Post on 06-Jul-2015
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La idea básica en la comparación de los ciudadanos
del reino con la sal es que ella sirve para preservar.
Del mismo modo, el cristiano, al convertirse en
instrumento para la salvación de otros por medio de
la difusión del Evangelio, ejerce una influencia
preservadora y purificadora en el mundo. Los
discípulos habían de reconocer que la salvación de
sus prójimos era su primera responsabilidad. No
debían retirarse de la sociedad por causa de una
persecución (Mat. 5: 10-12) ni por otras razones, sino
que habían de permanecer en estrecha relación con
sus prójimos.
Es decir, se vuelve insípida.
Sería tan ilógico que el cristiano perdiese sus
características esenciales y todavía fuera cristiano,
como que la sal perdiera su sabor y todavía se la
considerara como sal y se la empleara como tal.
Si los cristianos lo son sólo de nombre, su
ciudadanía nominal en el reino de los cielos se
convierte en una farsa. No son cristianos si no
reflejan el carácter de Cristo, no importa cuál sea
su profesión.
“ ¿CON QUÉ SERÁ SALADA?” Es decir, ¿cómo se restaurarían sus características
esenciales de sal que le dan utilidad? Cuando de la vida de un profeso cristiano desaparecen el amor, el poder y la justicia de Cristo, no hay otra fuente de la cual pueda obtener lo que le falta. Un cristiano nominal no puede compartir con otros lo que él mismo no posee.
A fin de que nuestras vidas sean un "SACRIFICIO VIVO, SANTO, AGRADABLE A DIOS" (Rom. 12: 1), deben ser preservadas y sazonadas con la perfecta justicia de Jesucristo .
" Con Cristo estoy
juntamente
crucificado, y ya no
vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en
la carne, lo vivo en
la fe del Hijo de
Dios, el cual me
amó y se entregó a
sí mismo por mí. "
(GALATAS 2:20)
“Y decía a
todos: Si alguno
quiere venir en
pos de mí,
niéguese a sí
mismo, tome su
cruz cada día, y
sígame.”
(LUCAS 9:23)
“Se aprecia la sal por sus propiedades
preservadoras ; y cuando Dios llama sal a sus
hijos, quiere enseñarles que se propone hacerlos
súbditos de su gracia para que contribuyan a
salvar a otros. Dios escogió a un pueblo ante todo
el mundo, no únicamente para adoptar a sus
hombres y mujeres como hijos suyos, sino para
que el mundo recibiese por ellos la gracia que trae
salvación. “Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres " Tito 2:11. (DMJ)
“Gracias a los méritos de Cristo, todas nuestras bendiciones temporales y espirituales nos son dadas para que las disfrutemos. La salvación de Cristo fue colocada a nuestro alcance para que pudiéramos asirla por la fe, para que pudiéramos entretejer el amor de Cristo en nuestros caracteres, y practicarlo en nuestras vidas, a fin de que pudiéramos ser una bendición para toda nuestra raza. Pero ninguno de nosotros esparcirá luz sobre otros a menos que nosotros mismos hayamos escogido rayos de iluminación divina de la Palabra de Dios. Debemos tener el carácter moldeado a la semejanza del de Cristo, o no podremos ser verdaderos representantes de nuestro Señor.”(REFLEJEMOS A JESUS-10 JULIO)
“Al escuchar las palabras de Cristo, la gente podía
ver la sal, blanca y reluciente, arrojada en los
senderos porque había perdido el sabor y
resultaba, por lo tanto, inútil. Simbolizaba muy bien
la condición de los fariseos y el efecto de su
religión en la sociedad.
Representa la vida de toda alma de la cual se
ha separado el poder de la gracia de Dios,
dejándola fría y sin Cristo. No importa lo que esa
alma profese, es considerada insípida y
desagradable por los ángeles y por los hombres. A
tales personas dice Cristo: "¡OJALÁ FUESES FRÍO O
CALIENTE! PERO POR CUANTO ERES TIBIO, Y NO FRÍO NI
CALIENTE, TE VOMITARÉ DE MI BOCA".
“Sin una fe viva en Cristo como Salvador personal, nos es
imposible ejercer influencia eficaz sobre un mundo
escéptico. No podemos dar a nuestros prójimos lo que
nosotros mismos no poseemos. La influencia que ejercemos
para bendecir y elevar a los seres humanos se mide por la
devoción y la consagración a Cristo que nosotros mismos
tenemos. Si no prestamos un servicio verdadero, y no
tenemos amor sincero, ni hay realidad en nuestra
experiencia, tampoco tenemos poder para ayudar ni relación
con el cielo, ni hay sabor de Cristo en nuestra vida. A menos
que el Espíritu Santo pueda emplearnos como agentes para
comunicar la verdad de Jesús al mundo, somos como la sal
que ha perdido el sabor y quedado totalmente inútil.”
(D.M.J.)
“Hemos de esforzarnos ferviente e
incansablemente para alcanzar el ideal de Dios
para nosotros. Hemos de hacer esto no como una
penitencia, sino como el único medio de ganar la
verdadera felicidad. La única forma de obtener paz
y gozo es tener una relación viviente con Aquel que
dio su vida por nosotros, que murió para que
pudiéramos vivir, y que vive para unir su poder con
los esfuerzos de los que luchan por vencer. ..
…La santidad es una constante armonía con Dios. ¿No nos
esforzaremos por ser aquello que Cristo tanto quiere que
seamos -cristianos de hecho y de verdad- para que el mundo
pueda ver en nuestra vida una revelación del poder salvador
de la verdad?
Este mundo es nuestra escuela preparatoria. Mientras
estemos aquí, nos encontraremos con pruebas y dificultades.
El enemigo de Dios continuamente procurará apartarnos de
nuestra lealtad. Pero estaremos seguros mientras nos
aferremos de Aquel que dio su vida por nosotros.
Cristo abarcó a todo el mundo con sus brazos. Murió en la
cruz para destruir al que tenía el poder de la muerte, y para
borrar los pecados de cada alma creyente. Nos invita a
ofrecernos sobre el altar del servicio como un sacrificio vivo
y encendido. Debemos consagrar a Dios sin reserva todo lo
que poseemos y lo que somos.”
(EN LUGARES CELESTIALES-27 DE ENERO)