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PIEZA DEL MES:
DICIEMBRE 2014 – FEBRERO 2015
MUSEO DE ZAMORA
El Bronce
del Picón
Pacto de Hospitalidad
Presentamos la nueva pieza del mes del Museo de Zamora, una tabla de
hospitalidad romana, procedente del yacimiento del Picón (Pino del Oro),
de la que se conservan dos fragmentos.
La pieza completa sería una tabla de bronce, rematada por un frontón
triangular, que se utilizó como soporte de un texto que hablaba de las
relaciones sociales establecidas entre un particular, cuyo nombre se ha
perdido, y la ciudad de Bletisama, que se ha interpretado como la actual
Ledesma (el estudio de la toponimia es muy importante en los estudios
arqueológicos, si bien las correspondencias lingüísticas y arqueológicas no
siempre son claras ni fáciles).
Imagen 1. La zona minera de Pino del Oro. Guía arqueológica. Junta de Castilla y León. 2010.
Las inscripciones de hospitalidad o patronato se entienden como un
conjunto de epígrafes que, pese a encerrar numerosas variantes, remiten
a distintos pactos sociales entre comunidades o individuos y experimentan
una larga evolución desde época republicana hasta el período
tardoantiguo.
Estos pactos de hospitalidad nos demuestran las distintas relaciones
sociales que se generaron a lo largo de los siglos de dominio romano sobre
las provincias de Hispania. Las costumbres, la religión, las leyes y en
general el modo de vida de Roma, se impusieron en las distintas
comunidades indígenas.
Esta implantación y adaptación de la cultura romana y su convivencia con
las comunidades indígenas es lo que se conoce como proceso de
romanización, del que fueron surgiendo distintas formas de relación entre
estos dos mundos hasta su fusión total. Estas formas de relación dieron
lugar a formas jurídicas que tenían ya las comunidades o que se generaron
tras el contacto de estos dos pueblos y que diferenciaban los tipos de
poblados y la población que habitaba en ellos.
En el caso del pacto de Pino del Oro, la relación social está centrada en los
primeros intereses romanos en la ordenación y explotación de los
recursos de la actividad minera de la zona de Pino del Oro y pone de
manifiesto los nuevos entramados de las relaciones de poder puestos en
marcha por la política imperialista romana. Los comienzos de la minería de
oro en el noroeste coinciden cronológicamente con otros pactos similares
documentados en la zona.
La Zona Minera de Pino del Oro presenta uno de los conjuntos mineros antiguos más peculiares de la Península Ibérica, que se integra en la explotación aurífera desarrollada en el Noroeste en época altoimperial. Recordemos la importante explotación de Las Médulas, en León, que se basaba en la utilización de la fuerza del agua para derrumbar los montes a través de un sistema de pozos y galerías que minaban la masa a abatir. La explotación de Pino del Oro actuaba selectivamente, atacando directamente en las zonas mineralizadas. Son explotaciones por lo general a cielo abierto ya que el trabajo se realiza directamente sobre la roca utilizando la fuerza mecánica (excavación directa a pico) aunque puntualmente pudo utilizarse alguna técnica complementaria, consistente en el abatimiento de la masa rocosa calentando primero la roca y luego enfriándola rápidamente con agua. El contraste frío-calor resquebraja el material y lo hace estallar, facilitando de este modo las labores de extracción. Debido a esto, se identifican huellas en el paisaje actual, como
son las trincheras o cortas de extracción de la roca, las cazoletas de molido y las piletas de lavado.
Imagen 2 y 3. Boceto de interpretación de las actividades mineras que se producirían en el
entorno de la trinchera de la Peña de Los Caballos. Conjunto de cazoletas-mortero de La Sierpe-02. El bronce de El Picón. Procesos de cambio en el Occidente de Hispania. Eds Inés
Sastre y Alejando Beltrán. Junta de Castilla y León. 2010.
Existe un itinerario de la zona minera de Pino del Oro que se compone de diez puntos de información y otros dos de carácter general. A través de ellos se pueden comprender las diferentes fases del proceso de explotación de la minería de oro romana gracias a los paneles informativos. En nuestra provincia, en el entorno de esta explotación existen algunos asentamientos relacionables con ella. Concretamente, en el término municipal de Pino del Oro se documentan El Picón y La Ciguadeña. La Ciguadeña es un yacimiento de la Edad del Hierro mientras que El Picón es un poblado claramente romano, cuya ocupación se inicia a principios del siglo I d. C. y que, tanto por su situación, como por su cronología, se asocia al desarrollo de la explotación aurífera. El trabajo en la explotación minera del asentamiento de El Picón de Pino del Oro ha permitido encontrar también materiales constructivos, cerámicos, metálicos, inscripciones y monedas. Restos suficientes para que los expertos puedan asegurar que en el asentamiento, de casi cinco hectáreas, podían vivir hasta 400 individuos en torno a la explotación de las minas de oro.
Imagen 4. La zona minera de Pino del Oro. Guía arqueológica. Junta de Castilla y León. 2010.
Las minas de oro fueron propiedades estatales administradas
directamente por el Estado y explotadas mediante mano de obra local que
era proporcionada por las civitates. El concepto de ciudad en el mundo
romano rebasa el carácter meramente urbanístico, si bien las ciudades
eran sede de edificios administrativos como la basílica, foro y templos; los
“ciudadanos” romanos recibían esta condición, que garantizaba plenos
derechos civiles y políticos. Las civitates desplegaban su control sobre
amplios territorios. Ello explicaría la aparente contradicción entre el lugar
de aparición de la placa (Pino del Oro) y el nombre de la ciudad que
contiene (Bletisama, Ledesma), bastante alejada. Ledesma, por otro lado,
no ha deparado, hasta la fecha, importantes restos romanos, de ahí el
problema que plantea esta identificación, no muy segura y sujeta a
distintas interpretaciones.
Es de suponer un interés por parte de la administración en favorecer
aquellas relaciones políticas que facilitaran este acceso a la mano de obra.
Así mismo, la presencia de miembros de la administración y el ejército en
zonas mineras ejerciendo las labores de supervisión y control, debía de
crear necesidades de abastecimiento que fueran más allá del consumo
local. Esto forma parte de la reorientación total de un sistema económico
que pasa a tener carácter regional.
De la tabla de hospitalidad de El Picón se han conservado dos fragmentos,
que suponen algo menos de la mitad de la pieza original, y una cuarta
parte, aproximadamente, del texto.
El primer fragmento corresponde al remate en frontón triangular, orlado
por la impronta de un posible elemento decorativo, y a la primera línea
del texto. El segundo fragmento se corresponde con la parte inferior
izquierda de la tabla, la distribución de sus líneas es irregular y no parece
responder a una preparación previa del campo epigráfico.
El texto conservado, algo menos de la mitad del total, es el siguiente:
Fragmento superior:
[...] SSO · FR[...]
Fragmento inferior
VAVIT · CVM S [...]
OQ BLETISAM [...]
QVE SENATVS [...]
BLETISAMEN [...]
OS · POSTEROSQE · E [...]
ICITIAMQVE S [...]
ITA · VT CIVE [...]
IN PERPETV[...]
EGIT IPSE A[...]
TONE[...
A partir de la documentación conocida de otras tablas de hospitalidad, el
equipo de investigación dirigido por Sánchez Palencia propone la siguiente
lectura interpretativa, indudablemente parcial e hipotética:
Primer fragmento:
[M · Licinio · Cr]asso · Fr[ugi · et] / [L· Calpurnio · Pisone· cos]
Segundo fragmento:
[... hospitium ... reno]/vavit · cum s[enatu popul]/oq(ue) Bletisam[ensi …
Eum]/que senatus [populusque] / Bletisamen[sis liber]/os · posterosq(u)e ·
ei[us...in... am]/ icitiamque su[am receperunt]/ ita · ut civem [...]/ in
perpetu[o ... ]/ egit ipse A[...] / T O N E [...]
Imagen 5. El bronce de El Picón. Procesos de cambio en el Occidente de Hispania. Eds Inés
Sastre y Alejando Beltrán. Junta de Castilla y León. 2010.
Las letras del primer fragmento parecen coincidir con la datación consular
del año 27 d.C.
La lectura del segundo fragmento nos lleva a pensar que estamos ante el
pacto entre dos partes. Por un lado está clara la participación del senado y
el pueblo bletisamense. Por otra, la mención de ipse de la penúltima línea
permite suponer que el firmante sería un individuo que actúa por sí
mismo en la ratificación formal del pacto.
Lo que más claramente distingue a estos pactos de ambiente indígena
respecto de los establecidos con senadores, caballeros y otros notables es
su alcance local, pues mientras que la ciudad al vincularse con éstos
últimos pretendía dotarse de protectores influyentes en el centro político
del Imperio, por el contrario con los de ambiente indígena persigue
incorporar en su seno a notables locales que perciben el acuerdo como un
acto que les beneficia sobre todo a ellos mismos.
En el caso del bronce de Pino del Oro, sin saber exactamente quién era el
personaje que contrajo este vínculo con los bletisamenses, solamente se
pueden hacer conjeturas. En todo caso no parece haber desempeñado
cargos públicos, ni de la administración romana ni de la indígena, a juzgar
por lo que se conserva del texto, como sí que lo hacen otros individuos
que contraen pactos de hospitalidad con civitates hispanas. Es un
individuo al parecer no muy importante y si la mención de amicitia en el
documento hace referencia a la existencia de una relación de
subordinación, dicha subordinación lo es claramente de él hacia los
bletisamenses y no al revés. Se ha dicho a veces que estos pactos
contribuían a romper las solidaridades indígenas al vincular a los clientes a
patronos aristocráticos. Sin embargo en este caso la relación parece la
inversa, que el patronato lo ejercía la comunidad y que era el particular el
que se subordinaba a ella. Más que instituciones o procesos de
articulación del imperialismo romano, en este caso concreto estamos en
presencia de un fenómeno por el cual los particulares intentan
acomodarse dentro de los nuevos marcos jurídicos creados por los
romanos, como pueda ser el reconocimiento de una comunidad como
civitas. En este sentido es interesante constatar que el documento de Pino
de Oro es la renovación de una amicitia que existía anteriormente, como
el pacto de hospitalidad de los Zoelas, que es de la misma fecha, es
también la renovación de un hospitium vetustom antiquom, como si en un
momento concreto, sin duda debido a la reorganización de Hispania
llevada a cabo por Augusto, estas comunidades al norte del Duero
hubieran tenido que redefinir sus redes sociales.
Esta pieza del mes se ha elegido a colación de la nueva exposición
temporal que acoge el Museo de Zamora “Castilla y León, Tierra de
comunidades” como muestra de la larga historia de nuestra comunidad.
Considerada “tierra de paso”, es, sin embargo, tierra de acogida de
muchos pueblos que durante toda la Historia han habitado nuestro
territorio. En este sentido, esta pieza del mes, el pacto de hospitalidad de
Pino del Oro supone un ejemplo más de las relaciones sociales generadas
en nuestra comunidad autónoma.
BIBLIOGRAFÍA
1. El bronce de El Picón. Procesos de cambio en el Occidente de Hispania. Eds Inés Sastre y
Alejando Beltrán. Junta de Castilla y León. 2010.
Pags 39-50. El contexto arqueológico: el yacimiento de El Picón
Damián Romero Perona. GI Estructura Social y Territorio Arqueología del Paisaje (EST-AP).
Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC
El pacto de hospitalidad de El Picón: análisis epigráfico
I. Sastre, A. Beltrán, F.J. Sánchez-Palencia.
GI Estructura Social y Territorio. Arqueología del Paisaje (EST-AP). Centro de Ciencias Humanas
y Sociales del CSIC
Hospitium y ciudadanía en la tábula de El Picón (pags 129-136)
Francisco Beltrán Lloris. Grupo de Investigación Hiberus. Universidad de Zaragoza
[FIDES AMI]CITIAQUE BLETISAM(ENSIUM) (pags 137- 146)
Manuel Salinas de Frías. Universidad de Salamanca
Clientela y dependencia social en el Noroeste y Occidente hispanos: pactos y minería (pags
157-163)
Inés Sastre GI Estructura Social y Territorio. Arqueología del Paisaje (EST-AP). Centro de
Ciencias Humanas y Sociales del CSIC
2. La zona minera de Pino del Oro, Zamora. Guía arqueológica. Junta de Castilla y León.
2010.