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7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
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EL
CONCEPTO
HEGELI NO
DE
ETICID D
EL
COMUNIT RISMO
Carlos uiz
QUisiera presentar en esta ponencia algunos te-
mas
que me
parecen centrales
en
la teora tica de Hegel y describir su
reapropiacin por autores comunitarios en especial por Charles Taylor.
La
visin de Hegel y la de los comunitarios parece constituir una alternativa
tambin moderna a las teoras ticas utilitarias o kantianas yeso hace que
sea
importante
considerarlas. Por ltimo muchas de las temticas y cate-
goras del enfoque hegeliano estn presentes tambin en el
pensamiento
de
Marx y en el marxismo que
aunque
ha sido refractario a elaborar una
teora moral autnoma comparte
muchos
puntos de vista con Hegel y
constituye
ciertamente
una teora moral
moderna
importante.
Mi propsito sin embargo no estar orientado primordialmente a
dilucidar
los fundamentos de la teora
tica
de
Hegel
sino
ms
bien a la
presentacin de un tipo de discurso moral que de alguna manera modifi-
ca el
mapa
de lo que llamamos moral y en este sentido me parece
importante
discutirla.
Al
partir tengo que decir que
me
parece que
el
centro de
la teora
tica de Hegel tiene que ver precisamente con este cambio conceptual
Carlos Ruiz Schneider Facultad de Filosofa
y
Humanidades Universidad de Chile.
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SEMINARIOS E FILOSOFfA NS 12-13, 1999-2000
que apunta al significado de la moral. Este es el sentido que tiene el
concepto
ms
importante
de la teora tica hegeliana, el
concepto
de
Sittlichkeit
que
se ha
traducido
por
vida
tica
o
eticidad ,
y
que
yo
propondra considerar como
equivalente
a ethos en el sentido de un
conjunto
de
-
normas
o
de
una
suerte de cdigo
normativo,
pero de
un
cdigo
operante
y sostenido
por
el modo de
vida
efectivo de una comu-
nidad.
Ahora
bien, el
origen
del concepto hegeliano de eticidad hay que
buscarlo en la crtica de la teora tica y poltica de Kant y Fichte, una
crtica que se apoya sobre todo, me parece, en la
obra
de Montesquieu.
En
particular
las
crticas que
Hegel
dirige
a la
teora
moral
de Kant
son
numerosas y se cuentan, a mi juicio, entre los temas que irn
generando
su pensamiento original.
Hay por lo menos tres de estas crticas que Hegel va a
mantener
hasta sus obras
maduras y
en especial, hasta la Filosofa del Derecho. La
primera
subraya
que el imperativo categrico kantiano sera en verdad
una tautologa. Si la ley moral me
obliga
a
elegir
solo las
mximas que
puedan convertirse en una ley universal y no dispongo de ningn
otro
criterio que me
permita
preferir un contenido concreto a otro,
por
ejem-
plo, la propiedad a la ausencia de propiedad, entonces puedo justificar
como moral tanto a una legislacin tica que incluya la propiedad, como
a una que no la incluya. Pero
entonces
el
contenido
de nuestras
acciones
morales viene de otra parte y es, adems,
indiferente;
en el
peor
de los
casos, cualquier
contenido puede
valer.
Este
resultado le
parece
a
Hegel
que puede
derivar
en una extrema subjetivizacin de la moral, de tal
suerte que lo que cuenta entonces ya no ser tanto la regla de la univer
salidad,
como
la pureza de mi conviccin subjetiva al impulsarla. Esta
tica de la conviccin subjetiva ser
precisamente
la que van a desarro-
llar, en una
especie
de reverso no tan diferente del formalismo kantiano,
las morales romnticas. A
esta
falta de contenido
de
la
teora
tica kan
tiana se opone, entonces, en un primer momento la concepcin hegeliana
de la eticidad que encuentra ese contenido en las instituciones propias de
una sociedad moderna europea.
Hay una segunda crtica
que
Hegel desarrolla sobre todo en la
Fenomenologa
y que tiene que ver con las contradicciones envueltas en
la realizacin del
deber
ser. Aqu, el
argumento de Hegel parece ser que
el deber ser tiene que permanecer siendo algo irreal izado, si pensamos
que hay un valor intrnseco en el esfuerzo y la lucha
contra
los impulsos
egostas propios
de nuestra naturaleza interna. Pero hay,
evidentemente,
algo paradjico en un principio moral que , para mantenerse como princi-
pio
moral
necesita aplazar ilimitadamente su realizacin.
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CARLOS RUlz: L CONCEPTO H GELIANO DE ET CID D y
L
COM
UN
ITARISMO 99
Ahora bien,
a mi
juicio,
la
crtica
ms importante que Hegel
dirige
a la
teora moral kantiana
es
una que
el filsofo
ha incorporado poco
a
poco a su
propia
postura tica y que est centrada en un
rechazo
a
la
visin
que tiene Kant de
la
libertad,
como
ausencia de
determinacin
de
la
voluntad por
el deseo y los
impulsos,
y a las
relaciones
que
ella
supone
entre la universalidad y el individuo.
El centro y el origen de esta crtica de la teora moral kantiana
se
expresa de una manera muy profunda
en
algunos
textos
preparatorios
del
escrito
juvenil sobre El Espritu del Cristianismo,
a los que se ha
editado
con el
nombre
de
Esbozos
o de Proyecto
original
del trabajo
en
cues
tin. El primero de estos textos es el siguiente:
Por
lo
general Jess opuso) el sujeto a la ley Opuso la moralidad a la
ley? La moralidad es, segn Kant,
la
subyugacin del individuo bajo
lo
universal , la victoria de lo universal sobre la individualidad opuesta a l
pero es) ms bien la elevacin de
lo
individual a
lo
universal , unifica-
cin, cancelacin de las dos partes opuestas por la unificacin Hegel
19 7 1966),
p.
387).
Aparte
de recalcar la
relacin dominacin-servidumbre
que
la mo
ral
kantiana
establece entre la
ley moral y los
deseos
y los
impulsos
del
ser humano, Hegel
ve en
este mundo
interno
escindido la expresin de
una relacin de
dependencia
y
pasividad. Dependencia
de los impulsos y
deseos, en primer lugar, bajo la ley
universal
que los constrie. Pero
dependencia
tambin de la ley moral formal, que necesita del deseo y el
impulso el
contenido) para
que se
despliegue
una
accin susceptible de
ser
encauzada hacia
lo universal.
La
libertad, sostiene
nuestro
autor, no
puede
ser
una
caracterstica
de entidades que excluyan la alteridad, que
se
opongan
a ella;
ella
no
puede sino cualificar
un
modo de
la
relacin
entre la identidad y lo otro. En verdad Hegel
esboza
tambin
en este
prrafo lo
que va
a
ser
su
propia
concepcin
de
la moral:
la unificacin
del individuo y lo universal. Pero vamos a volver
sobre
este punto ms
adelante
.
En
una nota
agregada
a este
texto,
Hegel
contina
su desarrollo y
sostiene:
El elemento moral
de la
accin est en la eleccin;
la
unificacin en
la
eleccin consiste en que lo excluido es algo que separa, en que lo repre-
sentado, que en la accin est unificado con lo que representa la activi-
dad, sea
l
mismo algo unificado; es inmoral, en cambio
si lo
representa-
do es algo que separa .... l id .
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SEMINARIOS
E
FILOSOFA
NS
12 13.
1999 2000
Desarrollando esta idea, Hegel afirma un
poco
ms adelante en el
texto
que
la
moralidad
es la
superacin
de una
separacin
en la
vida
lb id.
, p 388). A mi juicio, la importancia de estos textos,
como
lo ha
subrayado Georg Lukacs 1, consiste en que en ellos Hegel esboza
por
primera vez la idea de una moral que
unifique
forma uni versal y conteni-
do . Morales o inmorales son, segn estos textos, calificativos no solo de
la
forma
de una
accin, sino
tambin y sobre todo de su contenido, Una
accin cuyo conteilido es liberador es, en funcin de esta perspectiva,
una accin
moral;
una accin , incluso de
forma univer
sal, que perpete
una situacin de dependencia es inmoral. Al separar Kant en
forma
tan
absoluta forma
y
contenido,
lo universal y el individuo, ha
transformado
a lo universal en un opuesto , en algo
limitado , por consiguiente
en
algo dependiente, que no recoge el movimiento de la singularidad y que,
por lo tanto, no es tampoco verdadera o concretamente universal. Es
entonces
esta inadecuacin entre la
universalidad
entendida de manera
formalista y la libertad, la que critica Hegel en Kant. En parte esta
misma crtica
sobre
el
carcter coercitivo
y destructivo
de
la universali-
dad formal, de un universalismo que no recoge lo individual y
que
es
incapaz
por
lo tanto de encarnarse en algo singular, va a reproducirse
despus en la evaluacin
de
Hegel
sobre
las ideas
polticas
de
Fichte y
en la crtica de la furia d'e la destruccin propia de la Libertad Absolu-
ta y el Terror, en la Revolucin Francesa.
Las consecuencias de la concepcin de la libertad que se esboza en
estos textos son, naturalmente, de gran importancia y plantean al mismo
tiempo
problemas
de gran dificultad ,
con
un
carcter extremadamente
controversia \ En cierto sentido, esta visin, si la trasladamos al
terreno
poltico, aleja, por
ejemplo
, a la libertad
de
los
sujeto
s
individuales
aisla
dos, La libertad, en este
sentido,
no es una cualidad de una sustancia
identitaria, el sujeto. Libertad , desde esta
perspectiva, ser
ms bien un
apelativo
para describir
formas de relacin no dependientes
entre
los
sujetos;
por ejemplo,
como lo propondr ms tarde el mismo
Hegel,
como miembros que se reconocen recprocamente, al interior de una
comunidad poltica organizada. Una cierta
disposicin, entonces,
de re-
A
prop
. ito
de
este texto seal a Lukacs,
qu
e en su oscura te rminologa , lo
que
Hegel quiere dec ir es que una unificacin puede s
er
rea l o solo apa
rente
La
elecci n
realiza
por su parle una
unificacin
entre el sujeto que e lige y el objeto
e legido. Pero la cuestin de si la acc in misma que corresponde a esto s criterios
formale s
es realm
ente moral depende . s
egn Hegel
, del
contenido
del
objeto de
la
eleccin. Si este es en s mismo una unifica
cin
solo aparente ,
po
s
itiva
, la
accin es
inmoral.
Todo
ello
con
independen
cia de la sati sfaccin
de
los
crit
e
rios
formales
kantianos .. . (Lukacs: 1963, p. 170).
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CARLOS RUlz
EL
CONCEPTO HEGELI NO DE
ETlCID D
y
L
COMUNIT RISMO 2 1
laciones
al interior
de una
sociedad y una
comunidad poltica, ms que
una
caracterstica de
acciones estrictamente
individuales
de
sujetos fini
tos, envueltos siempre como tales en situaciones de dependencia
2
. Es,
pues,
libre, para Hegel, una accin
cuyos contenido
y resultado consisten
en lo que llama
unificaciones
entre
lo universal
y el individuo,
actos
cuyo sentido es superar la separacin y la alienacin, a las que me
somete una pura relacin de oposicin con la
alteridad.
sigue:
Continuando la nota
que estamos
analizando, Hegel
agrega lo
que
La accin moral es incompleta e imperfecta, porque presupone la elec-
cin; la libertad, los opuestos, la exclusin de algo opuesto. Cuanto ms
ligaduras unen a este elemento excluido con el resto , tanto mayor es el
sacrificio, la separacin, tanto ms infeliz es el destino. Cuanto ms
grande. es
el
individuo, tanto ms desgarrada es la idea del hombre;
cuanto ms intensa es su vida, tanto ms pierde en extensin y tanto
mayor es su nueva escisin. La moralidad es la adecuacin,
la
unifica-
cin con la ley de la vida; pero si esta ley no es la ley de la vida, sino que
es
-a
su vez- una ley ajena, entonces se produce la mxima escisin;
objetividad
/bid.,
p 387).
Esta nueva definicin
de la
moralidad
subraya algo importante
y
nuevo, la unificacin con lo que el texto
denomina
la ley
de
la vida .
Esta
idea de vida la determina
Hegel
como la unificacin
de
la uni
versalidad
y el
individuo lbid.,
p.
390),
lo
que
la
aleja evidentemente
de una pura
referencia
biolgica, para hacerla incluir las relaciones
so
ciales
e
histricas. Ahora bien,
lo
nuevo parece ser aqu
que a
la reafir
macin de
un
criterio material
y
no solo formal para
la
evaluacin de
la
moralidad
de
la accin, este texto
agrega
la exigencia
de
la unificacin
con lo que es,
con lo que
existe; solo en
este sentido parece
ser inteligi
ble
la idea de una unificacin con la ley de la vida.
Se puede
entender,
en
parte, en funcin
de lo
anterior, la razn
para esta
exigencia. Una
relacin
puramente
opositiva
con lo real es generadora, como se nos ha
En su
escrito de Jena
sobre
el
Derecho Natural
, Hegel
definir
a la
libertad
aos
ms
tarde
en
los trminos
siguientes:
En el concepto de la constriccin se pone inme
diatamente
algo
exterior
para
la libertad ,
pero una libertad para
la cual hubiera
algo
verdaderamente exterior, extranjero , no es una libertad; su esencia y su definicin
formal
son precisamente que
no
haya nada
de absolutamente
exterior
(Hegel: 1802
(1970. p. 476. Como se ve,
es
sobre todo la idea
de
ausencia
de
alienacin la que
define para Hegel a la libertad.
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SEMINARIOS DE FILOSOFrA, NS 12-13, 1999-2000
explicado antes, de relaciones de dependencia
3
.
Aunque se trata tambin
de un texto difcil de
comprender
de una
manera
exacta, l
parece
esta
blecer, de todas maneras, que la moralidad no es cualquier unificacin
con lo existente; lo existente puede tambin ser una ley ajena, productora
de
mxima
escisin.
Lo que
Hegel
parece
defender aqu es entonces la
idea de que lo universal tiene que unificarse con lo individual. De este
modo tan solo, puede producirse el pasar de lo universal a la
existen-
cia, que, de no producirse, significara una enorme
amputacin
de la
libertad.
No
puedo
insistir, en el marco de este trabajo en todas las
conse-
cuencias que se siguen de estos desarrollos para las ideas de Hegel sobre
el
cristianismo,
la
poltica
y la sociedad. La ms
importante
de estas
consecuencias ser una nueva crtica de la religin cristiana oficial, esta
vez ya no desde la perspectiva de la Ilustracin, sino
desde
una visin
diferente, que
incluir
entre sus objetos al kantismo y a un conjunto
importante de temticas que, como la idea de religin natural, reconocen
su origen en los autores ilustrados.
Los primeros textos del perodo de Jena, recogen y radicalizan esta
crtica de la moral
kantiana que
constituye, como
hemos
visto, el
centro
de los desarrollos anteriores.
En un pasaje muy importante de la Introduccin al manuscrito
sobre
La
Constitucin de Alemania de 1802, podemos leer, por
ejemplo,
lo que sigue,
que
citamos in extenso, dada su significacin:
La publicacin de los pensamientos que contiene este escrito no puede
tener otra finalidad
ni
otro efecto que la comprensin de aquello que es,
para fomentar as la opinin serena
y
la capacidad para soportarlo con
Hegel analiza largamente,
hacia
el final de El Espritu del Cristianismo. un ejemplo
fundamental
de
este
tipo de relaciones de dependencia,
que
resultan de negar o de
evadir
lo
que existe
. Este
ejemplo
es el de la relacin
entre Cristo
y
la
comunidad
cristiana el Estado. Dice Hegel. a
propsito
de este tipo de relacin lo
siguiente:
' El Re
in o
de Dios es de este mun o : pero es una gran diferencia para este
Reino de Dios si este mundo
existe
efectivamente en oposicin a l o
si
no existe,
siendo meramente posible. Como el caso que se daba era el primero y como Jess
sufri
conscientemente bajo el
Estado
, con
esta
su relacin
con
el
Estado
ha
sido
amputado un
gran
sector de unificaciones vivientes. Para los miembros del
Reino
de
Dios se ha cortado un vnculo importante; una
parte
de la libertad , del carcter
negativo de una unin bella, se ha
perdido
para ellos
bid.,
p. 327).
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CARLOS
RUlz EL CONCEPTO HEGELI NO DE ETlCIDAD y EL COMUNIT RISMO 2 3
moderacin ... Pues sea como debiera ser; pero si reconocemos que es
como tiene que ser
muss),
es decir no segn
la
arbitrariedad y
el
acaso,
entonces reconocemos tambin que debe ser as soll). Sin embargo, a los
hombres les resulta difcil. asumir el hbito de intentar reconocer la
necesidad y pensarla. Pues entre los sucesos y la libre interpretacin de
los mismos ponen
un
montn de conceptos y de fines y exigen que lo que
acontece est de acuerdo con estos; pero cuando pasa de otra manera,
como .
sucede casi siempre, se disculpan de sus conceptos, como
si
en
estos dominase la necesidad en tanto que en los acontecimientos solo
gobernase el azar; pero se debe a que sus conceptos son tan limitados
como su punto de vista sobre las cosas, que solo interpretan como acon
tecimientos singulares ,
no
como
un
sistema de sucesos dirigidos por
un
espritu ... (Hegel: 1802 , (1971) p 463-464).
Es
este, me parece, un texto muy
importante
en la medida en que
en l encontramos, a la vez ,
recogidos
los pasos
esenciales
de la
crtica
a
Kant, pero tambin un movimiento que,
ahora
s, conduce a
Hegel
a una
reconciliacin entre lo racional y lo real. Son ya
prcticamente
las mis-
mas
expresiones
del Prefacio de
la
Filosofa del erecho
que conectan
precisamente la razn y lo real, y
hay
que interpretar
entonces estos
enunciados
en
funcin de su gnesis en la crtica de la tica kantiana. Sin
embargo , lo esencial
de
este
texto,
con toda su
dureza, no es
una simple
reduccin del deber ser al ser.
Subsiste aqu
an una
distancia
crtica
entre lo racional y lo real, una medida
no
es puramente ideal, sino que
est constituida por lo que Hegel denomina la necesidad, esto es, por
las
tendencias
esenciales,
inmanentes, a la realidad
social
e histrica.
Tam-
poco
hay
aqu, sin embargo, un larvado historicismo , puesto que estas
tendencias son evaluadas,
a su
vez, aunque esto
no es
enteramente
claro,
en
base a la medida de su insercin
en
un proceso global,
que
ser ms
tarde
el
de
la
historia
universal, cuyo motor es la libertad y el
conoci-
miento de s
mismo
de lo absoluto. Hay probablemente una razn muy
importante que justificara
en
conjunto este argumento de Hegel. Es la
idea de que lo que no se
puede
hacer ' yen este
sentido
es necesario),
tampoco se debe hacer. Por lo
tanto, en
un sentido
formal,
Hegel parece
tener
razn al conectar deber y neces idad. El problema es que la socie-
dad y la
historia
, a la
que se refieren estos
enunciados
,
son tambin
las
esferas de lo real
en
que menos
podemos
defender
conexiones necesa-
rias, por
ejemplo
, en el sentido
de
imposibilidades.
En
todo
caso, el texto que comentamos
abunda todava
en nuevas
expresiones crticas
contra
la
moral
del deber. Hegel subraya
en
este
punto la medida en que la actitud moral
parece
presuponer una visin
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SEMINARIOS
DE
FILOSOFfA,
NS 12-13 , 1999-2000
atomista de la historia y la
sociedad,
ligada a la atribucin de relaciones
puramente contingentes entre
hechos atmicos. Por su parte, Hegel insis
te en el carcter interno y sistemtico de las relaciones entre los hechos
humanos, a los que concibe ligados en una conexin espiritual, en una
conexin de sentido. No hay
que
imaginar entonces
que
el nico soporte
de los significados morales sea la accin individual.
Procesos
histricos
o
estructuras s o i ~ l e s colectivas, como
el Terror o la estructura semi
feudal de la sociedad alemana, pueden ser tambin significativas, porta
dores de posiciones de valor o disvalor.
Ahora bien,
justamente
estas dos ideas , la tesis de que el comporta
miento tico tiene sentido solo en el interior de una totalidad histrica y
social que conforma su contexto, y la de que la libertad ha devenido un
mundo existente o que lo racional es real , para decirlo con las palabras
de la Filosofa del Derecho, conforman el ncleo significativo bsico de lo
que
Hegel entiende por moralidad, realidad a la que denominar desde esta
poca eticidad o
v
ida tica
Sittlichkeit),
para diferenciarla de la moral
ms abstracta, a la
que
identifica con la visin de Kant
4
.
Es, por lo tanto, a partir de estos resultados
que
se puede compren-
der mejor
el
camino que
Hegel va a seguir hasta
elaborar completamente
esta
nocin de
eticidad en la
Filosofa del Derecho.
Voy a tratar, en lo que sigue, de fijar muy
rpidamente
unos pocos
hitos de esa evolucin, por lo menos en los escritos del perodo de Jena,
posteriores a
La Constitucin de Alemania.
Algunas de las primeras ocurrencias del adjetivo
sittlich
y del sus
tantivo
Sittlichkeit
en el sentido
que
posteriormente ser el definitivo,
pueden encontrarse en el ensayo sobre la Diferencia de los sistemas
filosficos de Fichte y de Schelling, de 1801, Y en el artculo sobre Fe y
Saber, de 1802, publicado en la revista Kritisches oumal der Philoso-
phie que
Hegel edita con Schelling. Estas ocurrencias se encuentran en
contextos
fuertemente crticos hacia la teora moral poltica de Kant
Fichte.
La investigacin actual sobre la evolucin de la obra de Hegel muestra , sin embar
go,
que
ha hab ido muy di sti nto s nfas is en el
autor
sobre
esta
idea
de
la realidad de
lo racional. En los cursos de 1819-1820, publicados
por
Dieter Henrich, se
puede
leer
esta idea expresada
de
la manera siguiente: Lo que es racional, ser
wird)
real
y lo
que
es real ser
wird)
racional . Extraigo esta cita
de
Henning Ouman ,
Hege l' s
Philosophy of
Right:
Changing
paradigms for its
interpretation ,
l l ,
3
:4, 1984.
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RLOS lz EL CONCEPTO HEGELIA
O
DE ET CID D y EL COMUNITARISMO 2 5
En
el
primero
de estos textos, Hegel critica la interpretacin fichtea-
na del
Fiat justitia. pere
t
mundus,
de Kant en
La p z
perpetu
,
traducien-
do la versin de Fichte en estos trminos: .el derecho debe imperar,
aunque
a causa de esto, la confianza, el placer, el
amor
y todas las poten-
cias de una identidad autnticamente tica
sittlichen),
deban
ser
expulsa-
das de la faz de la tierra (Hegel: 1801 (1970),
p
87). En un
segundo
texto, su
opsculo sobre Fe y Saber, esta
vez referido a Kant, Hegel
sostiene que
La
razn prctica de Kant, o el concepto vaco en su oposi-
cin
inmutable
a la naturaleza, no puede sino producir un
sistema
de
tirana y
desgarramiento
de la vida tica
Sittlichkeit)
y la belleza (Hegel:
1802, (1970), p.
383)
. Un poco ms adelante, en el
mismo
escrito, y en el
contexto esta vez de una crtica de
lacobi, podemos
leer
que
Jacobi conci-
be como una contingencia y una dependencia a .aquello en lo que con-
siste la ms alta necesidad y la ms alta energa de la libertad tica
sittli-
cher Freiheit),
esto es, vivir
conformemente
a las leyes de un pueblo ..
(concibe)
como
algo
comnmente emprico
aquello
que
es lo ms racio-
nal lbid., p. 386).
Como puede percibirse claramente en estos textos, la idea de etici-
dad
o vida
tica
surge, segn
se
ha
dicho
, en contraposicin a la moral
de
Kant
y Fichte.
Como
lo
hemos
visto, el
contenido especfico
de
esta
nueva concepcin
de la
tica consiste
en la
reafirmacin
de la
racionali
dad de prcticas, relaciones e instituciones humanas que ya son, y que no
hay
que construir desde
cero: en
este
caso, la
confianza,
el
amor
y, sobre
todo, la
vida
en
concordancia
con las leyes de un pueblo: no se
trata
aqu, asegura Hegel, de una concordancia puramente
emprica
, sino de la
ms
alta forma
de
universalidad
, la
que
se
expresa
en el
ethos de
la vida
comunitaria de un pueblo, y que supone toda suerte de mediaciones y
acuerdos intersubjetivos.
Lo
s
escritos posteriores
del
perodo de
lena
pueden,
a mi
juicio
,
interpretarse
a partir del esfuerzo del filsofo
por
mostrar esta racionali-
dad
inmanente a las
relaciones
humanas,
instituciones
y prcticas. En
esta
perspectiva, el lenguaje ,
por
ejemplo , es determinado por nuestro
autor, en su escrito sobre El sistem de la eticidad,
como
... la racionali-
dad
misma en cuanto
real . Una institucin
como
la
propiedad,
pos
ee
como ncleo de
racionalidad, el
hacernos posible
vivir en una
comuni
dad
en
donde
los
objetos
de
nuestros deseos
son
reconocidos por
los
dems
, en un
orden
en donde no
estoy expuesto
a cada rato a su invasin.
Ella no es un
derecho
ms,
sino
ms
radicalmente el derecho
al dere-
cho
lbid.,
p. 27). El
sujeto -nos dice Hegel en este sentido, en este
mismo
escrito- .no
est simplemente
determinado como
sujeto
de po-
sesin,
sino que
es
elevado
a la
forma
de la
universalidad
...
como sujeto
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
10/16
2 6
SEMINARIOS DE FILOSOFfA NS
12 13. 1999 2000
poseedor reconocido
...
La
posesin,
en esta perspectiva
es
propiedad
...
lb id. ,
p. 26) . Un orden de propietarios no es entonces
ya
un
orden
puramente emprico, como
lo han visto incluso filsofos
contractualistas
como
Hobbes, que consideran que
la
propiedad
no es una institucin que
pertenezca
al estado de
naturaleza
,
sino
que solo es posible
por
la
media
cin de un pacto social (en
contraposicin
a la
eticidad
relativa de los
vnculos
privados
y sociales).
Por ltimo,
y de nuevo en los
cursos
de
1803-1804, este mismo
trnsito a
partir
de la
lucha por
el reconocimiento
culmina en una
conciencia universal . De ella
se
dice
que
es el
..
.
espritu
de un
pueblo
..
. la
tica
absoluta.
El
individuo
singular,
como miembro
de un
pueblo es un ser
tico.
Y la
naturaleza
de un
pueblo
es la sustancia
viviente de
la
tica universal, mientras que
el
ser
moral,
considerado
individuo
singular
es una forma
ideal de un
ente que
no
existe sino
como superado.
El
ser
de la
tica
en su
pluralidad viviente,
son las
costumbres
(o el
e/hos , decamos
nosotros) de un
pueblo
(p. 117).
Carcter
moral
y
carcter social, podramos decir
aqu,
se correspon
den. Ser
miembro
de un pueblo
significa
poseer un
lenguaje,
haber
desarrollado una
relacin mediatizada
con los
objetos
del
goce
y el
deseo,
a travs de la
familia,
la
propiedad
y el
trabajo
y
por ltimo,
a
travs del
patriotismo , ser
tambin
capaz de desarrollar una distancia
libre frente
a
todo
el
dominio
de los
intereses empricos.
A
pesar
de
todo, queda,
sin
embargo, aqu
tambin
abierta
la
pregunta por
el ca-
rcter particularista
de
esta eticidad vinculada
al
espritu de
un
pueblo.
y su
contextualizacin
en trminos de un
momento
de la historia uni-
versal no
responde
tampoco a
esta
pregunta.
La Filosofa del Derecho recoge y reestructura estos resultados ,
redefiniendo la eticidad en trminos de
la
unidad del bien subjetivo y el
bien
objetivo
existente en
y
por
s
(p. 223)
Y como la
idea de la
libertad
como
bien viviente
que
tiene en la
autoconciencia
su saber, su
querer y
por
medio
de su actuar su realidad ... Es el
concepto
de la
libertad
que
ha
devenido
mundo existente y naturaleza de la autocon-
ciencia
(p. 227).
En
el
agregado
del
151
se
la
caracteriza como
una
segunda
naturaleza que
ocupa
el
lugar
de la primera
voluntad meramente
natu-
ral
y
es
el
alma,
el
significado
y
la
efectiva
realidad
de su
existencia
(p.
233). La
familia, la
sociedad
civil
y
el
Estado conforman
,
como se
sabe, el . contenido de
este mundo tico
que
tendra
como cometido
volver concreto y
efectivo
el flotamiento del
universal
puramente for-
mal y de su transformacin natural en
una tica
de la pura conviccin
subjetiva
.
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
11/16
CARLOS RUlz EL CONCEPTO HEGELI NO DE ET CID D
y
EL COMUN TAR S
MO
2 7
V
La pregunta
que querra
hacer
l final de esta exposicin es qu
retienen los filsofos
que
pertenecen a la llamada corriente comunitaria,
de la teora
tica
de Hegel?
Digamos
en primer lugar, que entre los filsofos
comunitarios,
como Michael
Walzer,
Alasdair MacIntyre
, Michael
Sandel
y
Charles
Taylor, es
precisamente
este ltimo quien est ms
cerca
de Hegel
como
un autor fundamental
para
sus propios planteamientos.
Como
se sabe, uno de los temas fundamentales de la crtica
comu-
nitaria es el liberalismo contemporneo, tipificado en la obra de autores
como John
Rawls, Ronald
Dworkin
o Bruce Ackerman,
pero
tambin en
liberales ms
extremos, como Robert
Nozick o Friedrich Hayek, o en
pensadores que provienen de la tradicin utilitaria. Es en el contexto de
esta
crtica
global del liberalismo que tiene lugar, entonces, esta revitali-
zacin, bastante matizada, claro est, de la filosofa moral y poltica de
Hegel.
Para
Taylor, la significacin global de la obra de Hegel y, en parte,
su
vigencia
actual, tienen
que
ver precisamente con el hecho de
que
el
pensamiento
del filsofo alemn se inscribe al interior de un
movimiento
general de
cuestionamiento
de una parte fundamental de los modelos
ilustrados del
hombre
y la sociedad.
Esta
corriente
de la Ilustracin es, de acuerdo a Taylor, ... utilita-
ria
en
su visin tica y atomstica en su filosofa social.
Consideraba
que
la
naturaleza
y la sociedad posean tan solo una significacin instrumen-
tal; se las vea como medios potenciales para la satisfaccin de deseos
humanos
y nada ms. Y su
esperanza
consista en producir la felicidad
humana
a travs de un perfecto ajuste mutuo que derivara de una reor-
ganizacin
de la
sociedad
y el hombre, de
acuerdo
a los principios de
una
ingeniera
social
cientfica
(Taylor, 1979, p. 69) .
Frente
a estas tendencias,
que
tambin tienen que ver con lo que
Taylor
identificar
ms tarde como malestar de la modernidad, el pro-
yecto global de la filosofa hegeliana se identificara entonces con el
intento de
combinar
dos aspiraciones que
comparte
con la generacin
romntica de su
poca
, la aspiracin hacia una
autonoma
radical, por
una parte, y
por
otra, hacia una unidad, de tipo expresivo, con la natura-
leza y la
sociedad
.
Ahora
bien, segn Taylor, la relevancia de Hegel para nosotros es
mucho
mayor
que
la de sus
contemporneos
romnticos . Y esto porque
Hegel no solo
recogi
ambas aspiraciones del romanticismo, sino
que
insisti
en
realizarlas de un modo
completamente
transparente para la
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
12/16
2 8 SEMINARIOS DE FILOSOF{A , NS
12-13, 1999-2000
razn. Esta es,
por supuesto -dice Taylor-
la razn por la
que
no consi
deramos
a Hegel un romntico; en su insistencia en el rol esencial de la
razn l era
tambin
un
partcipe
de la Ilustracin. Pero la tensin en
nuestra
civilizacin
hoy
proviene
del hecho de que no
podemos
y no
queremos
abandonar
totalmente
la orientacin racional y
tecnolgica
de
nuestra
sociedad, que proviene
de la Ilustracin, mientras que al
mismo
tiempo sentimos constantemente
la interpelacin de las aspiraciones ha
cia la
autonoma
radical y la unidad expresiva. Un
pensador que
trate
de
combinar
estos
tres aspectos tiene algo
que
decirnos, de una
manera que
los
protagonistas
de la sola rebelin romntica no tienen l id ., p. 71).
Esta crtica
de la
corriente
principal de la Ilustracin
es
tambin ,
como decamos
ms arriba, una crtica del liberalismo, en especial, en su
vertiente kantiana, formalista y universalista. En el
caso
de nuestra rela
cin con la
sociedad,
esto
significa
que los seres
humanos
deben relacio
narse
con
la
sociedad
como
con
una vida ms ampliada, en la
que
estn
inmersos .
En
otras palabras, dice Taylor,
las
demandas
de la libertad,
en esta lectura, nos llevan ms all de las formas atomsticas del libera
lismo,
donde
el
individuo
y sus metas son de una
importancia
primor
dial, y la tarea de la
sociedad es permitir
su realizacin en
conjunto con
las de los
otros lbid.,
p, 80),
Concordando con algunos de los criterios bsicos liberales, sobre
todo en su forma kantiana:
reconocimiento
de los derechos de los indivi
duos
autnomos
y la
vigencia
del
estado
de derecho, Hegel
agrega un
criterio nuevo,
que
tiene
que
ver con el hecho de
que la sociedad
polti
ca debe realizar y
expresar
la Idea (de la libertad) . De esta
manera
el
tipo de racionalidad formal
kantiano
adquiere
un
contenido
substantivo,
que no trasciende, sin
embargo,
a la racionalidad de individuo.
Aqu
ve
Taylor, en parte, la
originalidad
de Hegel, lo
que
lo hace resistente a
ser
calificado de una
manera
simple,
por ejemplo,
como
conservador
o libe
ral, pero tambin sus limitaciones,
porque
este
contenido substantivo
del
orden social supone en realidad una insercin de este en una
suerte
de
espritu csmico, lo
que constituye
un
andamiaje
de
supuestos
extraordi
nariamente difciles de aceptar por nosotros hoy.
Sin embargo, si nos
concentramos ahora
en las ideas de Hegel
sobre la sociedad, esto representa todava para Taylor una
propuesta
extraordinariamente
sugerente, porque le parece
que
la teora moral de
Kant
permaneca
al borde, por as decirlo, de la poltica,
poniendo
lmi
tes ms all de los cuales
ni
los estados ni los individuos debieran aven
turarse. Para Hegel, en contraste, la moralidad puede
solo
recibir un
contenido
en la poltica, en la conformacin de la
sociedad que tenemos
que sostener
y
promover lb id , p
82-83) . Es precisamente a este con-
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
13/16
RLO
S
RUIZ
EL
CONCEP
TO HE
GE
LI
O
DE ETI C
ID D y
EL C
OMU
NIT RISMO
2 9
junto
de obligaciones que
tenemos
de sostener
y promover una
sociedad
fundada en la
Idea,
a la que Hegel llama
Sittlichkeit,
y en esta idea cree
Taylor advertir una contribucin
fundamental
de
Hegel a la
reflexin
sobre
la
poltica
y la
sociedad
de su
poca
y tambin, con ciertas reser-
vas, de la nuestra.
Segn
Taylor, la eticidad, la Sittlichkeit, ...
remite
a la
obligacin
que tengo hacia la comunidad
actualmente
exi stente
de
la que soy par-
te ... La
caracterstica crucial
de la Sittlichkeit es
que
nos
prescribe efec
tuar lo que ya es . Esto es una manera
paradjica de
plantearlo, pero
de
hecho
la vida comn
que
es la bas e de mi
obligacin
sittlich
est ya
en la
existencia
. Es
en cuanto ella
es un
estado
de
cosas existente que
tengo
estas obligaciones;
y el
hecho
de
que
yo
cumpla estas obligaciones
es lo
que
sos
tiene
y
mantiene
en la
existencia
al
estado de
cosas. As, pues, en
la Sittlichkeit no hay
una
brecha entre lo que
debe ser
y lo
que
es , entre
sallen
y
sein
Taylor, 1975, p. 376). Para aclarar el punto,
Taylor
propo
ne que pensemos en una
prctica
como las
elecciones
o en una votacin.
Su
idea es
que para que
se trate
propiamente
de
una
votacin se
necesita
no solo de un conjunto de operaciones o actividades como echar papeles
en
una
urna,
sino
de s
ignificados
comune
s
incorporados
a
est
a prctica.
Ahora bien , estos significados
comunes,
en el
caso
de una eleccin no
son
obvios
ni
triviales
y pueden
aparecer
a ciertas
comunidades como
absolutamente excluidos.
Es
por esto que se puede pensar que
hay cier-
tas
concepciones
del
hombre
y su
relacin
con la
sociedad que
son ex-
presados
por estas prcticas . En
este
sentido,
contina
Taylor,
podemos
considerar
las instituciones y las prcticas
de
una
sociedad
como una
especie de lenguaje en que se expresan su s ideas fundamentale s . Cons
tituyen,
en el lenguaje
de
Hegel, el
espritu objetivo.
Entonces, conclu
ye Taylor, podemos decir que estas instituciones y prcticas ...forman
la
vida
pblica
de una
sociedad. Ciertas normas estn implcitas en
ellas y deben ser mantenidas y vividas. Como
votar
es un proceso en la
cadena
de
la decisin
social, ciertas normas sobre falsificacin,
o la
autonoma de la deci s in
individual
,
etc
., derivan necesariamente de
ella. Las normas de la vida pblica de
una
sociedad son el contenido de
la Sittlichkeit ([bid , p.
382). Esto nos
permite comprender
mejor,
se
gn nuestro autor, lo
que Hegel quiere
decir cuando no s habl a de las
normas
o
fines de
la
sociedad como
s
ostenidas por nuestra accin
y, sin
embargo,
como
ya
existentes.
Nos equivocamos , entonces, segn esta
v
sin , si
pensamo
s en la
moral
nicamente
como u a rel acin entre un individuo que
evala
y
formula
ciertas normas
y un mundo histrico y social privado de signifi-
cado
normativo,
concebido como un
contexto puramente
emprico y con-
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
14/16
21
SEMINARIOS
E
FILOSOFA NS 12-13 1999 2000
tingente
en
donde se desarrollan
los actos morales.
La contingencia
de
esta relacin
cambia
de
perspectiva
cuando
pienso por ejemplo en un
actor
social
colectivo. Para
un militante
que comparte
los ideales y la
accin de un partido poltico o de un
movimiento
social no todo en el
acaecer
histrico de su
ambiente
es
completamente
irracional incontro-
lable y
azaroso
por
lo
menos
no en la misma medida en
que
lo es
para
un
individuo aislado
. Si estoy inserto en un movimiento social
con poder
efectivo
de accin la historia tiene menos chance de desarrollarse con
completa aleatoriedad
y
prescindencia
de ese poder por lo
que
esa histo-
ria reflejar
entonces
en parte tambin mis propias
opciones
y
mi
racio-
nalidad.
Mientras
ms aislado
socialmente
estoy
-y
el individuo solitario
es un
ejemplo
de
esto-
ms
impotente
soy y ms contingente irracional
y hostil se
me aparecer entonces
la historia. La relacin en la
que
estoy
en un
contexto
social hace una diferencia para la accin moral y su
capacidad
de
imprimir
un sello por as decirlo en lo real. El
modo
de mi
pertenencia
a una
comunidad
transforma
a este contexto en algo que
l
decir
de
Hegel
no
puede
ser concebido
entonces
como
algo
comnmente
emprico
y
contingente
sino
que
debe serlo en trminos
que
tomen
en
cuenta
que ese contexto expresa
tambin en parte mis
opciones
y la
racionalidad profunda
de
mi
propia accin.
Las
instituciones
sociales y polticas en las
que
vivimos la demo-
cracia
por ejemplo
no son algo puramente emprico
para
el actor moral;
expresan tambin
la percepcin que tenemos de nosotros
mismos
y de
nuestra
identidad
por
ejemplo en este caso
como
seres
humanos
igua-
les
que se
reconocen y respetan mutuamente. No
podemos entonces
sim-
plemente
desasimos de nuestra pertenencia a
ese
tipo de
comunidad
democrtica
sin
que
con ese desasimiento se vaya parte de nosotros
mismos
. A su vez el hecho que nos identifiquemos o no nos identifique-
mos con estas instituciones con las leyes en la
expresin
de Montes-
quieu hace una profunda diferencia en los rasgos
que
tendr nuestra
situacin
moral.
Lo que queda pendiente en muchas formulaciones hegelianas de la
eticidad es si y hasta qu punto sin embargo nuestra pertenencia a este
mundo tico hace posible la crtica y la transformacin de una manera que
no signifique de nuevo caer en las aporas de la moral del puro deber. O
visto desde otra perspectiva la pregunta pendiente se refiere a la posibili-
dad que tenemos de trascender a travs de la crtica las pautas morales de
un tipo puramente local o nacional de comunidad tica. De todos modos
me
parece claro con Taylor que esta idea de la eticidad significa un
aporte nuevo y fundamental a la consideracin de lo que est en
juego
en
el campo
por
as decirlo de las evaluaciones morales.
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
15/16
CARLO
S
RUlz EL
CONCEPTO HEGELI
NO DE ETlClD D
Y
L
COMUNIT RISMO
2
Taylor sostiene que hay tambin una contribucin importante de
Hegel a una comprensin ms adecuada de la realidad poltica de la socie-
dad moderna y contempornea. Este aporte de Hegel tiene que ver con su
diagnstico crtico acerca de dos tendencias que ve desarrollndose con
toda su fuerza en la Europa moderna. De la primera de estas tendencias el
utilitarismo ya hemos dicho algo ms arriba. Segn Taylor el anlisis de
Hegel sobre las tendencias utilitarias y atomistas de las sociedades moder-
nas no se agota en sus crticas a lo que podramos llamar la racionalidad
instrumental. Se expresa tambin en el anlisis de las contradicciones de la
sociedad civil
cuya racionalidad ms profunda es la lgica utilitaria e
individualista de la
economa
poltica.
a
en el
System
er
Sittlichkeit
una
de sus obras tempranas Hegel haba descrito el sistema de la divi sin del
trabajo y el intercambio como un poder extrao que opera por sus propias
leyes y dispone de las vidas de la gente como un destino ciego e incons-
ciente. Esta forma de sociedad en donde el utilitarismo se ha encarnado
en forma concreta es segn Hegel incapaz de proveer las bases de identi-
ficacin del hombre con su sociedad ya que esta solo podra legitimarse
mediante la satisfaccin permanente de todas sus preferencias. Su resulta-
do es
entonces
una
profunda
alienacin que Hegel considera incompatible
con la continuidad de una sociedad libre. La segunda tendencia que Hegel
ha identificado segn Taylor es el impulso hacia lo que llama la libertad
absoluta que se expresa en el
jacobinismo
de la Revolucin Francesa y
que ms all
de
ella es una tendencia hacia la participacin total univer-
sal basada en la idea rousseauniana de voluntad general la que ha contri-
buido poderosamente a alimentar la orientacin de las sociedades moder-
nas hacia una total homogeneizacin. Su resultado ha sido por doquier la
destruccin de las comunidades tradicionales sin
que
haya podido reem-
plazarlas . En este sentido este impulso homogeneizador se encontrara
segn Taylor en el origen de la revitalizacin contempornea del naciona-
lismo y sus secuelas destructivas.
Segn Taylor no podemos aceptar la solucin hegeliana hoy pero
el
dilema
que quiso resolver permanece. Ese fue el dilema que Tocquevi-
lle trat de aprehender, en trminos diferentes cuando vio la inmensa
importancia que
tiene para una
comunidad
democrtica, la existencia de
vigorosas
comunidades
constituyentes, en una estructura descentralizada
de poder
mientras
que al
mismo
tiempo el
impulso hacia
la
igualdad
tenda a llevar a la sociedad hacia la uniformidad y tal vez tambin hacia
la
sumisin
bajo un
gobierno omnipotente
... Pero ya sea que lo tomemos
de Hegel o Tocqueville, una de las grandes necesidades de la
comunidad
democrtica moderna es recuperar un sentido de diferenciacin signifi-
cativa de
manera que
sus
comunidades
parciales ya sean geogrficas,
7/25/2019 Comunitarismo y Eticidad
16/16
2 2
SEMINARIOS
DE
FILOSOFIA
NS
12 13.1999 2000
culturales
u
ocupacionales,
puedan
volver
a
ser
centros importantes de
actividad
y
preocupacin para
sus miembros, de una
manera
que los
conecte
con el
todo
Taylor, 1979, p. 118).
Para
nuestros autor, estas son las dos grandes fuerzas disrupti vas
que Hegel ha
discernido
tambin en la sociedad moderna:
La
primera es
la fuerza de los intereses privados, inherentes a la sociedad civil y a su
modo de produccin, la que constantemente trata de
sobrepasar
todo
lmite,
polarizando
la sociedad en ricos y pobres y disolviendo los lazos
del
Estado
.
La segunda
es el intento diametralmente opuesto, de
superar
esta y todas las otras divisiones, barriendo todas las diferenciaciones, en
nombre
de la
voluntad
general y de la verdadera sociedad de iguales, un
intento que
debe
terminar, segn Hegel, en la violencia y
dictadura
de
una elite revolucionaria
lb id.
, p. 131).
Es,
entonces,
en funcin de este diagnstico y esta profunda com
prensin de tendencias esenciales en el desarrollo de las sociedades mo-
dernas que,
segn Taylor
, Hegel es relevante hoy, a
pesar
de las limita-
ciones
de su visin de la
monarqua
y de las clases sociales en su poca.
Ms
precisamente,
para el filsofo canadiense, el aporte ms significati-
vo de
Hegel consiste
en habernos proporcionado tiles visiones
para
una
poca que
debiera evitar tanto
las ilusiones y las distorsiones de la
tradicin utilitaria y atomista,
como
las contrailusiones romnticas
que
estas tienden continuamente a generar
Ibid.,
p. 134).
eferencias
HEGEL, G.w.F. 1907, (1966). Hegels theologishe Jugendschri:ften, editados por
H. Nohl,
Frankfurt/Main
:
Minerva GmbH.
1971). Werke in zwanzig Banden, tomo 1. Frhe Schriften. Frankfurt/Main:
Suhrkamp.
1801-1807, (1970). Werke in zwanzig Banden,
tomo
n Jenaer Schriften.
Frankfurt/Main: Suhrkamp.
1802-1803,
1923, (1967). Systern der Sittlichkeit.
Hamburg:
Fe1ix Mainer
Verlag.
LUKACS, GEORG. 1954 (1963) . El Joven Hegel y los
problemas
de la sociedad
capitalista.
Mxico:
Grijalbo
.
TAYLOR CHARLES . 1975. Hegel. Cambridge: Cambridge University Press .
1979.
egel
and modern society.
Cambridge:
Cambridge
University
Press.