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Clima26/08/2015
DESARROLLO DEL CLIMA 2015 EN LAS AMERICASEl recurrente ciclo de calentamiento-enfriamiento del océano Pacifico Tropical que da
origen al fenómeno climático El Niño Oscilación del Sur (ENOS) y que regula en gran
medida el clima del continente Americano (Fig. 1), se ha estacionado en su fase cálida en
los meses transcurridos de 2015, modificando los patrones de precipitación y temperatura
con afectaciones a la agricultura de varios países.
Fig. 1. Anomalía de la temperatura del Océano Pacifico (NOAA,
2015; http://www.elnino.noaa.gov).
Actualmente la anomalía en la temperatura de las aguas superficiales de la región El Niño
3.4 del Océano Pacifico es de 2.1 °C, con relación a su promedio histórico, por lo que ya
casi se considera un Niño de condición Extrema (Fig. 2). Es importante mencionar que el
último Niño Extremo se presentó en el año de 1997 y causó severos daños en el
continente Americano. Cabe destacar que en el periodo de 1960 a la fecha solo se han
presentado tres Niños Extremos 1972, 1982, 1997. Es altamente probable que se registre
el cuarto evento de Niño Extremo.
Fig. 2. Anomalía de la temperatura de las aguas superficiales del Pacifico Tropical.
De acuerdo a los modelos climáticos de las instituciones internacionales dedicadas al
estudio del clima (IRI, International Research Institute), tendremos los efectos de un Niño
Extremo en 2015, ya que existe una probabilidad del 100% de que la anomalía de la
temperatura del mar supere los 2.5 °C, pudiendo alcanzar su pico máximo en diciembre de
2015 (Fig. 3).
La intensidad de El Niño 2015 ya es comparable al evento de El Niño 1997, cuando dada
su alta intensidad, se difundió por primera vez este fenómeno ante la sociedad en general.
De acuerdo al reporte de NOAA del día 24 de agosto de 2015, la anomalía de la
temperatura del Pacífico en la región 3.4 ya era similar a la anomalía observada en la
misma región en el año 1997 (Fig. 4)
Fig. 4. Tendencias de la anomalía en la temperatura del Pacifico Tropical en la región 3.4.
Las secuelas del fenómeno se han dejado sentir en el hemisferio norte del continente
Americano bajo un patrón de alta variabilidad espacial y temporal de la precipitación:
sequias en el Sur de los Estados Unidos, Sureste de México y Centroamérica, y las
contrastantes lluvias excesivas en el Occidente y Centro de México. Esto aunado a un
aumento de granizadas y descensos en la temperatura cercanos a condición de helada
durante los meses de primavera y verano en el hemisferio norte. Por su parte, Sudamérica
no puede salir de racha de sequía principalmente en el nordeste de Brasil y lluvias
excesivas en Argentina y Chile, con estragos importantes en la producción de alimentos.
La Fig. 5 presenta la lluvia acumulada y la anomalía registrada en el mes de julio de 2015
la cual muestra contrastes significativos entre regiones en la lluvia registrada.
Fig. 5. Precipitación acumulada y anomalía registrada en el mes de julio de 2015 en el
continente Americano.
Cuadro. 1. Daños climáticos recientes en países del continente Americano.
La frecuencia de los eventos El Niño extremos se duplicará debido al cambio climáticoPor Dirk Hoffmann, 03 de Marzo de 2014
« VolverLa reciente investigación sobre la relación entre los eventos de El Niño (o ENSO) y el cambio climático realizada por un grupo de científicos de diferentes países liderizada por Wenju Cai, no trae ninguna buena noticia para Bolivia:Según la publicación titulada “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” (Increasing frequency of extreme El Niño events due to greenhouse warming) publicada en la revista nature climate change, los “Niños” extremos, como aquellos de 1982/83 y 1997/98, a futuro se duplicarán en su frecuencia en respuesta al calentamiento global.
Comparación entre la situación de hoy (arriba) y el futuro (abajo) en la ocurrencia de los eventos El Niño extremos
Uno de los fenómenos climáticos predominantes en toda la región andina y en la costa occidental de América del Sur en general es “El Niño”, la Oscilación Sur El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés). El Niño es un fenómeno climático natural, que tiene impactos en toda la región del Pacífico. Se origina en el Pacífico oriental a la altura de la línea del Ecuador, cuando se debilitan los alisios, vientos que circulan entre los trópicos hacia el Ecuador. Esto provoca un calentamiento de las aguas de esta región por encima de lo normal.
Los principales impactos de los fenómenos climáticos en Bolivia están relacionados directamente con “El Niño” y “La Niña”, como también se llama la fase fría del ENSO. El Niño está normalmente asociado con precipitaciones positivas en el oriente y anomalías negativas, es decir sequías, en el occidente del país.
Sin embargo, a nivel científico hasta hace poco, todavía no se disponía de claridad acerca del impacto del cambio climático sobre la frecuencia o magnitud de El Niño/La Niña. Existe una tendencia de incremento del fenómeno de “El Niño” hacia finales del siglo XX, pero ésta se encuentra todavía en los rangos naturales, si se analiza el comportamiento del ENSO-fase caliente a lo largo de varios siglos. Por el otro lado, también se pensaba que se podría tratar del comienzo de una tendencia de intensificación del El Niño/La Niña, que se estaría acentuando fuertemente durante las próximas décadas debido al calentamiento global.Es sobre este trasfondo del debate científico, que el nuevo estudio “Incremento de la frecuencia de eventos El Niño extremos debido al calentamiento global” de Cai y colegas establece con mucha claridad que el cambio climático tiene efectos dramáticos sobre la ocurrencia del fenómeno El Niño:El modelamiento realizado ha mostrado que de forma agregada, el número total de eventos El Niño disminuye levemente, pero el número total de eventos El Niño extremos aumenta considerablemente. Los “Niños extremos” paradigmáticos del pasado identificados por los autores son el de 1982/83 y el de 1997/98, ambos parte de la memoria colectiva de nuestro país, por las condiciones de extrema sequía que han traído en la parte occidental. El Niño de 1997/98 ha sido también llamado “el evento climático
del siglo XX” por la gran destrucción que ha causado en toda la cuenca del Pacífico, dejando miles de muertos y billones de dólares en daños materiales.Según estas nuevas investigaciones, en vez de contar con un El Niño extremo, como el de 1997/98, una vez en 20 años, en el futuro se tendría que esperarlo una vez por década.
Durante años de El Niño, la pérdida de masa de los glaciares aumenta considerablementeEl investigador Nathaniel C. Johnson en su comentario “Fuerte aumento en El Niño extremo” (A boost in big El Niño) en la revista nature climate change, explica la diferencia entre un evento El Niño normal y uno extremo:“Durante un episodio típico de El Niño, el Océano Pacífico oriental se caliente considerablemente y la lluvia tropical migra hacia el Pacífico ecuatorial central, pero el Pacífico ecuatorial oriental se mantiene seco, porque la atmósfera se mantiene estable.”“Con un aumento fuerte proyectado para la ocurrencia de eventos “El Niño” extremos, deberíamos esperar una mayor ocurrencia de eventos climáticos devastadores, que tendrán implicaciones pronunciadas para el clima del siglo XXI”, concluyen Cai y co-autores.“Un El Niño moderado de hoy se convierte en un evento extremo en el futuro”, advierte el autor principal Wenju Cai, modelador climático de Australia. Lo novedoso de la metodología usada consiste en que se ha buscado la correlación entre El Niño y la precipitación en la parte oriental del Pacífico – en vez de enfocarse en las diferencias de temperatura entre el Pacífico occidental y oriental, el método tradicional.A pesar de los cambios en el sistema climático, los lugares que serán impactados por eventos extremos El Niño no cambiarán: “En un lugar dado, los impactos de eventos El Niño extremos del pasado, se repetirán con más frecuencia en el futuro en la medida que el planeta se calienta”.“El impacto más inmediato sería sobre los países vecinos, como Perú y Ecuador”, agrega Cai. Pero Bolivia igualmente estaría afectado fuertemente, como han demostrado los Niños extremos de 1982/83 y 1997/98. ENSOs extremos, sin embargo, tienen impactos en regiones muy lejanos, desde el sureste de Asia hacia el sudoeste de los Estados Unidos; es un fenómeno climático realmente global.Un número cada vez más grande de modelos climáticos están ahora prediciendo unEl Niño para más tarde en el año, que probablemente se prolongaría hacia 2015, porque la duración normal de un Niño es de entre 12 y 18 meses.Si esta probabilidad del 76% para un evento El Niño se da todavía en 2014, es muy probable que lo convierta en el año más caliente en la Tierra desde que existen registros de temperatura, comenta Cai, pero si se desarrolla un poco más tarde este récord de temperatura podría pasar a 2015. “Es posible, pero no es seguro”, agrega.
Es relevante mencionar que el Atlántico Norte ha tenido una baja actividad ciclónica en el
2015, respecto a años anteriores, provocando condiciones de sequía en los estados de la
costa Este de los Estados Unidos, Golfo de México y Centroamérica en general.Sin
embargo, considerando las estadísticas de años climáticamente análogos, no se descarta
que al menos aparezcan dos eventos ciclónicos que evolucionen a huracán de categoría
IV o V y que hagan tierra en México o en los Estados Unidos (Fig. 6).
Fig. 6. Actividad ciclónica en el norte del continente Americano.
Finalmente, el monitoreo del clima y la consecución de los registros de precipitación y
temperaturas continuarán siendo actividades importantes en las regiones agropecuarias
donde el seguro de cultivos y animales ha logrado mayor participación en la economía de
los productores. Además estas acciones fortalecen la credibilidad en las pérdidas que se
registren por parte de las aseguradoras y las reaseguradoras en el mercado. Conformar
un creciente registro histórico de clima ligado a datos sobre el desempeño del seguro
agropecuario ayudará en un futuro cercano a ofrecer tarifas más competitivas y realistas al
entorno climático de cada región de las Américas.
IMPACTOS DE EL NIÑO 2015 EN AMERICA (Enero-Mayo)
Desde finales del año 2014 se pronosticaba el inicio de un evento El Niño, recordando que
es un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la
parte central y oriental del Pacífico tropical. En períodos que van de tres a siete años, las
aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical, se calientan o enfrían
entre 1 ° C y 3 ° C, en comparación a la normal. Este calentamiento oscilante y el patrón
de enfriamiento, es conocido como el ciclo ENOS (o ENSO por sus siglas en Ingles),
afectando directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y
puede tener una fuerte influencia sobre el clima en otras partes del mundo. El Niño y La
Niña son las fases calientes y frías del ciclo ENOS y la que está entre ambas se llama
Neutra.
Fig. 1. Anomalía de la temperatura de las aguas superficiales del Pacifico Tropical en la
región El Niño 3.4 (Datos: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/data/indices/wksst8110.for).
A lo largo de América la manifestación del fenómeno ha sido notoria en lo que va del año
principalmente en el patrón anómalo de lluvias generando eventos extremos de períodos
de sequía como de exceso de lluvia que a su vez se refleja en afectaciones a la
agricultura, viviendas, infraestructura y en la pérdida de vidas humanas. Por ejemplo (Fíg.
2):
USA
California se dirige hacia su cuarto año consecutivo de sequía, los daños en
2014 se estimaron en $2.1 billones de dólares y una pérdida total de 17,000
empleos temporales y de tiempo parcial
Texas. Las intensas lluvias del 13 de mayo de 2015 en el área
de Houston, Texas, inundaron autopistas que dejaron varados a decenas de
automóviles cubiertos por
el agua que daño algunas viviendas y apartamentos en el sureste de la ciudad
MÉXICO
Zacatecas sufrió afectaciones en más de 200 viviendas y cientos de
hectáreas de plantíos de riego por granizadas y lluvias severas el 11 y 12 de
marzo
Nayarit sufrió daños en más de 26 mil hectáreas de cultivos por lluvias atípicas el
1 de Febrero
Jalisco sufrió daños en carreteras por 600 mdp, 360 viviendas dañadas, 300
cabezas de ganado perdidas en 15 municipios y más de 3 mil hectáreas de
cultivos siniestrados tan solo en Tomatlán por las lluvias severas del 15 y 16 de
marzo
Colima sufrió daños en más de 11 mil hectáreas de cultivos y daños
carreteros por las lluvias severas del 14 al 17 de Marzo
Michoacán sufrió daños en 12 mil hectáreas de cultivos con 1,862
productores en 19 municipios por lluvias atípicas
Guanajuato sufrió daños en más de 4 mil hectáreas de cultivo de Trigo por las
lluvias del 13 al 16 de marzo
Veracruz sufrió afectaciones por lluvia y nevadas severas el 11 y 12 de marzo;
granizadas e inundaciones del 21 al 27 de marzo ocasionando 7 personas
muertas, 414 viviendas dañadas y más de 1,200 hectáreas de cultivos dañadas
Coahuila recientemente sufrió el embate de un tornado en la madrugada del
25 de mayo del 2015 en la ciudad de acuña. Causando el fallecimiento de 13
personas, 229 lesionados así como cerca de 1000 viviendas con daños, al
menos 110 de ellos con pérdidas totales. El saldo de fallecidos se elevó a 14
personas el 27 de mayo, al perder la vida uno de los heridos hospitalizados.
CENTROAMÉRICA
Centroamérica denominada en 2014 como el “corredor seco” sufrió daños en la
producción de maíz y frijol dejando a más de 2.5 millones de habitantes en
inseguridad alimentaria
SUDAMÉRICA
Perú ha registrado pérdidas del 40% de cultivos y ganado en las provincias del
Sur por escasez de lluvias
Brasil sufrió el enero más caluroso (temperaturas promedio 36°8 - sensación
térmica 45°) desde 1917, se encuentra en crisis hídrica resultado de dos años de
sequía en el sureste y noreste afectando el abastecimiento de agua para más
de 46 millones de personas
Argentina sufrió “la mayor catástrofe climática de los últimos 50 años” en la
primera semana de marzo por lluvias récord que provocaron más de 4,400
damnificados, campos productivos anegados y clases suspendidas
Chile sufrió inundaciones y deslaves en la zona norte dejando más de 4 mil
damnificados, 25 muertos, 4,427 viviendas dañadas y 125 desaparecidos. En
contraste la zona sur con 114 localidades declaradas en emergencia
agrícola, caída de 11.6 % en producción ganadera y 20% de producción
lechera por la severa sequía.
Fig. 2. Afectaciones de El Niño Principalmente en la agricultura del continente americano
En el mes de mayo (Fig. 3), por el paso de frentes fríos y transporte de humedad del
Pacífico las lluvias anómalas continúan de manera intensa, en el suroeste de USA oeste
de México y gran parte de Centro América. Por otro lado, el mapa de anomalía presenta
un déficit de lluvia respecto a lo normal en general en Canadá, Costa Oeste de USA, parte
occidente, noroeste, sur y Yucatán en México, Centro América y América del Sur, así
como un exceso de precipitación respecto a lo normal en gran parte del centro y sur de
USA, Oeste, centro y noreste de México, además de algunos máximos dispersos en Perú,
Bolivia, Brasil, Paraguay, norte de Argentina, norte y sur de Chile. El patrón de anomalías
de Temperatura del Mar observado de enero-abril en realidad se parecía a El Niño Modoki,
esto ha cambiado, actualmente presenta un patrón mezclado entre El Niño canónico y El
Niño Modoki lo cual requiere hacer un análisis retrospectivo para precisar los posibles
impactos climatológicos y agropecuarios a esperar en los próximos meses.
Fig. 3. Patrón de precipitación registrada, izquierda; La anomalía de la precipitación en
mayo de 2015, derecha.