Post on 08-Aug-2020
transcript
EM&C Capacitación
REANIMACIÓN CARDIO PULMONAR Y DESFIBRILADOR
EXTERNO AUTOMÁTICO
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares se han posicionado como la primera causa de
mortalidad en países desarrollados y en vías de desarrollo como consecuencia de la llamada
transición epidemiológica. Dentro de las ECV, el IAM se consolida como una de las
principales causas de muerte en pacientes hospitalizados y no hospitalizados y representa
en sí, una gran carga asistencial y económica (Arós y cols, 2003).
De inicio precoz y una evolución que se prolonga en el tiempo, las ECV representan la
principal causa de disminución de la calidad de vida relacionada con la salud de las personas
(Burdiat, 2006), se cree que hacia el año 2020 serán la principal causa de discapacidad
(Kotseva, 2008). El avance respecto al tema ha dejado en claro los factores de riesgo que
contribuyen al desarrollo de una ECV, por lo que las políticas preventivas se han basado en
el control de tales factores, más aún cuando los jóvenes de hoy en día presentan un riesgo
cardiovascular mayor que hace 15 años atrás (García-Porrero y cols, 2010).
CAPÍTULO 1.
FACTORES DE RIESGOS CARDIOVASCULARES (FRCV).
Enfermedades no transmisibles y riesgos para la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el riesgo como la probabilidad de un
resultado sanitario adverso, o un factor que aumenta esta probabilidad. También define
factor de riesgo como cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que
aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión. En un sentido amplio, las
personas y poblaciones están expuestas a una serie prácticamente ilimitada de riesgos para
la salud, por lo que para proteger su salud es necesario evaluar los riesgos a los que están
expuestas, así como elegir las intervenciones costo-efectivas y asequibles para evitar dichas
exposiciones y sus potenciales consecuencias. Dentro de las patologías susceptibles de
intervenir en factores de riesgo y modificar su evolución se encuentran las enfermedades no
transmisibles (ENT) OMS (2002).
EM&C Capacitación
Las ENT, también conocidas como enfermedades crónicas, son de larga duración y por lo
general evolucionan lentamente; no se resuelven espontáneamente y rara vez logran una
curación total. La mayoría de las muertes por ENT son prevenibles. Es así como las
defunciones por enfermedades cardiovasculares han disminuido drásticamente en muchos
países de ingresos altos gracias a políticas gubernamentales que facilitan la adopción de
modos de vida más saludables y prestación de servicios de atención de salud equitativos.
Es importante considerar que las ENT se ven favorecidas por los procesos de transición
demográfica, epidemiológica y nutricional; además de sufrir los efectos de la globalización
del comercio y el rápido proceso de urbanización. Sin embargo, estos fenómenos de
transición no son homogéneos entre y dentro de los países, existiendo muchos de ellos que
deben enfrentar simultáneamente diferentes etapas de transición.
Las ENT se deben en gran medida a cuatro factores de riesgo relacionados con los hábitos
y costumbres que se han afianzado por la transición ya descrita: el consumo de tabaco, las
dietas malsanas, la inactividad física y el uso nocivo del alcohol OMS (2010). Los principales
efectos de estos factores de riesgo recaen cada vez más en los países de ingresos bajos y
medios, y en las personas más pobres en todos los países, haciendo necesario abordar esas
enfermedades tanto mediante intervenciones poblacionales -orientadas fundamentalmente
a la prevención- como a través de intervenciones individuales -orientadas a la detección y el
tratamiento tempranos.
Chile no es ajeno los procesos de transición y su efecto en las ENT. Desde inicios de la
década de 1960 nuestro país ha incrementado su esperanza de vida al nacer desde unos
57 años a sobre los 70 años en la actualidad. Solimano G, Mazzei M. (2007). En el año
1969, el 44% de la mortalidad correspondía a enfermedades infecciosas y perinatales;
mientras que, en el año 2001, el 68% correspondían a las ENT. Chile también ha sufrido
transformaciones en el tipo de patologías que afectan a la población. Desde mediados de la
década de 1980, las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores malignos han
aumentado progresivamente en la población adulta y adulta mayor, ubicando a Chile en una
etapa de transición epidemiológica y demográfica avanzada. En la Encuesta Nacional de
Salud del año 2003 se puede apreciar la magnitud del perfil de riesgos en la población: 42%
de la población chilena mayor de 15 años fuma; casi 34% es hipertenso; 55% presenta riesgo
cardiovascular alto y muy alto; 40% tiene su fracción protectora del colesterol disminuida;
casi 23% padece síndrome metabólico; 4,2% es diabética; un alto porcentaje presenta
sobrepeso u obesidad, y más de 90% de la población es sedentaria. La encuesta nacional
de salud 2009-2010 corrobora este perfil epidemiológico con una elevada morbilidad de ENT
y sus factores de riesgo, observándose además grandes desigualdades por género, edad,
localización urbana-rural, nivel educacional y regiones. Todo ello configura un ambiente de
alto riesgo en la transición epidemiológica que vive nuestra población, lo que hace importante
la intervención sobre estos y otros factores de riesgo asociados a cambios de conductas y
de hábitos. MINSAL (2010).
EM&C Capacitación
Enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo cardiovascular
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son enfermedades que afectan al corazón,
cerebro y vasos sanguíneos. Fisiopatológicamente las ECV son el resultado de un proceso
patológico inflamatorio, complejo y prevenible, la ateroesclerosis. Esta se presenta tras un
largo período asintomático, que lleva al engrosamiento y pérdida de la elasticidad de la pared
de grandes y medianas arterias, con estrechamiento de su lumen. Este fenómeno comienza
en la infancia-adolescencia con el depósito de estrías grasas, lesiones que progresan en el
transcurso de la adultez a una velocidad variable dependiendo de la presencia severidad y
tiempo de permanencia de los factores de riesgo cardiovascular, entre otros.
Los factores de riesgo cardiovasculares son características o conductas de las personas que
aumentan la probabilidad de sufrir una ECV. Según las normas vigentes en Chile, los
factores de riesgo cardiovascular ateroescleróticos se clasifican de acuerdo a su importancia
como factor causal en el desarrollo de la ECV en mayores o condicionantes. A su vez,
pueden ser separados en modificables y no modificables, según la posibilidad de influir sobre
ellos.
OMS (2015).
La clasificación de los factores de riesgo cardiovasculares según el Programa Salud
Cardiovascular MINSAL (PSCV) se definen a continuación:
Factores de riesgo cardiovasculares no modificables:
• Edad:
o hombre ≥ 45 años
o mujer ≥ 55 años.
• Sexo masculino y mujer postmenopausia
• Antecedente personal de ECV
• Antecedente de ECV prematura en familiar de 1er grado
• Antecedentes personales de ECV.
• Antecedentes familiares de ECV:
o hombres <55 años
o mujeres <65 años
Factores de riesgo cardiovasculares no modificables:
• Hipertensión arterial
• Diabetes
• Dislipidemia (colesterol LDL alto y/o colesterol HDL bajo)
• Tabaquismo
• Enfermedad renal crónica etapa 3b-5 y/o albuminuria moderada/severa persistente
EM&C Capacitación
Factores de riesgos condicionantes:
• Obesidad (IMC ≥30kg/m2)
• Obesidad abdominal (circunferencia de cintura ≥90cm en hombres y ≥80cm en
mujeres)
• Triglicéridos ≥150mg/dL
• Sedentarismo
La OMS estima que el 80% de los ataques cerebrovasculares, enfermedades isquémicas
del corazón y diabetes podrían prevenirse a través del control de sus principales factores de
riesgo: alimentación no saludable, tabaquismo, inactividad física y consumo excesivo de
alcohol.
En Chile, las tasas de mortalidad cardiovascular ajustadas por edad han disminuido gracias
a los progresos terapéuticos en problemas como accidentes cerebrovasculares y cardiopatía
coronaria, sin embargo, en términos porcentuales, las ECV constituyen la primera causa de
muerte en el país INE (2011).
Para contribuir a reducir la morbimortalidad asociada a las ECV, Chile cuenta desde el año
2002 con el Programa de Salud Cardiovascular del Ministerio de Salud (PSCV). Este
programa cambió el enfoque terapéutico desde uno dirigido a tratar factores de riesgos
aislados, a otro que considera el riesgo global de ECV del individuo. El PSCV del año 2002
propone dos alternativas para evaluar el riesgo cardiovascular de las personas: una
cualitativa que considera la presencia de factores de riesgo cardiovascular mayores
modificables (Hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo y dislipidemia); y una cuantitativa,
utilizando los puntajes de riesgo del estudio de Framingham para predecir riesgo coronario
a 10 años. Estos instrumentos agrupan a los individuos en cuatro categorías de riesgo (bajo,
moderado, alto o máximo), lo que determina, a su vez, las metas e intervenciones
terapéuticas. En el año 2009 se revisó el enfoque de riesgo de salud cardiovascular del
PSCV según las recomendaciones de la OMS, incorporando a la evaluación global del riesgo
cardiovascular las tablas adaptadas a la población chilena. El 2014 el PSCV publicó un
consenso que actualiza el enfoque de riesgo para la prevención de enfermedades
cardiovasculares, simplificando las categorías de riesgo, pasando de cuatro a tres categorías
(alto, moderado y bajo), además de incluir criterios independientes de riesgo alto (presencia
de diabetes mellitus, hipertensión arterial refractaria, enfermedad renal crónica con
albuminuria mayor a 30mg/g y/o velocidad de filtración glomerular estimada menor a
45ml/min/1.73m2, y dislipidemia severa). Además, el PSCV actualmente se encuentra
orientado a dar cumplimiento a los objetivos sanitarios 2011-2020 de la Estrategia Nacional
de Salud MINSAL (201
EM&C Capacitación
CAPÍTULO 2.
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA RCP
PARO CARDÍACO
Un paro cardíaco significa que el corazón deja de enviar sangre a los órganos del cuerpo
(deja de latir), el cerebro se daña rápidamente y la persona, en el peor de los casos, puede
quedar con serio daño neurológico o morir.
Causas de PCR
La enfermedad coronaria es un fenómeno muy frecuente en países industrializados y causa
entre un 15 a 20% (27% INE) de los PCR y de todas las muertes por causa natural. Muchos
de los pacientes y portadores de infarto del miocardio reciente desarrollan paro cardiaco por
fibrilación ventricular.
De las causas no cardiacas de paro, la embolia pulmonar debe ser considerada en todos
aquellos pacientes que reúnen los factores de riesgo para esta condición.
El shock eléctrico puede conducir a PCR por dos mecanismos: hipoxia secundaria a tetania
de los músculos respiratorios y paro cardiaco por fibrilación ventricular o asistolia. En ambas
condiciones se requieren maniobras de RCP.
CAUSAS CARDIACAS CAUSAS NO CARDIACAS
Enfermedades coronarias Paro respiratorio
Infarto del miocardio Depresión respiratoria por drogas
Shock cardiaco Cuerpo extraño en vía aérea
Edema de quinke. Epiglotitis
Aneurisma disecante de la aorta Quemaduras vías respiratorias
Endocarditis subaguda Inhalación de tóxicos (CO)
ICC Refractaria Inmersión
Taponamiento cardiaco Embolia pulmonar
Ruptura ventricular o del septum IV Traumatismo de cráneo
Tumores cardiacos Accidentes vasculares encefálicos
Epilepsia (status convulsivo)
Arritmias: Hipoglicemia
Taquicardia ventricular Hipoxia
Taquiarritmias supraventriculares Hipercalcemia
Bloqueos auriculoventriculares Shock eléctrico
Fibrilación ventricular Sepsis fulminante
Asistolía Muerte súbita del lactante
EM&C Capacitación
Causas y mecanismos de producción en niños
El PCR pediátrico rara vez es un suceso súbito, sino que es precedido de un deterioro
progresivo respiratorio y/o circulatorio secundario a una enfermedad o trauma.
En los niños a diferencias del adulto el PCR de origen cardiaco es poco frecuente y se
observa casi exclusivamente en niños portadores cardiopatías congénitas o sobre todo en
el postoperatorio cardiovascular.
Es necesario mencionar el síndrome de muerte súbita de lactante como causa de PCR aun
cuando el mecanismo por el cual se produce no es conocido.
La causa más frecuente de PCR en el niño son las que inicialmente producen falla
respiratoria:
- Obstrucción aguda de la vía aérea.
- Neumonías graves.
- Accidentales (cuerpo extraño, inhalación humos, asfixia por inmersión, trauma
torácico).
- Depresión respiratoria: intoxicaciones, convulsiones prolongadas, incremento de la
presión intracraneal (TEC, meningitis).
- También se produce PCR, con menor frecuencia, por falla circulatoria.
- Sepsis.
- Quemaduras.
- Deshidratación grave.
- Hemorragias.
- Shock eléctrico.
En consecuencia, el pronóstico del PCR en el niño al compararlo con el adulto suele ser peor
ya que, el paciente pediátrico en la mayoría de los casos sufre una hipoxemia previa por un
periodo prolongado con deterioro de diversos órganos antes de producirse el PCR, en
cambio en el adulto la causa más frecuente es la falla cardiaca, sin hipoxemia previa.
SIGNOS DE SOSPECHA DE PARO CARDÍACO
- La persona no responde,
- No respira o no lo hace con normalidad y
- No tiene pulso.
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
La reanimación cardiopulmonar (RCP), son las maniobras que se realizan con el objetivo de
restablecer la respiración y función del corazón. Se combinan compresiones con respiración
artificial, esto permite mantener el flujo de sangre hacia los tejidos hasta la llegada del
EM&C Capacitación
tratamiento médico. La mayoría de las causas de paro cardiaco son reversibles, es decir, es
posible volver al funcionamiento del organismo una vez revertidas, esto es fundamental ya
que el auxiliador, además de realizar RCP debe considerar estas variables, algunas son:
- Hipovolemia: Esto significa cantidad de sangre insuficiente para satisfacer las demandas
del organismo. Una de sus causas puede ser la hemorragia. Importante contener el sangrado
si está presente.
- Hipoxia: Se define como cantidad insuficiente de oxígeno en el organismo, se manifiesta
con piel fría, dificultad en la respiración (débil o ausente) y coloración azulada de los dedos
y boca.
- Hipotermia: Temperatura corporal bajo los límites normales (menor a 35°C), en este caso
se refiere a una hipotermia grave (menor a 20°C), donde el cuerpo no es capaz de seguir
con sus funciones. Es frecuente en las personas ahogadas.
- Traumatismos: Debido a lesión directa de órganos vitales o consecuencia del estado de
shock en politraumatizados.
- Tóxicos: El envenenamiento por la ingesta de ciertas sustancias (el cianuro, por ejemplo)
puede provocar la detención de la función cardíaca, además de sobredosis de drogas.
LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA (CAB EN INGLÉS) SIGNIFICA:
C: Circulación (CIRCULATION). Restablecer la circulación a través de las compresiones.
toráxicas.
A: Vía respiratoria (AIRWAY). Apertura y permeabilización de la vía aérea.
B: Respiración (BREATHING). Respiración artificial, boca a boca.
EM&C Capacitación
CADENA DE SUPERVIVENCIA
EM&C Capacitación
DESCRIPCION DE LA SECUENCIA A REALIZAR
1. El reanimador debe verificar la respuesta de la víctima:
- Si la víctima no responde.
- No respira o su respiración no es normal (se examina brevemente la respiración
como parte de la comprobación del paro cardíaco).
- Se verifica si hay pulso (no menos de 5 segundos y no más de 10 segundos), si
no hay, el reanimador debe activar el sistema de respuesta de emergencias
(llamar al 131) y se comienza la RCP.
2. La RCP corresponde a 30 compresiones por 2 ventilaciones, así después de las
primeras 30 compresiones torácicas, se abre la vía aérea y se administran 2
ventilaciones.
3. Esta secuencia de compresiones y ventilaciones, se repite durante 5 ciclos o 2
minutos, (un ciclo son 30 compresiones por 2 ventilaciones).
4. Una vez que llega el DEA, se debe instalar y esperar las instrucciones del dispositivo.
5. Recuerde que la cadena de supervivencia en niños, comienza con la prevención, y
en niños es necesario siempre realizar las ventilaciones.
SECUENCIA RECOMENDADA PARA LA COMPRESIÓN TORÁCICA.
1. Colocar al paciente en decúbito supino sobre una superficie firme y plana,
2. El operador deberá mantener los brazos rectos para aprovechar mejor el peso de su
cuerpo (codos fijos y brazos extendidos),
3.- La compresión torácica se iniciara colocando una mano sobre la otra extendida; los dedos
pueden estar extendidos o entrelazados, pero deben mantenerse fuera del pecho,
4.- Comprimir deprimiendo el esternón unos 5 cm. Hacia la columna,
5.- No apoyar los dedos en las costillas, para evitar fracturas.
6.- La frecuencia con uno dos operadores, debe ser al menos de 30 compresiones si existe
barreras de seguridad apoyo ventilatorio que no supere los 15 segundos, tratando de
comprimir el tórax al menos 100 veces por minuto.
7.- Se deberá monitorizar la efectividad de las maniobras evaluando el pulso central.
EM&C Capacitación
EM&C Capacitación
TENER EN CUENTA:
1. Frecuencia de compresiones torácicas de al menos 100 a 120 compresiones por
minuto. (Antes era de al menos 100 cpm).
2. Profundidad de las compresiones de al menos 5 cm en adultos.
3. Permitir una expansión torácica completa después de cada compresión.
4. Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas.
5. Evitar una excesiva ventilación.
6. El reanimador deberá seguir aplicando la RCP hasta que llegue un DEA y pueda
utilizarse, o hasta que el personal del SEM se haga cargo de la víctima.
7. Si hay 2 reanimadores: uno empieza con las compresiones torácicas y el otro abre la
vía aérea y está preparado para ventilar en cuanto el primero haya completado el
primer grupo de 30 compresiones torácicas.
EM&C Capacitación
8. Si un testigo presencial no tiene entrenamiento en RCP, debe aplicar RCP solo con
compresiones a una victima adulta que sufra colapso súbito, poniendo especial
atención, en “comprimir fuerte y rápido” en el centro del tórax, o seguir las
instrucciones del operador telefónico de emergencias.
9. En lactantes (menos de un año de edad, incluidos RN):
- Evaluar Respuesta realizando estimulación Táctil, Plantar y dorsal.
- El lugar de compresiones torácicas es 1 cm bajo línea intermamilar.
- La profundidad de las compresiones debe ser de al menos un tercio del diámetro
AP del tórax (alrededor de 1/2 pulgada 4 cn).
- Las compresiones se deben realizar con 2 dedos en el centro del tórax, bajo línea
intermamilar.
EM&C Capacitación
10. A la llegada del DEA (desfibrilador externo automático):
- Abra el equipo y revise su contenido.
- Corte la ropa con la tijera mientras se continua con las compresiones.
- No interrumpir las maniobras de compresión torácica.
- Coloque los parches continuando las compresiones:
- Encienda el DEA, avise al personal que comprime el tórax, que se aleje. (Alejarse
Todos en voz alta).
- Descargue si el DEA si corresponde conforme a el aviso del DEA.
UBICACIÓN DE LOS PARCHES DEL DEA:
- Parche derecho: Línea media clavicular paraesternal
derecha.
- Parche izquierdo: Línea axilar anterior a nivel del 5°
espacio intercostal.
- Presione fuertemente los electrodos para conseguir el
mejor contacto.
- Cuando el contacto esté defectuoso, se escuchará un
mensaje de alarma.
UBICACIÓN DE LOS PARCHES DEL DEA EN NIÑOS:
- Parche derecho: En el centro del tórax por anterior.
- Parche izquierdo: En el centro del tórax por dorsal.
EM&C Capacitación
BIBLIOGRAFÍA
Alfonso F, Segovia J, Heras M, Bermejo J. 2008. Prevención cardiovascular: ¿siempre demasiado tarde? Rev Esp
Cardio; 61(3): 291-298.
American Heart Association. 2015. Aspectos Destacados de las Guías de la American Heart Association de 2015
- 2017 para RCP y ACE. Texas, Estados Unidos: (s.n).
Arós F, Cuñat J, Loma-Osorio A, Torrado E, Bosch X, Rodríguez J, López L, Ancillo P, Pabón P, Heras M, Marrugat
J. 2003. Tratamiento del infarto agudo de miocardio en España en el año 2000. El estudio PRIAMHO II. Rev Esp
Cardiol; 56: 1165-1173.
Arós F, Loma A, Alonso A, Alonso J, Cabadés A, Coma-Canella I, García-Castrillo L, García E, López E, Pablóm P,
San José J, Vera A, Corner F. 1999. Guías de actuación clínica de la Sociedad Española de Cardiología en el infarto
agudo de miocardio. Rev Esp Cardiol; 52: 919-956.
Bardají A, Bueno H, Fernández-Ortiz A, Heras M. 2003. Aplicabilidad de la nueva definición de infarto de
miocardio y opinión de los cardiólogos españoles. Rev Esp Cardiol; 56: 23-28.
Burdiat G. 2006. Programa práctico de rehabilitación cardiovascular. Revista Uruguaya de Cardiología; 21: 240-
251.
Candebet Moren Fabio. 2005. Infarto Agudo del Miocardio. Disponible en: www.monografías.com.
Cortell A, Sanchis J, Bodí V, Núñez J, Mainar L, Pellicer M, Miñana G, Santas E, Domínguez E, Palau P, Llácer Á.
2009. Infarto de miocardio sin elevación del ST con coronarias normales: predictores y pronóstico. Rev Esp
Cardiol; 62(11):1260-1266.
García-Porrero E, Andrés-Esteban E, de Pablo C, León-Latre M. 2010. Cardiología preventiva y rehabilitación.
Rev Esp Cardiol; 63(Supl 1): 40-48.
Gómez M, Valle V, Arós F, Sanz G, Sala J, Fiol M, Bruguera J, Elosua R, Molina L, Martí H, Covas M, Rodríguez-
Llorián A, Fitó M, Suárez-Pinilla M, Amezaga R, Marrugat J. 2009. LDL oxidada, lipoproteína(a) y otros factores
de riesgo emergentes en el infarto agudo de miocardio. Rev Esp Cardiol; 62: 373-382.
Guarda E, Acevedo M, Lira M, Chamorro G, Corbalán R. 2005. Insuficiente control de factores de riesgo en
prevención secundaria cardiovascular Rev Méd Chile; 133: 1147-1152.
INE. Estadisticas Vitales - Informe anual 2011 [Internet]. Santiago: Instituto Nacional de Estadísticas; 2011. 1-
566 p. Disponible en:
http://www.ine.cl/canales/menu/publicaciones/calendario_de_publicaciones/pdf/completa_vitales_2011.pdf
.
Kotseva K. 2008. Políticas preventivas globales. Estrategias a escala europea y mundial, Rev Esp Cardiol; 61(9):
960-970.
EM&C Capacitación
MINSAL. El aporte del Programa de Salud Cardiovascular al cumplimiento de los objetivos sanitarios 2011 –
2020 [Internet]. Santiago: Departamento de enfermedades no transmisibles. Ministerio de Salud, Chile; 2011.
Disponible en: http://www.redcronicas.cl/wrdprss_minsal/wp-content/uploads/2014/04/Aporte-del-PSCV-al-
cumplimiento-de-los-objetivos-sanitarios-2011-2020.pdf.
MINSAL. Encuesta nacional de salud. Chile 2009-2010 [Internet]. Santiago: Ministerio de Salud, Chile; 2010.
Disponible en: http://web.minsal.cl/portal/url/item/bcb03d7bc28b64dfe040010165012d23.pdf.
Moreno R, García E, Soriano J, Abeytua M, Martínez-Sellés M, Acosta J, Elízaga J, Botasa J, Rubio R, López de Sá
E; López-Sendón J, Delcá J. 2000. Angioplastia coronaria en el infarto agudo de miocardio: ¿en qué pacientes es
menos probable obtener una reperfusión coronaria adecuada? Rev Esp Cardiol; 53:1169-76.
OMS. Informe sobre la salud en el mundo 2002: Reducir los riesgos y promover una vida sana. Ginebra:
Organización Mundial de la Salud; 2002. 165 p.
OMS. Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2010 [Internet]. Ginebra:
Organización Mundial de la Salud; 2010. 1-18 p. Disponible en:
http://www.who.int/nmh/publications/ncd_report2010/es/
OMS. OMS | Factores de riesgo [Internet]. World Health Organization; [Consultado 2015 Abr 29]. Disponible
en: http://www.who.int/topics/risk_factors/es/.
Peraire M, Baranera M, Pallarés C. 2001. Impacto de la trombólisis sobre la supervivencia a corto y largo plazo
de una cohorte de pacientes con infarto agudo de miocardio atendidos de forma consecutiva en todos los
hospitales de una región sanitaria. Estudio GESIR-5. Rev Esp Cardiol; 54: 150-158.
Pontificia Universidad Católica de Chile. 2005. Apuntes de Cardiología. Disponible en: www.escuela.med.puc.cl.
Solimano G, Mazzei M. Which are the causes of death among Chileans today? Long term perspective. Rev Med
Chil. 2007;135:932–8.
Vega G, Martínez S, Jiménez P, Navarro A, Bernad F. 2007. Efecto de los factores de riesgo cardiovascular sobre
la morbimortalidad a largo plazo después de un infarto agudo de miocardio. Rev Esp Cardiol; 60: 703-713.
Velasco J, Cosín J, Maroto J, Muñiz J, Casasnovas J, Plaza I, Abadal L. 2000. Guías de práctica clínica de la Sociedad
Española de Cardiología en prevención cardiovascular y rehabilitación cardíaca. Rev Esp Cardiol; 53: 1095-1120.