PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes 17,10-16

La viuda hizo un panecillo y lo llevó a Elías

SALMO RESPONSORIAL

Salmo 145

Alaba, alma mía, al Señor

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos. 9, 24-28

Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos

ALELUYA

Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

ALELUYA

EVANGELIO San Marcos 12, 38-44

Esa pobre viuda ha echado más que nadie

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: "Cuidado con los letrados. Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza;

buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa".

Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero

Muchos ricos echaban en cantidad;

se acercó una viuda pobre y echó dos reales.

Llamando a sus discípulos, les dijo: "Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie.

Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir".

Palabra de Dios

Las lecturas de hoy nos hablan de la generosidad

¡Qué generoso es DIOS con nosotros!

Da y se nos da hasta el extremo,

sin medida ni cálculo . . .

Esa generosidad nos la ha

manifestado en Cristo

“Siendo rico se hizo pobre por nosotros

para enriquecernos con su pobreza”.

La viuda de Sarepta es:

modelo de FE en las Palabras de Elías, en la promesa de Dios

modelo de CARIDAD

Da y se da del todo…

confiando en Dios

El que cuenta el dinero y está siempre pendiente de él,

es esclavo de sus bienes.

El que es consciente de que lo tiene es DON de DIOS

y usa y dispone de ello para Dios y el prójimo,

no pasa nunca necesidad.

La limosna sale del corazón

generoso,

no del bolsillo egoísta.

Lo que importa no son los elogios y aplausos de los hombres por lo que hacemos

sino el aplauso y el reconocimiento de Dios.

Para Dios no cuentan la grandeza de nuestras accionessino el amor que ponemos en la más pequeña acción.

Jesús nos recuerda hoy que hay que dar . . .

y darnos cada día en los mil detalles de los que está llena nuestra

vida cotidiana.

no de lo que nos sobra,

sino hasta que nos

duela.