Post on 13-Jul-2015
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“Por sus frutos los conoceréis”TAREA
Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí,
y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer. (Juan 15:5)
LOS CREYENTES EN
CRISTO alcanzan una
transformación de carácter bajo la
influencia del Espíritu Santo que les
permite andar en novedad de vida
Se puede decir que la vida es una búsqueda constante de
felicidad.
Hallamos en las Sagradas Escrituras ejemplos del gozo que existía antes de la creación del hombre. Dios preguntó a
Job “¿Donde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia” (Job 38:4)
Jehová hizo mención de la reacción de los ángeles frente a su obra creativa con las siguientes palabras, “¿Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban
todos los hijos de Dios?” Job 38:7
“Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo. Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres” (Proverbios 8:30, 31).
. Esta descripción de los cielos antes de la caída del hombre no debería darnos la
falsa impresión que los cielos eran un lugar frívolo y lleno de
Apatia.
“El entendido en la palabra hallara el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado”
Proverbios 16:20
“Mas el que guarda la ley es bienaventurado”Proverbios 29:18.
“Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado” Proverbios 14:21.
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia” Proverbios 3:13
¿Qué es el Gozo?
La Real Academia de la Lengua Española dice:
“sentimiento de placer originado generalmente por una
grata y viva satisfacción del alma y que, por lo común, se
manifiesta con signos exteriores”.
Por ende, el gozo se origina en el interior de la persona y se
refleja exteriormente.
Una palabra que nos puede ayudar a entender mejor el gozo
bíblico es el adjetivo “bienaventurado” (griego makarios),
El gozo o la bienaventuranza a la
cual se hace referencia es el
producto de la satisfacción interna
de una persona en relación con su
Dios. Jesús declaró:
Bienaventurados sois cuando por
mi causa os vituperen y os persigan,
y digan toda clase de mal contra
vosotros, mintiendo. Gozaos y
alegraos, porque vuestro galardón es
grande en los cielos (Mateo 5:11-12).
Ya que nuestra relación con Dios es el fundamento de nuestro
gozo, entonces el gozo bíblico trasciende el dolor (Mateo 5:4), la
persecución (Mateo 5:10), el vituperio (Mateo 5:11), la afrenta
(Hechos 5:41), la prisión y la tribulación (Hechos 20:23-24; 2
Corintios 7:4), la debilidad, la necesidad y la angustia (2
Corintios 12:10), el padecimiento y la aflicción (Colosenses 1:24)
y la prueba (Santiago 1:2).
como producto de:
-Sus prácticas impías (1 Pedro 4:15),
-o de aquellos “que no tienen esperanza” (1 Tes. 4:13)
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en
nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).
El gozo bíblico no es solamente una opción agradable para
el cristiano, sino también un requerimiento
Sin la actitud correcta en la carrera cristiana, no podremos recibir la recompensa
eterna Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para
mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio
que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la
gracia de Dios. (Hch 20:24)
El cristiano tiene muchas razones para producir y mantener una actitud gozosa. En Filipenses 4, Pablo
señaló algunas de esas razones.
Ciertamente, el cristiano tiene muchas razones firmes para vivir una vida con gozo. No necesita pasar su vida
sumido en la depresión, la desesperación o el abandono. En cambio, debe reflejar el gozo que viene como resultado de haber recibido el perdón de sus pecados y la esperanza
de vida eterna (Hechos 16:34).
Si aprendemos a mantener la actitud gozosa que Dios
requiere, entonces también se nos garantizará el gozo
eterno.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor (Mateo 25:23).