A PROPÓSITO DE LA HIDROSTÁTICA: UNA REORGANIZACIÓN CONCEPTUAL DESDE LA PERSPECTIVA EULERIANA
YIRSEN AGUILAR MOSQUERA Tesis de grado presentada como requisito
Parcial para optar al título de Magíster en Docencia de las Ciencias Experimentales
Director: ÁNGEL ROMERO CHACÓN
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN DOCENCIA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES MEDELLÍN
2006.
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Esta generalización que concibo, lejos de Oscurecer la realidad, por el contrario nos Revelerá las leyes de la naturaleza en todo Su esplendor, dándonos una razón más para Maravillarnos ante su belleza y sencillez. EULER
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INDICE Introducción Capitulo I. Enseñanza y formalización de los fenómenos físicos Sobre la enseñanza y aprendizaje de la física Usos de la historia y epistemología de la física en la educación en física Sobre los procesos de matematización y construcción de fenomenologías El concepto de presión en el contexto de la enseñanza Capitulo II. El equilibrio de los fluidos en la perspectiva euleriana La formalización del estado de equilibrio de los fluidos: El caso de la presión interna Algunos presupuestos epistemológicos y la formalización de la presión interna en el análisis de la hidrostática El calculo diferencial y la construcción de magnitudes físicas en los procesos de formalización Análisis a partir de la determinación de un elemento fluido Determinación de la masa fluida y las componentes de la fuerza motriz Determinación de las fuerzas debidas a la diferencia de presión Condiciones para que la masa fluida pueda estar en equilibrio bajo la acción de las fuerzas P,Q y R Capitulo III. Relación física matemática El uso del calculo diferencial en la formalización de los fluidos: Una forma de mostrar la relación física matemática Representación de las variables físicas: El caso de la presión interna
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representada por la altura Representación y medición de las variables intensivas: El caso de la presión interna La presión interna como variable de estado Variables de estado y variables de proceso Análisis por estados y transformaciones Capitulo IV. Actividades de análisis Actividad experimental: Determinación del estado de presión como campo de presiones y en función de la profundidad Taller N° 1. El equilibrio de los fluidos con la fuerza gravitacional como prototipo en el análisis Taller N° 2. Variación del estado de presión de un fluido con la altura (profundidad) Taller N° 3. Determinación de los estados de presión en términos de la densidad del fluido y de la altura Conclusiones Bibliografia
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A PROPÓSITO DE LA HIDROSTÁTICA: UNA REORGANIZACIÓN
CONCEPTUAL DESDE LA PERSPECTIVA EULERIANA
INTRODUCCIÓN
Este informe de tesis hace parte de los resultados parciales de la investigación,
“Sobre los procesos de formalización y el papel de la experiencia en la
construcción del conocimiento sobre los fenómenos físicos”, que se realiza en un
convenio entre la Universidad de Antioquia y la Universidad Pedagógica Nacional,
investigación que está siendo financiada por estas dos universidades y
COLCIENCIAS
El uso de la historia y la epistemología de las ciencias en la enseñanza de física
que aquí se propone, es considerado como posibilitador de reconstrucciones y
reorganizaciones conceptuales: un uso que obedece a una intencionalidad
específicamente pedagógica en el sentido que los análisis hechos, en la
perspectiva de Euler; pretenden aportar elementos en la construcción de rutas
conceptuales alternativas para la enseñanza de los fenómenos hidrodinámicos.
Se realiza un análisis histórico epistemológico de la mane ra como L. Euler
configura y presenta su concepto de presión interna, expuesto en su memoria
titulada Principes géneraux de l’equilibre des fluidos (1757). En este análisis, que
tiene pretenciones pedagógicas, se muestra cómo Euler diferencia los conceptos
de presión interna y fuerza, considerando la presión como una variable de estado
que da cuenta de la condición mecánica en la cual se encuentra una masa fluida
en un momento dado. Se analiza además cómo el uso del cálculo diferencial
parcial en la organización de los fenómenos hidrostáticos, permite a Euler dar
forma a esta clase de fenómenos, aspecto por el cual se constituye en una
fructífera manera de significar la relación entre la física y las matemáticas.
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Para materializar la intencionalidad pedagógica que se tiene en esta investigación,
se presentan cuatro capítulos en los cuales se precisa sobre lo siguiente:
En primer capitulo se adelanta una reflexión que posibilita realizar aproximaciones
sobre los problemas de enseñanza y la formalización de los fenómenos físicos. Se
pretende contextualizar el uso de la historia y la epistemología en la enseñanza de
la física, igualmente se resalta la importancia que tiene el análisis de las obras
originales en aras de la construcción de rutas alternativas en la solución de los
problemas de la enseñanza de la física.
En el capítulo dos se hace un análisis de la perspectiva euleriana centrado en su
propuesta sobre el equilibrio de los fluidos. En éste se profundiza sobre algunos
aspectos relacionados con la formalización del estado de equilibrio de los fluidos y
el análisis del fluido a partir de una discretización en su interior.
En el capitulo tres se trata sobre la relación física matemática. Se examina como
a través del uso del cálculo diferencial, Euler puede mostrar una forma de
significar una relación de constitución entre la física y la matemática. En este
aspecto se resalta lo que significa representar una magnitud física, al igual que las
características y significados de las variables de estados. Además, se aborda una
forma de significar la presión como la variable de estado la cual permite
caracterizar la condición en la que se puede encontrar una masa fluida.
Finalmente se presenta el capitulo cuatro con el cual se pretende empezar una
aproximación y profundización en la propuesta de abordar la Hidrostática
asumiendo la presión como variable de estado. Para este propósito se diseñan
unas guías que pueden posibilitarle al estudiante la apropiación de los conceptos
que involucra este nuevo enfoque.
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CAPITULO I: ENSEÑANZA Y FORMALIZACIÓN DE LOS FENÓMENOS
FÍSICOS
1.1 Sobre la enseñanza y aprendizaje de la física
Múltiples investigaciones en educación en ciencia, resaltan la dificultad que
presentan los estudiantes para pasar del conocimiento común al conocimiento
científico (Pozo, 2000)1. En este sentido Pozo afirma que las dificultades de
aprendizaje que encuentra el estudiante están determinadas por la forma en que
organiza su conocimiento a partir de sus propias teorías implícitas. De esta
manera la comprensión de la física implicaría superar las restricciones que
imponen las propias teorías de los alumnos.
Por otra parte, usualmente en la enseñanza de la física se asume el aspecto
metodológico independiente del aspecto disciplinar, de allí que numerosas
investigaciones se centran sólo en el componente metodológico porque se
considera que el problema de la enseñanza de la física es un problema centrado
en la organización de contenidos, es decir, un problema sólo de orden didáctico y
no en relación con el pensar la física, que posibilite una reorganización conceptual.
Consecuente con lo anterior, en la enseñanza se asume una relación
unidireccional entre el significado y el uso de los conceptos, en el sentido de que
se considera que la forma de significar los conceptos determina el uso de los
mismos. A esta linealidad, en la forma de significar tal relación, subyace,
igualmente, una manera particular de entender la relación entre la forma de
significar la física y la enseñanza de la misma. En tal sentido, el problema de la
enseñanza de la física se puede reducir a la mera organización de conceptos o a
1 POZO, M. J. El aprendizaje de la física. En: Aprender y enseñar ciencia. Ed. Morata, Madrid, 2000. Pp. 204-262.
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la búsqueda de un lenguaje apropiado para transmitirlos, lo cual pone en
evidencia la clara separación que tradicionalmente se hace entre los aspectos
disciplinar, conceptual y metodológico; separación que en algunos casos motiva a
abordar los problemas de la enseñanza de la física sólo desde el componente
metodológico.
Sin embargo, sobre el problema de la enseñanza de la física surgen alternativas
que consideran que la forma de significar la física es determinante en la forma de
enseñarla, en el sentido de que el problema de la enseñanza debe abordarse, en
la didáctica, conjuntamente desde lo disciplinar, lo conceptual y lo metodológico.
Es precisamente en este sentido que se considera que un análisis histórico y
epistemológico, puede aportar en la construcción de rutas alternativas para la
solución de algunos problemas latentes en la enseñanza de la física, sobre todo si
se tiene en cuenta que el carácter histórico de significar la física está ligado a
contextos y problemas particulares. Lo anterior implica que la forma de entender y
significar un concepto físico determina su uso, al igual que el uso transforma la
forma de significarlo, como también, es a través del uso del concepto que se hace
explícito la forma de significarlo. (Paty, 1999) 2.
En tal sentido, tal como se ha mencionado, la forma como se entiende y se
significa la física determina una forma particular de enseñanza, y es precisamente
en la enseñanza que se hace explícito una forma de significar lo que es la física, al
igual que a través de esta actividad se propician cambios en la forma de
significarla. Esta manera de ver los significados y usos de los conceptos y de la
física, posibilita un tipo de organización particular en la enseñanza, en el sentido
de que el aspecto metodológico surge, precisamente, en las reflexiones
conceptuales que se adelantan, es decir, desde el pensar la física se plantean
2 PATY, Michael. La idea de cantidad en el origen de la legitimidad de la matematización en física. Conferencia en la filosofía de Marx Wartofsky, Nueva York, Universidad New School, 5-6 marzo 1999 (Marzo 6)
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estrategias metodológicas. En este contexto, el problema de la enseñanza no solo
es visto como un problema de organización de contenidos, ni como un problema
centrado en la búsqueda de formas adecuadas (uso adecuado de lenguaje, lo que
llaman transposición didáctica) de transmitir, sino que por el contrario, es un
problema que debe abordarse desde la reflexión disciplinar en aras de la
reorganización conceptual. Bajo estas circunstancias es de resaltar entonces que,
el problema de esta investigación está centrado en la enseñanza de la física, y se
propende por la construcción de rutas alternativas de solución desde el pensar de
la física, ya que se considera que la concepción que se tiene sobre lo que es la
física determina el qué y cómo enseñarla. En este sentido, se considera que
realizar un análisis histórico y epistemológico de las obras originales de los
autores, puede aportar significativamente en posibles soluciones al problema de
la enseñanza de la física.
Por otra parte, la Historia de las Ciencias como campo disciplinar específico
muestra que no existe un único modo de historiar el pasado de la actividad
científica sino que, por el contrario, se cuenta con una variedad de historia de las
ciencias, cada una de las cuales agencia una cierta concepción de ciencia y de la
dinámica científica. En este sentido, desde el desarrollo del campo de la Historia
de la Ciencia como disciplina diferenciada se pueden identificar distintos enfoques
sobre la dinámica científica: la historia de las ideas y conceptos científicos, los
estudios de los contextos sociales y su relación con el conocimiento científico, los
estudios de la difusión y recepción de las teorías científicas y su relación con la
conformación de comunidades científicas, entre otros (Shortland & Warwick,
1989).
A pesar de esta diversidad de enfoques históricos de las ciencias y de
justificaciones de su uso, algunos estudios han resaltado un uso generalizado
Historia de la Enseñanza de la Ciencia en la educación: se trata de aquellos
enfoques que asumen el desarrollo de la Ciencia como de hecho histórico, es
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decir, que conciben la dimensión histórica como natural en intrínseca al
conocimiento científico mismo (Romero y Rodríguez, 2000).
1.2 Usos de la historia y epistemología de la física en la educación en física
En las tres últimas décadas es creciente el consenso de la comunidad
internacional en cuanto a los aportes importantes que hacen la historia y la
epistemología de las ciencias a la enseñanza de la ciencia. En particular, es cada
vez más frecuente el reclamo de la necesidad de una enseñanza “contextualizada”
de la ciencia, que destaque los aportes de la historia y la epistemología de la
ciencia en el mejoramiento de la enseñanza (Matthews, 1994; Shortland &
Warwick, 1989; Romero y Rodríguez, 2000; Ayala, 2000). Estos requerimientos se
justifican por que se considera que el uso de la historia y la epistemología en la
enseñanza: Motiva y despierta el interés por la ciencia; proporciona una mejor
comprensión de los conceptos científicos mostrando su desarrollo y dinámica de
construcción; propicia la comprensión de cómo se generan y validan los diferentes
productos de la actividad científica; permite establecer relaciones entre los
contenidos científicos y los intereses éticos, culturales y políticos de los contextos
donde se produjeron (Matthews 1994)3. A demás, es pensable que el uso de
historia y epistemología de las ciencias en la enseñanza, puede iluminar ideas y
métodos olvidados, los cuales pueden contribuir a resolver problemas tanto de
orden científico, conceptual y metodológico. Kuhn considera que: “en la educación
en ciencias raramente se anima a los estudiantes de ciencias para lean los
clásicos históricos propios de sus campos, trabajos en los cuales podrían
descubrir otras maneras de considerar los problemas que aparecen en sus libros
de texto, normas de solución que, dentro del campo de sus respectivas
3 MATTHEWS, M. R. Citado por ROMERO et all, en: ROMERO et all. Los procesos de formalización y el papel de la experiencia en la construcción del conocimiento sobre los fenómenos físicos: El caso de los fenómenos mecánicos. Investigación, Universidad de Antioquia, 2002
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profesiones, han sido descartados y sustituidos por otros”4. En este sentido se
puede decir que un enfoque histórico y epistemológico que posibilite recrear los
problemas que inicialmente se han planteado en la física no sólo posibilita una
reflexión conceptual desde los problemas originales sino que igualmente posibilita
una reorganización conceptual desde diferentes enfoques, fortaleciendo tanto el
aspecto disciplinar como el componente pedagógico – didáctico, ya que pueden
surgir enfoques diferentes en la solución de un mismo asunto.
A pesar del consenso que se tiene sobre estas consideraciones, es necesario
percatarse que existen diversos modos de significar la historia (Carr, 1983)5.
Desde una primera significación, con la historia de la disciplina se reconstruyen
los datos y sucesos del pasado tal como acontecieron. Desde tal perspectiva, la
historia es considerada como un cúmulo de datos o hechos del pasado, al
historiador sólo le queda organizarlos sin que sufran alteración alguna, de modo
que el proceso receptivo del sujeto sea pasivo, ya que, los datos hacen la historia
por que ellos hablan por sí solos. En este sentido Carr considera que a esto se le
puede llamar sentido común de la historia, ya que, bajo estas circunstancias, la
historia consiste en un cuerpo de hechos verificados.
En otro modo de significar la historia se considera que la necesidad de fijar los
datos básicos no se apoya en ninguna cualidad de los hechos mismos, sino en
una decisión que formula el historiador a priori. En este sentido los datos no
hablan por sí solos; los hechos sólo hablan cuando el historiador apela a ellos.
Bajo estas circunstancias, su condición de hecho histórico dependerá de una
cuestión de interpretación (Carr, 1983). De esta manera, el modo de significar la
historia está ligado a interpretaciones y a contextos particulares.
4 KUHN, Thomas S. La Tensión Esencial. Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1982. 5 CARR, Eduar H. El historiador y los hechos. Tomado de: ¿Qué es la his toria? Ed. Ariel, Barcelona, 1983, pp. 49 -76.
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Teniendo en cuenta lo anterior puede decirse que a cada modo de significar la
historia subyace un modo particular de significar la ciencia. En tal sentido, y
siguiendo a Ayala, consideramos en esta investigación, que la forma más
adecuada en la enseñanza, es considerar la historia como la construcción del
hombre a partir de sus interpretaciones, lo cual permite que los profesores de
ciencias se vinculen a procesos de “recontextualización de saberes”, que exija de
ellos la elaboración de criterios de selección de un campo problemático, la toma
de posición acerca de los fenómenos que intenta organizar (inquietudes,
comprensión que tiene de ellos, etc) y que tenga en cuenta los aportes que al
respecto han hecho otros autores; proceso en el cual el papel de la historia y
epistemología de las ciencias es determinante (Ayala, 2000)6.
Según estos autores, y tal como lo señala Kuhn (1982), a pesar de las evidentes
ventajas del sistema de enseñanza a través de libros de texto, este sistema
comparte ciertos dogmatismos de base. Los conceptos y principios o se discuten o
se aceptan y se hacen operativos; en este sentido el retorno a las fuentes
contribuye a:
• Entender que los conceptos que finalmente fueron decantados en un
paradigma, y que son presentados de manera acabada y precisa en los
libros de texto, tuvieron una génesis y un proceso de desarrollo; entender
esto posibilita enriquecer el concepto, flexibilizarlo y sugerir nuevos
significados y relaciones.
• Identificar las problemáticas que originalmente motivaron la elaboración de
un conocimiento particular y, en muchas ocasiones, las contradicciones y
los debates entre posturas contrapuestas; problemáticas y debates que, en
general, no aparecen en los libros de texto.
6 AYALA, M. Mercedes, Historia de las Ciencias y la Formación de Profesores de Física. Relatorio Final de la VII Conferencia Interamericana sobre Educación en Física, Portoalegre (Canela)-Brasil, julio 2000, págs-75-78.
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• Responder adecuadamente a preguntas que se suelen hacer los
estudiantes sobre el origen y fundamentación de los principios básicos de la
física.
• Entender, por comparación, los procesos de recontextualización que se
operan en los libros de texto. Es decir, resulta posible tomar conciencia de
los cambios en el significado de los conceptos y en la articulación
respectiva, de las transformaciones en la formulación de los problemas, en
el lenguaje, en las formas de argumentación y en los criterios de coherencia
y de rigor.
La recontextualización de saberes es, entonces, una actividad constructiva y
dialógica en busca de elementos para la elaboración o solución de un problema o
la construcción de una imagen de una clase de fenómenos, que depende
inevitablemente de los intereses, conocimiento y experiencia de quienes la
realizan; vivencia que aporta, además, elementos para la identificación de
situaciones problemáticas relevantes para los sujetos que se inician en esta
actividad de construcción de representaciones del mundo natural y de la ciencia
(Romero, 2002).
En este contexto de significación, por una parte, se puede ver una vez más la
importancia que tiene para nuestra investigación el uso de obras originales para
abordar el problema del equilibrio de los fluidos. Por otra parte, un enfoque
histórico epistemológico, puede permitir ver cómo los diferentes modos de
significar la física están ligados a contextos particulares y a problemas propios de
ese contexto, lo que posibilita significar la física como una disciplina
históricamente constituida.
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1. 3 Sobre los procesos de matematización y construcción de
fenomenologías
Usualmente en la enseñanza de la física, la forma tradicional de significar la
formalización de los fenómenos físicos se ha reducido sólo al uso de algoritmos y
símbolos matemáticos, situación que se materializa en la poca reflexión de los
fenómenos físicos para la construcción de los conceptos físicos.
Esta situación se evidencia en el fracaso académico de los estudiantes de física,
al punto que se puede afirmar que uno de los factores incidentes es el uso de las
matemáticas que hace el profesor de física en las didácticas, en las cuales no solo
se confunden los procesos de formalización de los fenómenos físicos con los
procesos de matematización, sino que estos últimos se reducen a la aplicación de
fórmulas y algoritmos.
La forma usual de significar y justificar la matematización en física, se expresa en
términos universales e intemporales, es decir, se considera que tanto el modo de
significar la matematización como su justificación, es independiente de un contexto
y de unos problemas que han surgido en momentos particulares (Paty, 1999)7. A
este respecto resulta lícito pensar que, tal universalización puede resultar
problemática en la enseñanza de la física, ya que las explicaciones en física,
igualmente, tendrían que ser en términos universales y no ligadas a unos
contextos particulares. De este modo la enseñanza se centra en la mera
transmisión de conocimientos que ha creado una comunidad científica y no en la
organización de experiencias o construcción de fenomenologías. En este sentido,
es importante resaltar que el modo de significar la relación física matemática es de
7 PATY, Michael. La idea de cantidad en el origen de la legitimidad de la matematización en física. Conferencia en la filosofía de Marx Wartofsky, Nueva York, Universidad New School, 5-6 marzo 1999 (Marzo 6)
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carácter histórico, en donde el contexto y los problemas tratados han jugado un
papel importante.
Bajo estas circunstancias se considera que adelantar un análisis histórico crítico,
ayuda a explicitar si existen diversos modos de asumir la relación entre la
matemática y la física, al igual que el significado de lo que es la matematización.
Puede decirse que a la forma de significar el matematizar en física, subyace una
forma de significar la física y la enseñanza de la misma. Si la matematización se
reduce a la aplicación de ecuaciones para obtener números, el objeto de la física
igualmente se reduce a la asignación de números a los fenómenos físicos, lo cual
se materializa en la separación entre teoría y experiencia. Esta situación
indudablemente resulta problemática en la actividad de enseñanza de la física si
se tiene en cuenta que todo proceso de formalización está mediado de modo
simultáneo por un proceso de teorización y uso de la experiencia. En este sentido,
la problemática es de un orden complejo, situación que motiva a plantear, en la
enseñanza de la física ¿cómo potenciar el desarrollo de los procesos de
matematización de los fenómenos físicos en los estudiantes? Sobre esta pregunta,
se puede decir que se presentan varias vías, sin embargo en esta perspectiva se
opta por la que permita a los estudiantes establecer relaciones entre variables,
como alternativa para la construcción de fenomenologías.
En el análisis que se hace de algunos textos de nivel universitario, en el de
Zemansky por ejemplo, y de la básica, se puede ver como la forma de significar la
matematización en física se reduce a la mera aplicación de algoritmos a las
situaciones físicas, limitándose el trabajo en la física a la simple aplicación de
fórmulas matemáticas, sin reflexión alguna en el aspecto fenomenológico. En
estos términos puede pensarse que formalizar es aplicar una ecuación matemática
a una situación particular de la física. Esto muestra el uso que hace el profesor de
física de las matemáticas en las didácticas tradicionales, en donde se confunde
no sólo los procesos de formalización de los fenómenos físicos con los procesos
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de matematización, sino que estos últimos se reducen a la aplicación de fórmulas
y algoritmos, con la intención de que el estudiante resuelva satisfactoriamente
ejercicios y problemas propuestos en los libros-texto (Romero, 2003)8.
Esto justifica la importancia de adelantar reflexiones que permitan asumir que el
matematizar un fenómeno, debe significarse de un modo más general, de modo
que no se limite, en la actividad de la enseñanza, a sobreponer el componente
matemático al fenómeno, al respecto Romero considera:
El papel que juega la experimentación es de fundamental importancia
en la enseñanza de la física. Por medio de un análisis de los procesos
de cuantificación de magnitudes físicas como la velocidad instantánea y
la temperatura, se ha mostrado que las prácticas experimentales se
encuentran en estrecha relación con las construcciones conceptuales.
Medir una magnitud física no es un problema meramente empírico
relacionado con el uso de instrumentos para la obtención de datos;
tampoco es un problema teórico relacionado con la asignación arbitraria
de cifras a las propiedades y su posterior manipulación a través de
algoritmos: se trata, ante todo, de un problema de adecuación entre las
formas de razonamiento –como son el pensamiento numérico o el
geométrico– y las fenomenologías identificadas en los respectivos
procesos o transformaciones9.
Sin embargo, tal como se ha mencionado, se debe reconocer el papel importante
que desempeñan las matemáticas en la física, sobretodo si se tiene en cuenta que
la física, puede asumirse como una actividad de conceptualización y
matematización, es decir, una actividad atravesada simultáneamente por un
proceso de construcción conceptual y de matematización; esto adquiere mayor
8 Ibidem 9 ROMERO, et all. Los procesos de matematización de los fenómenos físicos.
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interés si se hacen consideraciones como las siguientes: “En la física, los
fenómenos son representados a través de conceptos que son expresados en
forma de magnitudes o cantidades, dotados de definiciones exactas en una forma
matemática. Las relaciones de conceptos físicos son relaciones entre estas
magnitudes que toman generalmente forma de ecuaciones o de proposiciones
cuantitativas como principios...” (Paty, 1999)10.
En particular, en la enseñanza de la física se presenta un amplio reconocimiento
de la relación existente entre la física y la matemática, lo cual motiva a adelantar
reflexiones entorno a tal relación, ya que es lícito pensar que reflexionar en este
sentido puede minimizar los fracasos que por décadas se han tenido en el intento
de la enseñanza de la física en nivel medio. A este respecto se puede decir que
los resultados que se obtienen en la enseñanza de la física muestran que una de
las asignaturas de mayor dificultad, en la enseñanza media, es la física;
igualmente, investigaciones en enseñanza de la física han mostrado las grandes
deficiencias que persisten en los estudiantes después de culminar todo el ciclo,
bien sea del nivel medio o universitario (Halloun, 1996)11 . Consideraciones y
análisis importantes a este respecto hechos por Halloun y Hammer, permiten
afirmar que entre las dificultades presentadas, se puede destacar la forma de
significar la relación entre la matemática y la física, relación que en la mayoría de
los casos privilegia los algoritmos matemáticos dejando de lado la fenomenología
de la situación física, es decir, la actividad física se reduce sólo a resolución de
problemas matemáticos (sólo algoritmos) sin posibilidad de la reflexión conceptual.
Este privilegio que se da al algoritmo hace que el estudiante después de completar
los cursos introductorios de física termine creyendo que la física consiste sólo en
símbolos y fórmulas matemáticas (Halloun, 1995; Hammer, 1989, 1994). Se puede
pensar que, sobreponer la estructura matemática a la fenomenología ha generado,
10 PATY, Michael. La idea de cantidad en el origen de la legitimidad de la matematización en física, 1999. 11 Halloun, I., Schematic Modelling for Meaningful Larning of Physics. Journal of Research in Science Teaching, 1996, Vol. 33, No. 9, pp. 1019-1041.
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en los estudiantes de física, cierta apatía que no favorece la pretensión que se
tiene en la enseñanza, la cual debe estar centrada en la organización de la
experiencia y construcción de explicaciones por parte de los estudiantes.
A pesar del reconocimiento de la estrecha relación existente entre la física y las
matemáticas, pocas veces se reconoce que a cada forma de significar tal relación
subyace una concepción de lo que es la física y su enseñanza y lo que es la
ciencia en general. En este sentido, entender tal relación en términos de
adecuación o constitución, puede favorecer la implementación de estrategias de
enseñanza.
Tal como lo considera Romero 12, en la enseñanza de la física a nivel medio y
universitario, la forma de plantear y abordar esta relación más difundida es aquella
por la cual se considera a las matemáticas como lenguaje de la física. Es por esto
que tradicionalmente se asume que la introducción de la técnica matemática en la
física, ha propiciado un progreso importante, ya que significa la aparición del rigor
y la exactitud, conceptuales o numéricas, y, en consecuencia, una considerable
extensión de las posibilidades de acción. Sin embargo, esta forma de significar tal
relación es la que posibilita ver la física como la simple aplicación de ecuaciones
matemáticas. Si bien es importante reconocer la legitimidad de la matemática en
la física, esto no resta validez a cuestionamientos como, ¿cuál es el papel de las
matemáticas en la física?, ¿sólo se trata de asignar rigor a las explicaciones
físicas?
Resulta adecuado pensar que esta forma de significar las matemáticas, como
lenguaje de la física, tomado del contexto matemático, condiciona el papel que
debe desempeñar el sujeto en el proceso de formalización, al igual que un
12 ROMERO et all. Los procesos de formalización y el papel de la experiencia en la construcción del conocimiento sobre los fenómenos físicos: El caso de los fenómenos mecánicos. Investigación, Universidad de Antioquia, 2002
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condicionamiento entre el lenguaje del individuo y los hechos, en el sentido de que
es un lenguaje ya dado y acabado por los matemáticos y el papel del sujeto, en la
física, sólo se limita al uso de dicho lenguaje sin posibilidad alguna de adaptarlo a
situaciones nuevas que se puedan presentar en la organización de
fenomenologías.
Al asumir las matemáticas como lenguaje de la física, surgen dos formas de
justificarlo(Romero, 2003)13. En primer lugar, las matemáticas son indispensables
para el trabajo en la física por que son el lenguaje de la naturaleza. En este
sentido, el papel del sujeto puede reducirse sólo a descubrir dicho lenguaje, de
este modo la actividad de la física se centra en la mera apropiación de un lenguaje
inalterable de la naturaleza. En esta forma de ver las matemáticas en la física, el
papel del sujeto está centrado en descubrir los fenómenos de la naturaleza que
están escritos en un lenguaje matemático, de modo que, en todo caso, se trata de
representar la naturaleza con las ecuaciones matemáticas. Bajo estas
circunstancias, matematizar se reduce a la aplicación de unos algoritmos
matemáticos, y lo interesante es sobre poner la construcción matemática a las
fenomenologías identificadas. En segundo lugar, las matemáticas resultan
indispensables en la física por que son el lenguaje del individuo con el cual explica
las interacciones que tiene con el mundo. De esta manera lo considera
Heisenberg 14, el papel de las matemáticas en la física no se centra en la aplicación
de fórmulas matemáticas para representar la naturaleza, sino en el conocimiento
que de ella poseemos. De esto se puede decir que, como el conocimiento que se
tiene de la naturaleza es matemático, igualmente, se sobrepone el algoritmo sobre
las fenomenologías identificadas. En los dos casos planteados las matemáticas
se constituyen en el método universal para representar la naturaleza y la
13 ROMERO et all. Los procesos de formalización y el papel de la experiencia en la construcción del conocimiento sobre los fenómenos físicos: El caso de los fenómenos mecánicos. Investigación, Universidad de Antioquia, 2002 14 Heisenberg. Citado por: Jean Marc Lévy- Leblond
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enseñanza de la física se centra en el adiestramiento del estudiante en el uso de
algoritmos matemáticos.
Puede pensarse que en cada uno de estos polos subyace una forma de ver el
papel de la matemática en la física. En primer lugar, si se busca, con la actividad
física, comprender lo real en términos exactos, seguramente, por la objetividad
que se pretende y por la forma como es asumida la relación entre la matemática y
la física, se termina considerando la formalización como el mero hecho de aplicar
la técnica matemática como el componente objetivo y como aquel que posibilita el
“pensamiento puro”. En segundo lugar, otra opción es considerar la posibilidad de
la acción sobre la realidad mediante un lenguaje matemático. En tal caso, el
pensamiento numérico es el que posibilita la explicación objetiva de lo que sucede
independiente del hombre.
En los dos casos planteados, el lenguaje ya está dado, el papel del hombre se
centra en descubrirlo y hacer uso de él. En estas circunstancias no es posible
determinar la naturaleza de la relación entre la matemática y la física y tal como
se ha expresado a esto subyace una forma de significar la física.
El análisis hecho hasta aquí muestra la importancia que tiene, para la enseñanza
de la física, adelantar reflexiones sobre ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre
las matemáticas y la física? A este respecto, en primer lugar, por las implicaciones
mencionadas en la enseñanza de la física, no resulta adecuado pensar tal
relación, como una relación de aplicación, es decir, una relación instrumental, en
donde las matemáticas como un instrumento o herramienta es tomada de otros
contextos independientes del contexto físico en el cual interviene.
Como alternativa a tal situación, algunos análisis históricos- epistemológicos de la
física han mostrado que el matematizar depende tanto de las estructuras de los
21
sistemas matemáticos como de los conceptos y las magnitudes físicas en
consideración. En tal sentido, matematizar un fenómeno físico no consiste en
sobreponer un aparato matemático al fenómeno; se requiere, ante todo, construir
la posibilidad misma de matematizarlo, es decir, de construir las magnitudes,
relaciones y procedimientos apropiados para representarlo y cuantificarlo
(Malagón, 1988).
En este sentido, es adecuado plantear que el papel de las matemáticas no se
reduce esencialmente al cálculo numérico, es decir, a la manipulación de lo
cuantitativo:
Es importante que la distinción entre un concepto físico y su
matematización no se conciba como una simple diferencia estática. Un
concepto físico no es concepto matemático más «otra cosa». El
concepto matemático no es ni un esqueleto al que la física le presta la
carne, ni una forma abstracta que la física se encarga de llenar de un
contenido concreto: es esencial que la relación entre las matemáticas y
la física se piense en términos dinámicos15
Resulta pertinente pensar entonces que, adelantar reflexiones entorno a los
aspectos que tratan, conjuntamente, la matemática y la física, puede orientar la
construcción de algún tipo de significado a tal relación.
1.4 EL CONCEPTO DE PRESIÓN EN EL CONTEXTO DE LA ENSEÑANZA
En las consideraciones hechas se ha mostrado que la tradicional manera de
significar los procesos de formalización en la enseñanza de la física ha hecho que
15 Levy-Leblond, J-M. Física y Matemáticas. En Apéry, R et al, Pensar la matemática. Tusquets Editores, Barcelona, 1988.
22
el componente matemático se sobreponga a las fenomenologías identificadas, no
dejando ver la formalización como aquella actividad que posibilita la construcción
de explicaciones en la enseñanza de la física.
Podría pensarse que la forma de significar la matematización en física se pone de
manifiesto en la enseñanza de la Hidrostática. Es el caso del concepto presión, el
cual es definido y abordado a partir del concepto fuerza, en donde se asume que
la presión p en un punto es la fuerza normal por unidad de área, es decir, la razón
deA
FP ⊥= , siendo ⊥F la fuerza normal neta sobre un lado de la superficie. En este
sentido se expresa que la presión aplicada a un fluido encerrado se transmite sin
disminución a todas las paredes del fluido y a las paredes del recipiente. Se
puede decir que la anterior forma de significar la presión, además de propiciar una
confusión entre el concepto de presión y el concepto de fuerza, refleja una
particular manera de asumir los procesos de formalización en su relación con la
organización de los fenómenos físicos: en tales procesos formalizar el concepto
presión se reduce al uso del algoritmo.
En este caso particular de la enseñanza de la Hidrostática, estos usos han llevado
a que los estudiantes confundan los conceptos de fuerza y presión, conceptos
físicos que deben asumirse de modo diferente. Sobre este particular se puede ver
como en los textos, el concepto de fuerza está relacionado con acciones y del
mismo modo se relaciona el concepto presión con acción: “la presión que un
bloque ejerce sobre una mesa es simplemente el peso del bloque dividido entre su
área de contacto. Análogamente, en el caso de un liquido en un recipiente
cilíndrico, la presión que el líquido ejerce contra el fondo del recipiente es el peso
del líquido dividido entre el área del fondo del recipiente”16. Esta es una situación
común en la enseñanza del concepto presión, en donde además de ser la presión
una acción, la solución de los problemas que involucran este concepto, solo se
16 HEWITT, Paul G. Física Conceptual. México: Pearson Educación, 1999.
23
reduce a la aplicación del algoritmo A
FP ⊥= , poniendo en juego la forma de
significar el uso de las matemáticas en la solución de los problemas físicos. Por
una parte, si en la enseñanza de la física las acciones entre cuerpos son
asociadas a fuerzas entre ellos, entre la presión como acción y la fuerza como
acción, en principio no habría distinción alguna. Además, si se asume que A
FP ⊥= ,
es una definición del concepto presión, en esta asunción se sugiere una manera
particular de resolver problemas relacionados con la hidrostática, la solución de
tales problemas sólo se podría reducir a la aplicación de tal ecuación, sin
adelantar ningún tipo de reflexión sobre el fenómeno en cuestión.
Por otra parte, a esta forma de resolver los problemas de la Hidrostática subyace
una forma particular de significar la relación entre lo teórico y lo experimental: lo
experimental no implica reorganización conceptual sino simplemente la
verificación del componente teórico.
Con la intención de construir rutas conceptuales alternativas para la enseñanza de
los fenómenos hidrodinámicos se realiza un análisis histórico epistemológico de la
manera como L. Euler configura y presenta su concepto de presión interna,
expuesto en su memoria titulada “Principes géneraux de l’equilibre des fluidos”
publicada originalmente en mémoires de l’academie des Sciences, Berlín, XI, 1755
(1757b), pp. 274 – 315. Opera omnia, ser 2, XII, pp. 2 – 53. Comentario 225 indis
Enestroemiami. En este análisis se muestra cómo Euler diferencia los conceptos
de presión interna y fuerza, considerando la presión como una variable de estado
que da cuenta de la condición mecánica en la cual se encuentra una masa fluida
en un momento dado. Se analiza además cómo el uso del cálculo diferencial
parcial en la organización de los fenómenos hidrostáticos permite a Euler dar
forma a esta clase de fenómenos, aspecto por el cual se constituye en una
fructífera manera de significar la relación entre la física y las matemáticas.
24
CAPÍTULO II: EL EQUILIBRIO DE LOS FLUIDOS EN LA PERSPECTIVA
EULERIANA
2.1 LA FORMALIZACIÓN DEL ESTADO DE EQUILIBRIO DE LOS FLUIDOS: EL
CASO DE LA PRESIÓN INTERNA
A partir de análisis históricos como los de Elkana (1974), Truesdell (1975), Cross
(1983), Blay Michel (1992), se pueden identificar diferentes perspectivas para
abordar y representar los fenómenos hidrostáticos, es el caso de las propuestas
de Arquímdes (287-212- A.C), Stevin (1548-1620), Newton (1643-1727), Bernoulli
(1700-1782) y Euler (1707-1783). En cada una de estas perspectivas se presenta
una forma particular de organización de los fenómenos relacionados con la
Hidrostática. Sin embargo, en esta investigación optamos por la perspectiva
euleriana por considerar que su enfoque nos permite construir una significación
de la formalización como un proceso simultáneo de matematización y construcción
de fenomenologías. En tales análisis se puede ver que aunque se presentan
trabajos importantes en los fluidos como los de los Bernoulli, las exposiciones de
sus ideas en algunos casos resultan confusas; problemas que enfrenta Euler,
comenzando por axiomatizar y sistematizar la hidrostática, mostrando su
aplicación a muchas situaciones de interés fundamental (Truesdell, 1975). Es
precisamente en este proceso de axiomatización que se puede ver una forma,
particular, de significar la formalización en Euler, con el uso que éste hace del
cálculo en la matematización (axiomatización) y la construcción de las
fenomenologías en términos del análisis conceptual.
Se puede decir entonces que el método seguido por Euler en sus investigaciones
más fructíferas, fue enteramente matemático, pero los resultados no se pueden
calificar de matemática pura, pues la experiencia fue guía constante. Tanto la
experiencia física como la experiencia procedente de la acumulación de
25
conocimientos teóricos (Truesdell, 1975). Es por esta razón que en los trabajos de
Euler se reflejan aspectos importantes como:
Ø El papel asignado a la experiencia en su relación con los principios
metafísicos y los presupuestos epistemológicos en los cuales fundamenta
su cosmovisión,
Ø Los conceptos físicos creados para abordar el análisis de la Hidrostática
Ø La forma como explicita la relación física – matemática.
En tal sentido, al tratarse de un trabajo en la hidrostática, nuestra reflexión se
centra en un análisis de los presupuestos epistemológicos, y la relación física
matemática, puesta en juego en la matematización que él hace del estado de
equilibrio de los fluidos.
El propósito central de Euler, es el de desarrollar un principio de la hidrostática
para los fluidos tanto compresibles como incompresibles, al igual que la
determinación de todas las fuerzas que pueden actuar en un fluido cuando se
pretende analizar el estado en el cual se encuentra. Los fluidos incompresibles se
analizan con densidad constante y en los compresibles el análisis se hace cuando
la densidad es función de la presión o bien está en relación con la elasticidad.
2.1.1 ALGUNOS PRESUPUESTOS EPISTEMOLÓGICOS Y LA
FORMALIZACIÓN DE LA PRESIÓN INTERNA EN EL ANÁLISIS DE LA
HIDROSTÁTICA
Es bueno empezar resaltando que para Euler la naturaleza de los fluidos es
diferente a la de los cuerpos sólidos, razón por la cual plantea que no es posible
explicar la naturaleza de los fluidos a partir de una representación con sólidos,
considera que el modelo corpuscular no resulta adecuado cuando se trata de
explicar tal naturaleza. Es precisamente esto lo que lleva a plantear la necesidad
26
de establecer y profundizar en la naturaleza de los fluidos, la cual considera en los
siguientes términos:
En tanto que esta propiedad esencial de los fluidos debe establecer los
principios de la Hidrostática, no la encuentro más que en aquella
cualidad por la que sabemos que una masa fluida no estaría en
equilibrio a menos que ella sea solicitada en todos los puntos de su
superficie por fuerzas iguales y perpendiculares a la superficie.17
En este contexto euleriano, ¿cuál es el papel de la experiencia, de los principios
metafísicos y los presupuestos epistemológicos en el proceso de formalización de
la presión interna, y la determinación del estado de equilibrio de los fluidos? Tal
como se puede interpretar, para Euler la primera idea sobre la que han de estar
fundados todos los razonamientos en Hidrostática es la idea de la naturaleza de la
fluidez en general. Es por esta razón que él pretende establecer un principio
general que le permita evidenciar la naturaleza de los fluidos, es decir, establecer
unos principios a partir de los cuales se pueda dar cuenta de la fenomenología de
los fluidos. Para la axiomatización realiza una discretización en el fluido
(determinación de una masa fluida) identifica unas variables, tales como la altura
(profundidad) determinada por un punto de coordenadas x, y, z, la densidad y su
elasticidad, las cuales hacen posible la construcción del concepto de estado de
equilibrio (equilibrio asociado con permanencia en el tiempo) del fluido,
permanencia que se representa con la presión como variable de estado. En tal
sentido resulta pertinente analizar ¿cómo se comporta la masa fluida cuando está
actuada por fuerzas externas?
17 EULER, Leonhard.Principes géneraux de l´equilibre des fluides. En mémoires de
l´academie des Sciences, Berlín, XI, 1755 (1757b), pp. 274-315. Opera omnia, ser 2, XII,
pp.2-53. Commentatio 225 indis Enestroemiami.
27
Se puede decir que en la perspectiva de Euler, hablar de masa fluida implica
delimitación en el fluido y el equilibrio está asociado con la permanencia, condición
o estado en la cual se encuentra la masa fluida. Bajo estas circunstancias,
reflexionar sobre la pregunta anterior obliga examinar, ¿qué significa referirse a
una masa fluida? y ¿qué se entiende por estado de una masa fluida?
2.1.2 EL CÁLCULO DIFERENCIAL Y LA CONSTRUCCIÓN DE MAGNITUDES
FÍSICAS EN LOS PROCESOS DE FORMALIZACIÓN
Es de resaltar que en el siglo XVIII, surge una relación entre la física y la
matemática ejemplificada a través de la constitución y uso del cálculo diferencial y
la organización de fenomenologías, lo que empieza a significarse como el
matematizar en física. Además de tal relación, simultáneamente con el cálculo
surgen reconstrucciones conceptuales y nuevos conceptos. Tal es el caso, de la
velocidad la cual adquiere con la simbología y conceptualización del cálculo
diferencial una significación diferente a la significación intuitiva considerada por
Galileo, definiéndose matemáticamente en los términos dx/dt y la aceleración en
términos de la segunda diferencial dx/dt2. Este tipo de definiciones, propias del
cálculo, son las que posteriormente utilizará Euler en la formalización de los
fluidos.
Por otra parte, resulta oportuno resaltar que en este siglo (XVIII) se genera un
cambio de rumbo en las explicaciones que se construyen del mundo, la noción de
sustancia es sustituida por la permanencia en las relaciones, es así como la física
se centra esencialmente en las relaciones de las cantidades físicas, expresadas
matemáticamente, o sea que, el objeto de la física es reformulado y constituido por
las relaciones (Paty, 1999). Este replanteamiento posibilita que determinadas
ecuaciones representen lo que hay verdaderamente constante en las cosas y que,
por tanto, si hay algún elemento de la experiencia al que puede atribuirse
verdadera sustancialidad son precisamente a estas relaciones constantes. Esta
28
nueva perspectiva señala un cambio de rumbo de orden metodológico en la teoría
física, generándose lo que algunos historiadores han denominado el enfoque
operatorio. Es así como para Euler, la permanencia de ciertas relaciones entre las
magnitudes que posibilitan la organización de algunos fenómenos naturales
posibilitan su comparación e incluso, la definición de algunas de ellas en términos
de las otras. Es precisamente a través de éste procedimiento de la medida de
unas magnitudes físicas en términos de otras que Euler resuelve las exigencias de
la dimensionalidad (Romero, 2005). Es en este sentido que se puede plantear la
construcción de las magnitudes físicas, entendidas como el resultado de la
construcción de relaciones. Se puede decir entonces que, es en esta parte donde
juega un papel importante, para Euler, la matemática en la construcción de los
principios de los fluidos y su relación con la experiencia: por un lado Euler,
identifica la idea de estado de presión con una magnitud o cantidad, por otro lado
tal cantidad es presentada por una longitud a través de una situación fenoménica
prototipo. Además es de resaltar que en su propósito de matematizar el fenómeno
del equilibrio de los fluidos, Euler considera que el fluido puede ser analizable a
través de un elemento de volumen infinitesimal. A partir de estas consideraciones
Euler plantea que cuando la masa se encuentra en un estado de presión, es decir,
si su estado de equilibrio permanece en el tiempo, la masa debe estar actuada por
todas partes por fuerzas:
... todas las partículas del diafragma soportarán también fuerzas que
responderán a la misma altura p. De modo que se sigue, que cada
elemento de la masa fluida Ikki será por todas partes actuado por
fuerzas semejantes; o bien todas las partículas del fluido serán
presionadas unas contra otras por fuerzas que responderán a la misma
altura p...18
18 ibid.,p.222
29
En este planteamiento, Euler utiliza el termino altura (profundidad) como una
forma de representar el estado de presión de un fluido, la cual está referida a la
altura de una columna de una materia homogénea: cuando el estado de presión
de un elemento de fluido es expresado por la altura p , es necesario entender que
cada cara ds2, de este elemento es presionada por una fuerza que es igual al peso
de un cilindro de una materia homogénea, cuya base es ds2 y la altura p. Esta
altura p representa, entonces la fuerza con la que todos los elementos vecinos del
fluido actúan sobre un elemento particular y, a la vez, la fuerza con la que el
elemento en consideración resiste a la compresión, si se encuentra en un estado
de equilibrio,
Por esto se está en buen orden de tomar una justa idea de aquello que
llamo el estado de presión de un fluido; y esta presión no debe estar
mejor representada que por una cierta altura que se relaciona con la
gravedad de una materia homogénea, que se considerará como la más
conveniente para emplear esta medida. Así, cuando digo que el estado
de presión del elemento de fluido Jkki es expresado por la altura p, es
necesario entender que cada cara de este elemento, que sea ds2, es
actuada por una fuerza que es igual al peso de un cilindro de esta
materia homogénea cuya base es = ds2 y la altura = p. Esta altura p
expresa pues la fuerza con que los elementos vecinos del fluido actúan
de todas partes sobre el elemento Jkki, y en consecuencia este
elemento reaccionará sobre aquellos. Es también por esta misma
fuerza que el elemento Jkki resiste a la compresión, por la que sería
reducido a un menor volumen, de suerte que si su resistencia es más
pequeña, él será reducido realmente.19
Es bueno precisar que aquí Euler determina un punto en el espacio que ocupa el
fluido y dicho punto representa el elemento JKki de volumen infinitesimal. Bojo
30
estas circunstancias, al tomarse la altura como la unidad patrón, entonces se
puede ver cómo a cada unidad de altura corresponde una unidad de estado de
presión. En este sentido se puede afirmar que a toda igualdad de alturas se le
asocia una igualdad de presiones, de modo que si a la altura p1 le corresponde un
estado de presión P1 y a la altura p2 le corresponde un estado de presión P2 ; si
dichas alturas son iguales, es decir, si p1 = p2 entonces se puede concluir que se
presenta una igualdad en los estados de presión, es decir, P1= P2.; del mismo
modo, si las alturas son diferentes, o sea que p1 > p2, se puede deducir que la
presión correspondiente a la altura uno es mayor que la presión correspondiente a
la altura dos, estoes, P1> P2 y viceversa, conocida la relación entre los estados de
presión, se puede establecer la relación entre las alturas correspondientes.
Se muestra, entonces, como para Euler formalizar el estado de presión de un
fluido utiliza una variable altura que puede ser conocida en el fluido. En este
sentido, para establecer el estado de presión de una masa fluida es suficiente
conocer la altura p a la cual se encuentra dicha masa, ya que a partir de esta
altura podemos determinar los pesos (como fuerza prototipo) que serían
equivalentes a las fuerzas actuantes en todas las caras del fluido.
Por otra parte, es de resaltar que, en interpretaciones que se hacen en la
perspectiva de Euler, se puede ver que para abordar el problema del equilibrio de
los fluidos es necesario que el sujeto realice una discretización en éste de modo
que pueda centra la atención solo en una parte de él y , es precisamente en esta
porción del fluido, la cual llama diafragma inmaterial, que él construye la
fenomenología que le posibilita la formalización, a partir de la identificación de
variables como densidad, elasticidad, altura del fluido, de la relación entre estas
variables y de la relación entre fuerzas y superficies, euler empieza a dar cuenta
del estado del fluido en términos de la presión como variable de estado. Situación
planteada por Euler cuando escribe: “… para conocer el estado de presión por la
19 ibid.,p223
31
que una masa fluida es mantenida en equilibrio, es suficiente conocer esta altura
p, que es común a todos los cilindros formados de esta materia grave
homogénea…”.20 Lo anterior muestra cómo para Euler la presión es una condición
en la que se encuentra la masa fluida. Y es ésta una de las razones por la cual es
licito afirmar que el concepto presión en la perspectiva euleriana supera las ideas
que al respecto proponía Daniel Bernoulli relacionadas con la presión como la
fuerza ejercida por un fluido sobre las paredes del recipiente que lo contiene y
cuya medida se identificaba con el peso de la columna de fluido en el punto
correspondiente:
La Hidrodinámica de Daniel Bernoulli contiene el primer análisis de la
presión y la velocidad de un fluido en movimiento. Por presión se
entiende en esta obra la fuerza ejercida por el fluido sobre las paredes
del tubo o recipiente que lo contiene, y como medida de esta presión se
toma la altura de una columna de fluido en reposo, que era la manera
en que desde antiguo se medía la presión de un fluido en equilibrio21
Sin embargo Euler, en sus primeras investigaciones de hidrostática que comienza
desde 1738, hace notar que para fluidos incompresibles en reposo con respecto
de la superficie de la tierra, bastaba el único axioma de que el estado de presión
en el fluido es normal a la superficie sobre la cual actúa el fluido, y este estado de
presión es independiente de la geometría y orientación de dicha superficie. Pero
Euler además tuvo la intuición de integrar todas las ideas de Bernolli, creando así
el concepto más general de presión interna, según el cual la fuerza ejercida por un
fluido sobre cualquier superficie es equivalente a un campo de presiones normales
a la superficie, cualquiera que sean su geometría y la posición que ocupe dentro
del fluido (Truesdell, 1975).
20 Ibid 21 TRUESDELL, C., Ensayos de historia de la mecánica, Op.cit 331.
32
Otra razón importante, para afirmar que el concepto de presión interna en la
perspectiva de Euler supera a la de Bernoulli, está relacionada con el
planteamiento de la presión como el estado generado en un elemento del fluido,
por la acción ejercida por el fluido que rodea tal elemento, es decir, un estado de
presión generado en el elemento del fluido por la acción de elementos vecinos.
Con esta idea Euler empieza a formalizar el concepto de presión interna el cual,
tal como se ha mencionado, se constituye en un concepto más general que el
propuesto por Bernoulli.
Resulta entonces interesante enfatizar en las consideraciones teóricas que hace
Euler sobre lo que experimenta el elemento fluido, en términos de que éste se
encuentra en un estado de presión por la acción de elementos vecinos pero a su
vez los elementos vecinos experimentan igualmente acciones de éste, generando
del mismo modo un estado de presión en ellos. Lo anterior permite afirmar que la
fuerza ejercida por un fluido sobre cualquier superficie frontera imaginaria en el
seno del mismo es equivalente a la acción de un campo de fuerzas normales a la
superficie, cualquiera que sean su geometría y la posición que ocupe dentro del
fluido.
Al hecho de considerar que estas fuerzas sean normales o perpendiculares a las
superficies de la masa fluida en consideración, subyacen dos principios de la
perspectiva de Euler: uno en relación con la impenetrabilidad y el otro con el
principio de mínima acción. Por una parte, debido a la impenetrabilidad del fluido
pueden surgir fuerzas tan grandes o pequeñas según lo exijan las circunstancias,
que son suficientes para impedir la penetración del fluido, es decir, estas fuerza
impiden que dos masas fluidas ocupen el mismo espacio en el mismo tiempo. A
este respecto Euler considera:
33
Así en el choque de los cuerpos su impenetrabilidad no desarrollará
siempre más que la más pequeña fuerza que es capaz de protegerlas
de la penetración, y es sin duda sobre esta circunstancia que se fundó
este principio general, que todos los cambios en el mundo son
producidos a los menores gastos que es posible22
Es por eso que, en el proceso de formalización de Euler, se perciben aspectos
relevantes que permiten caracterizar el concepto de presión interna: uno en
relación con la acción ejercida perpendicular a la superficie por un medio fluido
sobre un elemento discretizado al interior del fluido (imaginario), independiente de
su posición y forma, acción que genera una condición en el fluido y en las paredes
del recipiente. Otro está en relación con la presión como condición o estado en la
que se encuentra la masa fluida, debida a las acciones externas que se ejercen
sobre la masa fluida en consideración, y otro relacionado con la diferencia de
estados y el origen de fuerzas: debido a la diferencia de presiones existente entre
un elemento del fluido y una región vecina a éste, surgen fuerzas motrices que
deforman al fluido y cambian el estado de las partes interactuantes, de tal manera
que se tiende a anular la diferencia de presiones.
Con la intención de seguir dando forma (formalizando) al concepto de presión
interna Euler considera un fluido contenido en un recipiente y plantea que cuando
un fluido en el interior de un recipiente se encuentra en un determinado estado de
presión por la acción de una fuerza cualquiera, no solamente los elementos del
recipiente soportan el estado de presión, sino que de igual forma todos los
elementos del fluido mismo se encontrarán en el mismo estado de presión. Como
todas las partes del fluido experimentan el mismo estado de presión, para
mantenerlo en equilibrio al interior del recipiente, se requiere que las paredes de
éste ejerzan sobre las porciones del fluido fuerzas, que deben mantener con la
22 EULER, Leonhard. Recherches sur l’origen des forces. Opera Omnia II5, Commentationes mechanicae, p.110
34
fuerza considerada la misma proporción que la establecida entre las superficies en
contacto del recipiente y el fluido en consideración. Lo anterior implica que si en
cualquier parte del recipiente se realiza un orificio, por éste el fluido sale
inmediatamente. Esta situación resulta similar cuando la masa considerada no se
encuentra en un recipiente, sino rodeada de modo general por fluido. La porción
considerada se encuentra en un estado de presión al igual que los elementos
vecinos y al presentarse una diferencia de presiones se da lugar a las fuerzas.
A este respecto Euler considera:
...los fluidos se hallan en un tal estado de presión por la acción de
cualquier fuerza PM = aap, no solamente todos los elementos de los
vasos sostienen las presiones, que responden a la misma altura p, sino
también todos los elementos del fluido mismo se encontrarán en el
mismo estado de presión. Concibamos en el interior del fluido, un
diafragma inmaterial EjiB; que reduce la masa del fluido en una porción
cualquiera AEFB; y, si esta porción está en equilibrio, todas las
partículas del diafragma soportarán también fuerzas, que responden a
la misma altura p. De donde se sigue, que cada elemento de la masa
fluida Ikki será por todas partes actuado por las fuerzas semejantes; o
bien todas las partículas del fluido serán presionadas unas contra otras
por todas las fuerzas que responden a la misma altura p; es pues la
igualdad de todas estas fuerzas, lo que constituye el estado de
equilibrio, suponiendo siempre, que de ningún modo existirán fuerzas
particulares, como la gravedad, que actúen sobre las partículas del
fluido.23
En este orden de ideas, es de resaltar que en esta perspectiva el interés se centra
no en la presión en si misma sino en la comparación de estados de presión, y tal
35
como se ha planteado, solo la comparación de los estados de presión es lo que da
la posibilidad de pensar y hablar de fuerzas, situación diferente a lo
tradicionalmente planteado en el análisis de los fluidos, en donde es a partir del
concepto fuerza que se posibilita explicar el concepto de presión. Sobre el
particular Euler escribe:
He aquí donde consiste la naturaleza de la fluidez, una masa fluida no
podría estar en equilibrio, a menos que esté actuada en todas las
partes por fuerzas iguales y perpendiculares a la superficie. De este
modo, si una masa fluida, ABCDEF, es actuada en un lugar AB, por una
fuerza cualquiera PM, donde la dirección es perpendicular a la porción
de la superficie AB sobre la que ella actúa, y si concebimos otra
porción cualquiera CD, para que el fluido se mantenga en equilibrio, se
requiere que esta porción CD sea también actuada perpendicularmente
por una fuerza QN, que ha de tener con PM, la misma razón, que
aquella que subsiste entre las superficies CD & AB. Si una de esas
fuerzas es menor según esta proporción, no sería suficiente para
resistir la acción de la otra, y por tanto el equilibrio sería perturbado.
Ocurre lo mismo en todas las otras porciones de la superficie de los
fluidos, haría abstracción de la gravedad, y de otras fuerzas, que
podrían actuar inmediatamente sobre las partículas del fluido24.
Lo anterior se puede expresar en los siguientes términos:
ABCD
FMQN
= , o bien si QN = F1, y FM = F2; CD = 21ds y AB = 2
2ds , entonces:
22
21
2
1
dsds
FF
= .
23 ibid.,p.222 24 Ibid.,p.220
36
De esta expresión surgen dos situaciones importantes. Una está relacionada con
la manera (metodología) como Euler da forma (formaliza) al concepto de presión
interna. En donde el uso de la experiencia (se apela al conocimiento que se tiene
sobre algunos aspectos y no a la experiencia empírica) y su relación con los
principios como la impenetrabilidad, el principio de mínima acción y el de la inercia
son importantes: una masa fluida no hace nada por sí sola para cambiar el estado
de presión en la cual se encuentra; es precisamente, por el principio de mínima
acción y por la impenetrabilidad de los elementos de fluido que se presentan las
deformaciones y los diferentes estados de presión dando lugar a las fuerzas
perpendiculares.
2. 2 ANÁLISIS A PARTIR DE LA DETRMINACIÓN DE UN ELEMENTO FLUIDO
Las consideraciones anteriores llevan a Euler a plantar un problema que contiene
toda la teoría del equilibrio de los fluidos y posibilita explicitar la relación tributaria
entre la física y la matemática a partir de la axiomatización y construcción de la
fenomenología del equilibrio del fluido:
Las fuerzas, con las que todos los elementos del fluido son actuados
(sollicitées), siendo dadas con la relación que subsiste en cada punto,
entre la densidad y la elasticidad del fluido; encontrar las presiones que
tendrán lugar en todos los puntos de la masa fluida, por la que se
encuentra el equilibrio.25
A partir de este problema central, se puede establecer que analizar el equilibrio de
una masa fluida consiste en determinar el estado o condición de presión en la cual
se encuentra la masa fluida, condición que como se ha dicho se puede determinar
en términos de la variable altura. Lo anterior muestra con cierta claridad como
para Euler el problema del equilibrio del fluido está dado en términos de la presión.
37
C
O
y
Y K
k
M
L
m
l
n
X x
B
A
Es por esta razón que para abordar este problema Euler considera, al interior de
una masa fluida, un punto Z de coordenadas x, y, z y selecciona a partir de él un
elemento de fluido en forma de paralelepípedo rectangular de lados dx, dy, dz.
Luego descompone la fuerza aceleratriz que actúa en el punto Z según los tres
ejes coordenados, OA, OB, y OC, perpendiculares entre sí en el punto O. Estas
tres coordenadas determinan: OX = x, XY = y, YZ = z.
z
Z
Figura 1. Masa fluida en forma de paralelepípedo ubicada en el punto Z
Estas fuerzas que actúan sobre las partículas del fluido, son parecidas a la de la
gravedad, por lo tanto ellas actúan proporcionalmente a la masa que se encuentra
en Z, es decir, si la masa que está en Z es doble la fuerza motriz igualmente será
doble, esto implica que la fuerza motriz es proporcional a la masa. Situación que
no ocurre con la fuerza acelerativa, ya que su magnitud no depende de la masa
identificada en Z. Sin embargo esta fuerza acelerativa que actúa en Z se puede
descomponer en la dirección de los tres ejes de coordenadas:
Una componente que actúa según ZL, paralela a OA = P
25 ibid.,p.227
38
Una componente que actúa según ZM, paralela a OB = Q
Una componente que actúa según Zz, paralela a OC = R
Q
R
Z P
Figura 2. Fuerzas motrices en el elemento fluido ubicado en el punto Z
Lo anterior se puede precisar diciendo que: la fuerza P actúa siguiendo la
dirección ZL (+X), R actúa según la dirección Zz (+Z) y Q actúa según la dirección
ZM (+Y). Las magnitudes de las fuerzas P, Q y R son funciones de las variables x,
y, z, lo que implica que la cuantificación de estas fuerzas acelerativas se da en
términos de la posición que ocupa la masa fluida.
Lo antes referenciado, muestra un aspecto interesante en la perspectiva de Euler,
y está relacionado con la brillantez con la que determina cada elemento del fluido
a través de la definición de tres coordenadas x, y, z en relación a tres ejes fijos y
perpendiculares entre si: en primer lugar se debe resaltar el hecho de que el punto
Z representa las características de una masa fluida, ya que posee volumen al ser
un punto tridimensional del espacio, en segundo lugar, tal determinación puede
ser aplicada a cualquier punto del espacio ocupado por el fluido. Esta situación se
ve con cierta claridad la relación establecida por Euler entre las características de
un espacio geométrico y las características de una parte del medio que analiza. Es
39
entonces importante resaltar el aspecto característico de la perspectiva euleriana:
dos puntos arbitrarios Z, z del espacio definen unívocamente un elemento
volumétrico de fluido cuyo volumen corresponde al volumen del paralelepípedo
construido con las distancias entre Z y z como diagonal. Este hecho, que
inicialmente puede aparecer inadvertido, refleja tanto el objeto de análisis que se
está abordando como la forma de hacerlo a través de una metodología geométrica
y a la vez analítica con el uso del cálculo diferencial (Romero, 1996).
Además de lo interesante del componente metodológico, en la perspectiva
eulerina, surge otro aspecto de interés relacionado con la presión como variable
de estado, y es en este sentido lo planteado por Romero cuando se refiere que en
la perspectiva de Euler la presión, la velocidad y densidad son consideradas como
funciones de estado:
...la velocidad, la presión y la densidad empiezan a ser consideradas
por una parte, teniendo un valor determinado para cada punto del fluido,
es decir, como funciones que dependen de la posición del elemento
particular del fluido y, por otra parte, como medio, es decir como
variables de estado para las diversas configuraciones que puede tomar
el medio fluido26
De lo anterior se deduce que la variable presión no solo permite dar cuenta de la
estructura del medio sino que además permite dar cuenta de la condición en la
cual se encuentra un elemento del fluido. Es en este sentido que Romero
considera que la presión pasa de ser una relación entre fuerzas y unidades de
superficie y se convierte en una función de estado, de modo que deja de asumirse
como la acción que se ejerce sobre una superficie del elemento fluido, y se
26 ROMERO, A. E.. La mecánica euleriana: una mecánica del continuo. Tesis de grado Maestría en Docencia
de la Física, U.P.N., Bogotá, 1996.
40
concibe como una magnitud que da cuenta de la condición o estar de una región
determinada del fluido. (Romero, 1996)
Bajo estas condiciones, es lícito plantear que al ser la presión una función de
estado, no importa los valores particulares que ésta función pueda tomar en cada
punto del espacio sino la diferencia de tales valores. Y tal como se ha venido
planteando esto es una muestra clara de que para Euler, las fuerzas son el
resultado de una diferencia de presiones en el caso particular de los fluidos.
Por otra parte, relacionar la estructura del espacio con la estructura del medio de
análisis muestra como en la perspectiva de Euler el componente matemático
emerge e n la construcción de la fenomenología del fluido.
2. 2. 1 DETERMINACIÓN DE LA MASA FLUIDA Y LAS COMPONENTES DE LA
FUERZA MOTRIZ
Para tener en cuenta la masa en el análisis del fluido, Euler considera que la masa
depende del volumen y de la densidad conjuntamente, con la cual determina el
peso como prototipo de las fuerzas. La densidad del fluido en Z se denota con q, y
también está en función de las variables x, y, z. Si el fluido no es compresible la
magnitud de la densidad del fluido es una constante, es decir, el fluido es
homogéneo ya que en cualquier punto de él dicha magnitud toma el mismo valor.
Si por el contrario el fluido es compresible, la densidad se constituye en una
variable que debe estar en función de x, y, z.
En este sentido Euler plantea que conociendo la densidad del fluido en el punto Z,
resulta fácil determinar la masa que se sitúa en él. Para tal fin se considera un
elemento fluido con forma de paralelepípedo rectangular de lados dx, dy, dz, los
cuales representan las tres variables x, y, z, de modo que el volumen (V) del
elemento fluido determinado se puede expresar en los siguientes términos: como
41
V = xyz, entonces dv = dxdydz. Al tomar la densidad del fluido como q, entonces la
masa (m) del fluido está dada en los siguientes términos: m = qdxdydz. Esta
expresión muestra que al igual que la densidad la masa también está en función
de la posición del punto Z, es decir, el punto Z presenta las mismas características
que presenta la masa fluida, lo que indica que la estructura del espacio geométrico
puede ser atribuible al medio fluido. Además, es de resaltar la estrategia de
expresar la masa en función de los diferenciales de posición, estrategia que
caracteriza la perspectiva euleriana en cuanto a su componente matemático
fundamentado en coeficientes diferenciales.
Es, precisamente, a partir de la determinación de la masa que Euler descompone
la fuerza motriz que actúa en el punto Z, considerando que las fuerzas
acelerativas así obtenidas P, Q, R, son igualmente funciones de x, y, z. Bajo estas
circunstancias el elemento fluido determinado (masa fluida), será sometido por
una fuerza motriz cuyas componentes son:
Pqdxdydz, la cual actúa según la dirección ZL (+X)
Qdxdydz, la cual actúa en la dirección ZM (+Y) y
Rqdxdydz, actuando en la dirección Zz (+Z)
2. 2. 2 DETERMINACIÓN DE FUERZAS DEBIDAS A LA DIFERENCIA DE
PRESIONES
La diferencia de presiones entre dos caras opuestas de un paralelepípedo
imaginario aislado, producen una fuerza que tiende a mover la partícula de fluido,
perpendicularmente a sus caras, fuerza que debe equilibrar las fuerzas
aceleratrices con las que la partícula es animada.
Tal como lo hace con la masa, para determinar las fuerzas asociadas a la
diferencia presión, Euler considera que la presión p del fluido en Z es una función
42
desconocida de las coordenadas x, y, z, cuya diferencial tendrá la forma dp =
Ldx+Mdy+Ndz. Cualquiera que sea la presión sobre uno de los lados del elemento
fluido, por ejemplo ZMzm (ver figura uno), la presión en el otro lado opuesto LNln
excederá el incremento de la altura dp = Ldx. A este respecto se puede decir,
entonces, que el término Ldx expresa el incremento de presión que experimenta el
elemento fluido, a lo largo del eje x debido a que las caras del paralelepípedo en
esta dirección están separadas un diferencial dx. Situación similar ocurre con los
otros lados opuestos, donde Mdy y Ndz representan los incrementos de presión
debidos a la separación de las caras en los diferenciales dy y dz a lo largo de los
ejes Y y Z respectivamente. Lo anterior implica que cada una de las caras sería
empujada por una fuerza en los siguientes términos: En el lado de área dydz, el
elemento fluido es empujado según la dirección LZ (-X) por la fuerza de magnitud
Ldxdydz. De igual manera el lado que presenta el incremento Mdy ( en el eje Y) el
elemento será empujado en la dirección MZ (-Y) por la fuerza de magnitud
Mdxdydz; la cara que presenta el incremento Ndz (en el eje Z), el elemento será
empujado en la dirección zZ (-Z) por la fuerza de magnitud Ndxdydz. De esta
manera Euler determina todas las posibles fuerzas que pueden actuar sobre una
masa fluida.
Estas fuerzas motrices no son las únicas que actúan sobre el elemento diferencial
del fluido, pues dicho elemento es también actuado por la acción del fluido del cual
es rodeado. Esta situación Euler la analiza a partir de un razonamiento
geométrico, idéntico al realizado para determinar la masa fluida. En cuanto al
surgimiento de fuerzas debidas a la diferencia de presión y a las fuerzas en
general que pueden actuar en una masa fluida Euler considera:
Las otras determinaciones deben ser deducidas de la consideración de
las fuerzas a las que cada partícula es sujeta: ahora bien, a demás de
las fuerzas aceleratrices P, Q, R que actúan sobre el elemento del fluido
en Z, también actúa sobre él la acción de todas partes del fluido. de la
43
combinación d estas dobles fuerzas aceleratrices según las direcciones
de los ejes, y ya que se puede señalar las aceleraciones mismas por la
consideración de las velocidades u, v, w, deducimos las tres
ecuaciones, que junto a la que hemos encontrado, referirán todo lo que
se observa del movimiento del fluido, de suerte que tendremos
entonces los principios generales y completos de toda la ciencia del
movimiento de los fluidos27.
Tal como se ha señalado, en la perspectiva euleriana cobra gran interés el hecho
de considerar que debido a la diferencia de presiones entre un elemento de fluido
y otro elemento cualquiera (región vecina), surgen fuerzas motrices que cambian
el estado mecánico de las partes interactuantes.
Estas tres fuerzas son contrarias a las fuerzas motrices, representadas en la figura
dos; el estado de equilibrio exige que sean iguales entre sí, obteniendo de esta
manera las condiciones generales para que una masa fluida pueda estar en
equilibrio, condición que se puede plantear en los siguientes términos:
Recordemos que las componentes de las fuerzas actuantes en el eje X son: la
componente de la fuerza motriz Pqdxdydz y la componente de la fuerza debida a
la diferencia de presiones es Ldxdydz, como estas fuerzas son iguales por estar el
elemento fluido en equilibrio se tiene que Pqdxdydz = Ldxdydz, al despejar L de
esta expresión se tiene: L = Pq (1). En el eje Y las fuerzas actuantes son: la
componente de la fuerza motriz Qdxdydz y las debidas a la diferencia de presión
Mdxdydz, y tal como se plantea en el eje x en el eje Y se tiene: Qqdxdydz =
27 EULER, Leonhard.Principes géneraux du mouvement des fluides. En mémoires de l´academie des
Sciences, Berlin, XI, 1755 (1757a), pp. 217-273. Opera omnia, ser 2, XII, pp.54-91. Commentatio 225 indis
Enestroemiami.
44
Mdxdydz; al despejar M, se tiene que M = Qq (2); de igual manera en el eje Z se
tiene que: Rqdxdydz = Ndxdydz, obteniendo N = Rq (3).
Tal como se ha expresado, Euler considera que la expresión que da cuenta del
estado de presión del fluido es dp = Ldx+Mdy+Ndz, si reemplazamos (1), (2) y (3)
la expresión adquiere la siguiente forma:
dp = Pqdx +Qqdy + Rqdz, al factori zar q; dp =q(Pdx + Qdy + Rdz). Esta expresión
además de permitir dar cuenta del estado de presión en la cual se encuentra una
masa fluida, muestra el estado de presión como una función de la posición del
fluido.
Al analizar el planteamiento de Euler en cuanto al surgimiento de las fuerzas
debidas a la diferencia de presión, al igual que la anterior expresión que da cuenta
del estado de equilibrio del fluido resultan aspectos relevantes que permiten
caracterizar el concepto de presión interna en Euler:
1. Para que la masa fluida ubicada en Z permanezca en equilibrio las fuerzas
que actúan en dicha masa deben anularse entre sí.
2. La diferencia de presiones a la que están sometidas las caras de la masa
fluida es lo que da origen a las fuerzas que tienden a mover una partícula
de fluido al centro de dicha masa, es decir, tienden a reducir su volumen,
las cuales deben anular las fuerzas aceleratrices que actúan sobre la masa,
como condición para que ésta permanezca en equilibrio.
3. La acción ejercida por un medio fluido sobre una superficie imaginaria
interior a este fluido, independiente de su geometría y ubicación, es
perpendicular a esta superficie en cada punto.
4. El estado de presión no se analiza en términos de una fuerza y un área,
sino en términos de la relación de varias fuerzas y sus respectivos
diferenciales de superficie.
45
5. La expresión dp =q(Pdx + Qdy + Rdz) representa el carácter espacial tanto
de la fuerza como del estado de presión.
2. 2. 3 CONDICIONES PARA QUE LA MASA FLUIDA PUEDA ESTAR EN
EQUILIBRIO BAJO LA ACCIÓN DE LAS FUERZAS P, Q y R
Para que la masa fluida pueda estar en equilibrio la expresión dp =q(Pdx + Qdy +
Rdz), debe ser integrable, es decir, debe cumplir las condiciones de las formas
diferenciales28.
En este sentido es lícito afirmar que dp =q(Pdx + Qdy + Rdz) es integrable si es
exacta, es decir, es necesario que P, Q y R sean respectivamente las derivadas
parciales respecto a x, y, z de una función f que representa el punto z
determinado al interior del fluido:
28 Sea P un conjunto abierto de R2. Se llama forma diferencial a una aplicación w que, a todo
punto (x, y) de P, asocia, no un número, sino una forma lineal en R2. La aplicación w se puede
expresar de manera única en la forma: w = Mdx + Ndy, donde M y N son dos funciones numéricas
definidas en P”28. Para que esta forma diferencial sea integrable debe ser exacta, es decir, es
necesario que M y N sean respectivamente las derivadas parciales respecto a x y a y de una
función f:
xf
M∂∂
= , yf
N∂∂
= y por tanto se debe cumplir que xN
yM
∂∂
=∂
∂. Ver a este respecto (QUINET, j,
1983)
46
dxdf
p = , dydf
Q = , dzdf
R = y por tanto se deben cumplir las siguientes condiciones:
( ) ( );
xQq
yPq
∂∂
=∂
∂ ( ) ( );
xRq
zPq
∂∂
=∂
∂ ( ) ( )y
Rqz
Qq∂
∂=
∂∂
“Sin estas condiciones es imposible que la masa fluida pueda jamás ser reducida
al equilibrio por las fuerzas actuantes P, Q, R. Si tales casos fueran por otra parte
posibles, serían bien notables, porque el fluido no podrá alcanzar jamás el
equilibrio, debiéndose encontrar en una agitación continua; y por consiguiente
contener un verdadero movimiento perpetuo.”29
De modo general Euler plantea algunas posibilidades para establecer el estado de
equilibrio de los fluidos:
Cuando el fluido es incompresible y
Cuando el fluido es compresible
Cuando el fluido es incompresible resultan dos condiciones: si el fluido es
homogéneo, la magnitud de la densidad no depende de la altura y en tal caso la
densidad es constante en todo el fluido. si el fluido no es homogéneo, o sea que
está compuesto de partículas con diferentes densidades, la densidad q en el punto
Z es función de las variables x, y, z, las cuales determinan a cada partícula, en tal
sentido el equilibrio será posible si la expresión dp =q(Pdx + Qdy + Rdz) es
integrable, es decir, el equilibrio se puede determinar si es posible establecer la
densidad en la partícula en la cual se analiza el estado de equilibrio. De no ser
integrable es por que se están presentando cambios en la disposición de las
partículas y el fluido se encuentra en un estado de perturbación, pero una vez q
29 EULER, op cit.,p.230
47
obtenga un valor determinado la ecuación dp =q(Pdx + Qdy + Rdz) será integrable
y se podrá determinar el estado de equilibrio de la masa fluida.
Si el fluido es compresible, la elasticidad p dependerá de la densidad q, lo cual
posibilita que consideremos a p como función de x, y, z, las cuales igualmente
determinan el punto Z. Si es posible expresar la densidad o la elasticidad como
función de estas variables (x, y, z), la ecuación dp =q(Pdx + Qdy + Rdz) es
integrable y en tal caso el estado de equilibrio será determinado, pero si no es
posible establecer tal relación, es porque el fluido se encuentra en un estado de
perturbación y el equilibrio será imposible de establecer.
Estas consideraciones encierran de modo completo el problema de la
determinación del estado de equilibrio de los fluidos. Consideraciones que
contemplan la posibilidad de determinar para cada punto, el estado de presión, la
elasticidad o la densidad del fluido, para lo cual Euler ha construido la ecuación dp
=q(Pdx + Qdy + Rdz) que contiene toda la solución del problema. Sobre este
particular Euler resalta que cuando las fuerzas P, Q, R son reales (e.i. fuerzas
centrales), la relación Pdx + Qdy + Rdz expresará un diferencial real, que resulta
de una cantidad finita, función de las coordenadas x, y, z. En tal caso la integral
dará cuenta del esfuerzo de las fuerzas actuantes en el fluido.
Por otra parte, se puede decir que al analizar la expresión dp =q(Pdx + Qdy +
Rdz), el problema del equilibrio de los fluidos cobra interés es en determinar la
diferencia de presiones no en términos de una fuerza, como usualmente se hace,
sino de varias fuerzas por los respectivos diferenciales de distancia y su integral
representa lo que para Euler es el esfuerzo o eficacia de las fuerzas actuantes
( ∫ pdz). En este sentido, resulta interesante resaltar la relación que surge entre el
estado de presión y el esfuerzo como una posibilidad de determinar el estado de
equilibrio de los fluidos. Esto implica la deformación del fluido a demás de indicar
48
el surgimiento de fuerzas debido a la impenetrabilidad, posibilita también la
determinación del estado o condición de presión en la cual se encuentra el fluido.
Si definimos a S como la integral de Pdx + Qdy + Rdz, la ecuación general del
equilibrio de los fluidos toma la forma dp = qds, siendo S función de las
coordenadas x, y, z. La expresión dp = qds es integrable (el fluido está en
equilibrio) si q es constante o es función de S, de p o de S y p conjuntamente, de
lo contrario el equilibrio es imposible y las partes del fluido se encuentran en
movimiento. Sobre este particular Euler considera.
“…convendrá distinguir toda la masa fluida por medio de capas, cada
una de las cuales pasa por todos los puntos donde la cantidad S, o el
esfuerzo total de las fuerzas actuantes, es la misma (…) Ahora bien,
habiendo establecido todas estas capas, la formula dp = qdS hace ver
que el equilibrio no tendrá lugar, a menos que en cada capa el fluido
tenga en todo lugar la misma densidad y el mismo grado de calor; o
bien será necesario que las partículas de cada capa sean
perfectamente homogéneas entre ellas. Y entonces la elasticidad p será
también la misma por todo el recorrido de cada capa”30
De lo anterior se puede inferir que S representa la sumatoria (esfuerzo total) de
todas las fuerzas actuantes en el elemento fluido, cantidad que posibilita
determinar el estado o condición de equilibrio mecánico del fluido siempre y
cuando el fluido tenga densidad y temperatura definida, es decir con valores
constantes. Estas condiciones en las que el equilibrio es posible de establecer se
pueden precisar en los siguientes términos:
1. Si el fluido no es compresible, es decir, si la densidad q no depende de la
presión p, el equilibrio será posible cuando la densidad es constante o
cuando depende únicamente de la cantidad s.
49
2. Si el fluido es compresible, el equilibrio tendrá lugar en el caso de que la
densidad q sea función sólo de la presión p; en tal caso la ecuación será
integrable pues se reducirá a dp/q = ds.
3. Si la presión depende, además, de otra variable como la temperatura, el
equilibrio no tendrá lugar a menos que dicha variable dependa únicamente
de la cantidad s, es decir, que las partículas del fluido tengan el mismo valor
de dicha variable en aquellos lugares que corresponden al mismo valor de
s.
Con la intención de seguir profundizando sobre las condiciones que se deben
cumplir para que el equilibrio tenga lugar, Euler plantea que es conveniente
determinar la masa fluida por capas, en las cuales el valor de S es el mismo. En el
caso de las fuerzas actuantes con naturaleza parecida a la de la gravedad las
capas son paralelas y horizontales, en tal caso será posible determinar el estado
de equilibrio del fluido ya que ds y dp serían igual a cero, lo que implica que la
capa se encuentra en el mismo estado de presión, con densidad y elasticidad
constantes. En este sentido Euler no solo propone una noción de presiones sino
que además busca encontrar una función escalar que solo dependa de la posición
para, a partir de ella, derivar la fuerza.
30 Ibid.,p.234
1
2
3
50
Figura tres. Fluido determinado por tres capas homogéneas y paralelas, en cada
una de ellas el esfuerzo total es cero.
En la figura la presión, densidad y elasticidad a lo largo de cada capa es la misma
pero se presenta una diferencia de presiones entre las capas 1, 2 y 3.
Por otra parte, cuando las fuerzas actuantes están dirigidas hacia un centro, fijo,
figura cuatro, las capas adquieren una forma esférica y concéntrica, alrededor del
centro de las fuerzas, la expresión dp = qds permite concluir que el equilibrio no
tendrá lugar a menos que el fluido no tenga por todas partes la misma densidad y
la misma temperatura, es decir, que las partículas de cada capa sean
homogéneas entre ellas y la elasticidad p tome un valor constante a lo largo de
cada capa.
Figura cuatro. Capas del fluido cuando las fuerzas tienden hacia un centro con
densidad constante
Un análisis más en detalle de la naturaleza de los fluidos a través de las capas,
permite precisar en lo siguiente:
51
1. Si la masa fluida es homogénea y no compresible y la densidad q es
constante, entonces la integral de dp = qds es equivalente a )( asp ±= ,
siendo a la constante para cualquier estado del fluido, por la cual se
presenta un estado de presión en una capa determinada, de aquí
conocemos la presión que tendría lugar a lo largo de otras capas, puesto
que a lo largo de capa la presión es la misma.
2. Si el fluido es incompresible pero compuesto de partículas con densidad
diferente, si el fluido puede llegar al estado de equilibrio, entonces cada
capa contiene partículas con la misma densidad q la cual está en función de
s y la integral ∫= qdsp permitirá determinar la presión del fluido en cada
capa.
3. Si el fluido es elástico y compresible y la elasticidad depende únicamente
de la densidad q, la cual es expresada en función de la elasticidad p, la
ecuación dp = qds es integrable y será equivalente a ∫=q
dps
4. Si el fluido es elástico, pero la elasticidad p depende de la densidad y la
temperatura del fluido, la cual hace que el fluido sea variable, el equilibrio
no tendrá lugar a menos que la temperatura a lo largo de cada capa sea la
misma.
Tal como lo plantea Romero, buscar establecer la condición de equilibrio mecánico
de una masa fluida implica establecer las condiciones a partir de las cuales la
expresión dp/q = dS sea integrable (Romero, 1996). Sobre este particular Euler
considera:
Es claro que esta ecuación dp = qdS no podrá ser real a menos que q
sea (o constante) o función de sólo la cantidad S, o solo de p, o de las
cantidades S y p en conjunto, en fin cuando la ecuación no se refiera
más que a las dos variables p y S. en todos los otros casos, donde la
52
densidad q no dependa puntualmente solo de las cantidades p y S sino
que además entra alguna otra variable en su determinación, el equilibrio
será posible y las partes de un fluido tal estarán necesariamente
puestas en movimiento31.
Lo anterior muestra como para establecer el equilibrio se requiere que si en el
fluido se presentan otras variables determinantes éstas deben estar en función de
S. en este sentido Romero resalta que el análisis del equilibrio de los fluidos que
hace Euler, además de condensar su perspectiva del mundo al considerar
conceptos como el de presión y esfuerzo, implican tanto estrategias como
formalismos matemáticos propios de esa forma de ver el mundo físico (Romero,
1996).
CAPÍTULO III: RELACIÓN FÍSICA MATEMÁTICA
3.1 EL USO DEL CÁLCULO DIFERENCIAL EN LA FORMALIZACIÓN DE LOS
FLUIDOS: UNA FORMA DE MOSTRAR LA RELACIÓN FÍSICA MATEMÁTICA
El establecimiento de los principios generales de la hidrostática, realizados por
Euler coinciden con el momento histórico (siglo XVVIII) en donde los trabajos son
orientados a organizar y formalizar las teorías establecidas en el siglo XVII, en
principios generales. En este sentido, tal como lo plantea Romero, más que el
interés por la extensión y aplicación de los conocimientos ya constituidos y el afán
por alcanzar nuevas metas, la preocupación se centra en la indagación por la
posibilidad del establecimiento de líneas directrices que permitan fundamentar y
perfilar la dirección de la propia actividad: la pretensión está centrada en el
análisis del fundamento general de los fenómenos (Romero, 1996). Es
precisamente en este siglo (XVIII) que se obtienen las leyes de la mecánica de
fluidos, como resultado del trabajo con el cálculo diferencial, y la invención y
31 ibid.,p.233
53
utilización de las derivadas parciales; obra iniciada por D’ Alembert y continuada
por Euler (Paty, 1994).
En este momento histórico se pude ver como el uso del calculo diferencial implica
una nueva etapa de la matematización en física, la cual encuentra en la mecánica
de fluidos un terreno fértil que posibilita el establecimiento de principios generales,
tales como los postulados por Euler.
Según algunos análisis históricos (Paty, 1994), la matematización de la
hidrodinámica es iniciada por D’Alembert a través de la invención y uso del cálculo
de ecuaciones diferenciales, propiciando con su trabajo rutas alternativas, que son
retomadas por Euler, estableciendo los principios delos fluidos. A este respecto D’
Alembert considera:
Las ciencias llamadas fisico- matemáticas (...) consisten en la aplicación
del cálculo al fenómeno natural (...) la invención del cálculo integral y
diferencial nos ha permitido de alguna forma el movimiento de cuerpos
en sus elementos o partículas... Es sólo con la ayuda de estos cálculos
que podemos penetrar dentro de los fluidos y descubrir el papel de sus
partes, las acciones que mutuamente ejercen, entre ellos, estos
innumerables átomos de los cuales un fluido está compuesto, y parece
al mismo tiempo unido y dividido, dependiente e independiente entre
ellos. Es así porque el mecanismo interno de los fluidos es tan
pobremente análogo a aquel de los cuerpos sólidos que tocamos, y
sigue leyes que son muy diferentes32
32 D’Alembert, ( ). Citado por: PATY, M.. La idea de cantidad en el origen de la
legitimadad de la matematización en física, 1999.
54
Lo propuesto por D’Alembert muestra el papel que desempeña la invención y uso
del calculo diferencial en la formalización de los principios de los fluidos. Y es
precisamente con el uso del cálculo que Euler hace un análisis del medio fluido,
propiciando nuevas representaciones en términos del nuevo análisis (cálculo
diferencial) que permite pensar el medio fluido a partir de la formalización y
establecimiento de estos principios: la conceptualización física de algunos
fenómenos como el equilibrio de los fluidos es hecha posible por el uso
sistemático de la simbología y significación del cálculo diferencial leibniziano que
Euler ya en esta época bien conocía a través de sus maestros y coterráneos
Jacob y Joahan Bernoulli quienes, junto con Pierre Varignon y Guillaume- Francois
de L’ Hospital, desarrollaron y difundieron el cálculo leiniziano en el continente. En
particular, Euler utiliza el símbolo “d” para el operador de diferenciación, con la
misma significación que Leibniz, el diferencial dx de la magnitud x, es otra
magnitud que tiene la misma dimensión que x, y por tanto con la que se puede
componer. Esta concepción analítica de los fenómenos es precisamente la que
permite a Euler la natural utilización de la simbología y sentido del cálculo
diferencial. (Romero, 2005).
De manera análoga Euler lo hace con la presión, el diferencial dp (diferenc ial de
presión) una magnitud que tiene las mismas dimensiones que p.
A este respecto Romero considera:
Es de resaltar, no obstante, una diferencia fundamental del uso y
conceptualización euleriano del cálculo diferencial respecto a la forma
inicial como fue propuesta y practicada por Leibniz. Mientras que para
Leibniz y sus primeros seguidores el análisis no puede ser entendido
sin referencia a su interpretación geométrica, en el sentido que se
concibió como directamente relacionado con el estudio de curvas y con
las relaciones entre magnitudes geométricas variables involucradas en
55
una curva, para Euler el análisis no es una herramienta para el estudio
de las curvas sino para el estudio de las fórmulas y las relaciones entre
magnitudes; es decir, se trata de la ciencia que estudia las cantidades
abstractas en general, entendiendo por cantidad abstracta una cantidad
genérica cuya naturaleza no es especificada más que por sus
relaciones operacionales con otras cantidades abstractas33
En este contexto de significación, para Euler la presión, más que ser una magnitud
primitiva, es concebida como una función del fluido en un punto Z, función
desconocida de las coordenadas x, y, z, cuya diferencial tendrá la forma dp =
Ldx+Mdy+Ndz.
De lo anterior se pueden inferir dos aspectos importantes, uno en donde se ve
como para Euler es indispensable conocer la disposición de las partículas que
componen el fluido. Conocer el estado de presión es, para Euler, determinar su
densidad y posición del elemento fluido. De esta manera se puede decir, que el
enfoque de Euler, para el análisis de los estados de presión, consiste en lo
siguiente: dado un punto geométrico fijo en el espacio, establecer el estado de
presión del fluido en un punto, implica determinar dicho estado en función de la
posición del punto. Este hecho de determinar cada punto o cada elemento del
fluido a través de las distancias x, y, z, tomadas respecto a tres ejes coordenados
fijos y perpendiculares entre sí, posibilita, al dar a tales coordenadas todos los
valores posibles, recorrer todos los puntos del espacio infinito y por tanto, también
todos los puntos ocupados por el fluido en cada instante. Es en este sentido que la
presión y la densidad pueden ser consideradas, por una parte teniendo un valor
determinado para cada punto del fluido, es decir, como funciones que dependen
de la posición del elemento particular del fluido y, por otra parte, como magnitudes
que dan cuenta de la disposición tanto espacial como temporal del medio, es
decir, como variables d estado para las diversas configuraciones que pueden
33 ROMERO, Op cit., p.4.
56
tomar el medio fluido. Esta situación posibilita que el estado de presión en el cual
se encuentra el fluido sea representado por la variable altura (profundidad) y
posibilita además, el uso del cálculo diferencial en expresiones como p = p(x, y, z).
El otro aspecto a resaltar en la expresión dp = Ldx+Mdy+Ndz está en relación con
la naturaleza de ciertas magnitudes físicas, construidas a través de la relación
entre variables con el uso del calculo diferenc ial y ala vez se puede ver como éste
adquiere otra significación en la construcción de tales magnitudes, es decir el la
construcción de las magnitudes físicas abstractas le posibilita a Euler poner en
juego otra forma de significar el cálculo diferencial. Esta situación permite pensar
que la invención y uso del cálculo determinan un tipo de relación entre la
matemática y la física: una relación en donde surge tanto el cálculo como la
organización y construcción de magnitudes físicas, es decir una relación de
constitución tributaria entre la matemática y la física:
…la creación matemática es directamente el fin de la consideración de
los fenómenos físicos, los cuales se engastan en retomar para
establecer un tanto de la ciencia. Podemos entonces hablar de una
doble y recíproca constitución, del análisis de las diferenciales parciales
y de la teoría de la hidrodinámica. Esta reciprocidad, está marcada en
un período, año de oro de los trabajos de los matemáticos y de los
físicos donde las interpretaciones de una empujan a la otra, este
beneficio nos muestra como naturalmente el concepto matemático y su
forma entran en la construcción misma del concepto físico...34
34 PATY, M.. Le caractere historique de l’adéquation des mathématiques a la physique,
1994.
57
En el mismo orden de análisis, lo anterior muestra como tanto el concepto
matemático como el concepto físico se construyen simultáneamente de modo que
se presenta una relación tributaria en dicha construcción, tanto el componente
matemático como el físico potencian tal construcción. Esta situación es la que
posibilita significar la relación entre la matemática y la física como una relación de
constitución.
3.2 REPRESENTACIÓN DE LAS VARIABLES FÍSICAS: EL CASO DE LA
PRESIÓN INTERNA REPRESENTADA POR ALTURA
Tal como lo plantea Guidoni, toda nuestra actividad cognoscitiva y operativa está
basada sobre sistemas de representaciones del mundo y de las relaciones que se
establecen cuando se pretende construir algún tipo de explicación. Esto implica
que las explicaciones que construye el sujeto son, precisamente, a través de las
representaciones y en este sentido las representaciones imponen una doble
necesidad: por un lado exige adherir a la estructura formal intenciones y fines de la
representación utilizada; por otro lado, exige la imposición de significados en
correspondencia a lo que del hecho es representado, necesariamente diverso de
aquello que se percibe, ya que no es posible pensar las cosa independiente del
sujeto que las construye. Esta situación obliga a que quien produce la
representación y quien la utiliza deben compartir criterios de producción e
interpretación culturalmente establecidos (Guidoni, Arca, 1987). Lo anterior
permite pensar que tanto las representaciones como los criterios de interpretación
y construcción están determinados por contextos particulares en los cuales
emergen dichos criterios y la intencionalidad misma de construcción de tal
representación. Bajo estas condiciones, la construcción de una representación
tiene sentido si tal construcción está determinada por una intención o fin, lo cual
debe materializarse en la asignación de significados de unos hechos que
58
igualmente son el resultado de construcciones del sujeto. Esto permite afirmar que
la representación de las variables físicas además de estar determinadas por los
contextos, son las que posibilitan asignar significados a los fenómenos físcos.
En el caso particular de los fluidos, es importante analizar la estrategia utilizada
por Euler en la formalización de la hidrostática, en la cual la presión es asumida
como magnitud intensiva, además de ser variable de estado que caracteriza la
condición del fluido en un momento dado, representada por la variable altura.
3.2.1 REPRESENTACIÓN Y MEDICIÓN DE LAS VARIABLES INTENSIVAS: EL
CASO DE LA PRESIÓN INTERNA
Como se sabe, una variable intensiva no se puede medir a través de operaciones
de equivalencia entre el sistema considerado y un número entero (Guidoni, Arca,
1987; Arons, 1997; Campbel, 1921). Sin embargo existen diversas estrategias
para asignar números enteros o racionales a las diversas variables intensivas,
entre otras la presión interna. Por ejemplo se pueden construir escalas en los
cuales los números adquieren significados de orden, resultando importante el
término grado cuando se trata de interpretar dicha ordenación. En este sentido se
puede apelar a fenomenologías que posibilitan una correlación entre las variables
intensivas y extensivas: los cambios de una variable intensiva como la
temperatura del sistema que se analiza, corresponde sistemáticamente a una
particular variable extensiva como la longitud de una columna de mercurio en un
termómetro. De este modo se puede medir el cambio de temperatura, asignando
al cambio un valor numérico, de modo que la temperatura o los cambios de
temperatura son representados por la variable longitud.
De manera análoga se puede interpretar la representación de los posibles estados
de de presión de un fluido, interpretación que es posible en la perspectiva
euleriana, en la cual se determina como situación prototipo una columna
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infinitesimal homogénea de fluido hipotético (es decir, de igual densidad) asumido
como incompresible. En esta situación, tal como se ha referenciado, la
profundidad de un fluido no solo representa la elasticidad y densidad de los fluidos
sino que también representa el estado de presión de una masa fluida. En este
sentido, a cada estado de presión se le asigna una y solo una altura (profundidad).
Bajo estas circunstancias, una vez definido el cambio de longitud (cambio de
altura) que corresponde al cambio de presión de un grado, llega a ser automático
el modo de asignar números a la presión (medir estados de presión). Esta
situación implica que un cambio doble, triple... de longitud (variable observable y
posible de determinar en la experiencia) corresponde siempre un cambio doble,
triple en el estado de presión (variable transferida). Es de resaltar que la variable
presión debe considerarse como variable autónoma que caracteriza la condición
en la que se encuentra la masa fluida y los cambios de profundidad (que pueden
ser asociados con la longitud) y presión son siempre proporcionales entre sí, es
decir que la variable altura depende en modo lineal de la variable presión, tal como
ocurre con la temperatura y la longitud.
A este respecto es de resaltar que en la perspectiva de Euler las magnitudes
físicas fundamentales y primitivas, tales como la presión y la fuerza, no son
susceptibles de comparación entre sí, razón por la cual se hace necesario su
redefinición en términos de otras variables. En este sentido Romero considera.
“Para Euler, junto con la extensión espacial, el tiempo, la velocidad y la
fuerza son magnitudes físicas fundamentales y primitivas de la
mecánica y, como tales, no son susceptibles de comparación entre sí.
No obstante, la permanencia de ciertas relaciones entre estas
magnitudes observada en algunos fenómenos naturales posibilitan su
comparación e, incluso, la redefinición de algunas de ellas en términos
de las otras... Tal es el caso, por ejemplo, de la altura de caída libre
como medida fundamental de la velocidad o de la altura de una
60
columna de fluido incompresible y homogéneo para representar la
presión en un punto al interior de un fluido cualquiera”35
Resulta entonces interesante resaltar que Euler, el estado de presión es
representado por la variable altura como magnitud que puede ser medida
directamente y su sentido físico ser transferido a la variable presión.
En el mismo sentido lo plantea Guidoni cuando considera:
Muchas variables intensivas y extensivas, que nos parecen
perceptivamente como características de objetos, o de sistemas, o de
materiales o de situaciones, pueden ser identificadas por reacciones
definidas por otras variables. Así peso y volumen (variables
extensivas)son entrecruzadas por una operación de relación,
matemáticamente idéntica pero con diverso significado físico, para
construir variables intensivas como peso específico y concentración; así
a través de espacio y tiempo (variables extensivas) se construyen
velocidad y aceleración (variables intensivas), así diversas longitudes
(extensivas) son variadamente entrecruzadas para construir superficies
y volúmenes (variables extensivas)...Precisamente sobre esta
posibilidad de empalmar variables para construir y representar
significativamente nuevas variables complejas se basa el trabajo de la
formalización...36
Se puede decir entonces que lo susceptible de representar por la longitud son los
“cambios” de la magnitud, no los valores mismos de ella ya que las variables
intensivas como la presión, la temperatura no pueden medirse asignando una
35 ROMERO A. Physique et analyse : la formalisation de la mécanique chez Euler. Presentaciónen el marco del Seminario: Mathémtique et fondements de la physique aux XVIII et XIX siécles. REHSEIS, París, febrero 20 de 2006. 36 GUIDONI, P. & ARCÁ, M Op cit., p.38.
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unidad, sino eligiendo una escala. En este sentido, es lícito afirmar que cuando
los fluidos son organizados desde la perspectiva de estados y transformaciones la
relación entre profundidades (alturas) se hace importante para identificar los
estados de presión o los cambios de dichos estados.
Ejemplos de tales representaciones se pueden ver en el siglo XVIII, siglo en el
cual por el momento intelectual que se vive (preocupación por la profundización de
las explicaciones físicas) surgen razones para construir representaciones de
cantidades físicas en teorías matemáticas particulares: la velocidad instantánea
pudo ser medida por una longitud de caída, pequeños intervalos de tiempo fueron
medidos por una longitud o una columna de mercurio, o en mecánica de fluidos,
por la altura de una columna equivalente de fluido (Ravetz, 1961). En este
momento histórico, de la misma manera como se representa el tiempo la
velocidad, Euler representa el estado de presión con la variable altura.
En este contexto, otro aspecto a resaltar de orden metodológico, en Euler, está
relacionado con la discretización que él hace en el fluido, en donde analiza el
fluido en sus partes, buscando establecer un modelo, para explicitar como se
puede organizar la complejidad fenomenológica de los fluidos en general, en la
cual identifica interacciones internas (relacionada con las fuerzas que ejerce el
elemento fluido sobre los elementos vecinos) y externas (relacionadas con fuerzas
que ejercen los elementos vecinos sobre el elemento de análisis). Esta situación
Euler la pone en juego en el siguiente contexto:
Esta altura p expresa pues la fuerza con que los elementos vecinos del
fluido actúan de todas partes sobre el elemento Jkki, y en consecuencia
este elemento reaccionará sobre aquellos. Es también por esta misma
fuerza que el elemento Jkki resiste a la compresión, por la que sería
62
reducido a un menor volumen, de suerte que si su resistencia es más
pequeña, él será reducido realmente37.
Lo anterior posibilita plantear que la relación del elemento fluido es tal con el resto
de los elementos vecinos del fluido, que una modificación (perturbación del
equilibrio) que suceda en este elemento puede repercutir con alteración en el
resto del fluido, es decir, con alteraciones en el equilibrio del fluido en general,
situación propia de los medios continuos.
Es por esta razón que resulta pertinente analizar el fluido determinando al interior
de él una masa fluida, la cual se mantiene en un estado de equilibrio solo si es
accionado perpendicularmente, de igual modo, por todos los elementos de
superficie, de tal forma que se presente una relación proporcional entre las fuerzas
actuantes y las superficies correspondientes, solo bajo estas condiciones se
puede mantener en equilibrio la masa fluida. Lo anterior permite pensar que, tal
como lo considera Truesdell, la raíz del éxito de Euler en la formalización de los
fluidos se encuentra en el análisis de los conceptos (Truesdell, 1975). Esto
muestra lo importante que es en la perspectiva euleriana el aspecto analítico,
situación que pone en evidencia cuando estructura las fenomenologías generales
del fluido a partir de estructuras particulares.
Se muestra, entonces, como para Euler formalizar el estado de presión de un
fluido utiliza la variable altura que puede ser conocida en el fluido. Es por esta
razón que, para conocer el estado de presión de una masa fluida es suficiente
conocer la altura p a la cual se encuentra dicha masa, ya que a partir de esta
altura podemos determinar los pesos (como fuerza prototipo) que serían
equivalentes a las fuerzas actuantes en todas las caras del fluido. Es oportuno
precisar que Euler utiliza la variable altura en un contexto muy particular: para
representar la presión por la variable altura toma una columna de fluido
37 Euler, Op Cit. p. 234.
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homogénea de área infinitesimal. Sin embargo, tal como se ha planteado, al
considerar la presión en función de un punto del fluido con coordenadas (x, y, z),
la presión la representa por la variable altura (profundidad), de modo que resultan
intercambiables los significados de la altura y la presión.
... si conocemos la presión en un punto de la superficie del fluido, se
conocerá al mismo tiempo las presiones sobre todas las partes de la
superficie, que son requeridas para el equilibrio. De este modo se pone
la base AB = aa, y la fuerza donde ella está presionada = P, otra base
cualquiera CD = cc será actuada por la fuerza = aacc P. Esta regla sería
más simple, si expresamos la fuerza P por el peso de un cilindro de
una materia homogénea grave, donde la base es = aa, es decir aquella
sobre la que la fuerza actúa; ese cilindro estará entonces en una cierta
altura, que sería = p : y por lo tanto la fuerza P será igual al peso de
una masa de la materia homogénea, donde el volumen es = aap, o
bien podrá colocarse P = aap: la fuerza que debe actuar sobre la base
CD = cc, es = aacc P vendrá a ser = ccp, o será igual al peso de un
cilindro de la misma materia homogénea, donde la base es = cc, y la
altura la misma que antes = p. Por la misma razón toda la otra porción
de la superficie = ff de esta masa fluida,, sostendrá una fuerza = ffp.38
En lo anterior Euler plantea que para conocer el estado de presiones, por la que
es mantenida una masa fluida en equilibrio, es suficiente conocer la altura p, que
es común a todos los cilindros formados de esa materia grave homogénea, y con
la relación de los pesos de dichos cilindros se pueden determinar las fuerzas
actuantes en cada una de las caras de la masa fluida.
38 ibid.,p.220
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Tal como se ha mencionado, en lo anterior se puede interpretar la estrecha
relación entre los estados de presión y la variable altura, de modo que a cada
unidad de altura corresponde una unidad de presión. Se puede decir entonces que
esta actividad de hacer corresponder la presión con la altura, se ve cómo el uso de
la experiencia, relacionada con traer a colación lo ya conocido (magnitudes
dadas) y no la experiencia empírica (es el caso de la altura), es importante en los
proceso de formalización. Esto muestra, una vez más, el papel asignado, por
Euler, a este tipo de experiencia, relacionada con lo ya conocido y con el dato
sensible y, su relación con el principio de la Hidrostática que Euler construye para
el análisis del equilibrio de los fluidos.
Por otra parte, hacer corresponder la altura con un estado de presión, lleva a Euler
a una definición de los fluidos compresibles y no compresibles, para los cuales es
importante establecer bajo qué condiciones se puede presentar el estado de
equilibrio. En este sentido él muestra como la altura, cualquiera sea el caso, sigue
siendo una variable que posibilita la determinación del estado de equilibrio;
Esta consideración nos lleva a la definición de los fluidos elásticos y no
elásticos, o comprensibles y no comprensibles, cualquier estado de
equilibrio, que nosotros debemos explicar, se entiende igualmente en
los unos como en los otros. Porque si el fluido contenido en el vaso
ABCDEF es elástico o comprensible, la fuerza P = aap, que actúa
sobre el pistón AB reducirá el fluido a un tal grado de compresión,
donde se hallará en equilibrio; y entonces comprendemos que la
elasticidad del fluido es precisamente igual a la fuerza comprimente, o
bien la altura p servirá también de medida a la elasticidad del fluido. Si
la elasticidad es más grande que la altura p, el pistón será rechazado,
casi al estado del equilibrio; y si es más pequeña, el pistón entrará más
profundamente: como el fluido no estará ni se extenderá a lo infinito, ni
65
se reducirá en un espacio desvanecido, siempre habrá un caso, donde
el equilibrio debe tener lugar.39
En lo anterior, resulta interesante ver como la altura no solo se relaciona con el
estado de presión sino que también se relaciona con la elasticidad del fluido y con
su densidad. A partir de esto, Euler establece una relación directa entre la
elasticidad y la densidad, lo que hace posible establecer el estado de equilibrio no
sólo en términos de la altura sino también en términos de la densidad y la
elasticidad. A este respecto se plantea que si una masa fluida se encuentra en
equilibrio, y el estado de presión es expresado en términos de la altura, esta altura
permite determinar también la elasticidad del fluido; y por la relación que subsiste
entre la densidad y la elasticidad, se podrá determinar también la densidad, y así
recíprocamente.
Por otra parte, en este contexto de significación, también se justifica el hecho de
plantear tales magnitudes físicas como el resultado simultaneo de
conceptualización y matematización, ya que, conceptualizar y matematizar pueden
constituir lo que se denomina la formalización en física. De igual manera esto
constituye otra forma de justificar la relación entre la matemática y la física, ya que
se puede significar la física como un proceso de conceptualización y
matematización simultáneo. En este sentido Paty expresa:
En la física, los fenómenos son representados a través de conceptos
que son expresados en forma de magnitudes o cantidades, dotados de
definiciones exactas en una forma matemática. Las relaciones de
conceptos físicos (por ejemplo distancia y coordenadas de espacio,
duración y tiempo, fuerza, etc) son relaciones entre magnitudes que
toman generalmente forma de ecuaciones o de proposiciones
39 ibid.,p.223
66
cuantitativas, como principios (de inercia, de relatividad,... o principio de
conservación) las ecuaciones son expresiones matemáticas de leyes
(leyes de movimiento, leyes de la naturaleza...)y los principio,
formulados como generales, aseguran propiedades de fenómenos
físicos, proveyendo la condición para expresar matemáticamente
magnitudes y sus relaciones.40
Lo anterior permite afirmar que la organización de los fenómenos determina el tipo
de relación a establecer, organización que propicia el surgimiento de la
matematización y formalización, materializada en el establecimiento de leyes o
principios.
En este orden de ideas, es pensable que esta forma de asumir la matematización
en física, compartida por la mayoría de los científicos del siglo XVIII, entre ellos
Euler, formulada con cierta claridad por D’Alembert está guiada por la concepción
cartesiana en cuanto a la relación física – geometría; se considera, tal como lo
hace Descartes, que las matemáticas sirven como modelo y como garantía en el
aseguramiento de enlaces de proposiciones que se construyen en los procesos
de formalización y que además orientan la forma de expresar las magnitudes con
las que representamos el mundo(Paty, 1999). Es en este sentido surge una nueva
justificación de la matematización en física centrada en la pretensión de
inteligibilidad, pretensión que toma gran fuerza en los trabajos de Euler, Clairaut,
D’Alembert, Lagrange, Laplace y otros. Es de resaltar entonces, que con el la
invención y uso del cálculo surge un nuevo propósito en la organización de los
fluidos: la inteligibilidad de las leyes, principios y explicaciones físicas.
40 PATY, M.. La idea de cantidad en el origen de la legitimadad de la matematización en
física, 1999.
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Todo lo anterior, permite afirmar que en este contexto, la constitución y uso del
cálculo en la construcción y formalización de las magnitudes físicas, muestra una
forma particular de significar la relación física matemática: una relación de
constitución.
3. 3 LA PRESIÓN INTERNA COMO VARIABLE DE ESTADO
Teniendo en cuenta las consideraciones en el análisis hecho hasta ahora, la
hidrostática puede ser pensada desde una perspectiva de estados, contexto en el
cual la presión adquiere la significación de variable de estado y como tal se
constituye en una variable que caracteriza la condición o estado en el que se
encuentra una masa fluida. De este modo el análisis del fluido obliga centrar la
atención en la variable presión como la posibilitadota de dicho análisis.
En tal sentido cuando se pretende un análisis desde esta perspectiva, se busca en
todos los casos establecer si una masa fluida permanece en un estado de presión,
o bien si cambia dicho estado y cuando ocurre este último se torna importante
analizar la forma en que ocurre dicho cambio. Bajo estas circunstancias es
importante realizar una aproximación a lo que se entiende por estado, cambios de
estados (transformaciones) e identificar las características que poseen las
variables que permiten dar cuenta de los estados o permanencias, al igual que las
variables que posibilitan describir las transformaciones o cambios.
En este contexto cobra gran interés las propiedades estructurales de los sistemas
y en consecuencia, las representaciones para tratar dichas estructuras,
destacando las pautas y regularidades que subyacen al sistema en análisis.
68
3. 3. 1 VARIABLES DE ESTADO Y VARIABLES DE PROCESO
Cuando se hacen discretizaciones entre dimensiones del espacio abstracto en el
que se manifiestan las variables y sus enlaces, determinados por relaciones, se
pueden definir elementos, relaciones entre elementos y estructuras de relaciones
que permiten representar aspectos de la realidad en el espacio abstracto. A esta
estrategia cognitiva es a la que se le denomina ver por variables.
En este sentido, cuando se ve por espacios abstractos de sistemas,
simultáneamente se ve por espacios abstractos de variables, donde en estos
modos de ver, a su vez, subyacen otros modos de ver como son, un modo de ver
por estados y un modo de ver por transformaciones. Estos modos de ver están
íntimamente relacionados, tal como lo considera Guidoni cuando afirma: “... no se
alcanza a ver por sistemas sin ver también por variables y viceversa
(análogamente son correlativos los modos de ver por estados y
transformaciones...)”41
Consecuente con lo anterior, se puede decir que cuando se busca construir
relaciones entre sistemas o entre partes de un sistema, es necesario determinar
las variables que describen y representan explícitamente la interacción en forma
definida. En tal sentido, al presentarse invariabilidad en la estructura determinada
por unas variables, se puede identificar la condición en la que se encuentra un
sistema, siendo posible especificar unos atributos que dan cuenta del estar o
condición del sistema, es decir, es posible identificar una característica de
identidad de la condición del sistema que se conserva estable durante cierto
intervalo de tiempo. A esta situación se ha denominado estado del sistema. En
1. GUIDONI, Paolo y ARCA, María. Sistemas y variables. Seminario dictado de la Facultad de las Ciencias. Universidad de
Nápoles, Italia. Traducción: Maria Mercedes Ayala y Priscila de Castro. Departamento de Física, Universidad Pedagógica
Nacional, Bogotá, Colombia. Tomado del Módulo del seminario de Fundamentación Didáctica, Universidad de Antioquia,
Medellín, Colombia. p. 5.
69
este sentido, podemos decir que el estado del sistema es una configuración
exacta que el sistema adquiere en el espacio abstracto de sus variables en
ausencia de interacciones.
El estado del sistema puede ser descrito a través de unas variables de estado, es
decir, a través de aquellas variables cuya interrelación define la configuración del
sistema. Estas variables son tales que cambian con el cambio de estado del
sistema y permanecen si dicha configuración o estado del sistema permanece. La
ecuación que relaciona las variables de estado suele llamarse ecuación de estado.
Así que cada sistema se describe por una ecuación de estado en la cual están
explícitas variables y parámetros ligados según una forma característica. Una
ecuación de estado caracteriza la totalidad de las posibles transformaciones de un
sistema. (GUIDONI y ARCA, 1990; ARONS, 1997). Bajo estas circunstancias, la
predicción del estado de un sistema, implica determinar el comportamiento de las
variables que caracterizan al estado, por ejemplo, dadas dos propiedades
intensivas independientes como la presión y el volumen específico, se desea
conocer la temperatura, para lo cual se puede plantear la siguiente ecuación: f(p,
v, T), denominada ecuación de estado. Teniendo en cuenta el análisis hecho, en
cuanto a la presión y la densidad como funciones de un punto cualquiera del
fluido, en el caso particular de la hidrostática, si se toma el fenómeno prototipo
planteado por Euler, la ecuación de estado que permite determinar el estado de
presión en función de la densidad y la altura sería P(h, d), siendo h altura y d
densidad, o bien el estado de presión de una masa determinada en un espacio
tridimensional, estaría dada por: p(x, y, z) siendo p la presión, x, y & z las
coordenadas que determinan la masa fluida.
Otra situación que ejemplifica lo que en este contexto se denomina estado de un
sistema se puede interpretar en los fenómenos termodinámicos:
70
La descripción completa de la condición o estado de un sistema en un
instante dado se hace a través de sus propiedades termodinámicas. Por
consiguiente, el estado de un sistema queda identificado por el conjunto
de valores que tienen las propiedades termodinámicas en ese instante.
Por otra parte, el sistema se encuentra en estados idénticos, si las
propiedades son las mismas en dos estados de tiempo diferentes... dos
propiedades intensivas independientes son suficientes para determinar
el estado termodinámico... Generalmente la presión y la temperatura, la
presión y el volumen específico, o la temperatura y el volumen
específico son propiedades que se utilizan para definir un estado42
En lo anterior además de ejemplificar lo que se significa como estado
termodinámico se puede interpretar como las variables que permiten caracterizar
el estado mecánico de un sistema (variables de estado) son las propiedades
intensivas, es decir aquellas que son independientes de la cantidad que constituye
el sistema, es el caso de la presión, la cual es de carácter intensivo y desde luego
puede ser asumida como variable de estado:
...las propiedades intensivas... son característica de la sustancia (o
sustancias) existente, y son independientes de su cantidad (o
cantidades). La temperatura y la presión son propiedades intensivas,
así como también el índice de refracción, viscosidad, densidad, tensión
superficial, etc. Debido a que la temperatura y la presión son
propiedades intensivas, independientes de la cantidad de materia
presente en el sistema, es por lo que se usan frecuentemente como
variables para describir el estado mecánico de un sistema43
42 MANRIQUE, José y CARDENAS, Rafael. Termodinámica. Ed. Tec-Cien LTDA. México, 1976 43 GLASSTONE, Samuel. Termodinámica para Químicos. Editorial Aguilar S.A. Madrid, 1963
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Es lícito plantear entonces, que para el caso de los fluidos y en particular en la
Hidrostática, la presión como propiedad intensiva, igualmente se constituye en la
variable que permite caracterizar o describir el estado de equilibrio mecánico de
una masa fluida, razón por la cual puede ser asumida como variable de estado en
el análisis de la Hidrostática.
En otro orden de ideas, es pertinente afirmar que al presentarse diferencias entre
las estructuras de relaciones, se identifican estados diferentes que se pueden
relacionar entre sí a través de los cambios o transformaciones, el tiempo es un
referente importante ya que se hace alusión a que el cambio de variable es
respecto al tiempo. Bajo estas circunstancias se tiene otro modo de análisis
estrechamente correlacionado con el análisis por estados, en donde adquiere gran
importancia el espacio multidimensional en el que se representan las
transformaciones. De este modo los estados pueden verse como el inicio o el
resultado de una transformación y las transformaciones como la conexión entre
estados. En este sentido, la variación en la (s) variable(s) de estado debida a una
variación en el estado (equilibrio) depende únicamente de los estados inicial y final
del sistema. Asumir de esta forma las transformaciones de los sistemas implica
que toda transformación puede ser vista como una sucesión de estados, es decir
como una sucesión de configuraciones “estables instantáneamente” y, por tanto,
como una serie de situaciones de equilibrio instantáneo.
En este contexto de significación, se puede decir que un sistema se encuentra en
un estado de equilibrio mecánico si es incapaz de experimentar espontáneamente
algún cambio de estado, es decir, un sistema se encuentra en equilibrio mecánico,
si al ser aislado (no interactúa con otros sistemas), no experimenta ningún cambio
de estado, esto es, si las propiedades que lo identifican (representadas por las
variables de estado) permanecen invariables con el tiempo. Esto implica que la
variable o variables que caracterizan el estado toman el mismo valor en todo el
sistema.
72
Por otra parte, se puede decir que una transformación ocurre cuando un sistema
pasa de un estado a otro. Estas transformaciones (cambios) del estado de un
sistema sólo suceden debido a interacciones del sistema con otros sistemas, de
modo que estos cambios resultan ser la evidencia de las interacciones entre
sistemas. En este sentido se debe tener en cuenta que un sistema no puede hacer
nada por sí mismo para cambiar el estado en el cual se encuentra. Bajo estas
circunstancias es de resaltar que los cambios no se dan de modo gratuito, es
decir, los cambios no resultan de la nada y cuando en el sistema se presentan
éstos es por que en alguna parte tuvo que haber sucedido también un cambio, o
sea, si el sistema gana algo es porque en otra parte se perdió eso que él ganó.
3. 3. 2 ANÁLISIS POR ESTADOS Y TRANSFORMACIONES
Teniendo en cuanta las consideraciones anteriores los estados de un sistema
pueden ser analizados en términos de relaciones constantes entre variables
(variables de estado) que caracterizan dichos estados. En tal sentido, se puede
decir que la variable que representa tal relación o configuración determinada
(entrecruce de variables) permanece en el tiempo y es la que en lo sucesivo
denominamos variable de estado. Complementariamente al análisis por estados,
donde las configuraciones se mantienen en el tiempo, se pueden identificar
configuraciones (relaciones) que cambian el tiempo, a estos cambios se
denominan transformaciones. Las variables que caracterizan los cambios cambian
en el tiempo y se denominan variables de procesos o de transformaciones. Lo
anterior permite afirmar que mientras los estados duran en el tiempo las
transformaciones se desarrollan en el tiempo; bajo estas circunstancias, una
transformación puede ser analizada en términos de cambios en el tiempo de las
variables que la caracterizan y un estado puede ser analizado en términos de
73
relaciones constantes entre las variables que lo caracterizan. En este sentido
Guidoni afirma:
... Se pueden en efecto captar configuraciones de aspectos y de
relaciones invariables (o casi invariables) en el tiempo y caracterizarla
como estados. Por contraste, se pueden captar configuraciones
temporales de cambios parciales o totales e indicarlos generalmente
como transformaciones.
... flotar e ir al fondo es una transformación; tener pulmonía es un
estado, coger la pulmonía o curarla es una transformación; ser de hierro
es un estado, oxidarse, llegar a ser oxido de hierro es una
transformación que envuelve el hierro y el oxigeno del aire 44.
Teniendo en cuenta lo anterior, puede decirse, entonces, que en el análisis por
transformaciones lo importante en las variables de estado son sus variaciones, ya
que son estas variaciones las que dan cuenta de las transformaciones del sistema
Consecuente con lo anterior, ¿en que sentido la presión interna puede ser una
variable de estado? Cuando se analizan los fluidos se puede determinar en ellos
condiciones estables en el tiempo o bien nuevas condiciones debidas a las
acciones que se ejercen en un momento dado, esta situación permite considerar
las diferentes condiciones posibles que pueden relacionarse con nuestra
experiencia, y buscar establecer una relación entre estas condiciones y la variable
que caracteriza dichas condiciones o estados. Estas condiciones estables o
condiciones de equilibrio son catalogadas como estados de la masa fluida, estado
que puede ser descrito como un estado de presión; en tales circunstancias la
presión se constituye en una variable de estado ya que posibilita describir la
condición de equilibrio en la que se encuentra la masa fluida. En este contexto de
44 GUIDONI, P. & ARCÁ, M. Guardare per sistemi, guardare per variabili. Emme Edizioni, Torino,
1987.
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significación la presión se constituye en un idea base o estructurante de los
posibles estados de una masa fluida. En tal sentido la presión es un eje
organizador en la descripción de los fluidos, ya que esta forma de asumir la
presión como variable de estado posibilita dar cuenta de la condición en la que se
encuentra una masa fluida en un intervalo de tiempo dado (finito o infinitesimal).
En tal sentido la presión es un modo de estar del fluido (condición del fluido); de
este modo, la presión se constituye en la característica o cualidad que puede ser
asignada a una masa fluida en el mismo sentido que se puede afirmar que
moverse con 10 grados de velocidad durante cierto tiempo es un estado(estado de
movimiento), en este caso la velocidad caracteriza los grados o intensidad del
movimiento; cuando nos referimos al estado térmico hablando de grados de
temperatura (de tener más o menos grados de temperatura). De la misma manera,
es posible distinguir en el fluido “grados” de presión y pensar entonces en una
diversidad de estados de presión en los que se puede encontrar una masa fluida
en diferentes momentos.
Por otra parte, se puede afirmar que una masa fluida por si sola no puede cambiar
el estado de presión en el que se encuentra (cualquiera que sea éste), es
entonces natural que la masa fluida permanezca en el estado en el que se
encuentra; lo que requiere de una causa o una razón no es la permanencia en el
estado sino el cambio de estado. Es por esta razón que en el análisis del equilibrio
y movimiento de los fluidos el concepto de estado de presión y sus cambios
adquiere fundamental importancia.
¿Cómo caracterizar el estado de presión de un fluido?, ¿cómo saber si dos masas
fluidas experimentan o no el mismo estado de presión? De acuerdo con el análisis
adelantado, se puede afirmar que dos masas fluidas se encuentran en el mismo
estado de presión si al permitírseles interactuar no se afectan sino que
permanecen en sus estados iniciales de presión.
75
¿Cómo medir la variable asociada (presión) al estado del fluido? Usualmente en la
enseñanza de la física el concepto de presión es definido y abordado a partir del
concepto de fuerza, aspecto por el cual este concepto se asume como la acción
ejercida sobre una superficie determinada, o sobre un fluido: “la presión aplicada a
un fluido encerrado se transmite sin disminución a todas las partes del fluido y a
las paredes del recipiente”45. De esta forma, el uso del concepto de presión en el
análisis y organización de los fenómenos hidrodinámicos se reduce a la mera
aplicación del algoritmo P = F/A en la solución de problemas particulares. Este
hecho, además de propiciar la confusión del concepto de presión con el concepto
de fuerza, refleja una particular manera de asumir los procesos de formalización
en su relación con la organización de los fenómenos físicos: en tales procesos
formalizar se reduce al uso de algoritmos y simbolismos matemáticos.
En este sentido para determinar el estado de presión de un fluido, es necesario
medir primero fuerza, áreas y luego hacer uso de la expresión P = F/A y de esta
manera el problema queda resuelto, al menos en la teoría. Sin embargo, tal como
se ha mencionado, de esta manera de cuantificar la presión surge el problema de
asignar a la misma variable dos significados distintos, uno en términos de fuerza
y otro como presión, lo cual permite confund ir el concepto fuerza con el concepto
presión y viceversa. Esta situación puede ser superada si la presión es asumida
como una condición o estar de la masa fluida y la fuerza como aquella magnitud
que surge en las interacciones precisamente debido a una diferencia de presiones.
Es por esta razón que resulta lícito afirmar que todo cambio en el estado de
presión significa interacción entre la masa fluida con otra parte del continuo, lo
cual implica que los cambios observados en una región del fluido es indicio de
cambios en otra región del mismo. De igual manera sucede con otros fenómenos
que sean analizados desde la perspectiva de estados y transformaciones: un
cuerpo no cambia su estado de movimiento a menos que interactúe con otro
cuerpo que se encuentre en un estado de movimiento diferente; un cuerpo no
varía su estado térmico (temperatura) a menos que interactúe con otro que se
45 SEARS, Francis y ZEMANSKY, W. Física Universitaria. México: Addison Wesley Longman S. A, 1999
76
encuentre en otro estado térmico diferente, es decir con otro grado de
temperatura, en una masa fluida no cambia el estado de presión a menos que
interactúe con otra masa que se encuentra en otro estado de presión diferente.
Sin embargo, en esta perspectiva, para determinar el estado de presión o los
cambios acaecidos en los estados de presión en una masa fluida, Euler propone
un fluido prototipo en el cual es suficiente conocer la altura (profundidad), para
luego transferir el significado físico a los estados de presión, es decir,
cuantificando alturas (profundidades) o cambios de altura, es posible cuantificar
los estados de presión o los cambios en los estados de presión.
Es en este contexto donde surge la importancia de la expresión dp =q(Pdx + Qdy
+ Rdz) = qds. Por otra parte, la expresión muestra que en el análisis del equilibrio
de los fluidos el interés está centrado en la comparación de los estados donde la
diferencia de presiones se hace importante, por otra parte, la presión como función
de la posición, está determinada por las coordenadas x, y z, de modo que ésta
caracteriza la condición del fluido en un punto cualquiera del espacio,
constituyéndose en una variable de estado.
CAPÍTULO IV: ACTIVIDADES DE ANÁLSIS
En el intento de realizar algunas actividades prácticas en esta perspectiva, a
continuación se presentan unos talleres que pueden permitir una introducción en
los aspectos relacionados con el análisis de la Hidrostática a partir de la presión
como variable estado.
Inicialmente se propone una actividad experimental que tiene como propósito
realizar una aproximación al estado de presión como campo de presiones,
determinando la condición en la que se encuentra la masa fluida. Estado que
puede ser descrito a través de la variable altura.
77
Con el primer taller se pretende realizar un análisis del equilibrio de los fluidos a
partir de la fuerza gravitacional como prototipo y la formula general que Euler
propone como posibilitadora para el análisis. De esta manera empieza a configurar
lo propuesto por Euler en cuanto a la presión representada por la variable altura.
Con el diseño del segundo, se busca establecer una relación entre los estados de
presión de una masa fluida y la profundidad a la cual se encuentra. La principal
intención se centra en identificar que a pesar de ser la presión y la longitud dos
magnitudes de características diferentes es posible la transfere ncia del significado
físico para la determinación del estado de presión de una masa fluida.
Finalmente, se propone un tercer taller, con el cual se pretende seguir
profundizando en la conceptualización de la presión interna. Se analiza el estado
de presión en un punto y su relación con las acciones ejercidas por el resto del
fluido. Para tal fin se consideran dos fluidos con diferentes densidades contenidos
en un recipiente. La principal intención se centra en poner en juego lo propuesto
por Euler en cuanto a la relación entre la densidad, la altura y los estados de
presión.
78
ACTIVIDAD EXPERIMENTAL: DETERMINACIÓN DEL ESTADO PRESIÓN
COMO CAMPO DE PRESIONES Y EN FUNCIÓN DE LA PROFUNDIDAD
MATERIALES: Cubeta, probeta, tubo de vidrio, sifón, embudo, regla de un metro,
soporte universal, nueces doble, papel milimetrado, anilina, papel cartulina, tijeras
Con estos materiales realice un diseño en el cual debe depositar agua en la
cubeta, colocar el embudo en un extremo del sifón para luego introducirlo en el
agua, del mismo modo el otro extremo del sifón debe fijarlo a la regla de modo que
pueda determinar una escala. Teniendo en cuenta estas orientaciones, organice el
diseño y describa un procedimiento que permita reflexionar sobre las siguientes
situaciones:
Proponga otra actividad experimental donde pueda expresar el estado de presión
en términos de la altura (profundidad) y donde además se evidencie la presión
como un campo de presiones.
¿Cómo es la presión en la medida que aumenta la profundidad? ¿Como se
manifiesta físicamente tal situación en el montaje realizado? Describa tal situación
física y los procedimientos realizados.
¿Podrá el estado de presión, considerarse como un campo de presiones? ¿cómo
se evidencia esta situación física en el monta je realizado? Describa la situación
física y los procedimientos realizados.
¿Cómo es el estado de presión en diferentes puntos del fluido que se encuentran
a la misma profundidad?
Realice un gráfico de p contra h si:
h es constante
h varía
79
TALLER NÚMERO UNO: EL EQUILIBRIO DE LOS FLUIDOS CON LA FUERZA
GRAVITACIONAL COMO PROTOTIPO EN EL ANÁLISIS
Primera parte
Se tiene un fluido homogéneo (igual densidad) y se determina un punto Z que se
encuentra a una profundidad h. Si a esta profundidad se le asocia un estado de
presión P:
Qué relación se puede establecer entre el estado de presión en h y los estados de
presión en otro punto Y del mismo fluido, si éste se encuentra a la profundidad de:
1h, 2h, 3h, 4h, 5h
Si se tiene una masa fluida y la diferencia entre las caras o superficie que la
limitan del resto del fluido es de 2h, ¿Qué relación se puede establecer entre los
estados de presión en cada cara de la masa fluida?
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿Qué relación se puede establecer entre los
estados de presión y la profundidad en la que se encuentra una masa fluida?
Si la masa fluida está determinada por capas, tal como lo ilustra la figura
z
z + dz
z + 3dz
Z + 2dz
Z - dz
Z – 2dz
Z – 3dz
80
La figura representa una masa fluida determinada pos capas
¿Cómo es el estado de presión entre las capas con diferente densidad?
¿Qué relación se puede establecer entre los estados de presión de la capa z y las
otras capas?
¿Cómo cambia el análisis anterior si el fluido se considera en un lugar donde la
fuerza gravitacional es igual a cero?
Segunda parte
Para el análisis de los fluidos Euler propone la formula general dp =q( Pdx + Qdy +
Rdz), siendo P, Q, R las fuerzas aceleratrices en un plano tridimensional y q la
densidad del fluido.
¿Que consideraciones se deben hacer, en cuanto a las fuerzas, si el análisis del
fluido se hace en un plano horizontal (se analiza una lámina horizontal del fluido)
y sólo se tiene en cuenta la fuerza gravitacional como prototipo de dichas fuerzas
actuando en el plano vertical y asignándole la unidad como valor?
¿Cómo se expresaría la ecuación general en este caso particular?
Si ahora la densidad es tomada también como prototipo asignándole la unidad
como valor, ¿qué transformaciones sufre la expresión anterior?, ¿qué significado
físico tiene la expresión obtenida? Explique ampliamente
Teniendo en cuenta las dimensiones usuales ques e conocen, verifique si dp =q(
Pdx + Qdy + Rdz), es una expresión correcta para determinar el estado de presión
en un fluido
Teniendo en cuenta el análisis anterior, ¿será adecuado expresar la presión como
la altura (profundidad)? Explique claramente.
81
TALLER NÚMERO DOS: VARIACIÓN DEL ESTADO DE PRESIÓN DE UN
FLUIDO CON LA ALTURA (PROFUNDIDAD)
Primera parte
Teniendo en cuenta la expresión dp = q(Rdz) como caso particular de la expresión
general del equilibrio de los fluidos- dp =q( Pdx + Qdy + Rdz) - siendo q la
densidad del fluido y R la fuerza gravitacional actuando en el plano vertical con un
valor patrón de la unidad y además la densidad q igual a la unidad:
Deduzca la expresión para calcular la presión en cualquier punto del fluido.
Si en un punto cualquiera Z del fluido el estado de presión es p
¿cuál será la presión en otro punto del fluido z + dz y, z – dz
si en la superficie del fluido se asume que Z = 0 y la presión en ese punto es la
presión atmosférica, ¿Cuál es la diferencia de presión en otro punto del fluido
donde Z toma valores diferentes de cero?
Realice un gráfico de z contra p que ilustre las situaciones anteriores.
Si el fluido es compresible y la densidad y la presión están en función de la altura y
tanto la presión como la densidad se pueden expresar en términos de la altura
¿cuál es la solución de la integral dp = q(Rdz)? ¿Cuál sería el grafico de z contra
p?, ¿cuál es el significado físico de dicho gráfico?
82
Segunda parte
El diagrama representa un recipiente que contiene un fluido de densidad d.
Imaginemos que podemos “extraer” desde el interior del fluido tres columnas
denotadas con A, B y C. Denotamos el área de sección transversal de las dos
columnas con los símbolos SA, SB y SC y sus alturas YA, YB y YC respectivamente.
Denotamos la presión atmosférica con P0.
¿Qué relación se puede establecer entre las presiones en cada base de las
columnas?
¿Es la presión igual en el fondo del recipiente?, ¿mediante que procedimiento
puede determinar la presión en el fondo del recipiente?
Supongamos que se hace un orificio en la parte superior de la columna B, ¿Qué
pasaría? Explique. Suponga que igualmente se hace un hueco en la parte superior
de la columna A, ¿qué pasaría? Analice la misma situación pero ahora el hueco se
hace en la columna C. Explique la situación física que espera debe ocurrir.
B C
A
YB
YC
YA
83
TALLER NÚMERO TRES: DETERMINACIÓN DE LOS ESTADOS DE PRESIÓN
EN TÉRMINOS DE LA DENSIDAD DEL FLUIDO Y DE LA ALTURA
La figura representa un recipiente que contiene una mezcla de aceite y agua que
inicialmente se encuentra dispersa uniformemente en todo el recipiente. Con el
transcurso del tiempo se genera una separación de los fluidos según su densidad
ya que éstos no son misibles.
El diagrama muestra los fluidos definidos según la densidad
¿Cuál es el estado de presión en el fondo del recipiente en el instante en que la
mezcla se encuentra uniformemente dispersa en el recipiente?
¿Cuál es el estado de presión en el fondo una vez los fluidos se separan según
sus densidades?
Aceite
Agua
84
Compare los estados de presión en los casos anteriores, ¿Qué relación se puede
establecer entre estos estados de presión? Describa lo más ampliamente posible
tal relación
¿Qué condiciones considera usted se deben establecer para establecer el estado
de presión de un fluido en un momento dado?
85
CONCLUSIONES
El presente trabajo ha sido un intento por construir una ruta conceptual alternativa
para la enseñanza de los fenómenos hidrodinámicos, se realiza un análisis
histórico epistemológico de la manera como L. Euler configura y presenta su
concepto de presión interna, expuesto en su memoria titulada Principes géneraux
de l’equilibre des fluidos (1757). En este análisis se muestra cómo Euler diferencia
los conceptos de presión interna y fuerza, considerando la presión como una
variable de estado que da cuenta de la condición mecánica en la cual se
encuentra una masa fluida en un momento dado. Se analiza, además, cómo el uso
del cálculo diferencial parcial en la organización de los fenómenos hidrostáticos
permite a Euler dar forma a esta clase de fenómenos, aspecto por el cual se
constituye en una fructífera manera de significar la relación entre la física y las
matemáticas.
1. Los procesos de formalización y enseñanza de la física
En este trabajo, es de destacar los aportes que hace el análisis histórico-
epistemológico en la actividad de la enseñanza de la física. En primer lugar, con
estos análisis se vislumbra la dinámica de la actividad científica en los procesos de
construcción de conocimiento. En segundo lugar, se identifica una ruta alternativa
en la consideración de los problemas que se abordan en la enseñanza de la física.
De esta manera se resalta que los enfoques históricos posibilitan recrear los
problemas que inicialmente se han planteado en la física, generan contextos de
reflexión conceptual desde diferentes enfoques, lo cual favorece tanto lo disciplinar
como el componente pedagógico- didáctico. De igual manera, se puede afirmar
que un enfoque histórico epistemológico, permite ver como los diferentes modos
86
de significar la física están ligados a contextos particulares y a problemas propios
de dicho contexto, lo posibilita significar la física como una disciplina
históricamente constituida.
En cuanto a la formalización, es resaltar que asumir el formalizar como la actividad
de dar forma definida y esquematizada a un fenómeno, más que ser la formulación
matemática de los conceptos físicos, es un proceso cognitivo a través del cual,
como su nombre lo indica, se da forma a los modos de conocer y de postular el
mundo, en donde se involucran dos procesos estrechamente relacionados: los
procesos de matematización y los procesos de construcción de fenomenologías
en la organización de la experiencia. Esta asunción permite afirmar que todo
proceso de formalización está mediado de modo simultáneo por un proceso de
teorización y uso de la experiencia. En este sentido, el matematizar depende tanto
de las estructuras de los sistemas matemáticos como de los conceptos y
magnitudes físicas en construcción. Matematizar un fenómeno físico no consiste
en sobreponer un aparato matemático al fenómeno; se requiere, ante todo,
construir la posibilidad misma de matematizarlo, es decir, de construir magnitudes,
relaciones y procedimientos apropiados para representar los fenómenos y
cuantificarlos.
Se destaca que a cada forma de significar la relación entre la física y la
matemática subyace una concepción de lo que es la física y su enseñanza.
Entender tal relación en términos de adecuación o constitución, favorece la
implementación de estrategias de enseñanza, en el sentido construir contextos
que permitan una reflexión de orden fenomenológico y a partir de dicha reflexión
emerge el componente matemático, del mismo modo, la organización de la
fenomenología se configura en los procesos de axiomatización.
Al considerar que la forma de asumir la física es determinante en la forma de
enseñarla y que en la enseñanza se hace explicito la forma de significarla, se
establecen condiciones particulares para abordar los problemas de la enseñanza
87
de la física, en el sentido de asumir que el aspecto metodológico debe surgir en
las reflexiones conceptuales. De esta manera el problema de la enseñanza no
solo puede ser visto como un problema de organización de contenidos, ni como un
problema centrado en la búsqueda de formas adecuadas de transmitir, sino que
por el contrario es un problema que debe abordarse desde la reflexión disciplinar
en aras de una reorganización conceptual.
2. La formalización de los fluidos en la perspectiva euleriana
En el análisis que se hace de la memoria de Euler, es de destacar aspectos
importantes en el componente metodológico:
• El papel asignado a la experiencia en su relación con los principios
metafísicos y los presupuestos epistemológicos en los que fundamenta su
cosmovisión.
• Los conceptos físicos creados para abordar el análisis de la Hidrostática
• La forma como explicita la relación física matemática a través del uso del
cálculo diferencial.
Euler considera que la primera idea sobre la que han de estar fundados todos los
razonamientos en Hidrostática es la idea de la naturaleza de la fluidez en general,
naturaleza que no concibe en si misma sino en términos de relaciones. Para Euler
la naturaleza de los fluidos es diferente a la de los cuerpos sólidos, razón por la
cual asume que no es posible explicar la naturaleza de los fluidos a partir de una
representación con sólidos, considera que el modelo corpuscular no resulta
adecuado cuando se trata de explicar tal naturaleza. Es precisamente esto lo que
lleva a plantear la necesidad de establecer y profundizar en la naturaleza de los
fluidos. Considera que esta propiedad esencial de los fluidos debe establecer los
principios de la Hidrostática. Naturaleza que permite a firmar que una masa fluida
se encuentra en equilibrio siempre y cuando se encuentre actuada en todos los
puntos de superficie por fueras iguales y perpendiculares a la superficie.
88
Es precisamente con la intención de poner en juego este enunciado que Euler
empieza a dar forma al concepto de estado de presión. Al interior del fluido
identifica una masa fluida y considera que ésta es presionada en uno de sus lados
por una fuerza cualquiera cuya dirección es perpendicular al elemento de
superficie sobre el que actúa. Para que la masa fluida se mantenga en equilibrio
se necesita que otro elemento de superficie sea también actuado
perpendicularmente por otra fuerza, que ha de tener con la anterior la misma
razón que la que subsiste entre las superficies de los elementos respectivos; si
alguna de estas fuerzas fuera menos según esta proporción, no sería suficiente
para resistir a la acción de la otra, y por tanto el equilibrio sería perturbado. De
esta manera si se conoce el estado de presión en un punto de la superficie del
fluido, se conocerá al mismo tiempo los estados de presión sobre todas las partes
de la superficie que son requeridas para e l equilibrio:
Esta situación se puede expresar en los siguientes términos:
ABCD
FMQN
= , o bien si QN = F1, y FM = F2; CD = 21ds y AB = 2
2ds , entonces:
22
21
2
1
dsds
FF
= .
Cuando un fluido en el interior de un fluido se encuentra en un determinado estado
de presión por la acción de una fuerza cualquiera, no solamente serán los
elementos del recipiente los que soportan tal presión, sino que de igual forma
todos elementos del fluido mismo se encontrarán en el mismo estado de presión.
Esta situación la explicita cuando al interior del fluido determina un diafragma
inmaterial en equilibrio y considera que todas las partículas del diafragma
soportarán también fuerzas que responderán a la misma altura p. de donde se
sigue, que cada elemento de la masa fluida IKki será por todas partes actuada por
fuerzas semejantes; o bien todas las partículas del fluido serán actuadas unas
89
contra otras por fuerzas que responden a la misma altura p: es pues la igualdad de
todas estas fuerzas lo que constituye el estado de equilibrio, suponiendo siempre
que de ningún modo existan fuerzas particulares, como la gravedad, que actúen
sobre las partículas del fluido
El término altura al que Euler hace referencia es una forma de representar los
estados de presión de un fluido, referida a la altura de una columna de una
materia homogénea. Esta altura p representa, entonces, la fuerza con la que todos
los elementos vecinos del fluido actúan sobre un elemento particular y, a la vez, la
fuerza con la que el elemento en consideración resiste a la compresión, si se
encuentra en estado de equilibrio. En este sentido plantea que la presión es
función de la posición de coordenadas x, y, z, lo que permite identificar a la
presión como una variable de estado que da cuenta de la condición del fluido.
Las consideraciones anteriores llevan a Euler a plantear un problema que contiene
toda la teoría del equilibrio de los fluidos y posibilita explicitar la relación tributaria
entre la física y la matemática a partir de la axiomatización y construcción de la
fenomenología del equilibrio del fluido. Sobre el problema plantea que: siendo
dadas las fuerzas con la relación que subsiste, en cada punto del fluido, entre la
densidad y la elasticidad del fluido, determinar el estado de equilibrio del fluido
implica encontrar las presiones que tendrán lugar en todos los puntos de la masa
fluida, es decir, establecer el equilibrio de una masa fluida es determinar el estado
o condición de presión en la cual se encuentra la masa fluida, condición que como
se ha dicho se puede determinar en términos de la variable altura. Lo anterior
muestra con cierta claridad como para Euler el problema del equilibrio del fluido
está dado en términos de la presión.
Para abordar este problema Euler considera, al interior de una masa fluida, un
punto Z de coordenadas x, y, z y selecciona a partir de él un elemento de fluido en
forma de paralelepípedo rectangular de lados dx, dy, dz. Luego descompone la
90
fuerza aceleratriz que actúa en el punto Z según los tres ejes coordenados, OA,
OB, y OC, perpendiculares entre sí en el punto O. Estas tres coordenadas
determinan: OX = x, XY = y, YZ = z.
Estas fuerzas que actúan sobre las partículas del fluido, son parecidas a la de la
gravedad, por lo tanto ellas actúan proporcionalmente a la masa que se encuentra
en Z, es decir si la masa que está en Z es doble la fuerza motriz igualmente será
doble, esto implica que la fuerza motriz es proporcional a la masa. Situación que
no ocurre con la fuerza acelerativa, ya que su magnitud no depende de la masa
identificada en Z. Sin embargo esta fuerza acelerativa que actúa en Z se puede
descomponer en la dirección de los tres ejes de coordenadas:
Una componente que actúa según ZL, paralela a OA = P
Una componente que actúa según ZM, paralela a OB = Q
Una componente que actúa según Zz, paralela a OC = R
La fuerza P actúa siguiendo la dirección ZL (+X), R actúa según la dirección Zz
(+Z) y Q actúa según la dirección ZM (+Y). Las magnitudes de las fuerzas P, Q y
R son funciones de las variables x, y, z, lo que implica que la cuantificación de
estas fuerzas acelerativas se da en términos de la posición que ocupa la masa
fluida.
Estas fuerzas motrices no son las únicas que actúan sobre el elemento diferencial
del fluido, pues dicho elemento es también actuado por la acción del fluido del cual
es rodeado. Esta situación Euler la analiza a partir de un razonamiento
geométrico, idéntico al realizado para determinar la masa fluida.
La diferencia de presiones entre dos caras opuestas de un paralelepípedo
imaginario aislado, producen una fuerza que tiende a mover la partícula de fluido,
perpendicularmente a sus caras, fuerza que debe equilibrar las fuerzas
aceleratrices con las que la partícula es animada.
91
Para determinar las fuerzas asociadas a la diferencia presión, Euler considera que
la presión p del fluido en Z es una función desconocida de las coordenadas x, y, z,
cuya diferencial tendrá la forma dp = Ldx+Mdy+Ndz. Cualquiera que sea la presión
sobre uno de los lados del elemento fluido, por ejemplo ZMzm, la presión en el
otro lado opuesto LNln excederá el incremento de la altura dp = Ldx. A este
respecto se puede decir, entonces, que el término Ldx expresa el incremento de
presión que experimenta el elemento fluido, a lo largo del eje x debido a que las
caras del paralelepípedo en esta dirección están separadas un diferencial dx.
Situación similar ocurre con los otros lados opuestos, donde Mdy y Ndz
representan los incrementos de presión debidos a la separación de las caras en
los diferenciales dy y dz a lo largo de los ejes Y y Z respectivamente. Lo anterior
implica que cada una de las caras sería empujada por una fuerza en los siguientes
términos: En el lado de área dydz, el elemento fluido es empujado según la
dirección LZ (-X) por la fuerza de magnitud Ldxdydz. De igual manera el lado que
presenta el incremento Mdy ( en el eje Y) el elemento será empujado en la
dirección MZ (-Y) por la fuerza de magnitud Mdxdydz; la cara que presenta el
incremento Ndz (en el eje Z), el elemento será empujado en la dirección zZ (-Z)
por la fuerza de magnitud Ndxdydz. De esta manera Euler determina todas las
posibles fuerzas que pueden actuar sobre una masa fluida.
Estas tres fuerzas son contrarias a las fuerzas motrices, representadas en la figura
dos; el estado de equilibrio exige que sean iguales entre sí, obteniendo de esta
manera las condiciones generales para que una masa fluida pueda estar en
equilibrio, condición que se puede plantear en los siguientes términos:
Las componentes de las fuerzas actuantes en el eje X son: la componente de la
fuerza motriz Pqdxdydz y la componente de la fuerza debida a la diferencia de
presiones es Ldxdydz, como estas fuerzas son iguales por estar el elemento fluido
en equilibrio se tiene que Pqdxdydz = Ldxdydz, al despejar L de esta expresión se
92
tiene: L = Pq (1). En el eje Y las fuerzas actuantes son: la componente de la fuerza
motriz Qdxdydz y las debidas a la diferencia de presión Mdxdydz, y tal como se
plantea en el eje x en el eje Y se tiene: Qqdxdydz = Mdxdydz; al despejar M, se
tiene que M = Qq (2); de igual manera en el eje Z se tiene que: Rqdxdydz =
Ndxdydz, obteniendo N = Rq (3).
Al que la expresión que da cuenta del estado de presión del fluido es dp =
Ldx+Mdy+Ndz, y remplazando (1), (2) y (3) la expresión adquiere la siguiente
forma:
dp = Pqdx +Qqdy + Rqdz, al factorizar q; dp =q(Pdx + Qdy + Rdz).
Al analizar el planteamiento de Euler en cuanto al surgimiento de las fuerzas
debidas a la diferencia de presión, al igual que la anterior expresión que da cuenta
del estado de equilibrio del fluido resultan aspectos relevantes que permiten
caracterizar el concepto de presión interna:
Para que la masa fluida ubicada en Z permanezca en equilibrio las fuerzas que
actúan en dicha masa deben anularse entre sí.
La diferencia de presiones a la que están sometidas las caras de la masa fluida es
lo que da origen las fuerzas que tienden a mover una partícula de fluido al centro
de dicha masa, es decir, tienden a reducir su volumen, las cuales deben anular las
fuerzas aceleratrices que actúan sobre la masa, como condición para que ésta
permanezca en equilibrio.
La acción ejercida por un medio fluido sobre una superficie imaginaria interior a
este fluido, independiente de su geometría y ubicación, es perpendicular a esta
superficie en cada punto.
El estado de presión no se analiza en términos de una fuerza y un área, sino en
términos de la relación de varias fuerzas y sus respectivos diferenciales de
superficie.
93
La expresión dp =q(Pdx + Qdy + Rdz) representa el carácter espacial tanto de la
fuerza como del estado de presión.
En general, se puede afirmar que asumir la presión como estado o condición en la
que se encuentra una masa fluida, permite superar la dificultad centrada en
asignar a la misma acción un carácter de fuerza y a la vez de presión. La
condición caracteriza la identidad del fluido, mientras que las acciones (fuerzas)
son ajenas a dicho fluido.
3. La relación física matemática
El establecimiento de los principios generales de la hidrostática, realizados por
Euler coinciden con el momento histórico (siglo XVVIII) en donde los trabajos son
orientados a organizar y formalizar las teorías establecidas en el siglo XVII, en
principios generales. En este contexto más que el interés por la extensión y
aplicación de los conocimientos ya constituidos y el afán por alcanzar nuevas
metas, la preocupación se centra en la indagación por la posibilidad del
establecimiento de líneas directrices que permitan fundamentar y perfilar la
dirección de la propia actividad: la pretensión está centrada en el análisis del
fundamento general de los fenómenos. En este siglo se obtienen las leyes de la
mecánica de fluidos, como resultado del trabajo con el cálculo diferencial, y la
invención y utilización de las derivadas parciales.
En este momento histórico se pude ver como el uso del cálculo diferencial implica
una nueva etapa de la matematización en física, la cual encuentra en la mecánica
de fluidos un terreno fértil que posibilita el establecimiento de principios generales,
tales como los postulados por Euler.
La matematización de la hidrodinámica a través de la invención y uso del cálculo
de ecuaciones diferenciales, propicia rutas alternativas, que posibilitan a Euler, el
establecimiento de los principios de los fluidos.
94
Este trabajo muestra el papel que desempeña la invención y uso del cálculo
diferencial en la formalización de los principios de los fluidos. Y es precisamente
con el uso del cálculo que Euler hace un análisis del medio fluido, propiciando
nuevas representaciones en términos del nuevo análisis (cálculo diferencial) que
permite pensar el medio fluido a partir de la formalización y establecimiento de
estos principios.
Es de resaltar que las conceptualizaciones físicas de Euler son hechas posibles
por el uso sistemático de la simbología y significación del cálculo diferencial
leiniziano que Euler ya conocía a través de sus maestros. Utiliza el símbolo “d”
para el operador de diferenciación de modo que el diferencial dp, de la magnitud p,
es otra magnitud que tiene la misma dimensión que p y, por tanto con la que se
puede componer.
Para Euler la presión, más que ser una magnitud primitiva, es concebida como
una función del fluido en un punto Z, función desconocida de las coordenadas x,
y, z, cuya diferencial tendrá la forma dp = Ldx+Mdy+Ndz. esto muestra con cierta
claridad como la naturaleza de ciertas magnitudes físicas es construida a través
de la relación entre variables con el uso del calculo diferencial, pero a la vez se
puede ver como éste adquiere otra significación en la construcción de tales
magnitudes, es decir el la construcción de las magnitudes físicas abstractas le
posibilita a Euler poner en juego otra forma de significar el cálculo diferencial.
Esto permite afirmar que la invención y uso del cálculo determinan un tipo de
relación entre la matemática y la física: una relación en donde surge tanto el
cálculo como la organización y construcción de magnitudes físicas, es decir una
relación de constitución tributaria entre la matemática y la física.
95
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