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Revista del Centro de Proyección Social • Edición No. 1 • Primer semestre 2015
Trabajando Por el desarrollo y el bienestar de Piedecuesta Santander
SOMOS
10 años
Informativo Institucional
Edición No. 01 – Mayo 2015
cps.bga@upb.edu.co
Centro de Proyección Social
Carrera 8 N° 6 – 37 Piedecuesta
http://cps.bucaramanga.upb.edu.co/
Universidad Pontificia Bolivariana
Seccional Bucaramanga
Coordinador del CPS :
Rodrigo Suarez
Pasante y practicante
de la facultad de
Comunicación Social y Periodismo:
Edna Gómez
Pilar Cano
Director de practicas y pasantías de
Comunicación social y Periodismo
en el CPS:
Giovanni Bohórquez
Quiero que quede clara la necesidad de esta
revista, pues en el mundo de hoy prima la
globalización, la competencia tecnológica y la
comunicación, como fuente directa de
información y plataforma generadora de
criterios, hoy por hoy las tic´s sin duda alguna
son el medio difusor de mayor eficacia en el
campo corporativo, son aquella forma fácil,
cómoda, apropiada y moderna para presentar
la información de una organización e iniciar
una interacción entre su público interno y
externo.
Este medio comunicativo busca contribuir al
reconocimiento y posicionamiento del CPS
permitiéndole con esto incrementar el buen
prestigio del mismo , así como favorecer el
buen nombre de la universidad, exponiendo la
evidencia de su razón social “con sentido
humano”.
Con esta propuesta pretendo promover la
creación de una revista como medio de
comunicación digital. Dicha revista será
usada como canal, para exponer el efectivo
trabajo de las personas que conforman el
CPS de la universidad Pontificia Bolivariana,
respondiendo con ella a la necesidad de informar y de estar informado socialmente.
Pilar Cano
Practicante de Comunicación Social y Periodismo
Nueva sede Nos llamamos Papá Francisco
Kit´s escolares
A giros de carrusel Investigadores UPB
Proyectando desarrollo y bienestar social
Madres comunitarias Desde Puerto Rico
Brigadas Jurídicas
Ventana Social La voz cabellanita al mundo invadirá
4 6 8 10 14 16 18 20 22 24 26
CARTA DE LA EDITORA PILAR CANO
Practicante Comunicación Social y Periodismo pilar.cano@upb.edu.co
Pilar Cano
Quiero agradecer enorme mente:
Al Ingeniero Rodrigo Suarez,
coordinador del Centro de
Proyección Social de la Universidad
Pontificia Bolivariana por haberme
dado la oportunidad de realizar mi
practica profesional en el lugar.
Al equipo de trabajo del CPS, por
ayudarme a darle vida a esta idea y a
realizar el correcto proceso en todas
las actividades con las que debí
cumplir durante el semestre.
A mi Docente y Director de practica
Giovanni Bohórquez , por su gran
apoyo y oportuna guía durante el
semestre.
Este acercamiento al trabajo social es
una experiencia muy valiosa, que nos
permite a los estudiantes
sensibilizarnos con el mundo y la realidad que nos rodea
Gracias al efectivo trabajo
realizado por el grupo de
profesionales que
conforman el Centro de
proyección social de la
universidad Pontificia
Bolivariana y el impacto
tan fuerte que este ha
generado en el proceso
por realizar un buen
trabajo, fue necesario
reubicar sus instalaciones
en una sede más amplia,
con más espacios de
trabajo, más tecnología y
más profesionales para
facilitar y fortalecer la
realización de sus proyectos.
Ahora estamos en la Carrera 8 N° 6 – 37 del Municipio de Piedecuesta
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Ningún ser humano desea ser desterrado, pasar necesidades, recibir maltratos sociales, ni
mucho menos perder su vida o presenciar el asesinato de sus familiares. La violación de los
derechos humanos en un país tan violentado como Colombia, es un tema completamente
normal, luego de registrarse una cifra de 6,04 millones de personas desplazadas a finales
del año 2014, se puede decir que cerca del 12% de la población total colombiana es
desplazada, lo que convierte a Colombia en el segundo país del mundo con más
desplazados internos como consecuencia del conflicto armado, según un informe publicado
en Ginebra por el Centro de Vigilancia de Desplazados Internos (Idmc). La indiferencia, ha
sido la culpable del terrible estado de pobreza y las paupérrimas condiciones, por las que
han tenido que pasar las victimas de la violencia en Colombia mientras se someten al duro
proceso de recomenzar una nueva vida, adaptarse a un nuevo entorno y esperar para ser
reconocidas como tal ante el estado.
La mayoría de los colombianos por la superficialidad que les vende a diario el consumismo,
están más interesados en saber sobre un reinado de belleza, un partido de futbol o una
fiesta, que por conocer a fondo las problemáticas sociales del país, solo cuando nos vemos
obligados a tratar con una persona que ha sido victima y que nos cuenta su historia,
tomamos conciencia de esta realidad. Aunque el conflicto colombiano es una herencia
histórica, las personas victimas del desplazamiento fueron reconocidas como tal hasta el
año 1995 durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano, quien desarrollo un programa
llamado Conpes 2804, con el que se desarrollaron acciones de prevención, protección, atención humanitaria de emergencia y el acceso a los programas sociales del Gobierno.
Por: Pilar Cano
Practicante de Comunicación Social y Periodismo
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Pero esto no fue suficiente, 16 años más tarde,
exactamente en el año 2011, como respuesta a
tantas protestas y a las evidentes condiciones
deplorables de estas personas, el presidente
Juan Manuel Santos durante su primer mandato
creo la Ley 1448 más conocida como la ley de
reparación de víctimas y Restitución de Tierras,
que ampara como víctimas a todas las personas
que individual o colectivamente hayan sufrido
violaciones en sus derechos humanos a partir
del 1 de enero de 1985.
Esto con el fin de brindar más medidas de
asistencia y fortalecer el trabajo humanitario
para conseguir que las personas reconocidas
por el gobierno como víctimas superen su
condición de vulnerabilidad. Luego de luchar por
tantos años con la indiferencia del país y
finalmente conseguir salir del olvido, las
víctimas en Colombia hoy no solo reciben
ayudas por parte del gobierno, también por
fundaciones, Ong´s y las diferentes iglesias que
tiene el país, estas entidades son una ayuda
realmente enorme para todas las personas que
sufren desde su situación de víctimas.
Y es que muchos critican y se quejan de las
condiciones socio-políticas en las que se
encuentra el país, pero muy pocas personas se
detienen a pensar que han hecho o mejor aún,
que piensan hacer para contribuir con la causa.
En el año 2006 la Iglesia Católica a través de la
Conferencia Episcopal patrocino un proyecto de
la facultad de psicología de la Universidad
Pontificia Bolivariana, dirigido a madres cabezas
de familia, que con el tiempo se convirtió en una
fundación en el municipio de Piedecuesta
Santander. Hoy en día conocida como Centro
de proyección social Papá Francisco, esta
fundación trabaja de la mano de la Alcaldía de
este municipio y del SENA. Juntos desarrollan
proyectos estratégicos de capacitaciones que
involucran un proceso de aprendizaje,
atenciones psicológicas, jurídicas
y orientaciones empresariales para que
las personas víctimas del desplazamiento
forzado puedan crear su propia empresa
tener sustento propio y además generar
empleo en el pueblo piedecuestano.
Todo ese proceso se logra con el trabajo
de un grupo de docentes, pero sobre todo
con el efectivo trabajo de los estudiantes,
practicantes y pasantes de las diferentes
carreras de la Universidad Pontificia
Bolivariana, que son quienes conforman
el equipo de trabajo del Centro de
Proyección Social..
Aunque esta fundación solo beneficia a
las víctimas que por cosas del destino se
encuentran radicadas en el municipio de
Piedecuesta, es un ejemplo para
Colombia porque promueve el trabajo
humanitario en los jóvenes, quienes
además de ser llamados a participar se
concientizan durante la experiencia de la
importancia que tiene darle fin a la
indiferencia y comenzar a trabajar por el
bienestar social para generar desarrollo
en el país. Aunque falta mucho para
acabar con la lista de necesidades que le
ha dejado la problemática social a las
personas que hoy son víctimas en
Colombia, es hora de quitarnos la venda
de los ojos y dejar ser cómplices pasivos
de esta situación, la indiferencia en un
país como este, debería ser catalogada
como un delito. El día que entendamos
que para poder cambiar un país, primero
hay que cambiar personas, ese día, los
planteles educativos en Colombia,
dejaran de medir y comparar las notas de
sus estudiantes, para dar paso a la
participación y solidarización con las
problemáticas sociales del país y
entonces Colombia, dejara de tener
buenos estudiantes para tener buenas
personas.
Al igual que Gloria y Carmen, Elizabeth
Graterón logró ser reconocida por la Ley
de Víctimas. Hace un par de años ella y
sus tres hijos salieron huyendo del
corregimiento de La Gabarra, en el
municipio de Tibú, en Norte de Santander,
después de que paramilitares del Bloque
Catatumbo de las Auc dirigidos por
Armando Alberto Pérez Betancourt, un
capitán retirado del Ejército más conocido
con el alias de ‘Camilo’, los desplazaron.
Graterón hizo parte de las familias
expulsadas en 1999 cuando los
paramilitares llegaron al corazón de la
región del Catatumbo y sin compasión
dispararon contra la población. La Unidad
de Justicia y Paz de la Fiscalía documentó
que el grupo paramilitar asesinó a varias
personas y desapareció a otras en el río
Catatumbo. Entre mayo y agosto de ese
año mataron a 120 personas en distintas
masacres. Como pudo Elizabeth se
desplazó con sus ahorros y un pequeño
bulto de ropa por una balsa río arriba
mientras los paramilitares continuaban con
su ola de terror.
Desplazada en Arauca, Elizabeth pensó el
miedo había quedado atrás. Pero no fue
así, esta vez la guerrilla la desplazó del
municipio de Saravena tras la persistencia
de los combates, de los ataques con
‘cilindros’, los atentados con las estaciones
de policía y bases militares, y la voladura
de infraestructura pública y civil. En medio
de esos atentados, su esposo recibió un
disparo del cual sobrevivió. Preocupados
por la situación ambos decidieron buscar
suerte en Santander.
Gloria García, de 52 años, creció entre la
escasez y las necesidades de San Rafael, un
pueblo entre los municipios de Aguachica y Río
de Oro, en el sur del Cesar. Allí vivió durante 30
años la agonía provocada por grupos guerrilleros
y paramilitares que se disputaron esta zona.
Primero fue la guerrilla quien asesinó a su medio
hermano por venderle comida y lavarle la ropa a
la policía del pueblo en su humilde restaurante.
Años después fueron los paramilitares en cabeza
de Guillermo Cristancho Acosta alias ‘Camilo
Morantes’, uno delos jefe del grupo Autodefensas
Campesinas de Santander y el Sur del Cesar,
quienes asesinaron al esposo de su hermana
Martha. Este mismo grupo mató a Martha
después de que ella se rehusara a ser la
“amante” de ‘Camilo Morantes’. La mujer fue
sacada a la fuerza de su casa en horas de la
noche y llevada al caladero, una zona marítima
de pesca donde fue torturada con agujas y
accedida carnalmente por los paramilitares antes
de ser asesinada con cinco disparos.
Estas experiencias llevaron a Carmen, hermana
menor de Gloria, a sufrir varios ataques de
nervios y a terminar siendo internada en el
psiquiátrico San Camilo, en Bucaramanga, tras
un diagnóstico de depresión. Los médicos no sólo
estabilizaron a Carmen sino que avisaron a las
autoridades sobre la difícil situación que
atravesaba esta familia. Esto que hizo que juntas
buscaran ser reconocidas por la Ley 1448 o Ley
de Víctimas y de Restitución de Tierras.
Esta Ley fue creada en 2011 por el gobierno de
Juan Manuel Santos y puesta en marcha en 2012
para reparar a las víctimas del conflicto armado
desde el 1 de enero de 1985 en adelante, y
además restituirles las tierras a quienes tuvieron
abandonar o les fueron despojadas sus tierras a
razón de la violencia. Los despojados son
reconocidos desde el 1 de enero de 1991. La Ley
busca reparar de forma económica a las víctimas
y devolverles sus predios usurpados.
6 Por: Pilar Cano
Practicante de Comunicación Social y Periodismo
Una mano amiga Pero la tragedia terminó
para Gloria y Carmen García, y para
Elizabeth Graterón. Juntas tocaron a las
puertas del Centro de Proyección Social
papá Francisco, una propuesta social de la
Universidad Pontificia Bolivariana Seccional
Bucaramanga para apoyar a población
vulnerable proveniente de diferentes
regiones del país, pero que residan en el
municipio de Piedecuesta.
El Centro de Proyección nació en 2006, tiene
su sede en la carrera octava de Piedecuesta
y es jalonado por estudiantes y docentes de
la Universidad, quienes son los encargados
de asesorar e impulsar los proyectos de
capacitación que permiten a esta población
además sobrevivir, progresar. Así fue como
Gloria y Elizabeth lograron salir adelante tras
la puesta en marcha del proyecto
Famiempresarios.
Este proyecto busca que las familias
después de recibir capacitación en
emprendimientos empresariales logren
independencia laboral, estabilidad
económica y generen empleo en el
municipio. Esta apuesta cuenta con
practicantes y pasantes de la Universidad de
las carreras de Ingeniería Industrial,
Psicología, Derecho y Comunicación social.
“Capacitar estas personas requiere un
proceso de acompañamiento e interacción
que va midiendo resultados paso a paso”,
explica Rodrigo Suárez, ingeniero industrial y
coordinador del Centro de Proyección Social.
Para lograr que estos proyectos salgan
adelante los emprendimientos no sólo
cuentan con el respaldo académico y de
asesoría de la Universidad sino del apoyo
económico de la Alcaldía de Piedecuesta y la
formación que ofrece el Servicio Nacional de
Aprendiza (Sena). Martha Rey, ingeniera
industrial y directora del proyecto, explica
que con Famiempresarios la apuesta es que
estas familias cuentan con preparación
técnica y legal parar lograr que sus
productos se distribuyan localmente y en
varias regiones del país.
Gloria García, por ejemplo, creó Arepa La
Especial, una microempresa que como su
nombre lo indica elabora arepas que se
distribuyen las panaderías,
establecimientos y micromercados de
Bucaramanga y su área metropolitana, así
como en Bogotá, Riohacha Montería y
Villavicencio. Esto posible junto al trabajo
que desempeña Gloria, su hermana
Carmen y tres empleados más.
“Mi vida era muy difícil, sufría para
conseguir lo de la comida y para conseguir
un trabajo. Gracias al Centro de
Proyección Social las cosas cambiaron.
Ahora vivo de mi negocio, pago mis gastos
y le pago a los que trabajan conmigo”,
dice_Gloria.
Elizabeth Graterón es la líder de su
empresa Andina Sport, que junto a su
esposo, hija y una empleada más, se
encarga de confeccionar uniformes, que se
distribuyen en Piedecuesta, Bucaramanga
y Arauca.
Como Gloria y Elizabeth otras 200
personas, que vivieron situaciones difíciles
como las de estas mujeres, ahora
desarrollan su propia idea de negocio. “El
objetivo de nuestro trabajo no es darles un
pez, es lograr que estas personas
aprendan a pescar” afirma el fundador del
Centro de Proyección Social y Decano de
la facultad de Ciencias Sociales, el Doctor
Raul Jaimes.
cabe resaltar que en esta
oportunidad como en muchas
otras, el Centro de Proyección
Social de la Universidad
Pontificia Bolivariana estuvo
presente, acompañando de
principio a fin a los funcionarios
de la Alcaldía de Piedecuesta y
apoyando el evento para que
fuera un completo éxito.
La Secretaría de Desarrollo Social de la
Alcaldía de Piedecuesta entregó unos kits
escolares en convenio con el Centro de
proyección social de la Universidad
Pontificia Bolivariana a los niños que se
encuentran en proceso de desplazamiento en Piedecuesta,
El encuentro se realizó en el colegio
Balbino García del municipio de
Piedecuesta, los directivos de la institución
no solo prestaron con gusto el coliseo del
colegio, sino que además lo organizaron
para el evento con sillas, sonido y con una
decoración muy bonita.
El principal requisito para ser citado a este
lugar a recibir el kit escolar, era ser
desplazados por la violencia y tener a sus
hijos inscritos en la Alcaldía de
Piedecuesta, durante el proceso los
funcionarios de la Alcaldía confirmaban
que los niños estuviesen inscrito en un
plantel educativo, esto con el fin de
corroborar que los niños sí necesitaran los
materiales para su aprendizaje y crecimiento personal.
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La persona encargada de realizar todo este
proceso es la empleada directa de la Alcaldía
que trabaja con el Centro de Proyección Social
Gloria Mantilla, quien se encargó de llamar niño por niño para citarlos a la convocatoria.
“Aunque no es tan fácil como parece la
organización de todo esto, realmente quiero decirles que lo hacemos con muchísimo cariño y dedicación, porque tenemos claro que los niños son el futuro del país” Gloria Mantilla
A giros de carrusel se promueve la convivencia, la empatía y el buen trato en los Colegios de Piedecuesta.
El año pasado, en la capital del país el suicidio
de un joven estudiante de bachillerato, puso el
tema del matoneo ante el Ministerio de
Educación Nacional. Acosado por las
directivas de la institución en la cual concluía
sus estudios de educación media, Sergio
Urrego, acabó con su vida lanzándose desde
uno de los pisos de un centro comercial al
norte de Bogotá.
Este año, el caso de un niño colombo
estadounidense, residente en Pereira, fue
noticia, por cuanto recibía golpes y agresiones
verbales por parte de sus compañeros de
curso, al parecer por una condición de salud:
padece de diabetes.
Y si bien estos casos se destacaron como
noticias en los medios nacionales, lo cierto es
que hablar de matoneo en el país, se hizo un
asunto cotidiano. Y aunque la palabra tiene
ahora un uso coloquial y hace parte de la jerga
de los colombianos para definir cualquier tipo
de broma en espacios laborales y con los
amigos, lo cierto es que los casos de
agresiones en los centros educativos, revelan
una problemática mucho más profunda y así
mismo, una necesidad de trabajar en los
colegios no solo en la modificación de los
manuales de convivencia, sino por el respeto
a las diferencias, la empatía y el
reconocimiento del otro como interlocutor
válido y como ser sujeto de derechos.
De acuerdo con el periódico El Tiempo, en
un artículo publicado el 17 de febrero del
año en curso, “existen diferentes tipos de
matoneo. El primero es el físico, el cual se
caracteriza por conductas en las que se
agrede con patadas, mordiscos, pellizcos o
puños, entre otros. También está el verbal,
que incluye burlas, chismes, comentarios
descalificadores, ofensas, amenazas o
extorsión. La exclusión y los rumores son
otro tipo de matoneo y abarca conductas
como: ignorar, dejar fuera de actividades
intencionalmente, revelar secretos, dañar la
buena imagen o dejar a una persona en
ridículo. Es más común en las niñas que en
los niños. Por último, está el cyberbullying,
con un alcance muy amplio para destruir,
donde se crean identidades falsas o
mensajes anónimos para divulgar en las
redes sociales”.
Por Edna Margarita Gómez Jaimes
Pasante de Comunicación social y periodismo
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Destaca también que además de la víctima, el
agresor y los testigos, existe un factor adicional
que propicia dichos comportamientos y los
perpetua: el silencio, provocado quizá por el
miedo, es un agravante y le suma casos a las
estadísticas que según este medio impreso
nacional son de más o menos el 12 por ciento
de la población escolar.
Desde mediados de 2013, el Centro de
Proyección Social de la Universidad Pontificia
Bolivariana (UPB), en unión con la Secretaria
de Educación y el aval de la escuela de
ciencias sociales se desarrolló la investigación
“Agresión y Acoso escolar entre pares: una
realidad social en el municipio de Piedecuesta-
Santander (Colombia)”, que tuvo una muestra
poblacional de seis colegios públicos con
estudiantes de 5 y 6 grado del municipio del
tabaco y la panela.
Dentro del proceso de la investigación se
presentó la estrategia edu-comunicativa que se
sustenta en dos objetivos, el primero: “crear un
espacio de reflexión acerca de la temática
bullying, para los estudiantes de 5º y 6º grado
de las instituciones educativas de Piedecuesta”
y de igual modo “Identificar el conocimiento que
tienen los estudiantes de 5º y 6º respecto a la
temática del bullying y la agresión escolar”. La
estrategia fue diseñada por Edgar Mauricio
Ramírez y el profesor Giovanni Bohórquez.
Para el desarrollo de los mismos, se contó con
la participación de estudiantes de psicología de
la UPB, bajo la batuta de la docente Tatiana
Milena Muñoz y con la participación y asesoría
de Giovanny Bohórquez, docente de la
Facultad de Comunicación Social- Periodismo,
y del profesor Gustavo Quintero, perteneciente
al área de humanidades.
La técnica Carrusel consiste en
desarrollar en estaciones de trabajo,
cuatro actividades, con cuatro
subgrupos, en este caso, estudiantes,
en un espacio y tiempo determinados.
Cada una de ellas cumple un objetivo
particular que se enfoca en develar
situaciones de acoso escolar, lugares de
riesgo, reconocimiento del otro,
definición de roles que ocupan los
jóvenes en una escena de maltrato a
otro compañero, entre otras.
Para Paula Andrea Luna Ortiz,
estudiante de psicología, y quien ha
participado en la experiencia, el trabajo
con menores “fue muy satisfactorio:
saber que cubríamos esa necesidad de
diagnosticar esos casos. También fue
muy chévere trabajar con los niños,
porque a pesar de que son pequeños,
realizaron bien las actividades”, añadió
que el Carrusel anti- bullying “es un
programa que está muy bien
estructurado. Me parece que es
bastante positivo y que es un taller que
valió la pena construirlo y ejecutarlo”.
Jessica Ibarra, también señala que el
Carrusel le “permite a uno acercarse a
la realidad de una manera más propia.
Es una experiencia que te permite ver
la necesidad más implícita y que le
ayuda a uno a motivarse a seguir
haciéndolo no solo en esos colegios de
Piedecuesta, sino ver la el alcance que
puede tener un proyecto como el que
estamos aplicando en muchos otros
colegios donde esta situación se da”.
De acuerdo con Diego Orlando León
Rodríguez, quien cursa octavo semestre de
psicología, “lo más enriquecedor que pude
haber encontrado ahí fue contribuir en algo,
pues estamos cambiando un poco la realidad
de ellos; el solo hecho de haber ido y
haberlos tomado en cuenta…haberles dado
una voz, es significativo para ellos y para el
grupo en común”.
Esta experiencia también ha
significado para los futuros psicólogos,
un acercamiento con una rama de la
psicología que les era ajena hasta
entonces: la psicología educativa.
Además, el trabajo de campo, les
ayudó a conocer cómo es la dinámica
diaria de un colegio público, y así
mismo, en esa interacción con los
niños, también se enriquecieron desde
lo personal y de qué modo a veces las
reiteradas expresiones verbales
cargadas de ofensas y apodos, no son
percibidas como acoso, pero que
hacen mella en quienes son blanco de
dichas apreciaciones.
“Cuando uno se acerca a las
problemáticas sociales que se viven en
el colegio, que uno puede observar en
los niños, inmediatamente te remites a
que esas problemáticas sociales no se
dan solamente por ser niños o se dan
de forma aislada, sino que son el
resultado de una serie de eventos que
están sucediendo alrededor de ellos”,
dice Jessica Ibarra.
El ejercicio que se planteó desde la
cátedra, Taller de Investigación dictada
por la maestra Tatiana Milena Muñoz,
dio inicio con una fundamentación
teórica. Era necesario que los
psicólogos, recibieran formación previa
y conceptos que estuvieran acorde con
el tema del bullying, como también que
conocieran las herramientas y
estrategias para ejecutar acciones
tendientes a revelar casos particulares
y a mitigar los síntomas y
consecuencias de acoso en la
población escolar piedecuestana.
Jessica Ibarra, también señala que el
Carrusel le “permite a uno acercarse a la
realidad de una manera más propia. Es una
experiencia que te permite ver la necesidad
más implícita y que le ayuda a uno a
motivarse a seguir haciéndolo no solo en
esos colegios de Piedecuesta, sino ver la el
alcance que puede tener un proyecto como
el que estamos aplicando en muchos otros
colegios donde esta situación se da”.
Con juegos y dinámicas, así como ayudas
didácticas se realiza el trabajo con los
estudiantes y se hace una reflexión sobre lo
aprendido; lo que dejó la actividad desde lo
personal. Así mismo, la jornada busca no
solo encontrar posibles zonas de conflicto,
sino también que entre la comunidad
estudiantil, existan formas alternativas a los
golpes y las palabras agresivas y
denigrantes, para hallarle respuesta y
soluciones oportunas a las diferencias.
Agrega que fue tal el compromiso, que
incluso cuando terminaron semestre y aún
faltaban algunos colegios por visitar, ella
junto a un grupo de compañeros, decidieron
invertir sus días de descanso vacacional, en
actividades propias de ejecución del
Carrusel.
"Es importante ver cómo se relaciona en la
práctica y en el diario vivir se lleva a cabo toda
esa teoría que uno leyó y pues también se
sacan conclusiones en ese aspecto”, dice
Diana Gabriela Martínez García, quien también
cursa estudios de psicología.
campo y uno a veces tiene una idea
errónea de lo que es psicología
educativa: uno cree que es que el
psicólogo vaya al colegio y le ayude
a los profesores a dictar clase.
Entonces el taller me hizo tener otra
perspectiva sobre la psicología
educativa y que desde ese ámbito
puedo como psicóloga aportar sobre
temas sociales que pasen en los
colegios como el bullying o cualquier
otro fenómeno que se pueda
presentar”.
Este tipo de estudios donde se involucra la
academia con la comunidad no solo son
parte del compromiso de responsabilidad
social al que están llamadas todas las
organizaciones; además permiten que el
estudiante de pregrado se acerque más al
entramado social y a todas las estructuras
que lo componen y de este modo se
sensibilice y dé sentido a su aprendizaje, no
como un hecho aislado, sino por el contrario,
como parte de crecimiento académico y
profesional.
“Uno como estudiante siempre quiere salir
de la institución, quiere estar en campo, en
práctica y es relevante cuando se confronta
esa teoría, que es verdad o que no es así y
uno tiene argumentos de que no es así (…)
porque yo mismo lo viví”, dice Diana
Gabriela.
Añade María Camila Córdoba Castañeda
que la vivencia en una práctica de psicología
educativa, hace viable “el haber tenido con el
Aunado a lo anterior, el trabajo de
campo también destaca que es
necesaria una práctica interdisciplinar,
donde no solo se delegue a la cátedra
de ética o religión, la responsabilidad
de la convivencia dentro y fuera de las
aulas, sino “que sea algo muy integral,
que cada maestro que está en la
institución, esté comprometido a
ayudar a que esas problemáticas
disminuyan y que estos niños adopten
comportamientos que les permitan
desarrollarse y entrar a aportar en una
sociedad cosas buenas”, manifiesta
Jessica Ibarra.
Si bien la población objeto de dicho
estudio no es fácil, también ello
constituyó un reto para los jóvenes
psicólogos, pero poco a poco en cada
ejercicio, se ganaron la confianza de
los escolares y con ello, pudieron
recoger relatos sobre matoneo y acoso
escolar que hacen parte de las
vivencias de los niños de muchos colegios de Piedecuesta.
Como parte de los procesos de difusión
del conocimiento, investigadores de la
Escuela de Ciencias Sociales de la UPB,
Bucaramanga, asistieron a la Jornada
“Adolescencia, tiempo de oportunidades”
organizada por docentes y estudiantes
del programa de Trabajo Social de la
Universidad Francisco de Paula
Santander, en la ciudad de Cúcuta.
La actividad académica, que tuvo como
propósito socializar y reflexionar a partir
de los ejercicios investigativos realizados
durante el semestre en temáticas
estereotipos y adolescencia, se realizó el
9 de diciembre del 2014 y contó con la
participación de docentes, estudiantes y
directivas de la Alma Mater.
Por: Pilar Cano
Practicante de Comunicación Social y Periodismo
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En la jornada el docente Gustavo Quintero,
presentó su ponencia “Educación en el ser.
Discusión epistemológica de las relaciones
maestro - aprehendiente del ágora al salón
de clase”, la cual se centró en el análisis
histórico del aula escolar como escenario
para el conocimiento y las posibles causas
que han llevado a que se haya convertido en
un lugar para agredir verbal y físicamente.
Por su parte la psicóloga y magíster Tatiana
Muñoz, presentó su exposición "Realidades
conceptuales y vivenciales sobre acoso,
agresión y bullying a partir de una
investigación en colegios de Piedecuesta,
Santander” con la cual se explicó desde lo
teórico, el proceso desarrollado en seis
colegios de este municipio, donde se abordó
el tema de agresión y acoso entre pares.
Finalmente, el docente de la Facultad de
Comunicación Social-Periodismo, Magíster
Giovanni Bohórquez Pereira, orientó su
exposición al tema comunicación y
educación, para ello desarrolló la ponencia
“Comunicación y Educación: más que
puntos de encuentro, piezas claves en la
construcción del conocimiento social", la cual
permitió explicar teórica y
metodológicamente, que estos conceptos
pueden trabajar juntos en la construcción de
propuestas de cambio al interior del aula y
de las instituciones educativas.
Las ponencias presentadas sirvieron como
eje moldeador de conocimiento a los
estudiantes de tercer semestre del programa
de Trabajo Social de la Universidad
Francisco de Paula Santander, luego de que
ellos expusieran sus experiencias del orden
investigativo. Los trabajos “Mitos y verdades
sobre los estereotipos en Cúcuta. Una
mirada de adolescentes y padres de familia”,
así como “Los y las adolescentes en las
páginas del Q’hubo y La Opinión, octubre de
2014” fueron las investigaciones
socializadas.
Los docentes de la UPB presentes en la
actividad, orientaron su discurso para que
los asistentes, entendiera los aportes
interdisciplinarios en temas tan complejos
e importante como son el abuso y la
agresión escolar, identificaran a las
víctimas, y victimarios, qué diferencia
existe entre agresión escolar y Bullyng, e
identificar cuáles son los lugares más
vulnerables para que se ejerza algún tipo
de agresión dentro de un plantel educativo
y qué podría hacerse para reducir el
fenómeno.
De igual manera la actividad sirvió para
conocer las dinámicas y problemas que
afrontan diariamente los niños en las aulas
e instituciones educativas, las posibles
causas y efectos que produce en el menor
las constantes y reiterativas agresiones
que sus compañeros y desde el campo de
la comunicación, conocieron una
propuesta edu-comunicativa que permite
reducir el fenómeno.
“Para nosotros es muy importante poder
compartir el que hacer de la universidad
como modelo educador y formador de
nuevas generaciones en temas tan
puntuales como son: la agresión, el acoso
y la violencia que se presenta en la
escuela”
señaló el docente Gustavo Quintero.
Investigaciones como estas que
contribuyen a un fenómeno tan fuerte,
pasan de ser un simple llamado a dejar de
ser víctimas y victimarios, para convertirse
en una concientización del buen ambiente
y la buena armonía que debe vivir un
aprendiz en su aula de clase, pues en ese
lugar no solo aprende, sino que además se
forma, crece y se construye como ser
humano; precisaron los docentes de la
UPB, Bucaramanga.
Desde el 2006, año en que la UPB
abrió sus puertas al servicio de la comunidad
Piedecuestana, el cual ha sido direccionado a través
de la escuela de ciencias sociales, se han cumplido
los objetivos planteados y alcanzados por nuestra
Institución, orientados al desarrollo de competencias
éticas, sociales, culturales y humanísticas, para
que los sujetos beneficiarios como son las víctimas
de desplazamiento y población vulnerable
construyan un futuro digno de la condición humana.
Nuestra Institución, consciente de las exigencias del
presente, en materia de superación individual y
colectiva y considerando que los intereses y
expectativas por una mejor calidad de vida se deriva
de personas adultas, ha venido generando espacios
de capacitación a partir de situaciones reales de la
sociedad, reconociendo las capacidades de las
personas y respetando las pretensiones del adulto
de desarrollar una vida autónoma en lo cívico lo
social, generando la debida confianza entre el
participante, la Universidad y su entorno.
PROYECTANDO DESARROLLO Y
BIENESTAR SOCIAL
Por: Diana Carolina Villamizar Espinel
Secretaria Centro de Proyección Social
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Es satisfactorio para el CPS de la UPB el
testimonio grato de un importante número
de famiempresas que por su participación
en diferentes procesos de formación y las
ayudas técnicas que mediante convenios
con la Administración Municipal reciben,
han encontrado maneras de transformar,
para bien, su diario vivir como núcleo
familiar y su rol social con su entorno.
En este orden de pensamiento y práctica, el
CPS de la UPB, con humildad y orgullo
muestra su participación como generador
de planes y programas que han fortalecido
los cimientos de la Sociedad Piedecuestana
coadyuvando al mejoramiento de la calidad
de vida como escasamente se apreciaba
antes de la llegada de la UPB.
La Escuela de Ciencias Sociales con sus
facultades de Psicología y Comunicación
Social mediante sus prácticas y pasantías,
e Ingenierías, los Departamentos de
Formación Humanística, Ciencias Básicas
entre otras, han plasmado su huella como
orientadores de la comunidad hacia un
mundo mejor, más justo, equitativo.
Todo lo anterior se refleja en los múltiples
procesos de formación, cursos,
socializaciones, talleres, caracterizaciones,
atención y seguimiento personalizado en
temas psicológicos, de conciliación y casos
jurídicos, propendiendo siempre por un
mejor vivir. Como ejemplo de nuestro
aporte; en materia de psicología,
reportamos que en solo un año, el 2014 se
atendieron 1050 consultas.
Otro servicio que ha sido de gran ayuda
es el aporte dado a niñas y niños
víctimas de desplazamiento forzado, en
el cual, conjuntamente en compañía
de la Administración Municipal se ha
ofrecido un importante número de kits
escolares, que apoyan el desarrollo
municipal. También, se han ofrecido
recursos de emprendimiento y
fortalecimiento para famiempresas:
como maquinaria, materia prima y
asesorías.
El CPS inició actividades en
Piedecuesta con dos consultorios, tres
oficinas, una sala de juntas y un salón
para capacitaciones.
Con la ampliación en la cobertura de
nuestros servicios y el crecimiento de la
infraestructura, nuestras directivas
consideraron necesario contar con una
sede más amplia y propia. Y por
supuesto, para un mejor desarrollo
integral de la comunidad
Piedecuestana.
Un grupo de practicantes de la escuela de Psicología
de la Universidad Pontificia Bolivariana, desarrollaron
su practica profesional desde el área organizacional
en el Centro de Proyección Social, realizando su
trabajo con 12 madres comunitarias del ICBF en el
municipio de Piedecuesta Santander, quienes
participaron de manera voluntaria en el proyecto
identificación y fortalecimiento del perfil
emprendedor.
Todo el contenido del plan de trabajo con las madres
comunitarias del ICBF estuvo sustentado en la
posibilidad de brindar una orientación,
acompañamiento y apoyo oportuno en el proyecto
dirigido a definir las características individuales y
capacitarlas con el fin de conocer y potencializar las
habilidades en pro de la creación de un proyecto de
auto-sostenibilidad laboral.
Dentro del ejercicio de la práctica se realizaron
talleres formativos teórico- prácticos cada 20 días
aproximadamente, los cuales estuvieron dirigidos al
desarrollo y crecimiento de la visión empresarial, al
igual que al fortalecimiento de habilidades y
competencias que caracterizan al emprendedor
social.
Por: Diana Oviedo
Practicante Psicología
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Dos jóvenes con nacionalidad Puerto
Riqueña, viajaron a Colombia
para hacer parte del equipo de
trabajo de la Universidad Pontificia
Bolivariana en las instalaciones del
Centro de Proyección social.
Este viaje no solo les permitió
conocer este país tan hermoso,
su diversidad cultural y su gente, si
no que además fue plaza para
aplicar los conocimientos de su
doctorado en psicología clínica.
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Nosotras nos integramos al CPS cómo parte de un acuerdo existente entre la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico recinto de Ponce y Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) seccional Bucaramanga. La UPB nos sirve como escenario para el desarrollo de nuestra pasantía doctoral en psicología clínica.
En el proceso de dicha pasantía nos vinculamos a diversos seminarios, dentro de los cuales se encuentran, seminario de docencia, seminario de investigación y seminario de atención clínica.
Saludos…
Cordialmente: Marlene Cabán Huertas, PhD©
Caroline Maclay Muñiz, MA, PhD©
El centro es el lugar donde realizamos nuestro seminario de atención clínica en el área de psicología a niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Para poder hablar de esta experiencia, la misión y la visión del centro van acorde con el quehacer psicológico, que tiene cómo foco la integración de las comunidades con las personas, desarrollando ambientes seguros que promuevan el bienestar de la sociedad. El personal del CPS, ha sido clave en nuestro proceso dado a que nos han abierto sus puertas, rompiendo las barreras culturales que pudieran existir. El mismo posibilita un espacio físico óptimo para poder realizar las intervenciones clínicas a las diversas poblaciones, proveyendo en él un ambiente seguro para los usuarios. Así como las instalaciones promueven una atmosfera relajada donde los participantes se sienten a gusto. Según nuestra experiencia el CPS es un espacio seguro, con un ambiente agradable y un personal de excelencia que posibilita un escenario adecuado, para el desarrollo de destrezas y habilidades en estudiantes y profesionales de todos los niveles académicos.
Durante el semestre los estudiantes
de la facultad de Derecho realizaron
varias brigadas jurídicas al barrio
Zapamanga IV etapa.
Con esta actividad los miembros del
Consultorio Jurídico del Centro de
Proyección Social, se hicieron
presentes bajo la coordinación de
una monitora encargada, con el fin
de atender a la comunidad
vulnerable del sector prestando
asesoría en asuntos jurídicos.
El éxito de estas intervenciones
se logra con la ayuda del
Párroco de la iglesia, quien
además de anunciar en sus
misas la hora y fecha en que
serán realizadas estas brigadas,
publica la información en las
carteleras del templo para que
las personas se acerquen al
lugar y resuelvan sus
inquietudes.
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Con este tipo de
salidas los estudiantes
se enfrentan con una
realidad social que les
permite aplicar
correctamente sus
conocimientos
académicos y fortalecer
su desarrollo
profesional. Además de
promocionar el trabajo
que realiza el Centro
de Proyección Social.
para que participaran
del programa ventana
social junto con
nosotras las
responsables del área
de Comunicaciones en
el Centro de
Proyección Social.
Esta experiencia,
nació con la intención
de sensibilizar a las
niñas para que
interactuaran con los
medios en el mundo
real y así lograr que
entendieran todo
sobre radio
despertando en ellas
aspiraciones que
posiblemente las lleve
a encaminar sus vidas
en esta rama de la
comunicación.
Luego de realizar un positivo trabajo
en el Colegio Cabecera del Llano
de Piedecuesta, nos animamos a
invitar a un pequeño grupo de
estudiantes a las instalaciones de Radio Católica Metropolitana,
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Escúchanos todos los
Lunes de 2:00 a 3:00 p.m. en los 1.450 AM
o en la web a través de :
http://www.rcm1450.com/
El saludo formal y armónico de un grupo de 43 niños,
me permite recordar años atrás cuando ocupaba un
lugar en un salón de clases. Es vivir y comprender
que ser niño implica sonreír y tener prioridades como
jugar…
llegué a esta institución gracias a uno de mis
docentes Gustavo Quintero, quien recibe como
apodo el “Tigre”, solo imagínense por qué; aunque sí
les adelanto un poco: es un tigre con carácter y
corazón noble. Él es ese docente que se roba los
corazones de los estudiantes. Lleva años trabajando
en el Centro de Proyección Social, de la Universidad
Pontificia Bolivariana seccional Bucaramanga; y creo
que ya se puede afirmar que vive los días aportando
su conocimiento en diferentes colegios municipales
de Piedecuesta.
En esas casualidades de la vida las que te atropellan
pero que te producen felicidad, porque llegan ahí, a
tu vida sin planear, te transforman y hacen posible
que sueñes y recuerdes que a pesar de que vivimos
en mundo tan conflictivo hay personas, jóvenes y
niños que le aportan al desarrollo y al cambio de un
mejor mundo.
Por Edna Margarita Gómez Jaimes
Pasante de Comunicación social y periodismo
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Es en ese instante donde se inmiscuyen los
recuerdos y retorno a una bulliciosa aula de
clase, donde encuentro a Karoll Cuevas una
mujer, madre, docente que se dedica día a día
a formar chiquillos sabiendo que cada uno
tiene historias de vida diferentes y vive un
mundo disímil y en ocasiones difícil, pero que
aun permeada por esa realidad, cada tarde los
recibe en su aula con una sonrisa y de la
misma forma, es capaz de formarlos con amor
y disciplina.
Me asombra ver la pasión por su profesión y
sus deseos de fortalecer las habilidades
comunicativas y las competencias académicas
y aprender junto con sus pequeños; es como
ver un pequeño ejército comandado por su
capitana y donde el principal objetivo es
cumplir sus metas y logros. Y fue
precisamente, ese deseo de forjar mejores
ciudadanos, lo que tras el primer encuentro con
los niños de cuarto uno, me motivó a entrar a
ese mundo estudiantil y hacer parte de los
cabellanitos.
Se reconoce en karoll el espíritu de la maestra
que no solo se encarga de enseñar sino que
orienta y guía cada uno de esos pequeños
espíritus que tarde tras tarde llegan a su aula a
llenarse de nuevas emociones, retos y
aspiraciones que cual grandes quijotes
emprendieron la tarea de construir la revista
“Ser MAS” de la mano de su líder y sus padres
de familia.
Edna Gómez