CARLOS PELLICERA B S T R A C T O
ALDAMAFINE ART
Del 13 de julio al 30 de septiembre de 2018
Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez
CARLOS PELLICER
A B S T R A C T O
2 3
La noción de que en la pintura hay algo oculto que el espectador hará surgir mediante la contem-
plación es muy propicia ante la obra de Carlos Pellicer. Si bien es siempre sensato considerar
que cada cuadro terminado constituye una totalidad, la presente exposición, en cuanto recoge
una selección amplia de las obras abstractas de este artista, nos abre a una unidad mayor que
articula su labor de décadas. Al apreciar los contrastes y complementariedades que establece
con los otros, cada cuadro hace explícito y aún más expresivo el misterio que contiene, misterio
no perturbador pero sí sondable. La presentación de ese misterio como cosa plástica está en
la recurrencia que Carlos Pellicer realiza como una “puesta en abismo”1 de dos o más cuadrángulos dentro de
su tabla o lienzo. Pellicer se interna así en el primer cuerpo de la pintura: por diversa que sea su potencia de
representación simbólica, todo cuadro pictórico ancla en una abstracción geométrica establecida en el soporte
y formato generalmente cuadrangulares. Cuadrados, rectángulos y cadenas lineales en formación de camino o
dominó son, en la obra de Carlos Pellicer, los rudimentos de un plan infinito.
La reducción del cuadro a su encuadramiento fue llevada a la mayor depuración por el pintor ruso Kazimir
Malévich (1879-1935), a partir de cuyas búsquedas el joven Carlos Pellicer López, siendo aún estudiante del
cuarto año en la Academia de San Carlos, realizó la tela Ejercicio académico (1970), un cuadro de cuadros negro
sobre blanco o bien blanco sobre negro, que sería una piedra de toque con dilatada repercusión en su desarrollo:
literalmente, le abrió puertas y ventanas, permitiéndole ahondar en el cultivo del cuadro dentro del cuadro. En
esta ruta, se puede afiliar a Pellicer con la tradición moderna de pintores cuyo objeto de reflexión y acción fue
la pintura misma, y no lo que representa; pero igualmente debe vinculársele con otra búsqueda fundamental: la
plasmación de espacios complejos dentro del plano, que desde muy antiguo vincula a la pintura con el paisaje y
la arquitectura. En su recorrido por ambas vertientes, la recursiva sobre lo pictórico y la compleja sobre el espacio,
Carlos Pellicer se distingue por investigar el color como medio para estructurar la forma.
El plan infinitoPor Jaime Moreno Villarreal
Cat. 27
Acorde nocturno
(detalle)
5
1 La fórmula francesa mise en abîme (puesta en abismo) indica el uso de una estructura recursiva dentro de otra homóloga para crear un efecto especular.
2 Julián Gállego, El cuadro dentro del cuadro, Madrid, Cátedra, 1991.
Según él mismo lo ha expresado, Pellicer indaga en las raíces de la pintura que, si por un lado, pueden ser
tan distantes y primordiales como el arte rupestre —que le fascina—, igualmente las encuentra en los órdenes
radicales de la modernidad. El impresionismo, el fauvismo, el cubismo le competen, y halla en Cézanne un
modelo idóneo: “Veo a Cézanne y digo: ahí está. Es un misterio saber por qué pintaba así. Destreza, no tenía
ninguna, pero tenía en cambio una tozudez para seguir pintando, que al final le hizo darle la vuelta a las cosas.
Lo que quedó era un ánimo primitivo para entender las formas y el color. Resultó el más diestro y el más hábil
porque estaba abriendo un camino que no existía. A base de insistir e insistir abrió una puerta. Eso me conmueve.
Acercarme a esas ventanas me ha llevado mucho tiempo”. Y es notable que Pellicer lo exprese en esos términos
—“camino”, “puerta”, “ventanas”—, porque al encuadrar sus cuadrángulos, éstos suelen adoptar justamente la
forma de vanos, puertas o ventanas y caminos que indican tránsitos visuales a sus interiores. Son umbrales, son
miradores, son oquedades, son senderos. A veces establece por esos medios grandes registros geométricos
donde inscribe nuevos planos dentro del plano, a veces fija cuerpos sólidos que parecen proyectarse hacia el
espectador, a veces motea pequeñas casillas como “fichas” de un juego cromático, y en otras ocasiones com-
pone cuadros pictóricos alternos dentro del cuadro. Notablemente, emergen en sus campos aparentes alusiones
a megalitos prehistóricos, menhires y dólmenes que marcan los espacios parcelados orientando aún más las
pesquisas hacia la raíz arbórea del arte. Lo monumental y lo pequeño se corresponden, las extensiones alusivas
al paisaje rural y urbano abastecen la complejidad.
Así se manifiesta un modo de pensamiento que procede serialmente, no sólo en la factura sucesiva de piezas
sino en el seno de cada una de ellas. Pintar piezas individuales para conformar una serie es una pauta muy so-
corrida, pero serializar a tal grado el elemento cuadrangular dentro de obras separadas, como módulo y medio
de invención, es algo peculiar. La representación del “cuadro dentro del cuadro”, como lo estudiara Julián Gállego,
tiene una larga historia que puede retraerse casi a la prehistoria2. Ese relato incumbe a Pellicer, pues en su obra
la recursividad es un cultivo atento a las tradiciones de la pintura —el artista conoce muy bien y visita asidua-
mente sus fuentes—, no obstante que no aluda a las claras, digamos, a aquella fórmula iconográfica del siglo
XVIII que saturaba los lienzos representando ricas colecciones pictóricas en los muros de un salón palaciego o
galería —cuadros dentro del cuadro—, dispuestas para recorrido y solaz de damas y caballeros. Alude acaso un
poco más al uso de la retícula como patrón material, tan característico de cierto arte abstracto norteamericano
del medio siglo y los sesenta, que seguía aún pendiente de Mondrian. Pero más bien, y sorprendentemente, se
antoja próximo al uso del cuadrado como motivo heurístico en las animaciones del cine de vanguardia construc-
tivista y abstraccionista, de Hans Richter y Oskar Fischinger. Al recalar en esa cinematografía, se despliegan a
nuestra vista estructuras rítmicas y cromáticamente armónicas, melódicas también —pues a veces se constru-
yen sobre piezas orquestales que son su banda sonora—, que sí encajan con la obra de Pellicer, y conducen
desde la Bauhaus y el grupo Abstracción-Creación de la década de los treinta hacia la obra del alemán Josef
Albers. Pero con el timbre de musicalidad muy propio de Pellicer.
Cat. 9
Caja de recuerdos
(detalle)
6 7
Respecto de Josef Albers —quien es recordado en México por sus numerosas visitas al país (entre mediados
de los años treinta y finales de los sesenta), su pasión por la arquitectura prehispánica, su amistad con Luis
Barragán y su tratado La interacción del color (que ha sido usado como texto en las escuelas de arte desde
hace cinco décadas)—, es sin duda su serie pictórica Homenaje al cuadrado, construida a lo largo de más de
veinte años, con la que la obra de Carlos Pellicer ha dialogado fructíferamente. Las investigaciones de Albers
sobre la percepción visual a partir de las interacciones entre colores contiguos o yuxtapuestos, su intensidad
lumínica, brillantez u opacidad, sus tonalidades, su persistencia en la retina, sus fundidos, etcétera, hallan un
contrapunto en los desarrollos cromáticos que Pellicer orienta hacia la arquitectura, el paisaje, la cartografía, el
firmamento, los cuerpos sólidos, los flujos y extensiones de agua, los megalitos y otros motivos que abstrae y
eleva en sus cuadros. Si la obra pictórica-teórica de Albers consiste precisamente de cuadrángulos inscritos
dentro del cuadro para investigar interacciones cromáticas, insistiendo en la longitud de onda que define cada
color del espectro y sus diferentes tonalidades, Pellicer por su parte compone con un afán casi musical —y aquí
volvemos a las abstracciones cinematográficas de Richter y Fischinger— fundado en las cualidades vibratorias
de los colores. En su obra, escalas sonoras quedan subsumidas en escalas de color.
Es verdad que establecer analogías entre las diferentes artes suele dar pie a usos metafóricos de términos, a
veces excedidos y que no anclan en firme, pero no por ello se han de considerar inoperantes. Por autónomas
que sean las artes, no dejan de ser sinestésicas. Al hablar de su trabajo, Pellicer suele establecer correlatos
entre música y pintura. El término “cromatismo” es usual y preciso en ambos campos, aunque no plenamente
homologable. Entretanto, el pintor traduce su exploración de la complementariedad y el contraste de pigmentos
en términos de escalas y armonía. Hasta aquí, nada que no sea propiamente pictórico. Pero Pellicer da un paso
más. Explica su trabajo colorístico en términos de modulaciones y alteraciones de una escala, como en la músi-
ca. Se refiere entonces a la tonalidad y explica su pintura como una sucesión modulable mediante alteraciones,
justo como se indican en una partitura. Si al cabo y en efecto, su uso del cromatismo es rasgo ampliamente
dominante en su composición pictórica —por encima del dibujo o la perspectiva, o cualquier insinuación mimética
propiamente plástica—, Pellicer suele componer un ritmo de fondo a través de contrastes e intensidades del
color, en parcelas definidas como zonas angulares que pueden estar tajadas por algún elemento quebrado,
diagonal, irregular o, muy esporádicamente, curvo, todo ordenado para sostener la estructura armónica.
Semejantes paralelos entre música y pintura no son inauditos. El énfasis en la musicalidad de la pintura puede
remitir tanto a Paul Gauguin —quien ya equiparaba su trabajo pictórico con la composición musical—, cuanto
a la corriente fauvista desprendida de él, que investigó radicalmente la vibración de los colores, y al cabo nos
conduce a la emoción vibratoria explorada con plenitud por Mark Rothko. Mediante los acordes de color, lo
vibratorio, conductor de una carga emocional, es designio fundamental de la pintura de Carlos Pellicer.
Cat. 29
Entre azul y buenas noches
(detalle)
8 9
La contemplación de la obra de Pellicer anima —como lo he señalado en el arranque de estas líneas— al des-
ocultamiento. No en busca de un mensaje secreto. El pintor no camufla ni echa sombras. Es más bien el espec-
tador quien debe retirar, de sus propios hábitos de visión, aquello que le nuble o vele el acceso a una obra. Al
hablar de lo emocional en pintura se debe ser abierto y específico, para que la emoción plasmada en una pieza
no se disuelva en credulidad o, aún peor, en sensiblería. En términos de vanos, puertas y ventanas, Pellicer me
ha referido la conmoción que le produce visitar las alineaciones de megalitos en sitios arqueológicos europeos, y,
en específico, cuánto le sacude contemplar el paisaje a través de los arcos prehistóricos de tipo dolmen. En un
viaje reciente, visitó en Gijón el Elogio del horizonte (1990) de Eduardo Chillida, el gran arco de concreto, de diez
metros de altura, que enmarca el horizonte frente al mar, y que de algún modo actualiza la forma un dolmen
prehistórico. La abstracción de experiencias semejantes se halla presente en numerosos cuadros de Pellicer,
donde el factor serial en su obra se muestra tocado por el factor emocional. Y si la serialización del cuadrado
en su pintura tantea un programa de evolución infinita, como lo hace toda música, en una visita a su estudio
pregunté al artista sobre el símbolo del infinito que vi aparecer en dos de sus obras. Respecto a ese símbolo
como motivo en el cuadro (Infinito) 14 (2014), esto me respondió: “Mi mamá y mi papá tenían su número del
amor, que era el infinito y el 14 (creo que se conocieron un día 14). Un día en la mañana, cuando mi mamá vivía
aquí y ésta era su recámara, yo estaba en el jardín y vi que los vidrios de su habitación estaban empañados.
Mi mamá ya era muy viejita. Desde afuera, la vi levantarse. Se acercó a la ventana y, sin verme, trazó el signo
del infinito sobre el vidrio empañado, que naturalmente goteó. En el cuadro es un signo con lágrimas de sangre”.
Al terminar este relato, el pintor inmediatamente repuso: “Pero esto es un cuento. No es el cuadro”. Y en efecto,
no es el cuadro. El cuadro revela algo más, el cuadro es más expresivo que el profundo misterio que contiene.
Está en casi toda su obra abstracta: el infinito en la ventana.v
Cat. 56
Guadual de San Felipe
(detalle)
10 11
Nací en la Ciudad de México, en 1948. Mis padres —Juan y Blanca— fueron los mejores
que puedo imaginar. Gracias a ellos y al mundo con el que me rodearon soy lo que soy. El
recuerdo de mi tío Carlos es excepcional. Él fue poeta, uno de los más grandes de nuestro
idioma en el siglo XX. Siempre vivimos muy cerca de él y su presencia fue definitiva en mi
vocación. Tanto en su casa como en la nuestra, colgaban cuadros con la mejor pintura. Desde que
tengo memoria, quise ser pintor.
El día que entré en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en el año de 1966, encontré no sólo el
terreno que soñaba, sino la libertad para trabajar en lo que quería. Por ese tiempo me enamoré por
primera vez, recuerdo feliz que me marcó para siempre.
Conozco algo de nuestro país y he viajado un poco por otros rumbos.
Hace casi cuarenta años conocí a Julia, mi mujer, madre de María y Carlos, nuestros hijos. Con
ellos he vivido el milagro cotidiano, la increíble fortuna de mi vida.
Siempre que trabajo escucho música y la disfruto casi tanto como la pintura. Leo novelas y cuentos,
pero leo más poesía.
Cuando pinto, por momentos creo comprender y ser comprendido.
Ciudad de México, mayo de 2018
Nota autobiográfica
12 13
Sobre el artista
Carlos Pellicer López estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas entre 1966 y 1970. Desde entonces
ha participado en numerosas exposiciones colectivas y en las siguientes individuales:
Galería de la Plástica de México, Ciudad de México, 1974.
Galería Natalia Zajarías, Ciudad de México, 1977, 1980, 1983, 1985.
Galería de Arte El Jaguar Despertado, Villahermosa, Tabasco, México, 1988.
Museo de Arte Carrillo Gil, Ciudad de México, 1988.
Instituto Potosino de Bellas Artes, San Luis Potosí, México, 1989.
Museo de Aguascalientes, Aguascalientes, México, 1989.
Ex Convento del Carmen, Guadalajara, Jalisco, México, 1990.
Ex Templo de San Agustín, Zacatecas, México, 1990.
Casa de la Cultura, Celaya, Guanajuato, México, 1990.
Universidad Autónoma de Hidalgo, Pachuca, Hidalgo, México, 1990.
Museo de Arte Moderno, Gómez Palacio, Durango, México, 1990.
Centro Cultural Jardín Borda, Cuernavaca, México, 1991.
Galería Rafael Matos, Ciudad de México, 1991.
Palacio de la Cultura, Tlaxcala, México, 1992.
Casa de la Cultura, Puebla, México, 1993.
Galería Arte en Tapetes, México, 1997.
Schwartz & Martinez Art Gallery, Coral Gables, Florida, Estados Unidos, 1998.
Dora Rigoletti, Ciudad de México, 1998.
Galería Natalia Zajarías, Ciudad de México, 2000.
Schwartz & Martinez Art Gallery, Coral Gables, Florida, Estados Unidos, 2001.
Pinacoteca Diego Rivera, Xalapa, Veracruz, México, 2001.
Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante, San Miguel de Allende, Guanajuato, México, 2002.
Galería Metropolitana, Ciudad de México, 2003.
Galería Ramón Alva de la Canal, Xalapa, Veracruz, México, 2003.
Galería del Palacio de Gobierno, Villahermosa, Tabasco, México, 2005.
Centro Cultural Universitario Quinta Gameros, Chihuahua, Chihuahua, México, 2005.
Instituto Cultural de México, San Antonio, Texas, Estados Unidos, 2006.
Latino Cultural Center, Dallas, Texas, Estados Unidos, 2006.
Museo de Arte de Ciudad Juárez, Chihuahua, México, 2006.
Galería Metropolitana, Ciudad de México, 2007.
Galería del plantel Cuajimalpa, Universidad Autónoma Metropolitana, Ciudad de México, 2014.
Centro Cultural Estación Indianilla, Ciudad de México, 2017.
En agosto de 2014 recibió el premio Juchimán de Plata 2013, en el campo de Artes y Letras que otorga
la Universidad Juárez de Tabasco.
14 15
Catálogo de obra
Cat. 51
Mañana verde
(detalle)
16 17
Cat. 1
Ejercicio académico
1970 / Acrílico sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 2
Paisaje enmascarado
2001 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
18 19
Cat. 3
Arquitectura popular
2003 / Encáustica sobre madera prensada / 89 × 130 cm
Cat. 4
La mera mera
2003 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
20 21
Cat. 5
La negación del paisaje
2003 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 6
Limón entre nublados
2003 / Encáustica sobre madera prensada / 108 × 81 cm
22 23
Cat. 7
Sendero nocturno
2003 / Encáustica sobre madera prensada / 116 × 79 cm
Cat. 8
Mar en calma y próspero viaje
2004 / Encáustica sobre madera prensada / 105 × 85 cm
24 25
Cat. 9
Caja de recuerdos
2005 / Encáustica sobre madera prensada / 67 × 84 cm
Cat. 10
Compás de cuatro tiempos
2005 / Encáustica sobre madera prensada / 61 × 105 cm
26 27
Cat. 11
Mapamundi
2006 / Encáustica sobre madera prensada / 85 × 100 cm
Cat. 12
Noche en el agua
2006 / Encáustica sobre madera prensada / 61 × 105 cm
28 29
Cat. 13
Estructura para el otoño
2007 / Encáustica sobre madera prensada / 52 × 85 cm
Cat. 14
Intento de fuga
2007 / Encáustica sobre madera prensada / 71 × 85 cm
30 31
Cat. 15
Retrato de una mariposa
2007 / Encáustica sobre madera prensada / 85 × 85 cm
Cat. 16
Ventana de Paracas
2007 / Encáustica sobre madera prensada / 61 × 80 cm
32 33
Cat. 17
Aunque quiera olvidarte
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 18
El canal de los cedros
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 125 × 104 cm
34
Cat. 19
En un dos por tres
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 20
Estante de colores
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 105 cm
36 37
Cat. 21
Los veneros de petróleo
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 100 × 100 cm
Cat. 22
Milpa en La Venta
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
38 39
Cat. 23
Puerta azul
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 84 × 84 cm
Cat. 24
Puerta de agosto
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
41
Cat. 25
Puerta de la tarde
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 90 cm
Cat. 26
Puerta mayor azul
2008 / Encáustica sobre madera prensada / 125 × 81 cm
42
Cat. 27
Acorde nocturno
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 28
Ensamble 48/3/26
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 82 × 122 cm
45
Cat. 29
Entre azul y buenas noches
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 110 cm
Cat. 30
Jardín del Pedregal
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 244 cm (díptico)
46
Cat. 31
Milpa
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
Cat. 32
Patio ceremonial
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
49
Cat. 33
Taller de fuego
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 244 cm (díptico)
Cat. 34
Ventana homenaje
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 110 × 81 cm
50
Cat. 35
Volcán contento
2009 / Encáustica sobre madera prensada / 100 × 122 cm
Cat. 36
Cancha de juego
2010 / Encáustica sobre madera prensada / 63 × 81 cm
53
Cat. 37
Ventana de mañana
2012 / Encáustica sobre madera prensada / 100 × 122 cm
Cat. 38
Ventana de frambuesa
2013 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 88 cm
54 55
Cat. 39
(Infinito) 14
2014 / Encáustica sobre madera prensada / 89 × 72 cm
Cat. 40
Jaguar
2014 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
56 57
Cat. 41
La milpa en el cielo
2014 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 42
Puerta rayuela
2014 / Encáustica sobre madera prensada / 125 × 80 cm
58 59
Cat. 43
Puerta roja
2014 / Encáustica sobre madera prensada / 125 × 100 cm
Cat. 44
La canasta del mandado
2015 / Encáustica sobre madera prensada / 80 × 122 cm
60 61
Cat. 45
Recuadro con sombrerito
2015 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 80 cm
Cat. 46
Ventana con flores
2015 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 100 cm
62 63
Cat. 47
Ventana de noviembre
2015 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 48
Ventana feliz
2015 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
64 65
Cat. 49
El malecón, noche
2016 / Encáustica sobre madera prensada / 63 × 122 cm
Cat. 50
El malecón, tarde
2016 / Encáustica sobre madera prensada / 61 × 122 cm
66 67
Cat. 51
Mañana verde
2016 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 52
2 a 1
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
68 69
Cat. 53
Asómate a la ventana
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 70 cm
Cat. 54
Ejercicio susquiniado
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 90 × 122 cm
70 71
Cat. 55
El horno de Gustavo
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 56
Guadual de San Felipe
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
72 73
Cat. 57
Homenaje al ladrillo
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 61 × 81 cm
Cat. 58
Nocturno de Holmenkollen
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 61 × 61 cm
74 75
Cat. 59
Otro recuerdo
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 60
Prodigioso y funesto
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 103 cm
76 77
Cat. 61
Reloj de sol
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 62
Sobre una estampa
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 184 cm
78 79
Cat. 63
Tiempo confidencial
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 184 cm
Cat. 64
Ventana de horno
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 100 cm
80 81
Cat. 66
Estrella de Vicente
2018 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 90 cm
Cat. 65
Ventanal de Tábio
2017 / Encáustica sobre madera prensada / 122 × 94 cm
82 83
Cat. 64
Ventana de horno / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 100 cm
Cat. 1
Ejercicio académico / 1970
Acrílico sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 2
Paisaje enmascarado / 2001
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
Cat. 3
Arquitectura popular / 2003
Encáustica sobre madera prensada / 89 × 130 cm
Cat. 4
La mera mera / 2003
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 5
La negación del paisaje / 2003
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 6
Limón entre nublados / 2003
Encáustica sobre madera prensada / 108 × 81 cm
Cat. 7
Sendero nocturno / 2003
Encáustica sobre madera prensada / 116 × 79 cm
Cat. 8
Mar en calma y próspero viaje / 2004
Encáustica sobre madera prensada / 105 × 85 cm
Cat. 9
Caja de recuerdos / 2005
Encáustica sobre madera prensada / 67 × 84 cm
Cat. 10
Compás de cuatro tiempos / 2005
Encáustica sobre madera prensada / 61 × 105 cm
Cat. 11
Mapamundi / 2006
Encáustica sobre madera prensada / 85 × 100 cm
Cat. 12
Noche en el agua / 2006
Encáustica sobre madera prensada / 61 × 105 cm
Cat. 13
Estructura para el otoño / 2007
Encáustica sobre madera prensada / 52 × 85 cm
Cat. 14
Intento de fuga / 2007
Encáustica sobre madera prensada / 71 × 85 cm
Cat. 15
Retrato de una mariposa / 2007
Encáustica sobre madera prensada / 85 × 85 cm
Cat. 16
Ventana de Paracas / 2007
Encáustica sobre madera prensada / 61 × 80 cm
Cat. 17
Aunque quiera olvidarte / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 18
El canal de los cedros / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 125 × 104 cm
Cat. 19
En un dos por tres / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 20
Estante de colores / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 105 cm
Cat. 21
Los veneros de petróleo / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 100 × 100 cm
Cat. 22
Milpa en La Venta / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 23
Puerta azul / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 84 × 84 cm
Cat. 24
Puerta de agosto / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 25
Puerta de la tarde / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 90 cm
Cat. 26
Puerta mayor azul / 2008
Encáustica sobre madera prensada / 125 × 81 cm
Cat. 27
Acorde nocturno / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 28
Ensamble 48/3/26 / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 82 × 122 cm
Cat. 29
Entre azul y buenas noches / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 110 cm
Cat. 30
Jardín del Pedregal / 2009
Encáustica sobre madera prensada /
122 × 244 cm (díptico)
Cat. 31
Milpa / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
Cat. 32
Patio ceremonial / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 33
Taller de fuego / 2009
Encáustica sobre madera prensada /
122 × 244 cm (díptico)
Cat. 34
Ventana homenaje / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 110 × 81 cm
Cat. 35
Volcán contento / 2009
Encáustica sobre madera prensada / 100 × 122 cm
Cat. 36
Cancha de juego / 2010
Encáustica sobre madera prensada / 63 × 81 cm
Cat. 37
Ventana de mañana / 2012
Encáustica sobre madera prensada / 100 × 122 cm
Cat. 38
Ventana de frambuesa / 2013
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 88 cm
Cat. 39
(Infinito) 14 / 2014
Encáustica sobre madera prensada / 89 × 72 cm
Cat. 40
Jaguar / 2014
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 41
La milpa en el cielo / 2014
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 42
Puerta rayuela / 2014
Encáustica sobre madera prensada / 125 × 80 cm
Cat. 43
Puerta roja / 2014
Encáustica sobre madera prensada / 125 × 100 cm
Cat. 44
La canasta del mandado / 2015
Encáustica sobre madera prensada / 80 × 122 cm
Cat. 45
Recuadro con sombrerito / 2015
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 80 cm
Cat. 46
Ventana con flores / 2015
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 100 cm
Cat. 47
Ventana de noviembre / 2015
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 48
Ventana feliz / 2015
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
Cat. 49
El malecón, noche / 2016
Encáustica sobre madera prensada / 63 × 122 cm
Cat. 50
El malecón, tarde / 2016
Encáustica sobre madera prensada / 61 × 122 cm
Cat. 51
Mañana verde / 2016
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 52
2 a 1 / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 81 cm
Cat. 53
Asómate a la ventana / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 70 cm
Cat. 54
Ejercicio susquiniado / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 90 × 122 cm
Cat. 55
El horno de Gustavo / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 122 cm
Cat. 56
Guadual de San Felipe / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 57
Homenaje al ladrillo / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 61 × 81 cm
Cat. 58
Nocturno de Holmenkollen / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 61 × 61 cm
Cat. 59
Otro recuerdo / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 81 × 122 cm
Cat. 60
Prodigioso y funesto / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 103 cm
Cat. 61
Reloj de sol / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 81 cm
Cat. 62
Sobre una estampa / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 184 cm
Cat. 63
Tiempo confidencial / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 184 cm
Cat. 65
Ventanal de Tábio / 2017
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 94 cm
Cat. 66
Estrella de Vicente / 2018
Encáustica sobre madera prensada / 122 × 90 cm
Índice de obras
84
Directorio
Alejandro Tello CristernaGobernador del Estado de Zacatecas
Alfonso Vázquez SosaDirector General del Instituto Zacatecano
de Cultura Ramón López Velarde
Mercedes Oteyza y Manuel FelguérezPresidentes Vitalicios del Consejo Directivo
del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez
Víctor Hugo Becerra FematDirector del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez
José Luis González MartínezSubdirector del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez
Héctor Ávila OvalleRelaciones Públicas y Difusión
del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez
Créditos
Coordinación editorial
José Ignacio Aldama
Diseño editorial
Laura Rebeca Patiño
Fotografía
Rafael Doniz
Corrección de estilo y cuidado de la edición
Adriana CatañoGustavo de la Peña
© D. R. Aldama Fine Art
© D. R. JIA Arte Contemporáneo S.A.S. de C.V.
Palacio de Versalles 100 L-B
Ciudad de México 11930
www.aldama.com
© D. R. Carlos Pellicer
© D. R. Rafael Doniz
Impreso en México
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Cat. 3
Arquitectura popular
(detalle)
ALDAMAFINE ART