UNIVERSIDAD DE MEXICO
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ENEBROSA es la piedra ymuerta como su naturaleza",proclama, pesimista, Frobe-nius. No obstante, cotejando
las huellas de las grandes culturas, argüimas nosotros que la piedra ha constituído la palabra de éstas, y ha sobrevividoal tiempo con su invencible idioma mineral.
Lo que en la piedra es majestad, arquitectura y expresión de grandeza, tórnase en la cerámica -lenguaje. asimismo, de las culturas- en voz íntima, enfrágil sílaba de arte, en tono menor.
La piedra y la cerámica fueron los primeros testimonios del laborar del hombre, y su mensaje más firme 'en el arduoitinerario de la humanidad.
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Historia y del actual gobernador del Estado, licenciado Agustín Yáñez. y se hahecho realidad el Musco H.egional de laCerámica . .Allí se está logrando e tablecer los Cjue serán la Galería y el Tallerde las mejores obras y de los más capace' artesanos del Occidente de México.
Se imponía la necesidad ck una institución de esta naturaleza.
La trad ición que en ma tcria de eL'!":'!
mica posee Jalisco alcanza una cro::o'oO'ía plurisecular. En realidad, la historia" . I -jalisciense se conoce tan solo en os ano'inmediatos al advenimiento español. Sinembargo, atenidos a las prueba' de la cerámica regional, se puede concluir, sintemor a g-randes errores en tiempo. CjUl'ésta clat:! 'desde el sig:o [11 ele la ':ra cris-
EL MUSEO DE TLA~UEPA~UEPor Ra111,ól1 MENDOZA MONTES
EL Museo Regional de la Cerámica
N o en vano la cerám ica y las al fa rerias regnícolas de América representaronetapas importantes de un arte que fuéreflejo y trasunto de la organización social que le diera vida.
. . . En todo ello se piensa cuando serecorren los portales de lo que ya es elMuseo Regional de la Cerámica, en SanPedro Tlaquepaque. El propósito 'para dque fué construído, la ambiciosa labor social que desde ahora desempeña, obligana pensar en eso y en algo más.
CERÁMICA: TESTIMONIO HISTÓRICO
En nuestro país, desde el horizonte delas culturas más remotas, la cerámica cspresencia ritual y fruto artístico capaz deincalculables revelaciones. Los olmecas,manipuladores de gigantescos basaltos yde finísimos jades, nos han legado figuras escultóricas que exhiben una bellezaque difícilmente admite parangón aunentre las creadas por las grandes culturasceramistas de la antigüedad.
En sus pequeños rostros de oblicuos,vivaces ojos, se ha pretendido encontraralegorías de divinidades relacionadas conla alegría y el amor; pero en realidad ,10
son sino representaciones humanas de unaeuforia de vivir que en la actualidad nosparece insólita.
La cerámica maya es fundamental como expresión creadora de un arte singular. Su gestación se extiende hasta lapremaya holmul, pero su vivacidad histórica prolonga su importaoia hasta laépoca contemporánea, en la que las cstatuillas de Jaina admiran con un prodigioso ejemplo del más bello de los realismos plásticos: el realismo facial.
En el Valle de México, tal vez la másantigua cerámica corresponda a Teotihuacán, donde sus rasgos espléndidos vienen a ser una ele las más destacadas manifestaciones artísticas de los indígenas.Magní ficos son su austeridad formal :vsus perfiles geométricos, partícipes j;:origual en la escultura y la arquitectura.
La cerámica zapoteca -Monte Albánlleva sobre sus sienes los mejores resplandores- nos hereda trabajos plasmados en un barro gris de especial belleza,la antigüedad de los cuales se pierde enlos soles que iluminaron la primera edadde los mayas de Centroamérica.
TLAQUEPAQUE: TIERRA BARRIAL
Si ~n algún lugar de la República seresume el sentid.o de la tradición ceramista de México es en Tlaquepaque, "Jugarsobre lomas de tierra barrial" y orillaalfarera de la capital de Jalisco.
Bajo añejos soportales, a lo ancho depatios solariegos a en rústico mesón improvisado, las seculares, sabias manos delpueblo, defienden v prolongan su pasadoo'enuino en obras de arte admirable.b
Para defender est' pasado y ese al·te sehan integrado los esfuerzos simultáneoselel Institutc Nacianal Indigenista, delInstituto Nacional de Antropología e
tiana. Es, por consiguiente, contemporánea a la de Teatihuacán.
Las cerámicas escultóricas ele ,Jalisco,Colima y Nayarit son proyección y simbolismo del espíritu religioso que las anImó, espíritu que estuvo as~ntado substancialmente en un culto majestuoso a lamuerte. En ellas existe una notoria prt'ocupación por rt'producir los ra gas físicos de las personas muertas, ya comoequivalentes del ser inanimado o a modode mágica perpetuación.
Según el autor de la obra :'Arte pr~
colombino de México". la Ceral11lCa OCCI
dental del país no es un arte "que se entrega a los dioses sino gu~ ~t· Jc~ opone,que lucha con fórmulas magKi\. -escul-
. :. instalado en tina solemne, bella casona . ..
XVIII. La austeridad exterior se completacon la de las 'arquerías interiores de unpatio excepcional. La cas.ona, al igual queun terreno lateral, han sido cedidos por elgobernador del Estado, licenciado Agustín Yáñez, con un propósito fijo: que ahíse estableciera el sitio inicial de lo quedeberá producir la liberación del ::trtesanado.
Con las inversiones del Instituto N acio- ~.
nal Indigenista y del Instituto Nacionalde Antropología, se han reparado y adaptado,. dentro de las posibilidades de la albañilería actual, los cuartos interiores V
los pasillos y el maderamen de los techos,hasta poner en condiciones de servicio elviejo edificio colonial. -
El objeto es el mismo: elevar la condición social, familiar y personal de '~odos
aquellos que han hecho de la cerám1ca suoficio, su tradición y su rango.
La tarea no es fácil. De acuerdo con informes de primera manci, puede calcularse en 50,000 el número de personas que,entre jefes de familia, mujeres y niños,dedican por completo su actividad a laalfarería. .
y de creer lo afirmado por personasconocedoras de la región, habremos deaceptar que son n~ menos de 1,000 lospueblos y pequeños núcleos de poblaciónque reciben toda su influencia cconón1ica del trabajo alfarero.
Son iil frahumanas las condiciones ::IC
tuales .en que la gran mayoría de artí ficesrealizan su oficio. Los métodos más rudiníentarios son utilizados por el'os para .lleva·¡- a cabos~,obr~. Los ~istel11as de t~ituraCión de .barrQs, de. moldeo, de hornroy ac<\bado n'o p1,1eden considerarse, .sinocomo apenas medio paso adelante. de losmétodos ·primitivos..
Las llluje¡:es y los niños' -en particu~
lar- sufren los graves inconvenientes deun oficio por naturaleza fatigoso. Porque
(Pasa a'la pág. 32)
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LIBERAR AL ARTESANO
Una vez obtenido el punto se mold~ elbarro a discreción y perfección. Surgeentonces un dilema, imposición de nuestro tiempo: si se trata de realizar unapersonal obra de arte, el moldeo lleva horas y horas de acuciosa tarea; si, por elcontrario, sólo se pretende satisfacer unaexigencia comercial, los tornos de producción y los moldes prefabricados inician su monótono rendimiento en serie.
Es innegable que la brocha de aire ylos métodos de "stencil" han dejado sentir su presencia en el trabajo alfarero deSan Pedro;' pero es innegable tambiénque el silencio admirativo se dirige a lasmanos de los que -en arte y pacienciahacen su oficio conforme a los métodosrudimentarios y tradicionales.
De los moldes o de los dedos creadores y artífices, el barro, hecho ya formay figura, entra a los hornos. Un fuegoincesante lo quema y consolida por espacio de ocho o diez horas, hasta que salecen destino al teñido y esmaltado.
Si el barro es el cuerpo de la figura,la pintura y el esmalte son su espíritu.Las tintas maravillosas -verdaderos cuaedros impresionistas y folklóricos logradosen las superficies- se adhieren al barroíntimamente. Ningún extraño ha podidoreducirlas a fórmula. Los procedimientosp_ara el uso de los colores son especialesy se mantienen en secreto, al alcance tansólo de las gentes del oficio; bajo el dominio de los habita;1tes de la capital cerámica' del occidente de México, San PedroTlaquepaque, eh donde para conservar,dirigir y superar un gni.ndioso pasado artístico, se ha instalado el Museo RegiOlialde la Cerámica.
El Museo ha sido instalado en una solemne, bella casona, que conserva todoslos rasgos coloniales de fines del siglo
SANGRE ARTESANAL
BARROS DE ALFARERÍA
Una demanda mercantilista en ascenso ha motivado la división de trabajos yha clasificado a los artesanos de la contemporánea cerámica jalisciense en cuatro ramas: escultores, vaciadores, quemadores y pintores.
Como en las corporaciones de la altaEdad Media, las especialidades van heredándose familiarmente y son timbre deorgullo, de generación en generación, yestímulo para la conservación de lo quepudiera' conside'rarse una "sangre azulartesanal" .
L.a liga es perfecta: hombre y barro sontérminos indisolubles, inseparables. .
El proceso de elaboración se inici::tcuando el terrón de barro es molido y 'triturado hasta quedar reducido a 'polvo, 'j)ormedio de piedras cómodas'; en seguid~ elpolvo se amasa con agua hasta que el barro "toma su punto", lo que, además deun exacto conocimiento del oficio, requiere la experiencia y la pericia de un catedrático sin rival: el Maestro en Barros.
turas-' para perpetuarse; un arte rebelde a los dioses, un arte prometeico, es decir', un arte profundamente humano".
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Es del siglo XVI una cita encantadora,por sencilla y elocuente, y por ser todoun tratado de alabanzas sobre la calidadde los barros de! occidente mexicano:
" ... Tiene Tonalá (comenta la graciaepiscopal de un cronista) minas de un barro tan especial, que en todo el mundo nolo hay semejante; y por eso en todo él sonmuy estimados sus búcaros, tinajas, cántaros, alcarrazas, tibores, picheles y diversas figuras de anima~es grandes y pequeños, tan pulidos y perfectos que enmuchas partes de Europa, las señoras lostraen por dijes; tan suaves al olfato y algusto que se aplican por lo común lasmujeres a comer dicho barro, que enpolvo suelen cargar en cajuelas ...
"Y si se les echa agua a las tinajas, ymás en tiempo de verano, despiden talolor que incita a las 'mujeres a comer tierra y a los ,hidrópicos a beber; y esto mismo' sucede en Guadalajara, en los primeros aguaceros, con los que rociada la tierra despide olor semejante ..."
La cita del obispo cronista, testimoniando la calidad de las minas de Tonalá, no puede ser desmentida en nuestrosdías.'
Barros singulares permiten y facilitana Jalisco el oficio de su alfarería, admiración de yemas y pupilas nacionales yextranjeras. Los barros, atesorados enlos tajos y vetas de San Martín de lasFlores, El Rosario y San Andrés, son Jlevados para su transformación a San Pedro Tlaquepaque.
Existen cinco c~ases de barro o, pormejor decir, cinco coloraciones naturalesen los barros nativos: el blanco, el gris,el amarillo, el rojo y el plomo, cada unocon una utilidad específica. Así, por ejem_plo, e! gris da fuerza y hace compactaslas masas, y el blanco sólo se trabaja cuando se trata de modelar objetos diminutos.Todos se encuentran en estado naturaly basta un poco ce agua para hacer~os
dúctiles, fáciles, accesibles; pro:¡icios panla tarea alfa rera.
... verdaderos cuad1'os ilnpresl:on·istas y folkló·r·icos ...
(Viene de /a pág. 20)
en la reglOn aifarera de San Pedro trabajan por igual hombres, mujeres y niños.
Si a esto se añade la presión mel'cantilista que exige cada vez más y más producción -la explotación comercial es unode los más reprobables actos que han pesado sobre los artesanos- se puede comenzar a comprender la importancia social del Museo Nacional de la Cerámica.
La función del Museo es, pues, doble:conservar la auténtica tradición de la alfarería mexicana, evitando su corrupcióny decadencia; elevar la condición humana y artística del gran conglomerado arte_san'al en todos sus aspectos y relaciones.
Para ello, el Museo se ha acondicionado también con un doble carácter: el deMuseo estrictamente dicho y el de TallerEscuela de alfa reros.
Siete son, a juicio de su director, 'asfunciones del Museo Regional de la Cerámica: 1) facilitar a los trabajadores lamateria prima y el equipo necesarios paraque puedan desarrollar su economía y desenvolver su sensibilidad artística; 2) reaJizar todo género de esfuerzos y de investigaciones con objeto de ofrecer a lostrabajadores los auténticos métodos y modelos, preservando así la excelencia tradicional y evitando la decadencia de 1.a alfarería; 3) planear y llevar a efecto medidas Ciue impidan que los signos más purosde la artesanía jalisciense caigan bajo lafuerte presión mercantilista que implica-con detrimento de su valor artísticouna demanda comercial, determinada por I
la admiración del turismo nacional y extranjero por los productos de la región;4) desarrollar las características y peculiaridades sensitivas y artísticas de los :1.1fareros nativos mediante la aplicación denuevos métodos y técnicas y la dotaciónde mayores elementos de información yl-r:ejores modelos de inspiración; S) dignifIcar el trabajo regional haciendo llegaral trabajador todo tipo de adelanto industrial -trituradoras mecánicas hornosetc ..-, hasta la medida en qu'e puedal~aplIcarse estas modalidades sin que suframerma la calidad artística; 6) establecerun sistema de compra-venta que, llevadoa .cabo sin ningún interés lucrativo, perl111ta mejorar los precios de los productoselaborados, al mismo tiempo que aumentar la producción. También pretende elMuseo abrir nuevos mercados foráneos enlos que la demanda determine 1111<1 mayorproducción. Es comprensible que, traba-
EuQApEujan?? solos, los alfareros regionales muycltflC11mente puedan extender su campode .acción comercial; y, finalmente, 7)aplicar un sistema de "Créditos revolventes", de acuerdo con el cual el Museoproporcion~ a los trabajadores crédito,materia prIma) equipos y auxilio técnico,en tal110 que -en reciprocidad y comojusto pago-, ¡'ccibe del trabajador piezacerámicas eq~itativamente valoradas.
Tal es, en brevísimos rasgos, la función social que desarrolla el Museo Regional de la Cerámica, de San Pedro Tlaquepaque. Misión social y de defensa básica de un arte que es galardón de pueblerinos inspirados, pero que es, sobre todaslas cosas, la herencia de un pasado cerámico y alfarero que debe protegerse detodo riesgo de decadencia o desapa.rición.
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