Unahistoriasimple deNavidad.

Escrito por RöCIlustrado por Cris García

Kakumen presenta:

Una historia simplede Navidad

Escrito por Roberto Carlos (RöC)Ilustrado por Cris GarcíaEditorial Kakumen

Derechos reservados Kakumen 2013Este libro puede ser compartido libremente mientras que no sealtere su orden ni contenido.

Otra vez Navidad. A Sr. K no le gustaba la Navidad.

No es que le disgustara particular-mente algo. De hecho, todas las luces y decoraciones estaban muy bonitas, simplemente era una época del año que no disfrutaba nada.

Sr. K sentía un hue-co en el centro de su ser, y este hueco em-pezaba a doler par-ticularmente en es-tas fechas.

Esta vez Sr. K decidió tomar cartas en el asunto.

No iba a tolerar más el tener este vacío incómodo.

El primer camino que tomó para llenar el hueco fue comprarse un hermoso reloj con 5,000 funciones que siempre había querido.

En 5 minutos el reloj ya lo había aburrido y el agujero seguía ahí.

Se compró la TV más grande, el videojuego más intenso y tampoco funcionaron.

Se compró un Ferrari. El hoyo permaneció.

Probó hacer meditación, porque leyó que le haría bien.

Meditó y meditó pero solamente se quedó dormido.

El agujero seguía ahí.

Se llenó de cerveza, vino, cognac, sake, mezcal y cuantabebida exótica se encontró.

Esto lo hizo sentir mareado y con ganas de vomitar, pero el agujero seguía ahí.

Sr. K se sentía cada vez más frus-trado. Y el hoyo seguía creciendo.

Probó trabajando 25 horas al día. Ahora se sentía cansado y con un agujero.

Probó manejar a toda velocidad. Gritando. Sin camisa.

No hubo mejora.

Intentó hacer cientos de ejercicios, carreras, pesas.

El agujero seguía ahí.

Vendió su Ferrari.No hubo suerte con el agujero.

Tomó caldo de pollo.

El caldo se tiró por el agujero.

Regaló todo su dinero. Ahora estaba sin dinero, con deudas y con un agujero en el pecho.

Cierto día, su nivel de deses-peración fue tanto que tomó un cuchillo y se cortó el agujero.

Pero el agujerosolamente se hizo más grande y doloroso.

Sr. K no pudo más y se sentó. Por primera vez se dejó invadir por el dolor de este hueco en su pecho, en lugar de luchar contra él.

Sentado, con los ojos cerrados, se preguntó una y otra vez:

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

Algo hizo clickadentro de Sr. K.

Esa era la pregunta:

¿Por qué?

¿Por qué hago todo lo que hago? ¿Por qué trabajo? ¿Por qué me esfuerzo?

Se dio cuenta que una razón importante era su familia.

Sí, hacía todo ello por su familia.

Vio que su familia siempre había estado ahí, a su lado, queriendo llegar a él, pero Sr. K en su egoísmo y frus-tración no los había dejado entrar.

Abrazó y se dejó nutrir por la gente que le quería.

Sorprendido, vio que el agujero en el centro de su ser se había reducido muchísimo.

Solamente quedaba un pequeño hoyo, en el mero centro.

Con más esperanzas, se preguntó: ¿Qué es este hoyo? ¿Qué es lo que falta?

Cerró los ojos y miró al cielo. Ya entendía qué era lo que faltaba para estar completo.

Dar gracias.

Le faltaba agradecer a aquelque algunos le llaman Dios, otros Alá, otros el Gran Ser, el Universo, la Inteligencia Suprema y cientos de nombres más.

Dar gracias simplemente por estar vivo. Por tener una familia. Por vivir en un país en paz. Por tener un trabajo. Por tener amigos. Por poder caminar. Por tener salud.

Dar gracias por todas las cosas pequeñitas.

Por las sonrisas.

Por un helado.

Por los pequeños cambios en la rutina.

Por poder llenar sus pulmones con el aire fresco de la noche.

Y, así de simple, el hoyo en el corazón del Sr. K desa-pareció.

Cerró los ojos de nuevo y suspiró con una sonrisa.

Comprendió que la Navidad es un tiempo de reflexión, para reencontrarse con lo que realmente importa, para cerrar los agujeros que se hacen en el corazón.

Gracias por leer esta pequeña historia. Si encuentras a alguien con un agujero en el corazón, compártele este libro, quizás le sea de uti-lidad.

Feliz Navidad.

RöC

Este libro fue escritopor Roberto Carlos (RöC),inspirado en historias, metáforas y sentimientos recogidos durante muchos años.

Las magníficas ilustraciones fueron hechas por Cristina García

Gracias a ti por ser parte de nuestra historia.