Date post: | 13-Aug-2015 |
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La Agricultura es una de las actividades más elementales de la humanidad, debido a que todos los pueblos necesitan alimentarse
diariamente. Es la forma en que las personas cuidan el suelo, el agua, las plantas y los animales para producir, preparar y distribuir alimentos.
Tienen que ver con la manera en que las personas interaccionan con los paisajes vivos, se relacionan entre ellas, dando forma al legado que las
generaciones pasadas nos han dejado y al que nosotros dejaremos a las generaciones futuras. Pero la agricultura es mucho más, y tiene que ver
con la tradición, la cultura y la historia.
Desde el inicio del movimiento agrícola conocido como revolución verde, a principios de la Segunda Guerra Mundial, hemos podido presenciar el
desarrollo de una agricultura que llamaremos convencional, como se suele denominar, pero que bien podríamos llamar industrializada.
Se generaliza la agricultura industrializada, produciéndose la sustitución de los ciclos cerrados de energía y materiales, por la utilización masiva de insumos externos procedentes de energías no renovables, cerrándose así
el ciclo de la modernización agraria. La lógica de la naturaleza, es sustituida por la industrial regida por el mercado.
La “cientificación o tecnificación” del manejo de los recursos naturales.
La fertilidad natural del suelo y su consideración como algo vivo, es sustituido por química de síntesis, la utilización del suelo como mediador
entre los agroquímicos y los altos rendimientos.
Se considera que los procesos naturales podían ser forzados, para obtener un máximo rendimiento, sin considerar el deterioro causado por
dicho forzamiento y el grado de reversibilidad.
Esto último responde fundamentalmente al empleo de:- Abonos químicos y pesticidas.- Nuevas variedades. (Variedades de alto
rendimiento)
- Mecanización.- El monocultivo.
Todo lo dicho inicialmente dio lugar a un sorprendente incremento de los rendimientos por unidad de superficie, lo cual hizo creer al sector agrícola
que en las futuras generaciones se produciría el mismo efecto. Pero verdaderamente el efecto más inmediato, ha sido la necesidad de
intensificar el abonado químico y el empleo de productos fitosanitarios, lo que lleva al progresivo enriquecimiento de las industrias dedicadas a la fabricación de los productos citados y a la inevitable degradación del
ecosistema.
- Alto coste energético.- La pérdida de la fertilidad y erosión de los suelos.- Problemas medioambientales.- Grandes superficies dedicadas a un solo cultivo, “monocultivos”.
Problemática de la industrialización
- La alta dependencia económica de los países. - La constante pérdida de ecotipos y poblaciones locales no solo en la agricultura sino también en la ganadería.- La pérdida de las cualidades nutritivas y organolépticas.
El uso de estas variedades genera una profunda problemática como:
Definiciones de agricultura ecológica
La Unión Europea define la Agricultura Ecológica como un sistema de producción agrícola que proporciona al consumidor, alimentos frescos,
sabrosos y auténticos, al tiempo que respeta los ciclos vitales de los sistemas naturales.
El MAGRAMA la define como un compendio de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y
proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.
Según la FAO la agricultura orgánica es un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y
la actividad biológica y al mismo tiempo, a minimizar el uso de los recursos no renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos para proteger el medio ambiente y la salud humana. La agricultura orgánica involucra mucho más que no
usar agroquímicos.
Según el CAAE la agricultura ecológica, orgánica o biológica, definen un sistema agrario que mediante el uso de técnicas conservadoras y/o mejoradoras del suelo y
el ecosistema, consiguen obtener alimentos de máxima calidad nutritiva y sensorial, respetando el medioambiente sin la utilización de productos químicos de
síntesis.
La fertilidad y actividad biológica del suelo se mantiene mediante el cultivo de leguminosas, el abonado en verde y las plantas de enraizamiento profundo, siguiendo un programa de rotación de cultivos anual. De esta forma se reduce la erosión hídrica
del suelo, fija el nitrógeno atmosférico y supone un aporte de materia orgánica al suelo.
Esta medida puede complementarse incorporando a la tierra estiércol procedente de explotaciones ganaderas ecológicas y materias orgánicas transformadas en compost o
sin transformar.
Si con estos sistemas no se ha logrado todavía una nutrición adecuada de los vegetales, se pueden incorporar fertilizantes orgánicos o minerales naturales poco
solubles que no se obtienen mediante síntesis química y que figuran en el anexo I del Reglamento (CE) 889/2008.
La protección de las plantas contra los parásitos y las enfermedades pasa por la selección de las especies y las variedades que sean resistentes por naturaleza,
variedades autóctonas o locales adaptadas al medio, la aplicación de programas de rotación de cultivos, la protección de los enemigos naturales de los parásitos, como la conservación de setos o nidos y el empleo de medios mecánicos de
cultivo
Cuando sea necesario utilizar productos fitosanitarios solo podrán emplearse los que figuran en el Anexo II del Reglamento (CE) 889/2008.
Se excluye el uso de OMG y productos producidos a partir de o mediante OMG.
El periodo mínimo para convertir una parcela de agricultura convencional en ecológica es de dos años para cultivos anuales y tres para cultivos perennes.
La normativa permite la recolección silvestre en zonas naturales, bosques y zonas agrícolas siempre que, durante tres años, estas zonas no hayan sido tratadas con
productos prohibidos.
Motivos por los que apoyar la agricultura ecológica
Los principios de la agricultura orgánica que fueron adoptados en la Asamblea General de IFOAM (Federación internacional del movimiento
agrícola orgánico) en 2005.
El principio de salud.
La agricultura orgánica debe sostener y promover la salud del suelo, de la planta, de los animales, de las personas y del planeta, como una sola e indivisible. Este principio sostiene que la salud de los individuos y las comunidades no puede ser separada de la salud de los ecosistemas,
suelos saludables producen cultivos saludables que fomentan la salud de los animales y las personas.
La agricultura orgánica debe evitar el uso de fertilizantes, plaguicidas, productos veterinarios y aditivos en alimentos que puedan ocasionar
efectos negativos en la salud
El principio de salud.
Calidad: - Ausencia de productos tóxicos o contaminantes. - El contenido nutritivo.- Características organolépticas.
Las malas prácticas en el abonado alteran la calidad de los alimentos. + Nitratos.- Materia seca = -tiempo de conservación - resistencia al parasitismo.- Vitamina C / - Carotenos / - Zinc
El principio de salud.
Uso generalizado de productos fitosanitarios → + residuos en los alimentos.
El uso de sustancias como hormonas, antibióticos y piensos cárnicos en la ganadería se relacionan con escándalos alimentarios tan conocidos como el mal de las vacas locas, la crisis de los pollos con dioxinas.
El empleo de más de mil aditivos para la manipulación, transformación y conservación de los alimentos.
El principio de ecología.
La agricultura orgánica debe estar basada en sistemas y ciclos ecológicos vivos, trabajar con ellos, emularlos y ayudar a sostenerlos. Estos ciclos
son universales pero su funcionamiento es específico al lugar. El manejo orgánico debe adaptarse a las condiciones locales, la ecología, la cultura y la escala. Los insumos deben disminuir mediante la reutilización, reciclaje y manejo eficiente de materiales y energía para así mantener y mejorar la
calidad ambiental y la conservación de los recursos.
El principio de ecología.
Equilibrio ecológicoDiseño de sistemas agrariosMantenimiento de habitasDiversidad genética. (Variedades y especies autóctonas).
Canales cortos de comercialización.Responsabilidad de los consumidores.
El principio de ecología.
La manera en que se alimentan los españoles ha experimentado cambios muy significativos que son una de las principales causas de
insustentabilidad, no sólo en lo que atañe a la salud humana sino también a la salud de los ecosistemas y al stock de los recursos naturales.
Por cada unidad energética consumida en forma de alimento, se han gastado en su producción, distribución, transporte y preparación 6 según
estimaciones prudentes (Infante y González de Molina, 2010).
El principio de equidad.
La agricultura orgánica debe proporcionar a todos aquellos involucrados, una buena calidad de vida, contribuir a la soberanía alimentaría y a la reducción de la pobreza.
Los recursos naturales y ambientales utilizados para la producción y consumo deben ser gestionados de tal forma que sea justa social y ecológicamente, debiendo mantenerse como legado para futuras generaciones. La equidad requiere de sistemas de producción, distribución y comercio abiertos y justos que tomen en cuenta los verdaderos costos ambientales y sociales.
La economía del bien común
El principio de precaución.
La precaución y la responsabilidad son elementos clave en la gestión, desarrollo y elección de tecnologías para la agricultura orgánica. La agricultura orgánica debe prevenir riesgos importantes adoptando
tecnologías apropiadas y rechazando las impredecibles como lo es la ingeniería genética.
El desarrollo de la agricultura industrial, fundada en tecnologías costosísimas, en el empleo masivo de fertilizantes y pesticidas químicos y
en la imposición de las semillas genéticamente modificadas, causa la bancarrota de los pequeños agricultores en los países menos
desarrollados, incapaces de sostener los costos y la concurrencia de esos métodos.
En España, el control y la certificación de la producción agraria ecológica es competencia de las Comunidades Autónomas y se lleva a cabo
mayoritariamente por autoridades de control públicas, a través de Consejos o Comités de Agricultura Ecológica territoriales que son organismos
dependientes de las correspondientes Consejerías o Departamentos de Agricultura.
Las Comunidades Autónomas de Andalucía y Castilla La Mancha, han autorizado organismos privados para la realización de estas funciones y, en el caso de Aragón, las autoridades competentes han designado una autoridad de
control pública y han autorizado a su vez organismos de control privados.
Como distintivo para que el consumidor pueda distinguir en el mercado los productos de la agricultura ecológica, todas las unidades envasadas, además
de su propia marca y alguna de las menciones específicas de la agricultura ecológica, llevan impreso el código de la autoridad y organismo de control o un
logo especifico, con el nombre y el código de la entidad de control.
“Algo, ya sea un ser superior, un dios o varios, una energía, la casualidad o simplemente el sistema de evolución de las
especies, dependiendo en lo que uno crea, nos ha permitido tener una inteligencia superior al resto de especies que
habitan este planeta, y si pensamos detenidamente para que la hemos utilizado, llegaremos a la conclusión que la hemos usado fundamentalmente para destrozar el planeta y con ello sentamos las bases de nuestra propia extinción, la nuestra y
la de nuestro futuro, nuestras generaciones venideras”.