Date post: | 23-Jan-2016 |
Category: |
Documents |
Upload: | atilio-artiga |
View: | 213 times |
Download: | 0 times |
Arturo era un niño normal, como todos... ¡un encanto! Claro que todas las madres sabemos que ese encanto nos puede sacar de quicio...
Llegó a la Llegó a la familia cuando familia cuando
ya existían otros ya existían otros seis hermanos, seis hermanos, lo que quiere lo que quiere decir que los decir que los
mayorcitos nos mayorcitos nos convertimos en convertimos en segundos papás segundos papás
y mamás. Lo y mamás. Lo mimábamos y le mimábamos y le
permitíamos permitíamos todo. Él era el todo. Él era el bebé... corría, bebé... corría,
indagaba, indagaba, exigía...exigía...
Se encaramaba, saltaba, comía cosas horribles como grillos... y tomaba cosas peligrosas como petróleo, destrozaba cosas. Se desaparecía y lo hallábamos debajo de la cama dormido...
Era muy simpático; era nuestro encanto y llenaba la casa de
alegría.
Tenía una guitarrita que le hizo un gran
amigo suyo, porque le gustaba mucho
cantar. Y cantaba tan alto que se le
hinchaban las venas a todo dar... La mesa era su escenario y la
familia, los espectadores que
aplaudíamos emocionados.
Tenía una guitarrita que le hizo un gran
amigo suyo, porque le gustaba mucho
cantar. Y cantaba tan alto que se le
hinchaban las venas a todo dar... La mesa era su escenario y la
familia, los espectadores que
aplaudíamos emocionados.
Una vez nos lo Una vez nos lo encontramos encontramos
llorando y explicó llorando y explicó que le daba que le daba
mucha angustia mucha angustia pensar en cuando pensar en cuando
tuviera que tuviera que “sapartarse” de su “sapartarse” de su familia. Era muy familia. Era muy
cariñoso.cariñoso.
Como yo era una de sus Como yo era una de sus “mamás”, en una “mamás”, en una
ocasión que se portó ocasión que se portó mal, cuando ya tenía mal, cuando ya tenía como cinco años, me como cinco años, me
quité la chancleta para quité la chancleta para pegarle y con mucha pegarle y con mucha
seriedad me sostuvo el seriedad me sostuvo el brazo y me dijo: ¡No brazo y me dijo: ¡No
hagas eso! ¿No ves que hagas eso! ¿No ves que ya soy un hombre? Yo, ya soy un hombre? Yo, naturalmente le creí y naturalmente le creí y
jamás me atreví a jamás me atreví a pegarle.pegarle.
Como todos sabemos, los años se esfuman
con demasiada rapidez, y ya hace algún tiempo
que ese divertido y cariñoso chiquillo,
es hombre de verdad. Tan hombre que “algunos hilitos
plateados adornan su sien”.
Y ese cariño hacia su familia, que lo hacía llorar de niño,
ha crecido en la forma de un amor incondicional que nos mantiene
unidos en todas las fases y los retos que la vida nos presenta...
Sé que puedo contar con él en cualquier momento y en cualquier situación.
Entre esos retos está el Rincón de Amistad, él lo creó, lo patrocina, lo ama, lo defiende,
lo protege y se preocupa por él como si fuera un hijo.
Lo hace por amor; por amor a Dios y a su familia.
Bien sabe que a fin de cuentas, cuando estemos en el ocaso de
nuestra vida, nuestros más preciosos recuerdos girarán
alrededor de las personas que amamos y de las que nos amaron
y lo que hicimos juntos en el servicio del Señor...
Querido Arturito, siempre te estaré agradecida.
Tengo una larga lista de peticiones ante el trono de Dios, acerca del
bienestar de mis seres queridos, entre los que estás tú. Pido por tu salud,
porque te conceda muchos años más, y por tu felicidad.
Autor (a) do texto: DesconhecidoAutor (a) do texto: Desconhecido
Ouvido DeusOuvido Deus
Colacio.j
Pero tengo una súplica a la cabeza de la lista: “Señor, mantén entero el círculo de nuestra familia cuando estemos ante Ti en
el día del juicio”. Sé que lo hará.
Te qui