EDUCACIÓN Y SOCIEDAD
Construcción de la propia imagen
Grupo 11
2º A Grado en Educación Primaria (UCLM)
Este proyecto está enfocado a conocer como construimos a lo largo de la vida nuestra propia imagen y de cómo se ve ésta influenciada por la sociedad.
Alonso Rodríguez, Lucía
Ampuero Calderón, Pilar Lucía
Arias Aguado, Laura
ÍNDICE
1. La propia imagen. Concepto.
2. Construcción de la propia imagen a lo largo de la evolución del ser humano.
Infancia
Adolescencia
Hacia la vejez
3. La influencia de la sociedad en nuestra imagen.
Infancia
Adolescencia
Etapa adulta/vejez
4. Trastornos que derivan de la percepción de la propia imagen.
La anorexia nerviosa
La bulimia nerviosa
1. LA PROPIA IMAGEN
Concepto
La definición más clásica que existe sobre la propia imagen de cada individuo es la que
se refiere a aquella imagen basada en todo un sistema de ideas y sentimientos que
vamos recogiendo y reuniendo durante nuestra vida acerca de nosotros mismos. Sin
embargo, encontramos numerosas definiciones sobre este concepto. Algunos autores
que hemos querido destacar por su claridad y sencillez en la definición, son:
Paul Schilder: “aquella representación que nos formamos mentalmente de
nuestro cuerpo, es decir la forma como éste se nos aparece”.
Bruch: “identidad corporal” “
Mª Cristina Recanses: “apreciación o valoración íntima que una persona realiza
de sí misma y denota en la percepción de su cuerpo y en la actitud que
manifiesta hacia él”.
Por otro lado, la imagen corporal recoge dentro del sistema de ideas aquello cognitivo,
corporal y social, es decir, la percepción que tenemos de todo nuestro cuerpo y de
cada una de sus partes, así como los sentimientos y pensamientos que tenemos de
nosotros mismos y la influencia que recibimos a través de la experiencia por el modo
de comportarnos.
Para conocer la construcción de la propia imagen, conviene diferenciar además varios
conceptos que van relacionados estrechamente con ella y que se empiezan a
desarrollar ya desde la niñez:
-Conocimiento de sí mismo: conocimiento, ideas y creencias que tenemos
sobre nosotros mismos (introspección).
-Autoconcepto: características o atributos para describirnos a nosotros
mismos.
-Autoestima: Valoración que hacemos del autoconcepto. La imagen que
tengamos de nosotros jugará un gran papel en la autoestima.
-Estereotipo: forma de simplificar la realidad parar poder identificar a una
persona a partir de unas pocas características del grupo al que pertenece. Por
lo general son negativos y falsos, muy resistentes al paso del tiempo e
invariables.
Una vez definidos estos conceptos, decimos que el modo en que nos sentimos con
nuestra imagen corporal, influye en la manera en que nos valoramos y por supuesto en
nuestro malestar o bienestar, en dependencia del tipo de emociones y
sentimientosque nos provoca.
Todo aquello que percibamos de nuestra imagen o de la de otros, sin embargo es
subjetivo, ya puede o no corresponderse con la realidad.
2. CONSTRUCCIÓN DE LA PROPIA IMAGEN A LO LARGO DE LA
EVOLUCIÓN DEL SER HUMANO.
1. Infancia
A los 2 años aproximadamente el bebé ya comienza a darse cuenta, al mirarse en un
espejo, de que esa imagen que queda reflejada es su propia imagen, es decir, se da
cuenta de que pertenece a su persona.
También a esta edad los niños miran más a una foto de sí mismo que a otro niño y casi
todos usan su nombre o un pronombre personal para referirse a sí mismos.
Es ya en Educación Infantil cuando:
Tienden a describirse en función de atributos personales externos.
Tienden a describirse de manera global.
Conciben las relaciones como simples conexiones entre personas.
Elaboran el AC en función de evidencias externas, arbitrarias y hechos externos
aislados.
Empiezan a apreciar sus características psicológicas únicas.
Durante la Educación Primaria:
Organizan los estados internos y las conductas en disposiciones conscientes
que pueden verbalizar a los otros.
Empiezan a mencionar rasgos de personalidad. El número de atributos
psicológicos se incrementa con la edad.
Descubren la dimensión social del yo: se describen a sí mismos como miembros
de determinados grupos sociales.
2. Adolescencia.
La adolescencia es el momento de transición entre la niñez y la adultez. El adolescente
se enfrenta al desafío de incorporarse al mundo adulto.
Es el mayor momento en el que chicos y chicas se enfrentan a los mayores cambios
tanto físicos, como hormonales, sociales, emocionales y escolares.
Comienzan a preguntarse por su origen, a verse como uno entre otros, a
comprenderse y proyectarse más allá de la niñez.
Algunas problemáticas existenciales, surgen en esta etapa: ¿Quién soy? ¿Quién llegaré
a ser?
Debido a esto, la autoestima en muchos jóvenes decae o aumenta, teniendo en cuenta
las experiencias pasadas y la puesta en práctica de sus proyectos basándose en sus
propias fantasías infantiles.
Surge el deseo de cambio junto a la preservación de lo propio. De esta forma, los
grupos de pertenencia y referencia se transforman en emblemas identificatorios que
sustituyen los modelos parentales.
El adolescente comienza a dar una importancia a su aspecto físico mucho mayor a la
que había tenido hasta ahora; esto es debido, entre otras cosas, a que se despierta su
sexualidad, y su preocupación por llegar a ser un prototipo de belleza perfecta,
aumenta.
Nos encontramos ante una etapa donde se corre el mayor riesgo de padecer algún tipo
de trastorno, por lo que es importante prevenir desde la infancia ya que la influencia
social (amigos, escuela, etc.) puede hacerse complicada.
3. Hacia la vejez.
La imagen corporal no es algo estático sino algo que puede variar con el paso tiempo
aunque tenga una fuerte base desde nuestra infancia. Sin embargo, la importancia a
cerca de la imagen corporal, puede seguir siendo importante aunque puede también
pasar a un segundo plano de ahí a que nos encontremos en una etapa con un gran
contraste. De esta forma, se observa la dependencia en gran medida de las
necesidades y pensamientos de cada uno, por lo que todo se ve más relativo y de
forma más subjetiva. La posibilidad que todo individuo tenemos de modificar y
entrenar nuestro desarrollo hacia metas más óptimas ha llevado a este grupo a dejarse
influir por diferentes estereotipos así como la importancia por mantener la eterna
juventud, etc.
A partir de la adultez y la vejez no hay que negar la existencia de un cierto declive
aunque se debe tener en cuenta que este depende de la persona y de la forma en que
se dé en cada una.
A lo largo de la historia el concepto de envejecimiento no ha sido siempre de deterioro
e involución, si no que muchas personas durante la vejez han tenido la posibilidad de
progresar con la intervención adecuada. Por ello hablamos de dos concepciones de la
vejez:
Por una parte existe un gran estereotipo negativo que caracteriza a este
grupo social como improductivo, dependiente, débil, falto de memoria,
etc.
Por otro lado existe un estereotipo positivo el cual atribuye a este grupo
social cualidades como la experiencia, la sensatez o la sabiduría.
En general la sociedad siempre ha utilizado una cierta ambigüedad con las personas de
mayor edad. Por una parte se les ha aceptado y respetado y por otra se les ha
rechazado, olvidado y ocultado.
La autopercepción de las personas mayores por lo general es negativa ya que se
convierten en víctimas de ideas preconcebidas y se consideran normales ciertos
cambios negativos que son situacionales, podían ser tratados y que no debieran
generalizarse a este grupo en concreto.
3. LA INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD EN NUESTRA IMAGEN
En la imagen propia influyen nuestras acciones, actitudes y principalmente nuestra
relación con los demás, así como, la forma de mirarnos a nosotros mismos y aquello
que sentimos sobre nuestra persona.
Las personas necesitamos tener un sentimiento de aceptación por nuestra parte pero
también necesitamos sentirnos queridos y apreciados por los demás, y para ello
construimos nuestra propia imagen de una forma u otra. Pero también queremos
tener un valor propio, es decir, estar agusto con nosotros mismos y con nuestra
imagen personal. El hecho de poseer un físico determinado es un objetivo que las
personas en ocasiones priorizamos para poder conseguir esta aceptación, tanto la de
los demás como la propia.
Es por ello que la sociedad nos establece diferentes tipos de cánones a los que
debemos llegar.
A continuación presentamos la influencia de la sociedad en nuestra imagen según las
etapas de la evolución del hombre.
1. En la infancia.
Inconscientemente desde pequeños, hemos sido influenciados por la sociedad aunque
haya sido de forma indirecta. A parte de las modas que los padres pueden seguir y que
pueden tener repercusión en los hijos o los juguetes que pueden crear ideas
estereotipadas en ellos. Un claro ejemplo acerca de la imagen corporal son los
cuentos, películas o dibujos animados, que nos planifican una idea en nuestra mente
acerca de aquello que puede ser bello, feo, etc. Los personajes principales que pueden
estar idealizados presentan unas imágenes, que relacionan aquello bueno con la
belleza ideal que tenga la sociedad en ese momento.
2. En la adolescencia.
Dado que nos encontramos ante una etapa de muchos cambios, los medios y la
publicidad inciden en gran parte y con gran facilidad sobre los adolescentes.Es un
momento de máxima debilidad emocional e inseguridad en el que es más fácil poder
llegar a padecer algún tipo de trastorno como la anorexia o la bulimia.
La personalidad del adolescente aun no está formada, sus ideas no son claras y la
necesidad de conseguir unos tópicos pasa a ser algo fundamental en la vida de los
jóvenes.
Las redes sociales además son muy potentes en la actualidad, por lo que están más
expuestos a mostrar su imagen y por tanto a cuidarla con mayor preocupación.
Los medios de comunicación y la publicidad también son una gran fuerza de influencia
y por ello muchos adolescentes intentan alcanzar un canon de imagen que puede ser
inalcanzable, ya que mucha de esa publicidad es engañosa, y por tanto pueden estar
predispuestos a cambiar su estado físico e ideas con tal de conseguirlo.
Además, los grupos a los que pertenece un adolescente pueden provocar gran
influencia sobre su forma de ser, las modas que vaya a seguir, personajes que deba
imitar, etc. Las modas influyen mucho en los adolescentes, tanto en la forma de vestir
como en su aspecto físico. Estas modas han variado mucho a lo largo de la historia en
lo referente a la imagen personal, por ejemplo, en años anteriores el físico ideal de la
mujer era más grueso y con la piel blanquecina, mientras que en la actualidad el
canon de belleza representa a una mujer delgada, por lo que todos los adolecentes
desean llegar a este prototipo. Lo mismo ocurre con los hombres, cuyo prototipo de
hace años era un hombre con bello en el cuerpo, mientras que ahora es en la
adolescencia cuando los jóvenes comienzan a depilarse para mejorar su imagen, ganar
músculo y conseguir un tono de piel más bronceado.
3. En la etapa adulta/vejez
Durante esta etapa las modas siguen siendo un factor influyente en la vida en sociedad
de las personas. El cuidado de la imagen suele pasar a un segundo plano porque
predominan las preocupaciones familiares, laborales o individuales; si bien es cierto
que la “necesidad” por la eterna juventud comienza en esta edad ya que los primeros
síntomas hacia la vejez (estrés, arrugas, cansancio…) van unidos a los estereotipos que
la sociedad tiene sobre este grupo social.
Aprovechando este momento de la vida, los medios de comunicación a través de la
publicidad comienzan a influir de una forma diferente a partir de productos que
“retrasan” los síntomas de esta vejez (nada deseada por las personas de esta edad)
como las cremas antiarrugas, dentaduras postizas, fajas…
El deseo de no envejecer va directamente ligado a los estereotipos que la sociedad
crea sobre esta edad. Se considera a los adultos (sobre todo a los más entrados en
edad) como personas aburridas, lentas, dependientes… aunque también como
personas sabias y con mucha experiencia. De nuevo aparece esa ambigüedad que
provoca en este grupo social una complejidad especial a la hora de dar unas pautas
claras sobre la concepción de su imagen corporal.
Cabe destacar para este grupo social la importancia de su imagen en momentos muy
concretos y situaciones aisladas, que de nuevo van ligadas al estereotipo que ha
creado la sociedad para ellos.
- Conseguir un trabajo.
- Acudir a eventos entre iguales.
- Continuar con costumbres y tradiciones.
4. TRASTORNOS QUE DERIVAN DE LA PERCEPCIÓN DE LA
PROPIA IMAGEN
La presión social, las circunstancias en las que nos encontremos, así como una
personalidad débil pueden hacer que desemboquemos en algún trastorno.
Una baja autoestima y un mal concepto de uno mismo o la propia insatisfacción
corporal,pueden desembocar en este caso,en diversos trastornos de la percepción de
la imagen y que pueden ir unidos además a otros trastornos de diversos tipos.
Por ello, a continuación nos hemos centrado en tres principales trastornos que van
estrechamente relacionados con la percepción de la imagen. Aunque no podemos
asegurar una etapa concreta donde comiencen a desarrollarse, si bien es cierto que
muchos de ellos comienzan durante la adolescencia aunque no se descarta el hecho de
que puedan aparecer durante la etapa adulta.
Nunca quedamos exentos de padecerlos a lo largo de nuestra vida si no conseguimos
valorarnos a nosotros mismos lo suficiente y nos dejamos influenciar por todo aquello
que nos rodea hasta el punto de poder convertirse en un problema.
Estos tipos de trastornos no solo afectan a nuestro aspecto físico y salud, sino que
ocasionan también grandes problemas psíquicos (como depresiones, no admitir el
problema..) y sociales (pérdida de relación con los demás, influencia acerca de sus
opiniones…).
1. La anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa se trata de un trastorno alimenticio caracterizado por la no
ingesta de alimentos debido el rechazo por mantener un peso corporal por encima o
igual del mínimo normal según la edad y la altura. La anorexia se caracteriza además
por el miedo a engordar y por una distorsión de la percepción de la propia imagen
donde no se admite el verdadero estado corporal o no se le da importancia a la
pérdida de peso.
Podemos encontrar dos tipos:
Anorexia restrictiva, en la que no se recurren a atracones ni vómitos, con la
apenas ingesta de alimentos.
Anorexia purgativa, en la que se apoya de vómitos, laxantes y atracones de
comida.
2. La bulimia nerviosa.
La bulimia nerviosa es otro trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por
la alternancia de atracones de comida y conductas purgativas o compensatorias con las
que se pretende evitar la ganancia de peso (vómitos, uso de laxantes, ejercicio físico
intenso). En la bulimia nerviosa hay una excesiva preocupación por la comida y un
trastorno en el control de los impulsos, con una gran dificultad para evitar los
atracones o acabarlos.
Además, las personas con bulimia nerviosa, no creen poner en peligro sus vidas ya que
la mayoría suele mantener un peso normal.
Como en la anorexia nerviosa, podemos encontrar dos tipos:
Bulimia nerviosa a nivel purgativo donde se incluyen vómitos o uso de laxantes
y diuréticos.
Bulimia nerviosa a nivel no purgativo en la que se acude al ayuno o al ejercicio
intenso para compensar los atracones.
Además, en nuestro trabajo hemos señalado la tendencia de páginas pro-ana y pro-
mia, por el gran uso que se hacen de ellas en internet por muchas jóvenes ya que están
prácticamente dirigidas a chicas. Por ello, hemos elegido esta página donde nos hablan
sobre los falsos mitos de las dietas adelgazantes y la lucha existente que hay contra
estas enfermedades por si a alguien le interesa obtener más información detallada
acerca del problema.
http://www.anaymia.com/
La anorexia y bulimia, son trastornos que afectan principalmente a chicas
adolescentes. Sin embargo no se puede negar ni olvidar los casos en chicos en los que
también existen.
En la actualidad, están apareciendo nuevos trastornos que tienen relación con la
imagen y la alimentación como la ortorexia que se puede considerar como la obsesión
por la comida sana, hasta un nivel que cabe considerar patológico y la vigorexia donde
se da gran importancia al culto del cuerpo de manera obsesiva y donde hay una
distorsión de la imagen (grande y musculoso se ve pequeño y débil). La vigorexia
podríamos decir, que en la actualidad podría tener más incidencia en chicos que en
chicas.
APLICACIÓN DIDÁCTICA: PARTICIPACIÓN DE LA CLASE.
1. Vídeo de un niño ante un espejo.
2. Pedimos a dos personas de clase que dibujen dos personajes: uno bueno y otro malo.
Así conseguiremos que al malo lo dibujen feo o viejo, mientras que al bueno bien
vestido y guapo o joven.
Una vez hecho esto, les mostramos dos ejemplos sacados de cuentos infantiles
(Blancanieves y La Cenicienta) y les mostramos que ya desde la infancia la sociedad
nos inculca unas ideas sobre la propia imagen, y sobre el aspecto físico que debemos
mostrar en la sociedad.
3. Influencia en la sociedad: poner ejemplos de cómo influye la sociedad en nuestra
propia imagen.
BIBLIOGRAFÍA y WEBGRAFÍA
DELGADO EGIDO, Begoña et VVAA (2009): Psicología del desarrollo desde la infancia a
la vejez. Vol. 2. UNED. Madrid.
MONEDERO, Carmelo (1986): Psicología evolutiva del ciclo vital. Biblioteca nueva.
Madrid.
RAICH, Rosa (2001): Imagen corporal. Conocer y valorar el propio cuerpo. Ediciones
pirámides. Madrid.
MONTAÑÉS RODRÍGUEZ, Juan y LA TORRE POSTIGO, José Miguel (2004): Psicología de
la vejez (estereotipos juveniles sobre el envejecimiento). Colección humanidades.
Castilla la Mancha.
OGDEN, Jane (2005): Psicología de la alimentación. Ediciones Morata. Madrid.
DSM IV: http://www.medicalcriteria.com