Post on 08-Jul-2015
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En todas las grandes historias de innovación, la gran idea
es sólo el primer capítulo. Construir negocios que generen
un gran cambio requiere olvidar, tomar prestado y aprender.
Estos desafíos centrales demandan más que un líder
talentoso y ambicioso; requieren apalancar el poder de la
estructura organizacional.
Las fuentes de memoria organizacional son poderosas. Las
organizaciones naturalmente fuertes se logran a través de la unión de
los individuos, y se mantienen aun cuando se mueven a nuevos
ambientes. Pero el nuevo emprendimiento necesita operar
fundamentalmente de maneras diferentes siendo la base la
creatividad y la unión entre un equipo sólido.
Las puertas en el mundo de los negocios no se abren solas. Debe trabajarse
inteligentemente y con dedicación. Los obstáculos deben verse como
oportunidades para crecer y mejorar en cada momento, aprender de los
errores es ganar experiencia para no volver a cometerlos.
«Siempre hay una oportunidad y al emprendedor innovador nada ni nadie lo
detiene».
Un emprendedor suficientemente visionario en la realización de sus
ideas debe saber con certeza y sin duda alguna que la eficiencia y la
calidad con la que se llevan a cabo los servicios o ideas son
herramientas de suma importancia para «Aventajar a la Competencia».
La eficiencia es la reducción de tiempo y mientras que ambas
combinadas pueden llevar a cabo de la mejor manera a las ideas y
convertirlas en realidad…
El ser emprendedor e innovador conlleva a momentos en los que se
debe enfrentar decisiones definitivas. Antes de tomar decisiones o
de ejecutarse un plan, este debe haber sido evaluado con los «Pro
y los Contra» para evitarse fracasos que podrían ser definitivos o
tropiezos anticipables. La sabiduría debe prevalecer siempre ante el
instinto.