Estrategias de LecturaIsabel Solé
(2002 – 13ª edición)
Leer es comprender y comprender es ante todo un
proceso de construcción de significados acerca del texto.
Es un proceso que implica activamente al lector, en la
medida en que la comprensión que realiza no es un
derivado de la recitación del contenido tratado.
Por ello, es necesario que el lector encuentre sentido en
efectuar el esfuerzo cognitivo que supone leer, lo que
exige conocer qué va a leer y para qué va a hacerlo;
exige también que se sienta motivado y que su interés se
mantenga.
Más allá de las estrategias que fomentan
la comprensión de los textos, el grueso
de la actividad comprensiva (y del
esfuerzo del lector) tiene lugar durante
la lectura misma.
Aunque sea inconscientemente, los lectores, a
medida que leen predicen, se plantean
preguntas, recapitulan la información y la
resumen, y están alerta ante incoherencias
posibles.
Este es un proceso interno que se da de forma
constante, pero cuando no se da la lectura no
es funcional, no es lectura.
Para que el lector sea activo (es decir que
comprenda lo que lee) es necesario que pueda
hacer algunas predicciones ante el texto.
Estas anticipaciones deben encontrar
verificación en el texto. Cuando la encuentran,
la información del texto se integra en los
conocimientos del lector y se va
produciendo la comprensión.
Leer es un procedimiento y para dominarlo hay que ejercitarlo
comprensivamente.
¿¿CÓMO??
Estas tareas deben considerarse como la ocasión para que
los alumnos comprendan y usen las estrategias que les son
útiles para comprender los textos. También deben ser
consideradas como el medio más poderoso de que dispone
el profesor para proceder a la evaluación formativa de la
lectura de sus alumnos y del proceso mismo.
Están pensadas para asegurar, con los andamios necesarios,
que los alumnos pueden ir utilizando las estrategias con
competencia.
Tras la lectura de un texto, el profesor conduce a los alumnos a través
de 4 estrategias fundamentales para una lectura eficaz:
Se encarga de hacer un resumen de lo leído y solicita su acuerdo.
Puede pedir aclaraciones o explicaciones sobre ciertas dudas que
plantea el texto.
Más tarde formula una o algunas preguntas cuya respuesta hace
necesaria la lectura.
Tras esta actividad, establece sus predicciones sobre lo que queda
por leer, reiniciándose de este modo el ciclo a cargo de otro
responsable.
Las estrategias responsables de la comprensión durante la lectura
que pueden fomentarse en actividades de lectura compartida
son: (Palincsar y Brown, 1984):
Formular predicciones sobre el texto que se va a leer
(establecer hipótesis razonadas).
Plantear preguntas sobre lo que se ha leído (auto cuestionarse).
Aclarar posibles dudas acerca del texto (preguntándose uno
mismo si comprendió el texto).
Resumir las ideas del texto.
Las actividades de Lectura Compartida deben permitir el
traspaso de la responsabilidad y el control de la tarea de
lectura de manos del profesor a los alumnos.
Así el objetivo es enseñar a los alumnos a comprender y a
controlar su comprensión: que se acostumbren a resumir, a
plantear preguntas, a resolver problemas.
Se trata de que el alumno sea un lector activo, que construya una
interpretación del texto a medida que lo lee.
¿Qué es comprender?
Comprender es construir significados.
Se comprende porque se realiza un esfuerzo cognitivo
durante la lectura. Este esfuerzo permite hablar de la
intervención de un lector activo que procesa y atribuye
sentido a lo que está escrito.
Comprender implica, entonces, ser capaz de producir un
resumen, que reproduzca de forma sucinta su significado.
(Van Dijk, 1983)