}SOBRE - revistadelauniversidad.unam.mx · un Vaughan WilJiams que insiste en acometer extensas...

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}SOBRE.LADI LÉCTICA DE LA

POPULARIDAD

r\ lo que e regocijaron con el "bor~óny cuenta aparte" que planteó el .aI~tles­talini mo, no le erá extraño el idiOmade los críticos soviéticos o el de la nuevaliteratura que ensalzan tan desaforada­mente. Pázhitnov y Shraguin nos hablanen la Revista Internacional (septiem­bre de 1%3) del poeta Vladimir Ma~a­kov ki. o debe sorprendernos: la dia­léctica de las formas artísticas, a pesarde las ondulaciones de la política actual,no puede dejar de reconocer el lugarque l corresponde a la hermosa fo&,o-idad de Maiakovski, lugar que graCIas

a su energía interna, a su autenticidad,e hace aún más perdurable. No es po­'ible creer por un solo instante que los\'alore d la actitud de Maiakovski ten­~an que er redescubiertos, a pesar dela nuevas palabra de una crítica quehoy í atreve a hablar de ciertos ~e-

ma ni lícito plantear comparaCIO-nes que impIí itamente justifiquen lapo ici6n d la má r ciente poesía dela R', a p ar de los gritos desafo­rado d joven llamado Evtushenko.'om t d un erio error tlquel que den­

Ira el algún ti mpo no notifique que~Iaiakov ki e ame or del EvguenipI' o/. El po ta el Ki v apr nclió en supropia an l' la ontradi ciones quel' 'i 't 'n mI' l an tral individualis-I!lO ti l ani ta I el ber consciente depanicilnr n la lu ha colectivas, enla ~()Iidaridad d la a ión, o e peróa <¡u' nlllri ra un ¡¡del', ahora de figu­lacio, para I ir ahi rtamente lo quep 'n~aha, ni p ró xtrarias revelacio­n , t'll un nti 1'1' m numental paraIOlllal d 'Ci. in, aunqu u preferen­(i;l. qu 'mara 11 'n lo más vivo la heri­tla~ d' Itl\ ~ 'ti· eho d m nte y de losI '\'i ioni~Las de 'píri 1lI.

AlIn haei ndo un gran esruerzo paraIOl1lpr nd '1' la dial' ti a de la conce­,ion '~, no 's posibl l' ducir a ero elid ario c¡u' rundamClllaba el arte sovié­li o durant· la 'nI de ta!in, o ante,(liando L nin li aba erenamente laobra ti' orki con el movimiento obre­lO, El viraj realil.ado "desde arriba"por '1 anli talinismo recalcitrante cons­lilU" IIn ambio ,"bj tivo que, por lo\ i~I(), ha t nido inrIuencia desastrosas'n <:1 an : I:: tu hcnko se convierte enun morali la de la m;ís dudo a consis­I 'JI< ia)' u sta Irabajo comprender, de,I(U rdo con su explicaciones, CÓITIO espmible que algunos periódicos y revis­la' mviético' e ha an negado a publi­lar lo' trabajos de un poeta que enoca ion s ha ocupado importantes pues­lo .dentro d la organizaciones de lost'Sallores de su patria. El espíritu de laohra de Evtu henko e h;lce inexplicable~ cuesta tr~b~ j? creer que medio siglode rué~ de InICIada la Revolución Rus;]

·1 me. iani mo de, ~us poemas sea repre-,entall\'o () refleje tllgo de las nuevastendencia' estéticas de la URSS. Su pro­"1., un. poco m;í encilla, müs p;ílida, eslila, In era, él pesa r de sus evocacionesOoa la rusa" ele los rebeldes sin causa, ape al' de us infundadtls disquisicionesobre la capa idacl del pueblo ruso para

.,oponar lo que "otros ptlíse encontra­rían in oportablc". Tal vez su formaI~oética, la mú ica que logra plasmarEn.u .henko a través de las palabras de'u IdJomtl, no satisfagtln o nos deleitenlllando con07camo m;ís de sus escritos.

Por ahora, la incongruente calidad desu contenido, que decae aún más porel exhibicionismo de su autor, nos hacesentir nostalgia por la fuerza emocionalde Maiakovski, que era la búsqueda dela verdadera poesía; nos hace dudar deaquellos que ahora tan radicalmente sevuelven en contra de los herederos deSttllin.

-A.D.

CINCUENTA AÑOSDE BENJAMIN BRITTEN

El 22 del pasado noviembre, BenjaminBritten cumplió cincuenta añor de edad.The London Magazine (IlI-7) celebrala fecha y rinde homenaje al composi­tor con diversos artículos sobre su obray una entrevista en la que Britten nosinforma acerca de sí mismo y de losdemüs.

The London Magazine es justo al de­dicar buena parte de su número al úni­co compositor inglés que ha nacido des­pués de Henry Purcell: desde 1695, añoque señala la muerte del autor de Didoy Eneas, hasta las óperas de Britten noencontramos Qtra música inglesa que laescrita por Haendel y Mendelssohn. Nonecesi tamos fa tigar extensos volumenespara convencernos de lo contrario - amenos que tengamos en cuenta a unHolst que lega al país Los planetas y aun Vaughan WilJiams que insiste enacometer extensas sinfonías.

En una ocasión, Britten declaró: "Unode mis principales objetivos es el deotorgar a la musicalidad de la lenguainglesa esa libertad de la que ha estadodesprovista desde la muerte de Purcell."Es decir: continuar una tradición inte­rrumpida por más de dos siglos de si­lencio. No olvidemos que Britten hacreado la ópera inglesa -Billy Budd,Pel~r GTimes, Otra vuelta de tuerca,SlIe-íio de una noche de verano, sonejemplos suficientes- y que, dentro delcambiante paisaje de la aventura musi­cal del siglo xx, es de los pocos com­positores que ha logrado crear -graciasa su lenguaje directo, senciJ1o- un pú­blico atento.

En la entrevista que publica CharlesOsborne, Britten declara su admiraciónpor Shostakovich, Stravinski, Copland yTipett y, entre los compositores muertosen los últimos afias, Bartok, Poulenc,Bridge y Holst - lo cual no deja de sersignificativo. En otro momento expresasu tlclmiración por Mahler, cuya influen­cia es aparente en el Requiem de gue­rra. y en la Sinfonía de primavera. In­terrogado acerca de la música electrónicay concreta, Britten no vacila en respon­der: "Como no soy un científico, no meinteresa mucho esta clase de música aun­que admito que pueda ser sumamenteefectiva como ruido de fonelo. La músicaes ~n arte para representar, para que unarUsta VIVO la toque frente a un públicoVIVO, ya sea que conste de veinte o deveinte mil personas. El elisco, la radio)' la televisión son como reproduccio­nes ele una pintura; simplemente unevocador muy conveniente."

~n. México, Britten es un compositorpractlcamente desconocido, lo cual no

. debe extrailarnos puesto que aún segui­mos con varios siglos de atraso musical.Recientemente, el British Council ofre­ció algunas -muy pocas- excelentesrepresentaciones de Noye's fludde. Aveces, nuestra única orquesta de GÍmara

destruye la Sinfonía simple. En el pro­grama educativo infantil no se ha in­cluido Young person's guid~ lo orches­Ira, experiencia que todo niño debieratener para olvidarla de inmediato.

-J.V.M.

EL MITO DE LA CULTURA PARALAs MASAS

John Gross insinúa en un periódico in­glés (The Observer, 15 de diciembre de1963) que la tan discutida cultura paralas masas, especialmente en el caso dela televisión, es sólo un mito de moda.Éstos son algunos de sus conceptos: Noes posible resumir en una frase los pro­blemas sociales, es igualmente trivialpretender que podemos conjurarlos sólocon elogiar nuestro programa favorito detelevisión, una estrella de cine o unamotocicleta japonesa. Los críticos de lacultura para las masas a menudo handañado su causa, y han promovido discu­siones artificiales al tomar una actitudde.masiado seria; parecen creer que unamIsma persona no puede a la vez gozarde una película frívola y apreciar unaobra de arte.

Entre los intelectuales el entusiasmopor la cultura para las masas es a menudoun homenaje a la juventud, o quizá al re­juvenecimiento. Los periodistas empleanfrases hechas para cantar las alabanzasde la cultura para las masas, como loshombres maduros bailan el twist parademostrar que aún son jóvenes de co­razón. Pero la cultura para las masases un monstruo que devora a sus propioshijos; cada cinco minutos se debe encon­trar nuevos héroes: es bien sabido quelos ídolos de hoy están destinados a per­manecer mañana en el anonimato. Pordefinición, las modas siempre son pasa­jeras, pero desde hace unos pocos añosel ciclo se ha venido acelerando rápida­mente.

El autor del artículo, después de cri­ticar duramente los programas de la tele­,visión británica por insustanciales y porcontribuir muy poco a la cultura delpueblo, llega a la siguiente conclusión:En las sociedades primitivas, la principalfunción de la cultura era resistir a loscambios, )' subrayar la constante de loselementos recurrentes ele la vida. Hoylo contrario parece ser la verdad, y qui­zá el peor aspecto de la cultura para lasmasas es que nos incita (en casi todoslos niveles intelectuales) a arrojar nues­tro entusiasmo como vasos de papel. Loscambios del gusto que antes necesitabande una generación para efectuarse, ahorase realizan en un fin de semana. Hoy lascosas sólo existen para ser reemplazadas,y nada nos parece más caduco que ellibro que ayer era el más bien vendido,

Los intelectuales que celebran el mí­tico renacimiento de la cultura para lasmasas le conceden gran valor a una cosasuperficial; pero sus más severos críticostambién pueden ser víctimas de sus pro­pias fórmulas y lemas.

Una institución como la televisión bri­tánica puede servir de ejemplo para de­mostrar qué complicados .y lentos sonla mayor parte de los cambios culturales.Los cambios y no lo estable son los queprovocan las noticias, pero lo que ocul­tan los titulares periodísticos es que unasociedad, como cualquier otro orgtlnismoviviente, puede alterar su aparienciahasta llegar a ser irreconocible, y sinembargo sustancialmente permanecersiendo la misma.

-C. V.