Loaiza, S. (2019). Frente de un hogar. [Fotografía]. Imagen propia.
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Caracolí: senda enraizada de lucha por el territorio y tejido de significaciones sociales
Tesis de grado para optar por el título de Magister en Investigación Social Interdisciplinaria
Sindy Yineth Loaiza Moreno
Código 20181057019
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria
Línea de imaginarios y representaciones sociales
Bogotá 2020
Titulo
Caracolí: senda enraizada de lucha por el territorio y tejido de significaciones sociales
Sindy Yineth Loaiza Moreno
Código 20181057019
Tesis de Maestría
Director
Luis Fernando Bravo León
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria
Línea de imaginarios y representaciones sociales
Bogotá 2020
Dedicatoria
Al barrio Caracolí, por su ardua lucha.
A Munasquechay que ha sido fiel compañía en este andar.
A mi madre por su infinito amor y a mi padre por sus palabras de aliento.
Agradecimientos
A la corporación de trabajo comunitario Inti Tekoa, por permitirme participar en el proceso que
llevan cabo en el barrio, a Pacific Flow Star por dar a conocer su proceso, a Fevidi porque llevan a
cabo un trabajo que es digno de admirar, a Taelim-Llam porque mueven la vida de los jóvenes
desde su ejemplo, a la comunidad del barrio Caracolí que me abrieron las puertas de su barrio para
lograr el propósito establecido y al maestro Fernando Bravo por adentrarme en el camino hacia la
comprensión de Castoriadis.
Resumen
Esta investigación se centra en la comprensión de las dinámicas que han adentrado a la
población del barrio Caracolí ubicado en Ciudad Bolívar, a pasar de una lucha por la tierra, hacia la
lucha por el territorio, enmarcado en un ambiente de socialización constante en el que han
intervenido las significaciones sociales creadas alrededor del lugar que comparten las personas,
permitiendo con esto que se abra un panorama en el que se construye el territorio de manera
conjunta, tomando en cuenta la carga histórico-social que caracteriza a los seres humanos, y que a
partir de una potencia creadora logran enlazar con las necesidades de su contexto para con ello
permitir la concreción de procesos sociales emanados desde aquello que tiene sentido y valor para
la comunidad.
Contenido
Introducción ........................................................................................................................... 9
Justificación ..................................................................................................................... 167
Antecedentes de la investigación ...................................................................................... 19
Asociados a referentes identitarios y significaciones sociales. ............................ 201
En relación a la construcción de territorio. .......................................................... 245
En relación a los magmas de significaciones. ........................................................ 30
Ruta metodológica........................................................................................................... 356
Capítulo I ................................................................................................................................... 389
1. Contexto histórico y legal ............................................................................................ 389
1.1 Huellas de la localidad. ........................................................................................... 389
1.2 Consolidación legal de Ciudad Bolívar. .................................................................. 434
1.3 Caracolí… Así lo llamamos. ................................................................................... 456
1.4 Frente a la desigualdad: organización y lucha ..................................................... 545
Capítulo II ................................................................................................................................. 612
2. De la lucha por la tierra a la lucha por el territorio ...................................................... 645
2.1 Se entiende por territorio… .................................................................................. 678
2.2 La capacidad de instituir significaciones sociales ................................................... 723
2.3 Socialización enmarcada en una lógica magmática ................................................ 778
Capítulo III .................................................................................................................................. 80
3. Construcción de territorio en el barrio Caracolí ............................................................ 80
3.1 Los relatos del barrio. .............................................................................................. 845
3.2 Nadie emigra a la ciudad sin traer lo suyo. ............................................................. 889
3.3 Ejercicios comunitarios y de legitimación social. ................................................... 100
3.3.1 Autonomía y separación simbólica del Estado…………………………………...100
3.3.1.1 Trabajo autónomo y sin ánimo de lucro………………………………..101
3.3.1.2 Plantear nuevas formas de emitirse en el mundo………………………101
3.3.1.3 Nuestro gusto por trabajar con niños se convirtió en liderazgo juvenil..104
3.3.1.4 Conformar una agrupación y desarrollar nuestro baile………………...106
3.3.2 Revaloración cultural y afirmación de la identidad………………………………108
3.3.2.1 Nivel de interacción personal e informal………………………………110
3.3.2.2 Nivel de identidad comunitario y de asociación colectivo……………113
3.3.3 Formación de líderes a partir de la autonomía. .................................................. 1156
3.4 Instituir significaciones sociales en Caracolí ........................................................ 1212
Conclusiones ............................................................................................................... 12930
Limitaciones de la investigación ........................................................................ 1334
Referencias Bibliográficas .............................................................................................. 135
Anexos ...................................................................................................................................
Introducción
“América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina”, es así como se podría definir de la
manera concreta lo que significa los pasos andados por el pueblo latinoamericano. Enmarcado en
una serie de luchas y enfrentamientos en los cuales ha primado el ahínco y la tenacidad que ha
recorrido las venas con sangre indígena, en donde los paisajes montañosos y de bajas temperaturas
gracias a la colosal cordillera que atraviesa el continente, adornada por aquel ave que extiende sus
alas para cubrir como una madre a sus hijos, han sido testigo de arduas luchas desencadenadas por
el pueblo latinoamericano.
Es de esta manera, y sin desconocer las acciones libradas en antaño, como se pretende
realizar un homenaje a las constantes e incesantes formas de organización y trabajo conjunto que se
han llevado a cabo en la historia del pueblo colombiano, el cual mantiene vivo en sus raíces la
pasión emanada de sus antecesores. Así, ideales impuestos por los conquistadores españoles, y
luego institucionalizados, como las formas de explotación de la mano de obra a través de la
encomienda, la mita, los obrajes; la imposición de las lenguas europeas; los procesos de
evangelización y la implantación de una idea de “nación” europea y moderna, entre otros, ha sido el
prolegómeno a la creación de mundos que respondan a las necesidades y a la época de las personas,
siendo así, un trabajo constante de liberación frente a las formas de imposición.
Dicha acciones de sometimiento y sus consecuencias, han sido la inspiración a la cual se ha
aferrado comunidades indígenas, campesinas, obreros, entre otros, que movidos por un ambiente de
incertidumbre han sabido responder a las condiciones que les ha impuesto el contexto y actuar
frente a estas conjuntamente.
Por tanto, se plantea el siguiente problema para abordar el intereses de esta investigación,
tomando en cuenta que la consolidación de las zonas urbanas en el territorio colombiano, ha sido un
proceso en el cual han incursionado de manera relevante las comunidades campesinas, las cuales, a
pesar de sufrir desavenencias a lo largo de la historia, han estado inmersas en las actividades
cotidianas que caracterizan a las ciudades, siendo un pilar importante en su crecimiento continuo, y
haciendo frente a las situaciones de dominación, de este modo, al estar sometidos continuamente a
situaciones de humillación y falta de condiciones dignas en cuanto a propiedades materiales, han
sabido llevar a cabo procesos de resistencia (Scott, 2000) que pueden verse reflejados en las formas
de organización que han librado. Esta situación se desencadena, entre otras razones, porque ha
predominado un modelo de hacienda, que se originó en la época de la colonización y que se
expandió de manera acelerada.
Esta forma de división de la tierra, llevó a que, en el mejor de los casos, los campesinos pasaran
a ser arrendatarios, profundizando una situación de desigualdad social, que dirigió a otra gran parte
del campesinado a ubicarse a la orilla del camino, en chozas, contra las cercas, arrinconados en las
laderas de los latifundios que pertenecían a los terratenientes (Loaiza y Orjuela, 2014), agudizando
así las condiciones de vida. Dicha situación se complejiza por la fuerte presencia de la industria que
se evidencia entre el año 1922 y 1929, creando una afanosa migración hacia las ciudades.
Así mismo, a partir de la época de la “Bonanza cafetera” se da una avanzada importante de la
colonización campesina en tierras baldías, y con ello la tensión por la poca existencia de títulos de
propiedad y el interés de los campesinos por sembrar en las zonas que habían sido destinadas para
pancoger o aquellas que consideraban deshabitadas; esto, se agrava con la sentencia de la Corte
suprema en el año 1926, que obligaba a los hacendados a presentar títulos de propiedad (Molano,
2015). Esta problemática desencadeno enfrentamientos en diferentes lugares de Cundinamarca,
Santander, Huila, Valle, Tolima, entre otros, con el fin de impedir el despojo de las tierras.
Este descontento nacional, se vio acompañado por la llegada de una ideología socialista que
estaba teniendo auge y contundencia en Asia, y que arriba a Colombia a partir de la organización
gestada por el movimiento obrero, quienes fortalecieron sus bases con transportadores del río
Magdalena y la red ferroviaria, desencadenando con esto un enfrentamiento directo a lo que se
conocía como Hegemonía conservadora y sus políticas de desigualdad, que afectaban en mayor
medida a los indígenas campesinos y obreros. Posteriormente y como medio para enfrentar los
regímenes laborales impuestos, los campesinos ven en las organizaciones resultados que pueden dar
solución a sus necesidades, de esta manera de acuerdo con Molano (2015) la Ley 83 de 1931 da
inicio a la consolidación de asociaciones campesinas que se ligaron al Partido Comunista.
Como forma de resolver los conflictos agrarios a los cuales se enfrentaba el país, pero con una
especie de embeleco en medio, se establece la ley 200 de 1936, la cual no logró que el campesinado
pudiera beneficiarse, ya que seguían las exenciones para los terratenientes, brindando la opción de
registrar títulos que antes no tenían, ésta, se extendió con la pausa dada por el gobierno de Eduardo
Santos (1938-1942) y la posterior aprobación de la ley 100 de 1944, en la que se estableció entre
otras cosas la prescripción extintiva de dominio decretada en el artículo 6 de la ley 200 de 1936,
negando así la posibilidad de acceder a las tierras por parte del campesinado, que se vieron
obligados a llevar a cabo acciones de hecho.
Ante este panorama, el campesinado evidencia la apertura de distintas formas de lucha, para
combatir por lo que durante años han buscado acceder, así, entre estas se encuentra las
“autodefensas de masas” que se suscribieron el 22 de octubre de 1949; con la cual se estimula las
tomas de tierras haciendo énfasis en la defensa de la vida, la comunidad y las tierras (Pineda, s.f).
Este aspecto abre la posibilidad para hacer parte de los primeros grupos guerrilleros, que van a ser
conocidos entre la población como héroes, debido a los desaciertos que han tenido que sobrellevar,
a la vez que acompañan de manera cercana las acciones que adelantan de manera legal los
campesinos.
Este tipo de quehaceres han tenido diferentes puntos de auge, entre ellos es preciso rescatar
aquellas llevadas a cabo en diferentes lugares de Cundinamarca, embargados por un desprecio a las
condiciones laborares que imponía el régimen de hacienda o la imposibilidad de los arrendatarios
para cultivar café ya que ese producto se destinaba como exclusivo de los terratenientes, a la vez
que en zonas como Viota,Pandi, Cundai,Cabrera, Pasca e Icononzo, se repetía la situación en
cuanto a la imposibilidad de acceder a un terreno propio. Esta situación lleva a que se funde el
Movimiento Agrario del Sumapaz en 1928, liderado por Erasmo Valencia y Juan de la Cruz Varela,
buscando que el campesino sea reconocido como trabajador agrícola o colono (Joven y Núñez,
2018), para convertirse en propietarios de las tierras que inicialmente eran baldías pero que fueron
apropiadas por los latifundistas.
Sin embargo, la falta de condiciones óptimas para que los campesinos aprovecharan
contundemente las tierras, llevo a que el campesinado se organizara frente a la violencia que los
llamados Chulavitas, financiados por los conservadores, ejercían sobre la zona. En este lugar fue
importante el trabajo de Juan de la Cruz Varela, quien tenía a su mando el liderazgo de un grupo
armado de corte comunista, y debido a que no hicieron parte de la amnistía del general Rojas
Pinilla, se convirtió en punto central de operaciones militares, a la vez que con la “Guerra de
Villarrica” dada entre 1955 y 1956, se producen desplazamientos masivos de los campesinos hacia
los lugares conocidos como Repúblicas Independientes en los años 60, donde posteriormente hace
presencia las FARC, pero del mismo modo hacia las ciudades aledañas.
Así mismo, se destaca las tomas de tierra que se llevaron a cabo en los años 70´s en la Costa
Atlántica en medio de lugares como Morroa, Montes de María y Sincelejo, con las cuales, a pesar
de sufrir desapariciones, asesinatos sistemáticos y un ambiente continuo de miedo (Loaiza &
Orjuela, 2014), lograron imponerse ante las condiciones paupérrimas a las cuales eran sometidos,
imponiendo uno de los factores que moverá al campesinado, centrado en el acceso a la tierra, en
donde es posible apreciar la posibilidad que aprovecharon los campesinos, para formarse
políticamente y construir desde sus saberes formas específicas de tomarse la tierra entre otros
ideales bajo la consigna de “la tierra pa´l que la trabaja”.
En este mismo sentido, es posible remitirse a las formas de organización y lucha que han
desencadenado en la costa pacífica, donde lugares como el Choco, Cauca, Valle, han sido baluarte
en cuanto a los procesos de organización adelantados por la población, pero al mismo tiempo se han
visto afectados por una lógica económica centrada en la ubicación geográfica de esta zona, ya que
en aras de integrarlo a un mercado nacional e internacional, es tomado como una plataforma en la
cual se agudiza la guerra a la par que se convierte en un escenario de acumulación (Álvarez,
Moreno y Ordoñez, 2013), esto, inhibe la posibilidad a los habitantes de gozar acertadamente de los
recursos que allí existen, arrinconándolos así a situaciones de desigualdad y denigración, dada por
la falta de inversión social.
Por tanto, esta problemática que ha azotado a la población colombiano a lo largo del siglo XX,
en mayor medida a los campesinos e indígenas, ha llevado a que tengan que desplazarse hacía
diferentes ciudades del país, buscando con esto, mejores oportunidades para su vida. Sin embargo,
al llegar a dichos lugares encuentran varias dificultades para dar solución a sus necesidades básicas,
lo cual resulta siendo la primera situación que buscan atacar; en su mayoría terminan ubicándose en
los barrios periféricos de las ciudades, haciendo uso de aquello que han realizado o aprendido de
otros: tratar de tomar un pedazo de tierra en el cual instalar hogares improvisados, o al encontrar un
trabajo pagar arriendos compartidos, o instalarse donde sus familiares, o aquellos que tenían
propiedades en sus lugares de origen, terminan haciendo permutas o ventas para poderse instalar en
la ciudad.
Así, al posicionarse en su nuevo hogar, se empiezan a desarrollar relaciones sociales y de
sociabilidad (Buenaventura, 1995), de la cuales es posible evidenciar el legado cultural que consigo
traen las personas, y que se pone de manifiesto en la socialización con los otros. Dicho legado, va
cargando con algo de significado tanto el lugar que ahora habitan, como las personas con quienes
interactúan, siendo esto un aspecto fundamental en el paso hacia la lucha por el territorio,
antecedida del trasegar histórico entremezclado con las historias de vida de las personas que
comparten un mismo lugar, convirtiéndose en la base para el posible desarrollo de formas de
apropiar el barrio y construir significaciones sociales, de donde se desprenden diferentes
interrogantes que buscarán ser resueltos a lo largo de esta investigación.
Sin embargo, la problemática central se interesa por analizar ¿De qué manera influyen las
significaciones sociales creadas por los habitantes del barrio Caracolí – Ciudad Bolívar entre el año
1990 - 2019 en la construcción de territorio? Desde la cual subsecuentemente surgen preguntas que
buscan orientar la anterior ¿Qué condiciones llevo a las personas a ubicarse en esta zona de la
ciudad? ¿Cuáles fueron las necesidades que enfrentaron en su establecimiento en el barrio? ¿Cuál
ha sido el papel de la institucionalidad en la resolución de dichas necesidades? ¿Qué tipo de
problemáticas han tenido que enfrentar a lo largo de estos 29 años? ¿Qué condiciones han
impulsado la puesta en marcha de proyectos nacidos desde los intereses de la comunidad? ¿Cuál es
el impacto que tiene actualmente en el barrio el desarrollo de este tipo de proyecto? Estas, se irán
respondiendo a lo largo de la investigación.
Para abordar dicho interés se organizó el trabajo de la siguiente manera: en el primer capítulo se
desarrolla el contexto histórico y legal de la localidad de Ciudad Bolívar, en este se realiza un
abordaje en cuanto a las huellas de los antepasados que están insertas en la localidad;
posteriormente se habla acerca de la consolidación legal de la misma localidad para dar paso a la
descripción en cuanto a la ubicación y legalización del barrio Caracolí, en donde se discute la
situación en torno al mercado de tierras, los tipos de viviendas, personas que se ubicaron en este
lugar, a la par que las condiciones socioeconómicas a las cuales se enfrentaron en su llegada, por
tanto, se hace hincapié en las formas de organización y lucha que adoptaron los primeros
pobladores de Caracolí para hacer frente a las condiciones que se les presentó.
En el segundo capítulo, se desarrolla la discusión entre los conceptos centrales de la
investigación, iniciando con el de territorio, donde se explicita que el accionar de las comunidades
pasó de ser una lucha por la tierra, a una lucha por el territorio, retomando autores como Arturo
Escobar, Luis Llanos, Jacques Lévy y Raul Zibechi, quienes desde sus intereses aportan en el
acercamiento a la comprensión de lo que es el territorio; a su vez, a partir de Cornelius Castoriadis
se realiza un acercamiento hacia las discusiones teóricas que dicho autor ha establecido en torno al
concepto de significaciones sociales y la relación que entre estas y la manera en que se construye
territorio existen, lo cual da paso hacia la posibilidad de hablar de una lógica magmática emanada
desde los intereses y necesidades de una comunidad.
Por su parte, el tercer capítulo busca retomar lo planteado en el segundo y con ello realizar
confrontaciones que permitan entender cómo se abordó el problema planteado inicialmente. Para
lograr esto, se acude a describir la forma en que se ha construido territorio en el barrio Caracolí,
haciendo uso de los relatos que se recogieron y dándole forma a los mismos a partir del apartado en
el que se establece que nadie emigra a la ciudad sin traer lo suyo, haciendo alusión al legado
cultural, las formas de socialización y de significar el territorio, que envuelven con ello una carga
simbólica puesta en escena en la relación con los otros.
Tales formas de correlación se fundamentan bajo una lógica magmática en la que se llevan a
cabo 3 tipos de ejercicios, el primero caracterizado por ser de tipo comunitarios y de legitimación
social, donde prevalece la autonomía y separación simbólica del Estado; el segundo en cuanto a la
revaloración cultural y afirmación de la identidad, y el tercero en torno a la formación de líderes a
partir de la autonomía, en los cuales se hace referencia a aquellas acciones que han aportado al
mismo tiempo en la construcción de ciudad. Finalmente, como parte de este mismo capítulo, el
trabajo continúa con la descripción de aquellas significaciones sociales que se destacan en el barrio
Caracolí, en relación a las remembranzas que tienen las personas de su lugar de procedencia y este
nuevo lugar que habitan, haciendo énfasis en el impacto que estas tienen en las relaciones
cotidianas de las personas y la esencia del barrio Caracolí, lo cual da paso a las conclusiones y
recomendaciones emanadas de la investigación realizada.
Así pues, el objetivo planteado para el desarrollo de esta investigación es analizar los modos en
que influye las significaciones sociales de los habitantes del barrio Caracolí – Ciudad Bolívar entre
el año 1990 - 2019 en la construcción de territorio, y tendrá en cuenta los siguientes objetivos
específicos para alcanzar lo anteriormente planteado. El primero de estos se interesa por
caracterizar las formas en que las personas se asumen dentro de las distintas dinámicas cotidianas.
Del mismo modo, se busca identificar las relaciones sociales que se desarrollan en el barrio
orientadas hacia el establecimiento de lógicas magmáticas y finalmente considerar el impacto que
tiene las formas de organización social en la lucha por el territorio, llevada a cabo en un barrio
periférico de la ciudad.
Justificación
Se entiende la investigación social como un campo de las ciencias sociales que abre la
posibilidad hacia el análisis de las formas de relacionarse que se llevan a cabo en el contexto social,
las repercusiones que éstas tiene en las formas de proceder y actuar de las personas, al mismo
tiempo que adentrarse en el estudio para comprender aspectos como los sentidos, las creencias,
prácticas sociales y de la vida cotidiana, acciones que tienen valor en relación a las formas de
apropiación que se entretejen en un lugar determinado, siendo allí donde los métodos elegidos
resultan un asunto fundamental para dar alcance al objetivo que se proponga, debido a que este tipo
de investigación busca brindar herramientas que promuevan el mejoramiento de las condiciones de
vida de las personas y con ello aportar en la transformación social.
En este sentido, una investigación como la aquí planteada, centrada en el interés por analizar el
territorio, permite descubrir nuevas formas de subjetividad presentes en zonas de la ciudad que
pretenden ser vistas de manera homogénea, dejando de lado que las mismas ponen en juego y en
entredicho las prácticas institucionales, generando procesos de reflexión, apertura hacia la
ampliación de los intereses que se han planteado en un contexto, al igual que permite visualizar las
realidades de un espacio en específico, teniendo en cuenta diferentes aspectos de análisis.
Tomando en cuenta esto, el aporte que el trabajo deja para la línea de imaginarios y
representaciones sociales, está fundamentado en la posibilidad de analizar un problema inserto en
un barrio periférico de la ciudad de Bogotá caracterizada por una dinámica acelerada de relaciones
interpersonales, el cual pueda ser visto desde diferentes aristas, teniendo en cuenta los sistemas
ideacionales que se construyen, en este caso alrededor del territorio, en el cual la función simbólica
tiene un gran impacto en la medida que entra en interacción con otras que hacen parte del legado de
las personas, esto, resulta siendo fundamental en la historia que ha caracterizado a la sociedad
colombiana. A la par, como propuesta interdisciplinar busca demostrar que las creaciones sociales
son resultado de los intereses de los sujetos, el cual es necesario ubicar histórica, social, cultural y
políticamente, para con ello comprender los referentes identitarios de los cuales hace uso con el fin
de desenvolverse socialmente.
Al mismo tiempo, el interés gira en torno a la posibilidad de cuestionar aquellos discursos que se
han intentado insertar en el contexto del barrio Caracolí, pretendiendo ser universalistas, y que han
dejado de lado el trabajo que la comunidad ha adelantado desde los albores de este lugar. Esto,
comprendiendo que la gran variedad de factores que componen a los seres que habitan allí, se están
forjando continuamente y que las significaciones que consigo cargan es factor esencial en el
alcance del objetivo planteado, en medio de un ambiente de reflexividad en el cual la comprensión
de sí mismos, en relación a los otros, lleva a consolidar canales de transformación que respondan a
sus inquietudes en medio de un contexto que les plantea desafíos y vicisitudes.
Por tanto, desarrollar un estudio de las prácticas sociales que se llevan a cabo en zonas
periféricas de ciudad, en donde se indague por las relaciones sociales, las formas de comunicarse,
de percibir y definir la realidad, de utilizar simbologías, de significar la realidad, de establecer
formas de organización social en aras de aportar a un cambio social, de generar espacios que hagan
apertura a la transformación de sus dinámicas, resulta ser un aporte esencial en los análisis que se
llevan a cabo de las formas de vida en Latinoamérica, siendo el resultado de esfuerzos conjuntos
por combatir lógicas discursivas que minimicen el trabajo allí realizado.
Para dar cabida a ello, se entiende Caracolí como un sendero en el cual han transitado y transitan
diferentes personas que migrando a la ciudad o a este lugar, trayendo consigo una carga histórico-
social que interviene en sus relaciones sociales, se inserta en un lugar donde se encuentra con seres
movidos por gustos e intereses disimiles a los suyos, pero que en un proceso de reconocimiento y
compartir paulatino de saberes, terminan por enmarañar un tejido que toma sentido en la medida
que las relaciones se van fortaleciendo, pero mediados principalmente por las significaciones
sociales que allí se construyen.
Antecedentes de la investigación
Las formas de las cuales hace uso la comunidad para mostrar a los otros sus modos de actuar, de
socializar, de entender la realidad, en suma, la identidad que ha ido construyendo a lo largo de su
vida, terminan siendo aspectos que en relación con otras personas, inician un proceso de interacción
y modificación de las conductas en la búsqueda por alcanzar un ambiente en el cual se logre un
grado de empatía, entre otras cosas porque se comparte un mismo lugar. Dicha actitud permite a las
personas alcanzar grados de reconocimiento y comprensión frente a lo que acontece en la vida de
aquellos con los cuales se relacionan a diario, y permitiendo a partir de esto que confluyan ideales
en los cuales haciendo uso de aquello que para sí mismo tiene sentido, se llega a construir con sus
congéneres formas de responder a las necesidades que le propone la vida, partiendo de la creación
de nuevas formas de apreciar la cotidianidad desde aquello que guarda valor.
Por ello, se llevó a cabo la revisión de diferentes documentos que sirvieran como base para el
desarrollo del objetivo que se ha planteado, así, dichos trabajos analizados son desde documentos
internacionales hasta aquellos que han tenido fundamento en el territorio nacional, divididos entre
tesis de grado, artículos, publicaciones académicas y producciones bibliográficas1, son muestra del
auge que tiene en la investigación social, la incursión en la comprensión de las formas de vida que
se desarrollan en las zonas marginales de la ciudad, cuyo valor toma fuerza en la medida que se
consolidan diferentes formas de organización, comunicación, apropiación de los lugares y
participación que varían según la ubicación geográfica, debido a la variedad de referentes
identitarios que confluyen en un mismo lugar. Así, para lograr un mejor análisis de estos trabajos se
agruparon en tres grupos de acuerdo a las categorías centrales que plantea la investigación.
1 La consolidación de este Estado del arte se agrega en los anexos como herramienta de ayuda para futuras
investigaciones.
Asociados a referentes identitarios y significaciones sociales.
De este modo, se halla el trabajo de José María Ahumada y María de los Ángeles Moncada
desarrollado en el año 2006 en Santiago de Chile, titulado “Barrio y población… Una definición
desde sus propios habitantes”, en el cual se busca conocer la identidad social urbana de dos
territorios que pertenecen a la Comuna de quinta normal. Esta tesis de posgrado arroja dos
categorías emergentes que resultan ser relevantes en la forma de abordar la cotidianidad del barrio
Caracolí, ya que invita a tener en cuenta las formas de identidad social urbana, la cual exige como
antecedente la apropiación a un territorio, debido a que abre la posibilidad de satisfacer la necesidad
de pertenencia y la estructuración de relaciones comunitarias; así mismo, permite evidenciar la
trascendencia que tienen las políticas sociales y públicas, en la medida que da un valor político a
las acciones que se llevan a cabo en las comunidades.
Haciendo uso de una metodología cualitativa en la cual desarrollan un estudio descriptivo
interpretativo, el trabajo desarrollado por estas autoras, resulta importante ya que aporta categorías
que permiten entender la relación que se entreteje entre las formas de habitar un contexto y la
apropiación que sobre este se genera, sin embargo, hace falta ahondar en los aspectos simbólicos
que le imprimen sentido a dichas acciones.
Así mismo, en esta revisión de trabajos que aportan aspectos en cuanto a los referentes
identitarios asociados a la construcción social del espacio, se halla el artículo de Erika Ayala
García, titulado “La ciudad como espacio habitado y fuente de socialización”, desarrollado en
Manizales, Colombia y donde se interesó por comprender el papel que tiene el espacio público en la
construcción física y cotidiana de la ciudad y en la experiencia social, resaltando como categoría de
investigación la construcción social del espacio, encontrando que el espacio público es un
componente relevante en la configuración de la ciudad, en donde el ser humano puede potenciar sus
experiencia en la relación que lleva a cabo con los otros. A su vez los referentes de identidad se
resaltan como aquellos elementos que interactúan en el intercambio colectivo, la socialización y el
anonimato, permitiendo que el sentido de pertenencia y apropiación del lugar se lleve a cabo.
Esta autora hace uso de una revisión documental interdisciplinar en la cual recoge información
sobre el espacio público, ciudad, construcción social, memoria e identidad. Dicha metodología le
permite recomendar la importancia de realizar trabajos interdisciplinares en los cuales se proyecte
la experiencia del ser humano, por esto, lo relevante de este este trabajo es que ofrece esbozos
generales en relación a la configuración de la ciudad, frente a su relación con el entorno social, en
el cual interactúan las personas y construyen una serie de relaciones con sus pares y el contexto.
De igual modo, en ese camino por comprender los elementos implicados en los significados que
las personas construyen en relación a un territorio, se encuentra el artículo de Fabián Aguilera y
Mariela Medina, titulado “Intervención social en el borde urbano desde el proceso de la
significación cultural” elaborado en el año 2017 en Bogotá D.C, Colombia. El fin que se proponen
los autores es distinguir los escenarios de apropiación sobre el territorio de periferia, entendiendo
con esto que las dinámicas llevadas a cabo en estos lugares guardan unas características que no
suelen ser tomadas en cuenta. De este modo se identifican las categorías de arquitectura de la
comunidad, haciendo con este énfasis en el valor que tiene la comunidad y el trabajo que esta lleva
cabo en un accionar de espacios anhelados, espacios para defender, sin fronteras, ni limites, para
que confluya la participación ciudadana, destacando el valor de la participación social.
Al mismo tiempo, hacen referencia al territorio del borde urbano, ya que se resalta la
importancia que tiene en la significaciones del territorio, la elección de códigos y signos que las
mismas personas eligen, dependiendo de la importancia que establece sobre el territorio, en donde
dichas construcciones están mediadas por las significaciones, de acuerdo a lo que exponen los
autores. Bajo estas características participan como actores todas las personas que hacen parte de un
mismo lugar, debido a la capacidad de dar solución a los problemas es valioso. Así mismo, se
refieren a la importancia de cargar los espacios con significados, que cambien la trascendencia del
entorno sin desmeritar el origen y lugar de procedencia de las personas.
Los autores se valen de una metodología que nombran “arquitectura con la comunidad”, donde
cada uno de los participantes aporta y apoya el proyecto, desde el diseño y su materialización. Por
tanto, este trabajo resulta relevante ya que establece la importancia que tiene los actores en el
territorio, quienes a partir de sus acciones llevan a cabo procesos de significación que cargan al
espacio de identidad a partir de las relaciones que se construyen de manera conjunta.
Al mismo tiempo, el artículo de Verónica Menéndez Sánchez titulado “Significación del espacio
y el tiempo, la memoria apropiada en el territorio: los diez barrios de la ciudad de San Pedro
Cholula, Puebla”, desarrollado en el año 2014 en el Distrito Federal de México, buscó analizar las
correlaciones simbólicas que existen entre memoria colectiva y el territorio sociorreligioso de los
miembros de 10 barrios de la ciudad de San Pedro Cholula. De este trabajo se identificaron las
categorías de territorio sociorreligioso, a partir del cual se comprende que de acuerdo a las
prácticas culturales se desarrollan niveles de identidad en los cuales se tiene en cuenta lo
socialmente construido, lo sagrado y lo profano, que imprime símbolos usualmente utilizados en las
comunidades.
Tales prácticas se complementan con la descripción que la autora hace de la significación en
donde se resalta que las prácticas sociorreligiosas tienen un componente fundamental de arraigo al
espacio, y que debido a su capacidad de cohesión social, son generadoras de identidad. Dichas
prácticas llevan a que las personas desarrollen sentimientos de apropiación en la medida que la
acciones desarrollada en el territorio, permiten que se reafirme la identidad-local dentro de un
margen más amplio. Este trabajo utiliza una metodología descriptiva, valiéndose de diferentes
referentes bibliográficos para argumentar el interés propuesto. Lo valioso de este trabajo es que
tiene en cuenta el espacio y la memoria, que se significan y resignifican en una relación dialéctica,
enmarcado en un código que descifra quienes apropian los signos.
Para concluir este apartado, se resalta la producción bibliográfica de Juan David Guevara,
Miguel Hernández García y Alexandra Molina, publicada en Bogotá D. C, Colombia en el año
2013 y titulada “Construcción y significación del territorio: comunidad El Codito, 2011”, en donde
se identifican aspectos como el constructo de comunidad, resaltando la relación entre comunidad y
territorio, ya que identificaron que hace falta una mayor apropiación por parte de la comunidad en
acciones que impliquen participación pública; así mismo, se hace uso del concepto lucha social por
el territorio, debido a que a partir de las experiencias de lucha social y organizacionales se reavivan
los vínculos y se fortalecen las subjetividades.
Por otro lado se hace uno de los aspectos que mayor valía tiene para los fines de esta
investigación es el significado simbólico del territorio, el cual encierra un valor fundamental en el
trabajo adelantado por los autores, debido a que resalta la posibilidad que tienen las personas de
asumir una adecuada gobernanza urbana, con el fin de explotar las capacidades humanas,
creatividad e invención social, basado en la apropiación que se tiene del territorio en el cual se
habita, siendo la contraparte a los problemas en cuanto a calidad de vida, delincuencia organizada,
micro tráfico, entre otros, que se aprecian en los barrios periféricos.
En este trabajo, se hace uso de una revisión bibliográfica en torno al concepto de comunidad,
haciendo uso de un estudio de caso en el barrio El Codito, donde se aplican entrevistas no dirigidas,
grupos focales y talleres. Por tanto, aporta en las formas de socialización propias del adulto mayor y
su comprensión de comunidad que implica una gran influencia, en donde están inmersas categorías
como las ayudas estatales, las acciones cotidianas, la construcción del barrio, entre otros.
En relación a la construcción de territorio.
En esta misma línea se encuentra el trabajo de Gerardo Damont, desarrollado en el año 2011 en
Lima – Perú, titulado “Construyendo territorios. Narrativas territoriales aymaras contemporáneas”,
esta producción bibliográfica tiene como objetivo realizar un análisis de tipo comparativo entre las
comunidades aymaras peruanas y bolivianas a partir de tres aspectos: histórico, económico-político
y cultural, a su vez arroja elementos importantes a la investigación en torno a lo que se pretende
definir como construcción de territorio a partir de dos categorías que se identifican.
La primera de ellas está ligada a las narrativas territoriales con lo cual hacen referencia a dos
formas de apropiación identificadas en las comunidades indígenas, centradas en la organización
político-administrativa territorial, tomando fuerza la legitimación del territorio que siempre han
habitado y en relación a la memoria colectiva, ya que a partir de las acciones realizadas de manera
cotidiana, se analiza la apropiación del espacio y la dotación de símbolos que se le imprime, de
acuerdo a los intereses esas narrativas se ligan a las formas de vivir.
La segunda categorías identificada hace referencia al territorio en sí, el cual es visto como una
forma de aprehender, de conceptualizar y apropiar de forma parcial o completamente el espacio que
se habita, haciendo frente a las manifestaciones de poder que se anteponen en la concreción de los
Estados-Nación, intentando con ello desposeer a las poblaciones minoritarias, sin embargo, el autor
manifiesta que dentro de esto lo que predomina es la búsqueda histórica de la comunidades en
cuanto al acceso y uso de la tierra y el territorio. Para lograr esto, combina métodos e instrumentos
de la etnografía clásica, en donde realizó análisis cartográfico y construcción de mapas grupales.
Así, de este trabajo es importante resaltar el aporte que se realiza desde la organización de las
comunidades indígenas, quienes siempre han estado en la defensa de sus territorios. A su vez, la
atención que se le brinda al tema territorial en la medida que se invita al desarrollo de estudios
socioculturales que prioricen una mirada local donde se de especial relevancia a las narrativas
territoriales.
Del mismo modo, Myriam Ocampo Prado con el trabajo “Desplazamiento forzado y territorio,
reflexiones en torno a la construcción de nuevas territorialidades: nuevos pobres, ciudadanía
inconclusa y la búsqueda de una nueva vida digna”, desarrollado en el año 2014 en Bogotá D.C, es
una producción bibliográfica que se relaciona con el trabajo de Gerardo Damond, ya que brinda
elementos de análisis en relación al territorio y la territorialidad. Dicho propósito se halla en el
alcance del objetivo planteado, interesado en estudiar los procesos migratorios generados por el
conflicto armado acontecido en Colombia, desde aspectos psicológicos, geográficos, sociológicos,
políticos, económicos y antropológicos; este camino lleva a tomar en cuenta la categorías de
ruralidad y tránsito a la vida urbana, la cual resulta importante debido a que traza el horizonte en
cuanto a los efectos que genera en las personas el cambio de su contexto y en las formas de
socializar.
Lo anterior da paso a la siguiente categorías centrada en el lugar y territorio propio, que desde
un análisis basado en las victimas, arroja elementos que constatan la posibilidad que debería tener
la población de disfrutar sus derechos humanos, sin dejar por ello de lado aspectos culturales y
geopolíticos, que también se ven afectados en un proceso de este tipo, atendiendo a las últimas
categorías que se destacan del trabajo de esta autora, en donde la territorialidad y las lógicas
territoriales juegan un papel preponderante en la pérdida de elementos fundamentales como sujetos
sociales, por tanto se ven obligados a reelaborar su identidad y reafirmar aquello propio, haciendo
uso de su memoria e ilusiones. Para dar cuenta de esto, la autora utiliza una metodología mixta de
investigación, a partir del estudio de caso, con lo cual se caracterizó las problemáticas diferenciales
de cada población.
Por tanto, este trabajo es importante ya que indaga a partir de diferentes grupos poblaciones, en
los cuales identifica que existen diversas problemáticas en relación a la situación de desplazamiento
forzado a la cual se ven enfrentadas las personas y la influencia que tiene su arraigo cultural en la
consolidación de un nuevo territorio, en el cual se tiene en cuenta elementos materiales y
simbólicos.
Por otra parte se encuentra el trabajo de Marina Sturich y Camilo Kunstek titulado
“Territorialidades y representaciones sociales en la construcción del territorio cochabambino”
escrito en el año 2012 en Cochabamba, Bolivia, el cual tiene como fin analizar las estrategias que se
llevan a cabo a nivel familiar y los procesos de producción de las territorialidades entendidas como
redes familiares que permiten acceso y control de distintos espacio/tiempos. Arroja dos aspectos
claves, el primero de ellos en relación a la territorialidad, a partir de una lectura de las
representaciones sociales de la familia y de la comunidad, desde elementos como los referentes
territoriales, los límites, los hitos, los objetos y lugares referenciados por los sujetos, en relación a
los significados que le adjudican.
En cuanto al segundo aspecto tiene que ver con el acceso a la tierra, el cual se desprende de la
concepción que se tiene del territorio en donde se destacan las valoraciones que le adjudican al
mismo las personas, en medio de una dinámica de mercado de tierras que establece una línea
delgada entre lo rural y lo urbano, siendo parte esencial en las nuevas territorialidades creadas por
las personas. Para desarrollar este artículo que es resultado de una investigación, los autores hacen
un estudio de caso en los municipios de Sipe Sipe, Totora y Tacaparí. Por tanto, la valía de este
trabajo se centra en que permite comprender la importancia que tiene para las comunidades la
construcción de territorialidades, en las que predomina la lucha por la tierra.
Al igual, a partir del trabajo desarrollado por Carlos Porto Goncalves, en el año 2006, titulado
“Reinvención de los territorios: Una experiencia latinoamericana y caribeña”, publicado en Buenos
Aires, Argentina, y que tuvo como objetivo contribuir al análisis del proceso de conformación de
las escalas territoriales que caracterizan el orden del mundo, a partir de lo vivenciado en América
Latina y el Caribe, se extraen categorías como la lucha por el territorio, ahondando en esas
expresiones de resistencia que se desenvolvieron en diferentes comunidades, aportando en la
importancia que tiene la comunidad en la concreción de ideales conjuntos y planteando la
consolidación de nuevas formas de territorialidad que han tenido impacto a lo largo de esta zona de
América.
Porto, realiza una revisión bibliográfica para dar cuenta de las relaciones que se construyen en
las comunidades latinoamericanas y caribeñas. A su vez, resalta que la sociedad y el territorio están
plenamente unidos, debido a que toda sociedad que se construye, lo hace consolidando su espacio,
hábitat y territorio. Por esto, este artículo es importante ya que ofrece acercamientos a la
importancia que tiene el territorio para las comunidades latinoamericanas, enmarcadas en una
condición de exigencia por el territorio, denotando con ello la capacidad de participación política a
la cual se pueden ver guiados las personas.
En síntesis, los trabajos revisados y que aportan en el desarrollo del concepto de construcción de
territorio, terminan con el artículo realizado por Alicia Lindón, en el año 2002, titulado “La
construcción social del territorio y los modos de vida en la periferia metropolitana” publicado en
Bogotá D.C, Colombia. De este trabajo se identifican cuatro aspectos que ayudan a orientar el
análisis propuesto en esta investigación, los dos primeros se refieren a la periferia metropolitana y
los modos de vida periférica, de los cuales se destaca que existe una especie de sedentarización por
parte de los habitantes de las periferias, en la medida que tienden a ubicar su trabajo dentro de los
hogares, adjudicándole una denominación de vivienda/trabajo, que permite dar paso a la categoría
de vivienda/mercado, siendo una actuación cotidiana que toma fuerza en estas comunidades, que
tiende a alejar a los vecinos entre sí.
Al mismo tiempo, se desarrolla el concepto de construcción social del territorio, con el cual se
busca hacer énfasis en que las dinámicas llevadas a cabo diariamente, sirven como eje principal en
la consolidación de las formas de vida de los barrios periféricos, asumiendo una realidad que se
construye con los otros. Para dar forma a este trabajo, la autora realiza observaciones para
comprender los modos de vida de la comunidad a partir del estudio de caso en el Valle de Chalco
en México. Por ello, es posible extraer de la información planteada por la autora, la posibilidad de
ver que las periferias no son solo "periferias dormitorios", ya que allí también las familias llevan a
cabo sus actividades económicas. A la vez aporta en la forma de analizar las relaciones cotidianas
que se evidencian en determinado contexto, con el fin de evidenciar en este aspectos que generan
arraigo o rechazo por parte de las personas, a la vez que resaltar la forma en que se construyen
microterritorios debido a la subjetividad social.
Loaiza, S. (2019. Venta de jugos. [Fotografía]. Imagen propia.
En relación a los magmas de significaciones.
Por otro lado, se encuentran trabajos en los cuales se puede evidenciar la creación de modos para
afrontar y configurar la realidad social a la cual se ven expuestas las personas. Entre estos se
encuentra el trabajo de Nemías Pérez Gómez, en el año 2014, titulada “Partir de lo que somos.
Ciudad Bolívar, Tierra, Agua y Lucha”, que establece como objetivo fomentar diferentes procesos
de memoria en la localidad de Ciudad Bolívar, alrededor de las luchas sociales, la defensa de los
derechos fundamentales y la consolidación continua del territorio desde las acciones comunitarias.
De este se extraen las categorías de identidad y prácticas comunitarias, para lograr estas, los
autores hicieron uso de diferentes talleres que les permitió identificar a partir de la memoria
histórica, elementos que caracterizan a la población, atendiendo especialmente a dar protagonismos
a aquellas personas que históricamente se les ha invisibilizado.
Para alcanzar el objetivo propuesto, los autores hicieron uso de entrevistas semiestructuradas,
observaciones y acercamiento a la comunidad, centrando su atención en dos conceptos claves, el de
“sabidurías convencionales” y el “sentido común”, realizando dicho trabajo con diferentes grupos
sociales. Se rescata de este trabajo, la búsqueda por identificar y comprender las múltiples miradas
de un solo territorio, con los cual se puede ampliar el panorama en torno a la construcción de
territorio y la visión de los habitantes frente a la misma.
Bajo esta misma línea, pero adentrándose un poco más hacia el barrio Caracolí, se encuentra el
artículo de Raul Zibechi, desarrollado en el año 2008, con el nombre “Donde termina el asfalto:
cerros del sur de Bogotá”, interesado por identificar los aspectos que han permitido la consolidación
de una organización de tipo comunitario en la periferia de la ciudad de Bogotá, a partir de las
acciones que se llevan a cabo en un barrio aledaño a Caracolí, llamado Potosí, caracterizado por
acciones que han buscado a lo largo de su historia crear comunidad, a partir del trabajo que han
realizado los habitantes de esta zona, que con su esfuerzo y dedicación le han dado forma a
proyectos que respondan a sus necesidades básicas, desde la organización y el trabajo constante en
el cual ha primado la organización comunitaria, que ha logrado dignificar la forma de vida de las
personas.
Para el desarrollo de esta publicación académica, el autor se vale de entrevistas realizadas a
diferentes grupos sociales de la comunidad, a la par que hace una revisión bibliográfica de la
historia del barrio Potosí. Por tanto, este trabajo es fundamental en la investigación, debido a que
hace un recuento histórico de la consolidación del barrio Potosí principalmente, que gracias a su
forma de organización comunitaria y el trabajo que llevaron a cabo diferentes líderes sociales en
este sector, termino siendo una influencia importante en la posterior construcción del barrio
Caracolí, que tiene algunos rezagos de lo que fue la labor insignia llevada a cabo en el barrio por el
docente Evaristo.
Así mismo, en el año 1998, Francisco Celis Albán redacta un artículo en el cual describe las
condiciones sociales y económicas que caracterizan a la población del barrio Caracolí, con el
nombre de “Caracolí: Cerro de sueños y carencias”. Este escrito permitió evidenciar las relaciones
cotidianas, formas de vida y actividades económicas, que se desarrollaban en el barrio, en ese
tiempo en el cual aún se estaba consolidando y en el cual se logró evidenciar a grandes rasgos la
situación social y económica de la población, a partir del punto de vista de un medio de
comunicación.
Dicho análisis requirió de algunos testimonios tomados de los habitantes del barrio, a la par que
de la observación realizada por el autor. Por tanto, lo valioso de este artículo radica en la
posibilidad de obtener un esbozo en cuanto a las condiciones de vida en el barrio Caracolí durante
su consolidación, a la vez que comparar qué tanto de lo que manifiestan los habitantes ha cambiado
hasta la fecha en que se elabora esta investigación.
Por otra parte se destaca la tesis de posgrado de Camilo Hernando Ramírez, presentado en el año
2014 con el título de “Impactos socio espaciales del desplazamiento forzado en Bogotá. Ciudad
Bolívar 1997 – 2007”, en la cual se planteó como interés analizar si la llegada continua de familias
desplazadas ha provocado impactos socio espaciales en la ciudad de Bogotá, en donde se toma
como caso de estudio el barrio Caracolí entre los año 1997 a 2007. Este trabajo arrojo tres
categorías emergentes que resultan relevantes, la primera de ellas tiene que ver con la ocupación
urbana, caracterizada por una suerte de mercado de tierras, más que de procesos de invasión, a la
par que evade el control por parte del Estado, y logra tener una gran acogida entre la población con
el fin de tener acceso a la vivienda propia, así las condiciones no sean las más dignas.
Esta situación se enmarca en medio de un panorama en el cual el aporte por parte del estado en
cuanto a la situación social, no tiene mayor correspondencia, lo cual obliga a las personas a acceder
al mercado informal de suelos y vivienda, a la vez que la falta de vínculo con la ruralidad lleva a
que las personas no quieran abandonar la ciudad, y lleven a cabo acciones en las cuales prime la
lucha por la tierra, siendo este el bastión de resistencia que utilizan los habitantes, a pesar de las
precariedades. De este modo, para desarrollar este trabajo, se hizo uso de una metodología mixta en
la cual se combinaron análisis cuantitativos y cualitativos, a partir de uso de entrevistas a
profundidad, grupos focales, análisis de planos, cartografía social, observación y aerografía para
revisar el cambio espacial de Caracolí.
Como consecuencias, en cuanto a este trabajo se tiene en cuenta los resultados obtenidos, ya que
son base para desarrollar el objetivo planteado en la investigación, de la misma forma el trabajo
hecho por el autor en torno a la situación del desplazamiento y su relación con los procesos de
asentamiento urbano, es un factor relevante en la comprensión de las dinámicas llevadas a cabo en
el barrio Caracolí.
Para finalizar la descripción de los textos, se resalta el trabajo de Fernando Cardona Sánchez,
presentada en el año 2016, y titulada “Carnavalito por la vida y el amor, una experiencia de
construcción comunitaria. Barrio Jerusalén, Ciudad Bolívar”, que planteo como objetivo conocer y
profundizar en las acciones llevadas a cabo en el carnavalito que se desarrolla hace 14 años en el
barrio Jerusalén, buscando determinar los saberes que han surgido desde sus prácticas. En ésta, se
logró evidenciar las formas en que la construcción colectiva, ha aportado en la posibilidad que se
les brinda a las personas de convertirse en actores claves de los cambios que se llevan a cabo en un
contexto específico, posicionándolos como actores que hacen parte del cambio.
A su vez, el carnavalito es visto como un espacio en el cual prima la lucha por la resistencia y el
encuentro social, en donde se reflexione en torno a las condiciones de vida presentes en la
comunidad. Para lograr esto, se utilizó como metodología el estudio de caso, en el cual se logró
involucrar a la comunidad en las fases de la investigación. Así, el aporte de esta investigación se
centra en la contribución que se realiza desde una acción comunitaria específica, a partir de la cual
se entretejen diferentes formas de actuar y de relacionarse con los otros, atendiendo a unas
dinámicas de construcción colectiva en la que la participación guiada hacia el cambio social es lo
esencial.
Tendencias relacionadas con el objeto de estudio
Como consecuencia, este análisis de los diferentes trabajos que se han realizado en torno a los
conceptos centrales que se abordarán en esta investigación, los cuales son Construcción de
territorio, Significaciones sociales y Lógica magmática, permite resaltar que es preciso tener en
cuenta del primer grupo de documentos que se analizó, las referencias en torno a la identidad desde
un sentido de apropiación, a la vez que se incluye la importancia que tiene la participación de la
comunidad en la construcción de su propio espacio, el cual, tiene en cuenta las características de
ubicación, reconocimiento entre las personas, necesidades y sentido que se le adjudica a aquello
que de manera conjunta se ha ido construyendo, lo cual ha llevado a diferentes autores a resaltar
este trabajo que en variadas partes del mundo han tenido eco, ya que se encaminan hacia la lucha
por el territorio.
Esta tendencia es relevante, en la medida que permite avizorar un panorama de perspectivas que
centradas en las relaciones cotidianas que llevan a cabo las personas en un medio determinado, abre
la posibilidad de abordar las lógicas que encarnan el actuar de la población en Caracolí, en relación
a las significaciones que instituyen en su contexto, y las dinámicas que alrededor de ellas se crean.
Por tal motivo, el segundo grupo de trabajos analizados se centra en destacar la valía que ha
tenido en diferentes comunidades y grupos sociales, el rescate por el territorio, en la medida que
conceptos como las narrativas territoriales, encierran un valor fundamental en la construcción social
del territorio, haciendo frente a las diferentes dificultades que se le plantean en la vida cotidiana,
esto lleva a entender que el valor fundamental se encierra en la consolidación de un territorio que
sea propio, en donde las lógicas territoriales le permita a las personas asimilarse en un lugar y a
partir de este construir en comunidad un espacio oportuno para vivir.
Por tanto, la comprensión de las lógicas territoriales que se desenvuelven en el barrio Caracolí,
resultan ser esenciales para abordar el tejido que se construye alrededor de las acciones cotidianas
como muestra de elementos fundamentales en la construcción del territorio, siendo un aporte
fundamental para analizar la lógica magmática que encierra los intereses presentes en la población,
como abordaje hacia la capacidad instituyente de establecer significaciones sociales en un lugar que
cuenta con dinámicas sociales complejas para los habitantes.
A su vez, el último grupo de trabajos, pueden ser vistos como una invitación a tomar en cuenta
en el campo académico, aquellas prácticas comunitarias que perviven en medio de las lógicas
mercantilistas. Esto, debido a que se antepone constantemente la organización comunitaria ante las
relaciones cotidianas, formas de vida y actividades económicas que caracterizan a un grupo social
en específico, llevando a que acciones como el acceso a la vivienda, desarrolladas en barrios como
Caracolí, sean consecuencia de la lucha por la tierra y posteriormente con la acciones conjuntas sea
guiado hacia la lucha por el territorio, que en suma se da a partir de la construcción colectiva, lo
cual servirá como punto de encuentro a lo largo del texto, en la medida que se resalta el impacto de
estas dinámicas en la construcción conjunta de significaciones.
Del mismo modo, la metodología más idónea para el desarrollo de la investigación es el Estudio
de Caso del barrio Caracolí, ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar. Adicionalmente se
identificó que existen vacíos en los documentos revisados en torno al valor que aportan las
significaciones sociales en la consolidación de referentes identitarios, organizaciones comunitarias,
lucha por el territorio la cual mueve muchas de las decisiones que toman las personas
pertenecientes a un grupo social, también es preciso resaltar la influencia de esta en la construcción
de un territorio que cumpla con las necesidades que de manera conjunta se han planteado,
permitiendo tomar en cuenta el aporte que dicha relación puede llegar a generar en la edificación de
luchas organizadas nacidas desde la misma comunidad y que aquí serán comprendidas desde una
lógica magmática, ya que en los trabajos revisados, a este aspecto no se le brinda la atención
necesaria.
Ruta metodológica
Tomando en cuenta el interés y con el fin de abrir un camino adecuado que cumpla con las
necesidades que esta investigación plantea, se hará uso del método investigación conocido desde
Yin (1994) (Citado por Martínez, 2016) como Estudio de Caso. Éste autor indica que es una forma
de estudiar una situación específica dentro del marco de la vida cotidiana, permitiendo tener en
cuenta la cantidad de variables de interés más que datos observacionales, arrojando como resultado
diferentes evidencias que deben terminar en un análisis de triangulación, a su vez hace uso de
proposiciones teóricas que sirven como guía de la recolección y análisis de los datos.
De esta manera, el análisis que se realiza del barrio Caracolí, pretende ser un esbozo
generalizable de las características que podrían haberse presentado en la edificación de los barrios
ubicados en las zonas periféricas de la ciudad de Bogotá, que hayan tenido una formación similar.
Con este se pretende realizar proposiciones teóricas que amplíen el estudio de las formas en que se
desarrollan las relaciones sociales en dichos barrios, a partir de las conductas y formas de actuar de
las personas que hacen parte del mismo, en el cual la intervención del valor y significaciones que le
otorgan al lugar en el cual se habita, funciona como eje orientador.
Por tanto, valiéndose de la metodología cualitativa, se hizo seguimiento de acuerdo con Martínez
(2006), a un proceso en el cual inicialmente se hace uso de la observación-descripción del
fenómeno que se ha elegido, posteriormente se explora la realidad para con ello establecer hipótesis
explicativas sobre el comportamiento, las causas y efectos de las dinámicas evidenciadas en el
barrio Caracolí, y finalmente, valiéndose de las fuentes de información consultadas, se procede a
generar un contraste-justificación con el fin de garantizar un proceso explicativo adecuado.
Encadenado a ello, se asume un horizonte en el que se dé cuenta de la relación establecida entre
los discursos que se manejan en este lugar y los ejercicios de poder que allí hacen presencia,
otorgando un valor fundamental al contexto, que entendido como un constructo cognitivo a partir
del cual las personas comparten experiencias, opiniones, percepciones, gustos, conocimientos y
emociones, estos se comprenden de mejor manera desde los procesos comunicativos que allí se
desarrollan, a los que se les otorga sentido (Pardo, 2012) y a partir de los cuales se puede evidenciar
las practicas alternativas que utilizan los grupos sociales como forma de resistencia..
Visto así, se busca indagar en Caracolí la existencia de discursos que tiendan a sobreponerse en
el contexto a partir de la producción y reproducción del control y orientación de la acción social en
beneficio de minorías económicas y culturalmente fuertes (Pardo, 2012). Por este motivo, se hará
uso de algunas herramientas aportadas por los Estudios Críticos de los Discursos Multimodales
(ECDM), teniendo principal énfasis en el enfoque sociológico y el enfoque semiótico, esto debido a
que los seres humanos hacen uso de variadas formas de comunicación y comprensión del mundo
social, a partir del cual lo significan, entendiendo que los ECDM se ocupan de “explicitar el
discurso como instrumento de poder y control y, del discurso como instrumento de construcción
social de la realidad” (Pardo, 2012, p. 52), atendiendo a la necesidad científica de hacer estudios
que aporten en comprender las dinámicas sociales que se llevan a cabo en diferentes contextos, y en
este caso de un barrio periférico de la ciudad.
Para dar forma a esto, se sigue un procedimiento que parte desde el planteamiento del problema,
en donde se establece la pregunta de investigación, seguido a ello se nombran los objetivos,
posteriormente se realiza la revisión de la literatura pertinente, haciendo uso de diferentes fuentes
de tipo cualitativo y cuantitativo con el fin de lograr un análisis más juicioso, entre ellos se realiza
la revisión de documentos, registros de archivo, entre otros referentes a la historia del barrio
Caracolí y la localidad de Ciudad Bolívar, con los cuales se establecen proposiciones.
En consecuencias, se lleva a cabo entrevistas, observaciones directas de las dinámicas llevadas a
cabo en el barrio, a la par que de los grupos con los cuales se trabajó, se realizan trabajos de
cartografía social con personas de diferentes edades y conversaciones informales, para con ello
lograr la triangulación de la información, a partir de un análisis global de la literatura con los datos
obtenidos, para proceder a codificar los mismos, finalizando con un análisis profundo en el que se
comparan los resultados con las categorías emergentes obtenidas de la literatura, para dar forma a
las conclusiones e implicaciones de la investigación.
Capítulo I
1. Contexto histórico y legal
1.1 Huellas de la localidad.
Ciudad Bolívar es una localidad ubicada en el sur occidente de Bogotá, su historia data desde la
época precolombina, en donde se relata que los indígenas Muiscas de Cota y Suba, utilizaban esta
zona de Bacatá como el lugar hacia el cual se expulsaba a todo aquel que se portase mal; así, entre
más arriba de la montaña se encontrara, iba a presenciar pruebas cada vez más duras (Gómez
Pérez, 2014). Dicha dinámica se facilitaba por su paisaje rural y zonas empinadas de difícil acceso
propias de esta zona de la ciudad.
Este paisaje rural resulto siendo atractivo según NCB2 (2011) para los indígenas Suatagos,
Cundáis y los Usmes, quienes ocupaban estas tierras, bajo el gobierno del cacique SagÜanmachica.
Según se relata, hacia 1750 Virrey Solis y su amante María Encarnación Lugarda de Ospina
habitaron este lugar que recibía como nombre: “Selvas de Usme”. Sin embargo, cuando tuvieron
que huir nuevamente hacia España en 1764, esta hacienda que había sido fundada por Solís y
llamada Maná, quedo abandonada. De ésta se apodera el fiscal del reino, la cual es dejada en
herencia a sus hijos hacia finales del siglo XVIII; posteriormente en 1910, Gonzalo Zapata compra
esta hacienda y es nombrada la Fiscala.
Tal panorama se enmarca dentro de un ambiente que Pardo (1988) nombra la Dehesa bogotana,
debido a que se instala como la forma predominante de parcelación de la tierra, en la cual se
enmarca la encomienda que resulta siendo la primera forma de heredad dada en la Sabana de
Bogotá, cuyo carácter luego es desplazado al mayorazgo. Por tanto, en medio de intereses llevados
hacia la apropiación y uso de la tierra, luego del proceso de conquista española, los paisajes son
sometidos a un proceso de transformación en búsqueda de una mayor productividad, que requirió
2 Nuestra Ciudad Bolívar.
afectar el suelo, las fuentes hídricas, la vegetación y entre otras cosas la apertura de zanjas para
dividir espacio entre las haciendas, diferenciando el trabajo que se asignaba en cada potrero, en
donde la siembra de semillas importadas empieza a jugar un papel preponderante.
Ilustración 1 Anónimo. (s.f). Paisaje de la sabana de Bogotá [imagen]. Recuperado de:
http://ugoart.emiweb.es/album/paisaje/paisaje-faca-zipacon.html
Dicha configuración fue determinada por la pertenencia de las familias tradicionales de Bogotá,
quienes orientaban el uso de la tierra, de acuerdo con sus intereses económicos, que desde mediados
del siglo XIX se centró en la ganadería. Esto llevo a que las lógicas de la hacienda orientaran las
relaciones cotidianas, favoreciendo las condiciones para pocas familias y enmarcándose como
unidad productiva. Muestra de ello son las pinturas que sobre la época se realizaban, en las cuales
primaba los paisajes extensos como en la ilustración 1, antecediendo con ello la exaltación de las
grandes extensiones de tierra que poseían determinado grupos familiares.
De acuerdo con Pardo (1988), por la gran cantidad de tierras de la Dehesa, fue necesario parcelar
las mismas para administrar de una mejor manera, en donde el papel de los campesinos tomó un
valor importante, en la medida que se encargaron de cuidar dichos territorios y trabajar en los
mismos, adquiriendo un conocimiento fundamental en cuanto al aprovechamiento productivo de
estas. Sin embargo, esta forma de organización centrada en el mayorazgo sufrió afectaciones en el
paso que se da hacia la república, desarticulando la configuración que primaba en las haciendas, al
mismo tiempo que sufren una afectación a nivel físico en la medida que empiezan a adecuarse los
espacios para adecuarse a las mismas, a partir de la construcción de viviendas modernas para la
época, y la adecuación de carreteras para los nuevos medios de transporte que llegaron.
Tomando en cuenta el aporte de Pardo y a pesar de que en su obra no hace mención a Ciudad
Bolívar, es posible inferir el impacto que tuvo la organización de las Haciendas en la consolidación
de dicha localidad, así, hacia 1940 con la densificación que empieza a tener la ciudad de Bogotá,
inicio el proceso de parcelación de las haciendas que se encontraban aledañas a la ciudad, en donde
comenzó el asentamiento de los primeros barrios: Meissen, San Francisco, Lucero Bajo e Ismael
Perdomo (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2016), ubicados en la parte baja de la montaña y cuyos
pobladores eran oriundos principalmente del Tolima, Boyacá y Cundinamarca, debido a la
violencia política a la cual se vieron expuestos en sus lugares de residencia, una práctica que trajo
consigo el desplazamiento de familias enteras a la desconocida ciudad.
Esta dinámica de parcelación, unida a la situación de insolvencia social a la cual se veían
expuestos los campesinos que llegaban a las periferias de la ciudad, fue el caldo de cultivo que
permitió el desarrollo de una de las actividades económicas más representativas de la localidad, la
cual, debido a las características topográficas de la zona, en donde prevalece las zonas montañosas
con una altura entre 2.400 msnm y 3.100 msnm (Subred Sur, 2015), fue determinante para la
explotación del suelo de arcillas, la construcción de materiales de construcción, otras utilizadas
como canteras y un 31,4% que actualmente pertenece a zonas protegidas de la localidad.
De esta forma, hacia 1950 parceladores entre los que se encontraban Luis Morales, Eliodoro
Criollo, Mario Suarez y Rosendo Galindo, inician la construcción de hornos con el fin de establecer
ladrilleras. Entre ellos se destaca a Eliodoro Criollo, quien establece un acuerdo con los campesinos
con lo cual permite que ellos se asienten en estas tierras a cambio de su trabajo, así, por cada 1.000
ladrillos que construyeran, él daba aproximadamente 38 de estos mismos y un lote para que las
familias construyeran sus hogares (CIMAVISION, 2015). Sin embargo, muchos de ellos no
lograban cumplir con dicho anhelo, bien sea por el cansancio que generaba esta labor, o porque sus
días se ocupaban en desarrollar de manera apropiada su trabajo con el fin de no ser expulsados del
mismo.
Estos lugares en los cuales se realiza tal actividad económica, recibirán el nombre de
“Chircales”, conocidas como haciendas en las cuales se llevan a cabo trabajos de elaboración de
ladrillos de manera primitiva. En estas zonas se construyen varios hornos dedicados a la misma
labor, en la cual se desempeñan aquellas familias que van densificando la ciudad, cuyas
condiciones sociales y económicas son paupérrimas. Unido a ello, el número de integrantes de cada
grupo familiar, resulta ser llamativo para los terratenientes, ya que a cada uno se le asignaba una
tarea en estos latifundios, sin importar su edad.
Tal como lo presentan Martha González y Jorge Silva en el documental “Chircales” grabada
entre 1966 - 1971, estas zonas de la ciudad acogen al campesino que pasa de un “latifundio agrario
a un latifundio urbano” (CIMAVISIÓN, 2015). Su estructura de producción estaba organizada en:
1. Un terrateniente que recibe dinero por el alquiler de las tierras para su explotación. 2. Un
arrendatario que vigila el proceso de producción y contrataba a las familias que llevarán a cabo
dicha labor. 3. Un obrero que con su familia constituyen la unidad económica de producción. Esta
estructura estaba encaminada a generar el mayor beneficio al terrateniente, mientras que el
campesino sin ser dueño de los medios de producción se ve obligado a vender su fuerza de trabajo
en condiciones laborales denigrantes y hasta sus idearios políticos resultan siendo afectados.
Dichas condiciones llevan a los trabajadores que se desempeñan en esta labor, a exponerse en
situaciones que a la larga deterioran su salud. Este escenario, unido a la falta de apoyo hacia
aquellas familias que adeudan grandes sumas de dinero a los arrendatarios, obliga a las familias a
desplazarse hacia otros barrios de la localidad, complejizando con ello la situación de precariedad
que se visibiliza en los barrios marginales que se estaban consolidando en la ciudad.
Hacia los años 70, se presume que la cantidad de habitantes en lo que hoy es Ciudad Bolívar
oscilaba en 50.000 y en una segunda etapa de consolidación de barrios, se afirma que hacia los años
80 inicia la construcción de sectores como Naciones Unidas, Cordillera, Alpes, Juan Pablo II, entre
otros (NCB, 2011). A la par de estos, barrios como Sierra Morena, Arborizadora Alta y Baja, en
colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se consolidan como focos de
urbanización a los cuales empieza a llegar un gran número de habitantes. Para esta época, parte del
territorio que en la actualidad pertenece a Ciudad Bolívar estaban anexados a Bosa, Fontibón y
Usme, especialmecarante las zonas rurales que realizaban vínculos comerciales entre estos
territorios.
En cuanto a la procedencia de las personas que conforman la localidad de Bolívar, es posible
afirmar que la mayor cantidad de la población son principalmente de los departamentos de
Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Huila y los Santanderes, así como de las regiones de la Costa
Pacífica y Atlántica, los Llanos Orientales y la Amazonía y un 30% de la misma tiene como origen
la ciudad (Alape, 1995).
1.2 Consolidación legal de Ciudad Bolívar.
Esta localidad recibe su nombre a causa de la estadía que tuvo Simón Bolívar en la época de la
colonia, él, según relatan algunos residentes, se hospedo en “la casona” (actual estación de
carabineros en Sierra Morena), por tanto, luego del bicentenario de su natalicio al ser creada
oficialmente la localidad mediante el acuerdo 11 del concejo de Bogotá en 1983, fue denominado
Plan Ciudad Bolívar, con el cual se pretendía controlar el crecimiento que estaba teniendo la
ciudad, aprovechando las zonas de la sabana con fines agropecuarios, mientras que los bordes de la
misma, con menor adaptación agropecuaria son utilizados en el proceso de urbanización (Alcaldía
Mayor de Bogotá, 2016).
Así mismo, buscaba organizar la forma de poblamiento que empezaba a tener esta zona de la
ciudad, por tanto, se realiza alianzas con el BID, buscando solicitar préstamos que solventaran la
construcción de las viviendas, colegios y hospitales en la naciente localidad de Ciudad Bolívar. Esta
forma de financiación fue liderada por la Caja de Vivienda Popular (CVP), con el programa “lotes
con servicio”, que termino impactando en la construcción de barrios como Sierra Morena, y otros
cercanos a la Av. Villavicencio.
Dicho plan, hizo parte de la política llevada a cabo por el entonces presidente Belisario Betancur
(1982 – 1986), llamada “Cambio con Equidad” que tuvo entre sus objetivos la reactivación
económica, consolidación del desarrollo económico y el ordenamiento del cambio social; la
ejecución de estas consignas se hizo posible en Bogotá gracias al gobierno distrital de Augusto
Ramírez Ocampo (1982 – 1984).
Lo anterior, debido a que él se destacó en su alcaldía por la adquisición de lotes a grandes
terratenientes por precios sobrevalorados para llevar a cabo entre otras cosas, proyectos como los
del Plan Ciudad Bolívar que “se inició (…) en 1982, con la adquisición de los predios. La compra
de las 164 hectáreas (1.640.000 metros cuadrados) a Salomón Finvarb, costó 1.000 millones de
pesos” (Vallejo, 1990). Lo curioso en esta situación es que Finvarb se ha destacado en la historia de
Colombia por ser un empresario que ha buscado mantener lotes a la espera de proyectos
urbanísticos para “engordar” y así aumentar sus ganancias.
Sin embargo, hacia el año 1993, luego de presentarse una inactividad por parte de la CVP frente
al programa llamado “lotes con servicio”, inicia un proceso de traspaso a la Fundación Compartir,
una empresa privada, buscando que ellos se hagan cargo de los centros de acopio (Redacción El
Tiempo, 1993), a los cuales acudían las familias para abastecerse de los materiales de construcción
para sus hogares, lo cual generó malestar entre la población.
Por otro lado, con el acuerdo 14 del 7 se septiembre de 1983 inicia la organización jurídica de la
localidad, al fundarse la Alcaldía Menor de Ciudad Bolívar. De acuerdo con la Subred sur (2015)
“Está clasificada como la localidad más extensa, como la tercera localidad con mayor superficie
rural y como la quinta localidad con mayor cantidad de área urbana” (p.3). Seguido a esto, con el
artículo 322 de la constitución política de 1991, se le otorga el carácter de Distrito Capital a Bogotá,
lo cual determina que el concejo por iniciativa del alcalde mayor dividirá el territorio en
localidades.
Como consecuencia, en 1992, la ley 1ª establece las funciones de las Juntas Administradoras
Locales (JAL), de los Fondos de Desarrollo Local y de los Alcaldes Locales, a la par que determina
la asignación presupuestal. Con los acuerdos 2 y 6 de 1992 el Concejo Distrital define el número, la
jurisdicción y las funciones de la JAL (NCB, 2011). De esta manera es constituida legalmente la
localidad 19 - Ciudad Bolívar, estableciéndose así sus límites y nomenclaturas. Dividida en 8 UPZ
(Unidades de Planeamiento Zonal) Arborizadora, Ismael Perdomo, Jerusalén, San Francisco,
Lucero, Tesoro, El mochuelo y Monte Blanco, 1 UPR (Unidad de Planeamiento Rural) Río
Tunjuelito y 254 barrios reconocidos por la Alcaldía Local, ya que se presume la existencia de 360
o más.
Como consecuencia de la alta afluencia en cuanto a las familias que buscaban un lugar en el cual
establecer su vivienda, se evidencia hacia los años 90´s el inicio de la consolidación frente a las
primeras urbanizaciones ilegales entre las que se encuentra el barrio hoy conocido como Caracolí.
Éste, es anexado a la UPZ 69 Ismael Perdomo; su área comprende 24,81 hectáreas (Ramírez, 2014).
Dicha UPZ fue reglamentada con el decreto 078 de 2006 ubicada en la localidad de Ciudad Bolívar.
“Hace parte del área de influencia de la Operación Estratégica Río Tunjuelito – Centralidad
Danubio y Operación Estratégica Eje de Integración sur” (Decreto 078, 2006), lo cual ubica al
barrio Caracolí dentro de unas dinámicas de constante ordenamiento en donde toman parte
entidades estatales.
1.3 Caracolí… Así lo llamamos.
En medio de un panorama que se mostraba inhóspito, a una distancia considerable de vías
principales como la Av. Villavicencio, la Autopista Sur, o la Av. Boyacá, allí donde para acceder se
hacía preciso esperar “los jeeps” que subían hasta cierta parte del barrio Jerusalén u optar por
caminar cuesta arriba hasta sus lugares de residencia (Celis, 1998). En este lugar se han construido
historias de resistencia y lucha protagonizada por seres venidos en un 70% de los departamentos de
Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Huila y los Santanderes, así como de las regiones de la Costa
Pacífica y Atlántica, los Llanos Orientales y la Amazonía y un 30% de la misma tiene como origen
la ciudad (Alape, 1995). Allí, en este territorio que antes fuese caminado por los indígenas muiscas,
y los españoles que adquirieron propiedades, se ubica el barrio Caracolí, un lugar que desde su
nombre guarda una serie de significados importantes para sus habitantes.
Las personas que llegan allí, traen consigo una carga histórica entre las que se encuentra el
desplazamiento forzado por el conflicto armado que ha caracterizado el país como el caso de la
señora Oilde de 70 años, quien lleva habitando en el barrio 20 años
ya que empiezan a llegar la gente armada (…) y empezaron a sacar en el pueblo del Líbano
– Tolima a las personas de los carros y les pegaban un tiro, ahí los dejaban, y yo con un
poco de chinos chiquitos, me toco irme retirando de allá. (2019)
En otros casos se encuentra que el interés principal es la búsqueda de nuevas oportunidades
laborales, como el caso de Don Óscar y doña Betilda quienes llevan 10 años en el barrio y
provienen de Magangué - Bolívar y San Onofre - Sucre respectivamente
Yo llegué a Bogotá con mi familia (…) nos vinimos de Sucre porque allá la fuente de
trabajo es casi imposible, casi no se consigue trabajo y allá mejor dicho uno tiene todo lo
que es la comida, todo lo tiene, pero el dinero, lo básico no lo tenía (…) entonces nos tocó
venirnos a Bogotá para tener recursos y sacar a nuestros hijos adelante. (2019)
En otras razones se evidencia la necesidad de algunas familias, que para ese tiempo vivían en
Bogotá, frente la adquisición de un hogar propio que estuviese ubicado en una zona donde su precio
fuese asequible de acuerdo con su presupuesto, como es el caso de Don Jaime (entrevista, 2019)
“Hacia el año 1997 (...) compré un lote de $350.000 y me dieron la facilidad de pagar $20.000
mensuales” o doña Mery (entrevista, 2019) “ Vine acá a buscar una casa (…), con 12 millones
busque por aquí algo más barato, y la encontré, una casita bien baratica”.
Visto así, el barrio Caracolí fue conformado por familias que buscaban un lugar en el cual
sortear las desavenencias que habían sufrido en otras partes de la ciudad o del país; por tanto, al
llegar allí se encuentran con un panorama de terrenos baldíos (Gómez Pérez, 2014) que habían sido
apropiados por los llamados “Tierreros”, quienes aprovechan la situación de las personas e inician
la venta de algunos lotes, que llegaban a ser revendidos, jugando así con la ilusión de las personas.
Esta situación termina siendo un común denominador en estas zonas periféricas de la ciudad
(Chaparro, 2009).
Tal panorama, desemboca en un mercado de tierras caracterizado en la localidad de Ciudad
Bolívar por la siguiente división:
el primero, la parcelación de las zonas planas cercanas al sector industrial. En un ejercicio
regular aunque no planificado de mercado de tierras que hicieron directamente los dueños
del terreno; el segundo, el loteo de fincas de forma ilegal y el intercambio por bienes de
diversa índole a cargo de urbanizadores piratas; el tercero por la invasión y toma de tierras;
el cuarto la compra colectiva de terrenos y su posterior división entre socios, como quinto
proceso la venta por intermediación de las agencias del Estado en programas como el de
lotes con servicios de la Caja de Vivienda Popular o unidades residenciales básicas, y el
sexto y último proceso la compra a firmas constructoras bajo el nuevo paradigma de ciudad.
(Gómez Pérez, 2014, p. 22)
Para el caso de Caracolí, se evidencia entre sus habitantes que el tipo de mercado predominante
es el loteo de fincas de manera ilegal por parte de “vivatos” que vieron en estas tierras una forma
ventajosa de ganar dinero, dicho medio de adquisición fue predominante entre los pobladores que
iban llegando, quienes completaban el pago de los lotes, haciendo entrega de electrodomésticos que
habían logrado conseguir (Planchas, televisores, entre otros), a cambio de lotes en otras partes del
país o compra directa por ahorros que tenían la familias, con el fin de lograr la adquisición de un
terreno propio.
Dicha dinámica también tuvieron que enfrentarla al momento de subir hacia el barrio desde las
avenidas principales, esto, debido a que se les cobraba una especie de impuestos si deseaban
acceder a la montaña, dicha dinámica era controlada por los policías, quienes haciendo uso de
diferentes artimañas para desalojar a las personas que se iban instalando, cobraban entre 300 o 500
pesos para que pudieran transportar materiales de construcción, camas o trasteos (Alape, 1995).
De ahí que, aunque se ha creado en el ideario de las personas que este barrio llamado periférico
ha sido poblado bajo dinámicas de invasión, en realidad no fue la principal forma de asentamiento,
ya que de hacerlo se veían expuestos al desalojo por parte de los grupos que controlaban las formas
de poblamiento allí (Oilde, entrevista, 2019) o por la policía quien llegaba en las noches a desalojar
los lugares que se creía habían invadido (Zibechi, 2008) y ya que no se tenía un documento legal
que respaldase dicha compra, eran obligados en muchas oportunidades a abandonar el lugar.
Estos grupos fueron conocidos entre los habitantes como los “chuquines”, tal como lo expresa
Fernando (líder de la corporación comunitaria Inti Tekoa) se caracterizaban por ser “familias que
controlaban todo el tema del loteo, y era gente bastante violenta, con ellos era que se
comercializaba los lotes, ya que ellos decidían a quién vender y a quién no” (Entrevista, 2009). Tal
estrategia utilizada por grupos de dicha índole, fue predominante entre los “tierreros”, quienes
acapararon el mercado de las tierras, generando entre la población un panorama de control que
trascendía las relaciones cotidianas.
De acuerdo con esto, y tomando como aspecto central la necesidad de las familias por construir
sus hogares anhelando una vida alejada de las desavenencias que han tenido que sobrellevar, se
posiciona entre los nuevos dueños de los lotes en Caracolí, la construcción de sus hogares con los
materiales que se tuvieran al alcance. En efecto, inicia la construcción de las viviendas,
caracterizadas por estar elaboradas con lata y tela asfáltica (paroy), poli sombras, tejas y plásticos,
ya que lo importante era levantar un “techito donde vivir”, estos hogares se construían con
dimensiones específicas, ya que “era tanto el venteo que uno no construía las casas altas, si no se
construían las casas a mitad, porque el viento en la noche, tumbaba las casas realmente”(Gómez,
Pérez, 2014, entrevista a Harold, pág. 35).
Sin embargo, a pesar de utilizar símbolos de protección como las banderas de Colombia puestas
en las casas, esto no era razón suficiente para que la orden de tumbar los ranchos cumplida por la
policía se llevará a cabo (Alape, 1995), dejando en condiciones de vulnerabilidad a las familias que
no tenían otro lugar al cual acudir.
Unido a esto, se sobreponen aspectos culturales propios de los pobladores que llegan al barrio;
esta situación fue importante en la medida que la consolidación del barrio se vio influenciada por
tradiciones culturales, elementos simbólicos y formas de relacionarse, que dieron paso entre otras
cosas a la nominalización del barrio “Caracolí es el nombre de un robusto árbol maderable que
pulula en las riberas del Atrato, en el Choco, y que abunda en regiones como Vigía del fuerte y
Bojayá” (Gutiérrez, 2010), representando la resistencia que ha tenido la población.
Lo anterior fue posible, debido a que entre los primeros habitantes que se establecieron en esta
zona, se encuentran comunidades negras del pacifico, quienes fueron determinantes al momento de
bautizar el barrio “como tributo a sus tradiciones” (Gutiérrez, 2010). Sin embargo, también fue
evidente las formas de lucha por la tierra, propia de las comunidades campesinas, en donde la
situación de precariedad a la cual se vieron expuestos, termino siendo determinante para la
consolidación de formas sociales de cooperación y acciones de carácter comunitario en función de
construir los hogares y las primeras manzanas del barrio.
Por tanto, luego de levantar su lugar de vivienda se enfrentan a la falta de servicios públicos,
dando valía a la afirmación de Zibechi (2008) en tanto que “Caracolí es un montón de casas tristes
e incompletas”. Frente a esta situación, surge la habilidad de algunos habitantes para aprovechar a
partir de conexiones ilegales, aquellos servicios que ya estaban instalados en los barrios
colindantes; así, del tanque ubicado en la parte alta de Caracolí, empiezan las familias a conectar
una red de mangueras que quedaban sobre las vías, asemejando una telaraña y a través de la cual
solventaban el servicio del agua.
Loaiza, S. (2018). Topografía e inclinación del barrio Caracolí. [Plano]. Tomado de Google
Earth y modificada por mí.
Este panorama genero diferentes problemáticas, ya que usualmente esas mangueras eran
desconectadas o rotas, lo cual implicaba que las familias organizaran sus horarios para madrugar e
ir a recoger agua hasta dicho tanque “le tocaba a uno levantarse a la 1 de la mañana, porque
venían más personas a coger agua, entonces le tocaba a uno madrugar a coger agua, aunque sea
la fila” (Don Jaime, entrevista, 2019). Y es que lo que referencia Don Jaime, es la dinámica a la
cual se enfrentaron los habitantes, ya que se repartían fichas para asegurar con esto la posibilidad de
acceder a algunos baldes de agua; aunque también existía la opción de acercarse al barrio Tanque
Laguna o al Puente del Indio, que tenía un sistema de acueducto, en el cual traía sus aguas desde la
vereda de Quiba (Gutiérrez, 2010), o comprarla a algunas personas que en mulas traían baldes de
agua y los vendían a la población.
Loaiza. S. (2019). Características topográficas del barrio. [Fotografía]. Imagen propia.
Esta organización que fue de tipo comunitario, se reprodujo de la misma forma con el servicio
de la luz. Éste, era aprovechado del barrio Jerusalén, en donde hacia los años 80’s sus habitantes
inician un trabajo cooperativo en el cual se abren zanjas para instalar postes de luz improvisados
(con palos), y conectar cables de manera ilegal desde la IV etapa de Candelaria la nueva, ubicada en
la Av. Villavicencio hasta Tanque Laguna, Buenos Aires, Santa rosita y Tres esquinas; desde este
último barrio, ubicado en la parte Norte del Barrio Caracolí, y desde donde inicia el proceso de
urbanización del mismo (Fernando, entrevista, 2019), las familias realizan conexiones para
abastecer del servicio a sus hogares, para esto, era común que entre varias personas reunieran
dinero para la compra del cable que iba a satisfacer dicha necesidad.
(…) y conseguimos los cables, la gente ayudo con los palos, unos a abrir chambas, abrir
huecos y otros a enterrar (…) pero cuando la luz llegó arriba al tanque de Jerusalén,
alumbraba más una vela porque eso no tenía fuerza, no tenía potencia para darle alumbrado
al barrio. (Gómez Pérez, 2014, entrevista a Juanita Lloreda, pág. 35)
En medio de esta situación, hacia finales de los años 90´s llega la asistencia humanitaria de la
ONG médicos sin fronteras al barrio Caracolí, la cual ayudo a minimizar la problemática que se
presentaba con las aguas negras, creando un gran impacto entre la población.
Esta situación de solidaridad, empieza a generar entre los habitantes lazos sociales que se
fortalecen con la puesta en marcha de demandas y proyectos comunes, creando entre ellos formas
de sentido de pertenencia y arraigo por aquello que, de manera paulatina, pero en compañía de otros
fueron construyendo (Torres, 2002). Tal es el caso de aquellos pocos lugares que se lograron
construir para beneficio de la comunidad, como por ejemplo la CEAN (Centro Educativo Amigos
de la Naturaleza), construido hacia el año 1997, el único centro educativo con el que cuenta el
barrio, gestionado
a través de su Junta de Acción Comunal, la Policía Nacional y La Fundación San Antonio,
de la Arquidiócesis de Bogotá (…) la comunidad colocó el terreno, la Policía consiguió
algunos recursos y donaciones para la construcción y junto con la comunidad construyó
el colegio y lo dotó. (CEAN, s.f)
Dicha construcción solvento la necesidad que existía en la comunidad en torno al acceso a
educación en el barrio, en cabeza de la sargento Floralba Maldonado, se ha llevado a cabo la
formación de los niños, apoyado por el cuerpo de la Policía Nacional, en donde el cargo de
docentes es asumido por los bachilleres que prestan el servicio militar. CEAN, es reconocida entre
la comunidad como un lugar que ha marcado la historia del barrio en la medida que ha
concentrado diferentes campañas de salud, educativas, y de entidades como visión mundial, que
han dado solución a algunas necesidades básicas.
Espacios como la CEAN, que fueron construidos de manera colectiva a la par que la cancha del
barrio Caracolí, lograron ser consolidados en medio de la acelerada ocupación que se fue
presentando hacia finales de los años 90´s, y en donde la participación de organizaciones como “Un
techo para mi país”, “Médicos sin fronteras”, la organización de madres comunitarias, “Misioneros
de la Consolata”, “Afrodes” y diferentes iglesias evangélicas, hicieron un aporte fundamental en la
construcción de un ambiente más agradable para los habitantes.
Por consiguiente, el trabajo encaminado por los anteriores actores, fue determinante en medio de
la situación a nivel nacional que embargaba a los colombianos en cuanto a la violencia política,
seguridad, estabilidad económica y falta de garantías frente a servicios como la salud y la
educación, que complejizaba la situación en las zonas marginales de la ciudad de Bogotá, a lo cual
se unió la falta de planeación frente a la ocupación del espacio. Pese a esto, con el decreto 1063 del
17 de diciembre de 1998 se ordena la legalización del desarrollo Caracolí, el cual posteriormente,
de acuerdo a lo indicado por el artículo 239 del acuerdo 6 de 1990, se inicia el trámite de
legalización urbanística y se expide la resolución No. 0843 del 24 de octubre de 2007 “Por la cual
se legaliza el desarrollo Caracolí ubicado en la localidad No. 19 de Ciudad Bolívar, en Bogotá
D.C”, sin embargo, con la resolución 1153 del 2 de octubre de 2015 se legalizo la situación del
barrio Caracolí, luego de encontrar que la resolución del 2007 había hecho dicho proceso de manera
“clandestina”.
1.4 Frente a la desigualdad: organización y lucha
Lo descrito en el apartado anterior, origino que en la localidad de Ciudad Bolívar se empezaran
a gestar diferentes debates llevados a cabo por la comunidad y con la experticia que caracterizaba a
muchos de sus habitantes al haber visto o ser parte de organizaciones campesinas e indígenas en sus
lugares de procedencia, lo cual dio paso a una organización comunal en torno a la exigencia de esas
falencias que se estaban presenciando en las periferias de la ciudad, ello se vio materializado con
uno de los acontecimientos más emblemáticos entre la población de la localidad, llamado el paro
cívico del 93, gestado desde la Unidad Cívico Popular, que encarnaba el sentir de los habitantes
debido a las necesidades que tenían las familias.
Esta situación se presentó debido a las condiciones de vida que vivían los habitantes de Ciudad
Bolívar, ya que “aunque se habían conseguido algunos servicios, los barrios más altos tenían
grandes carencias (80% sin alcantarillado y alumbrado público), y presentaban insuficiencias en
educación (faltaban 90 mil cupos), salud y transporte” (Zibechi, 2008). Dicha situación lleva a que
los habitantes se organicen alrededor de la Jutas de Acción Comunal, que sirvieron como lugares de
encuentro en los cuales se tomaba la decisión del paso a seguir frente a las exigencias que existían
en común. (Forero y Molano, 2015).
Entre esas discusiones se criticó de manera tajante las condiciones que debían asumir los
“beneficiarios” del plan Ciudad Bolívar, entre las que se encontraba insolvencia en cuanto a zonas
de comercio, falta de terminales de transporte y perjuicios en el ambiente por la cantidad de hogares
que no contaron con el apoyo de las entidades estatales y tuvieron que ubicarse en zonas de riesgo,
como es el caso de algunas viviendas en el barrio Caracolí. A esta situación se suma la falta de
intervención por parte de la comunidad en las decisiones que se tomaban frente a la nueva
localidad.
Loaiza, S. (2019). Topografía e inclinación del barrio. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza, S. Zonas de alto riesgo. [Fotografía]. Imagen propia.
Tal panorama refleja el trabajo que llevaron a cabo los líderes comunales en los barrios de
Ciudad Bolívar, ya que ellos se vieron obligados a combinar diferentes mecanismos y recursos
tanto gubernamentales (los cuales eran pocos debido al desajuste que género en las Juntas
Administradoras Locales, la abolición de los auxilios parlamentarios en la constitución de 1991),
como comunitarios, con el fin de organizar a las familias para actuar frente a la situación que
vivenciaban. Unido a ello se denota la llegada hacia inicios de los años 90´s de organizaciones
como la comunidad jesuita que desarrolla
procesos de organización comunitaria, a partir de la Fundación Social y el Centro de
Investigación y Educación Popular – CINEP – (…) el Colectivo Celodije (…) que sirvió de
centro de reunión y formación. (Forero y Molano, 2015, p. 125)
Bajo esta misma situación de formación política en torno a las problemáticas que se presencian
en la localidad, se puede destacar el trabajo llevado a cabo por grupos guerrilleros como el M-19
que instalo campamentos en algunas zonas de la localidad con el fin de formar políticamente a la
población, a partir de un trabajo juvenil en el cual participaron muchachos de los diferentes barrios
que se identificaron con los idearios del M-19. Los campamentos urbanos se instalan en el marco
del Dialogo Nacional adelantado con el gobierno en 1984, reconocidos como aquellos lugares en
los cuales se hacía formación política, se conocía las problemáticas barriales y buscaban dar una
solución a las mismas; en la localidad, este campamento se ubicó en el barrio Villa Gloria, el cual
no solo se encargaba del trabajo político, sino también de la resolución a problemáticas cotidianas
(Medellín, 2016).
Unido al M-19 se denota la presencia en la localidad del Ejército de Liberación Nacional (ELN),
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército Popular del Pueblo (EPL),
que en compañía de proyectos liderados por plataformas políticas de izquierda (Forero y Molano,
2015), irrumpen en las formas organizativas que se llevaban a cabo entre los habitantes de Ciudad
Bolívar.
Bajo este proceso organizativo impulsado desde diferentes frentes hacia inicios de los años
90´s, y como consecuencia del trabajo llevado a cabo en el barrio Potosí en cabeza de Evaristo
Bernate, se da inicio a la Asociación de Juntas de Acción Comunal de Jerusalén (JERUCOM)
(Gómez Pérez, 2014), un proyecto que unifico el trabajo llevado a cabo en los barrios que se
estaban conformando en Jerusalén, unidos bajo la premisa de acceso a la educación, a una vivienda
digna, servicio de salud y transporte, principalmente. Tal proceso, permite la creación de una
coordinadora de unidades populares conocida como Unidad Cívica, en la que confluyen 65
organizaciones de la localidad, las cuales tuvieron una participación notable de los jóvenes.
Por tanto, se organizan constantemente encuentros en los cuales se realizaban acuerdos y
solicitudes que eran socializados por medio de cartas radicadas tanto al gobierno distrital como
nacional, se convocaba a entidades gubernamentales a los encuentros adelantados por la comunidad
con el fin de debatir en torno a las decisiones que se estaban tomando con relación a la naciente
localidad, las cuales terminaban siendo rechazados; esto, iba generando un desgaste notorio entre la
población, por tanto, termina materializándose en una acción directa convocada para el 11 de
octubre de 1993.
Ese día, hacia las 4 de la mañana la comunidad despierta con el himno nacional, y otros con el
sonido de voladores que anunciaba el inicio de una lucha emanada desde la rabia, la impotencia, el
anhelo de un cambio y la organización popular. Loma abajo, las familias se dirigen con todo tipo de
elementos para taponar las vías principales de la localidad,
la autopista sur –a la altura de Guadalupe hasta la zona del actual Olarte–, la avenida
Villavicencio –entre los sectores del Cruce y sus alrededores–, la avenida Boyacá – a la
altura de San Francisco y el sector de Meissen, donde funcionaba la alcaldía local-.
(Robayo, 2013)
Dicha acción empieza a tener ganancias a partir del mismo día, en el cual se conforma la mesa
de negociación liderada por el alcalde Jaime Castro durante ocho días, en este tiempo la comunidad
se congregaba en las afueras del lugar donde se adelantaba este trabajo, acompañando con ollas
comunitarias y la energía de la población. Aquellas demandas que no lograban ser solucionadas por
la administración distrital, requirieron la presencia del gobierno nacional, para aspectos como el
suministro de cocinol, mientras se instalaba el servicio de gas.
Por tanto, el paro del 93 se rememora como aquel proceso de organización y cohesión social que
tuvo alcances importantes, por
su impacto, tanto en los territorios, como en la imagen proyectada al resto del país de una
fuerte base organizada, así mismo por los logros en el cumplimiento de los acuerdos
pactados en las negociaciones con los representantes del gobierno a nivel local, distrital y
nacional. (Gómez Pérez, 2014, p. 92)
Dicho paro, lleva a analizar la forma como se empieza a consolidar la ciudad, enmarcada bajo un
panorama de lucha por la tierra, en la que se privilegia el bienestar común, más allá de la
satisfacción de necesidades personales, y donde las periferias de la ciudad se catalogan como
aquellos lugares donde se resiste a la imposición de un modelo avasallador y segregacionista, en el
cual se pasa por alto la satisfacción de condiciones dignas para la población.
Esta situación, termino fortaleciendo las acciones que se adelantaban en cada uno de los barrios,
y en el caso de Caracolí fue un motivante fundamental para continuar fortaleciendo la Junta de
Acción Comunal, que fue importante en las acciones de presión adelantadas para el cumplimiento
de las exigencias hechas.
De esta manera, se toma de manifiesto la propuesta de Zibechi (2008) en torno a la forma en la
cual se consolidan los movimientos comunitarios, ya que son creados en los territorios, esto permite
resaltar que el trabajo llevado a cabo por las familias en Ciudad Bolívar sea muestra de un proceso
en el cual prevalecen esquemas de vida, lazos sociales y alternativas culturales comunitarias que
movilizaron las acciones comunes llevadas a cabo en la construcción de los barrios.
Tal manera de actuar, se convierte en una característica principal de los barrios periféricos, ya
que combaten la presión ejercida por las condiciones económicas y políticas practicadas a nivel
local, nacional e internacional, sobreponiendo la organización y desajustando aquellos proyectos
que no benefician de manera certera a la comunidad; esto, lleva a pensar en la construcción de
ciudad que se ha deseado implementar (Aguilera y Medina, 2017), en la cual se busca seguir
marginalizando a la población y condenar a la pobreza a aquellas personas que se ubican en estas
zonas de la ciudad.
Sin embargo, detrás de ello se debe privilegiar el trabajo de formación política, de organización
social, de transformación y significación de las dinámicas que a diario se construyen, brindando con
esto la oportunidad de enlazar a la comunidad al territorio, en este lugar se unifica sentires y se
simboliza conjuntamente un proceso que atraviesa la vida de las familia, ya que resulta siendo un
espacio en el cual se negocian estrategias cotidianas de supervivencia, extrapolando las decisiones
que se toman en el hogar (Escobar, 2007).
Frente a lo anterior resulta interesante el papel que termina cumpliendo la mujer en las formas de
organización que se lleva en los barrios, ya que desarrollan acciones tan sencillas como “apoyarse
unas a otras, resolver problemas a su modo, con la lógica implacable de hacer como hacen en sus
casas, de trasladar al espacio colectivo el mismo estilo del espacio privado, una actitud
comunitaria espontánea de la mujer – madre” (Zibechi, 2008, p. 82). Esto, se evidencia en un
barrio como Caracolí, gracias a la diversidad de procedencia que caracteriza a la comunidad, y
donde el accionar campesino se pone de manifiesto, para implementar un modelo matrístico.
Por tanto, la experiencia que ha caracterizado al barrio Caracolí, debe ser vista como un proceso
en el que intervienen diferentes actores que mediados por significaciones sociales, han orientado la
perspectiva que se tienen de los barrios periféricos, hacia la consecución de escenarios en los cuales
se sigue cultivando elementos de continuidad social y diversidad cultural (Fals Borda, 2000 ), los
cuales antecedidos por un legado histórico que pesa en sus habitantes, sigue invitando a la
consecución de formas dignas de vida para la comunidad.
Capítulo II
La historia del barrio Caracolí como ha permeado a las diferentes generaciones, las cuales han
vivenciado a lo largo de los años la construcción de su lugar de vivienda, donde ha primado el
trabajo colaborativo y en comunidad. Frente a esto, se construye de manera colectiva una serie de
significaciones que de una u otra manera están presentes en el diario vivir de las personas,
convirtiéndose así en aspectos que enriquecen el sentido común, en la medida que otorga
naturalidad y practicidad a la realidad que construyen los habitantes del barrio (Geertz, 1999), y
donde las tensiones generadas a partir de la denominación de barrio periférico (como foco de
inseguridad, afectación de los fenómenos de desplazamiento – tomando en cuenta las consecuencias
que estas traen en la vida de los afectados -, y la existencia de grupos al margen de la ley) mueven
dentro del entramado social una serie de creencias que terminan convirtiéndose en formas de estar
dentro del barrio (Bravo, Oviedo & Serna, 2010).
Esto, en tanto que se evidencia la inmersión de determinados discursos de poder en las
dinámicas sociales del barrio, que no solo son instauradas desde aquellos que ocupan cargos
públicos, sino que también son constituidos por las formas de organización de la comunidad, en
donde de acuerdo con Rauber (2016) la inmersión es aspectos políticos como la formación en
participación política; económicos, como la construcción de pequeñas huertas urbanas; sociales,
como la consolidación de grupos que propenden por la defensa de los Derechos Humanos y
culturales a partir del desarrollo de escuelas de danza, teatro entre otros; se pueden resaltar como
espacios que permiten la consolidación de significaciones, en donde se instituye un panorama que
toma sentido para la población y les permite participar en la realidad que se tiene a disposición.
A su vez, el sentido común, es definido desde Geertz (1999) como el realismo inminente,
enmarcado en convicciones, actos de fe en medio de la aprehensión objetiva de la realidad y la
sabiduría coloquial, mundana, que moviliza la experiencia de las personas y les permite estar
socialmente, constituyendo con esto un sistema cultural que es enriquecido por las personas con
quienes se socializa.
De esta manera, el hecho de encontrarse en espacios específicos del barrio y evidenciar los
aspectos que se implícitan en el accionar de las personas, como medio de estar y apropiar el
territorio, a partir de formas diferentes como: las imágenes que condensan un conjunto de
significados; sistemas de referencia que permiten dar sentido a los espacios; categorías, entendidas
desde Durkheim (2008) como construcciones colectivas, que clasifican las circunstancias, los
fenómenos y los individuos con quienes se comparte un espacio y teorías que dan paso al
establecimiento de formas para comprender las acciones presentes en los habitantes, son formas
específicas que dan cuenta de las significaciones sociales construidas por los habitantes de Caracolí
en torno al territorio, y que tienen como baluarte la diversidad cultural que caracteriza a sus
habitantes.
Por tanto, las significaciones sociales como construcción conjunta de la realidad, esta mediada
por el sentido común dado en el mundo de la vida de manera intersubjetiva, por tanto es susceptible
de interpretación, en la medida que: se establece en un panorama de intercambio constante de
significaciones; es situacional, ya que depende de las circunstancias a las cuales se expone; las
acciones que se desarrollan están mediadas por un fin específico, en donde los intereses particulares
intervienen en las relaciones sociales; los proyectos y roles determinan la forma de actuar; hay
espacio para la individualidad, entendida como potencia creadora (Castoriadis, 2007) la cual
permite la creación de un mundo que responda a intereses propios, a la vez que existen proceso de
significatividad y de la misma forma hay presencia de realidades múltiples, que parten de la actitud
natural presente en cada ser humano. Dicha descripción del mundo social, es parte esencial en la
construcción del sentido común, por tanto atraviesa la experiencia del individuo y lo socializa.
Por otro lado, es posible evidenciar que la socialización se basa en el intercambio de ideas y
pensamientos, que se convierte en la base de la vida cotidiana, como forma de hacer frente a lo
instituido, en donde el consenso intersubjetivo de los miembros de una colectividad, da paso a la
existencia de normas, valores, costumbres, instituciones que hacen parte de la exterioridad del
individuo (Castoriadis, 2007), bajo estas prácticas se somete al individuo inclusive desde su
nacimiento.
Dicha forma de asimilar el mundo, es definida como representaciones colectivas mediado por lo
simbólico, donde el “el hombre se auto controla y controla el mundo creado” (Beriain, 1990, p.11),
a partir de una racionalización en donde se busca mantener el equilibrio entre un mundo objetivo,
mundo social y mundo subjetivo. Sin embargo, esta forma de asimilar la realidad que viene a ser
estructural, no parte de la significación, de la creación de los seres humanos, del sentido que los
mismos dan a sus acciones, así pues, no es considerada una forma adecuada de analizar la forma en
que se construye territorio en el barrio Caracolí.
Así pues, es posible asimilar las relaciones sociales desde la comprensión de las formas de estar
a partir del sentido común, y el carácter colectivo que tiene inmerso en su centro, mantiene un
carácter relevante en la medida que le da sentido al mundo inteligible creado por los seres humanos
y que al tener un carácter instituyente refleja de manera más plausible la realidad, en donde
intervienen factores como el lenguaje, los discursos, los contextos, y que se puede llegar a
condensar a partir de una noción como territorio el cual resulta ser performativo y adquiere
importancia ya que responde a la realidad construida desde la comunidad en la cual se instituyen
significaciones, las cuales, desde el aporte teórico de Castoriadis, pueden ser abordadas
concretamente gracias al abordaje conceptual que desarrolla el autor, donde se pone especial énfasis
en la potencia creadora que emana de los seres humanos y se socializa con la sociedad.
2. De la lucha por la tierra a la lucha por el territorio
En Ciudad Bolívar el problema de la tierra deja de ser la lucha por ésta y pasa a ser una lucha
por el territorio. Lo anterior, debido a que se unifican los intereses del campesinado quienes han
luchado en las zonas rurales, en las que por condiciones ajenas a sus intereses se ven obligados a
seguir sorteando sus formas de organización en la ciudad, y especialmente en los barrios
periféricos. De este modo, el campesino entra a participar políticamente, en la medida que se ha ido
formando en medio de “condiciones de hambruna, falta de vivienda, concentración de la propiedad
y falta de atención por parte de los entes competentes” (Loaiza y Orjuela, 2014, p. 13), lo cual ha
llevado a redefinir su accionar.
Así pues, se centra la atención en el territorio y el campesinado, en la medida que son los
detonantes de las relaciones que se llevan a cabo en los barrios periféricos. Esto, debido a la
situación de exigencia de derechos no satisfechos en los diferentes lugares de los cuales proceden;
de acuerdo con Zibechi (2008) el campesinado y la población residente en los barrios que en suma
se convierten en comunidad, giran sus intereses hacia la lucha por la autonomía y el autogobierno,
logrando con esto el arraigo hacia los lugares en los cuales se van asentando durante su llegada a la
ciudad.
Bajo esta lucha, el territorio se convierte en el baluarte de una comunidad, ya que es visto como
el lugar en el cual se hace posible la producción, supliendo el papel que cumplían las fincas o
huertas. Se convierte en una propiedad colectiva, ya que se construye ajena a las ayudas estatales
supliendo las necesidades que el gobierno debiera satisfacer; sin embargo, esta conquista se hace en
medio de conflictos sociales, los cuales marcan las pautas para la apropiación y construcción del
territorio.
Ahora bien, ese conflicto social es visto desde Zibechi (2008) como la consolidación de un
ambiente en el cual se da la mercantilización del territorio, dando prioridad a la utilización del
espacio como lugar en el cual se adquieren ganancias económicas, tal como sucede en la
consolidación de los barrios periféricos desde un punto de vista estatal, en donde se responde de
manera prioritaria a los ritmos y necesidades del capital, siendo un baluarte fundamental en la
acumulación de poder.
Tal concepción centra la atención en el papel que cumple el neoliberalismo en la constitución de
los territorios en barrios periféricos. Esto, en la medida que dicho sistema ha buscado reducir “los
horizontes de sentido y experiencia simbólica, llevando a que los territorios se despoliticen, se
ignoran las disputas territoriales, y se desmontan y destruyen ámbitos de construcción social y
colectiva” (Marcucci, 2016, p. 21), logrando con esto que los habitantes de dichos lugares también
sean despolitizados y sumidos apresuradamente en un panorama de sumisión y asistencialismo.
Por tanto, lo que predomina en torno a la cuestión del territorio está marcado por discursos
guiados desde las potencias y materializados a partir de las políticas de desarrollo y bienestar, en las
cuales se busca acomodar los lugares a las necesidades del mercado, tal como se evidencia con la
imposición de agricultura industrial por encima de políticas agrarias, que buscan desacomodar al
campesino y obligarle a asimilar otras formas de trabajo en respuesta al sistema económico que
prevalece.
El sometimiento del capital sobre el espacio rural, ha llevado al campesinado a condiciones de
extrema inequidad social y ha querido desagregarlo del campo político, esto en la medida que bajo
un discurso de bienestar ha logrado enmascarar sus intereses y seducido hasta cierto punto a las
comunidades hacia un accionar de fiel rebaño, sin embargo, en medio de la falta de soluciones de
raíz y acciones donde haya realmente participación por parte de las personas, dichas prácticas han
ido perdiendo cada vez más cobertura.
En términos generales, se acude a un escenario en el que la participación de las comunidades se
hace preponderante, ya que no parte únicamente de obtener un lugar en el cual establecer viviendas,
o ver satisfecha de manera paupérrima necesidades básicas, si no que detrás de ello existe una
defensa por los “símbolos y los significados de una lucha cultural” (Escobar, 2007, p. 284). Bajo
esta consigna, se encasillan diferentes tipos de comunidades, aquellas que han sufrido los
vejámenes de la guerra, aquellas que han querido ser silenciadas y olvidadas, junto a quienes
reivindican constantemente la lucha de sus antecesores.
Visto así, se hace necesario hacer mención al trasegar epistemológico al cual se ha visto abocado
el concepto de territorio, para desde allí aterrizar en la concepción que será tomada en la presente
investigación. En este sentido, es preciso aclarar que el concepto de “territorio” se ve enfrentado a
una suerte de acomodación respecto al campo epistémico desde el cual se hable. Por tanto, de
acuerdo con Llanos (2010), este concepto, durante la época moderna tuvo una influencia
considerable de la cartografía, en donde siendo el soporte fisiográfico de los estados nacionales,
describía los límites y fronteras que estos poseían, reduciendo así su campo a la delimitación del
espacio.
Unido a lo anterior, se destaca el interés por desarrollar una geografía guiada hacia el
positivismo, centrando su foco hacia las ciencias naturales más que a las ciencias sociales, lo cual
lleva a que, hacia finales del siglo XIX, el “territorio” resultara siendo una concepción insuficiente
con el cual se pueda hacer referencia a la riqueza de los estados nacionales y de las colonias
sometidas a países que son potencia. En relación con este panorama se encuentra la referenciación
al concepto de “región”, impulsado por Paul Vidal de la Blache, quien no buscaba establecer leyes,
si no especificidades, al considerar la región como lugar en el que se combinan los fenómenos
físicos y humanos (Moreno, Cely y Rodríguez, 2013).
Frente a esto, es pertinente afirmar que los conceptos de “región” y “territorio” surgen durante la
época moderna entre los siglos XV y XVI y los cuales difieren en relación al objeto de estudio que
se tenga en cuenta, sin embargo, son tomados como semejantes al concepto de Estado (Porto
Gonçalves, 2006). A su vez, manifiesta Llanos (2010) que durante el siglo XX se evidencia el uso
nuevamente de los conceptos de “región” y territorio” a favor de nuevas teorías y paradigmas, en
donde la “región” se vuelca hacia el impulso de políticas de desarrollo acorde al modelo económico
impulsado por los estados nacionales, y el “territorio” adquiere una relevancia a nivel político y
económico, ya que termina siendo relevante para el establecimiento de relaciones geopolíticas y del
derecho internacional.
Visto así, se hace preciso anotar que el léxico utilizado para develar la razón por la cual se hace
uso del concepto “territorio” se liga a una corriente interdisciplinaria. Esto, debido a que el
panorama actual de la geografía permite evidenciar la existencia de múltiples corrientes
epistemológicas que pretenden dar explicación a las relaciones que se establecen de los grupos
humanos con el medio biofísico sobre el cual se desenvuelven, lo cual demuestra el carácter
flexible que puede llegar a tener el concepto de “territorio”, en la medida que constituye “una
manifestación más versátil del espacio social como reproductor de las acciones de los actores
sociales” (Llanos, 2010, p. 213).
2.1 Se entiende por territorio…
La versatilidad frente al espacio social lleva a centrar la atención en algunos autores que han
logrado desmarañar el entramado que caracteriza al “territorio”, este interés ha abierto un abanico
de opciones en las cuales como se dijo anteriormente predomina el enfoque que sobreponen las
corrientes epistemológicas. Por tanto, se retomará la posición de aquellos que han centrado su
atención en la viabilidad de un estudio en el cual se busque comprender la cotidianidad que
envuelven los espacios como un barrio periférico, en el que surgen constantemente fenómenos
sociales dignos de analizar.
Así, por un lado se encuentra el trabajo de Lévy (2003), este autor denota 8 concepciones frente
a lo que se ha definido como “territorio”, durante su recorrido establece una crítica en tanto que se
ha confundido en algunas teorías lo que es espacio y lugar sin dar un significado concreto frente a
estos y enredándolo con lo que es territorio, logrando la pérdida de valor que encierra su definición.
A su vez, el autor resalta que termina siendo una tautología asegurar que los seres humanos hacen
suyas las realidades, que las fabrican, las utilizan o las reconocen, en aras de dar significado a lo
que es el “territorio”.
Bajo esta premisa, resulta importante expresar que “existe una multitud de apropiaciones,
individuales, colectivas, comunitarias (…) y todas engendran relaciones específicas de pertenencia
recíproca entre habitantes y espacio habitado” (Lévy , 2003, p. 3), dicha aseveración, da vida al
impacto que tiene las acciones llevadas a cabo por el ser humano en un espacio determinado, el cual
resulta siendo susceptible a las significaciones que se van construyendo en torno a este. Ese espacio
entendido fuera de una concepción geométrica, a-social y a-histórica que se pretendió establecer
desde la geografía positivista.
Por tanto, de Lévy (2003) se rescata el uso dado frente al “territorio” ya que lo relaciona con el
mundo social, en tanto que, ligado a las redes como espacios practicados y puestos en escena en la
vida social, abre el camino preciso a partir de la construcción y circulación de legitimidades
políticas para que se lleven a cabo procesos de territorialidad, en donde las acciones humanas
cobran sentido.
En este mismo sentido, Llanos (2010) hace referencia a la idea de no linealidad frente a los
fenómenos sociales, al expresar que en la vida social se abre un abanico de opciones, de direcciones
frente a las dinámicas y relaciones sociales lo cual permite que se dé una integración de nuevos
espacios, en los cuales se lleva a cabo acciones sociales que buscan instaurar procesos de identidad
y en el cual intervienen personas con características culturales diferentes. El territorio, asegura el
autor, permite comprender de manera más certera las realidades que se desenvuelven en el mundo
social, en medio del contexto de globalización.
Tomando en cuenta lo anterior, Llanos (2010) afirma que un “un problema de investigación del
territorio es de tipo interdisciplinario, ya que la disciplina con la que se pretenden hacer los estudios
debe formar una bisagra metodológica no sólo con el contexto temporal, sino fundamentalmente
con la dimensión espacial” (p. 217). Esto, en la medida que en un contexto social determinado,
actúan personas de diferentes ideales frente a la realidad social, siendo esa misma característica la
que interviene en la construcción del territorio; en donde prima la relación que se consolida con el
entorno inmediato, funcionando como complemento fundamental para el desarrollo de este trabajo
investigativo.
En esta misma línea, en un análisis del contexto social en el cual se toma en cuenta categorías
como el bienestar vs el desarrollo, permiten evidenciar la consolidación de acciones motivadas en
una comunidad para con esto determinar cuáles son los ideales que movilizan a determinada
población. Por ello, el aporte realizado por Escobar (2007) resulta importante en torno al
“territorio”, ya que bajo los regímenes de representación entendidos como la intervención que
tienen los discursos y las dinámicas de poder en el establecimiento de las relaciones sociales, es
posible comprender los aspectos que intervienen en la construcción del territorio.
La anterior posición resulta importante en la medida que los barrios periféricos se ven
permeados por una suerte de asistencialismos en los cuales tiende a caer la población debido a las
necesidades que subyacen en su contexto, fragmentando con esto las acciones comunales que se
lleven a cabo en el mismo, controladas bajo discursos de bienestar que resultan dando solución a
aspectos físicos (como la construcción de parques) más que a situaciones de orden social. A la vez
que, en un contexto donde el mercado está controlado por la globalización, se introduce en el
ideario de las personas que el desarrollo consiste en la adecuación de los espacios y en la aceptación
de estos como única acción concreta, signando a la población en unos marcos de aceptación y
pasividad frente a sus necesidades básicas.
Pese a esto, Escobar (2007) asegura que dicho panorama es el que establece las bases para la
construcción de territorio, en la medida que las comunidades organizadas para hacer frente a los
regímenes de representación, sobreponen su legado cultural, sus símbolos y los significados que
han construido en torno al lugar en el que habitan, para con esto denunciar la situación sociopolítica
hacia la cual han sido segregados y hacer frente a la falta de soluciones concretas otorgadas por las
entidades pertinentes, validando con ello su actuar político. Esto, en la medida que bajo un proceso
de “hibridación cultural” se entrecruzan imaginarios, cosmologías y tradiciones culturales que
resultan ser significativas para las personas, logrando con ello un ambiente de construcción social
del territorio.
Del mismo modo, es posible determinar que las acciones llevadas a cabo por las poblaciones que
son llamadas de abajo o en este caso de barrios periféricos, resultan siendo importantes en la
construcción de territorio; allí se puede denotar que las relaciones sociales son atravesadas por
discursos de poder en los que de acuerdo con Zibechi (2008), se someten al “desgaste del mercado
capitalista, la competencia destructiva de la cultura dominante, la violencia, el machismo, el
consumo masivo y el individualismo, entre otros factores” (p.10). Y sin embargo, esas mismas
poblaciones terminan por sobreponerse a esos regímenes de representación.
Así, esta lucha por el territorio en los barrios periféricos, resulta por organizar nuevas formas de
gobierno en las comunidades, a adoptar lógicas estatales para denunciar y reactivar las formas de
participación que son arrebatadas en el paso del campo a la ciudad, y la llegada a estos barrios.
Estas zonas de la ciudad, resultan ser la muestra fehaciente de la condición económica a la cual está
sometida la economía nacional, en donde la desconexión de las prácticas productivas formales,
resultan siendo aquella que prima en estas zonas, contradiciendo así el control social que
determinadas instituciones pretenden llevar acabo y que se materializa especialmente con la entrega
de subsidios, los cuales resultan ser un paliativo momentáneo.
Esa lógica del mercado ha llevado a que los de abajo creen espacios controlados por estos y los
convierten en su propio territorio, en medio de una dinámica de lucha social, donde el dominio del
espacio debe aprenderse a sortear. Uno de los aspectos fundamentales en esta práctica es la
capacidad de insubordinarse al sistema capital, es allí donde la participación política por parte de
las personas resulta ser imprescindible, en su capacidad de desbordar el orden establecido, siendo
las poblaciones marginadas según Matos Mar (Citado por Zibechi, 2008) imprescindibles por su
corazón solidario andino.
En efecto, para que esta situación pueda ser llevada a cabo se requiere de un espacio en el cual
llevar a cabo dichas acciones, mediadas según Zibechi (2008) por la capacidad de los sujetos de
encarnar relaciones en las que se logre generar arraigo y por tanto construir territorio, el cual tiene
como centro los afectos, y lo vivido de manera comunal, convirtiéndose en una forma de lucha.
Esto, en la medida que los barrios periféricos y la forma en que se construyeron, pueden ser vistos
como un ataque a la consolidación de ciudad que prima para ese entonces, mediada por entidades
capitalista como el FMI (Fondo Monetario Internacional) o el BM (Banco Mundial).
Unido a esto se evidencia el trabajo llevado a cabo por las mujeres, ya que bajo la misma
dinámica utilizada en el hogar, coadyuvan en la organización de la comunidad con el fin de juntar
esfuerzos, apoyarse, resolver problemas haciendo uso de los recursos que se tiene a la mano y
siendo parte fundamental en la lucha constante que se libra (Zibechi, 2008). Así, este trabajo
mancomunado lleva a que la población instituya el territorio y cree con ello modos de vida que
respondan a las necesidades de la población en una búsqueda constante de un beneficio común.
2.2 La capacidad de instituir significaciones sociales
Encadenado en una dinámica de construcción social, de encuentros con los otros en medio de un
panorama que permite avizorar aquellos aspectos que une y genera complicidad, enmarcado en un
ambiente de intercambio constante, el ser humano se ve enfrentado entre el cuerpo y el alma de
acuerdo con Castoriadis (1997) en un entramado en el cual se constituye la psique y el inconsciente.
Bajo esta situación, el ser se posiciona en medio de un sí y un para sí.
El sí, es entendido como un proceso de auto referenciación en donde se toma en cuenta las
acciones que como ser humano se pueden realizar y aquellas que no, bajo esta dinámica no hay
espacio a la representación, si no que prima lo funcional; por otro lado el ser para sí, busca
privilegiar el fin en sí mismo, donde aparte de estar presente la auto referenciación se adopta un
proceso de reflexividad, de este modo el ser humano se toma a sí mismo como actividad actuante a
través de la imaginación y en constante relación con un mundo que siempre es representación.
De esta manera, se hace necesario precisar que en medio de esta ejecución se da paso a la
creación, la imaginación y la significación. Este aparataje resulta estar fuertemente alterado por la
psique, de la cual es clave afirmar su capacidad monádica, en la medida que en sus inicios resulta
ser egocéntrica y antisocial, se muestra ajena a cualquier tipo de instituciones y significaciones, y al
ser ex - nihilo, permite la constitución del sujeto como tal. Éste, haciendo uso de la capacidad de
pensar, trasciende las fronteras orgánicas para dar paso a la constitución de una imaginación activa,
ya que tiene “la capacidad de hacer aparecer representaciones que proceden de una excitación
externa” (Castoriadis, 1997, p.18), invitando con ello al devenir en ser humano, ya que rompe con
los preceptos en la separación que se da del estado natural.
Dicho devenir humano, se caracteriza por entrar en relación con otros en medio de un contexto
social que propicia la construcción conjunta de significaciones como forma de socializar a las
personas. Para que esto pueda darse, la imaginación termina desplazando a la psique y asumiendo
un papel de fiel constructor de la base que dará paso a la creación de un mundo propio en el cual
situarse, asimilando aquello que le es externo y desarrollando la posibilidad de crear significados,
esta capacidad creadora es inherente a la consecución del ser humano y lo dota de una investidura
social que se verá reflejada en lo que Castoriadis nombra la imaginación radical, ésta permite la
creación de lo nuevo basándose en las condiciones que se presentan y dejando de lado las
determinaciones.
En consecuencia, se acude a la existencia de un ser humano que mediado por la fuerza creadora
logra poner en juego las diferentes particularidades que encarnan en un contexto determinado, y
haciendo con esto que acuda constantemente a esa representación primera con el fin de dar
respuesta a las problemáticas que vivencia, esto lo hace en medio de un flujo de representaciones
que tiene como particularidad la posibilidad de crear sentido, siendo éste el móvil de las
significaciones socialmente creadas.
Visto así, el imaginario social hace presencia como manifestación de las relaciones que se llevan
a cabo en el medio social, en donde de acuerdo con Castoriadis (1997) “los individuos socializados
son fragmentos que caminan y hablan en una sociedad dada; y son fragmentos totales; es decir ellos
encarnan, en parte efectivamente en parte potencialmente, el nudo esencial de las instituciones y las
significaciones de su sociedad” (p. 190). Así, la sociedad resulta ser ese escenario en el cual el ser
humano como sujeto histórico-social, tiene la posibilidad de seguir sobreviviendo (Castoriadis,
2007), esto, debido a que es allí donde la fuerza creadora tiene posibilidad de desenvolverse.
Dado que esta interacción es llevada a cabo en medio de una lógica mágmatica, en la cual el ser
humano tiene una variedad de posibilidades de las cuales escoger para reaccionar frente a una
situación, no es posible reducir dicho actuar en una lógica conjuntista identitaria, entendida está a
partir de los principios de identidad, contradicción y la organización de un dato en clases, relaciones
y propiedades definidas, al contrario, requiere de un proceso más complejo para asumir su realidad
y exaltar esa sublimación que vivencio en su devenir humano. El primero asociado al Legein
(Castoriadis, 1997), que tiene como función la designación, en donde se logra hacer referencia a los
objetos distintos y definidos, lo cual permite la producción de las relaciones entre signos haciendo
el lenguaje como código e institución; y por otro lado el Teuhkein que se encarga de la
instrumentalización, refiriéndose a lo que es, lo que podría y no ser, siendo la dimensión que
identifica el hacer social.
Por tanto, la construcción social imaginaria de las instituciones termina siendo una experiencia
conjunta del ser humano, que logra desarrollar ese proceso de desfuncionalización donde no se
tiene una característica biológica que lo ate, permitiendo que la psique humana devenga en objetos
psíquicos, la cual es condición de la simbolización; bajo esta premisa se crean diferentes formas de
significar el contexto, y se hace bajo la lógica conjuntista identitaria. Esta acción encierra un
carácter particular que mueve las dinámicas sociales cotidianas, en la que está involucrada las
instituciones sociales creadas, ya que terminan por organizar las formas de actuar y pueden llegar a
delimitar la fuerza creadora en las personas. Esto, debido también a que se inserta en un proceso de
socialización, en donde la psique es forzada a dejar de lado el sentido monadico original por el
sentido suministrado en la sociedad, subordinando creaciones y producciones a la vida social en la
que se ha insertado el ser humano (Castoriadis, 1997).
Lo anterior puede ligarse al impacto que tienen los regímenes de representación nombrados por
Escobar (2007), que terminan por validar las formas de organización presentes en los grupos
sociales; esto es reforzado a partir de la acción de instituir, un proceso a partir del cual se
normaliza el accionar social e inhibe de esta forma la posibilidad de cuestionar lo que dentro de la
misma institución acontece, dando prioridad a lo que se presenta como inamovible y permanente,
presente en cada cultura, con sus particularidades y estructuras específicas.
Dicho carácter se manifiesta como prolegómeno al posicionamiento de la sociedad instituyente.
Ésta, combina aspectos del imaginario radical que puesto en el proceso de socialización suele ser
acallado, sin embargo, es lo que da vida a la sociedad en tanto que permanece como una capa
“debajo” de lo instituido, donde constantemente está en un proceso de alteración que lleva a
trasformaciones constantes en un ámbito social, movidas por las personas, en relación a la situación
que se presenta en su contexto. Este proceso suele realizarse de manera colectiva, como un proceso
de auto creación y autodestrucción de forma simultánea.
Tal accionar se realiza en el escenario de lo histórico – social, con lo cual se entiende que el ser
humano construye sus relaciones sociales haciendo uso de los acontecimientos que a nivel histórico
han sucedido, tal camino abre la posibilidad del cambio entre lo instituido y lo instituyente, gracias
a las creaciones llevadas a cabo por el imaginario social instituyente, debido al magma de
significaciones del que hace uso. Bajo este proceso el imaginario social instituyente, abre la
posibilidad al ser humano de construir un camino hacia la autonomía. Así, convierte el placer de
representar en placer de pensar y en la libertad de hacer. Esta dinámica lleva a que la sociedad
autónoma y el sujeto autónomo, busquen nuevas preguntas, no se deje contener por las
certidumbres socialmente instituidas (Castoriadis, 1997).
Esta capacidad del ser humano de modificar los preceptos que se han instituido en las relaciones
que lleva a cabo, esta investido por un entramado de representaciones, afectos y acciones que son
creadas por los grupos sociales, socializando al individuo en un mundo en el cual la lógica
conjuntista identitaria coadyuva en dicho proceso, presentes en un escenario donde lo histórico-
social está actuando constantemente. Tal en tramado permite la expresión del imaginario radical
concretado en las significaciones imaginarias sociales, que terminan siendo creaciones encarnadas
en las instituciones durante el camino que se han transitado.
Dichas significaciones sociales crean un mundo propio para la sociedad (Castoriadis, 1997). Se
caracterizan por dar sentido a las formas de vida de una comunidad específica, siendo resultado del
imaginario social instituyente, y son creadas de manera inmotivada por un colectivo humano, así
mismo, son coherentes con las instituciones ya que responden a las características e impulsos que se
construyen en conjunto. Dichas significaciones tienen como característica fundamental la capacidad
de construir relaciones de identidad colectiva, entendida desde Cabrera (2004) como significados
aceptados e incuestionables para una sociedad, ya que se constituye como la matriz de esos
significados.
Del mismo modo intervienen el hacer de los individuos y de la sociedad, a partir de esto logra
instituirse, y consigo instituye para las personas un mundo de significaciones. Ellas se encuentran
en una interrelación y construcción constante, ya que como precisa Castoriadis (1997) “el individuo
y la historia son siempre sociales; lo social es auto alteración, historia y temporalidad especifica de
la sociedad, la cual se constituye como tal al instituirse como un magma de significaciones
imaginarias sociales” (pág. 30). En ello resulta importante el papel que cumple la creación se
sentido alrededor de la construcción social que se realice, ya que en aras de un mundo construido
para sí, se satisface la exigencias de significados que respondan a los intereses del grupo en el cual
hagan presencia.
Visto de esta manera, el interés de esta investigación se encamina hacia la indagación de los
modos alrededor de los cuales una comunidad ubicada en barrios periféricos de la ciudad, ha ido
construyendo su territorio a lo largo de la conformación del barrio, entendiendo que las personas
que se asientan en este lugar tienen consigo una lógica conjuntista identitaria que se pone en
relación con el de las otras personas, y ha llevado a la construcción de significaciones sociales, lo
cual ha permitido que construyan de manera conjunta lo que es actualmente el barrio.
2.3 Socialización enmarcada en una lógica magmática
Dado que las acciones llevadas a cabo por el ser humano están enmarcadas en una creación
histórica, y diferenciadas de acuerdo a una serie de capas caracterizadas por el surgimiento o la
constitución bajo la cual se dio determinado acontecimiento, es preciso hacer referencia al impacto
que tiene entre las relaciones sociales lo que es conocido como la lógica magmática, en la cual se
encierra el ser humano, en la medida que es un ser magmático, ya que es creación y temporalidad
(Castoriadis, 1997). Esta lógica es entendida desde las indeterminaciones que se presentan en la
realidad social, la cual no puede ser reductible en una única lógica conjuntista.
A su vez, marca la característica que existe en la creación de nuevas formas de enfrentar la
realidad, en la medida que bajo una lógica magmática se está generando constantemente nuevas
significaciones, esto, buscando constantemente cuestionar lo instituido, debido al imaginario radical
de la psique y la sociedad como imaginario social instituyente. Por tanto, la sociedad siendo una
construcción, una constitución de su propio mundo, se inserta en una dinámica en la cual está
continuamente constituyendo una forma histórica nueva, por sus modos de institución y las
significaciones imaginarias que consigo lleva (Castoriadis, 1997).
Así, entre los aspectos que se hace pertinente resaltar frente a una dinámica social en la cual está
presente esta lógica, Castoriadis hace referencia a la “capacidad de transformación de las
condiciones mismas de satisfacción (1997, p. 122), siendo un factor relevante en la crítica de las
circunstancias a las cuales se adentra una comunidad específica, en donde el ser humano desde la
capacidad adquirida tiende a realizar creaciones históricas tomando en cuenta aquello que para sí le
da sentido, teniendo cabida en este proceso el imaginario radical instituyente como fuente de un
proceso nacido desde una creación socio-histórica.
De esta manera, la institución de la sociedad es cada vez más institución de un magma de
significaciones, que se encarnan en el ser humano como la posibilidad de asumir y asumirse en el
mundo a partir de una posición en la que se le abre el camino para crear desde su carácter histórico
social, un imaginario social instituyente en el que se rompan esquemas existentes y se establezca un
oren social determinado.
Por tanto, la posibilidad de entender el carácter instituido de la sociedad, permite resaltar el
papel mediatizador que tienen los sistemas simbólicos que son creación de los seres humanos,
como colectivo que trasciende a los individuos y se impone a ellos, proveyendo a la psique de
significaciones y valores, los cuales dan a las personas medios para comunicarse y relacionarse
colaborativamente. Esto, permite resaltar el valor que Castoriadis pone frente al imaginario radical,
el cual no se centra en lo fantasioso, si no que se activa en el ámbito de lo social-histórico.
Capítulo III
3. Construcción de territorio en el barrio Caracolí
La construcción de un barrio periférico encierra aspectos de tipo físico y simbólico. En cuanto al
primero terminan siendo resultado de un esfuerzo conjunto en el cual, de acuerdo con los interés
que tenga el gobierno de turno, puede terminar coadyuvando con dicho proceso al hacer adecuación
rápida de carreteras, mejoramiento de parques, o como sucedió en la alcaldía del gobierno de
Enrique Peñalosa (2015 – 2019), a través del programa “Habitarte”, en el cual se intervienen las
fachadas de las casas en localidades como Bosa, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe, y Ciudad
Bolívar, entre otros; buscando con esto “desmarginalizar” los barrios que se asientan en estas
localidades, tal como lo expresó el mandatario en su cuenta de twitter “La nueva Bogotá llena de
color gracias a nuestro programa #Habitarte que a través del arte está transformando los barrios
y sus comunidades” (Peñalosa, 2017).
Al mismo tiempo se impulsó en el barrio la entrega de dos parques, el primero de ellos
remodelado en el año 2018, con el cual según el equipo de trabajo que allí hizo la intervención,
se buscaba brindar un espacio en el que las personas pudiesen interactuar, debido a que era un
lugar físicamente inadecuado para el disfrute de las personas, a su vez, la existencia de
problemáticas sociales como el micro tráfico, riñas y consumo de drogas, según ellos impedía
que disfrutaran de actividades de esparcimiento o culturales (Wiesner, 2018). En cuanto al otro
parque, este fue inaugurado antes de terminar la alcaldía de Peñalosa en diciembre de 2019, se
ubicó en un lote baldío que se encuentra cerca al zanjón del ahorcado o caño como es conocido
por los habitantes, lugar que se pretendió invadir para construir viviendas pero que fue
fuertemente desalojado.
Loaiza, S. (2019). Primer parque de Caracolí. [Fotografía]. Imagen propia.
Sin embargo, aunque físicamente los parques quedaron agradables, el primero de ellos ya
tienen en la zona de juegos para niños un deterioro notable debido al uso inadecuado por parte
de los adultos, a la vez que ha causado accidentes para los niños, como el caso de un niño de 12
años quien en el mes de octubre perdió un dedo al resbalar en un rodadero de metal que
presentaba daños (Guamán, 2019), del mismo modo el lugar sigue siendo punto de encuentro
para esas problemáticas sociales que se pretendían atacar. Y en cuanto al segundo, es un lugar
que utilizan actualmente las personas para ejercitarse y llevar a los niños en la mañanas y
tardes, aunque les genera aún un poco de temor ya que la intervención de las calles que se
encuentran alrededor no se realizó, quedando al descubierto zanjas y calles pedregosas, a la vez
que en horas de la noche es tomado por algunos grupos para fines de consumo y tráfico de
estupefacientes.
Loaiza, S. (2019). Nuevo parque de Caracolí. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza S. Contraste zona aledaña al nuevo parque. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza S. Contraste zona del nuevo parque. [Fotografía]. Imagen propia.
Sumado a esto, el barrio Caracolí, tiene una gran parte de su terreno catalogada como zona
de alto riesgo no mitigable, debido a que está ubicada en una zona topográficamente inestable,
en la cual se han presentado deslizamientos y remoción en masa, allí, se han ubicado por años
diferentes familias que han sufrido los daños causadas por el suelo, llevando a que hayan sido
desalojadas y algunas de ellas trasladadas a través de la CVP, a lugares que son arrendados
mientras se les hace entrega de su apartamento (Redacción Bogotá, 2019), sin embargo, muchas
de las familias se resisten a irse de allí.
Por tanto, la perspectiva proferida por el gobierno distrital tiende a ser sesgada, en la medida que
los problemas de fondo que se presentan en los barrios no se atienden oportunamente, los cuales
debieran ser guiados hacia la justicia social, esto es posible evidenciarlo con la falta de los servicios
básicos, el acceso a los mismos, bien sea en cuanto a salud, donde muchos de los centros de
atención médica están ubicados en zonas alejadas a los lugares de vivienda, y que a pesar del
sistema de salud que actualmente está siendo desarrollado en la ciudad, informes como los de la
personería de Bogotá en cuanto al hacinamiento, la falta de insumos médicos, la deficiencia en
servicios complementarios, laboratorio clínico o la atención por parte de profesionales en medicina
que no cuentan con títulos de especialistas (Redacción Bogotá, 2019), entre otros, ha ido
agudizando la situación en lo que respecta a la salud.
Sin embargo, este es tan solo un ejemplo de las condiciones que no logran ser atacadas de raíz
con proyectos como los de “Habitarte”, ya que responden a aspectos netamente de estructura física,
en donde la institucionalidad termina cumpliendo un papel preponderante debido a que hace
arraigar en la creencia de las personas, un discurso en el cual prime la defensa de sus acciones, sin
que por medio haya un análisis de la realidad social.
Pese a esto, el segundo aspecto que resulta ser crucial en el desarrollo de un barrio periférico,
está anclado a la construcción conjunta de símbolos que representa a las colectividades. Esto,
resulta siendo el contrapeso a la visión institucional, en la medida que rompe con los esquemas
impuestos por grandes grupos económicos al dar soluciones nimias a problemas sociales de gran
envergadura, e invitando a la comunidad científica a guiar su mirada hacia la riqueza que se
encuentra en lo “alternativo”, en aquellos lugares de la ciudad en los cuales hay presencia
institucional únicamente en eventos de inauguración o campañas electorales, ya que en estos
“existen significados que deben interpretarse mediante sentidos, herramientas y teorías nuevas”
(Escobar, 2007, p. 37).
Y es que dichos significados son los que movilizan a diario las dinámicas que se llevan a cabo en
estos barrios, ya que el encuentro de diferentes saberes y expresiones culturales que traen consigo
las personas que se asientan allí, terminan siendo el factor clave para la construcción de
significaciones sociales imaginarias, llevando con esto a constituir un escenario que es provisto de
valor en la medida que se fortalecen las relaciones sociales que allí existen. Esto, debido a que a
pesar de que los territorios pueden ser en un primer momento impuestos por grupos que detentan el
poder, son las personas que habitan en el mismo quienes a partir de su cotidianidad lo construyen y
lo definen como tal.
3.1 Los relatos del barrio.
El barrio Caracolí encierra diferentes historias que han sido invisibilizadas por el afán de los
días, la búsqueda de la satisfacción en cuanto a necesidades básicas, el establecimiento de
regímenes de representación, dinámicas asistencialistas entre otras situaciones que lleva a la
comunidad a dejar de lado aquellas personas que han tenido y tienen un papel importante en la
constitución de lo que actualmente es el barrio. Ellas, a partir de su accionar, han logrado que para
gran parte de la comunidad, este lugar sea el cual dio paso a la concreción de sus sueños y por
tanto, terminan apreciándolo a pesar de las dificultades que allí se puedan presentar.
Loaiza, S. (2019). Ubicación de los lugares referenciados en el barrio Caracolí. [Plano]. Tomado de:
Google Earth y modificada por el autor.
Por esta razón, lo que se ha querido realizar con esta investigación, es retomar las historias de
algunos habitantes del barrio Caracolí, con quienes se logró rememorar aquellos pasos que los
llevaron a vivir en este lugar de la ciudad y lo que ello implica para la forma de estar en la
actualidad; esto fue posible a partir de diferentes herramientas con las que se logró acceder a los
relatos. Así, el desarrollo de entrevistas semiestructuradas con algunas personas de la comunidad,
fue la apertura al uso de las demás herramientas investigativas; con las entrevistas se logró un
acercamiento a la historia de vida de algunas personas que compartieron lo que significa para ellos
llegar a un barrio el cual fue necesario construir desde cero.
Lo anterior se complementa con la puesta en marcha de cartografías sociales que se lograron
levantar a partir de intervenciones en la calle apoyadas por la corporación comunitario Inti-Tekoa,
cuyo trabajo se ha centrado en el barrio en torno a la puesta en marcha de escenarios alternativos
para la comunidad en la cual puedan hacer uso de su tiempo libre y desarrollar actividades de tipo
académico, cultural, artístico, entre otros. Unido a esto, se realizan conversaciones informales con
los transeúntes que se movilizan por la avenida principal, en las cuales se logró captar de manera
cercana el sentir que tienen frente al lugar en el que habitan, que pudo ser percibida en la forma de
expresarse y definir lo que es Caracolí para ellos.
Loaiza, S. (2019). Cartografía del barrio. [Fotografía]. Imagen propia.
Este proceso en el cual se recogieron los relatos, estuvo acompañado con ejercicios de
observación en los cuales se contrasta lo recogido en las entrevistas, las cartografías y las
conversaciones informales, con las dinámicas cotidianas que se presentan en este lugar de la ciudad,
logrando con esto vivenciar algunos de los aspectos que tuvieron mayor eco en la información
recogida y que resulta fundamental para el objetivo de la presente investigación. Sumado a ello, se
hace análisis de fuentes documentales, tanto vídeos como archivos físicos, redactados por los
diferentes grupos comunitarios que hacen presencia en el barrio.
Loaiza, S. (2019). Desarrollo de cartografías. [Fotografía]. Imagen propia.
De esta manera, se procede a dar una mayor relevancia a lo expresado por aquellas personas que
hicieron parte del proceso de fundación del barrio, en la medida que tienen un espectro más amplio
de lo que ha sucedido durante más de 20 años en este lugar, y se complementa los argumentos
planteados con lo manifestado por los niños, adultos, u organizaciones que han sido parte de la
consolidación del barrio. Así, se acudió a tener en cuenta las narrativas territoriales de las personas,
aquellas que han vivenciado y otras que han construido en este lugar, en donde se encuentra
vinculados sus discursos y practicas colectivas, siendo parte constitutiva del territorio.
3.2 Nadie emigra a la ciudad sin traer lo suyo.
Siendo el territorio aquel lugar en el cual se desencadenan las diferentes prácticas que
caracterizan al mundo social, y donde la participación colectiva juega un papel preponderante, es
preciso resaltar la carga histórica que consigo traen los diferentes grupos sociales que hacen
presencia. Esto, resulta importante en la medida que Caracolí, fue conformada por pobladores
venidos de diferentes rincones de Colombia, en donde se combinan historias, pesadumbres, pero al
mismo tiempo una serie de discusiones ideológicas y de intereses (Gómez Pérez, 2014) que marca
los inicios de este barrio.
Tomando en cuenta lo anterior, es posible visibilizar la puesta en marcha de acciones que buscan
hacer frente a la estigmatización que golpea los barrios periféricos de la ciudad. Estos lugares se
enmarcan bajo un panorama en el cual las relaciones cotidianas tienen un valor importante, ya que
desde allí se empiezan a construir medios que permitan comprender y asimilar la realidad de
manera más certera. Es así como el valor asignado por las personas a los lugares que frecuentan
termina siendo determinante en el proceso de construir territorio, ya que alrededor de estos, se
construyeron diferentes discursos y dinámicas de poder.
Así, espacios como el parque tuvieron concepciones de diferente índole ya que es “donde se
divierten los niños” “me gusta porque hay cosas para jugar” “me gusta la cancha del parque” ”es
bueno para recrearse y hacer deporte” “lo uso para trotar en las mañanas” “porque me gusta jugar
futbol, y siempre que voy puedo jugar” (Entrevistas realizadas a diferentes habitantes, 2019),
debido a que fue comprendido como un lugar en el que confluyen diferentes generaciones. Sin
embargo, alrededor del mismo se crearon dinámicas de poder que llevaron a las personas a
restringir el tiempo de uso, esto debido a que “construyeron el parque y los muchachos lo dañaron
sobre todo los que se la pasan en la noche, debido a que se hacen unos desordenes terribles”
(Entrevista a Doña Miriam, 2019).
Dicha concepción termino siendo instituida en la población, en la medida que asumen los
parques como lugares en los que “hay vicio, armas, todo lo malo está en los parques, ya que si usted
va enseguida la roban, la atracan” (Entrevista a Señora Oilde, 2019), alrededor de ello se creó todo
un entramado de significaciones, porque de acuerdo a lo analizado en los adultos, detrás de la
construcción de estos lugares existe una situación de experiencia personal que tienen consigo
aquellas personas que presenciaron en otros lugares situaciones de violencia, de problemáticas
sociales y que vieron reflejado en las dinámicas que se llevan a cabo en los parques dicha
situación, ya que “ nadie emigra a la ciudad sin llevar lo suyo, se trae hasta sus pesadillas” (Alape,
1995) por tanto buscan la manera de no frecuentarlos.
Sin embargo, para el caso del barrio Caracolí, el primer parque encierra un significado que es
preciso resaltar, esto, debido a que en ese lugar el cual era una colina inestable, los primeros
pobladores se reunían de manera “clandestina” a organizar las distintas acciones que llevarían a
cabo para construir sus viviendas, inicialmente era un grupo de 25 personas, que se organizaban en
cuanto a la forma de repartición que se tendrá de la tierra, la cual se dio por lotes enumerados como
forma de identificar las casas una de otra (Entrevista Señora Oilde, 2019). Así, fue el parque aquel
punto de encuentro que permitió concretar las formas de actuar de manera conjunta.
Allí mismo se dio paso a la consolidación de la primera escuela que aun actualmente existe en el
barrio, este lugar llamado Centro Educativo Amigos de la Naturaleza (CEAN) en el año 1997, fue
un proyecto en el cual el trabajo de la población fue fundamental, ya que apoyaron en la
construcción física y posteriormente simbólica del mismo, junto a ellos la participación de la
policía nacional en cabeza de la sargento Flor Elva Maldonado, la Junta de Acción y la Fundación
San Antonio de la Arquidiócesis de Bogotá (CEAN, s.f) fue una labor que resulto siendo
reconocida por la población ya que dio respuesta a una de las necesidades existentes en el barrio,
enmarcada en la falta de un lugar donde educar a los niños que hacían parte de la comunidad.
Por ello, la construcción simbólica de CEAN estuvo enmarcada en la posibilidad que ven las
familias asentadas en el barrio de sobrellevar las problemáticas sociales a las cuales se vieron
enfrentados y continúan vivenciando en la ciudad. Por tanto, se quiso resaltar el espacio del parque
como un nodo esencial en la comprensión de las dinámicas que se llevan a cabo en el barrio, ya que
encierra un valor para aquellas personas que fundaron el mismo.
Debido a esto, no fue casualidad encontrar que los fines de semana este lugar se comportara
como el punto de encuentro por esencia de diferentes personas y grupos, que ubicados en la parte
alta del parque, se recuestan en las barandas o se ubican en el andén a divisar lo que es el parque y
de paso dialogar con aquellas personas que se encuentran allí. De esta manera, acciones como la
que se llevó a cabo en el mes de Mayo de 2019, por la Corporación INTI-TEKOA con apoyo de la
Junta de Acción Comunal, que consistió en una toma de este parque llamado “1er encuentro
cultural, artístico y deportivo por Caracolí”, buscaron revivir el valor que tiene este lugar para la
comunidad, evitando que los discursos de poder instituidos por las dinámicas de violencia ganen la
batalla y terminen invisibilizando el valor que encarna en sí.
Loaiza, S. (2019). Parte alta del parque. [Fotografía]. Imagen propia.
Así, al dar un valor crucial a las relaciones sociales que se establecen en los territorios, se dio
sentido a aquello que compone la cotidianidad de las personas, que en sí mismo ha encerrado
historias y ha invitado a diferentes grupos sociales a organizarse en torno a la apropiación de los
espacios que componen el barrio. De esta manera, es preciso resaltar el papel que han cumplido las
iglesias dentro de las dinámicas del barrio. Esto, en la medida que han sido puntos de
aglutinamiento para los habitantes, en los cuales logran encontrar tranquilidad en medio del
desorden que encarna la ciudad.
Estos lugares instituyen un mundo de significaciones para los creyentes, a partir de los que crea
sentido en el accionar de los habitantes del barrio que asisten a estos lugares, ya que han visto en
estos, el camino hacia la de “evangelización de las personas” y “enseñar la palabra de dios a los
niños y adultos” (Entrevista señora Silveria, 2019), han resultado siendo centros de encuentro
especialmente para los adultos mayores, que sin determinarlo de esta manera, les ha permitido salir
del hogar y tener la oportunidad de encontrarse con algunos vecinos, siendo una actividad que se ha
convertido en una acción necesaria para sobrellevar las complicaciones que pueden llegar a vivir en
su entorno social o familiar.
Así mismo, la participación de las personas que en su mayoría frecuentan estos lugares, responde
a una dinámica de tipo histórico – social, ya que son creencias arraigadas bajo un sistema de
símbolos que resulta decisivo para las personas, sumado a una tradición campesina que les permite
experimentar de manera más precisa los sentimientos y definir sus emociones, al practicar de forma
constante y con pasión, las acciones que la religión elegida establece a partir de la asistencia a las
iglesias y la práctica de sus ritos, por tanto le ha dado forma a las relaciones sociales al igual que
emocionales (Geertz, 1973). Esto, pone de manifiesto el papel que juegan las significaciones
creadas en las iglesias, y el impacto que dicho proceso ha tenido en las dinámicas sociales del
barrio Caracolí.
Loaiza, S. (2019). Apropiación de los espacios. [Fotografía]. Imagen propia.
Esa visión que han asumido las personas respecto a las iglesias, se fortalece con la intervención
que las mismas han tenido en el proceso de consolidación del barrio. Por ejemplo, la intervención
que con la CEAN ofreció la Arquidiócesis de Bogotá, del mismo modo la presencia de los
Misioneros de la Consolata que con ayuda del padre Gianfranco Testa, fue de las primeras
comunidades religiosas que se instalaron en el barrio Caracolí (Gutiérrez, 2010). Así mismo, las
iglesias “cristianas” que han dado la posibilidad de sobrellevar las condiciones sociales a las cuales
se veían y se ve expuesta la población. La importancia de estos lugares para la comunidad es
grande, ya que también brindan a partir de diferentes campañas, la posibilidad de recibir una
asistencia médica y de beneficios en cuanto a la satisfacción de necesidades básicas.
En este mismo sentido, es preciso resaltar la dinámica matrística a la cual hace referencia
Zibechi (2008), en la que el papel de la mujer frente a la forma de organización llevada a cabo en el
barrio Caracolí, ha sido un asunto fundamental que sigue teniendo eco en las dinámicas sociales
actuales. Así, asuntos como las actividades económicas que tienen mayor presencia en el barrio, son
una muestra de la inestabilidad en el mercado laboral, la cual ha llevado a que la mujer tome partido
en el sector informal, donde ha hecho frente a los discursos de desarrollo que desean implantarse en
la cotidianidad de los barrios populares, donde la mujer termina siendo dependiente del hombre
(Escobar, 2007) y por tanto soportando las acciones de violencia que en su hogar se puedan
presentar.
Loaiza, S. (2019). Carro transportando reciclaje. [Fotografía]. Imagen propia.
Y aunque lo anterior se presenta en algunos hogares del barrio, esta situación ha sido opacada
por las actividades económicas que hacen eco, en donde el mercado informal ocupa una parte
esencial y ha sido ocupada en su mayoría por mujeres. Es de esta forma que se ha hecho cotidiano
verlas caminando por distintas calles halando un carro de mercado que funciona como móvil para
los termos en los cuales llevan tinto, café, aromática, maicena, entre otros productos; del mismo
modo carpas en las que se instalan parrillas y se utilizan como puntos en los cuales se ofrecen
arepas de maíz y chorizo; igualmente la venta de obleas; mostradores improvisados en los cuales se
ofrecen frutas y verduras; venta ambulante de maní, habas y platanitos; venta de empanadas o
envueltos; lugares de acopio para reciclaje, por tanto es común ver a las familias cargando
diferentes elementos para vender allí, al igual que la realización de labores domésticas a los
vecinos.
Loaiza, S. (2019). Centro de reciclaje y venta de ropa usada. [Fotografía]. Imagen Propia.
Loaiza, S. (2019). Venta de arepas. [Fotografía]. Imagen propia.
Así, fue común oír en ellas que gracias a estas labores han podido sacar adelante a sus familias,
han hecho frente a la falta de un trabajo estable y especialmente dejan de depender de sus parejas o
hijos, debido a que suelen ser “humilladas y violentadas cuando solicitaban para gastos como el
almuerzo u otras necesidades” (Entrevista a señora Martha, 2019) o “no tengo otra forma de empleo
y me toca rebuscarme como sea para el diario” (Entrevista a Señora Mery, 2019). En dichas
actividades se evidencia un aire de encadenamiento social y multiplicidad cultural (Fals Borda,
2000), esto en la medida que acude a actividades que solían ser llevadas a cabo como medios de
pasatiempo en sus lugares de procedencia, pero que resultaron siendo en la ciudad un medio de
sobrevivencia, ya que tienen un vasto conocimiento sobre las mismas.
Estas acciones, han traído consigo una carga simbólica que se materializa a partir de la
conjugación de relaciones de sociabilidad, en las cuales se crean significaciones sociales que les
permite a las personas ver su trabajo como un escape de la cotidianidad, de las relaciones
mercantiles, de la misma realidad social a la cual han estado expuestos, dando viabilidad a la
consolidación de una forma de cultura, en la que se crea armonía entre el mundo real y aquel que
se simboliza (Buenaventura, 1995) logrando con esto que se fortalezcan los medios propicios para
la consolidación de relaciones de identidad cultural. Visto así, se entiende la cultura como
estructuras de significación a partir de la cual las personas dan forma a sus experiencias, a partir de
aquello que comunican y eternizan, poniendo en marcha sus conocimientos al igual que sus
actitudes frente a las dinámicas de la vida (Geertz, 1973).
De tal suerte que las personas terminan asumiendo una “cultura del tiempo libre” (Buenaventura,
1995) en la que se da predominancia a las relaciones sociables, buscando que su trabajo sea visto
como un juego en contraposición a la carga que este pudiera generar. Ello, permite que los lazos
sociales, los significados y el valor que los habitantes de Caracolí manifiestan en relación con el
barrio, tengan un alto grado de intervención cultural y que sea ostentado a partir de diferentes
acciones, desde las mismas actividades económicas como de la apropiación y transformación de
algunos lugares.
Loaiza, S. (2019). Actividades económicas del barrio. [Fotografía]. Imagen propia.
En tal sentido, se hace perentorio afirmar la visión de un barrio periférico como Caracolí, en el
que se desarrollan acciones que pretenden sobreponer la visión de este lugar como un espacio con
potenciales emancipatorios (Zibechi, 2008), en el cual sus habitantes han tomado conciencia de las
practicas a las cuales pretende arrinconar las políticas estatales y el sistema económico
predominante, y han asumido un trabajo emanado desde la autonomía para evitar con esto depender
del gobierno en cuanto a sus ayudas, porque si hay algo que han logrado aprovechar, eso está
representado en la estructura de organización, similar a la de la gubernamental, es solo esto lo que
toman de ellos.
3.3 Ejercicios comunitarios y de legitimación social.
El mundo social creado por los habitantes de un lugar determinado, encierra consigo una serie de
acciones que debido a su aire de denuncia y exigencia frente al respeto de los derechos humanos,
permite la creación de un ambiente en el cual las legitimidades políticas se convierten en el piso de
progreso en estas comunidades, así mismo las personas asumen un ejercicio de participación en el
cual a partir de un proceso de reflexividad (Castoriadis, 1997), se abre paso hacia la posibilidad de
reevaluar las condiciones de vida a las cuales el modelo económico actual pretende someterles.
Debido a esto, el territorio toma un papel central, en la medida que permite a partir de las
acciones sociales que se llevan a cabo, instaurar distintos procesos de identidad que terminarán
siendo esenciales en la prolongación de los ideales que cobran sentido en la comunidad. Para dar
cuenta de esto, se hizo alusión al trabajo llevado a cabo por diferentes grupos que hacen presencia
en el barrio Caracolí, y los cuales a partir de una lógica magmática en la cual prevalece la crítica
hacia los discursos de poder que se quieren imponer, de resistencia ante las acciones del discurso de
desarrollo, de implantación del legado cultural, de trabajo colectivo, de generación de arraigo e
insubordinación, han ido instituyendo con sus trabajos, una serie de significaciones sociales que
han aportado en la cohesión de la comunidad. Esto, a partir de 3 características expuestas por
Gómez Pérez (2014).
3.3.1 Autonomía y separación simbólica del Estado.
El autor Gómez Pérez (2014), hace alusión a que en el proceso de construcción de territorio,
como punto de partida, se encuentra la creación de pequeños territorios auto gestionados, creados a
partir de los asentamientos en predios ocupados en el ámbito urbano. Por esto, hacer referencia al
trabajo forjado por la Fundación Fe y Vida para la persona con Discapacidad (FEVIDI), la
Corporación de trabajo comunitario Inti Tekoa, el grupo de jóvenes Taelim – Llam, la agrupación
de jóvenes Pacific Flow Star (PFS) y las acciones de unidad emprendidas por algunas personas que
pertenecieron a la Junta de Acción Comunal, aunque no son los únicos, han sido parte esencial en la
consolidación de un magma de significaciones sociales, que han creado sentido en los habitantes e
invitado a ser partícipes de estos espacios, en tanto que se vuelven parte de sus relaciones cotidianas
(Guevara, Hernández y Mendoza, 2011).
Esta posibilidad, ha permitido que las personas fundadoras de estos espacios, lleven a cabo su
trabajo a partir del reconocimiento y apoyo que la comunidad ha ido brindando a lo largo de su
existencia. Del mismo modo, se han caracterizado por ser propuestas auto gestionadas, nacidas
desde diferentes experiencias, siendo este otro de los aspectos que intervienen en la construcción de
territorio al que hace referencia Gómez Pérez (2014).
3.3.1.1Trabajo autónomo y sin ánimo de lucro.
La Fundación FEVIDI, tiene como fin colaborar en la creación de condiciones óptimas para una
integración adecuada de los niños, niñas y jóvenes que presentan condiciones de discapacidad, al
igual que a sus familias; se encargan de la atención en discapacidades como: parálisis cerebral,
atetoica, síndrome de down, de west, distrofia muscular, atrofia espinal, progeria y retardo mental
en sus diferentes grados. (Castillo, s.f). Este proceso ha sido forjado desde la inquietud de su
fundadora Sandra Castillo, por promover en la comunidad de Caracolí, un trabajo que este enfocado
en aquellas personas que para la estructura gubernamental terminan generando gastos exhaustivos,
sin embargo, y a pesar de la crisis a la cual se enfrentan los centros Crecer y Avanzar para niños
con discapacidad (Rivera, 2018), FEVIDI sigue en la concreción de su misión.
Este trabajo es muestra de un proceso autónomo y desligado de las políticas gubernamentales,
iniciado en el año 2002, de forma empírica e impulsada por una lectura de la realidad social que
preponderaba en el barrio Caracolí, la señora Sandra puso en marcha en su hogar el cual era
arrendado, un espacio en el que pudiera colaborar con los cuidados y atención a las niñas, niños y
adolescentes de su entorno, quienes veía expuestos a maltratos o atención inadecuada por parte de
su núcleo familiar (El ángel de la calle, 2013). Esto, debido a que no existía una ayuda concreta por
parte del gobierno, pero la necesidad estaba latente entre la población.
De acuerdo con lo descrito por su fundadora, es una fundación sin ánimo de lucro, en la cual
participan sus hijas como principales colaboradoras, y que a punta de situaciones de insolvencia
económica han logrado posicionar su trabajo en el barrio, a partir de la colaboración de la
comunidad principalmente y a lo largo de su trayectoria por diferentes ONG´s que han sido parte
del fortalecimiento de este trabajo.
3.3.1.2 Plantear nuevas formas de emitirse en el mundo.
Por su parte, la corporación de trabajo comunitario Inti Tekoa, realiza una serie de propuestas de
tipo académico, cultural y artístico con las cuales han buscado impactar en el diario vivir de la
comunidad. Con esto, se pretende crear espacios en los cuales los habitantes de Caracolí, puedan
hacer uso de su tiempo libre y explotar aquellas capacidades, gustos e intereses que les caracteriza.
Esta corporación ha entendido que es a partir del trabajo conjunto se logra generar cambios en los
preceptos que tienden a instaurarse en las personas. Así, abren la posibilidad a que el conocimiento
traído de lo rural a lo urbano (Ocampo, Chenut, Férguson, Martínez y Zuluaga, 2014), sea puesto
en relación con aquello que identifica a los diferentes grupos sociales que están presentes en el
barrio.
Loaiza, S. (2019). Tomas culturales en la avenida principal. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza, S. (2019). Tomas culturales. [Fotografía]. Imagen propia.
Por tanto, apoyado en su mayoría por practicantes de trabajo social y psicología, este proyecto se
encarga de potencializar las habilidades en los estudiantes a partir de la asesoría de tareas, que
busca evidenciar las dificultades académicas presentes en los estudiantes con el fin de trabajar en
ellas de manera más cercana. Así mismo, lleva a cabo procesos de acompañamiento a las familias
de los niños que asisten a los espacios de asesoría, esto, a partir de asistencia psicosocial, con la
cual se de paso al encuentro de aquellas dificultades que presentan y construir de manera conjunta
posibles soluciones; en esta misma línea han consolidado espacios de danza, en donde participan
jóvenes que desean explorar esta parte artística, así mismo, capacitación tecnológica y del mismo
modo a partir de la invitación hecha a colegios cercanos a la corporación, se han adelantado las
actividades de servicio social para los estudiantes que les exigen este requisito.
Así, Inti Tekoa ha sido visto como un proceso auto gestionado emanado por el interés de 7
jóvenes que siendo habitantes de la localidad Ciudad Bolívar en el barrio Jerusalén, se inquietan por
la situación social a la cual se enfrenta la comunidad, gracias entre otras cosas a la formación
recibida en el Instituto Social Nocturno de enseñanza Media (ISNEM) y el ICES – Cerros del Sur,
inaugurado en 1984 y fundando por Evaristo Bernate, quien dejó como legado la importancia de
trabajar colectivamente para crear comunidad, y en donde las discusiones respecto a los problemas
sociales, es el eje articulador de acciones que se puedan consolidar en beneficio de todos (Zibechi,
2008). Este lugar que es conocido por ser una escuela sin rejas, fue el centro de formación de los
jóvenes que iniciaron el trabajo de lo que hoy es conocido como Inti Tekoa.
Por tanto, se autodefinen como una “organización de base, somos del territorio, estamos
movilizando a la misma gente y ellos entienden que a partir del descubrimiento y redescubrimiento
de las realidades y capacidades, pueden hacer y cambiar cosas” (Entrevista a Fernando, 2019). La
cual, sin intervención del Estado, ha sabido sortear y dirigir sus fuerzas para continuar con el
proceso hace 5 años en Caracolí, y desde el 2006 en el barrio Jerusalén, basado en una formación
artística y cultural, más que en la resolución de problemas a partir del asistencialismo.
3.3.1.3 Nuestro gusto por trabajar con niños se convirtió en liderazgo juvenil.
Ligado al trabajo llevado a cabo en Inti Tekoa, se encuentra el proceso de formación impartido a
niñas y niñas liderado por dos jóvenes que hicieron parte de los procesos de servicio social
apoyados por la corporación, y que posteriormente guiados por los modos de vida a los cuales se
enfrentan, la utopías y creencias, que han forjado la identidad tanto personal como social (Ayala,
2017), Brayan y Yiseth se han encaminado hacía el fortalecimiento de las capacidades que ellos
mismos manifiestan, tienen los niños del barrio Caracolí, y que no han sabido ser comprendidas por
sus familias.
Su trabajo esta guiado hacía la puesta en marcha de espacios a niñas y niños, en los cuales
puedan explorar y explotar sus capacidades académicas, artísticas, de oratoria, entre otras, y con
ello aportar en la mejora de los ambientes a los cuales se enfrentan a diario. Al indagar las razones
por las cuales acuden a estos lugares, tanto las niñas como los niños manifestaron que “me gusta
porque me enseñan y jugamos” “porque nos divertimos, bailamos y dibujamos” “porque los
profesores nos enseñan a ser mejores personas” “porque me ayudan con las tareas” “porque tengo
amigos” “porque aquí se construye comunidad” (Entrevistas realizada a niños del barrio, 2019), por
tanto, esto es lo que mantiene vivas las ganas de estos dos jóvenes por continuar su trabajo.
Así, Taelim-Llam que traduce enseñanza-aprendizaje, nació a partir de la indagación que
realizaron Brayan y Yiseth en torno a los problemas que surgen en el barrio, específicamente las
afectaciones que existen en el proceso formativo de niñas y niños que han vivido procesos de
migración del campo hacia la ciudad. Este trabajo que fue antecedido por un proceso de
investigación formativa, inicio en el año 2017 y les ha permitido entender la diferencia en las
formas de aprendizaje que presentan las niñas y niños con quienes trabajan.
Dicho proyecto tiene una gran valía en la medida que es liderado por jóvenes habitantes del
barrio Jerusalén, que se identifican con las necesidades a las cuales se enfrentan las nuevas
generaciones y quienes haciendo uso de su tiempo libre, han decidido encaminar este trabajo de
manera autónoma que ha logrado impactar en la vida de estos seres, con los cuales desean a futuro
fomentar la participación en la resolución de problemáticas que se llevan a cabo en el barrio
Caracolí y permitir así reconocerse en este lugar como parte esencial en las dinámicas cotidianas,
ya que es de esta manera que se conforma el tejido social, reproduciendo los sistemas culturales que
han recibido de sus mayores y construyendo saberes que den sentido (Torres, 2002) a las acciones
que se realizan a diario.
3.3.1.4 Conformar una agrupación y desarrollar nuestro baile.
Como forma de significar espacios particulares del barrio y con esto reflejar hacia la sociedad
aquello que representa tener entre sus creencias y prácticas culturales una multiplicidad de
símbolos, discursos y de prácticas que terminan convirtiéndose en rituales, a partir de las cuales se
crean formas específicas de organización social (Barabas, 2010), es que se abre paso a la existencia
del grupo conformado por jóvenes habitantes del barrio denominado Pacific Flow Star, que hace
presencia en el escenario de este sector hace 8 años, a partir de una de las acciones que mayor
ahínco tiene para la comunidad, ya que tomarse las avenidas principales, resulta ser una de las
maneras con las cuales se puede llegar a significar lugares, a partir de la muestra de una tradición
cultural emanada en este caso de las comunidades negras.
Así, a partir de la apropiación de aquellos lugares que cotidianamente utilizan las personas para
movilizarse y que se han ido convirtiendo en referentes identitarios del barrio, como es el caso de
las calles, y avenida principal, que tiende a ser utilizado como lugar de encuentro con diferentes
vecinos y en las cuales muchos habitantes pueden pasar largas horas dialogando, es donde el grupo
liderado por Jeisson Martínez, ha iniciado su proyecto de danza urbana, en el cual se han ido
integrando niñas, niños y jóvenes del barrio Caracolí.
Loaiza, S. (2019). Calles utilizadas para el encuentro con vecinos. [Fotografía]. Imagen propia.
Esta agrupación ha buscado hacer frente a las dificultades vivenciadas por las personas que
llegan desplazadas por la violencia de diferentes partes del país. Es así como lo narra Jeisson
(Entrevista realizada, 2019), quien al llegar al barrio hacia el año 2002, analiza que era un lugar en
el que se percibía inseguridad, delincuencia, en el cual aprendió a vivir amenazado por las bandas, y
de esa manera fue reconociendo las prácticas que se llevan a cabo en el barrio. Es desde esa
situación que con algunos conocidos, venidos de la región pacífica, empiezan a utilizar las calles
para llevar a cabo eso que en su lugar natal solían hacer en su tiempo libre: bailar.
A partir de este accionar es que se forma PFS, ya que “nos poníamos a bailar en la calle”
(Entrevista a Jeisson, 2019). Este grupo ha buscado enfrentar las dificultades que los niños pasaban
y reflexionando en el futuro que ellos tenían al vivir en un barrio periférico y ser víctimas del
conflicto armado. En este trabajo incluyen danzas ancestrales, pero del mismo modo integran el arte
moderno, sin perder su legado cultural (Jiménez, s.f). Estas acciones nacidas desde la experiencia
propia y con miras hacía el cambio de la situación en la cual vive la comunidad, es un factor que
lleva a consolidar el barrio como significante que denota una dimensión existencial, emocional y
cultural que promueve la identidad, el sentido de pertenencia y el arraigo (Ayala, 2017) de un
espacio que se ha ido construyendo a partir del trabajo de pequeños grupos sociales.
3.3.2 Revaloración cultural y afirmación de la identidad.
Las acciones llevadas a cabo en el barrio Caracolí, han traído consigo las experiencias
personales que caracterizan a la población, a la vez que les ha permitido consagrar su accionar hacía
la valoración de aquellas tradiciones culturales propias de las regiones a las cuales pertenecen,
éstas, han sido sometidas a una relación que Escobar (2007) define como hibridación cultural con
aspectos de lo que se conoce como el mundo moderno. Esto no quiere decir que haya un
agotamiento de la cosmología propia en la vida social del tercer mundo, sino que es propicio
rescatar este legado en la medida que resulta ser significativo en las relaciones cotidianas que se
desarrollan en el barrio.
Loaiza, S. (2019). Prácticas campesinas en el barrio. [Fotografía]. Imagen propia.
Sumado a esto, el territorio se vuelve aquel factor fundamental que da paso al mantenimiento de
la cultura, éste, permite la creación del sentimiento de arraigo en las personas, debido a que se
construye de manera conjunta, como en una especie de colcha que para abrigar las relaciones
cotidianas de las personas, toma de diferentes partes símbolos y significaciones. Respecto a esto, se
encuentra que las acciones llevadas a cabo en Caracolí se han realizado en medio de relaciones
tensionantes en la comunidad, tomando esto como un factor clave para guiar el camino, ya que las
organizaciones nombradas en el apartado anterior, han impactado a partir de diferentes niveles de
interacción, lo cual ha permitido que el trabajo hacia la consolidación de los lazos sociales y la
afirmación de la identidad en este barrio, sea una labor que constantemente se realiza.
Para mencionar la importancia que tienen estas interacciones en la construcción de territorio, se
tuvo en cuenta lo expuesto por Bazant (2004), quien a partir de 4 niveles de interacción, determina
las características que dan paso a un reconocimiento conjunto en un lugar determinado. Los dos
primeros serán trabajados en este apartado y los faltantes en el siguiente.
3.3.2.1 Nivel de interacción personal e informal.
Estos niveles de interacción resultan siendo cruciales porque desde allí se dio paso a la mayoría
de las formas de organización que preponderan en Caracolí. Así, la cuadra se convirtió en el primer
nivel de relación que lleva a las personas a concretar acciones en beneficio propio, ya que hay un
grado de espontaneidad mayor. Allí se inserta el trabajo realizado por FEVIDI, que nacido de
manera empírica motivo a sus vecinos a colaborar en el desarrollo de su proyecto, donde el ahínco
de “amigos, familia y personas particulares, llevan a que sea apoyado con mercados, ropa,
refrigerio” (Castillo, s.f) y en ese trayecto lograron darse a conocer. Trabajo que termina
impactando en las manzanas del barrio e incluso en lugares aledaños a este, siendo la segunda
forma de interacción que Bazant (2004) llama informal.
Esto se da, debido a que en las relaciones cotidianas se abre la posibilidad de conocer en mayor
medida a los vecinos del barrio, y allí, las personas terminan referenciándose en la medida que
comparte un mismo territorio. Del mismo modo, el trabajo de PFS, es parte de estos tipos de
interacción, ya que nace de la espontaneidad de los jóvenes que hacen parte de este grupo, no es
casualidad que en su mayoría sean desplazados del conflicto armado, esto es lo que llevo a
encontrarse con los otros, a identificarse con ellos por compartir unas condiciones similares en el
lugar que habitan, y desde allí iniciar el trabajo, en el cual se revive algo de lo que dejaron en el
pacífico al verse obligados a llegar a la ciudad.
Del mismo modo, el sentir emanado del trabajo que llevan a cabo en Inti Tekoa y Taelim-Llam,
es muestra de la construcción social de la realidad, que ha sido vivenciada por las personas que
integran estos grupos y que han terminan por ser reflejadas en la labor que se lleva a cabo en la
comunidad. Esto, debido a que motiva a las personas que acuden a estos espacios, a explorar
aquello que les gusta y hacerlo parte de su cotidianidad, pero también interactúan con sus
tradiciones culturales.
Relacionado con esto, se encuentra también que el impacto de las personas que participaron en
los inicios del barrio sigue vigente en las formas de interacción que ellos vivencian en el barrio.
Esto, debido a que es común encontrarlos en las cuadras dialogando con sus vecinos, con quienes
han aportado ideas en la decoración de los frentes en sus hogares, que suelen ser en su mayoría
ambientados con plantas, un techo improvisado y un pequeño lugar en el cual poder sentarse a
hablar, imitando un poco espacios del campo; de la misma forma se hace común encontrarles en
diferentes locales, bien sea cafeterías, panaderías, supermercados, y especialmente en las
peluquerías, donde encuentran el espacio propicio para que lleguen sus conocidos, y puedan
sentarse a hablar “de la realidad, de cosas que vivimos en el pasado y que aún recordamos”
(Entrevista señora Oilde, 2019).
Al mismo tiempo, causa curiosidad un espacio ubicado en la entrada del barrio Caracolí, desde
Tres Esquinas, por la “avenida principal”, en donde se reúnen en una especie de zona de juegos
todas las noches, un número considerable de personas a jugar domino, aunque detrás de ello se
halló un ambiente de apuesta y competencia, también se logró evidenciar que es un lugar en el cual
se adoptan unas prácticas en las que las dinámicas de poder entran a relacionarse, impartiendo hacia
las personas del barrio un ideario de que allí solo acceden determinado tipo de personas, a pesar de
ser una actividad que se hace en el espacio público.
Loaiza, S. (2019). Zona de juegos nocturnos. [Fotografía]. Imagen propia.
Estas formas de interacción se convierten en la base para el desenlace de las relaciones sociales,
en donde las prácticas que se desenvuelven en la cotidianidad en este barrio son en su mayoría
traídas de comunidades rurales, que se entrelazan al estar compartiendo un mismo lugar (Pedraza,
2014), esto, termina siendo determinante en la construcción de nexos que actúan como hilos
invisibles, en los que a pesar de los discursos de poder, se consolidan propuestas que tienden a ser
fortalecidas en diferentes escenarios y debido a diferentes causas.
3.3.2.2 Nivel de identidad comunitario y de asociación colectivo.
Bazant (2004) hace referencia a que las condiciones en las cuales se organizan los lugares,
impide en determinados casos que se lleve a cabo la consolidación de identidades compartidas.
Esto, en la medida que no hay existencia de un centro que unifique las dinámicas cotidianas; en el
caso del barrio Caracolí, esta fue una dificultad que se ha ido atacando a medida que se van
unificando fuerzas en aras de cambiar el aspecto físico del barrio, lo cual se puede evidenciar en la
construcción del parque, de la CEAN, de las iglesias. A su vez, el autor propone que con el fin de
concretar esta acción es necesario fortalecer las tradiciones y rituales compartidos.
De este modo, en cuanto al anterior aspecto es donde el trabajo de los grupos que se ha
pretendido resaltar, tienen un valor importante. Con esto no se quiere argumentar que es solo
gracias a ellos que las interacciones guiadas hacia la consolidación de identidades comunitarias se
han posibilitado, si no, que al ser un trabajo motivado por la realidad social, en la cual interactúan
diferentes ideales, ellos han querido establecer la cultura como un elemento esencial (Ayala, 2017)
privilegiando las creencias al igual que las prácticas de las personas, y generando relaciones
dialécticas en las que se aprenda de manera conjunta. Es a partir de esto, que se evidencian las
percepciones y la forma de apropiación que los habitantes del barrio Caracolí han logrado tener
sobre este.
Tal corte comunitario tiene un carácter de crítica y descontento por la falta de atención de las
políticas estatales, debido a que ese aspecto de lo comunitario de acuerdo con Torres (2002) se
diferenciaba y oponía a las nuevas dinámicas de vida urbana impuestas por el sistema capitalista a
partir del siglo XIX. Para el caso de la comunidad de Caracolí, ha sabido desenvolverse en los tres
niveles de interacción comunitaria que pueden ser definidos desde lo expuesto por Torres (2002) en
cierto tipo de comunidades. La primera es caracterizada por condiciones comunes enmarcadas en la
complicidad momentánea o la celebración de rituales en común, vista en los inicios del barrio
llevan a constituir “comunidades emocionales” como las nombra Maffesolli (Citado por Torres,
2002). Así, de acuerdo con Celis (1998) esa época permitió que “nacieran numerosas formas de
asociación de la comunidad para defenderse, grupos que en su mayoría se disolvieron o perdieron
impulso a medida que el barrio fue resolviendo sus problemas de servicios”.
Del mismo modo, en el nivel de interacción comunitario, y como hasta este punto se ha
pretendido demostrar en el barrio Caracolí, el segundo tipo de comunidad que se vio reflejado
fueron las “comunidades de discurso” (Tarrow, 1997 (Citado por Torres, 2002)), siendo aquellas en
las que se consolidan procesos asociativos que alrededor de sus luchas e instituciones, “generan
sentido de pertenencia e identidad comunitaria que van más allá de los intereses que los mueven”
(s.p). Esto, es una función de interacción constante entre los niveles expuestos, ya que coexisten y
permiten el impacto o no de las formas de organización existentes en el barrio.
De este modo, es posible hacer referencia al último nivel de interacción defendido por Bazant
(2004), en donde explica que la ciudad al ofrecer distintas connotaciones a las personas en cuanto a
su significado, suele ser en muchas oportunidades ajena y distante a las necesidades y su
idiosincrasia, ya que no les ofrece un sentido oportuno de identidad, por tanto, propone la opción de
crear un subcentro urbano, que en el caso de Caracolí, sería el mismo barrio, debido a que la oferta
de servicios más cercano a su lugar de residencia, con condiciones dignas de vida y acorde a las
demandas de la población, supla lo que la ciudad no logra. Este nivel de interacción es visto en el
barrio, y aunque puede tener consecuencias complejas como la estrategia paulatina de alejar a los
habitantes del centro de la ciudad, ha traído beneficios en cuanto a su cotidianidad.
Tal aspecto ha estado acompañado de la adecuación de espacios físicos liderado por ejemplo por
el gobierno distrital en compañía de la CVP, que han intentado aportar en el cambio de las
problemáticas en el barrio a partir de la construcción del parque, de la adecuación en las vías que
inicialmente trajo esperanza en los habitantes, pero que posteriormente los obligo a luchar por
acceso al transporte.
Así, ellos manifiestan que “llevábamos 20 años esperando el arreglo de estas vías, porque ha
habido muchos accidentes cuando llueve, por la tierra y el barro” (Entrevista señora María, 2019)
“porque sin estas vías existían bastantes problemas, de inundaciones, de las basuras” (Entrevista a
don Pedro, 2019) y aunque durante su inauguración trajo felicidad a las personas, ya que “la vía
quedo muy bonita”, se piensa que “vamos a ser dignos de un pavimento” y ya que“ todas las
administraciones anteriores nos tenían marginado, porque estos eran caminos de herradura” (CVP,
2018), los habitantes empiezan a desboronar esos ideales, porque aunque se adecuó la vía está
latente “la falta de transporte en el barrio, usted puede ver ríos de personas caminando en la mañana
para ir hasta el alimentador, porque no hay carros” (Entrevista señora Silveria, 2019).
Esta situación, es la que ha motivado a los habitantes actualmente a que estén aunando esfuerzos
para consolidar sin darse cuenta, la última comunidad a la que se refiere Torres (2002) y que la
toma del pedagogo Stephen Kemmis quien las denomina “Comunidades Críticas”. Tal esfuerzo se
lleva a cabo actualmente a partir del interés que tienen los distintos grupos sociales presentes en el
barrio, cuando se indago por los planes que tienen a mediano y largo plazo, concluyen que el interés
principal es tener un mayor impacto en la comunidad porque con ello consideran que pueden seguir
aportando en la transformación de las dinámicas sociales a las cuales se quiere marginar el barrio.
Esto, consideran que se puede fortalecer con la apertura de procesos reflexivos sobre los “factores,
rasgos y potencialidad que definen sus vínculos e identidades colectivas” (Torres, 2002, s.p).
De esta manera es que se lleva a cabo una revaloración cultural y se da paso a la afirmación de la
identidad, en un trabajo constante, nacido desde las potencialidades que caracteriza a los habitantes,
y desde el conocimiento que ellos tienen como forma de aportar en la construcción del territorio,
que se da día a día con los proyectos nacientes, haciendo especial énfasis en la capacidad
participativa que tienen las personas, quienes sin darse cuenta están formándose políticamente a
partir de las acciones que llevan a cabo y las cuales cobran sentido, en relación a la realidad social
que enfrentan y la cual interviene en la construcción de territorio.
3.3.3 Formación de líderes a partir de la autonomía.
En la forma de organización que se evidenció en Ciudad Bolívar a partir del trabajo que llevo a
cabo Goméz Pérez (2014), él hace referencia a un aspecto más que es preciso mencionar en la
consolidación llevada a cabo en el barrio Caracolí, este tiene que ver con la forma en que los grupos
sociales se han organizado y apropiado maneras específicas de formar líderes, donde no se detienen
únicamente en copiar ideologías traídas de otras épocas, si no que desde la realidad vivenciada en
su contexto, han sabido implantar formas de actuar y de consolidar propuestas que perduren, esto
es, instituir significados que ha sido creados socialmente.
Este accionar, esta mediado por un proceso de reflexividad, en el cual el ser humano construye
sociedad y a la vez se consolida como un sujeto autónomo, que está en una constante búsqueda de
preguntas, en donde se desliga de las certidumbres socialmente instituidas (Castoriadis, 2007). Este
carácter le permite al ser humano posicionarse desde un carácter político, ya que analiza su propia
realidad, entiende que como seres humanos investidos socialmente crean sus propias instituciones,
leyes y que por su condición de separación con el estado natural, está capacitado para mantener o
cambiar dicha situación.
Por esto, a partir de la inquietud que se genera en los participantes de los procesos comunitarios
aquí mencionados, resulta importante en el accionar social la fuerza creadora del ser humano, que
investido por la búsqueda de un cambio en el caso de Brayan y Yiseth, forjadores de Taelim-Llam
“tanto para la comunidad como para nosotros mismos, hemos logrado aportar en el crecimiento de
aspectos como la manera de hablar, de expresarse, de ser más críticos, en los niños” (Entrevista a
Byayan, 2019). Este factor es fundamental, ya que se inserta en una lógica magmática en la que
constantemente se están adecuando los procesos en relación a la lectura que se hace del contexto.
Muestra de ello es el trabajo que adelantan estos jóvenes en algunos colegios distritales, con el
proyecto “Acepto el reto”, donde se le exige a los estudiantes pensarse soluciones que aporten al
desarrollo sostenible del país, incentivando la creatividad.
Al mismo tiempo, estas experiencias tienen eco en las personas que se ven movidos por la
realidad social, para el caso de las madres comunitarias, que tienen una historia interesante de
formación en el barrio Jerusalén debido a que crean sus hogares de cuidado, luego de la muerte que
existió de tres niños habitantes del barrio hacia inicios de los 90´s, ya que fueron dejados en su
hogar solos (Gómez Pérez, 2014). Ellas, siguen cumpliendo un papel esencial en la construcción
del territorio en Caracolí, ya que continúan inquietándose por la situación a la cual se ven expuestos
los niños que cuidan, esto se puede evidenciar con la propuesta realizada de impactar en el barrio
con el trabajo que año a año realizan.
Es de allí que la señora Miriam (Conversación informal, 2019), acompañada por una de sus
colegas, le proponen a Inti Tekoa, desarrolla una propuesta artística en la cual incluyeron a las
familias, ya que desde su percepción, éstas no suelen dedicar mayor tiempo a sus hijos, a la vez que
realizarlo el día domingo, donde se ve de acuerdo con la señora Miriam, que los padres tienden a
usar este día para jugar tejo, para beber y muy poco lo utilizan con sus hijos. Por tanto, así es como
se consolida el “Carnavalito por el amor y la vida”, que en sus 14 años de existencia ha logrado
involucrar a un número considerable de habitantes del barrio Jerusalén y Caracolí, tomándose las
calles, como suele hacerse en los barrios populares, sin permiso de las autoridades competentes, con
el fin de “desarmar los odios, apreciar la variedad de mundos que existen y generar conciencia del
trabajo que se hace (Entrevista a Fernando, 2019).
En este mismo sentido, es preciso resaltar el trabajo llevado a cabo por un grupo de jóvenes del
barrio entre los 15 a 22 años, que interesados por hacer frente a las dinámicas capitalistas que
predominan en la economía, pero también como medio para rescatar las tradiciones campesinas de
quienes habitan el barrio, idearon con apoyo de Inti Tekoa, un proyecto que incluyera el trabajo en
la tierra y con este se pudiera realizar un proceso de reflexión en cuanto al cuidado que del medio
ambiente se debe tener; esto, se logró a partir de un terreno donado por la Junta de Acción Comunal
del barrio, el cual se encontraba en alto riesgo, y por tanto no es habitable.
Y es que este proceso se reinauguro en el mes de abril del año 2019, luego de una serie de
dificultades que se presentó tanto con las personas que lideraban el proceso, como con la
comunidad. Por ello, es común escuchar en los habitantes del barrio comentarios como “Yo he
estado con la huerta como desde mitad de este año. Me interesa porque tengo raíces de campo, yo
soy de Cajamarca Tolima” (Conversación informal con Don Carlos, 2019) o haciendo referencia al
interés por participar, pero la imposibilidad de tener el tiempo en donde manifiestan que "ojalá
sigan con la huerta, yo quiero ir a ayudar pero es que a veces el tiempo no me da" (Conversación
informal señora Sandra, 2019) y otros que desde su experiencia ofrecen consejos a este trabajo
“esta tierra tiene que estar muy abonada, hay que cuidarla” (Conversación informal con don
Calixto, 2019).
Loaiza, S. Zona aledaña a la huerta. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza, S. (2019). Espacio adecuado para la huerta. [Fotografía]. Imagen propia.
Por tanto, este proyecto es muestra del nivel de liderazgo alcanzando por los jóvenes que lideran
este proyecto, el cual ha ido generando unos grados de identidad en los habitantes, hasta el punto de
incentivarlos a practicar ese conocimiento que adquirieron en su lugar de procedencia y que pueden
replicar en la ciudad. Dicho accionar genera emotividad en las personas, que es percibida desde su
forma de referirse a este espacio y de la forma de actuar, mediado por un proceso de interacción
comunicativa que inserta a las personas en un colectivo (Cabrera, 2004) en el cual se practican
acciones con las cuales se reconoce con los otros.
Por otra parte, el trabajo de PFS es muestra del aporte que acciones como la danza pueden
generar en la formación de liderazgo, esto, debido a que se ha sabido motivar mediante diferentes
medios la participación de niñas, niños y jóvenes, quienes han visto que existe una forma de hacer
frente a la situación que se vivencia a partir del baile y haciendo uso de sus tradiciones culturales,
ya que el interés particular se centra en “que todas esas personas que no conocen y no tiene
pensando mostrar su talento, puedan darse a conocer como bailarín o como ser humano, eso es lo
que queremos que la gente reconozca” (Entrevista a Jeisson, 2019). Este pensamiento lleva a que
cada vez se congreguen más personas ya que el grupo es visto como una familia y como manifiesta
Jeisson, ésta ha permitido que él se pueda formar también.
Así mismo el trabajo que ha liderado Sandra con FEVIDI, termina por involucrar diferentes
personas y organizaciones que ven representando en ella la posibilidad de cambiar la realidad social
a partir de acciones concretas, en donde como ella manifiesta al ser una fundación hogareña, todas
las personas se ven involucradas en el trabajo que allí se realiza. Esto, proyecta en las familias la
idea de que es posible sobrellevar la situación de salud en la cual se encuentran sus hijos, y que es
posible explotar sus capacidades ya que ellos son “ángeles, donde hay pureza y siempre están
disponibles a dar amor” (El Ángel de la Calle, 2013).
Por tanto, las diferentes propuestas de trabajo que se llevan a cabo en Caracolí, son muestra de
los procesos de liderazgo a los cuales se ven inmersas las personas, en donde lo que prima es la
complicidad que se llega a sentir con estos proyectos, en donde los intereses y gustos son los que
han mantenido dichos trabajos, por encima de las dinámicas individualistas que existen,
sobreponiendo a discursos de poder que buscan deslegitimar a los barrios periféricos, centrado en la
lucha por el territorio.
3.4 Instituir significaciones sociales en Caracolí
Lo cotidiano visto como aquello que se construye día a día, que genera en las personas zozobra,
preocupación, frente a lo que se presenta, está relacionado con lo que ha trascurrido en la vida, esto
en la medida que se encarna en una “memoria olfativa, memoria de los lugares de infancia,
memoria del cuerpo, de los gestos de la infancia, de los placeres” (Leuilliot, citado por Certeau,
Giard y Mayol, 1994, p. 1). Bajo esta forma de relacionarse con los otros, se crea una especie de
sistemas que terminan apropiando las personas como parte de su cotidianidad, entre ellas se
encuentra la forma de hacer uso del espacio social de la calle, en donde aspectos como el saludo,
los comentarios amables y la risa cómplice que estos puedan causar, ayuda a hacer más llevaderas
las condiciones económicas que predominan en Caracolí, a la vez que responde a una dinámica del
campo que se termina reproduciendo en la ciudad.
Esta caracterización es apoyada a partir de la forma de socialización que es posible evidenciar
los fines de semana en el barrio Caracolí, debido a que la avenida principal referenciada
anteriormente como uno de los lugares más importantes para la comunidad, termina convirtiéndose
en un lugar de encuentro que pareciera convertirse en una plaza de mercado de pueblo, ya que en
esta confluyen las personas para acceder a diferentes servicios que son ofrecidos en el barrio, así, es
común encontrar las cantinas, billares, canchas de tejo, y bares con un gran número de personas, del
mismo modo, ver en las esquinas a las personas dialogando con sus vecinos, o sentados en la parte
delantera de sus casas acompañados por un tinto o cualquier otra bebida “más fuerte”.
Loaiza, S. (2019). Frente de los hogares. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza, S. (2019). Frente de los hogares. [Fotografía]. Imagen propia.
Loaiza, S. (2019). Decoración frente de los hogares. [Fotografía]. Imagen propia.
Este aspecto resulta ser fundamental ya que posiciona a las personas en un rol donde pasan de
ser productores, al verse obligados a salir desde temprano de sus hogares y regresar a altas horas de
la noche luego de haber sobrellevado un servicio de transporte ineficiente en el barrio, condiciones
de inseguridad en la ciudad, entre otros aspectos, a ser un consumidor envuelto en las diferentes
dinámicas que permite disfrutar el barrio (Certeau et.al, 1994). Estos lugares ofrecen la posibilidad
de encontrarse con aquellos que comparten gustos y socializar en una dinámica de conocimiento
continuo, pero detrás de los mismos suelen crearse regímenes de representación enmarcados en la
violencia (Escobar, 2007), ya que desde la percepción de las personas, especialmente de los adultos
mayores son lugares donde se presentan problemas que en muchas oportunidades terminan cegando
vidas, debido a que “el principal índice de violencia se vive bajo los efectos del licor” (Alape, 1995,
p. 65)
Pese a esto, el barrio Caracolí ha generado en muchas personas una relación de reconocimiento
en el territorio y arraigo que proviene de diferentes niveles. Entre ellos se halla inicialmente la
posibilidad de encontrar arriendos o viviendas más económicas, llevando a que se cree una especie
de cadena en la cual las personas referencian a sus conocidos el barrio teniendo en cuenta esta
condición debido a que “teníamos problemas económicos y acá se tiene la ventaja de sobrevivir
porque las cosas son más baratas (Entrevista a don Luis, 2019), este tipo de personas aunque no
suelen verse muy cómodos habitando allí, tienden a tomar por costumbre gusto al mismo, esto, en
la medida que visibilizan los cambios que a nivel físico ha venido teniendo el barrio. Por otro lado
se encuentran las personas que les gusta habitar en el barrio por asuntos como que
el barrio se me pareció mucho a allá mi tierrita, cuando yo llegué acá esto era muy
montañoso, era tan similar a lo que yo estaba viviendo allá en la costa, por eso me gustó
tanto este barrio me fascinó y me fascinará siempre, es como si me sintiera en lo mío, yo
amo este barrio por esto, me hace vivir mi infancia que yo viví allá en mi tierra, ósea, en la
costa.(Entrevista señora Betty, 2019).
Del mismo modo porque le ha ofrecido a las personas una forma de estar más tranquilos, esto,
debido a que tienen la posibilidad de adquirir su hogar propio y no “tener que estarse humillando
por arriendos” (Entrevista a doña Miriam, 2019). En este mismo sentido hay quienes afirmaron que
sus casa no la dejan “porque fue una herencia de mi abuelo, y además de ello nunca hemos tenido
una conversación en mi familia donde se manifieste inconformidad con el barrio” (Entrevista a
Yiseth, 2019). Entre otras que manifestaron que les gusta el barrio
porque es donde estoy familiarizada con el ambiente, nunca me han hecho nada malo y ya
llevo aquí 11 años, que no los puedo dejar perder tampoco, entonces ahí vamos, yo no
puedo ser desagradecida con mi barrio, no puedo decir nada malo , tengo una casa muy
bonita. (Entrevista a señora Lucia, vendedora de maní, 2019).
Bajo esta misma línea se encuentran aquellas personas que aunque han sido reubicadas en otras
casas por habitar zonas de alto riesgo en el barrio, debido a que se han presentado derrumbes cada
vez que llueve haciendo que el agua se escurra por las calles, lo cual genera que las calles se
inunden y lleve a aquellos hogares construidos de manera improvisada a que sufran deslizamientos
(Osma, 2018), estén constantemente presentes en Caracolí, debido a que han sentido que en sus
nuevos barrios no tienen amistades que “si necesito un favor fácilmente lo consigo, en cambio en
mi barrio sí” (Entrevista señora Olide, 2019), unido a ello la falta de pertenencia a estos lugares, ya
que en su mayoría son conjuntos, donde tienden a sentirse “encerrados”.
Loaiza, S. (2019). Calles del barrio Caracolí. [Fotografía]. Imagen propia
Loaiza, S. (2019). Calles. [Fotografía]. Imagen propia
Al igual se presentó en el caso de los niños que han visto la posibilidad, a pesar de las
condiciones sociales, de encontrar amigos, aprender a montar bicicleta, estar felices y tranquilos.
Esto, debido también a las significaciones sociales que se han creado desde las personas que
integran diferentes grupos en el barrio, donde nacido desde discursos que buscan insubordinarse a
las lógicas de ciudad que tienen a implantar entidades como el FMI o el BM (Zibechi, 2008), ven
en Caracolí, explorando su potencia creadora como “ un espacio de oportunidades, de
oportunidades para ganar procesos de transformación, es una oportunidad de empezar a mirar cómo
articular procesos y llevar a la comunidad a que entiendan que las divisiones no son nada
fructíferas” (Entrevista a Fernando, 2019).
En este mismo sentido, “para mí Caracolí, significa transformación, porque aquí yo siento que
hay mucho que hacer” (Entrevista a Yiseth, 2019); al mismo tiempo las personas refieren que es “lo
máximo, ya que me acogió cuando yo estaba muy mal” (Entrevista señora Oilde, 2019). Del mismo
modo
significa un lugar de oportunidades, de oportunidades pequeñas que uno tiene que
explotarlas porque realmente en ese barrio hay tanto talento que realmente para uno
entender que ese barrio es el sabor, el barrio del sabor lo llamo yo, un barrio donde las
oportunidades se tienen que explotar y que la gente se dé cuenta que el barrio tiene muchas
entradas bellas y muchas salidas hermosas (Entrevista a Jeisson, 2019).
Estas visiones son importantes porque gracias a ellas se mantiene vigente la posibilidad de
construir territorio, siendo el espacio simplemente una excusa para llevar a cabo las relaciones
sociales que se construyen, en donde el reconocimiento en el otro y la lógica conjuntista enmarcada
en la identidad, ha llevado a que las personas exploten sus capacidades y pongan en marcha sus
intereses tan solo con el fin de cambiar el imaginario instituido de Ciudad Bolívar como un lugar
únicamente de delincuencia, y en donde el progreso social no es posible. Por tanto, el trabajo
llevado a cabo por cada una de las personas que le dieron voz a este trabajo debiera ser la bandera
de socialización y arraigo a lo que es el barrio Caracolí.
En consecuencia, fue necesario recabar en las acciones cotidianas que llevan a cabo las personas
para evidenciar la forma en que la lógica de magmas influye en su actuar. Así, se evidencia un
compromiso por parte de las personas con el territorio habitado, ya que se construye continuamente
significados gracias a las relaciones que allí se crean, las cuales no se reducen únicamente a las que
se hizo referencia en esta investigación, si no que Caracolí es visto como un lugar en el que debido
a las condiciones que deben enfrentar sus habitantes, se hace proclive a la creación de innumerables
formas de lucha emanadas desde un aspecto histórico social, en el cual prevalece las prácticas
culturales que caracterizan a las personas.
Conclusiones
La consolidación del barrio Caracolí, es un antecedente que tiene eco en las acciones llevadas a
cabo por los grupos sociales que se han ido organizando, sin embargo, no ha sido reconocida como
baluarte, tendiendo a desconocer la labor que llevaron a cabo diferentes personas que aun hacen
presencia en el barrio y que a pesar de tener el ahínco para impulsar trabajos en pro de la
comunidad, no sienten que sus ideas puedan ser tenidas en cuenta, sin embargo, no necesariamente
la pertenencia al barrio Caracolí y la carga social que esto conlleva, lleva a que las personas deseen
participar de las propuestas alternativas que existen en este lugar, algunos simplemente quieren
estar bien, sin necesidad de “meterse en problemas”, pero desconociendo la realidad social que les
rodea.
Esto permite pensar que aunque en un lugar determinado se acude al encuentro de una amplia
variedad de referentes identitarios, y que estos se interrelacionan en las relaciones sociales que
llevan a cabo, no es un máxima que genere sentido en la totalidad de las personas, ya que no llegan
a sentir ese arraigo del territorio, ni reconocimiento en los otros, por tanto se asemeja a vivir en un
lugar que no guarda significación alguna, pudiendo afectar la posibilidad de ampliar la capacidad
creadora en las personas. Por tanto, esta lógica lleva a establecer que reconociendo la realidad
social que caracteriza a Colombia, enmarcada en una lucha que inicio por la tierra, pero que en los
estudios actuales lleva a comprender que se trasladó hacia una lucha por el territorio, se hace
posible comprender la envergadura que tiene analizar la forma en que se ha ido construyendo dicho
territorio a partir de las relaciones de sociabilidad que dan paso hacia la creación continua de un
soluciones acorde a las necesidades.
Al mismo tiempo, esta situación puede tomar fuerza en la medida que se opaque la incursión en
el mundo social de discursos que fragmenten la oportunidad de transformar las dinámicas sociales
que pretenden ser impuestas. De este modo, es allí donde la capacidad de reflexividad presente en
el ser humano, debe anteponerse en aras de buscar un beneficio común, esto, debido a que las
políticas gubernamentales con discursos de cambio y recuperación de los barrios, como en el caso
del gobierno distrital, han pretendido desviar la mirada ante la falta de proyectos sociales que
respondan realmente a las necesidades de las personas, ya que aunque existen, no logran tener la
envergadura que se requiere para aportar en esa falta de reconocimiento del lugar en el que se vive
por parte de algunos habitantes.
Visto así, este tipo de acciones son las que permitirían una mayor participación por parte de las
personas con el interés de construir su territorio. Ello, permitiría que adopten un mayor valor de las
acciones que cotidianamente llevan a cabo, reconociendo que en estas existe un factor de
participación en el cual a partir de la socialización con los otros, se crean ideales que pueden ser
puestos en marcha si existiera una mayor inversión social, en la que se pueda poner en juego las
capacidades de las personas y su conocimiento ancestral, instituyendo su lugar de vivienda como
centro de proyección social, pero ante todo, como un lugar donde puede disfrutar de su devenir
como ser humano.
En cuanto a los niveles de vulnerabilidad, se encontró que las condiciones a las cuales se
enfrentaron muchos de los pobladores del barrio Caracolí en sus lugares de procedencia, frente a la
falta de condiciones mínimas para su supervivencia, no necesariamente fueron resueltas en la
llegada a esta zona de la ciudad, así como tampoco fue posible tomarse las tierras como en antaño
hicieron algunas comunidades campesinas, si no que tuvieron que lidiar con un mercado de tierras
que estaba concentrado en manos de “tierreros” a los cuales tuvieron que someter sus intereses con
el fin de lograr un “rancho” en el cual pudieran vivir.
Al mismo tiempo, un número considerable de pobladores ha tenido que sufrir las consecuencias
de la inestabilidad de la tierra, y de que la parte alta del barrio este catalogada como zona de alto
riesgo, siendo un factor que re victimiza constantemente a las familias, quienes en su mayoría han
llegado desplazados, expulsadas de otros barrios o simplemente habitantes que vieron allí la
posibilidad de lograr un apartamento por parte del gobierno, así, detrás de ello se erige una
situación de asistencialismo que como se mencionó anteriormente inhibe el libre desarrollo de las
potencialidades en el ser humano.
En cuanto a la consolidación del barrio Caracolí, resulta importante resaltar que la construcción
de un barrio periférico entendida desde lo físico y lo simbólico, permite comprender la variedad de
discursos que se manejan en un contexto determinado, logrando entrever con ello que en medio de
las relaciones sociales se instituyen imaginarios sociales entre los cuales tienen mayor acogida por
las personas, aquellos que les otorgan sentido, siendo esta una característica fundamental en la
apropiación del lugar en el cual se habita, en gran parte, debido a la complicidad que se crea con los
otros, en la medida que se construye conjuntamente el lugar donde se habita.
Así, cada una de las expresiones llevadas a cabo por los grupos sociales que hacen parte de la
comunidad de Caracolí, se fundamentan en un fuerte arraigo de su carga histórico-social, en donde
la intervención de los adultos mayores y las historias que ellos han impartido a sus congéneres, ha
funcionado como punto de partida para la estructuración de propuestas de tipo cultural, social,
comunitario que lleve a las personas a hacer uso de su tiempo libre en beneficio de la comunidad, y
enmarcado en un ambiente de reconocimiento con el otro. Sin embargo, el carácter que cada uno de
esos grupos sociales guarda, está fundamentado en el arraigo que las personas tienen frente al
mismo, visto como un factor determinante de los discursos que allí se encarnan, a partir de la
afluencia que existe a determinado lugares se puede leer el gusto o no por el barrio.
Por tanto, el espacio en Caracolí termina siendo una excusa para llevar a cabo las relaciones
sociales, en estas, predomina la posibilidad de construir con los otros formas de vida alternativas a
las que bajo discursos de poder se pretender implementar, ya lo referenciaba Alape (1995), cuando
describía que uno de los principales problemas a los cuales se enfrenta la población en un barrio de
Ciudad Bolívar, es el hecho de ser joven porque tiende a ser encasillado en regímenes de
representación que en la mayoría de los casos tienden a ser atacados por ellos mismos. Abriéndose
la posibilidad hacia la concreción de sueños conjuntos en donde la potencia creadora inherente al
ser humano, les permita trascender con sus acciones e instituir significaciones sociales de acuerdo a
las necesidades de su contexto, desde lo cual se construye el territorio.
Esta visión, se enmarca dentro de una lógica de magmas en la cual no es posible incluir a la
totalidad de las personas, ya que muchos de los habitantes de este barrio, han buscado a partir de
diferentes medios, consolidar proyectos que cambien el imaginario que se tiene de esta zona, siendo
en algunos casos una causa perdida debido a aparataje delincuencial que rodea este lugar, pero para
otros ha sido la posibilidad de exigirse una mayor participación política para la constitución de
proyectos de largo alcance, en la mayoría de los casos sin ayuda institucional.
En consecuencia, el método de investigación utilizado, fue esencial en el alcance de los objetivos
planteados en la medida que permitió ahondar en factores claves que caracterizan a la comunidad.
A su vez, hacer uso de un enfoque centrado en aspectos sociológicos y semióticos, desde lo
aportado por los ECDM, llevó a ahondar en aspectos como las formas de vida que caracterizan a la
población y su relación con la puesta en marcha de proyectos sociales, siendo el punto de partida
hacia la asimilación de la fuerza creadora que caracteriza a la población, pero que al no ser
cuestionada, motivada, exaltada, tiende a inmovilizarse, comprendiendo que en esta zona de la
ciudad la búsqueda por el cambio y la trasformación social, es un aspecto que mueve a la
comunidad, y que a pesar de la falta de colaboración por parte de la institucionalidad, aprovechan lo
que tienen a su alcance e instituyen formas de lucha y resistencia haciendo uso de su legado
cultural.
Así mismo, el aporte que deja a la línea de investigación, se centra en la posibilidad de indagar
en torno a la forma en que se comportan los sistemas ideacionales en cuanto a aspectos materiales y
simbólicos en las relaciones sociales llevadas a cabo en un barrio periférico, interrogándolas desde
diferentes disciplinas, en relación a los debates y discusiones que se llevan a cabo en la academia
actualmente, en relación al territorio. Eso, entendido desde la capacidad de creación social frente a
la realidad, enmarcando al ser humano en un ambiente social, histórico, cultural y político, que
actúa en un contexto determinado, con condiciones que le exigen hacer uso de diferentes fuentes
para construirse y asumirse en un lugar continuamente .
Limitaciones de la investigación
Visto de esta manera, se redactara a continuación una serie de limitaciones que más que ello
pretender ser recomendaciones para las posteriores investigaciones que se lleven a cabo tanto en la
localidad de Ciudad Bolívar, como en el barrio Caracolí:
Ser habitante de la localidad de Ciudad Bolívar, resulta siendo un inconveniente en la
configuración de propuestas de cambio frente a las lógicas sociales que se implementan,
debido a que no existe un apoyo oportuno por parte de la institucionalidad para la
concreción de los mismos.
La falta de literatura actualizada acerca de las condiciones que enfrentan las personas de
los barrios periféricos a pesar del avance tecnológico que caracteriza al mundo, se denota
como limitante debido a que suelen ser marginadas y no se llega a comprender con
veracidad sus necesidades, a la par que aquella referente al barrio Caracolí, debido a que
se encuentran pocos trabajos que ahonda en las relaciones que allí se llevan a cabo.
El acceso al dialogo con las personas que habitan la zona catalogada como de alto riesgo
no mitigable, en la medida que se manejan unas dinámicas de poder, que en ocasiones
hacen uso de la violencia ya que llegan a sentirse amenazados por cualquier persona que
sea ajena a esta zona del barrio.
Se evidenció complicaciones en cuanto al acceso de los documentos institucionales en
manos del presidente de algunos líderes de la JAC, debido a que al parecer solo hacían
entrega de información que exaltará sus aciertos, dejando de lado referencias a la visión
cuestionable de los habitantes hacia su gestión.
.
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Anexos
Análisis Estado del Arte
No. NOMBRE LUGAR/EDITORIAL
AUTOR AÑO OBJETIVO GENERAL
TIPO DE FUENTE
CATEGORÍAS INVESTIGACIÓN
CATEGORÍAS EMERGENTES
INSTRUMENTOS RECOLECCIÓN DE
INFORMACIÓN RESULTADOS
COMENTARIO
1
Partir de lo
que somos.
Ciudad
Bolívar,
Tierra,
Agua y
Lucha
Bogotá,
Colombia/
Alcaldía
Mayor de
Bogotá
Gómez
Pérez
Nemías
2014
"Fomentar
diferentes
procesos de
memoria en
la
localidad, que
giran
alrededor de
temáticas
fundamentale
s como el
desarrollo de
luchas
sociales, la
defensa de los
derechos
fundamentale
s y la
construcción
progresiva
del territorio
desde las
prácticas
comunitarias"
. (p. 9)
Secundari
a /
Bibliográf
ica
C
o
n
s
t
r
u
c
c
i
ó
n
d
e
T
e
r
r
i
t
o
r
i
o
Identidad
Los instrumentos de
recolección que
utiliza parte del
establecimiento de
los conceptos de
“sabidurías
convencionales” y el
“sentido común”,
donde a partir del
uso de fuentes de
información
primarias como las
entrevistas
semiestructuradas, la
observación y el
acercamiento con las
comunidades,
permitieron
acercarse a
diferentes grupos
sociales entre los
que se encuentran:
integrantes de
grupos de adultos,
adultos mayores y
jóvenes,
organizaciones
sociales y
"En este proceso
de recuperación
de la memoria se
rescata el trabajo
realizado en el
laboratorio de
creación artística,
en el que niños,
niñas y jóvenes
de la localidad
han generado un
espacio de
recuperación de
memoria
histórica a partir
del ensamblaje
de una danza
como resultado
del ejercicio de
exploración
sustentado en la
valiosa
información
hallada en los
distintos -
Módulos de la
memoria". (P.
10)
El análisis
de los
capítulos 1
y del 4 la
parte de
múltiples
miradas de
un solo
territorio,
puede
permitir
ampliar el
panorama
en torno a a
construcció
n de
territorio y
la visión de
los
habitantes
frente a la
misma.
Significaciones
sociales
Practicas
comunitarias
comunitarias,
habitantes de la
localidad de Ciudad
Bolívar y líderes.
"La práctica
investigativa
como proceso
permitió
conquistar,
profundizar y
divisar todos
esos oyentes que
históricamente se
les ha hecho
invisibles,
personas de las
zonas altas y
bajas de la
localidad". (p.
11)
2
Donde
termina el
asfalto:
cerros del
sur de
Bogotá
Bogotá,
Colombia/
Cetri
Zibechi
Raúl 2008
Identificar los
aspectos que
han permitido
la
consolidación
de una
organización
comunitaria
en la periferia
de la ciudad
de Bogotá
Secundari
a/
Publicacio
nes
académica
s
Construcción de
Territorio
Crear comunidad
El autor se vale de
entrevistas
realizadas a
diferentes grupos
sociales y revisión
bibliográfica de la
historia de Potosí,
con la cual va
encadenando las
variables de análisis
que se identificaron.
"Con ayuda de
profesores,
estudiantes y
egresados de
Cerros del Sur, la
organización
comunitaria se
profundiza"
Este trabajo
es
fundamenta
l en la
investigació
n, debido a
que hace un
recuento
histórico de
la
consolidaci
ón del
barrio
Potosí
principalme
nte, que
gracias a su
forma de
organizació
n
comunitaria
y el trabajo
que
llevaron a
cabo
diferentes
líderes
sociales en
este sector,
Organización
comunitaria
"Uno de los
cambios mayores
se relaciona con
la violencia
doméstica, casi
un lugar común
en Colombia"
“En Potosí, como
en La Victoria
(Chile) y en Villa
El Salvador
(Perú), la
pobreza es
inocultable. Pero
la organización
comunitaria ha
dignificado la
vida, y ha hecho
posible que sus
habitantes no
sólo cuenten con
servicios sino
con elevados
niveles de
autonomía,
personal y
colectiva"
termino
siendo una
influencia
importante
en la
posterior
construcció
n del barrio
Caracolí,
que tiene
algunos
rezagos de
lo que fue
la labor
insignia
llevada a
cabo en el
barrio por
el docente
Evaristo.
3
Desplazami
ento
forzado
y territorio,
reflexiones
en torno a
la
construcció
n de nuevas
territorialid
ades
: nuevos
pobres,
ciudadanía
inconclusa
y la
búsqueda
de una
nueva vida
digna
Bogotá,
Colombia/
Universid
ad
Externado
de
Colombia
Ocampo
Prado
Myriam
2014
" Estudiar los
procesos
migratorios
producidos
por el
conflicto
armado
colombiano, a
partir de una
mirada
múltiple
desde
aspectos
psicológicos,
geográficos,
sociológicos,
políticos,
económicos,
antropológico
s, que
generan
grandes
cambios para
las
poblaciones"
(p. 11)
Secundari
a/Bibliogr
áfica
Construcción de
Territorio
Ruralidad y
tránsito a la vida
urbana
Hace uso de una
metodología mixta
de investigación. Se
realizó un análisis
material de la
relación con el
territorio, en la que
se tuvo en cuenta los
lugares utilizados
por las personas
desplazadas en su
nuevo entorno y una
dimensión simbólica
en la que se tuvo en
cuenta las
significaciones del
nuevo territorio, en
donde juega un
papel importante la
antigua relación que
se tiene con el lugar
de origen. Se hizo
uso de instrumentos
metodológicos como
la entrevista en
profundidad, la
encuesta y las notas
etnográficas. El
aspecto de la
dimensión material
se abordó con
cartografía social,
georreferenciación y
la revisión de
información
secundaria. El
proceso de análisis
de los resultados se
apoyó en un grupo
de discusión para
cada estudio de caso.
"Estas
constataciones
aportaron
igualmente a la
reflexión
concerniente a
las víctimas; a la
pertinencia de
pensar su
situación desde
un campo
efectivo de
particularidades
culturales,
sociales y
políticas; desde
una perspectiva
poblacional-
diferencial que
recoja a la
población en sus
aspiraciones y
requerimientos
en materia de
garantía de los
derechos
humanos, donde
los aspectos
culturales y
geopolíticos
deben estar
presentes, tanto a
nivel normativo
como en las
acciones que se
realicen para la
reparación
integral de los
derechos" (pp.
15-16)
Este trabajo
es
importante
ya que
desarrolla
la
indagación
a partir de
diferentes
grupos
poblaciones
, en los
cuales
identifica
que existen
diferentes
problemátic
as en
relación a la
situación de
desplazami
ento
forzado a la
cual se ven
enfrentados
y la
influencia
que tiene su
arraigo
cultural en
la
consolidaci
ón de un
nuevo
territorio en
el cual se
tiene en
cuenta
elementos
materiales y
simbólicos.
Significación
social
Lugar y territorio
propio
Territorialidad
Se utilizó el Estudio
de Caso como
método de
investigación con el
que se caracterizó
las problemáticas
diferenciales de cada
población.
"Las personas
que son víctimas
de estos hechos
experimentan la
pérdida de
elementos
fundamentales
como sujetos
sociales, se ven
obligadas a
reelaborar cada
vez su identidad
y reafirmar lo
que son en lo
profundo de sí
mismas, con su
memoria y sus
ilusiones, más
allá de la
supervivencia
inmediata!. (p.
12)
Lógicas
territoriales
4
Construcció
n y
significació
n del
territorio :
comunidad
El Codito,
2011
Bogotá,
Colombia/
Universid
ad del
Rosario
Guevara
Salamanc
a Juan
David,
Hernánde
z García
Miguel,
Mendoza
Molina
Mónica
Alexandra
.
2013
Indagar y
recomponer
parte de la
invaluable
historia de
luchas
sociales y
defensa del
sector El
Codito que
los
pobladores de
estas
Secundari
a/Bibliogr
áfica
Significaciones
sociales
Constructo de
comunidad
Se realiza revisión
bibliográfica en
torno al concepto de
comunidad,
entrevistas no
dirigidas, grupos
focales y talleres.
Se evidencia que
hace falta una
mayor
apropiación por
parte de la
comunidad en
acciones de
"participación
pública" que le
permita a la
comunidad
involucrarse en
la la vida social.
Se analiza
el apartado
"adulto
mayor y
construcció
n de
comunidad"
, ya que
aporta en
las formas
de
socializació
n propias
espacialidade
s recomponen
diariamente"
(p. 10)
Construcción de
Territorio
Se hace
necesario el
desarrollo de
políticas públicas
con el fin de
conllevar a la
sociedad pública
civil a ser un
actor de una
adecuada
gobernanza
urbana, junto a
las personas que
se involucren en
dicho proceso,
con el fin de
explotar el
potencial
humano, la
creatividad e
innovación
social.
del adulto
mayor y su
comprensió
n de
comunidad,
en donde
están
inmersas
variables
como, las
ayudas
estatales,
las acciones
cotidianas,
la
construcció
n del barrio,
entre otros.
Lucha social por
el territorio
"Las
comunidades,
habiendo
medrado en sus
situaciones
personales,
familiares y
laborales, viran
progresivamente
hacia una
creciente
despolitización,
en lo que supone
clara merma de
la fortaleza y
capacidad de los
citados proyectos
de lucha por la
emancipación
social y
ciudadana y la
construcción de
una Colombia
más justa e
igualitaria" (p.
121)
Magma de
significaciones
Significado
simbólico del
territorio
!A la relativa
desvinculación
de los procesos
comunitarios que
viven los barrios
toda vez que sus
integrantes,
además de
desentenderse de
sus procesos
reivindicativos,
se van
desplazando a
vivir a otros
lugares, hay que
añadir, en
detrimento de la
calidad de vida
de los mismos, la
problemática de
delincuencia
organizada y
micro tráfico de
estupefacientes
que viven"
(p.121)
"A través de las
experiencias de
lucha social y
organizacionales
se reactivan
vínculos y se
potencian las
subjetividades"
(p. 1222)
5
Caracolí:
Cerro de
sueños y
carencias
Bogotá,
Colombia/
El Tiempo
Celis
Albán
Francisco
1998
Describir las
condiciones
sociales y
económicas
que
caracteriza a
la población
del barrio
Caracolí en el
año 1998
Primaria/
Artículo
Significaciones
sociales
Relaciones
cotidianas
Se realiza una
descripción somera
de las características
del barrio Caracolí,
haciendo uso de
algunos testimonios
tomados de la
población.
Evidenciar la
situación social
y económica de
la población.
Pequeños
esbozos de
la vida en
Caracolí,
hacia los
años 90´s Formas de vida
Actividades
económicas
6
Barrio y población.. Una definición desde sus propios habitantes
Santiago de Chile, Chile/Universidad de Chile
Ahumada María José. Moncada María de los Ángeles
2006
"Conocer la identidad social urbana de dos territorios pertenecientes a la comuna de Quinta Normal". (p. 4)
Primaria/Tesis de pregrado
Construcción de Territorio
Identidad social
urbana
Tiene una metodología cualitativa, correspondiente a un estudio descriptivo e interpretativo
Debido a que el concepto de identidad social urbana no abarca de manera completa las dimensiones que interactúan en el contexto, se entiende que " Es así, como la apropiación a un territorio específico cumple un rol fundamental en la construcción identitaria de un grupo o comunidad, lo que permite satisfacer la necesidad de pertenencia y estructurar relaciones comunitarias, fortaleciendo el
Este trabajo resulta importante ya que aporta variables que permiten entender la relación que se entreteje entre las formas de habitar un contexto y la apropiación que sobre este se genera, debido a que lleva a ver la población como parte esencial en la consolidaci
sentido del “nosotros”". (p. 79)
ón de políticas públicas que respondan a sus intereses.
Políticas sociales
y públicas
"Conocer la identidad es un puente para entender cómo se expresan otros fenómenos sociales y así obtener una mirada más integral del objeto de estudio". (p. 80)
"Es importante tomar en cuenta a las comunidades como principales actores de su desarrollo, incorporando aspectos subjetivos en la planificación de políticas públicas". (p. 80)
7
Carnavalito
por la vida
y el amor,
una
experiencia
de
construcció
n
comunitaria
. Barrio
Jerusalén,
Ciudad
Bolívar
Bogotá,
Colombia/
Universid
ad
Pedagógic
a
Nacional
Cardona
Sánchez
Fernando
2016
"Conocer y
profundizar
en las
dinámicas
desarrolladas
por el
carnavalito
con el fin de
determinar
que saberes y
conocimiento
s han
emergido
desde sus
Primaria/
Tesis de
posgrado
Construcción de
Territorio
Construcción
colectiva
Investigación de tipo
estudio de caso, en
la cual se involucra a
la comunidad en las
fases de la
investigación.
Las personas que
se involucran en
el trabajo
comunitario a
partir de
diferentes
intereses,
terminan por ser
actores claves en
los cambios que
se desarrollan en
un contexto
determinado, por
su capacidad
El aporte de
esta
investigació
n se centra
en el aporte
que realiza
desde una
acción
comunitaria
específica,
de la cual
se
entretejen
diferentes
prácticas". (p.
13)
transformadora e
incidencia en la
comunidad.
formas de
actuar y de
relacionarse
con los
otros,
atendiendo
a una
dinámicas
de
construcció
n colectiva
en la que el
aporte
guiado
hacia el
cambio
social es lo
esencial.
Significaciones
sociales
Espacios como el
carnavalito se
distancian de los
carnavales
nacionales e
internaciones, ya
que tienen como
eje fundamental
la lucha por la
resistencia y el
encuentro social,
guiado hacia la
reflexión de las
condiciones de la
comunidad.
Magma de
significaciones
El papel
relevante de que
tiene la mujer en
este tipo de
procesos.
8
Construyen
do
Territorios.
Narrativas
territoriales
aymaras
contemporá
neas
Lima,
Perú/
GRADE
(Grupo de
Análisis
para el
desarrollo
Damonte
Gerardo 2011
"Realizar un
análisis
comparativo
entre las
comunidades
aymaras
peruanas y
bolivianas, a
partir de tres
aspectos: la
histórica la
económica-
política y la
cultural"
Secundari
o/Bibliogr
áfica
Construcción de
territorio
Narrativas
territoriales
Se combinan
métodos e
instrumentos de la
etnografía clásica,
análisis cartográfico
y construcción de
mapas grupales.
Existen dos
formas de
apropiación
identificadas en
las comunidades
indígenas,
centradas en la
organización
política-
administrativa-
territorial, en las
cuales se
legitiman los
reclamos
territoriales que
están centrados
en consolidar las
fronteras étnicas
y comunales,
eliminadas desde
la colonización.
Y la segunda
Interesante
el aporte
que se
realiza
desde la
organizació
n de las
comunidade
s indígenas,
quienes
siempre han
estado en la
defensa de
sus
territorios.
As su vez,
la atención
que se le
brinda a l
tema
territorial
en la
tiene que ver con
la memoria
colectiva, en la
que a partir de
las prácticas
sociales se
evidencia la
apropiación del
espacio en el que
vive, lo dota de
símbolos y lo
moldea a su
gusto.
medida que
se invita al
desarrollo
de estudios
sociocultura
les que
prioricen
una mirada
local.
Se aplicaron
entrevistas a
profundidad,
semiestructuradas
temáticas, historias e
vida y narraciones
sobre fotografías. Se
recogió información
sobre narrativas
performativas, a
partir de la
observación; se
recogió información
sobre los archivos
agrarios e históricos;
se recogió
información
cartográfica-
productiva,
dibujando mapas
colectivos,
estableciendo
ámbitos religiosos y
El análisis que
realiza el autor
en torno a la
disposición que
se ha hecho del
"territorio",
donde a partir de
la concreción de
los Estados-
Nación, se
prioriza la
tenencia del
mismo como
forma de
manifestar poder,
a la vez que el
avasallamiento
que crea en las
comunidades
"minoritarias", a
quienes se les
quita la posesión
del mismo.
Es
importante
en la
medida que
aporta un
referente
metodológi
co para
abordar la
investigació
n que he
planteado.
Así mismo
aporta un
concepto
emergente
que
considero
importante
en el
análisis de
los
discursos
Magma de
significaciones
Territorio
productivos; se
recogió información
política, a partir de
entrevistas con
autoridades políticas
estatales y dirigentes
originarios.
Las personas al
interactuar están
produciendo
espacio. El
territorio es visto
como una forma
de aprehender,
conceptualiza
apropiar parcial o
totalmente del
espacio que se
habita.
emanados
desde los
actores del
barrio, este
es
narrativas
territoriales.
Importancia del
contexto de los
indígenas
Aymara, que está
centrado en la
vinculación
histórica al
acceso y uso de
la tierra y el
territorio.
Narrativas
territoriales de
identidad
Los territorios se
construyen a
partir de
narrativas
territoriales que
son articuladas
por proyectos
políticos
específicos.
Significaciones
sociales
a relación entre
la constitución
territorial y cierta
toma de
conciencia social
en las
comunidades
indígenas, el
diverso “valor”
que adquiere la
tierra y el
territorio a partir
de las dinámicas
de dominio y
resistencia social,
y la variación en
la manera en que
las comunidades
representan “sus”
territorios en
diálogo con el
contexto
socioeconómico
en el que viven".
(p. 141)
9
Impactos
socio
espaciales
del
desplazami
ento
forzado en
Bogotá.
Ciudad
Bolívar
1997 - 2007
Bogotá,
Colombia/
Universid
ad
Nacional
de
Colombia
Ramírez
Camilo
Hernando
2014
""analizar si
la llegada
continua y
sistemática de
hogares
desplazados
ha provocado
impactos
socio
espaciales en
la ciudad de
Bogotá,
tomando
12
como caso de
estudio la
localidad de
Ciudad
Bolívar y el
barrio
Primaria/
Tesis de
maestría
Construcción de
territorio
Ocupación
urbana
Se hace uso de una
metodología mixta,
en la que se
combinan análisis
cuantitativos y
cualitativos,
haciendo uso de
entrevistas a
profundidad y
grupos focales , se
hizo análisis de
planos y aerografías
para visualizar la
evolución espacial
del barrio Caracolí,
el uso de
cartografías sociales,
y observación.
La figura de la
invasión ha
perdido impacto
en la dinámica de
tierras, ya que
esta
predominando la
venta de las
mismas por parte
de loteadores
piratas que no
llevan a la
construcción
masiva, sino
aislada y
sistemática de
ocupación., tiene
gran impacto ya
que evade el
control estatal.
En cuanto a
este trabajo
se tiene en
cuenta los
resultados
obtenidos,
ya que son
base para
desarrollar
el objetivo
planteado
en la
investigació
n, de la
misma
forma el
trabajo
hecho por
el autor en
torno a la
Caracolí en
los años 1997
a 2007"(p.
12)
El acceso
informal al suelo
es el mecanismo
predominante en
Caracolí,
habiendo una
correlación entre
los asentamientos
informales y los
nuevos
pobladores, que
representan una
proporción
importante los
desplazados.
situación
del
desplazami
ento y su
relación
con los
procesos de
asentamient
o urbano, es
un factor
relevante en
la
comprensió
n de las
dinámicas
llevadas a
cabo en el
barrio
Caracolí.
Acceso a la
vivienda
Existen
inconvenientes
en términos
urbanísticos, ya
que la
intervención ni
debiera estar
únicamente
orientada hacia la
infraestructura, si
no al
reordenamiento
territorial desde
una mirada
zonal, debido a
que existen
riesgos
geológicos que
no se solucionan
en corto plazo.
Significaciones
sociales
La escasez de
ingresos e
ineficacia de las
políticas públicas
inhibe la
posibilidad a los
hogares
desplazados de
buscar otras
opciones ajenas
al mercado
informal de
suelos y
viviendas.
Lucha por la
tierra
Las encuestas
realizadas
indican que más
del 80% de las
personas
desplazadas
pretenden
quedarse en la
ciudad, en su
mayoría estas
son jóvenes,
quienes no
mantienen
vínculos con la
ruralidad se han
adaptado a la
ciudad.
"Independientem
ente de las
decisiones
individuales o
familiares de los
hogares
desplazados
sobre retornar o
no, es hora que la
ciudad pueda
tomar
consciencia sobre
los enormes retos
de atender y
reparar a esas
familias que
decidieron
quedarse en la
ciudad" (p.192)
10
Intervención social en el borde urbano desde el proceso de la significación cultural
Bogotá, Colombia/Universidad Católica de Colombia
Aguilera Fabián, Medina Mariela
2017
"Distinguir los escenarios de apropiación sobre el territorio de periferia "
Primaria/artículo
Construcción de territorio
Arquitectura de la comunidad
Hace uso de una metodología cualitativa, en la que el sujeto genera la construcción social del territorio.
Como resultado se reconoce que los procesos metodológicos para el diseño están relacionados con el escuchar a la comunidad, crear con las personas y entregar un producto capaz de potenciar el recuerdo e identificar el espacio urbano anhelado, que genere espacios defendibles, sin fronteras, ni límites, y en el respeto de las ideas que tiene el diseño desde la participación ciudadana.
Este trabajo
resulta
relevante
porque
establece la
importancia
que tiene
los actores
en el
territorio,
quienes a
partir de sus
acciones
llevan a
cabo
procesos de
significació
n que
cargar al
espacio de
identidad a
partir de las
relaciones
que se
construyen
de manera
conjunta.
"arquitectura con la comunidad", una manera que García Ramírez (2012) categoriza como la arquitectura en relación entre el arquitectura y la
Los distintos
agentes que
participan en un
territorio, deben
participar junto a
la comunidad en
el proceso de
diseño del
territorio.
Significaciones sociales
Participación social
comunidad, una relación simétrica que alcanza una reciprocidad de conocimiento e ideas, donde cada uno aporta y apoya para el proyecto, desde el diseño y su materialización.
"El fundamento
del imaginario y
la significación
del territorio
están en la
selección de
"códigos y
signos" que las
mismas personas
eligen y
representan
dependiendo de
la importancia y
relevancia que
establecen sobre
el territorio; el
imaginario
colectivo como
imagen, como
espacio y lugar
estará
condicionado
como fenómeno
de significación".
(s.p)
"El ejercicio con
la población -en
este caso
comunidad
infantil- parte de
los procesos de
reflexión y
sensibilización
sobre la realidad
del territorio y la
necesidad de
reconocer el
problema como
oportunidad".
(s.p)
Lógica magmatica Territorio del borde urbano
"Por lo que
impulsar
actividades
económicas que
mejoren la
condición de
vida y, al mismo
tiempo, fomentar
la recuperación
de los parques
como lugares de
estancia es una
responsabilidad
conjunta". (s.p),
centrado en la
importancia de
cargar los
espacios con
significados, que
cambien la
trascendencia del
entorno sin
desmeritar su
origen y lugar de
procedencia.
11
La ciudad
como
espacio
habitado y
fuente de
socializació
n
Manizales
,
Colombia/
Universid
ad
Autónoma
de
Colombia
Ayala
García
Erika
Tatiana
2017
"Comprender
el papel del
espacio
público en la
construcción
físico-
vivencial de
la ciudad y en
la experiencia
social". (p.
189)
Secundari
a/Artículo
Construcción de
territorio
Construcción
social del espacio
Se realiza revisión
documental
interdisciplinar, en
esta se recoge
información sobre la
noción de espacio
público, ciudad
construcción social,
memoria e identidad.
"Se encontró que
el espacio
público es
componente
esencial en la
configuración de
la ciudad; a
través del
espacio público
el ser humano
puede potenciar
su experiencia a
partir de la
relación con sus
pares y el
entorno". (p.
189)
Este
artículo
resulta
interesante
en la
medida que
ofrece
esbozos
generales
en relación
a la
configuraci
ón de la
ciudad
expone
frente a su
relación
Significaciones
sociales
Referentes
identitarios
"En el espacio
público se
produce el
intercambio
colectivo, la
socialización y el
anonimato; en él
la persona genera
lazos con sus
pares y con el
entorno,
favoreciendo el
arraigo de
conceptos como
el sentido de
pertenencia y
lugar. Por lo
tanto, su
planificación y
desarrollo deben
realizarse a partir
de trabajos
interdisciplinares
que permitan
proyectar la
experiencia del
ser humano". (p.
190)
con el
entorno
social, en el
cual
interactúan
las personas
y
construyen
una serie de
relaciones
con sus
pares y el
contexto.
12
Buenos
aires,
Argentina
/CLACSO
Porto
Goncalves
Carlos
Walter
2006
"contribuir al
análisis de
este complejo
proceso de
conformación
de estas
diferentes
escalas
territoriales
que
caracterizan
el orden
mundo que
está allí, en
crisis, desde
un lugar
específico,
América
Latina y el
Caribe, desde
un punto de
vista
emancipatori
o". (p 152)
Secundari
a/Artículo
Construcción de
territorio
Lucha por el
territorio Revisión
bibliográfica para
dar cuenta de las
relaciones que se
construyen en las
comunidades
latinoamericanas y
caribeñas
"Resulta que la
sociedad y el
territorio son
inseparables.
Toda sociedad en
constituirlo lo
hace
constituyendo su
espacio, su
hábitat, su
territorio". (p.
163)
Este
artículo es
relevante en
la medida
que ofrece
acercamient
os a la
importancia
que tiene el
territorio
para las
comunidade
s
latinoameri
canas,
enmarcadas
en una
condición
de
exigencia
por el
territorio,
denotando
con ello la
capacidad
de
participació
n política a
la cual se
pueden ver
guiados las
personas.
Territorialidad
Comunidad
13
Significació
n del
espacio y el
tiempo, la
memoria
apropiada
en el
territorio:
los diez
barrios de
Distrito
federal
México/E
scuela
Nacional
de
Antropolo
gía e
Historia,
vol 21,
Sánchez
Menéndez
Verónica
del Roció
2014
"analizar las
correlaciones
simbólicas
entre
memoria
colectiva y
territorio
socio
religioso de
los miembros
Secundari
a/Artículo
Construcción de
territorio
Territorio socio
religioso
Descriptiva,
valiéndose de
diferentes referentes
bibliográficos para
argumentar la tesis
propuesta.
Se origina un
tipo de identidad
local en
diferentes
niveles, donde se
tiene en cuenta lo
socialmente
construido, lo
sagrado y lo
profano.
Tiene en
cuenta el
espacio y la
memoria,
que se
significan y
resignifican
en una
relación
dialéctica,
la ciudad de
San Pedro
Cholula,
Puebla
num 61 de los 10
barrios de la
ciudad de San
Pedro
Cholula
(spch)". (p.
211)
Las practicas
socio religiosas,
del territorio,
tienen una gran
influencia de lo
socialmente
construido, que
se ve reflejado en
los diferentes
símbolos de los
cuales se hace
uso en las
comunidades.
enmarcado
en un
código que
descifran
quienes
apropian
los signos.
Lógica magmática significación
Las practicas
socio religiosas
llevadas a cabo,
tienen un
componente
fundamental de
arraigo al
espacio, que
resultan
fundamentales
por su capacidad
de cohesión
social, siendo
generadoras de
identidad.
Significaciones
sociales Apropiación
"La identidad en
el territorio
reafirma la
especificidad
local dentro de la
globalidad,
aunque los
miembros del
territorio
interactúen con
la avasallante
hegemonía
urbana o aunque
posean elementos
urbanos que
tornen difícil
diferenciarlos de
otros grupos en
la ciu- dad". (p.
240)
14
Territoriali
dades y
representaci
ones
sociales en
la
construcció
n del
territorio
cochabambi
no
Cochaba
mba,
Bolivia/
RAHC.U
MSSA
Sturich
Tamaín,
Marina
y
Kunstek
Salinas,
Camilo
2012
" analizar la
estrategia
familiar y los
procesos de
producción y
reproducción
de las
territorialidad
es entendidas
como esas
redes
familiares de
acceso y
control de
diferentes
espacios/tiem
pos"
Secundari
a/Articulo
/
Construcción del
territorio Territorialidad
Estudio de caso en
los municipios de
Sipe Sipe, Totora y
Tapacarí,
El análisis se
construye a partir
de la lectura de
las
representaciones
sociales de la
familia y la
comunidad como
elementos
centrales para
entender los
procesos de
construcción de
las
territorialidades
que hacen a la
relación de estas
familias con la
conurbación de
Cochabamba.
Este
artículo
resultado de
una
investigació
n, permite
comprender
la
importancia
qe tiene
para las
comunidade
s la
construcció
n de
territorialid
ades, en las
que
predomina
la lucha
por la
tierra.
Al operativizar
estos análisis, se
plantea la entrada
desde cuatro
referentes
territoriales, los
limites, los hitos,
los objetos y los
lugares que son
referidos por los
sujetos
constructores de
las
representación,
los mismos que
son leídos a
partir de la
valoración y los
significados que
atribuyen los
miembros de las
familias y las
instituciones a
cada uno de estos
referentes.
Significaciones
sociales Acceso a la tierra
Este esquema
ligado a los
elementos de la
periferia de las
representaciones
territoriales de
las Familias de
Link’u,
hace referencia a
un entendimiento
del territorio
ligado al acceso a
la tierra
Esto nos lleva a
evidenciar las
variaciones en
las
concepciones/rep
resentaciones del
territorio ligadas
a referentes
mercartilizantes
del recurso tierra,
que modifican y
determinan los
procesos de
gestión y
consolidación de
la red familiar,
siendo una clara
muestra de las
nuevas
territorialidades
que aparecen en
la delgada línea
entre los rural y
urbano en las
comunidades
andinas de
Cochabambaque
están siendo
absorbidas por el
crecimiento de la
mancha urbana y
la presión del
valor de cambio
del suelo.
15
La
construcció
n social del
territorio y
los modos
de vida en
la periferia
metropolita
na
Bogotá,
Colombia/
Territorio
s 7
Lindón
Alicia 2002
"¿Qué modos
de vida se
están
conformando
y
reproduciend
o en este
territorio?
¿Cómo
influyen estos
modos de
vida en la
configuración
del territorio
y, a su turno,
cómo éste
vuelve a
integrarse en
la vida de sus
habitantes, en
un
movimiento
inacabado
que articula
modos de
vida y
territorio?
Pensar la
construcción
socia del
territorio y
los modos de
vida en el
caso
específico de
las periferias
y suburbios
de las grandes
Secundari
a/Artículo
Construcción de
territorio
Periferia
metropolitana
Se realiza
observaciones para
comprender los
modos de vida que
se desarrollan,
adentrándose a
estudios micro
urbanos. Se realiza
un estudio de caso
en la ciudad de
México, en el Valle
de chalco
Se halla una
especie de
sedentarización
de los habitantes,
debido a la
localización del
trabajo dentro de
la vivienda.
Es posible
extraer de
la
información
planteada
por la
autora, la
posibilidad
de ver que
las
periferias
no son
solo
"periferias
dormitorios
", ya que
allí también
las familias
llevan cabo
sus
actividades
económica.
A la vez
aporta en la
forma de
analizar las
relaciones
cotidianas
que se
evidencian
en
determinad
o contexto,
con el fin
de
evidenciar
en este
aspectos
ciudades y
particularmen
te de la
ciudad de
México"
que generan
arraigo o
rechazo por
parte de las
personas, a
la vez que
resaltar la
forma en
que se
construyen
micro
territorios
debido a la
subjetividad
social.
Entrevistas
Entrevistas e Historias de vida
- Señora Betty
S: ¿De qué lugar de Colombia es usted?
Betty: San Onofre, Sucre.
S: yo estuve allá y es bastante bonito. ¿Hace cuánto llegó aquí a Bogotá?
Betty: llegué hace 10 años con mi familia.
S: y ¿por qué se vino de San Onofre?
Betty: por la falta de trabajo, allá no hay oportunidades para uno trabajar, allá no se consigue
trabajó, y allá mejor dicho tiene todo lo que es la comida, todo lo tiene, pero el dinero, no, entonces
lo hijos empezaron crecer mi hija quería estudiar acá para vincularse a una Universidad, pero no
teníamos lo medios, nosotros allá no teníamos lo medios, nos tocó venirnos a Bogotá para trabajar y
sacar a los hijos a delante.
S: y acá, ¿a qué se dedica sumercé?
Betty: acá estoy desempleada, pero mi esposo si trabaja, y trabaja en construcción.
S: ¿Y sumercé en qué trabajo se desenvuelve?
Betty: cuando yo trabajo me desenvuelvo en aseo, ósea en casa de familia, me gusta mucho la
limpieza, trabajo de empleada doméstica en oficios varios, en estos días no he conseguido trabajo.
Hay semanas que me hago uno o dos días, pero esta semana no me ha salido nada.
S: y ahorita que no está trabajando ¿a qué se dedica sumercé?.
Betty: ahorita a mi casita, a atender a mi familia, a mis hijos mi esposo, a la familia.
S: ¿cómo llegan al barrio?
Betty: nosotros vivíamos en Santa Lucia, en San Jorge, donde un familiar de mi esposo, tu
sabes que al principio todo es bien, entonces ya después se nos está complicando porque el arriendo
estaba subiendo más. Entonces mi hermano me dijo que para que me ponía a pagar arriendo si él
estaba acá, que ¿por qué no me venía para acá? entonces nosotros le colaboramos a mi hermano con
los servicios, y el mercado, a nosotros nos toca lo del servicio y le colaboramos con el mercado, y
yo vivo acá, tengo diez años de estar acá.
S: ¿cómo era el barrio cuando sumercé llegó acá?
Betty: anteriormente cuando llegué acá al barrio nosotros nos tocaba cuando llovía, hacía mucha
llovizna, nos tocaba salir con bota pantanera, eso nos quedábamos atascados, pero bien, bien, hasta
el momento no hemos tenido problemas, nos hemos tratado de llevar bien con todos, con todo el
mundo y hemos tratado de ser solidarios unos con otros, con los vecinos.
S: en ese momento que ustedes llegan ¿ya estaban los servicios instalados o había problema?
Betty: ósea, nosotros siempre hemos tenido los servicios públicos, por lo menos cuando yo
llegué estaba la luz y el agua, lo que hemos tenido problema es con el gas natural, pues hemos
tenido problema porque supuestamente nosotros aparecemos en una zona de alto riesgo, tras de la
casa de mi hermano hay un caño. Entonces carecemos de gas natural nos toca comprar la pipeta,
hay veces que se nos complica comprar la pipeta y pasamos necesidades, imagínese una pipeta está
costando casi $60.000.oo.
S: y por ahí no tienen alguien que les pueda colaborar, qué les dejen cocinar.
Betty: cuando se nos acaba el gas y que a mi esposo no le hayan pagado que no tengamos la
plata para comprar la pipeta, inmediatamente voy donde un familiar en la parte de abajo que si
tienen gas natural, y allí cocino por varios días, porque uno sabe que la gente los primeros días bien
y después se cansan. Gracias a Dios eso es la única dificultad que tenemos en el barrio, hasta el
momento bien gracias a Dios.
S: ¿qué le gusta a usted del barrio, que lugares le gusta?
Betty: me gusta ir a Tres Esquinas, ir con mis familiares y con mi esposo, aquí en caracolí tengo
una primea que visito mucho, pero si visito mucho los supermercados que son muy económicos,
hay cosas que en otras partes no consigue uno.
S: y para sus hijos que lugares le gusta del barrio.
Betty: a mi hijo le gusta mucho la cancha de Caracolí, se la pasa jugando mucho, a mi hija le
gusta una taberna que queda arriba, pero no es siempre que este allá, es que ella trabaja y estudia y
no tiene mucho tiempo, pero cuando sale le gusta ir a esa taberna que se llama Bororó, que es de
todos los Niches.
S: ¿qué extraña de Sucre que pueda encontrar acá?
Betty: este barrio se me pareció mucho a allá mi tierrita, cuando yo llegué acá esto era muy
montañoso, era tan similar a lo que yo estaba viviendo allá en la costa, por eso me gustó tanto este
barrio me fascinó y me fascinará siempre, es como si me sintiera en lo mío, yo amo este barrio por
esto, me hace vivir mi infancia que yo viví allá en mi tierra, ósea, en la costa.
S: ¿qué ha llevado a que usted siga viviendo acá en el barrio?
Betty: o sea, me ha llevado más que todo la necesidad, los problemas económicos y acá uno
tiene la ventaja de sobrevivir porque las cosas son más económicas , el arriendo es más barato y uno
tiene la facilidad de obtener la posibilidad de sacar los hijos adelanta porque acá podemos
empeñarnos en que las cosas nos salgan bien, más económico y tener la oportunidad de preparar los
hijos para un futuro, en otro barrio no, todo es más costoso como servicios, arriendo y acá podemos
conseguir las cosas más económicas por eso es que me gusta este barrio.
S: ¿cómo cree sumercé que es la relación entre las personas de acá del barrio?
Betty: Para mí la relación acá entre el barrio me parecen, algunas personas me parece que es
muy productiva, como para otras, tu sabes, en todas partes hay gente que no se trata con uno, que
no se lleva bien con uno, pero la mayoría de la gente con la que he tratado es genial conmigo y yo
trato de ser lo mejor con ellos también.
S: ¿sumercé ha participado de algún grupo comunitario sus hijos?
Betty: no, nosotros nunca hemos participado de nada de eso.
S: ¿conoce de algún grupo que haya aquí en el barrio?
Betty: yo se que acá hay grupo comunitarios como familias en acción, todas esas cosas, pero no
participé de nada de eso.
S: ¿conoces el trabajo de Inti Tekoa?
Betty: no tengo certeza.
S: es un grupo de chicos que ayudan con asesoría de tareas, hacen actividades, entretienen a los
chicos y es aquí en la entrada del barrio.
Betty: no le he puesto cuidado, son cosas importantes que pasan desapercibido. Y mi hijo está
en una etapa que debe ocupar la mente.
S: finalmente, para usted que es Caracolí.
Betty: para mi es la zona donde mejor me ha ido, la zona para compartir, para muchos
beneficios, para mi Caracolí es lo máximo, a la mía a la de mis familiares, yo estoy muy agradecida
con el barrio.
- Entrevista Carlos
S:¿Cuánto tiempo ha vivido en esta zona?
Carlos: como cuatro años.
S: ¿Qué lugares le gustan de caracolí?
Carlos: pues caracolí he estado viendo que, si están poniéndole interés en el barrio, he visto
cambios, ha habido cambios, cuando yo llegué ese parque aquí no estaba y este tampoco, pues sí ve
uno que ha habido cambios.
S: ¿Qué percepción tiene usted de los parques?
Carlos: buenos, son necesarios.
S: ¿qué lugares cree usted que usan las personas para distraerse?
Carlos: cualquier cantidad de actividades, muchas, por ejemplo, esto que estamos haciendo, yo
he estado con la huerta como mitad de año. Me interesa porque tengo raíces de campo, yo soy de
Cajamarca Tolima.
S: ¿por qué llegó acá?
Carlos: circunstancias, yo llegué a prestar servicio, y aquí me quedé, no volví al campo.
S: sumercé está también para que nos enseñe cosas, nosotros simplemente lo estamos iniciando,
pero necesitamos ayuda de la persona que realmente han trabajado en el campo, que nos colaboren.
S: que lugares considera del barrio que no son seguros.
Carlos: seguridad, si hay harta inseguridad.
S: ¿qué lugares por ejemplos?
Carlos: toda la zona de abajo, eso es bastante peligroso, inclusive hay muchas denominadas
ollas.
S: ¿es decir que sumercé cuando se mueve por el barrio por qué lugares camina?
Carlos: por la principal, yo vivo dos casas abajo, en la esquinera, en la segunda bajando por esta
parte, casi la otra no frecuento mucho por allá.
S: ¿qué le gusta a usted del barrio? ¿Por qué sigue viviendo por acá?
Carlos: por el trabajo mío, yo trabajo en Corabastos, yo entro a las 2 de la mañana y estoy
llegando aquí tipo 9 de la mañana entonces por ahí me recoge una carrito ahí y me lleva y ya para
acá el transporte es normal, por eso es que, es decir, evado el peligro por la mañana porque a mi
llega un carro y me recoge en la casa y en el día así como lo ve es tranquilo, lo peligroso es después
de las 8 o 9 de la noche, pero a esa hora yo no la frecuento, a esa hora estoy durmiendo para irme
para el trabajo, pero me he dado cuenta de la inseguridad, de robar, de mucha inseguridad, incluso a
mí ya me atracaron, me atracaron como a las 9 de la noche, salía a sacar la basura y lo mismo,
como la basura madruga a pasar, dejé la basura en el botadero y cuando iba llegando a la casa me
atracaron.
S: Gracias Don Carlos, sSi quiere me regala los datos y si necesitamos ayuda le avisamos para
que nos colabore a ver cómo mejorar esta tierra.
- Taelim-Llam
Brayan: Buenos días mi nombre es Brayan Sánchez, tengo 18 años, soy líder y gestor de la
estrategia Taelim-Llam y de la corporación de trabajo comunitario Inti Tekoa y estudio
comunicación visual
Yiseth: Mi nombre es Yiseth Cortes, soy líder y gestora del proyecto Taelim-Llam y también de
la corporación Inti Tekoa, tengo 17 años y estudio en la uniminuto. Trabajo social.
S: Ustedes ¿hace cuánto viven en este barrio?
B: Yo vivo en el barrio Caracolí, queda en Ciudad Bolívar, vivo hace 4 o 5 años, no recuerdo
bien
Y: Yo vivo en el barrio Jerusalén, es muy cercano a este barrio, toda mi vida he vivido acá desde
que nací.
S: tu cómo llegas al barrio Brayan
B: Yo antes vivía en la localidad de Tunjuelito, en el barrio Isla del Sol, llego acá porque a un tío
lo mataron por ciertas circunstancias, y entonces fue muy fuerte para mi familia, entonces nos
trasladamos aquí a Caracolí, ya que a mi abuelita unas tías le dieron la casa.
S: ¿Y tú con quién vives Yiseth?
Y: Mi mami es del Tolima, de Ibagué, entonces ella, pues yo creo que también en busca de
oportunidades acá porque digamos que ante en esos pueblos pequeños pues no hay tantas
oportunidades de trabajo y estudio, entonces me imagino que ellos se vinieron aquí, mi abuelo
compro el lote y pues desde ahí hemos estado acá.
S: Tú me dices que llevas toda tu vida viviendo cerca a Caracolí, qué recuerdos tienes de cómo
era este barrio, en tus recuerdos de niñas
Y: Pues este barrio era muy poco poblado, casi no habían casas, la carretera no estaba
pavimentada, si no que era en piedras, por ejemplo lo de los asentamientos humanos no existían en
ese tiempo, era la montaña, sin casas y poco a poco se ha id poblando.
S: Del tiempo que tu llevas viviendo Brayan en el barrio, qué te han contado de la historia del
mismo.
B: No, la verdad nunca me han contado nada sobre la creación del barrio, a qué se debe ese
nombre de Caracolí, no tengo ni idea.
S: De pronto Yiseth, frente a los servicios públicos del barrio, qué sabes sobre esta llegada de los
servicios públicos al barrio
Y: Pues sí, pero los servicios si casi no recuerdo, pues yo lo que me acuerdo es que nosotros
teníamos un tanque muy grande y allí se almacenaba el agua, me imagino que porque no llegaba
muy seguido.
S: ¿Qué percepción tienen ustedes de la relación que hay entre la comunidad?
B: Pues actualmente yo creo que la relación entre la comunidad es muy distante, en cierta
manera son muy intolerante frente a lo que sucede con el otro, aquí a una persona le puede estar
pasando algo y a l gente le da lo mismo, entonces yo creo que la intolerancia y los conflictos entre
bandas delincuenciales eso ayuda a que las relaciones entre otras personas no fluya.
Y: Yo creo que antes si había como esa dinámica de vecinos, una comunidad más cercana
porque por ejemplo antes en mi cuadra, se hacía muchas cosas en conjunto, por ejemplo decorar la
cuadra cuando era navidad, nos reuníamos para lo de las juntas, del salón comunal pero ahora
como que eso se pierde, porque ya si a alguien le está pasando algo malo no van ayudarlo, porque
eso es que fue un ñero, eso fue que se metió en problemas y le pasa lo que le pasa, digamos que ya
no hay ese respeto por el otro, ese afecto por el otro.
S: Tomando en cuenta lo que ustedes cuentas, qué ha llevado a que sigan viviendo en el barrio
B: En mi caso es porque acá vive toda mi familia, por Inti Tekoa, porque mi proyecto de grado
está ligado a Taelim-Llam y porque creo en un cambio y una trasformación de la comunidad.
Y: Mi mama siempre nos ha dicho: “esta casa no la dejo”, porque fue una herencia de mi abuelo,
digamos que a ella eso es lo que no la ha dejado salir del barrio, y además de ello, nunca hemos
tenido una conversación en la que mi familia manifieste una inconformidad con el barrio. No
pueden decir que es por lo peligroso, porque en todo lado se ve la delincuencia, por eso no hemos
tenido una razón para irnos.
S: ¿Qué significa Caracolí para ustedes?
B: Caracolí para mí significa esperanza, yo creo que acá con lo que hemos trabajado aquí, vemos
que hay niños, jóvenes que son muy pilos, entonces ello le da la esperanza a uno de lograr un
cambio para toda la comunidad y para todo el barrio.
Y: Pues para mi Caracolí, ahí si como Caracolí, la cara de estos barrios de acá de Ciudad
bolívar, porque yo también quisiera saber qué significa eso, para uno saber, o quién lo invento ese
nombre, o será que le vieron la cara de un Caracol al barrio, pero para mí Caracolí, significa
transformación, porque aquí yo siento que hay mucho que hacer, por ejemplo ahora han puesto
parque, que pongan más cosas educativas sería chévere, porque eso sería transformación.
S: Tomando en cuenta que ustedes son líderes sociales de un proyecto presente en el barrio, ¿por
qué inician este trabajo?
B: Bueno. yo en el 2017, estaba en el colegio en grado 11, entonces en el colegio distrital
Venecia, nos pedían ara graduarnos un proyecto de grado que esté vinculado con media integrada
de la Sed, ese proyecto era buscar solución a un problema entonces como yo vivo aquí, todos los
días salía hacia mi colegio y veía el nombre la corporación Inti Tekoa, y le escribí al director
Fernando, manifestando mi interés para trabajar con ellos, y él me contó sobre una propuesta que
habían escrito unas compañeras sobe un trabajo con niños y niñas desplazados del barrio, y desde
ahí empezó el trabajo con Yiseth y los compañeros de ese entonces.
Y: Pues yo llegue a Inti Tekoa, por e servicio social, en ese entonces taba en 9, con mis
compañeros buscamos un lugar donde hacer el servicio social, entonces Daniel me dijo que en el
barrio hay un fundación, y aunque yo pasaba por aquí seguido, nunca había visto a Inti Tekoa.
Recuerdo que nos reunimos con Brayan y los otros dos compañeros y Fernando, y él nos dijo que
hiciéramos el servicio social, en ese entonces era muy chévere, porque éramos niños y
participábamos en las actividades.
Ya después, terminamos el servicio social y Fernando nos hizo una reunión, donde nos invitó a
seguir trabajando, entonces a mí me gustó mucho el trabajo que llevaban ellos de transformar la
comunidad, porque nunca había visto los problemas que se han visto aquí, nunca había pensado en
los problemas que suceden en el barrio, entonces me gustó mucho ellos como llevaban esa
metodología de trabajo, de transformación, entonces yo dije quiero quedarme en Inti Tekoa, y así
pase de ser participante a líder y me fueron poniendo tareas más de líder. Entonces le comenté a
Fernando que a mí me gustaría trabajar con niños, porque eso para mí es algo muy lindo, entonces
Fernando dijo que si, que trabajara y después a una compañera del colegio, le plantee que quería
trabajar con niños, que eso era chévere, y posteriormente se fueron alejando las personas que no les
gusto esto y nos quedamos los dos.
S: ¿De qué se trata el proyecto que ustedes llevan a cabo?
B: Bueno, en el 2017 trabajamos sobre cómo afectaba los proceso de enseñanza – aprendizaje de
los niños que llegan del campo a la ciudad, hicimos la investigación y llego un momento en ese año
en el que dijimos: “Bueno, ya sabemos en qué afecta y todo, ahora demos pensar ¿qué vamos
hacer? Para solucionar ese problema” en mi colegio plantemos un videojuego con una aplicación,
trabajamos con los niños con ese juego, el año pasado ya trabajamos otro mecanismo, pasamos de
solo los niños desplazados a toda la comunidad.
Y: Esto nace debido a que en ese tiempo se veían más la problemática del desplazamiento, por
ello trabajamos principalmente con esos niños. Entonces allí fuimos entendiendo que todos los
niños son diferentes y que hay necesidades diferentes y que no los podemos categorizar por sus
necesidades, eso fue lo que paso.
S: Es decir que cada año se cambia la temática o cómo es la cosa
B: Hemos tenido un avance significativo, por lo menos en mi percepción personal yo busco más,
entonces se cambia la metodología y el mecanismo sobre lo que trabajamos, este año estamos
trabajando sobre competencias ciudadanas, sobre ser personas, sobre el reconocimiento de nosotros
mismos, de nuestras familias, de nuestras diferencias, de nuestros compañeros, del respeto y todo
esto que el mundo actualmente necesita, lo de ser persona.
S: Bueno, me dicen que trabajaron con los niños acerca de cómo se da ese cambio del campo a
la ciudad, ustedes tienen resultado de esto. La información de qué manera la recogieron
B: Tenemos una carpeta, una bitácora del proyecto, donde está todo lo que hicimos en el 2017.
S: ¿Qué experiencia significativa los ha marcado a ustedes en ese trabajo?
B: Lo que me ha marcado a mí, realmente es que Inti Tekoa me ha abierto la mente, la manera
de pensar, hablar sobre lo cotidiano de una manera más profunda, por ello le agradezco a Fernando
porque ha sido nuestro tutor. Ver sobre la realidad de nuestro barrio, que queremos un cambio para
nosotros mismos, y sobre lo que hacemos con nuestros niños nos ha marcado bastante, ya que
hacemos u n trabajo todos los viernes, desde al año pasado, ellos han crecido en su manera de
hablar, de expresar, de ser más críticos, eso me ha marcado bastante ya que obliga a tener mayor
responsabilidad con ellos.
Y: Si, en mi caso a mí me ha marcado mucho los niños, porque uno al ver que lo que uno replica
en ellos, ellos están también cambiando su imaginario, de ser unos niños que quizá solos les
importe jugar, a ser unos niños que les importe cambiar la realidad, para mí es algo muy
significativo, porque ahí es donde uno refleja lo que uno quiere que ellos estén aprendiendo.
S: ¿Cómo creen ustedes que este trabajo que están desarrollando aportan en la solución de las
problemáticas que se presentan en Caracolí, primero nombrar un poco las problemáticas que
ustedes consideran que hay en al barrio y luego hablar de las posibles soluciones?
B: Yo creo la problemática principal sería la estigmatización del barrio, muchas personas de
Bogotá, suelen decir que Ciudad bolívar no tiene capacidades, y la verdad no es eso; entonces yo
creo que es una problemática principal que hemos trabajado con los niños, ha sido darle a conocer
que ellos tienen muchas capacidades y que son demasiado pilos para lograr hacer grandes cosas y
también que ellos sean los líderes del mañana, porque es lo que necesita el mundo actual.
Y: Una problemática que se da mucho, es que algunos niños tienen dificultades de aprendizaje,
entonces aquí esas problemáticas nosotros las solucionaos, eso fue un método que usamos el año
pasado, donde a través del juego podemos solucionar esas problemáticas, que quizá no tengan
realmente los niños.
S: Ustedes me comentaban un poco al inicio que la percepción que tienen del barrio actualmente
es que las relaciones entre la comunidad son un poco distantes ¿Cómo consideran que este trabajo
que llevan a cabo puede ayudar a fortalecer esos lazos?
B: Yo creo que acá los lazos se pueden afianzar con el carnavalito, trabajo con la comunidad
siempre ha sido fuerte ahí, también desde nuestra estrategia hemos hecho procesos como la donaton
por Caracolí, e donde toda la comunidad asiste a adquirir ciertos elementos para sus necesidades,
ahí se encuentran los vecinos los amigos en un espacio chévere, eso ayuda a que Inti Tekoa
sobresalga de una manera positiva en el barrio, para que la gente asista a los talleres que se hace
aquí.
Y: Inti Tekoa tiene a tarea es que se reconozca más a nivel del barrio, ya que alguna vez íbamos
caminando por esta zona y le preguntamos a la gente si sabía que era Inti Tekoa, y no sabían. Y al
sobresalir creo yo que se pueden fortalecer los lazos en las familias, por ejemplo con los de la
huerta.
S: Frente a las personas que asisten aquí, qué rezones creen que tienen las personas para
acercarse a los distintos espacios de Inti Tekoa?
Y: Los niños sería porque les gusta lo que hacemos, ya que por el momento somos como la
primera estrategia que está trabajando con niños, porque varias personas se han alejado. Yo creo
que los niños se quedan porque les gusta lo que hacemos aquí.
B: También por el cariño que nos tienen, porque hemos trabajado bastante, hace que todos los
viernes estén aquí participando en las actividades.
S: ¿Qué mensaje quisieran dejar en la comunidad con este trabajo
B: Un mensaje de cambio, de transformación, reconocer que los niños y los jóvenes tenemos
muchas capacidades y que como decía Yiseth que Caracolí tiene una cara positiva.
Y: Apoyar a los niños, a los hijos, porque hay mamas que no saben qué tan capaces son sus hijos
de hacer las cosas, porque algunos traen sus niños sin saber lo que realmente hacemos acá, los traen
sin saber realmente lo que aporta su hijo en este proceso.
S: De pronto tienen conocimiento de otros proyectos que se lleven a cabo en el barrio
Y: Yo he escuchado de Fevidi, porque en Carnavalito ellos se unen.
S: A corto plazo ¿qué les gustaría realizar para ampliar el trabajo?
B: Lo que nos traiga el destino lo aceptaremos como es y trabajaremos en ello.
Y: Si, pero yo diría que a mí me gustaría tener más equipo de trabajo, porque a veces se nos hace
difícil trabajar con los niños, nosotros investigamos, sin embargo se nos dificulta, incluir más niños.
S: Tomando en cuenta que la investigación que estoy haciendo debe trascender ¿cómo creen que
la investigación que estoy haciendo puede aportar en el trabajo que ustedes llevan a cabo?
Y: yo creo que es importante porque eso de construir el territorio, podría presentarse como
capacitación tanto para los padres como los niños, decirles mire, esto era Caracolí antes de
conocerla, y así es que se ha ido construyendo, gracias a ustedes, a las familias, es decir replicar la
información en la comunidad.
B: yo creo que también que por la investigación que has hecho encontraras muchas
problemáticas, entonces darles una solución a esas problemáticas.
- Señora Mery
S: ¿Cómo llego a Arborizadora alta?
E: Llegamos a Arborizadora porque sacaron a personas de alto riesgo, entonces llegamos allá, en
Arborizadora pues de todas maneras nos dieron una casita unidad básica, cocina baño y pario. Pero
de todas maneras me tocó venderla porque en ese tiempo porque en ese tiempo vivía con un señor y
para darle la parte del él, me tocó vender, porque estaba reclamando mucho la parte de él.
S: en ese momento era su esposo y le dio por pedir la mita
E: De todas maneas le correspondía porque en la escritura estábamos ambos. Entonces vendí
allá, luego de vivir 13 años. Él cogió su parte, y yo me vine para acá, porque era donde se
conseguía, yo dí la casa muy barata, nos toco de a 12 millones a cada uno, y con eso me vine para
acá a comprar algo más barato, si lo encontré, encontré una casita que era baratica, pero de todas
maneras me tocó a los años volver a venderla, porque llego un mal vecino, un mal vecino que era
vicioso y vendía y hacia mucho escándalo y como y no voy con la bulla, ese señor casi me vuelve
loca, porque él no tenía la pared.
Entonces como era tan malo, colocaba el bafle en la pared mía, e imagine quién va a dormir con
ese ruido, y a todo volumen
S: y nunca sumercé dialogo con él, venga mire el ruido y qué decía
E: Decía si, voy a dejar de molestarle. A mí me interesaba mi tranquilidad y la de mi hijo, ya
que él es con discapacidad, pero no podíamos dormir.
S: Y ¿cuánto duro sumercé en esa casa?
E: Ahí viví como unos 6 años, de todas maneras para vivir era difícil. Yo estaba amañada con mi
casita, porque yo vivía en el segundo piso y abajo arrendaba, pero siempre como lo ven a uno solo,
no me pagaban arriendo, servicios, me tocaba pagar a mí. Pero bueno, de todas maneras yo estaba
contenta con el primer piso y el segundo. Pero como le digo, me toco venderla.
S: ¿pero esa la vendió bien o a bajo precio?
E: esa la vendí más o menos porque es ahí cerca al comercio, entonces la gente le gusto porque
estaba cerca todo, yo estaba amañada ahí, pero llego ese mal vecino. Y entonces conseguí en la que
vivo ahora, pero esa me toco comprarla siempre bien arribita, entonces también es difícil porque me
duelen mis rodillas porque es subida.
S: ¿y no tiene esa cuadra escaleritas, porque hay unas que le ponen como llantas?
E: ah sí, pero no, es tan difícil cuando uno ya está de edad para subir es más difícil. Entonces
ahora pienso medio arreglarla y venderla y a ver si compro una casita por allí abajo, así sea
pequeña.
S: Pero piensa comprar aquí mismo en el barrio
E: Quien sabe, porque es que comprar una ranchita de lote de la caja de la vivienda, es muy
malo, porque piden mucho, lo humillan a uno, aquí por lo menos dicen que el título, que no sé qué,
que si no le dan título a uno, usted sabe; que lo único de usted son las paredes. Entonces no es
bueno comprar en lotes de la caja de vivienda. Entonces confinado en dios, que pueda comprar por
allí abajo, así sea una casa fea pero el todo es que este un poco más abajo. Es que ahí la compre
como dicen de afán.
S: y esa casa que sumercé tiene no está dentro de las de alto riesgo?
E: No, está a tres casas debajo de donde está la invasión.
S: ¿O sea que ahí arribita donde usted vive hay invasión?
E: sí claro.
D: ¿qué tipo de personas son las que llegan ahí?
E: Eso hay de todo. Pero si deberían ubicarlos, pero las personas se están yendo, ya están
desocupando
S: Y a sumercé no le han dicho que por estar en esa zona se debe ir
E: Pues yo he escuchado que con el tiempo nos sacarán. Pero lo que me interesa es que yo voy a
arrendar para volver a vender, porque lo que más me preocupa es subir
S: Hace 10 años que sumercé llego al barrio ¿qué recuerda del mismo? ¿Cómo era?
E: Estaba todo feo, allá era muy feo, ahorita es que esta bonito. No había mucho, había un poco
más de transporte. Por lo menos a mí me toca ir hasta Arborizadora para ir al centro, porque ni en
potosí. Ya vamos para cuatro años sin estar con un buen transporte. Antes llegaba uno y rápido se
iba. Ahora toca caminar hasta muy lejos para ir a algún lado.
Por otro lado ha mejorado en la principal, la avenida del lado de abajo.
S: Cuáles son los lugares que más le gusta transitar
E: Me toca caminar por todo lado, porque me toca, por mi edad de 71 años, todo me toca a mí,
porque yo soy sola y mi hijo, porque yo no tengo familia, ni amigas que me sirvan ni nada,
entonces todo me toca a mí.
S: ¿A qué se dedica a diario?
E: A la casa, hacer el almuerzo, hacer vueltas del médico, me toca ir al Col si hay reunión.
S: Y para el sostenimiento económico ¿Cómo hace?
E: Bueno, gracias a dios ahorita ya en este mes me van a dar un subsidio en el Col entonces me
sostengo con eso, 120 mil mensual, la comodita se la rebusca uno, por aquí abajo hago un trabajo
también, que me pagan poquito 25 mil semanales. Es un trabajo de lavar, planchar, darle comidita a
unos animales que tienen ellos y con eso me mantengo yo, me sostengo, porque yo cómo hago para
dejar a mi chinito solo, él tiene 40 años, entonces eso es.
S: ¿Sumercé por qué le gusta venir acá?
E: Para charlar con Sandra, a reír como dicen, a distraerme un poco, por allá tengo más
amistades, con las que charlamos un rato y así me la paso, en la calle la mayoría de las veces, y así
me la paso.
S: ¿Y sumercé de qué parte del país es?
E: De Nariño
S: ¿Por qué se vino de allá?
E: Ya hace muchos años, soy de allá pero ni conozco, porque yo de niña sufrí mucho. Yo salí de
la casa a los 6 años, yo creo que fue que me regalaron, en ese tiempo regalaban los hijos, como
regalar un animalito por la pobreza tan tenaz que había, entonces yo no me crié con mi familia, yo
me levante trabajando en casa de familia. Yo salí con una familia y de ahí comencé a rodar y a sufrí
en la vida, a trabajar aquí, a trabajar allá, así fuí creciendo, pero me crie en muchas partes, en
muchas casas, donde me trataban mal yo amanecía pero no anochecía, y me iba para otro pueblo, y
así andaba en diferentes pueblos. Así crecí, sufriendo y rodando en la vida.
Estuve en la misma tierra, por Cali, por Huila, trabajando en casas de familia, siempre en eso,
por días, y después de que estaba mayor trabajaba por días, de camarera, en restaurantes y todo eso
trabaje. Y así el tiempo fue pasando y ya tengo 71 años y ahí voy.
S: Ha sido muy verraca sumercé, ya que esta medianamente bien.
E: Eso es maluco no tener a dónde ir uno, ni siquiera a otro barrio, por no tener familia. Sin un
lugar a dónde pasear.
S: y sumercé no participa en grupos de abuelos que haya
E: no me gusta y es que no me queda tiempo tampoco, esas son personas que tienen sus hijos,
que tienen sus nietos, que ellos pueden irse y llegar esta su almuercito ahí, esta su comida, vaya
abuelita camine y yo la acompaño, yo no, soy sola y tengo que hacer todo, no me queda tiempo de
ir allí.
S: y en el comedor sumercé no va
E: Yo estuve allá, pero solo estuve un mes no me sentó la comida, salía de allá del comedor y
para el baño. Estaba mal cocinado, a veces lo daban crudo, entonces yo hable con el señor, y le dije
que me retiraba que dejaba el cupo de mi hijo y el mío a dos niños o dos abuelitos, porque yo no
pude seguir.
- Entrevista Fernando Inti Tekoa
S: Bueno la primera pregunta es ¿tú eres habitante del barrio? ¿Cuánto tiempo llevas viviendo
acá?
F: Yo llevo 30 años (1989) acá, llegué cuando tenía 14 años, cuando llegué al barrio primero
estuve en el barrio Jerusalén, cómo sabes el barrio Jerusalén está dividido en 13 sectores y uno de
los sectores a los que llegue fue al sector de Santa Rosita que se conoce comúnmente como tres
esquinas y en ese entonces no existía caracolí. Lo que es hoy caracolí eral Potrero, como el barrio
donde se venía a disfrutar con los niños de este sector.
S: ¿Qué recuerdas tú de Los inicios de este barrio?
F: Bueno, este barrio inició con un proceso de Invasión en la parte de la entrada de tres esquinas.
Inicia con un proceso de Invasión, pero esa parte estaba cerca a unos terrenos de la caja de vivienda
popular que la desalojaron y sacaron a toda la gente.
Y se fue como corriendo el tema de la invasión hacia caracolí. Como siempre ocurre en el tema
de invasión, los terratenientes o esta gente que vendía los lotes empezaron a hacer un ejercicio de
loteo a muy bajo precio. De hecho, yo recuerdo que cuando empezaron con lo de los lotes me
vendían un lote en $100.000 y yo decía ¿cómo uno se va a meter en una vaina sin saber si
finalmente prospere? y terminé no invirtiendo. Hoy me arrepiento 10000 veces de no haberlo
hecho, porque además era un lote que estaba muy bien ubicado, y así inició todo el proceso de loteo
de este espacio.
Pero antes de eso digamos que para ese entonces había también la presencia del m-19, fue un
grupo armado que hacía presencia a nivel urbano y de una u otra manera tenían acercamiento con
algunos invasores, sin embargo, era más bien como un corredor humano de ese grupo armado, pero
posterior a ello una vez se termina todo el tema del proceso de paz con ellos esto queda a que otros
grupos lleguen y entonces lo que hacen es empezar a lotear y a vender.
S: Yo hablaba con alguna señora estuvo aquí en todo el proceso de inicio del barrio y ella me
hablaba habían unos chuquines, ¿qué sabes tú acerca de esto?
F: Los chuquines no me acuerdo si era el apellido de ellos o era un apodo, creo que era el
apellido, y era como una familia que era quién controlaba todo esto, quien manejaba todo el tema
del loteo y era una gente demasiado violenta, ellos manejaban y tenían el control del barrio y ellos
eran Con quienes se comercializaba todo, ellos eran la autoridad acá y determinaban a quién se
vendía Y a quién no se vendía y aquí al igual que todos los procesos de invasión, pues ocurre aquí a
la gente la estafan, le vendían hasta 3 veces un mismo lote, le llegaban a reclamar predios, todo ese
proceso que se da en temas de invasión y en efecto los chupines de hecho ellos murieron en
enfrentamientos armados con otros grupos al interior del barrio. Esto, ya que iniciado el barrio el
tema de la violencia era bastante fuerte y tanto que aquí llegaban a ser presencia organismo
internacionales como la Cruz Roja, los cuerpos de paz, médicos Sin fronteras yo recuerdo en ese
entonces andaban carros con letreros que decían "cuerpos humanitarios" y decían como prohibidas
las armas, porque era bastante fuerte el ingreso aquí al barrio.
S: ¿De qué año más o menos estamos hablando?
F: Yo llegué aquí en el 89. Eso debe haber sido hacia mediados de los 90
S: En el año 1985 se inicia algo llamado el plan ciudad Bolívar ¿qué conocimiento tienes acerca
de este plan?
F: Hace parte de toda la organización que hubo en el barrio Sierra morena, fue durante el
gobierno de Pastrana, entonces todo lo que es grupos Sierra morena, rizadora alta todo eso fue
planeado por la caja de vivienda popular, que en ese tiempo era como una forma de ir evitando que
llegaran los urbanizadores piratas y hacer como una planeación del sector de la localidad, que creo
que en ese caso es uno de los sectores que más organizado Esta es esta parte de Ciudad Bolívar
porque las otras han sido tomadas digamos por la fuerza y a partir de la construcción de viviendas
de una manera bastante precaria.
S: Tomando en cuenta de esto Entonces cómo recuerdas que se da solución a la situación de los
servicios públicos
F: Aquí lo primero que empezaron a evidenciar, uno de los grandes problemas que existía era el
problema del agua, entonces la gente se organizó para sacar agua del tanque, no sé a profundidad
como si hacía pero yo sé que se abastecían del agua, tanque de arriba de sierra morena Pero además
lo que empezaron a hacer fue a pegarse ilegalmente a los servicios del Acueducto de tres esquinas,
entonces la gente misma venía haciendo todas las conexiones ilegales para traer todo el servicio del
agua aquí al barrio y el tema del agua qué les oferta van desde el tanque te los daban por período no
era constante del servicio del agua, y los servicios como la luz también fueron tomados a la fuerza,
entonces lo que la gente hizo fue, cómo estamos tan cerca de Jerusalén, pues lo que la gente
empezó fue a pegarse ilegalmente de los servicios de energía de Santa Rosita y Potosí Y desde ahí
empezaron a traer los servicios de energía.
Ya con la entrada de algunas administraciones empezaron a focalizar su esfuerzo y empezaron a
legalizar todo este tema de la energía y del agua, pero por ejemplo en este momento aquí no entra la
ETB, entonces aquí la gente a nosotros siempre hemos tenido bastantes dificultades con el servicio
de internet porque no llega ese servicio a este barrio. Cuando nosotros quisimos poner a quién
internet, tuvimos que hacer una conexión ilegal, llegaba la conexión Hasta la casa, y desde ahí lo
que hacíamos era traer un cable Pero entonces nos lo robaron, lo cortaban, entonces nos aburrimos
de ese tema y desistimos del servicio de internet; ahora hay una empresa distinta que creo que viene
Soacha que es la que suple de servicio en este barrio, que no es de la mejor calidad que da acceso a
la gente a ese servicio.
S: ¿Qué recuerdas del proceso de legalización del barrio?
F: En la administración de Petro hubo un esfuerzo gigante por esto, ya que su política social
beneficio a barrios como éste en el tema de la legalización entonces lo que hicieron fue con
acuerdos con la comunidad y la caja de vivienda popular, fue Llamar a la gente y empezar a revisar
Cómo legalizar este tema de los predios, fue muchísimo más rápido que en Jerusalén que en este
barrio hay muchos que no son legalizados todavía, pero aquí sí fue muy rápido. De hecho en la
administración de Petro se esforzó por inventar las dos vías principales, por arreglar unas vías
alternas y la inversión distrital aquí fue buenísima, y eso ayudó a que la gente pudiera acceder a sus
títulos de propiedad de sus hogares.
S: ¿Qué factor estrés pero en esa legalización, ya que efectivamente estamos cerca aquí a barrio
tenido un ese proceso quien estuvo detrás de ese proceso de organización?
F: Yo creo que se conjugaron 2 situaciones, la primera la política de gobierno de Petro con la
cual se logró dignificar los espacios de vivienda de las personas y la segunda con estrategias
políticas al interior del mismo barrio, gente que se organiza y en ese momento la junta de acción
comunal como que fue muy abierta hacer el proceso que dando resultado a la legalización.
S: Tú qué recuerdas de la relación entre la comunidad al inicio de la formación del barrio Y qué
contraste consideras que existe en la actualidad tomando en cuenta eso que recuerdas de los inicios
del mismo
F: Yo creo que como en todos los barrios populares cuando una hacen cuando están haciendo el
nivel de consolidación de las redes sociales son muy fuertes la gente se une muchísimo para sacar
adelante los espacios qué ha determinado como un lugar para habitar y eso ha marcado la historia
de esos contextos. Sin embargo una vez se empieza al avanzar en la consecución de algunas
mejores de la forma de vida eso empieza a generar divisiones entre la población y hoy muchas de
las personas que antes se articulaban para poder sacar adelante el barrio hoy o no están o se
convirtieron en enemigos entre ellos mismos.
Entonces eso es un fenómeno que se repite en casi todos los sectores dónde se da este tipo de
relaciones sociales y al momento el nivel de fragmentación es bastante alto, además porque desde
mi percepción creo que también el desarrollo de caracol y estuvo permeado por dinero ilícito mucha
gente estaba metida en cosas medio turbias y uno lo mira en este momento cuando hace una
comparación entre Caracolí y Potosí, por ejemplo la escritura de las viviendas es totalmente distinta
digamos es mucho más elaborada, fue mucho más rápido el proceso de las escrituras además ha
sido de una manera mucho más rápida y mucho de eso se asocia con la llegada de grupos armados a
este sector y con el tema del narcotráfico.
S: Si varias personas tienen un poco el imaginario de estos grupos. Bueno para ir entrando un
poco a tu trabajo acá y cerrar esto ¿Qué es caracol y para ti?
F: Para mí caracolí es un espacio de oportunidades, de oportunidades para ganar procesos de
transformación, porque esa fragmentación social que internamente dificultades sociales que hay
para nosotros es una oportunidad de empezar a mirar cómo articular proceso y llevar a la
comunidad aquí entiendan casos sociales de división no son nada fructíferas para la transformación
de su propia realidad; entonces es una oportunidad, pero también es una oportunidad desgastante y
a veces frustrante, y a veces con limitaciones muy altas porque es muy difícil lograr que la
comunidad entienda que los procesos sociales requieren de un trabajo en equipo.
De hecho ayer precisamente que estaba movilizando la porque hubo un problema en el lugar en
el cual tenemos la huerta y uno veía que la gente aquí está muy pegada en el ejercicio de mirar
cómo va por sus propios intereses, cómo trabajar desde la individualidad y no desde la colectividad
y simplemente va por lo que considera es tuyo y que el modelo ya ha vendido la vida ideal que es
tener propiedades tener poder y pasar por encima de los demás como si nada porque finalmente el
modelo lo que vende es eso, que entre más dinero tengas y poder no me importa lo demás.
S: Tomando en cuenta de ello ¿cómo inicias tuvo el proceso aquí en el barrio de esta propuesta
de Inti Tekoa?
F: Bueno Inti Tekoa es una propuesta colectiva, una propuesta que desarrollamos 7 compañeros
y nosotros empezamos toda nuestra acción en el barrio Jerusalén y los sectores de Potosí y el
tanque, la laguna, Santa Rosita, pero con el tiempo y vamos viendo que era necesario empezar a
hacer un espacio propio porque en este momento solamente nos reuníamos en las casas de los que
fundamos la organización que uno de los miembros, sus padres tenía la vivienda aquí en caracolí,
en ese momento nosotros caminamos aquí Simplemente porque era el lugar en el cual era más
posible, pero no veíamos la relevancia de estar en el sector. Con el tiempo fuimos viendo que era
bastante importante porque a pesar de que las dinámicas digamos estructurales tengan unas mejoras
en relación a otros sectores, pues internamente el trabajo a nivel social era bastante difícil, porque
la división social y el conflicto constante entre la comunidad era mucho más fuerte de lo que era en
Jerusalén.
Entonces el lugar se ha transformado a nivel estructural pero también a nivel social, existen los
procesos de división pero no en el nivel que hay cuando se pasa una caracol y es como si estuviera
uno en un lugar muy lejano y nos separa una o dos cuadras pero la dinámica que es de un de un
contexto muy pueblerino, como la vida es totalmente distinta es una vida consolidada por mucha
gente que vino desplazada, gente que vino con la idea de buscar un futuro mejor pero en su mayoría
gente muy arraigada a sus procesos sociales desde el campo y las zonas Rurales Y eso se ve
reflejado hoy en las calles de caracolí; el domingo aquí es como si uno estuviera, ni siquiera el
domingo todos los días uno ve que las dinámicas de movilidad social desde la cantina, tiene como
una connotación muy pueblerina, que es bonita, que es chévere, pero que finalmente también oculta
este tema de individualidad qué es el que tanto tratamos de trabajar aquí con la gente que viene a
Inti Tekoa.
S: Lo interesante ahí es esa dinámica que empiezan a desalojar la montaña y las personas se van,
pero regresan muchas de ellas, algunas con el interés de que les vuelvan a entregar un apartamento,
pero otras sí con esa dinámica de: "si puedo volver a mi barrio" porque extrañan las relaciones y
dinámicas, entonces esa aparte es interesante digamos tomando en cuenta lo que tú decías ahorita.
Tomando en cuenta de esto Quisiera saber un poco ¿Qué experiencias significativas has tenido
aquí en el proceso con Inti Tekoa?
F: Bueno yo creo que experiencias significativas muchas porque lo que llevamos aquí como
organización y qué más o menos Son 5 años con la sede aquí, la experiencia ha sido bastante
insignificante la medida de que hemos logrado procesos de visiones distintas en relación a lo que es
ser pobre, entonces con el trabajo con los jóvenes con los niños ellos encuentran que hay otras
formas de emitirse en el mundo y de plantear nuevas discusiones para transformar la realidad, así
sea su propia realidad y termina impactando un poco a nivel familiar.
Lo significativo también han sido lo que se nos reconozca en el marco de lo que es el contexto
que digamos que tenga una resonancia la organización está más dada por el ejercicio de lo que
nosotros hemos planteado en el no asistencialismo y más bien el tema formativo y cultural y eso ha
sido bastante significativo porque yo me siento ahora, aunque no Viva en el barrio ya me muevo
aquí como si tuviera o siguiera habitando el barrio porque la gente lo conoce a uno, porque hay un
nivel de identidad de reconocimiento, de gente, que ayer por ejemplo hablaba con una señora y
decía: "ojalá sigan con la huerta, Yo quiero ir a ayudar pero es que a veces el tiempo no me da",
como que hay identidad con el ejercicio y hay un tema de legitimidad, Y eso nos ha permitido
también frente a los grupos armados como estar más tranquilos en torno a que nos reconocen que
hacemos un trabajo social, que buscamos trabajar en unas alternativas distintos para los jóvenes y
nos ha permitido trabajar en lo que proponemos qué es cambiar algunas dinámicas internas.
S: Tomando en cuenta esto ¿qué crees tú que hace que las personas se acerquen a participar en
las actividades que realiza esta Corporación?
F: Yo creo que es que le imprimimos una cosa muy humana y no verlos como un número, si no
como lo que son, como un ser humano. Nosotros no somos megamente sostenibles, para el sistema
somos el fracaso, de hecho alguna vez un gerente de una multinacional nos decía que era la primera
vez que veía un negocio en quiebra que seguía funcionando y nosotros le decíamos que ese era el
tema que no éramos un negocio y que nosotros no veíamos esto como negocio, sino como un
espacio de transformación de la realidad y de las condiciones sociales que están insertas ahí,
entonces eso digamos que ha hecho que la gente entienda que se pueden hacer cosas sin esperar que
haya una retribución económica o material a cambio, sino más bien en lograr ver a alguien con un
proyecto de vida distinto pensándose una forma de cómo trabajar en su propia comunidad. Y eso lo
refleja uno en los chicos que están hoy liderando los procesos, qué son chicos de la propia
comunidad son chicos por los que mucha gente daba ningún peso, a veces hasta su propias familias
y que hoy están liderando procesos y que bacano es verlos en este ejercicio.
S: Para ir finalizando tú ¿qué otros espacios conoces comunitarios qué se desarrollan aquí en el
barrio también?
F: Digamos que a nivel de intervención social Hay un montón, aquí hay muchas organizaciones
que trabajan con la comunidad desde las iglesias porque eso ha crecido montón, uno de los
domingos como las iglesias cristianas han abarcado un montón en el tema del proceso social, que
no es malo en la medida que sean procesos que no Honda el más a la comunidad en temas de
enceguecimiento y adoctrinamiento y más bien les plantean discusiones para que ellos mismos sean
protagonistas de sus cambios; y hay organizaciones de fuera que en su mayoría son organizaciones
foráneos que vienen digamos toma su posición en el sector y lo que hacen es gestionar recursos
para hacer procesos de intervención con la comunidad.
Digamos que frente a eso nosotros planteamos que la importancia de Inti Tekoa es que nosotros
somos una organización de base, qué somos del territorio, los del contexto que estamos
movilizando a la misma gente y que ellos entienden que a partir de sus descubrimientos o
redescubrimiento de realidades y capacidades, pueden hacer cosas que finalmente es lo que podrá
garantizar que estos finalmente se mantenga, porque de lo contrario pues quienes vienen impactan
en lo que consideran que debe ser y se van pero los procesos son bastante débiles y ahí es cuando
terminan quedando procesos fragmentados cuando tienen que irse y ya no pueden estar más,
entonces la gente al no lograr el proceso de organización genera desazón en las personas.
S: Tú me comentaste de una comunidad negra que tenía algún proceso hacia la zona del Oasis
F: Sí, está ubicada a unas cuadras Más allá de la huerta, es una comunidad afro que está
intentando abrir un espacio de formación alternativa para la comunidad negra, tú sabes que aquí el
tema del racismo es fuerte, y lo es porque lamentablemente al sector han llegado personas gen
empezado a controlar, que han empezado a imponer unas formas de vida a la fuerza y eso ha hecho
que crezca un rechazo frente a ellos y pues Lamentablemente aquí las personas miran a todo mundo
de la misma forma, entonces aunque no son todos Pues hay un grupo que ha logrado imponerse Y
eso hace que la gente empiece a tomar distancia de ellos, y ese grupo que te digo lo que ha buscado
es tratar de decir: "venga no somos todos, también estamos apostando por sobrevivir, también
estamos tratando de convivir con los demás y estamos tratando que las condiciones sociales del
sector sean mucho mejores y del más posibilidades a quienes la habitan.
S: ¿Y tú sabes ellos cómo podría contactarlo?
F: Yo te puedo dar el contacto
S: ¿Qué proyectos a futuro tienen con la corporación a mediano plazo?
F: En el momento estamos desarrollando un proceso de danza, deporte, y formación en temas de
Liderazgo. En esas apuestas lo que buscamos es fortalecer ejercicios de identidad, la huerta
comunitaria, el proceso de Taelim-Llam, que ahí hay chicos haciendo ejercicios de Liderazgo y son
chicos que están desarrollando todo el proceso desde estas estrategias y lo que estamos buscando a
mediano plazo es poder hacer sostenible esto económicamente, sin que esto sea del todo el proceso,
estamos tratando de mirar cómo nos salíamos con otra gente para que nos ayuden en la puesta en
marcha de una propuestas de micro emprendimiento que permitan la cobertura en ofrecer a la gente
otros procesos si éramos son claves acá, el tema de la formación alterna a chicos que han sido
expulsados de colegios, para que termine el bachillerato, procesos de formación, el martes tuve una
reunión con una gente que no se está proponiendo abrir unos espacios de formación técnica para
mirar si es posible que los chicos entren a ese ejercicio.
Son cosas que van planteándose ahí, qué son difíciles y que esperamos se pueda tener buenos
resultados, pero la apuesta si es a mediano plazo que sea sostenible y que tenga una oferta mucho
más amplia para la comunidad, sobre todo para los jóvenes.
S: Bueno, y finalmente ¿cómo crees que este proceso investigativo puede aportar un poco en ese
interés que se tiene planteado?
F: Bueno lo que yo espero es que una de las cosas Para apoyar este proceso investigativo es
precisamente hacer una lectura científica del fenómeno, bueno de las condiciones y de las
dinámicas que se desarrollan al interior del barrio, porque una vez conociendo esto desde lo
científico, analizándolo ese aspecto investigativo uno puede tomar decisiones, puede empezar a
profundizar en algunos aspectos, en algunas discusiones, puede generar planes de trabajo con la
misma comunidad, cuantificar unos líderes claves que tal vez las dinámicas actuales los han
distanciado; por tanto son muchos elementos que aportaría antes del proceso investigativo al
ejercicio que hacemos como organización y a las apuestas que tenemos como futuro cercano.
- Señora Ariela
S: ¿Hace cuántos años usted vive en el barrio?
M: Yo en el barrio vivo hace aproximadamente unos 20 algo de años. Cuando llegué todo esto
era prácticamente invasión, había muchos ladrones, había muchas matanzas y de ese tiempo acá ha
cambiado mucho. Porque ya se metió la vivienda, porque ya nos dieron posesión de los lotes, ya
hicieron escrituras, ya se metió el Acueducto, porque inicialmente no teníamos Acueducto. Aunque
actualmente el servicio del aseo está llegando muy caro al barrio. Ya hay mucho Progreso en el
barrio.
S: Pero bueno, cuando tú llegas al barrio tú ¿cómo quieres esta casa?
M: Nosotros vendimos una finquita del Tolima esa finquita nos hicimos a esta casa, nosotros
construimos estaba el primer piso y en obra negra aquí abajo, nosotros construimos el resto.
S: ¿por qué llegas del Tolima acá a este barrio?
M: Mi esposo que le gusta andar en muchos lados, estamos viviendo en el Caquetá, entonces
pues mi hijo Miller y el otro es el que se entusiasmó de meter todo esto acá, que ayudarle a la gente,
él es muy colaborador.
S: ¿cómo recuerdas el inicio de los servicios públicos en este barrio?
M: Vamos mucho por el agua, nos tocaba subir a conectar mangueras porque no las desconecta
van, subimos mucho hacia el tanque. Y ya posteriormente se metió el Acueducto, en cuanto a la luz
tampoco había cuando yo vine a vivir, ya después nos pusieron luz y demás servicios. La llegada de
la Luz fue de mucha alegría, porque cada familia tenía luz.
S: ¿qué recuerdas tu sobre el proceso de legalización del barrio?
M: Pues empezaron a anunciar y a través de la junta que teníamos que llevar papeles, que iban a
legalizar el barrio, inicialmente uno no creía.
S: Bueno, tú me decías que ¿cuánto tiempo viviste aquí entonces?
M: Aproximadamente 20 años
S: ¿Qué te ha llevado a que tú estés viviendo todo ese tiempo aquí en el barrio?
M: Por lo que yo mucho mi finca y con la plata de esa finca se compró esta casa entonces ya uno
se adapta a las cosas, al principio uno vivía muy aburrido porque las avenidas eran muy fea
vivíamos aburrido porque Parecía un pantano, se decía también que había la existencia de
paramilitares. Yo antes aquí en este lugar tenía un local una tienda.
S: Tú en algún momento tuviste inconvenientes con estos grupos que nombra
M: A Pedro mi esposo se lo llevaron para la cárcel porque como él era presidente de la junta, y
era muy correcto, vivíamos aquí abajo y ahí se hacían unas reuniones y Pedro se quedaba cuidando
la casa, entonces un día me fue a traer el almuerzo cuando llegué raro que Pedro en eso salió y no
almorzó ni nada, cuando él salió yo vi que entró una señora derechito al salón donde estaban
reunidos y pero no se demoró nada llegó y se puso a regañar a esa señora, le dijo que qué le pasaba
que porque estaba borrando a la gente de los libros, que eso no era correcto y especialmente porque
ella era fiscal de la junta de acción comunal, y esa señora se puso como Brava y dijo Me las va a
pagar. Con el tiempo ya estábamos acá y estaban en una reunión, y en eso yo y cuando un tipo le
gritó desde la calle deje y verá viejo hijo de tantas que usted me la va a pagar, y yo me quedé
prestándole atención, y miré de reojo a Pedro a ver qué hacía y él me dijo es que ese es el hijo de la
señora que apoderando de unos lotes, entonces le llame la atención acerca de los lotes y se dio
cuenta que era uno de los muchachos que era paramilitar y se la pasaba por ahí pidiendo lote. Al
poco tiempo a Pedro se lo llevaron para la cárcel, esto se terminó se volvió un caos, ya mi hijo
arrendo esta parte de acá y todo se fue acabando. Ya después cuando él salió de la cárcel, se puso a
trabajar en un furgón que consiguió, resulta que esa gente era paramilitar y lo acusaron de que él era
para militar Y que en esta casa habían cédulas que se encontraban, pero eso pasado porque le
ayudaba mucho a la gente y ellos traían fotocopias de la cédula, y entonces llegó la policía se puso
a revisar y entrega cédulas habían unas de unas personas muertas eso él estuvo casi 3 años en la
cárcel.
S: ¿Pero esa fue la acusación que tenía?
M: sí
S: ¿cómo logró salir de esa situación?
M: De un momento a otro se lo dejaron salir porque no le encontraron pruebas ni nada, y ya todo
empezó a normalizarse, con el tiempo del sabor río y se fue ella también.
S: ¿Usted cómo ha visto que ha sido la relación entre la comunidad?
M: Los cambios que yo he visto la gente ya no teme a lo que había antes, de tantas matanzas,
están como más interesados, por ejemplo cada rato me vienen a preguntar aquí qué qué talleres se
ofrecen Y cómo pueden participar, yo veo que están mucho más interesado. Ahora hay mucho más
comercio.
S: ¿qué lugares del barrio le gustan a usted?
M: Lo que pasa es que casi no salgo
S: ¿qué le llama la atención entonces del barrio?
M: Qué ha cambiado mucho, está muy bonito, la avenida ya está bonita, el parque, cuando me
fui estaban haciendo la junta no sé si le acabarían.
S: ¿Por qué tu esposo terminó siendo presidente de la junta?
M: No sé porque él era muy colaborador, muy abierto, muy inteligente, ayudado mucho a la
gente, pero la misma comunidad se encargó de destruir le la vida
S: ¿qué cambios crees que hubo en ese tiempo que estuvo como presidente?
M: Cuando Pedro estaba Eso sí las madres cabezas de hogar que ayudaban mucho, pero
conseguía para los niños en navidad, conseguía juguetes y les ayudaba mucho. Luego de eso yo no
volví a saber nada igual. Respecto a la presidencia del actual no sé cómo será la verdad. Él estuvo
como presidente aproximadamente, en el 98.
S: ¿qué es caracolí para ti?
M: El barrio donde yo vivo, yo lo veo como un barrio normal, más tranquilo. Me gusta mucho
que Inti Tekoa le ha ayudado mucho a los niños, porque yo veo muchas madres que vienen y se
quejan de los niños y aquí les colaboran con eso.
S: ¿cómo es tu relación con la comunidad?
M: Casi no me relaciono con las personas del barrio, las amigas que tenía en ese tiempo les da
alegría verme cuando llegó aquí a Bogotá nuevamente.
Aquí hay un papel que dice que mi papá hizo un curso en la universidad distrital de marco legal
con la comunidad en el 2001, desde 98 más o menos estuvo mi papá como presidente.
- Señora Oilde
O: Pues yo llegué al barrio como en el 2008, pero antes había llegado al perdomo. Yo venía del
Líbano tolima, de un pueblo llamado Santa Teresa del tolima
S: ¿Cómo llegó aquí?
O: Por la violencia, porque empezó a llegar la gente armada antes eran más bien como amigos
de uno, pasaban por la casa y con uno no se metían para nada, yo lo sentía como amigos, nunca los
sentí como enemigos. Entonces empezó a llegar gente armada y empezaron a sacar para el pueblo
cuando hacían mercado, los acaban de los carros y los cogían del pelo o lo sacaron a la fuerza y les
pegaban un tiro y ahí los dejaba, entonces yo con un poco de chinos hombres chiquitos, entonces
eso me tocó irme retirando, la primer vez que salí de la casa, salí hasta lérida, luego me bajé a
honda, me bajen en bus bolivariano, después llegué aquí a Bogotá donde una amiga, ya cogió en el
barrio Tejar, en la 68 con primera de mayo
Luego empecé a trabajar porque Mariela mi amiga me consiguió trabajo lavando ropa, y todos
los días a las 5 de la mañana me tocaba ir a lavar una casa y después del mediodía ir a otra a lavar y
a planchar, y así pero me ha ido bien en ese trabajo.
En ese tiempo no pagaba arriendo. Y pasado ese tiempo entonces me encontré con otra familiar
y me dijo que porque no me venía para el perdomo, porque el arriendo era barato, aunque eso no
era una casa Eran cuatro ranchos, porque no había agua no había luz no había nada, eso de barrio no
tenía nada. Me vine y pague una piecita en arriendo en ese tiempo eso valía como $2000, empecé a
trabajar en el norte especialmente en la 112, en ese momento me trasladaba en buses que iban de
aquí hacia allá, era una ruta de la nacional, luego esa señora fracaso y no puedo seguir trabajando
con gente del aeropuerto, entonces conseguí trabajo donde una doctora también más hacia el puente
y ahí trabaje 10 años con ella, tiempo si bien el Perdomo.
En el Perdomo entonces un amigo de allá, me dijo que porque no me venía para este barrio que
habían lotes, y yo le dije que como me iba a ir si yo no conocía por acá, y además no tenía mucha
plata porque para comprar lotes en necesita el billete. Y de repente me acordé que yo tenía un lote
en honda, pero esos lotes valen mucho porque son laderas, se pueden llevar fácilmente los
servicios, entonces me dijo el señor que me cambiaba el lote de acá por ese de allá, pero él perdió y
yo gané porque poco a poco Saqué el apartamento y ahí sigo trabajando luchando, trabajando en el
norte con los muchachos y con el tiempo fue que nos reubicaron de acá, que nos enviaron a bosa,
uno entre más rato, entre más viejo no puede conseguir trabajo en nada, yo ya tengo 65 años,
entonces ya me toca por ahí.
S: ¿Es decir que usted vive en bosa?
O: Sí, pero yo vengo constantemente por aquí, porque aquí tengo mis amistades, si necesito un
favor aquí fácilmente me lo consigo, allá donde vivo no. Hay algún sitio sólo para que vivan las
personas que trabajan y consiguen porque uno que no trabaja allá le va mal, que sacó con tener una
casa bonita y tener todo cerca, pero no tener plata.
S: Pero puede que aquí pase lo mismo ¿cuál es la diferencia entonces entre los dos lugares?
O: Aquí no pasa lo mismo, a cualquiera uno le dice que le colabore, algunos dicen venga que le
voy a dar una papa otras personas dicen venga que le voy a dar esto, que yo no nací para pedir
limosna.
S: ¿qué cosas cree usted que se parecen del Líbano aquí en el barrio?
O: Nada, sí entrar un trabajo bueno pero no tengo agua no tengo luz, para el transporte
demasiado lejos, bueno una cosa incomparable es que uno cuando consigue un trabajo de sufre
mucho.
S: Cómo era la situación entonces si usted me dice que no tenía servicios de ningún tipo?
O: Como aquí se vive en bloque, , acá nada Es que yo voy a hacer ni nada, entonces en el perdón
Bueno si vamos a la heladera Perdomo para arriba y hacíamos un hueco y ahí sacábamos agua para
lavar y tomar. Allí no importaba si estuvieran lavando pañales arriba y yo cogiendo agua abajo, no
lo veía que era lo bueno jajaja (risas)
S: Cuando su Merced llega a este barrio entonces para eso servicios que tampoco habían.
O: No había nada construido, cuando llegamos acá no había carro ni nada, nosotros llegamos
con 25 personas, con esas personas aquí en la escuela había un hueco hondo hondo hondo, en el
cual nos escondíamos, hacíamos hogueras y como todo esto era invasión, era ilegal, por allá nos
escondíamos a las charlas y hablamos de las cosas que teníamos que hablar.
S: ¿quién guiaba esas charlas?
O: Habían unos señores aquí que se llamaban los Chuquines, que no sé de dónde salieron, lo
único que sé es que ayudaron mucho a la gente, porque no tener nada a tener un lote de esos, eso es
ayuda.
S: Y cuando se reunían allá entonces que les decía a los chuquines?
O: Como ellos daban lotes, entonces uno tenía que cuidarlo, y si llegaba la ley era todos al
ataque, entonces entre todos nos ayudamos, eso nos tocó duro hasta volvernos peleones.
S: Y esas 25 personas ¿cómo se conocieron?
O: Nos conocimos acá porque ya había algunas. De esas 25 personas aún muchas viven acá
todavía. Avenida no había luz no había, cuando llegamos nos robamos la luz de Potosí, algunos
colgaban unos cables del poste y se roban la luz. El agua casa acabamos de arriba del tubo madre,
lo mismo entre todos.
S: Bueno y cuando llegaba la policía, o alguien a decir que estas tierras eran de ellos ustedes que
hacían?
O: Ahí venían pero por las buenas, vino un señor dijo que era dueño de las tierras, y nosotros
contentos porque había aparecido el dueño de las tierras para que nos cuenten escrituras, y por allá
arriba lo hirieron. Cuando venía gente así venían por las buenas, venían a dialogar, para hacer lo de
la luz nos toca a nosotros comprar todo hacer el hueco comprar el cemento para que instalarán el
poste de la luz, y nos tocó hacerle el almuerzo a los contratistas, cada quien lo hace en su cuadra.
S: ¿cómo hicieron para esa división de las tierras?
O: Cuando no las entregaron, se entregaron lotes por números hasta arriba mismo en todas las
cuadras, vamos todas las cuadras, pero la dirección era por números hasta el 32.
S: ¿quién les entregó eso ustedes?
O: Eso nos hicieron una promesa de venta, no sabemos cómo la hicieron pero nos entregaron el
lote, eso sí no sabemos cómo llegó a ese punto, nos dieron una carta de que éramos propietario, en
esa decía que teníamos derecho a ser una casa de 3 pisos, en ningún momento nos prohibieron
hacer eso, porque en el papel lo decía y todavía está la ley.
S: En la actualidad se sigue respetando aunque no haya algo que diga que es de esa manera.
O: Sí, en la actualidad se sigue respetando a que no haya algo donde diga esa ley. Así es como
vivía con cuatro hijos y luchar con ellos, venimos es de diferentes departamentos, yo vengo del
Tolima otras personas vienen del Tolima pero de otros pueblos.
S: Y las personas que llegaron En ese momento, más o menos de qué zona será
O: De todos los departamentos, de todas partes venían, porque ya había desplazamiento
entonces la gente empezó a llegar distintas partes.
S: ¿Puede que haya pasado o qué los que llegaron usted los conocía de allá de dónde venía?
O: Sí, yo conocí aquí personas que llegaron pero ya después de allá de la casa, los encontraba
por aquí caminando.
S: ¿Qué sentía cuando los veía nuevamente por acá?
O: Me sentía contenta tenerlos por acá, saludábamos, dialogábamos acerca de por qué se habían
venido. Y el gobierno nos ayudó con mercado, porque llegó el momento en que nos tocó pasar
cartas para que nos ayudarán, pero ellos nos obligaron a trabajar también, hacer las chambas para
las aguas negras que no se regalan por todas partes y nosotros construimos y compramos los tubos.
Parecíamos las gallinas peleando la lombriz, por las mangueras que habían en las calles para el
agua, y que cuando no había agua suficiente el uno iba y le echaba a coger agua y se le venían todos
a pelear por eso, por eso digo una gallina con una lombriz.
S: De caracol a usted ¿qué espacio le gustan?
O: Súper bonito, súper hermosa, jamás creí yo que iba a ver esto así como está. Todo Me parece
que está bonita, es como ver un pueblo después de no haberlo, un poco de rastrojo qué era lo que
había y gente que de pronto por ahí uno no conocía le decían de noche Buenos días buenas noches,
se quedaron hablando un rato a ver quién era
S: Y la seguridad en ese momento ¿cómo era!
O: Los que llegaban por ahí que uno no sabía, llegaban de noche pero nunca supimos quiénes
eran, porque como llegaban por ahí un tiempo, 15 días 2 meses, entonces nunca se supo.
S: ¿qué lugares del barrio le gusta para sentarse a hablar?
O: Me gusta esta zona de la peluquería del parque, me vengo por acá y duras echando chisme, el
punto de encuentro es la peluquería, acá no es necesario ir a buscar las amigas acá llegan, esta son
especialmente porque es el lugar donde vivimos tantos años. Casi 30 años.
O: Cuando se estuvo grabando la película triple frontera las muchachas que están por aquí tenían
mucho miedo, porque le dijeron que por acá mataban que robaban, y yo le dije " no mijita, claro
que en todo lado de peligro, pero de esa manera que le dijeron no".
S: Si yo le preguntara a usted ¿qué es caracolí para usted, qué podría decir?
O: Caracolí para mí es lo máximo me acogió cuando yo estaba muy mal, por eso es que yo me la
paso tanto acá, para mí yo no me he ido.
S: Usted ha participado en alguna actividad o grupos de jóvenes, adultos mayores
O: Yo me metí en la junta de acción comunal, he colaborado en las cosas que hubiera, una vez
me postularon para vicepresidente, pero en ese tiempo me puse mala, entonces metieron a otra
persona, y esa persona le fue muy mal. Creo que por amenaza o porque no sabía leer y ya bien
computadores y la cogieron le dieron 3 vueltas.
Esa señora salió de acá, una persona que no sabe nada de estudios para que se meten una cosa de
esas, para que la cojan y le den 3 vueltas. Y a esa señora le fue mal, es que hay personas que aunque
no sepan leer ni escribir, saben desenvolverse en distintas cosas, pero hay otras que no, solamente
no les llega hasta allá.
Yo casi no le tuve temor a pesar de todo. Participó en la junta de acción comunal, dejar el mouse
Nos llevaron por allá a una capacitación enseñarnos cosas para que no nos enredamos en éso, de
qué se podía hacer y que no se podía hacer, eso fue en la Candelaria. Ya no me acuerdo de tanta
cosa que hacía, pero me la pasaba diario ayudando a la gente.
S: Y las personas como la veían a usted, porque suele pasar que cuando no Están en juntas
siempre tienen una visión negativa?
O: A mí la gente me tenía como una líder, problemas con eso, con los vecinos ni con nadie.
Cuándo habían elecciones de la junta todos votaron por mí, y yo gané en esa época, sino que por la
situación ya no se podía ayudar.
S: ¿Qué hizo usted en ese tiempo cuando estuvo en la junta?
O: En ese tiempo era tan pobre el barrio, entonces ayudar a hacer los caminos, ayudar a hacer
los alcantarillados, ayudar con el agua para que la gente tuviera agua, realmente era luchar por el
agua, alcantarillado, con la luz, porque había que comprar cables, ir a pedir plata para comprar los
cables para las tuberías y siempre fui líder de esta cuadra, los 20 años dure como líder de esa
cuadra. Aún quedan personas de años pasados, que no han vendido aún.
O: De que era antes el barrio en la actualidad hay algo que usted de pronto extrañe.
S: Es que ha cambiado tanto porque primero era barrizal, para ir a tres esquinas era un problema
porque no habían carros, toda la gente bregando por ahí desde las 5 de la mañana para coger agua y
ahora el cambio del cielo a la Tierra. De las personas lo que extraño es la Unión, porque venían a
quitarlos la manguera y todos salíamos al tiempo a pelear por la manguera, éramos más Unidos,
aunque fuese para pelear pero Éramos Unidos, cada uno por su lado, cada uno hace lo que quiere y
ya.
De todas maneras aquí todo es en comunidad, porque si sale una cosa es para todos, si piden para
arreglar la escaleras es a todos que nos piden, si sale una Gotera es para todos. Eso aún pervive de
una otra forma, el paso que vamos a Esto va a ser mejor, por ejemplo van a e embellecer y si le
piden ayuda al gobierno, porque el gobierno colaboró, salen las escrituras y a todos a toda la
comunidad le sale.
S: Por ejemplo la construcción de ese parque Cómo cree usted que benefició al barrio?
O: Ese parque, no me gustan los parques, cuando hicieron ese parque por primera vez no 100
sino matar a los muchachos del parque y cada noche mataban cinco o seis muchachos entonces para
que un parque para volverlo matadero, es más yo tengo la idea es que los parques es para matar a la
gente no más, por ejemplo allá abajo están haciendo otro también, ese parque es cerca al caño, los
muchachos se van a matar, llegan los mañosos, esos que llaman de la limpieza donde los cogen
usted cree que los van a sacar de la casa los van a dejar allá.
S: Es decir que usted Sigue prefiriendo otros lugares menos el parque.
O: Cualquier otro lugar, por qué los parques hay vicio, armas, todo lo malo está en los parques
chistes Allen Park enseguida la roban, la atracan, los chicos lo ven Qué hermosura qué rico, porque
ellos no están mirando el fondo del problema, ellos sólo saben que van con un balón a jugar, a
saltar y a brincar, no saben más nada, pero uno de viejos y sabe que les puede pasar en el parque.
Acá abajo mataron una cantidad de chinos, en una sola piedra como unos 18, sigues matando ahí
para allá, que maten tantos chinos en una noche a usted no le causa horror.
S: ¿Usted sabiendo que está esa situación en el barrio como defiende entonces al mismo?
O: Pues yo digo que los chinos qué las mamás los dejan en la calle y ellas no saben que están
haciendo. Yo no le digo a nadie que el barrio es malo, al contrario, qué es más lo que la gente habla,
yo no me voy a poner a hablar de mi barrio, mi barrio es lo mejor para mí. Yo lo que digo es que el
barrio para mí es lo máximo, matan a uno que otro Pero puede que sea malo eso, usted que va a
estar haciendo a las 2 de la mañana en tres esquinas, buscando lo que no se le ha perdido.
Alguna vez me contaban de una muchacha, se la mamá la tenía muy bien cuidada, un día le
convencieron y se fue por allá a la candelaria y vino contando inmundicias que hacían por allá, y
ella dijo que estaba por allá y la mamá pensaba que estaba durmiendo.
Muy a las 5:00 para las cobijitas acompañar las pulgas, porque más tarde en la calle. Comprar un
mercado hágalo temprano. Cuando yo vengo acá, hablamos sobre cuentos de la realidad, de la vida,
no de los vecinos, recordamos cosas de Cuando llegamos, a dónde íbamos.
Algo que yo he visto mucho, es que mucha gente ha matado a otras personas en otros
departamentos y llegan aquí como si nada pasara, le toca ser uno desconfiado porque he vivido la
guerra, a los 70 años que tengo encima ser desconfiada, conocí gente que era muy Santa de cara
hablé muy honesta, pero van a mirarle el alma como la tenía.
Uno saca la cara por las personas que ha conocido, que ha visto crecer, pero alguien que usted
acaba de conocer, no eso no.
La guerrilla se volvió mala con los años, sí pero no era malos, defendían mucho el pueblo, pero
con los años se agarraron a pelear con el gobierno y entonces era pelear con todo el mundo,
matando a todo el mundo, lo hacen porque ellos piensan que la gente los vas a sapear, que porque
no la conocían, y de una vez los llevaba en el río. Cuando veían una persona demasiado mala
también los mataban, porque había gente que se volvió muy mala.
Lo único cierto es que generó mucha violencia, si yo veo que al frente están matando a mis
vecinos sin saber por qué, yo lo que hago es coger mis chiritos e irme, porque no puedo esperar que
vengan por mí a la otra noche. Y los chinos que se los llevaban, mucha gente dice que a las malas,
pero yo nunca vi que se lo llevaran a las malas, cómo se criaban en una Vereda viendo los todos los
días, el chino llegaban Y decía présteme ese fusil y se los prestaba, preguntaban Cómo se manejaba,
les dejaban hacer tiros al aire, llegará a un coco a ver si era capaz de bajarlo, y el chino contento
porque tenía buena puntería, por eso digo que yo nunca vi que se lo llevaran a las malas, yo siempre
he visto que los chinos son los que arrancan corriendo hacia donde ellos, celos encontraban en los
caminos y conversaban con ellos, lo mismo con las chinas, y se enamoraban de ellos.
Yo conocí un amigo que tenía las chinas en el pueblo y de repente se enamoró de un guerrillero,
y entonces la china le decía no se meta a esto, mire que si uno está aquí le puede ir mal y la china
no le puso cuidado, entonces le contó a la mamá y el papá y la mamá lo qué hicieron fue contratar
un carro es de día, y cuando la china llegó a la casa ya estaba todo preparado y la treparon en el
carro y la mandaron a Bogotá, me tocó verlos en el Perdomo botados en la calle como 3 días,
porque a ellos lo que les importó pues salir de allá, cuando les pregunté porque estaban allí dijeron
que era porque se iban a llevar a la china, y nos tocó volarnos a todos.
Otra amiga le pasó lo mismo, ella vive en Soacha, a ella un camionero de yuca y plátano le
hicieron un roto en la mitad del camión y la sacaron del pueblo. Yo en última salí fácil, nunca recibí
amenazas, sino que salí que uno veía.
Porque cada día se creaban más bandas delincuenciales, cada día se vendía más droga en el
barrio, entonces fue algo complicado, ya que llegue siendo un chico de corta edad, y estar viviendo
esas pequeñas dificultades, fue un poco complicado para mí, pero a medida que fui creciendo me
fui dando cuenta del lugar en el que estaba, que estar en un lugar así no era muy bueno para la gente
y menos para aquellos que venían a buscar un mejor futuro a Bogotá. Y fue un lugar muy peligroso,
en el que aprendí a vivir amenazado por las bandas y todo, y fui llevando mi vida poco a poco. A
medida que fui creciendo, fui experimentando que a pesar de ser un barrio en el que había muchas
problemáticas, fui creciendo con la mentalidad de saber qué pasa en el lugar donde vivía, en el que
yo creí que iba a ser feliz, y esa fue mi pequeña dificultad en Caracolí.
- Entrevista Jeisson
Bueno, mi grupo Pacific Flow Star nace formado obviamente en lo que pasaba en el barrio, en
las dificultades que había en el lugar. Todo lo que se veía por todo eso, y de ahí nace el grupo, nos
poníamos a bailar mucho en la calle y alguna vez dijimos por qué no conformar una agrupación y
ahí desarrollamos nuestro baile, hacemos lo que nos gusta, y de ahí nace el grupo, de esa
problemática que veíamos que pasaba en el sector, y desde ahí se crea la Unidad Flow Star, ya
viendo con todas las dificultades que los niños pasaban y pensando en qué van a vivir todas las
personas que van llegando, por ello deseamos crear esa agrupación, creada pensando en todas las
personas que llegaban como víctimas del conflicto armado, porque hay muchos que están en la
agrupación que son víctimas del conflicto, que vienen con problemáticas y viene desplazado de sus
regiones o municipios del Choco o Cauca.
Así nace Pacific, formada por esas problemáticas que se daban a conocer en el sector, en el que
habían muchas problemáticas.
La cogida ha sido buena ya que mucha gente ha visto que ha habido forma de salir adelante
mediante el baile, y por medio de la cultura ha habido ese pequeño requisito que nos gusta a
nosotros en donde los niños, los jóvenes tengan un mejor futuro más adelante y tengas estudio y
educación y lo ha habido por medio de la organización, y eso es lo que más le ha gustado a la
comunidad, que haya ese apoyo y esa oportunidad para ellos.
El objetivo que tenemos en Pacific Flow es ser más reconocidos, que la gente vea lo que estamos
haciendo, lo que trabajamos por la sociedad y sobre todo por la comunidad, sabemos que en esta
vida, en este mundo la cuestión de los jóvenes es un poco cuestionada, ya que no tiene
oportunidades y tú sabes que todos llegan de un lugar en el cual han sido afectados, cuyos motivos
pueden ser de violencia, pueden ser agresión y lo que queremos es que esa gente conozca que en
Pacific la gente tiene oportunidades y hay logros importantes en esta vida, y eso es lo que queremos
que la gente reconozca, que viene creciendo, y los hijos, y sus hijos tengan esa oportunidad que
tenemos nosotros, y eso es lo que queremos, que todas esas personas que no conocen y no tiene
pensando mostrar su talento, darse a conocer como bailarín o como ser humano, eso es lo que
queremos que la gente reconozca.
Para mí el barrio Caracolí significa un lugar de oportunidades, de oportunidades pequeñas que
uno tiene que explotarlas porque realmente en ese barrio hay tanto talento que realmente para uno
entender que ese barrio es el sabor, el barrio del sabor lo llamo yo, un barrio donde las
oportunidades se tienen que explotar y que la gente se de cuenta que el barrio tiene muchas
entradas bellas y muchas salidas hermosas, entonces el barrio Caracolí es un barrio de
oportunidades, donde la gente que está ahí la pasa chévere, de verdad la pasa chévere y va a un
nivel diferente.
Conversaciones informales
- Señora de los Tintos (Lucia)
S: Cuando tu pasas por aquí, por Caracolí, ¿qué lugares te gustan?
Lucia: el parque, me gusta cómo se divierten los niños.
S: ¿Qué espacios ves que utilicen las personas para distraerse? U otro lugar para que se
distraigan a parte del parque.
Lucia: el parque.
S: ¿Tú tenías conocimiento esta huerta que se está realizando?
Lucia: aquí, no.
S: esta es una huerta que se está realizando con el fin de desarrollar la dinámica del campo
también, traerlo al barrio, es un espacio que podrías empezar a conocer. ¿Cuáles son los caminos
que más utilizas cuando te movilizas por el barrio?
Lucia: Tres esquinas, el parque de Caracolí, para allá.
S: ¿Y esta avenida?
Lucia: esta avenida es la que utilizas siempre, de esta avenida ¿cuál es la zona que veas que más
comercio tiene?, ¿dónde más tiendas haya?, que tu veas, ¿dónde se ubican específicamente?
Lucia: ahí en Tres Esquinas.
S: ¿Qué actividades económicas hay aquí, qué tipo de tiendas hay de aquí para allá cuando
avanzas?
Lucia: No me acuerdo como se llama el de la esquina, pero más me gusta el de allá, el de la Isla,
Supermercados.
S: Y cuando tú vas caminando hay vendedores informales, ¿qué tipo de vendedores ambulantes
ves tú?
Lucia: más que todo estamos vendiendo tinto.
S. ¿qué otra actividad ves tú?
Lucia: La de las arepas.
S: ¿Cuáles son las zonas que no te gusta pasar, del barrio?
Lucia: las bajadas esas.
S: ¿por qué no te gusta pasar por esa zona?
Lucia: no sé, no sé por qué pero no me gusta.
S: ¿te produce inseguridad?, ¿Muy solo? ¿Qué problemas crees que existe el barrio?
Lucia: agua hay, pero por allá por mi casa hay agua, por aquí no sé. El internet si falla.
- Transeúnte (Señora Patricia)
S: ¿Que del barrio te gustan más?
Patricia: el parque, por los niños
S: y para ti de pronto lugares que te gusten del barrio.
Patricia: La iglesia donde voy, me gusta porque es tranquilo y ahí hablamos.
S: ¿el parque por los niños porque te gusta?
Patricia: por los niños porque se divierten.
S: ¿Qué espacios crees que utiliza la comunidad para distraerse, del barrio, que tu pases de
pronto un sábado en la tarde, un domingo que tú digas veo más personas en tal lugar del barrio?
Patricia: no he visto.
S: bares, ¿de pronto?
Patricia: si, tal vez.
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizas para moverte por el barrio?
Patricia: esta avenida, utilizo esta avenida porque es más tranquila.
S: ¿cuáles son las zonas de comercio que ves en el barrio? ¿Qué tipo de comercio crees que
existe?
Patricia: la del paisa, la panadería, y el Fruver.
S: Y de pronto, afuera, informales, personas ambulantes ¿qué tipo de ventas tú ves?
Patricia: venden a veces escobas, empanadas, los tintos, arepas.
S: listo, vale muchas gracias.
- Señora Teresa
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: Te mentiría si te respondo, no sé.
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: El parque
S: ¿Qué actividad realiza usted en el parque?
T: Jugar
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: La avenida principal
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Por el parque, en surtimax, cerca de tres esquinas
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Los supermercados
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar’
T: No hay ninguno, todos me gustan
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: Las drogas
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: Todo, es normal, toco quedarme aquí porque no hay más
- Don Jorge
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: Yo creo que los parques, las iglesias, los comedores, los colegios
S: ¿Qué uso tiene esos lugares?
T: a veces son buenos para recreaciones, deporte pero a veces los otros jóvenes los utilizan para
hacer cosas indebidas como echar vicio, o agarrarse.
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: Un rato en el parque lo que es en el día, después de las 5 de la tarde no.
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: La avenida principal o depende, los que les queda más cerca la de abajo usan esa.
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Tres esquinas, el tanque. Desde el parque hacía allá es que se ve más comercio.
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Panaderías, lo que es bares.
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar’
T: Lo que es lago la isla, lo que es más soacha
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: El vicio, asesinan muchas personas por acá, especialmente jóvenes, entonces son como dos
las principales.
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: La gente es como muy tranquila, los jóvenes.
- Doña Amparo
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: Tres esquinas, la zona comercial
S: ¿Qué usos tienen esos lugares?
T: Para comprar de todo
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: El parque y las esquinas, si ha visto que la gente se pone a hablar en ellas.
S: ¿Qué actividad realiza usted en el parque?
T: De todo, jugar micro
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: La avenida principal
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Tres esquina, más que todo en la mañana que uno puede salir a comprar
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Discotecas
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar’
T: Uy no, de ahí para abajito, usted después de las 8 de la noche le da un miedo.
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: Los venezolanos, los negros
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: Que el arriendo es barato, y algunas cosas, ya que no todo lo que brilla es oro.
- Doña Silveria
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: La Parroquia católicas
S: Qué usos tiene ese lugar
T: El uso de enseñar bien la palabra, dar catequesis a los niños, a los jóvenes.
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: El parque, las calles
S: ¿Qué actividad realiza en esos espacios?
T: Dañaron el parque, construyeron el parque y los muchachos lo dañaron sobre todo los que se
la pasan en la noche, que se hacen unos desordenes terribles
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: La avenida principal, pero necesitamos el transporte, ya que tenemos un mal transporte, ósea
construyeron esta calle y nos quitaron las rutas del SITP. La gente sufre mucho por el transporte y
para ir a tomar alimentador es muy peligroso, han mandado gente hasta en calzoncillos
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Pues tres esquinas que hay muchos bares, por estos lugares hay panaderías, supermercados
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Pues algo que hay es mucho de reciclaje, de ropa de segunda, zapatos de segundo.
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar?
T: Por la parte de abajo hacia los robles que hay negros y muchos perros
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: Drogadicción, licor de toda clase, entra muchas fundaciones, mucho dinero entra, pero la
gente está muy analfabeta de toda clase los niños de 12 o 12 años ya disque teniendo hijos, un
asesinato terrible con la juventud.
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: Pues por ser económico, si pero necesito cambiar ya por lo menos de la vivienda porque
tengo un lote al lado de la mesa me quito ayuda de tercera edad, qué otra cosa me quitaron eso y de
la casa no me quisieron dar ni titulación, ni mejoramiento de vivienda.
- Don Agustín
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: No sé
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: Los parques
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: La avenida principal, porque te lleva a dónde vas a llegar
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Tres esquinas.
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Panaderías, supermercados, venta e arepas.
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar’
T: Los lados del caño porque es muy peligroso
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: Los robos, la inseguridad.
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: Nada, no me gusta vivir en esta zona.
- Señora Sandra
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: El parque, porque yo ahí troto.
S: ¿Qué uso tiene esos lugares?
T: Para gimnasia, si yo voy.
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: De la casa a la tienda y de la tienda a la casa, no he visto ninguna actividad
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: A mi si me gustaría de verdad que mandaran a alguien por la mañana y vea la cantidad de
gene y no hay transporte.
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Pues las avenidas principales
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Panaderías y donde venden perfumes
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar?
T: De aquí hacia Soacha, porque hay negros y ellos son peligrosos
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: Los problemas es que no tenemos transporte.
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: ahí si como dice el dicho “no es que yo quiera vivir aquí, es que me gusta vivir aquí” aquí es
chévere vivir, me gusta porque las tiendas me quedan cerquita, todo me queda cerquita.
- Señora Graciela
S: ¿cuáles son los lugares más importantes en el barrio?
T: La estación de policía, el salón comunal, la iglesia.
S: ¿Qué uso tiene esos lugares?
T: Pues que uno va, por lo menos en la estación uno va a que le presten un servicio, a veces lo
prestan, a veces no hay quién
S: ¿Qué espacio utilizan las personas para distraerse?
T: Ninguna parte, en el momento no hay
S: ¿cuáles son los caminos que más utilizan las personas para transitar?
T: La avenida principal, porque no hay más, la otra es la de abajo, pero no es tan transitada.
S: ¿cuáles son las zonas con más comercio en el barrio?
T: Tres esquinas, aquí no hay tanto comercio.
S: ¿qué actividades económicas se desarrollan más en el barrio?
T: Frutas y verduras.
S: ¿Cuáles son las zonas que no le gusta frecuentar’
T: No hay, por cualquier lado camino.
S: ¿Qué problemáticas considera que existen en el barrio?
T: El vicio de los muchachos, ese es el más fuerte.
S: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
T: Pues yo donde vivo me gusta por mi tranquilidad.
- Señora del Sancocho (Doña Martha)
San: Eso aquí hace unos días vinieron unas personas a montar sus casas, y yo les dije que
hicieran lo que quisieran, pero que no me fueran a tocar el espacio de la huerta, sin embargo a los
pocos días vino la policía a desalojarlos. Esas que siguen ahí, es porque el señor supo se avispado,
él encerró eso en latas y cada vez que viene la policía les da plata.
Este espacio que se está usando lo cedió la junta de acción comunal porque es un espacio para
huerta.
Hacia el mes de noviembre de 2018 estaban diciendo que iban a reubicar a todas las personas de
esa parte de arriba y pues esta es la hora en que no han hecho nada, y de dónde van a sacar 54
millones de pesos para darle a todas las personas.
S: tú no alcanzaste a las casas que dieron cuando reubicaron a las personas de alá arriba
San: Pero la primera fue hace unos años, no yo no alcance, estas casas las reubicaron por el
derrumbe que hubo.
S: Pero muchas de las personas volvieron
San: es que ese es el problema que vuelven otra vez, por esos dijeron que iban hacer un sondeo
para ver quienes tenían, yo no creo mucho en esa reubicación.
- Señora Ana Rita Orozco - Maní
M: Por allá por tierra roja, yo camino vendiendo
S: Ah pero es el mismo recorrido siempre
M: Y a veces voy a la Candelaria
S: ¿y cómo te va con ese trabajo?
M: Bien.
S: ¿Hace cuánto vendes maní?
M: Hace tres años. Antes trabajaba en reciclaje, y en ese tiempo yo pesaba 92 kilos, entonces me
tocaba perder peso y entonces gloria a dios me comprometí a caminar y estoy caminando, porque
me enferme y llegue a estar en cuidados intensivos, y por esos me comprometí.
S: ¿Con quién vive sumercé?
M: Vivía con mi hijo, pero nos tocó separarnos porque me trataba muy mal, me dijo que tenía
que darle la vivienda, y yo tome la decisión de separarnos, entonces él no me quería dejar vivir en
paz, él me trataba mal, de dañaba las cosas. Entonces él quería asolearme para que yo me fuera,
pero un día que me daño la puerta, yo le dije hasta aquí y entonces llamé a la policía y me dijeron
que lo demandar y así lo hice.
Él vive en el primer piso, y estoy haciendo los documentos para sacarlo de ahí y es que para
separarnos yo levante una pared y me la rompió otra vez, lo hizo para subir los tacos porque
siempre dejaba la luz prendida y yo los baje por eso. Cada vez que me ve me dice que él se va a
poner feliz cuando lo saquen de la casa muerta, que ya casi me muero.
S: Y sumercé no tiene amigos ahí en el barrio, personas con las que hable
M: No, todos son enemigos míos, porque yo no me revuelco con ellos, todos son guarichas. De
pronto los que me comprar esporádicamente, entonces ahí voy. Yo tengo un amigo que no vive por
ahí, pero que siempre está pendiente de mí, él me colabora mucho.
Y entonces esta es la vida que yo tengo, tengo la confianza en dios que todo me salga bien. Ya se
tengo mis clientes que me ayudan,
S: ¿Por qué le gusta andar en este barrio y no en otros?
M: Pues porque me queda más cerca a la casa, digamos ahorita ya estoy terminando la ruta para
irme a descansar. Eso me sirve también porque por ejemplo ahorita tengo una reunión en la
parroquia como colaboraba de la parroquia, voy a la eucaristía. Alá repasamos las lecturas de la
misas, a programar las misas.
S: Pero allí también tienes un grupo de amigos, donde puedes hablar, donde puedes echar
chisme
M: Si, cada ocho días nos encontramos allá.
S: ¿Cómo llegaste al barrio?
M: Porque mi hijo me trajo, él compró un lote aquí. A mí me decían del barrio que era muy
peligroso, y mire donde termine. El barrio ya me gusta porque es donde estoy familiarizada con el
ambiente, nunca me han hecho nada malo y ya llevo aquí 11 años, que no los puedo dejar perder
tampoco, entonces ahí vamos, yo no puedo ser desagradecida con mi barrio, no puedo decir nada
malo , tengo una casa muy bonita.
Yo esto contenta, intento hablar con el que pueda, a conocer personas. Este trabajo me ha
gustado porque he aprendido a socializar más con la gente, mi trabajito es bendito. Los lugares que
me gustan en el barrio son todos, no hay ningún lado que me genere miedo para caminar.
S: Cuando sumercé empezó a construir la casa ¿tenía vecinos que le ayudaran?
M: Mire, mi hijo vino y compro el lote, y él es muy terco, yo le dije que cuando fuese a empezar
a construir me dijera, pero no lo hizo, contrato un maestro que entro y le robo los materiales y la
gente no dijo nada. Pero ahora yo me siento feliz con mi casita, con mis maticas.
S: ¿De qué lugar eres?
M: De Medellín, yo llegue a Bogotá porque había violencia intrafamiliar, me volé de la casa, y
llego a Bogotá y sigo con la violencia y pararme frente a la vida y decir ya no quiero sufrir más,
tuve tres hijos, antes de llegar a Caracolí Yo vivía en otro barrio de Bogotá.
Cartografía social con los niños
- Wilmer
S: ¿qué hiciste en tu dibujo?
Niño: hice Inti Tekoa, un colegio, un parque, un gato, un lago.
S: ¿cuál es el gato?
Niño: es un perro.
S: ¿por qué dibujaste Inti Tekoa?
Niño: porque me gusta.
S: ¿Por qué dibujaste el colegio?
Niño: por qué me gusta.
S: ¿Cuál es está carretera? ¿Por qué no dibujaste la de abaja por ejemplo? ¿Te gusta andar por
cuál de las dos?
Niño: por la de acá arriba, porque hay carros, porque es chévere.
S: ¿por qué dibujaste el parque?
Niño: porque hay cosas para jugar.
S: ¿Qué te gusta de tu barrio?
Niño: el parque y ya.
S: ¿quisieras irte de tu barrio?
Niño: sí.
S: ósea que no te gusta tu barrio.
Niño: no.
S: tienes amigos, ¿Te gusta dónde vives?
Niño: si, bueno, mmm no.
S: gracias.
- Alexis
Alexis: dibujé Inti Tekoa.
S: ¿por qué dibujaste Inti Tekoa?
Alexis: porque me gusta. Aquí dibuje un oficial y acá una estrella.
S: y ¿por qué dibujaste un oficial?
Alexis: porque está matando a un señor que le robó esto, la moto.
S: ¿Tú viste eso acá en el barrio?
Alexis: sí.
S: ¿Dónde lo viste? ¿Qué pasó?
Alexis: un señor, pasó un carro, iba bajando, se metió al carro y lo empujo y el policía le
disparó. Acá está el señor tirado.
S: Listo ¿qué más hay en tu dibujo? ¿Por qué esta panadería?
Alexis: porque me gusta el pan, el pan que hacen.
S: pero esa no más o hay otra que te guste.
Alexis: no, mire, ahí está la policía.
S: esto, ¿qué es?
Alexis: ¿un ladrón que están matando?
S: ¿otro?
Alexis: esto es un carro tanque, esto es un museo.
S: ¿dónde hay un museo?
Alexis: un museo de ladrones, de cera.
S: ¿por qué dibujaste esta carretera?
Alexis: porque me gusta, porque hay motos.
S: ¿qué te gusta de tu barrio?
Alexis: las motos y los carros, los perros alemanes y pitbulls, y uno que tiene la cara toda
arrugada.
S: ¿tienes amigos en tu barrio? ¿qué hacen tus amigos?
Alexis: si, mis amigos juegan conmigo y a veces peleamos.
S: ¿quisieras irte de tu barrio para otro?
Alexis: no porque no volvería a ver Inti Tekoa.
- Daniela
Daniela: La nube, la carretera, la ciudad de la casa con piedras y la casa.
S: ¿Por qué dibujaste esta carretera?
Daniela: Por qué están pasando los carros ahí.
S: ¿Qué te gusta de tu barrio?
Daniela: Juegos, jugar, armar rompecabezas, lavar la loza.
- Joan
S: Joan, dime ¿qué dibujaste aquí?
J: Mi casa, el poste, Inti Tekoa, la cancha del parque y la carretera.
S: ¿Por qué dibujaste Inti Tekoa?
J: Porque es una fundación en la que hemos estado mucho tiempo y me gusta venir.
S: Las canchas ¿por qué las dibujaste?
J: Porque me gusta jugar futbol, y siempre que voy puedo jugar futbol.
S: ¿Por qué dibujaste la carretera?
J: Porque pasan los carros, y para mi es importante la carretera.
S: ¿Te gusta tu barrio?
J: Si, porque es una comunidad. Porque tengo muchos amigos.
- Danna
Danna: Es un lugar tranquilo.
S: ¿este dibujo que es?
Danna: la carretera.
S: ¿cuál, la de arriba?
Danna: sí.
S: ¿esto que dibujaste aquí al final?
Danna: la comisaría.
S: ¿por qué dibujaste la comisaría?
DANNA: porque mi papá no me quiso dar nada entonces yo voy caminando a demandar.
S: ¿te gusta eso? ¿Si has podido solucionar algo?
Danna: sí.
S: ¿y aquí que has dibujado?
Danna: mi mamá y yo.
S: ¿Quieres a tu mamá?
Danna: sí.
S: ¿qué gusta tu barrio? ¿por qué te gusta tu barrio?
Danna: también es un lugar tranquilo.
- Daniel
S: Ten tu dibujo.
Daniel: pues el parque, el barrio.
S: esta, la de la mitad. ¿Y esta?
Daniel: la carretera, la dibuje porque por ahí camino.
S: ¿te gusta andar por esta carretera? ¿Por qué por esa?
Daniel: porque sí.
S: te gusta esta carretera ¿por qué la de abajo no te gusta?
Daniel: por que la de abajo me parece peligrosa.
S: ¿te gusta el parque?
Daniel: sí, porque nos divertimos mucho.
S: ¿te gusta el barrio dónde vives?
Daniel: todo, el parque, las casas, el colegio.
S: si tú lo comparas con Tres Esquinas, ¿qué diferencia hay entre ese barrio y este?
Daniel: este me gusta.
S: ¿si te propusieran ir a vivir a tres esquinas?
Daniel: no me gustaría.
- Diego
S: ¿Diego qué hiciste en tu dibujo?
Diego: unas casas, una carretera, un barco.
S: ¿dónde ves un rio en tu barrio?
Diego: En Granada, aquí en el barrio la Laguna.
S: ¿por qué dibujaste una carretera?
Diego: ahí es donde van los carritos.
S: ¿te gusta andar por esta carretera? ¿por qué por la de abajo no te gusta?
Diego: porque allá roban niños.
S: ¿te gusta tu barrio? ¿por qué?
Diego: porque hay artos parques, porque hay canchas, porque tengo amigos.
- Dayana
S: ¿por qué dibujaste una nube?
Dayana: porque cuando llueve sale una nube bien grandodota.
S: ¿qué dibujaste aquí?
Dayana: la carretera, la dibuje para que uno camine y para que un carro pase con afán.
S: ¿es esta carretera que dibujaste acá?
Dayana: es toda esta carretera.
S: ¿por qué no dibujaste la de abajo?
Dayana: no sé cómo se dibuja.
S: ¿por la de abajo te gusta andar?
Dayana: sí.
S: ¿esto qué es?
Dayana: un tobogán, lo dibujé para que una niña se monte.
S: ¿qué te gusta de tu barrio?
Dayana: unos árboles y una casa y esta soy yo.
Señora Adonay
Sy: ¿Qué te aburrió en donde vivías?
Sl: La vecina es muy cansona. En la junta estaba un viejito que ya murió me recomendó esa casa
que yo compre, el señor era como brujo y lo hizo de malicioso hacerme comprar ahí.
Sy: Qué espacios le gusta del barrio
Sl: Me gusta la parroquia, tres esquinas, la parroquia me gusta porque el padre evangeliza.
Sy: De qué lugar del país es
Sl: De santandersito, Cundinamarca. Yo me volé porque mi papa le pegaba duro a mi mama, yo
n día vendí una gallina mía, cogí la plata y me vine, un señor me trajo en la flota. Inicialmente
trabaje con una señora que me pegaba porque era borracha, ella vivía en la Estrada. Tenía 12 años,
yo era capaz para los oficios, y me querían mucho. Yo llego aquí porque buscaba un lote, un
compañero que andaba en zorra me dijo que aquí estaban vendiendo
- Niñas trabajando en la huerta
S: Por qué vienen ustedes a estos ejercicios?
N: Porque como nosotros estamos en refuerzos el profesor nos dijo que viniéramos aquí. Hace
una semana estamos en refuerzo, nos ha gustado porque hacemos las tareas.
S: ¿Hace cuánto viven en Caracolí?
N: Toda mi vida, 13 años. Vivo con mi mamá y mi hermana.
S: ¿Les gusta vivir en Caracolí?
N: Si, me gusta mucho porque estoy aprendiendo a montar cicla, el parque me gusta, pero lo
dañaron los marihuaneros, mi mamá ya no nos volvió a dejar ir. Me gusta porque tenemos amigos
en el barrio.
- Don Oscar
S: ¿Sumerce de qué lugar del país viene?
O: De Magangue – Bolívar
S: ¿Y hace cuánto vive sumercé al barrio?
O: Hace 10 años
S: ¿Qué razones lo llevaron a vivir en este barrio?
O: Por trabajo.
S: Tenía familia antes de que usted llegara a este barrio
O: Antes sí.
S: sumercé vive en casa familiar, arrendada o propia?
O: Arrendada
S: ¿Con quién vive sumercé allí?
O: Con mi familia, la señora y los hijos.
S: ¿Qué recuerdas de hace 10 años cuando llegaste al barrio, cómo era?
O: Las calles estaban destruidas, había mucha inseguridad, uno salía y veía muertos por ahí.
S: ¿Cuáles eran los lugares por los que sumercé decía por ahí no paso?
O: En la parte de abajo. La avenida principal era más segura porque era más transitable.
S: ¿Qué lugares le gusta a sumercé del barrio?
O: La avenida principal, para mis hijos el parque. Aunque hicieron este nuevo parque se me
hace que ahí hay mucha gente que fuma y es inseguro para los niños, siempre hay que
acompañarlos. En mi tiempo libre me gusta estar en el billar, porque ahí me la paso jugando, con
los amigos, recochando y de ahí hacia la casa.
- Hector
S: ¿sumercé es habitante de Caracolí?
H: Si
S: ¿Qué lugares te gustan más del barrio?
H: Con tanta inseguridad no me gusta ninguno. Por la cuadra donde vivo hay muchos viciosos.
S: ¿Qué espacios consideras que hay en el barrio para que las personas se distraigan?
H: Hay muchas coas, ¿y este lote es que lo están vendiendo?
S: Aquí hay una huerta que se está construyendo para beneficio de la comunidad también, se van
a empezar a sembrar distintos productos para beneficio de la comunidad.
H: Hay que saberlo cuidar porque los ñeros se les meten ahí.
S: Si, está en un proceso de encerramiento inclusive.
H: Son santandereanos los dueños de esta tierra, hay uno que le dicen tinto parado, es un paisa,
vienen y venden y siempre están vendiendo. Este lote de la huerta es de reubicación.
S: sumercé ¿hace cuánto tiempo vive en el barrio?
H: 3 años, en Jerusalén llevo 43 años, en la argentina.
S: ¿Cómo vio sumercé la construcción de este barrio?
H: Esto era muy peligroso, hay una zona que le llaman sal y dulce, por esa cuadra hay negros y
atracan, póngale cuidado que cuando es festivo sacan los picovs, con peinilla y cuchillos y los
blancos que pasan los van es atracando.
H: ¿Y qué van a sembrar aquí?
S: distintos productos, hortalizas, lo que la tierra permita producir.
H: Esta tierra tiene que estar muy abonada, hay que cuidarla.
S: Esa es una pelea también, lo que se busca es la apropiación de la gente, como este espacio lo
necesitamos, empecemos a cuidarlo, además que es peligroso construir en esta zona. Sumercé
¿Cómo vio la construcción de este barrio?
H: No, desde hace unos 25 años no? Venía la gente a comprar lotes, a 2º mil pesos, 30 mil
pesos, pero yo el lote lo compre en 175 mil pesos y en ese momento no estaban vendiendo en
Caracolí aún.
S: ¿Quién era dueño de esto?
H: El que viniera, los chuquines, de Yacopi, el que intentara montar lote lo mataban, y llegaron
a vender lotes, pero también les dieron plomo, los de las bandas.
El señor finalmente se mostró muy interesado por el proceso de la huerta, se fue emocionado al
saber que podía participar en la adecuación de la misma.
- Don Jaime
J: Es como un recuento de lo que ya se vivió aquí en el barrio, yo llego al barrio a través de un
amigo.
S: Su Merced De qué lugar viene del país.
J: Yo soy de Bogotá.
S: Que a través de ese amigo En qué año más o menos llega a este barrio
J: En el año 1997
S: Cuando llegué aquí como estaba el barrio Caracolí
J: Esto eran sólo potreros.
S: ¿Usted llega aquí porque compró?
J: Si yo compré, a mí me vendieron y bien vendido
S: ¿por qué dice que bien vendido?
J: Porque el lote que me vendieron a mí me compraron 350000, pero me dieron la facilidad de
pagar de $20000 mensuales para esos días.
S: Bueno Y cuando llegué aquí los servicios y demás cómo era la situación
J: Aquí para coger un balde de agua que tocaba uno a la 1 de la mañana levantarse para coger un
baldado de agua. Lo cogíamos de arriba de una manguera que habían conectado allá en el tanque al
pie de la base militar, de ahí se cogía el agua.
S: Y ¿por qué a esa hora?
J: Porque venían más personas a coger agua, entonces tenía uno que madrugar a coger aunque
sea fila.
S: Bueno y por ejemplo el servicio de la luz
J: Nosotros nos reunimos 4 vecinos y compramos el cable y la trajimos desde allá de tres
esquinas. Nos colgamos de un poste.
S: Esa luz de ¿dónde venía?
J: Esa luz ya estaba aquí en Jerusalén. Esa luz la cogimos a nosotros de Jerusalén, entre cuatro
personas compramos el cable.
S: Bueno con las personas que van llegando al barrio ¿Cómo es la relación que usted tiene con
ellos?
J: Con los que van llegando lo normal, pienso yo Que eso es como cuando usted entra estudiar
es que le cae bien, otras que no le cae muy bien.
S: Por ejemplo en ese momento que el barrio todavía estaba en proceso de legalización
J: No, eso no se había ni legalizado, inclusive a nosotros los que vivíamos para esos días Aquí
los desaloja la policía, nos tumbaron los ranchos, porque era ranchos lo que había, casitas hechas en
lata, tablas, palos, eso era lo que había.
S: Bueno y cuando llegaba en esas gentes ustedes qué hacían.
J: Nadie peleaba, los que peleaban eran los que llamaban los tierreros, ellos eran los que
peleaban entre ellos mismos entre ellos mismos se mataban. Y de eso solamente queda por ahí uno
solo que he visto, los guerreros eran los que se roban los terrenos y se los vendían a las personas
ingenuas.
S: Bueno y cuando lo sacaban ustedes cómo hacían para regresar entonces.
J: Eso no sacó Solamente una vez la policía y a cada quien los botaban donde ellos querían, o
donde uno tuviera un familiar un amigo o algo, allá lo dejaban a uno.
S: ¿Sumercé es habitante aún del barrio?
J: Sí claro.
S: ¿Qué ha hecho que Usted siga viviendo en el barrio aún?
J: Qué hice un rancho en material y el lugar de irme a pagar arriendo pues mejor me quedo ahí.
Y que como yo compré me quedé ahí.
S: Si yo le preguntara a usted que significa caracolí para usted ¿qué podría decir?
J: Para mí es un barrio normal como otros barrios. Cuando hablan mal del barrio yo no me
amargó mi vida con eso, cada quien que opine lo que quiera, yo soy de los que piensa si a mí no me
toca no hay ningún problema, no se meta conmigo yo me hago el sordo, El Ciego, el mudo.
- Miriam carnavalito
La experiencia del carnavalito surge con una colega cuál nos sentamos a hablar frente a Qué
hacer para impactar en el barrio con el trabajo que llevamos a cabo con los niños en los jardines,
entonces una vez dijimos sería bueno sacarlos.
Ya decía que por el 31 de octubre por Halloween, sacar los disfrazados por el barrio a desfilar,
ella decía que en septiembre por amor y amistad, por la familia entonces dijimos que era necesario
ponernos de acuerdo. Y entonces uno de los integrantes de Inti Tekoa que era Jason, el hijo de
Doña Esmeralda, y entonces ella fue cuando nos presentaron al grupo ladrona consolidar la
propuesta y en un inicio salimos únicamente las 2, y en el siguiente año perón incluyendo otras
asociaciones, y Por tanto se fue ampliando, pero la idea arrancó así Cómo sacar a los niños siente
distinto, porque acá no en nuestro entorno un domingo los padres es para echar trago, jugar tejo y
nada que ver con los niños, entonces la idea era hacer recambio para que le dedicaran un día
especialmente a hechos y de a poco se ha venido Incluyendo a la familia, porque es de la
preparación de enero febrero que empieza uno, se les va incluyendo en cuanto al disfraz, a las
reuniones, a los talleres.
Es bonito porque hay niños que ya a esta época tienen 15 16 años, y me dicen profe recuerdo
mucho el carnaval, y ellos llegan todavía por ahí, y tener muy en mente el carnaval entonces es algo
muy bonito.
Fernando: Cuando salió Doña Miriam, salieron dos asociaciones que inicialmente eran
¿Cuántos Doña Miriam?
Miriam: Éramos 2 asociaciones con 30 jardines. Qué hay otra cosa que por lo menos en lo que
hemos hecho es algo bonito porque nosotros siempre hemos invitado a los carabineros, y eso
siempre han estado en los 13 años, entonces resulta siendo como una tradición que con la ayuda de
estos muchachos de Inti Tekoa, la idea es dejar el legado para que siga en el barrio.
Fernando: Es un ejercicio muy beneficioso, sobre todo para ustedes que están apenas
acercándose aunque Aquí hay varios que ya han estado en años anteriores, entonces digamos que el
carnaval finalmente es un ejercicio comunitario que surgió de una necesidad y nosotros Nunca
pensamos que iba a durar tanto, ya en los siguientes años nos llamaban para decirnos quiero
sumarme, de hecho en el décimo dijimos no hacemos más carnavalito, pero recuerda que
Terminamos y dijimos Bueno y ¿qué vamos a hacer para el otro? Entonces digamos que esto
también es resultado de que muchas personas como ustedes se sumen a esta actividad, aportando de
distintas maneras, aportar tiempo finalmente para el trabajo que se hace.