Date post: | 22-Jul-2016 |
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1
RERY MALDONADO
Andar por casa
2
©Rery Maldonaod, 2009
© Editorial Yerba Mala Cartonera de Bolivia, 2009.
Proyecto social cultural y comunitario sin fines de lucro.
http://yerbamalacartonera.blogspot.com
Proyectos análogos: Eloísa Cartonera (Argentina), Sarita Cartonera (Perú),
Ediciones la Cartonera (México), Animita Cartonera (Chile), Dulcinéia
Catadora (Brasil), Canita Cartonera (Chile), Santa Muerte Cartonera
(México) entre otras
______________________________________________________
Impreso en: Imprenta “Magda I”, Oquendo 371, Cochabamba.
Derechos exclusivos en Bolivia
Impreso en Bolivia
______________________________________________________
Esta publicación ha sido posible gracias al apoyo de Magda Rossi
3
Für Karen Hauf und Nikola Richter, meiner
Glücksbringer
4
5
“Me preparo para mi mismo. Todo esto no es más que
una preparación para mi mismo”
Thomas Bernhard
“no doy dark, soy intensa”
Cecilia Pavón
6
7
Es una pieza rara
esta
una combinola extraña
entre el camarón
y la dolorosa
„lágrimas negras‟
entre el hombre invisible
nominado al oscar
y los eternos poemas
de cielo previo
8
Cuando te vi venir supe
si
lo supe
que el tuyo era el color sobrio
de una caja de cartón
llena de rosas amarillas
el encanto de una nota anónima
viento africano
un puñado de citas
9
Embriaguez
oculta en el sol
de cuatro pies descalzos
que se encuentran
en la hierba
las piedrecitas
que se incrustan
en las plantas
los suspiros
y el rumor a tormenta
ya con el olor
a hojas húmedas
empapadas en lágrimas
y buenas intenciones
un cuentagotas
de premoniciones
que se cercioran
en el anónimo graznido
de los patos
o en la sangre de alegría
que derrama
el granado
sin hacer ruido
10
Almas negras
por el pasillo hasta la sala
entre el escritorio
y la cocina
hablar por hablar
cada cual
en su compu
bajo el neón
sentados en el sofa
acogidos entre las
cuatro paredes
cómodamente
frente a frente
con la tele
la televidencia pequeño burguesa
suele ser un atributo
de las intimidades llanas
mortales
„picapedrestres„
11
¿qué me cuentas?
dijo la voz tumbada sobre la cama
no ves la nieve cayendo
por la ventana
respondí
árboles mustios
hierba quemada...
hasta las flores
en las sabanas
están marchitas
¿sabes acaso de que se trata?
qué frente sur
trajo consigo
el frío polar
que nos ataca
12
Suave tu ahora
Intermitente
hubo quien
quiso creer
poder confiar en
el filo
ser capaz de
evadir al destino
conminar la suerte
abriendo la puerta
a los ecos olfativos
desoyendo
silenciando
al espejo
13
Despierto con el pecho abierto
rajado por el hacha del verbo
palpitante
cualquiera podría venir a meter los dedos
en el campo abierto
se ven los cadáveres
olvidados a la intemperie
desde lejos
nadie puede salvarlos
del apetito voraz
de las aves
ni si quiera las vírgenes
de estuco
o los santurrones
de pueblo
14
Qué tiempo es este
un saco gris
cuelga de una percha
pegada a la pared blanca
en un cuarto a oscuras
se angostan las paredes
el ancla
inmensa como un péndulo
oscila
la escucho mientras duermo
15
La moral
del tamaño de un dedo pulgar
es lo más afín
a la filosofía popular
de los enanos de jardín
cualquier día de estos
despertaremos con las ventanas
cubiertas por bisillos de encaje
con los muebles tapizados de flores
y mantelitos de punto
cubriendo las mesas
sobre las que descansan
fotos de boda
y familiares posando
habrá que irse
antes de que aparezcan
porque se anuncian
los colores pastel
las moñas
ese nuevo kitsch de lo impoluto
soy alérgica
16
Que te mueras
que te partan las piernas
los tractores de John Deer
que se te atraganten las tuercas…
ahí te quedas
en tu vidita de altos muros
con fachada
de sótanos caverna
en la calle
los árboles despuntan
verdes tiernos
anuncian primaveras
17
Mi cuerpo no es
ningún instrumento
para predecir el clima
hecho de carne y hueso
la sangre que menstrua
puntualmente
no es de mercurio
incapaz de precisar
por si solo
la presión atmosférica
o de medir los vuelcos del tiempo
a ojo de buen cubero
no vive por osmosis
ni es un cangrejo
está cubierto de
pelos
es pura piel
18
(el verde)
Se anuncia sutil
y se presenta voluptuoso
es acaso un augurio
de mejores tiempos
el dragón que baila
sobre un libro amarillo
una copa de vino...
por horas
un trébol de cuatro hojas
abriendo el tiempo
Para Ona Tav
19
En la cábala
no hay accidentes
no existen los lapsus
las coincidencias
son anécdotas
que sustentan el relato
aquella noche
revuelta de nostalgias
nada era enfático
en ningún caso
hablábamos de un
adverbio de tiempo
con ese su olor a geranios
y a pesar de los gatos
en medio del viento
20
En el pasillo se levantan los crucifijos
despunta el infierno
ante nosotros
por momentos
nos llueve agua bendita
cuantos milagros
cuantos
Lazaro levántate y anda
cuantas apariciones
hecha la suma…
resultan demasiados
padrenuestros
angelito
para ti
un látigo de nudos gordos
un sambenito que te exculpe
21
Príncipe azul…
gente como vos
que caminan por la calle
hasta su casa
que se quitan el rostro
en el umbral
como un sombrero
y deja a su persona
esperando
tranquilamente
acodada en la baranda
de la escalera
podría pasar que la conozcan
y resulte
igual al modelo
Carrefour
100% polietileno
políticamente correcto
de cara reversible
made in China
22
Follar (quizá del lat. follis, fuelle) 1.tr.
vulgar. Practicar el coito.
U.t.c.intr.2.tr.vulg. fastidiar, molestar.
Sin. Copula sexual, ayuntar coger
cascar culear tirar singar
dejar que te entierren la batata
con la confianza del silencio
y la libertad de fumar
en marco apaisajado
con el tiempo
echarse un polvo
después fornicar
hasta sudar con confianza
entre las sábanas
para terminar
cohabitando
en un plano astral
cuando se va por la vida
escuchando música
23
El sol estuvo
estuvieron los pájaros
los vasos con restos de café
la mesa con las patas chuecas
hubieron poemas
varios...
hubieron sueños desforzados
brisas interrogantes
me acordé del parque
de aquella primera
vuelta por el cementerio
de las flores azules
creciendo por todas partes
24
Quién lo habría dicho
aquella aciaga tarde
en el ades west
que la jaén esquina indaburo
terminaría rodeada de olivos
el banco de piedra
junto a los lirios
el guadalquivir
como limite natural
entre nosotros
idílico decorado
para estra tragicomedia de bichos
„domicilio conyugal‟
que bestias más pardas y tristes
25
Arranque lírico de desnudez matutina:
„letanía en contrapunto del tacto‟
escribo
con la boca aún seca
intimidad sabe que soledad
solo existe si es compartida
me contestas
sonrío al recuerdo
del verde cielo nublado
amenaza eterna de tormenta
y empiezo a levantarme
26
Espacio abierto
tierra baldía
y el azul incierto
cargado de cenizas
¡puerta al cielo!
dicen las voces asesinas
¡puerta
puerta!
grita el coro
al frente
se abre
un descampado
sin márgenes
ni orillas
27
Dices puerta
mirando por la ventana
hacia el cielo
eco
por ahí vas
pa‟lla
vaga bruma…
mientras yo
camino como
un supuesto bípedo
homo sapiens
eva sapiens
palurda y despistada
boli sapiens
en tierra de vikingos
sin la negra
ni edgardo
y en cambio
sancho
aldonza y cia.
en las calles
reina un exilio
de nombres propios
28
(ataque de suspiros)
Fumamos agujas
apoyados en el alfeizar
de la ventana
al frente un verde tierno
despunta
tímidamente
en los árboles de la plaza
entre nosotros
veinte años
de muros mohosos
con sus trampas
repletos de agujeros
por alguno
a veces
alguien asoma
se muestra
y se sonroja
29
Los veinte centímetros
debajo de su ombligo
la masa encefálica
que ocupa el hueco
entre sus orejas
de cuerpo presente
con las patas rasmilladas
y las trizas del sentido
ahí estaba
la manzana latiéndole
en el costado
los ojos fijos
afectiva efectivamente
el bicho
ahí estaba
podría haber tenido
tantos tamaños
el otro bicho
30
Conmoción
ante la ciudad
que se despierta
al otro lado del río
sismo de Bach
en las acacias floridas
después…
los árboles que vibran
al sol de la tarde
alfombrando
en cuentas claras
los adoquines
de algunas esquinas
31
‘Un ala no es cielo ni es tierra‟
hablamos
del espacio en el que se juntan
cuatro manos
entre tres…
a la mañana
sobre un colchón polvoriento
se trata de la familia
comulgando ante
el hilo telefónico
de los golpes en la puerta
cerrada a cal y canto
retumbando en la escalera
podría haber sido
responsabilidad
del gris del cielo
un escarceo
esa salida fugaz
de la carretera
era el ala
leve
sin embargo
la intangible frontera
32
Me encuentro en la tercera
o cuarta fase de la cuestión
esa que es sado – maso
postmoderna
y carcome
a tu saga
las noches frías
no hay más contrastes
un gris denso
con pretensiones
de Happy Hauer
confunde el fondo
dejando a nuestro mundo
aterido
desde lejos
se vislumbran
los andamios
las estructuras frías
del debería
del ser
y del quisiera
sombras oscuras
de un polígono industrial
abandonado
los rieles oxidados
de un mundo mejor
33
Lo que quería
esta cortina frente
a un sol
que ya no existe
algunas macetas
conejos por el suelo
un hueco inmenso
además de esta
incierta
pretensión de
alegría…
también el verde
sin marco interno
perplejo
ante las paredes
vacías
34
Ahora que el silencio
es materia
cantera del pensamiento
y el sol asoma en las terrazas
contemplo en los rostros
risueños de las parejas
nuestros claroscuros
vuelven los juguetes
los ramos de flores
el desorden de nuestra
casita de colores...
esa paz inflamable
que secunda mis entierros
35
Como las almejas
en dos valvas, me parto
de ti en el otoño
Basho
los días ya se bifurcan
rompen a dentelladas
las mañanas
cáscaras de nueces
atrás quedan los olivos
cubriendo las colinas…
este noviembre
no habrán más lirios
ni cervezas al mediodía
o el aire azul y frío
de la huerta
36
Escucho un verso
en apariencia
ahora
calcado del de la otra noche
solo que sin luna
y en el parque
es lo que ha sido
escriben las piedritas
debajo de las mesas
sobre el mejorado…
ahí está el péndulo
la espada
desmadrando
a la tierra en barbecho
entre los márgenes
de grama
bien te veo
bien vistas son tus
manos
y el cascabel
que oculta tu sonrisa
37
Vértigo
en el pequeño olimpo
subalquilado
con matices
de cuarto de pensión
amor de dos ambientes
con el olor a sábanas sucias
y las tazas con los restos
de un desayuno ocasional
sobre la mesa
esta abrupta
interrupción
de las despedidas
a oscuras
38
iba buscando un adjetivo
que nos salvara
de las cosas incipientes
del día a día
cuántas hornallas tiene una cocina
cuántas ventanas un cuarto
cuántas cosas hay
que se ocultan en los cajones
cuántos regalos absurdo
que llegan un día de boda
impuestas las relaciones
contractuales
sobreviven apenas
los nombres
sustantivos que designan
los objetos que se apilan
aquellas cosas que constituyen
las horas simples
esas que rigen la economía
39
Respiración inspirada
que acompaña el ritmo
de los últimos jirones de piel
abandonando
lentamente los árboles
es mi alma
la que cruje bajo tus pies
en las aceras tristes
mi persona
la que forma
los charcos de agua
en las calzadas
los días son oscuros
ni si quiera fríos
en las horas largas
de este otoño
pueden verse
las estrellas polares
a distancias infames
40
Abrazar. Ceñir con los brazos.
Utcr. Fig. comprender,
contener, incluir. Fig. hablando
de una doctrina o idea,
seguirla, admitirla.
sin. Estrechar, enlazar, abarcar
buscar el equilibrio
un vaso medio lleno
un anillo oscuro
sobre la mesa de luz
las lágrimas en el sillón
la contemplación de los días
el que abraza arrima
hay quien conmueve
hay quien contiene
hay quien anima
41
Colchonero
Hoy vi en las noticias
que tú equipo
es ahora
y como siempre
el penúltimo en la liga
no pude evitar verte
relamiéndote los dedos
pringados con la grasa de las
palomitas de maíz
pipocas en mi país
saladas
tal vez con caramelo
temblando por El Niño
¡Ole!
los noventa minutos del partido
me hizo tanta gracia
42
A la luz de las velas
reparando en el acorde
en el movimiento del arco
sobre la cuerda
que denota prisa
presencia del agua
lamiendo la hierba
de las orillas
presencia del fuego
leño vivo
regodeándose
en los días
que se resisten
a las despedidas
esta luz que se agita
y el chelo
llegando al azul
más profundo
de estos versos
carnívoros
endófagos
homicidas
43
Roto el corazón del granado
se despide en lluvia
menuda
sobre otra hierba
se hará escarcha
o el agua
que se junta
en los resquicios
haciendo resbaladizos
los adoquines
de las calzadas
se hará sur húmedo
y con el tiempo
mota de piedra
armando el suelo
bajo las mesas del café
rodeado de jardines
en esta fábula
se hará ceniza
44
Rery Maldonado (Tarija- Bolivia, 1976)
formalmente no es nada. Quiso estudiar Comunicación Social
(Universidad Católica, La Paz-1995), luego Literatura
Comparada (UMSA, La Paz- 1996) y después una maestría en
Filología Hispánica, Sociología y Medios de
Comunicación (Potsdam, Alemania-2000) pero no hubo caso y
en lugar de eso fue redactora y editora de “El Caraspas”,
periodista en “La Razón” y “Presencia”, miembro del colectivo
CREARE e incluso responsable durante
un tiempo de la campaña de radio para un partido político en las
elecciones nacionales de 1997 en Bolivia. Sus artículos,
traducciones, ensayos y poemas han sido publicados por revistas
de cultura como “Fondo Negro”(La
Paz), “Kulturaustausch” (Alemania), Humboldt (Alemania), “El
Coloquio de los Perros” (Murcia España) y el prestigioso
semanario “Pulso” (Bolivia).
Vive en Berlín desde 1997 y a lo largo de su experiencia
alemana ha sido exitosamente chica de la limpieza, pinche de
cocina y camarera, también representante de una guía de
galerías de arte europea en Alemania, Austria y
Suiza. Es cofundadora del festival de literatura Literaturnacht
(Potsdam) y fue copropietaria de La Rayuela, la única librería
hispanoamericana de la ciudad.
Su poesía ha sido incluida en la antología online de jóvenes
poetas latinoamericanos Latin.log. En enero de 2008 fue
publicado en una mini edición de colección su libro “Andar por
casa” por la editorial Eloísa Cartonera (Buenos Aires). Su
ensayo “La experiencia Abisal” (2007) fue incluido en el Libro
“Resonancias de una generación”, dedicado a rescatar la
memoria política de la generación del 90‟ en Bolivia y en 2005
fue editada una edición bilingüe (alemán- español) de su cuento
“Renta”. En enero de 2009 será publicado su dossier
“Selecciones Afectivas” con poetas de la “Diáspora” en la
Revista Grumo (Buenos Aires – Río de Janeiro).
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Ediciones Yerba Mala Cartonera
Para no desesperar en las trancaderas, para dejar pasar las propagandas de la TV, para aguantar las marchas, para
caminar subidas sin darse cuenta, para bailar al ritmo de la cumbia del minibús o para cuando tengas simplemente ganas
de leer. Un libro cartonero, casero, tu mejor cómplice.
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