.
En la década de los cincuenta los precios mínimos de las
semillas de soja se registraron en el período 1958/59 con 93
dólares/tm, y los máximos durante la guerra de Corea con 122
dólares/tm. En la década siguiente las fluctuaciones fueron,
igualmente, muy suaves: de 129 dólares en 1966 como máxi-
mo a 97 dólares en 1960 de mínimo. Los precios del aceite ex-
perimentaron durante los años cincuenta una tendencia decre-
ciente pasando de 326 dólares/tm en 1950 a 234 en el período
109
1960-64, para posteriormente recuperarse hasta los 323 dóla-
res/tm de 1970.- El avance de la internacionalización del complejo soja
fue paralelo al progresivo desdoblamiento de los mer-
cados de los dos componentes básicos de la molturación
de la soja. La producción de aceite de soja se destinaba
cada vez más, a los países en «vías de desarrollo». Para
realizar estas ventas se utilizó masivamente la «ayuda»
norteamericana. Entre 1955 y 1970 al menos la mitad
de las exportaciones de aceite de soja estadounidenses
se realizaron en el marco del programa de la Public Law
480. Las consecuencias de estos programas de «ayuda»
fueron de gran alcance en el complejo soja, pues per-
mitieron, de un lado, equilibrar el mercado estadouni-
dense de la soja, y, de otro, mantener elevados los pre-
cios del aceite al extraer del mercado una parte impor-
tante de la oferta. Como consecuencia, al estar el gra-
no o el haba de soja bien valorizada, gracias al aceite,
fue posible mantener bajos los precios de las tortas y,
en consecuencia, conquistar fácilmente los mercados
europeos y japoneses de proteínas vegetales.
- La creciente importancia de las actividades de exporta-
ción en el complejo soja estadounidense supone la ad-
quisición por parte de las empresas comercializadoras
de un papel esencial en el conjunto del complejo mun-
dial. Igualmente, la actividad de estas empresas pasó
a ser cada vez más fundamental en la medida en que
se avanzó en la internacionalización del complejo -
crecientes flujos comerciales de semilla, aceite y torta.
El sector de la comercialización internacional de la so-
ja, como hemos tenido ocasión de ver, era un sector muy
centralizado -un número muy limitado de empresas
realizaban la casi totalidad de las operaciones- y muy
conectado con el comercio mundial de los cereales. La
concentración de poder que se generó a lo largo de es-
tos años, en este segmento del complejo soja, se apoyó
110
en el creciente control que estas compañías adquirieron
sobre la molturación de soja a nivel mundial. En la me-
dida en que se avanzó en la internacionalización del com-
plejo se dio una progresiva concentración de poder y
control alrededor de las actividades exportadoras-
molturadoras.
- Por último y para finalizar hay que señalar que la ge-
neralización del modelo americano de alimentación o
lo que es lo mismo el modelo soja maíz se apoyó:
- En la superioridad tecnológica norteamericana en el
campo de la selección genética animal.
- En la decidida voluntad de la Administración estadou-
nidense de expandir internacionalmente las actividades
del complejo sectorial soja.
- En la política de precios bajos para la soja practicada
aquellos años.
- En la modélica coordinación de todas las instancias im-
plicadas en el complejo soja estadounidense. La ASA
como institución reagrupadora de estos estamentos ju-
gó un papel esencial. Asimismo, esta coordinación po-
sibilitó el establecimiento del modelo americano como
un «paquete único» en el que se incluía desde las más
modernas tecnologías en el campo de la genética y de
la alimentación animal, hasta el asesoramiento, asisten-
cia y seguridad de abastecimientos comerciales.
- En la progresiva internacionalización de los patrones de
consumo. A1 respecto Malassis (80) indica que todos los
países europeos occidentales están abocados a las pau-
tas alimenticias americanas, las cuales se caracterizan
por un elevado consumo energético (3.300 cal/hab/día)
y proteico (97 gr/hab/día), siendo su base alimenticia
los productos de la carne, de los que se registra un fuerte
consumo por habitante.
(80) Malassis, L. L'economie..., Pág. 27.
111