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UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONOMICAS ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL
RETRATOS DE LA VIDA COTIDIANA POST TERREMOTO
Desde una Perspectiva Generacional, en la
Localidad de Villa Prat 2010
Tesis presentada a la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule, como uno de los requisitos para optar al Título de Trabajador (a) Social
Fernando Esteban Flores Piña
Andrea Patricia Muñoz Jara Viviana Andrea Rivas Díaz
Guía de Tesis: Claudia Concha Saldías
Enero, 2011 CURICO, CHILE
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RETRATOS DE LA VIDA COTIDIANA POST TERREMOTO
Desde una Perspectiva Generacional, en la
Localidad de Villa Prat 2010
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INDICE DE CONTENIDOS
CONTENIDO PÁGINA
Resumen Ejecutivo
Introducción
CAPITULO I
1.1 Problematización
1.1.1 Desastres Naturales y Consecuencias en la sociedad
Maulina
1.1.2 Representaciones Sociales y Vida Cotidiana
1.1.3 Representación Social desde una Posición
Generacional
1.1.4 Localización de la Investigación
1.1.4.1 Región del Maule: Visión de los Sujetos sobre el
Maule
1.1.4.2 Sagrada Familia
1.1.4.3 Villa Prat: Contexto Social, Económico y Social
1.2 Estado del Arte: Investigaciones Entorno a la Temática
1.3 Objetivos
1.3.1 Objetivo General
1.3.2 Objetivos Específicos
1.4 Justificación Y Relevancia de la Investigación
1.4.1 Trabajo Social y Comunidad
CAPITULO II
2. Marco Referencial
2.1 Transformaciones del Mundo Rural en el Siglo XX
2.1.1 Transformaciones en la Economía Chilena y sus
Repercusiones en la Agricultura
2.2 Desastres Naturales y Crisis de la Vida Cotidiana
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CAPITULO III
3. Marco Teórico
3.1 Representaciones Sociales
3.1.1 Orígenes de las Representaciones Sociales
3.1.1.1 Psicología Social
3.1.1.2 Interaccionismo Simbólico
3.1.1.3 Émile Durkeim: Representaciones Colectivas
3.1.2 Teoría de las Representaciones Sociales
3.1.2.1 Dimensiones de las Representaciones Sociales
3.1.2.2 Formación de las Representaciones Sociales
3.1.2.3 Enfoque Procesual
3.2 Sociología de la Vida Cotidiana de Peter Berger y Thomas
Luckmann
3.3 Transformaciones de la Sociedad: Paso de lo Tradicional a lo
Moderno
3.4 Espacio Social, Campo y Habitus: Elementos Constitutivos
del Pensamiento Cotidiano
3.5 Perspectiva Generacional
3.5.1 Juventud y Juventudes
3.5.2 Adultos Mayores
CAPITULO IV
4. Marco Metodológico
4.1 Paradigma de Investigación
4.2 Tipo de Investigación: Descriptivo- Analítica
4.3 Enfoque Metodológico: Teoría Fundamentada
4.4 Tipo de Investigación según su temporalidad: Transversal
4.5 Diseño de la Muestra
4.5.1 Universo
4.5.2 Tipo de Muestra
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4.5.3 Muestreo Teórico
4.6 Técnicas de recolección de datos
4.6.1 Entrevista en profundidad
4.7 Análisis de la Información
4.7.1 Análisis de datos desde la teoría fundamentada
CAPITULO V
5. Análisis de datos
5.1 Análisis Adultos Mayores
5.1.1 Visiones Sociales, Económicas, Familiares y
Culturales de los Adultos Mayores De Villa Prat.
5.1.1.1 Villa Prat es una calle larga
5.1.1.2 Relaciones Familiares
5.1.1.3 No íbamos a las escuela, pero habían otros que
nos enseñaban a ser personas
5.1.1.4 Somos un pueblo religioso
5.1.2 Continuidades, Rupturas y Visiones de la Comunidad
de Villa Prat Post Terremoto
5.1.2.1 Transformaciones a partir del terremoto
5.1.2.1.1 Reconocimiento del lugar
5.1.2.1.2 Cambios socio espaciales: Migración
5.1.2.1.3 Cambios en la comunidad: Visión de
Igualdad
5.1.2.1.4 Quiebres en la Identidad
5.1.3 Vida Cotidiana y Terremoto
5.1.4 Representaciones sociales del origen del terremoto: “Y
quién Iba a mandarlo si no fue Dios”
5.2 Análisis Jóvenes
5.2.1 Construyendo Villa Prat desde la Juventud
5.2.1.1 Puro Lastre
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5.2.1.2 Modernización de lo rural
5.2.1.3 Se puede escuchar el grito de un chancho, el
balar de una oveja
5.2.1.4 A nadie le gusta la agricultura
5.2.1.5 Somos respetuosos, hospitalarios y tenemos
buenos modales
5.2.2 Familia, Sujeto y Comunidad: Transformaciones y
visiones a partir del desastre
5.2.2.1 De una casa gigante a una casa tan chiquitita
5.2.2.2 Estuve durmiendo dos meses en la pesebrera de
la yegua
5.2.2.3 En la comunidad daba cosa ver las caras largas, caras tristes
5.2.3 Visiones a partir del desastre
CAPITULO VI
6. Conclusiones y Sugerencias desde e Trabajo Social
6.1 Conclusiones
6.2 Sugerencias
Bibliografía
Anexos
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INDICE DE CUADROS
CONTENIDO PÁGINA
Cuadro N° 1: Mundo Tradicional Campesino v/s Mundo Moderno Cuadro N°2: Características de los Sujetos de Inves tigación Cuadro N°3: Componentes de la Teoría Fundamentada
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Dedicada esta tesis a las víctimas del terremoto ocurrido el 27 de febrero de
2010 de la localidad de Villa Prat; quienes nos abrieron las puertas de su hogar
mostrando su intimidad, confiando en nosotros su historia de vida y experiencias.
Gracias a ellos se pudo llevar a cabo esta investigación, pues dieron cuerpo y
vida al estudio.
Como equipo agradecemos a nuestra profesora guía, Claudia Concha, por
la confianza, compromiso y dedicación a esta tesis, además por fortalecer la
pasión por lo social y fomentar el entusiasmo por aprender.
Por ultimo no podemos dejar de agradecer a los docentes de la escuela de
trabajo social de la UCM, que nos brindaron su apoyo, conocimientos y consejos
en momentos de dudas, e inculcar en nosotros la pasión por el trabajo social.
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AGRADECIMIENTOS
Agradezco a mis padres por acompañarme en cada uno de mis procesos,
personales y académicos, y decisiones que tomado a lo largo de mi vida. Gracias
por estar a mi lado siempre, confiar en mí y apoyarme cuando más necesite de
ustedes. Gracias por cuidar de mi hija y darle mucho amor… Antonia es tan mía
como de ustedes, los amo mamá y papá.
Te agradezco a ti amor, por acompañarme en estos años que llevamos
juntos, por esperar paciente cuando tenía que cumplir con mis deberes
académicos, y últimamente por las largas horas en que te dejé sólo producto de la
tesis. Este trabajo final, significa el término de una etapa para mí, pero también el
inicio de muchos proyectos que juntos tenemos… Te adoro.
A ti hija, que aún estas pequeña para comprender lo que mamá hace por ti,
te agradezco infinitamente por ser la luz que cada día ilumina mi vida, mi pequeño
angelito, inspiración de cada día, para querer ser una mejor persona, un buen
modelo para ti… a ti mi pequeña te amo más que mi vida.
Agradezco a ustedes hermanos, que siempre me han acompañado y
ayudado de una u otra forma en mis procesos, a ustedes también es dedicado
este logro.
Sin duda estos cinco años han pasado muchas cosas, he conocido a gente
linda con quien he compartido gratos momentos, grandes amigos, a ustedes
también gracias, por ser parte de los lindos recuerdos que llevo conmigo.
Viviana Rivas Díaz
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Quiero agradecer a mi familia que ha apoyado incansablemente en todas las
decisiones que he tomado en mi vida.
Agradezco especialmente a mi madre que ha aportado en mí, la lucha y el
sacrificio de salir adelante.
A mi padre que con su perseverancia
y lucha pese a todas las adversidades, ha salido adelante y de a poco ha ido
cumpliendo todos sus sueños.
A mi hermana pequeña que con su inocencia ha portado en mí, la alegría y
valentía de enfrentar diversas situaciones. Gracias Matilde por haber llegado a la
familia, por acompañarme y entregarme todos los días tu sonrisa.
A mi hermano, que pese a sus pocas palabras, he logrado entender su mundo he
involucrarme en sus interrogantes.
A mi hermoso que me ha acompañado en este difícil año y ha estado presente en
momentos en que necesita un abraso.
Hermoso gracias por entender mi vida y ser paciente, por tu apoyo incondicional
en todo momento.
Y mi más especial agradecimiento a mi abuela, quién además, fue mi madre, pues
me acompañó y me cuido durante mi infancia.
Gracias por trasmitir tu sabiduría, coraje y fuerza incansable.
Mamy a pesar de que ya no estás conmigo físicamente, tus recuerdos y sabias
palabras siguen presentes.
Y por último a mis compañeros por haber sido pacientes y compartir junto a ellos
el amor por esta profesión.
Andrea Muñoz Jara
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Quiero agradecer a mi familia por todo el apoyo y cariño que me ha entregado
durante el curso de esta carrera, en particular a mi madre, quien me enseño que
pese a los obstáculos que se presentan en la vida, hay que ser fuerte,
perseverante y entusiasta, y a mi padre que es el responsable que esté
involucrado en lo social, sin duda los dieciséis años que estuvimos juntos fueron
muy enriquecedores para mi, puesto que me llenaste de sabiduría y amor, estoy
seguro que seguiré tus pasos y espero algún día llegar a ser como tú.
También quiero agradecer a mis compañeras de equipo por su paciencia y
amistad, les deseo lo mejor en esta nueva etapa. Nos queda mucho por aprender,
pero manteniendo nuestros ideales, seremos buenos profesionales y personas.
Fernando Flores Piña
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RESUMEN EJECUTIVO
El 27 de febrero de 2010 la sociedad chilena se vio enfrentada a unos de
los eventos sísmicos más impactantes en la historia de la humanidad. Gran parte
del territorio nacional se vio afectado, dejando a su paso ciudades y poblados
interiores destruidos, así como también a miles de familias sin hogar.
Mediante la presente investigación se buscó conocer desde una perspectiva
generacional, cómo los sujetos habitantes de la localidad de Villa Prat, construyen
las representaciones sociales respecto de la vida cotidiana, a través del
conocimiento del sentido común, post terremoto.
El enfoque epistémico de la investigación es cualitativo, el cual permite
reconocer las singularidades de los sujetos por medio del discurso y de la acción,
respondiendo de este modo al paradigma interpretativo. La información es
obtenida a partir de entrevistas biográficas aplicadas a jóvenes y adultos mayores
nacidos y criados en la localidad, que fueron afectados por el terremoto al perder
la vivienda en la cual habitaban. El enfoque metodológico con el cual se analizan
los datos se basa en la teoría fundamentada, de la cual emerge información que
es abordada desde teorías diversas, como la del Habitus y el Campo de Bourdieu,
sobre la Modernidad de Giddens, Sociología de la Vida Cotidiana de Berger y
Luckmann, entre otras, y con las cuales se construyen las conclusiones.
Los resultados obtenidos, a partir de las entrevistas muestran que los
habitantes de las comunidades afectadas se enfrentaron a grandes quiebres en su
vida cotidiana, no sólo perdieron la vivienda, sino que también se vieron obligados
a establecerse en espacios reducidos como mediaguas, asumir nuevas
responsabilidades, aumentar sus jornadas de trabajo, vender sus bienes con el fin
de conseguir recursos para reconstruir sus viviendas, otros tuvieron que migrar a
otras localidades, a casas de vecinos, familiares o amigos, entre otros. Estos
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cambios, que brevemente fueron descritos han provocado en los sujetos
profundas transformaciones en el sentido común o conciencia ordinaria de éstos,
debiendo transformar paulatinamente sus rutinas diarias, con lo cual emergen de
ellas representaciones sociales diversas, dependiendo de la base sociocultural y
las trayectorias de vida de los sujetos.
No obstante, entre jóvenes y adultos mayores existen sentidos compartidos
respecto de los cambios en las rutinas post terremoto, como por ejemplo compartir
espacios con otros, unión entre familias y comunidad, asumir nuevos roles,
etcétera. Pero también se manifiestan diferencias entre estos grupos etarios en
diversos aspectos, como por ejemplo, en el origen y el sentido que otorgan estos a
la ocasión sísmica.
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INTRODUCCIÓN
El 27 de febrero de 2010 ocurrió en Chile uno de los desastres naturales
más impresionantes de la historia reciente, un gran terremoto de intensidad 8.8 en
la escala de Richter, se hizo sentir desde las regiones de Valparaíso hasta la
Araucanía.
La séptima Región del Maule resultó afectada, no sólo por la intensidad del
terremoto, sino también porque inmediatamente después de éste, las costas
maulinas fueron arrasadas por un gran tsunami. Muchas localidades quedaron
devastadas con pérdidas materiales, sus viviendas, patrimonio histórico, cultural y
privado, así como también en los aspectos simbólicos como recuerdos,
esperanzas y sueños, que fueron construidos en el transcurso de la trayectoria
familiar y de la comunidad.
Inmediatamente después del evento, en la fase de emergencia, se movilizó
una gran cantidad de ayuda hacia el territorio dañado, con el objetivo de palear las
necesidades urgentes de la población. A su vez el Estado a través de los
Municipios, desarrollo diversas estrategias para ir en apoyo de las comunidades.
A partir de esto, el equipo de investigación comienza a interrogarse:
¿cuáles son los cambios en la vida cotidiana que se han producido en los sujetos
afectados? ¿Qué representaciones sociales en cuanto a las transformaciones en
las rutinas diarias surgen a partir de este evento sísmico? ¿De dónde proviene la
información con la cual construyen esa representación? ¿Qué dimensiones de la
base sociocultural consideran significativas en la construcción de representaciones
sociales post terremoto?, ¿Cuáles son las visiones que poseen los jóvenes sobre
el terremoto y las transformaciones que este condicionó?, ¿Cuáles son las
miradas de los adultos mayores respecto del evento sísmico?, entre otras.
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La investigación se desarrolló teniendo como objetivo general conocer
desde una perspectiva generacional, cómo los sujetos habitantes de la localidad
de Villa Prat, construyen las representaciones sociales respecto de la vida
cotidiana, a través del conocimiento del sentido común, post terremoto.
Es decir, involucrando en el estudio a adultos mayores y jóvenes Villa
Pratenses, se dará cuenta de las transformaciones del sentido común de los
sujetos, a través de los procesos instituyentes del pensamiento cotidiano utilizando
para esto la teoría de las Representaciones Sociales.
La investigación se desarrolló en la localidad de Villa Prat, perteneciente a
la comuna de Sagrada Familia, región del Maule; en la cual se estima que un 40%
de sus viviendas resultó con daños mayores, debiendo ser demolidas.
El interés por realizar la investigación en una localidad rural, se debe a que
los estudios sociales sobre terremotos son escasos, y se centran en las ciudades,
teniéndose escaso conocimiento de las consecuencias de éste en las
comunidades rurales.
A continuación, se presentan los resultados de la indagación, fruto de
innumerables visitas al territorio afectado, entrevistas y de la reflexión teórica con
el cual se fundamentan los planteamientos. La presentación del trabajo se
organiza en: capitulo I, el planteamiento del problema, objetivos y justificación de
la investigación. En el capitulo II, Marco referencial que contiene datos sobre la
ruralidad en Chile, desde una perspectiva histórica y los elementos de la crisis.
Luego, en el capítulo III los aspectos metodológicos, capítulo IV contenidos
teóricos que dan sustento a la investigación. En el capítulo V se encuentra un
cuerpo organizado de ideas que constituye el análisis de los datos –de adultos
mayores y jóvenes- y finalmente, en el capítulo VI se presentan las conclusiones
del estudio y sugerencias desde el trabajo social.
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CAPITULO I
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1. PROBLEMATIZACIÓN
Lavell (1993), plantea que los desastres como terremotos, huracanes,
aluviones, entre otros, son fenómenos de carácter y definición eminentemente
social, no solo por sus consecuencias o impacto en las personas, sino también por
sus orígenes y reacciones que suscitan en la sociedad política y civil. En relación a
esto, Wilches Chaux y MasKerey, citados por Lavell (2000), plantean claramente
que un desastre no es un sismo o un huracán, sino más bien los efectos que éstos
producen en la sociedad. Los eventos físicos son evidentemente necesarios y un
prerrequisito para que sucedan los desastres, pero no son suficientes en sí para
que se materialicen. Debe haber una sociedad o un subconjunto vulnerable a sus
impactos; una sociedad que por su forma particular de desarrollo infraestructural,
productivo, territorial, institucional, cultural, político, ambiental y social, resulte
incapacitada para absorber o recuperarse autónomamente de los impactos de los
eventos físicos “externos”.
Es así como un desastre entendido desde esta perspectiva, es asumido
como un evento no puramente “natural o casuístico”, sino más bien como una
ocasión1 de connotaciones sociales, que impactará dependiendo de las
vulnerabilidades que tenga un territorio particular y repercusiones en las personas.
Con la irrupción del terremoto del 27 de febrero de 2010, se generan
consecuencias sociales y pérdidas en los espacios cotidianos, que afectan las
rutinas diarias con las cuales éstos construían sus representaciones sociales de la
vida cotidiana; pérdidas materiales asociadas principalmente a la vivienda,
espacios de producción, patrimonio cultural de los pueblos, entre otros, y pérdidas
simbólicas asociadas a los recuerdos, esperanzas y sueños; lo cual ha
1Quarentelli, realiza la siguiente sugerencia “evitar el uso de la denominación “evento” sustituyéndola por la idea de ocasión (…) la idea de ocasión (de crisis social)…tiende a enfatizar la noción de oportunidad para que suceda algo, mientras que la palabra ‘evento’ tiende a sugerir un resultado final…desastres deben considerarse ofreciendo múltiples posibilidades para el desarrollo, en lugar de conformar un camino lineal hacia un resultado final”. Quarentelli (1993) en el texto de Lavell.
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transformado el sentido común y las subjetividades de los hombres y mujeres que
han sido víctimas de esta ocasión sísmica.
Posteriormente ocurrido el desastre, las autoridades nacionales, locales y
organizaciones no gubernamentales, actuaron apresuradamente para mitigar los
efectos del desastre y organizar la reconstrucción, siendo enfocada a los aspectos
materiales (políticas de reconstrucción de viviendas dañadas, subsidios de
reparación, etcétera), sin embargo, los efectos psicosociales no son foco de
atención de las autoridades dado que sus “productos” no son cuantificables.
Es por esto, que la investigación adquiere relevancia, desde las ciencias
sociales, dado el interés por generar conocimiento sobre las representaciones
sociales de la vida cotidiana, a través del sentido común que poseen los sujetos
afectados por el terremoto en la localidad de Villa Prat, considerando que a partir
de éste, se pueden develar los cambios, rupturas y continuidades que se
presentan en las rutinas; a partir de una perspectiva generacional, que involucra a
jóvenes y adultos mayores del sector , dado que junto con la pérdida de la casa,
se encuentra una perdida inmaterial referida a recuerdos, lazos familiares,
comunitarios, sueños y visiones.
1.1.1 Desastre Natural y consecuencias en la Socied ad Maulina
El 27 de febrero de 2010, a las 3:34 A.M., aconteció en Chile una de las
ocasiones sísmicas más impactantes de la historia del mundo, ubicándose por su
magnitud quinto en la historia de la humanidad, y segundo en la historia de Chile,
alcanzando una intensidad de 8.8 en la escala de Richter, teniendo su epicentro
en el mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura a 47,4
kilómetros de profundidad en la corteza terrestre2.
2 Sistema Sismológico Nacional de la Universidad de Chile (2010). Informe de Sismo sobre el 27 de febrero de 2010. [Fecha de Consulta 01/05/2010]. Extraído de: http://ssn.dgf.uchile.cl/cgi-bin/sensible.pl?oid=1255127&yr=2010&mo=2&da=27
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La Séptima Región del Maule, fue una de las más afectadas por el
terremoto, en cuanto a número de victimas fatales y magnitud de la destrucción.
De acuerdo a las cifras iniciales entregadas por la Oficina Nacional de
Emergencias, ONEMI, en ella se concentraban oficialmente, más de 580
fallecidos, constituyendo cerca de tres cuartas partes del total a nivel nacional; sin
embargo, el ejército determinó que la cifra era mucho menor, 316 fallecidos,
diferencia explicada principalmente por la inclusión inicial de desaparecidos en la
lista de decesos y de fallecidos en hospitales por causas naturales3.
Las ciudades de Cauquenes, Talca, Linares, Curicó y Parral, así como gran
parte de los poblados interiores de la región, sufrieron devastadores daños
estructurales de sus viviendas. Las antiguas y centenarias edificaciones de adobe
que no habían sufrido mayor daño en anteriores terremotos -Valdivia 1960 y
Santiago 1985- debido a la distancia relativa entre ambos epicentros, resultaron
esta vez severamente dañadas o completamente destruidas. Más de la mitad del
casco histórico de estas ciudades quedó devastado, incluyendo diversos
monumentos históricos y centenarias construcciones de origen colonial4.
Claro está, que nada volverá a ser como antes, sin embargo, se debe
revertir esta situación, observándola como una gran oportunidad para revitalizar
los espacios sociales, territoriales y la participación ciudadana.
El proceso de reconstrucción se levanta en dos fases: la fase de
emergencia que comprende las acciones de carácter urgente y cuyo propósito es
proporcionar asistencia, cooperación y ayuda inmediata a las personas afectadas
por el terremoto y, una segunda fase que corresponde a la reconstrucción, cuyo
plan se encuentra en implementación y lo constituyen un conjunto de medidas en 3 “Jefe militar de VII Región precisa cifra de muertos en el Maule y los fija en 316” (04 de Marzo de 2010). Diario La Tercera online. Extraído de: http://www.tercera.com/contenido/680_231005_9.shtml 4 “Maule sufre pérdida de centros históricos de Talca y Curicó” (28 de febrero de 2010). Diario La Tercera online. Extraído de: http://papeldigital.info/lt/2010/02/28/01/paginas/036.pdf
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materia de vivienda. Esta segunda fase, cobra gran protagonismo en la escena
local y los actores sociales presentes en el territorio (para la organización, gestión
comunitaria, coordinación de los recursos, etcétera), sin embargo, también
adquieren relevancia los sujetos y sus representaciones sociales sobre la vida
cotidiana, rupturas y continuidades en sus rutinas, siendo elaboradas desde su
ubicación en el espacio social, determinado por las relaciones económicas, de
género, generacionales, religiosas, políticas, culturales, entre otras.
1.1.2 Representaciones Sociales y Vida Cotidiana:
La representación social se sitúa en un punto de intersección entre lo
psicológico y lo social, en el cual los sujetos, aprehenden los conocimientos de la
vida diaria, las características del medio ambiente y las informaciones que circulan
en él. Es un conocimiento “espontáneo” e “ingenuo” denominado por las ciencias
sociales como conocimiento del sentido común.
La representación social puede ser analizada desde tres dimensiones, las
cuales son, la información, el campo de representación y la actitud. Para efectos
de la investigación, se delimitará el concepto de representación social,
considerando elementos tanto de la información, como aspectos significativos del
campo de la representación. Primero, en relación a la información, es importante
considerar el origen de la misma, ya que como lo señala Araya (2002) este surge
del contacto directo con el objeto, y de las prácticas que el sujeto desarrolla. Esta
dimensión tiene que ver además, con la organización de los conocimientos
considerando la cantidad y calidad de ellos, a partir de las pertenencias grupales y
las ubicaciones sociales que mediatizan las mismas. Y el segundo, el campo de
representación, que está constituido por diversos elementos como actitudes,
opiniones, imágenes, creencias, vivencias y valores, los cuales conforman los
criterios para la jerarquización de los aspectos relevantes de la información.
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“La teoría de las RS5 se refiere a cómo se construye socialmente el
conocimiento del sentido común sobre la realidad, cómo se
difunden y circula socialmente y cómo este conocimiento tiene una
eficacia y cumple una función social” (Casado, 2001: 87)
Dentro de la teoría de las RS, surge un debate epistemológico sobre la
metodología de abordaje de éstas, dependiendo de la dimensión cognitiva
(asociada a los enfoques estructurales) o social (asociado a los enfoques
procesuales) con la cual sean tratadas. Cuando de habla que las
representaciones sociales poseen una dimensión cognitiva, lo que se plantea es
que sucede a nivel individual, y que lo se activa a nivel mental en un sujeto para
actuar en un contexto o situación, dependiendo de las experiencias de las
personas (Abric, 1994); sin embargo, cuando se habla de la dimensión social de la
representación, se alude a que preexiste algo al individuo y que tiene un espacio
extraindividual; esto significa que para su estudio social no solo implica la
contextualización, es decir, el estudio de cómo impactan los factores sociales a los
procesos cognitivos o psicológicos, sino también la construcción social de los
procesos psicológicos y la participación de éstos en la construcción de la realidad.
En este sentido, el campo de la representación se encuentra
intrínsecamente vinculado con el trasfondo cultural que tienen los sujetos, como
producto del proceso de construcción social, lo cual a su vez se encuentra
vinculado con el concepto sociológico de vida cotidiana, pues es allí, en ese
espacio, donde el conocimiento científico se trasforma en sentido común. Para
Berger y Luckmann, “cotidianeidad es el producto de un trabajo de definiciones
compartidas de lo que estableceremos como la realidad y, una vez hecho, deviene
la realidad objetiva (da) en la que nos movemos” (Canales, 1995)
5 RS: desde aquí en adelante Representaciones Sociales.
21
En relación a la vida cotidiana Agnes Heller decía que era:
"El espejo de la historia", también la define "como el conjunto de
actividades que caracterizan la reproducción de los hombres
particulares, los cuales crean la posibilidad de la reproducción
social…es la forma real en que se viven los valores, creencias,
aspiraciones y necesidades". Así pues la vida cotidiana son
nuestras vivencias diarias, repletas de significados, intereses y
estrategias diría Irving Goffman, estrategias entendidas como
esa serie de comportamientos que nos permiten crear la red
personal de caminos por los cuales diariamente transitamos y
construimos nuestras relaciones sociales” (Velarde, 2006).
La vida cotidiana se presenta como una realidad por excelencia, su
ubicación privilegiada le da derecho a que la llamen suprema realidad, ésta se
impone sobre la conciencia de manera masiva, urgente e intensa en el más alto
grado. (Berger, Luckmann, 1968). Esta realidad por excelencia se estructura en
esquemas o rutinas que son aprehendidas de manera inconsciente, si éstas se
presentan sin irrupción serán no problemáticas, pero solo hasta que su
continuidad se vea irrumpida por un problema.
En este sentido el terremoto provoca un quiebre en la vida cotidiana de las
personas, haciendo que éstas tomen conciencia de las rutinas que llevaban a
cabo antes del desastre. Posterior a éste y producto de las transformaciones que
se generan entorno a la ocasión sísmica, surgen situaciones problemáticas que en
el transcurso del tiempo se van incorporando y aprehendiendo paulatinamente en
el inconsciente.
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1.1.3 Representación Social desde una Posición Gene racional:
Las representaciones sociales emergen desde una base, que permitirá al
sujeto mirar el mundo a partir del contexto socio-cultural. Cada sujeto, asumirá la
vida dependiendo de sus características sociales y psicológicas. Como menciona
Serge Moscovivi, “las representaciones sociales emergen determinadas por las
condiciones en que son pensadas y constituidas, teniendo como denominador el
hecho de surgir en momentos de crisis y conflictos” (Mora, 2002:8).
Si bien cronológicamente, ambos sujetos -jóvenes y adultos mayores- son
contemporáneos, concepto aportado por Dilthey, retomado luego por Karl
Mannheim quien señala que los “individuos que crecen como contemporáneos,
experimentan- tanto en los años de mayor receptividad como después- las mismas
influencias directrices de la cultura intelectual que les rodea y de la situación
política-social” (Mannheim, 1952:199). A partir de eso, se pretende dar cuenta que
a pesar de la contemporaneidad de los sujetos, cada uno vive de acuerdo a su
posición, experimentando un fenómeno denominado la “no contemporaneidad de
los contemporáneos”6, donde Pinder, aporta al debate y menciona:
“Varias generaciones viven en el mismo tiempo cronológico. Pero
como el único tiempo verdadero es el tiempo vivencial, se puede
decir propiamente que todos viven en un tiempo interior que en lo
cualitativo es plenamente diferente a los otros. Cada uno vive con
gente de su edad y con gente de edades distintas en una plenitud
de posibilidades contemporáneas. Para cada uno el mismo tiempo
es un tiempo distinto; a saber: una época distinta y propia de él,
que solo comparte con sus coetáneos” (Mannheim, 1952:200).
6 Concepto aportado por el historiador del arte Pinder (Mannnheim: 1952).
23
Es así, como a partir de las propias vivencias de los sujetos, se quiere dar
cuenta de su heterogeneidad de pensamiento y acción, que como señala Pinder, a
pesar de que varias generaciones se encuentren en un tiempo común, siendo
contemporáneos, cada uno vive de acuerdo a su tiempo vivencial, que se refleja
en la vida cotidiana, en su red de interacciones e interpretaciones, construidas a
partir de su propia realidad en conjunto con otros. El sujeto interpretará de acuerdo
a su contexto, en donde crea, produce y reproduce valores, creencias,
aspiraciones y necesidades.
1.1.4 Localización de la investigación
1.1.4.1 Región del Maule: visión de los sujetos sob re el Maule
La región del Maule se caracteriza por ser una zona rural, con gente de
campo esforzada, y arraigada a sus costumbres, valores y terruño. Esta región
dentro de su espacio territorial, logra concentrar diversas expresiones que dan
sentido, historia, cultura e identidad a sus habitantes. No obstante, las sociedades
han estado inmersas en continuos procesos de cambio, transversalizados por la
modernidad y la globalización, transformando las visiones y prácticas de los
maulinos.
Según el estudio Identidad e Identidades del Maule: Claves para Imaginar el
Desarrollo Regional (2010), durante los últimos 50 años los habitantes del Maule,
reconocen un mejoramiento en las condiciones materiales de vida (tanto a nivel
individual y familiar), así como también en los significantes culturales (con la
incorporación de la mujer a la vida pública) y económicos, que sin duda generan
mayor dinamismo, empleo y riqueza. Sin embargo, al mismo tiempo existe la
sensación de que:
24
“Las condiciones materiales y simbólicas para el despliegue y
desarrollo de proyectos identitarios colectivos está limitada por los
efectos de un modelo de desarrollo que tiende a la concentración
de la riqueza y la propiedad, manteniendo la distancia social entre
diversos grupos (…)” (Gobierno Regional del Maule, Universidad
Católica del Maule, SURMAULE, 2010:32).
Todo esto, repercute en las capacidades asociativas colectivas, afectando
la concreción de proyectos comunes e influyendo “a la percepción de que se
habita una región pobre, estancada y sin relevancia en el concierto nacional” (Ibíd:
32)
La Región del Maule se construye sobre una matriz campesina, donde las
prácticas cotidianas, actitudes y formas de relacionarse están vinculadas
estrechamente a lo rural. Este origen campesino, sin embargo, ha sido
desvalorizado por las elites, en contraposición a lo urbano- moderno “esta marca
negativa (revertida sólo durante el periodo de la reforma agraria) ha afectado
notablemente la autoimagen de los sujetos rurales y la posibilidad de producir un
proyecto político y social propiamente rural” (Ibíd: 92). Con respecto a la identidad
de los sujetos, el estudio revela que la figura del campesino ha sido asociada
tradicionalmente a la del sujeto social marginal, con escasa participación en el
sistema productivo y de consumo, con falta de integración socioeconómica y
política. Asimismo se percibe lo rural como desvalorizado, como un espacio
carente de oportunidades de calidad, sobre todo en el ámbito laboral.
Para efectos de la investigación es necesario considerar las características
que la comuna y la localidad tenían anterior al terremoto, de manera de dar cuenta
del contexto socio-cultural de los sujetos - jóvenes y adultos mayores- para luego
mostrar los cambios, continuidades y trasformaciones que el desastre natural ha
ocasionado en la vida cotidiana de éstos.
25
1.1.4.2 Sagrada Familia
La investigación se centra en la Región del Maule, comuna de Sagrada
Familia, zona del secano interior de la provincia de Curicó, cuyo territorio se
encuentra sobre la ribera sur del río Mataquito, extendiéndose sobre los primeros
contrafuertes de la Cordillera de la Costa hacia el poniente, con una superficie de
548 km2.
La comuna limita al norte con Curicó, Rauco y Hualañé; al poniente con la
comuna de Curepto; al sur con la comuna de San Rafael y al oriente con la
comuna de Molina. El territorio se encuentra dividido en nueve distritos censales,
que incluyen una o más localidades.
Sagrada familia tiene una población de 17.519 habitantes, de la cual un
71% es población rural y un 29% es población urbana (Plan de Desarrollo
Comunal Sagrada Familia7, 2008: 5)
Según datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica -CASEN-,
la comuna de Sagrada Familia presenta un 13,9% de pobreza (incluyendo a
indigentes y no indigentes) (PLADECO, 2008).
De acuerdo al censo de 2002, el promedio de años de escolaridad de la
población comunal es 6,37 años. La población analfabeta alcanza el 11,6%
(considerando personas de 10 años en adelante).
“Los niveles de instrucción en la comuna son bastante bajos, más
del 66,4% nunca asistió al colegio o tiene solamente educación
7 Desde ahora PLADECO.
26
básica, lo que puede justificar que más de la mitad de la población
económicamente activa sean trabajadores no calificados. Además
sólo el 4,62% de la población tiene estudios superiores
(Universitarios, Institutos Profesionales y Centros de Formación
Técnica)” (Ibíd.: 12).
En el área de salud, la comuna cuenta con cuatro unidades de atención
para toda la población local, contando con una gama de profesionales al servicio
de la comunidad.
1.1.4.3 Villa Prat: Contexto Social, Económico y Cu ltural 8
El sector donde se centra la investigación es Villa Prat, cuya población es
de 2.338 habitantes, concentrando el 13.4% de la población total de la comuna de
Sagrada Familia.
Villa Prat es predominantemente rural, 92.8% habita en éstas zonas,
mientras un 7.2% pertenece al radio urbano. Este sector se subdivide en: Los
Maquis, Punta de Rosa, Villa Prat pueblo, Carrizal, La Isla de Villa Prat y El
Belloto.
La localidad posee servicios básicos; luz eléctrica, agua potable y
alcantarillado. Respecto al alcantarillado, se plantea que es un servicio que recién
comienza a utilizarse, por lo que la mayoría de los habitantes utiliza pozo negro,
los que durante los meses de lluvia se saturan.
En cuanto a la accesibilidad del territorio, éste cuenta con locomoción
colectiva, sin embargo después de las 20:30 horas es imposible acceder, por lo
que solo se puede llegar mediante medios particulares de movilización.
8 Según diagnostico realizado por la Fundación para la superación de la pobreza, equipo de Servicio País 2008.
27
Los servicios públicos con los que cuenta la localidad son: salud,
educación, Bomberos, Carabineros y centros comerciales. Respecto al servicio de
salud, se destaca que existen miembros de la comunidad que utilizan éstos en
Sagrada Familia, Curicó, Talca, Molina y Sarmiento, dependiendo del nivel de
gravedad y la inscripción en cada uno de ellos. Por otro lado, respecto a
Carabineros se destaca la baja dotación policial durante la noche, siendo mayor
en el transcurso del día.
Los medios de comunicación a los que accede la comunidad son la radio,
televisión, telefonía fija y celular. Respecto a la radio, se destaca la emisión de la
Radio comunitaria “Fuego”, cuya frecuencia es la 92.1 FM.
La principal actividad económica de la localidad es el trabajo agrícola,
concentrando más del 60% de la población es este segmento productivo, esto
debido al alto nivel de ruralidad. La modalidad de trabajo es de temporeros,
debido a que la producción independiente no garantiza beneficios económicos.
Este trabajo es realizado tanto por hombres y mujeres. En los meses de invierno
se realiza la producción de carbón principalmente en la localidad de El Durazno.
Las Empresas que se reconocen son Ciracuza (plantación Olivos), Agrofrut,
Las Terrazas (ciruela, arándanos y cerezos), Agroindustria con cultivos y salsas;
Rac, Bari, Agros y Castillo, que producen ají, salsa y picles, empresas de nombres
desconocidos que producen cuchuflí y sustancias. También se realizan pequeñas
agriculturas familiares de lechugas, cebollas, habas y trigo orientado al
autoconsumo.
La producción característica de Villa Prat es el ají, la que se encuentra en
descenso. En cierto momento su producción se exportaba, actualmente sólo se
orienta al mercado nacional. Además se produce choclo y pepino, vendido a nivel
28
nacional, regional y local; producción de tomates para salsa, que se venden para
empresas IANSA y AGROSSI, en menor grado de producción se encuentran los
repollos, coliflor, sandías, melones y papas, orientados al mercado nacional.
Por último, el contexto cultural de la localidad, se desarrolla entorno a su
forma de producción agrícola. En el sector céntrico de la localidad, antes del
terremoto, se podían observar grandes casas coloniales que dan cuenta del
pasado latifundista, donde actualmente éstas, en su mayoría, se encuentran
destruidas por este desastre.
Además, el sector se caracteriza por sus modos de vida de rurales,
centrados en el trabajo de la tierra y en las interacciones que se entablan
alrededor de ésta, por el esfuerzo y la pasión depositada en las labores, la
solidaridad y el compañerismo, y el sentido de comunidad; muy distinto de lo
urbano.
1.2 Estado del Arte: Investigaciones en torno a la temática
Chile es una país sísmico, durante la historia reciente se han producido una
serie de fallas entre las placas de Nazcar y Continental, que han desatado
grandes movimientos telúricos desde el norte del país hasta el sur (sólo durante el
siglo XX 13 terremotos acontecieron en Chile y en lo que lo ha transcurrido el
presente siglo han ocurrido 39), uno de los más recordados por su impacto social y
nivel de destrucción es el Valdivia, en el año 1960, el cual se ubica como el
número 1 en la historia del mundo, por su fuerza e intensidad de 9,6 en la escala
de Richter, y que además fue acompañado por un gran tsunami; al igual que el
9 Terremotos y Otros desastres Naturales. “Historia de los Terremotos en Chile” [Fecha de consulta: 25 de Mayo de 2010]. Extraído de: http://www.angelfire.com/nt/terremotos/chilehistoria.html
29
ocurrido el 27 de febrero de 2010, entre las regiones de Valparaíso y La
Araucanía.
Si bien nuestra historia nos indica que Chile ha tenido en los últimas
décadas un alto número de sismos, y los expertos señalan que aproximadamente
cada 25 años un evento de gran magnitud desata su fuerza en nuestras fronteras,
no existen investigaciones nacionales que plasmen una memoria sísmica y la cual
permita actuar de manera eficaz ante la emergencia y posteriormente hacer frente
a la reconstrucción material e inmaterial.
Un esfuerzo concreto por sistematizar experiencias, por generar
investigación entorno al tema y por realizar un trabajo multidisciplinario, desde las
ciencias sociales en Latinoamérica, corresponde al trabajo realizado por la Red de
Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina (LA RED), la
cual “surge como respuesta a la necesidad de estimular y fortalecer el estudio
social de la problemática del riesgo y definir, a partir de ello, nuevas formas de
intervención y de gestión en el campo de la mitigación de riesgo y prevención” (LA
RED). LA RED está compuesta por un Grupo Promotor, actualmente compuesto
por 31 investigadores de Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia, Ecuador, El
Salvador, Estados Unidos, Guatemala, México, Perú y Venezuela, los cuales
pertenecen a distintas especialidades del saber, que por medio de un trabajo
multidisciplinario aporta al tema desde sus experiencias particulares.
Si bien, LA RED se visualiza, como un potente generador de conocimientos
en torno a los temas de desastres naturales, mitigación y prevención de los
mismos, el tratamiento del tema se asocia más, desde el punto de vista del
enfoque, a cuestiones relativas al desarrollo y el manejo ambiental (entendiendo
que los riesgos de un desastre son generados) y presentando como se manejan
esos procesos en los distintos países, también se estudia la gestión local del
riesgo y su potencialidad, la mirada institucional del tema a través del análisis de
30
políticas públicas entorno a la prevención y mitigación de los desastres como
medio de sistematizar experiencias concretas, entre otros temas. Es decir, la
prevalencia del tema se asocia a la mirada material, cuál fue el daño concreto en
la producción, los efectos en las comunidades, formas de abordar el desastre en la
fase de emergencia, etcétera; integrando la mirada social al estudio y dejando en
segundo plano los temas dominantes asociados a estudios fisicalistas y desde la
óptica de las ciencias naturales; no obstante, aún así el estudio de las personas y
sus significantes entorno a los distintos desastres naturales, es deficiente.
Allan Lavell sostiene que:
“El dominio que ejercen las ciencias naturales y básicas sobre la
problemática de los desastres en el subcontinente latinoamericano
es casi total. El estudio de los patrones sísmicos y climatológicos,
de la dinámica terrestre, y de las estructuras ingenieriles entre otros
variados aspectos, pone un énfasis notorio en los problemas de
predicción y en la adecuación de las estructuras a los parámetros
físicos de los eventos naturales que amenazan la sociedad. Pero la
sociedad no aparece en la fórmula, ni como objeto de estudio, ni
como objeto de acción y cambio, en cuento sus patrones de
comportamiento y de incidencia en la concreción de situación de
desastre” (Lavell, 1993: 73).
Entre los estudios sobre desastres, se destaca la sistematización de la
reconstrucción de Calarca, localidad ubicada en el eje cafetero, en Colombia, la
cual fue azotada por un terremoto el año 1996, sistematización a cargo de Jahir
Rodríguez: “La reconstrucción en busca de su ciudadanía. Aprender a colocarse el
suéter en la medida en que se lo va tejiendo”; de Allan Lavell destaca “Desastres y
Desarrollo: Hacia un Entendimiento de las Formas de Construcción Social de un
Desastre: El Caso del Huracán Mitch en Centroamérica”, entre otros estudios.
31
En cuanto al estudio de los desastres naturales, desde una óptica de las
representaciones sociales entorno a la vida cotidiana, después de una búsqueda
exhaustiva en la red de internet (lugar donde se puede encontrar una gran
variedad de estudios sociales que hacen uso de esta teoría), se puede decir que la
realidad no es más alentadora que la anterior experiencia (superioridad de
estudios desde lo material), es decir, la búsqueda fue infructífera puesto que si
bien existe una gran variedad de estudios sobre representaciones sociales de los
más diversos temas (representaciones sobre el matrimonio, sobre la dictadura
militar en Chile, sobre la masculinidad, representaciones sociales sobre la
sexualidad, etcétera) en relación al foco del estudio no es posible encontrar
estudios, los temas más comunes dentro de este campo de estudio son: la
educación y la salud.
En América Latina adquiere relevancia los estudios del campo del trabajo y
de las prácticas profesionales, que según Denisse Jodelet (2003) obtienen una
atención más amplia que en los países europeos. Sobre el estudio de las
representaciones sociales la doctora menciona que “una originalidad argentina
remarcable es el foco puesto sobre los grupos etarios, particularmente en la
contraposición de la juventud y de la vejez. Esto corresponde a un interés que
empieza solamente a desarrollarse en Europa, y que no está aún tomado como
problema en las contribuciones latinoamericanas sobre representaciones
sociales”, no obstante y como se mencionó, no fue posible encontrar
investigaciones con enfoques generacionales relacionados con el foco de esta
investigación.
32
1.3 OBJETIVOS
1.3.1 Objetivo General
Conocer desde una perspectiva generacional, cómo los sujetos habitantes
de la localidad de Villa Prat, construyen las representaciones sociales de la
vida cotidiana, a través del conocimiento del sentido común, post terremoto.
1.3.2 Objetivos Específicos
• Identificar, desde la perspectiva de los sujetos, las fuentes de origen que
constituyen el conocimiento del sentido común.
• Comprender el trasfondo sociocultural de los sujetos y las dimensiones que
éstos consideran significativas en la construcción de su vida cotidiana,
desde una perspectiva generacional.
• Describir cómo el sujeto transmite, reproduce e intercambia saberes, sobre
su vida cotidiana post terremoto a partir de su posición generacional.
• Describir continuidades y rupturas que vivencian los sujetos en sus rutinas
cotidianas post terremoto.
• Reconocer cómo los sujetos construyen sentidos compartidos entorno a su
vida cotidiana post terremoto.
33
1.4 JUSTIFICACIÓN Y RELEVANCIA DE LA INVESTIGACIÓN
Desde las ciencias sociales adquiere relevancia esta investigación, pues
son escasos los estudios que aborden la temática de las subjetividades, frente a
un hecho tan drástico como el terremoto, es por esto que es necesario desarrollar
investigaciones que den cuenta de los procesos sociales, a través de la
descripción y comprensión de la vida cotidiana.
Se suma que nuestro país no posee una memoria sísmica, que permita
enfrentar los riesgos, la mitigación y la prevención de los desastres naturales
desde las ciencias sociales, pero además porque existe una carencia de estudios
sociales cualitativos, subjetivos, sobre éstos mismos, que permitan dar cuenta de
qué ocurre con las personas en su mundo interno e intimo.
Además la investigación desde el trabajo social adquiere una relevancia
ética, al reivindicar al hombre como un sujeto subjetivo, productor de sentidos,
modos de pensar, imaginarios, embestido de conciencia y tradición, que en una
práctica particular sintetiza su esencia. Es asumir las particularidades o
singularidades de las personas, lo que hace que una misma situación pueda ser
representada de tantas formas distintas, como tantas personas existen en ese
contexto. Es decir, para el equipo es una urgencia ética despojar al hombre de la
imagen de “usuario” de un servicio, de un “cliente”; reducción que no permite
comprender la grandeza del ser humano, y ampliar la mirada a la hora de explicar
los por qué de una situación determinada.
1.4.1 Trabajo Social y Comunidad
El territorio es el espacio social donde se construyen y re-construyen los
sujetos, marcados por su historia, cultura, procesos modernizadores y situaciones
34
de crisis, que van formando y replanteando las identidades de las personas en un
continuum de tiempo.
Para el estudio de un territorio, es necesario analizar las situaciones, no
como hechos aislados, sino más bien interpretar sus significados a partir de todo
repertorio sociocultural que éstos tienen a su disposición.
Es así, como es importante develar profundamente las realidades de las
comunidades, reflejadas a través de las prácticas y el sentido común de los
sujetos. De esta forma, se puede acceder al conocimiento de la vida cotidiana.
Para realizar una intervención a nivel comunitario es fundamental indagar
en los aspectos constituyentes del pensamiento cotidiano, por esta razón el
Trabajo Social debe tener presente que para poder transformar una realidad se
necesita primero conocer.
En este sentido, la teoría de las representaciones sociales, sienta las bases
para poder acceder al sentido común, donde el Trabajo Social a través de este
abordaje metodológico, puede acudir a la génesis de los problemas sociales.
“Los problemas sociales son siempre emergentes de una estructura socioeconómica, cultural y política. Se hacen presentes por lo acuciante y lo desencadenante, pero están instalados fundamentalmente en lo relacional. Y reflejan una sociedad en la que está mal distribuida la riqueza, el poder y las oportunidades. El trabajador social debe ir deconstruyendo la situación construida, desenredando los nexos hasta determinar con las personas involucradas, el origen del proceso. Solo así podrá construir el objeto en que se trabajará” (Kisnerman, 1998:162) El develar la génesis del conocimiento común de los sujetos, permite
conocer y comprender los procesos sociales, para posteriormente transformar la
realidad.
35
El trabajar con territorios y comunidades significa adentrarse
profundamente en el contexto en el que se encuentran inmersos los sujetos. Por
esto el Trabajo Social debe tener presente dentro de sus diagnósticos e
investigaciones, no solo las características concernientes a la situación problema,
dado que para realizar cambios a nivel individual, grupal y/o comunitario, es
necesario comprender los procesos de construcción del pensamiento cotidiano;
conocer las fuentes de información y, cómo se transmite este conocimiento, a fin
de desenterrar los cimientos que sustentan la identidad local.
“El hombre se relaciona con espacios físicos bien delimitados en los que desarrolla sus actividades. Estos espacios se vuelven significativos para el grupo que los habita; se cargan de sentido porque por él transitaron generaciones que fueron dejando sus huellas, las trazas de su trabajo, los efectos de su acción de transformación de la naturaleza” (Arocena, 1995: 24)
El desarrollo local está vinculado al proceso identitario de la comunidad.
Por esto cualquier situación problemática que genere una crisis identidad,
repercutirá en el desarrollo de la localidad. Como lo señala Arocena: “Las crisis de
identidad están siempre en la base de toda crisis de desarrollo. Superar la crisis
exige una vuelta a las fuentes de los procesos constitutivos de la identidad
colectiva.” (1994:43)
El terremoto irrumpe en la vida de las personas, ocasionando rupturas que
pueden afectar la identidad local, ante lo cual el Trabajador Social debe conocer
estos procesos transformadores si desea promover el desarrollo de los territorios.
“Con estudios de evidencias escritas que develen la realidad social de las personas atendidas, en tantas y tan múltiples situaciones, se podría obtener un material valioso y concreto desde el cual sería mucho más productivo, inapelable y enriquecedor intervenir a nivel macrosocial.” (Matus, 1999: 68)
36
La investigación a realizar adquiere justificación práctica, puesto que la
información pesquisada, es para el gobierno local (el municipio) un insumo valioso
que revela las singularidades de los sujetos y las representaciones sociales a
través del pensamiento del sentido común de la vida cotidiana post terremoto,
información no incluida en los estudios cuantitativos que poseen (Encuesta de
Única Familiar de Emergencia).
Por lo tanto, por medio de este acercamiento a la realidad social, es posible
incorporar información respecto a los aspectos subjetivos de la vida cotidiana,
desde las posiciones generacionales de adultos mayores y jóvenes. De este modo
existiría una visión más completa de las reales dimensiones del desastre,
permitiendo diseñar estrategias de desarrollo a nivel individual y comunitario.
37
CAPITULO II
38
2 MARCO REFERENCIAL
2.4 TRANSFORMACIONES DEL MUNDO RURAL EN EL SIGLO XX
El mundo rural chileno en los últimos setenta años de historia ha sufrido
grandes transformaciones no sólo en el área económica, sino que en todas las
esferas de la vida del hombre. Los procesos modernizadores que el país a
experimentado, han cambiado los retratos del campo, y sin duda la subjetividad de
los sujetos que en el habitan.
El estudio de la matriz rural socio- histórica es de suma importancia para
comprender las configuraciones y los aspectos instituyentes de las
representaciones sociales con las cuales los sujetos forman su manera de ver,
explicar y comprender el mundo en el cual viven, además para develar las
construcciones identitarias de hombres y mujeres que habitan en estos territorios.
2.4.1 Transformaciones en la Economía Chilena y sus Repercusiones en la
Agricultura
Tras la caída de la bolsa de valores de Nueva York en el año 1929, se
desató una de las peores crisis en la historia del capitalismo mundial.
En el caso de Chile, cuya estrategia de desarrollo era “hacia afuera”,
monoproductor de salitre –gracias al auge de éste luego de la primera guerra
mundial-, la depresión tuvo efectos devastadores en todo el mundo, donde todas
las áreas productivas bajaron, considerando que Chile fue el país más golpeado
por este fenómeno (Salazar, Pinto. 1999). En el año 1932 las exportaciones
bajaron en un 78,3% y las importaciones se redujeron en un 83,5%, cifras que
desaforadamente hacían líder al país en cuanto al impacto de la crisis, pese a que
ninguna economía capitalista resulto intacta.
39
Los sectores más afectados fueron, obviamente, la minería (disminuyo casi
en un 75%) y la construcción (su producción bajo en de un 50%), menos
impactada resultó la agricultura y la industria, esto por el abandono notable de
estas áreas en la economía nacional, época en la cual la hacienda se encontraba
en agonía.
Como lo señala Pérez (2005), citado en el Estudio de Identidades del Maule
(2008), a comienzos del siglo XX lo rural es concebido:
“Como lo local autárquico, cerrado, con unas pautas socioeconómicas y valores propios, una estructura social a partir de la propiedad de la tierra entendida como la territorialización de lo agrícola. El progreso entonces es la absorción de lo rural, los ajustes son exógenos y pasivos, lo agrícola tiene un comportamiento residual, y las políticas de desarrollo rural implican eliminar el rezago” (p.109).
En los años siguientes para contrarrestar el difícil momento por el cual
pasaba el país, se tomaron una serie de medias tendientes a reducir el gasto
fiscal, aumentar la tasa de impuestos, controles de cambio de las divisas,
declaración de la moratoria en el pago de la deuda externa, entre otros; no
obstante, estas medidas no contribuyeron a detener el espiral recesivo y el
descontento social.
A partir del año 1934, bajo el segundo gobierno de Arturo Alessandri Palma,
la economía chilena comienza a dar señales de recuperación, esto debido a una
política monetaria expansiva, que tuvo como efecto detener la demanda interna
por encima de los niveles permitidos por el Estado del comercio exterior, política
de importación de licencias y cuotas de importación, control de compraventa de
divisas; el Estado asumió un papel más activo en el estimulo de la actividad
productiva privada, a través de medidas tributarias, entre otras providencias (Ibíd.).
40
Con la llegada a la presidencia de Pedro Aguirre Cerda en 1938, se inició
una nueva formula de desarrollo, denominada:“industrialización por sustitución de
importaciones”, desplazando el foco de la economía desde el exterior hacia el
interior “apostando por la diversificación productiva y por un esfuerzo
industrializador” (Ibíd.: 37). Para cumplir con las expectativas, en 1939 se fundó la
Corporación de Fomento a la Producción (CORFO), que pasó a convertirse en el
símbolo del modelo, así como también reforzó algunas medidas que se venían
tomando, con una cobertura social mucho más expansiva. Con estas acciones el
Estado chileno comenzó a “cifrar sus esperanzas en el mercado interno” (Ibíd.:
37). Muchos inversionistas comprendieron que el camino para la acumulación de
riqueza, era el traslado de sus capitales hacia la industria manufacturera, los
servicios y la construcción, no obstante “sólo el campesino quedaba excluido de
un acuerdo que venía a estabilizar una convivencia tensionada durante décadas
por las luchas sociales y la distribución de riqueza desigual” (Ibíd.: 38).
Con la implantación del modelo de desarrollo hacia adentro, se esperaba
que el mercado interno y crecimiento industrial generara condiciones propicias
para la recuperación agraria, todo “parecía prestarse para la esperada y
postergada modernización agrícola” (Ibíd.: 106), lo cual fue efectivo, la
productividad agrícola creció en un 7% anual, a partir de los años finales de la
década del 30’, sin embargo, las condiciones laborales en el campo no mejoraron,
seguían siendo atrasadas y desiguales.
Hacia la década de 1950 el nuevo modelo de desarrollo comenzó a dar
señales de agotamiento, tras el auge inducido por la segunda guerra mundial y la
puesta en marcha de los planes de la CORFO, el crecimiento económico anual de
la época fue apenas el 1%, muy inferior a otros países de América Latina. Un
indicador visible de la crisis por la cual atravesaba el país – durante le gobierno de
Ibáñez- fue el aumento de la inflación que alcanzó a niveles superiores al 50%
anual.
41
En los gobiernos posteriores – entre 1955 y 1964- muchas fueron las
medidas tomadas para reducir el impacto de la crisis inflacionaria y social, en la
economía nacional, lo que llevó a algunos a concluir que ésta sólo podía
superarse con modificaciones verdaderamente estructurales, meta a la cual se
abocaron los gobiernos de Jorge Alessandri y Eduardo Frei Montalva.
El eje fundamental de las propuestas siguió situado en le mercado interno y
la industrialización, hacia lo cual se dirigen algunas de las acciones más
importantes. “En el primer aspecto, junto con proponer una mejor distribución del
ingreso (…), el gobierno de Frei Montalva dio inicio a una de las transformaciones
más profunda en la historia de la economía de Chile: la reforma agraria” (Ibíd.: 42).
En otros planos, se procuró profundizar la sustitución de importaciones,
incrementando la participación nacional en la principal fuente de captación de
divisas a través de la “chilenización” o expropiación parcial de la gran minería del
cobre.
Hasta antes de la reforma agraria, el agro debió ceder parte de su
protagonismo a otras actividades mejor sintonizadas con las demandas de un
modelo capitalista emergente. “Hacia 1955, (…), el 65% de la tierra cultivable,
seguía en las manos de un 7% de las unidades productivas, en tanto que en el
otro extremo, un 37% de los propietarios apenas controlaba el 1% de la superficie
agrícola” (Ibíd.: 109).
El terrateniente incrementaba su producción agrícola en la hacienda,
gracias a la mano de obra de muchos inquilinos y peones estacionales, a quienes
se les mal pagaba sus labores o en especies, considerando algunos especialistas
que el verdadero motivo del atraso agrícola chileno se encontraba en “la desigual
42
y rígida distribución de la propiedad, y en la porfiada subsistencia de formas pre-
capitalistas o semi- feudales de producción” (Ibíd.: 108).
La reforma agraria, promulgada bajo le gobierno de Jorge Alessandri tiene
por objetivo facilitar el acceso a la propiedad de la tierra “a aquellos que la
trabajaban, mejorar las condiciones de vida del campesinado e incrementar la
producción agraria, lo que debía llevar a la desaparición implícita del latifundio
tradicional” (Ibíd.: 110).
Para llevar a cabo estos objetivos, se reconvirtió la Caja de Colonización
Agrícola, se creó la Corporación de Reforma Agraria (CORA) y el Instituto de
Desarrollo Agropecuario (INDAP), entidades destinadas a otorgar asistencia
técnica y crediticia al campesinado, sin embargo, el proceso de expropiación de
las tierras fue lento en su primera etapa, sin embargo, bajo el gobierno de Frei
Montalva, el ritmo expropiatorio y modernizador se agilizó significativamente. Frei
consideraba necesario terminar pronto con el latifundio tradicional, para lo cual se
decretó la expropiación de los predios cuya superficie superara las 80 hectáreas
de riego básico, se incentivo la eficiencia productiva por medio de sistemas
crediticos, se facilitó la organización sindical del campesinado y se busco mejorar
las condiciones salariales y sociales en el mundo rural.
“La transformación de la tenencia de la tierra, produjo no solo cambios socioeconómicos y políticos a nivel macro, sino también en los espacios cotidianos de las familias de inquilinos que se transformaron en pequeños propietarios y productores agrícolas” (Gobierno Regional del Maule, et. al: 112).
Gracias a su astucia, muchos hacendados lograron sustraerse de la
expropiación, subdividiendo sus predios en hijuelas inferiores a la medida
estimada, reteniendo para sí las mejores tierras, de mayor calidad e
infraestructura productiva, accediendo además a los beneficios de la reforma –
créditos, subsidios, contratos estatales, etcétera-, manteniéndose como fuertes
43
unidades productivas, haciendo sus predios mucho más eficientes que en el
pasado. Por lo que la modernización del agro no implicó un protagonismo visible
del campesinado.
La reforma agraria se desarrolló bajo un clima de descontento social y
fuertes tensiones, que a nivel nacional desembocó en la resistencia a la inversión
privada y la “fuga de capitales”, lo que recrudeció los conflictos laborales y las
huelgas.
Posteriormente en el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, la
política económica es visualizada como la culminación de la estrategia de
desarrollo hacia adentro y, “como la continuación de un ciclo que se venía
desenvolviendo desde los tiempo de la Gran Depresión, o como una apuesta a
favor de la reestructuración revolucionaria del sistema económico, tendiente a la
sustitución ya no sólo de las importaciones, sino del capitalismo en su conjunto
(Ibíd.: 45)
Con esta ida, se buscó modificar radicalmente la propiedad de los medios
de producción y aumentar la participación popular en el poder político y el ingreso
económico. Esto se llevaría acabo combinando una política redistributiva, con la
“socialización” de los medios de producción, entre los que se encontraban grandes
predios agrícolas, las riquezas mineras, el sistema bancario, entre otros, bajo un
sistema de propiedad social, administrada por el Estado, con lo cual se buscaba
superar los problemas de inequidad social, subdesarrollo y dependencia.
En relación al área agrícola, se debatió entre la disyuntiva de atender la
demanda concreta de los campesinos (requerimiento de tierras) y atender al
objetivo estratégico de construir el socialismo que se no inclinaba por fomentar el
interés individual o privado. No obstante, bajo este mandato se dio liquidez al
44
proceso de reforma agraria, lo cual no estuvo exento de pugnas y conflictos entre
los partidarios de los antiguos hacendados y la nueva organización agraria.
Algunos sectores sintieron los cambios introducidos por la Unidad Popular
como una amenaza que alteraba los equilibrios del poder, lo que llevó a adoptar
una actitud intransigente y confrontacional, apoyados por poderosos agentes
internacionales entre los que contaba Estados Unidos; por otra parte, se
encontraban los partidarios de este proyecto de nación, lo que contribuyó a la
polarización que paralizó el gobierno y desencadenó en el golpe militar en el año
1973.
Con la irrupción de este proceso, se detuvo bruscamente la reforma
agrícola y se comenzó a dar paso a un nuevo modelo de desarrollo –que
lentamente desde los 50’ comenzaba a implementarse-, el neoliberalismo, este se
sostenía sobre “la propuesta de “desestatizar” el manejo de la economía y confiar
el funcionamiento a los mecanismo espontáneos del mercado” (Salazar, Pinto.
1999: 48). El papel de las políticas neoliberales se orientó a anular el avance del
Estado como empresario, a reducir la organización campesina que se había
ganado con los procesos de reforma agraria –prohibición de la organización
sindical-, énfasis en la privatización, muchas empresas que habían sido
nacionalizadas, rápidamente se pusieron en licitación para su privatización, hubo
una fuerte política de liberación de los preciso, apertura al comercio internacional y
una fuerte descolectivización de la sociedad.
Bajo este modelo, el agro sufrió algunos cambios, la primera corresponde al
proceso de contrareforma (1973- 1974), en el cual gran parte de los predios
expropiados durante los gobiernos anteriores fueron devueltos a sus antiguos
propietarios.
“Casi un 30 por ciento de las tierras expropiadas durante el gobierno de Frei y Allende, que alcanzó a 5.809 predios con casi 10 millones
45
de hectáreas, fueron devueltos a sus antiguos propietarios: 1.636 predios devueltos totalmente y 2.184 devueltos parcialmente. Esto implicó que 2.650.000 hectáreas fueron recuperadas por sus antiguos dueños y un 15 por ciento de las _ erras fueron rematadas o vendidas a capitalistas privados no campesinos. Las tierras restantes fueron asignadas en venta a campesinos, excluyendo de estas asignaciones a dirigentes campesinos o líderes que habían tenido algún rol significativo en los años anteriores. Así el desenlace fi nal de la Reforma Agraria implica que en Chile solo un 5 por ciento del campesinado que adquirió tierras” (Gobierno Regional del Maule, et al.2008: 113).
Posteriormente, se suprime la Ley de Reforma Agraria y los organizamos
creados para ir en apoyo del sector campesino. Lo que se esperaba con todas
estas medidas, era incentivar a los agentes económicos nacionales y extranjeros a
volver a invertir en la economía chilena, lo que se cumple pero, a un alto costo,
puesto que todas estas medidas aumentaron la concentración patrimonial en
reducidos conglomerados económicos, que tienen la suerte de dirección de la
economía del país.
En una etapa posterior denominada “neoliberalismo radical” se buscó
extender la lógica privatizadora y liberalizante a otras esferas del quehacer social,
como las relaciones laborales, la previsión, la educación y la salud.
En esta segunda etapa (1975- 1983) el sector agrícola sufre una fuerte
crisis que afecta a empresarios, campesinos y asalariados, provocada por la
apertura a los comercios internacionales, al juego del libre mercado, a las bajas
restricciones para la importación y subvaloración del dólar; permitiendo la
importación masiva de alimentos y otros artículos que saturan el mercado
nacional, dejando sin opciones de competir a los productores chilenos.
Para palear la crisis, se realiza un cambio en las políticas agrícolas,
reduciéndose las importaciones para permitir la recuperación de la producción
nacional, “pero también como una forma de mejorar el bajo promedio de consumo
46
de las personas debido al empobrecimiento producto de la aplicación de medidas
ultraliberales” (Gobierno Regional del Maule, et al. 2008: 114).
En la década de los 80’ el modelo estimula el desarrollo hacia el exterior,
con énfasis en las exportaciones agrícolas, lo cual modifica la configuración de la
producción del agro, la ruptura de la organización campesina y modifica
radicalmente la estructura agraria del país. La modernización de la agroindustria
es acompañado por un cambio en la fuerza de trabajo, existiendo un viraje hacia la
mano de obra asalariada preferentemente estacional y temporal, incorporándose
las mujeres al trabajo agrícola y frutícola, áreas que antaño era dominada por
hombres. Otro cambio importante se visualiza en la rotación de la mano de obra,
donde muchas personas de zonas urbanas son reclutadas por contratistas para
trabajar en distintas faenas agrícolas de los alrededores.
Por otra parte este, modelo empresarial agrícola convive con una
agricultura campesina de pequeños productores:
“Los que se enfrentan a mercados imperfectos, con escaso acceso
al crédito, seguros, tecnologías, información, trabajo, entre otros.
De esta manera, la modernización neoliberal de la agricultura se
destacó en este período por ser excluyente y no participativa,
aumentando la brecha entre la agricultura campesina y capitalista”
(Ibíd.: 116).
En la década de los 90’ con la caída del régimen militar, y el retorno a la
democracia, los gobiernos orientados bajo la formula de crecimiento con equidad,
han buscado dar continuidad al agro pero, enfatizando en políticas que minimicen
el impacto negativo del neoliberalismo en esta área, contribuyendo a la
disminución de las brechas tecnológicas y los ingresos entre agriculturas
campesinas y capitalistas (Ibíd.).
47
Acompañando estos procesos, ha habido un fortalecimiento de la
institucionalidad pública que busca compatibilizar la dinámica de la gran empresa
agrícola globalizada, con la de los pequeños productores, aumentando la calidad y
cantidad de los servicios en las zonas rurales (educación, salud, vivienda, etc.),
aumento de infraestructura, mayor conectividad vial, llegada de los medios de
comunicación de masas, surgimiento de nuevas actividades agrarias y terciarias,
etc., cambios que han renovado el modo de pensar lo rural.
“La vieja dicotomía campo – ciudad que dominó el análisis de lo rural vinculado con lo atrasado y lo moderno con lo industrial, pierde su valor explicativo, surgen dudas sobre los componentes de la estructura rural, pues ésta hoy día no es solo agraria. Desde esta perspectiva surge el enfoque de la nueva ruralidad, el que permite esclarecer que lo rural no es exclusivamente lo agrícola, ni lo atrasado, ni la sola expresión de la producción primaria” (Ibíd.: 117).
2.5 DESASTRES NATURALES Y CRISIS DE LA VIDA COTIDI ANA
Para la Organización Panamericana de la Salud, un desastre consiste en un
acontecimiento de la naturaleza cuya magnitud da origen a una situación
catastrófica. En ella súbitamente se alteran los patrones de la vida cotidiana,
encontrándose las personas en una situación de desamparo y sufrimiento
(Villalobos, 2009).
“Un desastre es un acontecimiento que altera el comportamiento normal de las personas, ocasiona muertes, desamparo, traslados forzosos, dolor y alteraciones físicas y emocionales al grupo humano afectado por el evento. Esta situación sobrepasa la capacidad normal de la persona o de la sociedad para hacerle frente, por lo que se debe recurrir a la ayuda externa” (Ibíd.: 6).
48
Desde el punto de vista psicológico (Cohen10), el desastre se convierte en
un estresor fuera del rango de experiencia normal, es decir, fuera de la
cotidianeidad que puede manejar y controlar el sujeto, grupo o comunidad, y que
representa un peligro real a la integridad, seguridad o vida de éstos. Frente a
estas situaciones se producen modificaciones emocionales, como ansiedad,
miedo, tristeza, frustración o rabia, que pueden estar acompañados de algunos
cambios físicos -como palpitaciones, tensión muscular, sensación de vacio en el
estómago, entre otros- que son reacciones transitorias y de duración variable, que
actúan como mecanismos de defensa (reacciones protectoras) que alertan y
preparan para enfrentarse a situaciones traumáticas.
“Cuando la persona enfrenta situaciones que superan su capacidad de adaptación y los mecanismos de defensa, adaptación y crecimiento personal no funcionan, hablamos de situaciones traumáticas que generan crisis en las cuales se rompe el equilibrio. Esto puede suceder en eventos catastróficos que representan amenazas extremas que rompen las defensas de manera brusca. Cuando esto sucede aparecen reacciones físicas y psicológicas que ya no son protectoras sino que conducen a alteraciones emocionales de gravedad variable y en algunos casos a verdaderas enfermedades mentales” (Organización Panamericana de la Salud11, 2007:9).
En el impacto psicosocial que puede ocasionar un desastre, pueden influir
factores como la naturaleza del evento – inesperados, como por ejemplo un
terremoto que no da tiempo para estrategias de prevención, y los provocados por
el hombre, como guerras, incendios, entre otros-, las características de
personalidad de las víctimas y su capacidad de resistencia ante eventos
imprevistos y catastróficos, características de el entorno –redes sociales presente
en él- y circunstancias ambientales y familiares de las personas afectadas (Ibíd.).
10 Universidad Autónoma de Honduras. “Manual de Intervenciones en Salud Mental para la Atención de Personas Víctimas de desastres”. [Fecha de Consulta: 25 de Noviembre de 2010]. Obtenido en: http://cidbimena.desastres.hn/ri-hn/pdf/spa/doc14718/doc14718-contenido.pdf. 11 Desde aquí en adelante OPS.
49
Las crisis sobrevienen cuando las tareas a cumplir desbordan
momentáneamente las capacidades habituales de las personas, es decir, “cuando
hay un estado de crisis es porque en el repertorio de respuestas, la persona o la
familia no puede encontrar la que necesita para resolver la dificultad, o porque se
presentan demasiadas a la vez” (Du Ranquet, 2007: 183). El problema creado a
partir de un acontecimiento accidental puede ser sentido como amenaza, pérdida
o un desafío.
En la crisis estos acontecimientos accidentales destruyen el equilibrio
habitual, haciendo aparecer un temor, que tiene relación con elementos instintivos
ligados simbólicamente a amenazas anteriores que han provocado vulnerabilidad
o conflicto, sintiéndose la persona incapaz de responder (Du Ranquet, 2007). La
mayoría de los individuos y familias poseen medios propios para superar los
reiterados conflictos que forman parte de su existencia, extrayendo de ellas
experiencias, competencias y madurez para enfrentar las posteriores situaciones
problemáticas. No obstante, otras personas y familias son más vulnerables, y van
afrontar las crisis con fracasos repetidos, experimentando sentimientos de
incapacidad e incompetencia.
El terremoto como acontecimiento externo a las capacidades de control de
los sujetos, provoca en los mismos una pérdida del estado de equilibrio, no
obstante, las personas buscan compensar o resolver la situación por medio de la
búsqueda de apoyo en el entorno, con el fin de entablar y mantener relaciones
emocionalmente satisfactorias “que permitan a las partes beneficiarse de la ayuda
recíproca en momentos de vulnerabilidad. Se trata, por tanto, de personas del
entorno que son accesibles, de las que se puede fiar, no tanto para resolver el
problema cuanto para encontrarse con una imagen de sí valorizante y que aporte
seguridad afectiva” (Ibíd.: 194). Si no encuentra a estas personas en su entorno o
prescinde de ellas en una situación de crisis, se está en posición de vulnerabilidad
que puede desembocar en un estado de desequilibrio y en una crisis grave.
50
Estos cambios que trae aparejada la crisis, producen efectos en todos los
niveles y en todos los sentidos, lo cual provoca una fuerte desestructuración en la
cotidianidad, demandando y propiciando la búsqueda de estrategias para
solucionar los problemas acarreados por la situación problemática, porque el ser
humano precisa de nuevas estructuraciones que den continuidad a su propia
existencia.
“En ese nivel subjetivo se vivencia como una desestructuración, un rompimiento, una disociación entre lo representado -el objeto, la acción- y su propia representación -la percepción del mismo-, entre la realidad y lo simbólico. Entonces, se obliga al sujeto a la búsqueda de nuevos marcos de referencia que se ajusten de un modo más efectivo a su realidad -nueva y cambiante-. Sucede así, debido a que los antiguos esquemas referenciales pierden su valor producto del carácter novedoso e inesperado -y muchas veces impensado- de la cotidianidad en crisis” (Martín, C.; M. Perera y M. Díaz.,1996, Revista Temas).
Si la ocasión es percibida de manera realista, la persona será consciente de
la relación que existe entre el éste y los sentimientos que experimentan. Podrá
poner en juego los recursos personales que habitualmente le sirven para resolver
el problema. No obstante, si el acontecimiento es percibido de manera no realista,
más o menso grave de lo que es, en realidad será difícil, pues no podrá utilizar los
medios habituales de resolución de problemas (Du Ranquet, 2007).
En la intervención con las victimas de desastres, éstas no deben ser
tomadas como personas con problemas psiquiátricos o con trastornos
psicológicos. Al respecto Raquel Cohen, define como damnificados a “las
personas y familias afectadas por un desastre y sus consecuencias, pues han
experimentado un evento inesperado y estresante que ha deteriorado su
capacidad de resolución de crisis y están reaccionando de una manera normal a
una situación anormal” (OPS, 2007: 23).
51
Las personas afectadas pueden ser de todas las edades, todos los estratos
económicos, grupos raciales o étnicos, pues los desastres naturales afectan de
manera indiscriminada a la población, no obstante, algunos sujetos sufren más
que otros. Entre las personas consideradas como más vulnerables a los efectos
de los desastres se encuentran los niños “ya que por lo general no tienen la
capacidad para comprender ni racionalizar lo que ha sucedido, por consiguiente,
pueden presentar problemas emocionales o de conducta en el hogar o en la
escuela” (Ibíd.: 24); personas con antecedentes de enfermedades mentales que
pueden necesitar alguna atención especial, debido a que el estrés que provocan
los acontecimientos puede causar en ellos recaídas; las personas que en el
momento del desastre se hayan encontrado atravesando por alguna crisis
producto de distintas situaciones como: divorcio, muerte de algún ser querido,
entre otras; y las personas de la tercera edad, que pueden presentar dificultades
para enfrentar el desastre y sus consecuencias.
“Es frecuente encontrar damnificados mayores que viven solos y aislados de sus sistemas de apoyo; por tanto, suelen tener miedo de pedir ayuda. Los problemas característicos en este grupo después del desastre son la depresión y una sensación de desesperación. Lamentablemente, en algunas personas mayores es común encontrar una falta de interés en rehacer sus vidas” (Ibíd.: 24).
52
CAPITULO III
53
3 MARCO TEORICO
3.1 REPRESENTACIONES SOCIALES
3.1.1 ORÍGENES DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
El término “representaciones sociales” fue desarrollado por Moscovici a
mediados del siglo XX, a partir del estudio de las representaciones sociales del
psicoanálisis en la sociedad francesa. Este modelo fue introducido en la psicología
social debido a las insuficiencias de las corrientes clásicas, en particular el
conductismo.
Los antecedentes teóricos que estructuran las representaciones sociales se
encuentran influenciados principalmente por la etnopsicología de Wundt; el
interaccionismo simbólico de Mead; y el concepto de representaciones colectivas
de Durkheim (Mora, 2002:1).
3.1.1.1 Psicología Social
“Wundl era un pensador alemán que dictaba cátedra de filosofía en Leipzig, enfatizando en problemas psicológicos que hasta entonces eran resueltos mediante la especulación. Motivado por ese problema, se dio a la tarea de instalar un laboratorio de psicología experimental en el que, utilizando métodos derivados en gran medida de la fisiología, trataba de abordar problemas psicológicos. De esa manera, la psicología dejaba de ser materia de especulación dentro de la filosofía para iniciar su historia como ciencia experimental” (Mora, 2002: 2) Los aportes de Wundl influyeron en las ciencias sociales, alimentando de
ésta dos vertientes fundamentales, 1) la tradición de Mead con el interaccionismo
simbólico, en la sociología estadounidense; y 2) a través de Durkheim, en la
54
investigación sobre representaciones sociales desarrollada por Moscovici. (Mora,
2002:4)
Moscovici se enmarca dentro de los pensadores de la psicología social, que
es el punto de partida desde el cual desarrolla la teoría de las representaciones
sociales. Es así como el propio autor define la psicología social como “la ciencia
del conflicto entre el individuo y la sociedad”, teniendo como objetivos de estudio
todos los fenómenos relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados
según su génesis, estructura y función.
3.1.1.2 Interaccionismo simbólico
En Norteamérica surge un movimiento filosófico con fuertes implicaciones
en la pedagogía, la comunicación y la propia psicología: el pragmatismo, teniendo
como exponente a William James, pero ésta se define concretamente como una
filosofía de acción, a través de los aportes de John Dewey y George Herbert
Mead. El pragmatismo influencia a la sociología, la cual se hace más decisiva en
la Escuela de Chicago, encabezada por Dewey y Mead.
“Mead toma como unidad de análisis lo que denomina el acto social. Aquí, el símbolo y su significado son propiedad de la situación interactiva, no están afuera (…) en este espacio interactivo radican los símbolos y sus significados, por lo que solo hay puede formarse el espíritu (Mind), conformado en el proceso de la comunicación. Los individuos no existen como tales sino como la persona (Self), cuyo tamaño abarca su espacio social teniendo a la sociedad (Society) como fondo. En consecuencia, Mead enfatiza dos características de esta interacción: a) quien se comunica puede comunicarse consigo mismo, y b) esta comunicación crea la realidad” (Mora, 2002: 5)
Los vacíos teóricos que Mead dejó en sus postulados han sido
desarrollados por diversas disciplinas, como la sociología fenomenológica del
55
conocimiento (Schutz, Berger y Luckmann); la etnometodología (Garfinkel); y la
teoría de las representaciones sociales (Moscovici).
Todos los aportes y reflexiones de Mead serían publicadas posteriormente
en el libro Mind, Self and Society (Espíritu, Persona y Sociedad), y bautizadas por
Herbert Blummer, como la corriente teórica del Interaccionismo Simbólico (Ibíd.:.5)
3.1.1.3 Émile Durkheim: Representaciones Colectivas
Durkheim, estableció diferencias entre las representaciones individuales y
las representaciones colectivas, donde explica que lo colectivo no puede ser
reducido a lo individual, la conciencia colectiva trasciende a los individuos como
fuerza coactiva, siendo visualizada en los mitos, religión, creencias y productos
culturales colectivos. (Mora, 2002: 6)
Durkheim hace la diferencia entre psicología y sociología, la primera debe
dedicarse al estudio de las representaciones individuales y la segunda a las
representaciones colectivas.
Moscovici retoma los planteamientos de Durkheim y desarrolla una
psicología social con marcada tendencia sociológica. Sin embargo, el autor
discrepa en los postulados de Durkheim, pues estos tienen una marcada
tendencia positivista, declarando que la sociedad se impone ante el individuo con
una fuerza constrictiva, para lo cual Moscovici señala que “la sociedad no es algo
que se impone desde fuera al individuo, los hechos sociales no determinan las
representaciones como una fuerza externa (social) que hace impacto sobre los
individuos que la componen. La sociedad, los individuos y las representaciones
son construcciones sociales” (Araya, 2002: 21)
56
Sesenta años después de Durkheim, el concepto de representaciones
colectivas se convierte en el punto de partida de la investigación sobre las
representaciones sociales, con la obra de S. Moscovici La psychanalyse, son
image et son public (1961). Su propósito era mostrar cómo una nueva teoría
científica o política es difundida en una cultura determinada, cómo es
transformada durante este proceso y cómo cambia a su vez la visión que la gente
tiene de sí misma y del mundo en que vive (Farr, 1985)
3.1.2 Teoría de las Representaciones Sociales
La representación social se sitúa en un punto de intersección entre lo
psicológico y lo social, en el cual los sujetos sociales aprehenden los
conocimientos de la vida cotidiana, las características del medio ambiente, las
informaciones que circulan en él y las personas de nuestro entorno cercano y
lejano. Es un conocimiento “espontáneo” e “ingenuo” denominado por las ciencias
sociales como conocimiento del sentido común. Este conocimiento se constituye a
partir de las experiencias, informaciones y modelos de pensamiento recibidos y
transmitidos a partir de la tradición, educación y comunicación social, siendo así
un conocimiento socialmente elaborado y compartido, participante de la
construcción social de la realidad. (Jodelet, 1985).
Denise Jodelet es una de las autoras más relevantes en el desarrollo de la
teoría de las representaciones sociales, definiendo a éstas como:
“Una forma de conocimiento específico, el saber de sentido común, cuyos contenidos manifiestan la operación de procesos generativos y funcionales socialmente caracterizados. En sentido más amplio, designa una forma de pensamiento social. Las representaciones sociales constituyen modalidades de pensamiento práctico orientados hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. En tanto que tales, presentan características “específicas a nivel de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la lógica. La caracterización
57
social de los contenidos o de los procesos de representación ha de referirse a las condiciones y a los contextos en los que surgen las representaciones, a las comunicaciones mediante las que circulan y a las funciones a las que sirven dentro de la interacción con el mundo y los demás.” (Jodelet, 1985: 474)
En este sentido, la representación social se define por un contenido,
(informaciones, imágenes, opiniones, actitudes, etc.) relacionado con un objeto,
como por ejemplo un trabajo a realizar; y también se define como la relación de un
sujeto (individuo, familia, grupo, clase, etc.) con otro sujeto. De esta forma la
representación es tributaria o se constituye a partir de la posición que el sujeto
ocupa en la sociedad, la economía y su cultura. (Jodelet, 1985). “Las
representaciones tienen una doble función: hacer que lo extraño resulte familiar y
lo invisible, perceptible. Lo que es desconocido o insólito conlleva una amenaza,
ya que no tenemos una categoría en la cual clasificarlo” (Farr, 1985: 503).
Es así como las representaciones sociales se configuran a partir de la
necesidad de utilizar conocimiento científico en la vida cotidiana, transformándolo
en sentido común. Moscovici señala que algunos descubrimientos científicos
pueden tener implicaciones poderosas en la personas, como por ejemplo la
bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, dado que esta constituyó un curso
acelerado de física nuclear para la mayoría de la humanidad, para la cual
resultaba vital adquirir una representación del mundo que integrara la fisión del
átomo y el hongo atómico pasó a convertirse en el icono por excelencia de la era
nuclear (Farr, 1985).
Es importante señalar que para Moscovici el “sujeto epistémico, reproduce,
construye y reconstruye el conocimiento del sentido común a partir del repertorio
cognoscitivo, simbólico y cultural que la sociedad pone a su disposición” (Villarroel,
2002:439).
58
“La representación social es, a la vez, pensamiento constituido y pensamiento constituyente. En tanto que pensamiento constituido, las representaciones sociales se trasforman efectivamente en productos que intervienen en la vida social como estructuras preformadas a partir de las cuales se interpreta, por ejemplo, la realidad. Estos productos reflejan en su contenido sus propias condiciones de producción, y es así como nos informan sobre los rasgos de la sociedad en las que se han formado. En tanto que pensamiento constituyente, las representaciones no solo reflejan la realidad sino que intervienen en su elaboración…la representación social constituye en parte el objeto que representa. No es el reflejo interior, es decir, situado en la cabeza de los sujetos, de una realidad exterior, sino que es un factor constitutivo de la propia realidad…la representación social es un proceso de construcción de la realidad y debemos entender esta afirmación en un doble sentido: primero, en el sentido que las representaciones sociales forman parte de la realidad social, contribuyen pues a configurarla y, como parte sustancial de la realidad, producen en ella una serie de efectos específicos. Segundo, en el sentido de que las representaciones sociales contribuyen a construir el objeto del cual son una representación” (Araya, 2002: 30).
3.1.2.1 Dimensiones de las Representaciones Sociale s
Las representaciones como forma de conocimiento aluden tanto a un
proceso como a un contenido. En cuanto al proceso las representaciones se
refieren a una forma particular de adquirir y comunicar conocimientos. Como
contenido, a una forma particular de conocimiento, que constituye un universo de
creencias en el que se distinguen tres dimensiones: la actitud, la información y el
campo de representación (Araya, 2002). Moscovici añade que las
representaciones sociales pueden ser definidas como “universos de opinión”,
analizadas con fines didácticos y empíricos, a partir de las tres dimensiones
señalas a continuación:
59
� La actitud: Consiste en la estructura particular de la orientación en la
conducta de las personas, cuya función es dinamizar y regular su acción
(Araya, 2002). Es la orientación global favorable o desfavorable, positiva o
negativa en relación con el objeto de la representación social.
La actitud expresa el aspecto más afectivo de la representación, por ser la
reacción emocional acerca del objeto o del hecho, es por lo tanto la
dimensión más estudiada por su implicación en los comportamientos y
motivaciones.
Desde el punto de vista del interaccionismo simbólico
“La actitud está concebida como una tendencia, un estado de preparación o de disposición que antecede a la acción, la dirige y la moldea. De este modo, la actitud o tendencia de actuar se utiliza para explicar y dar cuenta de un determinado tipo de acción” (Blumer, 1982: 71)
El propio Moscovici señala:
“Se deduce que la actitud es las más frecuente de las tres dimensiones y, quizá, primera desde el punto de vista genético. En consecuencia, es razonable concluir que nos informamos y nos representamos una cosa únicamente después de haber tomado posición y en función de la posición tomada” (Moscovici, 1979: 49)
� La información: Se refiere a la organización de los conocimientos que
tiene una persona o grupo sobre un objeto o situación social determinada.
Estos conocimientos muestran particularidades en cuanto a cantidad y
calidad de los mismos (Mora, 2002).
“El origen de la información es, asimismo, un elemento a considerar pues la información que surge de un contacto directo con el objeto, y de las prácticas que una persona desarrolla en
60
relación con él, tiene unas propiedades bastante diferentes de las que presenta la información recogida por medio de la comunicación social”(Araya,2002: 40)
� El campo de representación : Expresa la organización del contenido de la
representación en forma jerarquizada, variando de grupo en grupo e
inclusive al interior del mismo grupo, es decir el contenido concreto y
limitado de las proposiciones que se refieren a un aspecto especifico del
objeto de la representación.
3.1.2.2 Formación de las Representaciones Sociales
Moscovici distinguió dos procesos básicos que explican como lo social
transforma un conocimiento en representación colectiva y cómo ésta modifica lo
social, se refiere al proceso de objetivación y el anclaje:
� Objetivación: Como lo menciona Moscovici, la objetivación permite hacer
real un esquema conceptual al construir un cuerpo de conocimientos en
relación con un objeto de representación. Mediante el proceso de
objetivación el lenguaje y los conceptos científicos pasan al lenguaje
cotidiano. (Villarroel, 2007).
Mucho de lo que se conoce, y que viene a ser importante en la vida diaria,
no siempre tiene una existencia concreta. Esto es lo que precisamente
realiza la objetivación, hacer concretas las ideas abstractas.
De acuerdo a Jodelet (1986: 481- 482) este proceso implica tres fases:
• La construcción selectiva: “Corresponde a la selección y
descontextualización de la información de acuerdo a los
criterios normativos resultantes de una cultura particular.
61
Las informaciones son filtradas y desconectadas del campo
específico que las produjo de manera que el grupo social
puede apropiárselas y convertirlas en hechos de su propio
mundo de modo tal que pueda dominarlas.
• El esquema figurativo: Es una estructura de imagen que
reproducirá una estructura conceptual. Los conceptos
teóricos se trasforman en un conjunto gráfico y coherente
que permite comprenderlos de manera individual y en sus
relaciones.
• La naturalización de la información: Los elementos
conceptuales incorporados en el esquema figurativo se
transforman en elementos de la realidad, incorporando los
elementos científicos o abstractos en la realidad del sentido
común”.
En otras palabras en la objetivación transformamos conceptos
abstractos, extraños a nuestro mundo cotidiano, en experiencias o
materializaciones concretas.
� El Anclaje: Según Mora (2002), con el anclaje la representación social
se liga al marco de referencia de la colectividad y es un instrumento útil
para interpretar la realidad y actuar sobre ella.
Si bien, ambos procesos, buscan trasformar lo que es extraño en algo
familiar, el anclaje permite incorporar lo extraño, en una red de
categorías y significados.
62
Sandra Araya (2002: 36) define el proceso de anclaje mediante los
siguientes pasos:
• “Inserción del objeto de representación en un marco de referencia
conocido y preexistente.
• Instrumentalización social del objeto representado o sea la
inserción de las representaciones en la dinámica social,
haciéndolas instrumentos útiles de comunicación y comprensión”.
3.1.2.3 Enfoque Procesual
La representaciones sociales han sido trabajadas a lo largo de su historia
desde tres líneas: el enfoque procesual, desarrollado por Denise Jodelet, el cual
tiene estrecha cercanía a la propuesta original de Moscovici; el enfoque
estructural, el cual se centra en los procesos cognitivos, siendo desarrollado por
Jean Claude Abric; y por ultimo el enfoque sociológico, orientado a las condiciones
de producción y circulación de las representaciones sociales, desarrollado por
Willem Doise (cabe señalar que este enfoque ha sido el menos utilizado en las
investigaciones de representaciones sociales).
En cuanto a las investigaciones de representaciones sociales, Europa
concentra prácticamente el 90%, las cuales son abordadas desde un enfoque
estructural; mientras que en América Latina –principalmente en los países de
Venezuela, México y Brasil- se desarrollan estudios desde una mirada procesual
(Banchs, 2001).
Moscovici y Jodelet señalan que las representaciones sociales deben ser
asumidas desde dos tipos de procesos, el primero tiene relación con la dinámica
social (procesos de interacción y contextuales de carácter social); y el segundo
63
con la dinámica psíquica (procesos cognitivos). En este sentido el enfoque
procesual se centra en los aspectos constituyentes de la representación social, en
lo cual lo social se refiere tanto a:
“a) Las condiciones de producción de las representaciones (medios de comunicación social, interacción cara a cara, comunicación, lenguaje) como a b) las condiciones de circulación de las representaciones sociales (intercambio de saberes y ubicación de las personas en grupos naturales y de los grupos sociales naturales en contextos sociales particulares dentro de una estructura social y c) funciones sociales (construcción social de la realidad en el intercambio social, desarrollo de la identidad personal y social, búsqueda de sentidos o construcción del conocimiento del sentido común)” (Banchs, 2001: 146)
Se debe tomar en consideración la posición que tiene el individuo en el
mundo, referido a la pertenencia que tiene éste a un territorio, a una cultura, a una
posición social, entre otras. “Donde el individuo se constituye y constituye sus
representaciones también constituye su mundo social y construye y reconstruye
permanentemente su propia realidad social y su propia identidad personal”
(Banchs, 2001: 147).
El polo procesual es desarrollado desde los postulados de la corriente del
interaccionismo simbólico de la escuela de Chicago, además de orientarse hacia
una postura socioconstruccionista, asumiendo de esta forma que las
representaciones se construyen socialmente a través de los procesos de
interacción.
64
3.2 SOCIOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA DE PETER BERG ER L. Y THOMAS LUCKMANN
Dado que la investigación a realizar intentar dar cuenta de las
representaciones sociales de la vida cotidiana, con las cuales se construyen
realidades y se orientan las conductas o prácticas, a través de procesos
dialecticos, se debe comenzar por comprender qué se entiende por cotidianeidad
y cómo se ofrece al conocimiento del sentido común. Berger y Luckmann plantean
que “la vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres
y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente” (1994: 34),
es decir, que la realidad de la vida cotidiana para los sujetos particulares, no sólo
se da como establecida, sino que además adquiere subjetivamente significado en
el comportamiento. El mundo de la vida cotidiana, se origina en el pensamiento y
en las acciones, y entre las múltiples realidades existentes, como la realidad por
excelencia, la realidad de la vida cotidiana.
Dentro de la vida cotidiana el lenguaje proporciona continuamente
objetivaciones que permiten dar sentido y significado a la realidad, la cual se
organiza en el “aquí” de mi cuerpo y en el “ahora de mi presente”. Según Berger y
Luckmann:
“Lo que "aquí y ahora" se me presenta en la vida cotidiana es lo realissimum de mi conciencia (…) Esto significa que yo experimento la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal. Lo más próximo a mí es la zona de vida cotidiana directamente accesible a mi manipulación corporal. Esa zona contiene el mundo que está a mi alcance, el mundo en el que actúo a fin de modificar su realidad, o el mundo en el que trabajo. (1994: 37-38).
Por otra parte, la realidad de la vida cotidiana además se presenta como un
mundo intersubjetivo, es decir, un mundo que comparto con otros, puesto que en
la realidad no se puede vivir como un ser aislado, se necesita interactuar y
65
comunicarse con otros, no obstante, se sabe que los otros tienen una perspectiva
distinta del mundo común que comparten, puesto que mi “aquí” es su “allí” y mi
“ahora” no se relaciona del todo con el de ellos.
El método considerado más apropiado para clarificar los conocimientos de
la vida cotidiana es el análisis fenomenológico:
“Método puramente descriptivo y, como tal, “empírico”, pero no “científico”(…) El análisis fenomenológico de la vida cotidiana, o más bien de la experiencia subjetiva de la vida cotidiana, es un freno contras todas las hipótesis causales o genéticas, así como contra las aserciones acerca de la situación ontológica de los fenómenos analizados” (Berger y Luckmann, 1994: 35)
El constructivismo es otra de las corrientes que tiene incidencia de el
enfoque procesual, debido que éste asume la realidad como proceso de
construcción social.
Desde los postulados de los autores, la realidad de la vida cotidiana se
presenta como un mundo intersubjetivo, en el cual los sujetos no pueden existir sin
interactuar y comunicarse continuamente con otros. La experiencia más
importante que se tiene de los demás se produce en la interacción “cara a cara”,
desde donde se puede acceder a la subjetividad de éstos.
“La realidad de la vida cotidiana contiene esquemas tipificadores en cuyos
términos los otros son aprehendidos y “tratados” en encuentros “cara a cara”
(Berger y Luckmann, 1994: 49). Estas tipificaciones de la interacción social se van
volviendo anónimas a medida que se alejan de la situación “cara a cara”, esto
debido a que la realidad es aprehendida en un continuum de tipificaciones, donde
en el “circulo íntimo” se llevan a cavo las interacciones más intensas.
66
Dentro de los postulados de Berger y Luckmann es importante señalar la
“institucionalización”, proceso por el cual se asume a la sociedad como realidad
objetiva.
“La institucionalización aparece cada vez que se da una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores…Toda actividad humana está sujeta a la habituación…todo acto que se repite con frecuencia, crea una pauta que luego puede reproducirse con economía de esfuerzos y que ipso facto es aprehendida como pauta por el que la ejecuta…las acciones habitualizadas retienen, por supuesto, su carácter significativo para el individuo, aunque los significados llegan a incrustarse como rutinas en su depósito general de conocimiento que da por establecido y que tiene a su alcance para sus proyectos futuros” (Berger y Luckmann, 1994: 74)
La internalización de la realidad desde el enfoque constructivista
desarrollado por los autores citados anteriormente, constituye uno de los procesos
significativos que se deben considerar en el estudio de las representaciones
sociales, estos postulados orientan al enfoque procesual que asume esta
investigación.
La sociedad existe tanto realidad objetiva y subjetiva, entendida como un
continuo proceso dialéctico compuesto por: externalización, objetivación e
internalización.
La internalización constituye la base para la comprensión de los propios
semejantes y para la aprehensión del mundo en cuanto realidad significativa y
social, está compuesta por el proceso de socialización primaria y secundaria.
“Se advierte a primera vista que la socialización primaria suele ser la más importante para el individuo, y que la estructura básica de toda socialización secundaria debe semejarse a la de la primaria. Todo individuo nace dentro de una estructura social objetiva en la cual encuentra a los otros significantes que están encargados de
67
su socialización y que le son impuestos” (Berger y Luckmann, 1994: 166)
Por medio de la socialización primaria el individuo se convierte en miembro
de la sociedad. Éste nace dentro de una estructura social y un mundo social, de
esta forma el individuo está sujeto a la posición que ocupa en esta estructura e
idiosincrasia.
“De esta manera el niño que de clase baja no solo absorbe su mundo social en una perspectiva de clase baja, sino que lo absorbe con la coloración idiosincrática que le han dado sus padres (o cualquier otro individuo encargado de su socialización primaria)” (Berger y Luckmann, 1994: 167). La socialización secundaria es un proceso posterior a la socialización
primaria, en el cual se induce al individuo socializado a nuevos sectores del
mundo objetivo de su sociedad, es la internalización de “submundos”
institucionales o basados sobre instituciones. En este proceso el individuo va
integrando nuevos contenidos, provocando problemas de coherencia entre lo
internalizado inicialmente y lo nuevo, ya que los contenidos iniciales tienden a
resistir las nuevas informaciones aportadas por el entorno.
3.3 TRANSFORMACIONES DE LA SOCIEDAD: PASO DE LO
TRADICIONAL A LO MODERNO.
La ruralidad en términos tradicionales ha perdido vigencia. La
industrialización de la agricultura y la urbanización de las comunidades rurales
acabaron con la versión tradicional de ésta, pero no con la ruralidad. Es así como
a partir de esto, surgen teorías que dan cuenta de este fenómeno, donde se
explica la aparición de una nueva ruralidad, que ha emergido hace varías décadas
(por lo que no se le puede considerar tan nueva). Lo nuevo es que ahora se
observa una ruralidad que antes se ignoraba (Gómez, 2001).
68
Sergio Gómez (2001) da cuenta de las características que se le atribuyen a
la ruralidad desde una perspectiva tradicional, señalando que la población se
ocupa de actividades agropecuarias y que la actividad agrícola está regida por
fenómenos naturales que no son controlados por el hombre. A su vez, la población
se ubica en espacios de baja densidad, además los habitantes de las
comunidades rurales tradicionales se caracterizan por la dispersión y aislamiento
de su población, contando con bajas condiciones de bienestar (infraestructura
básica, ausencia de servicios, etc.) y compartiendo condiciones culturales
atrasadas (por ejemplo, analfabetismo).
De acuerdo con Giddens (1999) una de las características de las
sociedades pre-modernas y agrarias, es la necesidad de seguridad ontológica, en
relación a los contextos de confianza, formas de riesgo y peligro. En este sentido
“las cosmologías religiosas proporcionan interpretaciones morales y prácticas de
la vida personal y social, así como del mundo natural, que representan un entorno
de seguridad al creyente” (p. 101). No obstante, la mayoría de las situaciones de
la vida social moderna, son manifiestamente incompatibles con la religión en su
aspecto de permanente influencia sobre la vida cotidiana. “La cosmología religiosa
ha sido suplantada por el conocimiento reflexivamente organizado, gobernando
por la observación empírica y el pensamiento lógico y centrada en la tecnología
material y los códigos aplicados socialmente” (Ibíd.: 106)
Esta concepción lleva a una valorización de lo urbano, asociado muchas
veces al concepto de progreso, una dirección unívoca: desde lo rural a lo urbano,
de la agricultura a la industria, del campo a la ciudad; en definitiva significa pasar
desde una situación de atraso hacia el bienestar.
Este pensamiento que surge de la ruralidad, no da cuenta de los fenómenos
contemporáneos que se han ido intercalando y de los efectos que la globalización
ha producido en ella. Es por esto, que la visión tradicional de la ruralidad se
69
muestra homogénea y no revela la heterogeneidad de situaciones introducidas por
la modernidad, como: condiciones ecológicas, diferentes escalas de producción,
pluriactividad, nivel de uso de los factores de producción, entre otros.
El sociólogo Ruso, Pitirim A. Sorokin junto a Zimmerman y Galpin
sistematizaron en 1930 las diferencias entre el mundo rural y el mundo urbano,
destacando las características diferenciales y las definiciones compuestas entre
ambos mundos, mostrando al menos nueve diferencias, resumidas en el siguiente
cuadro:
Cuadro N°1
DIFERENCIAS MUNDO RURAL (TRADICIONAL)
MUNDO URBANO (MODERNO)
1
Ocupacionales
Totalidad de individuos dedicados a la agricultura. El principal criterio de definición de la población o de la sociedad rural, es ocupacional.
Las sociedades urbanas se dedican a actividades ocupacionales diversas
2
Ambientales
La ocupación agrícola hace que los agricultores trabajen al aire libre, en contacto directo con la naturaleza, encontrándose más expuestos a los cambios climáticos.
El habiente urbano se encuentra separado de esta realidad por el ambiente artificial de la ciudad de piedra y de fierro.
3
Tamaño de las Comunidades
El carácter de la actividad agrícola dificulta la agrupación de los agricultores en concentraciones y determina que el trabajador habite permanentemente cerca de la tierra que cultiva.
Las actividades ocupacionales son heterogéneas, por que las personas habitan en distintos lugares.
4
Densidad
Densidad baja, por las características que exige la producción de los
Densidad alta.
70
Poblacional cultivos.
5
Homogeneidad/ Heterogeneidad de la Población
Más homogénea en sus características psicosociales (lenguaje, creencias, opiniones y tradiciones, etc.)
Más heterogénea, pues su población tiene los más diferentes orígenes.
6
Diferenciación, Estratificación y
Complejidad Social
Menor estratificación en el campo, las comunidades rurales expulsan hacia las ciudades tanto a individuos que se han vuelto excesivamente ricos como los que se han vuelto excesivamente pobres.
Sociedad compleja formada por una multiplicidad de grupos secundarios. Mayor diferenciación y estratificación social.
7
Movilidad Social
Los agricultores permanecen más tiempo en su condición de tales o cambian de empleo menos frecuentemente que las poblaciones urbanas. El porcentaje de hijos que heredan la ocupación de sus padres agricultores es más alto, entre las categorías ocupacionales.
Se moviliza de un lugar a otro, cambia de ocupación, de posición social por lo que tiene más movilidad horizontal y vertical que las comunidades rurales. Esto, por el mayor cambio en los domicilios y mayores desplazamientos dentro de las ciudades.
8
Dirección de las Migraciones
Excepción a este proceso se puede encontrar en periodos de catástrofes, periodos de decadencia, donde se producen interrupciones desde el campo a la ciudad.
Migraciones predominantes desde el campo hacia las ciudades y de las ocupaciones agrícolas hacia las ocupaciones urbanas.
9
Sistemas de Integración
Social
En el sistema de interacción rural, sus líneas y cadenas tienen un “toque personal”, “intimidad” y solidez.
En las zonas urbanas los sistemas de interacción están compuestos por relaciones causales, superficiales y de corta duración.
Fuente: Sergio Gómez (2001), ¿Nueva Ruralidad? Un aporte al debate.
71
Es así, como los contextos locales y/o agrícolas no han estado exentos de
los efectos de la modernidad, es en éstas sociedades donde se presenta un
desanclaje de los sistemas sociales, donde las relaciones de interacción se
reestructuran en indefinidos intervalos espacio-temporales. Esto hace que se
incorporen conocimientos nuevos, provenientes de lugares que se encuentran
fuera de la cultura tradicional, alterando las rutinas y quehaceres propios de las
comunidades.
“En las culturas tradicionales se rinde homenaje al pasado y se valoran los símbolos porque contienen y perpetúan la experiencia de generaciones. La tradición es una manera de integrar el control reflexivo de la acción con la organización del tiempo y el espacio de la comunidad. Es una manera de manejar el tiempo y el espacio que inserta cualquier actividad o experiencia particular en la continuidad del pasado, presente y futuro y éstos a su vez, se reestructuran en prácticas recurrentes…la reflexión de la vida social moderna consiste en el hecho de que las prácticas sociales son examinadas constantemente y reformadas a la luz de nueva información sobre esas mismas prácticas, que de esa manera alteran su carácter constituyente” (Giddens, 1999: 45- 46.).
La modernidad se inserta dentro de la vida cotidiana de los sujetos,
provocando en ellos una serie de contradicciones, dentro de las cuales se
contraponen los saberes heredados de la tradición, versus los provenientes de la
sociedad del conocimiento, creando rasgos polares y paradójicos de confianza y
riesgo, oportunidad y peligro, los cuales “permean todos los aspectos de la vida
cotidiana, reflejando, una vez más, la extraordinaria interpolación de lo local y lo
global” (Giddens. 2009: 139).
“La modernidad es inherentemente globalizadora, y las inquietantes consecuencias de este fenómeno se combinan con la circularidad de su carácter reflexivo para configurar un universo de acontecimientos en el que los riesgos y los peligros adquieren un nuevo carácter. Las tendencias globalizadoras de
72
la modernidad son simultáneamente extensivas e intensivas porque conectan a los individuos a los sistemas a gran escala como parte de una compleja dialéctica de cambio tanto en los polos locales como globales.” (Giddens, 1999: 164 -165.)
3.4 ESPACIO SOCIAL, CAMPO Y HABITUS: ELEMENTOS
CONSTITUTIVOS DEL PENSAMIENTO COTIDIANO
Los sujetos se encuentran inmersos dentro de un espacio social, y a partir
de los elementos que lo componen, éstos construyen representaciones sociales
de la vida cotidiana, las cuales tendrán interpretaciones y significados distintos,
dependiendo de la posición que ocupan en dicho espacio.
“El espacio social puede describirse como un espacio multidimensional de posiciones, tal que toda posición actual pueda definirse en función de un sistema multidimensional de coordenadas cuyos valores corresponden a los valores de diferentes variables pertinentes: así, en la primera dimensión, los agentes se distribuyen en él según el volumen global de capital que poseen y, según el peso relativo de los diferentes tipos en el conjunto de sus posesiones.” (Bourdieu, en Bonnewitz, 1998: 3)
Como señala Bourdieu, el espacio social está compuesto por cuatro tipos
de capitales, los cuales definirán la posición que ocupan los sujetos en el mundo.
Es así como se pueden encontrar individuos y grupos con diferencias de clase,
intereses, gustos, comportamientos, visiones y representaciones en torno a las
diversas dimensiones de la vida.
Los capitales que forman parte del espacio socio social en el que se
mueven los agentes, según el autor son: capital económico, capital cultural,
capital social y capital simbólico.
73
� El capital económico, se compone por el conjunto de bienes económicos
como ingresos, patrimonios, bienes materiales y a los diferentes factores
de producción de tierras, fábricas y trabajo.
� El capital cultural, corresponde al conjunto de calificaciones intelectuales,
transmitidas por la escuela o la familia. Éste está compuesto por tres
formas: la facilidad de expresión al público, la posesión de obras como
cuadros y libros y, los títulos académicos.
� El capital social, está definido por el conjunto de relaciones sociales y la
disposición que tiene tanto el individuo como el grupo hacia ellas. Este
capital implica un trabajo de sociabilidad donde es necesario realizar
invitaciones reciprocas, tener placeres comunes, entre actividades.
� El capital simbólico, correspondiente al conjunto de rituales ligados al honor
y el reconocimiento. Permite comprender que las manifestaciones de honor
y las reglas de buena conducta no son sólo exigencias del control social,
sino constituyentes de ventajas sociales de consecuencias concretas.
(Bonnewitz, 1998: 47)
“La posición de los agentes en el espacio de las clases sociales depende del volumen y la estructura de su capital. Entre las diferentes formas de capital, el económico y el cultural proporcionan los criterios de diferenciación más pertinentes para construir el espacio social de las sociedades desarrolladas” (Bonnewit. 1998: 47)
Aquellos que poseen mayor acumulación de capital económico, serán
quienes formen parte de la clase dominante, legitimando las pautas sociales y
culturales a seguir, sobreponiéndose por sobre la clase dominada. Además quien
posee un capital económico elevado, también cuenta con la fuerte presencia de
los capitales restantes.
74
La sociedad está compuesta por individuos que poseen un alto nivel
económico y por aquellos que se encuentran en la parte inferior de la escala
social, estos últimos se encuentran subordinados a los primeros, no solo en lo
referente al plano económico, sino que en los diversos aspectos de la vida
cotidiana, puesto que aquel que posea mayor volumen de capitán económico,
definirá las pautas de comportamiento de las clases inferiores a él. En este
sentido, el pensamiento de los sujetos se construirá a partir de la posición que
ocupan éstos en la estructura social.
Dependiendo de la posición que ocupan los sujetos en la estructura social
y, a través de la acumulación de los diversos capitales, se constituirán los
campos en los que se encuentran inmersos los individuos.
“Un campo puede definirse como una red o una configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen sus ocupantes, agentes o instituciones, por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de distribución de los diferentes tipos de poder (o de capital) cuya posición gobierna el acceso a los beneficios específicos que están en juego en el campo y, al mismo tiempo, por sus relaciones objetivas con las otras posiciones (dominación, subordinación, homología, etc.)” (Bourdieu, en Bonnewitz, 1998: 52)
Los campos no son totalmente autónomos, con fronteras rígidas, más bien
estos se articulan entre sí. Además que la posición que tenga un agente social
dentro de un campo va a depender de la posición que tenga este en el espacio
social.
Existen distintos tipos de campos, los cuales estarán definidos a partir de
los intereses y actividades que desarrollan los sujetos, es así como se pueden
encontrar campos referidos al trabajo, educación, religión, arte, etcétera.
Adquiriendo relevancia a partir del significado que otorgan los individuos a éstos.
75
Además es importante señalar que las representaciones sociales de la vida
cotidiana, estarán constituidas por elementos que se desprenden del o los
campos en los que se mueven los sujetos.
A través de la posición y la trayectoria de vida de los individuos es que se
produce el habitus, el cual se define como un sistema de disposiciones duraderas
adquiridas en el proceso de socialización.
Si los sujetos han desarrollado su trayectoria de vida dentro de un campo
específico, el habitus se verá reforzado, y las disposiciones que se presentan
hacia él serán definidas con claridad, por lo que el pensamiento y comportamiento
de los individuos pondrá resistencia al cambio, dependiendo del tiempo de
permanencia en un campo determinado y la falta de interacción con otros.
“Las disposiciones son actitudes, inclinaciones a percibir, sentir, hacer y pensar, interiorizadas por los individuos debido a sus condiciones objetivas de existencia, y que funcionan entonces como principios inconscientes de la acción, percepción y reflexión. La interiorización constituye un mecanismo esencial de la socialización, pues los comportamientos y valores aprendidos se consideran como autoevidentes, naturales, cuasi instintivos; la interiorización permite actuar sin estar obligado a recordarse explícitamente reglas que es preciso acatar para actuar” (Bonnewitz, 1998: 64)
Dentro del habitus se pueden distinguir dos componentes: el ethos que
designa los principios y valores en estado práctico, reglando la conducta cotidiana
correspondientes a los esquemas de acción pero de manera inconsciente y, la
hexis corporal definida por las posturas, posiciones y relaciones del cuerpo,
interiorizadas inconscientemente por el individuo durante su historia.
76
En resumen, el habitus define la personalidad del sujeto y corresponde a
como los individuos perciben y juzgan sus practicas; aspectos que son
indisociables.
3.5 PERSPECTIVA GENERACIONAL La investigación se enfoca en relación a la recolección y análisis de la
información, en dos subgrupos, jóvenes y adultos mayores, de la localidad de Villa
Prat. Lo que busca esta exploración, no es mostrar a éstos desde su condición
biológica, ni tampoco desde lo cronológico, sino más bien de la posición que
tienen de éstos en el mundo, asumiendo una postura sociológica.
Las generaciones pueden ser vistas desde dos perspectivas totalmente
opuestas, desde el positivismo, predominantemente del pensamiento liberal
francés y el pensamiento histórico-romántico alemán.
Este pensamiento positivista surge de Hume y Comte, éste opera con una
noción de tiempo externalista y mecanicista (Sánchez, 1970). Lo que buscaban los
positivistas es el afán de encontrar una ley general del ritmo histórico y hallarla a la
base de la ley biológica de la limitada duración de la vida del hombre y en el hecho
de las etapas de la edad. Esta visión es una prueba de su concepción lineal del
progreso.
Además surge el pensamiento histórico- romántico alemán, el cual se
presenta, no en un estado puramente químico de los pensadores idealistas, sino
que a aparecen pensativos como Pinder y Dilthey. Éstos aportan cada uno sus
diferentes visiones que serán rescatables para la construcción de una perspectiva
generacional. Por su parte Dilthey, incorpora el concepto de contemporaneidad y
agrega que los “individuos que crecen como contemporáneos, experimentan- tanto
en los años de mayor receptividad como después- las mismas influencias
77
directrices de la cultura intelectual que les rodea y de la situación política-social”
(Mannheim, 1952:199). Sin embargo lo que se rescata de esta corriente es el
pensamiento de Pinder, que sigue en la misma lógica de Dilthey, pero direcciona
su concepción hacia la “no contemporaneidad de los contemporáneos” cuestión
que Karl Mannheim rescata para la construcción sociológica de su pensar.
Menciona éste que existe un problema en las generaciones, por su visión
reduccionista acerca de la misma, que no responde a ninguna de las corrientes
antes mencionadas, sin embargo, se inclina más al pensamiento histórico alemán.
3.5.1 Juventud y Juventudes
“La juventud y la vejez no están dadas, sino que se construyen socialmente
en la lucha entre jóvenes y viejos” (Bourdieu, 2000:164).
Los jóvenes se encuentran en constante formación de su identidad, término
derivado de la teoría de Erickson, el cual considera como principal desafío de esta
etapa de la vida, la identidad frente a la confusión de roles.
James Marcia (1980) cree que la adquisición de la identidad requiere un período
de intensa autoexploración llamado crisis de identidad, en el cual se reconocen cuatro
etapas: i) Adquisición de identidad, en cual los adolescentes superan la etapa de crisis
de identidad y eligieron sus creencias y metas. ii) Exclusión de identidad, son quienes
adoptan una identidad que otros les proporcionan. Iii) Moratoria, jóvenes que se
encuentran en proceso de exploración de varios roles, pero todavía no se han incluido
en ninguno. iv) Difusión de la identidad, muchos se sienten insatisfechos con su rol,
pero son incapaces de iniciar una búsqueda para encontrarse. (James, 1980 citado en
Morris, 2005)
Los jóvenes en la actualidad, se presentan en un escenario lleno de
contradicciones y cambios, donde no existe una identidad compartida y un
78
concepto claro de lo que es ser joven, sino más bien una descomposición de su
personalidad que parece imponerles la propia sociedad (Touraine, 1991).
“La sociedad está en movimiento, es una especie de maratón en el que se va cada vez más aprisa y en el que participan corredores cada vez más numerosos y mejor preparados, pero es también una carrera en la que se deja de lado a muchos que no tienen fuerzas o ánimos para correr, que no tienen buen calzado o que están mal alimentados. Sociedad cada vez más "dualista", dicen los sociólogos, en la que las antiguas barreras sociales han sido sustituidas por otras nuevas, en la que la oposición principal no es ya la de los de arriba y los de abajo, sino la de los que participan en la carrera y los que han tenido que renunciar” (Touraine, 1991: 4). La procesos modernizantes, imponen una mirada de ser joven ante la
sociedad, donde éste debe alcanzar un cierto status para pertenecer a la sociedad
global- tener vehiculo, accesorios de marcas conocidas, estudiar carreras
profesionales, obtener títulos académicos - y quien se encuentre fuera, estará al
margen de la modernidad.
Esta mirada, pertenece a una matriz llamada adulto céntrica, donde el mundo
adulto aparece como dominante y protector de la formación y preparación de niños
y niñas para su vida futura, donde los mundos juveniles aparecen como
obedientes y dejándose formar, aunque a ratos también son rechazadas estas
posiciones de sometimiento en que se encuentran.
Se pone en condición de superioridad a algunas personas por sobre otras,
por el sólo hecho de tener cierta edad –ser mayores- o cumplir ciertos roles
sociales (trabajar, estar casado, participar en las elecciones, etc.). Vale decir, si
eres adulto, hombre, blanco, de clase alta, heterosexual, con seguridad estás en
ventaja y puedes discriminar a otros.
79
Es por lo anterior, es que existe una visión difusa sobre el concepto de juventud,
reconociendo diversas perspectivas, desde su definición como categoría demográfica,
hasta su construcción como un fenómeno de expresión subcultural, pasando por las
visiones de la psicología evolutiva y la socialización (Sandoval, 2002).
Como señala Sandoval (2002), desde esta perspectiva existen diferentes tipos de
sujetos jóvenes, vinculando a éstos a dos grandes imágenes:
“Una primera que los define como sujetos en tránsito hacia una condición de actores sociales propiamente tales; y una segunda que los define como sujetos con una especificidad cultural de recursos y expresiones propias de su condición de actores juveniles” (p.9) Existe una imagen de jóvenes como sujetos en tránsito, donde el desafío histórico
de la ciudadanía, ha estado vinculado al discurso de la integración.
“Las grandes demandas de integración y protección social se han formulado desde un discurso asimilacionista que se propone que los jóvenes se hagan parte de las vías de participación, al mismo tiempo que se disciplinen a las estrategias de control de la sociedad adulta. Así, la educación, capacitación y habilitación constituirían los momentos diferenciales de este discurso asimilacionista que sólo reconoce como ciudadanos a los sujetos adultos producidos en estos procesos de formación de habilidades, competencias y virtudes para participar en la vida pública” (Sandoval, 2002: 13).
Por otro lado, existe la imagen de los jóvenes como una forma de expresión
subcultural. En este ámbito el desafío histórico de la ciudadanía ha estado puesto en el
discurso del reconocimiento de la diversidad. Dentro de éste se encuentran
movimientos culturales vinculados a las asociaciones juveniles, a las tribus urbanas, a
los movimientos de expresión musical, proponiendo que la asociación y la expresión
cultural juvenil constituyen manifestaciones legítimas de participación social y que
deberían ser consideradas como vías necesarias de construcción de ciudadanía.
“Las encuestas realizadas en Chile muestran que también allí encontramos en la juventud un grado bastante elevado de conformismo y de aceptación de las instituciones, y una clara
80
ausencia de conflicto entre generaciones. Se encuentra también al mismo tiempo, sin embargo, una especie de resentimiento generalizado hacia la sociedad, el sentimiento de estar situado fuera de la vida pública” (Touraine, 1991:11).
3.5.2 Adultos Mayores
En la teoría del desarrollo, la vejez es la última etapa de la vida. El
envejecer constituye cambios continuos que ocurren desde el nacimiento,
manifestándose de formas complejas- fisiológicos, emocionales, cognitivos,
sociológicos, económicos e interpersonales- que influyen tanto en el
funcionamiento y el bienestar social.
Aunque se tienen conceptos y conocimientos generales acerca del
envejecimiento, esta información no es suficiente todavía para reconocer a una
ciencia de la vejez. Una ciencia social de la vejez, permitiría un entendimiento
más completo de lo que significa ser viejo en la sociedad, sin limitarse a
explicaciones que son estrictamente biológicas, bioquímicas o psicológicas
(Cockerman. 1991, en Sánchez. 2000: 39). Matilda Riley (1987) afirma que
entender el envejecimiento es principalmente un asunto sociológico. No es que las
dimensiones biológicas y psicológicas carezcan de importancia, por el contrario el
envejecimiento es un proceso biológico con implicancias psicológicas (Sánchez,
2000).
Existe información insuficiente acerca del significado de la vejez,
provocando en la sociedad un conocimiento común, basado en mitos,
estereotipos y prejuicios acerca de esta población. Estos estereotipos se
desprenden de una sociedad, donde ser viejo o vieja significa tener una posición
devaluada y donde el deseo inherente del ser humano es permanecer joven
eternamente, pues el miedo a envejecer es universal. La poca preparación de la
sociedad para enfrentar el envejecimiento y el desconocimiento de las
81
características de este segmento, impiden la aceptación de la vejez como etapa
previsible del ciclo evolutivo.
Hooyman (1994) menciona acerca del envejecimiento social que:
“Se refiere a los hábitos sociales, papeles cambiantes y las relaciones en el ámbito social- con familias y amigos, relaciones del trabajo y dentro de las organizaciones tales como religiosas, recreativas y grupos políticos, según las personas envejecen cronológica, biológica y psicológicamente, sus funciones y relaciones también se alteran. Usualmente la persona experimenta una reducción en sus interacciones sociales importantes. El medio social, el cual varía considerablemente, determina el significado de la vejez para una persona, y si esa experiencia de envejecer será positiva o negativa” (Citado en Sánchez. 2000: 36)
Es por esto, que la sociedad juega un papel muy importante en la
construcción y tipificación de la vejez, por lo que, para unos los adultos mayores
serán sinónimo de sabiduría y experiencia y, para otros éste significará la
decadencia, declinación, enfermedad, entre otros.
Según Erickson (1963) la transición a la etapa de la vejez se caracteriza por
la crisis de integridad del ego versus desesperación, siendo ésta última la crisis
psicosocial de esta etapa. Por una parte, la integralidad del ego se entiende como
aceptar que el ciclo de vida no tiene sustitución, llegan a admitir su humanidad
más que su propio yo. Aquellos que no admiten su vida, le temen a la muerte,
están disgustos con ellos, experimentan remordimiento y desesperación. Si se
logra un compromiso con la integralidad y la crisis de la vejez se resuelve, emerge
la sabiduría. La sabiduría implica que la persona es capaz de aceptar que la vida
esta llegando a un final. Este entendimiento establece un balance entre la
disminución de potencia o fuerza en la vejez y permite al individuo servir de
ejemplo a generaciones futuras. Por el contrario, la desesperación representa el
rechazo a una vida pasada y un temor a la muerte por no tener tiempo suficiente
82
para rehacer errores del pasado. Según Erickson, cuando la persona aprecia la
continuidad de su pasado, presente y futuro, acepta el ciclo vital y su estilo de
vida, puede contribuir con su sabiduría al desarrollo de otros. (Citado en Sánchez,
2000)
83
CAPITULO IV
84
4 MARCO METODOLÓGICO
4.1 PARADIGMA DE INVESTIGACIÓN
El presente estudio se desarrolla desde un corte cualitativo de
investigación, respondiendo al paradigma interpretativo, el cual sienta las bases
epistemológicas, metodológicas y teóricas de esta investigación.
El Paradigma Interpretativo, intenta sustituir las nociones científicas de
explicación, predicción y control del paradigma positivista por las nociones de
comprensión, significado y acción. Busca la objetividad en el ámbito de los
significados utilizados como criterio de evidencia y el acuerdo intersubjetivo en
determinado contexto.
Los diseños cualitativos son abiertos, tanto en la selección de los
participantes, así como en lo concerniente a la interpretación y análisis. Se
articulan los contextos situacionales y convencionales, ya que en el análisis e
interpretación se conjugan tanto el investigador (sujeto de la investigación) como
el sujeto investigado. “Así pues en la investigación cualitativa el investigador es el
lugar donde la información se convierte en significación (y en sentido), dado que la
unidad del proceso de investigación, en última instancia, no está en la teoría ni en
la técnica-ni en la articulación de ambas- sino en el investigador mismo” (Dávila,
1995:77).
“Asumir una óptica de tipo cualitativo comporta, en definitiva, no solo un esfuerzo de comprensión, entendido como la captación, del sentido de lo que el otro o los otros quieren decir a través de sus palabras, sus silencios, sus acciones y sus inmovilidades a través de la interpretación y el diálogo, si no también, la posibilidad de construir generalizaciones, que permitan entender los aspectos comunes a muchas personas y grupos humanos en el proceso de producción y apropiación de la realidad social y cultural en la que desarrollan su existencia” (Sandoval, 1996:32)
85
El enfoque cualitativo da respuesta al tipo de conocimiento que se busca a
través de la investigación, además de establecer la metodología a utilizar. De esta
forma el abordaje de las Representaciones Sociales será asumirá desde una
mirada procesual, dado que este se ésta considera los aspectos constituyentes del
sentido común. .
“Los procesos de investigación cualitativa son de naturaleza multicíclica o de desarrollo en espiral y obedecen a una modalidad de diseño semiestructurado y flexible. Esto implica, por ejemplo, que las hipótesis van a tener un carácter emergente y no preestablecido y que las mismas evolucionarán dentro de una dinámica heurística o generativa y no lineal verificativa, lo que significa que cada hallazgo o descubrimiento, en relación con ellas, se convierte en el punto de partida de un nuevo ciclo investigativo dentro de un mismo proceso de investigación” (Sandoval, 1996:41) En trabajo social, la investigación cualitativa es pertinente, puesto que lo
que busca es la producción de conocimiento, a partir de la singularidad del sujeto
haciendo que cada investigación sea única:
“Pues si el sujeto es singular, conocerlo significa oírlo, escucharlo permitirle que se revele. Y ¿dónde el sujeto se revela? En el discurso y en la acción. Así, si la investigación pretende ser cualitativa y pretende conocer el sujeto, precisa ir exactamente al sujeto, al contexto en que vive su vida.” (Martinelli, 1994).
4.2 TIPO DE INVESTIGACIÓN: DESCRIPTIVO- ANALÍTICO
El tipo de investigación es Descriptiva- Analítica. Por una parte, la
descripción es una de las primeras formas de aproximarse al problema de
investigación. Se llevan a cabo sin una hipótesis específica; prueba hipótesis
generales. Permite formular hipótesis asociativas (específicas) de investigación:
explicativas. “Describir no es en absoluto algo mecánico o carente de problemas,
ya que para hacerlo hay que elegir entre un número infinito de hechos que podrían
registrarse” (King y otros, 2000:45).
86
Por otra parte, la investigación analítica se lleva a cabo una vez que se han
establecido bien los hechos con respecto al problema de investigación, - se llevan
a cabo para probar hipótesis asociativas (específicas) de investigación - el
objetivo es conocer a fondo el problema que se investiga”12.
Para efectos de la investigación, lo que se busca es producir datos
descriptivos y analizar, según las propias palabras habladas, escritas o las
conductas observables de las personas, que son lo más importante para develar el
significado de éstas.
4.3 ENFOQUE METODOLÓGICO: TEORÍA FUNDAMENTADA
La teoría fundamentada se ubica dentro de los métodos interpretativos de la
realidad social y comparte con la fenomenología su uso para describir el mundo de
los sujetos en un determinado tiempo y espacio, utilizando la inducción para
generar teoría explicativa de un fenómeno.
Corbin y Strauss (2002), denominan la teoría fundamentada como una
forma de estudio que es derivada desde los datos recopilados de manera
sistemática.
“En este método, la recolección de datos, el análisis y la teoría que surgirán de ellos guarda estrecha relación entre sí. Un investigador no inicia un proyecto con una teoría preconcebida (…). Más bien, comienza con un área de estudio y permite que la teoría emerja a partir de los datos” (pp. 13- 14).
La característica principal que posee este método que la fundamentación
de los conceptos que se encuentra en los datos, permitiendo la emergencia de
significados desde estos. “El análisis es la interacción entre los investigadores y
12 Whittembury V Álvaro. “Diseños De Investigación”, [en línea]. Fecha de Consulta: 31 de mayo de 2010. Obtenido en: /www.socipem.com/redaccion/.
87
los datos. Es al mismo tiempo arte y ciencia” (Ibíd., p.14). Es ciencia, en el sentido
que es necesario cierto rigor en el análisis de los datos, y arte porque los
investigadores necesitan creatividad en denominar las categorías, formular
preguntas estimulantes y hacer comparaciones, generando un sistema innovador,
integrado y realista de los datos.
Las estrategias principales para desarrollar la teoría fundamentada son
dos: el método comparativo constante y el muestreo teórico.
A través del método comparativo constante el investigador
simultáneamente codifica y analiza los datos para desarrollar conceptos, mediante
la comparación continúa de datos, integrándolos posteriormente en una teoría
coherente.
Desde el muestreo teórico, el investigador selecciona nuevos casos a
estudiar según su potencial, para refinar o expandir los conceptos y teorías ya
desarrollados. Análisis y recolección se realizan al mismo tiempo.
A través de la aplicación de la teoría fundamentada, lo que emerge como unidad
de análisis, son las relaciones sociales y patrones de comportamiento de los
diferentes sujetos (Ibíd.).
El procedimiento en el cual se funda esta teoría para construir su análisis
es en base a una codificación abierta, la elaboración de memorandos analíticos
que interpreten los datos obtenidos, la identificación de una (s) categoría (s)
núcleo, el ordenamiento de los memos analíticos y la escritura de la teoría.
88
4.4 TIPO DE INVESTIGACIÓN SEGÚN SU TEMPORALIDAD: TR ANSVERSAL
Según su tiempo la investigación, es trasversal, pues la pesquisa apunta a
un momento y tiempo definido, la que en este caso es desde abril hasta diciembre
del año 2010.
Estas Investigaciones recopilan datos en un momento único y tiempo único.
Cuyo propósito es describir las categorías y analizar su incidencia en un momento
dado.
Según el grado de manipulación de las categorías, el estudio es no-
experimental, pues el investigador no interviene en la realidad, solo la observa.
4.5 DISEÑO DE LA MUESTRA
4.5.1 Universo :
En la investigación cualitativa la muestra pretende la representatividad, pero
no en el sentido poblacional o estadísticos, característico de los estudios
cuantitativos. “La representación poblacional relaciona conjuntos (muestra,
universo) de individuos. (…) Los participantes de un grupo de conversación, o los
entrevistados, se seleccionan a través de una representación del colectivo como
un espacio ordenado internamente como “relaciones”, como posiciones o
perspectivas diversas convergentes o sostenidas sobre una misma base”
(Canales, 2006: 23).
La selección de los sujetos de investigación, responde con ciertos criterios
básicos compartidos, que proporcionan las bases de un mismo contexto. Para
efectos de esta indagación los criterios son los siguientes:
89
� Adultos Mayores y jóvenes originarios de la localidad de Villa Prat,
comuna de Sagrada Familia.
� Adultos mayores y jóvenes coterráneos, es decir, que vivan en la
localidad y hayan vivido el desastre en el mismo sector.
� Adultos mayores y jóvenes, que hayan sido afectados materialmente
(pérdida total o parcial de un bien mueble e inmueble) por el terremoto
del 27 de febrero de 2010.
Cabe destacar que para llegar a estos sujetos es necesario hacerlo por
medio de “informantes claves” que conozcan el territorio y a los sujetos presentes
en él, entre ellos se encuentra el párroco de la localidad, dirigentes vecinales,
asistentes sociales, entre otros.
Este estudio a priori, no predetermina un número específico y concreto de
entrevistas en profundidad a realizar, ya que opera bajo el principio de
redundancia o saturación, entendiendo por ello “el agotamiento de información o
efectos de sentido no conocidos previamente. Como esquemas de significación, la
información es finita. Por ello, la repetición no agrega información” (Canales, 2006:
23).
En consecuencia, lo que se busca por medio de las entrevistas es la
posibilidad de reconstruir la estructura interna del objeto que se estudia, no
obstante, la investigación concluye cuando el investigador ha logrado “decodificar”
su objeto, de modo que las sucesivas nuevas significaciones que puedan analizar
ya no reportan nuevas posibilidades no previstas el código ya levantado, es decir,
la información sature en el momento en que comienza a redundar en lo sabido.
90
4.5.2 Tipo de Muestra
El tipo de investigación es cualitativa, por lo que se establece, un tipo de
muestra, en este caso no probabilística, puesto que no es posible establecer con
precisión la estimación del parámetro poblacional. Éstas “se caracterizan por la
presencia del juicio personal del muestrista en la estrategia de selección de
elementos” (Canales, 2006).
En la investigación, las estrategias de elección de los casos fueron
mediante el muestreo teórico, a través de esto, se obtuvo información para
localizar a los entrevistados.
4.5.3 Muestreo Teórico
Con la teoría fundamentada el tamaño de la muestra está directamente
relacionada con la teoría. Es una parte más del proceso de recogida de datos y
análisis. La ampliación de la muestra se produce cuando se necesita información
adicional para la investigación (Cuñat (n.a.). p.4).
El ordenamiento de los sujetos de investigación es en relación al tiempo en
que se realizaron las entrevistas, comenzando éstas en septiembre y culminado
en noviembre de 2010.
91
Las principales características de los sujetos se resumen en el siguiente
cuadro:
Cuadro N° 2
Sujeto Sexo Edad Situación Civil Situación Laboral
1 Hombre 72 Casado Productor agrícola
2 Mujer 60 Casada Dueña de casa
3 Mujer 19 Soltera Cesante
4 Mujer 69 Casada Dueña de casa
5 Mujer 65 Casada Dueña de casa
6 Mujer 26 Casada Técnico en
enfermería
7 Hombre 65 Casado Temporero
8 Hombre 17 Soltero Estudiante
9 Mujer 22 Soltera Técnico en
enfermería
10 Hombre 28 Casado Temporero
4.6 TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE DATOS
4.6.1 Entrevista en profundidad:
Esta técnica a utilizar es consecuente con la investigación- conocer las
representaciones sociales-es la más coherente para develar desde los sujetos-
Adultos mayores y Jóvenes- las representaciones sociales de la vida cotidiana
post terremoto.
92
La entrevista en profundidad puede definirse como “una técnica social que
pone en relación de comunicación directa cara a cara a un
investigador/entrevistador y a un individuo entrevistado con el cual se establece
una relación peculiar de conocimiento que es dialógica, espontánea, concentrada
y de intensidad variable”(Canales, 2006:219).
Dicha entrevista toma en cuenta dos aspectos durante su procedimiento: la
información de tipo verbal oral (las palabras, significados y sentidos de los sujetos
implicados en la entrevista) e información de tipo gestual y corporal (las
expresiones de los ojos, el rostro, la postura corporal, etc.). Estos dos aspectos
complementaran la entrevista, ambas se deben incluir y registrar para mostrar de
forma holística lo recabado durante la entrevista.
Además de lo anterior, la entrevista en profundidad no es única sino que
existen varias formas de abordarla, según se trate “de individuos o grupos y
cuando la investigación aborda temas de manera holística o intensiva o se
restringe a ciertas experiencias temporal y espacialmente delimitadas” (Canales,
2006:254).
Para efectos de esta investigación, el tipo de entrevista en profundidad es
enfocada, la cual está destinada abordar la experiencia de un sujeto expuesto a
una situación o acontecimiento temporalmente delimitado, para lo cual será
necesario realizar grabaciones en audio, para registrar a cabalidad lo expresado
por el sujeto en estudio. (Ruiz Olabuénaga, 1999).
Los tópicos incorporados para llevar a cabo las entrevistas en profundidad,
fueron analizados en relación al cumplimiento de los objetivos de investigación,
incorporando en cada una de las temáticas, elementos que sirvieran para
encontrar resultados e indagar en los cambios de la vida cotidiana de los sujetos.13
13
Ver Anexo 1 “Entrevista en Profundidad”
93
Las temáticas de las entrevistas fueron para ambos sujetos de investigación de
igual forma, pues el parámetro de indagación debía ser el mismo, para dar cuenta
de las transformaciones, continuidades y rupturas de la vida cotidiana entre
adultos mayores y jóvenes.
La duración de las entrevistas fue variando de acuerdo al tipo de sujeto y,
además según la forma en que se establecieron las preguntas, pues al principio se
aplicaron en orden de objetivos- en las 3 primeras entrevistas- pero en el trascurso
del tiempo, los investigadores se percataron que las preguntas se podían plantear
a partir de los cambios acontecidos por el terremoto y desde allí dar cuenta de
cómo configuran su pensamiento. Desde ese momento, las entrevistas se
acortaron a un tiempo promedio de una hora, al contrario de las primeras
entrevistas, donde se indagaba primero la historia de vida del sujeto y luego se
retomaba las consecuencias del terremoto, durante éstas más de dos horas.
4.7 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 4.7.1 Análisis de datos desde la teoría fundamentad a
Cuadro N°3: Componentes Básicos de la Teoría Fundam entada
Tipos de códigos
Conceptuales
Código Sustantivo
Código Teórico
Código In vivo
Categorías centrales
Formas de Codificación
Abierta Teórico Axial
Tipos de Teoría Emergente
Sustantiva
Formal
Saturación Teórica
Muestreo Teórico Método Análisis Comparativo Constante (Producción Dato) (Análisis Inductivo Generacional)
Codificación selectiva
Integración Teórica
Clasificación Teórica
Proc. Sociales Básicos
Revisión literatura
Escritura teórica
Generación de Teoría Formal
94
Con la teoría fundamentada el tamaño de la muestra esta directamente
relacionada con la teoría. Es una parte más del proceso de recogida de daños y
análisis. La ampliación de la muestra se produce cuando se necesita información
adicional para la investigación (Cuñat (n.a.). p.4).
Los sujetos en sus relatos describen sucesos cotidianos, personas, objetos,
acontecimientos, emociones, etcétera; estas descripciones constituyen la base del
ordenamiento conceptual (Corbin, Strauss: 2002). “Este se refiere a la
organización de los datos en categorías (o a veces, clasificaciones) discretas,
según sus propiedades y dimensiones y luego al uso de la descripción para
dilucidar estas categorías” (Ibíd., p.21). El fin principal del ordenamiento
conceptual, es que este tipo de análisis es precursor de la teorización.
Para Corbin y Strauss (2002) la teoría denota un conjunto de categorías
bien construidas, interrelacionados de manera sistemática que permitan formar un
marco teórico que explican un fenómeno social. “Una teoría, es por lo general,
más que un conjunto de hallazgos pues ofrece explicaciones sobre fenómenos”
(Ibíd., p.25).
Al igual que en otras estrategias de investigación cualitativa, en la teoría
fundamentada el desarrollo del proceso investigativo no es lineal. La dinámica “es
tanto metódica como recursiva” (Centro de Estudios de Opinión, p. 4) porque los
investigadores han de categorizar sistemáticamente los datos y limitar la
teorización hasta que los patrones en los datos emerjan de la operación de
categorización (Ibíd.).
El proceso comienza con códigos abiertos, en esta codificación “los datos
se descomponen en partes discretas, se examinan minuciosamente y se
comparan en busca de similitudes y diferencias” (Op. Cit. p. 111) dirigiendo la
muestra en al descubrimiento de variables centrales respaldada en los datos. Sólo
95
cuando ya no emerjan datos de las entrevistas el investigador dejará de buscar
información, es decir, cuando los datos sean saturados.
En la dimensión horizontal del esquema se encuentran los principales
elementos que participan en la transformación de los datos, los códigos
conceptuales (código sustantivo, teóricos e in vivo) y las formas de codificación
(abierta, teórica, axial y selectiva).
Los códigos conceptuales representan la relación entre los datos y las
teorías. Según Carrero (1998), citado por Cuñat (n.a.) el código proporciona una
visión abstracta y concentrada de sucesos aparentemente dispares. A partir de
cada uno de los códigos conceptuales generados a partir de los datos y de sus
propiedades se generaran las categorías centrales.
En la teoría fundamentada los códigos sustantivos surgen a partir de los
datos empíricos originales del campo de estudio del investigador, los códigos
teóricos surgen a partir de la clasificación, integración y ordenamiento de la teoría,
siendo más abstractos que los códigos sustantivos. Los códigos in vivo proceden
directamente del lenguaje de los entrevistados, caracterizándose porque son
precisos en significados.
El investigador lleva un registro de los análisis, pensamientos,
interpretaciones, preguntas, tal como surgen en el análisis, además de
instrucciones para la recolección adicional de datos. Cada memo es introducido
por un titulo, que generalmente es un código –teórico, sustancial o in vivo-.
A partir de la codificación, organización y clasificación de la información
surgen las categorías centrales que constituyen la base del proceso de la teoría
emergente, estas representan el patrón central de una conducta. La categoría
debe saturarse tan pronto como sea posible para dar pie a las explicaciones, en
96
relación a su relevancia respecto a otras categorías que pueden surgir de la
información. Los memorandos evolucionan, quizás el punto más importante es
que no existe memos mal escritos o errados, ellos van progresando, clarificando y
precisando en la medida que la investigación avanza.
Se pueden encontrar cuatro formas de codificación: la codificación abierta
es el proceso mediante el cual se desglosan los datos en distintas unidades de
significado. Como norma comienza con la transcripción de la entrevistas y
después con un análisis línea por línea, o análisis microscópico, que permite
identificar las palabras o frases claves de los entrevistados.
En la codificación teórica se establecer relaciones entre los códigos
sustantivos y sus propiedades, definiendo hipótesis que posteriormente serán
integradas en una teoría.
La codificación axial es el proceso en que realizan comparaciones entre los
códigos, comparando vía inducción y la deducción, enfatizando en las relaciones
causales.
La codificación selectiva es el proceso de selección de una categoría
núcleo, relacionando las demás con ésta. La idea es generar un dialogo la cual
integre todos los otros elementos contenidos en la categorías anteriores.
A partir del proceso de codificación emerge la teoría sustantiva que da
cuenta de las singularidades de los sujetos, alimentando de los datos contenidos
en las entrevistas de manera abierta y dinámica. Esta teoría es el nexo con la
teoría formal fundamentada, a través del análisis de la literatura relacionada con
los temas develados.
97
CAPITULO V
98
5. ANALISIS DE DATOS
5.1 ANÁLISIS ADULTOS MAYORES
A continuación se presenta una caracterización socio- histórica de la
localidad de Villa Prat, desde sus particularidades sociales, culturales, económicas
y familiares a partir de la visión de los adultos mayores Villa Pratenses.
Los sujetos de investigación son oriundos de la comunidad, nacidos entre
las décadas de 1930 y 1950, desarrollando toda su trayectoria de vida en ésta, por
lo que mantienen un fuerte vínculo con esta tierra y sus tradiciones campesinas.
La modalidad de acceso a los datos con los cuales se construye el análisis,
es por medio de entrevistas biográficas en profundidad, aplicadas a adultos
mayores de la localidad, los cuales habitan en distintos puntos de Villa Prat. Luego
del ordenamiento y clasificación de las informaciones en distintas las categorías
de análisis, y producto de la lectura, reflexión de los autores, surge un cuerpo
coherente y estructurado de ideas que dan forma al análisis que posteriormente se
presenta.
5.1.1 Visiones Sociales, Económicas, Familiares y Culturales de los Adultos
Mayores De Villa Prat.
5.1.1.1 Villa Prat es una calle larga.
Los adultos mayores recuerdan que durante su infancia y adolescencia,
Villa Prat fue un pueblo tranquilo y seguro, cuyos atractivos era el colegio de
educación básica, la plaza “Arturo Prat”, consultorio de salud primaria, retén de
carabineros y la parroquia, que contaba con un amplio salón estilo colonial, donde
99
se realizaban actividades sociales para la comunidad, todas estas instituciones se
ubicaban en la calle principal, conservando su ubicación hasta hoy.
Los relatos develan que la localidad de Villa Prat de antaño era una
“comunidad”, estas son grupos humanos con fuertes vínculos de unión
espontanea, siendo fundamentalmente “un modo de relación social , es un
modelo de acción intersubjetivo construido sobre el afecto, la comunidad de fines
y de valores y la incontestable esperanza de la lealtad, de la reciprocidad”
(González, 1988: 31). En la comunidad todos sus habitantes se conocen, y están
unidos por fuertes vínculos de solidaridad, respeto, compañerismo, entre otros,
que representan los valores sociales de la misma. Estos vínculos proveen de
sensación de seguridad y tranquilidad a las personas, ante lo cual el “forastero”14
representa el peligro que puede irrumpir en la misma para transformarla
negativamente.
Las narraciones de los entrevistados cuentan que la localidad estaba
conformada por una “calle larga”, con casas antiguas por ambos costados,
construidas en material de adobe, las que tenían como característica común los
grandes corredores de pilares labrados, con techumbres de tejas, antejardines
coloridos por sus flores y parrones de vid, constituyendo un espacio ideal para las
reuniones familiares, encuentros con amigos y vecinos, o simplemente un buen
lugar para tejer al aire libre y comadrear entre vecinos; lo que según sus
habitantes, hacia del pueblo un lugar hermoso distinto de otros lugares.
¿Qué recuerdos de su infancia tiene usted? ¿Cómo er a Villa Prat en ese entonces? Si po’, la misma calle larga todo, casas por ambos lados, casas bonitas. Era un pueblo tranquilo. Bueno que yo nunca fui entusiasmada a salir, pero me recuerdo de ir a la escuela y pasar a la plaza a jugar po’.
14 El término forastero, utilizado por Alfred Shutz, indica una persona que trata de ser definitivamente aceptada, o al menos tolerada, por el grupo al que se aproxima.
100
¿Se reunía harta gente en ese entonces en la plaza? Harta gente, la plaza en el verano es bien bonita. Juegos, canto, música… (Flor, 65 años)
Una característica común en el campo chileno, son sus imponentes casas
de adobe, lo cual Villa Prat no estaba exenta de tener. Éstas estaban formadas
por numerosas y amplias habitaciones, cielos elevados, paredes anchas que
hacían las viviendas frescas en el verano y acogedoras en el invierno, grandes
puertas de maderas y pisos de tierra u otros materiales, las que debido a su
amplitud, provocaban que las personas demoraran largas horas en los quehaceres
cotidianos. Estas casas eran un punto de encuentro para la familia y en donde
además, solían atender a invitados o familiares que llegaban desde otros pueblos
y ciudades al sector, en búsqueda de lindos paisajes y tranquilidad en el ambiente.
¿Y cómo recuerda que era Villa Prat antes? Si ahora no esta ni pareció, las casas todas eran grandes po’, si la casa mía no era tan grande, era grande, pero habían otros caserones, todos de adobe (…). Eran bien bonitas, con tejas, harto grande po’, tenían hartas piezas, corredores bien bonitos po’. Eran viejitas las casas pero bonitas po’ oiga. ¿Eso era algo característico del lugar? Si. Todos conocían Villa Prat por eso. ¿Y eso le gustaba a usted? Sipo, era bonito, ahora esta todo pelado. (Octavio, 65 años)
Los adultos mayores concuerdan que lo característico del lugar eran sus
casas de adobe. Este elemento constituye parte de la memoria histórica15 de los
sujetos y de la comunidad, su arquitectura, sus colores, tamaño, hechos
importantes vividos en ellas, entre otros, permiten entablar un fuerte arraigo con el
15 La memoria histórica esta conformada los procesos históricos que se desarrollan en un determinado contexto, los aspectos humano, puesto que de forma consciente o inconsciente son los seres humanos quienes forjan la historia y se ven afectados por la misma, aspectos culturales, que forman parte patrimonio simbólico y los procesos políticos.
101
territorio brindándoles identidad a los Villa Pratenses. En este sentido la identidad
es concebida:
“Como el proceso social mediante el cual los sujetos o comunidades construyen una comprensión de sí mismos, a partir de su posición en la estructura social, de los hitos que han marcado su trayectoria personal y social y de las expectativas que tienen del futuro” (Gobierno Regional del Maule, Universidad Católica del Maule y Centros de Estudios SURMAULE, 2010: 15).
Es decir, existe una construcción social del espacio entre las personas
mayores, las que visualizan las casonas no sólo como un espacio físico habitable,
sino también como espacio de interacciones, cargada de sentido y simbolismos,
acumulación de experiencias y hechos que marcan la historia de vida de los
sujetos, como nacimientos, matrimonios, muertes, reuniones, conflictos y vivencias
diarias, que hacen que el hogar cobre vida por medio de las personas que
habitaban en él. Cabe destacar que en la mayoría de los casos, las viviendas son
herencias familiares, traspasadas de generación en generación, teniendo algunas
de ellas más de cien años de antigüedad.
Desde un análisis de los capitales de Pierre Bourdieu (Bonnewitz, 1998) las
grandes casas de adobe formaban parte del “capital económico” de los sujetos, ya
que eran parte constitutiva de los bienes económicos y patrimoniales de éstos,
siendo en muchos casos el único bien de valor del cual podían obtener alguna
ganancia en caso de su transacción. También representaron una forma “capital
simbólico”, esta forma de capital sólo existe en la medida en que es reconocido
por los otros como un valor, en consiguiente, para las personas la casa brindaba
estatus y reconocimiento social, su grandeza exterior hacia connotar una posición
social superior, hacían ostentar riqueza, lo cual estaba en muchos casos errado,
las personas que las habitaban vivían rodeados de pobreza y carencias.
Los sujetos recuerdan que durante su infancia y adolescencia,
específicamente entre década del 40’ y 50’, las familias no solían compartir
102
mucho con la comunidad, porque las distancias en el campo eran extensas y la
escasa conectividad les impedía desplazarse; pero, también porque la demanda
del campo, el esfuerzo y el cansancio que generaban las labores, no dejaban
tiempo para la vida social, por lo que desarrollaban su vida entorno a la familia. Sin
embargo, esta rutina se rompía en época de festividades importantes para la
comunidad, como por ejemplo: la celebración de la fiesta del ají, bailes para fiestas
patrias, año nuevo u otras fechas, en donde participaba toda la familia y el pueblo
entorno a éstas. De día los padres salían con los hijos a visitar los stands y
ramadas, para luego por la tarde volver a sus hogares, “antes que entrara el sol
todos debían estar en la casa”. Estas festividades representan para los sujetos
entrevistados una de las imágenes más hermosas de su niñez y juventud, ya que
les permitía salir de la rutina del trabajo, la casa y sus quehaceres. Brindándoles
momentos agradables con la familia y comunidad.
¿Eran muy estrictos sus papas con ustedes?
No era más mi mamá, antes salíamos para el 18 en el día, no como ahora que es en la noche, antes que se entrara el sol ya estábamos nosotros en la casa. Lo pasábamos bien bonito con todos allá (Flor, 65 años).
Los adultos mayores, recuerdan que a mediados del siglo XX no
participaban de organizaciones formales16 -como juntas de vecinos, sindicatos,
clubes de adulto mayor, etc.-, porque el sector no las poseía y no eran necesarias
dentro de un contexto de comunidad donde las relaciones sociales fluían con
naturalidad y espontaneidad. No obstante, el hombre podía salir a reunirse con
otras personas en las esquinas, en la plaza y debatir diversos temas; mientras que
las mujeres debían permanecer en el hogar desarrollando labores domesticas
como planchar, cocinar, lavar, la crianza de los hijos, la chacra, “atender al
marido no más ”, entre otras, además era muy mal visto por la sociedad que la
16
En el sentido moderno, las organizaciones sociales son agrupaciones de personas que se unen entorno a objetivos concretos e instrumentales, estando regidas por reglas y normas de comportamiento que permiten a la misma orientar su acción hacia la consecución de su propósito.
103
mujer saliera de la casa a reunirse con otras personas o a trabajara en el campo
con hombres distintos de su marido. En cuanto a los hijos, los niños varones
tenían permitido salir de la casa a jugar, compartir con sus pares y realizar
actividades recreativas como jugar a la pelota, a las cartas, a las bolitas, entre
otros juegos. Mientras las niñas, debían ayudar a la madre con los quehaceres del
hogar, crianza de sus hermanos y el huerto familiar.
¿A sus papas les gustaba participar en organizacion es? No, tampoco nada, nada, uno que mi papá era analfabeto no sabía ni leer ni escribir, mas que pasaba cansado, si trabajaba tanto. ¿Usted cree que eso lo limitaba a participar? A lo mejor a por eso (Juana, 65 años).
En el discurso de los adultos mayores se revela la representación social de
los roles que predominaban en la sociedad chilena de esa época, inspirada en un
fuerte modelo patriarcal, de subordinación de la mujer y los hijos ante el hombre.
La mujer debía estar a la orden del marido desarrollando una gran cantidad de
actividades que no eran reconocidas como trabajo, esto porque se encontraba –y
aún se encuentra- naturalizado que la mujer debe cumplir ciertas tareas sin que
nadie cuestione esa realidad. Del mismo modo a las niñas se les socializaba
dentro de esa misma lógica, por lo cual no es de extrañar que hasta hoy sigan
reproduciendo las prácticas de subordinación ante el hombre.
¿Y su abuelita que hacia? Era pura dueña de casa atendía al marido no más, hacia el almuerzo todas esas cosas, criaba las aves para comer, nos emprestaban vacas, sacábamos leche también, para sobrevivir había mucha pobreza… (Carlos, 72 años).
Los sujetos entrevistados visualizan que la infancia y adolescencia que hoy
viven sus nietos es muy distinta a la que a ellos vivieron, esto porque la pobreza
que existían entre las décadas de 1930 y 1960 era más dura y de subsistencia. El
trabajo era mal remunerado por lo que en muchas ocasiones los recursos no
104
alcanzaban para comprar los alimentos diarios, por lo que debían subsistir de
papas y cebollas, u otros vegetales y hortalizas que cultivaban en sus chacras.
Los niños desde que tenían la “fuerza suficiente para levantar un canasto de
empanadas”, mantenían en forma diaria, extensas y agotadoras jornadas de
trabajo en el campo sin remuneración, ayudando a los padres u otras personas de
la comunidad; “no les pagaban ni un peso”. Para asistir al colegio debían
realizar largas caminatas con “chalailas” o a pies descalzos, y pese al esfuerzo
depositado en educarse, gran parte de los niños del campo debían desertar de sus
estudios, ya que las necesidades del hogar hacían urgente la incorporación de una
nueva mano de obra, para poder suplir las necesidades del hogar17.
¿Que actividades productivas, laborales desarrollab an sus papás? Nosotros trabajábamos igual que los hombres, igual que un hombre, yo en la mañana antes de ir a la escuela nos despertaba mi papá, ya y teníamos que dejarle ocho hileras de ají o de lo que fuera de la chacra que se estaba limpiando, hasta los ocho y media. Nos bañábamos en el canal, nos íbamos, nos bañábamos y nos cambiábamos ropa del colegio, mi mamá nos tenía desayuno listo en la mesa y partíamos para el colegio. A la tarde llegábamos a las 4 del colegio y ya nos sacábamos la ropa nos poníamos la ropa de trabajo, tomábamos once y vámonos a la pega. (Flor, 69 años) ¿Cómo era la vida de ese entonces? En ese entonces los abuelitos a uno lo mandaban como ser mañana ir a ayudarle a tal persona y no pagaban un peso así que uno se amargaba porque no le daban nada, andar a caballo se queda dormido con los pies hinchadas, sin zapato a pata pela’ con chalaila nomás…las cosas pucha sacrificado cabros…yo estuve en el colegio hasta quinto primario (Carlos, 72 años).
¿Antes era muy dura la pobreza?
17 Para graficar las condiciones en 1953 el salario mínimo era $ 80 pesos diarios, ese mismo año un par de zapatos para el campo costaba $ 2.000 pesos, por lo que era casi imposible poder costear esta adquisición para las familias, ya que significaba invertir los recursos destinados para subsistir (Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe, 1981).
105
Más, más, más si yo le digo a la señora, que ahora los chiquillos andan bien…ahora hay cabros de aquí que viven al lado de la escuela y tienen que esperar una micro. Yo cuando me crie, cuando era chico, y estaba en la escuela, con un hermano grande nos veníamos, vivíamos allá adentro en un huerto, con el agua hasta aquí mismo embarrados, veníamos a la escuela a pata pela… a pata pela po… Y ahora los cabros andan…que llegan a brillar. Le decía yo a los cabros míos que hubieran sufrió como sufrimos nosotros ahí sipo…. (Octavio, 65 años).
Durante el contexto de infancia y adolescencia de los sujetos entrevistados,
existía un fuerte anclaje de la estructura del inquilinaje18 en el campo chileno, las
grandes haciendas representan la explotación, dominación y la más clara
expresión de la desigualdad de la sociedad chilena:
“Aunque sin disponer de los derechos jurisdiccionales propios de la servidumbre clásica, el hacendado ejercía sobre sus inquilinos una tutela y un poder de coacción que habría estado muy distante de su prototipo medieval. En esa lectura el inquilinaje habría sido una forma de economía campesina de subsistencia donde el dominio patronal se expresaba en la obligación de prestar servicios tanto para el cultivo de la hacienda como para otras labores de índoles personal o domestica” (Salazar, Pinto, 1999: 164)
Estas condiciones de existencia desiguales, se expresaban en la
concentración de riqueza en las manos del patrón, quien mal pagaba las labores
campesinas o que eran canceladas en productos y en la cantidad que él estimara,
ante lo cual el campesino temía sublevarse a éste, por las consecuencias que tal
acto conllevaba, ya que eran castigados físicamente, por ejemplo, eran amarrados
en un cepo19 o psicológicamente, por medio de la amenaza, el insulto, el desprecio
18 “Denominación que en el siglo XX se comienza a utilizar indistintamente a un trabajador campesino muy próximo a la proletarización, o aun pequeño propietario con claras posibilidades de hacer realidad el sueño ancestral de la empresa familia” (Salazar, Pinto, 1999: 165) 19 “El suplicio del cepo servía a la vez para ocasionar dolor físico y psicológico al penitente. El cepo estaba apostado en los lugares públicos, cerca de las faenas o en los bodegones, donde fuesen vistos por sus compañeros y el público en general, para persuadir a la obediencia. En el prolongado tiempo del suplicio se instaban de modo que el imputado reflexionara sobre su falta y desistieran de su acostumbrada rebeldía” (Urzua, 2008:124).
106
y la humillación, que eran formas habituales de mantener las relaciones de
dominación y respeto del peón hacia el hacendado. Ante ello persistía el
sentimiento de que “ser inquilino es triste ”. Como menciona uno de los
entrevistados:
¿Y ellos no sabían? Era todo el potrero y el del bajo y ese lo perdimos el otro potrero nosotros, y quien estaba en esos años eran los Reyes, don Augusto Reyes, los padres de don Augusto Reyes, la palabra lo dice, “Reyes”, eran jueces, eran civiles, eran pacos, los ponían en el cepo, a los que se portaban mal los ponían en el cepo… ¿Y qué era el cepo? El cepo era una cuestión que los ponían de brazos abiertos amarraos y chocos y les echaban miel y los picaban las moscas, claro ese era el castigo que daban…y en la casa del frente era esa…y después de eso cuando se hacían todas esas cosas con la gente pobre, un tío le iba a poner un kilo de dinamita para levantarlos con casa y todo, para matarlo porque él pololeaba con la emplea, y lo desterraron allá a Palquibudis por un mes y de allá iba a venir a ponerle un kilo de dinamita al viejo. ¿Entonces sabe lo que hicieron por lo malo que fueron?... fueron allá al potrero, que esta a continuación que esta aquí para entro que se llama potrero la matanza, y esa noche le cortaron la ubre a las vacas, los nervios de las patas, castraron a los toros, así que mataron como cuarenta animales, amanecieron votados en el potrero, ya que no pudieron matar al viejo… y por eso se llama el potrero la matanza…entonces le quitaban los terrenos a los pobres, los cambiaban por cosecha pero sin papeles sin ninguna cosa oiga… ¿Todo eso vivió usted? Estábamos aburridos con el sistema con la política antigua, a mi me sacaban aquí del fundo me llevaban…mataban vacunos…empanadas a los pobres y después nos tenían seis años para pagar todo eso que le daban, un pedazo de carne asada y un poco de vino… (Carlos, 72 años)
Desde la sociología marxista la estructura económica constituye la base
real de la sociedad, la cual determina o condiciona una superestructura que está
constituida por las formas de conciencia e ideológicas que no son sino el conjunto
de “representaciones (ideas, mitos, símbolos) y valores de la sociedad en un
momento particular. La ideología dominante en cada momento corresponde a la
107
ideología de la clase también dominante de manera tal que justifica la estructura
económica de ese momento” (Alarcón, Peralta, La Mirada Materialista de Karl
Marx sobre lo Social, 2007).
Los entrevistados a partir de sus experiencias, incentivan a sus nietos e
hijos a no reproducir la historia que les “toco” vivir, su trabajo les enseño que el
campo es duro, sacrificado, permitiéndoles sólo pasar el día a día, es decir, no
poseían una base material y su conciencia estaba determinada por las relaciones
que a diario vivían en el campo, por lo que sus representaciones están
constituidas por su condición de clase dominada, limitando a los sujetos en sus
sueños, expectativas e intereses. En consecuencia, estos sujetos buscan que sus
hijos y nietos sean más que ellos “por eso uno se sacrificó para que no
anduvieran igual que uno ”, transmitidos por medio del relato de su historia de
vida.
¿Usted le dio más importancia a la educación? Claro, justamente a la educación de ellas, ya, bueno que yo después me casé iba a hacerles almuerzo ha los trabajadores para arriba como ha esta hora, me iba en el carretón con ellos, volvía como a esta hora ha hacer mis cosas y esperarlos a ellos cuando llegaran. Pero por eso uno se sacrificó para darles estudios para que no anduvieran igual que uno, que andar con las ollas colgando, los platos, el canasto, cansado (Flor, 65 años)
Según José Bengoa (1990), la estabilidad del latifundismo en Chile es sin
duda el fenómeno central de la historia agraria del país, “y la institución de más
larga duración” (p. 12) esto debido a las dificultades para dividirse y cambiar.
Si bien históricamente a comienzos del XX, Chile experimenta un auge en
el agro, a causa de la apertura de los mercados extranjeros del trigo. Los salarios
agrícolas se mantuvieron prácticamente estancados hasta la década el 40’. Se
estimaba que un trabajador del campo en promedio ganaba (con regalías) 4.50
108
pesos, mientras que el salario mínimo estimado para cubrir sólo los gastos de
alimentación debía ser 7.20 pesos (Bengoa, 1990), reforzando aún más el capital
económico de los latifundistas. Estas condiciones perpetuaban la pobreza del
hombre de campo, quien vivía en el atraso y carente de capital económico para
emprender su propio proyecto minifundista, campesinos carente de educación y
de otras formas de capitales indispensables para desplegar sus potenciales. Estas
condiciones perpetuaban los círculos de pobreza y estancamiento social, estando
mucho más marcadas las jerarquías sociales basadas en la visión piramidal de la
sociedad, encontrándose arriba los dueños del capital y muy por debajo los
dueños de la fuerza de trabajo.
Si bien la sociedad actual es más abierta y la modernidad se ha hecho
sentir en las construcciones simbólicas de los sujetos, aún existen vestigios del
pensamiento del inquilino, del subordinado. Hoy en día no se le paga a un
subordinado que trabaja menos de lo esperado, sino que simplemente recibe
menos sueldo -o pierde su trabajo-. Esta lógica a menudo hasta le parece legítima
al trabajador, porque reconoce el dominio simbólico del superior o del empresario
(Jürgen, 2006).
La sociedad Villa Pratense de ha mediados de las décadas del 40’ y 50’, se
desarrollaba desconectada de los centros urbano, esto se refleja en caminos de
tierra, escasa movilización, solo una micro a la ciudad de Curicó durante el día-, lo
que los mantenía en el aislamiento. La pobreza propia de la ruralidad impide viajar
a la ciudad a realizar otras actividades que no fuesen trámites de urgencia o
acceder a servicios que no estuvieran presentes en el territorio. La ciudad era un
mundo nuevo y muy diferente a lo que conocían, lleno de contrastes con el mundo
rural: ruidos, movimiento vehicular, acelerado crecimiento comercial e industrial,
entre otras características, lo que hacia marcar las diferencias entre el mundo
urbano y rural. “Hasta hace poco, la distancia, el tiempo de las comunicaciones y
las conexiones entre lugares y actividades formaban un todo que definía al
109
territorio rural como uno aislado, distinto y vuelto sobre sí mismo” (PNUD,
2008:37).
En cuanto a sus producciones agrícolas, los sujetos entrevistados
mencionan que desde que tienen “conciencia” la agricultura ha sido el eje
económico de Villa Prat, destacándose desde siempre, por sus condiciones
geográficas que hacen de su tierra un valle fértil – es un pueblo rodeado por
cerros, que delimita con el Río Mataquito- con un microclima ideal para el cultivo
de cereales, hortalizas y variedad de árboles frutales. Se destaca como producto
estrella, el ají y sus derivados, cultivo que hace conocido el sector en otras
ciudades y pueblos del país.
Una característica del trabajo del campo es la estacionalidad de sus
labores, las plantaciones y cosechas son en temporadas de primavera- verano,
otorgando fuentes laborales a los pobladores, no obstante, en los meses de
invierno, denominados “meses azules” existe escasez de trabajo, por lo que las
personas deben almacenar productos y ahorrar dinero en estas épocas para
subsistir durante el invierno.
¿Todo el pueblo? Todo el pueblo, muy, muy mal pagada la agricultura, mis tíos, mi tío Luis que tenia plata era carabinero tenia mucha familia en Santiago y él nos mandaba plata, porque antiguamente no había seguro, no había jubilación nada (Carlos, 72 años).
Posteriormente en la década del 60’ se vive un profundo proceso de cambio
en el campo chileno, la reforma agraria. Este proceso socio - histórico es un
acontecimiento que se extiende por toda Latinoamérica “con el objeto de modificar
la estructura agraria hacendal, caracterizada por la concentración de tierras en
manos de grandes latifundistas, y por esta vía resolver las ineficiencias
productivas del sector agrario y la situación de postergación en que se encontraba
el campesinado” (Correa, Molina y Yañez; 2005: 71).
110
“En el caso del Maule, importantes procesos desarrollistas idenficables son la Reforma Agraria y la Ley de Sindicalización Campesina, que transformaron en propietarios a miles de inquilinos, recreando la antigua estructura de propiedad y promoviendo una transformación cultural de la concepción de derechos para los campesinos. El proceso de Reforma Agraria significó la posibilidad de acceder a la propiedad y la oportunidad de ampliar la participación política potenciando la construcción de capacidad de acción colectiva” (Gobierno Regional del Maule, et als., 2010: 28). Los sujetos identifican este proceso como un acontecimiento importante,
que marca un cambio en el paradigma campesino. Como lo señala uno de los
entrevistados:
¿En qué momento cambió entonces, empezó a surgir m ás Villa Prat? ¿En qué época considera usted? En la reforma agraria del presidente Frei, cuando yo hice el servicio militar estaba el presidente Gabriel González Vide…he…Carlos Ibáñez del Campo, entregó la población de Curicó, hay nosotros fuimos a rendirle honores, y después viene la reforma agraria de don Eduardo Frei Montalva, y de hay ya empezaron; yo salí con un amigo que era enfermo de las piernas y trabajaba en la agricultura arando con caballo y quedaba votado en el suelo, le faltaba una cadera y se caía y yo le decía pucha no haber estudiado y en la reforma agraria le dieron tierra y empezaron a educarle darle estudio a manejar tractores (Carlos, 72 años)
La reforma agraria llevó a la división de los terrenos, por lo que los
inquilinos de la localidad pasaron a ser pequeños propietarios de tierra,
formándose así en Villa Prat parcelas trabajadas por sus familias. Las personas
adultas mayores destacan, además, el acontecimiento como un proceso de
formación y especialización del trabajo agrícola - en medio de profundas tensiones
entre lo tradicional y lo moderno. Se modernizó el agro y, además enseñó a las
personas a utilizar las herramientas entregadas e incorporar nuevos elementos al
trabajo de producción, como por ejemplo, la utilización de tractores, abonos y
pesticidas, con el fin de mejorar las producciones.
111
¿Y usted durante el periodo de la reforma también a prendió a utilizar estas herramientas que menciona? Sipo ahí empezaron a hacer la reuniones, los agricultores a organizarnos, porque antes la gente no creía ni en los abonos que iban a colocarle a la tierra, y que lo que decían los técnicos, en esos tiempos decían que la tierra iba a ser un puro macetero y los abonos iban a hacer producir, y yo no podía creer porque la tierras tenias que dar porque era tierra po, pero resulta que es así la cosa, si usted no le hecha abono no da la siembra y empezaron a meter la cosa de los abonos, y gracias a eso mejoro… (Carlos, 72 años)
No obstante, la Reforma Agraria no estuvo exenta de contradicciones. Los
sujetos beneficiarios de ésta, se encontraron con porciones de tierra, que
representaban la esperanza de un mañana mejor, pero no con recursos
económicos para producir las mismas, no poseían herramientas para trabajar más
que su fuerza laboral y la de su familia, existía escasa información sobre acceso a
créditos y alta tendencia a no pagar los mismos, existía exclusión de los pequeños
agricultores y de personas con estado civil soltera, se privilegiaba a los padres de
familia. Existía además una alta ignorancia en temas de transacciones, por lo que
muchos beneficiarios decidieron no trabajar las tierras o simplemente no recibirlas
y seguir siendo un inquilino asalariado.
Todos estos proceso se desarrollaron bajo la mirada, recelosa y escéptica
de los más adinerados de la sociedad, así como también de los ex hacendados.
Como menciona Obispo Carlos González Cruchaga (2000) “no hubo solidaridad
de los otros sectores empresariales, durante muchos años habían sido mirados en
menos por los patrones que con frecuencia hablaban de los <<nuevos ricos>> y
de los << emigrantes enriquecidos>>” (p. 86), refiriéndose así a los beneficiados
por la reforma agraria.
112
5.1.1.2 Relaciones Familiares.
En las sociedades rurales de mediados del siglo pasado, predominaba
fuertemente la familia nuclear, constituida por el padre, madre e hijos, y las
familias extendidas, es decir, aquellas que acogían solidariamente a parientes
descendientes y personas que no eran familiares, esto principalmente porque la
gran estructura física de la casa permitía convivir ampliamente en las viviendas,
que estaban pensadas para acoger a familias numerosas.
Se destaca que en la época de infancia y adolescencia de los sujetos
entrevistados los vínculos en las familias eran fuertes20 (Granovetter, 1973),
viviendo en forma aglutinada y desenvolviéndose sólo en el espacio familiar
cercano. Carecían de redes interpersonales fuera de su entorno, limitando las
oportunidades a las cuales poder acceder.
¿Y su familia con quien se relacionaba o vinculaba en el pueblo? No…era en familia no más ¿Compartían con los vecinos Si compartían, pero poca amistades en esos tiempos no habían bailes tampoco como ahora, si ahora después hicieron esas cosas cada cual vivía en su casa no mas po’. ¿Estamos hablando de los años cincuenta? Mucho antes, en los cuarenta y tanto por ahí, cuando era cabro (Carlos, 72 años).
El estilo de hacer familia, como se mencionó anteriormente, era el modelo
patriarcal. “En el modelo patriarcal, el principio básico de organización interna es
jerárquico. La autoridad está en manos del pater familias. Los hijos se hallaban
subordinados al padre, y la mujer a su marido, a quien otorgan respeto y
obediencia” (Jelin, 1998:26). Esto significa básicamente que el rol de la mujer, es
20“La fuerza de un vínculo es una (probablemente lineal) combinación del tiempo, la intensidad emocional, intimidad (confianza mutua) y los servicios recíprocos que caracterizan a dicho vínculo” Granovetter, 1973: 8.
113
atender al marido en todos los aspectos; domésticos, sexual y afectivos, y que el
futuro de la familia y de los hijos, la disciplina y lo cotidiano, estaba en manos del
padre.
La dinámica familiar que antiguamente entablaban las personas del campo
se basaba en normas rígidas y roles bien definidos, donde hombre y mujer
desarrollaban ciertas tareas que eran comunes en la sociedad campesina. Los
hombres se dedicaban afanosamente al trabajo del campo, a las labores de la
tierra, mientras que las mujeres se dedicaban a las labores de la casa, crianza de
los hijos y en algunos casos acompañaban a los maridos junto a sus hijos a
trabajar en las chacras familiares, “trabajábamos igual que los hombres” . En
este modelo el rol de la mujer, en cuanto a las labores que desarrollaba, se
invisibiliza, esto porque se ve como ayuda, por lo tanto, no se paga, es una
obligación ayudar al marido.
En relación a las normas, éstas solían ser claras como por ejemplo,
respetar a los adultos, no interrumpir las conversaciones, llegar a una determinada
hora a la casa, entre otras; transgredir estas reglas tenia como consecuencia un
castigo severo por parte de los padres o quien estuviera a cargo de su crianza,
“en esa época no se pegaba si no era con un fierro, con un palo ” . En épocas
pasadas el castigo físico y la dureza del trato era considerado como parte de la
crianza, estaba socialmente validado que los padres para infundir autoridad y
demostrar que ellos tenían poder sobre los hijos, podían golpear e increpar
mediante la palabra.
¿Y era muy estricto?
Si, un día quise quedarme afuera y me fue a buscar, tenia la mano como de 5 kilos y casi me volvió todo el traste y me fue a buscar, era muy estricto, estricto. No me aguantaba ni una. (Carlos, 72 años).
114
Una dificultad que enfrentaban las familias de antaño era el alcoholismo,
muchos hombres bebían alcohol, gastando el dinero destinado al sustento de la
familia, “crié a mis hijos durante el vicio”, lo que acrecentaba los conflictos al
interior del hogar. Las mujeres mencionan que cuando el marido estaba borracho
no podían desafiar a éste, ya que ello tenía como consecuencia que las golpearan.
Esto se debía a que la mujer socialmente estaba en desventaja frente al poder
patriarcal. No visualizaban esta situación como problema, puesto que en ese
contexto social y cultural estaba naturalizado el maltrato. En esta época dentro del
imaginario colectivo, no existía la noción de derechos, por lo que las mujeres y los
niños eran maltratados física y psicológicamente sin que aquello fuese refutado.
¿Cómo era la relación con su pareja, su pareja? Antes era mala porque el tomaba. A los cincuenta años dejó de tomar él. Pero yo crié a mis hijos durante el vicio. ¿Y que lo hizo cambiar? Lo que lo hizo cambiar a él, que yo como que ya crié a todos mis chiquillos y ya no conversábamos con él, porque cuando estaba curado nos tratara mal, entonces como que vio un desprecio, y sólo se fue con un curita que había aquí, se fue a Talca y le hicieron el tratamiento (Juana, 65 años).
El trabajo del campo constituye el eje central sobre el cual gira la vida de los
sujetos entrevistados, conformándose en la base material que condiciona la
existencia de éstos, en todos sus aspectos. Karl Marx plantea que:
“El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia” (Karl Marx (1976) citado por Cuenca, 1988: 25)
El materialismo considera que la conciencia de cada individuo viene
configurada por su determinación social; por el contexto social de clase en el que
se desarrolla su existencia. Su pensamiento, pues, depende de la clase social a la
115
que pertenece. En este sentido, la estructura campesina, sus características y las
representaciones sociales que surgen desde la agricultura, se traspasan a otras
esferas como la familia y las relaciones sociales, transfiriendo éstas a su modo de
relacionarse como el entorno. La escaza comunicación, la rudeza de las palabras,
la tosquedad, que se hace presente en la expresiones afectivas o emotivas que
entabla, sobrevaloración del rol de proveedor, con el fin de “parar la olla”. Son
particularidades heredadas del modelo hacendal y la reproducción de la
dominación - patrón/campo, inquilino /familia, siendo además traspasadas a las
generaciones descendientes.
5.1.1.3 No íbamos a las escuela, pero habían otros que nos enseñaban a
ser personas.
Los sujetos entrevistados en sus relatos develan que su infancia se vio
desprovista de formación educativa formal, debido a que sus padres tenían un
énfasis en la producción para la subsistencia, privilegiando el trabajo por sobre la
educación.
A pesar que en el contexto nacional de los años 1940 – 1960, existe una
ampliación de la cobertura educativa, las familias en el campo por su condición no
podían acceder a la educación, teniendo, en consecuencia, baja escolaridad,
alcanzando sólo la enseñanza primaria y que en muchos casos quedaba
incompleta. Se conjuga con esto la escasa cultura de la educación de los padres,
por su falta de referente –la educación era algo nuevo y asociado a las clases
altas-.
¿Cómo era la educación? Claro la educación como le dije yo, estuve hasta quinto año y no fui más a la escuela. ¿Por qué no quiso seguir estudiando? No, porque la profesora que yo estuve me presiono mucho y dije ¡yo no voy más! y nosotros en esos años trabajábamos por allá en
116
unas parcelas que hay cerca de San Rafael por allá estábamos y me fui allá y me fui de la escuela. ¿Que es más importante para usted, el trabajo o la educación? Antes era el trabajo, pero ahora yo encuentro la educación. ¿Por qué? Porque hace falta porque uno mismo apenas sabe firmar, entonces como uno está de…está joven, entonces dice uno para quiero estudios yo, pero es importante, bastante importante (Juana, 65 años).
Un estudio realizado por la Unesco (1981) sobre las condiciones
educacionales en la década del 60’ en Chile, devela la situación que vivían las
zonas rurales en esta materia, llegando a las siguientes conclusiones:
Alto analfabetismo, como resultado de la marginación de miles de niños de
la educación sistemática. En el año 1952, 19,6% de los mayores de 15 años era
analfabeto, para el año 1960, la cifra alcanzaba un 16,4%, registrándose un leve
descenso. Del mismo modo se estima que 1962 alrededor de 209.500 niños no
estaban matriculados en establecimientos educacionales. En el año 1960 la
deserción escolar alcanzaba un 40% en la educación primaria y un 60% en la
secundaria. Esta elevada cifra, unida al gran ausentismo a clases, se debía en
parte al bajo nivel económico, social y cultural de los poblados rurales. Por otra
parte, había escasez de escuelas rurales y de docentes, lo que impedía ofrecer en
muchos establecimientos una educación básica completa. El niño campesino se
enfrentaba a dificultades para acceder a la educación media o técnico profesional,
debido a que los liceos y escuelas técnicas, estaban concentrados en los centros
urbanos, siendo para la familia campesina imposible asumir el costo de internar en
la ciudad a sus hijos. En consiguiente, existía una imposibilidad casi total de que el
campesino pudiera llegar a la universidad. En relación a la educación para adultos,
faltaban instituciones que impartieran educación para éstos en los sectores
rurales.
117
Otro elemento que se suma a la situación, es que los hacendados veían en
el acceso a la educación un inconveniente, debido a que esto podía provocar la
disminución de la mano de obra, al abrirse nuevas puertas a los trabajadores,
generando mayores posibilidades de empleo; sin dejar de mencionar, que también
su conciencia de clase dominada podía iluminarse y dejar volar ideas
revolucionarias contrarias al sistema.
No obstante, la instrucción no solo se da por medio de educación formal, la
socialización21 y los conocimientos de sentido común, son otra fuente rica de
saberes, no obstante, estos son desvalorizados en la sociedad actual, lo que
provoca que los sujetos se sientan vulnerables.
A causa de la falta de educación institucionalizada, los adultos mayores
mencionan, que se forman a través de los vínculos y las redes con otras personas
o grupo, tales como la familia, amigos, la iglesia, el servicio militar y el campo,
donde no aprendieron los aspectos formales como leer y escribir, pero si se
instruyeron en cuanto a valores, normas, modos de comportamiento, que
“enseñaban a ser personas”.
Para los adultos mayores el hecho de haber acompañado a sus padres
desde pequeños a realizar el trabajo de la tierra, ha significado un cúmulo de
conocimientos y experiencias de vida, sobre el campo y sus características –
geográficas, climáticas, etc.- que les ha permitido desenvolverse como
agricultores, valorando de esta manera el coraje que debe tener el hombre de
campo. Este es un conocimiento concreto, del tipo aprender haciendo.
La falta de motivación de los padres hacia los hijos sobre la asistencia a la
escuela y la importancia de la instrucción, provocó en los sujetos una sensación
21
“La socialización corresponde al conjunto de los mecanismos por medio de los cuales los individuos hacen
el aprendizaje de las relaciones sociales entre los hombres y asimilan las normas, los valores y las creencias
de una sociedad o colectividad” (Bonnewitz, 2003: 63)
118
de fragilidad, sintiéndose hoy día los adultos mayores inhabilitados de realizar otra
actividad que no sea la agricultura por la falta de educación formal, señalando que
“una persona que no sabe leer es igual que estar cie ga” , puesto que existe
mucha información donde es necesario por lo menos saber leer, sintiéndose al
margen del mundo moderno de hoy. Debido a la experiencia de vida de estos
sujetos ellos han procurado inculcar a sus hijos y nietos el interés por el estudio,
ya que “sin educación no van a ser nada ” pues el trabajo agrícola es muy
sacrificado y no es bien pagado. El trabajo agrícola les impone un piso a las
personas, transmitiendo el imaginario de movilidad social a través de la educación
formal, pues sólo de esta forma se puede salir adelante.
5.1.1.4 Somos un pueblo Religioso.
Villa Prat desde siempre ha sido un pueblo religioso, creyente en Dios y los
Santos. Los sujetos recuerdan que en la década del 40’ la religión era uno
elementos importante dentro de la formación. En los establecimientos
educacionales todos los días se realizaba una hora de religión, donde se
enseñaban sus valores.
En las épocas de infancia y adolescencia, la iglesia era un centro social
para la comunidad, un lugar de encuentro de los niños. Recuerdan que en sus
instalaciones se juntaban muchos pequeños a jugar y pasar una tarde agradable.
La figura del Padre Lara es muy importante en el pueblo, se le reconoce como una
persona cercana a los campesinos y a los niños, y responsable de educar y
enseñar modales a los mismos, como saludar.
La visión de los mayores habla de que los habitantes de Villa Prat
practicaban la religión católica, aunque observan que el credo evangélico esta
incorporándose paulatinamente en la comunidad, destacando que existe respeto y
tolerancia entre ambas creencias.
119
La religiosidad tanto en el pasado como hoy, se manifiesta en actos rituales
de oración en agradecimientos por la vida, la presencia de imágenes de lo divino,
como la virgen u otros santos, rosarios, crucifijos, entre otros. Sin embargo, estas
actividades son realizadas en los hogares de las personas, puesto que ellos
manifiestan que para expresar su religiosidad y creencia en Dios no es necesario
asistir al templo. Hoy día exteriorizan sentir desconfianza en la Iglesia como
institución, producto de los conflictos de interés económicos que se han suscitado
en la comunidad, donde las personas señalan que los aportes entregados a la
iglesia no son retribuidos a la comunidad; además expresan sentir desconfianza
de la institución y de quienes las dirigen, producto del bombardeo de información
negativa que los medios de comunicación masiva publican.
Los entrevistados perciben que los jóvenes de hoy no están interesados en
los temas religiosos, “no están ni ahí ”, manifestándose esto en la falta de respeto
por la misma, poniendo en duda la existencia de Dios, por consiguiente, no son
tan apegados a fe y las demostraciones ritualistas como las mencionadas
anteriormente.
Una de las características conservadas en la comunidad de Villa Prat, como
señalan los entrevistados, es que las personas son muy amistosas, todos los
vecinos se conocen y son muy solidarios entre ellos, entablando relaciones de
reciprocidad y cooperación. Existe consenso en los sujetos que los valores han
sido inculcados por los padres, desprendiéndose estos de la religión y sus
preceptos. Se menciona como un valor importante para las personas la honradez,
permite “andar con las manos limpias y la cara limpia” , además a su vez está
el valor del ahorro que les permite estar preparado económicamente para
enfrentar cualquier eventualidad, como los meses de escasez de trabajo. Además
de los valores del respeto por el otro y la solidaridad, la cual se hace presente a la
hora de acompañar a las familias en los velatorios (donde suelen rezar largas
horas el rosario), ayudar a los vecinos con dificultades económicas o enfermedad
120
visitándolos y ayudándoles con sus quehaceres, así como también cooperando
con los vecinos en las faenas agrícolas sin esperar retribución a cambio.
¿Qué otras cosas le enseñaron sus papás? Que se supiera comportar y respetar la gente ante nada, porque uno tiene que respetar, como ser cuando uno era chico, respetar, decirle usted, porque ahora yo no lo veo yo me fijo: oye vo dame esto, oye vieja le dicen la mamá (Marina, 65 años).
Esta dimensión axiológica mencionada por los entrevistados posee su base
en la comunidad que es distinta de la sociedad22 y la racionalidad sustantiva. En el
sentido weberiano la acción del sujeto se encuentra orientada por pautas
ajustadas al conjunto de valores que posee. “La racionalidad sustantiva implica la
elección de medios en función de fines en el contexto de un sistema de valores”
(Ritzer, 2001:294). En este sentido, las personas mayores poseen metas,
objetivos, pero no transan sus valores pues forman parte importante de la
constitución de su ser y su trasgresión significa un reproche moral.
Estas acciones, además, son expresiones de capital social individual entre
los sujetos que forman parte de la comunidad campesina, la cual es definida
como:
“El capital social individual consiste en contratos diádicos entre dos personas, que posibilitan relaciones estables de reciprocidad en que los socios son 'reclutados' de la matriz de parentesco, vecindad y amistad. (…) Este tipo de capital social también se expresa en redes: los contactos de los amigos, que da acceso a recursos humanos escasos en el medio. Suelen ser relaciones polivalentes con refuerzos afectivos y en este medio hay un alto grado de 'cierre' (Coleman, 1990) de las relaciones de reciprocidad en que todos las personas están relacionadas entre sí” (Durston, 2001:44).
22 Según Weber (1997) “la sociedad es una relación social cuando y la medida en que la actitud en la acción social se inspirada en una comprensión de intereses por motivos racionales” (p. 33)
121
Existe una representación construida simbólicamente en el imaginario de
los sujetos vinculada con la hacienda - y el patrón-, de que la vida en el campo es
sacrificada debiendo ser asumida como tal, siendo reforzada ésta por la iglesia. La
situación de clase es naturalizada. La cultura campesina es un elemento que
influye en el pensamiento, pues la herencia latifundista, en cuanto a la relación
patrón – obrero, establecía contrastes en los pensamientos que estaban marcados
por la diferencia de capital; la sumisión, la subordinación ante otros que decidían
el futuro de los campesinos, como si se tratase de objetos, sin siquiera refutar la
orden, viéndose obligados a “agachar el moño” , siendo esta herencia traspasada
a los sujetos a través de el inquilinaje y la estructura de la hacienda.
5.1.2 Continuidades, Rupturas y Visiones de la Comu nidad de Villa Prat
Post Terremoto.
Según Berger y Luckmann (1968), los sujetos tienen conciencia que el
mundo gira entorno a múltiples realidades. “Cuando se traspasa de una realidad a
otra, experimento por esa transición una especie de impacto. Este impacto ha de
tomarse como causado por el desplazamiento de la atención que implica dicha
transición” (36).
5.1.2.1 Transformaciones a partir del Terremoto.
Las transformaciones en las condiciones de vida, significan un quiebre, un
cambio de realidad que altera el sentido común y la estructuración de la vida
cotidiana en la cual se desenvolvían los sujetos entrevistados, obligando a éstos a
adquirir nuevas pautas que le permitan dar sentido a la vida y a las rutinas que
desarrollaban. En los siguientes apartados se presenta una caracterización de las
tensiones y transformaciones que los adultos mayores visualizan a nivel
psicosocial, comunitario, familiar, entre otros, como consecuencia del evento
sísmico ocurrido el 27 de febrero de 2010.
122
5.1.2.1.1 Reconocimiento del lugar.
Los entrevistados mencionan que Villa Prat se hizo conocida en el ámbito
nacional e internacional debido al terremoto, anteriormente sólo se escuchaba
hablar de Sagrada Familia, por ser la cabecera comunal, donde se encuentra el
centro cívico y el aparato público de la comuna.
A través del relato de los adultos mayores se devela que Villa Prat poseía,
una serie de potencialidades para ser reconocidos, ocurrencia de hechos
históricos, patrimonio cultural, identidad campesina, producción agrícola del ají y
sandias, etc.- que anterior al terremoto no habían sido visualizadas.
A raíz del terremoto los medios de comunicación en su función mediática,
centraron su atención en la localidad debido a la magnitud del desastre23 y la
perdida de patrimonio cultural antiquísimo, “el terremoto ha hecho sonar Villa
Prat” ; de este modo la comunidad se mostró al mundo.
Posterior al evento sísmico se reconoce que llegó a la localidad una gran
cantidad de ayuda humanitaria desde distintos lugares del país, así como también
de ONG’S, privados y desde el aparato público -Municipalidad-. Existe un
sentimiento de gratitud, respecto de la ayuda recibida consistente en comestibles,
vestuario, mediaguas, materiales de construcción, entre otros; como también de la
contención emocional que les brindaron, puesto que los adultos mayores en los
momentos posteriores al terremoto se encontraban muy angustiados y
atemorizados a raíz de la experiencia traumante de enfrentarse a la muerte,
observando como se derrumbaban las viviendas a su alrededor.
23 Según datos entregados por el Departamento de Desarrollo Comunitario de la Ilustre Municipalidad de Sagrada Familia, se estima que alrededor del 40% de las viviendas de la localidad de Villa Prat fueron devastadas por la intensidad del terremoto de febrero de 2010. Este dado es obtenido a partir de la aplicación de la Encuesta Familiar Única de Emergencia (EFU), durante los meses de marzo y abril del mismo año. No obstante, aún no se encuentra procesada esa información.
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Producto de este reconocimiento, los entrevistados comentan que ha
llegado gran cantidad de ayuda al sector, lo que ha generado aprovechamiento de
algunos vecinos que han recibido mayor ayuda, dejando a otros sin opción de
obtener alimentos y materiales de construcción, esto refleja la mala distribución de
parte del municipio. Esta situación ha provocado conflictos y tensiones entre
vecinos como discusiones, “cahuines” , por la distribución desigual de productos y
a su vez una visión negativa de la labor del municipio.
Pero la gente de Villa Prat, como usted dice, ¿se u nió más después del terremoto? Claro… Y muchos se están aprovechando porque, el rico le dieron casa pre fabricada, y a mi no me dieron. Yo pedí casa pre fabricada, por veinte días, no me la dieron. Pedí un saco de dormir también, tampoco me lo dieron y había, y no me lo dieron… y a gente rica que tenía tres mil cabezas de ganado, casa pre fabricadas todas las cuestiones, y todavía no hacen la casa esperando que le gobierno les de… como no van a ver esas personas, oiga, es un pecado, y de eso hay muchas personas que tienen plata, eso lo debía haber hecho yo, que no quedamos con ningún veinte po’, botamos toda la plata aquí en la casa… (Carlos, 72 años)
Además, los adultos mayores visualizan que los vecinos con más recursos
han optado por quedarse en Villa Prat, no han construido aún sus viviendas, pues
están esperando ayuda del Estado y subsidios habitacionales, no obstante podrían
reconstruir sus viviendas con recursos propios; por otra parte las personas con
menores recursos han iniciado la labor de reconstrucción, pues no existe
confianza en las instituciones, debido a experiencias negativas entorno a la
entrega de beneficios habitacionales en el pasado, y también por que las personas
en el momento del desastre estaban viviendo una situación límite de sobrevivencia
que no estaban habituados a pasar, como el frío de la noche en la intemperie o
dormir en carpas improvisadas, habitar en condiciones de hacinamiento y con
sistemas rudimentarios de turnos para poder descansar, ante aquello no
concebían pasar el invierno de esa forma, siendo necesario ocupar sus ahorros,
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endeudarse o aumentar sus jornadas de trabajo, para poder “ parar la casa” .
Sumado a esto los entrevistados señalan que quieren mejorar y ampliar las
mediaguas que les habían sido entregadas, sin esperar que otros les dieran lo que
ellos con urgencia necesitaban.
Estas personas visualizan un abandono por parte del Estado, sus
necesidades urgentes, principalmente habitacionales, no fueron suplidas con la
prontitud que ellos deseaban. Así también experimentan sentimientos de
frustración con el municipio, sintiéndolo lejano de su pueblo, esto por la distancia
que separa Villa Prat de ese centro cívico, reproduciendo la visión centralista de la
autoridad.
Los sujetos concuerdan que la comunidad luego del terremoto se vio más
unida, los vecinos se ayudaban entre ellos potenciando la solidaridad y la
amistad.
En algunos casos en los espacios baldíos donde antes hubo una imponente
casa, que luego fue reducida escombros en pocos minutos, se reunieron varias
familias y personas a compartir en comunidad, “a dormir a pampa libre” ,
cocinando en ollas comunes, compartiendo el dolor que los unía y la incertidumbre
de un futuro incierto. Existe un sentido compartido entre las personas respecto de
la situación que vivieron y de las perdidas que sufrieron a nivel material y los
temores experimentados, reflejándose en el otro y en su experiencia, provocando
un sentimiento de empatía entre vecinos apoyándose mutuamente para satisfacer
las necesidades inmediatas como alimentación, refugio, vestuario, etc., y de
contención emocional entre ellos, escuchándose y apoyándose, “todos cuentan
puras tristezas” , dado que los diálogos y conversaciones mas frecuentes entre
vecinos son en relación a la perdidas que trajo el terremoto y las vivencias del
momento del desastre.
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5.1.2.1.2 Cambios socios-espaciales: Migración
Los adultos mayores visualizan que “Muchos se han ido de Villa Prat” ,
las personas que poseen mayores recursos económicos han optado por migrar a
otras localidades aledañas como Sagrada Familia, Talca, Curicó, etc.,
manteniendo sus fuentes laborales en Villa Prat, principalmente los que
desarrollan sus labores en el área de los servicios como salud y educación, por lo
que tienen que viajar todos los días. Mientras que otros se han ido de la localidad
en forma más prolongada, mientras resuelven su incierto futuro habitacional,
instalándose en otras ciudades, en casas de familiares cercanos, como hijos,
hermanos o padres.
Por otra parte, existen personas y familias que han optado por mantenerse
en el sector, las razones que explican esta situación, es la falta de redes familiares
en otras localidades que los acojan, pues éstos tienen sus fuentes laborales en el
lugar, “que me voy a hacer en otra parte si no se trabajar en otra cosa que no
sea la tierra,” o simplemente porque tienen apego al terruño que vio crecer.
¿Cómo está la gente de acá de Villa Prat, se han pr oducido cambios en su comportamiento, en la forma de relaci onarse? Claro que muchos se han ido de aquí, si cuando van ha hacer las casa hacerla po. Ahí hay poco para bajo cerraron la panadería, estos días estaban cerrando un sitio, un gallo que tenia casa en Curicó se fueron a Curicó y cerraron el sitio. Ahí mismo ese caballero que se fue era profesor, se viene de Curicó todos los días a hacer clase aquí. Allá es cambio que tiene que ser, ante estaba aquí y no tenia ese gasto y ahora tiene que gastar todos los días. ¿Y las personas que no tienen plata que han hecho? Ahí hay que hacer una ruquita así tal como esta la mía no mas po, no hay hecho mucho, no las ha visto, ¿usted se ha fijado en las ruquita chica que hay?, qué vamos hacer si no tenemos para donde ir, qué vamos hacer (Octavio, 65 años).
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Los desplazamientos o migraciones son procesos en los cuales las
personas o grupos de personas se ven obligadas a abandonar su hogar o lugar de
residencia habitual, dejando con ello su entorno, propiedades, modos de vida,
trabajo, sistemas culturales, familia, lazos sociales, entre otros.
“El fenómeno migratorio interno motivado por eventos naturales, es asimilado como un proceso migratorio forzado, donde se da la pérdida de la vivienda y de las pertenencias. Algunos son migrantes móviles, otros se desplazan a zonas rurales o urbanas. Unos dentro de proyectos de atención de emergencia, en campamentos o procesos de reubicación, y otros por su propia cuenta, los cuales se alojan en casas de familiares o promueven la toma de tierras en las zonas urbanas de las ciudades” (Fundación Arias para La Paz y El Progreso Humano, Centro de las Naciones Unidas para el Desarrollo de los Asentamientos Humanos, Centro de Investigación para el Desarrollo, 2001:31).
5.1.2.1.3 Cambios en la Comunidad: Visión de iguald ad.
Los adultos mayores de Villa Prat perciben que el terremoto ha provocado
una condición de igualdad en todas las capas sociales, “ los ricos quedaron
pobres, los pobres ahí… todo a pata pela” , es decir, que ante la tragedia todos
son semejantes, vulnerables, no existen diferencias de clases sociales, de
posiciones sociales.
Esta representación social se interpreta como el regreso a la comunidad,
donde las relaciones sociales se inspiran en un sentimiento subjetivo de constituir
un todo (Weber, 1997), sin diferencias sociales que tiñan los vínculos con el otro y
generan brechas de desigualdad, que en el momento del terremoto en nada
contribuían a superar la situación difícil que atravesaba Villa Prat, y porque no
decirlo, el país. En este contexto, ricos y pobres pasan por el mismo desamparo
del aparato público, la misma experiencia y el mismo sentimiento de infelicidad
que le provocaba observar como se truncan los sueños, esperanzas, como los
127
recuerdos se pierden, etc. sintiéndose reflejado en el otro que minutos antes del
evento, representaba un universo de diferencias.
Esta visión es resultado de la situación de crisis, la que provoca que los
sujetos en aquellos momentos sean capaces de ponderar lo importante, de lo
superfluo, la anécdota de lo real.
¿Con vecinos? Claro, los ricos quedaron pobres, los pobres ahí…todos a pata pela, miramos para el lado, don Augusto ese hombre se crió en la riqueza más grande po’ oiga y quedo a pata pela y teniendo zapatos, ropas, todas esas cosas y no tener a dónde vivir, yo le pasé mi casa, yo quede en un carretón, yo tenia que haberme ido a mi casa me dijo al Lalo, no le dije, yo no voy a irme a mi casa, yo me pongo las chalailas si voy ir a trabajar nuevamente, y le voy a hacer empeño de hacer mi casa le dije, pero don Augusto no ha estado acostumbrado en la vida le dije yo, a mi no me va hacer tira los pies le dije, y le pasé mi casa sin cobrarle ni un peso… (Carlos, 72 años)
5.1.2.1.4 Quiebres en la Identidad.
Existe la apreciación, que Villa Prat perdió su esencia, su identidad. Lo
representativo de la localidad eran sus grandes casas de adobe, estilo colonial,
donde actualmente se observan sitios eriazos, mediaguas, improvisadas casas, y
en algunos casos vestigios de aquellas viviendas que sus propietarios se niegan a
destruir, “ahora está todo pelado” . Como consecuencia, los entrevistados
señalan la perdida del sentido del espacio y orientación, Villa Prat la conocían
como una “fotografía”, la destrucción de las viviendas ha significado la pérdida de
sentido de orientación.
¿Y como recuerda que era Villa Prat antes del terre moto? ¿Si a usted le preguntaran afuera como era Villa Prat que respondería? Si ahora no esta ni parecido, si le voy a contarle que un día salí para arriba yo, y después cuando vengo por ahí abajo en la
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escuela, y dije yo ¿para donde voy?, y me paré, y claro donde no veía las casa y en la noche oscuro, dije yo: va… cuando yo conozco las casas de todos aquí po’, cuando miro un letrero un poco mas abajo el que esta para el club de huaso, ¿se ha fijado en el letrero? ahí me oriente yo, ahí dije, voy bien. Las casas todas eran grandes po’, si la casa mía no era tan grande, era grande, pero habían otros caserones que se cayeron de ahí para arriba po’, grande (Octavio, 65 años).
Las casonas de adobe que acogieron a varias generaciones de los
entrevistados, producen un mayor apego, debido a que en ellas se deposito un
esfuerzo familiar en su construcción, otorgando un valor simbólico a éstas, dando
cuerpo y espíritu a la casa. En relación a las construcciones en adobe, las
personas consideran que este material, posee ciertas características que la hacen
ideal para vivir, por ejemplo que son frescas en épocas de verano y acogedoras
en temporada de invierno, por lo que el adobe ofrece ventajas comparativas, en
relación a otros materiales aislantes, además que es económico. Sin embargo,
sienten que el material es vulnerable ante los efectos sísmicos, por lo que, existe
temor en reconstruir de la misma forma, no obstante, existe aprecio y cariño por
este material.
Pero si yo le dijera que el adobe no se va a caer ¿ lo prefiere? Los adobes son buenos si, pero yo creo nadie va a volver a hacer otra casa de adobe, nunca más, yo no la hago nunca más (Octavio, 65 años).
Qué ha significado para usted pasar de esa casa tan grande, que nos contaba que tenía muchos años, a esta otra casa, que es más nueva, que a lo mejor tiene algunas modifica ciones. Sueño con la casa todavía. Sueño… Si, teníamos cinco piezas, todas entabladas, encieladas, se nos pudrieron abajo del piso como era de adobe todo, y volvimos a poner las tablas y encielarla, y las pilló nuevecita y las pillo el terremoto, por la comodidad siempre mirando por los demás, quien llegara, tener donde tenerlos, tener un baño, un baño lindo, antes no se usaba eso, eran pozos no más, entonces, de ver esta casa, tremenda y estoy feliz po’ (Carlos, 72 años).
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5.1.3 Vida Cotidiana y Terremoto.
Según Peter Berger y Thomas Luckmann (1968), el mundo de la vida
cotidiana se presenta al sentido común como “una realidad interpretada por los
hombres y que para ellos tiene el significado de un mundo coherente” (p. 34). Es
una realidad dada, que se origina en los pensamientos y acciones sin
cuestionarlo.
El terremoto para las personas no sólo ha significado cambios en los
aspectos materiales. A nivel psicosocial también se ha producido
transformaciones. Existe el sentido compartido en las personas que a nivel familiar
se unieron, familias que se encontraban enojadas o en conflicto se reconciliaron,
hijos que se hallaban alejados se reencontraron con los padres, lo que significó el
replantearse la vida y “ dar vuelta la página ” .
Por otra parte señalan que ha mejorado la comunicación a nivel familiar, lo
que se ha prolongado en el tiempo hasta hoy, “ más confianza en las hijas ”,
“conversamos más que antes” . Las personas consideran que un factor que ha
influido en la unión familiar, es el temor que les produjo el terremoto, verse
enfrentados a la muerte, sin antes haber resuelto conflictos familiares pendientes.
Y ¿se han producido cambios en su casa, a nivel fam iliar, en las relaciones, con su marido? Si porque, con todo la familia nos hemos unido todo bien, de repente hay desbarajuste como en toda parte, pero estamos bien. ¿Se unieron más? Si. ¿Cómo era la vida que llevaba antes de que este ter remoto destruyera, por ejemplo su casa? Había poca comunicación como por decirle con mis hijos. ¿Viviendo incluso ellos aquí mismo? Claro, habían semanas que ni nos hablábamos, ni nos veíamos por no salir para ya no más. Hubo más comunicación con la familia (Juana, 65 años).
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Las crisis están ligadas a acontecimientos inesperados como por ejemplos
muertes, ausencias, terremotos, maremotos, etc. que desestructuran la
cotidianidad social, viéndose los sujetos en la obligación de desarrollar nuevas
estrategias para reestructurar la vida cotidiana en cada momento, dando lugar a
un proceso contradictorio y complejo que cambia de manera notable la dinámica
de los sujetos. En la relación dialéctica sociedad-grupo-individuo, a las personas
en situación de crisis, le corresponde asumir una serie de transformaciones
sociales que el evento condiciona, como ocupar nuevos roles al interior de la
familia, de la comunidad, migraciones, toma de decisiones relevantes,
reconstrucción de viviendas, entre otros, lo que implica, a su vez, que se van
produciendo determinados cambios en la subjetividad de las personas inmersas
en la crisis.
El terremoto como acontecimiento externo a las capacidades de control de
los sujetos, provoca en los mismos, una pérdida del estado de equilibrio, no
obstante, las personas buscan compensar o resolver la situación por medio de la
búsqueda de apoyo en el entorno, con el fin de entablar y mantener relaciones
emocionalmente satisfactorias que “permitan a las partes beneficiarse de la ayuda
recíproca en momentos de vulnerabilidad. Se trata, por tanto, de personas del
entorno que son accesibles, de las que se puede fiar, no tanto para resolver el
problema cuanto para encontrarse con una imagen de sí valorizante y que aporte
seguridad afectiva” (Du Ranquet, 2007: 194).
Desde una mirada de género24 sobre el terremoto, las adultas mayores
entrevistadas manifiestan que ellas expresan sus emociones y se aferran mucho
más a sus seres queridos y familia, teniendo la capacidad de expresar sus
temores y afectos. El varón en cambio oculta sus sentimientos y emociones “ el
24 Género se relaciona con todos los aspectos de la vida económica y social, cotidiana y privada de los individuos y determina características y funciones dependiendo del sexo o de la percepción que la sociedad tiene de él.
131
viejo no habla nada ”, no obstante en el momento del desastre y al recordar la
tragedia se produce un quiebre emocional que se traduce en llanto.
De lo anterior, se interpreta que las mujeres poseen mayores factores
protectores25, tales como la capacitad de entablar relaciones interpersonales
positivas, apoyo social de la familia y amigos, capacidad para enfrentar la
adversidad, entre otras; éstas se muestran más resistentes o más capacitadas
antes las adversidades psicosociales y los peligros a los cuales están expuestas,
lo que no impide que en momentos se sientan vulnerables y se quiebren
emocionalmente. Por otra parte, los hombres son reacios a demostrar sus afectos,
a hacerse a otros en búsqueda de apoyo, de consuelo, “el hombre no llora”,
concepto que es arrastrado por herencia del campo, el machismo, en
consiguiente, enfatizan una postura más rígida de interacción con su entorno,
ocultando sus afectos, sus emociones, preocupaciones, lo que los hace
vulnerables a los vaivenes anímicos.
¿Y para la señora como han sido todos estos cambios . La nota usted mas triste, más incomoda? Sipo, la señora estaba amarga que quedamos sin las cosas. Le dije yo total de alguna manera, como ante criamos tanto chiquillo y ahora somos tan pocos” (Octavio, 65 años).
A nivel personal los sujetos manifiestan que ha raíz del terremoto han
tenido que modificar algunos proyectos a corto plazo que estos tenían, como
adquisición de algunos bienes materiales, arreglos del hogar, jubilar del trabajo.
En relación a esto, uno de los adultos mayores entrevistados menciona:
25 “Se entiende como factores protectores las características de las personas o de las situaciones que al estar presentes protegen o aminoran el efecto de estímulos nocivos sobre el individuo. Los factores protectores cumplen un rol de protección en la salud, mitigan el impacto del riesgo y motivan al logro de las tareas propias de cada etapa del desarrollo. Enfocado el asunto desde esta perspectiva, los factores protectores al aumentar la tolerancia ante los efectos negativos, disminuyen la vulnerabilidad y la probabilidad de enfermar” (Oyarzún, 2010: 1).
132
Y en el ámbito más personal más familiar ¿tiene alg ún proyecto a corto plazo o al largo plazo, algún sueñ o alguna aspiración? Yo lo que quería era comprar una camioneta, eso es lo que quería, pero me arruinó el terremoto, la plata que tenia tuve que invertirla en la casa, y eso es lo que me gustaría tener una camioneta mía propia (Carlos, 72 años)
A nivel emocional las personas adultas reconocen encontrarse más
sensibles, muy atemorizadas, manifestando que están alertas antes ruidos y
replicas, lo que produce trastornos del sueño y del ánimo, no obstante existe
confianza en Dios y en su ayuda “Dios nos quitó, Dios nos dará” . Manifiestan
tener temor por los hechos trágicos ocurridos y desesperación que inundaban a
las personas en los momentos del sismo, sobre todo por los menores que se
encontraban en las viviendas.
¿Qué se siente pasar de esa casa que era mas grande , más acogedora, a esta que tiene usted hoy día, estas do s piezas? De repente en la noche como a las tres, cuatro de la mañana empieza uno a despertar y a decir porque estamos en esta piececita chica que es un cuarto, si estábamos en un caserón, por qué tenemos que tener todas las cosas guarda, al final anda uno así, haciendo en la cabeza recordando…y uno dice pucha voy a rezar, se olvida, y después vuelve otra vez todo. (Marina, 60 años)
¿Cómo que otros cambios se produjeron a raíz de la pérdida de la casa? Que uno no duerme bien en la noche pensando que viene otro terremoto, estoy, como le dijera, como atemoriza. Siento un ruido y como que uno trata de dejar las cosas listas pa ponérselas, porque cuando pasó el terremoto yo dormía vestida, entonces como que queda atemoriza que va a venir el terremoto otra vez… O siento un vehículo, viene un ruido y está como alerta (Juana, 65 años)
Los adultos mayores entrevistados sitúan que producto de la caída de la
vivienda se producen una serie de cambios en su vida cotidiana.
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“La realidad de la vida cotidiana se da por establecida como realidad. No requiere verificaciones adicionales sobre su sola presencia y más allá de ella. Esta ahí, sencillamente, como facticidad evidente por sí e imperiosa. Se que es real. Aun cuando pueda abrigar dudas sobre su realidad, estoy obligado a suspender esas dudas puesto que existo rutinariamente en la vida cotidiana” (Berger, Luckmann, 1968 p.39)
La vida cotidiana se divide en sectores que se aprehenden por rutina y
mientras éstas prosigan sin interrupción, serán visualizadas de manera no
problemática. A raíz del terremoto esas actividades cambian, alterando el sentido
común preexistente, las personas lentamente buscaran incorporar estas tareas al
sector no problemático de la vida cotidiana y en la medida en que se sigan
manteniendo en el tiempo, poco a poco se irán naturalizando e incorporando en el
repertorio de conocimientos de sentido común de las personas mayores.
Los sujetos entrevistados mencionan que antes del terremoto solían acoger
en sus hogares a familiares y amigos, esto porque la amplitud de la casa, permitía
mayor movimiento. Hoy luego de la catástrofe, por lo pequeño de las casas que
habitan no pueden recibir personas, siendo incluso dificultoso movilizarse dentro
de ellas. Los entrevistados mencionan que a diario chocan con las camas, las
cosas se encuentran amontonadas unas sobre otras, sintiéndose los adultos
mayores extraños dentro de su propia casa. La vida cotidiana se desarrollaba
dentro de un espacio que era conocido por los sujetos, por lo que su
transformación los obligó a adecuarse a esta nueva casa, no obstante, ha sido un
proceso lento de internalización de los nuevos espacios dentro y fuera de la
misma, visualizando que las viviendas que hoy habitan - y a las están postulando -
son pequeñas, son unos “ cambuchos ” . Para los adultos mayores, pasar de la
casa grande, acogedora, y que construyeron con esfuerzo en conjunto con la
familia; a pasar a otra pequeña, , calurosa en días de verano y muy fría en el
invierno, les ha provocado una profunda melancolía.
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“Le da pena… Significaba mucha la casa, la casa ant igua (La entrevistada se emociona y llora) Sipo, porque fue con sacrificio que la hicimos, cuando trabajaba yo quebrábamos maíz y comprábamos maíz para techarla, para agrandarla y fuimos de a poco haciéndola hasta que, cuando estaban los chiquillos conmigo. Unos trabajaban para maíz, quebrando maíz para la comida y otros para comprar para la agrandarla” (Juana, 65 años).
¿Qué le hizo cambiar ahora tener un pensamiento más positivo para salir adelante…en que pensaba usted? Yo todavía no he vuelto a ser como antes, yo era muy conversadora, muy risueña, muy coqueta y ahora no lo soy, ahora estoy desabría no hecho la talla, nada, nada. Para trabajar yo tenia que decirle bromas y ahora no, no las digo, porque me anda gatillando a veces, que tengo todo guardado, que el dormitorio mío era de lujo, osos peluches así de grandes…ahora los tengo todos en bolsa, así que todo eso me gatilla, me acuerdo y no, no soy la misma de antes, mi viejo también ha estado bien rabioso, porque nosotros en un dormitorio que teníamos cabían hasta seis camas y ahora tenemos bien juntitas tres camas con un closet, y pusimos unas repisas para este lado para no andar tropezándonos en la ropa, entonces de repente nos recordamos y nos da pena (Marina, 60 años.)
En cuanto a las tareas diarias, las mujeres consideran que un cambio
importante se produjo en la distribución del tiempo invertido en las labores del
hogar. Antes se levantaban muy temprano, preparaban el desayuno,
calefaccionaban la casa, para luego preocuparse de su limpieza, la cual por su
tamaño demoraba largas horas, manteniéndose ocupadas y concentradas en esta
actividad domestica. Hoy día “les sobra tiempo” , primero porque despiertan a la
misma hora de antaño, alrededor de las siete la mañana, y no es parte de su
rutina quedarse en la cama , mirando televisión, por lo que se levantan a la hora
de siempre, miran a su alrededor y no tienen tares que realizar, las casas en la
que viven son muy pequeñas en comparación con las que antes habitaban, por lo
que el tiempo invertido en la limpieza es escaso, manteniendo largos lapsus de
tiempo muerto, tiempo desocupado, viéndose obligadas a permanecer encerradas
entre cuatro paredes, pensando en lo ocurrido, relatando que “me aburro más” .
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Por otra parte, los adultos mayores solían sentarse en los corredores de sus casas
a descansar de las largas y agotadoras jornadas de trabajo, tanto en el campo,
como las domesticas, a observar las rutinas del pueblo y la vida social, sin
embargo, ese espacio hoy día tampoco se encuentra presente, incrementando su
sentimiento de aburrimiento.
Por ejemplo, todo tenemos ciertas rutinas que las h acemos todos los días, ¿esas rutinas se han visto afectada s por el terremoto? Sipo, si se han visto bastante afectadas… ¿En qué cosas se nota? En que por lo menos, yo me levantaba antes prendía fuego, tenía… cuanto que se dice, una chimenea y prendía fuego, sobre todo en el invierno, traía unas braza y me sentaba aquí y ahora yo no tengo donde hacer fuego… también le he echado harto de meno eso…. Y uno se daba vuelta, venia y ponía la olla en el fuego y salía a comprar, pero ahora eso no está po’. Yo no tengo en que hacer fuego y lloviendo no se puede (Juana, 65 años).
La vida cotidiana se desarrolla dentro de un espacio y un tiempo
determinado, y sólo dentro de esta última, la cotidianeidad conserva su acento de
realidad, es por aquello que cuando las personas se sienten desorientadas,
buscan casi instintivamente reorientarse dentro de la estructura temporal.
Por otra parte, las actividades que las personas desarrollaban en su tiempo
libre como el cultivo de flores en sus jardines, cultivo de verduras y hortalizas para
el autoconsumo y crianza de animales se vio afectada producto del terremoto, el
que genero escasez de agua provocando que las norias se secaran, impidiendo el
riego de las plantaciones y secando las mismas; como consecuencia de esto, las
personas se vieron en la obligación de comprar aquellos alimentos que antes
cultivaban. Otro de los motivos mencionados, por los cuales hoy ya no cultivan en
sus casas, es la falta de espacios en los sitios, debido que han tenido que
recopilar los materiales de las casas destruidas y que pueden ser reutilizables,
136
además que los terrenos fueron cubiertos por adobe de los escombros de las
viviendas demolidas, lo que produjo infertilidad de la tierra.
¿Y usted que cosas ha dejado de hacer por el terrem oto? Cualquier cosa, yo mismo aquí ante del terremoto sembraba, hacia unos almácigos, plantaba lechuga, verdura, y vendía, y ahora como voy a hacerlo. ¿Y eso es porque tuvo que ocupar sus ahorros o por espacio? Claro, si hubo que ocupar los ahorro y por espacio también, ve que hay unas tejas, todo- y hay menos mal que tenia un galpón de hay para ya, hay todavía abajo teníamos cosas, hay quedo medio ladeado, y todavía está medio ladeado, esperando mas pal verano hay que arreglarlo (Octavio, 65 años). ¿Muchas personas se han visto afectadas en ese sent ido que han tenido que dejar de hacer las actividades que h acían antes? Mucho, porque por partida el terremoto, dejo una casa, la esparció y la tierra es de adobe, no se puede hacer nada, porque no es una tierra… ¿Cultivable? Claro, no sirve, aquí mismo quedo todo eso para atrás todo eso donde hacíamos jardín y quedo todo tierra de adobe y esa es dura la tierra y antes era una tierra que era como esponjada así y ahora no se puede hacer eso. Y lo otro que encontré, el cambio aquí en Villa Prat que cuando uno iba a Curicó se perdía, no sabían donde estaban las tierras de uno, porque las tierras peladas, no había cerca no había reja, no había no sé (Juana, 65 años)
Las rutinas son algo tan espontáneo como respirar, y se desarrollan dentro
de espacios conocidos por las personas mayores lo que les provoca certidumbre,
su transformación provoca un quiebre donde es necesario reincorporar nuevos
elementos al esquema de vida de los sujetos. Los antiguos esquemas
referenciales pierden su valor, volviéndose las tareas a cumplir complejas y
problemáticas, además hay que agregar que los adultos se encuentran en una
etapa vital en donde lo nuevo representa un elemento que incorpora incertidumbre
en su vida. Actos como salir fuera de la casa para ir al baño, cocinar fuera de la
vivienda –en algunos casos piezas que eran de la casa antigua y que no fueron
137
demolidas, son utilizadas como cocinas y comedores, pero se encuentran alejadas
de la mediagua que habitan actualmente los sujetos, vivir en espacios reducidos
donde sólo caben unas cuantas camas, sin privacidad, en donde en épocas de
invierno salían y la lluvia golpeaba su rostro, entre otros; son elementos que
obligan a las personas a reestructurar su vida cotidiana, en un proceso que no
esta libre de tensiones y de subjetividades.
Y en la rutina diaria que usted desarrolla, desde que se levanta hasta que llega la noche, ¿Hubo algún camb io o siguen siendo las mismas rutinas? ¿Algo que haya d ejado de hacer, o hacer cosas nuevas? El terremoto, yo estuve por lo menos un mes y medio que vine a saber las noticias en Chile, a saber que pasó, porque no teníamos luz, instalaciones, la tele la teníamos pero, estaba desinformado total. De tener baño, bañarme, tenia un tarro agua junta, aguas helas, todas esas cosas me han marcado firme po’ oiga, pero la alegría mas grande es cuando uno tiene su baño y se baña uno, anda limpiecito, livianito, no hediondo a traspiración (…). Tuve que taparse con las frazadas llenas de tierra, no había como lavarlas, no había agua, hay en mi carretón sin bando, y toda la cuestión, sin dormir nada, una semana sin dormir, estaba poniéndome loco ya no hallaba para donde acortar (Carlos, 72 años)
Las personas entrevistadas visualizan que el mundo productivo local,
también se ha visto afectado por el terremoto, el sismo produjo la ruptura de los
canales de regadío impidiendo el riego de los cultivos sembrados en la localidad.
¿Y acá en Villa Prat en el ámbito productivo se han producido algunos cambios a raíz del terremoto? Sipo, muchos. ¿Como cuáles? Por ejemplo hay mismo hay unos canales que no le ha salió agua porque los hizo tira, eran de cemento y no hay medio como para arreglarlo, ahí están esperando, hoy día andaba un jefe buscando unas manga en Talca para ir a ponérselo a un canal como de 400 metros, para poder la gente sacar agua para sus chacra, si no es tan sólo yo no mas (Octavio, 65 años)
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En otro aspecto, muchas personas que se dedicaban al cultivo en menor
escala y a la crianza de animales, no han podido seguir con su tradición producto
que los ahorros destinados a la compra de semillas y abonos, han debido ser
ocupados en la reconstrucción de sus hogares, así como también fue necesario
vender los animales con el mismo propósito, siendo afectada la economía familiar,
visualizándose a sí mismos más pobre y dependientes de la ayuda de otras
personas, como por ejemplo los hijos, para poder subsistir.
¿Qué cosas que hacía antes del terremoto, hoy día y a no puede realizar por ese mismo hecho? Yo tenía mis vacas lecheras, sacaba cuatro vacas lecheras y con esa plata nosotros comprábamos las cosas, a más tengo un sueldo yo, mi señora es jubila también, pero llevábamos una vida linda po’, teníamos plata; y ahora pasamos la semana pasada y sin ni un solo veinte (…) tenía esa plata yo con mis animales, pero los tuve que vender para hacer la casa, vendí diez, incluí los animales de él también, hay que aprovechar todas las cositas, para mi que todos los monitos bailan (Carlos, 72 años).
5.1.4 Representaciones Sociales del Origen del Terremoto: “Y quién Iba a
mandarlo si no fue Dios”
Las representaciones sociales son formas de pensamiento práctico que
permiten comprender y dominar el entorno social, material e ideal, permitiendo
transformar lo insólito en sentido común. Es así como los sujetos reproducen,
construyen y reconstruyen el conocimiento del sentido común, a partir del
repertorio cognoscitivo, simbólico y cultural que la sociedad pone a su disposición,
en este sentido las representaciones sociales se consideran como guías de acción
y marco de lectura de la realidad (Vergara, 2008).
“Este conocimiento se constituye a partir de las experiencias, informaciones y modelos de pensamiento recibidos y transmitidos a partir de la tradición, educación y comunicación social, siendo así un conocimiento socialmente elaborado y compartido, participante de la construcción social de la realidad” (Jodelet, 1985: 473)
139
El sentido común recoge las opiniones o creencias de una sociedad dada o
de un grupo social, que consideran que éstas son auto-evidentes, en el sentido de
Durkheim corresponde a las prenociones y que están cargadas de
representaciones, con las cuales se aprehende el mundo, dando análisis de lo
vivido, juicios de valor y explicando la realidad que les rodea, son estas guías
referenciales las que permiten suponer que se comprende el mundo circundante al
sujeto.
Existe consenso entre los adultos mayores entrevistados sobre la visión que
poseen sobre evento sísmico, la cual encuentra su base y sustento en la
religiosidad. Las personas lo atribuyen a un castigo divino, un mandato de Dios, a
algo dado, superior al hombre, lo que produce que en la población adulta mayor
se haya potenciado el apego a la fe, reflejándose en acciones tales como: rezos
diarios, en ser mejor persona, ayudar al otro, es decir, hacer todo lo posible para
agradar a Dios, para que éste no vuelva a castigarlos mandándoles otro terremoto.
Estas visiones se aprecian en los discursos de los adultos mayores, según
los cuales:
¿Usted también nos mencionaba que su familia se ha unido más, por qué cree usted que se ha unido más? Por el miedo al terremoto, y que Dios nos perdone, supongo yo. ¿Y qué tiene que perdonar Dios? Perdonar lo malo que hemos hecho po’, o para que nos unamos más y si esto yo creo que Dios lo hace para eso, porque si Dios no hubiese mandado esto la gente no se hubiesen unió tanto. Claro que la juventud no, porque yo no que no (Juana, 65 años)
¿Y eso en qué le dificulta a diario? ¿Anda más asus tadiza, más temerosa?
Claro, anda como más preocupada que ya va a venir, como una preocupación y no viene nada po. Lo único que yo converso con los chiquillos y ellos dicen si sólo Dios es el que sabe, el no va a
140
avisar para mandar un terremoto, no va decir mañana va a ver uno, él lo manda cuando quiere. (Flor, 65 años)
¿Usted cree que ahora está más cercano a Dios, a l a fe
después del terremoto? Sipo, más fe, aunque a veces alguno dicen porque yo he
escuchado, que quizá que ni exista Dios, habrá algo po, en una de esas por uno tenemos que pagarla todos, algo así creo yo. (Octavio, 65 años)
¿Con quién, jóvenes familiares de usted? (Visión d e los
jóvenes acerca del origen del terremoto) No, de una señora. Hay un nieto de una señora, vecina, ella me
contaba después del terremoto, que ellos decían puras leseras no más, Dios no lo manda esto, me decía una vecina a mi, me contaba. Y yo decía irá no a mandarlo, quien va a mandarlo si no lo manda Dios. (Juana, 65 años)
Según Berger y Luckmann (1968) la experiencia religiosa es productora
frecuente de zonas limitadas de significados, que están enclavadas dentro de una
realidad mayor, y que se caracterizan por desviar la atención de la realidad de la
vida cotidiana, produciéndose una tensión radical en la conciencia. “Típicamente,
yo “deformo”, por lo tanto, la realidad de éstas en cuanto empiezo a emplear el
lenguaje común para interpretarlas, vale decir, “traduzco” las experiencias que no
son cotidianas, volviéndolas a la suprema realidad de la vida cotidiana” (p.42).
Estas tensiones se expresan en los discursos dicotómicos, puesto que por un lado
los entrevistados piensan que el terremoto es algo natural, pero la visión religiosa
es superior, atribuyendo de igual forma, el evento a algo dado.
Existe un pensamiento compartido entre los adultos mayores, sobre la
importancia de volver a tener su casa y mejorar las actuales condiciones en las
que viven, una visión que tiene relación con recobrar lo perdido materialmente por
el terremoto, pero sin muchas pretensiones ni ambiciones.
Todos los sujetos poseen representaciones sociales que permiten explicar
de una manera aceptable y justa los hechos que observamos. Las categorías con
141
las cuales se describe el universo social o las prácticas no son productos
individuales, sino producciones sociales, amparadas en instituciones que
contribuyen a crear o modificar las categorías perceptivas, incorporándolas de
manera paulatina en el lenguaje cotidiano. No obstante, esa producción de
discurso no es independiente de las características sociales de los sujetos
(Bonnewitz, 2003).
Las fuentes de información con que los adultos mayores construyen el
conocimiento de sentido común sobre las trasformaciones que introduce en sus
vidas el terremoto, se encuentran en la cultura campesina y la religión,
emergiendo de allí la construcción social con la que interpretan la realidad. Estos
elementos mencionados, son parte constituyente de las representaciones sociales
de los sujetos entrevistados.
En las relaciones entabladas por los hombres en el transcurso de sus vidas,
surge un conocimiento por socialización que forman habitus. Este es definido
como:
“Un sistema de disposiciones duraderas adquirido por el individuo en el transcurso del proceso de socialización. Las disposiciones son actitudes, inclinaciones a percibir, sentir, hacer y pensar, interiorizadas por los individuos debido a sus condiciones objetivas de existencia, y que funcionan entonces como principios inconscientes de acción, percepción y reflexión” (Bonnewitz, 2003: 64)
Según Bourdieu, el habitus produce sistemas de disposiciones que actúan
como estructuras estructurantes que organizan las prácticas y representaciones,
“es simultáneamente la grilla de lectura a través de la cual percibimos y juzgamos
la realidad” (Ibíd.: 65). De este modo la herencia campesina latifundista, se ancla
en los adultos mayores como esquema o estructura a través de la cual percibe su
realidad. En este sentido entrega imágenes, ideas y pensamientos de cómo debe
142
actuar el hombre de campo -sacrificado, abnegado- para abordar la actual
situación de vida que experimentan, recurriendo a aquellas representaciones.
El habitus está condicionado por el espacio social en donde desarrolla su
existencia el sujeto, éste es un espacio de posiciones sociales que se define en
las relaciones jefe/subordinado, patrón/ empleado, rico/pobre, es decir, el espacio
social es un sistema de diferencias sociales jerarquizadas.
En la niñez de los sujetos entrevistados, la estructura del inquilinaje, junto
con los saberes inculcados por sus padres, sobre el esfuerzo del trabajo del
campo y las condiciones de vida, les enseñó que es necesario conformarse con lo
que les toco vivir, sin esperar que otros le entreguen lo necesario para
desenvolver su vida, dejándolo todo a “la voluntad de Dios”, por lo tanto, hoy día
no esperan que el “gran patrón” que es el Estado, les entregue la casa, les dé para
vivir; los adultos mayores reconocen que en base a su esfuerzo saldrán adelante,
aunque si reciben el beneficio habitacional bienvenido sea.
Uno de los adultos mayores entrevistados, relata:
¿Qué le parece estar viviendo en esa ruquita que us ted menciona? Y que vamos a hacerle, tenemos que vivir así no ma. ¡Se resigna! Claro, que vamos a hacer estamos acostumbrados, si yo le digo a la señora que aunque tuviera, yo no haría una casa mas grande, para que ya si tenemos 65 años, para que querer más (Ocatvio, 65 años).
Es decir, que el habitus es producto de la historia de los adultos mayores,
de la incorporación de las condiciones de vida, de clase y culturales en las que
crecieron, así como también por procesos de inculcación de saberes a través de
instituciones como la familia. El habitus no es absolutamente inmutable.
143
El habitus se compone de dos elementos: la hexis corporal que
“corresponde a las posturas y disposiciones del cuerpo, interiorizadas de forma
inconsciente por el individuo durante su historia” y el ethos, para “designar los
principios o valores en un estado práctico, la forma interiorizada y no consciente
de la moral que regla la conducta cotidiana” (Ibíd.: 65). En este sentido, la religión
y el valor de la sumisión a los preceptos de Dios, son parte del ethos que regla de
manera inconsciente el pensar, el actuar y el devenir de la vida de los adultos
mayores.
En conclusión, las características de los adultos mayores de la localidad,
sus expectativas y sueños se encuentran condicionados por la idiosincrasia rural,
por lo que han realizado en su trayectoria de vida, sus logros y derrotas,
convirtiéndose éstos en trabas para ver el futuro de manera esperanzadora. Por
otra parte, los adultos mayores sienten que al ser “viejos” su vida va en retroceso
conformándose con el día a día.
144
5.2 ANALISIS JOVENES
Los jóvenes entrevistados son oriundos de Villa Prat -nacidos y criados-,
sus perfiles son diversos. Una mujer de 26 años que se desempeña como técnico
en enfermería en el consultorio de Villa Prat, casada y con un hijo. Por otra parte,
un hombre de 28 años, casado, con 1 hijo, que se desempeña como trabajador
agrícola dependiente. A su vez, se entrevistó a 3 jóvenes, solteros y sin hijos. Uno
de ellos es hombre, de 17 años de edad, estudiante de tercero medio del Liceo de
Sagrada Familia (viaja todos los días), trabaja solo en las temporadas de verano
en las faenas agrícolas. Una joven de 19 años, que acaba de egresar de cuarto
medio del mismo establecimiento educacional que el anterior, actualmente no
ejerce un trabajo remunerado, puesto que tiene que cuidar a su abuela paterna,
que se encuentra sola y con miedo producto del terremoto. Por último, una mujer
de 22 años, que trabaja en la farmacia del consultorio del sector, entregando
medicamentos, tiene como profesión técnico en enfermería; su padre abandonó el
hogar después del terremoto por lo que ha sido económicamente el pilar
fundamental de su familia.
5.2.1 Construyendo Villa Prat desde la juventud
5.2.1.1 Puro lastre.
Los jóvenes entrevistados, recuerdan que en su infancia Villa Prat, era un
pueblo sin muchos atractivos. No se realizaban actividades de esparcimiento y
recreación, tanto para jóvenes como para adultos. Esto debido a la ausencia de
espacios públicos, tales como: sedes sociales, gimnasio, discotecas, entre otras;
que limitaban las posibilidades de ocio y entretenimiento, sobre todo para este
grupo etario. Actualmente esta situación no ha cambiado del todo, pues siguen
faltando espacios de distracción.
145
Los entrevistados describen que Villa Prat a mediados de los años 80’, era un
lugar con una sola calle, sin las poblaciones que existen en la actualidad, donde
solo se podían encontrar espinales y cerros. El camino principal era puro lastre ,
lleno de tierra y en malas condiciones, donde producto de esto, era difícil salir de
los hogares, por la falta de conectividad que provocaba esta situación.
Y en el tema natural, el espacio, las calles, las c asas ¿cómo eran antes? Igual no estaba tan poblado de hecho aquí era puro espinal aquí, era igual que allí en el cerro, si antes era la pura calle principal. (Pedro, 28 años)
Como devela el Informe de Desarrollo Humano en Chile Rural (2008),
posterior a los años 90’:
“La nueva infraestructura caminera y los servicios de transporte han trasformado el mapa rural; el aislamiento es hoy un fenómeno excepcional (…). Menos visible, pero de mayor impacto, es la apertura y mejoramiento de miles de kilómetros de vías interiores (más de 5.000 kilómetros lineales hasta el 2005), que crean vínculos dentro de los valles y las regiones, y entre ciudades, pueblos, aldeas y caseríos, ampliando con ello las fronteras del espacio cotidiano” (p.36)
Este mejoramiento ha significado un aumento en el contacto con el mundo
urbano, una mayor diversificación de realidades con la cual puede interactuar el
sujeto, modificando las relaciones entre campo y ciudad.
A pesar de lo “atrasado” que era Villa Prat, en cuanto a sus calles, existía
otra cara del sector, con grandes casas de adobe que eran lo característico del
pueblo. Para los jóvenes, esto daba un sentido de identidad, diferenciándolo de
otras localidades. De esta forma, al momento de describir el territorio, se destaca
su tradicional arquitectura, sus casas coloniales, que constituían el reflejo de la
sociedad campesina de antaño.
146
Esto provocaba que muchas personas visitaran el lugar, atraídos por las
construcciones de sus casas, el contenido histórico y opulencia que trasmitían
cada una de ellas. Cabe destacar, la gran envergadura que tenían estas
edificaciones, lo que generaba la sensación en los jóvenes que detrás de esos
grandes muros, habitaban personas adineradas. Esta representación material
generaba la sensación de que el pueblo formaba parte de la clase media. Puesto
que en estos espacios, antiguamente habitaron quienes acumulaban el mayor
capital económico y cultural de la comunidad. Allí se encontraba, simbólicamente
presente la figura del patrón y la acumulación de riquezas, producto de la
explotación de la tierra y sus inquilinos. Esta visión se ancla en el imaginario
colectivo de los jóvenes hasta la fecha.
Los jóvenes identifican las construcciones en adobe como un atractivo para
Villa Prat, entregándoles un valor agregado, colonial, tradicional, antiguo. La
diversidad de formas, colores y estilos hacían que las casas fueran aún más
apreciadas.
¿Qué características tenia Villa Prat que lo hacían tan singular, tan propio? Lo mas bonito eran las casas grandes, eran lo mas lindo que tenia Villa Prat, tú pasabas y veías que ninguna casa era igual a la otra, eran todas diferentes, entonces eso las hacían verse más bonitas (Violeta, 26 años).
El discurso de los jóvenes presenta contradicciones en torno al significado
que se atribuye a las viviendas de adobe, dado que para los que se encuentran en
la etapa adolescente, sin proyecto familiar, este material de construcción
representa el “atraso”, lo no moderno, considerando que este grupo está más
cercano a las nuevas tecnologías y conectado con las zonas urbanas, a través de
la escuela y los medios de comunicación. Todo esto permite que estos jóvenes
manejen una gran cantidad de información, que se desprende desde la ciudad,
que representa la modernidad, con grandes edificaciones, centros comerciales,
147
movimiento constante y vertiginosidad, resultando más atractivo que el mundo
rural, con construcciones antiguas, lugares de esparcimiento “pasados de moda”,
con un ambiente predecible y aburrido.
¿Cuál dirías, entonces, que era antes el sello de V illa Prat, antes del terremoto, como lo característico? Yo creo que eso, que Villa Prat era como un pueblo antiguo. Así como que las casas eran coloniales, así como medievales, parece que no habíamos conocido la modernidad, como los coches, y era como bonito, (Beatriz, 22 años)
Los jóvenes que se encuentran más cercanos a la adultez, con proyectos
familiares, manifiestan haber tenido un aprecio especial por el adobe, éste les
brindaba condiciones de vida agradables26 en las diferentes estaciones del año.
Se suma a lo anterior, el aprecio que emerge, a partir principalmente de la
experiencia de haber desarrollado gran parte de su vida en ese espacio, donde se
crearon fuertes vínculos de apego y cariño, considerando el esfuerzo que ellos
también depositaron en la mantención de la casa, a fin de conservar el patrimonio
familiar. Además estos sujetos, han vivido fuera de su lugar de origen, tanto en
Santiago como en Constitución, buscando en estos espacios la autorrealización
personal, como mejores oportunidades de trabajo y estudios, que en Villa Prat no
tenían; sin embargo, señalan que en la ciudad no contaban con redes de apoyo,
extrañando su terruño, lo que los hizo volver al campo, en búsqueda de sus
casas, tranquilidad, familia y amigos.
¿Y por qué crees tú que querían arreglar la casa co n tanto afán? Porque la hicimos nosotros, los adobes los hicimos con mis hermanos, entonces todo eso fue hecho por nosotros más que nada, los adobe, la tierra, todo ese barro lo arreglaban mis hermanos, jugando y hacían adobe, entonces son cosas que a nosotros nos costó en el fondo… ¿Cuesta hacer la casa?
26 Los entrevistados señalan que el adobe es un exente material aislante, por lo que en invierno brinda calidez al interior del hogar y, en verano se mantiene fresca durante todo el día.
148
Claro, si mi mamá al principio no quería entrar, porque no quería verla decía ella porque quería quedarse con el recuerdo de su casa de antes, dice que todos sus hijos habían puesto algo en esa casa. (Violeta, 26 años, casada)
5.2.1.2 Modernización de lo rural.
Los grandes cambios de la ruralidad, comienzan en la década de los 80’,
donde los entrevistados visualizan que durante su trayectoria de vida, se han
producido avances tecnológicos en Villa Prat, tanto en los medios de transporte
como en los de comunicación, por ejemplo se recuerda que años atrás circulaban
por las calles, carretas, siendo escasos los vehículos motorizados que se
vislumbraban en la localidad, atribuyéndoles la pertenencia de éstos a las
personas con mayor dinero. En cambio, las personas de clase baja, no tenían
acceso a estos bienes, no contaban con el capital económico suficiente para
obtenerlos, pues su sueldo a penas conseguía solventar las necesidades mínimas
de sobrevivencia, su condición de explotados hacia que jerárquicamente se
encontraban en la escala social inferior, por lo que ni siquiera les alcanzaba para
lo básico.
¿Qué recuerdos tienes tú de tu infancia, cómo era V illa Prat, cómo lo recuerdas tú? Villa Prat…igual es bueno Villa Prat, es tranquilo oiga, igual antes era tranquilo. ¿Y ahora? Igual es tranquilo, pero no sé po, antes se conocían muy poco los vehículos aquí, y el que tenia un vehículo no sé po ¡tenia plata!, antes todos, todos tenían puros animales, aquí se andaba todo el tiempo en carretela en coche. Antes la gente salía a almorzar sus 20 coches en una fila. (Pedro, 28 años)
En el transcurso de los años 90’ hasta la fecha, han ido aumentando las
posibilidades de adquirir nuevas tecnologías- autos, camionetas, teléfonos
celulares, internet, televisión satelital- puesto que los precios de estos artículos
149
son más accesibles y las condiciones de trabajo han mejorado (el salario ha
aumentado, existe mayor regulación con respecto a la explotación de los
trabajadores, mayores beneficios sociales, entre otros).
“La tecnología de comunicaciones también ha jugado un importante papel en este contexto de cambios. De ese primer paso que fue la radio, que amplió más allá de las distancias que podían caminarse a pie, o a caballo, hasta hoy que la televisión está absolutamente disponible para casi la totalidad de los hogares rurales, mucho se ha avanzado en superar la clausura comunicacional respecto del resto del país y del mundo. Hoy, de la mano de los teléfonos celulares, parece vivirse una revolución de las comunicaciones en el campo” (PNUD, 2008: 39)
Con respecto a los avances que ha tenido el campo en la incorporación de
tecnologías, los entrevistados señalan lo siguiente:
¿En que sentido? (Cómo ha cambiado Villa Prat) …ahora por ejemplo la gente no sabia lo que era el cable y ahora casi la mayoría tiene cable, los teléfonos antes eran lo “ladrillos” ahora andan con un tuch, bueno todavía hay gente que tiene los típicos ladrillos… Claro, ¿entonces en tecnología han avanzado un poco ? Si en tecnología, igual que antes eran lo carretones, bueno todavía se ven por ahí, pero ahora son más vehículos, la gente hoy solo ocupa los carretones pal trabajo, pa entrar a terrenos más duros, más difíciles. (Gabriela, 18 años)
Las distancias entre el territorio rural y el urbano se han ido acortando
paulatinamente, los lugares campesinos ya no se encuentran tan aislados como
antaño, confiriendo un nuevo significado al espacio rural, transformando la
cotidianeidad, dando paso al paradigma moderno, que se impone frente a todos
los quehaceres propios de la vida tradicional.
150
5.2.1.3 Se puede escuchar el grito de un chancho, el balar de una oveja .
Villa Prat se caracteriza históricamente por ser un pueblo campesino, donde
la vida cotidiana se desarrolla principalmente en el trabajo o en la familia, esto
hace que las calles se vean vacías, solitarias, sin muchas personas transitando,
visualizando sólo grupos de adultos mayores sentados conversando o
simplemente apreciando el paisaje desde la banca de una plaza o un paradero de
buses.
Los jóvenes definen la localidad como tranquila, donde se puede
escuchar el grito de un chancho, el balar de una ov eja, lo que permite tener un
mayor contacto con la naturaleza, apreciar los paisajes, realizar reflexiones
personales, a diferencias de las ciudades que se describen como ruidosas,
rápidas, inseguras. Dentro del imaginario de las personas entrevistadas, existe la
visión de que la ciudad es amenazante, estrepitosa, con ritmo de vida distinto, al
que no están acostumbrados, valorando la tranquilidad del ambiente.
“Con el desarrollo de las instituciones sociales modernas, persiste un cierto equilibrio entre fiabilidad y riesgo, seguridad y peligro. Pero los principales elementos implicados son muy diferentes de aquellos que predominaron en la edad premoderna. En las condiciones de la modernidad, al igual que en todos los ambientes culturales, las actividades humanas permanecen situadas y contextualizadas. Pero el impacto de las tres grandes fuerzas dinámicas de la modernidad: la separación espacio- temporal, los mecanismos de desanclaje, y la reflexividad institucional, desconecta alguna de las maneras básicas de las relaciones de confianza y fiabilidad de los atributos de los contextos locales” (Giddens, 1999: 105)
Al respecto las entrevistadas mencionan:
¿Qué aprendiste de la ciudad? ¿Por qué no te gusta? Ohhh…los ruidos, la bulla, que por ejemplo si el vecino esta escuchando música uno tenga que escuchar la misma bulla del vecino…me carga. A mi me gusta la tranquilidad…que tú puedas
151
salir a tu patio y ver por último aunque sea fome, ver unos cerros, no importa, pucha yo veo cerros, pero no escucho autos, no escucho la vida de los vecinos cuando gritan… (Violeta, 26 años) ¿Tú encuentras agradable Villa Prat para vivir? Si, es tranquilo. Por ejemplo hace como dos semanas fui todo un día a estar en Curicó, no aguante ¡mucha bulla! y como que no me adapto al pueblo, como uno siempre ha sido de campo, es más tranquilo. (Gabriela, 19 años)
Villa Prat es visto por los entrevistados como un pueblo muerto , que
cuenta con escasos espacios sociales para que las personas se desarrollen más
allá del ámbito laboral y familiar. A pesar de las fuertes trasformaciones de lo rural,
en el ámbito de las comunicaciones, educación, transporte, servicios, entre otros,
los jóvenes perciben que aun existe un techo, que limita sus proyecciones de
movilidad social, sintiendo que las oportunidades son escasas y de mala calidad
en su territorio.
En este sentido la participación social de los jóvenes se ve restringida, al
no contar con espacios reales que potencien el ejercicio de la ciudadanía.
“Este modelo de ciudadanía la hemos denominado la “ciudadanía con techo” o ciudadanía restrictiva. Se estructura un discurso político que resalta las bondades de la participación ciudadana, en los medios de prensa, en los discursos oficiales y en las campañas políticas se hace mención constante de la necesidad de estimular la participación social; sin embargo, en el fondo el discurso hegemónico lo que busca es crear un ambiente de satisfacción social en los ciudadanos que creen sentirse parte de las decisiones nacionales, cuando la realidad demuestra que existen serios problemas estructurales que no permiten la participación real de éstos.” (Chinchilla, 2003: 4)
Se suma a lo anterior, que no existe iniciativa desde los jóvenes por
promover, impulsar y potenciar los aspectos culturales, sociales y políticos, debido
a que estas áreas son responsabilidad de los adultos y del municipio,
excluyéndose de la participación comunitaria.
152
En el transcurso del tiempo los jóvenes perciben que han ido
disminuyendo las festividades típicas, como por ejemplo el festival del ají. La
pérdida de estas tradiciones se atribuye a la falta de organización y gestión por
parte de los vecinos, y sobre todo por el decreciente entusiasmo por este tipo de
encuentros culturales. Puesto que por una parte, existe un grupo de jóvenes que a
pesar de no estar casados, ni tener hijos, deben asumir otras responsabilidades
como: cuidar a sus hermanos, trabajar fines de semana o durante el verano,
realizar quehaceres de casa y; además, ser responsables de las tareas
estudiantiles, lo que no les permite realizar éstas actividades.
Los jóvenes que tienen pareja e hijos, privilegian su proyecto familiar, por
sobre otras actividades que se encuentran fuera de su zona de interés, al no
percibir ningún beneficio si participan de éstas.
Ya, cuando eras más joven, más adolescente ¿qué rec uerdos tienes de acá? Es que cuando yo era mas joven acá no eran muchas cosas las que se hacían, ahora si la gente participa en aeróbica, cosas así, pero antes cuando yo estaba no po, esto era un pueblo así un pueblo muerto, no había nada, no hacia nada. Ya… Pasaba inadvertido ¿No se realizaban actividades así como festivales, actividades culturales, o recreativas…? Cuando yo estaba joven se hacia el festival del ají, ahora ya no se hace, hace mucho tiempo. Pero antes del terremoto por ejemplo aquí cerca se hacia el festival de la chicha, en el rincón, ahora después del terremoto ya no se hizo. (Violeta, 26 años)
En este sentido los entrevistados prefieren realizar actividades más bien
de forma individual o con uno o dos amigos (pequeños grupos) los cuales optan
por pasear en los cerros, salir a pescar, a cazar, jugar a la pelota los días
domingos, ver televisión, escuchar música, antes que participar en organizaciones
juveniles.
153
Las acciones de los sujetos, dentro del contexto de modernidad se
individualizan cada vez más, esta inclinación es particularmente en el mundo
juvenil.
“Los jóvenes al sentir que la identidad personal se define mediante la selección de imágenes y modelos, hacen suyo el principio de autorrealización. Para ellos, categorías sociales como la clase social o el género tienen menos importancia que para las generaciones anteriores al momento de definirse, puesto que asumen que la vida es una construcción que se mueve más allá de los atributos de origen. El mundo de hoy exige que uno mismo quien organice su biografía” (PNUD, 2002: 28)
La modernidad acerca a los jóvenes rurales a nuevos espacios sociales,
generando un proceso de desanclaje de la estructura tradicional rural, a la luz de
nuevas informaciones, que alteran el carácter constituyente de las prácticas que
se encontraban naturalizadas por la tradición, conllevando a la perdida de sentido
colectivo, acercándose cada vez más al mundo urbano, pues resulta más
llamativo, dinámico e impredecible que lo rural. Esto hace que se pierda el interés
de participar en actividades conjuntamente con otros jóvenes del sector.
5.1.2.4 A nadie le gusta la agricultura.
La visión que tienen los sujetos de lo rural va a estar ligada a la condición
de clase que tienen los mismos y al campo en el que se mueven.
“Un campo puede definirse como una red o una configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, agentes o instituciones, por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de distribución de los diferentes tipos de poder (o de capital) cuya posesión gobierna el acceso a los beneficios específicos que están en juego en el campo” (Bourdieu, 1984, citado en Bonnewitz, 1998.)
154
En este sentido, los jóvenes se perciben como personas pertenecientes a la
clase media y baja, por lo que todas sus actividades tanto económicas como
educacionales, van a estar determinadas por el espacio social que les toco vivir.
Los jóvenes consensuan que Villa Prat ha sido históricamente un sector agrícola,
donde la mayor parte de las actividades laborales giran en torno a los quehaceres
del campo. Señalando que el trabajo del campo es muy sacrificado. Las
personas que trabajan en la tierra deben hacer un doble esfuerzo, puesto que los
productos que se cosechan son principalmente en temporada de verano, por lo
que las jornadas laborales se extienden mucho más allá de lo legalmente
autorizado y de lo que el cuerpo resiste. Esto se debe a que existe conciencia de
que se aproximan meses difíciles, el tiempo de las vacas flacas, los meses
azules, donde no existe mayores opciones de trabajo y donde el sueldo recibido
se tiene que extender por estos largos, fríos y duros meses.
El trabajo de temporada se desarrolla específicamente en las cosechas de
tomates, ajíes, maíz, sandias y hortalizas, donde las remuneraciones varían de
acuerdo al tipo de trabajo y la temporada, en este caso durante los meses de
verano, parte de los entrevistados, trabajan “a trato” recibiendo un salario de
acuerdo al desempeño de éstos, que por lo general bordea los $250.000 y,
durante los meses de invierno solo tienen trabajo aquellas personas que son “de
planta”, es decir quienes tienen contrato indefinido y cuyos ingresos se ven
disminuidos al salario mínimo.
Para los entrevistados, los trabajos del campo se aprecian como
agotadores, con largas jornadas de trabajo, con esfuerzo físico, de sol a sol, con
“faenas eternas”, donde cada segundo significa estar entregando una parte de la
vida al trabajo y pensando que no existen posibilidades de salir de allí y tener un
trabajo que sea mejor. En este sentido, existen jóvenes que continúan con la
tradición agrícola, donde el trabajo campesino es aprendido a través de la
experiencia transmitida por la familia y la comunidad, sin embargo, los
155
entrevistados mencionan como aspectos negativos del campo, el sacrificio,
explotación y salarios mínimos, limitando las opciones de movilidad social.
La cultura tradicional campesina, es transmitida como herencia hacia los
jóvenes, sin embargo, no quiere decir que esta estructura no se pueda modificar,
debido a que cada generación incorpora nuevos conocimientos, dependiendo del
tiempo- espacio en el que se desenvuelve.
“Se rinde homenaje al pasado y se valoran los símbolos porque contienen y perpetúan la experiencia de las generaciones (…) aunque la tradición no es totalmente estática, ya que ha de ser reinventada por cada nueva generación al hacerse cargo de su herencia cultural en manos de la que le precede” (Giddens, 1999: 45)
Para este grupo de jóvenes, su baja escolaridad restringe el desempeño de
otras actividades que no sean las relacionadas con el campo, limitando las
oportunidades laborales.
No obstante el campesino asalariado no necesita contar con conocimientos
formales, puesto que los saberes son aprendidos a través de la experiencia y la
práctica. Es así como algunos jóvenes, ven en la educación como algo
innecesario, optando muchas veces por desertar del sistema escolar, dejando su
educación media e incluso básica incompleta, prefiriendo el trabajo, pues éste
brinda mayores ganancias económicas en el corto plazo al contrario del estudio,
que necesita invertir tiempo y dinero que será recompensado a largo plazo.
La falta de educación provoca en los entrevistados un constante
cuestionamiento de las condiciones laborales, sin embargo éstos se ven
limitadores a acceder a otras fuentes de trabajo- fuera de la agricultura- pues los
sujetos consideran que la única forma de movilización social es a través de la
educación.
156
Según datos del Informe de Desarrollo Humano Chile Rural (2008)
realizado a personas campesinas, los resultados dan cuenta de que:
“Un 84% está de acuerdo con que es más bien difícil tener trabajo todo el año; un 99% con que es difícil tener un trabajo bien pagado, y un 60% con que es difícil recibir un buen trato en el trabajo. Por eso, no es de extrañar que para casi un 77 % de la muestra sea una imagen muy común y reconocible el que la gente busque trabajo fuera de su ciudad o pueblo para ayudar a su familia” (p. 115)
Estos datos dan cuenta, que las condiciones del trabajo agrícola, no son las
más adecuadas, por lo que se encuentra presente en los sujetos la idea de
cambiar de empleo para mejorar su calidad de vida, visualizando la ciudad como
figura de progreso y oportunidades. Sin embargo, según cifras del IDH (2008)
Rural, un 82% declara desarrollar trabajos dentro de su localidad.
En relación a esto, un joven trabajador temporero señala:
¿Si tuvieras la opción de trabajar en otra cosa lo harías? Si por lo menos ganármela más aliviada en otra cosa. La pega en el campo es pesá, yo me levanto a las 5 y media todos los días, todos los días y ahora que estoy trabajando por aquí, porque yo soy temporero trabajo en los fundos por ahí, uno mismo sale en la mañana y no sabe si vuelve, igual ahora lo llevan y lo traen aquí, pero uno sale en la mañana y no sabe si vuelve a la casa. ¿Si a ti te diéramos la oportunidad de irte de acá de Villa Prat a vivir a Curicó lo harías? Me iría siempre y cuando tuviera una pega estable si, me iría con un trabajo yo… ¿Pero a trabajar en la agricultura o a trabajar en otra cosa? No en otra cosa en lo que sea, o sea que igual interesa, lo que a mi me interesa son las lucas, siendo trabajo para mi es todo digno, pero yo que me digan oye vámonos para Curicó hay una casa…yo sin trabajo no me muevo de aquí Pero irte a vivir para siempre, sin regreso. ¡Siempre! Igual es buena prueba si… ¿Te gustaría dejar Villa Prat?
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Sabe que a lo mejor no puedo porque sabe yo estuve dos años en Constitución y no me acostumbré nunca oiga, estaba soltero y no me acostumbré nunca, nunca. (Pedro, 28 años)
Existen algunos jóvenes, que tienen interés y oportunidades de estudiar
para obtener un título académico, que les permita trabajar conforme a sus
expectativas. Éstos se ven en la obligación de viajar constantemente fuera de la
localidad, puesto que Villa Prat entrega solo la oportunidad de cursar enseñanza
básica, por lo que para continuar los estudios es necesario viajar o internarse en
liceos o institutos, situados preferentemente en Sagrada Familia, Curicó y Talca.
Es evidente el deseo que tiene este grupo en particular de mejorar sus condiciones
de vida, manifestando que el trabajar en el campo como un simple obrero no es el
camino adecuado.
Los jóvenes que presentan interés por estudiar, tienen como característica
común, modelos influyentes o personas dentro de la familia, que han incentivado a
éstos a continuar sus estudios. En este sentido, estos modelos han tenido durante
su trayectoria de vida, la experiencia de tener una red de apoyo que permite
diversificar las visiones y la importancia de la educación.
¿Pero tu crees que una persona joven, tu misma, acá puedes desarrollarte como persona y cumplir todos tus sueñ os o algo de tus sueños? No! no!, no! Hay que salir, no aquí en Villa Prat es imposible hay que salir fuera de Villa Prat para poder cumplir ese sueño Ya, ¿por qué? Difícil porque por ejemplo aquí mismo para poder cumplir sus sueños tiene que salir a una parte que sea el pueblo, aquí uno no va ha encontrar trabajo de lo que puede ser, promotora, no sé de contador puede que si pero…son poca las oportunidades que hay acá (Gabriela, 19 años)
La educación otorga redes que permiten abrir espacios, donde se pueden
generar oportunidades dentro del ámbito laboral, esto pone en ventaja a los
jóvenes que continúan sus estudios más allá de la enseñanza básica, a diferencia
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de los que permanecen en Villa Prat sin estudiar. Estos últimos están influenciados
por lazos fuertes, por lo que su círculo de interacción y roce social es más limitado
que el de los primeros, los cuales mantienen lazos débiles, que les permite tener
mayores contactos y, “son indispensables para las oportunidades individuales y
para su integración en las comunidades” (Granovetter, 1973: 17), por los que las
posibilidades de obtener un empleo aumentan y por lo tanto se diversifican las
áreas de trabajo.
¿Hasta que curso llegaste? Yo hasta octavo no más y tres de mis hermanos tienen enseñanza media, ahora yo más que mal fui yo el que no quise estudiar más. ¿Por qué no quisiste seguir estudiando? Por que no me sentía capaz po oiga y yo era el menor y igual a mi taita lo encontraba medio viejon y con sacrificio trabajando, si aquí la pega es dura oiga, yo ahora me arrepiento de no haber estudiado, igual mi papi me iba a echar a Curico, pero que sacaba yo dije yo y si lo hago perder un año ¿Cuánto plata va a perder? (Pedro, 28 años)
Los jóvenes mencionan que históricamente la producción más destacada en
Villa Prat han sido los pickles27, zona conocida por su extracción, fabricación y
distribución, entregando fuentes laborales a las personas de la comunidad.
¿Y qué crees tú que es lo propio de aquí de Villa P rat, algo que sea característico, que lo diferencie de otros lugares? El picle, eso, el picle el ají, porque aquí es donde se fabrica el ají que el…Villa Prat es la…el centro del picle, todos conocen a Villa Prat como la parte donde hacen picle, entonces siempre como que, de ¿dónde eres tú? de Villa Prat, ha…los picleros. (Gabriela, 19 años)
27 Los pickles o encurtidos son verduras fermentadas, de altos valores nutritivos. El encurtido permite conservar los productos vegetales durante mucho tiempo, y tiene la ventaja de que sus características nutritivas y organolépticas se mantienen. En la elaboración de encurtidos dependen mucho los gustos, las costumbres y las tradiciones, así como la preferencia por sabores dulces, ácidos, agridulces o picantes.
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Sin embargo en el trascurso de los años se ha ido diversificando la
producción agrícola, incorporándose nuevos tipos de plantaciones como por
ejemplo olivos y otros árboles frutales, lo que desde la visión de los sujetos,
resulta positivo puesto que al no estar agachado trabajando (ají y tomate) el
esfuerzo que tiene que hacer la persona disminuye.
“No solo ha aumentado el volumen del producto exportado, dentro de un grupo relativamente estable de bienes. Lo que ha crecido de manera impresionante es la cantidad de productos que se exportan, desde los tradicionales hasta productos desconocidos en Chile hasta hace muy poco” (PNUD, 2008: 32)
Los tratados de libre28 comercio, tomaron mayor fuerza desde el 2003,
incentivando y estableciendo nuevos estándares de calidad en la agricultura.
Debido a esto, se hace necesario implementar métodos tecnológicos, a fin de
incrementar y mejorar la producción, además de innovar en nuevos cultivos que
son exigidos por la demanda externa.
Es así como los campesinos, se ven en la necesidad de variar los cultivos,
incorporando plantaciones de olivos y otros árboles frutales, rompiendo con la
producción tradicional de Villa Prat.
¿Y eso afecta o no la economía del sector? (Que los jóvenes no quieran trabajar en el campo). Bueno yo creo que en cierta parte si, bueno que aquí en Villa Prat ha llegado lo que son los olivo y otros árboles frutales, entonces la gente prefiere trabajar en eso que estar agachado todo el día a todo sol, porque eso es más cómodo, entonces como se van cosas llegan otras nuevas (Violeta, 26 años)
Otra de las transformaciones que se ha producido paulatinamente en el
campo, ha sido la incorporación de maquinaria y nuevas tecnologías,
reemplazando la mano de obra tradicional, como por ejemplo el uso de arados,
28 “Unión Europea, Estados Unidos, Corea del Sur, Canadá, México, Japón, Centro América, China, Nueva Zelandia, Singapur y parcialmente India” (PNUD, 2008: 33)
160
caballos y palas, lo cual desde la visión de los jóvenes resulta atrasado, viejo,
pasado de moda, siendo poco atractivo para éstos trabajar en esas condiciones.
Es así como la modernización de la producción agrícola trae consigo mayores
incentivos para los jóvenes, ya que este proceso de innovación, hace un llamado a
la especialización y el perfeccionamiento de los trabajadores, lo que permite
aumentar las posibilidades empleo. En este sentido los entrevistados manifiestan
un desinterés por el trabajo tradicional, para ellos el hecho de estar embarrados y
llenos de tierra no es agradable, prefiriendo el uso de la maquinaria moderna, que
les permite estar más limpios y cómodos.
Y en el tema más productivo el hecho de que los jóv enes no quieran trabajar en el campo eso va a causar un pro blema porque se está envejeciendo la población ¿Qué piens as tú de eso? Claro lo que pasa es que todo ahora es más con maquina y tú ves ahora siembran con maquina, cosechan con maquina, todo va teniendo un cambio, a lo mejor eso puede hacer que los jóvenes se vean interesando más en el campo, porque ahora lo hacen todo con maquina, ya no es tanto que veas a un hombre todo sucio con una pala, todo lo hace la maquina, la maquina siembra, la maquina cosecha. (Violeta, 26 años)
La modernización ha llegado a los espacios campesinos, trasformando su
ritmo de vida en cuanto a:
“El aumento de la dinámica agrícola y la productividad, las transformaciones
demográficas y los enormes esfuerzos de las instituciones públicas en promoción y
en asistencia directa que se han traducido en un mejoramiento de las condiciones
de vida en las zonas rurales” (PNUD, 2008:37)
5.2.1.5 Somos respetuosos, hospitalarios y tenemos buenos
modales.
“El individuo no nace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la socialidad, y luego llega a ser miembro de una sociedad. En la vida de todo individuo, por lo tanto, existe
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verdaderamente una secuencia temporal en cuyo curso el individuo es inducido a participar en la dialéctica de la sociedad” (Berger y Luckmann, 1994: 105)
Los valores e identidad dependen del tipo de sociedad en el que se
desenvuelven los sujetos. En la infancia el modelo más influyente es la familia,
quien otorga la base valórica, normas, roles, historias y saberes. Es aquí donde se
lleva a cabo el proceso de socialización primaria, siendo ésta la etapa más
importante para el individuo, formando la estructura básica de toda socialización. A
este proceso se intercala la socialización secundaria, en la cual se internalizan
“submundos” institucionales o basados sobre instituciones (Berger y Luckmann,
1994), que se encuentran presentes dentro de la comunidad, como por ejemplo: la
escuela, amistades, clubes deportivos, la iglesia, entre otros.
Es así como los sujetos entrevistados, mencionan que la familia, les ha
enseñado buenos modales , el no decir improperios, respetar al otro, el ser
ordenado y responsable.
La religión es una fuente de información que transmite valores. Este es el
caso de una entrevistada, que proviene de una familia que profesa la religión
evangélica. Para la joven, su principal base valórica, ha sido su credo, lo que ha
moldeado su personalidad y ha aportado en ella los saberes acumulados durante
su vida.
¿Y por qué crees que tus padres son así contigo que te enseñan esas cosas? Es por que ellos son cristianos, entonces cristianos tiene que ser…el cristiano tiene que ser ordenado, y cosas así, ordenado respetuoso y demostrar lo que es uno (Gabriela, 19 años)
Los jóvenes que han migrado de Villa Prat y, luego han regresado a sus
hogares, señalan que estando lejos de su gente se dieron cuenta de la importancia
de la familia y la necesidad de estar junto a ellos, fuera de su casa se encontraban
162
solos, sin apoyo y sin nadie a quien recurrir en momentos difíciles. Es por esto que
la unión en la familia es más valorada por estos jóvenes, al contar con la
experiencia de estar lejos de su lugar de origen.
¿Qué valores en cuanto a la crianza crees te inculc aron a ti?
El estudiar, no se, el tratar de ser unido como familia, estar pendiente el uno del otro, nosotros como hermanos siempre estamos muy pendiente el uno del otro, muy preocupado de lo que le pase al otro, como familia hay que estar súper unido. Yo creo que ha sido un valor muy fuerte de mis papás. Y cuando uno está afuera de la casa se da más cuenta de eso. (Violeta, Casada, 26 años)
Los padres de los entrevistados han realizado un gran esfuerzo para llevar
el sustento a la familia, lo que ha generado en los jóvenes un sentimiento de retribución, al ver que la familia se sacrifica cada día con el afán de entregar alimentación, educación, salud, vivienda, vestuario, entre otras.
¿Qué cosas se hacían antes, cuando eras más chico? Todos íbamos a ayudarle a mi papi, todos, todos. Sembrábamos con mi papi maíz, ají, melones, sandias. Andábamos pegaitos, todo el tiempo le ayudábamos a él. Porque uno mismo sabía para que lo estaba haciendo y todo lo que se cultivaba era pa nosotros mismos, pa pasar el invierno (Pedro, 28 años)
Los jóvenes perciben que en los vecinos de Villa Prat, existe un sentido de
comunidad, expresado a través de los valores como la amistad, solidaridad,
compañerismo y la honradez.
Es de suma importancia dentro de la comunidad, el valor de la solidaridad,
demostrando esto en la ayuda a personas enfermas, apoyo a quien lo necesita o
asistir a velatorios y funerales de vecinos del sector. Es en estas ocasiones donde
se visualizan estos valores, ligados en su mayoría a enfermedades y muertes.
163
Esto responde a que en los pueblos rurales la mayoría de las personas se
conocen o por lo menos se ubican y sienten la necesidad de estar presentes en
momentos de desgracia.
En este sentido gran parte de las personas que habitan Villa Prat, han
desarrollado toda su vida en el sector, siendo conocidas en toda la localidad, por
el nombre, el apodo o la familia a la que pertenecen. Esto hace que se cree un
clima de amistad y apoyo mutuo entre vecinos, proyectándose también para las
personas que visitan Villa Prat, por lo que los jóvenes destacan la hospitalidad de
sus coterráneos.
Y del ámbito social, ¿Villa Prat tiene algo que lo diferencie por ejemplo de Curicó, Sagrada Familia…? He…por ejemplo, yo encuentro que esta la gente de Villa Prat es más solidaria que por ejemplo en otras partes porque cuando se trata de alguien conocido o que no sea conocido, que esté enfermo, que necesite ayuda, Villa Prat ahí todos, he alguien está enfermo todos están atentos de lo que le pasa, de lo que le ocurre o pero no tampoco en el ámbito del…de ser copuchento, pero siempre están preocupados de lo de él, no de él…(Gabriela, 19 años)
5.2.2 Familia, Sujeto y Comunidad: Transformaciones y visiones a partir del
desastre
5.2.2.1 De una casa gigante a una casa tan chiquita .
Para los jóvenes entrevistados, el terremoto del 27 de febrero ha sido el
primer evento sísmico que han experimentado, considerando que en el de 1985 se
encontraban muy pequeños y otros todavía no nacían.
Este evento sísmico ha provocado una serie de transformaciones en la vida
cotidiana, tanto en las relaciones personales, roles, proyecciones y rutinas diarias
164
de los jóvenes, donde cada sujeto se ha visto afectado a nivel individual, familiar
y/o comunitario.
La pérdida de la casa ha repercutido en la vida de los jóvenes más allá de lo
material, a significado en algunos casos asumir nuevos roles, nuevas
responsabilidades, a las cuales ellos no estaban acostumbrados, como por
ejemplo, jóvenes que han sido obligados por sus padres a migrar a casas de
familiares asumiendo tareas como el cuidado de personas mayores, que se
encuentran solas y temerosas a nuevos sismos. Los adultos piensan que los
jóvenes, aunque estén estudiando, no hacen nada, por lo que pueden disponer de
ellos para lo que sea necesario. “La mirada adultocéntrica desde la cual el joven es
considerado como un sujeto en transición, en permanente estado de irrealización e
inmadurez, con lo cual queda plenamente deslegitimado en los escenarios de
construcción de la sociedad.” (Vásquez, 2009)
¿Y tú hasta que curso llegaste, terminaste? No, terminé cuarto medio, tenia pensado seguir estudiando para parvularia y no pude, por las simples razones que tenia que cuidar a mi abuela, ahora estoy haciendo de enfermera, aunque no me gustaba la enfermería pero… ¿No te gusta tu rol que estas haciendo ahora? No mucho…no porque como se llama, yo por lo menos tenia la expectativa de seguir mis estudios y con esto como que no… ¿Pero esto fue producto del terremoto o fue por…? Producto del terremoto porque ella estaba bien antes del terremoto y después del terremoto ella le agarró miedo a estar sola, cosas… ¿Y tú tuviste que acompañarla? Si, por decisiones de mis tíos… (Gabriela,19 años)
Cabe señalar que el hecho de asumir nuevas responsabilidades fuera del
hogar provoca que los entrevistados no se sientan parte de las rutinas familiares,
puesto que gran parte del día se encuentran fuera de su casa, alejados de sus
pertenencias, como la pieza, la cama, el espacio en el que se desarrollaban día a
gdía, donde por una parte se sienten desconocidos dentro de su propia familia y
165
teniendo que reinventar sus actividades y rutinas diarias, al encontrarse en un
espacio distinto del que estaban acostumbrados.
La caída de la casa de adobe ha provocado gran nostalgia en los
entrevistados, puesto que con su destrucción se fueron recuerdos, historia, hechos
significativos, que se desarrollaron dentro de la vivienda; recuerdos como hacer
hoyitos y dibujos en la muralla , el jugar en sus corredores, correr por las
grandes habitaciones, entre otros. Además de lo anterior, una pérdida importante
ha sido el corredor que antecedía los hogares, un espacio donde se generaba el
vínculo con el entorno y la comunidad, y se desarrollaban actividades como leer,
observar el paisaje, conversar con amigos y vecinos o simplemente distraerse para
pasar el rato.
¿Qué cambios has notado? (En el espacio físico) Lo que hecho de menos es el típico sillón de la casa en el corredor de afuera pal lado de la calle que estaba sentada en el parrón, porque siempre a la hora de almuerzo íbamos con un vaso de bebida y nos sentábamos a fuera a mirar la gente que pasaba por afuera en la calle, ahora no po tenemos que caminar, caminar salir hasta la puerta y ganarnos al sol porque nos quedo mucho espacio ahora estoy muy adentro a lo que estábamos hace tiempo cuando estábamos muy afuera, ahora tenemos que entrar por el medio terreno para poder pasar, antes nos sentábamos abajo del parrón y sacábamos los racimos de uva y estábamos comiendo uva con mi hermano, entonces lo que voy a extrañar este año va a ser la uva (Gabriela, 19 años)
Con la pérdida de la casa, las familias se han visto en la necesidad de
convivir dentro mediaguas o improvisadas viviendas, lo que ha reducido los
espacios físicos, provocando en algunos casos hacinamiento en los hogares. Esto
ha significado problemas para los jóvenes y sus familias, puesto que éstos tienen
la necesidad de tener una pieza sola, más todavía en la etapa de la adolescencia,
donde comienza una búsqueda de identidad y los espacios privados son
importantes, dado que necesitan descubrirse a si mismos. Esto se ve reflejado en
situaciones cotidianas como el tener que cambiarse ropa en frente de otros,
166
compartir cama con otra persona, no poder escuchar música fuerte, tener un baño
en precarias condiciones, no tener un lugar de intimidad, provocando incomodidad
tanto para los jóvenes y su familia.
Pero tú que notas, se siente incomodo igual (Falta de espacios) Esta incomodo igual. Por ejemplo él en su pieza , en su mundo, mi puerta, o sea, esta mi pieza más la de él y tenia otras entrada pero me gustaba pasar por dentro y cada vez que estaba haciendo algo decía: para, para, para, dime cuando vas a entrar, a bueno ya, venia abría la puerta y salía por el otro lao, porque él estaba ocupado cambiando se ropa, o a veces yo venia y no decía nada y lo pillaba en slip, entonces era como un poco incomodo pa mi po, y ahí decía, ya, ya, ya, sino vi nada, era como muy incomodo. Ahora ya él dice apágate la luz me voy a cambiar, entonces hay que apagarle la luz, pa que se cambie po, es más preferible estar a oscuras cambiándose y ponerse algo al revés, que alguien lo este viendo. Hasta con mi mamá yo me siento incomoda y el también po. Y por eso pusimos el mueble de mi mamá, pa que a él no lo viéramos, entonces como que no… (Gabriela, 19 años)
Los jóvenes que se encuentran casados han enfrentado las consecuencias
del terremoto de manera distinta, puesto que éstos tienen otras responsabilidades
como el mantener una familia, por lo que los cambios vividos se encuentran
vinculados al ámbito laboral y de proyectos futuros. En este sentido aquellos que
tenían una vivienda propia se han visto en la necesidad de aumentar las jornadas
de trabajo para poder recaudar mayores recursos económicos que les permite
reconstruir lo perdido en el corto plazo, señalando que ahora es pura pega no
más , como manifiestan los entrevistados, una de las preocupaciones es el tener
una casa digna para que se sientan cómodos sus hijos. Además los sujetos han
visto truncado sus sueños y proyectos, puesto que los recursos económicos que
tenían destinados para éstos, los han tenido que invertir en recobrar el hogar,
postergando los estudios, viajes, actividades recreativas, entre otras.
¿Qué ha significado para ti el terremoto como ha si do la vida después del terremoto? Pura pega no más po oiga
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¿Y porque tanta pega? Porque de partida quedamos encalillados ¿Se endeudaron? Si ¿Mucho? Harto ¿Y antes del terremoto no trabajaba tanto? No po, o sea igual trabajaba, pero no tanto, yo mismo para empezar a ser esta casa tuve que trabajar en el día y en la noche quedarme hasta las 11, 12, trabajando todos los días (Pedro, 28 años)
Para los jóvenes, las consecuencias del terremoto no han sido solo
negativas, por una parte las relaciones familiares han mejorado. En algunos casos,
los conflictos dentro de la familia han pasado a segundo plano, esto se denota en
los problemas de comunicación existentes antes del evento sísmico, donde habían
personas dentro de la familia que no se hablaban, provocando un clima tenso al
interior del hogar. Este escenario se ha trasformado, los sujetos a partir de la
catástrofe se sintieron cercanos a la muerte, lo que les ha provocado inseguridad
e incertidumbre al verse enfrentados a una situación que sale de toda orden dentro
de su cotidianeidad, por lo que fue necesario reconstruir el equilibrio perdido. Es
así como una de las formas de enfrentar la crisis es la búsqueda de seguridad
afectiva en el otro, como un elemento protector, que le permita a los sujetos
sentirse apoyados, empatizando con su entorno cercano, como por ejemplo con
los padres, hermanos y amigos; además considerando que estas personas se
encuentran en condiciones similares al estar afectados de alguna u otra forma por
el mismo evento.
Se han unido más (Producto del terremoto) Si mucho más a como éramos antes…. Yo con mi hermano éramos como enemigos, ahora no tanto. Ha mejorado bastante la comunicación, la relación. Si. Yo con mi hermano no podíamos salir juntos, no salíamos a ninguna parte. Ahora vamos a comprar, vamos a hacer esto, vamos a la plaza, salimos pa toas parte. Ahora el va solo le tiene miedo a algo, siempre hay como eso (Gabriela, 19 años)
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En relación a la perdida de la vivienda, existe un grupo de jóvenes que ven
este hecho, como una oportunidad para obtener una casa moderna y segura,
considerando que la antigua casa de adobe, no cumplía con las condiciones
anteriormente señaladas; manifestando que no volverían a habitar una casa
construida en adobe, debido a que este material de construcción, no es capaz de
resistir un sismo de gran envergadura, prefiriendo hacer edificaciones
preferentemente de ladrillo y madera. Además se debe considerar que la
experiencia trasmitida por los padres y abuelos de los entrevistados, que vivieron
el terremoto del año 1985, reafirma la idea que este material de construcción es
vulnerable a los movimientos telúricos.
¿Y que te produce a ti, porque tú dices que le tien es un cariño especial al adobe y todas las casas en general eran de adobe? ¿Qué te produce a ti ver eso en Villa Prat? Bueno ahora, ahora a mi me dieran adobe yo no lo recibiría, porque el concepto que tenía del adobe cambio cien por ciento, yo tenía muy buen concepto del adobe, pero con esto que paso…. ¿Tú sentías que era más seguro antes y ahora no? Si po pensé que era más seguro antes, pero ahora con lo que viví, ¡con lo pasé, no! y nosotros la teníamos bien arregla, parecía casa de subsidio, la teníamos estuca por dentro por fuera y pintá. (Pedro, 28 años)
Los entrevistados señalan que el terremoto ha generado oportunidades de
modernización tanto para el hogar como para la localidad, puesto que está
instaurado en el imaginario de los jóvenes cercanos al mundo urbano, que las
antiguas casas de barro y paja son reflejo de lo antiguo, asociado a la pobreza,
donde la tradición campesina es sinónimo de atraso y estancamiento. Es así como,
a partir de lo ocurrido se abre la posibilidad de acercar lo urbano a lo rural, donde
el primero es visualizado como el camino a seguir, pues es en la cuidad, donde los
jóvenes tienen mayores espacios para su desarrollo personal y social. Esto hace
que los sujetos deseen que su sector, tenga condiciones similares de habitabilidad
que el mundo urbano. Considerando que actualmente ha aumentado el número de
subsidios para las personas afectadas por el terremoto, beneficiando no solo a los
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damnificados, sino también a los jóvenes que pretenden independizarse de su
hogar de origen, aprovechando esta situación para acelerar el proceso de
construcción de la vivienda propia, dando un paso hacia la modernización.
¿Este subsidio surgió a partir del terremoto, de lo s subsidios nuevos? Claro surgió a partir de eso, porque nosotros como estábamos bien en esa casa grande no habíamos pensado en postular ni hacer nada, no teníamos ni siquiera la escritura del sitio en cambio después del terremoto nos tuvimos que ver la oportunidad, se nos dio la oportunidad de hacer las escrituras y postular al subsidio más fácil (Violeta, 26 años)
5.2.2.2 Estuve durmiendo dos meses en la pesebrera de la
yegua.
Las trasformaciones familiares son asumidas, por los sujetos entrevistados,
desde dos perspectivas: jóvenes con proyecto familiar (casados y con hijos) y
jóvenes sin proyectos familiar (solteros, sin hijos).
Por un lado, para los jóvenes que no tienen hijos - que no han formado su
propia familia- se han visto afectados en aspectos relacionados con el cambio de
roles y el asumir nuevas tareas que no estaban acostumbrados a realizar, como
por ejemplo, el entregar mayores aportes económicos al hogar, debido a que los
gastos han aumentado a raíz de lo perdido. Es así como los jóvenes, al asumir
nuevas responsabilidades, adquieren un mayor protagonismo dentro de la familia,
dándoles la posibilidad de tomar decisiones tales como: salir a fiestas, llegar más
tarde, dormir más horas, etc.; gracias a que los entrevistados han formado parte
importante del proceso de reconstrucción y reestructuración familiar.
A partir de la crisis, aumentan las necesidades al interior de las familias,
donde los jóvenes pasan a asumir tareas relevantes dentro del hogar. Con esto se
rompe la mirada adultocéntrica, que situaba al joven como un sujeto en transito,
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pasivo y sin identidad definida, visualizando a éstos como personas que son
capaces de asumir responsabilidades sociales, económicas y familiares.
¿Tú siempre aportabas para la casa. Antes del terre moto también aportabas económicamente a la casa? Si, igual si pero en menos cantidad. ¿O sea que has tenido que asumir un rol…? Si, más de… ¿De sostenedora? Si, algo así. Si eso no me gusta mucho el cambio de adulto, de tener más responsabilidades. Yo antes era como pajarito no mas, yo vivía. (Beatriz, 22 años)
Los jóvenes casados y con hijos, sienten mayor responsabilidad frente a lo
ocurrido, al tener que responder a las demandas familiares. Los tres meses
posteriores al desastre, fueron difíciles, al quedar desprotegidos, con hijos
pequeños, sin un techo que los refugiara, durmiendo incluso hasta dos meses
en la pesebrera de la yegua , donde el motivo más grande para salir de esa
situación eran las malas condiciones en que habitaban sus hijos; sin abrigo, mala
alimentación, problemas de higiene e incluso durmiendo a la intemperie,
sintiéndose frustrados por el futuro incierto que provocaba el desastre. Además de
esto, quienes tenían familiares cercanos, tuvieron que ir a refugiarse con ellos,
aumentando la cantidad de integrantes dentro del hogar, estando todos
amontonados , lo que provocaba hacinamiento. Los sujetos entrevistados señalan
que estar de allegado para ellos era lo peor, puesto que no estaban
acostumbrados a convivir con tanta gente, a dormir mal y ver invadida su intimidad.
Ahora mismo el hecho de empezaste a construir tú mi smo tu casa ¿alguien te aconsejo eso? Yo mismo me dí cuenta, porque estuve durmiendo dos meses en la pesebrera de la yegua, cinco noches en el corral del potrero. Las primeras noches, las primeras semanas, yo no me convencía de botarla la casa, la encontraba buena ¡no la boto dije yo! pero con las replicas, en quince días ya en la esquina de casa caía una mano. (Pedro, 28 años).
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A medida que trascurrían los días era necesario volver a poner de pie la
vivienda, debido a que las condiciones en las que se encontraban los jóvenes y
sus familias, eran insostenibles. Por esta razón los sujetos tuvieron que invertir sus
ahorros y aumentar las horas de trabajo, durante la semana y los fines de semana,
para poder recaudar más dinero. Inclusive en algunos casos, éstos se vieron en la
necesidad de postergar sus proyectos personales y familiares, como por ejemplo
dejar de estudiar y dedicarse solamente a trabajar. Otros han postergado viajes o
la compra de productos para el hogar.
¿Qué sentiste tú cuando vino el terremoto y se cayó la casa, qué...Qué sensaciones te dieron? Una pena, rabia, de todo un poco porque uno sabe que cambia su vida actualmente en esos minutos que pasaron ya cambia la vida… ¿En qué cambia? He por ejemplo mi esposo estudiaba, ya no estudia Ya… Porque igual toda esa plata que invertíamos en que el estudiara hay que invertirla en la casa…así que no, ahí nosotros ya fue algo que dejamos de hacer. Si pasamos más con nuestro hijo pendiente de él, porque nos da mucho miedo de que le vaya a pasar algo, entonces igual pasamos a ser como mas unidos que antes los tres. (Violeta, 26 años)
La construcción de la casa fue con ayuda de familiares y amigos, tomando
en cuenta que contratar un maestro en construcción tiene un alto precio, recursos
con los que no cuentan. Es así, como los sujetos y su familia se han visto
obligados a aprender labores de albañilería, para poder solventar de mejor forma
los gastos que ha conllevado la reconstrucción. Esto tiene relación con lo que
señala Max Weber en cuanto a la comunidad vecinal, puesto que en la situación de
crisis las personas tienden a ayudarse recíprocamente para abaratar costos.
“Pues todos podemos llegar a una situación en la que necesitemos la urgente ayuda de los demás. Cuando hay una retribución- como en el “trabajo de favor” que se presenta en forma típica en esa ayuda, tan generalizada en las aldeas, para construir la casa…cuando funciona el intercambio rige el principio: “entre hermanos no se regatea” que
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excluye el “principio racional del mercado” para la fijación de los precios” (Weber, 1997: 294)
A partir de un mes de ocurrido el desastre, tanto la municipalidad como
organismos privados comenzaron a distribuir “las mediaguas” o viviendas de
emergencia, pero en algunos casos se extendió este plazo de espera hasta los
cuatro meses. Por lo que las personas tuvieron que enfrentar las precarias
condiciones de los primeros meses. En este sentido los jóvenes con mayor capital
económico manifiestan que el hecho de estar viviendo en una mediagua, los hace
sentir “personas pobres” creando la imagen de campamento, pues gran parte de
Villa Prat se encuentra en situación similar.
A partir de la condición de clase de los sujetos, es que se tienen diferentes
representaciones de la “mediagua”, donde el significado que se le otorga a ésta,
va a depender del universo simbólico en el que se desenvuelven los sujetos.
Según Berger y Luckmann (1981) “el universo simbólico se concibe como la
matriz de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales;
toda la sociedad histórica y la biografía de un individuo se ven como hechos que
ocurren dentro de ese universo” (p. 123).
En los jóvenes cuya condición de clase se encuentra más alejada de la
pobreza, la vivienda de emergencia crea el imaginario de “campamento”, al no
haber sido parte de su vida cotidiana. Esta representación social se constituye a
partir de las informaciones e imágenes que los medios de comunicación
transmiten, incrustándose en la subjetividad de los sujetos. Mientras que los
jóvenes que han vivido en condición de pobreza, no atribuyen a la mediagua una
baja de estatus, puesto que no sale de su rutina de vida, siendo una vivencia no
problemática para ellos.
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¿Y después del terremoto vistes cambios en tu posic ión de clase? Bueno, yo siempre he dicho que para mi, vivir en una mediagua es una pena muy grande, donde yo duermo no parece mediagua, yo le digo a mi mamá es como si fuera pobre, como si fuera ¡lo más indigente que hay! , entonces en la talla uno decía que era pobre porque vivía en mediagua. (Violeta, 26 años).
5.2.2.3 En la comunidad daba cosa ver las caras lar gas, caras tristes.
Los entrevistados señalan que los momentos posteriores al desastre,
caminaron por las calles de Villa Prat, notando la tristeza de las personas, que se
reflejaba en sus rostros, en su forma de caminar, de actuar, en su mirada de
preocupación, su hexis corporal daba cuenta de lo que estaban viviendo. Mucha
gente quedó con miedo, por la magnitud del impacto y la destrucción que éste
conllevo, afectando de alguna u otra forma a las personas, haciendo generalizada
la sensación de pánico y pensando en la posibilidad de que existiera otro terremoto
de las mismas características. Además se suma el hecho de que los sujetos, al ver
su pueblo destruido, sienten nostalgia, al no reconocer sus casas, la iglesia, el
salón parroquial, cambiando radicalmente el paisaje y el entorno cotidiano.
Una forma en la que abordo la comunidad de Villa Prat la crisis, fue la unión
entre vecinos y la solidaridad que ésta expreso, pues la situación de desastre era
casi en su totalidad. Es así como las personas lograron tener un mayor grado de
empatía, colocándose en el lugar del otro, pues cada uno sufrió las consecuencias
de este evento sísmico.
Es característico, como forma de reacción ante la crisis, que las personas
busquen apoyo en otros, como un factor protector, que facilita la superación de la
situación problemática. Esto genera que se reestructure el sentido de comunidad,
pues ante el evento sísmico, se estrecharon vínculos de apoyo. Sin embargo, esto
no ha sido permanente, pues la unión entre vecinos se ha visto mermada conforme
transcurre el tiempo.
174
Tú hace un rato decías que se han unido más. Si eso es lo bueno. Ya, ¿Te gusta a ti que sea así? Si, por lo menos hay más unión, se conversa más y no sé, si uno puede hacerle una paletiá a otro se la hace, o si uno va a pedir un favor también se lo hace. ¿Pero eso pasaba antes del terremoto o fue por ahor a por el terremoto? Igual uno no se hablaba tanto con la gente, pero después que pasó esto, se hablas más, ¡se habla mucho más! No es que uno este enojado con las personas, pero es el saludo no más, pero ahora se conversa más (Pedro, 28 años).
Como señalan los entrevistados, algunas personas de la comunidad
tuvieron un cambio de actitud, al verse enfrentados a una situación límite, lo que
hizo que éstos trasformaran su forma de ver y actuar, los que eran mañosos ahora
son alegres, los que engañaban a sus esposas ahora son fieles.
¿Tú crees que por el terremoto se ha visto cambiado el comportamiento de la gente, notas otra actitud en e llos? Si, unas que yo conozco que eran mañosas se han vuelto alegres, las personas que engañaban a sus esposos entre comillas ahora son fieles, los que eran como que avergonzaban a los demás se avergonzaron ese mismo día. Ellos avergonzaban a los demás y ellos terminaron avergonzados por si mismo, por ejemplo más abajo gente que conozco, que le gustaba discriminar a las demás personas, salieron desnudos ese día del terremoto, desnudos y toda la gente los miraba, ¿no te gustaba burlarte de mí? les decían… (Gabriela, 19 años)
Posteriormente al terremoto, muchas familias perdieron sus hogares, por lo
que contaban con dos alternativas, la primera consistía en migrar de Villa Prat
hacia otras localidades, en búsqueda de alguna vivienda para arrendar o el
convivir de allegados en casas de familiares o amigos y la segunda alternativa era
quedarse dentro del sector habitando una vivienda de emergencia. En este
sentido, según lo percibido por los jóvenes, aquellos que cuentan con mayores
recursos económicos, optaron por salir del pueblo, en búsqueda de mejores
condiciones de vida, considerando que el quedarse en Villa Prat significaría estar
175
dispuestos a soportar momentos de precariedad, como el frío, falta de servicios
básicos, hacinamiento, entre otros, lo cual sería visto como una baja en el status
social y económico.
Para las familias con menos recursos económicos, migrar de Villa Prat no era
una opción, además que para éstos sujetos el vivir en una mediagua no significa
un problema mayor, al estar acostumbrados desde su niñez a las condiciones de
pobreza. Estos no han escalado socialmente, por lo que durante toda su
trayectoria de vida, han permanecido en el mismo espacio social, acotando su
visión y limitándolos a permanecer en el mismo esquema.
A nivel familiar tú piensas que han llegado persona s de afuera o se han ido aquí en Villa Prat De aquí si se han ido hartos porque quedan sin casa y se van a otras casas a casas de familiares, por ejemplo, las personas de aquí que tenían las medias casas, casas antiguas, grandes…las que tenían los medios corredores, ¡la media casa!, ahora no están po, ahora están todos afuera, pero esos son los que tienen más plata, los que tienen mucha más plata se van de acá, los otros no porque siguen aquí, siguen en la misma rutina siguen haciendo lo mismo (Gabriela, 19 años).
Los jóvenes destacan la gran cantidad de personas que llegaron a Villa Prat
en los momentos posteriores al terremoto, entregando ayuda en alimentación,
entretención, vestuario, viviendas de emergencia, mano de obra, apoyo, entre
otros. Esta ayuda fue ofrecida y distribuida principalmente por voluntarios, en su
mayoría estudiantes universitarios y; además pequeños y grandes empresarios,
profesionales y personas anónimas, llegando en masa hasta los primeros tres
meses de ocurrido el desastre, disminuyendo paulatinamente hasta la fecha.
Si bien los jóvenes, manifiestan este hecho como positivo, en la entrega de
ayuda, la llegada de afuerinos es una posibilidad de interactuar con nuevas
personas, saliendo de su círculo habitual, permitiendo el intercambio de saberes e
176
incrementando el roce social, lo cual trae consigo amistades, romances y nuevas
redes, manteniéndose hasta hoy.
A su vez, la llegada de personas externas al pueblo, generó preocupación
en los jóvenes, pues los afuerinos traen consigo malas costumbres que invaden la
vida tranquila y segura del campo, como delincuencia y drogas. Esta
representación es creada a partir de los medios de comunicación, pues es la
principal fuente de acceso a la vida de ciudad.
Según la visión de los jóvenes, esta situación invade la comunidad y sus
rutinas diarias, lo que provoca que en los hogares exista el típico candado ,
cadenas en las puertas, ventanas bien aseguradas, rejas alrededor del terreno,
todo esto para entregar mayor sensación de seguridad a las familias. Esta
situaciones conflictivas se han visto acrecentadas después de ocurrido el
terremoto.
¿Esta idea es de ahora o viene siendo desde antes? (Inseguridad por robos) Viene siendo desde antes, pero ahora se esta viendo mucho más. Por ejemplo antes uno podía tener hasta la puerta abierta y nadie entraba. Ahora la gente tiene que tener la típica cadena con el típico candado, ustedes mismo ven en la casa, un candado. Entonces como que la gente después del terremoto se siente más insegura y con sus pertenencias, caballos por ejemplo, que se pierden, vacas que se roban, bicicletas: cosas que pueden estar afuera se las pueden robar (Gabriela, 19 años)
5.2.3 Visiones a partir del Desastre.
Existe consenso entre los jóvenes de que el terremoto es algo natural ,
visión que ha sido creada desde diversas fuentes de información tales como la
educación, medios de comunicación y en algunos casos por la familia.
177
Por una parte, la educación construye en los jóvenes una forma distinta de
ver la vida, lo que hace abrir nuevos horizontes, rompiendo con dogmas y
pensamientos rígidos, asumiendo posturas que explican el fenómeno como una
expresión de la naturaleza. Descartando totalmente la idea de que el terremoto
sea producto de un castigo divino, para hacer cambiar el comportamiento de las
personas.
Tú consideras que ahora hay más apego a la fe a raí z de esto. ¿Lo has podido visualizar tú en las personas o no? Yo no soy muy apegada a la iglesia, ni nadie de mi familia; sí mis suegros, pero nosotros no, porque nunca hemos sido muy apegados a la iglesia. ¿Que te parece el tema de creer en Dios, en este ca so, por el terremoto? No creo en esas cosas. Yo creo que son cosas naturales que tienen que pasar, que pasan cada cierto año y tenía que pasar. Yo creo en Dios, pero no soy creyente de que el terremoto haya sido mandato divino (Violeta, 26 años.)
Los jóvenes, anteriormente al terremoto, visualizaban Villa Prat como un
pueblo de clase media, al ver sus grandes e imponentes casas, heredando la
representación social de clase, construida y trasmitida por los padres a partir del
contexto de hacienda, otorgando un valor simbólico a las grandes casas, estas
representaban la riqueza, la opulencia y el status, visión que se quiebra a partir de
la destrucción de éstas, quedando expuestas y permitiendo ver la pobreza
escondida, transformando su mirada, al ver que las condiciones de vida eran
distintas a las de antaño, quedando solo la estructura de una vida de riquezas.
Este cambio de visión transforma el concepto de clase que se tenía del sector,
pasando, según los entrevistados, desde clase media a clase baja.
Oye Beatriz retomando un poco el tema del terremoto y del pueblo. ¿Antes del terremoto cómo veías a Villa Pra t desde un punto de vista económico? Como un pueblo de clase media. No tan rico, ni tan pobre pero si como para que puedan mantenerse, más o menos una vida normal. Pero después del terremoto como que se notó que era un pueblo
178
más pobre, porque las casas tal vez aparentaban algo que las personas no tenían (Beatriz, 22 años)
El terremoto trajo consigo visiones negativas y positivas, las cuales estaban
marcadas por sus características personales y familiares.
Aquellos que no han formado familia o se encuentran estudiando,
consideran que el desastre trajo efectos positivos, como por ejemplo, pasar de una
casa antigua a una moderna, mejorando las condiciones de vida. A partir de lo
anterior, se puede interpretar, que éstos no tienen sentido de arraigo con la
vivienda, puesto que no participaron de su construcción y mantención, dado que
como mencionan los sujetos, la participación en las labores del hogar ha sido
mínima y, sin mucho sentido de pertenencia.
“La importancia del lugar en los entornos premodernos ha sido destruida casi en su totalidad por el desanclaje y el distanciamiento del espacio-temporal. El lugar se ha convertido en algo fantasmagórico porque las estructuras por medio de las cuales se constituye ya no están organizadas localmente. Lo local y lo global, en otras palabras, se han entretejido inextricablemente. Aún persisten los sentimientos de apego e identificación con los lugares; pero también ésos han sido desvinculados; ya no expresan prácticas y compromisos establecidos localmente sino que van gravadas con influencias mucho más lejanas” (Giddens, 1999: 105)
El espacio social de los jóvenes se amplia cada vez más, al tener mayor
acceso a nuevas informaciones y modos de vida. Por esta razón, en la actualidad,
el adobe no representa lo moderno - con casas de ladrillo y piso de cerámica,
instalaciones cómodas y seguras - Produciéndose un desanclaje de las estructuras
tradicionales, descritas por los entrevistados como sucias por la tierra, oscuras y
viejas.
Y a ti que te produjo eso Nada, sabes que a mi no me paso nada, No tenías tanto apego con la casa
179
No, yo no tenia tanto apego, porque técnicamente mis papas querían arreglar la casa, los días antes del terremoto en la mañana dijo mi papá en el fin de semana vamos a arreglar el techo de la casa y cuando a las tres de la mañana la casa estaba ya abajo yapo y como que algo sucede para bien o mal pero las cosas en este tiempo sucedieron para bien ¿Por que para bien? Porque como dije anteriormente la casa de adobe a pasar a tener una casa de ladrillo mas cómoda, no tan grande como la que teníamos antes, pero íbamos a tener algo sólido no es que me interesen las cosas materiales pero la comodidad para ellos (Gabriela, 19 años)
Los jóvenes que no tienen proyecto familiar, señalan que para ellos el
terremoto no ha significado grandes quiebres, consideran que recién están
comenzando a vivir, además de que las perdidas materiales no son producto de su
esfuerzo, sino que es trabajo de sus padres, razón por la cual no tienen sentido de
pertenencia.
Los entrevistados mencionan que la catástrofe ha afectado, principalmente a
las personas mayores, pues visualizan que para éstos sería más difícil volver a
empezar, al verse limitados por la edad – problemas de salud, discriminación
laboral, falta de redes, soledad, etc.
¿Y porque crees tú que hay esa diferencia? (Entre j óvenes y Adultos mayores) Porque se acostumbran más a lo que tienen, y el hecho de perder algo, les duele; los recuerdos, gente que está sola que se le había muerto el esposo, y le que la casa era lo único que le quedaba, entonces les cuesta pararse de nuevo, no como a nosotros que estamos recién empezando la vida. (Beatriz, 22 años)
180
CAPITULO VI
181
6 CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS DESDE EL TRABAJO SOCIA L
6.1 CONCLUSIONES
A partir del análisis de los datos obtenidos a través de la aplicación de la
entrevistas en profundidad a jóvenes y adultos mayores afectados por el terremoto
del 27 de febrero de 2010 en la localidad de Villa Prat, emergieron informaciones
que permitieron responder al problema de investigación, de este modo se
constituyeron las representaciones sociales de la vida cotidiana post terremoto,
transformaciones, rupturas y continuidades, expresadas a través del sentido
común.
Las conclusiones se organizaron en función de los objetivos específicos de la
investigación, considerando la perspectiva generacional, adultos mayores y
jóvenes, los cuales en su conjunto dan respuesta al objetivo general.
1. Identificar, desde la perspectiva de los sujeto s, las fuentes de origen
que constituyen el conocimiento del sentido común, en relación a las
rutinas cotidianas.
1.1 Adultos Mayores
Las fuentes de información con las cuales los adultos mayores construyen las
representaciones sociales de la vida cotidiana se originan principalmente desde la
cultura campesina y la religión. Estas han sido adquiridas a través del proceso de
socialización primaria y secundaria.
Las familias a las cuales pertenecían los adultos mayores, durante su niñez -
periodo situado entre los años 1930 y 1960.-se encontraban ligadas fuertemente al
trabajo campesino y los valores de la religión, manteniendo la estructura del
182
inquilinaje y reproduciendo los modos de vida tradicionales del mundo rural. A
través de la socialización primaria a los sujetos se les impone una realidad
vinculada a la agricultura y todos los quehaceres que éste conlleva, además de los
modos de relacionarse con otros y la vida en comunidad, de esta forma se
configura una realidad objetiva basada principalmente en las creencias religiosas y
el trabajo agrícola, es decir que el campus en que se desenvuelve los sujetos será
en estos dos aspectos. “Al configurar históricamente normas de relación y
procedimientos de lucha no siempre explícitos, los campos tienden a evitar su
propia disolución o exterminio, heredando, así, pasiones, compromisos, ideales y
deberes a las siguientes generaciones” (Vizcarra, 2002, p: 58).
De acuerdo a Berger y Luckmann (1994), el proceso de socialización primaria
es el más importante, pues construye el primer mundo del individuo, además se
debe considerar que la estructura básica de la socialización secundaria, se maneja
desde la primaria.
La socialización secundaria constituye el proceso de internalización de
submundos institucionales o basados sobre instituciones (Ibíd.), como por ejemplo
el trabajo. En este sentido los adultos mayores, comenzaron a vincularse
tempranamente al campo y sus labores, limitando sus interacciones a este
espacio; adquiriendo conocimientos específicos sobre los roles que debían asumir,
estructurando interpretaciones y comportamientos rutinarios dentro de esta área.
Cabe mencionar que todos los adultos mayores entrevistados no completaron la
educación primaria, acotando aún más su red de interacciones y saberes.
De acuerdo a la teoría del campo de Bourdieu, los sujetos se encuentran
insertos dentro de un campo específico constituido básicamente por la cultura
campesina, donde a lo largo de sus trayectorias de vida y específicamente a
través de los procesos de socialización, han formado un habitus que configura los
modos pensar, percibir y actuar de los entrevistados. El campo, como se
183
mencionó, produce habitus, que en los adultos mayores se refuerza a través de
los procesos de socialización primaria y secundaria, de manera explicita o
implícita, que funcionan como esquemas generadores.
Considerando que los sujetos desde la niñez hasta la adultez se encontraron
marcados por una cultura campesina tradicional y sin posibilidades de acceder a
otras realidades, debido a la condición de pobreza en la cual vivían, las
limitaciones geográficas de acceso a otras zonas y la interacción con personas de
igual condición de clase, condicionaron un habitus alrededor de un campo
específico, en este caso la cultura campesina.
Los campos son alimentados por la energía social emanada de capitales
concretos, en consecuencia, la posición de los individuos en un campo específico
está determinada por su volumen de capital económico, que en caso de los
adultos mayores, es escaso producto de la condición de pobreza en la cual
crecieron y del reducido acceso al dinero, bienes y propiedades; capital social
limitado, escasas redes y contactos, acotando sus interacciones a la familia;
capital cultural, que en cuanto a saberes formales es débil, considerando la baja
escolaridad de los entrevistados, pero rica en relación a saberes populares;
finalmente los adultos mayores cuentan con un bajo prestigio, dado que su capital
simbólico se encuentra sumido a relaciones de subordinación y explotación del
patrón.
En este sentido tanto la familia, como el trabajo, transmiten los aspectos
constituidos de la representación de social de la vida cotidiana, estableciéndose
como estructuras preformadas a partir de las cuales el sujeto interpreta la realidad,
formando un pensamiento constituyente, elaborado a partir de conocimientos pre-
establecidos que intervienen en la construcción de realidades. No obstante, en los
adultos mayores estos conocimientos se encuentran tan arraigados, que forman
en ellos un núcleo rígido de representación social de la vida cotidiana. Es así
184
como los adultos mayores han construido su vida sobre la base de una sociedad
tradicional, por lo que las representaciones sociales de la vida cotidiana post
terremoto se ven reflejadas en un comportamiento y actitud fatalista, puesto que
durante su trayectoria de vida no han recibido ayuda de agentes externos,
teniendo que valerse por si mismos, trabajando arduamente para poder conseguir
lo que necesitan para subsistir.
1.2 Jóvenes
Las fuentes de información con las cuales los jóvenes construyen sus
representaciones sociales sobre la vida cotidiana se desprenden principalmente
de la familia, la escuela y los medios de comunicación.
Los jóvenes dentro del proceso de socialización primaria, incorporan
elementos que se desprenden de la familia, las cuales están vinculadas
estrechamente con los quehaceres del campo. Considerando que los padres de
los entrevistados se han desarrollado en un contexto rural, con estructuras de
comportamientos y representaciones vinculadas a éste. De esta forma, se trasmite
a los jóvenes una realidad construida y heredada a través de generaciones, “la
realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un
orden de objetos que han sido designados como objetos antes de que yo
apareciese en escena” (Berger y Luckmann, 1994: 39).
En el proceso de socialización secundaria, la institución más importante para
los jóvenes es la escuela, a partir de ésta, los sujetos incorporan nuevos
elementos a su vida cotidiana. Sin embargo, esta fuente de información no se
encuentra presente en todos los entrevistados, debido a que existe un caso que
opto por desertar del sistema escolar, pues como señala el sujeto, sus habilidades
estaban ligadas al trabajo agrícola.
185
Por otra parte, los jóvenes que han recibido educación formal o que se
encuentran en proceso, han desarrollado gran parte de su trayectoria de vida
dentro del sistema escolar, a través del cual se incorporan constantemente
conocimientos que van trasformando la representación social que tienen los
sujetos sobre la vida cotidiana.
Además se debe considerar, que algunos entrevistados, han contado con
modelos influyentes que han ayudado a potenciar el interés por permanecer en el
sistema escolar, aportando en ellos la visión de que la educación es un medio
para superar la pobreza, dado que éstos modelos han tenido la experiencia de la
movilidad social a través de la educación.
A diferencia de los adultos mayores, la socialización secundaria se presenta de
manera distinta en los jóvenes, pues éstos no se desarrollan dentro de un campo
específico, sino que se mueven dentro de diversos campos –artes, moda,
académicos, laborales, etcétera-. Al incorporarse en el sistema escolar, se facilita
el acceso a una mayor cantidad de información proveniente de variadas fuentes,
tales como bibliotecas, internet, laboratorios y, medios de comunicación de masas
siendo el más importante la televisión.
La estructura de pensamiento de esta generación está más permeable a los
cambios que los adultos mayores, teniendo la capacidad de adaptarse y
cuestionarse las condiciones del contexto en el cual desarrollan su trayectoria de
vida. Considerando que el campo de interacción es más amplio y diverso,
teniendo acceso a información proveniente desde fuera de su territorio, formando
en ellos lazos débiles que permiten ampliar el campo de representación propio de
la localidad en la que viven.
Desde la perspectiva de Pierre Bourdieu un campo es un espacio social
estructurado y estructurante, que posee formas más o menos estables de
186
reproducción del sentido, normas y reglas que establecen lógicas de relación. El
campo está compuesto por instituciones, sujetos y prácticas.
Los jóvenes se movilizan a través de variados campos, por lo tanto tienen más
opciones de modificar su pensamiento, es decir su habitus.
“Los principios de funcionamiento de los campos son asimilados por los sujetos a través de procesos complejos de socialización que hacen de estos espacios estructuras estructurantes. Aquí los sujetos se incorporan activamente aquellas nociones fundamentales que orientan la racionalidad de sus actos y, simultáneamente, contribuyen a estructurar y reestructurar permanentemente los sentidos del mundo, produciendo así formas reconocibles de relación social (…) Es decir, los sujetos se hallan inscritos en espacios sociales estructurados y dinámicos, a los que responden y son capaces de modificar mediante la constante transformación del habitus”. (Vizcarra, 2002: 57)
Los jóvenes se encuentran en un proceso de construcción de identidad, la
cual dependerá del escenario en que se encuentren insertos, por ejemplo los
jóvenes que tienen proyecto familiar, centran su interés en aspectos relacionados
con la familia a diferencia de los jóvenes que no tienen proyectos familiares, los
cuales centran su interés en el desarrollo personal- estudiar, viajar, búsqueda de
mejores oportunidades laborales, etc. En este sentido, las fuentes de información
van a depender de la situación en la que se encuentre cada joven, formando así
variadas representaciones sociales de la vida cotidiana, haciendo que las
prácticas y los significados de éstas se relacionen con los intereses de cada
sujeto.
187
2. Comprender el trasfondo sociocultural de los suj etos y las
dimensiones que éstos consideran significativas en la construcción
de su vida cotidiana, desde una perspectiva generac ional.
2.1 . Adultos Mayores
La base sociocultural sobre la cual los adultos mayores construyen sus
representaciones sociales sobre la vida cotidiana se encuentran en la cultura
campesina, rescatando de ésta como dimensiones significativas el trabajo, religión
y familia.
“El conocimiento del sentido común, tanto de carácter representativo como simbólico, está determinado por las condiciones socioculturales. Por esta razón las RS se construyen a partir de las ideas, conocimientos, creencias, valores, modelos o ideologías ampliamente difundidas o dominantes dentro de una sociedad o dentro de un grupo social determinado.” (Casado, 2001: 89)
En la infancia y adolescencia de los entrevistados estaba presente la estructura
de la hacienda e inquilinaje, representada simbólicamente por la figura del patrón,
estableciéndose dicotomías, explotador-explotado y condiciones de existencia
desiguales, que se expresaban en las relaciones de poder y subordinación,
provocando en los trabajadores asalariados, sentimientos de resignación que
limitaban las posibilidades de movilidad social.
La tierra, el agro, como lugar de producción y clave del funcionamiento del
sistema económico, jugó un papel central como elemento ordenador de la
sociedad -clasista y estratificada- y productora de universos culturales para los
pueblos rurales. De acuerdo a José Bengoa (citado en Salazar, 1999) desde el
inicio de la vida republicana y por más de dos siglos “la posesión y el cultivo de la
tierra se ha convertido en la clave del “poder y la subordinación”, lo que definía la
riqueza y la pobreza, la esperanza y el desencanto” (p. 95).
188
La hacienda, complejo centro económico, fuerte y permanente estructura
social, influyó y predominó en la sociedad rural hasta la época de la reforma
agraria; representando para la sociedad tradicional campesina el centro del poder,
del castigo, la explotación y el estancamiento social. Los adultos mayores
concuerdan que durante las épocas de su infancia –años 40’ y 50’- la vida era muy
dura, la pobreza extrema, de subsistencia y el trabajo arduo y mal remunerado,
sintiendo que ser inquilino era triste. Los niños desde muy pequeños debían
acompañar a sus padres a las labores del campo, debiendo en algunos casos,
desertar del sistema escolar para aportar a la economía familiar.
La tierra, además de representar el sustento, era lugar de encuentro y
relaciones sociales entre la comunidad, que en horas distintas de las faenas, era
más bien reservada, conservadora y apegada a la fe de la iglesia, desarrollando
su vida en familia., en la intimidad del hogar. Cabe destacar, que en la infancia y
adolescencia de los entrevistados, existía una mirada naturalista de la vida, por lo
cual le fe y los preceptos de la religión reforzaban la idea de una vida dada e
impuesta, lo que generaba resignación y conformismo a las precariedades y
dificultades con las cuales enfrentaban el cotidiano.
Más adelante, con la reforma agraria, el campo sufre cambios significativos
que repercuten en la distribución de la tierra, labores, organización obrera,
capacitación y que transforman significativamente las condiciones de producción
del agro.
Luego de la década del 60’ el mundo campesino tradicional se ve enfrentando
a oleadas modernizadoras, pasando ahora a un campo moderno, que sin duda a
mejorado las condiciones de existencia de los sujetos -.agua potable,
alcantarillado, luz eléctrica, acceso a las telecomunicaciones, conectividad vial,
etcétera- , no obstante, las personas mayores se hayan sujetas a antiguas
189
estructuras de pensamiento que les condicionan a mirar y explicar las situaciones
desde la posición que ocupan en el mundo.
A partir de los procesos históricos que ha sufrido la cultura campesina en las
últimas décadas, es que los sujetos han construido dentro de su imaginario que
las posibilidades de superación y movilidad social son limitadas, puesto que
durante el transcurso de sus vidas, los entrevistados han tenido que realizar
esfuerzos para poder suplir las condiciones de pobreza y exclusión social, al estar
dominados por la estructura patronal. Por lo cual, este pensamiento de sujeto
dominado se ha ido esquematizando y consolidando a través del tiempo, formando
la representación social de estancamiento e inmovilidad social.
Es así como los adultos mayores situados dentro del contexto post terremoto y
a partir de sus experiencias acumuladas durante su trayectoria de vida y su
condición de clase –pobre- han configurado representaciones sociales sobre la
vida cotidiana, que en el transcurso del tiempo se ha ido anclando, objetivando y
naturalizando, el pensamiento de que ellos deben valerse por sí mismos,
esforzarse, trabajar duro, de “sol a sol”, sin esperar que agentes externos les
provean lo necesario para vivir, refugiándose en la familia y personas cercanas de
su misma condición de clase. Esto ha suscitado que los sujetos, no tengan interés
ni expectativas en solicitar ayuda y apoyo económico a entidades públicas u otros
organismos, considerando que los entrevistados en ocasiones anteriores al
terremoto han recurrido a éstas sin obtener respuestas positivas, lo que ha
generado en ellos desesperanza aprendida. De esta forma, el perder los bienes
materiales, no es considerado como una baja de status o aumento de pobreza, al
señalar que siempre se han encontrado en situaciones similares.
Los adultos mayores han configurado la representación social sobre el origen del
terremoto por medio de sus creencias religiosas, atribuyendo la ocasión sísmica a
un castigo divino, considerando que los sujetos se encuentran inmersos dentro de
190
una base sociocultural marcada por la sociedad tradicional campesina, donde se
le otorga relevancia a la figura de Dios. Los entrevistados jerarquizan la
información a partir del significado que le otorgan a los preceptos de lo divino. “las
creencias religiosas habitualmente nos llenan de confianza en la experiencia de
acontecimientos y situaciones y forman un marco de referencia dentro del cual
esos acontecimientos y situaciones pueden explicarse y ser respondidos”
(Giddens, 1999: 101).
2.2 Jóvenes
Los jóvenes se encuentran inmersos en un contexto de contradicciones
entre el campo y la ciudad. Su pensamiento se configura a partir de las
posibilidades que presenta la ciudad (lo moderno) y los obstáculos del la ruralidad
(lo atrasado).
Los jóvenes manifiestan no sentir interés por realizar labores relacionadas
con el mundo campesino, pues lo asocian a la mirada tradicional rural –atraso,
estancamiento, pobreza, etcétera – de ahí que sienten la necesidad de migrar de
sus territorios en búsqueda de oportunidades de perfeccionamiento, con la
finalidad de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, siempre esta presente
la posibilidad de regresar a su territorio para desarrollar su vida allí y aportar con
los nuevos conocimientos que obtuvieron fuera de su localidad, pero las
oportunidades laborales en Villa Prat son escasas y limitadas, principalmente las
áreas de desarrollo laboral se encuentran en el sector primario y terciario, siendo
este último limitado (servicios públicos como consultorio de salud primaria, escuela
de educación básica y jardín infantil), de ahí que las expectativas que poseen los
jóvenes, encuentren un techo en sus lugares de origen.
“Lo local y lo global, en otras palabras, se han entretejido inextricablemente. Aún persisten los sentimientos de apego e identificación con los lugares; pero también ésos han sido
191
desvinculados; ya no expresan practicas y compromisos establecidos localmente sino que van grabados con influencias mucho más lejanas” (Giddens, 1999: 106).
Lo anterior genera contradicciones en los jóvenes que no poseen proyecto
familiar, por un lado desean permanecer en la localidad por las cualidades
naturales y sociales que ésta posee –tranquilidad, seguridad, paisajes, cercanía a
la familia de origen, entre otros- pero, por otra parte Villa Prat no les ofrece los
atractivos, ni oportunidades que el mundo urbano tiene, –recreación, fuentes
laborales, servicios, etcétera-, conservando la localidad características de una
sociedad tradicional rural.
Para los jóvenes que han emprendido un proyecto familiar, y que han tenido
la experiencia de habitar en zonas urbanas, si bien la ciudad ofrece un sin fin de
oportunidades, también presentan riesgos, como la falta de un ambiente adecuado
y armónico, apto para el desarrollo de la vida familiar y la crianza de los hijos, por
lo que optan por regresar a su lugar de origen, pese a que están conscientes de
las limitaciones que posee el territorio rural.
Los jóvenes entrevistados a lo largo de sus trayectorias de vida, han sido
fuertemente impactados por los transformaciones que ha experimentado el mundo
rural, producto del modelo de desarrollo neoliberal, el proyecto modernizador del
agro ha generado, cambios en la estructura social, en el trabajo, educación,
medios de comunicación, conectividad, globalización, entre otros, acercando
nuevas tecnologías, que amplían los conocimientos, actividades, rutinas,
posibilidades laborales y sueños. Se destaca el acceso a la televisión y el internet,
principales medios a los que recurren los entrevistados, por ser tecnologías que
entregan información inmediata y codificada a través de imágenes y audio;
permitiendo trasladar el tiempo-espacio hacia otras realidades, distintas y al
margen de la situación social en la que se encuentran insertos.
192
La modernidad ha introducido en los sujetos una mirada secular frente a los
diversos aspectos de la vida, provocando que la religión pierda hegemonía, pues
existe la necesidad en los jóvenes de dar explicación de los fenómenos a partir de
la comprobación empírica, generando que la representación social en torno al
origen del terremoto, sea vista como un acontecimiento natural. Sin embargo, los
entrevistados manifiestan creer en Dios, pues la religión ha sido una realidad
impuesta por una herencia familiar. Pero a medida que éstos fueron creciendo, e
incorporaron nuevos conocimientos principalmente de la escuela fueron,
contrastado sus saberes anteriores y generando nuevas formas del ver y
comprender el mundo. De este modo la religión se ubica en un marco más
restringido, para dar respuesta a algunas cuestiones existenciales, pero esto no
tiene relevancia ante fenómenos de la naturaleza que tienen explicación científica.
“La cosmología religiosa ha sido suplantada por el conocimiento reflexivamente
organizado, gobernado por la observación empírica y el pensamiento lógico y
centrada en la tecnología material y los códigos aplicados socialmente” (Giddens,
1999: 106).
En el contexto post terremoto los jóvenes significan la catástrofe, más allá
de una tragedia - pérdida de patrimonio histórico, viviendas, recuerdos, etcétera-
como una oportunidad que permite a la comunidad de Villa Prat incorporarse a los
procesos modernizadores, considerando que a partir de la destrucción material, se
hace necesario volver a construir e incorporar elementos acordes a las exigencias
de hoy en día -paso del adobe al hormigón- dejando atrás lo viejo, antiguo y
atrasado, es la posibilidad de dar paso a una localidad más moderna, renovada y
cercana a los prototipos urbanos. En este contexto se explicita el predominio de un
modelo dualista de desarrollo, que históricamente se ha instalado en el imaginario
de los sujetos. Al observar las teorías sociológicas que intentan explicar el cambio
social, encontramos una mirada que tiende a oponer lo tradicional y lo moderno,
analogía que se extiende al análisis de las sociedades rurales, las que se
examinan desde categorías urbanas, tendiendo a asociarlas al atraso, lo viejo,
193
desprovisto, no moderno. De ahí que los jóvenes busquen romper con estos
estigmas, y vean como solución migrar hacia centros urbanos o acercar sus
comunidades a la ciudad.
Por otra parte los entrevistado al encontrase en una etapa de su ciclo vital
en la cual están incorporándose recientemente en el mercado laboral, perciben
que tienen mayores posibilidades para recuperar lo perdido. Por otra parte su
inserción en un modelo de consumo les permite el acceso a préstamo, crédito, etc.
Para los adultos mayores la catástrofe es interpretada de forma opuesta al
pensamiento juvenil, para los primeros el terremoto adquiere un significado de
pérdida, acompañada de una mirada fatalista la que se explica a través de dos
vertientes: la primera guarda relación con sus experiencia de clase vinculada al
modelo hacendal -bajo la figura del patrón- que imprime el sello de sometimiento,
en que el sujeto esta condenado a un devenir histórico que no puede transformar,
de ahí que perciba que su situación de pobreza será permanente. Una segunda
vertiente guarda relación con la etapa del ciclo vital -la edad avanzada- que
impide llevar a cabo proyectos de largo plazo, debido a limitaciones biológicas
(fuerza física, enfermedades, etc.) económicas (falta de recursos, acceso al
crédito, etc.) y sociales (falta de redes sociales, familiares, etc.) esto configura sus
escasas expectativas para salir delante de la situación de crisis en que
encuentran. Como consecuencia de esta situación los sujetos se ven en la
necesidad de depender de otros –en este caso sus hijos- pues éstos tienen más
posibilidades trabajar y optar a créditos financieros.
194
3. Describir cómo el sujeto transmite, reproduce e intercambia saberes,
sobre su vida cotidiana post terremoto a partir de su posición
generacional.
Los mecanismos por los cuales adultos mayores y jóvenes transmiten,
reproducen e intercambian saberes sobre la vida cotidiana post terremoto siguen
siendo los mismos que utilizaban antes de la ocasión sísmica. No obstante, el
contenido de la información transmitida es diferente en jóvenes y adultos mayores,
puesto que ambas generaciones se mueven en campos distintos, por lo tanto, la
selección y jerarquización de los datos a transmitir difiere dependiendo de la
posición que ocupan dentro del espacio social, compuesto por una base
sociocultural que define la dinámica social, los contenidos, disposiciones y
comportamientos de los sujetos. La base sociocultural se encuentra presente
desde antes que los sujetos entraran en escena. Es así, como cada una de las
generaciones tomará elementos de su trasfondo dependiendo de los intereses de
cada uno de ellos, por lo que éstos trasmitirán contenidos según los elementos
que consideran significativos.
Además a quienes se dirige la información, también será distinta en ambos
grupos, pues cada uno de ellos se relaciona de manera diversa. En el caso de los
adultos mayores, éstos trasmiten, reproducen e intercambian saberes con su
círculo más cercano, como la familia, pues encuentran en ellos la confianza para
comunicar sus inquietudes, emociones, problemas y sentimientos que surgieron a
partir del terremoto. Los jóvenes, por su parte, además de comunicarse con su
familia, mantienen relaciones sociales con personas lejanas a su círculo familiar-
amigos del colegio y del trabajo- y generalmente corresponden a sujetos de
edades homogéneas, dado que según la teoría del ciclo vital de Erickson, los
jóvenes se encuentran en una etapa donde los intereses e interrogantes son
similares, por lo tanto los códigos que utilizan a través del lenguaje son entendidos
por sus pares.
195
A su vez dado el impacto social que generó el evento sísmico en la
sociedad nacional, y las redes sociales que emergieron en ayuda a las
comunidades afectadas, los jóvenes adquieren nuevos vínculos con forasteros
que permite la apertura a nueva información.
4. Describir continuidades y rupturas que vivencian los sujetos en sus
rutinas cotidianas post terremoto.
4.1 Adultos Mayores
En cuanto a las continuidades, los adultos mayores manifiestan que el
terremoto no ha cambiado la condición de pobreza, considerando que la base
sociocultural con la cual disponen los entrevistados ha marcado las
representaciones sociales sobre la vida cotidiana, reflejadas mediante el sentido
común y las prácticas.
Esto produce, que los sujetos no aspiren a grandes soluciones para recuperar
lo perdido, conformándose con lo que tienen a su disposición, sin esperar que el
Municipio y otras entidades no gubernamentales se hagan cargo de la
reconstrucción de las viviendas dañadas; considerando que éstos históricamente
no han recibido ayuda de instituciones, por lo que con su esfuerzo personal se han
sobrepuesto a las adversidades que ha conllevado el terremoto, manteniendo su
status quo.
Los entrevistados habitan en el mismo espacio territorial desde pequeños y, a
pesar de haber perdido la vivienda, éstos en la actualidad siguen residiendo en el
mismo lugar, manteniendo sus vínculos con vecinos y amigos del sector. Además
han conservado sus fuentes laborales, pues con el terremoto la agricultura no fue
196
afectada significativamente, dado que las faenas se paralizaron solo unos días
posteriores al desastre.
En relación a las rupturas, los entrevistados señalan que junto a la pérdida
material –casa - existen perdidas simbólicas fotografías, figuras de losa, cuadros
de licenciaturas, matrimonios, formas de habitar y vivir en comunidad, entre otros.
Además, los adultos mayores han tenido que adaptarse a los nuevos espacios
físicos, trasformando sus rutinas y prácticas cotidianas. Esto se traduce en que en
su actual vivienda, por ejemplo el baño se encuentra alejado de la casa; la cocina
que antes albergaba a toda la familia, hoy es un espacio reducido; por otro lado la
perdida de la huerta, que proveía a la familia de los alimentos para el
autoconsumo; la reducción del espacio en las habitaciones, conlleva a desorden,
conflictos interpersonales, o dificultad para recibir a sus familiares, como lo hacían
antes. Esto ha provocado situaciones problemáticas quebrando sus rutinas y
quehaceres cotidianos anteriores al terremoto, sin embargo, este proceso ha
gatillado la reflexión de los sujetos en torno a las actividades que realizaban,
valorizando y extrañando sus espacios cotidianos.
“El sector no problemático de la realidad cotidiana sigue siéndolo solamente
hasta nuevo aviso, es decir, hasta que su continuidad es interrumpida por la
aparición de un problema. Cuando esto ocurre, la realidad de la vida
cotidiana busca integrar el sector problemático dentro de lo que ya es no
problemático” (Berger y Luckman, 1994: 42)
Los adultos mayores entrevistados, significan su trayectoria de vida como
esforzada, construida sobre la base de su sacrificio individual, sin apoyo de otros.
Esta situación produce contradicciones en la forma de vida de los sujetos, pues
actualmente han tenido que depender económicamente de sus hijos para poder
salir adelante. Esto provoca un quiebre en el esquema de vida de estos adultos
mayores, puesto que las faenas del campo le habían entregado la enseñanza de
197
la lucha y esfuerzo y, que teniendo “manos buenas y sanas” para trabajar no
necesitaban de nada más. Esto genera una ruptura que afecta a los entrevistados,
por considerarse personas autovalentes e independientes, pero que producto de la
ocasión sísmica, en la actualidad no cuentan con los recursos suficientes para
poder reconstruir su hogar, teniendo que depender de sus hijos y personas
cercanas para recuperar lo perdido, provocando en ellos sentimientos de angustia
y nostalgia al no sentirse capaces de realizar las cosas que hacían antaño.
Otra de las rupturas que afecta la vida cotidiana de los adultos mayores, es la
perdida masiva de casas, especialmente en la “calle larga” de Villa Prat, los
entrevistados no reconocen su territorio, pues las grandes casas patronales
ubicadas allí, ahora ya no están, solo quedan espacios vacíos, donde es difícil
volver a ubicarse. Los sujetos, han vivido gran parte de su vida en la localidad, por
lo que las consecuencias del desastre, han sido más impactantes para ellos,
puesto que estaban acostumbrados a ver las imponentes casas que otorgaban la
identidad de Villa Prat. El terremoto se llevo consigo, no tan solo las viviendas,
sino que también su valor patrimonial, pues las construcciones coloniales daban
cuenta de un pasado latifundista que otorgaba la memoria histórica al pueblo.
Por último, la ocasión sísmica provoco en el género masculino un quiebre
emocional, pues en el momento del terremoto se sintieron vulnerables, al ser
sobrepasados por la situación y no poder cumplir con su rol protector. Además,
que los adultos mayores, sienten nostalgia al ver que lo construido con esfuerzo y
sacrificio se derrumbo en un par de minutos. Esto a su vez, generó admiración en
las mujeres, quienes señalan no haber visto nunca llorar a los hombres,
considerando que éstos, por su cultura tradicional campesina, deben mantenerse
firmes ante la adversidad.
198
4.2 Jóvenes
Dentro de las continuidades, los jóvenes sin proyecto familiar, mantienen
las relaciones sociales, su vínculo social no ha variado, aunque sí han incorporado
personas externas, principalmente voluntarios que llegaron a la localidad dentro de
los primeros meses, para paliar la situación de crisis y cooperar en la
reconstrucción de Villa Prat.
Los quiebres y rupturas que han experimentado los jóvenes solteros
guardan relación con la postergación de proyectos educativos, para los jóvenes
quienes tienen una familia, señalan que han debido reorientar los recursos
económicos -destinados a continuar estudios, realizar viajes, comprar enseres, a
invertir en recobrar lo perdido por el terremoto.
Los jóvenes sin proyecto familiar, que aún viven con sus padres, han visto
interrumpida su intimidad, pues la falta de espacios producto de la caída de la
casa, ha tenido como consecuencia la reducción de sus espacios físicos, donde
han tenido que compartir sus habitaciones con hermanos, padres o familiares,
rompiendo con la intimidad necesaria, propia de una edad en constante cambio
físico y psicológico.
Los quiebres a nivel familiar fueron los más significativos, puesto que por un
lado, los jóvenes han teniendo que reestructurar rutinas y, asumir nuevos roles
dentro ésta. Es por esto, que los entrevistados han asumido tareas y
responsabilidades que anterior al terremoto no eran parte de su cotidiano. En este
sentido, los sujetos actualmente están ocupando un rol protagónico dentro de su
familia, dado que el terremoto rompe con la idea que los jóvenes son sujetos en
transito, sin objetivos claros y bien definidos. A partir de esto, la familia se da
cuenta de la importancia que tienen los jóvenes dentro de ésta y, a la vez los
199
entrevistados se sienten capaces de tomar y participar de las decisiones
familiares.
5. Reconocer cómo los sujetos construyen sentidos c ompartidos
entorno a su vida cotidiana post terremoto.
5.1. Adultos Mayores
Todos los adultos mayores concuerdan, que el terremoto ha significado una
pérdida material e inmaterial, afectando tanto a sus familias como a la comunidad,
puesto que como señalan los entrevistados, “Villa Prat nunca volverá a ser como
antes”, dado que el terremoto arrasó con sus casas y junto a éstas, se llevó su
memoria histórica. Para los sujetos, las construcciones materiales estaban
cargadas de simbolismos, que daban sentido a la familia y comunidad, siendo
reflejo de la cultura tradicional campesina.
Los entrevistados señalan que el terremoto ha generado grandes pérdidas
económicas, sin embargo los sujetos perciben que no ha significado una movilidad
descendente de clase social, se debe recordar que durante su trayectoria de vida,
éstos se adscriben a la clase baja, sintiendo que su condición de clase se ha
precarizado.
Los adultos mayores, señalan que el origen del terremoto, es atribuido a lo
divino, dado que la religión constituye un elemento significativo dentro de la vida
de los sujetos, surgiendo desde allí explicaciones a los fenómenos que
sobrepasan lo humano. Según los entrevistados, el terremoto viene dado por Dios,
para mejorar el comportamiento errado de los hombres. La religión ha aportado en
los sujetos una mirada de sumisión, ante lo cual éstos manifiestan que la ocasión
sísmica es una prueba que deben superar con fe y buenas acciones.
200
5.2. Jóvenes
Los jóvenes con proyectos familiares tienen un pensamiento similar al de
los adultos mayores, puesto que ambos tienen responsabilidades con su familia,
teniendo que realizar grandes esfuerzos para poder reconstruir el hogar con
rapidez, considerando que necesitan refugio para cobijar a sus hijos y nietos. Es
así, como el terremoto ha tenido mayor impacto en estos grupos, a diferencia de
los jóvenes que no tienen proyecto familiar y que todavía son dependientes de sus
padres.
Los entrevistados del mundo juvenil, comparten la idea de que el terremoto,
además de provocar perdidas materiales, también generará oportunidades que
permitan modernizar Villa Prat. En este sentido, los elementos que jerarquizan los
jóvenes del trasfondo sociocultural difieren de los adultos mayores, puesto que en
los primeros, se impone la mirada moderna, donde el adobe se traduce a lo
antiguo a lo pasado de moda, adquiriendo relevancia lo nuevo- tecnologías,
edificaciones con materiales sólidos- por lo tanto, los adultos mayores, prefieren
mantener lo tradicional- casas de adobe, trabajar en la agricultura- siguiendo con
las mismas rutinas cotidianas.
A diferencia de los adultos mayores, los jóvenes tienen la representación
social sobre el origen del terremoto, desde una mirada racional, siendo visto éste
como un fenómeno natural que es característico de la zona geográfica en la que
se encuentran y que suceder cada cierta cantidad de años.
Todos los entrevistados, mencionan que posteriormente ocurrido el
terremoto, se sintieron más incluidos en las decisiones familiares, debido a que
ante la situación de crisis, los jóvenes tuvieron que asumir nuevos roles y
responsabilidades que no eran parte de su cotidiano, lo que les ha proporcionado
mayor validez y reconocimiento dentro del núcleo familiar. Esto ha dado un vuelto
201
a la mirada adulto céntrica, donde los jóvenes era vistos por los adultos, como
sujetos en transito, sin identidad y roles bien delimitados.
Sentidos compartidos entre generaciones
A pesar que adultos mayores y jóvenes se encuentran en tiempos
vivenciales distintos y construyen sus representaciones sociales desde diversas
fuentes de información, se concluye que también existen sentidos compartidos
entre las generaciones, pues los sujetos están marcados por un trasfondo
sociocultural que es transversal a la etapa en la que viven, por lo que se pueden
encontrar ideas similares en torno a la construcción de su vida cotidiana, a pesar
que las estructuras de pensamiento hayan sido construidas de forma distinta.
Es por esto, que todos los entrevistados, señalan que el desastre ha traído
consigo grandes consecuencias, como las perdidas materiales que han afectado a
parte importante de familias de Villa Prat, donde tanto ricos y pobres se vieron
involucrados en la tragedia. En este sentido, los sujetos señalan que las brechas
de desigualdad han disminuido, considerando que todas las personas se
encontraron en condiciones similares. Los entrevistados mencionan, que los más
afectados por el terremoto han sido quienes poseían mayor capital económico al
haber perdido gran parte de sus bienes materiales, siendo más difícil para ellos
recuperar lo que tenían antes, en cambio las personas que tienen un capital
económico bajo, pueden adaptarse de mejor forma a las condiciones de pobreza
“el pobre siguió siendo pobre y el rico quedó a nivel de pobre”.
Por último, tanto jóvenes como adultos mayores manifiestan que producto
del desastre, las familias y la comunidad se han unido, esto como una reacción
psicológica de enfrentamiento de situación de crisis, visualizándose por ejemplo
en el cambio de actitud de las personas, “los mañosos se volvieron amables y los
infieles se volvieron fieles”.
202
6.2 SUGERENCIAS DESDE EL TRABAJO SOCIAL
� Aporte de las Representaciones Sociales al Trabajo Social
La Federación Internacional de Trabajadores Sociales y la Asociación
Internacional de Escuelas de trabajo social, definen el trabajo social como:
"La profesión de trabajo social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación del pueblo para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el trabajo social" (Federación Internacional de Trabajadores Sociales. Definición del Trabajo Social a Nivel Mundial [en línea] ).
Como se menciona en la definición anterior, una de las funciones básicas
del trabajo social es promover el cambio social, en este sentido para generar un
proceso de esta naturaleza es necesario conocer y comprender, para luego
transformar la realidad social.
Los trabajadores sociales actúan en y con lo cotidiano, el mundo de la vida,
el mundo de la intersubjetividad, en el que los hombres construyen lo existente. A
través del sentido común, los sujetos relatan sus experiencias, su cotidiano, con lo
cual es posible develar la realidad y los procesos sociales por los cuales los
sujetos construyen su realidad y dan explicación a los fenómenos que en esta
ocurren.
De acuerdo a Teresa Matus (1999), los modos frecuentes de plantear el
trabajo social, sus conceptos, su metodología, la manera de relacionar la teoría y
la praxis, las herramientas con que cuenta y las formas en que las que se usan “se
han vuelto inconsistentes tanto para nombrar con claridad las contradicciones
203
existentes en sus ámbitos de acción como para intervenir en ellos” (p. 26). La
autora plantea que es necesario resignificar el trabajo social, situándolo en un
horizonte de intervención que tenga como fundamento una “rigurosa y compleja
comprensión de lo social” (Ibíd.). No existe intervención sin interpretación social, y
ésta debe ser siempre a partir de un lugar teórico y de un modo de ver. Del mismo
modo para intervenir es preciso comprender por qué y sobre qué se actúa, y esta
comprensión, es por tanto, siempre histórica.
Es así como desde la perspectiva de las representaciones sociales, teoría
poco abordada desde el trabajo social, es posible ahondarse en la investigación
de las formas instituyentes de un pensamiento, visión, imaginario y de una práctica
respecto de algo o alguien. Las ideas no se forman en abstracto, las conductas
tampoco, detrás de cada una de éstas existe un trasfondo sociocultural,
experiencias que junto con las trayectorias de vida de las personas configuran su
ser.
Las representaciones sociales, para el trabajo social constituyen una nueva
forma de abordaje de la realidad, una mirada que permite llegar a la raíz del
pensamiento cotidiano, a través análisis en profundidad de los procesos, prácticas
y aspectos simbólicos que viven y consideran relevantes los sujetos, lo que
permite emprender intervenciones orientadas a modificar la representación social
sobre algo o alguien, y desde ahí generar estrategias de intervención dirigidas al
cambio social u otro objetivo. Al respecto la autora Denisse Jodelet (2007) plantea:
“La preocupación relativa a una practica de intervención está ligada
al deseo de modificar al campo de actuación y transformar las
conductas de sus actores en dirección de una mejor adaptación o
satisfacción. Para ese propósito la teoría de las RS ofrece
aperturas. La definición de las RS como filtro referencial de lectura
del mundo, guía de la acción y sistema de orientación de las
204
conductas y de las comunicaciones, puede inspirar un objetivo
razonable de utilización de los aportes de la teoría para favorecer
un cambio basado en la modificación de las RS” (Jodelet, 2007:
197-198).
Las representaciones sociales adquieren relevancia para las intervenciones
e investigaciones del trabajo social, puesto que permiten ligar ciertos aspectos de
a las conductas sociales y su explicación, considerándolas como parte de un
sistema complejo de pensamiento que se envuelve de subjetividad en su relación
con los otros y la sociedad en un contexto definido.
En este sentido abordar las investigaciones desde esta perspectiva teórica
involucra escuchar y dejar hablar a los sujetos, desde la posición que cada uno de
estos ocupa en el espacio social, comprendiendo cómo a través de sus
trayectorias de vida han configurado su modo ser y estar en el mundo, cargado de
herencias y elementos del trasfondo sociocultural que poseen, que han validado
su saber y modo actuar. De esta forma el diagnóstico, instrumento con el cual se
construye la intervención, estaría vinculados estrechamente con la historia de vida
de los sujetos, permitiendo generar intervenciones fundadas y comprensivas
orientadas a transformar la realidad.
� Trabajo Social e Intervención en Crisis y Comunidad
En las numerosas entrevistas realizadas a adultos mayores y jóvenes, se
visualizó que éstos aún a casi un año de ocurrido el desastre se encuentran muy
conmovidos por sus tragedias, especialmente los adultos mayores, quienes al
recordar los momentos vividos no pueden evitar quebrarse emocionalmente. Los
desastres, como el terremoto, y las perdidas que éstos ocasionan son vividos por
los sujetos como un duelo, que especialmente en el caso del grupo etario
205
mencionado, no se encuentra resuelto del todo, generando tensiones y
desequilibrios emocionales.
En este sentido, el trabajo social es una profesión que dentro de sus líneas
de intervención utiliza la metodología de intervención en crisis, la cual se
desarrolla desde una institución –especialmente desde el área de la salud-, en un
tiempo determinado y focalizada en el sujeto. No obstante, los alumnos tesistas
hacen hincapié en considerar que en las intervenciones en crisis realizadas con
las personas y familias que cada individuo vivencia procesos distintos, y de
duración variable, por lo cual debe abogar por el bienestar de las personas
procurando acompañar a éstos en sus procesos hasta que la situación sea
superada o derivar en caso que escape de las posibilidades de acción del
profesional, por lo cual, se debe estar atento a las señales que éstos dan en forma
inconsciente, puesto que como se observó, ninguno de los entrevistados se
encuentra inserto en procesos de ayuda orientados a superar las situaciones
traumáticas y resignificar de forma satisfactoria la experiencia vivida.
Además, es importante considerar los aspectos comunitarios, situando al
individuo no como al sujeto aislado, sino como un ser social que es afectado por
las transformaciones que la comunidad en su conjunto experimenta. Es así como
es importante considerar desarrollar en Villa Prat, un trabajo comunitario con las
personas afectadas por el sismo, con el fin de reforzar lazos de asociativos y
capital social, que permitan enfrentar de forma organizada y eficiente a los
desafíos de la reconstrucción de la localidad.
� Trabajo Social y Desastres Naturales
Como se mencionó en el estado del arte, Chile es un país telúrico –se
estima que alrededor de cada 25 años un sismo de gran magnitud afecta las
fronteras nacionales- y carente de memoria sísmica, graficada en la falta de
206
estudios, publicaciones e investigaciones entorno al tema, desde el área social
(existe variedad de estudios desde la mirada dominante del tema, estructurales,
fisicalistas y naturales sobre terremotos y otros desastres naturales).
Como menciona Lavell (1993) los desastres son fenómenos de carácter y
definición eminentemente social, no sólo por el impacto que los caracteriza, sino
también por las reacciones y respuestas que suscitan en la población. Desde este
punto de vista, los fenómenos físicos como el sismo, huracán, entre otros, son
condiciones básicas para que se desencadene el desastre, pero no lo son sí
mismos. “Necesariamente, deben tener un impacto en un territorio caracterizado
por una estructura social vulnerable a sus impactos y donde la diferenciación
interna de la sociedad influye en forma importante en los daños sufridos y en los
grupos sociales que sean afectados en mayor o menor grado” (p.78).
Siguiendo la misma idea, Quarantelli (citado por Lavell) sugiere evitar la
denominación de evento, por ocasión (de crisis social), pues tiende a enfatizar la
noción de oportunidad de que suceda algo.
Es así como desde el trabajo social es necesario apropiarse de estos
pensamientos, considerando que la ocasión sísmica es una oportunidad para
revitalizar los territorios dañados a partir de procesos de desarrollo endógeno.
Luego del desastre, las comunidades experimentaron una serie de
transformaciones introducidas por la crisis –solidaridad, sentido de comunidad,
identificación con la tragedia del otro, compañerismo, etcétera-, elementos que
pueden ser utilizados con el fin de generar asociatividad y capital social,
imprescindibles para el desarrollo sustentable de las localidades, a través de la
intervención sustentada en un enfoque de desarrollo territorial que considere los
requerimientos de los sujetos , considerando los elementos identitarios, tradición y
sueños de éstos.
207
Es por tanto, importante que el trabajador social reciba formación
académica y además por iniciativa propia se instruya sobre estos temas, con el fin
de reaccionar y actuar de manera adecuada, a las demandas sociales e
institucionales la ocasión sísmica condiciona, a nivel individual, familiar y
comunitario. Por tanto, es vital conocer sobre aspectos operativos post terremoto
en fases de emergencia y reconstrucción (diagnósticos territoriales, catastros,
planes de acción, programas de intervención en crisis, entre otros), conocimientos
que serán imprescindibles en una primera etapa, pero también es necesario
conocer y formarse entorno a los procesos de desarrollo territorial que es posible
desarrollar a partir del desastre social con la comunidad rural.
� Trabajo Social Frente a la Mirada Dualista Tradicio nal/ Modernidad
La inclusión de la modernidad en la sociedad tradicional constituye un
proceso inminente, que ha ido transformando el paisaje e imaginario de los sujetos
que habitan en los territorios rurales, por lo cual, el trabajo social a través del
conocimiento y las propuestas entregadas por las comunidades, debe diseñar
estrategias que logren armonizar esta mirada dualista. Para ello se debe realizar
un estudio sistemático de las cualidades territoriales y de los intereses de los
grupos que habitan en ella.
Es así como el trabajo social debe desarrollar investigaciones que den
cuenta de las características identitarias de las comunidades, tomando en cuenta
las necesidades que tienen los sujetos, de conservar o no, las características
tradicionales del territorio. Puesto que muchas de las intervenciones que se
realizan, no tienen un sustento que fundamente las acciones, generando
problemas y disconformidades en los sujetos, pues el profesional acude al
territorio con pre-nociones que no atienden a las necesidades reales de las
comunidades.
208
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ANEXOS