Date post: | 24-Mar-2016 |
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CÉSAR PIÑEDA CHACÓN,
EL MASTER SCOUT
ENTRE LINEAS
Coordinador del ensayo
Armando Trasviña Taylor
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Un recuerdo que pretende ser
un homenaje póstumo.
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SCOUTS SOBREVIVIENTES:
Ricardo Fiol Manríquez, Lupita Isáis Famanía, Leonado Reyes Silva, Marilú Estrada Ruibal, Isidro Jordán Carlón, Alejandro Solís y Ramírez, Pepe Santa Ana Piñeda,
Yolanda López Almada, María Luisa Carrillo Castro,
Ángel César Mendoza Arámburo, Celia García Verdugo, Mina Tuchmann Payén, Raúl Fabián Aréchiga Espinoza, Maruca Romero, Francisco Arámburo Salas, Norma Santa Ana Piñeda, Ricardo García Soto, Nena Tuchmann Payén, Álvaro González Sotelo, Lucía Salas Sánchez, Alfredo González González, Estela Beltrán Márquez, Norberto Flores Mendoza, Ramona Briseño Rodriguera Humberto César García, Magdalena Guzmán Alemán. Hugo Islas Carpizo Antonio Beltrán, Luis Octavio Hernández León, Francisco Mercado Romero, Jaime Tuchmann Payén, Alfonso González Isáis, Raúl Gibert Romero, Silvestre Olivas Peraza, Ranulfo Davis Taylor, Enrique Navarro Ojeda, Rubén Scholnick, Miguel Garma Díaz, César Jorge Piñeda Geraldo, Hugo Adán Piñeda Geraldo, Víctor Enrique Piñeda Geraldo, Aldo Eduardo Piñeda Geraldo, Luis Manuel Piñeda Geraldo,
Víctor M. Cota León, César Santa Ana Piñeda, Ramón Pedrín Trasviña, Carlos Ponce Beltrán,
Oscar Martínez Núñez, Jesús Taylor Ojeda,
Raúl Agruel Geraldo, Armando Trasviña Castro, Armando Trasviña Taylor.
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LA IMPORTANCIA DEL ESCULTISMO
Centrar en la diana, es la tensión e intención
de este intento.
Esto no es historia, es un delgado y entumido recuerdo,
nada más, sólo eso. Es un esbozo, un familiar comunicado de
una historia severa y sensibilísima.
La idea de compaginar la memoria de Hugo César Piñeda
Chacón y del Club de Exploradores “Huaxoros”, nació de Lupita
Isáis Famanía, hace ya mucho tiempo, para colgar en la pared
del recuerdo el reconocimiento póstumo y un examen conciso a
un hombre y a su grupo que creó en 1943 y que constituye una
grata y risueña memoria y un apacible repaso que ahora
intentamos sus ex. Ocurrió este suceso en el sexto año de la
escuela primaria “Ignacio Allende” donde era maestro y
después se explayó a toda La Paz.
“Era entonces gobernador de esta media península el
general Francisco J. Múgica, que en el Congreso Constituyente
de Querétaro (1916-1917) fue el argumentador más lúcido de la
significación de la tarea educativa en la nueva vida de la
República, y el más encendido defensor del texto progresista
del artículo tercero de la Carta Magna.
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Baja California Sur tiene el honor de acreditar al
ejemplar revolucionario, a más de la puesta en marcha de la
campaña alfabetizadora, la creación de las escuelas Normal
Urbana y de Música de La Paz, así como la construcción del
teatro de Todos Santos, entre otras varias realizaciones con
que en Sudcalifornia concretó su criterio de avanzada a favor
de la educación y la cultura”, señala el profesor E. Moisés
Coronado, historiador.
La importancia del escultismo (de scout-ismo) se hizo
sentir en el mundo a partir del siglo XX, en 1907, y en La
Paz, 36 años después de haber sido fundado en Londres. El
concepto de una educación no formal, que los integrantes
acogieran como forma de vida, fue uno de los principales
tareas y logros que alcanzó lord Robert Baden Powell, su
creador en el mundo.
Esta apreciación del scoutismo nos viene al pelo porque la
agrupación de muchachos que se congregó entre la década de
los 40 y los 60 en esta ciudad -veinte años o más- es la
intención y la respuesta a un dirigente y a su obra.
Fue la generación que crecía entre esos años bisoños y que
se acomodaron después en el rincón del mañana que fue
entreabriendo las puertas por la escritura y el párrafo que
aprendieron del libro de aquellos años virtuosos.
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Casi un centenar de muchachos, entre niños, púberes y
jóvenes, quizá más, quizá menos, aprendieron el ABC de la
vida y la omega del fárrago que es lo cuesta aprender y
enfrentar con denuedo el obús del esfuerzo y el perdigón del
arrojo a través de esta corriente novísima.
De esa generación de mozuelos –o dos o tres dinastías-
salió un buen explosivo, y explotó bien y sonoro, y con
mágico estruendo notoriamente sensible. Al paso de los años,
cuando se hicieron adultos y enfrentaron atentos lo que se
llama las circunstancias de la vida, con calor y bravura,
empezaron a ver lo que el escultismo formó, o ayudó a
conformar, y así emergieron, entre otros, dos gobernadores
s del estado, funcionarios grandes o menores, luchadores
sociales, periodistas, escritores, profesionistas, maestros,
notarios, y hasta –los menos- trabajadores vigorosos y de
ejemplo constante que chapotean el pasado y decoran el
presente, no fueron –ni soñaron ser- retaguardia y apéndice.
No es tarea fácil hacer lo que hizo.
Y los disfrutó, inclusive, a este grupo notable de ellos.
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Scouts del primer grupo que se creó. De izq. a der.: Leonardo Reyes Silva, Ricardo Fiol
Manríquez, Armando Trasviña Taylor, Humberto César García y Ángel César Mendoza Arámburo.
Algo debió de haber contribuido en esta obra gigante que
creó César Piñeda con su lija de mano, de corazón y cerebro,
de emprendimiento y empuje mayúsculo y firme.
Algo debió de haber contribuido porque no es casual ni
esporádica la coincidencia de todos en su empuje motor y
pujante.
De que contribuyó, contribuyó.
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II
CÉSAR
César tiene el epígrafe del dictador de bondades y del
emperador de la cátedra, de la palabra y el verso, del pincel
y la prosa, y la escena, de la investigación memorable, del
teatro donde sembró la raíz del limonero y ha conseguido
victorias, laureles y éxitos, conquistas y saltos en el hogar
del empeño. Ha obtenido satisfactores con la barba copiosa y
el pelo profuso. Se condensa en el término caesaries de la
lengua del Lacio y un buen radio de Europa como quien logra
con garra y lo que se propone efectuar, salir bien librado y
con creces ocurre, donde el pretérito cuenta y canta la vida
y lo monta en el podio en su parte cimera: energía a toda
prueba y caballos de fuerza que suman, que ejemplifican y
lucen.
El maestro Piñeda fue director de la orquesta y autor del
concierto en donde el niño es la nota; el púber, el ritmo; el
joven, el canto, y el adulto, la batuta, es el violín del
conjunto y la viola que lleva la polifonía completa,
interpreta y, de paso, vive el arpegio de una obra fructuosa.
César es y tiene el registro del emperador majestatic que
descubre horizontes y extiende kilómetros y los hace
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maleables, dóciles, dúctiles, logra trofeos, medallas y vivas
por hechos visibles.
Fue el número trece de los césares después de los doce que
fueron en la historia romana. Como Julio César, César
Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Galba, Otón,
Vespasiano, Tito y Domiciano, condujo legiones de seres
sagaces e ingentes intérpretes en el quehacer de la vida.
Hugo César, fue ignición y pistón del escultismo paceño y
sudcaliforniano, el primero, hace ya muchos años, y un largo
intento posterior que aún continúa y al que concurrió como
master scout a muchos de sus actos comunes.
Fue un dictador como fueron los 12 romanos, pero dictador
de la idea, de la creación positiva, de la educación, de la
historia, de la pintura y la declamación sustantiva, y sobre
todo, de la formación y la hilera de la generación que cuesta
arriba se mueve y que, de alguna manera, no puede negarse que
espoleó y empujó en la escalera no fácil de la pared de la
vida, del otero y la loma en donde trepó la persuasión de su
influencia.
Fue emperador porque quiso y master scout porque guiaba,
la dignidad lo seguía, era sultán y monarca de las bellas
artes lucientes y formó y modeló a varios cientos de púberes
en el tórculo scout de su aula barrosa por donde pasaron
toneles de plasta y granito escultórico.
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Para concluir esta etapa de comparaciones airosas fue un
Julio César romano que incursionó y penetró en la Germania y
Britania, y fue el primer navegante en el mar escultista y en
la arena moldeable de esta playa naciente.
Un homenaje coloso de sus alumnos del ayer y de los que
hoy permanecen a esta obra radiante a un autor meritorio de
calidad estimable en aquel tiempo festivo que, desde hace
tiempo debimos haber celebrado y no hasta ahora, pero es
mejor que mañana y mayor que los nunca, porque el nunca es el
tiempo que no ha comenzado.
Y hoy comenzamos.
¡Ave César imperator, los que te sienten eterno, vitalicio
y latente, te recuerdan!
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III
PIÑEDA
Para los heraldistas el apellido Piñeda no es muy
estudiado y no lo mencionan, o pocos se ocupan de él, y sí de
los otros, los nombres parónimos.
Puede ser colectivo con el significado de conjunto de
piñas o toponímico como sitio de ellas, o algo así.
Apellido parónimo es el Piñera y es también toponímico,
procedente de Asturias y de la provincia cantábrica de
Santander en el norte.
Otro parónimo es el Pineda de origen castellano.
Uno de los antiguos registros del apellido Piñeda en la
península ibérica en el siglo XVI se encuentra en la villa de
Centenera, provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma
de Castilla-La Mancha en donde aparece y es de los primeros.
Personaje con apellido Piñeda es Alonso Álvarez de Piñeda
(siglo XVI) quien al mando de una flotilla de goletas con el
propósito de encontrar una ruta hacia el Oriente (estaba en
Jamaica) deseaba encontrar los tesoros de la China y de las
civilizaciones asiáticas. Sólo tenía 25 años.
César Piñeda Chacón fue hijo de don Filemón Cecilio Piñeda
Contreras considerado uno de los grandes poetas de Baja
California Sur del siglo XIX y parte del XX y que nació en
esta ciudad de La Paz el 22 de noviembre de 1868, hijo, a su
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vez, de Víctor Piñeda y de Refugio Contreras quienes
procrearon cuatro hijos: Julia, Carmen, José y Filemón.
Víctor Piñeda (de la Cruz), el padre de don Filemón,
falleció el 20 de marzo de 1899 a la edad de 70 años,
originario de las islas filipinas, viudo, marino, hijo de
Espíritu Piñeda (de Manila) y Candelaria de Piñeda. (Guía
Familiar de la Baja California)
Filemón fue el hijo menor y realizó sus estudios primarios
en esta misma ciudad y enseñanza particular superior con un
maestro a falta de escuelas.
Casó con la señorita Victoria Chacón de cuyo matrimonio
surgieron los siguientes hijos: hombres, Raúl, Roberto,
Fernando, César y León, y mujeres, Rosalba, Estela, Cecilia y
Guillermina.
Fue Contador Público autodidacta y trabajó como tal en las
tiendas “La Perla de La Paz” y “La Torre Eiffel”, las más
grandes hasta entonces, y después, en la administración
gubernamental de sudcaliforniano Agustín Arreola donde fue
Tesorero General de Gobierno.
Tiene 128 poemas en poder de la familia.
Murió el 17 de mayo de 1922.
La Biblioteca pública de la Unidad Cultural “Profr. Jesús
Castro Agúndez” en La Paz, lleva su nombre.
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Todos los esfuerzos, energías y voluntades que puso el
hijo del poeta, el profesor Piñeda Chacón, en cada uno de los
pasos que marcaron su vida por los no pocos caminos, parecen
responder a ese anhelo que don Filemón concibió en esta
estrofa dedicada a México, su país:
Patria de Hidalgo, tu futuro asoma, Sin abismos, sin cadenas, Si eres tan guerrera como Roma, Tienes que ser tan culta como Atenas.
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IV
CHACÓN
Difieren los autores al señalar el origen del apellido
Chacón, pues mientras unos dicen que es gallego, otros
piensan que es de Navarra, al norte de España.
Avalando esta segunda versión, hay quienes afirman que el
apellido tuvo diferentes denominaciones, unas conocidas como
Chécon, otras como Chicón, y otros, los de mayor incidencia,
como Chacón, en España.
Autores como Rades de Andrada en su “Historia de las
Ordenes”, afirma que el linaje de los Chacón procede de la
antigua casa de los Tascón, Thacaón o Tacaón.
La familia Chacón es un antiguo linaje de la sociedad
sudcaliforniana y tiene un lugar preferente dentro del ámbito
social de esta ciudad.
Durante el gobierno del general de división don Juan
Domínguez Cota, en 1933, salieron los órganos informativos
oficiales “Orientación” y “El Carnaval”. El primero
relacionado con la vida pública del entonces Territorio, como
entidad política, lo dirigió don Fernando Chacón Meza, quien
después fue, durante muchos años, agente aduanal.
El ancestro más antiguo de la familia Chacón, según La
Guía Familiar Baja California, 1700-1900” de don Pablo L.
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Martínez, es don Carmen Chacón, originario de Arizpe, Sonora,
que nació en 1845 y murió en esta ciudad de La Paz a la edad
de 48 años, en 1893, casado con Sacramento Meza, y ambos
abuelos de César.
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V
EL MAESTRO
El maestro es quien es y debe de por vida, no se propone
el hacer, ni el deber, ni el pensar, se da solo, como el aire
que pasa o la ola que mece, nunca será el productor de fines
difíciles, es como es y da vueltas como el torno que gira,
siempre es así. Así fue César, y como sumando, Piñeda, y por
añadidura, Chacón, por mejor apéndice, y por si fuera poco,
maestro, poliédrico, y de mixtos perfiles.
Piñeda se escribe con P, pero con P de poeta, y Chacón con
CH, pero con CH de chispazo que uniforma y dispersa una vida
florida y de inquietudes poblada. César, el heterogéneo, el
polifacético, el de reflejos patrióticos y arco iris
volátiles, se manifiesta en el tiempo y en las arrugas del
siempre.
Debe ser, y lo es, innegable, sin duda, que, además del
pespunte que hizo en la manta porosa de muchos alumnos y de
los años y días con que ribeteó las conciencias y las almas
infantes de sus críos esponja, los padres hicieron lo suyo,
no cabe duda, desde la niñez apurada en cada trozo del hijo e
hicieron y crearon lo que debieron hacer con pasión al
cuadrado en su ropaje natal y hubo quien, como ya deben
suponer, hizo bien su trabajo y redondeó las aristas con el
mejor acabado y lubricó las armellas hasta dejarlos sin ruido
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con esa lija menuda de la zapa escultista tan fina y tan
honda. Fue un tenaz operario y profesor artesano que en su
círculo scout modeló las paredes, el fondo y la forma de esa
pieza de barro de materia maleable que ha soportado los
vientos del huracán de la vida, no siempre calmosos, ni
tibios, ni gratos, más bien de borrasca.
Hay en ese sumario no sólo el total, el cociente y la
resta ni la multiplicación que potencia los hechos que
fueron, sino la operación humanística que no se ve ni se
mide, ni se toca ni pesa, la del humanismo que aporta lo que
suple y corrige y que siempre destella en el alma que vive,
que respira y convive con muy grata presencia y casi siempre
gratuita.
Hubo un quehacer, y de bulto, palpable y visible en su
motor cotidiano, no hay duda de ello, y notable y palmario
por demás perceptible, es eso que sale de su ser que es
espejo e imagen, volante y piloto.
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VI
EL MASTER SCOUT
La agrupación escultista del profesor César Piñeda Chacón
en la pequeña ciudad de La Paz que en el censo anual de 1940
tenía 10,401 habitantes, una auténtica aldea, tuvo una
existencia de alrededor de 20 años, desde la década de los 40
hasta la de los 60, y un poco más, de carrera.
Cuando cantábamos a coro y marchábamos todos felices y
ávidos en aquellas patrullas que entonces había (Leones,
Búhos, Jaguares, Quetzales...) formadas por 6 a 8 elementos,
cada una, no muy bien entonados, canturreábamos aquella
canción canadiense de la parte francesa que festejaba el
momento de arrancarle las plumas a una alondra silvestre que
es emblemática del trino de las plúmbeas, sin entender ni la
jota el sentido del verso, pegábamos todos de gritos de
bulliciosa alegría en cada visita o excusión que realizábamos
a lugares distintos desde el sur hasta el norte en aquel
largo y abreviado Territorio, casi isla:
Alouette, gentille alouette, Alouette, je te plumerai. Je te plumerai le bec, Je te plumerai le bec, Et le bec, et le bec, Alouette, Alouette ! Ah!, ah!, ah!, ah!
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(Traducción)
Alondrita, graciosa alondrita Alondrita, te desplumaré. Te desplumaré el pico Te desplumaré el pico Y el pico, y el pico ¡Alondrita, alondrita! ¡Ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!
O bien, nuestro canto escultista que era tradicional
entonarlo en todos los grupos scout que se regía por la norma
de Baden Powell, el fundador de ese movimiento de infantes y
jóvenes a principios del siglo XX en Londres, y desparramado
por el mundo en muy poco tiempo, lo cantábamos como grito de
guerra y era cántico que entonábamos como exploradores del
mundo y que constituye el Himno Scout –traducido- a la
lengua que hablábamos:
Siempre listos, estaremos, Siempre listos, siempre, sí, De frente marcharemos Con denuedo a la lid.
Recordábamos aquello de:
El scout sonríe y canta en las dificultades... siempre lo
evocábamos con certeza.
Y con esta canción avanzábamos porque el servicio y la
ayuda eran el riel de la vida por donde todos transitábamos,
según nuestro jefe máximo de las islas británicas al que nos
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sometíamos como el mejor y augusto tlatoani en ese templo
escultista.
El nudo de la pañoleta.
Este era un acto cotidiano de la vida scout en la cual nos
sumergíamos como barro en la prensa que gira y que crea
manualidades diversas de artesanías humanas y nuevas.
Pues bien, hacer el nudo a la pañoleta que se llevaba en
el cuello como parte del uniforme, sujetada por una anilla
próxima al grano de Adán, en las puntas de ella que colgaban
al pecho se podía ver un nudo en que significaba que el scout
había realizado un servicio ese día o multiplicaba por
varios. La obligación era hacerlo, por lo menos, un vez al
día. Y se mostraba orgullosa la lazada al final del pañuelo
enchufado al cogote.
Las fogatas.
La fogata no es nomás un amontonamiento de varas, de
troncos y ramas, ocote o carburante, para el crepitar de la
flama como lanza de luz que se mueve y lengüetea. Es un
círculo grande que agrupaba, sonreía, imploraba, cantaba,
bromeaba, se desternillaba de risa o meditaba, esa es la
fogata, un redondel que alborozaba.
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El master scout, o sea el operador del conjunto, por la
noche reunía alrededor de la brasa y esgrimía bromas,
orientaba, daba instrucciones y emplazaba, convocaba al
esfuerzo, postulaba el servicio y rezaba y, finalmente, e
invocaba por otros.
Esa es la fogata que a todos unía, comentaba, participaba
y, al finalizar, canturreaba.
El saludo
El saludo, que no es acto marcial, es otro rasgo que pinta
al grupo que tiene, en principio, una organización militar
como mílite que fue Robert Baden Powell del ejército
británico. Un saludo cortés que se da con respeto y, al mismo
tiempo, con humildad, con los dos dedos unidos sobre la
frente, si es lobato, y con tres, si es scout.
Este saludo es un código scout y el apretón de manos, con
la izquierda, es otro. Para hacer este saludo, se extienden
los dedos índice, cordial y anular, mientras que el dedo
pulgar se apoya sobre la uña del meñique. Los tres dedos
levantados recuerdan los tres cantos del escultismo: Fe, País
y Responsabilidad, o también, las tres virtudes que son,
Lealtad, Pureza y Abnegación; y el dedo meñique, protegido
por el pulgar, nos recuerda que el lado fuerte protege al
débil, siempre.
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En el DRAE se define el escultismo como: “Movimiento de
(la) juventud que pretende la educación integral del
individuo por medio de la autoformación y el contacto con la
naturaleza.”
La definición es aún incompleta.
El escultismo (que viene de scouting en el inglés
original) es un movimiento mundial que fue fundado en 1907
por Baden Powell. Los miembros de esta asociación son los
llamados “escultistas”.
Este movimiento existe a nivel internacional y hay
asociaciones de scouts en más de 150 países de todo el mundo.
No hay distinción de sexos, religión, raza o niveles
sociales. Cualquiera puede ser scout. El escultismo es un
movimiento dirigido sobre todo a los jóvenes, que son quienes
lo viven de forma activa y quienes más reciben de él. Se
puede ser scout desde los 5 años hasta el final de la vida,
no hay edad máxima para ello.
El fin principal del escultismo es contribuir al
desarrollo integral de los niños, púberes y jóvenes
ayudándoles a realizar plenamente sus posibilidades físicas,
sociales, emocionales, intelectuales y espirituales como
personas y ciudadanos responsables y como miembros activos de
su comunidad y partícipes en ella.
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Algunos de los principios más importantes para el
escultismo son la auto superación, el cuidado de la
naturaleza, el compañerismo y el compromiso. A pesar de estar
difundido en tantos países, el escultismo tiene una serie de
características y símbolos que son comunes en todo el
planeta, cosas que unen a todos los scouts sean de dónde
fueren. Lo integren:
• La Flor de Lis. El símbolo scout mundial.
• El lema: “Be Preparaed” (Traducido al español como
“Siempre Listos” o “Siempre Alerta”)
• La Promesa Scout es un compromiso con uno mismo con los
demás semejantes. (“Yo prometo, por mi honor, hacer
cuanto de mi dependa para cumplir mis deberes con Dios y
con la Patria; ayudar al prójimo en cualquier
circunstancia y cumplir fielmente la Ley Scout”)
Los lobatos sólo saludan con el índice y el cordial (del
corazón) extendidos, representando las orejas del lobo.
Los scout lo hacen con los tres dedos unidos y
desplegados.
Existen grados en la organización escultista: el dirigente
de grupo se llama Master Scout; el explorador se llama Scout
y el principiante se llama Lobato.
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Estos grados integran las Patrulla Scout y las Patrullas
forman la Tropa. A cada Patrulla se le da el nombre de un
animal, por ejemplo: Leones, Castores.
Hay también agrupaciones de muchachas que se llaman Girl
Scout.
Y las niñas que empiezan también tienen un nombre. Se
inscribían como miembros del club desde los 6 u 8 años de
edad y tienen el grado de Haditas Scouts, y portan uniforme
con significado especial en las prendas desde las medias
hasta la pañoleta.
Los scouts de este Club del hoy estado, asistieron y
participaron en al Jamboree realizado en Idaho, EUA en 1967
(encuentro mundial de Boy Scouts), gracias a los trámites y
conducción del mismo profesor Piñeda.
A pesar de tanto precepto, patrones y normas que conforman
al grupo, las imprudencias, a veces, ocurren y los
accidentes, menudeaban, pero la mayor parte que existe y que
queda en la memoria del niño, son buenos recuerdos.
EL CAMIÓN TRANSPORTE DEL CLUB
El vehículo que empleábamos para las excursiones, visitas
o traslados a cualquier sitio del hoy estado, era un
transporte de tropas semejante al tipo Zil-157 Esc 1/72, pero
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de cuatro ruedas, en el cual viajábamos todos a cualquier
parte del norte o del sur del aquel Territorio. Era un auto
de guerra de la reciente pugna mundial que todavía nos
conmovía. El camión era así, más o menos, como este dibujo,
pero sólo de 4 llantas:
Era un camión de redilas bajas que en la parte posterior
tenía, donde solíamos viajar todos juntos, unos 15
excursionistas, una bancada a ambos lados de la caja, de
madera, y de color casco soldado. Todos íbamos sentados como
legos daneses, bien apretados.
EL CONDUCTOR DEL CAMIÓN
El conductor del camión de transporte del Club de
Exploradores que comisionó el gobernador del Territorio en
esa época, general Olachea, con el vehículo, inclusive, fue
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Simón Romero Geraldo que, con tal carácter, trabajaba en la
administración del gobierno local.
Anteriormente era un jugador de beisbol conocido que
pertenecía a la selección mayor de La Paz y jugaba la
posición de receptor y era, además, eficiente y un buen
bateador que entusiasmaba las gradas del viejo estadio
“Arturo C. Nahl”, de grata memoria y cuna de grandes
beisbolistas paceños.
Fue casado con una de las señoritas Barraza integrantes
del dueto de cantantes de las “Hermanas Barraza” y procreó
con ella varios hijos.
Fue un gran apoyo para el Club de Exploradores la
participación de Simón Romero como tal, pues no solamente se
dedicaba a operar el “comando”, sino a ser amigo y compañero
del grupo que ahí se iniciaba.
HABLAN LOS SCOUTS
Pero, dejemos que los propios ex scouts supérstites
expresen personalmente lo suyo de esta etapa tan
bondadosamente creadora.
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RICARDO GARCÍA SOTO
Foto tomada por Ricardo Gracia Soto en El Rosario o Boca del Rosario en una de las excursiones con algunos de los scouts
del Club de Exploradores Huaxoros, en 1949 o 1950. De Izquierda a Derecha.
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1.- Desconocido. 2.- Rodarte Meza, sobrino de la Profa. Jovita Meza. 3.- Islas Carpizo. 4.- Miguel Garma Diaz 5.- Luis Islas Carpizo. 6.- Franco Canseco Piñeda. 7.- Víctor M. Liceaga Ruibal 8.- Ismael (Mayo) de la Torre Romero. 9.- Enrique Moreno Uruchurtu. 10.- Desconocido. 11.- Ceja 12.- Prof. César Piñeda Chacón. 13.- Víctor M. Cota Leon. 14.- Carrasco. 15.- Desconocido. 16.- César Santana Piñeda. 17.- Ángel César Mendoza Arámburo. 18.- Borroso Desconocido. 19.- Boby Jerez. 20.- Luis Octavio Hernández León.
Son de mis mejores recuerdos. Era el sub-guía de la
patrulla de los “Jaguares”. Mis compañeros eran Pedro Ortega,
Miguel Garma, Guillermo Ruffo, etc. Tuve varios años, hasta
que me fui a estudiar a Guadalajara en 1952. Tengo algunas
fotos de entonces. Creo que fue una etapa muy interesante
para nuestra formación personal. Ojalá se multiplicara este
tipo de asociaciones para nuestra actual niñez y juventud.
El “Master Scout”, que podría traducirse como
“comandante”, era el ameritado maestro César Piñeda Chacón,
sudcaliforniano de origen filipino, de familias que arribaron
a B.C.S. en el siglo XIX. Sus padres fueron Filemón Cecilio
Piñeda y Victoria Chacón. Nieto de Víctor Piñeda y Refugio
Contreras, de Carmen Chacón y Sacramento Meza. El maestro
Piñeda era un amante de las artes. Escritor, poeta, pintor,
declamador etc. Aún siendo joven fundó el “Club de
Exploradores Huaxoros” con todo el apoyo del entonces
gobernador Gral. Agustín Olachea Avilés. Nos enseñó
disciplina, civismo, el amor y respeto por la naturaleza y
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por nuestros semejantes, el amor a los libros y a la lectura
y nos hizo conocer y amar a nuestra Sudcalifornia que también
amó entrañablemente.
Todos los niños y adolescentes que tuvimos la suerte de
pertenecer a ese club, tenemos una gran deuda con alguien que
nos adoptó como si fuera nuestro hermano mayor. Esperemos que
alguna vez se puedan clonar este tipo de personajes que
enriquecen a una sociedad.
31
FRANCISCO ARÁMBURO SALAS
Su foto.
Francisco Arámburo Salas, ayer
Los tres primos en el picacho: Luis Salas Sánchez, Ángel César Mendoza Arámburo y Francisco Arámburo Salas.
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Arroyuelo en el valle de la Sierra de la Laguna. Tomando agua, a la izquierda, Enrique Aréchiga, Pepe Santa Ana y Rubén Scholnick, y parados, al lado derecho, Álvaro González Sotelo y Ángel César Mendoza Arámburo, y sentados, alguien no identificado, y Rodolfo “El Pato” Rodríguez.
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El primero, con gorra, es Ramón Pedrín Trasviña y con la pala, Víctor M. Cota León.
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Enrique Aréchiga, Samuel Tuchmann y Luis Salas Sánchez. Parados: Ángel César Mendoza Arámburo, Álvaro González Sotelo, Rubén Scholnick y, atrás, Rodolfo “El Pato” Rodríguez.
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Foto escalando hacia el picacho de la Sierra. Ángel César Mendoza, Samuel Tuchmann, el “Pato” Rodríguez, Enrique Aréchiga, Pepe Santa Ana,
Álvaro González Sotelo y Luis Salas.
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De espaldas, de izq. a der: Rodolfo Rodríguez, Samuel Tuchmann, Luis Salas, Paco Arámburo y, de espaldas, Rubén Scholnick.
Excursión a la Sierra de la Laguna
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ÁNGEL CÉSAR MENDOZA ARÁMBURO
César Piñeda Chacón a quien muy justamente le debemos un
homenaje que, desgraciadamente, no le hicimos en vida, es
ahora, considero, muy justo, necesario y obligado, hacérselos
en compañía de todos los que fuimos sus alumnos, tanto como
profesor de la escuela secundaria donde lo tuvimos, como del
club scout que él dirigió durante tantos años.
En esa época fue cuando decidí que iba a ser abogado,
pensé, recuerdo perfectamente, cuando me auto-analicé y me
propuse serlo.
Lejos de mi tierra y de mi familia tuve que estudiar,
porque no teníamos más que una escuela secundaria en ese
entonces. Tenía que trasladarme a México y buscar la carrera
dentro de la UNAM y posteriormente poder regresar a mi suelo
nativo a colaborar con el desenvolvimiento y el desarrollo
del entonces Territorio, anhelo que, por cierto, cumplí
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cabalmente.
Ángel César Mendoza
Arámburo, Álvaro González Sotelo, Rodolfo el “Pato” Rodríguez y Francisco Mercado
Romero visitando al profesor Piñeda en su casa el 25 de abril de año 2002.
Quiero recordar, inicialmente, esa época de mi vida que
fue valiosa, manifestándoles, sin llegar a equivocarme, que
inicié entonces amistades con los que, considero, fueron los
mejores amigos de toda la vida. Esta formación y el haber
tenido la oportunidad de hacer grandes amigos, se lo debo al
Club de Exploradores “Huaxoros”.
Muchos de mis mejores amigos ya han fallecido y perdura
la memoria de ellos dentro de mi ser y de mi corazón, muchos
viven ahí. En esos tiempos en que fui boy scout inicié esta
amistad perdurable.
Una de las cosas que le debo el haber pertenecido al
Club de Exploradores, es conocer geográficamente mi
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Territorio en aquel entonces. Recuerdo perfectamente que al
conocer Los Cabos, tanto San José como Cabo San Lucas, no
eran más que unas pequeñas villas de pescadores. Nuestra
ciudad de La Paz tendría aproximadamente 20 mil habitantes y
conocimos también los Llanos de Hiray que es el antecedente
de lo que es hoy el Valle de Santo Domingo. Conocimos también
los oasis de San José y San Miguel de Comondú, La Purísima y
San Isidro que, por cierto, eran lugares autónomos
económicamente y en ellos giraba un movimiento generador de
nuevos caminos que les hacía tener un movimiento importante
que, desgraciadamente, ya no los tienen. También conocimos la
población de Santa Rosalía en todo su esplendor y apogeo,
llegando hasta San Ignacio que era el pueblo más al norte que
había en el Territorio. No contábamos entonces con lo que era
el Pacífico norte ni tampoco Guerrero Negro. En fin, fue,
vuelvo a repetir, una época que siempre conservaré dentro de
mis mejores recuerdos. Y a los amigos que tengo actualmente
recuerdo el haber compartido con su amistad desde ese
entonces, con Paco Mercado, Álvaro González Sotelo, Román
Pozo, Rodolfo Mena y muchos más, se me van sus nombres, y
para ellos, todos ellos, un eterno homenaje de mi parte
porque compartimos inolvidables momentos siempre relacionados
con el escultismo.
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Finalmente, refulge la
personalidad de nuestro gran
formador y dirigente master scout
que todos conocemos y reconocemos,
admiramos y llevamos en lo más
profundo de nuestra gratitud: el
profesor César Piñeda Chacón.
ANÉCDOTAS
Una de tantas anécdotas que recordó el ex-gobernador del
estado con su risa entrecubierta por el velo el recuerdo, fue
cuando, en una excursión realizada por las brechas de
aquellos pueblos del norte, y ya casi a punto de llegar a
Santa Rosalía, yendo Armando con Simón Romero, el conductor
del comando, comenzó a observar sobre la loma que estaba ahí
cerca, a eso de las siete u ocho de la noche, unas luces que
parpadeaban muy tenuemente por donde el sentido común
indicaba que era la Isla San Marcos, la
yesera enfrente de Cachanía.
Inquieto Armando le pregunta a Simón,
que tenía por costumbre tomarle el pelo a
Foto de Ángel César Mendoza Arámburo,
tomada por Ricardo García Soto en la
excusión efectuada a El Rosarito, B. C.
S., frente al Golfo de California, en el
año de 1949 ó 1950 después de cazar un
par de liebres.
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cualquiera, lo siguiente:
-Oyes, Simón, ¿qué luces son aquellas que brillan allá
sobre el cerro?
-¿Esas?, preguntó Simón, alargando el dedo mostrándolas
adelante.
-Sí, esas, respondió Armando.
-Son luces de Guaymas, Sonora, que está ahí enfrente en
la costa –dijo Simón con la certeza y la austeridad en su
rostro.
Y Armando –sacando la cabeza hacia atrás del vehículo en
dirección a la caja donde iban sentados los demás, a cual más
de ladino, les grita:
-¡Ey, muchachos, miren –les dice muy serio, señalando con
el dedo las luces y con la noticia quemándole:
-¡Allá está Guaymas, Sonora!
Y la respuesta fue de inmediato una sonora carcajada que
todavía se escucha, ¡verán, óiganla!, por la ingenuidad
sorprendida.
OTRA ANÉCDOTA
Raúl Gibert, en una de tantas excursiones por el norte o
sur del ex Territorio, se vació en su cabeza un jarro de miel
de abeja y quedó cual poste embarrado o cual colmena
enmielada, dorada toda, probando, además, con la punta del
dedo índice lo que le escurría del rostro.
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En eso, una víbora atraída por el dulzor del almíbar que
se detiene frente a él como queriendo atacarlo o como
queriendo lamer ese enjarre y abre su enorme bocaza para
degustar el pegote, y Raúl, rápido como lince, avienta el
bastón puntiagudo que tenía para defenderse de los animales o
de cualquier cosa en el campo, y lo clava en el centro del
paladar del ofidio y cae fulminado como bulto de piedra.
Desde ese momento dejó de ser mentecato en la patrulla
en que estaba el amigo Raúl, el hazmerreir de la tropa que de
tontejo, tontejo, nadie bajaba, y quedó sólo con uno que era
ya de ganancia.
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VÍCTOR MANUEL LICEAGA RUIBAL
Hablando de los tiempos juveniles, o adolescentes, tuvimos
dentro del grupo “Huaxoros” una etapa de oro y un personaje
importante, relevantísimo, que destacó por su actitud y
emprendimiento. Fue el profesor César Piñeda Chacón,
escritor, educador, investigador, y un montón de quehaceres
que poseía y vivía por la calle Independencia en donde
teníamos nuestro Club.
Todos vivimos con el profesor Piñeda un mundo
nuevo y creativo y experimentamos acciones que
llegaron a transformar nuestra vida y futuro
con el perfil de un mañana que vislumbrábamos.
Tú acabas de decir, Armando, que salimos
2 gobernadores de ahí y los dos, de una manera
o de otra, estábamos imbuidos del espíritu del
maestro Piñeda.
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Era un hacer sin fijarse en personas o credos y su afán
se movía en torno a las cosas y grupos a fin de crear un
mejor futuro entre ellos. Él repetía:
El scout sonríe ante las dificultades...
Creo que en nosotros, los boys scouts de aquel momento,
fue determinante la personalidad de Piñeda que nos llevó de
la mano por los caminos de lucha, de superación y de empeños
en nuestro actuar de los días.
Creo que ha sido importante este grupo y para los que con
él convivimos.
La figura de Piñeda fue relevante y especialmente
promotora, como fue el accionar del gobernador en ese tiempo,
el general Agustín Olachea Avilés, quien colaboró y fue gran
aliciente para el maestro Piñeda y para todos nosotros lo que
permitió conocer la entidad.
Gracias por las enseñanzas de nuestro maestro, dirigente y
apóstol para los scouts que nacíamos en esos años.
Pienso que ese grupo, del que formaste tú parte en ese
período, los imperecederos “Huaxoros”, o boys scouts, en
donde tantas patrullas creamos y compartimos la idea del
maestro Piñeda, investigábamos y perseguíamos nuevos
conductos de acceso para mejores grados en una vida
inexperta.
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Esto fue determinante en la marcha constante y pujante y
en nuestras aspiraciones futuras que diariamente perseguíamos
a través de pisadas y brincos no siempre ágiles, pero
brincos.
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FRANCISCO MERCADO ROMERO
ANÉCDOTAS
I
En la gira por el norte del estado, ayer
Territorio, al pasar por San José de Comondú, una
familia, muy amablemente, nos brindó el desayuno
a toda la cuadrilla de muchachos scouts y era
nada menos que machaca, frijolitos, queso y por supuesto,
tortillas de harina, ¡olorosísimas!
El chofer que nos llevaba era Simón Romero (tío mío,
primo hermano de mi madre) y en el desayuno con todos y en la
primera tanda de tortillas, mi tío no alcanzó a probar
ninguna y en la segunda tanda tampoco, la velocidad con que
cada quien devoraba, era única. Cuando llegó la tercera pila,
mi tío se puso listo y atrapó todo el altero y las escupió
por el medio y por cada lote de cinco, de tres o de cuatro,
las puso luego a su lado y empezó a desayunar muy orondo.
Nadie osó tocarlas ni apoderarse de una.
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II
En otro viaje-excursión, cuando llegamos a Loreto, se
organizó la salida a San Javier, en la sierra. Al regresar,
todos sudados y cansados, lo que queríamos hacer, de
inmediato, era bañarnos y perfumarnos el cuerpo, y como no
traía yo perfume me di cuenta que Paco Arámburo llevaba un
estuche con varios de ellos y a escondidas le tomé un pomo
que me unté por el cuerpo, todo el cuerpo, y cuál seria mi
máxima sorpresa que el contenido del frasco, ¡era shampoo
para baño!
En un altillo del monte, oteando el
horizonte, un grupo no identificado de
scouts se ve señalaban algo que los
atrae.
Excursión a Todos Santos en el camión
(que llamábamos Comando). A la
izquierda, con lentes, Norma Santa
Ana, Lucía Salas, Yolanda López, Milly
Santa Ana, Adelita Amador, César Santa
Ana, Humberto César García, Ángel
César Mendoza, Francisco Arámburo y alguien no identificado.
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Al frente, Samuel Tuchmann y Francisco
Mercado. Atrás, Enrique Navarro, alguien más,
profesor César Piñeda, y a su derecha,
Francisco Arámburo.
Meneando la cazuela, no se ve el
rostro de Toño Beltrán, con
Francisco Mercado, Álvaro González
Sotelo y otros no identificados,
en una excursión a El Carrizal en
el sur del Territorio.
Aquí fue, donde, entre otros scouts, Paco Mercado y
Álvaro González Sotelo, extrajeron un enorme carapacho que
era de un gliptondonte arcaico.
“Este animal, relacionado
con los actuales
armadillos, era nativo de
América. El gliptodonte
medía cerca de 3 metros y
pesaba cerca de 1.4
50
toneladas, siendo equivalente en forma y tamaño a un
Volskwagen Escarabajo. Era herbívoro y, por su constitución,
se supone que no fue muy ágil. Su defensa contra los
depredadores se basaba en su caparazón rígido”. (Animales
prehistóricos, Internet)
Excursión a la playa en el norte del
hoy estado, por el Pacífico. De izq.
a der. Román Pozo, Ángel César
Mendoza, Álvaro González Sotelo,
Raúl Gibert, Ranulfo Davis, Marcelo
Rubio Ruiz, y el de la cruz, Francisco Mercado.
Otra excursión a la playa.
Excursión a Ensenada de Muertos y
esperando la comida. De izq. a
der.: Roberto Yuen (el del
51
sombrero), Álvaro González Sotelo, Ángel César Mendoza,
y otros. Foto tomada por Francisco Mercado.
Francisco Mercado Romero,
Norma Santa Ana Piñeda,
Lupita Borbón y Ángel César
Mendoza Arámburo.
Francisco Mercado Romero,
Norma Santa Ana, Francisco
Arámburo, Yolanda López y
Ángel César Mendoza en el
Hotel Los Arcos.
52
Norma Santa Ana Piñeda
Francisco “Paco” Arámburo Salas y
Norma Santa Ana Piñeda.
Francisco Mercado, Francisco
Arámburo y Ángel César Mendoza en
el Hotel Los Arcos.
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HUMBERTO CÉSAR GARCÍA
Cuando al terminar su carrera de
arte dramático, o dejó a medias, bien
empezada, en México, D. F. con otros
estudiantes paceños que iban a lo mismo,
se entrevistó con el gobernador del
anterior Territorio y le pidió trabajo
para subsistir en esos días no tan
fáciles de vivir sin la cuchara de los,
cuando menos, arroz con frijoles.
-¿Y qué estudiaste?, preguntó el gobernador para
ubicarlo y adecuar su trabajo.
-Yo estudié teatro, le dijo al mandatario de la entidad,
muy orgulloso, esperando la colocación similar a sus estudios
de escena y telones.
-¿Que, qué?, ¿qué estudiaste eso?, ¿cómo?, ¿y dónde te
pongo?, ¿para que sirve ese carrera de teatro, cosecha algo?
-Pues, para hacer teatro con los jóvenes, señor, y con
todos, los adultos, niños y viejos.
-Pero, pero... refutó el dignatario... ¿qué no es una
carrera de putos esa?
-¿What...?
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ALEJANDRO SOLÍS Y RAMÍREZ
En un lugar tan pequeño es muy difícil encontrar a una
persona que sea líder de un grupo tan disímbolo como son los
muchachos: niños, adolescentes y jóvenes. Pero, he aquí que
salió ese líder que fue el profesor César Piñeda Chacón quien
con esos mozuelos formó la primera generación de
scouts.
El inicio fue, según
recuerdo, a fines de 1941 (1943) (quizá
en octubre o noviembre) de ese año. El
sitio fue un parquecito donde había
algunos juegos para niños situado
enfrente de lo que hoy es el centro “Las
Varitas” por la calle Independencia que,
según tengo entendido, ese terreno
pertenecía a la familia Piñeda (sic). En
una orilla y al final del terreno había un cuarto donde el
profesor Piñeda inició las reuniones e inició el desarrollo
de ese equipo y dio a conocer lo que era esa faena. No éramos
muchos, quizá unos 10 ó 12. Pasaron unos dos meses más y en
diciembre de ese año, deseó que fuéramos de excursión a la
Sierra de la Laguna y para eso solicitó al gobernador
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Francisco J. Múgica (1941-45) el auxilio de un camión del
ejército y se lo proporcionaron. El camión era de la marca
REO y era especial para el servicio de transporte de la tropa
ya que era todo blindado y atrás de la cabina tenía una
lamina semi-circular con una ranura en medio para apostar la
ametralladora. El chofer era una persona apodada El Conono
que era un conductor con grado de cabo en los transportes
militares que conocía bastante bien el terreno de la media
península. Fuimos y venimos perfectamente bien a la sierra.
Con respecto a la fecha de iniciación, habría que buscar
entre los participantes que fueron si recuerdan el
acontecimiento.
Ya casi al final de su vida, el profesor César Piñeda
fue objeto de un homenaje y reconocimiento por el mérito de
conjuntar a tantos jóvenes y niños a través de esos años. Esa
reunión se celebró para agradecerle sus venturosas
enseñanzas.
La reunión fue en los campos de la UABCS con todos los
ex–alumnos sobrevivientes. Esto fue (creo) alrededor de los
años 1991-92 y pasaron lista de presentes a todos los que a
él concurrieron.
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LUIS MANUEL PIÑEDA GERALDO
Mi padre, el profesor Piñeda, contrajo matrimonio
con la señorita Consuelo Geraldo con quien procreó una
familia integrada por seis hijos, cinco hombres y una mujer,
de mayor a menor: César Jorge (Licenciado en Sociología),
Hugo Adán (Odontólogo), Víctor Enrique (Licenciado en
Economía), Victoria (Secretaría Ejecutiva), Aldo Eduardo
(Licenciado en Antropología, maestría y doctorado) y Luis
Manuel (Licenciado en Administración y Ciencias Políticas con
postgrado en Recursos Humanos).
Nació en La Paz, B.C.S. el 28 de noviembre de 1912 y fue
bautizado cuatro años después, en 1916, en el mismo mes de
noviembre y en el mismo lugar como lo demuestra el documento
eclesiástico de bautismo. Falleció 87 años más tarde en el
2003.
El profesor Piñeda solía siempre vestir su uniforme con
el grado de Master Scout que portaba en excusiones y
ceremonias alusivas del grupo.
Cuando salía a excursiones con scouts y lobatos estaba
dispuesto a realizar peripecias que los muchachos osaban, un
tanto arrojados, como bañarse en el abrevadero en donde se
puede encuentra a un lado y al fondo, el camión de transporte
al que llamaban –o llamamos aún- comando.
57
Cuando cumplió 77 años celebró en familia, como siempre,
con la circunstancia de que en esta fecha decidió posar para
la foto, por única vez, sin sus lentes.
Cada aniversario que cumplía, como el octavo séptimo, el
último de su vida, lo festejó asimismo en compañía de sus
hijos y de la estirpe completa.
Un altar de muertos fue realizado por los alumnos y
maestros del Colegio “Anáhuac” en memoria del profesor Piñeda
pocos años después de su fallecimiento.
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ARMANDO TRASVIÑA CASTRO
Llegué a los “Huaxoros” a una edad muy
temprana. Creo que empecé a los 6 años, o
antes, pero conservo imágenes indelebles de
esa época. En 1963 ó 64 me uní a los
“Huaxoros” como el más chico de la patrulla
de los lobatos. El Prof. César Piñeda era
el jefe de tropa y al principio nos reuníamos todos los
sábados en su casa de la calle Independencia. El cuarto donde
jugábamos mi primo Aldo Piñeda y muchos otros, antes de que
iniciara la reunión de la tropa, tenían ventanas hacia la
Escuela Primaria “18 de Marzo” a donde asistíamos durante la
semana. Desde allí podíamos ver su patio interior –desierto
en sábado- y planear correrías entre los cerros de sillas
apiladas bajo el foro del patio principal. Después invadíamos
el patio, frente a la enramada y el corredor, y la casa se
llenaba de gritos de los mas pequeños corriendo mientras la
tropa se organizaba alrededor del jefe. Eran tardes de juego,
diversión y caos infantil, controlado por las reglas del
escultismo y, en gran medida, por la inventiva del Prof.
Piñeda. De allí mi mente vuela a la reunión donde juré ser
Lobato frente a una fogata inmensa y toda la tropa de Scouts
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-creo que en el estero de Enfermería- y aún se me hace un
nudo en la garganta. Esta fue una época breve, sólo pertenecí
a la tropa un par de años, pero marcó mi vida para siempre.
Del Prof. Piñeda aprendí a trabajar en equipo, el gusto por
leer el “Libro de la Selva” y conservo una extraña obsesión
por aprender nudos complicados.
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ARMANDO TRASVIÑA TAYLOR
Anécdotas
Cierta vez, viajando
en el camión de transporte
del grupo de exploradores
(“Huaxoros”), ocurrió este
suceso que relato:
En el camión de redilas,
que, por cierto, eran muy
bajas, en la parte posterior de la caja, tenía, donde todos
viajábamos, unos 15 púberes o pre-púberes, una larga bancada
a ambos lados del espacio. El maestro Piñeda que conocía bien
al anárquico grupo de púberes que no pasábamos de ser de doce
o trece años, les advirtió a tiempo al intentar acomodarnos
en el interior de la caja:
• ¡Tengan mucho cuidado, muchachos, no vayan a pararse
enfrente, es peligroso, todos sentados, por favor, ¿de
acuerdo?
Y se montó a la derecha del conductor, como siempre, en
donde solía explorar la angosta y curveada rodada con el
promontorio de arena en medio que daba acceso a los cuatro
neumáticos negros.
61
Al seguir el trayecto y a los pocos kilómetros de avanzar
por la brecha hasta el pueblo de los ignacianos donde –según
dicen- la pereza hacía de lo suyo, me puse en pie en el área
frontal junto a la comba cabina que uniformaba el vehículo y
quedé con la vista fija, de frente, recibiendo el golpe del
viento que aplanaba mi muy escasa melena, mientras el camión
cabriolaba por la senda sinuosa, polvorienta y meneada. Pasé
así varios minutos entrecerrando los ojos para evitar que el
venteo me restirara la risa, cuando, de pronto, un alambre
tendido de un poste a la izquierda en un rejón de concreto,
bien tenso del lado derecho, pegó sobre el rostro que iba
garboso, de pie, y me lanzó por los aires como a 5 metros de
ellos y todos los demás observaron que caí en el bordo del
medio de la abultada arenisca a la mitad de la brecha. Todos,
en un sólo grito, explosivo, advirtieron el grave accidente
que dejaba atrás percutido, postrado y tundido en la rodada,
metros atrás, a un rebelde “Huaxoro” mientras el camión se
frenaba rápidamente y salía de él, excitado, el profesor que
era el guía responsable. Al escuchar el rotundo y total
alarido, los frenos chirriaron y paró los de hule, en seco,
en tanto el master scout, todo azorado y por demás
angustiado, adivinó el contratiempo, y con los ojos de
pánico, dejó de pronto la puerta y se dirigió al abatido que
se incorporaba calmoso, sacudiéndose los shorts polvorientos.
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Con los ojos revueltos y multitud de preguntas, al ver la
sonrisa nerviosa del aquel scout aporreado, lo acribilló a
mil preguntas, amenazas y apremios con el temor en voz alta
que del espanto salía.
El cable tirado del poste a la orilla de la rústica y
cálida brecha escabrosa, topó las narices y el canal de los
ojos y lo expulsó hasta la pila del colchón arenoso a cinco
metros atrás por los aires polvosos.
Si el cable se hubiera encajado en el cuello sensible por
el bulto de Adán, el relato de este hecho hubiera sido una
esquela o una crónica fría de un periódico frío en el voceo
de la calle de un papelero y su grito.
Pero, esta ocurrencia que marcó la torpeza en grado
atmosférico, no fue, como pudiera pensarse, el postrer de la
fila, no, hubo otros y muchos, y aquí está la segunda que
siguió a la del cable.
II
En una excursión que tuvimos a la misión de san Francisco
Javier, por la sierra, más allá de Loreto, donde hay pinturas
rupestres y algún rancho dejado de la mano de Dios y del
diablo, con vericuetos sin vera para ascender a la villa,
nunca, nunca, nunca, jamás de los nunca, debió haberme dicho
el master scout con el mote de “enclenque”, que significa
esmirriado, enteco o enjuto o consumido de a tiro, porque era
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un reto eminente y riesgoso de más. Pero, me lo merecía. La
palabra me instaba a demostrar lo contrario y habría de
hacerlo, sí, sí, como fuera, aunque significara imponer el
desorden mayúsculo, pero yo me sentía ultrajado, me movía a
realizar el trayecto primero que nadie y me propuse
efectuarlo, de manera que un mal precedente no debía de
olvidarse e imponer una marca inhabida y ni siquiera
intentada, es decir, el enclenque debía de demostrar lo
antitético, llegar antes y bien, era un vital desafío, aunque
causara estridencia, ¡qué importa! Demostrar que el enclenque
era un lince y una especie de espuela, era urgente, la mano
era el fuete y el motor una vara que exigía como producto de
una dignidad ofendida, un pronto reparo. Pero, enclenque
sonaba a temor y a peligro y justificaba lo que era sentir el
asombro y el trance de algo funesto que sobre los hombros
caía, se despeñaba.
Yo sabía, o más bien intuía, como de Marte a Saturno, que
algo en ello se iba, que desbarataba el precepto y que la
regla rasgaba y desquiciaba de todo el orden debido, y era
como invitar a cubierta al desequilibrio y a su hija.
-¿Me dijo enclenque?, me dije, ora verá lo que hace un
enclenque.
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Quizá el maestro Piñeda dijo tal adjetivo para acarrear
el respeto e imponer la obediencia, a toda costa, como
fuera, para que el grupo imitara.
Y rebasé la patrulla, y a paso de ruta, bien formada,
seguí hasta el poblado y me trepé al campanario de la torre
del templo y festiné, como necio, el hacerlo primero y llegar
victorioso antes que nadie, la pañoleta blandía en signo de
triunfo y mostraba un récord estúpido, de enclenque y de
flaco de espíritu.
Cuando llegó, de nuevo, el retorno, volví a tomar la
vanguardia y adelantar el sendero por rutas que, según yo,
comprimía, y ganaba tiempo al tiempo mismo. Me extravié, por
supuesto, y el sol me quemaba y el sudor me curtía hasta
llegar a tirarme con agobio en el límite y falto de todo, de
alimento y de agua, me postré en la vereda y descansé cuando
pude. No amainó mi propósito y seguí el recorrido, sabiendo,
inclusive, que era equívoco y loco. Debía de llegar a la meta
con vida y arrestos suficientes, con todas las fuerzas que ya
no tenía, y logré después de intentonas y por nuevos atajos
recuperando mis pocas agallas. Corregí los desvíos y llegué
con todo y fatiga hasta el fin, con notable ventaja contra el
resto del grupo que caminaba con tiento, como debe ser. Lo
festejé y presumí nuevamente, lo alardeé, pero una endeblez y
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un desgaste que rotulaba mi éxito, me vencía. Pero fui,
terco, el primero de todos, y lo enclenque, triunfaba.
Más que estúpido.
Lo que habrá sufrido el maestro Piñeda con postura tan
hosca del indócil pre-púber, levantisco, que todo invertía,
desarreglaba.
III
En una excusión que efectuamos al paraje costero, por la
parte del golfo, llamado El Rosarito, por el camino a Las
Cruces o al rancho de El Coyote, frente a la isla Cerralvo,
encontré un acantilado robusto donde, desde las rocas de
arriba lisas y llanas como atalaya poética, escuchaba y veía
el reventar del estruendo que ocasionaban las olas en ese
altar de la espuma, de estrépito hueco y de hondo pujar de
los ruidos costeros que hurgaban las piedras y amontonaban
murmullos. Ante ese grito de mar, de rocas y espuma, nació la
idea firme de hacer un poema que no tenía ni rastro ni
escuela, sólo quizá la lectura de algún libro de versos que
paginaba en la sala del teatrito “Ibó”, nada más. Frisaba los
14 años y ante tal espectáculo surgieron los versos que la
mente encarcela y la eventualidad los retiene, y dicen así:
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GOTAS DE MAR
Hiere la espuma del tenaz oleaje Al cantil socavado con estruendo Y ese polvo de mar forma celaje De gotitas de amor que van cayendo. Son gotas de cristal que al mar revuelto
Retornan tristes por su ideal perdido,
Son gotas de cristal que al mar han vuelto,
Son lágrimas que caen en el olvido.
Primer poema escrito en El Rosarito, B. C. S. a los 14 años en una excursión del Club de Exploradores “Huaxoros” a ese lugar y publicado en el boletín No. 1 del Ateneo Bajacaliforniano Prometeo en 1948.
En esa misma excusión y en el mismo paraje, peligroso,
por cierto, y difícil, frente al mar, y con un bulto de rocas
donde estallaba el oleaje, ocurrió algo que aún conmociona,
trepida y sacude, a pesar de los años formados por tallas.
Había espacio en el mar entre el paso de rocas donde el
oleaje estallaba, y un buen amigo y yo, Toño Beltrán,
decidimos, al fin, compañeros del grupo, nadar entre ellas,
las piedras, y sin pensarlo dos veces, nos introducimos al
agua bravía y sonora bajando la falda de la roca vidriosa y
elevada cual cerro. Y al estar allá abajo, sentimos la fuerza
del agua que entraba en el socavón de las piedras, algo así
como un pubis que dejaban los muslos redondos y pétreos al
aire, se movía y agitaba y, Toño, nuestro amigo, de 13 años y
muy baja estatura, siempre lo ha sido, se le agotaban las
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fuerzas entre el gran pedrerío con forma de bolas
resbaladizas, lo zarandeaba, no podía salir y braceaba con
todas sus penas, cuando escuché:
-¡Ayuda, ayuda¡, ¡me hundo, Armando, pierdo las fuerzas!
Y como, no sé cómo, me acerqué a su cuerpo, lo así de
los brazos, y con el ímpetu que los dos reunimos a penas y
apenas, logramos vencer la intensidad de las olas furiosas y
alcanzamos las piedras por donde, resbalándonos, trepamos la
pared de la lisa muralla, junto al mar, que chocaba y rugía
delirante y frenético.
Al sentirnos seguros en lo alto del muro desde donde
observábamos y descendimos al agua revuelta, nos juramos, por
nuestra vida, no decir ni pío a la almohada de esta eventual
peripecia que pudo ser de ambulancia.
Y no fue la U de la última ni la F de final, hubo otras,
muchas otras de esos lerdos polluelos. A cual más bravo de
todos.
En este plácido entorno, y no tan plácido a veces, de
los 12 a los 15 años de una vida confiada, organizamos cuatro
o cinco patrullas con sonoros nombres de parque zoológico. Se
formó –no fue sencillo primero- toda una generación que
marchaba y lo hacía diligente a lugares distintos del
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Territorio nativo de visita o estudio, de saber y cultura o
acercamiento curioso y promociones sociales y artísticas.
Así fuimos, entre otros lugares, a estos:
1 – A El Rosarito.
2 – A Las Palmas (hoy Fidepaz)
3 – A Chametla.
4 – A Enfermería,
5 – Al Palmar de Abaroa y más allá.
6 – A Ensenada de Muertos. (Bahía de los Sueños)
7 – Al arroyo de El Carrizal (donde localizamos y
extrajimos los restos de un gliptodonte y varios
molares)
8 – A Todos Santos.
9 – A San Bartolo.
10 – A San José del Cabo.
11 – A San José de Comondú,
12 – A San Miguel de Comondú,
13 – A San Isidro,
14 – A La Purísima,
15 – A Loreto.
16 – A San Javier.
17 – A Santa Rosalía.
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18 – A la isla San Marcos.
19 – A San Ignacio.
20 – A la Sierra de la Laguna y al picacho mayor.
Por la amistad y cercanía de la familia Piñeda con
el gobernador en ese tiempo, general Agustín Olachea
Avilés, (1945-1958), se contó con el respaldo de la
administración treceañera que fue para el Club de
“Huaxoros” y para el profesor y master scout César
Piñeda, un gran apoyo. Se realizaban, incluso, reuniones
sociales o tardeadas de baile, eventualmente, en el
patio “Las Bugambilias” de la residencia privada del
entonces mandatario, frente al kiosko de la explanada
del malecón en La Paz en la esquina sur que hoy forman
las calles Álvaro Obregón y la 16 de septiembre.
70
VII
EL POETA
La Biblioteca de la Unidad Cultural “Profr. Jesús Castro
Agúndez” lleva el nombre del poeta Filemón C. (Cecilio)
Piñeda, padre de César, por su amor a los libros, nunca mejor
denominada esa pila de libros.
José María López Coronel, encargado de la edición del
Boletín Oficial del gobierno del Territorio, publicó a partir
del 30 de abril de 1928 la revista mensual “El Mes
Literario”, donde tuvieron cabida leyendas locales, ensayos
de él mismo y poesía de Filemón Cecilio Piñeda
Consecuentemente, poeta hace poeta, el maestro Piñeda
escribió poesía que declamó y publicó en diarios locales.
Como ponerse a pintar, escribía, tanto verso como prosa, e
investigaciones históricas que realizaba en los muros
rupestres de San Francisco de la Sierra donde, no sólo indagó
pictogramas, sino otros vestigios de culturas largamente
remotas en la zona serrana de San Ignacio, a un lado y
arriba.
Queda en el recuerdo latente un verso en imagen de alguna
estrofa, quizás, hoy extraviada:
En el espejo biselado del estero...
71
VIII
EL DECLAMADOR
Acostumbraba a declamar los poemas de su padre Filemón C.
Peñeda, sobre todo el poema “Cálida Fórnax”, (Horno
caliente), entre otros, versión hoy descartada del nombre
original de la península atribuido a Hernán Cortés casi a
mediados del siglo XVI (1536).
El maestro Piñeda, al mismo tiempo que declamaba sus
poemas en reuniones diversas, recitales o ceremonias
patrióticas, promovía la recitación entre sus alumnos así
como concursos literarios y arte dramático entre aquellos que
congregó en su misión rescatista en el cuerpo de exploradores
“Huaxoros” afiliado al movimiento escultista en donde está su
obra cimera de carácter creativo con una generación de
sudcalifornianos hasta entonces opaca.
Sus más celebrados poemas que él interpretaba eran, además
de Cálida Fórnax, de su padre, los siguientes: El Seminarista
de los Ojos Negros, La Chacha Micaila, Mamá, soy Paquito, Las
Abandonadas y Yo soy Garrick, entre otros.
El maestro Piñeda, como declamador pertenece a la
generación de José (Alán) Gorosave, otro declamador mulegino
de notable memoria a cuyo nombre convocan a un certamen
literario que anualmente lo evoca en su tierra natal, Mulegé,
en Baja California Sur.
72
El alguno de tantos certámenes literarios que el maestro
Piñeda convocaba en su círculo scout, recuerdo dos, por lo
menos, en donde resulté ganador: el Día de las Madres que
obtuve como premio un libro que quedó acomodado el poema en
la contrapasta y que, tal vez, en algún anaquel de polvo
preñado, superviva, y arome como un jazmín que floreó hace ya
muchas décadas.
Y unos años después, ya en la edad quinceañera obtuve la
Flor Natural en un concurso literario con motivo de la
Primavera que fue entregado frente a Palacio de Gobierno
entre un séquito de mozas que fueron testigos, miembros todas
del Club.
He aquí la foto:
73
La reina de la Primavera era, en ese entonces, la Nena
Tuchmann, y en el fondo, a la derecha, se encuentra
Concepción Castro Carrillo, después de Trasviña.
74
IX
LA AGRUPACIÓN FEMENINA LAS GIRLS SCOUT
El grupo femenino del Club de Exploradores “Huaxoos”
integrado por no más de 20 muchachas que se llamaban Girl
Scout, era comandado por la profesora Stella Piñeda de Santa
Ana (hermana de César) y no efectuaba excursiones, pero era
un par importante del grupo de varones en la organización de
festivales artísticos, recreativos y culturales.
Con ellas se organizaban funciones diversas que se
presentaban en La Paz y en algunos otros lugares fuera de la
ciudad, como Todos Santos, por ejemplo, siempre con su apoyo
acompañante de lado.
Sonaba en aquellas veladas la zarzuela “Las Leandras”
(1931) que es la que más funciones ha tenido en el mundo.
Pichi, es el chulo que castiga, Del Portillo a la Arganzuela, Porque no hay una chicuela Que no quiera ser amiga de un seguro servidor.
Y en esas memorables presentaciones que se paseaban por
otros sitios del otrora Territorio, cantaba la canción
llamada “Bonita” (1942) de Luis Alcaraz y José Antonio
Zorrilla, música y letra respectivamente de abos, que dice
así:
75
Bonita, como aquellos juguetes que yo tuve en los días infantiles de ayer. Bonita como el beso robado, como el llanto llorado por un hondo placer.
Y tantos actos más que están incluidos en los programas
que siguen.
Las danzas que presentábamos eran coreografías de la
misma profesora Stella o del bailarín profesional Rael de San
Barrón, que en otras ocasiones nos auxiliaba.
Los programas de algunos de estos espectáculos fueron
cedidos muy gentilmente por Lupita Isáis Famania que se
organizaban en la época a partir de los 40.
En la siguiente foto están reunidas algunas de las
muchachas con el profesor Piñeda en las afueras del modesto
Teatro “Ibó” donde se presentaban algunos eventos teatrales
que han caído en los espacios del tiempo.
76
Atrás, de pie, Silvestre Olivas Peraza, Norberto Flores Mendoza, Félix Alberto Ortega Romero y alguien no identificado. Sentados: +++, +++, el profesor Piñeda Chacón, Marilú Estrada Ruibal, +++ y Margarita Rodríguez, a la entrada de la Sala “Ibó”.
77
Mina Tuchmann, Maruca Romero, Lupita Isáis, Marilú Estrada Ruibal, +++, +++, Ramona Briseño Rodriguera, Elvia Montaño,
Angélica Osuna, Ma. de Jesús Flores, la Nena Gastélum y Concepción Castro Carrillo, a la entrada de la Sala “Ibo”,
junto a la Imprenta del Gobierno a la derecha.
LOS PROGRAMAS ARTÍSTICOS
Estos programas se conservan en el álbum familiar de
Lupita Isáis Famanía (Sra. Guadalupe Isáis Vda. de
Quintanilla) y los publicamos ahora por primera vez por
cortesía de ella.
78
ATENTA INVITACION
El Gabineta Scout del Club de Exploradores “Huaxoros” de esta ciudad, se honra en invitar a Ud. (s) a la 3ª. Asamblea Solemne que se verificará en su propio edeficio el día 24 del Presente a las 17.30 dedicado con todo respeto a nuestra Bandera Nacional, bajo la siguiente orden del día:
1.- Apertura solemne por el presidente scout, joven
Armando Trasviña Taylor. 2.- Presentacion de invitados de honor y madrinas Scout. 3.- Solemne inauguración del Monumento a la Bandera del
Club por el C. Gobernador del Territorio Gral de Div. Agustin Olachea Avilés.
4.- “Promesa Scout” Juramento tomado ante la Enseña Patria por el Master Scout, Profr. César Piñeda Chacón.
5.- Condecoraciones la Lealtad a los Scouts Rafael Castro Vásquez, y Francisco Arámburo, así como Estrellas del Servicio a los Scouts que lo ameriten.- En Exaltación patriótica la joven Scout Gloria Ruiz Castro declamará un bello poema.
6.- Himno Scout No. 3.
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7.- Entrega de premios a los vencedores en el Concurso Privado de Literatura como exaltación cívica.
8.- Ejecución al piano por el Scout Francisco Arámburo. 9.- Actuación especial de la joven Scout Lupita Isáis F. 10.- Entrega de premios a la Patrulla triunfadora en el
concurso de equipos y uniformes por las Madrinas Scouts. Sra. Ana Borbón de Olachea y Sritas. Laura Cornejo E. y Ma. Teresa Ruffo Azcona. 11.-Asuntos Generales y Tribuna Libre.
12.- Himno Nacional.
La Paz, B. C. a 23 de Febrero de 1949.
COMITÉ CULTURAL
EL PRESIDENTE SCOUT EL MASTER SCOUT ===================== =================== Armando Trasviña César Piñeda Chacón (Firma al calce) (Firma al calce)
80
El Club de Exploradores se complace en invitar a Ud. (s) a la celebración del 5to aniversario verificándose en el salón de actos de su propio edificio el domingo 28 a las 17 horas.
La Paz, B. C. a 23 de nov. De 1948. La Comisión.
81
RECEPCION
Yolanda Estrada Nena Gastélum Silvestre Villa Peraza Francisco Arámburo S.
OBSEQUIO
Yolanda Estrada R. Nena Gastélum Margarita Rodríguez Ma. Luisa Navarro Yolanda López A. BASTONERO El Master Scout
Profr. César Piñeda Chacón
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PROGRAMA
I.- “Lealtad y Constancia” Disertación alusiva del Master Scout, Profr. César Piñeda Chacón.
II.- “Para Elisa”, ejecución al piano de la joven Scout, Nena Gastélum. III.- Lectura de una composición de Angélica Osuna.
IV.- “Vieja Luna”, canción por el joven Humberto Salgado.
V.- “Tea for Two”, ejecución al piano del joven Scout,
Norberto Flores M.
VI.- “Peregrina”, canción por la joven Scout Lupita Isáis.
Acompaña al piano el joven Scout Enrique Navarro O.
VII.- Participación del joven Scout Félix Alberto Ortega,
Presidente del Club, ofreciendo una canción.
VIII.- Cambio de Mesa Directiva con ceremonia especial al
estilo Scout así como entrega de diplomas y condecoraciones
por el C. Gobernador del Territorio, Gral. de Div. Agustín
Olachea Avilés.
IX.- Himno Scot No. 3 “Siempre Listos”
(Vuelve a comprobarse con este documento-invitación que, si
en 1948 se celebraba el quinto aniversario de la organización escultista, es de 1943 el origen del Club.)
83
CLUB DE EXPLORADORES
“HUAXOROS”
AGRUPACIÓN JUVENIL
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA
AÑO V FUNCIÓN V
FUNCIÓN POPULAR
PRESENTADA POR
LOS MUCHACHOS Y MUCHACHAS
DEL CLUB DE EXPLORADORES
“HUAXOROS”
84
quienes lo ofrecen a Beneficio del
CUERPO DE POLICÍA,
Como colaboración al PRI., y Junta de Acción Cívica
JUEVES 27 DE MAYO A LAS 8.30
EN EL TEATRO
“JUAREZ”
PROGRAMA PRIMERA PARTE 1.- Solemne presentación de “Elvia I”, Reina de Los Juegos Florales de la Juventud Scout. 2.- Prólogo de Fiesta. Presidencia Scout. Joven José Alberto Ortega Romero. 3.- Obertura por la orquesta.
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4.- “Voces de Primavera” Johan Strauss. Vals ejecutado por la Corte de Honor. 5.- Solemne entrega de diplomas otorgado por el Club al mejor poema a la Madre. 6.- Presentación de composiciones musicales ejecutadas al piano por el autor joven Norberto Flores M. “Elvia” dedicada a su Graciosa Majestad. “Desagrado”, música del mismo autor y letra del joven Scout Armando Trasviña quien la cantará esta noche. 7.- Canciones vernáculas por la joven Scout, Ma. Guadalupe Isáis. 8.- “Himno Scout”.
SEGUNDA PARTE Y FIN DE FIESTA I.- Pieza de música por la orquesta. II.- Serie Poética. Discurso oficial. Profr. César Piñeda Chacón. a).- “Amor de la Selva” José Santos Chocano. b).- “Del Amor al Dolor” Luis Rosado Vega. c).- “Soñé que era Muñeca” Luis G. Bayardi.
III.- “Danza Húngara” Bramhs. Bailable por la joven Scout Yolanda López. IV.- Canciones populares. Hermanitas Jordán. V.-“La Macarena”, bailable por la joven Scout Amelia Ortega Romero. VI.- “La Paloma” Federico Chopin. Ejecución al piano de Enrique Navarro O. VII.- “La Bamba”, conjunto folklórico de parejas Scouts.
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VIII.- Himno Scout No. 3 “Siempre Listos”, cantado por la tropa escultista.
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CUADRO ARTISTICO DEL
CLUB DE EXPLORADORES “HUAXOROS”
========================================================== PRESENTACION XIV AÑO VIII ==========================================================
Se complace en ofrecer a ustedes a su XIV presentación artística con un PREMIER DE GALA en el Teatro Juárez el
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jueves 23 a las 8.30 horas ofreciéndole un programa artísticamente (confeccionado) para todas las posibilidades
DESEANDOLES UN FELIZ Y PROSPERO AÑO NUEVO.
(Esta presentación pudo ser efectuada en dic. De 1951 por el AÑO VIII que señala e inicio del club de exploradores
“Huaxoros” en 1943.)
EN ESCENA LA DIVERTIDISIMA COMEDIA EN UN ACTO DE MARIANO BARRANCO TITULADA
DELIRIOS DE GRANDEZA
CON EL REPARTO SIGUIENTE: Ruperta Ma. Luisa Navarro Marquesa Celia García Adela Adelita Amador Lola Natalia Pozo Lucas Ángel César Mendoza Mariano Rubén García Pérez J. Trinidad Cota Suárez Armando Trasviña Castro Enrique Navarro Martínez Francisco Mercado López Ranulfo Davis
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Toribio J. Jesús Arámbula Norberto Norberto Flores Carmelo Humberto Salgado Un Caballero que no habla LA ACCIÓN EN LA PAZ ÉPOCA ACTUAL VARIEDADES 1.- Conjuntos artísticos I.- “Alabanza a Cuauthémoc” En escena 12 personajes. Cuauthémoc, Guerreros, Sacerdotes, Indios y Danzantes. II.- “Lindo Michoacán” En escena 15 personajes.
Guarecitas, Pescadores de Pátzcuaro y gente del pueblo. III.- Escena de Buenos Aires. Pallado, Rubén García, cantando los tangos “Nostalgia” y “Mocosita” pareja Alicia Lara y Jaime Tuchmann, bailando el tango “Cumparsitas” “Motivo Sentimental” poema. Profr. César Piñeda Chacón. IV.- “En un Mercado Persa” obra clásica ejecutada al piano por el Profr. Pedro Peláez y con una descripción anímica del tema. En escena. PRINCESA Norma Santa Ana. CALIFA Ranulfo Davis. MERCADERES Beduinos, prestidigitadores, encantadores de serpientes, samaritanos. V.-RITMOS DE BRASIL “Cumana” Samba.- Ma. Luisa Carrillo. “Tico, Tico” Conjunto Bailable. “Brasil” Trío Remembranzas.
90
NÚMEROS ESPECIALES I.- La Violetera. Couplet. Lupita Isáis. II.- Danza del Fuego. De Falla. Concierto de piano Cooperación del joven pianista Norberto Flores, Estudiante de la Universidad nacional. III.- Reaparición del Trio “Remembranzas”, Humberto Salgado, Armando Trasviña, Rubén García, cantando
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MONA LISA RÍO COLORADO.
IV.- EN LAS PLAYAS DEL HAWAII Baile hawaiano y un conjunto
V.- BATIRI Mambo Baile moderno María Luisa Carrillo y Jaime Tuchmann.
Como Uds. ven, un programa completo y alegre.
NO FALLEN ESTA NOCHE AL TEATRO JUÁREZ
DECORACIONES Y VESTUARIO NUEVO
PREFERENCIA 4.00 LUNETA 2.00 GALERIA 1.00
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PROGRAMA:
I.-Prólogo teatral. a).- Presentación del cuadro por el Sr. Luis Salas S. b).- Conjunto coral entonando el Himno Scout No. 3. Autor Profr. Pedro Peláez M. II.- Jocoso sainete cómico “El Sexo Débil” (Original de Antonio Ramos M., en dos cuadros, bajo el siguiente reparto: Nati Yolanda López Patro Margarita Rocha Lorenzo Armando Trasviña T. Cayetano Luis Rocha
93
VARIEDAD
III.- ESTAMPAS MADRILEÑAS. a).- “Madrid” Shotis. Yolanda López, Margarita Rocha, Raquel Castro, Carmen Gastélum, Maruca Romero, Estela Beltrán, Estela Serrano, Armando Trasviña, Salvador Aragón, Ranulfo Davis, Francisco Arámburo y Luis Rocha.
b).- “Luna Lunera” Canción Española por Armando Trasviña y Rubén García.
c).- Jota Aragonesa ejecutada por la joven Scout Norma
Santa Ana. IV.- FANTASIA TEHUANA “Noche de Estrellas” trio “Las Perlitas”
Lupita Isáis, Lupita Gibert, Ma. Luisa Navarro, Yolanda López, Adelita Amador, Angélica Osuna, Yolanda Vives, Estela Beltrán. b).- “La Burrita” Caracterización Folklórica, por un grupo de Lobatos Scouts. c).- Actuación especial de Lupita Isáis, cantando bellas canciones. b).-Presentación del Conjunto Musical del Cuadro Artístico. V.- CUADRO ORIENTAL a).-“Danza Turca” arreglo de la Sra. Stella P. de Santa Ana. Danzan: Gloria Ruiz, Angelita Aragón B, Lucía Salas, Norma Santa Ana, Ma. Luisa Navarro, Socorro Hidalgo y Concepción Castro y Lupita Isáis. VI.- CUADRO FINAL. – Himno Scout Paceño, entonado por los jóvenes Scouts, música del profesor Luis Siglo Figueroa y letra del Profr. César Piñeda Chacón.
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ADMISIÓN: - Luneta General $ 2.00 Galería 1.00 Medias Pagas.
95
X
EL PINTOR
El profesor Piñeda pintaba.
Era común observarlo colocando su atril, o bien en la
parte exterior de la sala “Ibó”, o dentro de ella. Cuando lo
hacía afuera, generalmente estaba creando un paisaje del fin
de ese parque, cuya parte posterior era un muro elevado desde
donde se observaba la escuela “18 de marzo”, la pendiente
empedrada que va hacia el malecón, despeñándose, un oasis de
palmeras donde hoy es la terminal de autobuses o bien un
segmento del malecón donde podía contemplarse el espejo
biselado... de la bahía, como él escribió.
Más de una vez observamos colocar el lienzo sobre un
marco que estiraba, y con un lápiz, primero, bosquejaba o
delineaba el motivo que después, con un sin fin de colores,
siempre al óleo, le daba tono y figura y encendía la manta
que previamente preparaba.
De su pincel y paleta brotaban motivos que la naturaleza
ofrecía o inspiraciones patrióticas o legendarias, pero él
era, fundamentalmente, un pintor naturista, es decir, lo que
la naturaleza mostraba a sus ojos pintores, y muchas veces
didáctico, muchas.
96
En 1972 obtuvo el primer lugar en el concurso de diseño
del escudo del municipio de La Paz que es el que actualmente
conserva y es el siguiente:
“El águila estilizada -dice la descripción- representa a
la Patria que muestra a la nación mexicana y al mundo la
historia y el potencial económico del municipio de La Paz.
La espada y la cruz motivan el conocimiento de la
conquista y la evangelización de esta región.
El marco dorado que oprime entre sus garras el águila y
el marco plateado interior, simbolizan la riqueza de las
minas de este municipio, cuyas reservas están en posesión del
Estado para el futuro de México.
La franja azul de la orilla con los peces allí
representados, simbolizan la extensa zona costera del
municipio con su abundancia de las más variadas especies de
peces, crustáceos, moluscos y demás maricos.
En la mitad del plano interior se muestran dos
rectángulos: en el de la izquierda el año de 1535, fecha del
descubrimiento del territorio en la ciudad de La Paz, y en el
97
de la derecha el año de 1697 en el que se inició la
evangelización de California. La carabela de la conquista se
perdió en el tiempo. En el centro, uniendo a estas fechas,
está un sol apagado que simboliza el pasado histórico.
En la mitad inferior se expresa elocuentemente el
presente en el que 1972 marca la nueva era municipal, La
rueda dentada simboliza el sol del progreso que ilumina con
sus rayos a la municipalidad de La Paz. Expresa su lema “Paz
y Progreso”, mostrándonos con sus haces luminosos la palabras
latinas Coellum, aqua et tellusque valde dona, expresando con
ello todo el potencial del municipio con su cielo, su agua y
tierra buena y pródiga.
Finalmente, los más potentes rayos iluminan el oriente
de cuatro valiosas perlas que simbolizan las cabeceras
delegacionales: San Antonio, San José, Santiago y Todos
Santos”.
Se dice que ganó también el concurso del escudo del
gobierno del hoy estado de Baja California Sur, pero en una
carta que conserva el profesor E. Moisés Coronado, cronista
municipal, dice el profesor Piñeda lo siguiente: “Existe el
antecedente de que en año de 1962 se convocó a un concurso
Territorial para elaborar el nuevo escudo oficial del
Territorio, habiéndose elegido el que presenté yo, (abajo
98
expuesto) pero no se determino absolutamente nada”.
Lo cierto es que el Congreso del estado con fecha 10 de
noviembre de 1975 creó la Ley sobre las Características y el
Uso del Escudo del estado de Baja California Sur y de
determinó el siguiente diseño:
Los cuadros de pinturas que totalizó con el tiempo,
fueron...¿cuántos fueron?... muchos... ¿dónde estarán ahora?,
¿en la familia?, ¿con los hijos?, ¿con sus amigos, acaso?, ¿o
estarán en el bodegón del olvido recibiendo el polvo del
tiempo y ensepiándose, como todo?, algún día, todos ellos,
99
esperamos, con espíritu recaudador, o con ánimo de reunir su
pintura y colocarla en su sitio, podrá hacerse una
exposición, no de un maestro pintor ni de un pintor y
maestro, sino de alguien que fue, o pudo ser, un edificio del
arte, y quedó como simple tesorero y creador de cosas varias.
Algún día.
100
XI
EL INVESTIGADOR HISTÓRICO
Fue un investigador histórico de las pinturas rupestres de
la zona de San Ignacio, al norte del hoy estado, y de la zona
de El Carrizal en donde excavó los restos de un gliptodonte y
molares.
César Piñeda expuso y dejó constancia de sus indagaciones
y búsquedas por estas lugares.
Con material audiovisual, inclusive, fotos, voz y música,
llegó a presentar públicamente, no una, en muchas ocasiones,
sus recorridos por la sierra, no sólo de los lienzos rocosos,
sino de otros vestigios de la cultura serrana, empatando con
ello lo que otros hicieron, antes y después, como los
Gardner, los Diguet, los Jordán, los Harry Crosby, los,
Hambleton, tantos otros, antecesores ilustres que aportaron
sus luces en investigaciones cimeras.
Dice Aldo Piñeda Geraldo, antropólogo, ex-director del
Museo Regional de Antropología fundado en marzo de 1981: “...
estoy orgulloso de ser hijo de César Piñeda Chacón, quien
luchó por muchos años, para lograr unos de sus (grandes)
sueños: el darle a los sudcalifornianos el actual Museo
Regional de La Paz (de Antropología).
101
En efecto, fue director del Museo Regional de Antropología
e Historia de La Paz (1981) durante varios años, después de
su directora y fundadora Fanny Flora Campillo nombrada por el
INAH.
102
XII
EL TEATRÓFILO
Por las décadas de los 40 ó 50 inició su proyecto de
presentaciones teatrales desde la confección de telones,
creación de escenografías, vestuario para las obras, y otros
útiles más en el Teatro “Juárez”
que era el único en ese tiempo, lo que fue la cancha de
basquetbol de la escuela secundaria “Morelos”, mucho antes,
(Belisario Domínguez, entre 5 de Mayo e Independencia) que
tenía teatro al aire libre donde actuó, entre otros artistas,
la cantante mexicana Ángela Peralta (1845-1883) llamada “El
Ruiseñor Mexicano”, antes de presentarse en Mazatlán, Sin. en
donde murió a consecuencia de una epidemia de fiebre amarilla
que al estado asolaba.
103
Piñeda Chacón en compañía del actor sudcaliforniano
Humberto César García iniciaron sus pasos teatrales con la
fundación de la pequeña Sala “Ibó” en las instalaciones
del Club de Exploradores por la calle Independencia,
frente a la pendiente al malecón. “Ibó” significa “sol” en
guaycura, tribu que habitaba la parte sur de la península.
Era un pequeño espacio de no más de 50 asientos que
colocaban frente a un escenario de dimensiones iguales,
con telón de boca, en donde creaba escenografías de las
obras que montada o que presentaban otros del mismo equipo
de scouts, cuya palabra (“Huaxoros”) con que denominaba a
ese grupo en la misma lengua guaycura, quería decir
“amigo”.
En la Sala “Ibó”, como llamó a su teatrito, presentaron
obras, entre otros, el entonces actor Ignacio del Río,
ahora historiador, con el monólogo “La Bandera Negra”, o
de Humberto César García que dirigió, actuó e inauguró el
local con la obra “Sumergidos” que llegó a tener 25
104
representaciones en cuyo espacio destacaron como actores y
actrices otros jóvenes de esa época, como Ignacio del Río,
Juan Cota Trasviña, Alberto Lizardi Agramont, Fernando
Scopinichi, José Hernández, Basilisa Cosío, etc.
En ese mismo lugar de la Sala “Ibó”, en la esquina oeste
de la parte frontal que también servía para reuniones
sociales, juntas o ensayos, escuchábamos inquietos, tres o
cuatro mozuelos de esa época que nos reuníamos frente a un
radio-receptor de onda corta que el profesor Piñeda había
instalado, aquellos viejos programas de la XEW, como las
declamaciones de Manuel Bernal o las dramatizaciones del
famoso “Monge Loco” que los púberes de entonces seguíamos
y escuchábamos con señales confusas, entrecortadas, que
por momentos se iban, pero que enternecía (uno) y
atemorizaba (el otro) a aquel grupo de escuchas que
subrepticiamente, por la noche, percibíamos, con diez años
o doce, y que turbaban, estremecían o azoraban.
En ese medio de artistas bisoños y verdes en todo
nacientes, ensayaba, por lo menos, una vez por semana, el
trío “Remembranzas” integrado por Rubén García Verdugo,
Humberto César García, Armando Trasviña Taylor y Antonio
Piñuelas, de suplente, por los años cuarenta o cincuenta.
105
Ensayaban en la esquina Este de ese parque pequeño donde
se encontraba la Sala “Ibo” y la casa habitación del propio
profesor Piñeda.
Con diversas manifestaciones artística como danza,
poesía, canto, declamación, dibujo o pintura, entre otras, se
creaba un mundo imaginativo en la primera quincena de los
años que en ese ambiente crecían.
106
XIII
EL PROMOTOR
El profesor Piñeda fue un promotor antes que nada y de
luces ingentes que continuamente instituía cuando no una,
otras o muchas concepciones diversas que generalmente seguían
su rueda de alumnos y alumnas en el medio scout que formó.
Cada actividad que realizaba la interactuaba con los suyos
como algo obligado porque sabiéndolo hacer y haciéndolo bien,
era patrimonio de todos, de sus allegados y afines de la
generación que crecía con un grado de generosidad que lo
ejemplificaba.
En la declamación que practicaba con sentimientos a bordo
e intraducibles enfoques, con sensibilidad manifiesta y
expresiones acordes a la palabra o la frase, lo exteriorizaba
para darlo a entender a su bosque didáctico y hacer del
oficio un quehacer aprehensible y con facilidad emulable.
Lo mismo en las tareas muy poco cómodas en el breñal o en
el cactus de la investigación y el rescate de los valores
históricos, o prehistóricos, como las pinturas rupestres o
los vestigios de asientos pasados que estaban ahí –y siguen
estando- como testigos visibles, llegó a recrear en un panel
fotográfico y exhibía a públicos ávidos con interés
manifiesto en lugares rupestres y en las paredes y bóvedas de
recónditos depósitos.
107
Cuando se estableció la Ley del Servicio Militar Nacional
en 1945, los jóvenes conscriptos se encargaron de la edición
e impresión del periódico “El Voluntario”, bajo la dirección
mancomunada del joven José Rogelio Olachea Arriola y del
profesor Hugo César Piñeda Chacón y la asesoría del capitán
de infantería Palemón Morales León, comandante de la guardia
civil sudcaliforniana al ocurrir la Segunda Guerra Mundial de
1939 a 1945.
Fue miembro activo del Club de Leones de La Paz y
participó en las campañas de servicio social y promociones
económicas con destacada intervención en cada una de ellas.
Promovió lo mismo como pintor, poeta, declamador,
teatrófilo, explorador y maestro que imantó siempre la vida y
regó sus actividades plurales, que no fueron pocas, y la
inquietud por todo, que se multiplicó radiante, constituyó su
deseo de servir y de bien servir a su círculo.
Ser maestro es ser promotor, es decir, iniciar algo que la
comunidad requería o la generación que crecía: educar,
activar, fomentar, impulsar, apoyar, provocar, incoar, todo
lo que existe y otros requieren para su bienestar o trabajo,
ventura o confort del presente o futuro.
Si no es promotora la actividad del maestro, entonces,
¿qué es?, ¿pudo ser lo que hizo?, si todo lo que la vida
apetece, ansía, aspira, sueña o procura, si no es de maestro,
108
el maestro deja de serlo. La promoción fue parte esencial de
su quehacer de formar, y si la necesidad demandaba, la
sociedad exigía.
Y el profesor Piñeda, con todo lo que fue e intentó ser en
la vida, y lo logró, en sus días creadores tan amplios y
cálidos, fructuosos, fue eso: un promotor, y todavía más, una
referencia obligada.
Es el creador del escultismo en BCS.
109
XIV
EL PROTOTIPO
Fue maestro por muchos años de primaria y secundaria en
La Paz y en el estado de Michoacán.
Son muchos los rasgos que pintan, delinean y forman al
maestro para considerarlo prototipo (persona que destaca por
ciertas cualidades y es tomada como modelo) y no se agotan
con ello los voltios que tiene para iluminar ese faro con la
intensidad de su luz que lo ilumina: paradigma, o sea un
ejemplo, lo que tiene que ser imitado. Es, como el ábaco
chino, de interés colectivo por tantas cosas que suma, por su
investigación y creación, por su obra prolífica, por su
diversidad, ha sido retrato y es digno de copias. Se antoja
decir.
El Museo Comunitario de la Ballena situado en la calle
de Antonio Ramírez, entre Altamirano y Héroes de la
Independencia, lleva su nombre. Fundado por Víctor Ramos
Pocoroba, contiguo al Centro Cultural “Prof. Jesús Castro
Agúndez”, se llamó así por ser el primero en reunir piezas de
cetáceos en la Sala “Ibo” que fundó, acondicionó y utilizó.
Dice el creador del Museo:
110
“El Museo Comunitario de la Ballena “Profr. César Piñeda
Chacón” desde su nacimiento, como lo define el escritor José
Castro “Bardo” en el periódico “El Forjador” del 24 de abril
de 1996: “Dejó en nosotros un matiz “unificador” de los
esfuerzos de los hombres y mujeres de Baja California Sur por
vitalizar cada día más la esfera cultural local, esto es, el
Museo de la Ballena es “Comunitario”, lo que revela uno de
sus perfiles fundamentales como “unificador”: Ha sido hecho
por un grupo de civiles independientes, pero en colaboración
con instituciones gubernamentales y de la iniciativa privada;
de alguna manera los esfuerzos de todos los sectores se ven
concentrados en este museo.
La vida es cíclica, quizás, por ello cuarenta y seis
años antes el Profr. Cesar Piñeda Chacón con el mismo
pensamiento, fundaba el Museo Territorial de Antropología e
Historia en La Paz, Baja California Sur. Era el iniciador de
las colecciones históricas para los calisureños.
Por ello, en el mes de noviembre de 1996, al fundador
del primer Museo Comunitario del territorio peninsular, se le
visitó para entregarle una carta en donde se proponía su
nombre para el Museo Comunitario de la Ballena, siendo el 16
de diciembre de 1996, en una emotiva ceremonia que se
descubrió la placa de bronce con la leyenda:
“Museo Comunitario de la Ballena
111
Profr. César Piñeda Chacón”.
A tan importante evento y en donde la placa a
descubrirse permaneció bajo el lienzo del Tiahuantisuyo, por
excelencia el emblema, amparo y unión inquebrantable de los
pueblos Incas de la América milenaria, asistieron:
El Profr. Aníbal Angulo Cosio, Director del Instituto
Sudcaliforniano de Cultura y representante del Lic. Guillermo
Mercado Romero, gobernador del Estado de Baja California Sur;
Lic. Roberto Fort Amador; Profra. Elsa De La Paz Esquivel
Amador; Profr. Gilberto Ibarra; M.E.C. Luis Herrera Gil; Lic.
Victor Piñeda Geraldo; Mtro. Roberto Carrillo; antropólogo
físico Aldo Piñeda
Geraldo; Irma y Walter
Gil; Profra. Maria
Cristy Vera; Reyna
Salgado; Profr. Mario
Santiago González,
Director de la revista
Compás; scouts de la región; integrantes del Club de Leones,
así como amigos del Profr. César Piñeda Chacón”.
Obtuvo, además, para el Museo, un esqueleto de ballena
que se encontraba en la parte posterior del ex–Palacio de
Gobierno y actualemente se encuentra en el lugar que creó.
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Víctor Ramos, profesor César Piñeda
Chacón y Aníbal Angulo, director dInstituto Sudcaliforniano de Cultura.
Fue, en efecto, director general del Museo de Antropología
regional de esta ciudad, ubicado en Altamirano y 5 de Mayo,
que se ganó por sus trancos afines y en donde quedaron,
finalmente, los restos que encontró en sus giras huaxoras
continuas.
Lleva, además, su nombre el colegio pre-escolar que se
localiza en Camino a El Triunfo y Antonio Wilson, municipio
de La Paz, y está incorporado al gobierno del estado y a la
Secretaría de Educación Pública local.
Además, una sección del Museo de la Casa de Cultura
“Néstor Agúndez Martínez” de Todos Santos, B. C. S. lleva el
nombre del “Profr. César Piñeda Chacón”.
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HABLA EL PROFESOR PIÑEDA
En la edición número 28 del semanario “El
Independiente” que dirige Jesús Chávez
Jiménez correspondiente al período del 23 de
noviembre al 3 de diciembre de 1910, publicó
una entrevista celebrada el 14 de noviembre
de 1997, seis años antes de su fallecimiento:
P ¿Qué espera de la vida, maestro?
R “Espero mucho de la vida. Más que la muerte. Y te digo
que espero en la vida luchar a favor
de la cultura de este estado, hasta
después de la muerte. Parece ser,
Jesús, que me he acostumbrado y
educado para ser amigo de la vida y
de la muerte. Y lo aseguro porque las dos van de la mano de
mi. Y parecen que se van peleando el don de decir, hasta
aquí. Espero mucho de la vida, porque si es por mi, quiero
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vivir plenamente mi vejez. Porque te aclaro, que mientras que
haya capacidad mental, el hombre puede discurrir lo que
quiera. Y por ello yo espero mucho de la
vida, porque la vida va haciéndonos
levantar. Y nadie puede negar los avances
que tiene el mundo. En ciencias y técnicas.
Y estas debemos de aprovecharlas para vivir
bien, en armonía con todos.
P Maestro, lo digo con toda sinceridad,
usted es uno de los maestros mas prestigiados de este estado.
Por eso me atrevo a preguntarle:
¿Cree usted que el maestro en estos tiempos ha perdido esa
vocación de enseñar?
R Lo ha perdido mucho con el avance de la civilización. Y
más en estas décadas y considero que entre más avance esta
globalización iremos perdiendo esa mística que dices tú de
enseñar. Esta ha sido mi preocupación constante, superarme
para ayudar a los demás a superarse.
P Hablemos de sus orígenes, maestro, ¿cómo empezó esta
apasionante carrera de servicio que usted la porta con mucho
orgullo?
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R Yo me inicié en el magisterio en 1935 y me jubilé en
1969 y lo hice por enfermedad. Y después cuando me alivié,
regrese a la carga. Y nunca he dejado las
lides educativas.
Estoy conectado con todos los niveles
educativos del estado. Y siento como
entrañables amigos a todos los maestros.
P ¿A quién considera su mejor maestro? ¿A
quién recuerda con mas cariño de todos sus maestros?
Bueno, yo considero no solamente maestro al que tiene
título y ejerce. Hay gente que es más que un maestro. Alguien
que te da un consejo, alguien que te orienta. Y de ellos he
tenido muchos en mi vida. Pero, digamos que a nivel regional,
yo recuerdo con mucho respeto y mucha veneración, a don
Domingo Carballo Félix que fue mi maestro. Y lo fue tanto en
primaria como en secundaria. Y recuerdo y reconozco también
con mucha veneración al maestro Manuel Torre Iglesias. Y te
digo en este caso, que creemos que estamos en deuda con él.
No porque no sea sudcaliforniano no le debemos de reconocer y
valorar que él entregó su vida a nosotros, a la península.
P Por esa grandeza con que me dice, ¿cree usted que Torre
Iglesias debe estar en a Rotonda de los Sudcalifornianos
Ilustres?
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R No creo, y no porque no lo desee, sino porque sabes tú
que para llegar a eso se tiene que pasar por un minucioso
tamiz. No tan fácilmente se puede llegar a
ser ilustre. Pero yo, como profano, digo que
si merece ese lugar. Y uno de os grandes
méritos es que fue maestro de muchos y de
muchas generaciones.
P Seguimos con los maestros que más
recuerde, díganos ¿quién más recuerda?
R Bueno, te diré que con mucho cariño recuerdo a mi
maestra de primeras letras, Farina Cota. Ella era una
verdadera maestra. Y de ahí, tantas y tantas maestras. Entre
ellos está mmi gran maestro Pablo L. Martínez que fue mi
maestro en tercer año. El maestro Jesús Castro Agúndez que
fue mi maestro en quinto año. Y la maestra Conchita Casillas
Seguame que fue mi maestra en kínder.
Y fíjate que no me da tristeza, ni me siento mal cuando
recuerdo a estos maestros, ni porque me vaya quedado,
rezagándome. Dios me tiene aquí. Y aquí estaré.
P ¿Qué significado tiene para usted la historia?
R La historia debe de tener un sentido analítico. Es la
sucesión de hechos reales con los cuales el hombre va
describiendo su personalidad. Es una sucesión de hechos que
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nos dignifica, por eso debemos de tener la obligación y la
paciencia de analizar los hechos, del hombre en todos los
entornos.
P Hablemos de su padre, ¿qué recuerdos se guardan en su
corazón y en su mente?
R Lo que yo recuerdo de él, lo que está impactado en mi
inconsciente y consciente, de la personalidad de don Filemón,
es que cuando estoy viviendo una vida de autodidacta, yo no
tengo título, yo ejercí veintitantos años y ante mi
jubilación, soy autodidacta por la guía de mi padre, quien me
fue educando hasta tener una cultura universal.
Le agradezco a mi padre sus enseñanzas. Y así como me
educó a mi lo hizo con mucha gente y todavía puede haber por
ahí, gente que pueda dar este testimonio al igual que hoy son
fuente viva de lo que digo. Mi padre fue un gran educador. De
él heredé esta facilidad de formarse a si mismo. Ser un
autodidacta completo. Y abrevé esta sabiduría de mi padre
hasta el nivel de primaria porque después se nos fue.
No conversé mucho con él por razones obvias, era un niño,
pero al paso del tiempo mi madre, que era una gran narradora,
me describía todo lo de mi padre.
P Ahora dígame, ¿qué opinión tiene de sus hijos?
R De mis hijos puedo decir que la mayor satisfacción es
que hice de ellos hombres y mujeres de bien. Esa es mi mayor
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satisfacción en la vida. Mi mujer y yo que me dio seis hijos,
Y desde e inicio de mi familia nos trazamos una meta,
dijimos: hay que forjar a los hijos sin egoísmo.
Aquí en esta casa, fue testigo cuando mis tres hijos
salieron a estudiar a la universidad. Le dije a mi esposa,
despídete de ellos, porque desde este momento salen a volar.
Ya no son tus hijos. Ellos nos van a recordar. Y si son
nobles y buenos, van a volver. Despídete de ellos. Y ter lo
digo. Porque es una cuestión natural.
Ellos se van y se dedicaran a estudiar. Se ocuparán de los
asuntos de sociedad, se ocuparán de ellos mismos. Se ocuparán
de la que será su esposa. Y después se entregarán a sus
hijos, pero también entiende que cuando los hijos son
agradecidos como los nuestros, volverán. Mis hijos son leales
y entregados a la familia.
P Y de sus alumnos, ¿qué me puede decir?
R Mencionar el nombre de uno de mis alumnos, sería
lastimar la memoria de los demás. Y correría el riesgo que de
los que no mencione, a lo mejor son más dignos de mencionar.
Y si me escucharan, ¡qué hermoso sería que me escucharan
decir que para mi no hay muchacho malo en el mundo. Escúchalo
bien, Jesús, los mayores somos los culpables de la perdición
de los niños y de los jóvenes.
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Poco hemos hecho los adultos para atender la contaminación
de los menores. Y me extiendo a esta humanidad que está
perdiendo los valores.
P De su estado, hábleme, por favor.
R De mi estado te puedo decir...pero antes de decirte
retrocedamos a lo de hace rato cuando admitimos que la
historia debe ser analítica. Yo nací en 1912 en la algidez de
la revolución mexicana. Y de los doce nos pasaríamos a los
veinte y treinta. Este período que es la post-revolución, el
país se envolvió en tantos problemas internacionales.
Haciendo un balance a través de los siglos, en 1535 llega
aquí Hernán Cortés. Fue el que clavó el ancla y dijo que
adquiriría esta tierra para los reyes de España. Y esta
fecha la reconocemos de manera oficial, como la conquista tal
y como nos han enseñado en las aulas. Y de este período nos
pasamos a 1910 cuando llega la emancipación. Y todo este
tiempo lo podemos definir como el tiempo del olvido.
Nuestro estado fue por muchos siglos una tierra olvidada,
menospreciada por el centro. Con todo esto que te digo, desde
la conquista hasta la independencia, se debe de destacar el
valor de hombres como Hidalgo que logra desprendernos de la
corona española. Pero, después pasa la gesta de la
independencia y nos llega 1910. Cien años de espera otra vez
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para Baja California Sur. Estaba nuestra tierra en el secular
olvido.
Cuando era 1920 yo tenía ocho años. Y desde esos años
empecé a observar los grandes problemas económicos de mi
estado. Hambre, carencias, olvido, incomunicación. Y este
triste panorama nos alcanzó por varias décadas hasta hoy.
No podemos decir que hay hambre porque nuestra gente es
estoica, sabe reponerse a la miseria. Pero también hay que
reconocer que en estos tiempos nuestras comunidades, los
pueblos y ciudades empiezan a transformarse, en especial, La
Paz. Pero lamentablemente que en este progreso nos llegan
todos los males.
P Le preguntamos sobre las pinturas rupestres de las que
ha sido un investigador acucioso. Y esto nos dice:
R Son los grandes tesoros de la humanidad que, por
fortuna, están aquí en nuestra entidad. Me siento satisfecho
de haberlas estudiado y difundido bastante. Pero me queda la
frustración de no haber aclarado tantas interrogantes que
estas encierran. Me duele no haber estudiado suficiente para
desenmarañar estos misterios.
P Vamos hablando de la sudcalifornidad, por favor.
R Es muy difícil definirla. Es una pregunta muy
interesante y me gustaría estudiar para definirla. Pero te
adelanto que es el carácter que los sudcalifornianos van
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tomando a través de los días. Y de la capacidad de conocerse
a si mismo. Y con ellos forjar su personalidad y su carácter.
La sudcalifornidad es la serie de características de los
que aquí vivimos. Y hay una cosa en particular que yo he
venido observando, que el estado más mestizado de todo el
país, es BCS, porque aquí tenemos todas las razas: chinos,
japoneses, indonesios, norteamericanos, italianos, ingleses,
bueno, de todas las razas y colores.
Y comprueba esto que te digo en los apellidos, buscando
encontrarás esos extranjerismos. Y concluyo que la
sudcalifornidad es la mezcla de caracteres que se han gecho
en una comunidad como la nuestra.
Pero, lamento que esto se este acabando. El advenimiento
de toda esta gente, con ese expansionismo avasallador, nos
está borrando, está acabando con la sudcalifornidad.
Y es porque quienes llegan pretenden imponer condiciones y
culturas que no son las nuestras. Y acepto que estos efectos
de la transculturación, la llegada de la gente, son lo que
integran esta sudcalifornidad, pero que también se pierde.
Esto paradógicamente hablando. Es un fenómeno que sucede
en todos los estados, en especial, en los fronterizos. Y te
menciono un ejemplo que no es nuestra tierra. Es Ensenada, es
la que más ha sufrido esta. Y te lo digo porque esta
comunidad se ha fortalecido por la gente del sur, no por la
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del norte. Pero también ha perdido ese sabor sudcaiforniano
que antes la distinguía.
P ¿Es usted feliz, maestro?
R Soy feliz, he luchado y aprendido a no llegar a viejo
amargado, porque creo que es preferible morir antes de
empezar a sufrir la amargura de la vida.
P Háblenos del grupo “Huaxoros” que fundó.
R Es un aspecto digno de contar. Yo me inicié como maestro
en el estado de Michoacán en 1935, me fui luego a México a
estudiar por mi cuenta y estudié hasta la secundaria, tuve
que dejar los estudios por necesidad.
Y bendita la hora en que me enrole en el magisterio rural
y me fui a ejercer en Michoacán. Pero me tocó una época muy
difícil que fue la revolución cristera. Cuando se recrudecen
los problemas del gobierno y el clero, empezó lo difícil. Y
fue Michoacán uno de los estados mas golpeados y sangrados.
Y fue en ese momento histórico, en ese fragor de la
educación rural en que forjé mi carácter, me hice hombre y me
hice maestro. Y con esa experiencia en ese estado, nos
capacitamos bien. Y con ese apego y arraigo a la tierra, te
forja el carácter. Y por ello, cuando llegué aquí, vi ese
retraso y ese aislamiento del que ya te hablé.
Y vi como estaba la niñez desprotegida. Y por ello empecé
a adoptar programas entre ellos, el de la autosuficiencia,
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entre otros para que supieran autogobernarse, auto-educarse.
Y fue cuando organicé a mi grupo de sexto año en
exploradores, una tropa de ocho patrullas. Y se inició un
trabajo que hizo época y que duró 25 años. Es un capítulo
aparte en mi vida como maestro. Sí, creo que tuvo una
trascendencia enorme.
P- Y llega al final de la charla. Y la pregunta obligada
que el maestro Piñeda convirtió en su testamento.
¿Algo que añadir, maestro?
R- Una advertencia especial para el que me lea, me escuche
o me recuerde: aquí está César Piñeda, vivo, y con los deseos
de querer hacer más, aunque ya no se puede, no. Pero aquí
está César Piñeda, educado para la templanza contra la
muerte.”
1912-2003
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XV
EPÍLOGO
¿El profesor Piñeda debe de estar en la Rotonda de los
Sudcalifornianos Ilustres?