Date post: | 26-Jul-2015 |
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Corpus 2015
Cofradía del Santísimo de La Alberca (Salamanca)
Boletín nº 12 – 7 de junio de 2015
Sumario:
Presentación
Santa Teresa y la Eucaristía
Corpus albercano
Fragmento de sermón de Corpus
Poemas
Presentación
Pentecostés, La Trinidad y Corpus, secuencia anual, gozosa y esperanzadora. Jesús Sacramentado pasará por nuestras calles un año más. Elevaremos canciones de agradecimiento y júbilo y nos recordará a los que ya no están. La última Manolita Pascual Puerto, esposa de nuestro hermano cofrade Lucio Gómez Muñoz, que se unió a la cofradía celestial el día de Pentecostés.
Felicitamos a la abadesa Mª Rosario Becerro Sánchez y
a lo/as mayordomo/as y Francisco González Rodríguez y Emilia Becerro Mancebo, por haber podido cumplir tan honrosos cargos.
Agradecemos a nuestro paisano, el carmelita Francisco
Puerto, por el escrito sobre Santa Teresa, que no podía faltar en el 5º Centenario de la misma, por su escrito y por las hermosas poesías de Juan Albero de los Cármenes, enviadas por el P. Francisco, a Isaura Díaz Figueiredo y a cuantos de una forma o de otra han hecho posible este boletín. También recordamos a José Mª Requejo con la hermosa poesía de los tiempos lejanos de D. Saturnino, sobre la Eucaristía. Y a Isidro Barcala, que desde Jerez de la frontera nos añora. Podemos también meditar sobre el Corpus, con el fragmento del sermón del profesor Luis Cencillo. Finalmente, animamos a los cofrades a que tomemos en serio la asamblea anual que celebraremos en la octava, el próximo 21 de junio, tercer domingo.
Feliz fiesta a todos: cofrades, albercanos, y visitantes.
¡Que Jesús Sacramentado nos siga bendiciendo!
Vida Eucarística de Santa Teresa
La devoción a la Presencia real del Señor infundida
desde niña en su alma, fue en aumento a medida que sus
vivencias espirituales se circunscribiesen en torno a Él. La
pasión por la Eucaristía creció cuando en alguna visión fue
favorecida con la percepción del Señor resucitado en la
Sagrada Hostia. Esta realidad que ella había podido
contemplar en la Sagrada Forma se renovaba en su alma
siempre que se acercaba a recibir el pan de la Cena. La
comunión era para Teresa el momento más sagrado de la
vida. Para ella, Cristo se halla tan presente en este misterio
que lo llega a sentir materialmente próximo. Está allí tan
real, como cuando en su vida terrena recorría los caminos
de Palestina. En su autobiografía escribe: “En algunas cosas
que me dijo entendí que después que subió a los cielos nunca bajó
a la tierra, si no es en el Santísimo Sacramento, a comunicarse
con nadie, viene a veces, con tan gran majestad, que no hay quien
pueda dudar sino que es el mismo Señor, en especial en acabando
de comulgar y que ya sabemos que está allí, que nos lo dice la fe:
Representase tal Señor de aquella posada que parece, toda
deshecha el alma, se va a consumir en Cristo”
Es voz común de los procesos que Teresa comulgaba
cada día, dato importante en una época en que la comunión
era rara, incluso en los monasterios: “Se sabe que la dicha
Madre Teresa de Jesús fue devotísima del Santísimo Sacramento
del altar, y deseaba que todas lo fuesen y cada día comulgaba, para
lo cual la veía prepararse con singular cuidado y después de haber
comulgado, estar ratos muy recogida en oración y muchas veces
suspendida y elevada en Dios”
Su humildad le había llevado a pedir que pudiese
designar otra monja cada día para que fuese con ella a
comulgar: “Acostumbraba a llevar conmigo a la santa comunión,
ora una religiosa, ora otra, pareciéndola. Que por la constancia de
la hermana que llevaba, nuestro Señor la perdonaría el
atrevimiento de comulgar cada día”.
A través de la comunión eucarística se le comunican a
Teresa las riquezas de la Eucaristía, Presencia gloriosa de
Cristo. Es nota común que de las experiencias eucarísticas
que Cristo se le presenta a Teresa en esa sacratísima
humanidad gloriosa, resucitado. “Un alma se hacía una sola
cosa con aquel Cuerpo Sacratísimo”.
Sus peregrinaciones fundacionales por los caminos de
España están bañados de sentido eucarístico: “Nunca dejé
fundación alguna por miedo al trabajo… considerando que
en aquella casa se había de alabar al Señor y haber
Santísimo Sacramento”
Francisco Puerto Sanz, O.C.D.
Fragmento de un sermón de Luis Cencillo, para
el día de Corpus Christi.1
(Tomado del libro: Los riesgos de la palabra, del mismo autor. Ed.
Fundación)
El primer signo de la vida pública de Jesús, versó
acerca del VINO en Caná, el signo culminante versó acerca
del PAN y el acto final de su vida antes de entregarse al
tormento, también: unió VINO y PAN en un signo de
amistad y de entrega real y dinámica al hombre.
Fue un acto de locura divina llevada del amor. Tras el
progresivo acercamiento de Dios al hombre desde la figura
de dios celeste y sancionador, inicialmente como otros,
hasta su humanación y finalmente su apariencia de
alimento para ser física y espiritualmente asimilado por el
hombre siempre que lo desee y lo necesite, es todo ello un
proceso de locura de amor omnipotente.
Ahora bien, alguna vez tenía que revelar y dar
conocimiento de este proceso y de esta locura, y eso fue
según Juan, en Cafarnaúm, en su sinagoga después del
signo de los panes cuando todos le buscaban… Allí, la
revelación de toda la verdad fue demasiado y la inmensa
mayoría lo abandonó (de momento al menos). No podían
sufrir toda la verdad, que era necesario revelar de una vez,
aunque discretamente, a saber:
1. Que se trataba de una persona divina, lo cual era para
los monoteístas orgullosos de ello absolutamente
inaceptable, si no se mostraban en principio dóciles a 1 Puede verse el sermón entero en el citado libro o en http://p0722b47o1c.blogspot.com.es/2015/06/hoy-es-jueves-de-coprpus-imagen-tomada.html
Jesús para que se lo aclarase, y no lo fueron, dóciles (es
decir docebiles, capaces de ser enseñados…)
2. Que esta persona divina tenía el poder de operar algo
inimaginable, “loco” para el sentido común que no
ama: hacerse PAN (tomar sus apariencias) para
intimarse más en cada uno de sus creyentes o de
todos.
3. Que cada vez que en determinadas circunstancias se le
invocase iba a hacerse realmente presente entre y en
sus fieles e iba a ser localizable en esos signos del pan
y del vino, para ser comido y bebido… ¡era
demasiado!
Dadme alguien que ame con locura y lo comprenderá,
comprenderá que si se puede (y Dios lo puede y Cristo en
Dios) hará lo imposible por entrañarse en cada uno de los
que ama y le aman.
Y no es tan imposible tampoco físicamente supuesto el
poder divino, pues que él, en su divinidad y su humanidad,
con su cuerpo real sólo que en y en otra dimensión, es
verosímil que se pueda hacer presente entre quienes se
reúnen en su nombre para acercarse a él. Y que una cosa
pueda “transignificarse” (término técnico desde Pablo VI) y
con sus mismas propiedades físicas y su ubicación
comenzar a mediar dialécticamente la presencia real del
Señor (siendo ella y no siendo ella en un proceso de entrega
y asimilación), tampoco es ningún imposible. Sobre todo si
se tiene en cuenta que las cosas no son substancias pétreas,
sino vórtices de energía dotados de significado y de
función… Sólo queda rogaros que, en vuestros problemas y
desfallecimientos (aunque se trate de caídas y de
indiferencia o desamor) no desaprovechéis el medio de
remediarlo todo, tan casero, tan fácil, tan a mano, como es
acercarse a Él, unirse, asimilar su energía para superar
cualquier dificultad, siquiera sea la del tedio de una vida
tan monótona, cansada y aburrida como la que hemos de
llevar hasta que se cumpla el fin de unirnos a Él por la
muerte.
CORPUS CHRISTI…albercano
La celebración del “Día de Corpus Christi” se remonta
a épocas lejanísima –años 1192-1258- La Iglesia católica
celebra con festividad especial “la Eucaristía” proclamando
públicamente la fe en Cristo, presente en carne y sangre en
el Misterio del Sacramento de la Consagración.
Los abuelos nos decían-en el “Día del Corpus no se
puede hacer nada, ni los pájaros remueven el nido”, se vivía
con fuerte fervor y gran respeto; en la escuela, escribíamos,
con pluma de mojar en el tintero:
Tres días hay en el año que relumbran más que el sol
Jueves santo Corpus Christi y el Día de la Ascensión
El sentir y la tradición, se ha diluido como azucarillo
en agua, solo algunos pueblos celebran el Corpus Christi
Grande -en jueves-, otros lo dejan para el domingo,
llamándole Corpus Chico...en fin como decía el boticario
en “la verbena de la Paloma”, los tiempos cambian que es
una barbaridad.
Sesenta días después de la Resurrección del Señor es el
gran Día del Corpus.
¿El origen de la festividad? varias vertientes, les
comento la de Lieja, en la ciudad de Bélgica, cuando una
religiosa cisterciense, de nombre Juliana del Cornillón
(1192-1218) tuvo una visión, que interpretó, como la gran
necesidad de instituir una celebración muy especial a Jesús
en la Eucaristía: “La luna estaba llena y brillaba como pulida en
plata, aquella pulcritud y brillo estaba amenazada por una
mancha negra”, la buena monja interpretó que la luna
significa a la Iglesia militante en la tierra, recibiendo la luz
solar- que es Cristo- la mancha, para ella, era la carencia de
una celebración litúrgica- dedicada únicamente a la
Eucaristía-
Juliana de Cornillón, o Juliana de Lieja, presentó la
petición a las autoridades eclesiásticas oportunas,
rechazaron su propuesta, hasta que el obispo de Lieja,
Roberto Theorette, celebra el Primer Corpus en el año 1246.
Urbano IV que conocía el tema de sor Julián –instituye la
celebración del Corpus para la Iglesia católica-, fijándola el
jueves después de la Trinidad.
Leyendas y tradiciones nos cuentan que en 1264, el
Padre Pedro de Praga, dudaba sobre el misterio de la
Transubstanciación del Cuerpo y Sangre del Señor, acude
en peregrinación a Roma, y ante la tumba de S. Pedro-
implora fe y luz-. De regreso a Roma, Dios se le manifestó
de manera milagrosa, cuando celebraba misa en la cripta de
Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró, cubriéndose el
Corporal con la preciosa Sangre del Señor.
La noticia del prodigio llegó al Papa Urbano IV, quien
hizo traer el corporal, constatados los hechos, se instituyó la
solemnidad del Corpus. El mismo Urbano IV encarga a
Santo Tomás, la preparación de un oficio litúrgico propio y
único para esta fiesta, se compuso el solemne Lauda Sión
Mi aquerida Alberca, te llevo en lo mejor y más cálido
del corazón, gracias al compañero de clases de Teología,
vuestro vecino Pedro, puedo expresar lo que siento por
ustedes, -mis gentes-, llevo viviendo en Salamanca 30 años,
y desde ese instante, el primer pueblo serrano que he
conocido, ha sido vuestra tierra, vuestros campos, las
gentes, me abristeis los brazos… me regalasteis productos
de vuestras huertas, leche de vuestras vacas, y todo…
regado de cariño; unos han fallecido, son las estrellas que
alumbran el caminar nocturno, otros serán sencillas y
diminutas margaritas, luengas capas blancas, cubriendo
campos y praderas, dando belleza “al Campo Charro”
¡ninguno se ha perdido! A ninguno he olvidado.
Mi primer recuerdo del Corpus albercano: Os veía a
todos, con una emoción fuera de lo normal en vuestro
carácter, grandes y chicos quieren ser testigo de la
procesión, ver pasar bajo palio el Cuerpo de Cristo,
escoltado y ¡bien escoltado! por mayordomos y autoridades
políticas.
Mis ojos se embriagaron de luz y sorpresa, todo
resplandecía, todo estaba pulido, todo estaba adornado:
ventanas, paredes, crucero...cubiertos con bellos mantones,
colchas, paños, flores, el suelo perfumado de jara, tomillo,
lavanda…aromas que volaban al cielo transformadas en
incienso.
Jesús resucitado por las empedradas calles de la
Alberca; y La Alberca ¡explota de color y vida!, el tiempo se
ha detenido, y en el reloj, sus manecillas despiertas, en
silencio, inclinadas, adoran al Señor en forma de Hostia
Sacramentada.
Las autoridades luciendo sus mejores galas, llevan el
Palio que protege al Santísimo, llegados al Altar de la Plaza,
es el momento en el cual los Mayordomos le trasladan
durante el resto de la procesión.
En el itinerario, (creo recordar son 5) los altares, en los
cuales el Santísimo está guardado en Custodia de Plata. El
5º altar, es el más importante, se coloca en el Atrio de la
Iglesia, y allí ofrecen autoridades, mayordomos, cofrades y
familiares de mayordomos, los frutos de la tierra.
Los trajes que lucen hombres y mujeres, son otra joya
albercana: El traje de manteo, majestuoso, confeccionado en
negro paño, finísimo, complementado por el jubón de
terciopelo negro, o labrado en color, una saya, llaman
ustedes refajo, cortada en forma de manteo (capelada)
abierta por detrás, y otra que le sobrepone en tonos oscuros,
me atrevo a decir que es símbolo de espiritualidad, de
búsqueda interior. La falda con una franja de terciopelo
labrada “la tirana” terminando en festones calados
¿Qué decir de las mantillas? Bordada en mostacilla (he
tenido que preguntar) llevando volante de seda, símbolo
garante de fertilidad y virginidad.
El hermoso mantón de manila, que sustituye el
dengue, y sobre éste los collares de oro y plata dorada, de
los que cuelgan cruces, santos, medallas o veneras,
galápagos, relicarios…
Y para el final, como ocurrió en “La Boda de
Canaán”… “el traje de vistas, vestido que se luce en otra
ocasión importante para el pueblo, y que los visitantes
disfrutamos contemplar los días 15 y 16 de agosto,
festividad de la Ascensión. Pasa de generación a
generación, es símbolo de ostentación, riqueza, posición
familiar dentro del seno de la comunidad, recargado de
elementos simbólicos y protectores contra el mal, la
desgracia, la enfermedad.
La joyería formada por relicarios, patenas, medallas,
crucifijos, rosarios, sortijas, hebillas, broches, collares,
pendientes. Llamó mi atención “los dijeros” (me informaron
del significado) conjuntos de cadenas de plata que se
sujetan a unos ojales realizados en las axilas del jubón -de
las que cuelgan medallas, cruces y amuletos- y no podía
faltar el “corazón de la novia” una pieza hueca, realizada en
plata con la imagen del Señor por un lado y por el otro la
Virgen, de éste cuelgan cinco pequeñas imágenes en forma
de media luna, cabezas de ángeles, higas o figas, llamadas
también “mano protectora”, su forma es la de una mano
cerrada, mostrando el pulgar entre los dedos índice y
corazón, indicando desprecio y protección, se utiliza para
ahuyentar el mal de ojo, la envidia, los celos, y proteger
contra enfermedades, está realizado en azabache.
En Canaán se guardó el mejor vino para el final del
banquete, aquí les dejo un breve resumen de la riqueza, de
la historia que cada traje guarda, el de manteo y muy
especialmente el traje de vistas, fueron y son fuente de
inspiración, para artistas, pintores y escenógrafos, ya solo
falta el peinado, obra de arte realizada en el seno familiar.
El cabello recogido hacia atrás, en moño trenzado y
adornado con horquillas de plata, quise ver palomas,
águilas y gallos, protegido por el zagalejo que nunca puede
ser sustituido. ¡Y las medias! blancas y caladas, que tejen las
abuelas y madres, mientras charlan, cotillean y toman el
fresco, o él sol, no puedo borrar de la retina, la gran fiesta
del Corpus albercano.
Gracias por darme vuestro cariño, vuestra amistad, y
hacer que me sienta una albercana más.
Con todo mi afecto, Isaura Díaz Figueiredo
Poemas eucarísticos
Elevación
Sube el redondo pan. Mirad miremos A Dios. Es todo blanco.
Es secreto y patente. Es el misterio. Es el Amor.
Que el Amor no se le ve, más se le mira. No se le alcanza, y se le goza. Arcano. Y cuando el alma en plenitud le tiene,
No sabe lo que tiene, y la extasía. Es el Amor. Gocémosle.
En su nube se cela de blancura, ¡Y llueve Paz al corazón, y llueve
su relámpago vivo! Es el Amor.
Eucaristía
No llames pan al pan, y al vino, vino, ¡Llama hoy al Pan Milagro, carne viva! ¡Y al Vino Sangre, en corazón cautiva
y derramada toda a lo divino!
Llámale al Pan Amor, y Amor al vino, Al vino que se sube y que culmina.
Pan y Vino son Dios, que se avecina A darnos de comer por el camino.
Viejas hambres del alma, ¿Por qué esperas
Si la hogaza es de luz, y la bebida es de gozo, que nadie lo arrebata?
¡Ven y gusta las dichas verdaderas,
Pan y Vino que dan eterna vida, Y no devores ciego lo que mata!
Juan Alberto de los Cármenes O.C.D.
Canción de Eucaristía
El otoño; abre el arado surcos rectos en la tierra. Echa el labrador el trigo en las entrañas abiertas.
Silencio largo, el invierno:
Sueño de muerte y espera…
Al labrantío lo viste de verde la primavera.
Lluvias de abril. Sol de mayo.
Y la canción de la siega. La rueda lenta del trillo.
Vientos del norte que aventan la paja. Y, en el molino,
trituradora la muela.
Y luego, la harina en mano sacerdotal, en espera
de que la palabra haga el milagro de la cena:
cuatro palabras, no más ¡y el milagro!... ¿Quién dijera que aquellos granos perdidos, que aquella hierba pequeña, que aquella espiga granada, que aquella harina morena,
(“Hoc es Corpus Meum”) carne de Jesucristo se hicieran?
José María Requejo
Eucaristía
Espíritu de la noche, que disipa la mañana. Divinidad que se posa, en la blanca Hostia Santa,
Hecha de trigo, que en la custodia se guarda. Del que sólo en apariencia a los ojos nos engaña.
Divina luz, que a los hombres nos devuelve la esperanza. A los que saben mirar y confían en la palabra
que le diste a los discípulos dentro de la Cena Santa. Gracia plena que atesora todo bien y sin mudanza
¡Cristo vivo en la custodia! Pero que pasamos, sin darle casi importancia.
¡Oh si el entendimiento del misterio despertara!
Pedro Becerro Cereceda
Correo electrónico
De isidro barcala del castillo Para [email protected]
Mi otro yo natural que como sabes Pedro vive en la Avenida de las Peñas Tiritinas, pino 17 en todo lo alto de su copa, ha leído tu correo y me dice: ¡Cuantos correos te manda Pedro! Y tú ¡qué poco le contestas! Tienes razón le he dicho pero sigo todos sus correos y algunos me agradan tanto como este. La vena poética ha saltado, viendo en la sagrada forma en el día del Corpus reflejada la imagen del Cristo del Sudor y cómo los pétalos se transformaban en palomas que nos enseñaban el verdadero camino que por el Solano conduce al Reino de Dios.
QUIÉN HA PUESTO EN LA MIRADA
Quien ha puesto en la mirada /ese don tan especial que cuánto más te miro
más te veo. Quien ha puesto en la mirada. /Don tan sobrenatural
que cuanto más te miro más te admiro.
¡Y cuánto más te admiro en ti más creo!
¿Quién ha puesto en la mirada / ese don por el que veo? Y no me hacen falta lentes, lupas, cristales, ni gafas.
Porque sin ver nada, nada, / mil veces nada. No zafas. Hablando claro, no mientes.
Y tantísimo ves que veo que al ver tantísimo, más creo.
¡¡Feliz día del Corpus, en nuestro pueblo!!
Salud .Paz. Bienestar social. Y que no nos falte la fe.- Isidro ¡[Calderón de la]Barca_La Alberca!.
Todo lo expuesto aquí nos recuerda lo siguiente:
Pero Mañana, pasado… y todos los días también lo
son. Cristo es atemporal, y el amor al prójimo también
Continuará en la octava, con la minerva y la asamblea de la cofradía el próximo 21-Jun