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ÉL MUNDO, SAN JUAN, t. I. - MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DE
1931.
PAGINA DEL HOGAR WVVCcLa J&aAia
En ruta a Nteva York.—Esta mañana, en un tren que se dirigía a
toda velocidad hacia Nueva York, me- desperté pa- ra contemplar la
primera escena nevada del año. Ciertamen- te bella. Los campos, loa
arbustos, los árboles, todos cubier-
tos con la blancura de la nieve y brillando al sol. Me gustan
todos los aspectos de nuestros campos, pues tienen en cada estación
una be- lleza cambiante y distinta.
Pero debo contarles sobre otro proyecto de la WPA que vi ayer en
Columbus, Ohio, y el cual creo muy importante. La idea se originó
en la Universidad del Estado. He visto lo mismo en otra
Universidad, la de Ba- ton Rouge, Luisiana. Allí, el Gobernador
sencillamente me indicó cuando pasábamos frente al estadio que
utilizaban aquel espacio para hogares, de manera que no me causó
tura r rankiin . ., * _,
D. RosMvfiii tanta impresión como esta vez. El proyecto de
Columbus se ha desarrollado con labor de
la WPA y por esta razón lo visité, dándome cuenta de que es en
realidad muy práctico.
En ocasiones me muestro generosa, otras económica. Siempre he
mirado nuestros maravillosos estadios y campos atléticos, que
poseen casi todos «nuestros colegios y u/iiver- sidades, pensando
si no habría alguna forma en que pudie- ran utilizarse durante una
gran parte del año. Después de todo, los juegos de foot-ball que
los llenan de espectadores son contados. Ayer en la Universidad de
Ohio encontré la respuesta.
Han utilizado el espacio bajo las gradas para acomodar
estudiantes que encuentran la carga financiera del colegio más
pesada de lo que ellos podrían soportar. El ser admiti- dos en esos
cuarteles, que se conocen como "El Club de la Torre!' conlleva una
gran distinción. El estudiante no acep-
. ta una caridad, pues sus notas han de ser más altas de "B" y
al mismo tiempo ha de pagar su matricula. Sólo se requie- ren $20
mensuales para esto y los demás gastos necesarios. La cocina, el
salón comedor y los dormitorios son bien ven- tilados, y tienen
muchas comodidades. No puedo decir, des- de luego, que este
proyecto experimental pueda dar la sen- sación de hogar, pero eso
se logrará con el tiempo. Es cier- tamente una forma práctica y
saludable de comer, dormir, y abrirse paso a través de esfuerzo en
la Universidad.
Mis felicitaciones a la Universidad del estado de Ohio, a la WPA
de Columbus, Ohio, y para los muchachos que hi- cieron un éxito del
proyecto. Ahora una palabra sobre algo más que se ha traído a mi
consideración. Parecerá diferente del Proyecto de la WPA, pero
tienen una cosa enl común. Ambos apelan a la imaginación.
¿Conocen ustedes el Templo de la Religión que se está
construyendo en la Feria Mundial de Nueva York.-1 Este edi- ficio
no representará una forma de religión, pero se levanta- rá como un
símbolo de todas las religiones. Según las ma- nifestaciones del
señor William Church Osborn, está desti- nado a demostrar "nuestra
creencia común en Dios, un reco- nocimiento público de las
influencias de la religión en lo que hemos logrado hasta la fecha,
y será un rayo de luz pro- yectándose al futuro". Será construido
el edificio por con- tribución privada, pero la Feria ha donado el
terreno y los planes del arquitecto me parecen muy bellos y
apropiados.
El fondo del aljibe Por Federico Degctau
La presentación de Myrtelina 1«. se celebrará el sábado en el
'•Condado*'
(Envió del Comité Ejecutivo de. Carnaval Ponct dt León)
El próximo «abado, ■ las do-e del día, tendrá efecto «1 acto de
presentación de Su Majeitad Myr- telina. Reina del Carnaval de
Puer- to Rico de 1939 y Sefiorlta Puerto Rico de 1939, a loa
miembros de los d:\»rsoa comités qu.- están Intervi- niendo en la
organización del Ter cer Carnaval "Ponce de León", que se celebrará
desde el 9 hasta el 21 de febrero próximo:
La presentación se hará en oca- ■tófl de un "lunch" que tendrá
efecto en el principal salón come- dor del Hotel Condado, a las
doce
del dia del sábado. Hará la presen- tación de la Reina Myrtelina
ti presidente del Comité Ejecutivo de' Carnaval "Ponce dt León",
don Eduardo R. González Gélgel.
El acto promete revestir entra* ordinario lucimiento pues los
miem- bros de los diversos comités qu* hasta ahora han significado
su pro- pósito de asistir, han hecho al mis- mo tiempo reserva de
cubiertos pa- ra sus distinguidas esposas o fa- miliares, lo que
garantiza el re- lleve social que alcanzará la oca- sión.
El acto, repetimos, tendrá efecto el próximo «abado, a las doce
del dia. en el Hotel Condado.
CONTRACT Cómo Jugar
BRIDGE Cómo Ganar
Una fínense costosa LAS riñes»»» tienen I» mlimi atra»
cl8n qu» el nblimo. para casi todo» lo» Jugador»» o volvía
corriendo pensaba que tu mercé no te habría levantado...
—Baata. Dame lat botai. Supon- go que laa tendrás ya
limpias.
Muricio les dirigió una mirada, y al verlas recostada una sobre
la otra y salpicadas de barro, no pu- do contener un movimiento de
te- rror. •
No tuvo tiempo de más. Se sin- tió arrojado al suelo* por un
tre- mendo puntapié, te levantó, cogió lat bolas y salió
corriendo.
III Rompiendo la oscuridad'de la no-
rhe, mil cucuyos cruzaban en todas direcciones, dibujando
extraña* y fotforetcentes figuras. Lot alrede- doret de la tasa
estaban completa- mente tolitariot.
El viento rasga una oscura nu- be, y la luna aparece en el espa-
cio iluminando los objetos con una pálida claridad. Merced a ese
dé- bil resplandor, cualquier curioso hu- biera podido contemplar a
Mauri- cio, que sollozaba tristemente apo- yando tus brazos en la
baranda del aljibe, de donde durante todo el dia los criado*
sacaban agua.
.Ni. ten jo nadie—oen-t'. m* quiera y me proteja!
Y, en efecto, su madre, la cocine- ra Agripina, pasaba todo el
dia Jun- to al fogón, y a él no le permitían entrar allí desde «iue
la gala se co- mió una torta, y a pesar de su ino- cencia, le
echaron la culpa. En cuanto a su padre, nunca habla oí- do hablar
de él, ignorando hasta si existía...
Dt pronto Mauricio it sintió A-
SU SILUETA, SEÑORA Por Ida Jean KAIN
M ejercicio constante la hará ttoeeer una cintura tan esltelta
y. reducida comu la de Juan Fuutaine, de la K. K. O. Kadlo.
Debe ser motivo de orgullo cuan- do una de esas chicas dt cinco
pies de estatura—que ha de luchar pa- ra reducir siquiera una
libra—se lat arregla para dethacerse de uno cantidad considerable
de peto. La "señora Jonet", de Oregon, ha per- dido 27 libraa en
tret meaet. Como ella no/ tiene arriba de cinco plet, ettn
tignifica que ha debido limi- tarte estrictamente a una dieta de
mfl calorlaa durante ese tiempo. Mil calorías son 200 menos que la
dieta promedio, y el atunto no de- be haber tido muy fácil qut
diga- mo».
Junto con esta reducción en pe- so, logró rebajar varias
pulgadas en medidas: seis y media tn la cin- tura, seis tn ti
butto, y cinco tn las caderas. Sus nuevas medidas son: busto, .17
pulgada»; cintura. 32V«; caderas, 41.
Ev>»e las mexlldas desproporciona- das ruando esté
reduciendo.
¿Ve usted algo mal en esa «Hue- la? Lo único está en las medidas
de la cintura, casi iguales a la del butto (tolo 4'a pulgadaa
menos). Con la pérdida de peso en los tres metet, la medida dt la
cintura no ha mejorado como debió. Desde luego qut una reducción de
seis pulgadas y media es contiderable,
traordinariamente sorprendido. Ha- bla alguien que retpondia á
tut so- llozos con otrot sollozo», alguien gimoteaba también,
alguien compar- tía con el pobre niño lot dolores y sufrimientos de
su corazón.
Pero ese alguien, ¿quién podría ser? Indudablemente alli habla
al- go desconocido y mi*lerio*o. Kn- toncea empezó a recordar
Mauricio lo» rúenlo.» famas tico» «arre|'l»a funcionales ftme-
i.n.ua. fui lu tanto utttfd rito» ayu-
daras a ti asisniH r\ itiii.il.i tririiieiiln*
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