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Los factores internos en la relocalización internacional de la
producción: la flexibilidad de las multinacionales y los
condicionantes de las plantas
Autores y e-mail de la persona de contacto: Jesús F. Lampón, Pablo Cabanelas y Francisco Carballo-Cruz, jesus.lampon@uvigo.es Departamento: Organización de Empresas y Marketing y Departamento de Economía Universidad: Universidad de Vigo (España) y Universidade de Minho (Portugal) Área Temática: Localización de la actividad económica, especialización y clústeres Resumen: El presente trabajo revisa los factores tradicionales de relocalización de la producción con el objeto de proponer un modelo de relocalización internacional donde los factores internos jueguen un papel prioritario. El modelo se evalúa en el sector de componentes de la industria del automóvil con el ánimo de valorar el impacto de las estrategias de reestructuración de la producción sobre la flexibilidad para transferir recursos internacionalmente. En este sentido, cuantas más plantas posean las empresas en otros países, mayor será la flexibilidad operativa y, en consecuencia, la propensión a la relocalización. En cambio, los costes hundidos son irrelevantes a la hora de tomar estas decisiones. Adicionalmente, el trabajo demuestra que los modelos de relocalización debieran incorporar no sólo factores asociados a la estrategia de la matriz, sino que también los condicionantes a nivel de planta de producción juegan un rol en estas decisiones. Así, la incorporación de las características de la planta y la complejidad de sus operaciones ayudan a mejorar la capacidad predictiva del modelo de relocalización internacional. Palabras Clave: modelo de relocalización internacional, flexibilidad operativa, condicionantes a nivel de planta. Clasificación JEL:
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Introducción
La desregulación, la liberalización de mercados y la revolución de las TIC y el
transporte han intensificado los procesos de relocalización internacional de la
producción, con sus consiguientes efectos económicos y sociales (Farrel 2005;
Cavusgil, Knight y Riesenberger 2008). Por este motivo, ha sido profundamente
analizado desde el ámbito académico y político (Pennings y Sleuwaegen 2000;
Sleuwaegen y Pennings 2006; Kinkel 2012).
En la literatura académica, la aproximación al problema se ha realizado desde
postulados neoclásicos, conductuales e institucionales asociados a las teorías de
localización (Hayter 1997). Estas investigaciones vienen marcados por modelos que
utilizan factores internos, externos y de localización, para explicar la relocalización
(Van Dijk y Pellenbarg 2000; Brower, Mariotti, y Van Ommeren 2004; Holl 2004;
Knoben y Oerlemans 2008). En particular, estos trabajos han sido muy ilustrativos a la
hora de entender los motivadores para la relocalización, sin embargo, posee dos grandes
limitaciones. Por un lado, la flexibilidad operativa de las multinacionales para transferir
sus recursos en el ámbito internacional (Kogut y Kulatilaka 1994; Dasu y Li 1997)
requiere prestar una mayor atención a las estrategias internas en las decisiones de
localización; esto es, asumir un menor peso de los factores institucionales o
macroeconómicos de los países y regiones. Por otro, el nivel planta de producción posee
escasa relevancia en los estudios de relocalización. Este aspecto, no es un tema menor,
porque las contingencias de cada planta tienen un efecto directo sobre la probabilidad de
relocalización. Este nivel de análisis permitiría incorporar a los modelos predictivos de
localización factores clave que actualmente no son considerados.
Este trabajo pretende refinar los enfoques neoclásicos, institucionales y conductual de la
teoría de localización para predecir la probabilidad de reubicación internacional de una
planta de producción mediante la incorporación de los condicionantes a nivel de planta
además de los factores corporativos de su empresa matriz. El modelo incluye factores
relacionados con la flexibilidad operativa, la logística y los factores tecnológicos de
plantas de producción, como ejemplos de los condicionantes a nivel de planta de
producción.
La evaluación del modelo se realiza sobre una base de datos original que incluye
información sobre las empresas de componentes del sector automóvil. Es, por tanto,
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creada ad-hoc para esta investigación. La elección del sector se justifica por su gran
impacto global en términos de producción y empleo, y porque incluye productos muy
heterogéneos, con procesos, tecnologías y condiciones variables en la cadena de
suministro, e incluye muchas multinacionales altamente internacionalizada, tanto en
términos de clientes como de centros de producción.
Modelo teórico de relocalización internacional de la producción
La importancia de los factores internos
La teoría de localización juega un rol fundamental a la hora de comprender los factores
asociados a la deslocalización de la producción (Hayter, 1997). Los estudios basados en
los enfoques neoclásicos, institucionales y conductuales de esta teoría utilizan modelos
empíricos que comprenden tres tipos de factores: factores externos relacionados con el
medio ambiente en cada país o región, factores de localización relacionados con el lugar
físico donde la empresa desarrolla su actividad y factores internos únicos de cada
empresa.
Entre los factores externos, ampliamente estudiados en la literatura, se incluyen los
costes de producción bajos, especialmente los de mano de obra (Cordella y Grilo 2001;
Antras y Helpman, 2004), y el tamaño del mercado potencial (Holl 2004; Sleuwaegen y
Pennings 2006). Estos estudios que relacionan la reubicación con factores del entorno
tienen una capacidad explicativa significativa, ya que se centran en las ventajas
comparativas de los diferentes países y regiones, principalmente en términos de costes.
Desde una perspectiva interna, los factores ambientales –variables macroeconómicas,
sociales e institucionales– también influyen en los procesos de deslocalización, pero
estos factores son relevantes en la medida en que puedan ser internalizados para
explicar las estrategias de producción de la empresa. Por ejemplo, la ventaja competitiva
entre los países en términos de coste de mano de obra es un factor clave en las
decisiones de deslocalización siempre que la compañía base su estrategia productiva en
actividades intensivas en mano de obra (Lampón, Lago-Peñas, y González-Benito
2015).
Los factores de localización están relacionadas con el lugar donde la empresa desarrolla
su actividad. Son las características específicas del lugar físico o área adyacente donde
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se encuentra la planta. En la literatura sobre este tema, las principales fuentes de
economías de aglomeración local son la disponibilidad de servicios a los productores y
una mayor base industrial (Holl 2004; Lee 2006; Cuervo-Cazurra, de Holan y Sanz,
2014) o la presencia de los trabajadores en el mismo sector (Hong 2014), la existencia
de instalaciones de infraestructuras como vías de alta capacidad inter-regionales (Holl
2004) o de un solar favorable (Cuervo-Cazurra, de Holan y Sanz, 2014). Sin embargo,
desde una perspectiva internacional, estos factores de localización se vuelven
irrelevantes para explicar la deslocalización de la producción porque su inexistencia
conduce a reubicaciones cercanas (incluso dentro del país de origen), en lugar de a las
transferencias internacionales.
Desde una perspectiva de relocalización internacional, la literatura ha demostrado que
las empresas multinacionales tienen un papel destacado en este tipo de procesos
(Buckley y Mucchielli 1997; Barba, Falzoni y Turrini 2001; Belderbos y Zou 2006;
Konings y Murphy 2006), en gran medida por su flexibilidad operacional, lo que les
permite coordinar y transferir recursos a nivel internacional (Kogut y Kulatilaka 1994;
Huchzermeier y Cohen 1996; Dasu y Li 1997). Esta flexibilidad operativa permite
explicar configuraciones de producción de las multinacionales de forma más
eficientemente que las ventajas de localización específicas (Buckley y Casson 1998;
Fisch y Zschoche 2012; Lo y Lin, 2015), porque esta flexibilidad permite la
transferencia internacional de recursos y una mejor adaptación a los cambios en el
entorno (Kogut y Chang 1996; Chung et al 2010). Las estrategias de reestructuración
productiva como la especialización, concentración o racionalización de la capacidad de
producción permiten a las multinacionales lograr una elevada flexibilidad operativa y
optimizar su configuración de producción. Tales estrategias obligan a las empresas a
modificar su estructura organizativa y espacial, lo que lleva a la deslocalización total o
parcial de algunas de las actividades de producción de sus plantas.
Al considerar la flexibilidad operativa, se debe prestar especial atención a dos aspectos.
En primer lugar, cuando una planta pertenece a una red internacional de producción, los
costes hundidos (o sunk costs) no son un problema importante en los procesos de
reubicación. Este resultado contradice la literatura convencional sobre el tema, porque
estos costes son considerados como la principal barrera tradicional de reubicación
internacional (Motta y Thisse, 1994). Los activos de producción, los contratos de los
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trabajadores y, en especial, los costes relacionados con las habilidades desarrolladas y
los procedimientos seguidos por los trabajadores en una planta dada son irrelevantes en
las empresas multinacionales, ya que permanecen mayoritariamente en la empresa,
incluso si aunque la planta se reubique completamente. Por lo tanto, los costes hundidos
no son una barrera importante para la transferencia de las actividades de las
multinacionales. En segundo lugar, ciertas características de la red internacional de
producción de una multinacional, tales como su tamaño o la presencia de un gran
número de países, aumenta su capacidad para la transferencia de actividades a nivel
internacional (Allen y Pantzalis 1996; Tong y Reuer 2007); cuanto mayor sea el número
de plantas alternativas que tiene en otros países, más fácil será para transferir
actividades; incluso, lo más probable será un traslado de producción entres sus propias
plantas. Por lo tanto, la primera hipótesis es:
H1: Los factores internos contribuyen significativamente en la explicación de la
relocalización de plantas de producción
Los condicionantes a nivel de planta
Con el fin de explicar por qué las multinacionales relocalizan unas plantas y otras no, es
necesario analizar qué aspectos inhiben o facilitan los procesos de deslocalización a
nivel de planta de producción. Hasta la actualidad los estudios sobre re-localización no
han incorporado el nivel de la planta de producción cuando usaban los factores internos
de la empresa. Por tanto, no han tenido en cuenta algunos desarrollos teóricos a nivel de
planta de producción a pesar de que, por ejemplo, la teoría de localización permite la
incorporación de estos condicionantes. Sin embargo, es recomendable combinar
factores tradicionales basados en los diferentes enfoques de la teoría de la localización
con factores internos de la organización y los procesos de toma de decisiones de las
empresas multinacionales. Esta combinación debiera permitir la identificación de los
factores más relevantes para explicar la reubicación a nivel de planta de producción.
Estos condicionantes, llamados factores de permanencia (Pellenbarg, Van Wissen y Van
Dijk, 2002), favorecen que la empresa continúe en su ubicación actual, aunque no
explican en exclusiva la propensión a la reubicación. Estos factores de permanencia, que
pueden ser de naturaleza financiera u organizacional, pueden favorecer o limitar la
deslocalización de la producción (Van Dijk y Pellenbarg 2000; Zenka 2009).
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El enfoque neoclásico considera que los costes de transporte son uno de los principales
determinantes de la relocalización ya que su aumento o disminución pueden ser
decisivos en el cambio de la localización de la producción (Puga, 2002). Más
específicamente, existen evidencias sobre decisiones de movilidad de producción
asociadas a proximidad mercado –costes de transporte (Holl 2004; Brower, Mariotti, y
Van Ommeren 2004). Desde una perspectiva interna, los costes de transporte se ven
influidos por las condiciones de oferta empresarial y son un factor clave en la
localización de la producción. El aprovisionamiento ajustado (también conocido como
lean supply), se ha convertido en un estándar de la cadena de suministro (Cox 2001).
Los plazos de entrega cortos, pedidos, inventarios mínimos y repartos pequeños y
frecuentes (De Toni y Nassimbeni 2000; González-Benito y Spring, 2000) hacen que el
vínculo entre la producción y la ubicación tome especial relevancia. En tales sistemas de
suministro, la distancia geográfica entre cliente y proveedor conduce a un aumento
significativo en los costes de transporte (Vonderembse et al. 1995). Sin embargo, las
empresas no siempre consideran esta distancia como una barrera al adoptar este tipo de
sistema de suministro (Wafa, Yasin, y Swinehart 1996; Das y Handfield 1997). Las
cargas de consolidación y la utilización de almacenes reguladores han sido las
soluciones más utilizadas para superar los inconvenientes de la falta de proximidad
(Handfield 1993; Miemczyk y Holweg 2004). El aprovisionamiento ajustado implica un
cambio en los costes de transporte y tiene implicaciones estratégicas internas que
afectan a la reubicación de las actividades de producción. En primer lugar, cuando una
empresa decide proveer bajo estándares de aprovisionamiento ajustado, la proximidad
entre proveedor y cliente es un requisito básico para ciertos productos; así, las plantas
que estén próximas a los clientes serán difícilmente reubicables. En segundo lugar,
existen restricciones asociadas a la ubicación de los productos que sólo pueden ser
evitadas mediante el aumento de los costes logísticos, lo cual es a menudo una
limitación para la reubicación.
El enfoque institucional y conductual consideran los costes de re-localización como un
factor clave en las decisiones de deslocalización. Mientras que el enfoque institucional
se centra en los costos políticos y sociales de la empresa (Martin, 2000), el enfoque
conductual enfatiza los costos internos, la información limitada e incertidumbre en el
proceso de reubicación de la toma de decisiones (Clark y Wrigley, 1997). Estos costos
internos de re-localización incluyen el coste de búsqueda y adquisición del
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emplazamiento físico, el desmantelamiento, mudanza y la reconstrucción de las
instalaciones existentes o la contratación y capacitación de la mano de obra (McCann
2001).
Desde una perspectiva interna, a nivel de planta, estos costes de relocalización están
condicionados, en cierta medida, por la complejidad tecnológica de los procesos de
producción. Cuanta mayor complejidad tecnológica, mayor necesidad de habilidades,
capacidades y conocimientos (Guilhon 1992; Danese y Vinelli 2009) y, por lo tanto,
implica mayores costes y requisitos para la industrialización y para garantizar la calidad
en caso de traslado. Además, estos procesos son complejos e intensivos en capital,
requieren importantes inversiones en instalaciones. Por el contrario, los procesos de
producción estandarizados, con bajos niveles de complejidad tecnológica, son fáciles de
reproducir y trasladar (Dicken 2003; Camuffo et al 2006; Nassimbeni y Sartor, 2006).
Sin lugar a dudas, los menores costes de formación, por una parte, y de la
industrialización y aseguramiento de la calidad, por otra, facilitan el traslado de dichos
procesos de producción. Por lo tanto, la segunda hipótesis sugiere:
H2: Los condicionantes a nivel de planta de producción son barreras clave en la
relocalización de la producción.
La Figura 1 pretende sintetizar el modelo teórico propuesto para la predicción de
la reubicación internacional de la producción, que se basa en factores internos de la
empresa y los condicionantes de la planta de producción. De acuerdo con este modelo,
las estrategias de reestructuración corporativa de las multinacionales son el principal
motor de la reubicación de la producción a nivel internacional. Estos procesos pueden
ser facilitados por la existencia de plantas alternativas, gracias a la flexibilidad operativa
de estas corporaciones. Los determinantes logísticos y tecnológicos específicos de cada
planta de producción completan del modelo, actuando como los principales obstáculos
para la movilidad internacional.
Figura 1. Modelo explicativo de la re-localización internacional de la producción
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Metodología usada en la investigación
Plantas relocalizadas y no re-localizadas
La base de datos utilizada para probar el modelo incluye empresas del sector de
componentes de automoción (SIC 3714) españolas. Es una industria esencial en
términos de empleo, porque 78 de cada 100 trabajadores del sector del automóvil son
empleados por firmas de piezas (190.000 en 2011). Y porque el valor del sector de
producción de partes ascendió a 29,5 billón € en 2011, situando a España en el tercer
lugar en Europa y el sexto a nivel mundial. Además, durante las últimas décadas, las
empresas han sufrido un cambio de gran alcance tanto en términos de tamaño como de
situación dentro de la cadena de valor del sector. Hoy en día, las plantas pertenecientes
a las empresas multinacionales están operando a primer y segundo nivel de suministro,
y dominan gran parte de las actividades de producción y desarrollo tecnológico en el
sector.
Por la naturaleza de la investigación, hemos optado por desarrollar dos muestras. Por un
lado, plantas que se han relocalizado total o parcialmente entre 2001 y 2008 (plantas
relocalizadas), y otras plantas que han permanecido en su ubicación durante el mismo
período (plantas no relocalizadas).
a) Plantas relocalizadas (2001-2008)
La construcción de la muestra de plantas relocalizadas requirió un laborioso proceso de
análisis e identificación a través de varias fuentes de información (publicaciones
científicas, informes sectoriales y estudios, encuestas públicas y privadas en materia de
reubicación y bases de datos sobre las reestructuraciones de Europa). En una segunda
Inhibidor Inhibidor
Empresa matriz Planta de producción Nivel
Plantas alternativas
Exigencias logísticas
Requerimientos tecnológicos Factores
Influencia Motivador Facilitador
Resultado Relocalización / Permanecer en su localización
H1
Reestructuración corporativa
H2
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etapa, cada uno de los casos identificados fue validado a través de contactos directos
con los responsables de las empresas. Todos aquellos casos identificados inicialmente
en los que no se pudo constatar este extremo fueron eliminados. El número final de
plantas reubicadas durante el período, con información completa para realizar el
análisis, fue de 33. Esto supone una tasa anual de reubicación del 1,44%, similar a la
tasa encontrada en otros estudios sobre deslocalización (Brower, Mariotti, y Van
Ommeren 2004; Sleuwaegen y Pennings 2006; Artís, Ramos y Suriñach 2007). Estos
procesos provocaron la pérdida de 9.300 puestos de trabajo en el intervalo de tiempon
analizado en las plantas de multinacionales en España. De los 33 casos, en 28 el traslado
de la producción fue total y la planta fue cerrada, y en 5 la relocalización fue parcial,
afectando a sólo uno de los productos o parte del proceso de producción; otras
actividades continuaron como antes.
Los destinos geográficos para el traslado de la producción fueron, principalmente, los
países situados en las inmediaciones. Los principales destinos fueron países europeos
(Francia, Alemania, Italia, Polonia, Portugal, Eslovaquia y otros) y en menor medida
países del norte de África (Marruecos y Túnez), que recibieron el 90,2% de los empleos
reubicados; el 9,8% restante fueron trasladados a países de Asia (China e India) y
América Latina (México).
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b) Plantas no relocalizadas (2001-2008)
Para determinar el universo de las plantas no relocalizadas, se recurrió a la base de
datos AMADEUS. La selección sólo incluye plantas ubicadas en España,
clasificada en el SIC 3714 (partes y accesorios de vehículos de motor) y
pertenecientes a empresas multinacionales, cuya producción no fue relocalizada
(parcial o totalmente) durante el período 2001-2008. Un total de 254 plantas
cumplen estos criterios. Después de los contactos individuales con los gerentes, se
obtuvieron datos de 153 plantas, con una tasa de respuesta del 60,2% del universo
(muestra de error + 5,01%, para un nivel de confianza del 95%, teniendo en
cuenta las proporciones de población iguales de las características analizadas).
Los principales fabricantes de componentes del mundo están incluidos en la
muestra, junto con un gran número de empresas españolas altamente
internacionalizados (39,9% de la muestra).
Variables y datos.
En general, los estudios empíricos sobre relocalización, han recurrido a las encuestas de
opinión para evaluar la gestión de hechos objetivos. En muchos de ellos, los motivos de
relocalización se organizan por el porcentaje de respuestas en un cuestionario. Conviene
advertir que estas opiniones podrían estar sesgadas por muchos factores cognitivos
(Sudman, Bradburn y Schwarz, 1996) o incluso tener errores de medición que afecten
tanto a la validez y la fiabilidad de los modelos (Bertrand y Mullainathan, 2001). En
este caso particular, las variables empleadas para el trabajo empírico fueron los
siguientes:
Factores de localización:
Infraestructuras: el principal efecto espacial de la proximidad a la infraestructura
de transporte es la densificación firme en el entorno de la infraestructura. Hay
pruebas de que los impactos de la infraestructura vial dependen de la distancia
entre la red de transporte y el municipio (Chandra y Thompson 2000; Holl 2004).
Esta variable se calibra como la distancia desde el municipio donde se encuentra
la planta, hasta la autopista inter-regional más cercana. En este caso, el uso de
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sistemas de información geográfica (GIS) permite analizar la ubicación de cada
municipio en relación a la red de carreteras españolas.
Economías de aglomeración: El empleo dentro de la misma industria permite
reflejar los factores externos asociados a estar situado cerca de otros productores
del sector y mide la especialización (Lee 2006, Hong 2014). La variable se calcula
como el empleo en el sector de actividad (SIC código 3714) dividido por el
empleo en toda la industria dentro del municipio. La fuente de datos fue
AMADEUS.
Factores externos
Mercado potencial: el tamaño del mercado de los países de destino es uno de los
principales factores de atracción de la relocalización (Sleuwaegen y Pennings
2006). Se construye como una variable ficticia que toma el valor de 1 si la planta
se relocaliza en un país con un mercado más grande que el español, y 0 si se
relocaliza en un país con un mercado menor o si no se relocaliza en ninguno. Con
el fin de determinar si el mercado es más grande o más pequeño que el español, se
utilizaron dos fuentes de datos: Si la planta de producción es de un proveedor de
primer nivel (Tier 1), se ha usado la base de datos de la Organisation
Internationale des Constructeurs d'Automobiles (OICA); si la planta es un
operador de segundo nivel o menos (Nivel 2, Nivel 3...), se utilizaron datos sobre
el consumo de piezas de automóviles, de Global Insight.
Salarios bajos: Esta variable se define como una variable ficticia que toma el
valor de 1 si la planta se relocaliza en un país con menores costes laborales y 0 en
los demás casos. Con el fin de evaluar si el costo de la mano de obra del nuevo
país es mayor o menor que la española se utilizó la base de datos ILOSTAT de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los salarios de fabricación.
Esta base de datos proporciona conjuntos de datos con las estadísticas anuales del
mercado de trabajo para más de 100 indicadores y 230 países.
Factores internos:
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Re-estructuración corporativa: mide la intensidad de las estrategias de
reestructuración empresarial implementadas recientemente por la empresa
(Dunning 1993). Viene definido por el número de las plantas europeas de la
empresa que han participado en procesos de concentración, especialización o
racionalización de su capacidad en los últimos 3 años sobre el total de las plantas
europeas de la empresa. La variable se calculó utilizando la información obtenida
de la European Restructuring Monitor (ERM); base de datos que cubre muchos
casos de reestructuración de la producción en Europa, que implican un aumento o
una pérdida de al menos 100 puestos de trabajo, o que afecten al menos el 10% de
los trabajadores de plantas con más de 250 empleados.
Plantas alternativas: refleja el tamaño de la red internacional de producción de la
empresa, medida como el número de plantas en otros países (Allen and Pantzalis
1996). Los datos fueron obtenidos a través de una encuesta ad-hoc.
Costes hundidos: controlan el efecto del coste de los contratos de los trabajadores,
las capacidades desarrolladas y las rutinas asumidas por los trabajadores que
están territorializadas en la planta (Bilbao and Camino 2008). Está medida por el
tamaño de la planta respecto al número de empleados (Aláez and Barneto 2008) y
fue obtenido a través de la encuesta realizada ad-hoc.
Exigencias logísticas: es una variable dicotómica que toma el valor 1 si la planta
opera bajo condiciones de aprovisionamiento ajustado y 0 si no lo hace. Las
exigencias de aprovisionamiento ajustado vendrían impuestas por el sistema de
suministro definido (sincronización o Kanban) o por una frecuencia de
distribución multi-diaria (Gonzalez-Benito 2002). Los datos fueron obtenidos por
la encuesta ad-hoc.
Requisitos tecnológicos: incluye los requisitos de los procesos productivos de la
planta a nivel tecnológico, capacidades y calidad. Contiene la variedad y niveles
de tecnologías usadas en los procesos de producción y la complejidad de asegurar
los procesos de calidad (Lampón, González-Benito, and García-Vázquez 2015):
Requisitos tecnológicos = [Número de tecnologías en procesos de
producción] × [Intensidad en habilidades] × [Requisitos de calidad]
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Intensidad en habilidades = ingenieros experimentados y graduados respecto
al total del personal de la planta
Requisitos de calidad = Empleados en funciones de calidad respecto al total
del personal de la planta
Los datos utilizados fueron calibrados a partir de la información obtenida en la encuesta.
La Tabla 2 muestra las estadísticas descriptivas básicas y las correlaciones lineales entre
las variables. Como se observa en la tabla, la multicolinealidad entre las variables
explicativas no es un tema de preocupación.
Tabla 1. Estadísticos descriptivos y correlación entre variables.
Media D.S. (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9)
(1) Infraestructuras 13.6 8.15 1
(2) Economías de aglomeración
0.0776 0.04121 0.021 1
(3) Mercado potencial 0.04 0.191 -0.012 -0.137 1
(4) Salarios bajos 0.09 0.289 0.099 -0.033 0.133 1
(5) Re-estructuración corporativa
0.0303 0.06631 -0.045 -0.006 0.154* 0.203** 1
(6) Plantas alternativas
13.9 14.77 0.007 -0.025 0.076 0.179* 0.123 1
(7) Costes hundidos 280.6 273.03 0.135 0.070 -0.023 0.016 0.076 0.346* 1
(8) Exigencias logísticas
0.35 0.478 -0.137 0.051 -0.086 -0.193** -0.161 0.086 -0.009 1
(9) Requisitos tecnológicos
0.0171 0.04269 -0.061 -0.075 0.001 -0.248** -0.027 -0.068 -0.130 0.099 1
* p<0.05. Coeficientes de correlación de Pearson entre pares cuantitativos y coeficientes de correlación de
Spearman entre pares en los que uno de ellos es cualitativo.
Análisis y discusión de resultados
Análisis econométrico
Las especificaciones econométricas estudiadas fueron:
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[1] Relocalizacióni = b0 + b1 x Infraestructurasi + b2 x Economías-aglomeracióni + b3 x
Mercado potenciali + b4 x Salarios bajosi + b5 x Re-estructuración corporativai + ei
[2] Relocalizacióni = b0 + b1 x Re-estructuración corporativai + b2 x Plantas
alternativasi + b3 x Exigencias logísticasi + b4 x Requisitos tecnológicosi + b5 x Costes
hundidosi + ei
La especificación [1] incluye en la misma ecuación los principales impulsores de la
reubicación internacional: localización, factores externos e internos; la especificación
permite observar y comparar su poder de explicación en la reubicación internacional. La
variable dependiente Relocalización, muestral una respuesta binaria (0/1; plantas no
relocalizadas / plantas relocalizadas).
La especificación [2] incorpora variables que permiten evaluar el modelo de
relocalización de la producción internacional, tales como factores de la compañía
matriz, así como condicionantes logísticos, tecnológicos y costes hundidos de la planta.
Para realizar el análisis se ha optado por un modelo de regresión logística. Los
resultados figuran en la tabla 2, donde la columna 3 presenta las elasticidades por cada
uno de los coeficientes incluidos en la columna 2, de modo que la interpretación resulte
más sencilla.
Taba 2. Resumen de los resultados de los modelos de regresión logística.
Variables Modelo 1 Modelo 2 Elasticidad Modelo 2
Infraestructuras 0.028
(0.034)
Economías de aglomeración -13.544
(10.234)
Mercado potencial 23.000
(12026.5)
Salarios bajos 13.722*
(8562.7)
Re-estructuración corporativa
8.795*** 7.641*** 0.13
(3.309) (3.225)
Plantas alternativas 0.064*** 0.60
(0.016)
Costes hundidos 0.0001
(0.001)
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Exigencias logísticas -2.332*** -0.78
(0.746)
Requisitos tecnológicos -88.165** -1.42
(40.673)
Número de observaciones 186 186
Pseudo-R2 0.175 0.301
Capacidad predictiva (%) 84.9 88.7 *** p<0.01; ** p<0.05; * p<0.1; errores estándar entre paréntesis
En la columna 1 de la tabla 2, Re-estructuración corporativa (p<0.01) y Salarios bajos
(p<0.1) son significativos. Las variables Infraestructuras y Economías de
aglomeración, usadas como factores de localización, no son significativas, y lo mismo
ocurre con los factores externos, que incluyen el efecto del tamaño del mercado,
Mercado potencial.
En la columna 2 de la tabla 2, la variable Re-estructuración corporativa (p<0.01) resulta
significativa, como en la especificación [1]. Las tres nuevas variables –Plantas
alternativas, Exigencias logísticas and Requisitos tecnológicos– también son altamente
significativas, mientras que los Costes hundidos no lo son. El modelo [2] funciona
mejor que el modelo [1] tanto en términos de bondad de ajuste (Pseudo-R2) y capacidad
predictiva. Finalmente, la elasticidad es sobre 1 en valores absolutos en el caso de los
Requisitos tecnológicos (-1.43). Permanece bajo 1 para Exigencias logísticas (0.78),
Plantas alternativas (0.60) and Re-estructuración corporativa (0.13).
Debate sobre los resultados obtenidos
Desde nuestra perspectiva, los resultados muestran que la deslocalización de la
producción internacional depender de factores asociados a las políticas de la empresa y
de la tipología de planta de producción. De hecho, una de las principales motivaciones
internas para la reubicación internacional es la aplicación de los procesos de
reestructuración por parte de la matriz, su intensidad marcará las consecuencias
principales. Estos procesos implican estrategias tales como la especialización, la
concentración y la racionalización con el objetivo de optimizar las capacidades de
productivas de la multinacional. En la medida en que las empresas tengan plantas en
diferentes países de un perfil similar, la flexibilidad operativa de la empresa será
superior. De acuerdo con nuestros resultados, las características logísticas y
tecnológicas actúan como inhibidores de los procesos de relocalización internacional.
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Los resultados del modelo [1] destacan la importancia de las estrategias empresariales
en la relocalización internacional. En primer lugar, confirman que algunos aspectos de
sus procesos de toma de decisiones internas, especialmente las relativas a las estrategias
de reestructuración empresarial, influyen en la reubicación internacional de las plantas
de producción. Los cambios espaciales y organizativos implicados en tales procesos de
especialización corporativa, la concentración de la producción y la racionalización de la
capacidad explican la reubicación de las plantas de muchas empresas, especialmente de
aquellas en los que la no se han adoptado este tipo de estrategias previamente. En
segundo lugar, la ausencia de factores específicos en el entorno de la ubicación inicial
no actúa como un conductor hacia importante en la reubicación internacional. En tercer
lugar, los menores costes laborales en otros países es un factor de atracción en las
estrategias de reubicación, aunque su poder explicativo es menor que las estrategias de
reestructuración empresarial. Este factor externo es especialmente importante para
multinacionales orientadas a producción intensiva en mano de obra. Por tanto, estos
resultados ponen de relieve la importancia de los factores internos en la explicación de
deslocalización de la producción internacional. Entonces, podemos aceptar la hipótesis
H1.
De acuerdo con los resultados de modelo [2], la significatividad de la variable Plantas
alternativas sugiere que un mayor tamaño de la red de plantas que cubren varios países
favorece la relocalización internacional. Este resultado confirma que las grandes
configuraciones de producción aumentan el grado de flexibilidad de la coordinación y la
transferencia de recursos a nivel internacional. Además, los resultados demuestran que
la incorporación en el modelo de factores a nivel de planta de producción, la capacidad
explicativa del modelo explicativo de relocalización internacional mejora.
El modelo también explica por qué dentro de una compañía algunas plantas son
reubicadas y otras no. Este resultado tiene una implicación importante para futuras
investigaciones sobre deslocalización de la producción internacional, porque hace
hincapié en la importancia de las plantas como unidad de análisis. Sólo mediante el
análisis de factores específicos a nivel de planta de producción es posible encontrar
barreras de relocalización y comprender mejor los mecanismos que la explican dentro
de una empresa. Estos resultados vienen a confirmar la hipótesis H2 investigación.
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Se ha demostrado que operar bajo exigentes condiciones logísticas –sistemas de
suministro a demanda y frecuencias de entrega diarias– son una fuerte restricción para
la reubicación internacional. Los requisitos de proximidad entre proveedor y cliente y
los costes logísticos de aprovisionamiento ajustado son las principales restricciones.
Respecto a los factores tecnológicos, los resultados muestran que las mayores
habilidades, conocimientos y capacidades necesarias para procesos de producción
complejos, menor será la probabilidad de un traslado internacional. La necesidad de
garantizar la calidad de estos procesos complejos requiere una inversión continua en
capital humano y tecnología, que a menudo es un coste difícilmente asumible.
Los resultados destacan la falta de significatividad de los costes hundidos en las
actividades de relocalización internacional de multinacionales con flexibilidad
operativa. Cuando una planta de producción pertenece a una red internacional, los
costes hundidos –especialmente aquellos asociados a rutinas y capacidades
desarrollados por empleados y territorializados en la planta– son irrelevantes en las
decisiones de relocalización de plantas porque permanecen en la compañía incluso si las
actividades de la planta son relocalizadas. Este hallazgo contradice resultados previos
que identificaban los costes hundidos como la principal barrera para la relocalización
(ver, por ejemplo, Motta and Thisse 1994).
Conclusiones
Desde una perspectiva internacional, la flexibilidad operativa de las multinacionales en
la transferencia de recursos a nivel internacional sitúa a los factores internos en una
posición clave a la hora de explicar la reubicación internacional de la producción. Por
tanto, el modelo propuesto para predecir estos procesos de deslocalización, basados en
diferentes enfoques de la teoría de la localización, es válida bajo esta perspectiva. Estos
factores internos pueden ser explicados por el enfoque neoclásico, basado en la
ubicación optimización de los costes, por el enfoque conductual, basada en la
organización interna de las multinacional y los procesos de toma de decisiones, y por el
enfoque institucional, dado que las empresas multinacionales tienen mayor poder de
negociación y son capaces de ejercer una influencia sobre el entorno institucional. Los
factores tradicionales de reubicación destacados por estos enfoques se emplean en el
análisis de los factores que, a nivel de planta, condicionan los procesos de reubicación
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internacional. El hecho de centrar el análisis a este nivel permite identificar con mayor
precisión las barreras internas a la reubicación dentro de la red de producción de una
multinacional.
Nuestros resultados tienen implicaciones tanto para los gestores empresariales como
para los decisores sobre políticas públicas. Los gerentes de multinacionales con
responsabilidades en la reestructuración internacional deben incorporar los
condicionantes a nivel planta en la toma de decisiones de relocalización. Se podrían
perder los beneficios derivados de este proceso –economías de escala y alcance- si los
gastos de traslado de cada planta no son evaluados y abordados con precisión. Los
gerentes deberían centrarse en el óptimo global de toda la red de producción en lugar de
en óptimos locales en diferentes localizaciones. La identificación de las barreras de
relocalización a nivel de planta permite una reducción en la incertidumbre en los
procesos de toma de decisiones. De acuerdo con el enfoque institucional de la teoría de
localización, esta incertidumbre es un factor clave en la reubicación internacional
(Hayter 1997).
Los resultados apoyan, parcialmente, los hallazgos previos que advierten sobre la
limitada importancia que tienen las políticas públicas a la hora de explicar la
relocalización de plantas (Van Dijk y Pellenbarg 2000; Sleuwaegen y Pennings 2006;
Lee 2008). Los gobiernos regionales y nacionales tienen una influencia decreciente en
las decisiones de relocalización de las multinacionales, dado que estas grandes
corporaciones están motivadas principalmente, por criterios corporativos. Por este
motivo, las ayudas públicas debieran ser reevaluadas de cara a mejorar su efectividad a
la hora de evitar o favorecer localizaciones.
Las limitaciones del trabajo podrían ser minoradas en futuros trabajos. Por ejemplo,
incluyendo nuevas variables en el modelo que no han sido consideradas en este; ello
permitiría mejorar la capacidad predictiva. Incluso, el trabajo se podría aplicar a otras
industrias manufactureras para evaluar su validez.
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