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Crónica de Una Muerte Anunciada

Date post: 12-Oct-2015
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  • MUNDOACADEMIA Crnica de una Muerte Anunciada

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    Crnica de una muerte anunciada. Gabriel Garca Mrquez.

    1. Argumento y contexto.

    Autor y poca literaria.

    Gabriel Garca Mrquez naci en Aracataca (Colombia) en 1928. Pertenece al grupo de narradores que

    impulsaron la narrativa hispanoamericana en los aos 60. Se trata, sin duda, el ms conocido de este

    grupo. Desde los aos cincuenta compagina su actividad periodstica con la escritura de cuentos y

    novelas cortas. A su primera novela, La hojarasca, siguieron obras como El Coronel no tiene quien le

    escriba o La mala hora. Todas ellas anticipaban el rico universo mtico-literario de su novela cumbre,

    Cien aos e soledad (1966). Posteriormente continu publicando obras geniales: El otoo del patriarca,

    Crnica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del clera En 1982 se le concedi el Premio

    Nobel de Literatura. Y en los ltimos aos se ha dado en escribir sus memorias: Vivir para contarla.

    Los elementos ms significativos de la nueva novela hispanoamericana que se da a partir de los aos

    sesenta (el llamado Boom de la novelstica hispanoamericana) se resumen en los siguientes aspectos:

    Realismo mgico. Supone una superacin de las tcnicas y los temas realistas. Se caracteriza por el

    empleo de lo mgico, lo onrico y lo fantstico, la experimentacin de nuevas tcnicas narrativas y la

    bsqueda de elementos extraordinarios en la realidad cotidiana.

    Incorporacin de una temtica mtico-alegrica. Sin olvidar los asuntos existenciales del realismo mgico,

    se incorpora aspectos propios de la tradicin cuentstica. En ello radica uno de los elementos originales

    de esta nueva narrativa que oscila entre lo posible y lo improbable.

    La presencia de la muerte. En la mayora de las novelas hispanoamericanas de esta etapa la muerte

    aparece como ncleo, idea central o elemento muy significaivo. on ella se pone de manifiesto la

    transitoriedad de lo terrenal y se resalta el valor de la vida. Obliga a afrontar los problemas e la vida y los

    enigmas de su final.

    Ruptura de la linealidad temporal. El tiempo cronolgico es suplantado por el tiempo anmico que slo se

    mide por momentos de angustia o felicidad, fragmentado en diversos planos narrativos. El tiempo del

    narrador abarca el tiempo entre la historia y el acto del relato. El tiempo de la historia es aquel en que

    transcurren los hechos y el tiempo de la narracin es la forma en que el narrador da a conocer la accin.

  • MUNDOACADEMIA Crnica de una Muerte Anunciada

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    La ilogicidad. El irracionalismo se convierte en un atributo especfico de la novela y un indispensable

    indicio de realidad, escribi Ernesto Sbato. Se trata de perder la coherencia y la claridad a favor de una

    mayor verdad sobre el hombre.

    La experimentacin con el lenguaje. A travs de los ritmos de habla popular, pero sin caer en lo

    excesivamente regionalista o localista, se refleja el habla hispanoamericana de los pases a los que

    pertenecen las obras. Se evita en lo posible la frase hecha y la palabra manida, el tpico y la sintaxis

    ordenada y convencional para sugerir la ambigedad y la pluralidad de significados. Se busca asimismo la

    complicidad del lector, quien descodifica ms que lee las novelas.

    Argumento.

    Estamos ante una novela que es el fiel reflejo de su ttulo. Relata en forma de crnica periodstica el

    asesinato de Santiago Nasar a manos de los gemelos Vicario para hacer justicia ante la deshora sufrida

    por su hermana. Desde el comienzo de la narracin se anuncia que Santiago Nasar va a morir: es el

    joven hijo de un emigrante rabe y parece ser el causante de la deshonra de ngela, quien ha contrado

    matrimonio el da anterior y ha sido rechazada por su marido. La fatalidad por el anuncio pblico de esta

    muerte inminente domina todo el relato. El autor parte de un suceso acaecido en la ciudad de La Guajira,

    reconstruido por un narrador identificable con el propio Garca Mrquez. De este modo, se plantea la

    trama como la narracin de una crnica real, pero con un componente fantstico y mgico, como son los

    sueos de Santiago Nasar, que son una premonicin de su propia muerte.

    Tema central.

    El tema principal es el destino trgico o la fatalidad, relacionado con otros temas como la honra, la

    educacin y las estructuras sociales (el caciquismo y el poder de la Iglesia).

    Marco histrico, poltico, social y cultural.

    La situacin de cada uno de los pases de Hispanoamrica en el siglo XX es distinta. Sin embargo,

    coexisten algunas caractersticas comunes que engloban el marco social, poltico y cultural de estos

    pueblos.

    Situacin poltica.

    Los pases hispanoamericanos han vivido una acusada inestabilidad poltica a lo largo del siglo X:

    periodos democrticos, dictaduras represivas y legislaturas interrumpidas. El ideal de revolucin surgido

    en Cuba en 159 se extendi y origin una serie de movimientos que generaron oleadas de violencia. El

    protagonismo de EEUU en la vida poltica de estos pases resulta indiscutible, pues el gobierno

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    norteamericano no ha dudado en intervenir en aquellas zonas donde se ha visto peligrar sus intereses

    econmicos.

    Situacin social.

    La realidad social de la poblacin supone una mezcla de razas que posee escasas posibilidades de

    integracin debido a la miseria y la pobreza que afecta al grueso de la poblacin. El mestizaje, la

    denuncia de la precaria situacin de los indgenas y la preocupacin por la realidad americana

    constituyen algunos de los principales recurrentes de la literatura hispanoamericana.

    Situacin cultural.

    Se consigue unir la tradicin, la modernidad y la experimentacin. Los artistas no olvidan integran en sus

    obras el elemento autctono, pero tambin aceptan las nuevas corrientes estticas.

    Crnica de una muerta anunciada.

    1. Concepcin de la novela. Tendencia narrativa. Caractersticas.

    Se trata de una novela corta en la que se mezclan elementos de la crnica periodstica y de la novela

    policaca e, incluso, con la novela amorosa (en la relacin a travs de los aos de ngela Vicario y

    Bayardo San Romn). Los ms originales son la reduccin y la anacrona temporales. La novelita abarca

    tan slo unas horas, pero remite a la infancia de los protagonistas y a su incipiente vejez. Se caracteriza

    por:

    El realismo mgico (integracin de lo fantstico y lo real).

    Universalismo y ampliacin de los temas que plantea.

    Protagonismo del ser humano, inmerso en una compleja problemtica existencial.

    Renovacin de las tcnicas narrativas:

    a. Subjetivismo. El narrador participa de los acontecimientos como protagonista, testigo presencial o

    personaje secundario.

    b. Ruptura de la linealidad del tiempo. Asistimos a constantes saltos hacia atrs (tcnica del flashback) y a

    la evocacin anticipadad de hechos futuros.

    c. Incorporacin del subconsciente a travs del monlogo interior.

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    2. Perspectivas y tcnicas narrativas.

    a) Estructura.

    La novela contempornea no siempre respeta la divisin tradicional en planteamiento, nudo y desenlace.

    Crnica de una muerte anunciada est compuesta por cinco captulos, numerados pero sin nombre, que

    no siguen un orden cronolgico. La estructura no es lineal, sino que cada uno de los momentos es

    reconstruido por el narrador, que va dando cuenta de lo sucedido mucho tiempo atrs, y que no teme

    reproducir testimonios, dilogos y sucesos acaecidos a los personajes que fueron los principales testigos.

    Incluso explica suceso que ocurrirn con posterioridad. El narrador avanza y retrocede a su antojo en su

    relato. Estos son los acontecimientos acaecidos en cada uno de los cinco captulos.

    Captulo 1. A Santiago Nasar, un joven de veintin aos, lo asesinan el da despus de la boda de unos

    amigos. La novia, ngela Vicario, no era virgen, por lo que el novio la devuelve a casa de sus padres. La

    noticia se propaga rpidamente por todo el pueblo. Todos saben que Santiago Nasar va a morir, pero

    nadie le ayuda.

    Captulo 2. El novio, Bayardo San Romn, haba llegado al pueblo seis meses antes. Era atractivo y muy

    rico, y decidi casarse con ngela Vicario en cuanto la vio. Tras la boda descubre que la novia no es

    virgen y la devuelve a su madre. Los gemelos indagan para ajusticiar al culpable de la deshonra y ella

    acusa a Santiago Nasar.

    Captulo 3. Los gemelos Vicario anuncian por todo el pueblo que buscan a Santiago Nasar para matarlo.

    La noticia corre de boca en boca, pero nadie consigue impedir el crimen.

    Captulo 4. Santiago es enterrado y tanto la familia de Bayardo como los Vicario se marchan del pueblo.

    ngela se instala en una aldea remota y all escribe cartas a Bayardo durante diecisiete aos. Finalmente,

    l vuelve con ella.

    Captulo 5. La gente del pueblo se vio muy afectada por el crimen durante aos. El da del crimen,

    Santiago Nasar, despus de ver al obispo, entre en la casa de su novia, Flora Miguel. All recibe la noticia

    de que los gemelos lo buscar para matarlo. Aturdido, trata de volver, pero los gemelos lo atacan y muere

    ante la puerta de su casa.

    b) Narrador.

    Los hechos se reconstruyen desde varias perspectivas. El narrador de esta novela, por lo tanto, es

    mltiple. En principio se trata de un narrador testigo, que reconstruye el crimen de Santiago Nasar y las

    circunstancias que lo rodearon a travs de las informaciones que recibe de varios personajes. Sin

    embargo, en ocasiones, es un personaje secundario, un amigo de Santiago Nasar, que cuenta los hechos

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    en primera persona. Asistimos, adems, a la omnisciencia cuando conoce el pensamiento de algunos

    personajes.

    c) Tcnica narrativa: tiempo, espacio y personajes.

    El tiempo. El tratamiento retrospectivo resulta un rasgo fundamental de la novela renovada de los

    aos sesenta y la tcnica ms original de esta novela corta de Garca Mrquez. Cuando la obra empieza,

    el protagonista ya ha muerto; acaba en el momento en que muere. El tiempo, por tanto, es cclico y se

    atomiza, se descompone en momentos. Pero no slo se retrocede en el tiempo para explicar lo

    acontecido veintitrs aos antes, sino que se narra el futuro de los personajes supervivientes. La novela

    no dura ni siquiera un da completo: desde el comienzo de la boda hasta la muerte de Santiago Nasar.

    No obstante, hay que tener en cuenta los saltos en el tiempo: relato de recuerdos pasados o de hechos

    ocurridos veinte aos despus.

    El espacio. Algunos crticos sitan la novela en el pueblo natal de Garca Marquez, situado casi al

    pie de la Sierra de Santa Marta, sobre la costa del mar Caribe. Tambin se hacen algunas referencias a

    un pueblo, como Manaure y Riohacha. Este pueblo tiene un puerto, una plaza y algunas casas donde se

    desarrolla la accin. Sin embargo, la descripcin en la novela resulta sucinta y se superpone a otros

    espacios similares de otras obras del autor. Se trata ste de un procedimiento que permite trascender la

    simple crnica periodstica y convierte el texto en una novela.

    Los personajes. Se convierten en vctimas de un destino fatal que, al estilo de las tragedias

    clsicas, no pueden dominar las pasiones que los arrebatan. El ejemplo ms patenten es el de los

    hermanos Vicario que, sin querer, han de matar para salvar su honor. El pueblo es tambin personaje-

    testigo que aporta sus conocimientos para constituir la crnica.

    - Santiago Nasar. En la novela se le presenta como un joven de veintin aos que abandon los estudios

    cuando su padre falleci y tiene que dirigir el Divino Rostro, una hacienda que su padre le dej en

    herencia. Se le describe como soador, alegre, pacfico, afable, formal y creyente.

    - Bayardo San Romn. Ingeniero de trenes, bien vestido, galante con las mujeres, culto. Tena dinero y le

    gustaban mucho las fiestas ruidosas.

    - ngela Vicario. Es la menor en su familia. Recatada respecto a los hombres. Madura despus de lo

    ocurrido y se vuelve ingeniosa, aunque prefiere ocultar la verdad sobre lo ocurrido.

    - Pedro y Pablo Vicario. Los hermanos de ngela son los encargados de devolver la honra perdida a la

    familia. Ninguno de los dos deseaba pasar por ese trance porque no eran hombres violentos, de modo

    que intentaron, sin lograrlo, que otros realizaran este cometido.

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    - Un periodista. Es el amigo del fallecido, que haba vivido en el pueblo e intentaba reconstruir los hechos

    para narrar la cnica de lo sucedido. El asesinato se convierte en algo personal que haba que investigar.

    d. Lenguaje y estilo.

    En primer lugar, se advierte una mezcla del estilo periodstico y real con el estilo mtico heredado del

    realismo mgico. La prosa resulta densa y potica e incorpora elementos metafricos. Con todo, junto a

    lo potico, observamos pasajes marcadamente trgicos y violentos, como los detalles de la autopsia del

    protagonista. Existe tambin una mezcla de registros lingsticos: los vulgarismos empleados por los

    hermanos Vicario, procedentes de una familia humilde, se entrecruzan con el lenguaje culto del periodista

    o de las familias aristocrticas. El tratamiento irnico de los hechos tambin es otro rasgo de estilo. En

    definitiva, en la obra domina la sintaxis limpia y clara en los dilogos entre los personajes y en las

    descripciones. Se logra, con todo ello, el propsito del autor: dotar de verosimilitud lo que resulta

    increble, trastocando el tiempo para revelar su verdad y dejando en el aire una duda que destruye a los

    protagonistas del drama.

    Algunos recursos, como la hiprbole o la abundancia de oraciones consecutivas, se relacionan con el

    realismo mgico. Otros, como las metforas e imgenes, se explican por la tensin literaria con que el

    autor somete a sus textos.

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    Crnica de una muerte anunciada. Gabriel Garca

    Mrquez

    TEXTO

    [Narrador: se alterna el empleo de un narrador testigo con la de narrador protagonista.]

    El da que lo iban a matar, Santiago Nasar se levant a las 5.30 de la maana para esperar el buque en

    que llegaba el obispo. Haba soado que atravesaba un bosque de higuerones donde caa una llovizna

    tierna, y por un instante fue feliz en el sueo. [] Siempre soaba con rboles, me dijo Plcida Linero,

    su madre, evocando 27 aos despus los pormenores de aquel lunes ingrato.

    TEXTO V

    [Perspectivismo: juego con el punto de vista de los personajes.]

    Las muchas personas que encontr desde que sali de su casa a las 6.05 hasta que fue destazado como

    un cerdo una hora despus, lo recordaban un poco sooliento pero de buen humor, y a todos les

    coment de un modo causal que era un da hermoso. Nadie estaba seguro de si se refera al estado del

    tiempo. Muchos coincidan en el recuerdo de que era una maana radiante con una brisa de mar que

    llegaba a travs de los platanales. [] Pero la mayora estaba de acuerdo en que era un tiempo fnebre,

    con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormitas, y que en el instante de la desgracia estaba

    cayendo una llovizna menuda como la que haba visto Santiago Nasar en el bosque del sueo.

    TEXTO VI

    [Perspectivismo: juego con el punto de vista de los personajes.]

    Victoria Guzmn, por su parte, fue terminante en la respuesta de que ni ella ni su hija saban que a

    Santiago Nasar lo estaban esperando para matarlo. Pero en el curso de sus aos admiti que ambas lo

    saban cuando l entr en la cocina a tomar el caf. Se lo haba dicho una mujer que pas despus de las

    cinco a pedir un poco de leche por caridad, y les revel adems los motivos y el lugar don de lo estaban

    esperando. No lo previne porque pens que eran habladas de borracho, me dijo. No obstante, Divina

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    Flor me confes en una visita posterior, cuando ya su padre haba muerto, que sta no le haba dicho

    nada a Santiago Nasar porque en el fondo de su alma quera que lo mataran. En cambio ella no lo

    previno porque entonces no era ms que una nia asustada, incapaz de una decisin propia, y se haba

    asustado mucho ms cuando l la agarr por la mueca con una mano que sinti helada y ptrea, como

    una mano de muerto.

    TEXTO VII

    [Paralelismo / anticipacin]

    [Victoria Guzmn] Estaba descuartizando tres conejos para el almuerzo, rodeada de perros acezantes,

    cuando Santiago Nasar entr en la cocina. [] [Victoria Guzmn] no pudo eludir una rfaga de espanto

    al recordar el horror de Santiago Nasar cuando ella arranc de cuajo las entraas de un conejo y les tir

    a los perros el tripajo humeante.

    No seas brbara le dijo l -. Imagnate que fuera un ser humano.

    Victoria Guzmn necesit casi 20 aos para entender que un hombre acostumbrado a matar animales

    inermes expresara de pronto semejante horror. Dios Santo exclam asustada- de modo que todo

    aquello fue una revelacin!

    TEXTO VIII

    Haba soado que atravesaba un bosque de higuerones donde caa una llovizna tierna, y por un instante

    fue feliz en el sueo, pero al despertar se sinti por completo salpicado de cagada de pjaros. "Siempre

    soaba con rboles", me dijo Plcida Linero, su madre, evocando 27 aos despus los pormenores de

    aquel lunes ingrato. "La semana anterior haba soado que iba solo en un avin de papel de esta que

    volaba sin tropezar por entre los almendros", me dijo. Tena una reputacin muy bien ganada de

    intrprete certera de los sueos ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no haba advertido

    ningn augurio aciago en esos dos sueos de su hijo, ni en los otros sueos con rboles que l le haba

    contado en las maanas que precedieron a su muerte.

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    Tampoco Santiago Nasar reconoci el presagio. Haba dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y

    despert con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar, y los interpret

    como estragos naturales de la parranda de bodas que se haba prolongado basta despus de la media

    noche. Ms an: las muchas personas que encontr desde que sali de su casa a las 6.05 basta que fue

    destazado como un cerdo una horas despus, lo recordaban un poco sooliento pero de buen humor, ya

    todos les coment de un modo casua1 que era un da muy hermoso. Nadie estaba seguro si se refera al

    estado del tiempo. Muchos coincidan en el recuerdo de que era una maana radiante con una brisa de

    mar que llegaba a travs de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de

    aquella poca. Pero la mayora estaba de acuerdo en que era un tiempo fnebre, con un ciclo turbio y

    bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna

    menuda como la que haba visto Santiago Nasar en el sueo.

    * * * * *

    TEXTO IX

    Pedro Vicario volvi a retirar el cuchillo con su pulso fiero de matarife, y le asest un segundo golpe casi

    en el mismo lugar. "Lo raro es que el cuchillo volva a salir limpio, declar Pedro Vicario al instructor. "Le

    haba dado por lo menos tres veces y no haba una gota de sangre". Santiago Nasar se retorci con los

    brazos cruzados sobre el vientre despus de la tercera cuchillada, solt un quejido de becerro, y trat de

    darles la espalda. Pablo Vicario, que estaba a su izquierda con el cuchillo curro, le asest entonces la

    nica cuchillada en el lomo, y un chorro de sangre a alta presin le empap la camisa. Ola como l", me

    dijo. Tres veces herido de muerte, Santiago Nasar les dio otra vez el frente, y se apoy de espaldas

    contra la puerta de su madre, sin la menor resistencia, como si slo quisiera ayudar a que acabaran de

    matado por partes iguales. No volvi a gritar", dijo Pedro Vicario al instructor. Al contrario: me pareci

    que se estaba riendo." Entonces ambos siguieron acuchillndolo contra la puerta, con golpes alternos y

    fciles, flotando en el remanso deslumbrante que encontraron del otro lado del miedo. No oyeron los

    gritos del pueblo entero espantado de su propio crimen. [...] Tratando de acabar para siempre, Pedro

    Vicario le busc el corazn, pero se lo busc casi en la axila, donde lo tienen los cerdos. En realidad

    Santiago Nasar no caa porque ellos mismos lo estaban sosteniendo a cuchilladas contra la puerta.

    Desesperado, Pablo Vicario le dio un tajo horizontal en el vientre, y los intestinos completos afloraron con

    una explosin. [...]

    [Santiago Nasar] se incorpor de medio lado, y se ech a andar en un estado de alucinacin, sosteniendo

    con las manos las vsceras colgantes. Camin ms de cien metros para darle la vuelta completa a la casa

    y entrar por la puerta de la cocina. Tuvo todava bastante lucidez para no ir por la calle, que era el

    trayecto ms largo, sino que entr por la casa contigua. [...} Mi ta Wenefrida Mrquez estaba

  • MUNDOACADEMIA Crnica de una Muerte Anunciada

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    desescamando un sbalo en el patio de su casa, al otro lado del ro, y lo vio descender las esca1inatas

    del muelle antiguo buscando con paso firme el rumbo de su casa.

    -Santiago, hijo -le grit-, qu te pasa!

    Santiago Nasar la reconoci.

    -Que me mataron, nia Wene- dijo.

    Tropez en el ltimo escaln, pero se incorpor de inmediato. Hasta tuvo el cuidado de sacudir con la

    mano la tierra que le qued en las tripas", me dijo mi ta Wene. Despus entr en su casa por la puerta

    trasera, que estaba abierta desde las seis, y se derrumb de bruces en la cocina.

    Criterios para la elaboracin del comentario crtico de un texto literario elaborada por la Coordinacin

    para la PAU

    1. Contextualizacin del fragmento dentro de la obra. Sera recomendable que dicha contextualizacin no

    sea un resumen de la trama y s se centrara en aspectos reseables que vinculen el fragmento a la

    estructura general de la obra: si es un momento de clmax narrativo, si desvela la funcin de un

    personaje, si est dentro de un desarrollo temtico recurrente en el caso del poema...

    2. Caracterizacin en el caso de los textos narrativos y dramticos de los personajes presentes en el

    fragmento seleccionado o de elementos espaciales y temporales destacables.

    3. Justificacin del carcter literario del texto (recursos estilsticos; simbologa; valores connotativos,

    elementos genricos); rasgos que manifiesten la influencia de una determinada tendencia, movimiento o

    grupo literario.

    4. Relacin entre las ideas del autor (o personaje) en el texto seleccionado y el tema solicitado.

    5. Exposicin y argumentacin de la tesis del alumno en relacin con el tema propuesto.

    6. Conclusin y cierre textual, en que se incluya una valoracin personal que resalte la tesis del alumno

    frente a la expuesta en el texto inicial o que ponga de relieve su coincidencia con la posicin del autor o

    del personaje (originalidad, valores ticos).

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    Ejemplo de prueba de comentario crtico de un texto literario.

    En el fragmento que sigue se describe cmo Pura Vicario golpea a su hija despus de que Bayardo San

    Romn la devolviera a su casa. Comenta hasta qu punto la violencia domstica se corresponde con

    una circunstancia comn al mundo actual.

    Se haba dormido a fondo cuando tocaron a la puerta. Fueron tres toques muy despacio -le cont a

    mi madre, pero tenan esa cosa rara de las malas noticias. Le cont que haba abierto la puerta sin

    encender la luz para no despertar a nadie, y vio a Bayardo San Romn en el resplandor del farol pblico,

    con la camisa de seda sin abotonar y los pantalones de fantasa sostenidos con tirantes elsticos. Tena

    ese color verde de los sueos, le dijo Pura Vicario a mi madre. ngela Vicario estaba en la sombra, de

    modo que slo la vio cuando Bayardo San Romn la agarr por el brazo y la puso en la luz. Llevaba el

    traje de raso en piltrafas y estaba envuelta con una toalla hasta la cintura. Pura Vicario crey que se

    haban desbarrancado con el automvil y estaban muertos en el fondo del precipicio.

    Ave Mara Pursima -dijo aterrada-. Contesten si todava son de este mundo. Bayardo San Romn no

    entr, sino que empuj con suavidad a su esposa hacia el interior de la casa, sin decir una palabra.

    Despus bes a Pura Vicario en la mejilla y le habl con una voz de muy hondo desaliento pero con

    mucha ternura.

    Gracias por todo, madre -le dijo-. Usted es una santa.

    Slo Pura Vicario supo lo que hizo en las dos horas siguientes, y se fue a la muerte con su secreto. Lo

    nico que recuerdo es que me sostena por el pelo con una mano y me golpeaba con la otra con tanta

    rabia que pens que me iba a matar, me cont ngela Vicario. Pero hasta eso lo hizo con tanto sigilo,

    que su marido y sus hijas mayores, dormidos en los otros cuartos, no se enteraron de nada hasta el

    amanecer cuando ya estaba consumado el desastre.

    Los gemelos volvieron a la casa un poco antes de las tres, llamados de urgencia por su madre.

    Encontraron a ngela Vicario tumbada bocabajo en un sof del comedor y con la cara macerada a

    golpes, pero haba terminado de llorar. Ya no estaba asustada -me dijo-. Al contrario: senta como si por

    fin me hubiera quitado de encima la conduerma de la muerte, y lo nico que quera era que todo

    terminara rpido para tirarme a dormir.

    Pedro Vicario, el ms resuelto de los hermanos, la levant en vilo por la cintura y la sent en la mesa

    del comedor.

    -Anda, nia -le dijo temblando de rabia-: dinos quin fue.

    Ella se demor apenas el tiempo necesario para decir el nombre. Lo busc en las tinieblas, lo encontr

    a primera vista entre los tantos y tantos nombres confundibles de este mundo y del otro, y lo dej

  • MUNDOACADEMIA Crnica de una Muerte Anunciada

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    clavado en la pared con su dardo certero, como a una mariposa sin albedro cuya sentencia estaba

    escrita desde siempre. -Santiago Nasar -dijo.

    A partir de la expresin con la que Magalena Oliver caracteriza a Bayardo San Romn, elabora un

    comentario crtico en el que valores la consideracin social hacia homosexualidad.

    Bayardo San Romn, el hombre que devolvi a la esposa, haba venido por primera vez en agosto del

    ao anterior: seis meses antes de la boda. Lleg en el buque semanal con unas alforjas guarnecidas de

    plata que hacan juego con las hebillas de la correa y las argollas de los botines. Andaba por los treinta

    aos, pero muy bien escondidos, pues tena una cintura angosta de novillero, los ojos dorados, y la piel

    cocinada a fuego lento por el salitre. Lleg con una chaqueta corta y un pantaln muy estrecho, ambos

    de becerro natural, y unos guantes de cabritilla del mismo color . Magdalena Oliver haba venido con l

    en el buque y no pudo quitarle la vista de encima durante el viaje.

    Pareca marica -me dijo-. Y era una lstima, porque estaba como para embadurnarlo de mantequilla

    y comrselo vivo. No fue la nica que lo pens, ni tampoco la ltima en darse cuenta de que Bayardo

    San Romn no era un hombre de conocer a primera vista.

    Mi madre me escribi al colegio a fines de agosto y me deca en una nota casual: Ha venido un

    hombre muy raro. En la carta siguiente me deca: El hombre raro se llama Bayardo San Romn, y todo

    el inundo dice que es encantador, pero yo no lo he visto. Nadie supo nunca a qu vino. A alguien que

    no resisti la tentacin de preguntrselo, un poco antes de la boda, le contest: Andaba de pueblo en

    pueblo buscando con quien casarme. Poda haber sido verdad, pero lo mismo hubiera contestado

    cualquier otra cosa, pues tena una manera de hablar que ms bien le serva para ocultar que para decir.

    La noche en que lleg dio a entender en el cine que era ingeniero de trenes, y habl de la urgencia de

    construir un ferrocarril hasta el interior para anticiparnos a las veleidades del ro. Al da siguiente tuvo

    que mandar un telegrama, y l mismo lo transmiti con el manipulador, y adems le ense al

    telegrafista una frmula suya para seguir usando las pilas agotadas. Con la misma propiedad haba

    hablado de enfermedades fronterizas con un mdico militar que pas por aquellos meses haciendo la

    leva. Le gustaban las fiestas ruidosas y largas, pero era de buen beber, separador de pleitos y enemigo

    de juegos de manos. Un domingo despus de misa desafi a los nadadores ms diestros, que eran

    muchos, y dej rezagados a los mejores con veinte brazadas de ida y vuelta a travs del ro. Mi madre

    me lo cont en una carta, y al final me hizo un comentario muy suyo: Parece que tambin est nadando

    en oro. Esto responda a la leyenda prematura de que Bayardo San Romn no slo era capaz de hacer

    todo, y de hacerlo muy bien, sino que adems dispona de recursos interminables.

    Mi madre le dio la bendicin final en una carta de octubre. La gente lo quiere mucho -me deca-,

    porque es honrado y de buen corazn , y el domingo pasado comulg de rodillas y ayud a la misa en

    latn. En ese tiempo no estaba permitido comulgar de pie y slo se oficiaba en latn, pero mi madre

  • MUNDOACADEMIA Crnica de una Muerte Anunciada

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    suele hacer esa clase de precisiones superfluas cuando quiere llegar al fondo de las cosas. Sin embargo,

    despus de ese veredicto consagratorio me escribi dos cartas ms en las que nada me deca sobre

    Bayardo San Romn, ni siquiera cuando fue demasiado sabido que quera casarse con ngela Vicario.

    Slo mucho despus de la boda desgraciada me confes que lo haba conocido cuando ya era muy tarde

    para corregir la carta de octubre, y que sus ojos de oro le haban causado un estremecimiento de

    espanto.

    -Se me pareci al diablo -me dijo-, pero t mismo me habas dicho que esas cosas no se deben decir por

    escrito.


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