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INFORME DE TRABAJO REALIZADO EN INSPECCIÓN A PARQUE NACIONAL
MONTECRISTO, MUNICIPIO DE METAPÁN, DEPARTAMENTO DE SANTA ANA
PRESENTADO POR:
Daniel H. Aguilar
Sección de Paleontología del Museo de Historia Natural de El Salvador
RESUMEN
Las diversas localidades del Parque Nacional Montecristo han sido previamente
identificadas como pertenecientes a los miembros M 1´a de la Formación Metapán, es decir
que son suelos que abarcan desde el Berriasiano (145 a 140 millones de años) hasta el
Maastrictian (64.5 millones de años), todas son edades del Período Cretácico del
Mesozoico de Centroamérica. No obstante la evidencia geológica de dichas edades y
períodos no se encuentra de forma física en las colecciones del MUHNES.
Se presenta una serie de localidades con diversos tipos de suelos que han dejado evidencia
de varios fenómenos geológicos de los cuales aun se carece de interpretación así como se
intentará presentar evidencia de los cambios geomorfológicos que han afectado la elevación
de dichas área y las posibles localidades fosilíferas que se encontraron en los recorridos
realizados durante la visita de 4 días a dicha área natural.
METODOLOGÍA
Se realizó la revisión de los materiales geológicos depositados en el Centro de
Interpretación de la Finca San José, el cual es un casco histórico de la antigua finca que
desarrollaba entre otras actividades la extracción de hierro de menas específicas.
En dicho sitio se observó una de las más grandes piezas de hierro natural que se encuentra
en una sola macla de unos 50 centímetros de ancho por unos 30 de alto, dicho elemento es
una pieza única, ya que se desconoce si en algunas colecciones privadas existe un ejemplar
salvadoreño de esa calidad y esa magnitud. Las rocas y minerales observados en la
colección que se observó corresponden a elementos propios de la Formación Metapán y
Chalatenango, no obstante hay algunos materiales que no pudieron ser clasificados por
estar compuestos de minerales que no se tienen en la colección nacional y por lo tanto no
existe por el momento medida de comparación al respecto.
Luego de eso se hicieron una serie de recorridos a dos importantes zonas de materiales
sedimentarios que competen a la Formación Metapán, y las observaciones hechas se
establecen a continuación:
CERRO EL TERRERO
Ubicado en la zona baja del Parque Nacional, es un macizo montañoso que parece
corresponder a sedimentos efusivos básicos con intercalaciones de algunas rocas efusivas
con brechas y aglomerados producto de abundante actividad volcánica.
Las características del suelo son las siguientes: rojizo con abundantes intercalaciones en la
zona basal de rocas efusivas variadas con abundantes escorias producto de la erosión, la
cobertura vegetal posee un arraigo que oscila entre los 40 centímetros, hasta el metro y
medio, la base es amplia y parece poseer fallas que se han expuesto debido a las
escorrentías que provoca la estación lluviosa.
En la zona media del cerro se encontraron abundantes guijarros con vestigios de energía, es
decir que existen camadas de cantos rodados acumuladas en un estrato que se orienta de
Norte a Sur con un espesor que varía de los tres metros en el Norte a unos 55 centímetros
en el Sur, esto es indicativo de que una corriente de agua se acomodó en la antigua ladera
de dicho cerro cuando el macizo montañoso comenzó a elevarse.
La parte alta está compuesta igualmente de rocas efusivas básicas con intercalaciones de
rocas rojizas que aparentemente corresponden por la dureza a areniscas que quedaron
atrapadas en el flujo volcánico. Dichas areniscas ya estaban formadas para cuando el flujo
las atrapó y las compactó entre las maclas que forman todo el cerro.
Se ha colectado material que corresponde a varias porciones y alturas, en todas las colectas
el material es consistente en todo y parece pertenecer a un mismo evento primario a
En el Cerro El Terrero se observan diversos
afloramientos en los que es evidente la
mezcla de efusivas volcánicas con areniscas
En medio de la roca se observan
fragmentos de invertebrados atrapados
luego de la fosilización.
excepción de la zona media que posee intercalaciones de cantos rodados de rocas que no
corresponden al resto del macizo.
En la parte alta del cerro, se observaron una serie de domos con los mismos materiales que
componen toda la montaña, pero su disposición acusa una “abertura de abanico” lo que
indica que ese suelo ha sido el primero en emerger y que la elevación misma ha provocado
que las rocas que componen su cima se han abierto y han colapsado hacia los lados dejando
las aberturas de abanico como evidencia.
Según algunos guarda recursos del área, en esa zona se ha colectado material que
corresponde a un gasterópodo que tiene una concha helicoidal con espinas cortas que se
prolongan como espirales en cada vuelta; no obstante, no fue posible verificar la presencia
de más materiales al momento del recorrido en la prospección. Lo que si se observó fue la
presencia de algunos fragmentos de bivalvos insertados en los flujos de lavas y brechas los
cuales no pudieron ser colectados debido a la dureza de la roca matriz.
A pesar de la energía que corre en esta parte del río San José, la erosión en las rocas de basalto y
arenisca es mínima comparada con otras áreas que el mismo río recorre. La mezcla de ambas rocas
resulta ser de las más duras encontradas en todo el complejo del parque nacional
LOS HORNOS DE CAL
Ubicado aun en la zona baja del área natural, esta zona es uno de los linderos que forman
parte de la propiedad del parque y en esta zona se observaron abundantes bloques de
grandes tamaños de roca caliza siderificada, es decir que ha sido erosionada y vuelta a
depositar a lo largo de varios millones de años, estas rocas son características de lugares
con abundante incidencia de aguas que fluyen con cierta energía y re depositan las rocas,
las cuales luego de cierto tiempo se disocian con los minerales nativos y se les provoca un
aspecto veteado con feldespatos, cuarzos y dióxidos en formas caprichosas las cuales
algunas personas confunden con vetas de piedras semi preciosas.
En una de las áreas privadas que colindan con los hornos de cal, se encontró una serie de
suelos con materiales calizos que son portadores de unas esferas que aun se están
estudiando, dichas esferas parecen corresponder a unos invertebrados que han sido
atrapados en las diversas actividades de sedimentación que el antiguo cuerpo de agua ha
tenido a lo largo de casi 150 millones de años.
Gasterópodo atrapado en la matriz de basalto y arenisca, se presume que la roca madre es la
arenisca y que ya se encontraba preservado cuando la colada de lava cayó sobre ella y la preservó
de esta manera. No fue posible verificar más ejemplares en el recorrido realizado en el área.
Matriz caliza con esferas que aparentemente podrían pertenecer a los vestigios de algunos
invertebrados marinos de hace 120 millones de años.
El sedimento portador posee una coloración color ámbar con intercalaciones y filtraciones
de color negro y rojizo que aparentemente corresponden a hierro en estado reducido y a
manganeso en forma dendrítica, dichas filtraciones de hierro tienden a oxidarse
rápidamente al contacto con el aire, ya que cuando la roca se fractura poseen un color rojizo
y anaranjado, pero luego de hacer contacto atmosférico la coloración cambia rápido a negro
con intercalaciones de color ocre, esto podría significar que el material en el que se ha
filtrado es completamente anoxia, es decir, carece de oxigeno. Esto es característico de
zonas lacustres y de mareas medias con abundante materia orgánica que al descomponerse
reduce el oxigeno luego de varios millones de años y lo elimina a la atmósfera junto con el
metano que provoca la reducción y decaimiento de la materia orgánica. Sedimentos
similares pero con menores trazas de hierro se han encontrado en suelos que pertenecen al
Oligoceno y Mioceno de San Miguel, no obstante debido a la edad avanzada de los suelos
cercanos a los “Hornos de Cal” el hierro ha penetrado completamente la roca y se ha
reducido en su interior volviéndola quebradiza y angulosa a pesar de la cohesión que posee.
Al hacerle pruebas a diferentes reactivos se ha comprobado que la matriz es limo con caliza
mezclados y litificados de manera desorganizada, lo que podría deberse a una presión
geológica muy alta en los momentos de la sedimentación. Hay que verificar la presencia de
fallas o antiguos edificios volcánicos que puedan haber contribuido a que este material se
preservara de esta manera.
LOS INFIERNILLOS
Cerca de la zona alta del Parque Nacional, se encuentra una montaña erosionada la cual su
ladera Sur presenta estratificaciones en diversas alturas del horizonte expuesto, la parte
basal de dicha montaña está conformada por caliza casi marmólica, la cual ha sido
metamorfizada por efectos de la presión que ejerce un eje de esfuerzos que se observa
como parte de la carretera de acceso al parque nacional, la coloración de esta roca basal es
blanquecina con abundantes dendritas de manganeso, las cuales son características por su
forma de “helechos” de color negro y grisáceo. Dichas filtraciones de manganeso se forman
en suelos que han tenido presión geológica por plegamientos y elevaciones, el cual
aparentemente es el caso de la parte más alta del complejo geológico que forma el Parque
Nacional Montecristo.
El color de este material se ve alterado por las intercalaciones que hacen las
filtraciones de hierro en estado reducido.
Luego de ese tipo de suelo, en la zona primaria de la base de la elevación se observó
material de color verduzco y grisáceo con una textura deleznable, el cual en un primer
momento se pensó que se trataba de vestigios de “turba”, el cual es un sedimento que se
forma a partir de la descomposición de abundante material orgánico producto de la
acumulación de varios años en suelos anegados o mantos freáticos semi-permanentes como
pantanos o humedales, sin embargo al ser analizada bajo el estereoscopio se confirmó la
presencia de material calizo en su interior, lo que prueba que la roca caliza se está
degradando de manera inusual en la base de la montaña, posiblemente producto de las
enormes filtraciones de agua y por la acumulación de detritos que se han plegado sobre
ellos. No obstante habrá que investigar las razones por las cuales esta roca caliza, la cual es
idéntica a la roca basal en composición, se ha vuelto quebradiza y porosa y ha adquirido las
coloraciones que posee en la actualidad.
Sobre la roca caliza deleznable, se encuentran varios horizontes de reacomodo de
sedimentos detríticos los cuales poseen formas irregulares, es decir, se observan guijarros
variados en composición, así como en coloración y forma. Dichos guijarros desordenados
aparentemente son parte de una serie de detritos aluviales que se reacomodaron cuando la
montaña actual estaba en proceso de “acreción” o crecimiento.
Los horizontes superiores, aparentemente corresponden a varias series de ignimbritas con
material calizo intercalado el cual ha sido “cocido” por contacto en las partes superiores, es
decir, un evento volcánico ha hecho contacto con ellas pero el contacto fue atmosférico y
Sedimentos volcánicos Caliza con textura deleznable, muy frágil
Caliza con metamorfismo regional o de
presión.
no magmático, lo que explica por qué las rocas no están metamorfizadas desde la parte baja
hasta la zona de contacto.
Los sedimentos superiores aparentemente son secuencian repetitivas de materiales efusivos
y de sedimentos provocados por arrastre hacia las zonas actuales, sin embargo habrá que
estudiar la parte superior de dicha zona para descartar la posibilidad de que existan más
eventos de diversos tipos los cuales en la visita realizada no fueron observados.
CONCLUSIONES
El aspecto Paleontológico y Geológico del complejo que forma el Parque Nacional
Montecristo, es uno de los menos investigados de manera científica, y a pesar de que
existen algunos estudios someros, previos a este informe, las conclusiones que ofrecen son
someras, ya que no explican el aparecimiento de algunos macizos montañosos y de las
curiosas rocas que los componen, tal es el caso del Cerro El Terrero y las rocas de areniscas
y basaltos mezcladas con algunas intercalaciones en la parte media de cantos rodados
mezclados con ignimbritas.
La presión geológica que han recibido algunos suelos desde los últimos 120 millones de
años ha dejado huella en algunas formaciones rocosas, tal es el caso de la zona de “los
Hornos de Cal” la cual debe ser estudiada a profundidad junto con las rocas de caliza
siderificada que se encuentran en paralelo al hallazgo de calizas portadoras de material que
posiblemente pertenezca a invertebrados marinos. Este sitio es el que hasta el momento
aporta más información en el aspecto biológico, no obstante el aspecto geológico debe ser
estudiado para obtener mejores interpretaciones al respecto.
La zona de “Los Infiernillos” es una zona delicada desde el aspecto geológico, ya que sus
estratos se han expuesto a la erosión y las calizas basales que sostienen toda la montaña,
están colapsando por la carga de agua y la presión que se ejerce sobre ellas, esta zona debe
ser estudiada desde el punto de vista de la mitigación de riesgos para evitar que la montaña
completa colapse y se destruya una evidencia geológica muy importante del devenir
geológico del área.