Carta de París
"no haber tenido jamás otms fJasiones que las de la justicia y la verdad"
UNIVERSIDAD DE MEXICO
Por Manuel TUÑóN DE LARA
Sucedió ayer, en pleno· Saint-Germaindes Pres, bajo la torre esbelta y multicentenaria, frente a las terrazas del Flore y de Les Deux Magots atestadas de supúblico, revoltijo ele intelectuales, ociosos y extranjeros, frente a la libreríaLe Divan que Henri Martineau consagró durante años y años al culto stendhaliaho . .. Sucedió ayer, y yo me hepreguntado si debía hablarles de ello.Porque yo les escribo esta carta sobre temas culturales y universitarios. A primera vista el vandalismo nada tiene quever con la cultura. Sólo a primera vista;porque la máxima "cu~ndo oigo hablarde cultura echo mano a mi revólver"atañe a todo hombre de cultura; ¿quédigo yo?, a todo hombre a secas. Y cuando los universitarios y hombres de letras toman conciencia del inmenso peligro del vandalismo, no cabe duda deque estamos ante un tema de cultura,aunque sea, ¡ay!, por definición negativa.
"Estamos aquí para alzarnos contra elatentado cometido en el domicilio denuestro colega Jean Paul Sartre. La inteligencia protesta con el rostro descubierto contra la imbecilidad y la violencia que perpetran sus golpes arteros enel anonimato y la sombra de la noche."
Christiane Rochefort, la novelista deLe repos du guerrier; Tristan Tzara,que acaba de obtener un nuevo premioa los cincuenta años de su producciónpoética; Anne Philipe (viuda del inolvidable Gerard); .lean EHel, probablemente el primer dibujante de Francia;Maurice Druon, Georges Sadoul, el profesor Schwartz y otros muchos universitarios y escritores, leyeron este comunicadoante varios centenares de estudiantes.
Como para confinpar sus propósitos declaridad, un raro sol meridional alumbró este mediodía del Barrio Latino,donde una vez más resonaron con fuerzalos gritos de "¡El fascismo no pasará!"
Dos días antes, el apartamiento deJ ean-Paul Sartre había sido casi pulverizado por una carga de explosivos depositada al amparo de la noche y ... detantas cosas. Como semanas antes habíadeshecho el apartamiento del profesorGodement, de la Facultad de Ciencias;como ha ádo amenazado de muerte elprofesor Levy-Brhul; como se atentócontra el local de la Unión Nacionalde Estudiantes.
La oposición entre la violencia y lacultura ha sido confirmada por la vozoficial del ministro de Educación Paye,en respuesta a una pregunta de un parlamentario de extrema-derecha:
"Es tradición y honor de la Universidad -dice Paye- no haber tenido jamásotras pasiones que las de la justicia yla verdad, y no haber tenido otra ambición que la de defender contra la violencia los derechos del e~píritu."
Periódicamente venimos dando testimonio del vigor cultural de París y deFrancia, de su creación múltiple cuyasfuentes lejos de secarse se renuevan, dela amplitud de sus debates intelectuales,del alcance de su formación docente. Nocabe, pues, duda de que el vandalismoy la violencia, por mortíferos que sean,
tienen dimensiones enanas frente al vasto esfuerzo cultural de Francia. Este esfuerzo no se limita a la creación de lacultura nacional, áno que proyecta suatención sobre las más diferentes culturas del universo, y sobre todo hace deP.arís la anchurosa plaza mayor en quese encuentran creaciones del espírituprocedentes de todos los puntos cardinales.
}-Jace apenas unos días tuvo lugarla extraordinaria exposición que havuelto a traer a don Francisco de Gayaal primer plano de .la actualidad plástica europea. Pero hoy hay que consignarla apertura en el Museo de Arte Moderno de la muy completa exposición delarte yugoslavo contemporáneo. Y ¿quédecir de la atención por las figuras delpensamiento de otr03 países, cuandoprecisamente en esos mismos países seecha sobre su recuerdo un discreto velode silencio? Ése es, por ejemplo, el casodel veinticinco aniversario de la muertede don Miguel de Unamuno. Coincidiendo paradójicamente con la prohibición, en Madrid, de un acto estudiantilen memoria del que fue rector de laUniversidad de Salamanca, y con la prohibición de algún texto en revistas referente también a don Miguel -es elcaso concreto de la revista !nsula-, laRadiodifusión francesa ha rendido homenaje al autor de El sentimiento trágico de la vida, en una completísimaemisión dirigida por el señor De Beer.Gracias a ella, las ondas han transmitido una vez más la tan humana tragediade la angustia unamuniana. Y cada- cualha repensado esos mamen tos tdgicos dehace un cuarto de siglo, cuando donMiguel, enclaustrado en su casa, cerca
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ya del trago supremo según la expresiónde Manrique, repetía aquello de "A pesar de todo, España se salvará".
y ya podemos anunciar que para elvigésimo aniversario de la muerte, nomenos trágica, de Miguel Hernández,la Universidad y la radio francesas, seaprestan a rendirle el homenaje quesiempre ha merecido el poeta de las tierras alicantinas, muerto porque, como élhabía escrito: "Hay ruiseñores que mueren en medio de las batallas."
Que un libro como La noia de Alberto Moravia figure cuatro meses entrelos de mayor venta en Parí~., es otro signo del sentido universalista de su inquietud cultural. Y que el libro ejemplar enque W. Shirer traza la siniestra historiadel hitlerismo se venda cada día más,comprueba que el hombre que sienteel gusto de las letras, no siente menosla inquietud ante el peligro de una nueva oleada vandálica.
Un signo más de la sensibilidad cultural francesa, que se niega a enfrascarse en lo estrictamente "literario", es laabundancia creciente de libros "extraliterarios" de alta calidad. La economía,por ejemplo, está dejando de ser asuntolimitado a dos docenas dc expertos: elúltimo libro de Fralll;:ois Perroux -resumen de trabajos dispersos desde hacediez años-, La economía del siglo XX,constituye sin duda una valiosa aporlación, como también lo fue hace me esel libro en que divulgaba lbertini loMecanismos de la economía.
En el plano filosófico, la reedición dla Inl1'Oducción a los existr:ncinliS7rludel malogrado Emmanuel Mounier (malogrado, aunque dejó una obra vali ísima, porque al morir joven é la quedótru ncatla) llega a su .i usto licm po, hoyque la confrolllación tle las nu vas corriellles del pcn amiento crislian , tlelexislencialismo y tlel marxismo, se ha cno s<>lo en lérminos tle corre ión, inode gran caballerosidad y comp'" nsión.
Olros libros, sobre los que ITIU ha se
Por 1tUestro CORRESPONSAL
Carta de España
discute,_ son como e~tiletes en heridasabiertas: así ocurre con Los paracaidistas de 'Gilles Perrault, que ha pertenecido a este cuerpo; explicación de unfenómeno doloroso, visto desde el interior. Daniel Mayer, presidente de la Liga de Derechos del Hombre, escribe apropósito de este libro: "Unos llamancinismo, y otros franqueza, a 10 que esesfuerzo de claridad hecho por el autor.Tentativa de equidad en la búsquedade responsabilidad de la nación."
El sub-teniente, Emile Mus, muerto encampaña el 21 de julio de 1960, escribió unas cartas, que hoy publican lasediciones del Seuil, con el título de Guerre sans visage, terriblemente sinceras,cuya lectura da mucho que pensar.
Sin embargo, hay críticos como'MichelCournot que, en un sensacional artículoen L'Express, llama la atención sobre laresponsabilidad de los novelistas que "sededican a inventar sintaxis o se preocupan mu~ en serio sobre los problemasde la pareja amorosa", volviendo la es-
palda a los dramas colectivos, abando-.nando la tradición del Aragon de Lesbeaux quartiers, del Malraux de Despoir, del Sartre de L'age de la raison.Este "escapismo" explica (según Cournot) que libros sin ningún valor literariocomo la trilogía de Larteguy (Los mercenarios) Los centuriones y Los pretorianos) sean leídos muItitudinariamente,porque tienen el valor del testimonio sobre aquello que preocupa y angustia alos hombres en el tiempo concreto quevivimos.
¿Verdad o error? Tengo para mí queno sería extraño que, en plazo no muylargo, se pidan serias responsabilidadesa quienes se titulan novelistas. Pero éstaes otra historia, más sutil y menos urgente. Ahora se trata del ser o del pere-.cer de la cultura frente a la barbarie.¿Que si esto es tema cultural? Pero ¿hanyisto ~stedes algo más "cultural" queImpedIr que otra vez humeen las pirasde libros en Europa?
[París, enero 10 de 1962]
UNIVERSIDAD DE MEXICO
personaje de pureza virginal que hemoscreído siempre, sino una jovencita algoligerilla de cascos, y en secretas relaciones íntimas con el príncipe Hamlet.
En todo caso, la crítica ha reprochadoal director de e~cena el recargado barroquismo de la decoración, y al actor queha interpretado Hamlet, Adolfo Marsillach, la excesiva gesticulación y el airedemasiado cínico e irónico que ha dadoal papel. Marsillach se ha defendido deestas acusaciones alegando, en unas declaraciones a un periodista, que él haquerido hacer su versión personal deHamlet, la cual no tiene por qué serigual a las anteriores, y que la suya noes desde luego una versión romántica,sino. todo .lo contrario, cínica, del personaJe. EXIste, desde luego, un mito delHamlet romántico, en 'el que no es obligatorio creer hoy, sobre todo después desaber que Hamle,t, en su realidad histórica, era gordo y algo cínico, en efecto.Si no creemos ya en los mitos, no podemos negar a Buero Vallejo el derechoa haber destruido el mito del románticoHamlet y de la dulce y no menos romántica Ofelia. Aunque no será fácil convencer al público de que esos dos héroesde la famosa tragecUa; 'de Shakespearesean, en el fondo, dos bribones.
La cris~s grave por que atraviesa el teatro en España, y a la que se alude confrecuencia en los periódicos ¿es crisis deautores o de público? No parece que haya que dudar en la respuesta. No es elpúblico el que falla -como 10 prueba elrotundo éxito de Divinas palabras deValle Inclán, al que me he referido enotra crónica- sino los autores. Sin dudaque las trabas y limitaciones de la cens~ra oficial para que los autores abordencler~os tem.as o se expre~en con un lenguaJe en libertad, influye en la escasezde autores dramáticos que hoy lamentamos en la escena espai'íola. Un autor joven y ya maduro, como Alfonso Sastre~iene prohibidas varias de sus obras. Otr~.laven autor, Lauro Olmo, que obtuvo elpasado ai'ío el premio Valle Inclán deteatro, ha. visto. también prohibida suobra prer~llada. SI a ello se ai'íade que los.empresanos no suelen arriesgarse a estren.ar obras de autores noveles desconocidos, por el temor a un fracaso económic?, y prefieren dar al público piezasextranjeras que llegan .rodeadas de granfa~a. -obras de Anourlh, de TennesseeW~lhams, de Marcel Achard, de ArthurMllleI:-, o comedias cómicas de autoresconocidos, que tienen asegurado el éxito, se comprenderá que el teatro españolactual sufra un estancamiento casi completo, y que la revelación de nuevos autore~ con nuevas ideas y situaciones dramá~lcas sea difícil. .Si se exceptúa a Antomo Buera ValleJO, el mejor dramaturgo esp_añol de hoy -que nos dio elp.asado ano ese retablo admirable de laVida ~e ,:elázquez que son Las Meninasy algun mtento logrado de Alfonso Sastre, el resto de la escena española actuales teatro de humor, muy bueno a vecesen alg~nas, comedias de Miguel Mihura,de Jase Lopez Rubio, de Alfonso Pasopero en gran parte viejo y deleznabl~teatr~ que sólo se propone provocar lacarc~Jada ~n el espectador utilizando losmedIOS mas gastados y añejos.
Todo ello explica que los directores
de escena acudan a los grandes autorese~tranjeros, de ayer o de hoy. Entre esosdIrectores, destaca José Tamayo, que enplena juventud -tiene poco más de cuarenta años- es hoy el director más coti:~do de España. Al frente de la compa~Ia Lope de Vega, ha realizado campanas bnll~ntes, y hoy dirige dos teatrosen Madnd: .el Español,. patrocinado porel AyuntamIento madnleño, y el Bt11asArte~, de empresa privada. A José 'f~.mayo debemos el único acontecimientodramáti~o cligno de mención con ei queha termmado el 4ño de 1961 y ha comenzado 1962: el estreno en el teatroEspañol de la versión de Hamlet reali.zada por n~estro mejor dramaturgo :lC
tual: ArortO!'!lO Buera Vallejo. Había mllcha cunoSidad por conocer esta versióapersonal (~e J:Iamlet, hecha por Buen'.con u~ cnteno bastante independiente.y. no SIempre absolutamente fiel al ori.gmal. Mi opinión, después del estreno,e~ que esta vez no han acertado ni Bueram Tamayo, y tal parece ser 10 qll"~ expr;~a la reacción del público y ele lacntIca. En esta nu~va versión del fami).so drama de Shakesreare, ha sorprendid? .el talante exceSivamente irónico ycmlco que se h.a. dado a Hamlet, qUit'I~1
~n su, famoso dIalogo con Ofelia aconse.ja a esta, después de decirle que no 1"ama, que se encierre, no en un convento -como han traducido hasta ahoratodos los traductores del drama- sino enun burdel. "¡Vete a un burdel!" gritarepetidamente Hamlet a la dulce Ofeliacon una crueldad que no podemos perdonarle, ni aun sabiendo que se haceel loco.. :arece, sin embargo, que nofaltan fdologos que sostengan la tesis deque la palabra inglesa usada por Shakespeare, nunnery) significa tanto unconvento de monjas como una casa dep.r?stitución, y esta segunda interpretac~o? es. la que ha preferido Buero, quiza msplrado en el ensayo sobre Hamletque publicó hace años Salvador de Madariaga, en el cual Ofelia no es el dulce
El nuevo año literario y artístico ha comenzado en Madrid sin gran brillantez,como si le costara trabajo subir la tradicional cuesta de enero, que alude a lasdificultades para superar económicamente ese primer mes del año, tras losgastos más o menos copiosos de las pasadas fiestas navideñas. Que la crisis actual del teatro en España es 'grave -nola crisis de público, sino de autores-,lo demuestra el hecho de que en e~te
momento los dos teatros nacionales, patrocinados por el Estado, están dandorepertorio extranjero: clásico -el Hamlet- en el teatro Español; moderno -Laloca de Chaillot, de. Giraudoux- en elescenario del María Guerrero. Y éstas noson las únicas obras extranjeras que serepresentan este mes en los teatros ma·drileños, que ofrecen también La idiotade Marcel Achard, El poder y la gloriade Graham Greene, Hay alguien esperando de Emily Williams, y El abogadodel dzablo de Morris L. West. Pero sinduda el estreno más importante ha sidoel de La loca de Chaillot, la bella obrapóstuma de Giraudoux, que se estrenóen París el año 1945, ya muerto el autor.Confieso que fui al estreno con ciertoprejuicio. Conocía la obra y la admiraba, pero temía que el público madrileñoa.ctual n? su.pies~ captar esa poesía sutIl, esa fma Iroma que encierra la magnífica farsa de Giraudoux. Pero afortunadamente me equivoqué. El éxito hasido total y entusiasta, gracias, sobre todo, a la maravillosa dirección de JoséLuis Alonso, que se ha apuntado unnuevo éxito en su carrera de director.A pesar de su juventud -debe tener poco más de 30 años- Jo~é Luis Alonsoes quizá el mejor director que tiene hoyla escena española. En un par de temporadas al frente del teatro María Guerrero, ha dirigido con arte ejemplar obrastan distintas como El jardín de los cerezos de Chejov, Et. rinoceronte de 10nesco, Los anzuelos de Fenisa, la deliciosa comedia de Lope, y Eloísa está debajo de un almendro de J ardiel Poncela.