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7/22/2019 Artículo POSIT CONACE
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1
Iniciativa científica Milenio sobre uso y abuso de drogas. Validación del Inventario POSIT para la detección de adolescentes de 14 a 18 años
con problemas por el uso de drogas
(BORRADOR)1
Catalina Droppelmann
Andreas Hein
1. Resumen
El presente trabajo busca aportar evidencia de confiabilidad y validez del instrumento “Problem Oriented Screening Instrument for Teenagers” ( POSIT)2
para población adolescente chilena. Se desarrolló
un estudio contrastando los resultados del instrumento en grupos extremos (166 adolescentes en
tratamiento por consumo de drogas y 1200 adolescentes escolarizados) y estudiando su relación con el autoreporte de los encuestados en preguntas seleccionadas de la encuesta nacional de CONACE. Se
realizó análisis de ítems (capacidad de discriminación, correlación ítem test e ítem variable), análisis de
consistencia interna, análisis de capacidad de discriminación de las escalas y análisis de sensibilidad. Como
resultado,
se
eliminaron
44
ítems,
manteniendo
una
escala
de
95
preguntas.
Las
dimensiones
más
afectadas por la eliminación fueron “estatus educacional”, “estatus vocacional” y “tiempo libre y
recreación”. La escala abreviada mostró tener satisfactorias propiedades psicométricas. Se calcularon
puntajes de corte para cada dimensión y para la prueba global. Una potencial dificultad a considerar tiene que ver con el bajo nivel lector de la población adolescente que consume drogas en Chile, lo cual significó tener que leer el cuestionario a aproximadamente un tercio de la muestra en tratamiento. Ello
debe ser tomado en cuenta en el momento de la aplicación del instrumento.
2. Antecedentes
El consumo de drogas es un problema que ha sido foco de atención en los últimos años en el ámbito del desarrollo de políticas gubernamentales Chilenas, particularmente cuando se trata de adolescentes. En
este sentido, los resultados del séptimo estudio de consumo de drogas en población escolar
desarrollado por
el
Consejo
Nacional
para
el
Control
de
Estupefacientes
(en
adelante
Conace),
mostró
que 15.7%, 2.9% y 2.5% de los adolescentes encuestados declaran haber consumido en el último año
marihuana, cocaína o pasta base de cocaína3 respectivamente. Si bien los datos sugieren que la
tendencia se ha mantenido estable en el tiempo, ponen de manifiesto que un número importante de
adolescentes están en una situación de potencial necesidad de requerir acceso desintoxicación y
tratamiento. El consumo problema de drogas se asocia a una seria de consecuencias negativas sobre la
conducta de la persona en diversos ámbitos funcionales. Un ejemplo de esto lo es la relación establecida
entre el consumo de drogas y las conductas de riesgo asociadas a la infracción de ley. Diversos estudios (Huizinga y Jacob‐Chen, 1999) sugieren que existe una relación entre consumo de drogas y conductas de riesgo asociadas a la infracción de ley. En casos donde se observa co‐presencia de consumo de
drogas‐alcohol y conductas infractoras, estas últimas tienden a ser de mayor severidad.
La respuesta de intervención y tratamiento que se ha desarrollado desde el Estado en la actualidad
segmenta la población objetivo de adolescentes consumidores en dos grandes grupos: aquellos adolescentes consumidores que ingresan a tratamiento en el marco de una detención por infracción de
ley y aquellos que ingresan a tratamiento y no han sido detenidos por infracción de ley. Los programas de intervención para adolescentes infractores son financiados por Conace y ejecutados a través de
convenios con prestadores públicos y privados. En el caso de los programas de intervención para
adolescentes no infractores, estos son ejecutados por el Ministerio de Salud a través de las Plan Auge4.
1A esta versión le falta la incorporación de correcciones finales sugeridas por autora original del POSIT2 En su versión en español: Instrumento para la evaluación de problemas propios de la adolescencia. 3 Séptimo estudio nacional de drogas en población escolar de Chile, 8º Básico a 4º Medio, Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace), 2007.
4 Es
un
sistema
integral
de
salud
que
beneficia
a los
afiliados
al
Fonasa
y a las
Isapres
y da
derecho
a exigir
garantías
establecidas para cada enfermedad incluida: acceso a la atención, con tiempos definidos, de calidad y con apoyo
financiero.
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2
La evidencia en el ámbito del tratamiento de adicciones a las drogas sugiere que, además de las intervenciones orientadas a la reducción del consumo problemático de sustancias, se requiere abordar todas aquellas áreas que se ven afectadas por el mismo, y que a la vez operan como factores de riesgo
para una recaída futura5. Un punto crítico que se enfrenta durante el proceso de derivación a
tratamiento tiene que ver con dos aspectos centrales: que la derivación sea expedita y que la evaluación
sea acuciosa. Las evaluaciones usualmente requieren una inversión importante de tiempo para ser
desarrolladas
con
propiedad.
Asimismo,
es
posible
observar
que
en
la
actualidad
las
evaluaciones
diagnósticas de los adolescentes derivados a tratamiento suelen ser poco expeditas y altamente
dependientes del juicio subjetivo de cada evaluador. Si bien, para el diagnóstico se utilizan los criterios establecidos por manuales diagnósticos de los trastornos mentales, como es el caso del DSM IV6, estos no incorporan los riesgos asociados al consumo de drogas, ni tampoco orientan las áreas y aspectos relevantes a intervenir.
Contar con procedimientos de diagnostico y derivación válidos, confiables y costo‐efectivos se ha vuelto
un elemento necesario para mejorar la efectividad de las intervenciones, y además para favorecer la
adherencia de los casos a cada tratamiento. Las experiencias internacionales siguieren que la velocidad
y la precisión de los procesos de diagnóstico y derivación pueden ser mejoradas sustancialmente con la
introducción de instrumentos estructurados de evaluación que permitan apoyar el juicio clínico del evaluador (Winters, 1999). Es en este contexto en que surgen los llamados instrumentos de “screening”.
En términos generales el “screening” se refiere a un proceso de recopilación de información inicial, que
se efectúa con la finalidad determinar si es necesario desarrollar una evaluación más profunda de
alguna de las áreas exploradas (Schwartz, Smith, 2003). En el caso específico del screening orientado a
detectar problemas relacionados con el consumo de drogas, lo que se busca es detectar signos o
síntomas indicadores de riesgo que pueden mostrar serios problemas relacionados con la ingesta de
sustancias y que deben explorarse a través de métodos más acuciosos. En contextos en que existe
escaso tiempo para desarrollar evaluaciones más completas, el uso de instrumentos de este tipo brinda
una importante orientación en el descarte de problemas relacionados con las drogas, ahorrando tiempo
y orientando la toma de decisión en el manejo de cada caso en particular (Schwartz, Smith, 2003).
Se han descrito al menos cuatro tipos de aplicaciones prácticas para instrumentos de screening
orientados a la detección de problemas asociados al consumo de drogas. Una primera aplicación
práctica, tiene
que
ver
con
su
utilización
en
servicios
de
atención
de
salud
primaria,
cada
vez
que
se
sospeche de posible consumo de drogas en un caso. Los profesionales en estos ámbitos juegan un rol relevante en la prevención de daños asociados al consumo problemático de sustancias mediante una
detección temprana de estos, proveyendo acceso expedito a una intervención apropiada (Knight, Sherritt, Harris, Gates, Chang, 2003).
Una segunda área de aplicación y uso de instrumentos de screening tiene que ver con la detección de
posible co‐morbilidad de abuso de sustancias que esté siendo enmascarada por la presencia de otros trastornos mentales, como la depresión o problemas conductuales graves (tales como se observan en
adolescentes en conflicto con la justicia). Adolescentes que presentan problemas emocionales o
conductuales concurrentes con un abuso de alcohol o drogas, tienen un riesgo sustancialmente mayor de obtener resultados adversos en la intervención, por ejemplo, desertando del tratamiento (Latimer, Winters, Stinchfield, 1997). En el caso de adolescentes en conflicto con la justicia, la comorbilidad de
abuso de drogas y problemas conductuales graves están asociados a un alto riesgo de resultados negativos tales como las lesiones, la automutilación, los intentos de suicidio, mayores niveles de
conducta agresiva y menores niveles de logro académico, entre otros (Latimer, Winters, Stinchfield, 1997).
Una tercera área menos explorada, tiene que ver con la utilización de instrumentos de screening en
población adolescente general (por ejemplo en escuelas), con la finalidad de focalizar intervenciones preventivas tempranas (Latimer, O’Brien, McDouall, Toussova, Floyd y Vázquez, 2004). Esta última
aplicación responde a la constatación, que mientras más temprano se inicie el consumo de alcohol y/o
drogas, mayor será la dificultad de su abordaje en caso de desarrollar dependencia (Martin y Winters, 1998). Por ello, un instrumento de este tipo que permita discriminar entre aquellos adolescentes con un
5 Ver: Principios
de
tratamientos
para
la
drogadicción.
(2001).
Maryland,
Estados
Unidos.
National
Institute
on
Drug
Abuse. (NIH Publicación No. 01‐4180(S)). 6 Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales versión IV.
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3
consumo experimental‐recreativo y aquellos que presentan consumo problemático, puede ser de gran
utilidad para prevenir complicaciones posteriores asociadas a la ingesta de sustancias y/o alcohol. (Reynaud, Karila, Chinet, Allen, Streel, Pelc, 2005).
Finalmente es posible mencionar que el contar con instrumentos de screening adecuadamente
validados
permite
utilizarlos
para
levantar
información
sobre
perfiles
de
adolescentes
consumidores,
siendo esto un recurso de gran utilidad para el desarrollo del investigación básica (Guzmán, Castillo, 2005).
Las herramientas de screening de problemas asociados al abuso de alcohol y/o drogas (ya sean breve o
de mediano alcance) debiesen tener ciertas características específicas, tales como ser adecuadas respecto de la etapa del desarrollo en que el sujeto se encuentra, demostrar confiabilidad y validez concurrente y predictiva (Knight, Sherritt, Harris, Gates, Chang, 2003, Farrow, Smith, Hurst, 2002), ser práctica y fácil de administrar (Farrow, Smith, Hurst, 2002), ser fácil y rápida de corregir (Knight, Sherritt, Harris, Gates, Chang, 2003, Farrow, Smith, Hurst, 2002), tener un grado de dificultad lectora bajo ( de
preferencia opciones tipo si‐no), contar con datos normativos de la población y proveer de “puntajes de
corte” (“Cutoffs”) (Farrow, Smith, Hurst, 2002). Estos últimos se definen como aquellos que maximizan
la probabilidad
de
detectar
casos
positivos
y reducen
el
riesgo
de
detectar
falsos
positivos
(Latimer,
O’Brien, McDouall, Toussova, Floyd, Vázquez, 2004).
El presente trabajo se desarrolla con la finalidad de aportar evidencia a la validez interna y concurrente
del cuestionario POSIT para población adolescente chilena de modo de evaluar su aplicabilidad en el contexto nacional.
3. El instrumento
a. Descripción general
En el año 1991, en Estados Unidos, el Instituto Nacional para el Abuso de Drogas (en adelante NIDA7) crea el “Problem Oriented Screening Instrument for Teenagers” (en adelante POSIT). Es un instrumento
auto‐
administrado
y
fue
desarrollado
por
un
panel
de
expertos
en
investigación
clínica
(Radehert,
1995)8 bajo el patrocinio de NIDA. Este cuestionario se implementó como parte de un programa de
evaluación y derivación denominado Adolecent Assessment Refereal System (AARS9 ), el cual estaba
compuesto por la escala POSIT, por una batería de instrumentos de evaluación en profundidad y por un
directorio de servicios de atención para el adolescente. De esta manera, se logró establecer un
flujograma de procedimientos que abarcaba desde la pesquisa hasta la derivación del caso. La escala
POSIT, representa el primer paso del flujo, donde busca detectar oportunamente problemas de jóvenes que usan y/o abusan de drogas. A través de la aplicación de este instrumento, se busca identificar las áreas funcionales que se encuentran comprometidas y que deben ser evaluadas con la finalidad de
definir el tratamiento adecuado para cada caso (Danseco y Marques, 2002). Sus ámbitos de aplicación
son variados, tales como la escuela, servicios de salud, justicia, servicios de protección, entre otros. Está
diseñado para ser usado en población adolescente de entre 12 y 19 años con una duración estimada de
aplicación de 30 minutos.
La versión original de POSIT está compuesta por 139 ítems (tipo de respuesta si‐no) que evalúan 10
áreas funcionales usualmente afectadas por el abuso de sustancias. Cada ítem busca evaluar la
presencia de problemas actuales del sujeto que sugieren que existe riesgo de presentar algún problema
clínico. (Danseco y Marques, 2002).
La escala tiene tres tipos de ítems, a saber, los ítems generales (cada uno contribuye con un punto a la
escala general de riesgo, para una o más áreas funcionales), los ítems relativos a la edad (se puntúan
solamente si el adolescente es mayor de 16 años) y los ítems “red flag” o bandera roja. Basta con que
7 National Institute on Drug Abuse, EE.UU.
8
Esta
escala
fue
derivada
del
mismo
pool
de
preguntas
con
las
cuales
se
construyó
inventario
DUSI
(“Drug
Use
Screening Inventori”). 9 En español: Sistema de referencia para la evaluación de adolescentes.
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4
uno de estos sea puntuado para que el área funcional sea considerada como de riesgo. Las áreas funcionales se detallan en el siguiente recuadro:
Figura Nº1: Áreas funcionales que mide el cuestionario POSIT
1.‐
Abuso de
sustancias:
17
ítems
(todos
son
“red
flags”),
busca
pesquisar
uso
de
drogas.
2.‐ Estado de salud física: 10 ítems, indaga en problemas físicos y médicos posiblemente derivados del consumo de drogas/alcohol.
3.‐ Estado de salud mental: 22 ítems, mide sintomatología asociada a problemas psiquiátricos y
emocionales.
4.‐ Relaciones familiares: 11 ítems, evalúa procesos de funcionamiento del grupo familiar como
comunicación, cohesión, conflicto y estilo parental.
5.‐ Relaciones con los pares: 10 ítems (todos son “red flags”), busca evaluar la calidad de las relaciones con los amigos y la presencia de conductas desviadas entre estos.
6.‐ Estatus educacional: 26 ítems indaga en la presencia de posibles problemas de aprendizaje y
discapacidades.
7.‐
Estatus vocacional:
18
ítems,
mide
la
falta
de
motivación
por
buscar
empleo.
8.‐ Habilidades sociales: 11 ítems, busca evalúa la ausencia de habilidades sociales y de relaciones significativas.
9.‐ Tiempo libre y recreación: 12 ítems establece si existe un pobre uso del tiempo libre y falta de
participación en actividades deportivas.
10.‐Conductas agresivas/delincuencia: 16 ítems, busca indagar en la presencia de conductas agresivas o
delictivas asociadas al consumo de drogas.
Fuente: Elaboración propia a partir de Radhert, 1995
b. Evidencia de validez y confiablidad
i) Evidencia de validez de constructo
Diversos estudios logran aportar evidencia de la validez de constructo del instrumento. Ésta se refiere a
la medida en que las variables que mide la prueba se comportan en forma consistente con las predicciones que se hacen a partir de la teoría de base. En los estudios revisados, se aportan tres tipos de evidencias para la Escala POSIT, a saber, el análisis de consistencia interna (alfa de Cronbach), análisis
de correlaciones entre dimensiones de la prueba y análisis de correlación ítem‐test. En cuanto al análisis
de consistencia interna (mismo procedimiento que se utiliza para establecer la confiabilidad por consistencia interna), se sostiene que mientras mejor sea la consistencia interna, mayor evidencia se
aporta a la unidimensionalidad del constructo que dice medir. A continuación se muestra una tabla que
compara la consistencia interna de los factores utilizando el modelo de alfa de Cronbach en dos estudios revisados (Mariño, González‐Forteza, Andrade y Medina‐Mora, 1998; y McLaney, Del Boca y Babor,
1994).
Figura N°2: Comparación del análisis de consistencia interna de las dimensiones del POSIT
McLaney, Del Boca, Babor, 1994
Mariño, Gonzalez‐Forteza, Palos, Medina‐Mora, 1998
1.‐ Abuso de sustancias 0,86 0,87
2.‐ Estado de salud física 0,44 0,43
3.‐ Estado de salud mental 0,84 0,80
4.‐ Relaciones familiares 0,72 0,75
5.‐
Relaciones con
los
pares
0,65
0,67
6.‐ Estatus educacional 0,67 0,73
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5
7.‐ Estatus vocacional 0,59 0,64
8.‐ Habilidades sociales 0,53 0,70
9.‐ Tiempo libre y recreación 0,56 0,47
10.‐Conductas agresivas/delincuencia 0,74 0,42
Fuente: Elaboración propia
En el estudio de Mariño, Gonzalez‐Forteza, Palos y Medina‐Mora, (1998) desarrollado en México, se
analizó la correlación de cada uno de los reactivos con la prueba global. En total veintiséis reactivos no
correlacionaron satisfactoriamente con la prueba global, lo que produjo problemas en algunas dimensiones donde fue necesario eliminar la mayor parte de los reactivos que las componían. Las dimensiones más afectadas por la pérdida de reactivos fueron en las áreas de: "estatus educacional", "estatus vocacional" y "tiempo libre y recreación".
En otro estudio por McLaney, Del Boca y Babor (1994), los autores examinan la correlación interescalas
del POSIT, concluyendo que la escala n°1 (abuso de sustancias) se correlaciona de manera significativa
con todas las demás escalas, a excepción de la “estatus vocacional”. Lo anterior, proporciona evidencia
que apoya la idea que adolescentes que consumen drogas suelen tener problemas en las demás áreas
funcionales.
En los dos estudios revisados se establece evidencia que apoya la idea que la escala puede ser reducida
significativamente en su tamaño y sin embargo preservar propiedades psicométricas satisfactorias. En el caso de Mariño, Gonzalez‐Forteza, Palos y Medina‐Mora, (1998), se eliminan 58 ítems, porque no
correlacionan significativamente con la prueba global o no permitían discriminar adecuadamente entre
grupos de consumidores y de no consumidores. En un segundo estudio los autores Danseco y Marques (2002), examinaron la estructura factorial del instrumento, demostrando que este puede ser reducido
manteniendo una razonable capacidad para discriminar entre grupos extremos. La versión breve del cuestionario, (64 reactivos) mantiene una adecuada consistencia interna, excepto en el caso del estatus vocacional.
ii) Evidencia de
validez
por
criterio
externo
(concurrente)
Para examinar la validez por criterio externo, se utilizan básicamente dos técnicas, el análisis de grupos extremos10
y el análisis de validez convergente y discriminante en cuanto a la correlación con otros instrumentos que evalúan lo mismo. A partir de estos diseños, se conducen análisis de sensibilidad
(porcentaje de casos verdaderos detectados) y de especificidad (número de casos clasificados como no
consumidores dentro del grupo que no consume, detectados sobre total de casos sin consumo).
Autores como Knight, Sherritt, Harris, Gates, Chang, (2003) aportan evidencia respecto de que la escala
n°1 del POSIT (abuso de sustancias) muestra una adecuada capacidad de identificar a adolescentes con
consumo problemático de alcohol. Además, se constata la existencia de correlaciones positivas y
significativas con otros instrumentos específicamente diseñados para detección de problemas con el alcohol. En otro estudio, Latimer, Winters, Stinchfield, (1997), se constató que la dimensión n°1,
comparada contra
un
diagnóstico
externo,
permite
clasificar
correctamente
al
84%
de
los
adolescentes
(dentro de un universo de adolescentes en conflicto con la justicia) con una sensibilidad y especificidad
del 95% y 79% respectivamente.
Por su parte, McLaney, Del Boca, Babor (1994), establecen que el cuestionario POSIT muestra una
adecuada validez convergente y discriminante respecto al “Personal Experience Inventory (PEI)”, un
inventario de evaluación comprensiva de 276 ítems diseñado para asistir en la el diagnóstico y
derivación de casos a tratamiento. Los autores también testean la validez concurrente de tres
subescalas del POSIT con un diagnóstico desarrollado externamente basado los criterios DSMIII‐R11. La
escala “abuso de sustancias” es contrastada contra el diagnóstico de abuso o dependencia de
10 Esta técnica consiste en estudiar cómo responden al cuestionario grupos con alta presencia de la variable de
consumo (por
ejemplo
adolescentes
recién
ingresados
a tratamiento
de
drogas)
en
comparación
con
grupos
con
baja presencia de la variable (por ejemplo adolescentes adolescentes escolarizados que no declaran consumo). 11
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales versión III revisada.
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drogas/alcohol, mostrando una sensibilidad de 84%. La escala “estado de salud mental” es contrastada
contra los diagnósticos clínicos de trastorno de ansiedad, trastorno evitativo, depresión, distimia, y
trastorno obsesivo compulsivo. Para esta dimensión la sensibilidad fue de 74%. Para la escala
“conductas agresivas/delincuencia” la sensibilidad fue de 92%. Esta dimensión se contrasta con los diagnósticos de “desorden oposicionsta/desafiante”, “síndrome de déficit atencional” y “trastorno de
conducta”. Finalmente se pone a prueba la sensibilidad de la escala n°1 (abuso de drogas) en relación
con un
test
de
orina
de
detección
de
drogas.
Para
este
caso
la
sensibilidad
fue
del
86%.
En otro análisis de sensibilidad desarrollado por Latimer, O’Brien, McDouall, Toussova, Floyd y Vázquez, (2004), se pone a prueba la capacidad de clasificar correctamente a los casos contra un instrumento
autoaplicado basado en criterios diagnósticos del DSM IV12. En este estudio se logra clasificar correctamente al 61,5% de los casos, con una sensibilidad de 76,5% y una especificidad del 59%. Para
mujeres, el análisis de sensibilidad arroja peores resultados que para los hombres. No obstante lo
anterior, análisis de chi cuadrado indica la existencia de una relación estadísticamente significativa ente
grupos actuales y predichos.
Finalmente Mariño, Gonzalez‐Forteza, Palos, Medina‐Mora, (1998) en su estudio de validación en
México ponen a prueba la capacidad de cada ítem de discriminar entre grupos contrastados. Los autores
hayan que
todos
los
reactivos
de
las
áreas
de
"uso/abuso
de
sustancia"
discriminan
entre
ambos
grupos.
En las subescalas de "salud física", "salud mental", "relaciones familiares", "relaciones con amigos", "habilidades sociales" y "conducta agresiva/delincuencia" se encontraron 11 reactivos que no
discriminaron en ambas muestras (8% del total). Finalmente, en las áreas de "estatus educacional", "estatus vocacional" y "tiempo libre y recreación", encontraron 17 reactivos (12%) que no discriminaron, y 8 reactivos, en los cuales, los puntajes fueron significativamente mayores entre los estudiantes.
4. Hipótesis A partir de los estudios revisados se establecen las siguientes hipótesis que especifican los resultados que se esperan obtener a partir de la aplicación del instrumento en la población chilena.
a. Hipótesis
relativas
a la
validez
de
constructo
‐Se espera encontrar coeficientes de consistencia interna global para cada uno de los factores entre 0,6
y 0,9. ‐Se espera que todos los ítems correlacionen positiva y significativamente tanto con la prueba global como con sus factores de origen respectivos. Si bien se busca que los reactivos tengan una correlación
positiva con todas las escalas, se espera que esta sea mayor con su escala de origen. ‐La dimensión de “abuso de sustancias” debiese tener una correlación positiva y significativa con todas las demás dimensiones de la prueba.
b. Hipótesis relativas a la validez externa
‐Los ítems que indican la presencia de un síntoma debiesen mostrar una mayor prevalencia en el grupo
en tratamiento que en el grupo escolarizado. ‐
El
puntaje
promedio
global
y
de
cada
una
de
las
dimensiones
debe
ser
mayor
en
el
grupo
en
tratamiento que en el grupo escolarizado. ‐Se espera que la sensibilidad y especificidad de la prueba global superen el 70%.
5. Método
a. Diseño
Para analizar la validez externa del instrumento se utilizó la técnica de “grupos contrastados”, la cual consiste en la selección de dos grupos, uno con alta presencia de una variable de interés (en este caso
consumo de drogas) y otro con una baja presencia de la misma variable, para luego analizar la capacidad
de un instrumento particular de discriminar entre estos dos grupos. Para ello se selecciona una muestra
12 Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales versión IV.
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7
de adolescentes en tratamiento por consumo de drogas (alta presencia de la variable) y otra muestra
de adolescentes escolarizados (baja presencia de la variable). Se aplica el instrumento y se analizan los resultados de modo de establecer la capacidad del instrumento de diferenciar entre ambos grupos.
Dado que en el grupo de adolescentes escolarizados pueden adolescentes consumidores, se incluye
además una escala de autoreporte de consumo de drogas para detectar y caracterizar posible consumo
(por ejemplo
policonsumo).
Esta
escala
se
aplica
en
ambos
grupos
y está
compuesta
por
preguntas
seleccionadas de la encuesta escolar de Conace. Estas sondean prevalencia último año según tipo de
droga (principalmente mariguana, cocaína, pasta base y alcohol). b. Muestra
La muestra se selecciona en dos etapas. En una primera etapa se selecciona una muestra de casos de
adolescentes urbanos en tratamiento por consumo de drogas, para luego seleccionar una segunda
muestra en población escolar urbana general. Ambos son seleccionados dentro de la región
metropolitana.
Grupo con consumo problema diagnosticado: Compuesto por adolescentes de entre 12 y 18 años que
hayan ingresado hace no más de 3 meses a tratamiento13 por consumo problemático de drogas y/o
alcohol a centros de la Región Metropolitana. La muestra se dividió en dos grupos, el primero,
compuesto
por jóvenes
infractores
de
ley
en
tratamiento
de
drogas
y
el
segundo
de jóvenes
no
infractores de ley en tratamiento de drogas. Se buscó sobre‐representar a adolescentes mujeres, de
modo de permitir el desarrollo posterior de análisis por sexo.
El universo de interés estaba compuesto por 342 adolescentes con menos de 3 meses de tratamiento al momento del estudio. Aproximadamente el 54,97% de estos jóvenes en tratamiento eran sólo
consumidores de drogas y/o alcohol, mientras que el 45,02% además de consumir droga había sido
detenido por infracción de ley. Si bien no se cuenta con información sobre la distribución de género en
el universo, en función de los datos de adolescentes infractores, se estima que la proporción de mujeres en tratamiento es cercana al 8%. En esta etapa se aplica el instrumento en 166 adolescentes, con un
margen de error de 5,5% y para un nivel de confianza del 95%. La muestra tenía como promedio de
edad 16,4 años y el 25,3% eran mujeres.
Grupo sin problemas diagnosticados de consumo de droga: Esta muestra se definió a partir de las características de la muestra anterior, prestando especial atención en hacerla comparable, controlando
los descriptores demográficos. Ello debido a que la mayor parte de la primera muestra presentaba nivel socioeconómico bajo. De esta manera se elaboró esta muestra como control de la primera. En este caso, la estrategia de muestreo fue aleatoria polietápica (establecimiento educacional, curso, individuo) estratificada por grupo socioeconómico en población escolarizada entre 13 y 18 años. Con respecto a la
edad todas las edades tuvieron la misma representación dentro de la muestra. En relación al sexo, el 53,4% de los encuestados era hombre y el 46,6% mujer. Por último, el nivel socioeconómico se
determinó de la siguiente manera: la muestra se obtuvo en escuelas de las mismas comunas de origen
de los entrevistados en la primera etapa14. El instrumento se aplicó a un establecimiento educacional de
cada comuna que fuera representativo del nivel socioeconómico de ésta y los establecimientos fueron
escogidos
de
manera
aleatoria.
En
cada
establecimiento
educacional
se
entrevistó
a
50
alumnos
en
total. El instrumento se aplicó a 10 alumnos por cada nivel de 8º básico a 4º medio. En el caso que el establecimiento no tenía enseñanza básica, se escogió 13 alumnos por cada nivel de 1º a 4º medio. Los
jóvenes fueron escogidos aleatoriamente por nivel de enseñanza.
Figura N°3: Distribución de la muestra de adolescentes sin problemas diagnosticados
13 Se estableció que los jóvenes no podían llevar más de 3 meses en tratamiento para que los síntomas que se
buscaba medir no estuvieran afectados por la intervención.
14 San Joaquín,
Santiago,
San
Bernardo,
Maipú,
La
Granja,
Lo
Espejo,
Peñaflor,
Recoleta,
La
Pintana,
Renca,
Melipilla, Pedro Aguirre Cerda, Lampa, Huechuraba, Til‐Til, Conchalí, Cerro Navia, Estación central, Lo Barnechea, San Miguel, Ñuñoa, Padre Hurtado, Puente Alto, La Florida.
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8
Grupo
Socioeconómico
(SIMCE‐MINEDUC)
Porcentaje de
representación
Número
de niños Número de
establecimientos
Comunas de los
establecimientos
GSE A y B 62,5% 750 15 San Joaquín, San Bernardo, La
granja
Lo espejo, Peñaflor
Recoleta, La
Pintana
Renca, Melipilla
Pedro Aguirre Cerda, Lampa, Huechuraba
Til‐Til, Conchalí Cerro Navia
GSE C 29,16% 350 7 Santiago, Maipú
Estación central, San Miguel, Padre Hurtado
Puente Alto, La Florida
GSE D 4,16% 50 1 Ñuñoa
GSE E 4,16% 50 1 Lo Barnechea
TOTAL 100% 1200 24
En esta etapa se extrajeron 1200 adolescentes, con una edad promedio de 15,45 años. Esta diferencia
no influyó en los resultados finales. El margen de error global fue de 2,9%.
c. Procedimientos i) Traducción y revisión del fraseo del instrumento
Como primer paso se revisó la versión traducida al español del instrumento y se analizó la fidelidad de la
misma. Además, se adecuó el fraseo al contexto nacional a través de la consulta a jueces expertos. Por último, se desarrolló un grupo focal con 8 jóvenes que se encontraban en tratamiento de rehabilitación, para
testear
comprensión
y adecuación
de
la
traducción
del
instrumento.
ii) Aplicación piloto
Se realizó una primera aplicación piloto en 20 jóvenes en el grupo en tratamiento. Esto con la finalidad
de detectar eventuales dificultades de comprensión en relación con el formato experimental de la
prueba. A partir de esta aplicación, se estableció que los jóvenes no presentaban dificultades significativas para responder el cuestionario y que el tiempo de respuesta se ajustaba a lo establecido.
iii) Aplicación experimental Luego se realizó la administración experimental, en la cual se aplicó el instrumento de manera auto
administrada a los jóvenes que componían las muestras definidas anteriormente. Además, se adjuntó a
cada cuestionario una ficha de clasificación (ver anexos). Previo a esta aplicación, se capacitó a las
personas
que
administrarían
el
test,
de
manera
de
que
éstas
pudiesen
responder
todas
aquellas
preguntas que se presentaran durante la aplicación. La participación de los jóvenes fue voluntaria y se
entregó un incentivo a los adolescentes en tratamiento de drogas (una colación). La aplicación en
jóvenes en tratamiento de drogas, duró en promedio 30 minutos y en jóvenes escolarizados sin
tratamiento tuvo una duración promedio de 27 minutos. Los resultados de esta aplicación fueron
digitados para su posterior análisis. Es importante destacar que en alrededor del 30% de los casos de
adolescentes en tratamiento fue necesario leerles el cuestionario, dado su bajo nivel lector
6. Resultados
7/22/2019 Artículo POSIT CONACE
http://slidepdf.com/reader/full/articulo-posit-conace 9/20
9
Para examinar la confiabilidad y la validez interna, se analizan los índices de consistencia interna, la
correlación ítem test y la correlación ítem variable. Para examinar la validez eterna, se analiza la
capacidad que tiene cada ítem a y cada sub escala para discriminar entre grupos contrastados y entre
grupos que reportan y no reportan consumo (escala Conace). Finalmente se analiza la sensibilidad del instrumento para diferenciar grupos contrastados. El procedimiento del análisis se detalla a
continuación.
a) Análisis global
Los datos fueron analizados con el paquete estadístico SPSS. Se analizaron globalmente los resultados descriptivos tanto de los ítems (frecuencias simples de respuesta y nivel de omisiones por pregunta), como de los patrones de respuesta de las personas (omitidas por persona). En cuanto a las preguntas, inicialmente ninguna de estas obtuvo niveles de omisión superiores al 6% en ninguno de los grupos (criterio considerado como aceptable). En el caso del análisis de las omisiones por sujeto, en 23% de los entrevistados (ambos grupos) se registra la presencia de al menos una pregunta omitida. De estos, la
mitad omite solamente una pregunta. Se Identificaron 36 casos en los cuales se omitió 14 o más
preguntas
(10%
de
la
prueba),
los
que
fueron
eliminados
porque
se
consideraron
invalidas
sus respuestas.
b) Análisis de ítems Estos análisis tienen por finalidad establecer si los ítems se comportan según lo esperado a partir de la
literatura revisada. En el análisis contempló la correlación ítem‐test, correlación ítem‐variable y
correlaciones entre variables15. Además, se analizó la capacidad de cada ítem de diferenciar significativamente entre adolescentes en tratamiento y adolescentes escolarizados (test de
independencia de ). Para que un ítem fuera retenido en la prueba, se estableció un criterio estricto: debía obtener una correlación ítem‐test positiva y significativa, una correlación ítem‐variable positiva y
significativa con todas las variables, una correlación positiva y significativa de mayor intensidad con la
variable de origen (en comparación con las demás variables) y una prevalencia significativamente mayor
(p<0,05) en
el
grupo
de
adolescentes
en
tratamiento
en
comparación
con
el
grupo
de
adolescentes
en
situación escolar regular. El no cumplimiento de cualquiera de estos criterios (particularmente el de
prevalencia) significó la eliminación del ítem. A partir de este análisis se identifican 43 ítems que fueron
eliminados de los análisis posteriores y que se detallan en la figura N°4. El impacto de la eliminación
sobre las propiedades psicométricas del instrumento fue evaluado y se explicará más adelante.
Figura N°4: Distribución de ítems eliminados
Escalas Nº de ítems de la
escala original Nº de ítems eliminados*
Ítems eliminados Total final
A. Abuso de
sustancias 17 0 0 17
B. Salud
física
10
1 38 9
C. Salud mental 22 4 13, 109, 119, 124 19
D. Relaciones
familiares 11 5 27, 40, 57, 59, 68 6
E. Relaciones con
los pares 10 1 85 9
F. Estatus
educacional 26 8 41, 72, 75, 110,
121, 130, 137
18
G. Estatus vocacional
18 14 16, 29, 39, 48, 53, 63, 66, 78, 79, 92, 98, 106, 127, 134
4
H. Habilidades 11 4 94, 110, 122, 129 7
15 Rxy de Pearson
7/22/2019 Artículo POSIT CONACE
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10
sociales
I. Tiempo
libre/recreación
12 8 14, 15, 47, 51, 70, 90, 126, 135
4
J. Conducta
agresiva/ delincuencia
16 1 107 5
*Dos ítems
eliminados
aportan
puntaje
a dos
escalas
a la
vez,
por
ello
la
suma
resultante
es
46.
Se puede observar que, al igual que en el estudio de Mariño y cols (1998) las aéreas más afectadas por la
pérdida de ítems fueron “estatus educacional”, “estatus vocacional” y “tiempo libre y recreación”.
c) Análisis de consistencia interna
El análisis de consistencia interna busca aportar evidencia de validez de constructo y se testea mediante
el coeficiente Alfa de Cronbach. En primera instancia se evaluó como afecta la pérdida de ítems a la
escala global y a cada sub escala calculando los indicadores para la versión original (139 reactivos) y para
la versión abreviada (94 reactivos). Solamente para la versión abreviada se evaluó si la consistencia
interna
varía
entre
los
grupo
en
tratamiento
(tanto
global
como
adolescentes
infractores
y
no infractores) y no en tratamiento (escolarizados). En la figura N°5 se presentan los resultados.
Figura N°5: Coeficientes de consistencia interna para distintos grupos
V e r s i ó n O r i g i n a l
( a m b o s g r u p o s )
V e r s i ó n a b r e v i a d a
( a m b o s g r u p o s )
V A ( s o l o g r u p o e n
t r a t a m i e n t o
V A ( s o l o g r u p o
e s c o l a r i z a d o s
V A ( I n f r a c t o r e s e n
t r a t a m i e n t o )
V A ( g r u p o e n
t r a t a m i e n t o n o
i n f r a c t o r e s
Global
0,91
0,91
0,91
0,92
0,92
0,92
A.‐ Abuso de sustancias 0,92 0,91 0,85 0,84 0,83 0,88
B.‐ Estado de salud física 0,54 0,54 0,45 0,59 0,58 0,50
C.‐ Estado de salud mental 0,80 0,78 0,76 0,71 0,68 0,77
D.‐ Relaciones familiares 0,66 0,64 0,62 0,60 0,63 0,63
E.‐ Relaciones con los pares 0,67 0,69 0,66 0,56 0,54 0,67
F.‐ Estatus educacional 0,73 0,71 0,68 0,64 0,57 0,70
G.‐ Estatus vocacional 0,45 0,49 0,39 0,50 0,52 0,43
H.‐
Habilidades sociales
0,40
0,45
0,42
0,38
0,25
0,44
I.‐ Tiempo libre y recreación 0,37 0,42 0,35 0,31 0,38 0,38
J.‐Conductas agresivas/delincuencia 0,78 0,76 0,73 0,70 0,72 0,74
Como se puede observar, las variaciones entre la prueba original y la abreviada son mínimas, mejorando
incluso en el caso de las dimensiones “estatus vocacional”, “habilidades sociales” y “tiempo libre”. Los
subgrupos dentro de la prueba se comportan en forma equivalente. Los índices de consistencia interna
obtenidos son relativamente similares a los ya documentados por McLaney y cols (1994) y Mariño y cols en (1998), mostrando consistencias levemente superiores a ambos estudios en los factores “abuso de
sustancias”, “estado
de
salud
física”,
“relaciones
con
los
pares”
y “conductas
agresivas/delincuencia”.
En
términos globales la escala obtiene una consistencia interna alta para todos los grupos. Pese a ello, los
7/22/2019 Artículo POSIT CONACE
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11
factores “estado de salud física”, “relaciones familiares”, “estatus vocacional”, “habilidades sociales” y
“tiempo libre y recreación” no obtienen indicadores del todo satisfactorios. Ello siguiere la necesidad de
interpretar con cautela los puntajes obtenidos en estas dimensiones.
Se examina, además, la relación global entre las diferentes dimensiones prestando especial atención a
la correlación que la dimensión “abuso de sustancias” tiene con las demás dimensiones del instrumento.
La matriz
de
correlaciones
indica
que
esta
dimensión
tiene
una
correlación
positiva
con
todas
las
demás
dimensiones incluidas en el instrumento, aportando evidencia de la validez de constructo. Todas las
correlaciones presentadas son estadísticamente significativas (P<0,05). Ver figura N°6.
7/22/2019 Artículo POSIT CONACE
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12
Figura N°6: Matriz de correlación entre escalas y la prueba global
A b u s o
S a l f i s
S a l m e n
R e l f a m
r e l p a r
E s t E d
E s t V o c
H a b S o c
T L
D e l i n c
G l o b a l
1.‐ Abuso de
sustancias 1,00
2.‐ Estado de salud
física 0,46 1,00
3.‐ Estado de salud
mental 0,50 0,59 1,00
4.‐ Relaciones
familiares 0,42 0,37 0,49 1,00
5.‐ Relaciones con
los pares 0,53 0,41 0,53 0,42 1,00
6.‐ Estatus educacional 0,47 0,43 0,78 0,44 0,48 1,00
7.‐ Estatus vocacional 0,45 0,27 0,35 0,26 0,34 0,37 1,00
8.‐ Habilidades sociales 0,37 0,34 0,59 0,38 0,50 0,66 0,27 1,00
9.‐ Tiempo libre y
recreación 0,44 0,27 0,35 0,33 0,46 0,38 0,29 0,34 1,00
10.‐Conductas agresivas/delincuencia 0,56 0,47 0,64 0,47 0,59 0,62 0,40 0,53 0,46 1,00
Global 0,76 0,64 0,86 0,62 0,73 0,83 0,51 0,69 0,56 0,82 1,00
d) Análisis de capacidad de discriminación
Habiendo comprobado que la eliminación de ítems no afecta la consistencia interna de la versión
original, se procedió a analizar la calidad del instrumento global y de cada una de sus dimensiones para
discriminar según pertenencia a diferentes grupos. Estos análisis apuntan a brindar evidencia de validez concurrente y validez de constructo al instrumento. En la figura N°7 se resumen los resultados. Las diferencias estadísticamente significativas, se encuentran destacadas16. Se puede observar que el instrumento y cada una de sus escalas, muestra capacidad para discriminar entre adolescentes según si se encuentran o no en tratamiento (proxi para consumo de drogas). Adicionalmente, se puede constatar que los adolescentes en tratamiento en condición de infractores de ley, tienden a obtener puntajes significativamente mayores que los que no son infractores en las dimensiones “abuso de sustancias”, “estado de salud mental”, “tiempo libre y recreación y “conductas agresivas/delincuencia”. Así mismo,
estos
obtienen
mayores
puntajes
en
la
escala
global.
Estos
resultados
sugieren
que
adolescentes
infractores que consumen drogas muestran una mayor complejidad que los perfiles sólo asociados al consumo de drogas. Junto con la escala se aplicó un cuestionario de autorreporte de consumo de drogas tanto a adolescentes en tratamiento como a adolescentes escolarizados. Ello para poner a prueba la
hipótesis de si poli‐consumidores (considerando prevalencia año de marihuana, cocaína y pasta base) obtendrían mayores puntajes en las escalas de la prueba y debido a que se espera que en estos haya
una mayor perturbación de las 10 áreas funcionales. Efectivamente, se pudo observar una relación lineal entre el número de drogas que se reporta consumir (ninguna, una, dos o tres), los puntajes obtenidos en
la prueba total y en cada una de sus dimensiones. Las correlaciones entre las escalas y la variable poli‐consumo resultan estadísticamente significativas. Lo mismo se observa al estudiar la relación con el poli‐consumo al incluir al alcohol junto con las drogas ya mencionadas. También se pone a prueba la
capacidad del instrumento de discriminar entre adolescentes escolarizados que no reportan consumo, adolescentes escolarizados que reportan consumo y adolescentes en tratamiento. Como se puede
16 Prueba t de student para muestras independientes, p<005.
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13
observar en la figura N°7, los adolescentes escolarizados que no consumen obtienen el menor puntaje
en todas las dimensiones seguidos de los adolescentes escolarizados que reportan consumo y
finalmente los mayores puntajes los obtienen los adolescentes en tratamiento.
Finalmente cabe mencionar que se examinó si el instrumento era sensible a otras variables como el sexo
y
el
nivel
de
ingreso
familiar
(proxi
para
nivel
socioeconómico).
Se
pudo
constatar
que,
si
bien
inicialmente se observan diferencias estadísticamente significativas (destacadas) según estas variables
en el puntaje del instrumento, estas diferencias desaparecen al correr las pruebas por separado para los grupos en tratamiento y escolarizados.
Figura N°7: Medias obtenidas en cada escala según condición de tratamiento y consumo auto
reportado
Dimensión Tratamiento Infractor Poli consumo Auto reporte de
consumo
N o
t r a t a m i e n t o
E n
t r a t a m i e n t o
E n
t r a t a m i e n t o
n o i n f r a c t o r
E n
t r a t a m i e n t o
i n f r a c t o r
N i n g u n a
d r o g a
1 d r o g a
2 d r o g a s
3 d r o g a s
N o r e p o r t a
c o n s u m o y
n o e s t á e n
R e p o r t a
c o n s u m o y
E s t á e n
t r a t a m i e n t o
T o t a l
A. Abuso de
sustancias
1,4 9,5 8,4 10,3 0,7 3,1 7,1 10,4 0,4 1,8 9,5 2,4
B. Salud física 2,1 3,8 3,6 4,0 1,9 2,5 3,4 4,0 1,8 2,2 3,8 2,3
C. Salud mental 7,1 11,5 10,4 12,3 6,6 8,1 10,3 11,6 6,5 7,3 11,5 7,6
D. Relaciones familiares
1,5 2,5 2,8 2,4 1,3 1,9 2,4 2,6 1,2 1,6 2,5 1,6
E. Relaciones
con los
pares
3,7 6,4 5,9 6,8 3,2 4,9 6,3 6,8 2,8 4,1 6,4 4,1
F. Estatus educacional
6,7 10,3 10,0 10,6 6,3 7,7 9,3 10,2 6,2 6,9 10,3 7,1
G. Estatus vocacional
0,6 1,5 1,4 1,7 0,4 0,9 1,3 1,5 0,3 0,7 1,5 0,7
H. Habilidades sociales
2,6 3,8 3,6 4,0 2,4 3,1 3,6 3,8 2,3 2,7 3,8 2,7
I. Tiempo
libre/recreación
1,2 2,4 2,2 2,6 1,1 1,5 2,2 2,5 1,0 1,3 2,4 1,4
J. Conducta
agresiva/
delincuencia
5,4 9,1 8,7 9,5 4,7 6,8 8,4 9,4 4,2 5,8 9,1 5,8
Global 32,2 60,8 56,9 64,1 28,6 40,5 54,4 62,9 26,8 34,5 60,8 35,7
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14
e) Análisis de sensibilidad
Habiendo analizado la capacidad de discriminación de la versión abreviada, se procede a desarrollar el análisis de sensibilidad del instrumento con la finalidad de determinar los puntos de corte que
maximicen la sensibilidad y la especificidad de cada dimensión para identificar a adolescentes
consumidores de
drogas.
Los
resultados
presentados
en
las
figuras
N°8,
N°9
y N°10
muestran
que
todas
las dimensiones de la prueba permiten discriminar significativamente entre ambos grupos. Pese a ello, las dimensiones “relaciones familiares”, “estatus vocacional”, “habilidades sociales” y “tiempo libre y
recreación” muestran una capacidad de discriminación poco satisfactoria. Si se conduce el análisis de
sensibilidad solamente comparando al grupo en tratamiento con el grupo de adolescentes escolarizados que no reportan consumo, la capacidad de discriminación de todas las dimensiones aumenta (resultado
no mostrado). En otras palabras, los mismos puntajes de corte mejoran su sensibilidad y especificidad. Ello sugiere que, si bien se podría mejorar su sensibilidad, el instrumento ya muestra una satisfactoria
capacidad para identificar a adolescentes con consumo problemático por sobre adolescentes con
posible consumo experimental de drogas.
Figura N°8:
Curvas
COR
para
cada
dimensión
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15
Figura N°9: Estimación de áreas bajo la curva
Variables resultado de contraste Área Valoración
1.‐ Abuso de sustancias 0,94 * Excelente
2.‐ Estado de salud física 0,74 * Buena
3.‐
Estado de
salud
mental
0,78
* Satisfactoria
4.‐ Relaciones familiares 0,65 * Pobre
5.‐ Relaciones con los pares 0,80 * Buena
6.‐ Estatus educacional 0,76 * Satisfactoria
7.‐ Estatus vocacional 0,63 * Pobre
8.‐ Habilidades sociales 0,66 * Pobre
9.‐ Tiempo libre y recreación 0,64 * Pobre
10.‐Conductas agresivas/delincuencia 0,83 * Buena
Global 0,88 * Buena
Figura N°10: Estimación de puntos de corte
Escala
Puntaje de
corte
Sensibilidad
(Verdadero
positivo)
Especificidad
(Verdadero
negativo)
1.‐ Abuso de sustancias 617 0,83 0,92
2.‐ Estado de salud física 4 0,54 0,82
3.‐ Estado de salud mental 11 0,60 0,82
4.‐ Relaciones familiares 3 0,45 0,78
5.‐
Relaciones
con
los
pares
5
0,86
0,64
6.‐ Estatus educacional 9 0,76 0,72
7.‐ Estatus vocacional 2 0,46 0,87
8.‐ Habilidades sociales 4 0,64 0,71
9.‐ Tiempo libre y recreación 3 0,51 0,88
10.‐Conductas agresivas/delincuencia 8 0,72 0,77
Global 48 0,80 0,85
5.
Conclusiones A partir de los análisis realizados, la versión final del instrumento POSIT para la población adolescente
chilena queda con un total de 95 ítems. Este formato abreviado muestra propiedades psicométricas satisfactorias que aportan evidencia de su confiabilidad, validez de constructo y validez concurrente. En
términos generales los esputados sugieren que la prueba se comportó como se esperaba (ver hipótesis). Al igual que en el estudio de Mariño y cols en (1998), las dimensiones más afectadas por la eliminación
de ítems son “estatus educacional”, “estatus vocacional” y “tiempo libre y recreación”. En el estatus educacional las preguntas eliminadas son demasiado genéricas, y en consecuencia no discriminan entre
ambos grupos (por ejemplo “¿Te va bien en algunos ramos y mal en otros?”). En cuanto a la variable
estatus vocacional, los ítems eliminados suelen discriminar en forma inversa, particularmente aquellos referentes a una experiencia laboral previa (por ejemplo “¿Tuviste un trabajo o "pololo" con sueldo el año
pasado?” o “¿Has trabajado antes o tienes trabajo ahora?”). A diferencia del contexto norteamericano, la iniciación
laboral precoz y el deseo por tener un buen trabajo son características más prevalentes en el grupo de tratamiento,
17 En estricto rigor el puntaje de corte es 1, dado que todos los ítems son “red flag”.
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16
condición asociada probablemente a su vulnerabilidad social. Algunos ítems no discriminan en ninguna dirección, probablemente por ser muy genéricos (“¿Tienes alguna habilidad, talento, o experiencia que te ayudaría a
conseguir trabajo?”) o demandan una claridad vocacional no muy común en la adolescencia (“¿Tienes alguna idea
de la clase, de trabajo o carrera que deseas?”). En el caso de la dimensión “tiempo libre” ítems como “¿Tuviste pololo(a) durante el año pasado?, ¿Eres miembro de algún club deportivo que practica regularmente?” o “¿Tienes algún hobbie o actividad que
realmente te
interesa?
(deporte,
música,
baile,
teatro,
etc.).”
suelen
discriminar
en
forma
inversa
o no
relacionarse significativamente con otros constructos. Esto último es un elemento observado en otros estudios sobre factores de riesgo en el contexto nacional, donde un pobre el uso de tiempo libre no está
claramente asociado a conductas de riesgo en la adolescencia (Hein y Barrientos, 2004).
Estas dimensiones debiesen ser revisadas, dado que no resultan pertinentes en el contexto
latinoamericano. Futuros estudios debiesen analizar la pertinencia de este tipo de dimensiones y
explorar la posible existencia de otras dimensiones no contempladas aún. En este sentido convendría
además examinar la estructura factorial del instrumento en el contexto latinoamericano, para verificar si las dimensiones definidas se preservan, y si es necesario redefinirlas. Finalmente cabe mencionar que
futuros estudios deben abordar el problema del desarrollo de normas en el nivel nacional.
Asimismo
futuras
investigaciones
debiesen
explorar
la
estructura
factorial
de
la prueba
y
evaluar
la necesidad de desarrollar normas nacionales.
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EXPERIMENTAL RESEARCH, Vol 29, No 7, 2005: pp 1264–1267
• Schwartz, R. Smith, S. (2003). Screening and assessing adolescent substance abuse: A primer for counsellors. Journal of Addictions & Offender Counseling. Alexandria: Vol. 24, No. 1; pp. 23.
• Winters, K. (1999). Screening and assessing adolescents for substance use disorders. U.S. Departament of health and human services. Rockville, Estados Unidos. (DHHS Publication No. (SMA) 99‐3282.
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7. Anexos
Cuestionario POSIT (versión original)
Escala Nombre
A Abuso de sustancias
B Salud física
C Salud Mental
D Relaciones Familiares
E Relaciones Pares
F Estatus educacional
G Estatus vocacional
H Habilidades sociales
I Tiempo libre recreación
J Conductas agresivas delincuencia
Pregunta Escala
1. ¿Tienes tanta energía que no sabes qué hacer con ella? C F
2. ¿Eres quebrado(a) (creído)? J
3. ¿Te has metido en problemas por consumir drogas o alcohólicas en la escuela u
otro lugar?
A
4. ¿Se aburren tus amigos en las fiestas donde no hay bebidas alcohólicas? E
5. ¿Se te hace difícil pedirle ayuda a otros? H
6. ¿Ha habido adultos supervisando las fiestas a las que has asistido? I
7. ¿Discuten mucho tus padres o apoderados? D
8. Generalmente
¿te
detienes
a pensar
sobre
como
lo
que
haces
puede
afectar
a los
demás?
H
9. ¿Has adelgazado o engordado más de 5 kilos recientemente B
10. ¿Has tenido alguna vez relaciones sexuales con alguien que se haya inyectado
drogas B
11. ¿Te cansas con frecuencia? C
12. ¿Has tenido problemas de dolor de estómago o náuseas (ganas de vomitar? B
17. ¿Son la mayoría de tus amigos mayores que tú? H E
18. ¿Te sientes más desganado de lo que debieras? B F
19. ¿Te desanimas con facilidad cuando las cosas no salen como esperas? C F
20. ¿Amenazas a otros con hacerles daño? J
21. ¿Te sientes solo(a) la mayor parte del tiempo? C E
22. ¿Te cuesta dormir o duermes demasiado? B
23. ¿Dices groserías o garabatos? J
24. ¿Escuchas cuidadosamente cuando alguien te habla? F
25. ¿A tus padres o apoderados les gustan las personas con quien te juntas? E
26. ¿Le mentiste a alguien la semana pasada? J
28. ¿Haces cosas rápido sin pensar en lo que pueda pasar? C F H
30. ¿Pasas todo tu tiempo libre con tus amigos? I
31. ¿Te has hecho daño o le has hecho daño a otra persona accidentalmente
estando bajo el efecto del alcohol o de drogas?
A
32. ¿Has tenido algún accidente o alguna lesión que todavía te molesta? B
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33. ¿Puedes deletrear bien las palabras? F
34. ¿Tienes amigos que dañan o destruyen cosas a propósito? E
35. ¿Alguna vez se te ha puesto amarilla la parte blanca de los ojos? B
36. Generalmente, ¿saben tus padres o apoderados en dónde has estado y lo que
has estado haciendo?
D
37. ¿Te
ha
pasado
que
te
quedas
sin
plata
para
tus
gastos
por
haberla
usado
para
comprar drogas o alcohol?
A
42. ¿Te sientes nervioso(a) la mayor parte del tiempo? C
43. ¿Has robado alguna vez? J
44. ¿Te han dicho alguna vez que eres hiperactivo(a) o muy inquieto(a)? C F
45. ¿Has sentido la necesidad de consumir alcohol o drogas? A
46. ¿Sabes leer bien? F
49. ¿Cuándo trabajas, faltas con frecuencia y/o llegas tarde? G
50. ¿Sientes que la gente está en contra tuya? C
52. ¿Has leído un libro de principio a fin porque te gustó? F
54. ¿Tus
amigos
o conocidos
llevan
drogas
al
carrete?
E
55. ¿Peleas a menudo? J
56. ¿Tienes mal genio? J
58. ¿Has comenzado a consumir mayor cantidad de drogas o alcohol para obtener el efecto que deseabas?
A
60. ¿Te dice la gente que eres descuidado(a)? F
61. ¿Eres porfiado(a)? J
62. ¿Salen algunos de tus mejores amigos en noches de semana sin el permiso, de
sus padres o apoderados?
I
64. ¿Se te hace difícil quitarte ciertas cosas de la mente? C F
65.
¿Has
amenazado
alguna
vez
a
alguien
con
un
arma?
J
67. ¿Te has ido de una fiesta porque no hay alcohol o drogas? A
69. Usualmente, ¿haces las cosas sin pensar? C F H
71. ¿Sientes un deseo constante de consumir bebidas alcohólicas o drogas? A
73. ¿Respiras con dificultad o toses demasiado? B
74. ¿Le caes bien a las personas de tu edad? H
76. ¿Escuchas cosas (voces, ruidos) que nadie más escucha? C
77. ¿Se te hace difícil concentrarte? C
80. ¿Tienes discusiones frecuentes con alguno de tus padres o apoderados, en las cuales levantan la voz y gritan?
D
81.
¿Has
tenido
un
accidente
de
auto
estando
bajo
el
efecto
del
alcohol
o
de
drogas? A
82. ¿Se te olvidan las cosas que hiciste mientras estabas consumiendo alcohol oalguna droga?
A
83. Durante el mes pasado, ¿has manejado un auto estando borracho(a) o
drogado(a)?
A
84. ¿Levantas la voz o gritas más que otros(as) jóvenes de tu edad? J
Alguna vez haz dañado interncionalmente la propidad de alguien
87. ¿Has dejado un trabajo simplemente porque no te importaba? G
88. ¿Les gusta a tus padres o apoderados hablar y estar contigo? D
89. ¿Has pasado alguna noche fuera de tu casa sin que tus padres o guardianes
supieran
dónde
estabas?
J
91. En general ¿desconfías de la gente? J
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93. ¿Has faltado a la escuela sin justificación más de cinco veces durante al año
pasado?
C
95. ¿Te ocasiona el alcohol o la droga cambios rápidos de estado de ánimo como
pasar de estar alegre, a estar triste o lo contrario?
A
96. ¿Te sientes triste la mayor parte del tiempo? C
97. ¿Has perdido clases o llegado tarde a la escuela por haber consumido bebidas alcohólicas o drogas?
A
99. ¿Te han dicho tus familiares o amigos que debes reducir el uso de bebidas alcohólicas o drogas?
A
100. ¿Has tenido problemas con tus amigos o familia por consumir alcohol o
drogas?
A
101. ¿Haces bromas o molestas mucho a los demás? J
102. ¿Tienes dificultad en dormir? C
103. ¿Tienes dificultad para escribir? F
104. ¿Cuándo consumes alcohol o drogas, haces cosas que normalmente no harías, como desobedecer reglas, violar leyes o llegar tarde a tu casa?
A
105. ¿Te ha pasado que pierdas el control y termines peleándote? C
108. ¿Tienes dificultad en tus relaciones con alguno de tus amigos debido a tuconsumo de drogas?
A
109. ¿Te cuesta seguir instrucciones? C F
111. ¿Tienes amigos que han golpeado o amenazado a alguien sin razón? E
112. ¿Sientes que a veces no puedes controlar el deseo de consumir bebidas alcohólicas o drogas?
A
113. ¿Tienes buena memoria? F
114. ¿Tienen tus padres o apoderados una idea más o menos clara de lo que te
interesa?
D
115. ¿Están tus padres o apoderados de acuerdo en cómo debe criarte? D
116. ¿Se
te
hace
difícil
hacer
planes
o organizar
tus
actividades?
F
117. ¿Tienes dificultad con matemáticas? F
118. ¿Faltan tus amigos a la escuela sin justificación con mucha frecuencia? E
120. ¿Se te hace difícil terminar tus tareas escolares? G
123. ¿Te sientes a menudo con ganas de llorar? C
125. ¿Tienes amigos que han robado? E
128. ¿Crees que es mala idea confiar en otras personas? H
131. ¿Has repetido algún año en la escuela? G
132. ¿Sales a divertirte en noches de semana sin el permiso de tus padres o
apoderados?
I
133. ¿Se
te
hace
difícil
la
escuela?
F 136. ¿Eres una persona nerviosa, de las que no pueden estar sentada mucho
tiempo?
F C
138. ¿Gritas mucho? J
139.Has tenido alguna vez relaciones sexuales sin condón B