Date post: | 17-Jan-2015 |
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Aprendiendo y Atreviéndose a Disciplinar
Puntos a tratar:1- Un factor crucial en la
educación del niño: El respeto por los padres.
2- El mejor momento para comunicarnos: después de una acción disciplinaria.
3- Ejerciendo el mando sin criticar constantemente.
4- No saturar a los hijos con cosas materiales.
5- Establecer un equilibrio entre amor y disciplina.
Introducción: ¿Qué es
disciplinar?
• Disciplinar no es golpear. Es entrenar, instruir, ejercitar.
• La vara de la corrección es la última medida después de entrenar, instruir, ejercitar. Jamás la primera.
• “En los labios del prudente se halla sabiduría; Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura”. (Proverbios 10:13)
• Si la disciplina comienza el segundo día de vida, ya llevamos un día de retraso.
¿Quién manda en la casa?
I. Un factor crucial en
la educación del niño: El respeto por los padres.
1- Esta es la primera e importante relación social del niño. Todo obstáculo o problema en esta etapa, se hará sentir con posterioridad.
2- Si quiere que su hijo acepte sus valores en la adolescencia, gánese su respeto desde ya.
3- El respeto ayuda a orientar a los padres a evaluar una conducta determinada. Si el niño fue desobediente por desconocimiento o por desafío a la autoridad.
4- La acción disciplinaria no es un ataque contra el amor paternal, es una función de este.
5- El respeto debe tratarse con dignidad. No hacerlo es hipotecar el respeto.
6- Los padres que sienten tanto amor por esa personita amada y no se atreven a contradecirlo, pueden perder el control sobre él para no recuperarlo jamás.
“La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.” (Proverbios 29:15)
7- Para que un padre este en dominio de la situación debe amar lo suficiente a su hijo como para establecer control sobre él.
• Conclusión: ¿Quién manda en la casa? Los padres.
• “No traspases los linderos antiguos Que pusieron tus padres”. (Proverbios 22:28)
• ¿Quién lo manda a usted? Dios • “Sed, pues, imitadores de Dios como
hijos amados”. (Efesios 5:1)• Recordemos que también somos hijos.
¿Por qué permanecer enojados con nuestros hijos?
II. El mejor momento para comunicarnos:
después de una acción disciplinaria.
1- La comunicación es buena en todo momento. Pero más aún después de una acción disciplinaria. Sobre todo si fueron un par de nalgadas.
2- Cuando corregimos por ser desafiados, este es el mejor momento de comunicar porqué estamos corrigiendo; eso le da a usted la victoria.
3- Los hijos deben saber porque son disciplinados, castigados.
4- Jamás debiéramos castigar sin sentido, cuando nos interrumpen con razones justificadas, porque necesitan algo, porque necesitan su leche o que los muden.
5- La disciplina solo debe venir por romper la instrucción que usted ejercitó en él.
6- Siempre después del desahogo emocional del niño, es bueno reforzar el amor que siente por él y el sentido del castigo. Jamás permanecer enojados u ofendidos, ellos están aprendiendo.
7- Si no hace esto después de disciplinar, puede suceder que se haga una costumbre y crezca el resentimiento por parte de ambos, abriendo una brecha insalvable en la adolescencia.
• Conclusión: ¿Por qué permanecer enojados con nuestros hijos? No hay razón
• ¿Cuándo demostrar que la corrección es una muestra de amor? Después de una acción disciplinaria.
• “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. (Efesios 6:4)
“Eres un bueno para nada, siempre lo mismo contigo, nunca haces algo
demasiado bien”.
III. Ejerciendo el mando sin criticar constantemente
1- El gritar y criticar puede convertirse en un hábito inútil.
2- Si esto se transforma en hábito, pasamos a lo que se llama “violencia Psicológica”, que solo busca degradar a las personas.
3- Muchas veces solemos usar el enojo para lograr una acción. Las acciones logran acciones. Más acción, menos palabrería.
4- Las amenazas constantes y reiterativas son igual de dañinas que los gritos y la crítica: no conducen a nada.
5- Existen dos acciones en general: el refuerzo “positivo” y el “negativo”. Con una damos, con el otro “le damos”.
6- ¿Qué le pedimos al gobierno con los delincuentes? Más acción, menos burocracia judicial. ¿Qué se nos pide a nosotros? Más acción, menos palabrería.
7- “Quien no castiga el mal está ordenando que se cometa” Leonardo da Vinci
• Conclusión: gritar y criticar constantemente no hacen bien a ninguna relación.• “Padres, no exasperéis a vuestros
hijos, para que no se desalienten”. (Colosenses 3:21)
“Dame esto y esto otro…” “lo que tú quieras para que me dejes tranquilo”
IV. No saturar al niño con cosas materiales.
1- La publicidad se esfuerza con millones de pesos por crearle necesidades innecesarias a los hijos.
2- Los hijos creen que esas necesidades deben ser satisfechas ojalá ahora mismo.
3- La prosperidad prueba mucho más el carácter de los padres que la misma adversidad. Hay que ser firmes para no tentarnos a llenar nuestros hijos de cosas cuando hay dinero.
4- El dar todo lo que se pide roba el deleite, versus algo que realmente se necesita. El agua vale más que el oro cuando se está en el desierto.
5- Dar cosas materiales no reemplaza el dar afecto, cariño, tiempo y calidad de vida familiar.
• Conclusión: En los niños calza bien el versículo de Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Los deleites no reemplazan las necesidades.
• “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” (2 Corintios 9:8)
V. Establecer un equilibrio entre amor y disciplina
1- Sobre esta noción fundamental se relaciona toda relación entre padre e hijo.
2- Un niño no amado es el fenómeno más triste de toda la naturaleza. Su futuro está en riesgo. Resentimiento, falta de afecto, amargura, angustia y dolor del alma son sus principales características.
3- La sobreprotección o demasiado amor también pone en riesgo el futuro de los hijos. Inmadurez emocional, falta de auto-gestión, falta de iniciativa, son sus principales síntomas
• Conclusión: La disciplina es un acto de amor El amor se ocupa de la disciplina • “El odio despierta rencillas; Pero el amor
cubrirá todas las faltas.” (Proverbios 10:12)• “Mejor es la comida de legumbres donde hay
amor, que de buey engordado donde hay odio”. (Proverbios 15:17)
• “El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento”.
¿Entonces?
Practiquemos la disciplina