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BALDINGER 1970 El an Lisis de Pottier

Date post: 28-Nov-2015
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5. Lu delínición de los objel<ts rnenlales a. El análisis d¿ PorrIrn. Hemos comprobado en el capítulo 4 que el lenguaje, muchas veces, no sigue límites dados por o impuestos a la naturaleza. El lenguaje no es com- probación (Feststellung), sino establecimiento (Fests€tzung) de límites dentro de la experiencia (CosERru). Esta situación debe conducirnos a conclusiones metodológicas fundamentales. Una detinición a partir de límites dentro de la realidad resulta-en general-imposibl e 1 . Deliníción quiere decir etimo- lógicamente, delíntitación, pero esta delimitación no s€ encuentra en la ¡ea- lidad, sino se hace por la definición. El objeto mental es una abstracción de muchas realidades emparentadas entre sí. pero la lista de estas realidades queda, en general, abierta. lo cual impide toda enumeración completa (y por consecuencia, toda definición extensional). Y sin embargo puedo identificar (: relacionar con el objeto mental) una mesa como 'mesa' a pesar de verla por prime¡a vez. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cuáles son ¡os tactores constitu- tivos del objeto mental? ¿Cómo encontrar los izs.qos ¿istint¡vos que distin- guen un objeto mental de los otros? BERNARD PorrIER abrió el camino con su estudio Reclterches sur l'unal¡- se sénwnticpte en linguístique et en ü'qduclion uúcanique'. Como este traba- jo me parece de importancia fundamental, seguimos los capítulos declsivos con todos los detalles (a propósito del objeto mental (silla)): ' Véase más adelante a propósito de las dcfiniciones exteNionales. ' Publícatiotts Linguistiques de la Foculté des Lenrcs et Scie¡tces Humaines de I'Uttíve$ité tle Noncy, 1963, 38 páes. (citas págs. 11-19). Traducción del texto francés; se h¿n ¡eemplazado, cuando ha sido posible, los ejemplos franceses por otros españoles [traducción por Lurs LópEz MoLTNA].
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Page 1: BALDINGER 1970 El an Lisis de Pottier

5. Lu delínición de los objel<ts rnenlales

a. El análisis d¿ PorrIrn.

Hemos comprobado en el capítulo 4 que el lenguaje, muchas veces, no

sigue límites dados por o impuestos a la naturaleza. El lenguaje no es com-probación (Feststellung), sino establecimiento (Fests€tzung) de límites dentrode la experiencia (CosERru). Esta situación debe conducirnos a conclusionesmetodológicas fundamentales. Una detinición a partir de límites dentro dela realidad resulta-en general-imposibl e 1 . Deliníción quiere decir etimo-lógicamente, delíntitación, pero esta delimitación no s€ encuentra en la ¡ea-

lidad, sino se hace por la definición. El objeto mental es una abstracción de

muchas realidades emparentadas entre sí. pero la lista de estas realidades

queda, en general, abierta. lo cual impide toda enumeración completa (y porconsecuencia, toda definición extensional). Y sin embargo puedo identificar(: relacionar con el objeto mental) una mesa como 'mesa' a pesar de verlapor prime¡a vez. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cuáles son ¡os tactores constitu-tivos del objeto mental? ¿Cómo encontrar los izs.qos ¿istint¡vos que distin-guen un objeto mental de los otros?

BERNARD PorrIER abrió el camino con su estudio Reclterches sur l'unal¡-se sénwnticpte en linguístique et en ü'qduclion uúcanique'. Como este traba-jo me parece de importancia fundamental, seguimos los capítulos declsivos

con todos los detalles (a propósito del objeto mental (silla)):

' Véase más adelante a propósito de las dcfiniciones exteNionales.

' Publícatiotts Linguistiques de la Foculté des Lenrcs et Scie¡tces Humaines de

I'Uttíve$ité tle Noncy, 1963, 38 páes. (citas págs. 11-19). Traducción del texto francés;se h¿n ¡eemplazado, cuando ha sido posible, los ejemplos franceses por otros españoles

[traducción por Lurs LópEz MoLTNA].

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76 Teoría semánfica

I. LA BLECCIÓN LEXICA

Extremando la precisión, cabe afi¡ma¡ que no existen dos Gillas> idénticas. Sinembargo, anto 1.000 objetos diferentes un sujeto puede tener la misma reacció¡ y ele-gA 1.000 veces el término rilla para designarlos. Si se colocao a 1.000 pe$onas anteestas 1.000 sillas se puede obte¡er el térmioo siria un millón de veces.

En lingüística, esta coincidencia de subjetividad es lo que se IIama objetividad. Elescepticismo a ultranza sería la negación misma de la experie¡cia cientlfica.

Si, ante una serie de objetos (x', x'...x"), la respuesta es ¡egularmente h/, se diráque /.r/ es la unidad léxíca (lería)" que designa estos objetos.

(Los <test$ visuales son eviderltemetrt€ los más simples; se puedeo también imaginar<tests> contextuales, intensamente coaccio[ados.)

Por 10 mismo que no existen dos objetos absolutamente idénticos no se pueden etr-

cont¡ar dos sujetos que te[gan exactamente la misma experiencia, es deci¡ el mismoiqvelta¡io léxico con el mismo contenido. Aqul tambjén hace falta geneÉlizar, norma-lizar (es decif, colvertir eo Ío¡ma) y aplicar las experiencias a un grupo de sujetos iela-tivame¡te homogéneo. Esto es 1o propio de la andadu¡a cientlfica.

2. LA DETERMINACIÓN DEL SBMEMA

Tomemos c¿da urro de los objetos designados por la unidad léxlca sílla y desc¡iba-mos cada ura de estas sillas de la matrera más completa. I{agamos la lista de las ca-¡acteústicas encontradas (q) y úarquemos ante cada objeto en particular si posee o noesta ca¡acterística (+ o -).

El cuadro tefldrá la forma siguiente:

si. 1 si. 2 si. 3 silla n

q': respaldo ... -..q! : tetciopelo ...q': 4 Patas . ...q': de madera ...qt : para sentarse

;;-- '

++1l-

1_i

+

I_T-

+

+(+) -+ (-)- (+)

+

3 <Lexíe (lería - uddad léxic¿ del lenguaje): píerre, bateau-mouche, chemin de

let, elc.>; cf. B. PoTuER, Introductíon d I'étude des sttucturcs g'oñmatícales fonda-ñentales, Na;ac4, 1962 ("1964); en esp., p. ej., pied¡a, máquina quitanieves, solto decaña, etc. Cp. anteriormentc, pá,9, 22, t. 4.

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l

I

la delinición de los objetos mentales

Hay cuestiotres complejas que tendrán que ser dese¡trañadas. Asi la cuestióo rela-tiva al número de patas.

Al da¡se a veces la respuesta no refe¡ida a la p¡egunta de si la silla tiene cuatropatas, Ias preguntas ¡efe¡idas a las tres patas, a las dos patas y a una pata tieqen al-gunas posibilidades de se¡ co¡testadas con un ¡í. De hecho, el número de pat¿s es unavariable; lo constaote es la noción de pata.

Se percibirá en seguida que ciertas caracteristicas recibelr siempre una ¡espuesta Jí,micntras que otms son contestadas con sí o ¿o.

Se dirá, pues, que en una serie de ¡¡ objetos el msgo 4 es pertinente si aparecen q \tecas.

Volvamos a tomar el cuadro precede¡te completándolo:

si. I si.2 si. 3 sr. n tq' : respaldo ... ...q' : terciopelo ...q' : sobre pie ...q{: de made¡a ,,.q6: para sentarseqt:para I personaqr : roja ... . .. ...

++I,L

++

+

i++!

t_!

I

+

(+)(+/-)(+)

ftt-)(+)(+)

(+/-)

+++

++

nq'(n-m) q'

trq'(r-m) q'

nqnlq'

(n-m) c'

La columna ) hace aparecer uo cierto núñero de ca¡acterlsticas q p¡ese[tes t¡veces: q', qr, q5, qó. Su conjunto constituye el s¿m¿m¿ de /silla/.

La u¡ dad léxica /silla/ (formalización) tiene, pues, lt senteÍto (substancia semáD-tica), cuyos elementos o Je¿¡dr so[:

s': con rcspaldo.s' : sobre pie.5¡: p¿¡¡ una persona.

s¡: pafa sentarse,

o a¡i¡

Se trata aquí de tÍ semema absoluto, en el que no interesa si¡o la uoidad léxica¡i/l¿ en sl misma.

Si hacemos la expe¡iencia con la unidad léxic' butaca el resultado será (semema

absoluto):

S." (butaca) : (s', s', s¡, s', s)

S"' (silla) : (s', s', s¡, s')

en donde s' es el sema <con brazo$.Y asf sucesivamente.

I

I

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78 Teoría setttántica

3 DETERMINACIóN DE LOS CONJUNTOS DE OBJETOS

Lo comparociótt tle dos obietos.

Siendo un semena un conjunto de semas la compa'ación de dos sememas remite a

la comparación de dos conjuotos.

Si se comparan sílla y butdca se !e que tie¡en en común cuatro semas y que

butaca liete como p¡opio el sema su <<con b¡azos>:

S, : (s,, s:, sx, s¡)

S: : (s1, s:, sj, s,, s¡)

Si se ¡eúhe silla y lrutaca en un mismo coniunto de objetos se puede caracte¡izar

<S (silla)) como desprovisto del sema s', es decit. como poseedor de una ¡espuesla

negaiiva s" (que no posee el sema s5).

El semeÁa de si/lr¡ se convierte cntonces et \rr semetno relalirr) (a un conjunto

dado), de torma qr¡e

S,' (silla) : (s', s', s', s', s")

He aqui un <<tesb) que permite mostrar que el sen,a s'es el rasgo semántico pe¡ti_

nente que permite dife¡enciar silla de butac¿,

Si áel espanol pasamos a colsiderar un ejemplo f¡ancés y pedimos a urios sujetos

que completen el principio de frase <<je voudrais m'asseoi¡ r¿¿¡ >, obtenemos respues_

ü, "on

,¡/to y respuestas cor. butr,ca; es el sema si el que entra sobre todo en juego

en este caso. Si el prilcipio de frase es <(je voudrais m'asseoi¡ d4's >, fauteuil es mruy

frecuente y choise esfá prácticamente ausente (<(tests> ilevados a cabo en Nancy y Poi-

tie¡s). Se tielle. pües, el tesüllado sigüiente:

sut combinado cor'laut¿uil I chaise

dans combinado col' fauleuil

La motivación de Ia oposicióll <<sur I dons> es del tipo <oo-irterioridad / inte-

rioridad>. La iD.te¡ioridad sugerida por d¿ns rehúsa, pues (inconscientemente en el

suieto), la combinación con c¡ois¿' desp¡ovista del sema s'<<con b¡azos>' He aquí una

p¡ueba indirecta útil.Igualmente se pueden comple¡a¡ frases como <Si yo pLrsiese brazos a esta silla re-

sulta;ia...>) o <<Si yo quitase los brazos a esta but¡ca resultaría > La coincidencia de

las respuestas muest¡a 1o bien fundado de la selección de los semas pe inentes

El gntpo de los obietos pat cofiparur.

Si existiese un método capaz de aglupar objetos según criterios bien definidos y

objetivos, el problema de los <<campos> (semánticos, asociativos ) se resolveria al

mismo tiempo. Desg¡aciadamente no existe nada de este iipo' Los <tests>' como el

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h delinición de los objatot tnentules

de <<Ievoudrais m'asseoir s¡¡¡...> dan suge¡encias; pero los resultados incluyen tantochaise, lautcüil, tabouret como genoux o herbe.

I r"óricamente, hay que buscar, a través de un gran número de sememas, las inte.-\ seccio[es ¡eferidas a un n¡imero importante de semas. Se vería etrtonces una distribu-. ción de este tipo:

so

chaise/silla + + +fauteuil/butaca . , + + + + +tabouret/taburete + + +genoux/rodillas .

he¡be/hie¡ba...+

+

La in.tersección referida a lAs ¡espueslas expresadas permile reuni¡: choise, lauteuí|,

A coniiriuación trabajareños con el grupo de objetos siguientes: clúise, lautcuil,tabouftt, conapé, po¿¿l (esp. posón, vulgar).

4. EL ARCHISEMEMA Y SU FORMALIZACIÓN POSIBLE

Una vez definido un gÍupo, cabe preguntarse cuál es el archisemema que hay porencima de él y que vendrla detinido por la jntersección de los sememas en cuestión.

He aquf los semas pertinentes de los ci¡co objetos corsiderados:

st s- s¡

chaise/silla ++

++

+.++

_++ t

:-.+

+far¡teuil¿bqtaca ... ... ..

tabou¡et¿tabu¡ete .,. - ..

9q!gÉLsa!qP1 . .

pouf/posón (rmle.) ... ..

+++

1+

t+ +

sl : con respaldo.

s' : sobre pie [: elevado sobre el suelo].

s¡ : pam una persona.

sr: pata sentarse.

s" : con brazos.

s': con material rlgido-

'19

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80 Teoría semánlica

Hagamos la inte¡sección de estos co[iuntos relativos:

S'OS1iShS'DS'OS' : (s"' s')

La cuestión po¡ plaÍtear es la siguiente: ¿Existe urta formalizacióÁ (una unidad

léxica) cuyo semema sea precisamente el conjunto (s", s')? En el español actual la¡espuesta es síi asíento (cf. siége). EI asiento es un objeto sobre el cual uno se sienta

(funciól primaria) y que está elevado sobre el suelo (s') (una alfombra no es un

asiento, etc.).

Sucede frecüentemenle que un archisemema aislado por el análisis no tiene exp¡e-

sión léxica. Asi, por ejemplo, para el <<ob.ieto sobre el que uno se sube> (obtenido de

la agrupación escala, escabel, tari a, eslfibo...) el español carece de archilexema (a

covef-word).

Intuitivamente, se estaría tentado a proseguir la gene¡alizaciól y a decir que los

mismos asientos pueden set integrados bajo un archilexema todavía más amplio, como

mueble. Ahota bien, en español actual ¡ro se puede deci¡ ¡ealme[te que Bí posón sea

un mueble (carece de so). Si un miemb¡o del grupo considerado Do puede integrarse

en un grupo supe¡io¡, este grupo p¡imario permanece fuera del grupo superior.

Se asiste todos los días a la creación de a¡chilexemas (los docentes, los ascendien'

t¿r, los dgrio,r...) que respbnden a esta necesidad.

5. RESUMEN DEL PROCESO GENERAIIZADOR

l) Ilustrcción gráfíca.

Clasifiquemos los cinco elementos del gfltpo osíento segúo la proximidad de las

coincidencias (un sólo sema pertiflente diferencia dos unidades léxicas):

posón - taburetc: sd

taburete silla:

siila - canapé:

butaca - c¿napó: s:l

(s', s') siendo la base común: A' [: archiscmema]

anfu+s's'i 'l- so i s' *s' l_ s'

Represenlación esquemática posible de estos objetos.

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I-a definición de los objetos mentales

2) La relacirln scntu - *menu - urchiscmemu.

EI r¿¿¡¿ es Lln elenlcnto del conlunto Jcn¡¿rnade un conjunlo de semcmas.

81

El urchis¿¡¡emu cs un subconjunto

Ejemplo:

Ejemplo:

s'€ S'

s'€ s's"€ s'

s'€ S'

s'€ S'

A'CS'A'CS'A'CS'A'CS'A'cs'

rema ( semema

g"'.. (5,, s,, s:,. sr. s,)

archisemema C senlema

I

A: S'ñ S'n 53 n S'n S'

PoruER introduce con este estudio el término sema -- rosgo distintiyo,La definición es la suma de los semas y al mismotiempo de los rasgos distintivosI (HEGER hablará más tarde

' En el mismo sentido A. J. GRETMAS: <<Cl1aq\e loi¿me peut doflc Ctre déc¡it com-me un certain ar¡a¡gemeDt de siraeo, en CahLer, núm. 4, 1964, pág. z|.-Véase tam-bién G. MouNIN: (¿'analyse de la définition de l'unité lexicale (donnée pa¡ un dic-tionnaire) permet de décomposer et de recomposet le signifié d,un signifiant ¿ pa¡tird'unités de sign¡ification plus petites que ce signifiant. paillotte cofijent six de cesunitési /construction/, /pour t'habitation/, /grossiére/, /petite/, /en paille/, /dans lespays chauds/, Ces uqités ont été jusqu'ici ¡ommées de matri¿res tr¿s différeltes selonIes aüteurs: J¿a¿ (BrryssENS, etc.'), sémime (HAToRr, etc.), Jámüme (Gü¡RAUD, etc.),t¡¿ils lsémantiquemer\t] dístínctífs (BLooMFTELD), l¡g{¡es de contenu (IIJEr.rrsLEv), ,rdirspertínents du signifié (PRrETo). Si I'on choisit de les appele¡ t¡aits pertinents, on sembleposer par définitio¡ un isomo¡phisme ent¡e analyse pho¡ologique et a[alyse sémaDti-que; si l'on opte pour les aut¡es termes, oIr laisse en suspens la questiotr de cet iso-morphisme.> ... <Cette analyse une fois faite pour tous les sig¡ifiants d'un lexique ¡rer-met d'ailleu¡s de corriger la délimiriation empirique du départ, eB constr¡¡isalrt lesstructurat¡ons otl p6s d panír du signífiant, maís á partír de la présence dun plusíeurss¿mes ou traíts doún¿s d.rns sa définítion> (CahLex, r]úÍ1.6, 1965, pág. 20); <on aper-goit qu'on peut Éduire toutes les unités lexicales d'un lexique ¡ des faisceaux de tlaits

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Teoría setnúnlicu

de los tlillerenliae specifícae '). El método de PorrlER es semasiológtco:

analiza el contenido de la palabra chaíse en su acepción (significación) nor-

mal o central, aplicando esta palabra ¿ ¡¡¿ 5etie abierta de objetos llamados

chaise.

por verificación estadística

iexía (1)

lexía r'?) a¡chilexía A

infinidadde

objetos Iexía (t)

la lexía es el punto de partida (no la realidad)

sémaritiqueme¡t pertinents ou sénes> (ib., pág.21). G. MouNtN presenta y discute laevolución de la idea de unidades semánticas mínimas e¡l t¡es capítulos de su excele¡tellbro Les probktmes th¿oriques de la trcduction, París (Gallimard), 1963r chap. VIL<La recherche des unités séúantiques minima: Luis J. Prieto> [en relación co¡HJEI¡-rsLEv y IVARTTNETI, págs- 95-112; chap. VIII, <<La reche¡ch chedes unités sémanti-

ques minima: Jean-Claude Gardin> [incluso VTRENSEN], páes. 713-24 chap. IX, <La

reche¡che des unités sémantiques minima: définjtions, te¡minologies, terminologies

normalisées>, p^gs. 125-43. De PRIETo véase la publicaciól ¡rás ¡eciente Príncípes de

ttoologíe, The Hague/London/Paris (Mouton), 1964, 130 págs, lPrieto llaúa noemas a

las ulidades de que se compoDen los signific¡dos, págs.90 y sgs.l.

" <<Le sém¿me, ou ensemble d€s s¿mes distinctifs cortespond etr pa¡tie aux "diffé_rences spécifiques" de M. P. IMBS> (PorttEs, TraLiLi, , 1, 33).

82

L

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L,a defínicíón de los objetos mentales

Los semas son los rasgos comunes a todos los objetos llamados cftalie;estos semas constituyen y definen el objeto mental 'chaise' y son al mismoüempo los rasgos distintivos frente a otros objetos mentales ú.

La relación enlre tn archile.vetns a vna urchílexía (:lexicalización deun archisemcna) i y un lexettu o una lexía (lexicalización de un semema) 3

puede presentarse como relación de implicación:

si¿ge

En esto, PorrrER sigue, en un trabajo más reciente !, a CosERru'0. Elobjeto mental 'chaise' es más específico que'siége'y contiene por este mo-tivo más semas o rasgos distintivos (la consecuencia, en general, es unadefinición inás larga y más complicada).

Hay que distingui¡ en1¡e el nivel conceptual y el nivel de la fo¡maliza-ción dentro de una lengua, El a¡chisemema de la archilexía francesa ¡¿e-turer, pot ejemplo, puede especializarse de mane¡a diferente en diferentesidiomas: fr. mesurer d la toise:Lrége tn,ézer, t¡tesru.er d. la régle: rúler,nrcsurer (\e bois ¿i 1a c<¡rde : cwéd'ler, Dtesurer au fíL d plomb: ploumer(véase Jrer HAUsr, ¿e dialecte wallon de Li¿ge,3: Dictionnai.e lrcngais-lié,qeo¡s, 1948, s. v. mesu¡e¡).

6 El sema es ¡asgo. distintivo dentro del mismo sistema conceptual (si¿ge+--)chaise); e[ archísema es comrln a todos los sememas del sistema conceptual, pero eslasgo distintivo f¡ente a otros sistemas conceptuales.

I Si¿8¿ (archile)iema) contiene el a¡chisemema [s, G(pa¡a sentarse>) -J- s, (<<sobrepies>)1.

' Ciaise (lexema) contiene el semema [s, <pa¡a seniarso) * s, (<<sob¡e pie$) + si(<<con respaldo>) -F s, (<<para una persona>)].

'8. PoTTIER, <<Vers une sémantique úode¡ne>, en TroLiLi Í, núm. l, 1964, pá-ginas 107-37 (especialmente pág. 123).

'0 E. CoSERIU, <(Pour une sémantique diacbronique strllcturale>, en TraLiLi lI, aú-mero I. 1964, págs. 139-86 (especialmente pags. 151, 161, 1?6, 1?8).

83

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84 Teoría semántica

En francés la formalización se hace por yuxtaposición de la archile-xía * leías diferenciado¡ass, en el dialecto de Liége la formalización se

haco por lexicalizaciones especiales (cp. fr. llare d pied, aller d cheval ...alenán gehen, reiten, etc.) 1r;

nivel conceptual: a¡chisemema + sema(s) dife¡enciado¡(es),

fr. archilexía + lexla diferetrciado¡a

Liége lexla

Partiendo del otro lado, del lado de la formalización en una lengua dada,

el análisis conceptual y, por consiguiente, la delíníción depende de la base

de partida:

- francés medio (Chastellain, siglo xv):

- desnrcsurer <<dépasser les limites ordinaires d'une chose>> (esa es ladefinición del glosario).

Pero el contexto (rerulirent pleurs et cris lanÉntables.., destnesurérent

leurs voix) permite de definir:

- desmesurer sa voix <<parler et pleutet plus fort que d'habitude>'

El lexicógrafo se ve en la obligación de decidir cada vez lo que quiere

definir, la lexía o el sintagma, el semema general o el semema particular.

El uso de un lexema de carácter general en una situación de carácter par-

ticular (1o que es lo normal) es la razón de muchos cambios de sentido(véase más adelante nuestro apéndice diacrónico, págs. 243 y sgs.).

PorrrER, en su análisis, ha partido de lo particular pata llegar a uni-

dades más generales ". En la segunda parte del mismo trabajo de 1963,

" Añadimos que lo que en una lengua es archilexla puede corresponder a variaslexías e¡ otra (efi este caso la segunda co¡nu¡idad lingúística tieoe una necesidad mayo¡de difereÍciación) :

<<What do you mean, "snow" [Dieve]?> asks the Eskimo. <<Falling snow on theground, snow in blocks fo¡ building igloos, o¡ what? You can't use one word for allthose diffe¡ent things)) (JAcoB ORNSTEIN y WILLIAM W. G^sF-, The ABC's ol Langua-ges and LínBuístics, Philadelphia and New York (Chilton Books), 1964, pág. 108).

Véase taúbién nuest¡o ejemplo más adelante, p^9,'13, r\. 14.

'r PornER dice: <(Des millions d'objets existant dans la ¡éalité on est passé auxr¡illie¡s de lexies, ¡éduites dans une ce¡taine mesu¡e aux archilexiesr (Recherches

lcf. anteriormente pá9. 59, n. 21, pá9. 19).

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-tkt delinición de los objetos mentales

PoTTTER completa €ste procedimiento por el análisis contra¡io, partiendo,

esta vez, de lo más general para enconttar unidades clasificatorias más

pequeñas (<<le processus inverse, qui, partant de I'Univers-unité-par exem-ple, la catégorie du substantif-se dirige vers des classes particularisantes>

ib.). Como esta parte no es menos importante que la primera, vamos a te-producirla también enteramente:

LOS CLASEMAS

Llamamos clasemas a las clases de distribución (de motivación evideDteme¡te se-

mántic¿) ¡eveladas por criterios combinato¡ios nume¡osos y cuyos resultados son ho-mogéúeos.

Si planteamos la p¡egunta <¿Ha visto ust¿d el ...?), la lista de sustantivos que sigue

a el es no-significativa. Por el contrario, en el f¡ancés se ádvierte una diferencia muyclara de distribución ent¡e las respuestas coresporidientes a las dos prcguntas si-guientes:

<Voulez-vous I' amener votre...r'.

objetos: n ¡espuestas.animales: q respuestas.personas: n fespuestas.

<Voulez-vous l'apportet votre...rr I

obietos: n respuestas.animales: 0 ¡€sluestas.personas: 0 ¡espuestas.

Se ve que apporter selec.crona un objeto gramatical que rchhsa normalmente lapertinencia a la se e objetiva de los atrimales o de las personas.

Esto permite establecer que

apporter + se¡ie A de sustantivos (objetos)

- se¡ie B de sustantivos (persoaas * aoimales)amene¡ f se¡ie A o B de sustantivos.

Ot¡o <(tesb. Tomemos la frase para completa¡ r <Qu'est-ce qu'elle rumine, ma...?>)(¿Qué rumia, mi ...?). Todos los sustantivos forman parte de la serie B (32 (persona$.3 <animales>). Es el caso también de <<Il est e¡rhumé, votre...) (Está ¡esfriado, su ...)en el que todas las respuestás son de la se¡ie B. Pe¡o en <Il est grippé, votre..)tt se

tietre a la vez la se¡ie A y la serie B (hijo, moto¡ ,.,). Sólo sustantivos de la se¡ie B<se baignent dans l'eau>; los de la serie A <<baignent dans l'eau> (pero en esp.: se

En realidad, PorrIER partió de la palabra chaise apbcítdola a los objetos llamadoschaise. Después analizó estadísticamente los asgos pertinentes a todos estos objetosya seleccio¡tados, y _constituyó así el semema.

'¡ Está agripado, su,,,

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86 Teoria sentóntica

bañan en el agüa, hablando de ¡rersonas o animales; llotan at el ogaa, hablando deobjetos).

Si üo elcmento de la serie A <marcha>, la significación es no-ambigua: <este ¡elojmarcha>. Si es un elemento de la serie B, hay ambigüedad virtual: <<C¿¡los Í¡¿rchabieq aho¡ar:

(1) va a pie(2) t¡abaja bien (en la escuela).

U¡a prime¡a distioción resulta, pues, en distribuciones como las siguientes, regis-tradas en lengi¡¿jc <riormal) (no metafórico):

TESTTODOS I,OS SUSTANT¡VOS

Serie A Se¡ie B

amener x ... ... ...

:

;1 sentido

+

++

+

2 sentidos

X rumins (rumia)X est en¡humé (está resfriado) ... ..rX est grippé (está ag.ipado) ... ...X se baigne (se baña) ..- ... ... ..,X baigne (flota)X marche bie¡ (marcha bien) ... ..,

La se¡ie A compre¡de 1o que podemos llamar los <¡nariimados>; la serie B, los<(animado$. Si una pe$ona mue¡e, su cadáve¡ funciona como inanimado: il baigriedans l'eau, et on pelrt l'apporter (flota en el agüa...).

2) En el interior de la serie de los <animados> se pueden distinguir dos subserics,¡cveladas por comportamientos combinatorios.

Si se <pone en la puertar a una persona, se lienc uit sentido I (expulsar); si se

<pone en la puertar una cosa, se tiene un sentido II (por ejemplo, uD letre¡o). E¡ elcaso de un anr'mal hay ambigüedad. ya que el animal puede funcionar como una per-sona o como una cosa G<expulsaD o <depositar delante de la pue¡tar).

Otro ejemplo más claro. Sea (<X a fait unc niche>. X pe¡tenecc a la se¡ie de losanimados. Pe¡o si se trata de una persona, hay ambigüedad lpierre a fait une nicheau chien : (a) le ha jugado una pasada; (b) le ha fab¡icado una casetal; si se fatade uri animal, no hay ambigüedad.

De aquí las distinciones siguienres:

TESTANIMADOS

pe¡so¡ürs animalesIN N¡¡II{DOS

mett¡e ¿ la portc XX fait ü¡e dche ...

setrtido I2 sent.

seÁt. I/TI1 sent-

sentido IIó

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Ut delinicíón de los objetos menlales

3) En el interio¡ de la se¡ie de los <<i¡anjmados)) se pueden distinguir dos subseriesreveladas por comportamientos combinatorios.

Caso de <<abdr X>. Si X se ¡efiere a un objeto material, tenemos el sentido banal I:abrir un saco, una caja, un absceso. Si X se ¡efiere a un objeto no material, se tieneuú sentido II (llamado tradicionalmente <<figu¡ado>), el de <<abri¡ la sesión, la marcha>.He aquí un caso típico de ambigüedad: sí almacén está visto como objeto material,tenemos <<abrir un almacén> (con alrrda de una llave); si almacén está visto comoobjeto no-material, terlemos (abri¡ un almacén> (iniciar un negocjo).

Caso de <prendre X dans un certairl sens>. Como antes, con un objeto mate¡ial te-nemos <<sens: di¡eccióo> (prendre un jouet, un trssu dans un certain sens). Y con unobjeto no-material tenemos <<sens: significacióo> (prerdre unc ph¡ase, une inte¡ve¡tiondans un ce ain sens). Si la unidad léxica puede le¡tenece¡ a las dos subseries, apareceuna ambigüedad <<prendre une rigle dans un certain sens> frDgle como regln-objeto ocomo r¿gld-¡rormal.

Caso de <<¡end¡e X). Con los objetos mateliales se tiene el sentido de <restituiD.Con los objetos no-materiales tenemos gene¡almente unidades léxicas (rendre la jus-tice. ¡endre ¡aison), Con un término como honneurs se tiene una ambigüedad: <<rendre

les honneu¡s>> : (a) té¡mino milita¡; (b) restitui¡ cie¡tas cartas por jugar (objeto ma-terial),

De aquí las distinciones siguientes:

87

TEST ANIMADOSINANIMADOS

objero. mater'a1es obieros no-mate¡iales

ouvrir Xprendre Xen 1 sent.

¡eod¡e X

sent. 1

sent. 1

sent. 1

sent. 1

sent. 1

sent. 2sent. 2sent. 2

4) Si se re{rnen los t¡es cuad¡os ante¡io¡es, se va a la¡ar a las clases siguientes:

appo¡te¡ Xx fait urie nicheouvrir X

aoimado // itranimadopersona // animal ll

obj'eto // objeromaterial no-materi¿l

clasé 1 clase 2 clase 3 clase 4

Una primera serie de clases de pa¡ticula¡ización puedc, pues, p¡esentarse asi:

animado

inanimado ..-

pe¡sona : clasema latimal : clasema 2

objeto mate¡ial : claseüa 3objeto no-mate¡jal : clasema 4

Se podfá llamar clasema 5 al animado globalmente (1 + 2) y clásenw 6 el i¡ati-mado globalmente (3 + 4).

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88 Teoríq semántíca

Los idealistas-y algurios matemáticos*estarlan tentados a continuar estas dico-tomlas para encotrtrar las archilexías propo¡cionadas por la prime¡a parte del aúlisis.De hecho, oosotlos Do pensamos que estos dos procesos puedan ser co[ciliados: soncomplementa¡ios, y toda lexla puede ser caÉcte zada por índices de pe¡tinencia:semema y clasema :

semeÍül

(s'... s')

archilexla

Iclasema

archisemema

asie[to(s" s" s., s) l---;il-l =ü

<objeto mate¡iab

(s', s')

5) Se puedo citar, sin emba¡go, un casolímite, aquel en el que una archilexiaocupa el lugar de un clasema. Es el papel de té¡minos como un ttuc, un machin, unechose, que conesponden al clasema 3 (y a menudo 4), y de Truc, Machín, Chose, queco¡responden al clasema 1 (y a veces 2).

Además, en <de ne vois ieÍ>, rieí ocupa el lugar de la a¡chilexla de los clase-mas ll2l3l4l, mie¡tms que personne ío se ¡efiere más que al clasema 1. Se ve aslcómo la lengua ha log¡ado generalizar al máximo la expresión archiléxica.

6) Varios estudios léxicos modemos, especialnente los ¡elativos a la traducciónmecánica, ofrecen categorías semántic¿s que podrlan interpretarse como subclasemas:objeto convexo, objeto comible, animal pacifico, etc. Seda, [atu¡almente, ideal pode¡carzcteÁzar cada unidad léxica por r¡na serie finita de rasgos de esta natu¡aleza. Sepodrá prever que un <(líquido> no puede ser comido ni cortado, aho¡a bien, un moto¡<<como gasoliro> (a solución puede encoqtlaFe aquí al nivel de la fraseología).

La dificultad de estas definiciones es que uno se encue¡tra entonces efi el domiDioda lo vírtual. Una silla, por ulr¿ parte, está dotada de un respaldo, está sobre pie, estáp¡evista pa¡a una pe¡sona, se destina a que alguien se siente, y, por otra, es ull objetomatedal; pero tiere un n¡imero no-finito de ürtualidades: puede rom¡rerse (el agua,oo), puede comp¡afie (como e1 silencio, pero no como la refracción), etc.

Pe¡cibimos

i¡finit¿metr-te pequeío

ento¡lces tres zonas fu¡damentales de significación de todo lexema:

(semas) archisemema clasema i¡finitamen-te grande

ZONA IIIpedinencia

ZONA Idcfioicióq po¡ ¡as-

gos p€rthetrtes

zoNA IIvirtu¿lidades

Page 15: BALDINGER 1970 El an Lisis de Pottier

h delíüción de los obietos mentales

l,as zonas I y III son estables y figuran notmalmente eÍ¡ las caracterizaciones semán-ticas cxtremadamente probables.

I-a zoDa II es inestable y no ¡epresenta sino una posibilidad que depende en granmedida del contexto, de la situación, de la iritencióir...

Convietre a nuest¡o propósito delimitar bien estas zonas pata todo estudio semáfl-tico preocupado o no de tmducción mecánica.

La zona I es, según PorrrER, la zona de los semas, del análisis de lassignificaciones, la zona de las definiciones. Analizaremos más detenidamen-te esta zona, hablando del trapecio de Hec¡n. La zona III es la zona de lasgrandes unid¿des, las clases (animadolinanimado, etc.): tiene un papel muyimportante en el análisis gramatical. La zona II de las vi¡tualidades es lazona de las grandes inte¡rogaciones. Creo que esta zona no se sustrae a unanálisis más exacto. E. Cossnru acaba de publicar un artículo fundamentalque toca su análisis 1a.

En un artículo de 1965, Porurn trata especialmente de la definición rr.

Su resultado es un ¡€sumen de los trabajos anteriores:

LA DEFINICIÓN SEMANTICA EN LOS DICCIONARIOS

En su aftículo titulado l¿¡ seuil de la lexicographie [Ea el umbral de la lexicogra.ftal P. IMBS ha caracte¡izado con acierto el conte¡ido de la mayoria de las defin!ciones dadas po¡ los dicciolarios: <Una categoria representa necesariañenle un géne-ro próximo, de comp¡ensión más abstracta y más general quc la palabra po¡ definir,

" E. CosERru, <<Lexikalische Solida¡itáten> lsolidaridades léxrcas], eD. poetica(Wilhelm Fiok Verlag, Münche¡), riúm. 1, 1967, págs. 193-303..Este trabajo es muyimportante, ade¡nás, para las relaciones entre clasemas y (archi)lexemas. F,nlre perro yladrar, p. ex,, hay una "solidaridad,,; CosER¡u distingue tres tipos de solidaridades:

l) solídaridad. por afi idad: el clasema de miles (<<ser humano>), p. ej., es rasgodisti¡tivo pa¡a s¿r¿-r (<viejo hablando de seres humanos>).

2) solidafidad por seleccíón (p. ej., al. Schilf-Íal¡r¿¿)..el archilexema del lexemadete¡min¿nte (el archilexema de Scl¡ill) iurciona como rasgo distintivo en el lexemadetermi!"ado (fahren).

3) solídaidod por ímplícación: el lexema determinante determina el contenido dellexema determinado (el ft. aquilín, p. e.j., se usa sólo en relación, con la nariz).

Las solida¡idades contietrel importantes implicaciones estilísticas; además, so¡ im-po¡tantes para el estudio de las metáforas.

" B, PoTrrER, <La définition sémantique dars les dictionnai¡es>, er\ TraLiLi IlI, rliu-me¡o 1, 1965, págs. 33-39 (cita páe. 33; traducción del texto francés por Lurs LópEzMoL¡N^).

89

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90 Teoría setnátúica

y no llega a ser el equivalente de esta palabra sino mcdiante la indicación de la dífe-rencia específíca. Una definición comprelde, pues, nccesaliamente, y como mlnimo,dos té¡minou '0.

Por nuestra pa¡te, hemos analizado el conte¡ido semántico de una "palabra" dis-t;nguiendo cuatro tipos de dellinido¡es: semema, clasema, archisemema, vi¡tuema ri.

El semema o conjunto de semas distintivos corrcsponde, en parte, a las <difere¡ciasespeclficas) de P. IMBS. EI clasema o coojunto de las clases conceptuales ge[eralesapa¡ece (demasiado) poco a nrenudo en las defi¡iciones. El arch¡senema o subco¡ljuntocomri¡ a un conjunto de sememas es el <género próximo> de P. IMBS'6.

Todo l¿xema (significatte mínimo de designación) tendrá asi como significado:

defiriiciótrindependienteo semantetna

relativadefinición

Sea

ril¡4 _ semema

dsi¿l¡to semema I__ Iarchr- {lexema S"

1

semema + clasema

tI

J

cl lexerna síl/a - :

para sentalsesob¡e pie(s)para una peGo¡acon respaldosin bmzos

para sentarsesobre pie(s)

discontinuoiranimadoitrtr¿nsitivomate¡ial

discoriti¡uoiDaoimadoi¡transitivoinmaterial

Clascma

Clasemac.

En este cuadro, PoTTIER

tema). Este cambio es muyincluye los clasemas en la definición (seman-

significativo e importante. En realidad, Ios

'r P^uL IMBS, <<Au seuil de la lexicographie>, en CahLer, nÍrm.2, 1960, p6gs.3-17',cf. plg. 12.

tt TraLíLí, núm. 2/1. 1964, págs. 107-37; ct. pág. 125.i3 <<Ilemos lhab]a PorrrERl introducido igualmente ei virtuema o conjrmto de los

semas no disti¡tivos ligados al conocimiento particula¡ de un individuo, de un grupo,de una serie de ex¡reriencias. Su detcrminación es muy delicada. El virtuema aparecede cuando cn cuando cn las definiciones. Por ejemplo, baúl <grat caja de madera ode ntetal de forma rechngular, gene¡almente abornbada, cerrada mediante u¡a cerra-dtra> (Dic- Gen.). La :l¡lateria, el carácter abombado, etc., peateneceD al virtuema; estoes cott frecuencia verdad, pero no es distintivo: existe¡ objetos de este tipo con cubie¡-ta no abombAda y se los puede seguir desjgnando mediarte el significante baúl>.

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It detüüción de los objetos ntentales 9l

clasemas son semas también, semas más generales'o. Un sema puede sermuy especial o muy general, pero no hay dife¡encia en principio (véase

más adelante la teoría de HrcER.). Por.esta ¡azón el clasema puede entraren la definición. Pero muchas veces el clasema resulta superfluo porque unsema más específico ya 1o contiene implícitamente. Chaise, p. ej., definidocomo <<siége...>> ya presupone los clasemas 'obieto', 'de materia', 'inanima-do', etc. Resulta inútil incluirlos en la definición. En cambio, PorrrER tienerazón al comprobar que Ia definición, en general, parte de unidades másgenerales (archisememas) con adición de semas más específicos:

pouÍ une personne ¡ dossie¡ et sans bras

sema 3 sema 4 sema 5

siége

sema 1 sema"pour s' "suÍasseoi¡" pied(s

El metodo inverso no resulra satisfactorio;

chaise : tabouret

sema 1 sema 2 sema 3 sema 4"poul s' "sut 'pou¡ "sansasseoir" pied(s)" 1 pers." bras"

scma 5

porque en la definición de tabouret está incluida tácitamente la negacióndel sema 5: un tabouret no puede concebirse con respaldo. La definición'ascendente' tendda, por consecuencia, que trabajar con conttadicciones.Pe¡o, lo contrario, tampoco resulta aceptable: tabout.et: cluise ¡-ans dos-si¿l,, porque chaise sans dossier no existe ('con respaldo, es un s€ma de.r¡7lal !0- No hay otro remedio, pues, que recurrir a la a¡chilexía asiento 21.

" No negamos, sin embargo, la utilidad de distinguir s¿r .1r (sememas, archiseme-mas) y clasemas, E. CosERru, <<Lexikalische SolidaritáteD>, en Poctíca, nfim. l, 196?,p'giras 294 y sg,, explica más explicitamente que PoTTTER la necesidad de la distin-ción (CoSERIU habla de la distincjón entre (arcli)lexema y clasema, pero se trata deunidades del contenido).

'0 M.-J.REY-DEBorE, CahLet, Í:f¡m. S, t966, páe. 11.

" M.-J. REY-DEBoTE, TroLiL¡ V, núm. 1, 1967, pág. 147, lo p¡esenia así (cavalier<<homme á chevab) :

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ot

b. ALArN y MARrB-JosÉ RBv.

Teoría semántica

A cheval>):

Homme es un archilexenla. á cheval la dile(encia especilic¿ () p G sahar¡enne

<ves(e de tolle á nranche\ courte$:

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I-a definición de los objetos mentales

De¡echo K¡nr ENcrsH ya en 1952,,. La importancia de la defínición parael análisis semántico es un hecho reconocido sólo desde hace pocos años.En 1963 todavÍa GEoRcEs MouNrN escribe en su excelente libro sobre losproblemas teóricos de la t¡aducción:

<Nulle part, mCme en sémantique, méme en lexicologie, n,est apparue cetteidée les défititions des sig,liliés peuvent ou doivent constitue¡ le maté¡iaü d'uneanalyse lingüistique scientifique. Or la démarche spo¡tanée de HJELMSLEV et dePRrETo, la démarche technologique empirique de cARDrN, la démarche logiquede SóRENSEN ter¡dent toutes á p¡oposer qtte I'analyse de la défínítion des signiliéssoit officiellement considérée comme une opération proprement linguistiquo,s.

Y MouNrN agrega:

<<La définition constitue la seule fo¡me compl¿te d'anaiyse sémantique. Orc'est une opé¡ation logique, et non linguistique. C'est donc la définition quiconstitüe la v¡aie voie du passage ent¡e sémantique et logique> (ib. 134).

Este postulado (ya antiguo) es de suma importancia y lleno de promesas.

Efectivamente, la teoría de la definición ha hecho, en los últimos sieteaños sólo, desde el artículo de IMBS " mencionado por PorrrER, progresos

Hay ventaja en seryirse del a¡chjlexen,a inmediatamente superior (vesfe) y no deoójelo de valor semántico mucho más general (ib. 148).

13 KARL ENcrscH, Der rechÍsfreíe Raam, Túbinngen, 1952; El timbíto de Io no jurí-díco (tad. al español por E. G^RZóN VALDÉS), Córdoba (Argentina, Universidad Na-cional de Córdoba), 1960, 135 páes. (cita en la pág. 11).

" GEoRcEs MouNIN, ¿es problémes théoríques de Ia traductiolt, Paris (Gallimard),1963, págs, 126 y sg. Véase también anteriormente pág. 65, n. 4, y J. NoÉL, (<Le rólede la définition dans une étude sémantique prépaÉtoire ¿ la indexation méca¡risée>, er¡Linguistic Resealch ín Belgium, ed. by IYAN LEBRUN, Unive¡sa Wetteren (Belgium),1966, págs.81-n.

s PAUL IMBS, <Au seuil de la lexicog¡aphie>, er CahLer, núm.2, 1960, págs. 3-17ft)osició¡l muy acertada de los problemas). No habla¡emos aqul de los t¡abajos que

93

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91 Teoría setnántica

conside¡ables, gracias sobre todo a PorrIER mismo, A¡-IIN REY'". Comoredactores en el dicciona¡io de RoBERT. los dos últimos unen la teoría a unaexperiencia práctica de muchos años. M¡.xr¡-JosÉ Rrv describe, en un ex-celente a¡tícdo el mejor tal vez que se ha escrito sobre la materia-elproceso de la definición cle la manera siguiente:

<(Hay que recordar quc lo definido es ext¡aído a¡bit¡a¡iamente del con-texto " y p¡esentado como una incógnita. Y seguidamente, que la palabra e¡sometida a un análisis subjetivo. lo que tiene su impo¡taocia en casos límite.Asentado esto, se parte de una unidad léxica por definir: lo definido. Este del'i-nido-significante remite a un concepto. Este concepto es analizado en conceptosmenos complejos. y después estos conceptos son nombrados por medjo de variossignificantes (definido¡es). Para un eleme¡to definido D se tie¡e: SignificanteI) ' > Concepto de D -> Concepto que analiza el corcepto de D -'+ Reagrupa-ción de estos co¡ceptos. nombrados mediante definidores A + B + C. La p¡i"mera parte del proceso es semasiológica; la segunda, onomasiológica. Este aná-lisis es presentado como una equivalencia.

Concepto Cd Concepto Cx + Concepto Cy + ...

lüSignificante D : Signif¡cante A + Significante B + ...

y la definición es buetn, es decir, funciona eo la experiencia del mundo, si esta

igualdad se verifica, si es justa. Se trata así, dado url elemento definido D con

ttatan del nivel sint¿lgmático. Véanse sobre todo los trabajos de JEAN DuBoIs, ent¡eellos el a¡tículo <<Représenfation de systémes paradigmatiques fo¡malisés dans un dic-lionnaire structural>. en CahLc¡, nrlm. 5, 1964, págs. 4-15, el cual se ace.ca más anuestras ¡eflexiones (sobre las series intüt I matitúe, soit I toír¿e, joür I jounúe,an I ann¿e; se trata, pues, de estructuras mayo¡es; \,éase también PoTTTER, TruLíLí y,número l, 1967, pág. 45).

" ALAIN REy, (A propos de la définition lexicographique>, en Ca,/¡l¿-r, núm. 6,1965, págs.6?-80; y el artículo muy ¡ico del mismo artor (Les dictionnaires: forme etcontenu>r, en CahLex, ¡úm.7, 1965. págs. 65-102.

"0 MARIE-JoSÉ REy-DEBovE. <La délinition lexicographique: ¡echerches su¡ l'équa-tion sémique>. eí CahLer. núm. 8, 1966. págs. 71-94.

" <<Sin embargo, el delinidor no podrá definir sino mediante el recuerdo de lascircunstancias de la palabra en su experiencia personal. o sea, volviendo al contexto.Las circunstancias más frecuentes en su memoria serán utilizadas pa¡a elaborar unsignüicado que servirá de base a su trabajo. Pero este s¡gnificado medio no corres-ponde a ningún significado ¡ealjzado en un enunciado; el principio mismo de la defi-nición no es, pues, lingüístico> [: nota de M.-J. REy, ib.].

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It de!inición de los objctos ttterttales

semema Sd'", de hacer corresponder con é1 dos palabras como mínimo, o va'rias palabras cuyos sememas r€unidos vuelvan a dar Só) lc¿¡12¿¿r, nÍrm. 8, 1966,páginas'71-72).

M.-J. REy evoca la vieja fórmula <<Todo lo definido y nada más quelo definido> y analiza a continuación los diferentes aspectos del análisisdefinitorio. Distingue tres posibilidades :

1." Análisis positivo (por gónero próximo y diterencia específica; véase

el análisis de PorIEn po¡ semas, anteriormente),

2." Análisis por negación (definición por antónimos: laísser : ne pas

prerulre; en este caso no hay archilexemas).

3." Definición por sinónimo (en este caso no se trata de análisis) ".M.-J. REy prolundizó el análisis de l.'' y 2." en un segundo artículo

muy reciente 3", añadiendo el análisis por transformación (definición rela-cional: tinide <<qui manque d'audace>>; idéel <<de l'ídée>>).

La definición es la ta¡ea más importante del lexicógrafo. M.-J. Ruv dicecon mucha razón: (EI lexicógrafo intenta realmente un análisis semántico;y cuando los resultados son defraudantes hay que ser severo con el lexi-cógrafo y no con la lexicografia)) (TraLiLi Y,l, 1967, 142). Lo que hace

o tendría que hacer el lexicógrafo es nada menos que un análisis de lossememas del léxico entero (o al menos de gran parte del léxico) de una

lengua. Este análisis parte de un signo lingüístico dado (no de la realidad)y tiene por consecuencia una dirección semasiológica, Estas definiciones(: análisis de los sememas o significaciones) son intensionales (no exten-sionales) 3'.

Ahora sólo podemos volver al problema de la aplicación en la realidadde conceptos intensionalmente definidos (véase, ¿rnteriormente, pág. 69, n. 38).

" Semema: conjlrnto de los elenertos de scntido de una pxlabra o dc uür lexía.

" Ve¡emos más tarde qüe el sinónimo puede ser una equivalencia exacta comosemema simbólico (con preterición de otros sememas : factores sjmbólicos y de todoslos facto¡es sintomáticos).

!o M.-J. REy-DEBovE, <<l-a déIinition lexicographique; bases d'une lypologie formel-le>>, et TruLíLi V, nhm. 1, 1961, págs. 141-59.

" Hay, eÍ casos especiales, definiciones extensiooales, véase más adelante. Lasdefiniciones extensionales son enumemtivas y parten, por eso, de la realidad.

95

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96 Teorla semántica

Tomamos el ejemplo de los conceptos 'casa' y 'cabaña', nuestro punto departida (pág. 46). Una definición de estos conceptos p¡esentará cada concep-to como semema = suma de semas o rasgos distintivos:

Sr (casa) : (s'' + s,r + sr')

S, (cabaña) = (s,, + s,x + sg:)

Si confrontamos una ccsa regular o normal o una. cabaíta regular o normalparticular con estos conceptos, podemos coordinar fácilmente semema y

realidad, pero si el objeto mismo se encuentra en la zona límite entre'casa'y 'cabaña', la coordinación se hace difícil: tend¡emos, por ejemplo, un seme-

ma s,'f srt f s.! lo que no corresponde ni al concepto S"casa' ni al con-cepto S,, 'cabaña'. Vacilaremos entre las significaciones (: sememas) y, porconsecuencia, entre las designaciones casa y cabaña. Vacilaremos justamente

porque los conceptos (sememas) son demasiado precisos (cp. anteriormente,página 40), io que impide o complica la identificación, la coordinación de larealidad al concepto. El hablante, forzosamente, tiene que escoger entre dos

designaciones inexactas que, las dos, contienen semas ajenos. Si los semas

son de l¿ misma relevancia distintíva, preferirá, en el caso sr1 + s2 + $2.la designación 'casa' (S'); en el caso s.'* s,'* s"", la designación cabaña(Sr); pero la relevancia contiene apreciaciones subjetivas, de modo que los

hablantes no se decidi¡án todos de la misma manera (por eso tiene sentido,en el dominio juridico, apelar a tribunales de segunda instancia). La lengua

común, muchas veces, se ayuda lexicalizando conceptos correspondientes arealidades intermediarias, como, por ejemplo, ocaso (S") entre día (5,) y¡toche (5"), pero 'ocaso' presenta las mismas dificultades de aplicación a rea-

Iidades-límite, y la conceptualización y lexicalización podría continuar, teó-

ricamente hasta el infinito. Conceptos intensionalmente definidos son de-

terminados (no definidos) al mismo tiempo también extensionalmente (: to-das las realidades a las cuales corresponde la suma de los semas determina-

dos por Ia definición); las dificultades empiezan cuando la realidad no co-rresponde a un sema (o más) de los semas ¡eunidos en el semema "'.

I " Otra razón de la <lalta de precisión> del lenguaje cornún es el hecho de la pol!lsemia u homoni¡nia (según 1¡ termi¡ología preferida), es decir, la complejidad de mu-chos significados.

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In definíción de los objetos mentales

c. La sígnílícación (semema).

La definición, tan debatida, de lo que es una significación resulta aho¡a

muy fácil. La significación es lo que se describe por la definición, o sea,

el semema ligado a una forma (forma en el plano de la expresión, véase

nrás adelante) 33 o, para decirlo de otra m¿ne¡a, el obieto mental ligado aun significante. En el triángulo de ULLMANN el extremo superior tiene estas

dos funciones:

97

a) concepto(objeto n]crllall

b) concepto(obieto mental)

iigado

fo¡ma

Puedo considerar el objeto mental como tal [a] (sin pensar en su for-malización en ana lengua dada),-o puedo considera¡lo, por el contrario, como

contenido de una forma de una lengua dada, es decir, como signilicaciónLa significación es, por consiguiente, la relación entre un concepto y una

forma (ULLMANN); preferimos clefinirlo como senema (objeto mental) Iiga-

do a un significante.

Estamos plenanente de acuerdo con EuGENIo Cosrnlu, quien dice en

un trabajo muy reciento ya citado 3' (recordamos sólo que Cosrntu define

sígnífícación y designaclón de ot¡a manera que nosotros' véase anteriormen-

te pá9. 53, n. 18):

33 Hablamos aqui sólo de los factores simbólicos Volveremos n1ás ta¡de sobre el

asunto.3{ EucENro CoSERIU, <<Das Pha[omen der Sprache und das Daseinsverstándnis des

heutigen MenscherD [El fenómeno del le¡guaje y la comprensión de la existencia del

hombre actüall, sep. de ,i¿ Pádagagísclrc P/otit-Z, nfm. 21, 196'7, págs. l1-28 (tra'dr.rcción por Lurs LóPEZ MoLTNA).

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98 Teoría tientánlicu

<<La signilicación no c¡ea ¡eal y p¡imariamente "cosas" exteriores, siDo sólo

"i¡teriores" : los objelos de Ja experiencia en cLLa¡lo conteoidos de la concien-

cia (ARISTóTELES dice que las palabras son oúpp").o rór Ér t[ 'fu¿¡ ta01¡rárcur).

El motivo de la expcriencia pr¡ede ser exterior; por ejemplo, la percepció[ sen-

so¡ial de un á¡bol; pero la palabra riráol no significa esta pe¡cepción sensorjal,

sino que significa el árbol como algo captado por el hombre, como conlenido

de la conciencia. El lenguaje como tal no conoce tampoco ninguna diferencia

entre "cosas" exteriores e interiores: los objetos de la fantasía son concebidos

por el lenguaje exactamente 1o misn,o que los objelos de la percepción sensorial'

De ahi que la existencia del nombrc no sea tampoco prtLeba alguna de la exis-

tencia cxterior de la "cosa" nomb¡ada. Por otra pa¡te, la significación., en lanomenclatu¡¡ primaria absoiuta, es, en cierto sentido, "subjetivo": es la objeti-

vación de un contenido de conciencja subjetivo; la total objetividad de la signi-

Iicación no se alcanza sino mediante la inter-subjetividad, es decir, mediante la

historicidad del lenguaje.

La signifjcación conlo tal no se ¡eliere a las cosas en cuanlo e{istentes, sinu

al set de las cos¿r, es deci¡, a lo universal de la cxperiencia individlral, o, dicho

de otro modo, a la expeiencia como su propia e intinita posibilidad. La palabra

"árbol", por ejemplo, significa el ser árbol, o sea, la infinita posibilidad de los

árboles existertes. Así, la palaLua árbol puede desjgnar-tanto los árboles como

los no existentes ya, los no existentes todavía y los no exjstentes y puramente

imaginarios. Por eso, la designació4 media¡te el lenguaje es tanlbién algo secun_

dario y condicionado, ulla posibilidad que no es nenilestado sino mediante la

significación. Esta puede, pues, ser definida como posibilidad o virtualidad de

la designación. O sea, Ia lalabra puede designar también algo individual, pero

sólo mediante una signilicación universal y en prime¡ lugar mediante una indi-

vidualización, mediante una operación de detefl¡inación. Los pronombres denos-

t¡ativos y pe¡sonales son también ü¡iversales en cuanto a su signjficación, y no

solr acomodados a una designación individual sino mediante la siluación al ha-

bla¡: en sí 'reste' y "yo" no signilican objeto individual alguno, sino sólo la

"estidad" y la "yoidad". Y Los nomb¡es propios son en el lenguaje un lcnómeno

secundario en el seniido de que encierran una o?eración individualizadora his_

tórica, aun cuando no ocasional. Significación y designación sonr pues, funcio¡es

lingüísticas completamente distintas: la significación es conceptual: la designa_

ción, po¡ el contrario, objetiva. La identilicación de la desiSDación con el ob-

jeto designado es un elro¡ del que incluso la lógica positivista, que ha represen-

tado esta opinión, se ha libe¡ado en la época más reciente)t (págs. 4_5 de la sep )

Y en otro lugar Cosrntu cont¡núa:

<<La significación es ),óToq eA el seitido etimológico, es decir, elección y a

t¡avés de ello Épreselltación del ser, pero no es alj¡mación ni¡güna sobre el

ser. Por eso el lenguaie como tal, como ya lo ha adve¡tido ARISTóTELES, no es

Page 25: BALDINGER 1970 El an Lisis de Pottier

h delinición de los objelos mentales

ri ve¡dade¡o ni falso, ya que no encierra nilgl¡n f¡acciolamietrto ni ¡€colstruc-cióa, niaguna Draipeorq Di oúr¡üeorc del ser d9 las cosas: el lenguaje esrá simple-

son delimitaciones intuitivas, pero no defioiciones motivadas po¡ las cosas ydesd€ ellar. I¡cluso en el caso de las ¡mlabras deducidas y combi¡¡adas que,como ya ¡€conoció Wor,rr, corresponden a una "definición", es decir, a unaf¡asc enunciativa, puede sin más ser ac€ptado el lelguaie como cxposición de

l¡ verdad ds las cosas. Asf, ln Eíchh¿;ntchen (ardilla) oo es das Heine Hotneinet Eiche (el c'¡¡ernecito de uÍ¿ elcin¿) y los WdÍische (balletras) no sotrFisc¡es (peces)'eE el sentido cientffico, (pág,7 de la sep.).

ú Véase también II^RáID lVErNRrcH, Línguistík ¿let Lüge [Lingüfstic¡ de Ia mcstü¿],Heidelberg (Ve¡lag Laúbert Schneidcr), l%6, 80 págr.

" Véase úás eiemplos anteriorme¡¡t€, pág. 56.

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