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Corrales Gliemmo, Leonardo
Trabajo Práctico Final Investigación: “Batman y el Lado Oscuro del Hombre”
Introducción a la Investigación
Kiektik, Cecilia
Diseño de Historietas 1A
1° 29/06/11
CARPETA DE EXAMEN FINAL
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Corrales Gliemmo, Leonardo
“Cuerpo A de la Investigación” “Batman y el lado oscuro del Hombre”
Introducción a la Investigación
Kiektik, Cecilia
Diseño de Historietas 1A
1° 29/06/2011
CARPETA DE EXAMEN FINAL
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Índice
• Síntesis del trabajo 3
• Aportes significativos del trabajo 4
• Currículum Vitae 5
• Declaración jurada de autoría 6
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Síntesis del Trabajo
La investigación analiza la personalidad de Batman desde diferentes ejes: Social,
Moral y Justicia, teniendo en cuenta tanto la versión original de Bob Kane como la
versión actual, que incluye todo el trabajo desde Frank Miller en El regreso del
caballero de la noche hasta las versiones cinematográficas de Christopher Nolan.
Ambas se pondrán en contraste para denotar cuánto ha evolucionado el personaje, es
decir, como se ha profundizado su psicología y el diseño del universo de Batman, es
decir, cuanto se han ‘oscurecido’ con los años; y sus semejanzas con los personajes anti
heroicos de otras sagas. Se citan, además, estudios sobre la psicología humana de Jüng y
Freud entre otros, junto con opiniones escritas de escritores experimentados para
sustentar el análisis de la personalidad.
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Aportes significativos
Creo que el trabajo puede ayudar a considerar que tan profundo puede llegar a ser
un personaje dentro de un universo, ya que cada vez es menos común la creación de
personajes así. Muchas veces se crean universos y personajes que no se conectan bien
entre sí, o que se explota más el concepto visual del personaje en lugar de su historia y
trasfondo, de modo que le es muy difícil a un espectador o lector llegar a entender
siquiera al personaje, es muy común ver a los superpoderes antes que al personaje en sí,
incluso para el mismo autor.
También pienso que un personaje puede cambiar a lo largo de su historia, o exhibir
de a poco su trasfondo, con ritmos pautados. En el caso de Batman ese desarrollo no ha
sido del todo premeditado, y un estudio de cómo ocurrió su crecimiento permite
planificar el desarrollo gradual de un personaje, y saber que ritmos debe asumir para
mostrar sus atributos en sus historias respectivas.
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Declaración jurada de autoría A: Facultad de Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo.
Por la presente dejo constancia de ser el autor del Trabajo Práctico Final
titulado
que presento para la asignatura
dictada por el profesor
Dejo constancia que el uso de marcos, inclusión de opiniones, citas e imágenes
es de mi absoluta responsabilidad, quedando la UP exenta de toda obligación al
respecto.
Autorizo, en forma gratuita, a la UP a utilizar este material para concursos,
publicaciones y aplicaciones didácticas dado que constituyen ejercicios académicos de
uso interno sin fines comerciales.
___ / ___ / ___
Fecha Firma y aclaración
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Corrales Gliemmo, Leonardo
“Cuerpo B de la Investigación” “Batman y el lado oscuro del hombre”
Introducción a la Investigación
Kiektik, Cecilia
Diseño de Historietas 1A
1° 29/06/2011
CARPETA DE EXAMEN FINAL
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Índice
• Mapeo estructural del trabajo 9
• Introducción 10
• Planteamiento del problema de investigación 11
o Tema
o Recorte de objeto
o Pregunta fundante
o Objetivos
o Preguntas generales y específicas
o Justificación
o Antecedentes 12
• Marco teórico 15
o Violencia y soledad 15
o La obsesión de Batman 16
o Corrupción y justicia vengativa 17
o Moral ambigua 19
o Perfil psicológico 20
o Hipótesis final 22
• Conclusiones epistemológicas 23
• Lista de referencias 24
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Mapeo estructural del trabajo
INTRODUCCIÓN AL TEMA
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
MARCO TEÓRICO EJES VARIABLES SUBVARIABLES
BATMAN
ASPECTO SOCIAL Violencia
Soledad ASPECTO
MENTAL Psicología Obsesión
Inconsciente
ASPECTO MORAL
Moralidad Ambigüedad Corrupción
Social Política Justicia Vengativa
CONCLUSIONES EPISTEMOLÓGICAS
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Introducción
Batman es un personaje atípico. Comenzó siendo, a nivel visual y conceptual como
un detective enmascarado. Su primer disfraz consistía en un antifaz y sombrero, y
presentaba un modo de ser matemático, calculador, y deductivo. Era imperturbable.
Pero el personaje creció, e incorporó más características que la inteligencia. Se volvió
más violento, vengativo y, según los términos de Christopher Nolan, “teatral”, y un
símbolo al que no solo temían los villanos, sino también los ciudadanos. El azul fue
reemplazado gradualmente por el negro, y la lupa de detective por un puño reforzado en
cuero. Su ambiente cambió junto con el, haciéndose cada vez más oscuro y perverso.
Batman se ha convertido en una leyenda por su personalidad oscurecida, en la que
el lector está invitado a sumergirse mucho más que antes. Está invitado a explorar su
pasado, para entender su presente. Es un vigilante, un justiciero vengativo, y un símbolo
de lo que Freud definía por ‘tánatos’, la pulsión de muerte, y la libertad del
inconsciente; de la extroversión según Jüng; y del ídolo del imaginario social de los
hombres según Henderson. Es más profundo y humano, porque nos ha dejado ver sus
tinieblas ocultas. En eso consiste nuestra investigación: ver y analizar los fantasmas
dentro de Batman según sus creadores, para poder entender que hace humano a un
personaje, y darnos el lujo de volver a verlo reproducido, quizá, en nuestras propias
manos de dibujantes, y en los ojos de nuestros lectores. Llegó la hora de entender al
hombre detrás de la máscara.
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Planteamiento del problema de Investigación
Tema
Batman y el lado oscuro del hombre.
Recorte de objeto
La personalidad de Batman antes y después de la Segunda Guerra Mundial, a partir
del giro conceptual de Frank Miller en El regreso del señor de la noche (1986)
Pregunta Fundante
¿Son más atrapantes los personajes con una personalidad profunda y desarrollada,
es decir, los más humanos y creíbles?
Objetivos
Demostrar que la fascinación por este personaje se debe a sus conflictos
psicológicos.
Demostrar como esos conflictos se fueron enfatizando a lo largo de los años.
Demostrar como Batman no es un personaje exclusivo de la historieta sino un
símbolo con vida propia y mundialmente conocido.
Preguntas Generales y Específicas
¿Existen paralelismos entre las evoluciones de las oscuridades particulares de los
personajes modernos, tomando como ejemplo el caso de Batman?
¿Es importante el grado de identificación del lector con los personajes para el
planteamiento de una historieta?
¿Cómo se construye la ‘humanidad’ de un personaje?
Justificación
El conocimiento del desarrollo de los personajes, poniéndolos encontraste con el
éxito generado por ellos, puede permitir una construcción más consciente de un
personaje atrapante para el público, y superar las personalidades artificiales para
apreciar aquellas que son más humanas.
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Antecedentes
Batman nace en el año 1939, en un momento en que las historias emergentes no
diferían mucho de las historias de detectives en las que un villano plantea una incógnita
que el héroe debe resolver. El único agregado era la capucha y la capa que lo acercaban
más a la imagen de superhéroe. Incluso, en los primeros capítulos Batman llevaba una
funda con pistola en el cinturón, para reforzar todavía más esta semblanza con el
personaje detectivesco, pero esta pistola fue reemplazada poco después por la actitud
característica del personaje, de frialdad, y rechazo al uso de cualquier arma de fuego.
Así empezó a tener sus aventuras a las comenzaron a aparecer los primeros villanos, que
serían los antagonistas clásicos de Batman como El Guasón, Dos Caras, El
Espantapájaros y Ra’s al Ghul.
Mientras éste superhéroe comienza a formar su propio mundo y a darle solidez,
Superman ya era famoso y más veterano que Batman en cuanto a tiempo de existencia.
Superman tenía superpoderes que Batman nunca llegaría a tener, reemplazándolos por
destreza física e inteligencia descomunal para la fabricación de elementos que lo ayudan
en su lucha contra el crimen. No solo Batman, sino también los demás superhéroes que
nacieron cerca de su fecha y que volvieron clásicos de la historieta, como Flash, la
Mujer Maravilla, Linterna Verde, etc., sufrirían grandes cambios desde los años treinta
hasta la fecha en el desarrollo tanto de sus personalidades, haciéndolas más complejas y
humanas, como de ambientes sociales más afines a la realidad y el planteo de
emociones del personaje acorde a la narración de sus historias.
El desarrollo de Batman es ‘zigzagueante’. En sus comienzos está puesto el acento
en lo detectivesco, pero después de la Segunda Guerra Mundial, se pierde la
popularidad de esta faceta. Sin embargo tiene un ascenso meteórico la serie de
televisión protagonizada por Adam West, cambiando el aspecto fundamental por la
parodia y la sátira, en el humor de lo absurdo, y, a partir del 1970, cuando Frank Miller
publica El regreso del señor de la noche, termina de definirse la dirección definitiva del
personaje. En primer lugar, se empiezan a desarrollar nuevas características sobre los
problemas de personalidad del personaje. No se sabe quién a quién atribuirle el
problema de personalidad, si a Batman o a su alter ego Bruce Wayne. Es decir, se
propone que la verdadera personalidad de Bruce Wayne no es ésta sino Batman. La base
de este desarrollo se da en el asesinato de los padres de Wayne, que por lo general se
asume en los lectores como el momento de nacimiento de Batman.
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La historia sobre la que se apoyan diversos autores es más o menos así: cuando a la
salida del teatro los padres del pequeño Wayne son asesinados, el chico se traumatiza.
El sufrimiento le provoca un deseo de venganza, de luchar contra el crimen y contra los
males de la humanidad. Su corta edad le impide saciar sus expectativas, de modo que va
a Europa a estudiar en diferentes universidades, a aprender técnicas de combate marcial
y después de unos años vuelve a Ciudad Gótica, donde vive como un playboy que
oculta a su otra identidad. Ahora más adulto y con diferentes conocimientos puede
desarrollar su rencor y sed de justicia que adopta la forma de Batman. Es más, tanto en
la película Batman Inicia, como en el cómic Batman: Año Uno, surge el concepto de la
elección del murciélago como símbolo por el terror que al mismo protagonista le causa,
metaforizando la violencia detrás de su máscara. Entre las décadas del 30’ y del 60’, el
combate contra el crimen es simple: existe un criminal que infringe la ley, y su arresto
restablece el orden y la armonía, equivalente a como Michel Foucault propone el
desarrollo del sistema judicial: la justicia existe mediante el castigo (Vigilar y Castigar,
1975).Batman a partir de los años 60 empieza a perder este estereotipo, ya que él mismo
goza y disfruta el acto de vigilar y castigar, más allá del deber autoimpuesto como
agente de la ley, conservador del orden social. La violencia del personaje crece
exponencialmente, junto a un naciente escepticismo respecto al Bien, con lo que
comienza a ser semejante a los villanos que enfrenta. Los mismos también adquieren un
nuevo grado de brutalidad. Por ejemplo, que en La broma asesina, el Guasón dispara y
asalta sexualmente a la hija del comisionado James Gordon, quien anteriormente había
asumido el rol de Batichica, para después sacarle fotos y mostrárselas a Gordon,
mientras lo humilla y tortura en un parque de diversiones abandonado con la intención
de empujarlo a la locura; mostrando un grado de brutalidad muy superior al planteado
originalmente por Bob Kane. Este desarrollo no es diferente al desarrollo de diversas
historias en los aspectos de violencia y morbo, como la serie televisiva 24, cuyo
personaje muestra una moralidad ambigüa; o sino los casos policiales extremos de La
ley y el orden y C.S.I, o la personalidad filosa del protagonista titular en Dr. House.
Tampoco difiere el atractivo generado por el perfil del Guasón con el generado por otros
personajes asesinos, como en el caso de Dexter. Incluso las telenovelas producidas en
Latinoamérica suelen desarrollarse en base a elementos que incluyen relaciones
conflictivas, sentimientos oscuros, asesinatos, y personajes maquiavélicos, que han
llegado incluso a encarnarse en los propios protagonistas, como en los casos de Mal
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Parida en Argentina o Teresa en México. Del mismo modo, en las historias de Batman
comienza a haber violaciones, drogas y moralidades extrañas y terribles.
En el caso de Batman, el deseo de justicia pareciera ser un método para saciar su
amargura más que por el mero hecho de imponer el respeto a la ley, replanteando cuál
es su verdadera motivación, y dando una profundidad psicológica del personaje muy
superior a la original. En el cómic Arkham Asylum, Batman tiene que restablecer el
orden en el manicomio donde sus enemigos clásicos están encerrados y tratan de
escapar. En ese ambiente, el Guasón le recuerda a Batman que él debería de estar ahí
con ellos, sentencia respaldada y acentuada por el grado de tensión en las ilustraciones.
Curiosamente, el hecho de que Batman siempre corre el riesgo de convertirse en un
villano se responde en que necesita perpetuar la existencia de su trauma en lugar de
solucionarla, recurriendo tanto a la violencia extrema como a la contención, para no
abandonar su motivación de lucha. Ese aspecto pareciera humanizarlo, dándole más
credibilidad al personaje.
La ciudad Gótica también se transforma. Desde el comienzo se plantea como la
antítesis de Metrópolis, la ciudad de Superman, ya que ciudad Gótica tiene sus
cimientos en el crimen, la mafia, lo ilegal y clandestino. Los cambios en Batman se
reflejan incluso en su ciudad, exhibido en la publicación de The Dark Night Returns,
donde no hay justicia posible, por el grado de familiarización que la sociedad ha llegado
a tener del crimen.
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Marco Teórico
Violencia y soledad
La vida de Bruce Wayne es, mayormente, solitaria: después de la muerte de sus
padres él va a vivir a Europa, para estudiar en diversas universidades, y recorrer el
continente buscando aprender a dominarse física y mentalmente con diversas prácticas
orientales. Cuando regresa, ya está listo para cumplir su juramento de combatir el
crimen y dedicar su vida en función a ese objetivo. En las versiones de Nolan, Wayne
solo cultiva relaciones superficiales, y vive una vida licenciosa a los ojos del público.
Ya no tiene familiares con vida, y el único confidente que conoce su identidad oculta es
Alfred, su mayordomo. Tanto en la historieta de Bob Kane y en las películas de Tim
Burton, cumple el rol de ser su asistente, y en las películas de Nolan, como lo más
parecido a un padre que le queda, ya que lo aconseja y reprende cuando evalúa que ha
sobrepasado los límites. En esa misma interpretación existe un romance con el
personaje de Rachel Dawes, compañera de su infancia. En la conclusión de Batman
Inicia (2006), de Nolan, él le revela su identidad y sus motivos, y prometen ayudarse
mutuamente; y en El caballero de la noche (2009), es incapaz de salvar su vida. En sus
historietas, la relación no es tan significativa, mientras que si lo es con Talia, la hija de
su enemigo Ra’s Al Ghul, y con Gatúbela, y tiene un hijo con cada una de ellas; pero la
mayor parte de su tiempo se encuentra solo, e incluso sin sus habituales compañeros de
equipo. Robin cambia durante la sucesión de historias y tiene una personalidad un poco
torpe, impulsiva e inmadura que lo diferencia de Batman. A pesar que ambos comparten
el dolor de haber perdido a sus padres ante sus ojos, y el deseo de luchar contra el mal e
imponer justicia a ciudad Gótica, finalmente se separan, y Robin se une a los Teen
Titans, y posteriormente pasa a ser Nightwing, un superhéroe independiente. Cuenta
con reemplazos el rol de Robin, pero finalmente también caducan. Batichica regresa a
su vida cotidiana de bibliotecaria, y nunca es reemplazada por nadie.
Esa soledad que marca a Bruce Wayne encuentra paralelismos con sus aspectos de
violencia, tanto contra los villanos como contra su propia persona. Dependiendo de las
versiones y episodios de la historieta, Batman varía en su empleo de la fuerza bruta y
los villanos en cuanto a la profundidad de sus patologías. Por ejemplo, el Guasón de
Batman: The Killing Joke (1988) tiene un profundo desarrollo de su locura, y adquiere
un nivel de perversidad y agresión inédito incluso para él: nunca torturaba a sus
víctimas, sino que las asesinaba a sangre fría mediante métodos ingeniosos. Existe un
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desarrollo similar en El caballero de la noche de Nolan, donde el Guasón actúa de
modos más crueles como en la historieta mencionada, aplica torturas, y su motivación
no es el dinero, el poder, o la idea de crimen regular, sino la satisfacción hacia la imagen
del caos y la destrucción del orden establecido, a tal punto que es considerado un
‘terrorista’. La violencia que ejercía Batman, en sus primeras apariciones y cross-overs,
como Batman vs Alien y su continuación, o la serie animada, era mínima: momentos de
tensión breves y un uso canónico del llamado ‘bati-cinturón’, donde guardaba todas sus
herramientas y artilugios, con los cuales resolvía los enigmas que encontraba inclusive
con aplicaciones complicadas de la química. Pero, desde la mirada conceptual de Frank
Miller El regreso del señor de la noche, Batman adquiere una semejanza metodológica
con superhéroes antiheroicos como Wolverine, de la saga X-Men o Spawn. Responde a
la violencia con una violencia aún mayor. Los artilugios de Batman se utilizan casi
completamente para combatir y en muy pocas ocasiones como herramientas de
deducción o búsqueda. Su transformación también lo hizo compatible a nivel visual con
el mencionado Spawn, que se caracteriza por su naturaleza violenta y su carácter
inescrupuloso, de tal modo que ambos realizaron un cross-over. Lo único que Batman
ha conservado con el tiempo y que lo distingue de otros anti-héroes es un aspecto moral
inquebrantable: no matar, por lo cual tampoco utiliza armas de fuego.
La violencia que se infringe a sí mismo aparece en su nivel de autoexigencia por
mantener su papel, el cual le demanda renunciar a una vida normal y de una actividad
regular como miembro de la sociedad, y negarse a gozar de los derechos de un
ciudadano. Además, durante su aprendizaje de combate, como se ve en Batman inicia, o
en Batman: Año uno de Frank Miller (1987), es sometido a maltratos físicos y
psicológicos, y situaciones de lucha que arriesgan su vida, que acepta para poder
fortalecerse y poder vengar a sus padres. Pero nunca termina de superar ese dolor, y a
pesar del tiempo, el complimiento de esa venganza contra el mundo criminal nunca está
satisfecho, sino que acentúa la presencia de Batman en su vida.
La obsesión de Batman
La visión oscura de Batman como una obsesión personal de Bruce Wayne es uno de
los puntos que hacen los cambios en el personaje tan significativos. Como parte de su
nueva personalidad, en Batman inicia, Christopher Nolan agregó una nueva faceta a
Bruce Wayne, la de alguien sumergido en su álter ego. Alfred, quien en la historieta es
completamente condescendiente con Batman, acusa a su amo en el filme de estar
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obsesionado por ‘aquel monstruo’. Wayne ha restado importancia a su herencia, y a la
reputación de sus padres, con tal de mantener vivo el símbolo naciente en Gótica, y se
ha mostrado como un magnate que pasa sus ratos libres con mujeres hermosas en
fiestas, en lugar de ser un ejemplo de ciudadano responsable. Incluso ha perdido el
respeto de su interés romántico, Rachel, y gasta grandes sumas de dinero en alimentar
su arsenal. Incluso altera la gravedad de su voz, y comienza a recurrir a métodos
terribles para cumplir su cometido, abandonando por completo el respeto a la propiedad
privada de los ciudadanos, destruyendo los tejados de sus casas, y destruyendo
centenares de automóviles, mientras sigue con la mirada firme en su rol de vigilante.
Esta visión es tan impactante que de hecho en la historieta esto nunca ha llegado a
pasar. Nolan extrema los rasgos que hoy en día se aprecian en la historieta. Dentro de la
historieta, antes del cambio del superhéroe en El regreso del señor de la noche, Batman
siempre pudo diferenciar entre su verdadera identidad y su álter ego, o pudo llegar a dar
lugar a sus dos vidas, cosa que posteriormente desaparece. Batman representa para
Wayne una identidad con la cual puede verdaderamente rendir honor a sus padres,
siendo un símbolo en lugar de un héroe cotidiano. Jorge Alucino (2004) en el prólogo
de la edición de Biblioteca Clarín de la Historieta de Batman define al superhéroe titular
como ‘alguien que todos fuimos alguna vez’, como una representación de la fantasía del
ser humano de poder satisfacer sus desilusiones, alguien que carga un lado oscuro como
un peso, siendo en el caso de Batman no un crimen, sino la muerte de sus padres sin
resolución legal. Eso permite un grado de identificación con el personaje, ya que su
tristeza la han sentido muchos con pérdidas humanas, y a su vez muestra las
consecuencias a nivel de conflicto personal de llevar a cabo un papel de vengador de la
comunidad.
Corrupción y justicia vengativa
Ciudad Gótica es el lugar ideal para el accionar de alguien como Batman, ya que
abundan los delincuentes, tanto menores como señores del crimen, como el Pingüino, o
como los psicópatas, con los ejemplos de Bane y del Guasón. Hay una clara diferencia
entre el primer Batman de historieta planteado por Kane y en la concepción actual del
héroe, ya que en la primera el mal solamente estaba planteado en los villanos. La
justicia y sus cumplidores eran víctimas de los asesinos de la ciudad, y débiles asistentes
del héroe, que no faltaban a su deber como protectores de la comunidad. Sin embargo,
mientras Batman va evolucionando como personaje y se profundiza, el contexto de
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Gótica también adquiere un nuevo grado de profundidad. En la película Batman Inicia,
uno de los ejes centrales de la historia pasa por la corrupción dentro de la sociedad de
Gótica, haciendo tanto hincapié en los villanos como en el aparato de justicia y hasta en
la población en sí misma, a la que el villano principal llama ‘decadente’. Uno de los
personajes, Rachel Dawes, aparece como una abogada justa que tiene que luchar para
encarcelar a los líderes de la mafia, que nunca llegan a ser apresados por la corrupción
que los ampara. Tanto la policía como el sistema judicial se involucran en ésta
corrupción. En su secuela El caballero de la noche, el problema parece persistir.
Durante la época anterior a la Segunda Guerra Mundial, con los detectives clásicos,
como Sherlock Holmes, Philip Marlowe, el padre Brown, y Roulletaville entre otros, a
los que tanto se parecía Batman, esto no era algo usual de ver. Generalmente el cuerpo
de la ley no estaba involucrado con lo criminal, por no decir nunca, ya que si existían
delatores o traidores al detective, pero nunca se vio una sociedad completamente
carcomida por este factor. La policía era un cuerpo donde el detective podía descansar
de sus persecuciones y podía exponer abiertamente sus deducciones. En la Gótica
posmoderna el sistema no aparece como un aparato confiable. Ni siquiera Batman es
querido por la sociedad, sino que es mal visto por su rol que no le exige ningún
cumplimiento de la ley, a pesar de sus actos contra el crimen que tanto los aterroriza.
Esa inoperancia de la ley, que a él tanto le pesó cuando asesinaron a sus padres, sobre
todo en las versiones mencionadas de Nolan, donde el asesino iba a quedar libre; es,
quizá, la que obliga a Batman a actuar tan externamente a ella, y de poder depositar su
confianza solamente en un solo hombre dentro de todo el cuerpo policial, el
comisionado Gordon. Sobre esto hace referencia Jorge Alucino (2004): “Nadie pudo
salvar a sus padres, y él no podía. La ley no estuvo cuando la necesitó y Batman la
ignora.” Inclusive, con tal de evitar que la corrupción se expanda, Batman decide, en El
caballero de la noche, ser acusado de todos los crímenes del héroe de la ciudad, Harvey
Dent, lo que hace que el sistema vuelva a ser confiable no porque realmente lo sea, sino
en base a una mentira.
Frente la ausencia de un Estado, el accionar vengativo de Batman tiene vía libre
para, de un modo alternativo al que efectuaría una policía limpia y un sistema penal
eficiente, imponer el orden. Batman ejecuta el concepto de ‘justicia por mano propia’,
venga a sus padres liquidando al asesino en Batman inicia y ocupa el lugar de
‘vigilante’ de ciudad Gótica, deteniendo por la fuerza a los criminales que escapan al
ojo velado de la ley. En términos regulares, la ley debería arrestar a Batman por sus
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acciones, sobre todo porque, la cadena de venganzas constante entre él y sus enemigos
debería ser algo cuyo fin entre en los parámetros de sus deberes, o al menos la ley de un
Estado moderno. Según Gilles Lipovetsky en La era del vacío (2002):
(…)la venganza siguió siendo más o menos un deber; su legitimidad sólo
desaparecerá con la entrada de las sociedades en el orden individualista y su
correlato, el Estado moderno, que se define precisamente por la
monopolización de la fuerza física legítima, por la penetración y la protección
constante y regular de la sociedad.
Precisamente el Estado en el que se maneja Batman no entra en ese parámetro de
modernidad, ya que ha pervertido su existencia. Según el mismo autor, los ideales de
venganza son propios de las culturas anteriores a lo moderno, donde se ejercía la ley del
talión, donde son valoradas como un acto de valentía; valoración que hace el mismo
Batman en sus historietas, dentro de sus pensamientos. El Estado, al ser ineficiente y
corrupto, adquiere rasgos posmodernos; y ya que Batman encarna el cumplimiento de la
justicia en base de los valores vengativos mencionados, existe un claro paralelismo con
la idea de reconquista de valores antiguos de la posmodernidad, según afirma Esther
Díaz en ¿Posmodernidad? (1988).
Moral ambigua
La Real Academia Española define la moral como ‘la ciencia que trata del bien en
general y de las acciones humanas según su bondad o malicia’. Luego define la bondad
como ‘una cualidad natural para hacer el bien’ y la malicia como ‘una inclinación a lo
malo y contrario a la virtud’. Dado que analizamos un caso especifico, tales definiciones
ameritan un contexto. Batman desde sus comienzos porta la imagen de un superhéroe,
cuya definición de superhéroe es predecible: alguien cuyo propósito es hacer el bien y
proteger a los ciudadanos, porque la sociedad es incapaz de defenderse ante los peligros
extraordinarios que enfrenta, y por respeto a las leyes establecidas por el hombre.
El héroe clásico griego, como Ulises, se caracteriza por ser un hombre que realiza
hazañas difíciles y peligrosas que otra persona no se atrevería a imitar, que enfrenta
peligros y relata posteriormente sus aventuras, no teme abandonar el hogar porque el
reto que se le impone es más importante; la posibilidad de demostrar su valor le es
irresistible, y no dejaría que otro la realizase. La derivación en superhéroes implica que
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sumado a la aventura existe una lucha contra el mal al margen de la ley. El superhéroe
conserva aún el cuerpo físico de proporciones grecolatinas heroicas pero las resalta
utilizando un traje llamativo; y puede tener alguna cualidad sobrehumana como el uso
de poderes especiales. Por otro lado, a diferencia del héroe griego no necesariamente
porta rasgos religiosos de ningún tipo, salvo casos como Superman, que es cristiano.
Tampoco porta necesariamente rasgos ideológicos en sí mismo, no tiene una ideología
reglamentaria para su deber, y además suele ser atemporal, sin envejecer a menos que
haya un gran salto de tiempo para narrar un hecho futuro.
Batman se inició respetando la definición tradicional, pero con el transcurso del
tiempo, fue apartándose de la imagen del superhéroe convencional para convertirse
gradualmente en una especie de anti-héroe. Como en su lucha contra el crimen se
acentúa gradualmente su motivación en el deseo de venganza personal, Batman no
puede adoptar un accionar completamente motivado por la objetividad, por lo que su
lucha por el ‘bien’ delimitado por la ley es subjetiva. El primer Batman, de Bob Kane,
carecía de una personalidad analizable, porque exhibía sus dudas humanas, y no
mostraba impulsos inconscientes que el lector pudiera percibir. Cuando aparecen estas
nuevas cualidades, Batman exhibe un nuevo sufrimiento por su forma de ser y estar en
permanente conflicto en el cual no sabe cuál es su genuina identidad. Su compromiso ya
no es con la ciudad sino con su álter ego, del cual no puede deshacerse. Sus intereses
como individuo y amarguras sin solución entran en conflicto con las ideas y los
métodos universales del bien.
Adicionalmente, Batman hace algo inédito en el mundo de los superhéroes, que es
sentir un grado de identificación con su enemigo principal, el Guasón, en las historietas
The Killing y Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth (1989). Mientras que
el grado de identificación que muestra la primera historia pasa por la comprensión y la
piedad hacia el Guasón, en la posterior Batman es acusado por los supervillanos como
alguien que merece estar encerrado en el asilo mental que da título a la historia. Esa
acusación denuncia que en la mente de Batman no hay un límite certero entre la justicia
personal y la justicia genuina, colocándolo en una clasificación bastante similar a la de
sus enemigos.
Perfil psicológico de Batman
Psicológicamente, Batman desarrolla determinadas características que lo hacen
especial. En Batman inicia, Bruce Wayne trata de construir un símbolo que inspire el
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terror en los criminales, y, a diferencia de la historieta, donde la elección ocurre
azarosamente, en la versión de Nolan elige su representación en base a la fobia que
experimenta hacia los murciélagos, por un accidente que tuvo al ser pequeño, y gracias
a esa nueva perspectiva supera su temor.
Así como Freud postula en su libro La interpretación de los sueños (1966) sobre la
existencia del inconsciente y la imposibilidad del hombre de deshacerse de él, Batman
es paradójico al asumir su doble identidad, puede liberar completamente las emociones
dentro de su inconsciente: el rencor que quiere saciar, la violencia que busca satisfacer
la angustia de la pérdida, y la sensación de poder que se manifiesta en él como agente
parapolicial de la ley, sin control ni regulación alguna. Ese despliegue de emociones,
que solo se detiene ante el respeto a la vida, lo apega mucho a su disfraz y emblema.
Siguiendo la terminología de Freud, la pulsión que mantiene su apego a Batman es un
muerte, tánatos. Batman vive de la violencia, y de la sensación de adrenalina. Al no
necesitar de ninguna clase de pulsión de eros, cuando Bruce Wayne es Batman, no
exhibe ninguna clase de felicidad ni emociones sentimentales, y adopta una
personalidad fría y seria.
Desde el punto de vista de Jung en El inconsciente (1938), Batman es a la vez
introvertido y extrovertido. Es introvertido por su contención sentimental y por el rencor
nacido del dolor de la pérdida de sus padres, sublimado en un ideal personalizado de
justicia, que es lo único que lo hace funcionar, de manera obsesiva en esa eterna
‘cacería de brujas’, asumiendo la responsabilidad que se ha autoimpuesto. Su
introversión se destaca también en la necesidad de una identidad alterna, ocultando su
rostro. Sin embargo, al transformarse en Batman, es extrovertido en cuanto a lo que su
nueva personalidad representa, desprecia la opinión de la sociedad hacia él y a las
consecuencias inmediatas de sus actos, y defiende, mediante la lucha contra el crimen,
sus creencias.
Al asumir la confianza que necesita en su capacidad física adquirida y su
inteligencia disciplinada, y proteger su integridad personal mediante su armadura e
instrumentos de combate, el personaje puede actuar de un modo más resoluto, y lograr
imponer la imagen que busca en la sociedad, como un agente de la ley para los
ciudadanos y como un obstáculo imposible de eliminar para los villanos, en paralelismo
con la afirmación de Joseph Henderson en El hombre y sus símbolos (1984):
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Estas figuras semejantes a dioses son, de hecho, representantes simbólicos de la
totalidad de la psique, la mayor identidad y más abarcadora que proporciona la
fuerza de que carece el ego personal. Su cometido específico indica que la
función esencial del mito del héroe es desarrollar la conciencia del ego
individual – que se dé cuenta de sus propias fortalezas y debilidades- de una
forma que le pertrechará para las arduas tareas con las que se enfrentará en la
vida.
Hipótesis final
Batman ha evolucionado como personaje, y ha desarrollado un nivel de
profundidad mayor a nivel psicológico. Esa profundidad lo ha hecho más prolífero y
atrayente que su versión original, y le ha permitido ser más adaptable al conjunto con
los anti-héroes de la historieta.
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Conclusiones epistemológicas
Hemos adquirido bastante conocimiento acerca de la profundidad psicológica del
ser humano al ver las diferentes versiones de Batman. Como lector me he sentido más
atraído hacia el Batman de la versión de Frank Miller en adelante, por la invitación a
descubrir su personalidad interior.
La humanidad de un personaje se construye mediante la profundización de su
pasado y de sus debilidades, no solo de la exhibición de sus fortalezas. Batman es más
creíble a nivel humano porque su propio símbolo le ha afectado también, y porque le ha
pesado cada vez más con los años. El primer Batman carecía de impedimentos
emocionales y físicos, que de a poco fue exhibiendo conforme el personaje crecía.
El hecho que un personaje sea más atrayente por sus debilidades es debido a que es
más interesante de investigar como lector, y genera un punto de intriga que es necesario
satisfacer. Esa intriga permite que uno busque averiguar más acerca del pasado y de los
conflictos del personaje, y por ende buscará seguir su recorrido hasta saber que tan
poderosos son esos conflictos en él, viendo de qué modo resuelve las afrentas que se le
presentan y esperando ver qué sucesos recuerda de su vida y qué reflexiona a lo largo
de su historia. Existe un episodio de Batman, en que, de hecho, admiraba a su padre
como a un superhéroe, por el disfraz de Zorro que utilizó en una fiesta de disfraces
cuando él era niño.
Batman es un antihéroe en El regreso del señor de la noche, y tiene, de hecho, un
punto de choque con Superman, quien le recrimina que por sus acciones violentas y
carácter obstinado los superhéroes debieron detener su actividad; y se presenta como un
hombre avejentado, obsesivo y necio. Sin embargo, aún conserva su ideal de no ejecutar
a un criminal, y casi muere por defenderlo. El punto que distingue a Batman de otros
antihéroes modernos fuera y dentro del mundo de la historieta, como Spawn y
Wolverine, reside en que aún conserva un punto moral que encuentra inflexible, que si
quebrantara llamaría demasiado la atención. De hecho, es el único que reflexiona
detenidamente sobre el tema, mientras que para muchos otros es un tema que no
amerita consideración, a pesar de no asesinar deliberadamente a gente inocente o a sus
compañeros. Y tampoco arriesgarían su vida para defender la de un criminal, como el
líder mutante de El regreso del señor de la noche, a quien Batman enfrenta cuerpo a
cuerpo, rehusándose a matarlo con el arsenal que tiene a disposición. Otro antihéroe que
no asesina a sus víctimas es Ghost Rider, de Marvel Comics; debido a que conoce las
consecuencias trascendentales de ello.
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Lista de referencias
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