4 UNlVE1;(BIDAD
ALGUNAS CONSIDERACIONES GENERALES. 80-, .
BRE LAPRÓDUCCION AGRICOLA E INDUSTRIAL', _.,
D E M E X-'I C-'O
Del estudio ~{Consideracion..es Sobre la Producción Agrícola e Industri,al de México", escrito por el sabio maestro V ALENTIN GAMA, publicamos en estas páginas el capítulo final que es un resumen de aquél, y que da un aspecto general y amplio del interesanteproblema que sirve, de base a su autor pam el propio estudio.
Por el Ing.
VALENT IN GAMA- "
DEClAMOS, al ocuparrros de la poblá.ción económicamente activa, que e1.examen de 'nuestras estadísticas industriales.:y agrícola, nos había llevadoa, pensar que para resolver el problerna de mejorarla condición de nuestro proletariado, o sea el deincorporarlo a la civilización poniendo a su alcancelos bieries materíales y espirituales de que disfrutanotras 'clases, no bastaba una reforma en la distribución .de la propiedad, 'que era necesario llevaruna porción considerable de los trabajadores delcampo a las fábricas; en otros términos, que eranecesario industrializarlos. Trataremos de exponercómo hemos llegado a esa conclusión.
Desde luego nos llama la atención que los paísesdonde el trabajador manual, tanto el agrícola comoel industrial, goza de más comodidades, de másbienestar, donde, en suma, ha alcanzado más altonivel de vida, son aquellos donde la industria estámás desarrollada, donde es menor la relación delnúmero de campesinos al de obreros,
Por atraparte, es necesario para que mejore lacondición del trabajador del campo, que trabajemás y mejor, que cultive más tierras de las queahora cultiva y las cultive mejor, Ahpra bien, supongamos que se aumentara el rendimiento del trabajador y el de la tierra hasta ser comparableal de otros países: una de las consecuencias inmediatas de esto sería que produciríamos varias veces10 que ahora se pxoduce, y entonces surgiría el problema de encontrar mercado para el. resto, ¿10 encontraríamos? Lo que ha pasado y pasa en a'trospaíses, en Estados Unidos, por ejemplo, nos iliclina a pensar que no,
La falta de mercado para los productos agrícolas ha sido una de las causas determinantes de lacrisis que afecta a los Estados Unidos, hace algunosaños, Debido a eso los agricultores y negociantesen productos agrícolas, resolvieron más de una vez.destnfir cantidades considerables de artículos deesa clase, quemándolos o echándolos al mar. Laprensa de información ha hablado de eso más de
'una vez; en el número del S de'1l1ayo d(('.i93{ "~e"Excélsior", se lee que en 1,934 se habían destnií
'\ do un millón de' furgones de carros de trigo,. SO'millones de libras de carne, .otras tantas de aá6z,516 millones de libr,as de'azú<;ar y 267,OQO' fúi-go~nes de café. ' '
. , .' -Que la superprodu<;ción agrícola es ¡.:o~a. q1:1e hq.
preocupado al gobierno, a los hombres de negocios;a los agricultóí'es y economistasamerica.nos, 10 demuestran algunas de las medidas que se han propuesto y las que se han llevado a la prácticapcCi-acorribatir la crisis, Entre las, primeras figurab.a lasiguiente: .abandonar 16 millones de hectáreas, detierras cultivables de buena clase' o '40éle ,las máspobres. N o parece que se haya llegado a ese extre:':ma, pero que se consideraba ·indispen,sable restringir la producció~, 10 p,rueba el c6ntr~to que'a ,~e
diados de 193~ celebró el gobierno a!J.1e.ricano conlos agricultores y ganaderos, por el,cual los primeros se comprometían a limitaren un 20% la superficie de cultivo, y los últimos en un 25 ro la: críade ganado porcino.
Todo esto nos inclina a pensar que e:s ml1Y_ pocoprobable que encontrásemos mercadó para uria Pt:Oducción varias veces mayor qué la actual, y qUe nonos queda otro camino que industriafizarrtos. ,
Meditando sobre eso nos vino la idea <le que faque se hace en Rusia;, de algunos años aca, ob.edece a q~e los que manejan allá la Cb~a" públicahan comprendido que no hay otro' <;:-amirtoque ~r}ndicado para mejorar la condición del pueblo; queno era bastante dar las tier-ras a·lo.s campesinos,poner a trabajar a los obreros'en las fábric;J.s existentes y distribuir 10 producido y por sJi-:"nattiraleza misma destinado al uso y al éonsulTIG, de-talsuerte que todos los que' estuviesen en cQndioiónde trabajar y trabajasen-en 'cti~lquiera .ciirse.'d~trabajos, como agricultores' acamo 6bre~of;;'c~mosoldados, como empleados públi!:os,"como ,tecnlcélS,como maestros. de escuela,' etc.~, '.pudies'en· disfrutar ellos y sus familiares delaS\misrn'as¡ <;pnÍo\Ii9:a-'
U N 1V;E~RS 1DKD: -' '". \ .. "-
des ;,era,'abs.olubmreI'\t~ indispensable industrializaral pa~s: .-. .
E¿ difjCil saber, a ciencia cierta,.IQ que pasa enR~sia, ~n~'p'artic\liai-formarse idea de' éómó se vive,de las eomodidades que disfrutim:; sobre las priva-, .
ciones que sufren la mayoría de sús habitantes yacaso todavía es niás_difícil, saber 10 qu~ la mayorÍa piensa de la §ituación, cuál es el estad9 de almaen que viven los que desempeñan diferentes funcio'nes.· Los informes de pers.o~as de muy diferenteestado y copdición y de' modo de peñsÚ y sentirmuy diferente, dé perioq.istas; de políticos de profesión, de lJderes de agrupaciones obreras, de escritores, etc., que. han ido allá animados, sin duda;de propósitos muy 'diferentes, difieren' radicalmen-te unos de' ~t¡;os.~(1): .' .'
Pasamos p'or alto sobre '1<;> que se dice de la dureza rayana' en 'crueldad' con q.ue se procede conlos enemigos gel régimen s'oviético, y sólq nos ocuparemos de lo que s~ ,dice sobre la situación eco-nómica. -
No solo 10's/ ¡dversarios del comunismo),hablandel hambre quehu~ó e~ '1933; .él ñúniero 'de'yíctimas -s~"dic;; qué asc~ndió a varios miÍlones.· (2)Una esci~t9r~.americanaqu~ vivió en- Rusia. donde publi~ba un semanario y. que si 'no s~ declara -abieftam~!1te ~omunista, no se ,'muestra talñ~po~o francamente' adversa I a es'e. sistema, puesque dice en una obra suya que el mundo va camino al comunismo, <}ue comunismo y libertad sonsinónünos, habla de la ~estricta censura declaradapor el S~viet co~ motivo del hambye de 1933, yopina que·las amplif-s Ihirás del comunismo justifican esás medidas. Debo a.avertir que, de 10 quedicen otras publicaciones que han llegado a mismanos, se colige que el hambre de 1933 no fue general en-tOGa la U. R. s. S., quese.sintió~única-'mente en la Ukraniá, de -donde, por orden del go- .
. bierno, se sacaron prematuramente grande~ cantidades de productos·agrícolas.
Otros escritore¿, adeptos al. comunismo, afirmanque lo que se dic~ sobre las priyaciones a .que estásujeto el pue):>lo ruso no ,son más que difamaciones,calumnias, y propaganda maliciosa de los enemigos del régimen que se ha implantado allá. ElLic. V. M. VilI~señór,en un artículo publicado en"El Universal", cita los informes de corresponsales de .periódicos que no son considerados comoadeptos al comunismoy las opiniones de escritoresque él considera de criterio burgués, sobre 10 quepasaba en ·Rusia en 193~: He aquí un resumen de10 que se lee en dicho .artículo.
( 1) Eso no débe extrañarnos. 'hemos visto que personas que han ido a Tabasco han dicho cosas' muy diferentessobre lo que' allí pasaba,
(2) "El Uriiversal'" del 4 de enero de 1936.
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Un corresponsal del "New York TImes" enBerlín, dice que un profesor de la Universidad deTexas que recorrió la Ukrania, aseguraba que noencontró pobl~ción cubierta de cuerpos d.e genteshambrientas ni oyó -h~blar Cle eso en ningun¡l parte; que otro corr.esponsal del t11ismo periódico que
, había p3¡sado varios' días en Kiew, cua:ndo se ase.guraba que la gente moría allí de hambre, y que novió en la éiudqd ni en los alrededores nada de eso,que había alimentos 'en ábundancia en los mercados y los campesinos se mostraban contentos. Poro'tra parte, un profesor de la Universidad de Yale,escribía en 19~4, que, las versiones de 1a prensahostil al S9viet sobre la crisis agraria, se flpoyaban'únicamente en ~l hecho de que el gobierno no habí'a publicado estadísticas de las cosechas, peroqué, 'como resultado de 'ra campaña emprendidapor el gobierno, se había obtenido la mayor. cosecha de productos alimenticios que se registra en la'historia de Rusia.
Ante esas ,diferencias entre los informes sobre10 que pasa en Rusia, quienes ven las' cosas, coI?serehidad, sin prejuicios y no creen que. en asuntostan complicados como los sociales sea posible prever con seguridad las consecuencias de ciertos movimientos de las colectividades, basándose en principios generales, en las reyes que se supone rigenlas sociedades y los individuos, tienen que sentirseun tanto desconcertados y poco inclinados a emitirjuicios definitivos. No nos extrañaría que revoluciones como la rusa y dadas las condiciones internas y externas que prevalecían en Rusia cuandoaquélla estalló, hubiesen causado privaciones, dolores no sólo a las clases sociales a las que se privó de los privilegios y ventajas de las que disfrutabañ bajo el régimen abolido; sino a la gran nusadel pueblo y que las siguen causando.
Pero sea de eso 10 que fuere hay algo que parece incontrovertible y acerca de lo cual los informesde origen muy diferente son concordantes, y es 10siguiente: la dictadura rusa está haciendo grandesesfuerzos por indusúializar a la U, R. S. S. Rusiase ha arrojado franca y resueltamente en brazosdel maquinismo'; es el "gran Estado maquinista",dice un culto industrial mexicano, don Jesíls Rivera Quijano.
"Será eso-dice el aludido it1dustrial~un maquinismo rudo y cruel, manejado por el Estado,pero el hecho es que se ha proyectado y empl'endido la construcción de grandes instalaciones industriales, en las ·que se han invertido sumas enormes". Para dar idea del impl}lso que el gobiernoruso está dando a la industria y del nivel a que sepropone elevarla, citaremo~ algunos de los contratos que ha celebrado con empresas norteamericanas: para la construcción de una planta eléctricaen Ukranta, con un costo de 100 millones de dó-
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lares; pata planear, una fábrica de tractores, 'queproducirá 40,000 al año; para diseñar fundicionesde acero con un costo de más de 1,000 millones;para la in~talación de nuevas minas de carbón, reconstrucción de fas viejas, e instalación de tiposmodernos. (.
y que eÍ gnbierno ruso' persevera eh su pro-,pósito, lo muestra, el hechcy de que en el últimopresupuesto delgobietno figüra una partida de$6,500.000,000 para maquinaria, factorías y construcciones. (1) Vamos a referirnos por' último, auna medida que hace poco tiempo 'tomó la ,D. R.S. S., y que no dejó.de causar alarma en elmundo: el dumping. No estamos seguros de que el ob-
. jeto, o por lo menos uno de lo~ objetos que seperseguía al malbaratar una cantidad considerable de productos agrícolas, quena es remoto quehiciera falta para la, satisfacción de necesidadesmás o menos'ápt:e'miantes, fuese atbitrarse recursos para realizar el propósito de maquinizar el.país-;' pero sea de eso lo que fuere, nosotros vemos
, en ese, hecho un argumento en' favor de nuestratesis de que si se lograse qtte nuestra poblaciónagrícola a:étiv.atrabajase máy 'y mejor, no sería
, remoto qtre no encontrásemos mercado para lo pro'ducido, lo que,' a1m vez, traería consigQ esto. otro :para elevar el nivel de vida de la parte más mt-merosa de núestro proletariado y para que unafracción considerable de'la población rural activadeje el can~po paré¡. dedicarse a la industri~, es necesario ,hacer lo que Rusia trata de hacer a todacosta: maquinizarse; porque no puede esperal'seque Se consiguiera ese propósito fomentando lapequeña industria; el campo de ésta es muy limitado,eada día más, y empleando una frase muy expresiva del celebrado escritor español Larra, puede decirse que los oficios, con contadas excepciones, han llegado a ser modos de vivir' que no dande vivir.
No creemos que ese empeño indiscutible del go- .bierno soviético de industrütlizar la U. R. S. S.,sea incompatible con el hecho d,e que el puebloruso no esté en un lecho de rosas, que está sujetoa privaciones, .que tl0 sólo no vive como el proletariado de los grandes países industriales quecontinúan bajo el régiínen individualista, sino queno vive mejor que antes de la revolucióñ. No debesorprender que pase a los pueblos, a las naciones,lo que a~ontece en particular a los individuos; nohabrá quienes no hayan tenido ocasión de conocera personas que de la pobreza se han elevado a sercomerciantes,' hombres de negocios o industriales,acomodados y aun acaudalados, y que no lo debena contingencias Imprevisibles, a sucesos fortuitosfavorables, 'a lo que en el lenguaje corriellte se
(1)' Tomamos esa noticia del número del 25 de enerode 1~36, del periódico americano "The News Week".
llama la buena suerte o la fprtl:ma,. sip<? as~: pe'rseverancia en el trabajo, a' su inteligené.iay a1..ahorro, a que no gastaban, no digamos e.nl:. stipe'rf1uidades ni en comodidades que se proporcioq¡mientes que viven modestamente, todo lo que ,gútabanen los comienzos dé sus empresas, sino a .que sa-., I
tisfechas sus h1ás urgentes necesidádes, i,nvertíanel resto de sus ganancias en ensanchar' s'gs nego-'
• cios. Y hay que ver que ahorro significa piivaCiones. No nos extrañaría que algo semejante pase'et{ Rusia; que se esté imponiendo a lagenera~i6nactual sacrificios o por lo menos privaciones Conla esperanza de que si ella no logra' di.sft,~tar. losresultados de los mismos, sí los di'sfrutarárilas ve~
nideras. Acaso los dictadores de Rusia¡ no buscanprecisamente el aplauso y la' gratitud de súscontemporáneos, sino los de la posteridad.
* * *Sobre 'cuál sea el camino par;'rea1i:z;~~:laj6cl.tls~
tri~lización y, elevar el. nivel de producciqn; pí-~~. 1 "., ' -
SUnlO que es un ,punto sobre el c.llalla ophtión, e-stámuy dividida, aun entre los que convienen/el1' que
, eso es necesario para elevar el 'nivel de vIda de.todo el proletariado. No faltará quiepes 'opineri,que
'las dos cosas sólo pueden realizár¿e; hajo:1m ré-.gimen socialista; ,que Qajo el régim~n individu~lis
ta se conseguirá sólo lopriinero; ma; no ló segúpdo. Otros al contrari?, dé acue!,do co.u algunqs 'sociólogos, G. le Bon entre ellos, dirán que es imposible que las dos cosas se ~cons¡-gan implantando elsocialismo, porque todos lós sistemas "so~ia!istªs
chocan con obs,táculos nacidos dé la etructu-r;;r-psicológica del hombre y de las necesida,de~ económ'i-cas modernas. '
Aun entre los' que no sQn partidarios de' lasfórmulas demasiado rígidas, o mejor. dichO, absolutistas, porque creen que dada la complicacién delos fenómenos sociales se corre 'el I.>eligro, de errarcuando se trata de encerrar 'é~ 'fórmulás muy (sencillas las uniformidades que se han observadoen la marcha de esos fenómenos; habrá 'quienessostengan, basándose precisamente e~ ,el ',principio conforme al cual ,el valor, de la~ institucio-·nes y de las leyes es relativo al fiempo y al·lugar, que aun no ha llegado para nosotrps' e'l momento tie implantar un t;égimen sóciali~ci, porqueel capitalismo aun no ha realizado' 'aquí .1¡is rnáravillas; qu'e según dice :rv.J;arx en, el .M;anifiestoCOinunista, había realizado la b\lrguesra."bajo ese,régimen y que ya no realizaba, por''-IÓ'Gual tenía.que morir-Marx se refería a'los',pa,í~~s ya muyindustrializados-; que por esa, raton.lo· m,éj.ores ,industrializarse bajo: unr~gimen"Gapitalista 'y que una vez que baj-o ese"régi~el'lls.e, haya,ele~ ,vado el nivel" de la producóóll' habn\: ·Iugar ·a ..pensar en~1 so~iaJ¡smQ.'Segútanlente',h~i: h1l~chosentre los .que ,~:¡'Í opinan, que' ~rea,~ ;¡rif~,' en .los
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países'ya..':indt.lstda1iiadbs como' los ~E. UU. porejemplo,; q!1e producen muchq al grado de que sehan vist(\'obÍígadqs a veces a-destruir parte de loprodu~~f.lo,'-P.?~ ,no ~ encoirtr~r . rpex:ca.do par.a ello,e! problem(f de e!evar-ehlclvel 9-~ 'vl~a del trabajador manual' sí se,resoiveda con UU! sistema dedistrib~Ci6fi' en el' que;.je t~t-ase Una, porción dela rique~a p'roducida por su trabajo mucho ma-yor de la que' ahora'letocá.
J;>or últImo, no faltan quienes convengan enque por' el camino indicado se llegaría' al fin quese persigue, pero que'sería mejor establecer desde luego'un régimen socialista, "hacer lb que hahecho Rusia:, socia1izar 'los ,medios de. produtcióny la ti~rra,auncuandá no nos ajustemos al piede la letra aJos :difer'entessistemas que- allá sehan puesto :e~prádjcapara distribuir lo p,roducido.
No nos proponemos tratar aquí este punto, noslimitatemos únicamente- a decir, refiriéndonos a laprimera ddas' opiniones excIusivistas, que los hechos no la corif!rman. Que es innegable que la condición del pcoletariado en las naciones muy industrializadas~es 'mejor que la de! ,nuestro, y que asílo piensa buena parte de nuestros trabajadores, en- .tre los que probablemente figuran' muchos de los'mejores, de los más. enérgicos y activos, y penetrados de laa:mbición que mueve a-un trabajo ín-_tenso,. lo muestra' la granemigracián de los mis~
mas a los Estados Unidos cuando éstos no habíancerrado aún las puertas a la emigración extranjera. Es cosa sobre la!" que debemos pensar:, laemigración de los proletarios de un país en el quese hacen ensayos, o mejor' diremos -escarceos socialistas, al país capitalista por excelencia.
El punto sobre el cual sí queremos llamar laatención, es el siguiente: no vam0S en camino deind\lstrfaíizar~ps aqtií en México. Es cosa que anadie pa,sa inadvertido que el ahorro de los mexicanos se e~tá amortizando. No se emplean las gananCias que' se obtienen en e! comercio, en lasminas, en negocios 'con la administración pública,ni las ecohórníca,s de lo¡¡ empleados' públicos y particulares, .n6 digamos ya en instal¡¡.ciones industr:iales, en factorías,.en una palabra, en el fomentode nuestra raquíttc'a. industria, pero ni siquierarudjmentariamente., Los nuevos ricos sólo por'excepción invierten sus fortunas, no siempre bienhabidas, en la industria y en la agricultura. Confrecuencia se ha hablado de que hay en los .Bancos. , /
sumas considerables .inmovilizadas porque nadiepiensa en establecer J;1ueyás industrias o en desarrollar las existentes;'y a eso hay que agregar quemuchas p-er'sonas no depositan sus ahorr~s en los
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Bancos -por' temor' de algún ambiq en el sistemamonetario que los perjudique. Nunca nos hemosdistipguido ,.los _méxicanos por. nuestra iniciativapara empteJ:ld~r,.negocios.in,dustriales; Ia.-sindus-
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t.rias no nos han atraído, y hoy menos que ntUl
ca. F!ay un hecho que pone de relieve la amortización de la's ecoriomías de los mexicanos y anteel cual nos vemos tentades a decir que la riquezaque no se consunle ni se;leáocha en superfluidadesoen una,vida fastuosa o disipada, se.está enterrando: ese hecho es el crecimiento de la ciudad deMéxicQ y de algunas otras. La productibilidad delas fincas urbanas casi nunca ha guardado relacióncon su precio; sobre todo la de las residencias suntuosas; no obstante eso, la compra y construcción,pe casas, es la inversión preferida, casi la única queatrae al ahorro; y es que se la considera no sólocomo lit más cóm~da, sino también como la queofrece menos peligros.
y hay que agregar que no sólo se ga-sta en construcciones nuevas, sino que se derriban muchas delas 'viejas que ya no son del gusto'de las gentes, para construir en su lugar otras a la moda.
, A nuestro modo de ver, la causa de todas esascosas que nos parecen lamentables es que se ha dejado en paz a la riqueza inactiva, a la que 'se gastaestérilmente o se derrocha de tal modo que nadabueno trae ni a sus propios dueños, y en cambiose hostiliza a la riqueza activa, a la que se empleaen producir. Por otra parte, la tendencia a invertiren fincas urbanas, determinada por la hostilidad ala riqueza activa, ha favorecido a los propiétarios deterrenos suburbanos, dándoles oportunidad parafraccionarios y obtener ganancias no debidas altrabajo y al esfuerzo propio. Y esto no puede menos de extrañar cuando se consideran 'las cargasq'ue se han impuesto a otras clases, a otros propie-
- tarios que hacen de su propiedad u~ uso que aportaalgún beneficio a la sociedad.
Otra cosa que nos parece desconcertante, y antela cual no podemos dejar de pensar en los esfuerzos de Stalin. y los suyos para industrializar aRusia, es ese programa de embellecimiento de la 'Ciudad de México; no comprendemos eso de queun país pobre en el que urge acelerar el ritmo de!desenvolvimiento industrial, sin el cual no podríallevarse a cabo uno de los puntos del programa delgobierno a que se da más importa'ncia, se gasteparte del producto de los impuestos que gravitansobre el pueblo y parte de las economías y reservasde los propietarios de fincas urbanas, en embellecer' la ciudad. Nos hace pensar eso en aquellosmundanos que preocupados en ostentar el porte·
,de los ricos, no siéndolo, se privan de cosas quepiden la: higiene y la salud del cuerpo, y a los que
- se designa con un término un tanto despectivo.Creemos; en .conclusión, que cualquiera que sea
el sistema qe organización social que se implantepara mejorar de manera apreciable la condición
, de la gfélln masa de nuestro proletariado, es indispensablé trabajar con energía, con inteligencia y
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c'o<¿'l~s)fup¡em~nt~s de·tl'abajoque la ciencia y la,iñdustria' hah puesto al áléance. del hombre: Nos .'Ii'~ría Hn·it').apreciable.ser~¡cioqujen lograse -infun-
, di-r a -los m'exicanos d~- todas-las ciases y<;otidiciones l~ q:ue·ef.eminénte político· y' orador español,"Cánovas déi .Castillo, q~seaba, a su vez, ha<;emuchos años, infundir a sus coqciudad¡uios : el,'propósito firme, ftecididQ, de trabajar, iÍ.horrat y economizar. Álibrrár y economizar, añadiríamos nosotnls;no par~ consumir después esté.iilmen.te la riquezaadquirida, 10 ahorrado, sino para 'adquirir losimpl'ementos de trabajo para máquinizarp.os; 'a-iin de.obtener el mayor fruto posible del trabajo.
Ahorrar y trabajar; es de la economía, del ahorro y .del trabajo, intenso e inteiigente aplicado alos útiles' e instrumentos de producción, que poresos medios sé adquieran, de 10 que d~bemos esperar la elevación' de nivel de vida de todas las C1ases, del proletariado en particulí1r; mientras eso nose haga, poco hay que esperar de las leyes, de laimplantación de los sistemas sociales ideados porlos teorizantes, de algunas de las medidas que sehan tomádo y de otras que se han propuesto, yaun corremos el riesgo de que no sólo no conduzcan a nada bueno sino que' resulten contraproducentes. Citaremo~' una de la~ que estén en ese caso: el impulso que se ha dado y sigue dándose a:la enseñanz·a técnica,en la que vemos un ejemplode que se espera de la~ escuelas más de 10 quepueden dar. Tal parece que se cree que nos faltantécnicos, y no hay tal cosa; 10 que nos hace faltason establecimientos' industriales en qué ocupar amuchos de los que ya tenemos; mientras la industria no se desarrolle, las novísimas escuelas técnicas, las de reciente creación, y aun algunas de lasviejas escuelas profesionales seg~irán siendo almácigos de burócratas; agravarán los males queorigina esa tendencia de nuestra clase media a vivir de empleos públicos, y darán ocasión a que jóvenes que podrían ser buenos obreros se conviertan en parásitos burgueses. Y a 10 dicho hay queagregar que las nuevas escuelas. tienen el incentivo de las carreras cortas: se espera obtener en ellasen poco tiempo uq título que no abrirá a los que10 posean, las. factorías, las fábricas, pero si lasoficinas públicas.
Pero dejamos este punto del que en otras ocasiones nos henlos ocupado para fijarnos en otrosobre el que creemos oportuno llamar la atenciónen los tiempo~ que corren. Oímos decir a cada paso a los socialistas-tanto a los teorizantes comoa los de acción-que el socialismo es la socialización de los medios de producción.' Ahora bien,10 que todos los sistemas socialistas persiguen, 10mismo los calificados de utópicos que de .científicos, es una distribución de la riqueza producida,diferente de la actual, en la que toque a los traba-
Ú N IVERSJDAJ)
jadores, en particular al trabajá~Or.mél:nual, unaparte de esa riqueza mejor de la ql!e ahora Íe toCa.
.Un escritor reputado y muy leídó, :sertrandRussel, dicerefiriérÍdose·..a 19S males que en opi~
nión de . los socialistas afligena<las 'naciones capitalistas, ló siguiente: "Los socialistas- ven elre~
. medio' en que'el Estado' sea' el. propietarió _de· latierra y,el ,capital, combinado con un. sistema de.distribuéión más justo~ .¡qo se puéde' négar quenuestro sistema de distribución presénte es' itidefendiblédesde todos los puntos de v(sta, incluso elde la: justiCta". En nuestro concepto, no se da unaidea precisa y caba] de .las tosas diciendo que el
. socialismo persigue un sistema'1e 'distribuciónmásjusto; en nuestro concepto lo/que tMoso~~os:sisfe
mas ~oeialistas persiguel) es comoátrás :cieeía:mo~,.que se distribuya 10 producido pOr los >trabajadóres de todas las clases, de tal súette 'qu;r todospueóan disfrutar de las mismas comodidades; o' deotro modo: poner a todos los trabajadores én condiciones de qu~puedah disfrutar los' bienes materiales y espirituales que hoy s610 están al alca1Jce.de ciertas clases, ·en la medida-se entiend~~que10 permitan las condiciones,' ias facultades fisiológicas y'-psicológicas de cada uno. En -4luestraopi-.nión; esto es 10 que hay en el .fondo de' la .teoríade la plusvalía marxista ;'segúnesa, teoría, el obre-
. ro produce-mucho má~'de 10 que recibe por su tra-_bajo, y, el exceso deLv-alor de 10 producido sobrerorecibido por aquél, 10'dis,fruta el capitalIsta: Y asíopina un escritor de renombré, Walther Rathenau.:según él, todó él edificio doctrinal del socialismoortodoxo descansa sobre la teoría de la plusvalía;hay que ver en ella uno de los medios que se hatratado de aplicar para que acaben para el obrerola vida sin alegrías, el trabajo agobiador, la brutalidad de los de arriba, su lujo provocador; esperan los socialistas, dice. el esCritor aludido, queesos males acabarán cuando' se distribuya con'justicia la plusv~lía entre todos Jos'· ciudadanos, 'quecon eso en pocos años desaparecerá' toda miseriay todos llevarán una vida acomodada.
Un argumento decisivo en pro' de. 10 expuestoes el siguiente: la· socialización· de la tierra y/delos medios de producción se realizó hace, muchosaños en el :perú, en ~l Impefio Inca, -pero seguramente que los socialistas m<irxistas no ac'eptaríanla fórmula que para la repartición de 10 producidoregía en aquel país, sujeto a tJll gobierno .teológicoy aristocrático en el que los nobles y, lo~. sace~qo
tes disfrutaban de bienes que'no se céQntedían altrabajador manual. . . .
Que para realizar. el fin último del so¿i~lismo
sea necesario sociali:?:ar Jos element6s' de. producción, es cosa sobr~ la cual están de acuerdo todoslos partidarios· del socialismo 'mar:kis~as,:'perp nopasa 10 mismo sobre.este otro ql!e es'fúndarhelJ.tal:.
U N 1 VER S ID A D
la fórmula de distribución que debe adoptarse.Pero 'dentro cid objeto del presente estudio no <;a-be, ocupimie de ·esta cuestión. (1) ,"
Los puntos sobre los cuales vamos a insistir,son los siguientes: '
a) Llamaremos primero la atención sobre queeso de entregar las fábricas a los obreros-.:....cosa dela que tantó se habla-no está de acuerdo con losprincipios fundamentales del socialismo científico,o sea el de Marx. Lo que se produce en nna fábrica 'no es obra únicamente de los obreros de lamisma, sino también de l¿s que fabricaron los instrumentos empleados, de los que trabajaron enla instalación de los mismos, de los' que construyeron los edificios, etc., y no' hay razón para queel trabajo de todos esos obreros lo aprovechen únicamente los trabajado;es de la fábrica; debe aprovechar a la colectividad..-b) Dijimos alguna vez que en -un país pobre
bajo un régimen socialista todos vivirían como p'obres. Que 'no s;ería posible que un país donde seproduzca lo que en México se produce, el nivelmedio de vida de los tralJajadores de todas lasclases sea comparable al de algunos trabajadoresde las grarides industrias, lo demuestran los valores de nuestra producción .industrial y agrícola. De
(l) Según CH. Gide. las fórmulas de repartición que,se han propuesto se reducen a las siguientes: Partes igualesa todos. A cada uno según sus necesidades. A cada unosegún sus implementos. A cada uno según su trabajo. V.Pareto califica a las tres últimas de subjetivas y son paraél vagas. nebulosas. poco inteligibles. Sin duda que esasfórmulas no conducen a reglas precisas para repar.tición.La razón de eso 'es que no se pueden establecer relacionesbien determinadas entre cosas mensurables. como son losproductos del trabajo. con otras que, p'or su naturalezamisma. no lo son, 'como las necesidades, los méritos y eltrabajo. Sin embargo. los partidarios de la última fórmulade distribu'ción--<!ue si mal no recordamos es la que Márxacepta-, proponen <J.ue se mida el trabajo por el númerode horas.
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los datos consignados en los cuadros relativos, resulta que el valor total aprovechable de toda nuestra producción es bastante menor de $1,680.000,000'--hay que tener en cuenta en efecto que estasuma se formó con los valores en bruto de la producción minera y petrolera, pues 110 se tiene elvalor neto de esa producción; ahora bien, comola población activa es de 5.250,000, sin contar losempleados el~ transportes, resulta que el valor medio de lo aprovechable por trabajador es de 320pesos. Esto nos dice que hajo un régimen de distribución uniforme de lo producido-{¡ue es la característica del socialismo-la única clase social quemejoraría de condición sería la muy numerosa delos campesinos, y acaso la de algunos trabajadoresde peql.leñas industrias. En cambio bajaría el nivelde vida de las clases siguientes: rentistas, burócratas, empresarios de grandes industrias, trabajadores en las grandes industrias extractivas y transformadoras. Y no consideramos a los empleacJos ytrabajadores de toda clase en transportes, porquemuchos de eilos, los que trabajan en algunas empresas ferrocarrileras y de tranvías, constituyenuna clase de trabajadores tan favorecida como bue~ parte de los burócratas. Hemos insistido sobreesto porque tal parece que se cree que bajo un régimen socialista todos podríamos vivir, si no comoricos, por lo menos como burgueses de la clasemedia.
Y, no nos cansaremos de repetirlo, son condiciones necesarias para mejorar, el trabajo y el ahorro, y ahorro significa privaciones, sacrificio, renunciación a bienes presentes con la esperanza deque si no los mismos que se imponen privacionesdisfruten de mayor bienestar en el porvenir, sí lodisfrutarán los que vengan tras eIlqs.
SALVADOR DIAZ MIRON( 1 8 5 3 1 9 2 8 )
Publicamos, a título de anticipación, el cap·ítulo "Salvador DíazMirón", del libro "Horado en México" que, C011'W contribuciónal segundo milenario del poeta latino, ha escrito el señor GABRIEL MENDEZ ·PLANCARTE. Este libro y el del señorOctaviano Valdés "Horacio Moderno", ya se encuentran en prensa en esta Editorial.
Por
GABRIEL MENDEZ PLANCARTE
"A T T .." 'R IS A del RenaCIlTIlento : tempestuosoen la vida, paciente y exquisito en el arte. Bn;ve yfúlgida carPo un' diamante, s,u obra.
Injusto ~onsigo, repudia:. sus poemas' anteriores"---<lue Ya.Iehabían validQ renombre continen-
tal--y reconoce por hijo único a "Lascas", uno
de los libros más perfectos y homogéneos que
han brotado de pluma mexicana. ¿ Perfecto? Si
obra ele mortal merece tal adjetivo, merécelo sin
eluela la ele Díaz Mirón. j Lástima que el poetq.