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37 CAPÍTULO 2 ¿QUÉ ES EL DESARROLLO RURAL? 1.- EL DESARROLLO RURAL El desarrollo rural es un proceso localizado de cambio social y crecimiento económico sostenible, que tiene por finalidad el progreso permanente de la comunidad rural y de cada individuo integrado en ella (VALCÁRCEL-RESALTS 1992). Puede entenderse en un sentido básico como la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de los espacios rurales GÓMEZ OREA (2002) fija como objetivos la mejora de la calidad de vida de los habitantes del medio rural, que a su vez implica el incremento de los niveles de renta, la mejora en las condiciones de vida y de trabajo y la conservación del medio ambiente (figura 2.1). Figura 2.1.: Objetivos del desarrollo rural (GÓMEZ OREA 2002). SANCHO COMINS et al (2002) y GONZÁLEZ DE CANALES (2003) concretan posteriormente esta definición y afirman que es “el proceso endógeno que se genera en el territorio de forma global e intersectorial y que exige la participación activa de la propia población en un proceso apoyado en la acción subsidiaria de las administraciones y de otros agentes externos. Mediante este proceso se pretende una mejora de las condiciones de vida y trabajo que lleve consigo la creación de empleo y riqueza, compatible con la preservación del medio y el uso sostenible de los recursos naturales. 1.1 Origen del desarrollo rural Se cree que el concepto de desarrollo rural surge en Francia en torno al año 1965, y se basa en los conceptos de capacidad de aprendizaje y organización si bien tiene antecedentes norteamericanos anteriores. En dicha década, el desarrollo convencional, que relegaba a la población a una condición pasiva o de NIvel de renta Condiciones de vida y de trabajo Calidad ambiental Calidad de vida
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CAPÍTULO 2

¿QUÉ ES EL DESARROLLO RURAL?

1.- EL DESARROLLO RURAL

El desarrollo rural es un proceso localizado de cambio social y

crecimiento económico sostenible, que tiene por finalidad el progreso permanente de la comunidad rural y de cada individuo integrado en ella (VALCÁRCEL-RESALTS 1992). Puede entenderse en un sentido básico como la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de los espacios rurales GÓMEZ OREA (2002) fija como objetivos la mejora de la calidad de vida de los habitantes del medio rural, que a su vez implica el incremento de los niveles de renta, la mejora en las condiciones de vida y de trabajo y la conservación del medio ambiente (figura 2.1).

Objetivos del desarrollo

Figura 2.1.: Objetivos del desarrollo rural (GÓMEZ OREA 2002).

SANCHO COMINS et al (2002) y GONZÁLEZ DE CANALES (2003) concretan posteriormente esta definición y afirman que es “el proceso endógeno que se genera en el territorio de forma global e intersectorial y que exige la participación activa de la propia población en un proceso apoyado en la acción subsidiaria de las administraciones y de otros agentes externos. Mediante este proceso se pretende una mejora de las condiciones de vida y trabajo que lleve consigo la creación de empleo y riqueza, compatible con la preservación del medio y el uso sostenible de los recursos naturales.

1.1 Origen del desarrollo rural

Se cree que el concepto de desarrollo rural surge en Francia en torno al año 1965, y se basa en los conceptos de capacidad de aprendizaje y organización si bien tiene antecedentes norteamericanos anteriores. En dicha década, el desarrollo convencional, que relegaba a la población a una condición pasiva o de

NIvel de renta Condiciones de vida y de trabajo Calidad ambiental

Calidad de vida

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simple espectadora, se vería aplazado por una nueva concepción del desarrollo: el desarrollo comunitario1.

La referencia más remota al desarrollo comunitario, tuvo su origen en un programa de promoción del Valle de Tennessee (Estados Unidos), iniciado en el año 1934 a propuesta de la T.V.A. (Autoridad del Valle del Tennessee), organismo público creado por el congreso de los EEUU. Con la mediación de la T.V.A. y, a lo largo de 10 años, el Valle alcanzó un elevado nivel de desarrollo. Pero lo insólito de esta iniciativa no consistió tanto en los resultados, como en el hecho de que fuera la población del Valle, la que tomara a su cargo una parte considerable de las acciones de desarrollo.

La resonancia de esta primera iniciativa y de otras experiencias posteriores fue importante. A partir de ese momento, los gobiernos de varios países comprendieron el interés de aplicar experiencias de similar formulación a sus respectivos territorios. El punto de partida fue siempre la constitución de un Grupo Promotor del Desarrollo, compuesto por personas físicas y jurídicas del área geográfica interesada. La misión del Grupo era promover y apoyar iniciativas de desarrollo diversas, en las que la población asumiera las responsabilidades inherentes a su concepción y materialización (HERREROS ROBLES 1990).

1.2 Objetivos del desarrollo rural

El concepto de desarrollo rural implica múltiples dimensiones (SANCHO COMINS et al 2002): por una parte potenciar de la propia condición humana, crecimiento en formación cultural, técnica y organizativa de los agricultores, y por otra lograr mejoras productivas, aumento de rendimientos y obtención de recursos en un mismo espacio conmemores esfuerzos; todo ellos desde una mentalidad que procure la conservación del entorno y el uso de técnicas y sistema de producción respetuosos con el legado histórico y la propia condición del medio natural.

El desarrollo rural pretende reestructurar el sistema económico rural mediante estrategias de desarrollo empresarial basado en las capacidades del territorio. GONZÁLEZ DE CANALES (2004) lo concibe como la capacidad que tienen las personas en un territorio de movilizarse asumiendo el protagonismo de asegurar su futuro, procurando la máxima integración de los actores locales, organizándose en partenariado local capaz de asumir acciones de desarrollo de forma corresponsable con las administraciones públicas, capitales e iniciativas de I+D+I innovadoras.

SANCHO COMINS (2002) diferencia dos tipos de ideas que conforman el desarrollo rural, las de procesos y las de contenido. El Desarrollo Rural es un

1 El desarrollo comunitario acentúa la participación local en el proceso de mejora de sus condiciones de vida (ver capítulo 6). No obstante, en la actualidad, el desarrollo rural presenta múltiples acepciones -endógeno, integrado, sostenible-, en función de los aspectos que quieran ponerse de manifiesto en cada caso.

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proceso en la medida en que constituye una acción que tiene una duración y abarca un tiempo determinado; y que se caracteriza por ser global, participativo, endógeno y subsidiario. Por otro lado tiene unos contenidos ineludibles que cumplir: fortalecer la formación del agricultor, potenciar la I+D, mejorar las condiciones de vida, crear empleo, diversificar los recursos económicos y hacer compatible todo ello con una sostenibilidad el medio ambiente.

La figura 2 muestra un ideograma de este concepto de desarrollo rural. El desarrollo necesita partir de varios presupuestos, ha de ser integrado, participativo, endógeno y subsidiario. Integrado implica la incoherencia de planteamientos aislados territorialmente y sectorialmente sin perspectivas integradoras: Participativo porque exige que parta de de un respeto a la iniciativa personal y de los grupos que vayan a desarrollar las acciones locales. Endógeno por cuanto parte de apoyarse en los propios recursos y valorar sus potencialidades inherentes al medio; y subsidiario en cuanto a que la acción externa procedente de las Administraciones Públicas o de los agentes privados, una vez desencadeno el proceso de desarrollo, deben adoptar una actitud de mero acompañante sin restar el mínimo protagonismo a los habitantes del mundo rural.

Figura 2.2: Ideograma de desarrollo rural (SANCHO COMÍNS et al 2002).

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Respecto a los contenidos cabe señalar los siguientes aspectos para cada una de las acciones (SANCHO COMINS 2002):

• Calidad de vida: Debe realizarse bajo un triple perspectiva, dotar al mundo rural de las infraestructuras y servicios necesarios, dar la cohesión económica y social y procurar la recuperación del prestigio social y los valores del medio rural ante una sociedad netamente urbana.

• Creación de empleo: Debe promocionar el empleo de jóvenes, desarrollar una verdadera política de ayuda a la mujer y diseñar planes de formación permanente.

• Diversificación económica: debe buscarse la plurifuncionalidad de los territorios generando diversas ofertas tales como la producción agraria, el recreo y turismo, la agroindustria, la artesanía, la restauración, la valorización ambiental…

• Sostenibilidad: el desarrollo no debe poner en peligro los recursos para generaciones futuras, sino más bien, y en concreto el desarrollo de la actividad agraria, tener entre sus objetivos cuidar el paisaje y mantener el espacio natural de un modo que dichos valores.

• I+D: La investigación y el desarrollo de nuevos productos así como la adaptación del mundo agrario a las nuevas tecnologías es fundamental para no genera una brecha con los entornos urbanos e impedir la marginación del espacio rural.

A estos componentes puede añadírsele uno más, la educación para el desarrollo rural y la solidaridad. La educación para un desarrollo local global, democrático2, complejo, solidario, sostenido y sostenible, planificado según la demanda comunitaria se concibe, es una modalidad de educación social, cuya finalidad es ayudar a crecer, como persona, a cada uno de los individuos que integra la comunidad para que sea un elemento activo, capaz de participar, organizadamente con otros en lo que todos consideran un bien común. Este crecimiento, propiamente humano, tiene otro nombre que lo designa operativamente, y que no es otro que aprender. El crecimiento resulta al fin un asunto personal. Pero si el crecimiento es de incumbencia de cada uno, de modo que en este punto nadie puede sustituir a otro, lo que sí es posible y, a la vez, requerido, es ayudar a crecer (POLO 1996).”

ORDUNA y NAVAL (2002) señalan cómo en los países en desarrollo, especialmente la educación para ser eficaz debe ser puesta en marcha en el ámbito más cercano a las personas: el local o comunitario; y proponen como forma de luchar contra la pobreza, una educación que, desde la infancia, prepare a los individuos para actuar de forma libre, comprometida y responsable en la mejora de las condiciones de vida que le rodean. Cuánto más 2 GONZALEZ DE CANALES (2004 comunicación personal) afirma que las poblaciones rurales que han tenido un proceso de desarrollo local participativo acaban siendo más conscientes del significado de la democracia y habituados a su ejercicio que otros habitantes , constituyéndose en sus primeros defensores.

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crezca cada miembro de la comunidad como persona, más activamente podrá luchar contra la pobreza y a favor de su propio desarrollo y el de sus convecinos.

Frente al viejo refrán ”no me des un pez, enséñame a pescar”, la educación para el desarrollo rural no debe entenderse sólo como “aprender a pescar”, sino que debe ir más allá. Una vez resuelta la necesidad física, es fundamental valorar la pesca que pescar en sí, comprender porque es importante, que implicaciones tiene y tener razones para pescar cada vez mejor. Asumir el desarrollo local como labor propia del crecimiento humano y sentir orgullo por la propia actividad, son condiciones todas ellas necesarias para crecer, adquirir una madurez que permita a un territorio vivir por si mismo, liberarse en el sentido amplio de la palabra.

Señalan VICENTE y CHOZA (1993) que la mayoría de las situaciones de falta de libertad que no pueden superarse autónomamente pueden caracterizarse como situaciones de miseria; y señalan ORDUNA y NAVAL que la miseria es “aquella situación en la que el hombre queda reducido a una dinámica mecánica y automática, en la que no puede crecer”. Miseria es no poder salir de la pobreza; de ahí que se necesite la liberación de ella: quitar los obstáculos que impiden la libertad y el crecimiento. Por ello, liberar significa ayudar a superar la falta de bienes y recursos económicos, jurídicos, culturales, políticos, afectivos, morales o religiosos, la ignorancia, la pobreza, la falta de propiedad y de trabajo, la opresión política, la ausencia de libertades, la depravación, la inseguridad, la enfermedad, la soledad o el odio: Por ello la libertad es en primer lugar educación.

Una comunidad libre y educada en la solidaridad y el apego a lo propio, en el gusto por su propio territorio y confiada de si misma tiene razones y capacidad para generar empleo, cuidar el entorno, diversificar la economía o encontrar interés por la investigación y la innovación sobre lo que valora, lo propio.

1.3 ¿Es diferente el desarrollo rural europeo del iberoamericano?

El desarrollo rural no se entiende de la misma manera en ámbitos tan diversos como el europeo y el latinoamericano. Ni siquiera el concepto de “rural”. Si bien las recientes evoluciones en América Latina - desde el desarrollo agropecuario hasta el desarrollo sostenible - tienen cierto parecido a las que tuvieron lugar en los países de la UE hace ya algunos años (YAGÜE et al, 2003), el concepto de desarrollo rural adquiere matices diferentes según se planteé en países desarrollados o con altos índices de pobreza rural.

En la actualidad en Europa el los objetivos del desarrollo rural son3:

3 Propuesta de Ley de Ordenación agraria y desarrollo Rural, en SANCHO COMINS et al (2002).

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1) aumentar la competitividad de los productos agrícolas comunitarios en el mercado interior y mundial;

2) integrar en mayor medida las consideraciones medioambientales y estructurales en la aplicación de la política agrícola común;

3) garantizar ingresos justos a los agricultores;

4) simplificar la normativa agrícola y descentralizar su aplicación;

5) mejorar la seguridad alimentaria;

6) reforzar la posición de la Unión en la próxima ronda de negociaciones en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC); y

7) estabilizar los gastos agrícolas al nivel de 19994.

En países en desarrollo, en los que la miseria rural se asocia generalmente a la devastación de los recursos naturales en un círculo vicioso de pobreza y degradación social ambiental, las estrategias de desarrollo rural endógeno pretenden romper dicho círculo.

Ante la escasa ayuda nacional e internacional hacia el mundo rural, el desarrollo se tiene que basar casi exclusivamente en las propias capacidades del territorio y sus habitantes. Así, algunas instituciones hablan de una Nueva Ruralidad en América Latina, basada en conceptos como desarrollo humano, capital social y crecimiento económico con equidad. El desarrollo rural comienza a tener un claro enfoque territorial, con una importancia cada vez mayor de la cohesión social. Por otro lado, el empleo rural no agrícola constituye, cada vez más, una fuente de ingresos nada despreciable para el conjunto de los agricultores latinoamericanos, aunque la tasa de población activa agraria esté muy lejos de la que actualmente tiene Europa. Así a pesar de las divergencias en cuanto a citaciones de partida, la agricultura latinoamericana es, pues, cada vez más multifuncional y su diversificación hacia “lo rural”, lo mismo que la búsqueda de sinergias con “lo urbano”, tiene también una cierta influencia de algunas experiencias europeas (YAGÜE et al, 2003).

El desarrollo rural definido en un sentido amplio, territorial y multisectorial, abarca diversas actividades complementarias, entre otras el aumento de la competitividad agroalimentaria, el desarrollo social rural, y el manejo sostenible de los recursos naturales. Por ello, ya sea en Europa, donde el objetivo general que persigue es lograr un aumento de la calidad de vida rural y la cohesión territorial; o en países en desarrollo en los que el objetivo es superar la miseria rural, los conceptos sobre los que se asienta rural pueden ser igualmente válidos. En ambos casos el desarrollo rural exige considerar conceptos de formación, satisfacción de las necesidades básicas de la población, preservar el medio natural y su biodiversidad, recuperar y fomentar las señas de identidad, educar en el afecto por lo propio, conservar en lo posible la agricultura

4 Agenda 2000: Por una Unión mas fuerte y más amplia.

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tradicional y la explotación familiar agraria, potenciar la figura del líder local, valorar los recursos locales, trabajar en red, comunicar resultados o fomentar la investigación y el desarrollo aplicado.

En ambos caos el desarrollo rural debe partir de la iniciativa local y ser apoyado desde las instituciones públicas así como por inversiones exteriores y locales. La clave de su éxito es poder conjugar estos factores. Para ello, las políticas de desarrollo rural han de apoyar un protagonismo local que se puede alentar pero no inventar desde fuera, y cuya última clave de éxito radica en las personas que viven en un territorio, en su capacidad de ser y considerarse libres, en su autoestima y confianza, en su deseo de cambio y desarrollo. Su movimiento es el motor del desarrollo. Así lo pone de manifiesto el caso práctico de este capítulo.

2.-DESARROLLO RURAL EN EUROPA

2.1 El ámbito rural en Europa y su desarrollo

Las zonas rurales de la Unión Europea se enfrentan a una serie de problemas que pueden poner seriamente en peligro su futuro, como por ejemplo, el envejecimiento de la población y el éxodo rural, que persisten en algunas regiones, o la pérdida de empleos. No obstante cabe señalar que algunas regiones han resuelto con éxito tales dificultades, puesto que han conseguido poner en marcha una dinámica territorial que revela su capacidad para encontrar nuevas soluciones a los retos a los que se enfrentan5.

El desarrollo rural sostenible debe ponerse en el primer lugar de la agenda de la Unión Europea, y convertirse en el principio fundamental que guíe toda la política rural en el futuro inmediato y después de la ampliación. El objetivo es invertir la emigración rural combatiendo la pobreza, estimulando el empleo y la igualdad de oportunidades, y respondiendo a las crecientes solicitudes de mayor calidad, sanidad, seguridad, desarrollo personal y ocio, y mejorando el bienestar rural. La necesidad de preservar y mejorar la calidad del medio rural debe integrarse en todas las políticas comunitarias que se refieran al desarrollo rural. Debe haber un equilibrio más justo entre las áreas rurales y urbanas en lo referente al gasto público, a las inversiones en infraestructuras, en educación, servicios sanitarios y comunicaciones. Cada vez deberán utilizarse más recursos para promover el desarrollo rural y asegurar los objetivos medioambientales6.

La Unión Europea ha adoptado tres Iniciativas Comunitarias de Desarrollo Rural: Leader I (90-94) y Leader II (95-99), que en España han

5 Comunicación 2000/C 139/05 LEADER+. DOCE de 18-05-00. 6 Declaración de Cork

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motivado la propuesta del programa PRODER, y ahora la Iniciativa Leader + (2000-2006), (en España, además el programa Proder II), el nuevo Reglamento de Desarrollo Rural (Conferencia Berlín, Agenda 2000) y debatiéndose el nuevo fondo para el Desarrollo Rural FEADER. Conferencia de Salzburgo (2003).

Con las iniciativas comunitarias de desarrollo rural, la Comisión pretende la movilización de los agentes locales, la aplicación de un enfoque territorial, la diversificación de la economía rural y, con ello, mejorar la calidad de vida de la población, crear nuevos empleos, y contribuir al equilibrio demográfico de la Unión.

Con el Reglamento, la Unión se propone integrar lo agrario y, en particular a los agricultores, en los procesos de desarrollo rural sobre la base de la multifuncionalidad. Este espacio capaz de abordar una diversidad de opciones deberá proceder, en los próximos años, a una adaptación de su estructura socioeconómica, con objeto de dar respuesta a nuevos retos y limitaciones derivados de:

- los cambios que se han producido en el sector agrario a raíz de la reforma de la política agraria común, y de las crecientes exigencias de los consumidores en materia de calidad y seguridad de los productos alimentarios

- una toma de conciencia cada vez más generalizada de los problemas medioambientales

- una integración cada vez mayor de la economía mundial - una aceleración en el empleo y la difusión de las nuevas tecnologías.

En el caso de las zonas rurales, es cada vez más evidente que la

creación o el mantenimiento de productos y servicios competitivos y duraderos sólo podrá conseguirse mediante la valorización de los recursos propios de cada territorio, a través de una actuación integrada mediante una estrategia territorial oportuna y adecuada al contexto local7.

2.2 Evolución de las políticas de desarrollo rural en Europa

Las políticas de desarrollo rural en Europa son fruto de la Política Agraria Comunitaria. Ésta desde su creación ha tenido distintos objetivos. El artículo 39 del Tratado establecía incrementar la productividad agrícola. Posteriormente, y ante la aparición de excedentes alimentarios fruto del éxito de dicha política, de los problemas mundiales que generaban y siguen generando las políticas de subvenciones directas a la agricultura8 (ver tabla 2.1), se pasaría a imponer

8 Cuando las subvenciones directas a la producción se convierten en mecanismos permanentes pueden generar distorsiones de mercado, especialmente cuando el productos en cuestión puede ser producido bajo dicho régimen de ayudas en algún lugar del mundo mientras que es producido en otros sin dicho régimen. Las desigualdades para los productores -unos se acostumbran a producir por encima del precio de mercado mientras que otros están obligados a hacerlo por debajo con grandes barreras reacceso a mercados internacionales-, generan no sólo círculos viciosos de pobreza para quienes no tiene ayuda sino también ineficiencias para

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medidas restricciones cuantitativas sobre la oferta y a considerar el mundo rural como lugar no solo a partir del cual garantizar la producción alimentaria europea, sino como valor en sí en cuanto a sus recursos humanos, naturales y culturales, a partir de los cuales desarrollar su potencial empresarial y turístico.

En 1988, la Comisión recogía en el documento “El Futuro del Mundo Rural” la voluntad financiera de la UE de apoyar las políticas de desarrollo rural y definía las bases de dicho desarrollo: la utilización de los recursos insuficientemente aprovechados, en buena parte por la ausencia de estructuras de participación y trabajo con el fin de diversificar las actividades económicas más allá de la actividad agraria. Ese mismo año, la Comunidad Europea acordaba la reforma de los Fondos Estructurales, determinando cinco objetivos prioritarios, dos de ellos hacían referencia expresa al desarrollo de los espacios rurales: El objetivo 1 o fomento del ajuste estructural de las regiones menos desarrolladas y el objetivo 5b de fomento del desarrollo rural. Esta nueva prioridad de actuaciones permitió la puesta en marcha la financiación de actuaciones dirigidas a la diversificación de la actividad agraria, la protección de recursos y del medio ambiente, el fomento de las PYMEs y el desarrollo del turismo rural, la formación y adaptación profesional, y la mejora de las infraestructuras rurales (GONZÁLEZ DE CANALES, 2002).

En 1991, la Comisión Europea ponía en marcha con carácter experimental la Iniciativa de Desarrollo Rural LEADER (de 1991 a 1994) cuyo objetivo era apoyar la diversificación de la economía rural excesivamente polarizada en el sector agrario que comenzaba a ser demasiado costosa para la Unión.

los consumidores, que se acostumbran a pagar por un producto un precio que no refleja su valor, lo cual dificulta un comercio justo y eficiente a nivel internacional (Tabla 2.1).

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SUBVENCIONES EUROPEAS Y COMERCIO JUSTO: EL CASO DEL AZUCAR

A la inversa del café‚ y el cacao, que son productos tropicales, tanto la remolacha como la caña se producen en casi cualquier parte del mundo, por lo que hay una competencia directa entre el Norte y el Sur. Puesto que se considera el azúcar como un producto alimenticio estratégico, muchos países han organizado industrias de producción y de elaboración del azúcar. Estos dos factores explican por qué‚ los mercados del azúcar suelen ser protegidos y normalizados. La consecuencia de esta protección es el incremento de dificultad para producir azúcar por los agricultores de países en desarrollo.

Hoy en día, la UE es el mayor exportador de azúcar, mientras, hace sólo 20 años, era un importador neto de este producto. La mejora de la posición de la UE en el mercado mundial se debe a las subvenciones que la Política Agraria Común (PAC) otorga a la producción y a las exportaciones de azúcar de remolacha. Sin estas subvenciones, la mayor parte de la producción y de las exportaciones no sería viable. La idea fundamental de la PAC es la de garantizar precios mínimos a los productos agrícolas de la UE. Una vez al año, los ministros de agricultura se reúnen para fijar los precios mínimos (llamados de apoyo) para la próxima campaña agrícola. Estos precios suelen ser mucho más elevados que los precios mundiales. En los últimos cinco años, los precios del azúcar de la UE han sido 2,5 veces más altos de promedio que los precios mundiales. En 1993, el volumen cuyo precio se garantizó a los productores era en un 25% superior al consumo. Los beneficios que los productores subvencionados europeos logran de esta manera les alientan a seguir produciendo más azúcar que pueden vender al precio mundial, por lo que cada año, la UE exporta más o menos una tercera parte de su producción de azúcar. Por otra parte, todas las importaciones de azúcar que llegan a la UE, con la excepción de las de los países del protocolo del azúcar, están sujetas a un arancel de manera que el precio resultante sea superior al precio mínimo convenido para el azúcar de la UE. Por esto, todas las importaciones de azúcar con procedencia de los países que no son del área ACP salen muy caras. Como ejemplo, la Fair Trade Organisatie, miembro holandés de la EFTA, compró azúcar en Costa Rica en junio 1995 y lo pagó a los productores por 550 dólares US/tonelada, o sea dos veces más que el precio del mercado mundial. Además, tuvo que pagar 720 dólares US/tonelada en concepto de aranceles de la UE.

En la actualidad, la Unión europea es el principal exportador con alrededor de un 20% del total en 1944-95, seguida por Australia con el l4%. Tailandia, Brasil y Cuba son los mas grandes exportadores del Sur con una cuota de mercado de casi el 40%. Otros cincuenta y tantos países en desarrollo exportan azúcar. Para muchos de ellos el azúcar es y sigue siendo uno de sus principales productos de exportación. La protección de los grandes mercados del azúcar y los acuerdos especiales mantienen los precios mundiales bajos e inestables a la vez. Estos precios son bajos porque para muchos productores, -los subvencionados- no hace falta que reflejen sus costes de producción, lo que obliga a abaratar aún mas los precios de los no subvencionados para poder competir. A esta desventaja hay que añadir que en algunos casos los gobiernos subvencionan directamente las exportaciones de azúcar para que sean competitivas. Según la UNCTAD, los precios mundiales del azúcar aumentarían en un 46% si se suprimieran totalmente las políticas proteccionistas.

(Extraído de “Azúcar: El dumping de la UE hace bajar los precios mundiales”.Asociación Europea de Comercio Justo. Anuario de comercio justo 1998.-2000).

(En este momento la Unión Europea plantea la reforma de la reforma (Agenda 2000) iniciada el 18-XI-2003 (formulación VI-03) forzada por los acuerdos de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de eliminar barreras al comercio internacional, al tiempo que se limitan los fondos a aplicar a la política de mercados. Así, los productos reformados disminuirían su superficie (algodón en un 60%, tabaco en un mínimo del 40%). El azúcar está en debate, pero la reducción más optimista es de al menos un 30%. A diferencia de Europa, USA sigue incrementando sus ayudas a agricultores por el Farm Act. 2002(COMISIÓN EUROPEA 2004)

Tabla 2.1: El comercio justo y las subvenciones europeas

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Posteriormente, en 1992, y ante el alto coste de las medidas de apoyo a la producción, la PAC optó por comenzar otro enfoque: disminuir los precios institucionales de algunos productos básicos y compensar mediante pagos directos la repercusión que tenían estos recortes sobre la renta de los productores. En 1995, la Comisión presentó a los Estados miembros una nueva estrategia agraria que completaba a la anterior considerando el conjunto de las necesidades de las comunidades rurales en Europa incorporando este nuevo enfoque. En 1996, el Primer Informe de Cohesión al tiempo que abogaba por acercar al mercado los precios institucionales, lo cual implicaba comenzar abandonar la política de subvenciones a la producción, recomendaba aprovechar al máximo el potencial económico y el valor ambiental de las zonas rurales y aumentar su capacidad para sostener el empleo.

También en 1995, los buenos resultados de la Iniciativa LEADER I condujeron a una segunda convocatoria para el periodo 1995-99, LEADER II, con los mismos planteamientos de desarrollo endógeno, innovación y calidad. Al mismo tiempo y complementariamente, el gobierno español ponía en marcha una iniciativa similar, conocida como PRODER (Programa de Desarrollo y Diversificación Económica de zonas rurales Objetivo 1). En la actualidad el Programa LEADER + continúa dichos planteamientos (figura 2.3).

Planes de desarrollo y financiación del Programas LEADER +. DE LOS RIOS et al, 2002.

Los Estados Miembros de la Unión Europea son los responsables de la elaboración de los Planes de Desarrollo, que, una vez aprobados por la Comisión, pasan a constituir un marco comunitario de apoyo (MCA), incluyendo la estrategia de desarrollo, sus prioridades, sus objetivos y la participación de los Fondos y los demás recursos financieros.

Los Programas Operativos (PO) son los documentos aprobados por la Comisión para desarrollar un MCA y los Documentos únicos de programación (DOCUP) constituyen un único documento aprobado por la Comisión que incluye los contenidos de un MCA y un PO. La principal forma de intervención de los fondos es mediante PO y DOCUP; ambos documentos incluyen un conjunto coherente de ejes prioritarios compuestos por medidas plurianuales.

Hay otra modalidad de intervención de los fondos, en los que la iniciativa parte de la Comunidad: son los Programas de Iniciativas Comunitarias (PIC). En este tipo de actuaciones la Comisión define un objetivo prioritario y unas líneas de actuación susceptibles de cofinanciación para la consecución de dichos objetivos; tal es el caso de la iniciativa LEADER para el desarrollo rural. En función de esto, los Estados Miembros pueden presentar a la Comisión programas relativos a dichas iniciativas comunitarias. Una tercera modalidad de intervención son las ayudas a las acciones innovadoras y de asistencia técnica. La figura muestra los pasos de la génesis de los programas y los proyectos según las dos principales intervenciones estructurales.

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MODALIDADES DE INTERVENCION DE LOS FONDOS ESTRUCTURALESOrigen de los Proyectos

MODALIDADES DE INTERVENCION DE LOS FONDOS ESTRUCTURALESMODALIDADES DE INTERVENCION DE LOS FONDOS ESTRUCTURALESOrigen de los ProyectosOrigen de los Proyectos

PLAN DE DESARROLLONACIONAL O REGIONALPLAN DE DESARROLLOPLAN DE DESARROLLONACIONAL O REGIONALNACIONAL O REGIONAL

INICIARIVAS NACIONALES

MARCO COMUNITARIODE APOYO

MARCO COMUNITARIOMARCO COMUNITARIODE APOYODE APOYO PROGRAMASPROGRAMASPROGRAMAS

DOCUMENTO UNICO DEPROGRAMACION

DOCUMENTO UNICO DEDOCUMENTO UNICO DEPROGRAMACIONPROGRAMACION DECISION UNICADECISION UNICADECISION UNICA

LIBRO VERDE DE LACOMISION EUROPEA

LIBRO VERDE DE LALIBRO VERDE DE LACOMISION EUROPEACOMISION EUROPEA

INICIATIVAS COMUNITARIAS

ORIENTACIONES DELA COMISION

ORIENTACIONES DEORIENTACIONES DELA COMISIONLA COMISION PROGRAMASPROGRAMASPROGRAMAS

MODALIDADES DE INTERVENCION DE LOS FONDOS ESTRUCTURALESOrigen de los Proyectos

MODALIDADES DE INTERVENCION DE LOS FONDOS ESTRUCTURALESMODALIDADES DE INTERVENCION DE LOS FONDOS ESTRUCTURALESOrigen de los ProyectosOrigen de los Proyectos

PLAN DE DESARROLLONACIONAL O REGIONALPLAN DE DESARROLLOPLAN DE DESARROLLONACIONAL O REGIONALNACIONAL O REGIONAL

INICIATIVAS NACIONALES

MARCO COMUNITARIODE APOYO

MARCO COMUNITARIOMARCO COMUNITARIODE APOYODE APOYO PROGRAMASPROGRAMASPROGRAMAS

DOCUMENTO UNICO DEPROGRAMACION

DOCUMENTO UNICO DEDOCUMENTO UNICO DEPROGRAMACIONPROGRAMACION DECISION UNICADECISION UNICADECISION UNICA

LIBRO VERDE DE LACOMISION EUROPEA

LIBRO VERDE DE LALIBRO VERDE DE LACOMISION EUROPEACOMISION EUROPEA

INICIATIVAS COMUNITARIAS

ORIENTACIONES DELA COMISION

ORIENTACIONES DEORIENTACIONES DELA COMISIONLA COMISION PROGRAMASPROGRAMASPROGRAMAS

Figura 2.3: Programación de los fondos europeos de desarrollo. FUENTE: DE LOS RIOS et al, 2002.

Por otra parte, en 1996, tenía lugar en Cork (Irlanda) la celebración de un Foro sobre Desarrollo Rural que establecería los 10 principios que guían en la actualidad la política de Desarrollo Rural de la Unión Europea (tabla 2.2). Estos principios se basaban en las experiencias de desarrollo endógeno que se comenzaban a desarrollar en la Unión (iniciativas Comunitarias LEADER fundamentalmente). Las claves de la nueva política global rural (Declaración de Cork,1996) fueron:

Ø Las acciones en favor del desarrollo rural - prioritarias para la UE - deben superar al sector agrícola.

Ø La creación de empleos no agrícolas, la mejora de infraestructura y servicios, el aumento de los esfuerzos para mejorar el medio ambiente, deben formar parte de cualquier política de desarrollo rural.

Ø El enfoque integrado y multisectorial basado en los principios de: participación local, complementariedad urbano-rural, gradualidad, pluralismo y solidaridad.

Ø La simplificación radical en las reglas de la PAC.

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PRINCIPIOS DE LA DECLARACIÓN DE CORK (9 de noviembre de 1996) 1.- Prioridad Rural: El desarrollo rural sostenible debe constituir una prioridad de la UE y convertirse en el principio fundamental que sustente toda política rural en el futuro inmediato y tras la ampliación. Sus objetivos deben ser: invertir el éxodo rural, combatir la pobreza, fomentar el empleo y la igualdad de oportunidades, responder a la creciente demanda de calidad, salud, seguridad, desarrollo personal y ocio y mejorar el bienestar en las zonas rurales.

2.- Enfoque integrado: La política de desarrollo rural, además de presentar una dimensión territorial clara, debe ser multidisciplinaria en su concepción y multisectorial en su aplicación; tiene que abarcar todas las zonas rurales de la Unión y respetar el principio de concentración mediante una diferente intensidad de cofinanciación de las zonas más necesitadas. Además debe basarse en un enfoque integrado que englobe dentro de un mismo marco legal e instrumental el desarrollo y reajuste de la agricultura, la diversificación económica, la gestión de los recursos naturales, la mejora de las funciones medioambientales y el fomento de la cultura, el turismo y las actividades recreativas.

3.- Diversificación: La aplicación del enfoque integrado lleva a considerar a la agricultura como un elemento más del desarrollo rural. El enfoque no puede ser solo productivo, sino que habrá que fomentar una visión más amplia que permita la diversificación de las actividades hacia otros sectores económicos, sociales y ambientales. El agricultor ya no tiene la función histórica de producir, sino que también tiene una segunda función que es la de proteger el medioambiente y promover el desarrollo del mundo rural. La creación de empleos no agrícolas, la mejora de infraestructura y servicios, y el aumento de los esfuerzos para mejorar el medioambiente se plantean como elementos básicos que deben formar parte de cualquier política de desarrollo rural. En esta diversificación de actividades deberán ser atendidas de forma especial las iniciativas capaces de desarrollarse por si mismas y que emanen del sector privado y de las comunidades.

4.- Durabilidad: Las políticas deben fomentar un desarrollo rural que mantenga la calidad y la función de los espacios rurales de Europa (recursos naturales, biodiversidad e identidad cultural), de forma que el uso que hagamos hoy de ellos no menoscabe las posibles opciones de las generaciones futuras. En nuestras medidas de ámbito local debemos ser conscientes de nuestras responsabilidades globales.

5.- Subsidiariedad: Dada la diversidad de las zonas rurales de la Unión, toda política de desarrollo rural debe respetar el principio de subsidiariedad. El principio de subsidiariedad hace referencia a la necesidad de una amplia participación de la población local, así como establecer una colaboración entre todos los niveles de responsabilidad en la política de desarrollo rural (europeo, nacional, regional y local), dando prioridad a la dimensión local. Se trata de aplicar iniciativas que emanen de la base -generadas desde abajo con un enfoque bottom-up- contando desde el inicio del proceso con la población afectada.

6.- Simplificación: Es preciso que la política de desarrollo rural, y de forma muy especial, sus aspectos agrícolas se sometan a un proceso radical de simplificación en materia de legislación.

7.- Programación: La aplicación de los programas de desarrollo debe basarse en procedimientos coherentes y transparentes integrándose en un programa único de desarrollo rural propio de cada región, y en un único instrumento de desarrollo rural sostenible.

8.- Financiación: Debe estimularse el uso de recursos financieros locales para promover proyectos de desarrollo rural. Tiene que fomentarse más el uso de la ingeniería financiera en los sistemas de crédito rural, para aprovechar mejor las sinergias entre la financiación pública y privada, reducir las limitaciones financieras de las PYMES, promover la inversión productiva y diversificar las economías rurales.

9.- Gestión: Deben impulsarse la capacidad y la eficacia administrativas regionales y locales y de los colectivos locales facilitando, allí donde ello sea necesario, asistencia técnica, formación, mejores instrumentos de comunicación, cooperación, difusión de los resultados de la investigación y de la información e intercambio de experiencias.

10.- Evaluación e investigación: El seguimiento, evaluación y análisis de los resultados tendrán que reforzarse para garantizar la transparencia de los procedimientos y el buen uso del dinero público y para estimular la investigación y la innovación. Los interesados no sólo deben ser consultados en las tareas de concepción y aplicación sino que además han de participar directamente en las de seguimiento y evaluación.

Tabla 2.2: Principios de la declaración de Cork.

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En junio de 1997, preparando el periodo posterior al año 2000, la Comisión presentó un proyecto sobre el futuro (un periodo de programación de 7 años a finalizar en el 2006) de la política de la Unión Europea, la “Agenda 2000: Por una Unión más fuerte y más amplia”que contenía nuevas reformas sobre la Política Agrícola Común (tabla 2.3). Estas venían motivadas por factores internos tales como las exigencias reexpansión y crecimiento de la Unión Europea con la inclusión de los nuevos países miembros de Este, y externos tales como el aumento de la demanda mundial de alimentos o la liberalización del comercio internacional.

En la Agenda 2000 se aprobó que el desarrollo rural pasaría a ser el denominado segundo pilar de la PAC, y por lo tanto con aplicación al conjunto de territorios de la Unión Europea. Los principios sobre los que se asienta esta nueva política de desarrollo rural europea, basados a su vez en la declaración de Cork, son (GONZALEZ DE CANALES 2002):

1. La multifuncionalidad de la agricultura, productora de alimentos, cuidadora del entorno ambiental, capaz de elaborar productos de calidad con garantías sanitarias y con preocupación por el bienestar de los animales.

2. El carácter multisectorial e integrado de la economía rural.

3. La subsidiariedad, la descentralización y la concertación a escala territorial.

4. La transparencia en la gestión de los programas.

Estos Principios, fundamentalmente los dos primeros hacen de la ordenación territorial una herramienta fundamental para el desarrollo rural.

Por último, en 1999 se aprobaron los Reglamentos que adaptaban los instrumentos financieros FEDER, FEOGA, FESE e IFOP (tabla 2.4) de la Unión al nuevo periodo de programación 2000-2006 de la Agenda 20009. Las

9 Las nuevas condiciones de la Agenda 2000 aplicables a las intervenciones de los Fondos estructurales se describen en un reglamento horizontal, que incluye disposiciones generales sobre los Fondos estructurales . En virtud de este Reglamento, la ayuda comunitaria se concentra en tres objetivos prioritarios (en lugar de los seis objetivos anteriores):

"Objetivo nº 1", desarrollo y ajuste estructural de las regiones menos desarrolladas o que sufren un retraso en su desarrollo (22,19% de la población de la Unión). Los fondos buscan promover el desarrollo y su ajuste estructural. Absorbe dos tercios de los fondos estructurales. Intervienen el FEDER, FSE, IFOP y FEOGA-O. y abarca regiones cuyo PIB por habitante es inferior al 75% de la media comunitaria, regiones ultra-periféricas, regiones muy poco pobladas de Finlandia y Suecia que anteriormente se inscribían en el objetivo nº 6.

“Objetivo nº 2”, reconversión económica y social de las regiones con dificultades estructurales. Abarca zonas que adolecen de problemas específicos de reconversión. Los fondos se centran en la reconversión económica y social. Las diversas zonas mencionadas se determinan basándose en criterios fijados en el Reglamento sobre Fondos Estructurales.

"Objetivo nº 3”, adaptación y modernización de las políticas y sistemas de educación, formación y empleo "). El objetivo n° 3. abarca a toda la Unión, y pretende adaptar y modernizar las políticas y sistemas de educación, formación y empleo en las zonas no cubiertas por los dos primeros objetivos.

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modalidades de fondos estructurales, que constituyen la herramienta económica se muestran en la tabla 2.4.

Extracto del documento: Agenda 2000: Por una Unión mas fuerte y mas amplia

El 26 de marzo de 1999, al final del Consejo europeo de Berlín, los jefes de Estado y gobierno concluyeron un acuerdo político sobre la Agenda 2000. Este es el nombre que recibe el programa de acción cuyos objetivos principales son reforzar las políticas comunitarias y dotar a la Unión europea de un nuevo marco financiero para el periodo 2000-2006, teniendo en cuenta la perspectiva de la ampliación. Por una Unión más fuerte y más amplia

El paquete legislativo resultante abarca cuatro ámbitos principales, estrechamente relacionados entre sí: la reforma de la política agrícola común, la reforma de la política estructural, los instrumentos de preadhesión y el nuevo marco financiero. Las prioridades son mantener la política de cohesión económica y social, continuar con la reforma de la política agrícola común, fomentar el crecimiento, el empleo y las condiciones de vida a través de las políticas internas de la Unión, y permitir la adhesión de nuevos Estados, manteniendo al mismo tiempo el rigor presupuestario.

Las reformas en el sector agrícola continúan y refuerzan las modificaciones introducidas por las reformas de 1988 y 1992. Los objetivos perseguidos son múltiples: aumentar la competitividad de los productos agrícolas comunitarios en el mercado interior y mundial, integrar en mayor medida las consideraciones medioambientales y estructurales en la aplicación de la política agrícola común, garantizar ingresos justos a los agricultores, simplificar la normativa agrícola y descentralizar su aplicación, mejorar la seguridad alimentaria, reforzar la posición de la Unión en la próxima ronda de negociaciones en el marco de la OMC y estabilizar los gastos agrícolas al nivel de 1999.

Dos tipos de medidas contribuyen al cumplimiento de estos objetivos. Por un lado, los nuevos reglamentos que modifican las organizaciones comunes de mercados en los sectores de los productos vitivinícolas, los cultivos herbáceos, la carne de vacuno y la leche, y, por otro lado, medidas de carácter más horizontal. Las reducciones de los precios de apoyo del mercado van acompañadas de un aumento de las ayudas a los agricultores para mejorar la competitividad tanto en los mercados interiores como en los mundiales limitando de esta manera el riesgo de un retorno a la producción de excedentes costosos y, en parte, sin posibilidad de ser vendidos.

Por esta razón, el paquete agrícola denominado "Agenda 2000" se completa con el reglamento sobre desarrollo rural , verdadero segundo pilar de la PAC, que pretende garantizar el futuro de las zonas rurales europeas mediante la promoción de:

- medidas de acompañamiento, instauradas en 1992 (jubilación anticipada, medidas agroambientales y repoblación forestal),

- medidas de diversificación de explotaciones agrícolas (para la transformación y comercialización de productos agrícolas, formación profesional, fomento y reconversión de la agricultura…),

- la adaptación estructural de las explotaciones y la instalación de jóvenes.

La mejora de la eficacia de los Fondos estructurales y del Fondo de cohesión constituye la piedra angular de las reformas previstas en el ámbito de la Agenda 2000. Se trata de garantizar una mayor concentración geográfica y temática de la ayuda estructural y mejorar la gestión de los fondos, procurando alcanzar al mismo tiempo el objetivo de cohesión económica y social en una Unión cada vez más diversa. El límite financiero para la política estructural es de 213.000 millones de euros para el período 2000-2006 para los países miembros actuales, lo que representa un ligero aumento con relación al período anterior (1994-1999: 208.000 millones).

Las reorientaciones acordadas se refieren tanto a los Fondos estructurales propiamente dichos (FSE, FEDER, IFOP, Sección de Orientación del FEOGA) como al Fondo de cohesión.

Tabla 2.3: La Agenda 2000

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En el periodo 2000-2006, existe una programación de fondos estructurales basada en los criterios establecidos en la Agenda 2000 (Comisión Europea, 1999). El Objeto de estos fondos estructurales ha sido disminuir las desigualdades regionales, que constituyen un importante obstáculo estructural para la estabilidad económica y política de la Unión Europea.

La finalidad principal de las políticas estructural y de cohesión de la Unión es contribuir a reducir las disparidades económicas y sociales. Los Fondos estructurales desempeñan un importante papel respecto a fomentar la cohesión económica y social en la Unión y constituyen un apoyo para las políticas nacionales y regionales en las regiones más débiles. La actuación de estos instrumentos de desarrollo económico a partir de la nueva reforma de los Fondos Estructurales (2000-2006) se ha centrado en cinco principios fundamentales: concentración, programación, cooperación, adicionalidad y eficacia.Los fondos estructurales pueden proceder de:

Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Está destinado a corregir los principales desequilibrios entre las regiones de la Comunidad. Participa en el desarrollo y ajuste estructural de las regiones más atrasadas y en la reconversión de las regiones industriales en decadencia. Financia inversiones productivas: infraestructuras, desarrollo del potencial endógeno, PYMES, sanidad y educación, medio ambiente, investigación y desarrollo.

Fondo Social Europeo (FSE). Su principal misión es mejorar las posibilidades de empleo de los trabajadores y contribuir a elevar el nivel de vida. Las inversiones se dirigen fundamentalmente a la formación profesional, ayudas a la contratación, acciones de carácter innovador, sistemas de formación, investigación y desarrollo.

Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA Sección Orientación).Su objetivo es adaptar las estructuras agrarias en el marco de la política agraria Comunitaria y fomentar el desarrollo rural y el ajuste estructural en las zonas y regiones menos desarrolladas. Financia la modernización de explotaciones agrarias, la transformación y comercialización, el desarrollo agrario, la promoción de productos locales, la prevención de catástrofes naturales, la renovación de pueblos, la protección del patrimonio rural, etc.

Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca (IFOP). Contribuye a alcanzar un equilibrio sostenible entre los recursos pesqueros y su explotación, incrementar la competitividad de las estructuras de explotación y el desarrollo de empresas, revalorizar los productos de la pesca y la acuicultura. Además de los tres objetivos, los fondos estructurales financian cuatro iniciativas: - La iniciativa Comunitaria para el desarrollo rural, LEADER+, continuadora de los programas

LEADER I y LEADER II. - INTERREG (cooperación transfronteriza, transnacional e interregional). - URBAN (revitalización de las zonas urbanas en crisis) EQUAL (lucha contra la

discriminación y en pro de la igualdad de oportunidades en el mercado laboral).

Tabla 2.4: Fondos estructurales de la agenda 2000

FEDER, FSEObj. nº2: ZONAS DE RECONVERSION

SOCIOESTRUCTURAL

FSEObj. nº3: MODERNIZACION DE LAS POLITICAS DEFORMACION Y EMPLEO

FEOGA GarantíaPROGRAMA DE DESARROLLO RURAL

FSEIniciativa EQUAL: Lucha contra discriminación en el

mercado de trabajo

FEDERIniciativa URBAN: Revitalizacion económica y social

de las ciudades

FEDERIniciativa INTERREG III: Cooperación transeuropea

FEOGA OrientacIniciativa LEADER PLUS: Desarrollo rural

FEDER, FSE,FEOGA, IFOPObj.nº1: REGIONES MENOS DESARROLLADAS

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Cabe destacar entre estos el Reglamento 1257/99 del Consejo sobre ayuda al Desarrollo Rural. La financiación obtenida por España a partir del reglamento se muestra en la figura 2.4.

Financiación de políticas de desarrollo rural en la UE y España Periodo 2000-2006 Consejo de Berlín 26-III-1999

Reglamento del Consejo: 1257/99 Desarrollo Rural Reglamento del Consejo 1260/99 Desarrollo Regional 1999. Acuerdo sobre la Agenda 2000: fondos estructurales 2000-2006 Objetivo 1 (FEOGA-O, FEDER, FSE e IFOP): UE 141.185,3 Meuros (100%) España 39.548 Meuros (28%) Fuera de Objetivo 1 (desarrollo rural y medidas de acompañamiento FEOGA-Garantía):

UE 32.906 Meuros (100%) España 3.480,9 Meuros (10,6%) PROGRAMAS LEADER + En España hay 17 programas regionales por CCAA; 4 programas interregionales y 145 Grupos de Acción Local. Europa 2.148,9 Meuros (100% para la UE de los 15,procedente del FEOGA-O) España 496,9 Meuros (23,1%)

Sección de Garantía del FEOGA

Sección de Orientación del

FEOGA

Exclusivamente en Objetivo nº 1

En toda la Unión

Fuera del objetivo nº 1

En toda la Unión

Las cuatro medidas de acompañamiento de la PAC: • Cese anticipado de la

actividad agraria • Indemnizaciones

compensatorias (Zonas desfavorecidas o con limitaciones medioambientales)

• Forestación (Zonas agrarias)

• Medidas agroambientales

• Inversiones en las explotaciones agrarias

• Jóvenes agricultores • Formación • Selvicultura • Transformación y

Comercialización • Adaptación y

desarrollo de las zonas rurales (artículo 33)

Iniciativa LEADER +

Figura 2.4: Estructura de la ayuda financiera a las medidas de desarrollo rural en España (COMISIÓN EUROPEA, 1999). Periodo 2000-2006.

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Antes de la aplicación de la Agenda 2000, el 95% de los fondos del FEOGA (Fondo Especial de Garantía) tenían que ver con lo agrario productivo y con los mercados, las subvenciones a la producción, mientras que sólo se destinaba un 5% para el FEOGA Orientación. Desde el 2001 se inició un proceso de reequilibrio asignando el 85% del presupuesto de políticas agrarias al I Pilar (mantenimiento de precios) mientras que ya el 15% de aplicaba al denominada II Pilar, al desarrollo rural10. En la actualidad la tendencia es a continuar traspasando mas fondos a favor del desarrollo rural.

En síntesis, se puede afirmar que tras este proceso, las sucesivas reformas de la PAC han tendido y tienden a apoyar la economía rural en su conjunto más que a la producción agrícola y a gratificar a los agricultores, no sólo por que producen, sino por su aporte a toda la sociedad. (COMISIÓN EUROPEA, 1999), y que el desarrollo rural, clave de estas reformas en la PAC se caracteriza por tener un enfoque integrador, multisectorial, territorial, endógeno, subsidiario, participativo, ascendente y sostenible.

En el futuro próximo, la financiación al desarrollo rural se simplificará pasando a un único fondo11, el FEADER, Fondo Europea Agrícola de Desarrollo Rural. Este Fondo comenzará a administrar 11.000 Meuros en el 2006 hasta pasar a más de 15.000 Meuros en el 2013, en los que habrá 1.200 Meuros añadidos a transferir del Pilar I al II.

2.3 Líneas estratégicas de desarrollo rural en Europa

El desarrollo rural en Europa se articula a partir del reglamento 157/99, y su principal herramienta son los programas LEADER+ 2.3.1 El reglamento 1257/99: Planes y Programas de Desarrollo Rural Europeos

El texto legal por el que se establecen las medidas de desarrollo rural es el Reglamento (CE) 1257/99 del Consejo, de 17 de mayo de 1999, sobre ayuda al desarrollo rural a cargo del Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola, y propone apoyar la diversificación de una estructura económica rural

10 Todo el dinero de FEOGA-G (Garantía) que se aplica en desarrollo rural y las medidas de acompañamiento es un trasvase –en zonas fuera de objetivo 1- del I al II Pilar. En las zonas de Objetivo 1 es el FEOGA-O (Orientación). Por otra parte, se acaba de proponer un nuevo Fondo: FEADER “Fondo Europeo Agrícola para el Desarrollo Rural” (Bruselas 14-VII-04) COM 490 final: Propuesta de Reglamento del Consejo por el que se crea el nuevo Fondo Europeo Agrícola para el Desarrollo Rural. La creación de este fondo es la respuesta a la Conferencia de Salzburgo (14-XI-03) sobre desarrollo rural, en la que se solicitó un solo fondo, un solo programa y un solo control. La propuesta de la UE para este nuevo fondo FEADER para el periodo 2007-2013 representa un incremento de hasta 13.700 Meuros (millones de €) anuales. 11 Franz Fischler, Comisario de Agricultura, Desarrollo Rural y Pesca declaraba en este sentido que la política tendría “un solo fondo, un solo programa, un solo control. Este es el principio de una nueva política de desarrollo rural, más eficaz, más coherente y más visible”.

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competitiva, basada en la promoción de nuevas actividades a través de programas integrados que incluyan las siguientes prioridades:

* Fortalecer el sector agrícola para garantizar la competitividad de la agricultura y de la selvicultura mediante las inversiones necesarias en modernización, incluida la transformación y comercialización de los productos de la agricultura y de la selvicultura, con el objetivo de reducir los costes y mejorar la calidad, aumentando el valor añadido de la agricultura y manteniendo las explotaciones agrarias (principalmente, garantizando la sucesión por jóvenes agricultores) y protegiendo el entorno rural.

* Mejorar la competitividad de las zonas rurales mejorando su acceso y favoreciendo la diversificación en nuevas actividades y la creación de empleo.

* Conservar el medio ambiente y el patrimonio rural europeo: la protección medioambiental es una prioridad esencial de la política rural, incluyendo la protección del paisaje y los recursos naturales, la conservación de las zonas rurales tradicionales, el fomento del turismo rural y la rehabilitación de los pueblos.

Las medidas propuestas se pueden agrupar en dos ejes:

- Medidas de modernización y de diversificación (inversiones en explotaciones agrarias, instalaciones para jóvenes agricultores, formación, transformación y comercialización y apoyo adicional a la selvicultura, etc.). En las regiones del Objetivo 1 y 2 se incluirán en los programas de desarrollo regional, por lo que este reglamento constituye una parte del marco jurídico de los fondos estructurales. En las regiones del Objetivo 1 estas medidas están financiadas por la Sección Orientación del FEOGA y, en el resto, por la Sección Garantía.

Medidas de acompañamiento de 1992 (medidas agroambientales, jubilación o cese anticipado de la actividad agraria e indemnizaciones compensatorias en zonas desfavorecidas o con limitaciones medioambientales, forestación de tierras agrícolas, medidas agroambientales y adaptación y desarrollo de las zonas rurales) y régimen de las zonas menos favorecidas. Se aplicarán horizontalmente en todas las regiones de la Comunidad y estarán financiadas por la Sección Garantía del FEOGA. En toda la Unión, estas cuatro medidas de acompañamiento de la PAC se financian a través de la Sección de Garantía del FEOGA, y forman parte de la programación horizontal.

La generación de medidas de desarrollo rural se dirige fundamentalmente en tres direcciones

A. Programas horizontales de desarrollo rural

La razón de que estos programas adopten la denominación de “horizontales” se deriva del hecho de que puedan aplicarse en todo el territorio de la Comunidad y al nivel geográfico que cada Estado miembro juzgue más conveniente. Dichos programas abarcan las medidas financiadas por la Sección

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de Garantía del FEOGA (por consiguiente, no incluyen las medidas con cargo a la Sección Orientación en las regiones del objetivo nº 1).

B. Programas en las regiones del objetivo nº 1

Las regiones del objetivo nº 1, que sufren un retraso general en su desarrollo, son aquellas donde se impone con mayor intensidad la necesidad de realizar un ajuste estructural a fin de garantizar la cohesión económica y social de la Unión. Debido a ello, en las zonas rurales de dichas regiones, las medidas de desarrollo rural distintas de las medidas de acompañamiento son cofinanciadas por la Sección del Orientación del FEOGA, uno de los Fondos Estructurales. Dichas medidas se integran obligatoriamente en los programas regionalizados del objetivo nº 1, concretamente, adoptando la forma de programas operativos destinados al desarrollo rural.

C. Contribución a la reconversión de las zonas rurales del objetivo nº 2.

Las zonas rurales incluidas en el objetivo nº 2 son regiones que registran problemas específicos de reconversión. Según indican las líneas directrices del Reglamento sobre Fondos Estructurales, dichas zonas albergan, como máximo, a un 5% de la población comunitaria. Para la financiación de las medidas de desarrollo rural, estas zonas, además de contar con los recursos de la Sección de Garantía del FEOGA pueden recurrir al apoyo de dos Fondos Estructurales: el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo.

2.3.2 La iniciativa LEADER +

La iniciativa Comunitaria para el desarrollo rural, LEADER+, es continuadora de los programas LEADER I y LEADER II. LEADER + es la denominación elegida para la nueva iniciativa comunitaria para el desarrollo de las capacidades de los agentes locales de las comunidades rurales, y con ella se ha querido poner de relieve el hecho de que no se trata de una simple continuación de LEADER, sino de una etapa suplementaria. LEADER + que pretende favorecer la aplicación de estrategias integradas para dinamizar el desarrollo rural en toda la Unión Europea. Dicha iniciativa se propone un doble objetivo: apoyar los proyectos innovadores llevados a cabo por grupos de acción locales (GAL) y estimular el intercambio de experiencias y la cooperación transnacional en este ámbito. Según el LEADER I, éstos grupos GAL se definieron como un conjunto de interlocutores públicos y privados que definen en común una estrategia y medidas innovadoras para el desarrollo de un territorio rural de una dimensión local, con menos de 100.000 habitantes (COMISIÓN DE LA UE, 1998).

La novedad de esta Iniciativa demostrativa radica en que las ayudas concedidas comunitarias concedidas en forma de subvenciones integrales son gestionadas localmente por los propios agentes del territorio. Para ello se definían los denominados grupos de acción local, u organizaciones participativas, que se responsabilizaban de aplicar soluciones innovadoras

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orientadas a promover proyectos de desarrollo rural. (DE LOS RIOS et al, 2002).

Tras las dos fases I y II del LEADER, la iniciativa se consolidó como un mecanismo que aportaba soluciones a las necesidades de las zonas rurales en dificultad, pudiendo todas las zonas de la Unión Europea ser elegibles para esta nueva iniciativa (DE LOS RIOS et al 2002).

Los objetivos del LEADER+ son incitar y ayudar a los agentes del mundo rural a reflexionar sobre el potencial de su territorio en una perspectiva a más largo plazo y fomentar la aplicación de estrategias originales de desarrollo sostenible integradas, de calidad y destinadas a la experimentación de nuevas formas de valorización del patrimonio natural y cultura, la mejora del entorno económico a fin de contribuir a la creación de empleo, la mejora de la capacidad de organización de las respectivas comunidades (COMISIÓN DE LA UE 1999).

Los principios que rigen el enfoque LEADER + son (DE LOS RIOS et al, 2002):

• La gestión local: Una organización, o grupo de acción local (GAL) dotada de un pequeño equipo técnico permanente se encarga de la definición con la participación efectiva de los agentes locales y de la aplicación de un plan de acción ( programa de innovación rural).

• Elaboración y aplicación en los territorios de “programas de innovación rural” o plan de acción local que define varios ejes de intervención para acciones de desarrollo.

• Búsqueda de vínculos entre las acciones

• Cofinanciación de los planes de acción por la Comisión Europea, los Estados miembros y/o las regiones en forma de una dotación financiera global y no de varias líneas presupuestarias

• Integración en red de los territorios implicados a partir de un Observatorio Europeo LEADER

2.3.3 La política de Desarrollo Rural 2007/2013 en proceso de aprobación

La Comisión ha adoptado una propuesta que refuerza la política de desarrollo rural de la UE y simplifica en gran medida su aplicación. Atendiendo a la demanda de los ciudadanos de una atención prioritaria al medio ambiente y a la salubridad y calidad de los alimentos, la Comisión quiere que la política de desarrollo rural desempeñe un papel más importante en la nueva política agrícola común (PAC) tras la reforma. La propuesta incrementará la financiación de la UE, que ascenderá a un total de 13.700 millones de euros anuales en el periodo 2007-2013. La nueva política, que introduce un único instrumento de financiación y programación, será mucho más sencilla de gestionar y controlar. Con ello se incrementarán la coherencia, la transparencia y la visibilidad. Los Estados miembros y las regiones tendrán mayor libertad a la hora de poner en marcha los programas.

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Las principales características de la nueva política de desarrollo rural serán:

• Consistir en un único instrumento de financiación y programación, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).

• Una genuina estrategia comunitaria de desarrollo rural con un mayor énfasis en las prioridades de la UE.

• El refuerzo del control, la evaluación y la elaboración de informes. El sistema de auditoría de la liquidación de cuentas se ampliará a todos los sectores del desarrollo rural.

• Un enfoque ascendente («bottom-up») consolidado. Los Estados miembros, regiones y grupos de acción local tendrán mayor peso a la hora de ajustar los programas a las necesidades locales.

Los tres objetivos principales serán (figura 2.5) la mejorar la competitividad de la agricultura y la silvicultura (mejora y desarrollo de las infraestructuras relacionadas con el desarrollo y la adaptación de la agricultura y la silvicultura, apoyo a los agricultores que participen en los programas de calidad de los alimentos, instalación de jóvenes agricultores, ayuda a los agricultores de «semi-subsistencia» de los nuevos Estados miembros para ser competitivos), el medio ambiente y gestión del suelo (ayudas para compensar las desventajas naturales para los agricultores de las zonas de montaña, ayudas de NATURA 2000, medidas agroambientales y ayudas en favor del bienestar de los animales); y la Mejora de la calidad de vida y diversificación (diversificación hacia actividades no agrícolas, ayuda para la creación de micro-empresas, promoción del turismo o renovación de núcleos de población rural)

El documento marco de esta política puede consultarse por ahora en frnacés o inglés en « Règlement du Conseil concernant le soutien au développement rural par les Fonds européen agricole pour le développement rural (FEADER)12.

12Documento 14-7-04, COM (2004) 490 final 2004/0161/(CNS). http://europa.eu.int/comm/agriculture/capreform/rurdevprop_fr.pdf

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Figura 2.5: Objetivos de la política de Desarrollo Rural 2007/2013.

3.- EL DESARROLLO RURAL EN LATINOAMERICA

3.1 El ámbito rural iberoamericana y su desarrollo

A excepción de zonas con cultivos de exportación, la problemática del sector rural en Iberoamérica es grave. A pesar de ser un porcentaje numeroso de la población, en el que se dan las mayores tasas de pobreza, no se invierte sobre ellos gran capital ni social ni de infraestructuras, a excepción de las infraestructuras destinadas a la exportación, el estado de la educación es deficiente y los colectivos más desfavorecidos, las mujeres y las tribus indígenas se ven doblemente marginados.

La situación actual del medio rural podría caracterizarse por los siguientes parámetros:

Mantenimiento de la pobreza rural: En Iberoamérica la tasa de pobreza sigue más elevada en el campo que en los pueblos y a su vez que en las ciudades. En 1999, la población rural total de la región ascendía a 121 millones de personas, de las que más de 77 millones eran pobres y casi 47 millones vivían en condiciones de extrema pobreza. Al comparar esas cifras con las de 1980 se observa que, en general, el porcentaje de campesinos pobres aumentó del 59,9% en 1980 al 63,7% en 1999. En términos absolutos, el número de pobres en las zonas rurales también ha aumentado, ya que en 1980 ascendía a 73 millones, y el número de campesinos en condiciones de extrema pobreza ha pasado durante los últimos dos decenios de 39,9 millones a 46,4 millones. (CEPAL 2000). A pesar de que en términos generales de pobreza total (rural y

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no rural) CEPAL(2000) estimaba que durante el decenio de 1990, cada punto porcentual de crecimiento rebajó la tasa de extrema pobreza un 1,21%. No obstante, existía una gran dispersión en torno a ese valor medio y el efecto era mucho más débil en las zonas rurales.

Esta pobreza y extrema pobreza rural es caracterizada por QUIJANDRÍA ET AL (2001) por tres factores:

• Una exclusión y discriminación social y económica debida al origen étnico y de género

• Una carencia o limitado acceso a servicios destinados a satisfacer necesidades básicas de las familias rurales ( salud, educación, vivienda y otros); y

• Niveles de ingresos inferiores a la cantidad mínima para obtener el conjunto básico de bienes y servicios para la familia.

El mismo autor señala que esta pobreza rural es una actitud de vida, en la que se acaba por tener una percepción desvalorizada y sin autoestima de las poblaciones rurales, y distingue entre pobreza estructural y transitoria. La primera se caracteriza por tener niveles de educación muy bajos o nulos, carencia de recursos productivos, limitados conocimientos productivos, pocas habilidades laborales y falta de acceso a los servicios básicos y productivos rurales. La segunda afecta a campesinos que tienen tierras y cierta relación con los mercados si bien sus ingresos se sitúan en el límite de la línea de pobreza13

Falta de infraestructura básica: Según IFAD (2001), la inversión pública en capital social (como en la educación y la sanidad) ha sido más reducida en los pueblos que en las ciudades, y el escaso nivel de educación ha impidido a los migrantes estacionales encontrar empleo en el exigente mercado laboral urbano. La falta de inversiones no sólo en infraestructura sino también en las relaciones interpersonales y comunitarias, que favorecen la comunicación, el conocimiento y el control de los activos materiales han agravado la pobreza rural aumentando los costos de transacción asociados al acceso a los mercados. La pobreza rural se relaciona con el aislamiento geográfico, ubicándose las comunidades más pobres en las zonas alejadas con sistemas precarios de comunicación y servicios. Por último, y como consecuencia de las políticas de ajuste estructural aplicadas en los noventa, los pequeños agricultores quedaron mas excluidos de los beneficios de los servicios esenciales de apoyo a la agricultura (QUIJANDRíA et al 2001)

Carencia de gasto social: El gasto social en la región no ha favorecido ni a los sectores más pobres, ni a las áreas rurales. Con la excepción de la educación primaria, el sector de menores ingresos sólo recibe una proporción cercana al 25% del gasto social en educación secundaria, salud y nutrición, vivienda y seguridad social. A lo largo de los años setenta se asumió que los campesinos pobres eran en su mayoría agricultores con pequeñas parcelas por lo que el método de reducción de la pobreza consistió en aumentar la productividad de sus tierras. No se tuvieron en cuenta otros factores tales como 13 Generalmente esta línea se caracteriza por tener ingresos de un dólar diario, si bien CEPAL (1999) establece una línea de pobreza extrema y pobreza para las zonas rurales para cada país de Iberoamérica en función de los tipos de cambio publicados por el fondo monetario Internacional (FMI).

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que los campesinos sin tierras era el colectivo que más rápidamente crecía o que era necesario un gasto social que permitiera diversificar las fuentes de ingresos. Por otra parte el analfabetismo un caballo de batallo perdido .La escolarización en las zonas rurales tiene un alto costo de oportunidad para las familias –a saber, la pérdida de los ingresos obtenidos del trabajo infantil–, por lo que los niños sólo acuden a la escuela cuando se considera que los beneficios que se pueden derivar de la educación compensan la pérdida de esos ingresos (QUIJANDRÍA et al 2001).

Grave presencia de desigualdades de género y etnia: En muchos países de América Latina y el Caribe se han ejecutado políticas y programas orientados hacia la reducción de las desigualdades sociales y económicas entre hombres y mujeres. Si bien, en las zonas urbanas se ha alcanzado cierto éxito, las mujeres rurales siguen experimentando un menor acceso a los recursos y servicios de producción y gozan a la vez de una condición social inferior. Como consecuencia de ello, la pobreza rural afecta principalmente a los hogares rurales encabezados por mujeres. Aunque muchos países han creado oficinas ministeriales para la mujer, la discriminación de carácter jurídico, económico y social sigue siendo por lo general un problema sin solucionar. La inversión pública en programas sociales y de producción destinados a las mujeres es muy limitada y se orienta a la promoción de actividades destinadas a los agricultores de bajos ingresos. En los países donde viven poblaciones indígenas numerosas, el analfabetismo entre las mujeres sigue siendo un grave problema para la mayor parte de los grupos étnicos. A pesar de que en América Latina y el Caribe existe una legislación e instituciones públicas especiales para las poblaciones indígenas, éstas son víctimas de una fuerte exclusión social y económica y una elevada incidencia de pobreza extrema.

Grave deterioro de los recursos naturales y ambientales sobre los que se asiente la producción. Existen diversas zonas agroecológicas cada cual aquejada de serios problemas en la base productiva, entre los que cabe citar como principales la pérdida de suelos, la deforestación, la desertificación y la pérdida o descompensación de los ciclos hidrológicos. Además el uso excesivo de fitosanitarios peligrosos contaminan cauces de agua e incrementa el riesgo de contraer enfermedades.

La población rural pobre se asienta fundamentalmente (en un 90%) en cuatro grandes zonas ecológicas: principalmente en los trópicos húmedos y subhúmedo, y laderas montañosas subtropicales y en las mesetas áridas y semiáridas, en menor medida en valles subtropicales y mesetas costeras.

Respecto a los primeros asentamientos cabe señalar como de especial gravedad la expansión de la práctica de la “agricultura de quema” en nuevas tierras de cultivo ganadas al bosque, que son las causantes del 60% de la deforestación en la región. Este proceso se caracteriza por el alto número de familias que recorren largas distancias hasta encontrar la frontera del bosque aún virgen. En algunos casos esta colonización es espontánea, en otros los gobiernos la han favorecido considerándose muchas veces el bosque tropical como signo de subdesarrollo. Las estrategias locales de desarrollo de algunos países invitaron a la conquista de tierras dándose el caso a veces de que no se conceden títulos de propiedad hasta que el bosque no es transformado en tierra de cultivo. La colonización de estos bosques por parte de población no indígena estuvo altamente relacionada con el desarrollo de mejoras médicas tales como

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las vacunas contra las enfermedades tropicales frecuentes en las tierras bajas, el descenso de la tasa de mortalidad infantil que incrementó el crecimiento demográfico en las últimas décadas, y la apertura de vías forestales de compañías maderera la selva virgen que son empleadas como rutas de penetración. A través de ellas los campesinos sin tierras se adentraron y siguen adentrándose en la selva. Allí rozan y queman del bosque tras lo cual plantan cultivos de arroz, maíz o frijoles. Esta agricultura habitualmente subsiste tan solo unos pocos años14 (MARTINEZ DE ANGUITA 1995). Algunos autores han cifrado en mas de 200 millones de personas a dichos agricultores itinerantes (MYERS 1993). El terreno tras ser abandonado puede requerir períodos de 100 años para volver a su estructura original tras pasar por sucesivas etapas de colonización vegetal.

En las zonas áridas, a este proceso de deforestación, o sencillamente de las malas prácticas agrícolas le sigue otro de erosión, habitualmente precedido de un sobrepastoreo excesivo: la desaparición de la vegetación y consiguiente desprotección del suelo o la deforestación afectan severamente a un territorio, los suelos acaban perdiendo las propiedades que les hacen aptos para sustentar la vida. Entonces se convierten en un desierto. Particularmente vulnerables son los suelos de las tierras secas dado que se recuperan muy lentamente después de una perturbación. Con un abastecimiento limitado de agua, los nuevos suelos se forman muy lentamente y las sales acumuladas tienden a quedarse donde estaban dificultando el acceso de las plantas a la poca humedad retenida. Así los suelos que son secos, que no tiene suficiente firmeza o que están recubiertos por escasa vegetación son susceptibles de erosionarse, especialmente cuando las pocas lluvias caen en forma de tormenta (PNUMA 2000).

IFAD señala que de seguir la tendencia actual de desarrollo agrícola y la forma de utilizar los recursos naturales, para el 2030 al menos 50 millones de personas, principalmente en zonas rurales sufrirán un déficit de leña en las zonas áridas y semiáridas, la tierra agrícola se reducirá de 0,46 a 0,27 hectáreas por personas (de 0,19 a 0,13 en montañas) y anualmente 4,76 millones de hectáreas de bosques deberán convertirse en tierra agrícola incrementándose los problemas de erosión de suelo y la consecuente degradación de las cuencas hidrográficas.

Esta serie de factores ambientales vuelve a poner de relieve la necesidad de una planificación física y una ordenación territorial para planificar el desarrollo rural.

3.2 Evolución de las políticas de desarrollo rural en Latinoamérica

La pobreza rural en Latinoamérica se ha mantenido relativamente estable a pesar de los esfuerzos realizados en la región en las últimas décadas (figura

14 El suelo de los bosques tropicales, especialmente los de las tierras bajas no tienen apenas nutrientes ya que estos son fundamentalmente almacenados en el vuelo de los árboles. Esto hace que generalmente tras pocos ciclos de cultivo, el terreno quede agotado y solo pueda ser utilizado para pastos obligando a los campesinos a volver a emigrar en busca de una nueva frontera agrícola que colonizar

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2.6). La fragilidad de las economías latinoamericanas, la incidencia de fenómenos físicos, la imperfección de las democracias, el endeudamiento externo, la violencia e inestabilidad interna han traído como consecuencia niveles de pobreza y pobreza extrema rural que se han mantenido independientes del crecimiento de las economía globales de los países (QUIJANDRíA et al 2001).

Evolución de la pobreza rural 1980-1998: población rural bajo la línea de la pobreza

7378,5 75,6 78,2

48,439,9

47,4 47

0102030405060708090

1980 1990 1994 1997

mill

ones

de

pers

onas

pobreza

extremapobreza

Figura 2.6 Evolución del pobreza rural. Fuente CEPAL 1998.

Desde mediados de los años sesenta hasta los setenta la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina (CEPAL) promovió un modelo de desarrollo económico de naturaleza autárquica que fue adoptado por la mayor parte de los países de la región. Éste se basaba en el estímulo sostenido brindadazo por el Estado a los sectores agrícolas e industrial como factor básico para un desarrollo económico nacional autosuficiente en alimentación y productos industriales básicos. Se promovieron reformas agrícolas y se controlaron mercados locales y externas por el gobierno. El sector público asumió los riesgos. Como consecuencia se crearon en los países del área sectores agrícolas fuertemente protegidos y dependientes de las políticas de apoyo del gobierno que acabaron requiriendo la asistencia de instituciones financieras internacionales así como de bancos privados teniendo su origen la deuda de los países iberoamericanos. A este dato hay que añadir que en dichas fechas los países estaban controlados por dictaduras militares que añadieron a estos gastos el costo de la compra e armamento iniciándose así la que se vendría en llamar la década pérdida, 1981 a 1990, en la que el crecimiento promedio anual del PIB en la región fue de -1%, inferior al mínimo requerido para estimular el empleo y reducir la pobreza rural. Durante dicho periodo las prioridades de los modelos de desarrollo y de las instituciones internacionales financieras se redujeron las inversiones en desarrollo agrícola en un 40% orientándose el estímulo hacia la industria y los servicios. La modernización de la agricultura exportadora también contribuyó a reducir el empleo agrícola. (QUIJANDRÍA et al 2001).

Los modelos económicos aplicados en los años 80 y al inicio de los años 90 no consideraban al sector rural ni a la agricultura campesina como actores

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importantes del proceso de desarrollo. Solo la agricultura comercial exportadora era apoyada mediante medidas y disposiciones explícitas de carácter económico y financiero, sin que implicaran servicios directos del Estado a ese sector, ya privatizado en su demanda y oferta de servicios.

Como la aplicación de los ajustes estructurales para aliviar la deuda externa, se generó un proceso de empobrecimiento general. La asistencia al desarrollo rural y el alivio a la pobreza fue enfrentado a través de los “fondos de inversión social”. Este modelo apoyado por las instituciones financieras internacionales partía de la hipótesis de que el desarrollo económico global era suficiente para reducir paulatinamente la pobreza urbana y rural.

Tras la denominada “década perdida” de los 80, a principios de los años 90, se habían reducido el alcance de los servicios rurales y agrícolas apoyados por los gobiernos y los recursos financieros disponibles para ellos, en tanto que, en el marco de los programas de ajuste estructural se habían suprimido por completo. De este modo, los bancos de desarrollo, los servicios de investigación y extensión agrícola, las obras de mantenimiento de los sistemas de riego, la infraestructura de comercialización y otras competencias se transfirieron a operadores del sector privado u organizaciones locales, o bien fueron cerrados. Las inversiones gubernamentales se reorientaron hacia los programas de inversión pública en el sector social y de mitigación de la pobreza que se describen anteriormente. La agricultura comercial se adaptó rápidamente a este nuevo contexto, lo cual permitió crear servicios privados de investigación y extensión agrícola, dar acceso a los bancos comerciales para que prestaran servicios financieros y organizar operaciones comerciales y agroindustriales. Sin embargo, para el sector de la agricultura campesina tradicional el establecimiento de servicios. privados de extensión agrícola fue limitado, quedando en muchos casos sin cobertura o con servicios mínimos por parte del Estado. En muchos países las ONG rurales, que estaban financiadas principalmente por fuentes externas, empezaron a proporcionar servicios de extensión y crédito agrícola, aunque sus esfuerzos fueron dispersos y faltos de coordinación y los recursos para préstamos escasos e insostenibles. En algunos casos, las ONG adoptaron un enfoque paternalista del desarrollo agrícola y rural y orientaron su apoyo hacia el fomento de la seguridad alimentaria familiar, mediante la producción de cultivos tradicionales, prestando muy poca atención a la diversificación de los cultivos, las oportunidades de mercado y el incremento sostenido de los ingresos (IFAD 2001).

A mediados de los años noventa, los fondos de inversión social ya se utilizaban para inversiones productivas en pro de la población rural, e incluían pequeños programas de préstamo fuertemente subvencionados o a fondo perdido. La limitada magnitud de los préstamos, la falta de una orientación productiva y comercial y el enfoque paternalista y con fines políticos de los mecanismos de desembolso dieron lugar a proyectos poco rentables o económicamente insostenibles, lo que redujo en medida considerable su eficacia como instrumento de alivio a la pobreza (IFAD 2001).

.En muchos países de América Latina y el Caribe, el impacto de la crisis financiera y económica que se registró al final de los años 90, agravado por los efectos económicos de catástrofes naturales (El Niño y el huracán Mitch), dio lugar de nuevo a un incremento considerable de la pobreza rural. Al mismo tiempo, estos fenómenos económicos y climáticos redujeron la capacidad de los

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gobiernos para seguir financiando el gasto público en el sector social y los programas de mitigación de la pobreza en curso, lo que limitó gravemente el impacto de los programas de inversión social y de reducción de la pobreza. A este hay que sumar que los programas gubernamentales de desarrollo agrícola destinados a los pequeños agricultores y agricultores tradicionales que emprendieron a mediados de los años 90 algunos gobiernos de los países de América Latina y el Caribe, y que están aún en curso, se orientaron hacia el bienestar más que hacia la producción y proporcionaron un apoyo financiero muy limitado, en forma de cuantiosas subvenciones o de préstamos a fondo perdido, y un escaso apoyo técnico; por lo que los efectos en cuanto al fomento de una producción sostenible y al incremento de la productividad o los ingresos fueron muy escasos.

En la actualidad, la mayor parte de los países están volviendo a destinar fondos de inversión social orientados a la población rural con apoyo de las instituciones financieras internacionales. Los fondos en la actualidad tienen un enfoque de instrumento participativo mediante los cuales las comunidades rurales pueden seleccionar y establecer infraestructura social con el apoyo financiero del Gobierno. Entre las inversiones seleccionadas, figuran obras de construcción o de mejora de escuelas y postas médicas; obras de abastecimiento de agua potable y de saneamiento; obras de reparación o de construcción de caminos de acceso; obras de construcción de pequeños puentes, salas comunitarias, etc. …

Las limitaciones financieras de los gobiernos de los países de la región han llevado a que los programas tradicionales de desarrollo agrícola, vigentes promuevan estrategias de mercado eficaces en función de los costos y orientados al incremento de los ingresos. De esta manera, varios países están estableciendo servicios de extensión privados y realizando planes de préstamos innovadores y programas de fomento del mercado y de generación de ingresos.

Desde 1997 en la mayor parte de los países de la región se han producido tres cambios importantes (IFAD 2001):

1.- la introducción del criterio de eficacia en función del costo en los programas de gasto social y reducción de la pobreza;

2.- la sustitución del enfoque paternalista de mitigación de la pobreza por otro enfoque orientado a la producción/obtención de ingresos; y

3.- la aplicación gradual de un enfoque más democrático y participativo en la planificación y ejecución de los programas de desarrollo rural y reducción de la pobreza.

En la actualidad y como consecuencia de la crisis económica, los gobiernos de los países de la región están reexaminando sus políticas de desarrollo rural, considerando a este un factor importante y dinámico para lograr un desarrollo nacional sostenido15.

15 En 1994, Brasil y México crearon dentro de los Ministerios de Agricultura, Subsecretarías de Desarrollo Rural, cuyo mandato específico consistía en formular, financiar y ejecutar políticas y programas de desarrollo rural, social y económico. A mediados de 1999, Brasil había creado una Secretaría de Desarrollo Rural, mediante la fusión de la Secretaría de Reforma Agraria y la Subsecretaría de Desarrollo Rural.

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En el marco de este nuevo enfoque conceptual cabe destacar dos procesos, la relación campo- ciudad y el proceso de descentralización hacia las municipalidades de competencias. Las zonas urbanas de tamaño pequeño y mediano están relacionándose, desde el punto de vista económico, con las zonas rurales circundantes y se están creando vínculos con los productores rurales en el sector de los servicios y el mercado. Se pretende que los centros urbanos de tamaño pequeño y mediano puedan ofrecer incentivos económicos y oportunidades de mercado a la agricultura de carácter tanto comercial como tradicional.

Por otra parte, las políticas gubernamentales de descentralización que aplican actualmente muchos países de América Latina y el Caribe, están empezando a contribuir de manera eficaz a afianzar el marco de desarrollo rural y a incrementar la capacidad de las autoridades locales y de las organizaciones comunitarias para planificar y ejecutar sus propios programas rurales. En muchos países, los recursos presupuestarios estatales, tradicionalmente administrados por instituciones centralizadas, se están transfiriendo a los gobiernos de los Estados, las regiones o las municipalidades. Los programas de descentralización más comunes se aplican en los sectores de la educación y la salud, y los recursos financieros se transfieren a los gobiernos municipales para que estos se encarguen directamente del funcionamiento y la administración de las escuelas y los dispensarios de atención primaria de la salud.

3.3 Líneas de desarrollo rural en Latinoamérica

La reducción de la pobreza rural requiere de políticas y programas clara-mente focalizados, tanto en la población objetivo, como en área geográfica. La inversión social mejora el entorno y calidad de vida del poblador rural, pero la reducción de la pobreza requiere de incrementos sostenibles en los niveles de ingreso de las familias pobres rurales. Por ello, la mejora del ingreso debe considerar no solo el crecimiento de la producción y productividad agropecuaria familiar, la pequeña industria agropecuaria y no agropecuaria, sino también la generación de oportunidades de empleo asalariado rural y urbano.

El diseño y planificación de los programas de desarrollo rural y alivio a la pobreza, deben realizarse en forma participativa en el ámbito de las comunidades rurales y constituir el elemento de base de los planes de desarrollo municipal y regional.

Algunos factores esenciales para el desarrollo rural y la mitigación de la pobreza son la potenciación del papel de la sociedad civil organizada, del sector privado y la continua intervención del Estado en un papel subsidiario de apoyo al desarrollo equitativo de la sociedad rural.

Algunas líneas generales para promover el desarrollo rural en Latinoamérica pueden ser:

Apoyar a las comunidades étnicas nativas y minoritarias: Tal como se ha indicado anteriormente, las comunidades campesinas indígenas representan el grupo más importante dentro del sector de la población rural pobre de los países de América Latina y el Caribe (33%).

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Eliminar las desigualdades de género en las zonas rurales: La mujer rural suele sufrir la forma de pobreza más grave dentro de las comunidades y los hogares rurales. Algunos estudios recientes sobre las condiciones sociales y económicas de las mujeres rurales, indican que las desventajas sociales y económicas tradicionalmente relacionadas con las diferencias de género, tales como una elevada tasa de analfabetismo, un escaso nivel de instrucción y salarios más bajos, aun siendo importantes de por sí, no son suficientes para explicar las complejas desigualdades que afectan a la mujer en las zonas rurales. Algunos de los factores de discriminación más importantes están arraigados en el entorno cultural del medio rural: el machismo, los prejuicios basados en el sexo y presentes en el derecho consuetudinario y en los marcos jurídicos e institucionales de los países. Este último caso está representado por los obstáculos jurídicos relacionados con la herencia, la compra y tenencia de la tierra; por la exclusión de la mujer rural como beneficiaria directa de programas de crédito; o por las restricciones jurídicas asociadas con la compra y venta de bienes de valor. En este contexto hay al menos tres factores clave para mejorar las condiciones de vida de las mujeres rurales: a) el acceso a la propiedad sobre la tierra; b) el acceso a los servicios formales financieros y de asistencia técnica; y c) el acceso a un buen nivel de instrucción y a oportunidades de capacitación con el fin de mejorar la competencia técnica y directiva.

Potenciar y fortalecer el capital social local. Las actividades encaminadas a fortalecer las instituciones locales y asegurar la participación de los beneficiarios en las iniciativas de reducción de la pobreza aumentarán el impacto, la eficiencia y la sostenibilidad de las iniciativas de desarrollo rural. Se reconoce que potenciar la capacidad de acción de la población rural pobre, no significa solamente la capacitación a los dirigentes rurales en el manejo de recursos transferidos a las organizaciones campesinas de base.

Desarrollar tecnologías para pequeños agricultores y pequeñas empresas rurales. La investigación agrícola y la generación de tecnología son factores decisivos para incrementar la productividad agrícola y los rendimientos de los agricultores y la mano de obra agrícola, reduciendo de esta manera la pobreza y satisfaciendo las futuras necesidades alimentarias a precios razonables, sin deteriorar de manera irreversible la base de recursos naturales.

Ofertar servicios eficaces de asistencia técnica. La extensión 25 la capacitación y los sistemas de transferencia de tecnología son componentes esenciales del enfoque del desarrollo rural Se necesita coordinación entre los servicios de extensión, los sistemas de generación de tecnología agrícola en pequeña escala, los servicios financieros y la protección de los recursos naturales.

Desarrollar servicios financieros locales de carácter innovador. El fortalecimiento de servicios financieros locales en muchas de sus iniciativas de reducción de la pobreza, a fin de responder a la petición de los agricultores que se sentían marginados por no tener acceso a recursos de capital. La falta de liquidez a corto plazo y la falta de acceso a capital para inversiones a largo plazo, constituyen dos de los obstáculos más apremiantes con los que se enfrenta la población rural en sus actividades económicas.

Apoyar a las pequeñas empresas rurales. En la región de América Latina y el Caribe las familias rurales pobres obtienen cada vez más ingresos

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de actividades no agrícolas. En los últimos decenios esta tendencia se ha acentuado, por el aumento de la presión demográfica sobre las tierras cultivables, la reducción del tamaño de las fincas, y la integración gradual de regiones rurales pobres en la economía de mercado. Se estima que por lo menos un tercio de la población rural no tiene acceso a la tierra y que una proporción importante de las tierras que poseen los campesinos se encuentra en zonas agroecológicas no adecuadas para la agricultura.

Desarrollar y regular los mercados de trabajo rurales. Recientes estudios sobre el sector rural no agrícola, demuestran que desempeñará una función cada vez más importante en la creación de empleo y en la seguridad alimentaria de los hogares, en la mayor parte de las comunidades rurales desfavorecidas.

Facilitar el acceso a la tierra y a los derechos de propiedad. La solución de los problemas de acceso a la tierra es decisiva para mejorar la base productiva de millones de campesinos, en la región de América Latina y el Caribe, para quienes las diversas posibilidades de huir de la pobreza conllevan unos costos familiares y sociales sumamente elevados y/o períodos de tiempo muy prolongados. La búsqueda de nuevas formas de acceso a la tierra en la región está obstaculizada por la limitada disponibilidad de tierras 30 y por el mayor desequilibrio que registra en la distribución, lo que da lugar a la marginación de las pequeñas explotaciones. Considerando estos factores, es necesario encontrar soluciones institucionales que estén en consonancia con los modelos políticos y económicos prevalecientes y con las posibilidades de los mercados estructurados de la tierra.

Partir del principio de iniciativa local: Las ayudas y subvenciones nunca deben suplantar la iniciativa local. Para vencer la emigración y asentar la población es necesario:

Que las ayudas complementen las iniciativas personales o de la sociedad local organizada, procurando siempre que los beneficiarios aporten ideas, dinero real o en trabajo, y respondan a iniciativas de base.

La diversificación económica alternativa a la agricultura ofrece una gran diversidad de opciones en sectores tan distintos como: turismo rural, cultura y patrimonio, naturaleza, artesanía, productos de elaboración local, etc.

Las comunidades rurales necesitan a su lado Agentes de Desarrollo que contribuyan a la dinamización local, y apoyen y animen la implantación de nuevas iniciativas de desarrollo rural integrado y sostenible. La extracción de los agentes de desarrollo debe ser, siempre que sea posible, de las propias zonas rurales.

El desarrollo local presupone acciones enmarcadas en un territorio (comarca natural). Es importante que esta superación de lo local facilite la eficacia de los servicios sociales, educativos, asistenciales, etc., que se implanten con sentido espacial de comarca.

Protagonismo local. La aplicación de verdaderos procesos de desarrollo local, integrado, endógeno y sostenible, que tengan a la población y al territorio como objetivos prioritarios, de modo que los recursos, tanto de la administración como de las ONG, se apliquen a través de la sociedad organizada en estructuras de participación de abajo a arriba.

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Es importante señalar el interés que tiene estudiar la fórmula Leader probada con éxito en la Unión Europea de los 15, y que se va a aplicar en la próxima programación 2007-2013 a los 12 nuevos países, el 90% procedentes de la antigua área de economía marxista, con un nivel de renta similar al de América Latina. LEADER se ha consolidado como un instrumento de formación para la participación y aceptación de responsabilidades, así como un medio de promoción-desarrollo y como una excelente escuela democrática, por lo que su aplicación puede ser interesante en América Latina.

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Los cinco elementos estratégicos o puntos de acceso para la reducción

de la pobreza rural según IFAD para América Latina: Desarrollo del capital humano El fortalecimiento del capital humano y social se relaciona directamente con mejorar la capacidad de integración de la población pobre y marginada a la corriente central de las actividades económicas, sociales y políticas locales, regionales y nacionales. Al mejorar y desarrollar el capital humano y social, se facilita el aumento sostenible de sus ingresos y su transición fuera de la línea de pobreza y pobreza extrema. La formación y la mejora del capital humano resultan particularmente importantes para los sectores más discriminados de la población rural pobre: indígenas, mujeres rurales y otras minorías, ya que les ayuda a alcanzar la plena integración social y económica, tanto en la sociedad rural, como en el ámbito nacional. Competitividad de mercado para la producción agrícola y no agrícola rural La globalización de los mercados ha creado nuevos retos y oportunidades para la población rural pobre. Con el fin de aprovechar al máximo las posibilidades que se ofrecen en este marco, el desarrollo agrícola y la reducción de la pobreza deben crear y fortalecer vínculos entre las poblaciones beneficiarias, por una parte, y los sistemas que generan tecnología, los servicios que la proporcionan, los mercados financieros, las empresas privadas y el acceso a los mercados locales, nacionales e internacionales, por otra. Manejo y conservación de los recursos naturales El deterioro paulatino de los recursos naturales constituye un problema importante para la producción agropecuaria sostenible en las zonas rurales de América Latina y el Caribe. La constante degradación de los recursos suelos, agua y vegetación está reduciendo el potencial productivo de las zonas rurales con mayores concentraciones de pobreza. La población rural pobre que reside en tierras frágiles en ecoregiones semiáridas, en laderas y altiplanicies y en los trópicos húmedos se enfrenta, al círculo vicioso de una pobreza que requiere del uso de una base de tierra productiva para la generación de ingreso y la alimentación familiar, pero que al intensificar su uso incrementa los riesgos de deterioro y acelera el proceso de pérdida de los recursos naturales. La introducción de prácticas agronómicas que permitan no solo la conservación, sino la recuperación de los recursos naturales es un área de acción de primera prioridad en los programas de reducción de la pobreza y el desarrollo rural y una condición indispensable para el desarrollo agrícola y rural a largo plazo en la región. Género En América Latina y el Caribe, las fuertes desigualdades existentes entre hombres y mujeres han tenido una influencia negativa en las modalidades de desarrollo social y económico de las zonas rurales. Una de las principales consecuencias de ello es que las mujeres rurales, sean estas esposas o cabezas de familia, se encuentran marginadas de los servicios y beneficios de los programas de desarrollo agrícola y rural, así como de participar activamente en los procesos de desarrollo local. Corregir las desigualdades de la distribución de los recursos y el poder entre los sexos es una condición necesaria para un proceso de desarrollo rural equitativo, democrático y sostenible, que incorpore a las mujeres rurales como participantes y protagonistas de pleno derecho en el proceso de repunte social y económico de la sociedad rural Fortalecimiento del capital social de la población rural pobre La subsistencia de las comunidades rurales pobres está basada en la construcción y mantenimiento de redes sociales de solidaridad que operan tanto en el ámbito social, como productivo. Es en base a esta racionalidad que el fortalecimiento del capital social constituye un elemento de importancia en el proceso de reducción de la pobreza y del desarrollo rural. Para el fortalecimiento del capital social, se requieren estrategias operacionales en tres niveles: el fortalecimiento de las organizaciones de base; el apoyo a los procesos de descentralización del Estado; y el desarrollo de organizaciones de la sociedad civil que proporcionen servicios y apoyo al fortalecimiento del capital social rural.

Tabla 2.6: Elementos estratégicos para la reducción de la pobreza rural en Iberoamérica,

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CASO PRÁCTICO

UN CENTRO ESCOLAR SE CONVIERTE EN MOTOR DE DESARROLLO

LOCAL PARA SU TERRITORIO

La Innovación educativa en un territorio desfavorecido de Suecia

La rebelión de un grupo de alumnos y profesores contra el régimen de educación que imperaba en su centro educativo, basado en la convencional “transmisión-recepción” de conocimientos, fue el origen de que nacieran una serie de proyectos de diferente condición y temática, que todavía funcionan y que han promovido, en su conjunto, el desarrollo local en una zona desfavorecida de Suecia.

El territorio donde se ha verificado el suceso es el municipio de Öckero, en la costa occidental de Suecia y frente al puerto de Göteborg. Es un municipio formado por un grupo de islas poco pobladas, donde la pobreza del suelo motivó que desde tiempo inmemorial sus habitantes vivieran de la pesca.

Así ocurrió hasta los años 60, en que la crisis del mundo pesquero obligó a la mayoría de los pobladores de las islas a convertirse en trabajadores de la fábrica Volvo en Göteborg. Gracias a la calidad de los medios de transporte, estos trabajadores han podido continuar residiendo en sus islas de origen.

A esto se suma que también en los últimos años un número elevado de personas residentes en Góteborg han cambiado su lugar de residencia, y se han instalado en alguna de las islas. De este modo la población se ha incrementado en el municipio hasta alcanzar una cifra próxima a los 10.000 habitantes.

Evolución y cambio por etapas

La mayoría de los niños de las islas podían seguir su escolaridad en su lugar de residencia hasta el primer ciclo de la Enseñanza Secundaria obligatoria. Para cursar el segundo ciclo debían trasladarse a la escuela Bratterberg, en la isla de Ökero, donde radica el ayuntamiento del municipio.

Esta escuela se creó en 1967 y hasta 1976 funcionó como la mayoría de los centros educativos, “ajena a lo que ocurría en su entorno”. Pero ya en sus inicios existía una cierta preocupación por la calidad de la enseñanza y las relaciones alumnado-profesorado, que se reflejaba en el modo de organizar la escuela: por departamentos (“casas”), para facilitar un mayor contacto entre alumnos y profesores.

Los primeros cambios

En 1976, a raíz de una investigación realizada en la escuela, se puso de manifiesto que los alumnos deseaban poder expresar su opinión sobre la enseñanza que recibían. A partir de aquí, y ya en la primavera de 1977, se decidió que 3 días de cada mes se dedicarían a actividades diferentes de la enseñanza tradicional, y durante

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esos días los alumnos serían los protagonistas, si bien también podía participar el profesorado y asumir funciones de supervisión.

El planteamiento era muy simple: el alumnado seleccionaba qué conocimientos deseaba alcanzar, y con qué medios y en qué fuentes se iban a apoyar para lograrlo. (El profesorado era admitido aquí como un recurso más a disposición de los alumnos).

Pero no toda la comunidad escolar mostró su pleno acuerdo con esta nueva metodología de enseñanza. Había padres que pensaban que sus hijos con este sistema no lograrían alcanzar los conocimientos que les exigirían más tarde en los centros de enseñanza de Göterborg, si se proponían proseguir estudios más allá de la Enseñanza Secundaria obligatoria.

Ante esa circunstancia, ese primer trimestre de “innovación” en la escuela de Bratteberg terminó con una huelga convocada por los alumnos, para reivindicar una mejora en la calidad de la enseñanza.

La fórmula definitiva

Entre 1977 y 1981 hubo un avance importante. Se decidió que el empleo del tiempo en cada asignatura sería libre, lo que permitiría a los alumnos la posibilidad de integrarse en proyectos durante casi la mitad de horas lectivas de la semana.

Actualmente, se destinan 6 horas semanales al desarrollo de proyectos, en horario extra-escolar, pudiendo elegir cada alumno los 3 proyectos que más le interesan, entre los 40 posibles proyectos que se ofrecen. También los alumnos pueden elegir para los proyectos los compañeros de trabajo que desean, sean o no de su misma clase.

Proyectos con visión de futuro

Todos los acontecimientos que tuvieron lugar en la escuela de Bratterberg, por parte de alumnos, padres y profesores, motivaron que poco a poco a los proyectos se les reconociera un mayor peso en la enseñanza impartida en la escuela.

Todos los proyectos reúnen unas cuantas características comunes:

• Asocian teoría y práctica.

• Su marco de actuación es local.

• Permiten hacer algo útil por los demás.

• Nacen con carácter duradero.

• Suponen una visión a largo plazo.

Algunos ejemplos de proyectos

Algunos ejemplos de estos proyectos son: gestión de la biblioteca escolar; elaboración de programas para la radio local; cría de bogavantes; elaboración de los planos de un jardín público; cultivo de tomates, flores y hierbas aromáticas;

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restauración del “Hawila”, que es el último barco de vela de la localidad (actualmente funciona como barco-escuela).

Un índice significativo del éxito del trabajo desarrollado por la escuela es que la mayor parte de los proyectos funcionan desde hace más de diez años. Es el caso de la piscicultura, del barco, de la emisora de radio, de la estación eólica y del invernadero. Además de que continúan en marcha, experimentan un proceso continuo de diversificación.

El huerto escolar

Durante todos los sábados del mes de mayo los alumnos venden los productos de la huerta que existe en el patio de la escuela; pepinos, tomates, puerros, apio ... Los clientes son vecinos que se desplazan hasta el centro educativo para comprar productos de calidad.

Pero la especialidad son las hierbas aromáticas: tomillo, albahaca, mejorana y melisa. Todas ellas son "de excelente calidad", como así lo reconocen los comerciantes minoristas de la localidad, que miraban con escepticismo el proyecto al comenzar su andadura.

Actualmente las hierbas se cultivan en un antiguo vivero que las autoridades locales han cedido temporalmente a los alumnos. Si la operación tiene éxito, con el apoyo de la opinión pública se considera que el futuro de la explotación estará asegurado.

La piscicultura

“¿Por qué no pescamos?, ¿Por qué no cultivamos el mar como el granjero cultiva la tierra?...” Estas reflexiones, hechas por un grupo de alumnos y un docente, dieron pie en 1976 a la puesta en marcha de varios proyectos que han potenciado la piscicultura en la costa occidental de Suecia; y hoy día son ya varias las explotaciones piscícolas que se hallan en pleno funcionamiento en las islas.

Los alumnos empezaron por aprender lo más posible en materia de pesca y cría de peces. Esta tarea implicaba la construcción de “nasas” o trampas de salmón, la reparación y elaboración de redes; y la adquisición de otros conocimientos sobre el tema, aportados en su mayoría por antiguos pescadores.

Pero no se contentaron con esto, ya que sus miras eran más amplias. En colaboración con la Universidad de Góteborg intentan también ahora la hibernación de salmones en agua de mar. Y se ha creado además una fábrica moderna de transformación del pescado, a partir de un antiguo saladero de arenque.

Con esta fábrica colabora estrechamente la cocina experimental de la escuela, ideando nuevas recetas que luego se ensayan en el comedor escolar y se analizan posteriormente. En este capítulo puede mencionarse la “bratterburger” o hamburguesa de pescado, que actualmente se comercializa ya en toda Escandinavia.

Actualmente trabajan en la cría de bogavantes, para luego soltarlos en el mar, con vistas a aumentar la población local de este especie.

Cursos para adultos

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Otro aspecto a destacar son los numerosos cursos celebrados hasta el momento e impartidos por los propios alumnos, y dirigidos a la población adulta, a la que transmiten o ponen a su disposición los conocimientos adquiridos.

Estos cursos tienen un gran interés, cuentan con una asistencia en general numerosa, y para los alumnos representa un elemento de motivación y estímulo muy considerable.

Los “barcos-escuela”

El proyecto “Hawila”, que comenzó su andadura en 1978, cuando el último carguero de las islas quedó fuera de servicio, es uno de los primeros y más importantes proyectos desarrollados hasta el momento.

Para llevarlo a cabo fueron necesarias miles de horas de trabajo, por parte de docentes y alumnos; que hoy día se sienten orgullosos al ver navegar durante los meses de mayo a octubre de cada año al “Hawila” y a otro barco semejante, éste de origen noruego.

Ambos barcos cumplen funciones de barcos-escuela. Los alumnos realizan en ellos estancias de una semana de duración, a lo largo de las cuales aprenden todo lo relativo al manejo y mantenimiento de un barco de vela, pero también adquieren conocimientos de la zona y de la provincia de Bohuslän, a la que pertenece Bratterberg.

Estos conocimientos comprenden, principalmente, historia, espacios naturales y cultura local. Algunos alumnos siguen además cursos especiales de navegación, y se capacitan como instructores de vela y así pueden enseñar, a su vez, al resto de los alumnos interesados.

La central eólica

Sobre el tejado de la escuela de Bratterberg puede verse una estación eólica experimental, cuyo objeto es poner en marcha un sistema de producción de electricidad y de bombeo de agua, que utiliza el aire como fuente de energía. La finalidad de todo este trabajo eólico es experimentar, para facilitar después su uso a países del Tercer mundo.

Aquí, como en muchos otros proyectos, son los propios alumnos, en colaboración con estudiantes universitarios, los que han diseñado y construido todas las piezas, así como las de la estación experimental que existe en la isla vecina de Hönö.

La emisora de radio

Desde 1979 los alumnos producen, en unos estudios modestos habilitados en la escuela, sus propios programas de radio para la emisora local.

El grupo de radio se encarga, además, de producir documentales de 25 minutos de duración, que se emiten luego en el centro escolar una vez cada mes.

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El autobús escolar

En 1988 la escuela recibió una oferta interesante para comprar un autobús; que se utiliza en las colonias de verano y en las visitas de estudio que realizan a la escuela los colegios de la municipalidad.

El asociacionismo complementario

Para realizar todo este trabajo que representan los proyectos, la escuela de Bratterberg ha necesitado dotarse de una pequeña estructura asociativa complementaria. Sin ella no hubiera sido posible llegar tan lejos.

En particular, la mayoría de los proyectos llevados a cabo no habrían visto la luz sin el apoyo de la asociación “Hacia una mejor enseñanza”; que se constituyó casi desde el principio. Esta asociación es titular y propietaria de todos los proyectos que comportan gastos para el centro educativo: invernaderos, explotaciones piscícolas, generador eólico, emisora de radio, dos barcos y un autocar.

La asociación surgió como consecuencia de las críticas provenientes de algunos padres de alumnos, preocupados por la calidad de la enseñanza que recibían sus hijos, y del deseo de rescatar a la escuela de la situación de aislamiento de su entorno en que se encontraba.

Constituyeron esta asociación, en 1978, un grupo de profesores, padres y alumnos de la escuela Bratterberg y la denominaron “Mot bättre vetande”; que en sueco tiene un doble significado, ya que la palabra “Mot” significa “contra” y “a favor de”...

El objetivo principal de la asociación es que los alumnos aprendan a asumir riesgos y a ejercer responsabilidades, a la vez que mejoran sus conocimientos teóricos y prácticos.

Viabilidad del trabajo

Aunque los múltiples proyectos en marcha generan beneficios (en 1987 estos beneficios ascendían a 2.000.000 de coronas suecas), su funcionamiento se alimenta del apoyo financiero de fundaciones, autoridades y subvenciones provenientes de diversas empresas. Tres personas contratadas trabajan en los barcos y en las explotaciones de piscicultura.

Consideraciones finales

El alumnado que participa en los distintos proyectos ha aprendido muchas cosas; Una de ellas, sin duda importante o que merece la pena destacar, es que han aprendido a tener en cuenta las consecuencias de sus acciones: la falta de cuidados en la plantación o en el riego se pone de manifiesto rápidamente; los peces mueren si no son alimentados durante las

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vacaciones de verano; los clientes manifiestan su satisfacción si adquieren productos de buena calidad...

El centro educativo de Bratterberg y la asociación “Hacia una mejor enseñanza” desean mostrar que:

los jóvenes son capaces de

⇒ Aportar mucho a la colectividad;

⇒ Participar en el desarrollo de su entorno;

⇒ Tomar decisiones con respecto al medio ambiente;

⇒ Ayudar a resolver problemas;

⇒ Crear y difundir nuevos conocimientos.

Motor del desarrollo local

A nadie se le oculta en las islas, por otra parte, que la escuela de Bratterberg se ha constituido en motor del desarrollo para este territorio empobrecido de la costa occidental de Suecia.

Su aportación principal, en este sentido, no son sólo los proyectos ya en marcha, y otros que se inician ahora o que se podrán iniciar más adelante. Su aportación más determinante, sin duda, es el impulso que proporciona a la capacitación de los jóvenes, a los que cualifica en muchos casos para ejercer funciones de actores locales del desarrollo.


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