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MATERIA: Tecnologías de Información y Comunicación.
DOCTOR Octavio Islas Carmona
ENSAYO FINAL: Experiencia docente:
“El camino de una vida”
ALUMNANallely Marisol Nute Marín
Toluca, México, octubre de 2014.
Los cimientos de mi formación
A lo largo de mis 28 años de vida, recuerdo que siempre ha persistido el sentido de la
mejora y la superación personal dentro de mí familia, mis padres docentes por formación,
han inculcado desde mis primeros años escolares ubicar y reconocer la importancia de ser
alguien en la vida y así lograr obtener un trabajo estable que me permitiera poder solventar
mis propias necesidades, económicas, alimenticias, etc. Ser alguien en la vida como mis
padres a cada momento me lo recordaban.
Sin embargo a lo largo de mi formación mis primeros años encaminaba mi vida a ser
docente, la idealización era constante hasta el momento de enfrentarme con experiencias
diversas que poco a poco fueron influyendo de tal manera que cambiaron mis ideales
docentes, la presencia de la tecnología se convertía en mi mayor interés, con ello intentaba
defender mis ideas ante mis familiares, tratando de poder realizarme como persona con algo
que a mí me interesaba y a su vez lo disfrutara.
El tiempo fue avanzando y poco apoco llegue a mis 17 años, una de las etapas complicadas
para mí ya que tome la decisión que marco mi vida. A pesar de las diversas dudas que en el
momento fueron, las ideas e influencias de mis padres quien por su experiencia en la
profesión, las bondades que en ese momento se presentaban, la elección de mi vida ser
docente.
A pesar de que la docencia no fue mi primordial objetivo intente esforzarme y dar lo mejor
de mí, y así como todo presente se va marcando con el pasado. Comenzó una etapa que
con muchos esfuerzos eh tratado de comprender y sobretodo entender.
Al concluir mi formación docente a nivel licenciatura en la Normal No 3 de Toluca, mi
experiencia paso a un segundo término la asignación de una plaza, cuestión complicada ya
que de 80 compañeras de formación, la asignación de trabajo fue en dos momentos, por lo
cual para mí fue muy valioso contar con un nombramiento que me permitía ejercer la
docencia en el nivel preescolar a pesar de las distancia y las condiciones que comenzaba a
vivir.
Fue difícil enfrentarme a las nuevas políticas educativas las cuales comenzaba y trataba de
comprender, y así fui adentrándome al ambiente educativo. La primera institución a la
cual fui asignada con nombre J.N. Felipe S. Gutiérrez ubicada en el municipio de Ecatepec
de Morelos, se convirtió en el camino a mi destino, ya que al llegar y esperar que me
asignaran un grupo mi respuesta fue rechazada ya existía exceso de personal y no había
espacio para mí, por lo cual recurrí a las instancias que apoyaran a reubicarme a una
escuela, sin embargo recuerdo muy bien que cuando me asignaron la segunda institución
educativa mi estado emocional era de total alegría, ya que era una escuela unitaria, donde
fungiría de todo, como directivo, docente, intendente etc.
La idea me parecía muy interesante y más al recordar los procesos que fui conociendo en
mi formación docente, comencé a pensar que sería yo quien podría comenzar un buen
cambio en un lugar tan productivo como esa escuela.
Sin embargo la realidad se fue acercando, al visitar la escuela ubicada en el municipio de
Axapusco, yo acompañada de mis papás, enfrentándonos a un lugar despoblado, al cual por
más que camine y toque puertas fue difícil encontrar a alguien. Las circunstancias de la
comunidad eran pobres, la gente tenía que salir a trabajar y por ello dejaban sus casas
deshabitadas. Sin embargo y a pesar de ello yo sabía que la población era pequeña y estaba
decidida a enfrentar el reto, eso era parte de mi ideología y no contaba con las decisiones de
mis padres quienes ante todo buscaban mi seguridad al tratar de vivir en un lugar apartado
de ellos.
Esta idea me duro solo un día ya que el temor de mis padres hizo que buscáramos los
apoyos para poder cambiarme de escuela, esto fue un proceso de conjetura de sentimientos,
tanto de mis padres como míos, en ese momento no pensé que tan duro pudiese ser
encontrar el lugar idóneo para trabajar, estas cuestiones administrativas me desanimaron
mucho. Son procesos que aún no comprendía, y poco a poco después de dos días el
movimiento de cambio logro realizarse, me asignaron a una plaza real en el jardín de niños
Manuel Rodríguez Estrada, ubicado en la colonia Alfredo Bonfil, perteneciente al
municipio de Naucalpan.
Esta ocasión mi labor docente comenzaba a desempeñarse, no me importo que trabajara en
turno vespertino ya que el clima laboral era muy favorable, comenzando por la directora
siempre con actitud positiva tratando de motivar a las docentes, la creatividad para
organizar la institución, el trato cálido con los padres de familia, la extensa comunicación
con las docentes en todo momento. Esta primera experiencia fue muy buena ya que de las
seis docentes cuatro éramos egresadas de normales, lo cual permitió un trabajo muy bueno
y productivo.
Asumí la primera responsabilidad grande en la vida, mis alumnos de segundo grado del
nivel preescolar, los cuales me brindaron muchas experiencias buenas y de las cuales
comencé a formarme como profesionista ya que al enfrentarme a la realidad fue un juego
que nunca había conocido el hecho de organizarme para realizar una junta con padres de
familia, poco a poco ir demostrar que el trabajo con los alumnos es valioso y debe ser
reconocido.
Cada día se tornaba gratificante cuando recibía el cariño de los niños, estas muestras de
cariño me hacían recordar el hecho que a pesar que no fui docente de vocación seria
docente capaz de realizar mi trabajo lo mejor que pudiese. Y así fue este año me enseño
como seguir en el camino de la docencia, hacer productiva mi vida y no dejar de lado mis
aspiraciones personales.
Al concluir este grandioso año de trabajo las condiciones sociales no eran muy buenas en la
colonia, las cuestiones de inseguridad se acercaba más al lugar de trabajo por lo cual
busque un cambio de adscripción tratando de resguardar mi integridad como persona, esta
decisión fue difícil ya que contaba con el aprecio de las mamás y de los niños, sin embargo
lo hice.
La primera experiencia laboral me permitió reconocer que es importante reconocer el
proceso de formación en una escuela normal, sin embargo no se compara con la realidad,
comento esto ya que la teorización es buena y se debe poner en juego dentro del aula, sin
embargo las condiciones reales de trabajo son las que se den enfocar con claridad a los
estudiantes. No discrimino nada que este año me favoreció para reconocer realmente cual
era mi papel como decente.
Mi segundo año de trabajo lo realice en la zona j069 del municipio de Almoloya de Juárez
en una comunidad netamente rural la cual tiene por nombre San Agustín las Tablas, en el
jardín de niños Federico Froebel , escuela unitaria, que solo cuenta con dos aulas, y un área
de sanitarios y un área de juegos. Pues bien al llegar a esta escuela recordé mi intención por
sacar adelante una institución en bajas condiciones, y lo intente, mi papel como docente
frente agrupo con dirección comisionada, me enseño a reconocer la otra parte educativa, la
influencia de las cuestiones administrativas y el equilibrio con las circunstancias formativas
y educativas de los alumnos. Sin duda fue un proceso en el cual me involucre para la
mejora de los niños y de la escuela.
La comunidad no contaba con todos los servicios, y se consideraba comunidad de mujeres
ya que los hombres por las condiciones de las mismas salían a trabajar a otros lugares este
ejemplo como directivo me ayudó mucho, ya que el apoyo de las madres siempre estuvo
presente a tal grado que lo único que les interesaba era la mejora y el aprendizaje de sus
hijos.
En esta comunidad aprendí la importancia del liderazgo que los papás le reconocen a los
maestros y la influencia de este en las madres de familia. Un lugar donde la familia es lo
más importante y sobre todo la disposición hacia todo, a pesar de los pocos recursos con los
que se contaban, el tener todo no implica ser el mejor.
Sin embargo en este proceso de cumplir con lo que poco apoco me gustando, me dejo
experiencias gratas el hecho de salir montada en caballo a falta de transporte, realizar
actividades reales en contacto con la naturaleza, buscar muchas formas para obtener ayuda
y hacer lucir una buena escuela, son cosas que me dan gratitud haber logrado.
No es que lo bueno se tuviese que terminar, los miedos comenzaron a surgir y la carretera
que me llevaba a la escuela era muy peligrosa, la cuestión de viajar sola y estar en angustia
a todo momento de lo que pudiese pasar decidí nuevamente buscar mi cambio, esta vez las
cosas se notaban más complicadas por lo que tuve que insistir por mucho tiempo, hasta
lograrlo. Y otra de las escusas importantes por lo que lo hice fue que en este año existían
muchas ideas que me motivaban a superarme por lo cual decidí estudiar la maestría en
docencia, mis ideas siempre fueron intentar ser mejor que el día anterior. Estas ideas me
exigían tiempo lo cual por el rol que jugaba en la institución no me lo permitía.
Así la tercera escuela en la cual trabaje perteneciente al Municipio de Zinacantepec, en un
inicio fue gratificante para mí llegar a esta escuela ya que en mi formación había realizado
mis prácticas y eso me motivaba para seguir echándole ganas.
Sin embargo este año comencé a conocer otro tipo de formas de trabajo, las condiciones
eran totalmente diferentes a las que ya había trabajado, afrentarme a una escuela de
organización completa con nueve docentes frente agrupo, directora y subdirectora, personal
de intendencia etc.
El estudiar no era el hecho de querer transformar a mis compañeras, sin embargo yo
observaba las cosas de otra manera tratando de aprovechar todo con lo que contaba la
escuela, de tal manera que fuera productivo para los niños. Mis ideas de intentar
transformar algunas cosas me obstruyeron por completo, al grado de frustrarme y no querer
ir a trabajar.
Es difícil trabajar en un lugar donde las compañeras por mucho tiempo siempre han
realizado lo mismo, el sentido del cambio era una cuestión que se les complicaba mucho ya
que se resistían aceptar ideas nuevas. Esta escuela era un claro ejemplo del poder de las que
llevaban más tiempo en la escuela, lo cual a pesar que yo trataba de involucrarme me
encajo en sus ideas y el sentido de mi profesión lo estaba dejando de lado.
El ejercicio del autoritarismo en el campo educativo muchas veces es abusado y poco
comprendido, la autoridad directiva mostraba solo el ejercicio de absolutismo evitando
aceptar cualquier idea de mejora, esta ocasión el ambiente laboral no era muy sano y de
alguna manera se veía reflejado en los padres de familia.
Este año fue cuando conocí que es un problema con padres de familia, las condiciones de la
comunidad eran más abiertas tenían mayor contacto con la ciudad lo cual les daba o se
sentían con el derecho de exigir, no es malo solo que el sentido de los valores no se veían
presentes. El hecho de tratar de solucionar un problema con padres de familia es una
acción netamente retadora, me enfrente a un ejercicio de reconocer antes que como docente
frente a grupo a mí misma como persona, que cuenta con valores e ideologías de respeto
hacia los demás ya que el hecho de ejercer una profesión no implica que no sintiera el
sentido del reto al solucionar problemas en el trabajo. El tratar de buscar las palabras
correctas al dirigirme a los pares fue una acción de autocontrol, ya que aprendí que en un
problema siempre debe existir la parte prudente y tolerante par aquedar en las mejores
circunstancias.
No siempre todo es bondad y dulzura, considero que este tipo de situaciones que se
presentaron me enseñaron a seguirme formando como docente frente agrupo, ya que
realmente el sentido del deber ser, debe permear en todo momento, no perder de vista cual
es el papel de cada uno de los actores de la educación reconociendo las responsabilidades.
Los padres de estos días se sienten con el poder de hacer y deshacer con los profesores todo
lo que se les ocurra, no estoy encontrar siempre y cuando exista un sustento real que así lo
permita.
Durante este año concluí la maestría, lo cual era un logro más en mi vida y un beneficio en
mi trabajo. Me costó mucho sobre salir con esto y mantenerme hasta concluir el ciclo
escolar, ya que de alguna manera yo debí pertenecer a un grupo dentro de la escuela para
evitar perjuicios en mi trabajo. Ahora me pregunto cómo fui capaz de llegar a ese grado sin
realmente obtener nada.
Se trata de trabajar no de disimular que se trabaja. Esta escuela me enseño como debo
actuar como docente y lo que no debo hacer, desafortunadamente cuando se cae en el
confort no se vas haya de lo que no quieren ver. No es crítica, simplemente agradezco lo
que viví este año ya eso me enseño me anticipo como actuar en la siguiente institución.
El sentido de adquirir otro tipo de conocimientos a lo largo de un trascender docente, me
fue formando de tal manera que considero que comencé a reconocer la realidad de la
docencia, la influencia que esta tienen en la vida de los a lo largo de un ciclo escolar y que
talvez sea una marca importante para su vida.
Así posteriormente al analizar el clima laboral y las condiciones reales de trabajo, decidí
nuevamente buscar mi cambio ya que esto no era lo que yo creía, fue desilusionante para
mi percatarme de una realidad que no era con la cual yo me había quedado de estudiante.
Sin embargo y a pesar de ello retome cosas positivas que en algún momento las
compañeras de trabajo me lo compartieron, pues bien no todo es malo solo hay que saber
aprovechar las oportunidades.
Posteriormente mi siguiente trabajo es en el municipio de Zinacantepec, relativamente
laboro a 15 minutos de mi comunidad al lugar de trabo, lo cual me ha permitido poder
reconocer nuevos espacios y nuevas formas de comprender mi labor docente.
Esta institución ubicada en el centro de la comunidad, cuenta con todos, los servicios y es
caracterizada de organización completa cuenta con nueve docentes, directora, subdirectora,
promotores e intendentes. Esto me ayudo ya que tenía un antecedente de cómo se trabaja en
escuelas de organización completa, sin embargo a pesar de ello las condiciones de trabajo
se tornaron totalmente diferentes, en esta escuela llevó laborando cuatro años de los cuales
he aprendido a fortalecer mi compromiso en la docencia.
El ser parte de una institución que cuenta con todos los servicios y apoyos, me permitió a lo
largo de los dos primeros años de trabajo involucrar de lleno en todas las actividades,
siendo mi desempeño uno de los mejores que había notado, para mí fue productivo realizar
actividades en las cuales los padres de familia y los alumnos me apoyan para su ejecución,
sin embargo la motivación y el desempeño no siempre fue el mismo.
En cierta etapa de mi proceso laboral, las condiciones de trabajo fueron cambiando y la
influencia de las políticas educativas se fue involucrando, el hecho constante de los
conflictos entre los directivos y el cambio frecuente entre los mismos, desequilibro a la
institución. Y las exigencias de las diferentes autoridades, el abuso excesivo de programas
que obstaculizaron el trabajo con los alumnos, etc.
Las acciones dentro de la organización institucional modificaron muchas cosas, entre ellas
la imposición de muchos actos represivos a tal grado de sentirme envuelta, sin entusiasmo.
Por lo cual mi desempeño fue decreciendo, el compromiso no era el mismo, mi acto de
conformidad no era congruente con la persona que era. En ese momento yo sabía que
requería de una trasformación pedagógica que me permitiría sobresalir y no quedarme
estancada.
En este momento de la vida educativa trataba de recuperarme, evitando ser parte de un
conformismo laboral. Los alumnos de nivel preescolar requieren a una docente equilibrada
emocionalmente capaz de poder transmitir los conocimientos necesarios que requiere un
alumno de nivel preescolar, de acuerdo al grado y la edad, por lo cual de nuevo trate de
motivarme con ayuda de los alumnos para seguir desempeñando esta labor educativa, que
además de ser maestro me ha enseñado que soy parte de los niños como su amiga y
confidente.
Cuando uno trabaja con personas es un acto de compromiso profesional el cual se debe
asumir, ya que comprendí que no debo dar gusto a las autoridades sino a mis alumnos. Por
ello, manejo la importancia del equilibrio como persona, esto me permitió recuperar el
desempeño que había mostrado en algún momento.
El reconocimiento con el sentido de la docencia
Debido a diversas actividades en las cuales yo me veía inmiscuida, durante mis tardes
libres, a inicio del tercer ciclo escolar me vi beneficiada obteniendo algunas horas de
trabajo en nivel superior especialmente en la licenciatura de educación preescolar, esto dio
un cambio radical a mi vida ya que a pesar de las diversas contrariedades con algunos
compañeros de trabajo, logre estar ahí.
Este cambio fue una acción sumamente retadora, ya que mi desempeño tan disparado de
trabajar con alumnos de entre 3 y 5 años y posteriormente enfrentarme a alumnas de 17 a
20 años es realmente un gran reto, decidí asumir.
Analizando los procesos por los cuales ya había trabajado decidí enfrentar el reto, en primer
lugar por las cuestiones de cumplimento administrativo dentro del preescolar y
posteriormente por la organización de clases en el nivel superior. Sin duda la envidia fue
detonante dentro del nivel preescolar lo cual de nuevo me hizo enfrentar a situaciones
conflictivas sin sustento lógico, la falta de tiempo para cumplir con las reuniones
académicas detuvo mis relaciones afectivas con las compañeras docentes y solo me ha
permitido involucrarme en las cuestiones neta mente académicas. Esto no es más que los
obstáculos que debo seguir aprendiendo a superar.
Por otra parte el recibimiento de algunas de las compañeras de trabajo de la normal que
anteriormente habían sido mis maestras fue motivante y productivo, la aceptación fue parte
esencial para reconocer que muchas cosas se pueden lograr cuando se persiste en un
objetivo.
Sin embargo la transformación docente comienza desde uno mismo, y este nuevo trabajo
dentro de mi experiencia docente me permitió recordar la valía que tiene la formación y
sobre todo la vinculación con la realidad, situación que con anterioridad yo buscaba. Me
pareció pertinente poder vincular la teoría que marcan los programas de reforma y la
realidad que se vive en educación básica.
Estas curiosidades son las que a menudo tanto solicitan las alumnas, las exigencias que en
nivel superior se manifiestan y la realidad que se vive. Mi práctica docente se sigue
enriqueciendo y más cuando observo la inquietud de las chicas por querer transformar el
ámbito educativo. Me voy convenciendo que el nivel superior tiene bondades y buenos
elementos que se deben ir encaminando al nuevo reto que enfrenta la educación.
Considero mi labor docente como un proceso de vida que poco a poco se sigue
descubriendo, va creciendo a tal manera que las experiencias me lo van permitiendo. Es sin
duda que me encuentro en una reflexión en la cual analizo los niveles educativos en los que
me desenvuelvo, y tengo un gran labor que realizar, por un lado los pequeñitos a los cuales
les debo brindar las herramientas necesarias para marcar su vida escolar, emocional y social
y por otro lado, el detectar las dificultades, el ser moderadora en los procesos de
aprendizaje de las alumnas de nivel licenciatura. El inicio y la culminación de una
formación inicial.
Esto es un arduo trabajo que he orientado gracias a todos los docentes que se han
involucrado en mi formación, ya que de cada uno se aprenden cosas nuevas, las exigencias
personales se convierten en retos y mi formación docente sigue en proceso, ya que siempre
he pensado que todo docente nunca deja de aprender, las sociedades cambian, las
necesidades se vuelven distintas y los alumnos cada vez son más hábiles.
Así mismo a todas personas que son parte de mi formación docente, ya que los logros y las
dificultades presentadas solo han servido para un solo propósito, seguir creciendo como
persona y como profesional que soy. Porque aún queda más por seguir aprendiendo.
Un niño puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar
siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
Paulo Coelho