BOLETÍN CUATRIMESTRAL, Agosto 2008
BOLETÍN CUATRIMESTRAL, Agosto 2008 “ECONOMÍA Y GERENCIA EN CUBA: AVANCES DE INVESTIGACIÓN”
Determinantes de la inflación en Cuba: una modelación estructural
Dr. Pavel Vidal Alejandro
Lic. Saira Pons Pérez
CENTRO DE ESTUDIOS DE LA ECONOMÍA CUBANA UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Ave. 41 y 9na No. 707, Miramar, Playa, C. Habana. Teléfonos 202-1391, 209-0563 Fax: 204-0987 Sitio web: http://www.uh.cu/centros/ceec
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BOLETÍN CUATRIMESTRAL, Agosto 2008
Determinantes de la inflación en Cuba: una modelación estructural
Dr. Pavel Vidal Alejandro
Lic. Saira Pons Pérez
1. Introducción
El control de la inflación se ha venido incorporando de forma paulatina a los objetivos
de la política monetaria en Cuba. A raíz de la crisis del noventa se desarrollan en la
economía cubana espacios de mercado de precios no regulados, en los cuales el
exceso de demanda de la población ⎯antaño reflejado en ahorro forzoso⎯ comienza
a canalizarse en crecimiento de los precios o inflación.
La toma de decisiones en cuanto al manejo de la política monetaria en función de un
objetivo final de inflación, suele estar auxiliada de modelos econométricos que
permitan estructurar los mecanismos de transmisión. Desde el año 2005 el Banco
Central de Cuba (BCC) utiliza para sus predicciones de la inflación diferentes técnicas
de series de tiempo donde se destaca un modelo de Vectores Autorregresivos (VAR).1
Sin embargo, no se cuenta con un modelo macroeconómico de tipo estructural ⎯eje
fundamental del conjunto de herramientas utilizadas en la práctica internacional⎯
capaz de estructurar todo el mecanismo de transmisión que va desde los instrumentos
de política monetaria hasta la inflación a partir de especificaciones teóricas.
Así, el presente trabajo pretende avanzar en la modelación estructural de la política
monetaria en Cuba y aportar elementos que contribuyan al entendimiento de los
determinantes de la inflación. Para ello, se toma como referente teórico a la Curva de
Phillips, por constituir la ecuación fundamental dentro de los modelos macro
econométricos estructurales que considera los determinantes más directos de la
inflación. En la sección 2 del presente trabajo se exponen los modelos estructurales de
inflación en la variante más sencilla usada internacionalmente por los bancos
centrales. En la sección 3 se resumen los resultados de la estimación de tres modelos
econométricos con datos de la economía cubana basados en la especificación que
1 En Vidal (2007) se presentan las funciones impulso-respuesta del modelo VAR y las implicaciones para el nuevo esquema de la política monetaria enfocado cada vez más en la inflación.
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propone la Curva de Phillips. Finalmente, en la sección 3 y en las conclusiones se
analizan los resultados y se evalúan las implicaciones que estos tienen para el manejo
de la política monetaria en Cuba.
2. Modelo estructural de inflación
Los modelos macroeconómicos estructurales utilizados en el ejercicio de la política
monetaria recogen el comportamiento agregado de la economía, aunque en ocasiones
suelen ser derivados de modelos microfundamentados de agente representativo. Se
denominan estructurales, en tanto se construyen en base a especificaciones teóricas
previas acerca de los mecanismos de transmisión que fluyen hacia la inflación. Estos
modelos abandonan el enfoque reducido entre cantidad de dinero y nivel de precios
⎯como el que plantea la ecuación cuantitativa del dinero⎯ para establecer como
determinantes de la inflación a las presiones de demanda, de costos y el efecto
traspaso del tipo de cambio.2
Los modelos macroeconómicos de pequeña escala se desarrollan fundamentalmente
en tres bloques.3 Uno, representativo de las decisiones monetarias guiadas por cierta
regla, casi siempre la Regla de Taylor, en la cual se determina la tasa de interés
nominal objetivo operacional de la política monetaria; variable utilizada como insumo
en la Ecuación de Fisher para la obtención de la tasa de interés real. El segundo
bloque modela los efectos que sobre la Demanda Agregada (DA) mediante una Curva
IS. Por último mediante la Curva de Phillips se modela el efecto de estos desequilibrios
sobre la Oferta Agregada (OA), donde las rigideces del mercado laboral y los
márgenes de comercialización determinarán finalmente la inflación. Para el caso de
economías pequeñas y abiertas, es necesario reflejar además el mecanismo
correspondiente a los efectos de la política monetaria sobre el tipo de cambio
mediante un Modelo de Activos.
De forma general, este tipo de modelo recoge cuatro canales de transmisión de la
política monetaria: el mecanismo convencional de la tasa de interés hacia la demanda
agregada; el del tipo de cambio sobre el sector externo, el impacto directo de la
inflación importada y el canal de las expectativas.
2 Ver Banco de Inglaterra (1999) y Banco Central de Chile (2003). 3 Ver Arreaza, Blanco y Dorta (2003)
3
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t
En esencia, estos modelos macroeconómicos son de tipo neokeynesiano IS-LM-OA
dinámico de economía abierta, y se estructuran en 5 ecuaciones fundamentales:
(1) La OA modelada a través de una Curva de Phillips
0 1 0 1 1 2(1 ) ( ) ( *)t t t t t t tE y y sπ α π α π α α ε− += + − + − + Δ + (1)
La inflación corriente ( tπ ) se estima en función de las expectativas de inflación,
modeladas de forma inercial ( 1tπ − ) y racional [ 1(t tE )π + ]; de la brecha entre el producto
corriente y su nivel potencial ( t t *)y y− ; y del tipo de cambio real ( ). Se incluye
además un término de error (
ts
tε ) en el cual se reflejan otros shocks de oferta.
(2) La DA es modelada a través de una curva IS
3 1 4 1 5 1 6 1 1 1( *) ( *) yt t t t t t t ty y r s g y yα α α α ε− − − − −− = + + + − + − (2)
donde la brecha del producto está en función de la tasa de interés real (r) la cual
influye de forma negativa ( 3 0α < ) sobre la brecha mediante los efectos a la inversión
y el consumo. Depende de forma positiva del tipo de cambio real (s) dado los efectos
positivos que sobre el sector externo tendrá una depreciación y viceversa ( 4 0α > ). El
gasto fiscal (g) también actúa de forma expansiva ( 5 0α > ). Se incluye además la
brecha del producto rezagada, así como un término de error que representa los shocks
de demanda.
(3) Regla de Taylor
1 1(1 ) * ( *) ( )obj objt t t t t ti i r a y y bθ θ π π π− + 1+⎡ ⎤= + − + + − + −⎣ ⎦ (3)
donde θ es un parámetro de alisamiento; r* es la tasa de interés real de equilibrio; y
los coeficientes a y b indican las preferencias del banco central en cuanto a la
estabilización del producto o inflación. En la medida en que b sea mayor que a la
política monetaria se regirá en mayor medida por las previsiones de inflación y se
4
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decidirá la tasa de interés objetivo en función de lograr una convergencia entre
inflación efectiva y objetivo.
(4) La ecuación de Fisher
)( 1+Ε−= tttt ir π (4)
donde se determina la tasa de interés real en función de la tasa de interés nominal
y el valor esperado de la inflación en el siguiente período
tr
ti )( 1+Ε tt π .
(5) El tipo de cambio4
1( ) f it t t t te e i i tε+= Ε − + + (5)
Ecuación derivada del modelo de activos que sustenta la teoría de la paridad de
intereses ( 1( ( ) )f it t t t ti i e e tε+= + Ε − + ), donde la tasa de interés nominal doméstica ( )
se establece en función de la tasa de interés internacional (
ti
fti ), las variaciones que se
espera tenga el tipo de cambio nominal ( ( ) )t t te eΕ − y una prima de riesgo país que se
incluye como el término de error de la ecuación ( itε ).
Constituye una práctica usual imponerle al modelo una serie de condiciones de
equilibrio, para garantizar la convergencia hacia un estado estacionario compatible con
lo que se espera de la economía en el largo plazo. Así, se impone que la inflación sea
igual a la inflación meta en el largo plazo, el producto tiende a su nivel potencial, la
tasa de desempleo converge a la tasa natural, entre otros. Los niveles de equilibrio
suelen ser proyectados fuera del modelo e impuestos a este exógenamente.5
A continuación se analiza de forma particular La Curva de Phillips, como modelo
teórico que servirá de base a las estimaciones que para la economía cubana se
realizarán posteriormente.
2.1 La Curva de Phillips 4 Ver Arreaza, Blanco y Dorta (2003) 5 Ver Banco Central de Inglaterra (1999) y Banco Central de Chile (2003).
5
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]
Vemos en la ecuación (1) que la Curva de Phillips modela a la inflación en función de
tres componentes fundamentales: en primer lugar las expectativas de inflación
recogidas a través de adelantos y rezagos de la variable dependiente
[ )()1( 1010 +− −+ ttt E παπα ; en segundo lugar los shocks de demanda, para lo cual se
utiliza generalmente la brecha producto *)(1 tt yy −α ; y finalmente los shocks de oferta
modelados generalmente a través de las variaciones del tipo de cambio real tsΔ2α ,
aunque en la experiencia internacional es común encontrar otras variables como el
precio del petróleo. Se incluye además un término de error ( tε ) en el cual se recogen
otros shocks de oferta.
Esclarecer qué tipo de componente, rezago o adelanto, es más relevante en la
modelación de la inflación no es un fenómeno inerte, pues de ello dependen las
recomendaciones de política. Existen numerosos estudios que encuentran mayor
relevancia en el forward-looking o adelanto, mientras otros le otorgan mayor
importancia al comportamiento backward-looking o rezago.6 En aras de conciliar
ambos criterios muchas veces su utiliza la especificación siguiente:
0 1 0 1(1 ) ( )et t t tEπ α π α π− += + − (6)
El componente inercial implica que los agentes esperan que en el período corriente
acontezca al menos la inflación acaecida en el periodo anterior. La introducción de
dicho elemento se debe a Milton Friedman y su significación dentro del modelo se
deriva del papel que desempeña en la determinación del salario real. Ciertamente, una
vez develado el fenómeno inflación por parte de los agentes en cualquier economía, el
mecanismo de determinación de precios incluye siempre al menos y en alguna medida
a este componente.
Por su parte, la proyección de la inflación hacia un período posterior 1(t tE )π + se
fundamenta en la Crítica de Lucas y su formulación de las expectativas racionales. De
acuerdo a este enfoque, los agentes son capaces de prever la inflación que
acontecerá en el próximo período a partir de sus conocimientos de la economía como
modelo.
6 Ver Zhang, Osborn y Kim (2007)
6
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*
La estimación de dicho componente podría definirse como:
1 1( ) (1 )t t t tE π μπ μ π+ −= + − (7)
siendo *tπ la inflación meta. En la medida en que μ es más cercano a uno, la meta
es menos creíble y la inflación depende más de la inflación pasada. Por el contrario en
la medida en que μ tiende a cero el banco central tiene una mayor credibilidad y
control sobre la inflación.
En la ecuación (1) se suele imponer homogeneidad dinámica: los coeficientes
asociados a los adelantos y rezagos de la inflación suman uno. De esta forma los
efectos de un desequilibrio ⎯proveniente tanto de shocks de demanda como de
oferta⎯ sobre la inflación serán permanentes. Esta condición asegura la verticalidad
de la curva en el largo plazo. El producto converge a su nivel potencial ante la perfecta
anticipación de la inflación.7
Las posibilidades de la política monetaria para mantener una meta inflación y realizar
políticas activistas estarán dadas por la existencia o no de homogeneidad dinámica, o
sea, por la disolución o persistencia de los efectos inflacionarios en el tiempo. Si los
agentes económicos son capaces de adaptar sus expectativas a cada nuevo nivel de
inflación, de forma tal que se genere un efecto permanente, entonces las autoridades
monetarias no podrán permitir la existencia de brechas positivas, pues el costo de
estas sería una inflación cada vez mayor.
En ocasiones, aunque con menos frecuencia, la restricción de homogeneidad
dinámica incluye al coeficiente del tipo de cambio. Tal es el caso del modelo estimado
para Brasil por Bogdanski, Tombini y Werlang (2000). De esta forma, en el largo plazo,
la inflación es un promedio ponderado de las variables nominales a la derecha de la
ecuación: rezagos y adelantos de la inflación, e inflación importada a través de las
variaciones del tipo de cambio, presentando así neutralidad ante la brecha.
La brecha es probablemente el componente más polémico de la ecuación. Implica que
cuando el producto corriente está por encima de su nivel potencial existen presiones
7 Ver Banco de Inglaterra (1999) y Banco Central de Chile (2003).
7
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tP
inflacionarias y viceversa; mostrándose así una relación positiva entre la inflación y el
producto.
El mecanismo de transmisión que hace posible tal relación es que, ante un aumento
de la producción, aumenta la demanda de trabajo, creando presiones a la subida de
los salarios y por tanto de los precios. El impacto o la elasticidad de los precios a la
brecha estarán determinados en el corto plazo por la magnitud del coeficiente de esta
última. Mientras mayor sea el coeficiente más flexibles serán los precios y por tanto
menos oportunidad tendrá la política monetaria de influir sobre el producto y el empleo.
En el largo plazo la persistencia del efecto dependerá en mayor medida de “la
memoria” de los agentes, o sea, de los coeficientes de la inflación rezagada.
El cálculo de la brecha depende del método de estimación del producto potencial.
Principalmente se utilizan dos métodos. Una función Cobb-Douglas, donde se estima
el punto óptimo de producción en función del factor trabajo, la tecnología y el capital. O
la extracción del componente tendencial de la serie a través de diversos filtros
econométricos, siendo el más utilizado el filtro de Hodrick–Prescott (HP).8
La serie que arroja el filtro HP es menos volátil que los datos corrientes y pasa
justamente por el centro de los mismos; es una tendencia estocástica que permite
captar las desviaciones de corto plazo de la economía. Estimar la brecha PIB corriente
menos PIB tendencial con el HP, es una forma de aproximar las desviaciones
temporales de la economía en función de las cuales se suele proyectar la inflación. La
sencillez en la aplicación de este filtro y su extendida utilización en los modelos de
inflación a nivel internacional, fundamentan su elección en el presente trabajo.
Para las autoridades monetarias de economías pequeñas y abiertas, el objetivo de
estabilización de precios adquiere una dimensión mucho más compleja, debido a la
alta vulnerabilidad a los shocks en el sector externo. Los mismos, son recogidos en el
modelo de inflación a través de las variaciones del tipo de cambio real. Este último se
define:
log( ) log( *) log( )t t ts e P= + − (8)
8 Misas y López (2001)
8
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donde et es el tipo de cambio nominal; Pt es una medida de los precios domésticos,
generalmente se utiliza el IPC; y Pt* representa los precios internacionales, en América
Latina se utiliza comúnmente el IPC estadounidense.
Diversos canales intervienen en el traspaso del tipo de cambio a los precios. Uno de
los más considerados para la modelización de la inflación es el efecto generado a
través del costo de los insumos. Ante una depreciación de la moneda nacional se
eleva el costo de los insumos importados y aumenta el nivel de precios de la economía
nacional.
3. Evolución de la inflación en Cuba: hechos estilizados
Hasta los años noventa la canasta familiar se obtenía casi por entero en mercados
minoristas estatales. En ese entorno, los precios regulados podían mantenerse al
margen de la coyuntura monetaria y los desequilibrios se traducían en movimientos de
la cantidad de dinero en poder de la población. No se daban episodios de alta inflación
en esas décadas sino los llamados excesos de liquidez.
A inicios de los años noventa se reabrió el mercado agropecuario, donde distintos
productores privados y cooperativos venden a precios no regulados. Del mismo modo,
se autorizaron actividades privadas por cuenta propia y mercados de productos
artesanales con igual lógica de precio. A raíz de la escasez generada por la crisis
económica, ganó también importancia el mercado informal. En consecuencia,
aparecieron en la población una mayor cantidad de precios que son determinados por
la oferta y la demanda, y pueden por tanto ajustarse en función de las condiciones
monetarias prevalecientes.
A principio de los noventas aconteció una hiperinflación en el mercado informal. Los
años de mayor incremento de precios en dicho mercado fueron 1991 con más de
150% y el año 1993 con más de 200%.9 En esos años el mercado formal se mantuvo
sin variaciones de precios.
Tal situación estuvo vinculada a la crisis económica y de los desequilibrios fiscales y
monetarios asociados. Desde 1990 el PIB se contrajo en un 34.8% en cuatro años. El
9 En CEPAL (1997) se presentan estimaciones de los precios y del tipo de cambio en el mercado informal en este período.
9
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presupuesto mantuvo los gastos en educación y salud, y crecieron los subsidios a las
empresas estatales para poder sostener el empleo. El déficit fiscal promedio de 1990 a
1993 fue de 24.9% del PIB. El déficit fiscal expandió la creación primaria de dinero. La
liquidez en poder de la población medida por el agregado monetario M2A creció a una
tasa promedio anual de 27.6%. El tipo de cambio del mercado negro superó los 100
pesos cubanos por dólar, cuando en 1989 se cotizaba alrededor de cinco pesos por
dólar.
A partir de 1994 los datos macroeconómicos muestran un punto de inflexión. Se
retoma el equilibrio fiscal, se controla el crecimiento de M2A y prácticamente se
congelan los salarios, se revalúa y se estabiliza el tipo de cambio, y la economía
empieza a tener tasas positivas de crecimiento.
En el gráfico No. 1 se muestra el porcentaje de variación anual del Índice de Precios al
Consumidor en pesos cubanos desde que se tienen estadísticas oficiales. Se nota que
la inflación no ha sido alta desde 1995, de hecho han ocurrido disminuciones del
promedio de los precios en algunos años. En el último período se destaca cierta
presión al alza de los precios con cuatro registros consecutivos por encima de 2%,
pero aún así se mantiene como promedio en los márgenes aceptados
internacionalmente como una inflación baja.
Gráfico No. 1: Índice de precios al consumidor (Porcentaje de variación)
-11.5
-4.9
1.92.9
-2.9 -2.3-1.4
7.3
-3.8
2.93.7
5.7
2.8
1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007
Fuente: Informe Económico del Banco Central de Cuba y datos de la ONE.
10
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De los datos de inflación presentados en el gráfico No. 1 hay dos cosas que llaman la
atención: la volatilidad de la inflación y la deflación.10 La variabilidad en la inflación
revela que la política monetaria no ha definido un objetivo claro sobre la inflación. De
hecho, las disminuciones de precios en ocasiones son bien vistas dado que mejoran el
valor real de los salarios y las pensiones. En cualquier caso, si bien el Banco Central
cada vez más preocupando por la inflación, la definición de una meta de inflación es
un tema pendiente para la política monetaria cubana.
4. Estimación de un modelo estructural de inflación para Cuba
Las características especiales de la economía cubana parecen no permitir aplicar la
Curva de Phillips tal cual se presenta en la teoría macroeconómica, pues no todos los
mecanismos teóricos que sustentan dicho modelo se adecuan a las especificidades de
los mercados en Cuba, en particular, la centralización, la segmentación y el control
sobre los niveles de salario. Sin embargo, es probable que dicha situación no anule
completamente la posibilidad de que, en un marco explicativo diferente, sean
relevantes o significativas en el proceso de conformación de la inflación algunas
variables del modelo convencional.
A continuación se verificará empíricamente, a través de los datos disponibles para la
economía cubana, la validez de la Curva de Phillips como modelo estructural de
inflación en Cuba.
De las distintas especificaciones que se comentaron anteriormente no tomamos para
el caso cubano la modelización de las expectativas como racionales. En el modelo de
expectativas de inflación de tipo racional es necesario que los agentes dispongan de
información acerca de la política monetaria, fiscal, entre otros indicadores
macroeconómicos y por supuesto se encuentren en condiciones de interpretarlos. En
Cuba la política económica en general ha seguido una estrategia de información
restringida, a lo que se adiciona la escasa experiencia de la población cubana en
interpretar las relaciones macroeconómicas. En el caso particular de la política
monetaria no es común encontrar en la prensa informaciones o análisis sobre el
comportamiento de la inflación o el IPC. Dicha situación convierte al adelanto de
inflación en un componente de difícil estimación.
10 En Vidal y Doimeadios (2003) se analizan los determinantes y los costos de la deflación en Cuba.
11
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4.1 Datos
Las variables utilizadas en este modelo se resumen en la tabla No. 1. Los datos son
anuales y corresponden al período 1980 – 2007. Las fuentes son los Anuarios
Estadísticos de la ONE (Oficina Nacional de Estadísticas), estimaciones presentadas
por la CEPAL (1997), así como ciertas transformaciones realizadas a los datos en
Vidal (2007).
Se trabaja con las variables en logaritmo para reducir la varianza y obtener las
elasticidades directamente. Tabla No. 1
Variables Definición Orden de Integración
LIPC Índice de Precios del Consumidor.
(Pondera los precios en moneda nacional
a la población en tres mercados: estatal,
agropecuario e informal.
Aproximadamente el 40% de su
composición representa los precios
regulados, correspondientes al sector
estatal)
I (1)
( LPIB - LPIB* ) Brecha entre el Producto Interno Bruto
corriente y la tendencia extraída mediante
Hodrick-Prescott.
I (0)
LTC Tipo de cambio de Cadeca
(tipo de cambio para el sector de la
población, del peso cubano con respecto
al dólar y al peso convertible)11
I (1)
Previamente a la modelación, se prueba a través del test de Dicky-Fuller la
estacionariedad de cada variable en logaritmo. Exceptuando la brecha producto, que
es estacionaria, el resto de las variables son integradas de orden 1, por lo que son
incluidas en el modelo en primera diferencia. De esta forma, se elimina el riesgo de
11 Hasta marzo del 2005 un cuc equivalía a un usd.
12
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realizar regresiones espurias y se conserva la especificación del modelo teórico, el
cual expresa las variables como tasas de variación.
4.2 Modelo empírico
La estimación que se realiza con los estimadores Mínimos Cuadrados Ordinarios
(MCO) de la Curva de Phillips es la siguiente:
)(58.0*)(91.0)(28.003.0)( 1 TCDLogLogPIBLogPIBIPCDLogIPCDLog +−−+= −
(1.4837) (3.2755) (-2.3908) (8.1406)
Los t-valores presentados debajo de cada coeficiente tienen la corrección de White
para heteroscedasticidad.
Las variables explicativas propuestas son significativas: la inflación posee un
componente inercial, depende de las desviaciones temporales del producto, así como
del tipo de cambio. El modelo posee una R2 de 0.88 y se pudo verificar el
cumplimiento de los supuestos de los estimadores MCO.
Sin embargo, el signo del coeficiente de la brecha producto resultó negativo, difiriendo
del signo positivo que propone el modelo teórico de referencia.
El signo positivo que debe presentar el coeficiente asociado a la brecha se explica
teóricamente a través del mercado laboral, la determinación de los salarios a partir del
nivel de desempleo y la valoración de los mismos para la determinación de los
precios. Como se constata en la lógica de los modelos macroeconómicos
estructurales de pequeña escala, los desequilibrios de demanda impactan en el lado
de la oferta como un incentivo al aumento de la producción y empleo, y es aquí donde
se determina el ritmo y la magnitud de la inflación, a partir de las rigideces de los
contratos salariales.
Sin embargo, la economía cubana posee un mercado laboral diferente, desarrollado
mayoritariamente en el sector estatal, en el cual el salario es una variable exógena
que no depende del nivel de ocupación o producción. Las empresas no deciden el
nivel de los salarios sino que son determinados centralmente por el estado. Además,
una contracción del PIB no tiene que ir acompañada de una disminución de la
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demanda, pues el estado interviene para que no caiga el empleo y el nivel de salarios.
En dicho contexto queda anulado el mecanismo de transmisión convencional
explicado que conecta a la brecha producto con la inflación.
En el período de estimación esta relación inversa se fortalece durante la crisis a
inicios de los años noventa. En 1991-1993 coexistió una abrupta caída del producto
(aumento de una brecha negativa) con aceleración de la inflación (ver gráfico No. 2).
La disminución del PIB no llevó a una contracción del empleo y de la demanda; el
estado, en un intento de controlar los efectos de la crisis hacia el empleo, subsidió a
un gran número de empresas para que continuaran operando a pesar de sus
condiciones de irrentabilidad. En esos años se produce más bien una expansión de la
demanda causada por la continua monetización de un déficit fiscal.12
Gráfico No. 2: Inflación y Brecha del Producto
-0.2
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
1.2
80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06
InflaciónBrecha
Fuente: Elaboración propia
4.2.1 Modelos alternativos
Como el empleo y el salario son manejados centralmente por el estado, estos pueden
moverse independientemente del PIB. Por tanto, el PIB no constituye una buena
medida de la demanda. Adicionalmente, se debe tomar en consideración las
segmentaciones que existen en los mercados en Cuba entre el segmento empresarial
y el segmento de la población. La demanda de consumo de la población ⎯que es la
12 Ver Vidal (2007)
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que finalmente presiona la inflación⎯puede moverse con cierta autonomía de la
actividad empresarial estatal.
Es por ello que se decide aproximar la demanda tomando otros indicadores de
ingresos de la familia cubana diferentes al PIB. En una primera variante del modelo se
consideraron los salarios y en una segunda variante se tomó un indicador más amplio
de ingresos.
Con ello no se está construyendo una especificación completamente distinta de la
curva de Phillips sino considerando otra medida de ingreso y de demanda diferente
del PIB para construir de forma diferente la brecha que efectivamente presiona la
inflación. No obstante, deberá efectuarse en el futuro un esfuerzo teórico para
fundamentar y explicar más ampliamente las nuevas especificaciones que se utilizan
para la estimación empírica de los determinantes de la inflación en Cuba.
Como se dispone del salario medio usamos entonces para construir la brecha la
productividad media en lugar del PIB potencial. Queda entonces como medida de
exceso de demanda la diferencia entre la variación de los salarios y la variación de la
productividad. Llegamos así a la medida de equilibrio macroeconómico más usado por
la política económica en Cuba con el fin de decidir los aumentos de salarios del sector
estatal. Esto es, las autoridades económicas en Cuba parecen tener una regla de
política para el manejo centralizado de los salarios mediante la cual deciden los
aumentos generales de salarios siempre que estén respaldados por incrementos de la
productividad. Esta es la manera centralizada de conservar el equilibrio entre la oferta
y la demanda ante la ausencia de un mercado de trabajo. Por tanto, el modelo que
estimamos a continuación tiene la utilidad de que contiene esta regla de política.
Se toma la serie anual del salario medio y la productividad del trabajo, definiendo a
esta última como el PIB a precios constantes del 97 entre el total de trabajadores.
Igualmente la muestra comprende el período 1980-2007, y la fuente de la cual fueron
extraídas son los Anuarios Estadísticos de la ONE. Comprobando la estacionariedad
de ambas series en logaritmo se detecta la presencia de raíz unitaria, por lo que serán
incluidas en el modelo en primera diferencia.
En el gráfico No. 3 se aprecia que la nueva medida de brecha no presenta una
relación negativa en el período 1990-1993.
15
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Gráfico No. 3: Inflación y Brecha Alternativa (Salario – Productividad)
-0.2
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
1.2
80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06
InflaciónBrecha A
Fuente: Elaboración propia
La estimación del modelo con la brecha alternativa arroja el siguiente resultado:
DLTCodDLDLSalDLIPCDLIPCDLIPC 52.0)Pr(64.018.032.001.0 21 +−+++−= −−
(-0.4649) (3.3817) (2.1063) (1.0787) (6.2938)
Previamente, se comprobó la significación de diferentes combinaciones de rezagos. La
inclusión de un segundo rezago en la inflación mejoró la bondad de ajuste así como el
cumplimiento de los supuestos.
En la nueva especificación la brecha sí tiene el signo correcto. En los t-valores entre
paréntesis se aprecia que la brecha no es significativa, sin embargo, ello parece
deberse a la multicolinealidad. Dicha variable presenta una alta correlación
contemporánea con el tipo de cambio; cuando se saca el tipo de cambio del modelo la
brecha sí resulta significativa.
El R2 indica que estamos en presencia de un modelo que logra un alto ajuste: los
cambios en la inflación son explicados en un 85% por el conjunto de variables
explicativas. Además se verificaron los supuestos de los estimadores MCO.
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Como el salario es sólo una porción del total de ingresos de la familia cubana se
decide estimar un nuevo modelo tomando en cuenta una mayor parte de los ingresos
de la población. Los datos de ingresos se toman del Balance de Ingresos y Egresos
Monetarios de la Población que proporciona el Anuario Estadístico de la ONE. En los
ingresos de este Balance se incluyen el salario, las jubilaciones y pensiones, los
ingresos de los cooperativistas, así como, de campesinos privados, del sector privado
no agropecuario y de las UBPC. Adicionalmente, contiene los ingresos en divisas de la
población cambiados en las casas de cambio.
Así, se estima un nuevo modelo utilizando la brecha entre el ingreso medio por
ocupado y la productividad del trabajo. Previamente se prueba mediante el test de
Dickey-Fuller la estacionariedad de la brecha como variable, y se detecta la presencia
de raíz unitaria. Esta se incluye en el modelo en primera diferencia.
El resultado de la estimación con los estimadores MCO es el siguiente:
1 20.03 0.39 0.18 0.92 ( Pr ) 0.42DLIPC DLIPC DLIPC D LIng L od DLTC− −= − + + + − +
(-1.3834) (3.8703) (1.6350) (2.2752) (5.0955)
Todos los coeficientes tienen los signos esperados y son significativos, incluyendo la
brecha. El R2 es de 0.89 y se verifica el cumplimiento de los supuestos de los MCO.
En la tabla 2 se resumen los estadísticos fundamentales de cada modelo. Queda
descartado el modelo convencional por presentar un signo no acorde al modelo
teórico.
Tabla No. 2 Modelos R2ajustado Akaike SE Regr. Log Lik.
Brecha Salario - Productividad 0.85 -1.58 0.10 24.72
Brecha Ingreso - Productividad 0.89 -1.79 0.09 26.50
Fuente: Elaboración propia
Realizando una comparación entre los modelos propuestos a partir de los estadísticos
presentados, el mejor modelo de acuerdo al valor R2 es el que contiene la brecha
ingreso por ocupado – productividad, que alcanza explicar el 89% de los cambio
ocurridos en la inflación y cuyo error estándar se encuentra por debajo del 10%. De
igual forma, presenta un menor Akaike y un mayor valor de verosimilitud.
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BOLETÍN CUATRIMESTRAL, Agosto 2008
5. Análisis de los resultados
El análisis de los resultados se realiza en base al mejor modelo estimado.
En primer lugar, se verifica que en Cuba la inflación está determinada por la inercia
inflacionaria, el traspaso del tipo de cambio y el exceso de demanda determinado por
la relación existente entre los ingresos de las familias y la productividad del trabajo.
En la siguiente tabla se resumen las elasticidades de la inflación a cada variable
explicativa. Se computa además el efecto total acumulado que dicha variación
generará en el largo plazo mediante los rezagos de la inflación.
Tabla No. 3
Elasticidad Corto Plazo
Elasticidad Largo Plazo
Rezago (1) 0.39 %
Rezago (2) 0.18 %
(Ing - Prod) 0.92 % 2.15 %
TC 0.42 % 0.97 %
Fuente: Elaboración propia
La elasticidad a la brecha es mayor que al tipo de cambio. El efecto traspaso del tipo
de cambio no llega a ser completo en el largo plazo aunque se aproxima bastante.13
Como ha sido explicado, si la suma de los coeficientes de los rezagos de inflación
suman uno hay homogeneidad dinámica: los efectos de cualquier shock aislado se
reproducirán de forma permanente en el tiempo. Así, de existir homogeneidad
dinámica toda expansión de la demanda agregada tendría efectos irreversibles sobre
la inflación, por lo que sería completamente incompatible mantener una inflación
pequeña y estable en el tiempo junto a una política monetaria activa.
A través de la prueba de Wald se contrasta la restricción de que los coeficientes
asociados a los rezagos de la inflación sumen 1. Esta la tabla No. 4 se observa que
13 Para un análisis del traspaso del tipo de cambio en Cuba ver Hernández, Chuairey y Rosales (2004).
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dicha hipótesis es rechazada. Ello indica que las variaciones de la brecha y el tipo de
cambio no generan efectos permanentes.
Tabla No. 4 Test de Wald
Restricción 132 =+αα
F-statistic Valor (26.46577) Probabilidad (0.0001)
Chi-square Valor (26.46577) Probabilidad (0.0000)
Fuente: Elaboración propia
En el gráfico No. 4 se construye la función impulso–respuesta entre la brecha y la
inflación para ilustrar la disolución de los efectos de una brecha positiva. Se observa
como van disminuyendo a través del tiempo los efectos inflacionarios de una brecha
positiva del 1% acontecida en el año 1.
Gráfico No. 4: Función Impulso Respuesta de la Inflación ante un shock de 1% en la brecha
Efectos de una Brecha Aislada
0.000.100.200.300.400.500.600.700.800.901.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Inflación
Fuente: Elaboración propia
De esta forma puede afirmarse que en Cuba es posible mantener un margen
constante de crecimiento de los ingresos por encima de la productividad junto a una
inflación estable.
Mediante un ejercicio de equilibrio dinámico se tiene como resultado que: si las
autoridades monetarias se plantearan como meta una tasa de inflación del 2% de
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forma constante a través del tiempo, esta sería completamente compatible con una
brecha constante de ingresos – productividad del 0.9%, con tipo de cambio fijo:
%2)0(42.0%)9.0(92.0%)2(18.0%)2(39.0 =+++=π
Si se realizara un ejercicio similar con el modelo que contiene la brecha salario medio
– productividad, manteniendo el resto de los ingresos constantes, se obtendría que
una meta inflación del 2% es compatible con un incremento sostenido del salario del
1.56% por encima de la productividad del trabajo.
Una regla de este tipo, posibilita continuar con la política actual de aumentos de
salarios y otros ingresos de la población, de manera tal que se incentive la
productividad sin afectar la estabilidad monetaria.
Sin embargo, la posibilidad de hacer efectiva dicha regla de política depende en gran
medida además, de la disponibilidad de reservas internacionales e ingresos externos
que permitan defender la estabilidad del tipo de cambio ante las presiones que sobre
la demanda de divisas ocasiona la persistencia de una brecha positiva constante. Las
familias tienen la posibilidad de destinar parte del exceso de demanda en moneda
nacional a la adquisición de divisas y pesos convertibles. Ello además se agudiza con
la dualidad monetaria: parte de la canasta de consumo se realiza en los mercados en
pesos convertibles.
La situación de las finanzas externas y el comercio exterior se presentan por tanto
como otros determinantes macroeconómicos de la inflación, mediante la regulación
que estos permiten realizar del tipo de cambio. De no existir dicho respaldo, las
autoridades monetarias se verían presionadas a realizar una devaluación,
acrecentando las presiones inflacionarias.
5. Conclusiones En el presente trabajo se encontró que la especificación convencional de la Curva de
Phillips no puede ser utilizada como un modelo estructural de inflación para la
economía cubana. Sin embargo la invalidación de este modelo solo se realiza de
forma parcial, puesto que se comprueba la significación de algunos de sus
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componentes tales como la inercia inflacionaria, el tipo de cambio, así como una
medida alternativa de la brecha o exceso de demanda.
Las estimaciones sugieren que los determinantes fundamentales de la inflación en
Cuba se concentran en los ingresos de la población, en la productividad del trabajo y
en el equilibrio entre estos dos factores; además de la influencia del tipo de cambio y
la inercia en el proceso de inflación.
La ausencia de homogeneidad dinámica hace posible mantener un margen constante
de crecimiento de los ingresos por encima de la productividad junto a una meta de
inflación baja. Ello le da un margen a la política monetaria y en especial a la posibilidad
de ir paulatinamente expandiendo los salarios.
No obstante, la posibilidad de llevar a cabo una política de este tipo depende en gran
medida de la disponibilidad de reservas internacionales e ingresos externos que
permitan defender el tipo de cambio fijo ante las presiones que sobre la demanda de
divisas ocasiona la persistencia de una brecha positiva constante.
El modelo estimado puede servir para realizar ejercicios de simulación de políticas con
vistas a programar los aumentos centralizados de salarios en correspondencia con el
incremento esperado de la productividad, la expansión de otras fuentes de ingresos
alternativos al salario, la inercia inflacionaria y el tipo de cambio. Ello contribuiría a
evitar los episodios que se han observado en el pasado de deflación y volatilidad de la
inflación asociados a una política discrecional y correctiva de los desequilibrios
pasados. Ayudaría a transitar hacia una política económica más preventiva, menos
restrictiva con los salarios y que conserve una tasa de inflación positiva estable en el
tiempo.
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BOLETÍN CUATRIMESTRAL, Agosto 2008
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