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RESUMEN DE LIBRO
“PESCANDO
BARRACUDAS”
CAPÍTULO I
Selección de familias resisentes
Los problemas que enfrenta un terapeuta que va a empezar a tratar a una familia
“resistente”, son similares a muchos de los planteados por el tratamiento de una
familia “cooperativa”. Cuando una familia quiere ser tratada es necesario
considerar ciertas cuestiones y factores adicionales.
Familias resistentes
Defino a una familia difícil o resistente como aquella que ha demostrado poseer un
impresionante capacidad para derrotar psicoterapeutas. Esa capacidad puede
atribuirse a una familia que ha derrotado a algún psicoterapeuta o instituto de
reconocido prestigio o que, a lo largo de cinco o más años, ha derrotado a un
considerable número de psicoterapeutas.
Una vez que me entero, a través de la conversación telefónica inicial, de esta
impresionante historia de fracaso terapéutico, empiezo inmediatamente a pensar a
mi “manera resistente” y a considerar a la familia de un modo diferente que a una
menos resistente.
Otra de mis maneras de evaluar la resistencia de la familia surge de una
descripción de los síntomas. Por lo general, mientras más grave y crónico es el
síntoma, más resistente al cambio será la familia.
La experiencia me ha enseñado también que mientras más severo y crónico es el
síntoma, más resistente al cambio será la familia. Cuando los miembros de la
familia con un problema crónico acuden a mí y me despliegan una impresionante
historia de fracasos tratamiento me están diciendo algo. Yo doy por sentado que
algunos de los terapeutas derrotados por la familia son profesionalmente muy
competentes, por lo tanto, una historia crónica me indica que la familia está
buscando más bien la homeostasis que el cambio y que será resistente.
Un síntoma grave me dice también que el sistema resistirá al cambio, dado que
requiere de un síntoma tan “grande” para estabilizarse. Supongo que es probable
que en todos los sistemas familiares se produzcan primero los síntomas
“pequeños”, y que si un síntoma pequeño no es suficiente para estabilizar un
sistema, se desarrollará uno grande. Cada vez que consigo eliminar el síntoma en
una familia recojo evidencias que confirman esta suposición. Cuando se elimina
un síntoma grave y crónico, el cambio que se produce en los sistemas, sobre todo
en la pareja matrimonial, es más drástico que cuando el síntoma es pequeño.
EL último de mis supuestos es que mientras más encubierto o escondido está el
conflicto matrimonial o más evidente es su conflicto, más fácil resulta ayudar al
sistema familiar a cambiar.
Otro índice que utilizo con frecuencia para determinar el grado de resistencia de
un sistema familiar es el número de psicoterapeutas vinculados habitualmente a la
familia. Suelo referirme jocosamente a estos terapeutas como a los doctores
Homeostato. Mi experiencia me indica que mientras mayor es el número d
doctores homeostato implicados en el caso, más resistente será la familia. No solo
las familias usan a los doctores Homeostato para intentar estabilizar un sistema
familiar sino que a veces estos mismo homeostatos cumple funciones casi
iatrogénicas. Por lo tanto, este es uno de los primeros factores que hay que
considerar y eliminar a fin de poder empezar a ocuparse del sistema familiar
nuclear.
A veces se descubre que la resistencia al cambio se debe más bien al contexto
de la derivación que a la familia. La derivación podrá estar “arreglada” para el
fracaso, esto puede ocurrir cuando se recibe una derivación “hostil”. En tal
situación, para poder iniciar el tratamiento es necesario evaluar y reducir o
eliminar las fuentes potenciales de resistencia que puede haber en el contexto de
la derivación.
También es posible detectar otras fuentes de resistencia durante la conversación
telefónica inicial con la familia. Dado que el tratamiento empieza con una llamada
telefónica, la forma en que se recoge información y se maneja la resistencia
constituye una parte fundamental del tratamiento.
La llamada telefónica
Aunque tomo en consideración la información clínica recogida por otros
profesionales, no la estudio a fondo, porque prefiero mi propia parcialidad a la de
otros. Con frecuencia he descubierto que aun la información sobre la historia
clínica de la familia obtenida por otros profesionales es inexacta o no fue
proporcionada por la familia, por lo tanto, acostumbro tomar solo tentativamente lo
recogido por otros terapeutas.
Mi primer contacto con la familia es una llamada telefónica a la persona que llamó
inicialmente. Durante esta conversación una de las primeras cosas que hago es
esbozar un genograma que incluya a todos los miembros de la familia nuclear,
sus edades, esto civil y lugar de residencia. También identifico a los “otros
significativos” que viven en la casa, y no pierdo de vista a los abuelos u otros
miembros importantes de la tercera generación que vivan por ejemplo, en el
mismo edificio o muy cerca. Estas últimas personas son importante porque uno de
los temas más recurrentes en las familias resistentes con un síntoma grave, es la
existencia de ciertos asuntos no resueltos con sus padres, lo cual impide al
paciente identificado (PI) de la tercera generación crecer emocionalmente y
abandonar la casa familiar.
Después de recoger la información para este somero genograma, obtengo una
historia de la sintomatología. En mi opinión, mientras más crónico parece el
síntoma, más difícil será la terapia familiar y más resistente al cambio el sistema
familiar. También consigo una breve historia del tratamiento.
Durante la entrevista telefónica es importante descubrir cuáles son los miembros
de la familia que están en ese momento bajo tratamiento individual, con quien y
desde hace cuánto tiempo. Actualmente se invita a las familias a iniciar el
tratamiento aun cuando algunos de sus miembros sigan en terapia individual. Con
frecuencia, a medida que la terapia de familia progresa y se hace más importante,
podemos “librarnos” de los terapeutas individuales.
En este punto la pregunta crucial es si la terapia individual afecta al sistema y al
síntoma que se presentan ante el terapeuta de familia, y esta pregunta solo puede
ser respondida si este ve a la familia. SI un terapeuta decide, rígida y
categóricamente, no ver a la familia hasta que todos los terapeutas individuales
hayan salido de la escena, no podrá llegar a saber si estos terapeutas individuales
están en vía de cambiar el sistema.
La terapia individual facilitará a veces y a veces obstaculizará la terapia familiar.
Por lo tanto, el hecho de que un miembro de la familia este bajo tratamiento
individual no es automáticamente una contraindicación para la terapia familiar. Es
responsabilidad del terapeuta determinar la importancia de la terapia individual
para el individuo y para la familia antes de hacer generalizaciones innecesarias.
Evaluación del contexto de la derivación
Otra información que debe ser obtenida durante la conversación telefónica inicial
gira alrededor del contexto de la derivación. Es fundamental destacar la
importancia de comprender este contexto. Muchas veces no se puede iniciar la
terapia porque el clínico queda inmovilizado por cuestiones que surgen de la
derivación.
Una derivación puede convertirse en una confabulación si el terapeuta no entiende
el contexto de la derivación o no reflexiona sobre él. Una vez comprendido el
contexto es más fácil encarar con eficacia la dinámica de la familia, como también
la dinámica de la relación entre el terapeuta de origen y el que recibe el caso.
Poco a poco empecé a advertir que las derivaciones de los colegas podían
agruparse en categorías tales como “amistosa”, “hostil”, “de buena fe” y tramposa.
Para mí, una derivación amistosa proviene de un colega que básicamente me
aprecia o respeta mi trabajo, y que hace la derivación porque está realmente
estancado o por alguna otra razón legítima, como por ejemplo que el paciente
desee iniciar una terapia de familia i pareja. En estos casos no examino el
contexto de a derivación porque el colega derivador ya ha realizado una buena
parte del análisis. Por lo general el terapeuta amistoso me llama y me explica la
derivación, entonces yo acepto o no la derivación.
El contexto de la derivación hostil o tramposa requiere un examen mucho más
cuidadoso. Si el terapeuta no me aprecia o no respeta mi trabajo o es muy
competitivo hacía mí (o yo hacía él), entonces dirijo mi atención a la dinámica de la
derivación. En tales casos casi invariablemente entro en contacto con el terapeuta
antes de hablar con la familia, la pareja o persona, y trato de averiguar lo que está
aconteciendo.
A veces recibo una derivación ambigua, que también merece un examen
cuidadoso, por lo general la trato estratégicamente. Por ejemplo: Un paciente
llama para hacer una cita cuando yo le pregunto quién le dio mi nombre, o bien
menciona a un terapeuta de quien yo jamás he oído hablar o bien dice que “olvido”
el nombre de la persona que lo derivó. En este caso, el terapeuta de origen no
solo se ha negado a entrar en contacto conmigo sino que yo ni siquiera sé el
nombre, Cunado se produce una situación como esta le digo a la persona que
llama por teléfono que no conozco al terapeuta que pretende hacer la derivación y
le pido que averigüe su nombre y le diga que me llama. EN estos casos rara vez
recibo un segundo llamado, del terapeuta o del candidato a paciente.
Si una persona necesita ayuda, averigua el nombre del terapeuta que lo esta
derivando u obtiene algún otro dato. Las personas que se niegan a identificar el
origen de la derivación están jugando un juego en el cual yo no tengo interés en
participar.
Otra cuestión importante a considerar al hablar con el miembro (o los miembros)
de la familia durante la conversación telefónica yo trato de obtener una
comprensión no verbal (que en lo sucesivo llamaré analógica) del nivel de
ansiedad y de resistencia que hay en el sistema en cuestión. Obtengo esta
comprensión fundamentalmente a través del tono de voz de mi interlocutor y de la
descripción o el síntoma. Cuando mi tercer oído me dice que hay muy poca
ansiedad, indago algo más acerca de por qué me llaman y de lo que la familia
quiere. En estas situaciones suelo enterarme de que no es la familia la que está
ansiosa sino el terapeuta de origen. A veces el tratamiento importa más que el
terapeuta.
Evaluación de la resistencia
Hay muchas maneras de detectar la resistencia durante la conversación telefónica
inicial. A veces esta resistencia se manifestará sutil, otra, no tanto.
Una de mis expresiones de resistencia favorita es una llamada inicial desde un
teléfono público. Las personas con problemas que quieren iniciar un tratamiento
no llaman desde una cabina telefónica, a menos que sea paranoides y crean que
su teléfono esta intervenido.
Hay también otra expresión de resistencia que aprecio, cuando el que llama trata
de ponerme en aprietos interrogándome sobre mis títulos y mis antecedentes.
Siempre respondo a estas preguntas amablemente y por lo general con eso basta.
La resistencia a la psicoterapia puede ser evaluada por la calidad de la entrevista
telefónica inicial, como también por algunas de las preguntas que el futuro
paciente formula. A veces esta información se expresa en una forma sutil y no
verbal, otras veces la resistencia es evidente. En alguna medida, la forma en que
el terapeuta encara esta resistencia durante la primera conversación telefónica
determinará el resultado de la terapia.
Una de las cosas que tengo en cuenta mientras recojo información durante la
conversación telefónica es si la familia o el paciente están “maduros” para el
tratamiento. Evalúo el grado de ansiedad y desdicha del que llama y también sila
ansiedad es mayor que la resistencia al cambio. Cuando hay más ansiedad que
resistencia doy una cita. En caso contrario, no hago una cita sino que doy una
explicación estratégica en el sentido de que a mi juicio la persona no está aún
preparada para la terapia o que se deben cumplir otras condiciones antes de
iniciarla.
El tiempo de demora en llamar me indica el nivel de ansiedad de la familia.
Averiguar honorarios es una expresión más del bajo nivel de ansiedad.
Las familias que realmente quieren ser ayudadas no se molestan por la grabación
en video, puesto que solo se usa para fines profesionales de consulta.
Solo cuando la familia necesita al terapeuta más que este a la familia, el cambio
se da en condiciones óptimas.
¿Qué miembros de la familia son invitados a la primera sesión?
Una vez que se ha obtenido la información clínica por medio de la llamada
telefónica inicial y se han completado maniobras previas al tratamiento para tomar
posiciones, el paso siguiente consiste en decidir a qué miembro de la familia se
invitara a la primera sesión. En este punto se toman decisiones importantes, así
también la reacción del terapeuta ante la familia son cuestiones que determinarán,
en parte, si el tratamiento ha de empezar y cuál será el resultado que se obtenga.
Cuando el terapeuta resuelve trabajar sin algunas familias invariablemente la
eficacia terapéutica disminuye porque solo se le permite al terapeuta ver a la parte
del sistema familiar que la familia decide mostrar. Cuando el terapeuta accede a
ver a una sola parte de la familia se convierte en cómplice de la confabulación
familiar. Y las que no pueden o no desean hacerlo necesitan tiempo para madurar,
todavía no están preparadas para el tratamiento.
Las familias que desean iniciar el tratamiento se las arreglan para llevar a todos
los familiares en la primera sesión.
Trabajar solo con algunos familiares reduce no solo la flexibilidad terapéutica sino
también la eficiencia clínica necesaria para hacer cambiar a las familias difíciles.
Mientras más familiares hay en una sala, más información se recoge acerca del
funcionamiento del sistema familiar. Además, cuando todos están presentes es
posible hacer numerosas intervenciones, rituales e interpretaciones.
Entrevistar solo a algunos da por resultado una confabulación entre el terapeuta y
la familia, lo que a su vez hace que el terapeuta estabilice a la familia en vez de
modificarla. Es necesario recordar que la negativa de un terapeuta a realizar la
primera sesión sin presencia de todos siempre le deja a la familia la posibilidad de
ver a un terapeuta que aceptará sus condiciones. Muchas veces la familia sale en
busca del terapeuta que se adaptará a ella. Lo que importa es que el terapeuta
serio, a quien le interesa cambiar la situación y no estabilizarla, no tiene por qué ni
ética ni clínicamente adaptarse al plan de la familia.
Las maniobras previas a la primera sesión
Una vez que ha tenido lugar la conversación telefónica inicial y se han establecido
las condiciones en las cuales los miembros de la familia acudirán a la primera
sesión, as maniobras previas al tratamiento están lejos de haber terminado.
Algunas familias son muy emprendedoras y disponen de numerosos medios para
impedir el acceso a la primera sesión:
- No asistir
- Otra maniobra de resistencia con la que me he enfrentado gira alrededor de
la fecha y la hora de la primera sesión.
- Otra variante de la resistencia se produce cuando la familia hace una cita y
no asiste a ella.
Es importante que el terapeuta distinga entre lo que es resistencia y lo que no lo
es y actué en consecuencia.
CAPÍTULO II
Captar Familias
Cuando una familia, ya sea resistente o no inicia un tratamiento, inicia a su vez
una relación con su terapeuta, que dependerá de lo que la familia muestre y el
terapeuta haga.
El grupo de Milán da a entender con frecuencia que lo que la familia muestra es
una maniobra o una actitud hacia afuera y no lo que lo que realmente la familia es,
siente o piensa. Pensar de esta manera le ayuda al terapeuta a una mejor
comprensión del tratamiento y un mayor control sobre él.
Existen muchas actitudes terapéuticas posibles, el autor expresa que cuando inicia
una terapia con una familia resistente se une a ella de todas las maneras posibles.
Por ejemplo en la entrevista inicial cuando la familia comenta su historia subraya
puntualmente todas las similitudes entre la familia y yo como terapeuta, que
implican situaciones como un pasado similar, estructura familiar parecida,
intereses, gustos o nivel cultural semejante o si tienen un sentido del humor
extravagante en común o una afición que sea del agrado de ambos.
El terapeuta deberá aprender a vincularse con las familias pero a su vez
permaneciendo emocionalmente ajenos a ella, a esto se le conoce como
metaposición.
Queda claro que el terapeuta no deberá formar parte de la afectividad emocional,
parece contradictorio, pero si se analiza a profundidad no lo es.
El terapeuta deberá estar consiente que estas son maniobras que utilizara la
familia así que es menos probable que se deje sobresaltar o engañar por algún
miembro de la familia. Si el terapeuta tiene una filosofía de no tomarse las cosas
muy en serio tendrá grandes posibilidades de que esta situación se vea limitada.
Captación por medio del jiu- jitsu
En la terapia es el intento del terapeuta de sacar ventaja de una situación de
elevada ansiedad, reduciendo la ambivalencia respecto al tratamiento y haciendo
a su vez descender el nivel de resistencia de la familia.
Cuando se percibe la resistencia de la familia el terapeuta se hace a un lado, lo
cual da por resultado, el impulso de la familia contra el tratamiento y la precipite a
ésta en los brazos del terapeuta.
El autor se refiere a una analogía sobre “escuchar más la musica que la letra de la
opera familiar” y prestar mucha atención solamente a la musica cuando “exista
una contradicción entre musica y letra”. Es decir si las analogías no verbales no
encajan con las palabras se descarta el contenido explícito de lo que se dice.
Manifiesta que su cálida y afectuosa respuesta inicial a esas maniobras las
confunde totalmente, les está diciendo entre líneas que su exhibición no les servirá
de nada. Así que cuando los miembros de las familias se alejan de sus
extravagancias la competencia hacia el terapeuta aumenta y los vincula
directamente al tratamiento.
Captación con reencuadre, intriga y misterio
El reencuadre se refiere al proceso como una especie de connotación positiva
según Palazzoli y el grupo de Milán.
Se produce cuando el terapeuta ofrece una nueva manera de mirar algo, y si este
reencuadre le es presentado al paciente como un modo coherente a su pensar
actuar y organizar su vida, es muy probable que el reencuadre sea aceptado, ya
que se habla de lenguaje del paciente. Esto en sí mismo tiene un enorme poder
terapéutico, ya que no solamente se cambia la percepción, sino también la
afectividad asociada a ella. Y con frecuencia a este cambio de percepción le sigue
un cambio de comportamiento.
Así que las implicancias terapéuticas del reencuadre son muy poderosas,
independientemente de la teoría terapéutica dentro de la cual se use.
Si el reencuadre no es sistémicamente verdadero probablemente tendrá un menor
poder terapéutico, es una explicación alternativa de una situación penosa e
inexplicable. Si un paciente o familia responden favorablemente a u reencuadre se
produce un movimiento hacia el terapeuta y la terapia.
Cuando el reencuadre es positivo el poder terapéutico y la capacidad de captación
aumentan.
Es como si las personas puedan explicar naturalmente sus mundos mirando el
lado inferior o negativo en una posición circular en vez de atender o mirar hacia el
lado superior o positivo, esta nueva perspectiva informa al paciente acerca de la
existencia del otro lado del ciclo. Se podría dar que lo que signifique una
connotación positiva para algún miembro de la familia, sea negativa para otro., y
puedan rechazar esta interpretación.
La captación inherente a la intriga se da cuando el terapeuta hace algunas
intervenciones paradójicas para lograr cautivar o inducir a una familia a cambiar.
Cuando se utiliza esta técnica las familias se acercaran al tratamiento, del mismo
modo que los lectores o espectadores se acercan a una buena novela o una
excelente película.
Captación por la danza de los siete velos
Se desarrolla cuando las familias experimentan una considerable ambivalencia
sobre si se comprometerán o no a hacer terapia familiar., las mismas familias
temen que esto impulse a los miembros a dejar la terapia. Al implementar
cambios, en las dinámicas familiares.
El miedo a la partida puede tomar forma de enfermedad, depresión o psicosis, y
esta danza implica que el terapeuta adopte una posición simétrica respecto de la
actitud ambivalente de la familia, cuando la familia dice “queremos que nos ayude
pero no queremos que nos cambie” el terapeuta les responde “me gustaría
ayudarlos pero no estoy seguro de poder…” ya que aquí se refleja la primera
actitud de la familia con su compromiso para con el tratamiento. El terapeuta
experimentado sabe cuándo la familia está realmente ansiosa por el síntoma y
cuando no, si se percibe poca ansiedad tendrá escaso poder para inducir al
cambio.
Las escisiones ambivalentes de la familia respecto al tratamiento se reflejan en
las escisiones terapéuticas expresadas en el mensaje. La primera se podría dar
entre o los terapeutas y el equipo si van en direcciones diferentes, la segunda va
en función de que los padres no se quieran someter al tratamiento ya que los hijos
“no colaboraran” y la tercera en función de que la familia desea el tratamiento pero
no querrán poner en duda sus lealtades aunque esto implique el éxito del
tratamiento.
Para esto inicialmente no le llamaran a las primeras sesiones terapia sino más
bien conversatorios consultas, reuniones familiares o similares para reducir
suficientemente la resistencia.
Así que se pueden dar combinaciones entre la danza de los siete velos otras
prescripciones del sistema que mantengan el síntoma a fin de que la poca
importancia que se le dé al síntoma incidirá directamente en que este se reduzca.
Es una técnica difícil de utilizar y surge de la información analógica recogida en la
entrevista inicial. Cuando la familia se encuentra muy ansiosa por el problema se
recomienda no utilizar esta danza., tampoco cuando hay una ansiedad mínima en
el sistema familiar.
La danza intenta reducir la resistencia al síntoma y encaminar a la familia hacia el
tratamiento, el terapeuta y finalmente el cambio.
CAPITULO 3
FORMULACION DE HIPOTESIS CLINICAS
Las hipótesis son un conjunto de suposiciones temporales que se formulan a
partir de una serie de datos que el investigador recolecta por diferentes medios,
como lo es la entrevista, observaciones y por medio de lenguaje no verbal. Estas
hipótesis pueden ser confirmadas cuando los datos concuerdan y la reafirman o
pueden ser descartadas y formularse nuevas.
Estas se pueden formar desde el momento de la llamada telefónica con ella el
terapeuta puede generar un genograma familiar para con ello poder observar que
está generando el síntoma en la familia y así decidir cuales personas de ese
núcleo familiar deben asistir a la primer sesión. Al igual que se puede formular una
hipótesis al indagar acerca de los tratamientos fallidos que han tenido las familias
en sus antiguos procesos o si por el contrario no han asistido a alguno.
Cuando en la primera sesión se incorporan mas miembros del sistema nuclear
el terapeuta logra:
Reunir los personajes principales.
Mayor cantidad de información para verificar la hipótesis clínica.
Mas oportunidad de cambiar a la familia.
Las hipótesis clínicas tienen muchas funciones útiles para los terapeutas de
familia:
Orienta al terapeuta hacia la obtención activa de información de manera
sistemática.
Esencial flexibilidad de ser tentativa (cambiante).
Permite al terapeuta mantener la necesaria distancia emocional respecto
del sistema afectivo familiar.
SUPUESTOS PARA LA FORMULACION DE HIPOTESIS
Estos supuestos sirven para formulas hipótesis clínicas más específicas acerca
de síntomas determinados en una familia y que sirven para buscar una guía de
como modificar el sistema familiar que los presenten, encontramos:
Todos los síntomas de los hijos reflejan alguna disfunción conyugal
Mientras más grave es el síntoma del hijo, más intenso y resistente es el
conflicto conyugal
Mientras más encubierto este el conflicto conyugal, más resistente al
cambio será el sistema familiar.
Sólo se puede estar casado con una persona por vez.
Los cónyuges están igualmente confundidos o fusionados con sus
respectivas familias de origen.
Las personas incapaces de vincularse o de establecer relaciones estables
con otros están aún casadas con sus progenitores, y más bien con sus
madres que con sus padres.
La díada no existe.
PREGUNTAS ACERCA DE LOS SINTOMAS
Watzlawick, Weaklan y Fisch formularo una guía en donde se puede reunir
una cantidad de información importante acerca del sistema familiar con respecto al
síntomas y a las soluciones intentadas por la familia.
Se puede utilizar el modelo de palo Alto con el cual se puede obtener la
percepción de cada uno de los miembros del sistemas familiar en ese momento
acerca de cómo están organizados alrededor del síntoma y de cuáles son las
formas con las que han intentado resolver el problema. Este modelo afirma que
como la familia se organiza alrededor del síntoma es una metáfora de cómo se
organiza en realidad.
El interrogatorio presentado por este grupo inicia con preguntas dirigidas a
cada uno de los miembros de la familia para poder identificar al paciente
identificado, esta pregunta es muy movilizadora en el sistema ya que con ella se
logra ver si hay más de un paciente identificado dentro del sistema familiar, sin
embargo se puede presentar que alguno de estos miembros decida no participar
en la conversación y no responder a las preguntas lo quue debe de ser respetado
por el terapeuta el cual no debe ejercer presión y dejar hasta que estén
preparados para hacerlo.
Se procede a entender que produce el síntoma en ese grupo familiar y el grado
de ansiedad que hay en ese sistema por los diferentes motivos de los cuales se
están hablando, debe de quedar claro cuál es la fuente funcional de esa ansiedad
para empezar a producir un cambio. El hablar acerca del síntoma, sus funciones
en la familia, como lo vive cada persona, que piensa de este en el problema,
brinda información importante sobre alianzas, coaliciones abiertas o encubiertas.
Para poder tener una idea acerca de cuál miembro está más preocupado por el
problema familiar se pide a cada uno clasificar a cada miembro de la familia del
más preocupado al menos preocupado, lo que le va a generar al terapeuta
información útil para entender mas el sistema y medir el grado de ansiedad de
cada uno.
Se deben de formular preguntas con las cuales el terapeuta pueda tener un
panorama más exacto del momento en que el síntoma inicio, esto se logra
determinando el mes y el año de llegadas, de nacimientos, adopciones,
matrimonios, al igual que las partidas como muertes, fracasos, enfermedades o
divorcios. Esto con el fin de observar el cambio que estas situaciones pudieron
generar para la aparición del síntoma.
Se busca integrar a todos los miembros de la familia buscando que todos
expliquen el problema desde su punto de vista individual, para poder observar los
estilos de pensamiento “lógico”, sus pensamientos, sentimientos y el lenguaje que
utiliza desde su propio mundo. Esto le permite al terapeuta en el momento de
realizar sus rituales utilizar ese lenguaje de la familia para poder generar un mejor
trabajo con ellos y así favorecer al cambio.
Las soluciones intentadas también representan un aparte fundamental de
conocer durante el proceso de elaboración de hipótesis y del proceso de
entrevista, ya que la manera en la que la familia intente resolver el problema que
se manifestó es una metáfora de la forma de organización. Se le pide a la familia
que de una descripción lo más amplia posible de lo que se intento, quien o intento
y durante cuánto tiempo se estuvo realizando, involucrar a cada persona que
conforma el sistema a expresar que piensa de esas soluciones y pedir que brinde
una descripción de lo que se logro cambiar con ese intento y de las cosas que
impedían ese cambio, con esto se puede buscar otra alternativa a la solución
intentada.
Se puede enfrentar a la familia exponiéndole qué consecuencias puede traer el
síntoma en el sistema si este empeorase o mejorase, esto con el fin de que
generen consciencia de las consecuencias negativas que este síntoma genera en
los miembros de la familia.
LOS OBJETIVOS DE LA FAMILIA
La determinación de lo que la familia espera obtener de la terapia le brinda al
terapeuta un la idea de la organización de ese sistema, el establecer estos
objetivos tiene la función de explicar a la familia que el trabajo va a ser breve y que
deben de poner de su parte porque las sesiones no serán para siempre y buscar
un compromiso en la consecución de ese objetivo.
CAPÍTULO IV
Uso y abuso de los equipos
Cuando se trabaja en terapia familiar sistémica con un equipo de terapeutas este
puede sufrir algunos cambios a los largo del proceso, de igual forma se podrán
encontrar ventajas y desventajas dentro de la formación profesional como dentro
del tratamiento elaborado por el equipo para atacar la conducta del sistema.
Dentro de las ventajas del trabajo en equipo desde la perspectiva de la formación
profesional podemos encontrar que el trabajo en equipo facilita el crecimiento
profesional de cada uno de los terapeutas al escuchar las propuestas de los
demás colegas, así como un aumento en la creatividad para formular nuevas
propuestas de intervención de una forma más activa y compleja, además de
aprender a tener una visión global del contexto familiar y valorar los detalles más
meticulosos que se den dentro del escenario terapéutico (comunicación analógica
y comunicación digital). El trabajo en equipo es una fuente que le proporciona
seguridad al terapeuta que esta más allá del vidrio.
Para Joel S. Bergman dentro de las ventajas del trabajo en equipo desde la
perspectiva del tratamiento el terapeuta se ve favorecido por que la familia tiene
una dificultad mayor para arrastrar emocionalmente dentro del sistema familiar al
terapeuta, además le da un sentido de libertad y confianza para poder zambullirse
dentro de los aspectos más profundo de ese sistema, unirse a la familia y jugar
con ellos ya que es consciente de que en última instancia el equipo elaborará una
intervención fuerte y eficaz.
Otra de las ventajas de trabajar con un equipo de terapeutas es que la variedad de
criterios y diferentes formas de intervención da como resultado en las familias
más difíciles y resistentes una intervención más acertada.
La importancia de un equipo real dentro del trabajo terapeuta tiene un gran valor
en el momento que el terapeuta da mensajes a las familias resistentes; un
mensaje que se puede utilizar cuando existe un equipo real trabajando detrás de
la terapia es: -Yo el terapeuta deseo ayudarlos, pero el equipo piensa que el
cambio sería peligroso para esta familia. Esto da como resultado que la familia vea
como un desafío demostrarle al equipo que ellos pueden cambiar, optando por
eliminar el síntoma, lo que debe de suceder cuando el tratamiento va por buen
camino.
A pesar de que el trabajo en equipo tiene una gama de ventajas también podemos
encontrar en su aplicación ciertos contras como lo son, la dependencia que se
desarrolla por parte del terapeuta hacia el equipo, lo que le va a imposibilitar hacer
intervenciones creativas sin la ayuda del equipo.
Dentro de las desventajas del trabajo en equipo desde la perspectiva del
tratamiento podemos encontrarnos que los conflictos o ansiedades entre los
coterapeutas, equipo y terapeutas afecten a la familia en tratamiento ya que estos
conflictos generan que las formas de intervención sean impuestas por algunos
miembros.
Cuando el equipo no resuelve los conflictos que existen entre ellos, los equipos
podrían terminar separándose ya que el tratamiento pierde eficacia o el trabajo se
hace aburrido y penoso. Dichos conflictos se dan generalmente por problemas
como competitividad, reciprocidad, complementación etc.
Otro de los peligros del trabajo en equipo es la tendencia a elaborar intervenciones
que van más allá de las necesidades del sistema familiar, cuando en ocasiones es
necesario solo una intervención simple y concisa.
Aspectos que ayudaran en la conservación de la vida de un equipo.
Todos los meses, designar a uno de los terapeutas como chivo emisario del
equipo.
Este capítulo investiga las diversas maneras estratégicas posibles para
rescatar a las víctimas de sus situaciones penosas.
Trabajar con la familia más imposible, resistente y terrorífica para sacar la
competitividad del equipo y trasladarla a la familia.
Trabajar en un contexto despectivo y hostil mantendrá al equipo unido
durante más tiempo.
Elegir a los miembros del equipo en función de su desarrollo cerebral
(desarrollo de una parte especifica del cerebro, hemisferios, predomino del
mesencéfalo, otra de predominio del tallo cerebral).
CAPÍTULO V
De acuerdo a la experiencia de la autora en cuanto a los Sistemas: VÍCTIMA
1. Cada vez más pacientes asumen posición de víctima
2. el otro es visto por la víctima como el “asesino” 3. V, suelen manifestar vulnerabilidad, ser sensibles, anteponen necesidades de otros a
las suyas, necesitan aprobación de los demás, que ser capaces de aprobar. 4. Siente ira, frustración, y dolor = resultado de asumirse como víctima. (no sabe quién
es, ni lo que quiere, están vueltas hacia lo demás)
“ASESINO” es vulnerable igual que la víctima, pero vulnerabilidad e inseguridad
están ocultas o manifiestan por comportamientos hostiles, etc.
FRANCOTIRADORES: cuando el francotirador es incapaz de soportar
la intolerable carga de frustración y de ira, dispara contra lo demás, si estos
son vulnerables y están distraídos.
EN LA “REALIDAD” TANTO ASESIONES COMO FRANCOTIRADORES
SON VICTIMAS.
A los F y A se les entenderá mejor si se les considera como la percepción que
la víctima tiene de los demás en determinado contexto. A los F y A, las victimas
los visualizan capaces de causarles daño.
Concesiones al pensamiento lineal
Experiencia autora:
-persona se llega a convertir en V cuando ha estado sujeta tempranamente a
un medio ambiente agresivo.
-Ante un ambiente agresivo, el menor se retrae emocional y físicamente,
siendo este el primer paso para convertirse en una buena víctima. Terminado
por ser una pauta que se utiliza ante para enfrentar otras formas de ansiedad
en contextos sociales y la victima aprender a retirarse y reaccionar, pero no
actuar. (Ponerse a salvo llega a ser más importante que satisfacer los deseos
de lo demás)
-victima atribuye el poder al otro, porque no perciben la confabulación víctima-
asesino.
Las víctimas en su contexto
Contexto interpersonal en que tiene lugar la “victimización”. Principales contexto de relación según Jackson:
1. Relación complementaria: donde existe un consentimiento mutuo, explicito encubierto, entre dos personas: “seré indefenso y tú me cuidaras” (acuerdo encubierto entre una pareja) Relación paralela = quip pro quo que actúa con un acuerdo mutuo tácito de control y poder.
2. Relaciones simétricas: aquí comienza a producirse la victimización. Cuando hay escaso o ningún acuerdo acerca de las posiciones de inferioridad o superioridad. Ambas partes terminan por ser víctimas.
Uno de los objetivos del tratamiento con víctimas es proporcionarles la experiencia de salir de la situación de inferioridad. (Establecer una relación de igualdad o de superioridad con otros) ellos empiezan a disfrutar del ejercicio de poder, sus derechos, y sus privilegios. -salir de su posición de inferioridad/ iniciar en la dinámica de relaciones personales/ t. ayuda a ser más responsables a adoptar actitudes de afirmación de su “yo”, a dejar de participar inconscientemente en ceremonias donde hay víctimas y victimarios.
3. “Escalada del sacrificio”: confrontación de dos inferiores. Extrema posición de inferioridad, y mantenerla, contrayendo una enfermedad grave o muriendo.
Como ayudar a las víctimas a cambiar
-Señalar que están asumiendo la posición de V, esto conlleva tres consecuencias:
1. como la v son reactivas, al señalarles su posición, esto comienza a sacarles de esa p.
2. manera esperanzadora de describir la situación (sufrimiento temporario)
3. Subrayarles que ellas colaboran para serlo. (Posibilidad de actuar de manera diferente)
El paciente desde la posición de víctima tiene más posibilidades de evitar lo que no quieren
que de obtener lo que desean.
Cuando hay pacientes que niegan todo, que evitan, la autora dice que insiste y trata de
demostrarles su posición (están actuando como víctimas) y la perseverancia puede dar frutos. Pero
cuando la insistencia no funciona, ella se dedica a la resistencia. (Indicarle a la víctima que siga
adoptando a misma actitud puede ayudar a sacarla de su situación, siempre que la prescripción
sea correcta y esté formulada en un lenguaje eficaz. Poderoso ritual ¿?
Si la victima acepta que está colocado en esa situación, se le dan “deberes para la casa” o rituales.
-el humor y lo exagerado de la tarea indica empiezan a desintoxicar el sistema, librando los
paciente de la ansiedad asociada al cambio. Casi siempre la tarea elegida por la victima basta para
empezar a sacarle de su situación.
COMO AYUDAR A LAS VICTIMAS A HABERSELAS CON LOS ASESINOS
-Es importante descubrir dónde y cómo estas personas se sienten en situación de inferioridad.
-el terapeuta debe rastrear cuidadosamente ese algo, ese algo que la víctima ve en el asesino le
genera inseguridad. En el momento que el terapeuta comprende la danza, es suficiente para
revertir la posición o la respuesta, enmarcándola debidamente.
La victimización suele equilibrarse en una pareja del siguiente modo: romper el círculo vicioso, informar a los dos que ambo son víctimas en esta danza emocional y que ninguno comprende la misma, ni tiene control sobre ella. Uno de los objetivos es enseñarles a los pacientes a hacerse cargo de la danza en vez de permitir que ésta controle su relación.
-un reenmarque útil y fuerte es decirle a la víctima que probablemente el presunto asesino es más
inseguro y vulnerable que ella misma y que sus acciones pueden ser el resultado de ello mismo.
Una prescripción de reenmarque: Victima = activa en vez reactiva
-al prescribirle a la víctima una reversión, se deben de tomar en cuenta tres factores:
El terapeuta debe describir el grado de importancia que tiene el asesino para la
víctima y si ésta quiere mantener si vinculación con aquel. (salir de la situación/
desvincularse)
Control del tiempo: mientras más rápida sea la respuesta al ataque, mejor.
Involucra la eficacia de los enfoques directos o “derechos” en esta relación tan
particular. Responder con exclamaciones como: “!basta ya de ataques” “!ay, aya”,
¡no puedes hablarme asi!” (a veces el asesino escucha, pero a veces no) cuando
pasa lo segundo, se hace necesaria una intervención más fuerte, como por ejemplo
una inversión de la respuesta de la víctima. (trasferir ansiedad)
COMO AYUDAR A LAS VICTIMAS A HABERSELAS CON FRANCOTIRADORES
-Los F son más difíciles de manejar que los A, porque son difíciles de identificar, ya porque solo
atacan de vez en cuando, (ataque inesperado) cuando ya no pueden contener su ira, y hieren con
rapidez.
Pasos para habérselas con los F:
Identificarlos
Reducir el tiempo de reacción de la víctima neutralizan el ataque
Utilizar confusión y humor = elaborar una respuesta que no exija pensar ¡besos!
CAPÍTULO VI
ALGUNOS RITUALES Y METÁFORAS FAVORITAS
Algunos rituales son generales y pueden ser usados por otros terapeutas
para otras situaciones. La información verbal proporcionada por la familia y
utilizada por el terapeuta, para la elaboración de los rituales no es fácil de describir
pero si de mucha importancia.
Alguno de los rituales que el autor comparte (serán desarrollados de manera
representativa)
Antídoto para la maniobra expresada como “voy a meter la cabeza en
el horno y abrir el gas”: el resultado de este ritual fue lograr colocar al
profesor en una situación favorable, anteriormente se encontraba en una
situación desventajosa; si se iba a Paris (cosa que deseaba hacer) su
madre se suicidaría. Si se quedaba en Nueva York para conservar viva a su
madre, no podría ir a Francia y lo lamentaría. Si la madre se suicidaba, él
estaría seguro de que por lo menos moriría sabiendo que él la quería. Si no
se suicidaba, él conservaría su ventaja porque la podría volver a expresarle
su cariño.
Una de las mejores victimas que he conocido en muchos años: Fred
cumplió con el ritual y lo encontró útil. Dejo de sentirse responsable por
todo el sufrimiento del mundo y decidió que su destino ya no era obtener
migajas de las otras personas y poner constantemente a los demás por
encima de sus propios intereses.
Se necesitan dos para bailar un tango: decirle a la madre que había
recibido su supuesto mensaje fue una acción que logró sacarlo d la
posición de víctima. Al decirle que había recibido un mensaje inexistente, la
desconcertó. Por otra parte, metafóricamente estaba diciéndole que él
sabía que mentía; al invertir la situación y decirle que había recibió el
mensaje, su única manera de reaccionar habría sido confesar que nunca
había dejado tal mensaje. Pero su lo hacía tendría que admitir que no había
dicho la verdad; y ella nunca haría eso. La intervención permitió mantener
una actitud activa, encarar la danza de un modo diferente y permanecer en
contacto con la madre; en una palabra, cambio la situación de los dos
danzarines.
Un memo para mi hermano: esta intervención cambio la posición en la
danza: de pasiva, reactiva e iracunda a activa, con un abordaje directo de la
maniobra que le permitió mantener el contacto con el otro en vez de
distanciarse. Otra consecuencia posible de esta intervención es que se dio
cuenta que el hermano lo acosa simulando perseguirlo, cuando es posible
que a veces ni siquiera tenía ganas de verlo.
Ritual para una solterona: el ritual hizo comprender que en su fuero más
íntimo ella seria siempre joven y alegre, y que por lo tanto no tenía que
preocuparse por el resto. Y lo más importante aún, se relajó acerca del
compromiso matrimonial. Poco después se casaron.
¡Toma otro trago, querido!: este ritual es utilizado cada vez que la terapia
parece congelarse a cierta altura. El congelamiento consiste en que uno de
los cónyuges acuse constantemente al otro por su adicción al alcohol o a
drogas diversas y esté obsesionado por ese problema. Mientras el
tratamiento deba centrarse en esta interacción, poco podrá avanzarse hacia
el cambio. En estos casos se le explica a la pareja que el adicto está
absorbiendo la tensión de la relación y que más bien habría que
agradecerle en vez de culparlo. Después se le sugiere al cónyuge no adicto
que la próxima vez que se sienta ansioso le ofrezca al adicto un trago, un
cigarrillo de marihuana, o una dosis d cocaína o lo que acostumbre a
consumir.
En la siguiente sesión la pareja discutió acaloradamente, y el tratamiento
dejo de estar centrado en la bebida. Dos días después el marido dejo de
beber y se desencadenó una lucha abierta en la pareja. Y eso es
exactamente lo que se busca con este ritual ya que d este modo se puede
trabajar sobre los problemas conyugales que ya no estaban camuflados ni
congelados en forma de un problema de alcoholismo.
Tuve un sueño: el objetivo de este ritual consistió en que la mujer se diera
cuenta a quien realmente estaba protegiendo.
Comer en vez de atormentar a los hijos: después de semanas la
atención de los padres ya no estaba centrada en cris por el contrario ambos
estaban centrados en Daniel. Se notaron discrepancias de los padres con
respecto a la crianza de sus hijos, no estaban de acuerdo en nada. La
pareja estaba concentrada en el síntoma del niño, no habían solicitado
terapia de pareja y sus discrepancias explicitas eran sobre su condición de
padres y no pareja y era muy probable que continuaran totalmente en los
hijos y no ellos mismos.
“¡Querida es hora de practicar la rabia!”
Caso:
Se trata de una pareja en la cual el marido obeso y sexualmente indiferente con su
mujer, furioso con ella y había guardado pequeños resentimientos, incapaz de
expresar su ira.
Provenía de una familia en la que se había desalentado la verbalización de la ira y
la pareja había hecho un pacto de proteger a la esposa.
Ella en cambio verbalmente muy crítica con su marido, el la escuchaba en silencio
y se encolerizaba por dentro.
Acciones del terapeuta:
Refirió que entre más lo criticara más improbable era que hicieran el amor.
No funciono
Tarea: días pares el expresaría directamente su ira y ella le ayudaría
planteándole exigencias absurdas y criticándolo. Impares, la esposa lo
criticaría pero por cosas reales.
Resultados:
Efecto paradójico sobre la esposa, le resultaba difícil plantear exigencias
caprichosas y criticas reales, porque eran impuestas por el terapeuta.
Al disminuir las críticas y la ira normal del señor la danza cambio, aumento
la frecuencia de las relaciones sexuales y el marido comenzó a sentirse
fuerte.
“Rituales para gente indefensa”
Muchos pretenden que el terapeuta tome decisiones por ellos, entonces cuando
insisten debemos usar la picardía y el sentido del humor.
Acciones del terapeuta:
Escudo o corona
Hagan una encuesta e indaguen a amigos, familiares, vecinos…
Con el número de la lotería, par e impar
Resultado:
Al ver lo absurdo y fuerte de la idea del terapeuta desistirá en su decisión de que
el terapeuta decida por el
Y se dará el mensaje que mientras siga vacilando su futuro podrá ser decidido por
el azar. Se impulsara a decidir por sí mismo.
“Una moneda por tus problemas”
Hija que insultaba a su madre por que el padre tenía dificultades para hacerlo el.
Acciones:
Cada vez que la hija estuviera sintomática, le diera una moneda sin decir
una palabra.
Decir gracias al paciente identificado.
Resultados:
Convertir lo encubierto en explicitó. Se modifican las reglas y se elimina el
síntoma
Resulta odioso y termina por expulsarlo de su matrimonio y empiezan a
asumir la responsabilidad de sus problemas conyugales.
“Ritual de anulación”
Es para eliminar resentimientos. Todas las noches en un lugar privado durante 5
minutos A le dirá a B como lo ofendió en el pasado, tranquilo, sin ira, sin culpar al
otro. B escuchara en silencio y no responderá hasta que A haya concluido, B
responderá “no me di cuenta de que te había herido, lo lamento y espero que
algún día me persones”. Y viceversa. Esto se hará en primera persona.
Se les explica que la ofensa se ha convertido en ira y está en acusación y ataque,
el ofendido se retrae inmediatamente y se vuelve sordo a las quejas de su
compañero.
Si no lo hacen se les puede pedir que hagan sus listas y se trabajan en sesión.
Resultados:
Deben ser responsables de lo que pasa. Al hablar en primera persona ayuda a
empezar a salir de la situación de víctima.
Hablan del tema y perdonan al enterarse que su conducta hirió al otro y que hay
rencores.
“Cuando necesites (hijo) realmente ese dinero puedes contar con nosotros
(padres)”
El problema es cuando se da una prolongada dependencia a esta ayuda. Ahora
bien existen los padres solidarios, por ejemplo para ayudar a sus hijos a comprar
una casa, pero es recomendados analizar esta frase con prudencia, ya que esta
frase puede ser únicamente un mito e incluso provocar separación y problemas
entre miembros de la familia.
“Como evitar ser controlado pos la necesidad de intimidad de otra persona”
Caso:
John dice que Mary siempre está siguiéndolo y exigiéndole intimidad y afecto.
Cuando Mary lo persigue él pone distancia y Mary lo acosa aún más. Y él se
siente culpable.
Acciones
Evidenciar la danza de la pareja. John pone distancia y Mary mantiene la
intimidad.
Conceder la intimidad a Mary
bien invertir papeles. Mary va a poner distancia y así John asumirá su
espacio e intimidad.
“Contraer seguros de vida para los seres queridos”
En parejas que alguno de los dos tiene alguna conducta autodestructiva y el otro
se preocupa en exceso. Es importante investigar el porqué de la conducta, por
ejemplo es vicioso porque esta absorbiendo demasiada presión.
Acciones:
Contratar seguros de vida
Y que se dedique a fijarse en otras personas.
Resultados:
Modifica hábitos
Saca a la esposa de la situación de quejosa e indefensión.
“Dar por terminado el tratamiento”
Caso:
Una paciente bulímica que su estado de salud era preocupante y se rehusaba a
realizarse exámenes médicos.
Acción:
Si no te realizas los exámenes no podremos seguir en terapia.
Caso:
Paciente con ideaciones suicidas.
Acción:
Se pide el número de teléfono de varios de sus familiares para ponerlos sobre
aviso. La paciente se rehúsa. Doy por terminado el proceso porque no puedo
trabajar en esas condiciones.
METAFORAS UILIZADAS POR EL AUTOR
Radar: para el PI
Submarinos: personas que se sienten inferiores a otras
Tanques: lentos y ruidosos también detectables y vulnerables
Conversación de colibrí: mantener una conversación sin decir nada por
30 minutos.
Conversación suave, suave: no toleran la negatividad o el dolor, por lo
que adoptan una actitud falsa que consiste en dar a entender que la vida es
sensacional, maravillosa u que uno la pasa espléndidamente todo el
tiempo.
Déjele su dinero a su cuñada: personas que trabajan duro y nunca se dan
un gusto. Algunos no tendrían inconveniente si fuera un pariente
consanguíneo.
Casarse con la más fea: escoger a alguien tan desagradable para que no
lo inviten a eventos familiares.
Barracudas: familias asesinas que devoran terapeutas y se mofan de eso
Porristas y jugadores: para hacer diferencia de que miembros adoptan los
síntomas.
El ciclo de los buenos chicos y las buenas chicas: para que sean ellos
mismos, y que dejen de intentar ser aceptados por la gente.
En chuflar un artefacto de 110 voltios en un en chufle de 120: para
parejas que quieren obtener de esa persona lo que solo podría obtener de
otras relaciones.
CAPÍTULO VII
Capítulo 7: Mantener a flote en aguas peligrosas
Existen diferentes situaciones donde los terapeutas experimentan ansiedad con
respecto al caso clínico. Uno de estas situaciones se puede originar tras la
amenaza suicida de un paciente, situación que muchos terapeutas no llegan a
manejar y se produce una inmovilización del terapeuta.
Cómo poner a las familias en alerta de suicidio.
Desde el enfoque del autor, es importante ver la amenaza desde un punto de vista
sistémico. “Veo una amenaza de suicidio del mismo modo que a cualquier otro
síntoma dentro de un sistema (…) es un intento de mantener el equilibrio de un
sistema”. Una amenaza de suicidio nos afirma que el paciente intenta crecer y
separarse, y al mismo tiempo proteger a la familia. Muchas de estas amenazas se
suelen presentar ante la percepción del cambio dentro del sistema familiar.
Para un terapeuta es peligroso y anti terapéutico sentirse o hacerse responsable
del paciente que amenaza con suicidarse mientras está en tratamiento. Es
importante que el terapeuta tenga cuidado de no caer en mantener cierta forma de
homeostasis en la familia, y saber actuar cuando esto se produce. El plan de
algunos pacientes suicidas es detener o demorar el cambio. La amenaza de
suicidio puede generar ansiedad e inmovilizar al terapeuta.
Los terapeutas experimentados conocen la diferencia cuando se trata de una
maniobra y un mensaje dirigido al terapeuta, y cuando se trata de algo real. Es
importante que el terapeuta no se vea como salvador dentro del sistema familia.
Según el autor, como terapeuta “mi trabajo consiste en enseñar a las personas a
cuidar de sí mismas”.
Una opción accesible para el terapeuta en caso de amenaza de suicidio, es hablar
de hospitalización o realmente hospitalizar al paciente. Con esto el terapeuta
puede ganar posición lanzando una advertencia y desplazando la ansiedad al
paciente.
El ritual de alerta de suicidio.
Dicho ritual consiste en avisar a la familia que el paciente amenaza con suicidarse,
y que debe ser vigilado las 24 horas hasta que desaparezca el peligro. Es
importante avisar antes al paciente de dicha alerta. Al igual el autor afirma que la
terapia pasaría a ser terapia de pareja o familia.
Alertar a la familia puede hacer que la ansiedad que puede generar se desplace
hacía la paciente al no querer que su familia se dé cuenta de dicha situación.
Posibilidad de la alerta suicida en la familia.
La terapia se transforma a terapia de pareja o familia. Es la familia y no el
terapeuta la responsable de vigilar y asegurarse del paciente, así la ansiedad se
distribuye entre los miembros de la familia.
Entre los efectos que puede llegar a ocasionar dicha alerta, se destaca la
generación responsabilidad en los familiares y así que se logren ocupar de los
problemas esenciales. Al igual, hacer vigilancia de 24 horas puede desembocar
otras situaciones relacionadas con el conflicto oculto en la familia.
Cuando el paciente no mantiene relación con ningún familiar se recure a la teoría,
según el autor, donde todos los síntomas son contextuales. Por lo tanto se puede
recurrir a vecinos, comunidad, trabajo, organizaciones. Como último se puede
llamar a la policía. Cuando la persona con amenazas suicidadas no desean llevar
ni están interesadas en terapia, la situación de amenaza de suicidio pasa a
convertirse en un problema policial.
Si no se tiene absoluto control de la situación se debe hacer todo lo necesario
para que el paciente no sufra daño alguno.
Como reducir la ansiedad del terapeuta.
Cuando el terapeuta se encuentra ansioso la terapia se pospone o no anda bien.
La ansiedad además de ser personal también puede ser contextual. A veces la
ansiedad es útil y fructuosa, pero en otros casos puede llegar a ser inmovilizadora.
Entre las distintas estrategias para otras situaciones se destacan.
Las sesiones prepagas.
Muchos pacientes pueden llegar a boicotear la sesión, tratando de mantener
control sobre la sesión. Pagando por adelantado la pérdida sería por parte del
paciente y por el terapeuta. Cualquier circunstancia que ponga al terapeuta muy
ansioso puede ser indicio de un movimiento de la familia para mantener el control
y la homeostasis. Al igual, cuando genera ansiedad el hecho que el paciente
pueda destrozar algún inmueble del consultorio, se puede optar a realizar un
depósito por posibles daños dentro del consultorio.
Contratar un guardaespaldas.
Cuando se hace uso de la violencia para amenazar al terapeuta este puede tratar
de disiparla con humor o de forma paradójica. La otra posibilidad es invitar a los
abuelos para evitar cierta escena violenta en frente de ellos. Otra de las
alternativas es que la familia contrate a alguien que los acompañe a sesión para
que nadie salga herido. Esto se hace cuando se percibe amenazas de violencia.
Insultos conyugales.
Cuando surge la violencia en la relación conyugal el terapeuta puede verse
intimidado. Aquí el terapeuta es importante que no tome partido en ninguno de los
dos bandos. Muchas veces estos problemas demuestran el lazo que aun los une
con las familias de origen. Las injurias conyugales suelen ser a modo de lealtad
hacia las familias. Se debe de informar sobre esto y después separarlos
emocionalmente de sus familias. Las injurias impiden la proximidad emocional.
Pagar los honorarios después de cada sesión.
Las familias pueden generar ansiedad en el terapeuta con la falta de pago de los
honorarios. Es importante que el terapeuta haga conciencia y logre trabajar sin
tener resentimientos a la falta de pago. Esto puede generar los mismos efectos
negativos que puede presentar la ansiedad. Ante esto es importante que el
terapeuta no realice sesiones hasta que se haga el pago o que el terapeuta logre
manejar dicha situación.
Usar coterapeutas y equipos.
Cuando no es posible controlar la ansiedad es importante tener en cuenta la
posibilidad de un coterapeuta. Al igual los terapeutas deben de ser capaces de
extraer beneficios de la experiencia de ansiedad. A muchos terapeutas les ocurre
además que suelen estancarse ante distintos casos. Si la sesión es grabada y el
video es visto, otros terapeutas pueden identificar en qué se encuentra estancado.
Esto sucede independientemente del nivel de experiencia del terapeuta.
En otros casos el terapeuta se atasca ya que la familia con la que trabaja suele ser
una réplica contextual de su propia familia. Ante esto la posibilidad de coterapeuta
es de gran importancia para darle impulso al terapeuta principal de poder empezar
a mover el sistema familiar.
CAPÍTULO VIII
Sobrevivir como terapeuta
En este capítulo se habla de situaciones ante las cuales se enfrentan los
terapeutas y del como el autor se ha librado y ha enfrentado estas situaciones.
Una de ellas es trabajar con el máximo dominio de la situación. El autor menciona
que una de las cosas más agotadoras durante su experiencia es trabajar más que
la familia durante la sesión, lo cual dependerá del punto en el que el terapeuta se
encuentra en su ciclo vital profesional.
Parte de este “máximo dominio para el cambio” abarca el punto de tener presente
en la sesión a todos los familiares importantes, o sea, a aquellos que estén
involucrados directamente con la problemática, ya que son estos quienes
brindaran una visión más amplia y completa de como la familia se desenvuelve e
interactúa dentro del sistema familiar.
Es importante aclarar que esto no discrimina a las familias por no presentarse
todos los miembros a la sesión, sino que es una herramienta de preferencia para
los fines anteriormente mencionados.
Otro punto que menciona el autor es acerca del el uso del tiempo entre sesiones
como una herramienta para influir en la terapia. El tiempo entre sesiones
determina la efectividad o el rechazo y resistencia que se tenga ante las
resoluciones, tareas y otras.
Así mismo este tiempo puede ser utilizado para planear la siguiente sesión. El
autor lo llama el tratamiento a la inversa el cual consiste en la condición de que un
paciente tiene que cambiar para poder temer derecho a otra sesión. El autor
menciona que este tratamiento lo utiliza con pacientes resistentes que muchas
veces lo que buscan es más bien un homeostato en vez de un terapeuta.
Una de las temáticas que más influyen sobre el tratamiento y la manera en que el
terapeuta lo aplica o no es la presión que existe sobre la cantidad de pacientes
que se atienden. El autor menciona que la perspectiva cambia cuando no se sufre
la presión de tener que ganarse la vida según el número de pacientes que atiende
por semana.
En este caso al presentarse un individuo, una pareja o una familia, que presenta
una gran resistencia durante las sesiones y que en estas no se hace ni se llega a
nada, el terapeuta puede interrumpir el tratamiento hasta que haya material y
motivación para la terapia ya que como se menciona; no depende de este para
seguir viviendo.
Por otro lado el autor habla de la importancia de usarse a uno mismo para
sobrevivir y para generar influencia clínica. Como primera instancia menciona la
importancia de divertirse y de usar el humor ya que una de las cualidades
“salvadoras” del humor es que modifica fuertemente el clima afectivo en
determinado contexto social y crea un ambiente más cercano entre el terapeuta y
el paciente.
De esta misma manera menciona el uso de la metáfora ya que estas no solo
contienen una descripción visual sino también se asocian a ellas un mensaje y
ciertas emociones, y de esta misma manera hacen ver de una perspectiva
diferente de la situación problemática, mostrándola no solo desde la propia
situación sino también como una situación con una resolución efectiva.
El autor menciona el uso de las distracciones en el tratamiento. El considera que
son importantes ya que evitan que el terapeuta se aburra y estas aseguran que el
terapeuta no será absorbido por el sistema emocional, no será hipnotizado ni
anestesiado por el estilo de una familia ni todo aquello que lo rodea.