Post on 17-Jul-2015
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¡Amelia! ¡Vete a la cama que mañana es el primer día de
colegio y tienes que ir con energía!Ya voy, mamá.
Es que no puedo dejar de mirar las estrellas. ¡Son tan bonitas!
Era una preciosa noche. De esas noches en las que hay tantas estrellas en el cielo que hasta se te
olvida irte a dormir. Eran ya las once de la noche y Amelia seguía asomada a la ventana.
¡Buenos días, chicos! ¿Qué
tal las vacaciones?
Me alegro mucho de veros
a todos. Además, tengo
una buena noticia que
daros:este año
tendréis una nueva
compañera.
¡Hola, Marcos!
Era el primer día de colegio. Amelia llegó puntual a clase y saludó a todos sus antiguos compañeros. Sentada, esperó la llegada de
Marcos, su profesor..
Amelia se alegró muchísimo al oír que iba a tener a una nueva compañera
con la que jugar, la sonrisa se le salía de la cara. Pero cuando Charlotte entró, su sonrisa desapareció y
enmudeció como si hubiera visto un fantasma. Ante ella había una niña muy diferente, Amelia no entendía
nada.
¿Puedo
jugar con
vosotros?
¡No! No sabrías jugar a
este juego.
En el recreo, empezaron los primeros conflictos entre Charlotte y Amelia.
Amelia, Charlotte se sentará a tu
lado para que le ayudes en sus primeros días de cole.
¡No quiero! ¡A los demás no nos ayuda
nadie…! ¿Porqué a ella
sí?
Amelia no podía aceptar a Charlotte. En clase, los conflictos seguían...
Amelia estaba tan tan enfada que le tiró un lapicero a
Charlotte.
Al finalizar el día, Amelia regresó a casa. Estaba rabiosa y enfadada con su profesor. Su cara reflejaba una angustia hasta entonces desconocida para ella. ¿Qué mundo era este que le obligaba a aceptar lo que, en su opinión, era claramente inaceptable?
¿Qué tal el día en el cole?
¡Muy mal! ¡Estoy
enfadada!
Hola Amelia. Me llamo Bombi. He
visto como te has portado con
Charlotte hoy. ¿Por qué lo has hecho? Eso no
está bien. ¡Es que ella es
diferente! ¡Es rara!
Todos somos diferentes,
Amelia, y he venido
a mostrártelo.
Cuando Bombi tocó la cabeza de Amelia, comenzó un viaje por todo planeta.
Amelia se dirigió a su habitación y en ella empezó a descargar su ira. Tiró cosas por el
suelo y, algo más relajada, se sentó en su puff favorito. De repente, a su lado apareció una bombillita, amarilla y brillante como el sol.
Mira Amelia, estamos en China. Fíjate en los ojos de estas
personas. Son
diferentes a los tuyos y a
los de tus amigos.
¡¿Y qué?!
Aquí todos tienen los ojos igual, menos tú. ¿Te
gustaría que te
tratasen como tú
a Charlotte
?
No…
¿Qué llevan puesto esas personas?
Aquí la gente viste
así. ¿Te gustaría que te
ignorasen por ir
vestida diferente?
No…
Bombi y Amelia llegaron a Marruecos
¿Qué pasaría si no tuvieses
amigos porque tu
color de piel es diferente al
de ellos?
¡¿…?!
A continuación, llegaron a Perú.
Amelia cada vez se sentía peor.
¿Cómo te sentirías si al no poder comunicarte con ellos no
pudieras jugar con
nadie?
Para concluir con el viaje, Bombi la llevó a Suiza.
Amelia volvió al colegio y comenzó a reflexionar sobre lo ocurrido en ese maravilloso
viaje que había realizado junto a Bombi.
Y si Bombi tiene razón…
Creo que no he conseguido
nada enfadándome y siendo tan agresiva con los demás,
solo he logrado estar
triste y enfadada.
¡Soy mucho más feliz ahora que
tengo muchos amigos porque
he entiendo que todos
somos diferentes!
Bombi me ha enseñado
que enfadándome no consigo
nada.Además…