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Debate sobre la Metodología Apologética
¿CUÁL ES EL MEJOR MÉTODO APOLOGÉTICO?
Por el lado Vantiliano tendremos como exponente a
Luis Felipe Reyes
https://www.facebook.com/Presuposicionalismo
Por el lado evidencialista el exponente es
Jader Jose
https://www.facebook.com/Teismoracional
Moderadores: Sebastián Santa María y Osward Daniel Rojas.
Será en formato de texto con la siguiente modalidad.
- El martes 23/7/2019. El discurso de apertura mostrando los argumentos.
- El miércoles 24/7/2019. Las primeras refutaciones.
- El jueves 25/7/2019. Las segundas..
- El viernes 26/7/2019. Las Terceras.
- El sábado 27/7/2019. Cierre.
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Contenido Debate sobre la Metodología Apologética ......................................................................................... 2
DISCURSO DE APERTURA. ................................................................................................................... 5
Sr. Jader de “Teísmo y apologética racional”. ..................................................................................... 5
En defensa de la metodología Evidencial / Clásica. ............................................................................ 5
Discurso de Apertura. (23/7/2019) ................................................................................................... 10
Sr. Luis Reyes de “Presuposicionalismo”. .......................................................................................... 10
En defensa de la metodología Presuposicional. ............................................................................... 10
Primera Refutación. .......................................................................................................................... 17
Jader José .......................................................................................................................................... 17
Argumento por el evidencialismo. .................................................................................................... 17
Primera Refutación. .......................................................................................................................... 23
Luis Reyes .......................................................................................................................................... 23
Argumento por el Presuposicionalismo. ........................................................................................... 23
SEGUNDA REFUTACIÓN..................................................................................................................... 29
Jader José .......................................................................................................................................... 29
Argumento por el Evidencialismo ..................................................................................................... 29
Segunda refutación. .......................................................................................................................... 35
Luis Reyes .......................................................................................................................................... 35
Argumento por el Presuposicionalismo. ........................................................................................... 35
TERCER Y ÚLTIMA REFUTACIÓN ........................................................................................................ 43
Jader José .......................................................................................................................................... 43
Argumento por el Evidencialismo ..................................................................................................... 43
Tercera y última refutación ............................................................................................................... 50
Luis Reyes .......................................................................................................................................... 50
Argumento por el Presuposicionalismo ............................................................................................ 50
Discurso de Cierre ............................................................................................................................. 57
Jader José .......................................................................................................................................... 57
Argumento por el Evidencialismo ..................................................................................................... 57
Discurso de Cierre. ............................................................................................................................ 61
Luis Reyes .......................................................................................................................................... 61
Argumento por el Presuposicionalismo. ........................................................................................... 61
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Preguntas Finales. ............................................................................................................................. 65
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DISCURSO DE APERTURA (23/07/2019)
Sr. Jader de “Teísmo y apologética racional”
En defensa de la metodología Evidencial / Clásica
2 Corintios 10:15. Debemos destruir los argumentos que vayan en contra de la existencia de Dios.
La Biblia dice en 1 Pedro 3:15 que debemos dar una defensa lógica de lo que creemos. La Biblia
también llama a que amemos a Dios con toda nuestra mente, lo cual incluye nuestro intelecto y
los razonamientos lógicos que nos llevan a un correcto entendimiento. Así que cuando debatimos
con escépticos debemos estar preparados para dar una defensa racional y lógica, debemos
responder todas las preguntas importantes. Tenemos que saber que la revelación de Dios no se da
únicamente en Jesucristo, se da también en la naturaleza en donde podemos apreciar su
existencia indirectamente. Así lo declará la Biblia en Salmo 19:1, "Los cielos cuentan la obra de
Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. "La existencia de Dios y otras verdades que de
Él pueden ser conocidas por la sola razón natural, tal como dice Rom 1:19, no son artículos de fe,
sino preámbulos a tales artículos. Pues la fe presupone el conocimiento natural, como la gracia
presupone la naturaleza, y la perfección lo perfectible. Sin embargo, nada impide que lo que en sí
mismo es demostrable y comprensible, sea tenido como creíble por quien no llega a comprender
la demostración. Y es bastante importante este hecho, pues la verdad siempre ha existido y no se
remonta solamente a las épocas del cristianismo, sino que es desde el surgimiento del primer
hombre racional. La verdad y todo en cuanto existe deriva de Dios, todo razonamiento es gracias a
que el existe, eso no es ninguna novedad, por eso cuando el evidencialista presenta pruebas está
glorificando a Dios, todo lo bueno que hacemos es gracias a su voluntad y para su voluntad.
Así lo explica Ángel Luís Suárez: el hombre puede conocer a Dios por las solas fuerzas de la razón
natural. En el conocimiento natural de Dios hay varios grados; un primer grado es un modo de
conocimiento pre científico o espontáneo; el segundo es científico o metafísico. Aunque de lo que
se trata aquí es de justificar racionalmente el conocimiento de Dios, es decir, nos interesa el
conocimiento científico o metafísico, sin embargo, aludimos en primer lugar al conocimiento
espontáneo, que es paso obligado para el segundo. Sin necesidad de una demostración elaborada
de modo preciso, se da un conocimiento natural espontáneo de la existencia de Dios, como lo
prueba la experiencia continua y universal. «Hay una especie de espontánea deducción,
totalmente atécnica, pero absolutamente consciente de su propio significado, en virtud de la cual
cada hombre se encuentra a sí mismo elevado a la idea de un ser trascendente por la mera visión
en la naturaleza de su impresionante majestad. En un fragmento de una de sus obras perdidas, el
mismo Aristóteles observa que los hombres han deducido su idea de Dios de dos fuentes: sus
propias almas y el movimiento ordenado de las estrellas. De cualquier forma, el hecho en sí mismo
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está fuera de duda, y las filosofías descubrieron con retraso la idea de Dios […]. Es un hecho que la
humanidad, siglo tras siglo, tiene cierta idea de Dios; los hombres, sin cultura intelectual alguna se
han sentido oscura, pero fuertemente convencidos de que el nombre de Dios se refería a un ser
realmente existente; y aún hoy, innumerables seres humanos llegan a la misma convicción y
formándose la misma fe sobre la única base de su personal experiencia»
El evidencialismo, cabe recalcar, no es una forma de sostener nuestra creencia o nuestra fe
mediante evidencias principalmente, sino que como declará William Lane Craig: “Los argumentos
y las pruebas son parte de demostrar que tu fe es verdadera. Si esos argumentos y evidencia
colapsan, eso simplemente significa que no tienes una manera efectiva de mostrarle a alguien que
lo que sabes que es verdad, es verdad. Cuando hablamos de evidencialismo en este contexto,
estamos hablando de un método apologético. No soy un evidencialista si está hablando de
epistemología religiosa. Estoy de acuerdo con Alvin Plantinga en que la forma fundamental en que
conocemos las grandes verdades del Evangelio, es a través del testimonio inmediato del Espíritu
Santo. Pero los argumentos y la evidencia son útiles para mostrar a otra persona que lo que
sabemos que es verdad, es verdad.”
Después de saber esto, supongo que nuestra apologética tendrá un voto de confianza para los
presuposicionalistas, no hay que preocuparse por el problema de que la evidencia sea más
importante que la Biblia en el evidencialismo, porque no lo es. Como vemos, la apologética
evidencialista, es muy sencilla, no tiene por qué apartarse del evangelio, no hay razones para
pensar que se separa del cristianismo, al contrario, toda verdad o razonamiento válido es en
glorificación a Dios porque todo deriva de él. Es tan fácil como presentar una serie de argumentos
para demostrarle a mi hermano que la filosofía es un saber imprescindible, contrario a su negativa
de que no necesitamos de filosofía: desde luego, no puedo partir de que la filosofía es un saber
imprescindible para demostrarle que lo es, probablemente si sabe de lógica me acusará de
cometer un razonamiento circular de petición de principio al tratar de presuponer la conclusión
que le pretendo probar. Aunque ciertamente la filosofía sea un saber imprescindible. La verdad
está ahí y podemos llegar a ella de muchas formas. Nuestra apologética sólo es una forma de
defender la existencia de Dios a través de una gama de aspectos filosóficos y científicos que
perfectamente podemos saber mediante un análisis racional de la naturaleza. No hay un fondo
oculto contrario al cristianismo en nuestras evidencias, lo contrario sería exaltar a la razón por
sobre la fe, sin embargo, nuestra postura es que hay una dualidad Fe - Razón inquebrantable.
Ambas son necesarias para constituir una fe sólida.
Si vemos los debates sobre la existencia de Dios, podemos darnos cuenta de que las
demostraciones únicamente nos llevan a la existencia de un Dios teísta sin hacer mucho énfasis en
la verdad del cristianismo, esto no supone ningún problema: porque sólo es una forma de
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aprovechar un gran hecho ineludible de que Dios puede ser demostrado tomando premisas
empíricas como realidades que apuntan a un Ser máximamente grande. Por ejemplo, 1) Todo lo
que comienza a existir tiene una causa, 2) El universo comenzó a existir. 3) Por lo tanto el universo
tiene una causa,. 4) Esa causa debe ser aespacial, atemporal, eterna y personal. Es interesante,
porque es una serie de atributos que corresponden con el Dios que nos menciona el cristianismo,
sin embargo no demuestra al cristianismo como tal, porque este depende de la resurrección de
Jesús, sin resurrección nuestra fe cristiana es vana. Hay dos grandes verdades: uno, Dios se hace
evidente en la realidad observable pero de forma indirecta. Dos, Dios se se hace evidente en la
historia de la humanidad con el surgimiento del cristianismo y la resurrección de Jesús. Enfatizar
estos dos hechos para demostrar que nuestra verdad es verdad, es ciertamente importante para
nuestra apología, y lo que hacemos los evidencialista, es tomar estos dos hechos por separado
para luego formar un caso acumulativo abrumador para demostrar la existencia de Dios. Se hace
obvio que nuestro método no sólo es a favor del teísmo, o deísmo como dicen por ahí, sino que
contempla las dos grandes verdades. En consecuencia, La apologética evidencialista no deja
neutralidad en cuando a la ontología de la existencia de Dios, sino respecto a la epistemología,
pues esa sería la forma correcta de llegar a la verdad: a eso se refiere la epistemología. La
epistemología (del griego ἐπιστήμη epistḗmē, ‘conocimiento’ y λόγος lógos, ‘estudio’) es la rama
de la filosofía que estudia el conocimiento, se ocupa de la naturaleza del conocimiento, de su
posibilidad, alcance y base general. Es decir, ¿la obra del creador da pistas suficientes para pensar
que existe estudiando su obra, o el creador se mantiene oculto y su obra realmente no refleja su
existencia? Plantear esta pregunta no es cuestionar la existencia del creador, como muchos
presuposicionalistas piensan, es hacer énfasis en la revelación general del creador preguntándose
si realmente es posible llegar a su existencia con el conocimiento que actualmente tenemos. Hasta
el momento, no hay huecos epistémicos para no creer. En el caso del objeto de la teodicea, Dios
como primera causa del ente finito, no aparece la evidencia directa e inmediata, lo cual lleva
consigo la necesidad de la demostración. El problema de la inevidencia del absoluto equivale al
problema de la necesidad de su demostración, a pesar de que DIOS sea necesario para la
existencia y fiabilidad de nuestros principios trascendentales como afirma Greg Bahnsen. Ya nos
decía Santo Tomás De Aquino, una proposición puede ser evidente de dos maneras: en sí misma,
pero no con respecto a nosotros, o en sí misma y también para nosotros. La proposición "Dios es"
es evidente en sí misma, quoad se, pero no para nosotros, quoad nos. Por lo tanto la existencia de
Dios debe demostrarse a partir de sus efectos. Entonces se hace obvio que el hecho de que existan
aspectos trascendentales no es un puente para evitar las demostraciones.
En la Teología natural tenemos demostraciones lógicas, por ejemplo algunas vías tomistas:
1ª Vía: Prueba cosmológica o del movimiento: Todo lo que se mueve es movido por otro.
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-Con el fin de evitar el regreso al infinito debemos pensar en un motor que mueva todo lo demás
sin que él sea movido a su vez por otro. Existe, pues, un motor que sin moverse él, mueve todo lo
demás, al cual llamamos Dios.
2ª Vía: Prueba por la causa eficiente: Hay un orden determinado entre las causas eficientes. Es
imposible proceder al infinito en el orden de las causas eficientes. Es necesario que exista una
causa eficiente primera, a la cual llamamos Dios.
3ª Vía: Hay dos formulaciones. Para entenderla hay que tener en cuenta que según Aquino, entre
otros, los seres se dividen en “necesarios por sí” y “necesarios por otro” (contingentes). a) Prueba
por lo necesario: El ser necesario tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no tiene la razón de
su necesidad en sí mismo. No es posible aceptar una serie infinita de cosas necesarias. Por tanto
tiene la razón de su necesidad en sí mismo. b) Prueba por la contingencia: Si no existiera un ser
necesario, ahora no existiría nada. No es verdad que ahora no exista nada. Luego no es el caso de
que no hay algún ser necesario.
William Lane Craig enfatiza la importancia de la apologética en el evangelismo y lo explica así:
“Pocas personas estarían en desacuerdo conmigo en cuanto a que la apologética fortalece la fe de
los creyentes cristianos. Pero muchos dirán que la apologética no es muy útil en el evangelismo.
Como se señaló anteriormente, afirman que nadie viene a Cristo a través de argumentos (no sé
cuántas veces he escuchado esto). Ahora bien, esta actitud desdeñosa hacia el papel de la
apologética en el evangelismo ciertamente no es la visión bíblica. Al leer los Hechos de los
Apóstoles, es evidente que fue el procedimiento estándar de los apóstoles argumentar a favor de
la verdad de la cosmovisión cristiana, tanto con judíos como con paganos (por ejemplo, Hechos
17:2-3, 17; 19:8; 28:23-24). En el tratamiento de Audiencias judías, los apóstoles apelaron a la
profecía cumplida, a los milagros de Jesús, y especialmente a la resurrección de Jesús como
evidencia de que Él era el Mesías (Hechos 2:22-32). Cuando se enfrentaron a las audiencias
gentiles que no aceptaron las Escrituras judías, los apóstoles apelaron a la obra de Dios en la
naturaleza como evidencia de la existencia del Creador (Hechos 14:17) Luego se hizo un
llamamiento al testimonio de testigos oculares de la resurrección de Jesús para mostrar
específicamente que Dios se había revelado a sí mismo en Jesucristo (Hechos 17:30-31; 1 Corintios
15:3-8). Francamente, no puedo evitar sospechar que aquellos que consideran la apologética
como inútil en el evangelismo simplemente no hacen suficiente evangelismo. Sospecho que en
algún momento trataron de usar argumentos apologéticos y descubrieron que el incrédulo seguía
sin estar convencido. Luego sacan una conclusión general de que la apologética es ineficaz en el
evangelismo.“
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“Lee Strobel me comentó recientemente que ha perdido la cuenta del número de personas que
han venido a Cristo a través de sus libros El caso de Cristo y El caso de la fe. Ponentes como Josh
McDowell y Ravi Zacharias han llevado a miles a Cristo a través de un evangelismo orientado
apologéticament. Tampoco, si puedo hablar personalmente, ¿ha sido mi experiencia que la
apologética es ineficaz en el evangelismo? Continuamente estamos encantados de ver a las
personas entregando sus vidas a Cristo a través de presentaciones del evangelio orientadas
apologéticamente. Después de una charla sobre argumentos para la existencia de Dios o evidencia
de la resurrección de Jesús”
Notas al Pie 1
Fin de presentación.
1 SANTO TOMÁS, S.Th., I, q. 2, a. 1.
WILLIAM LANE CRAIG FE RAZONABLE. SANGUINETI, J.J., La filosofía de la ciencia según Santo Tomás, Pamplona 1977, pp. 345-346. 1. GILSON, É., Elementos de Filosofía cristiana, Madrid 1969, p. 66. FABRE D’ENVIEU, Défense de l’Ontologisme, Paris 1860, p. 1. GONZÁLEZ ÁLVAREZ, A., ob. cit., p. 66. 6. Bruselas 1844, 2.ª ed.
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DISCURSO DE APERTURA (23/7/2019)
Sr. Luis Reyes de “Presuposicionalismo”
En defensa de la metodología Presuposicional
La apologética es la defensa de la fe, por lo tanto, se encarga no solo de responder a aquellos que
niegan la fe de manera abierta como es el caso de los no cristianos, sino a aquellos que se ocupa
también de responder a la falsa enseñanza dentro de la iglesia, [1] en este sentido debe ser
entendido este intercambio sobre la metodología para defender la fe.
La acusación de la apologética presuposicionalista es que una apologética no presuposicional
incluye “fuego extraño”, es decir, filosofías no cristianas para defender el cristianismo, resultando
en el mejor de los casos en un método contraproducente, pues da por sentado las filosofías que se
supone debe refutar, a saber, las no cristianas. Dando excusas al incrédulo, e imposibilitando el
llamado eficaz al arrepentimiento.
Son tres los puntos a debatir: 1) la consistencia bíblica de la metodología, 2) la coherencia con la
visión cristiana de la realidad, y 3) los argumentos de la existencia de Dios que ofrece cada
metodología. Las metodologías en debate son, por un lado, la apologética presuposicionalista,
presuposicional o reformada, y por el otro lado, la apologética evidencialista.
Debido a limitaciones en la extensión no puedo ofrecer una descripción detallada de los métodos
en cuestión, no obstante para evitar ser acusado de la falacia del espantapájaros cada una de las
afirmaciones sobre el método evidencialista será debidamente referenciada. Para una descripción
detallada del método presuposicional, se sugiere el libro “Apologética presuposicional declarada y
defendida” del Dr. Greg L. Bahnsen.
Una breve descripción de los métodos.
Apologética Presuposicionalista.
Los presuposicionalistas creemos que el punto de partida para el encuentro apologético con los no
creyentes es una dependencia sin vergüenza y por adelantado en el Dios Trino y Su revelación, la
Biblia. Creemos que el hombre es totalmente depravado y que su principal problema es espiritual,
no sólo intelectual, y que sólo el Espíritu Santo puede abrir los ojos. Nosotros sostenemos que la
verdad del cristianismo no es sólo “probable”, pero “seguro.” Promovemos el Argumento
Transcendental para la existencia de Dios, el cual afirma que sabemos que el cristianismo es cierto
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debido a la imposibilidad de lo contrario. Afirmamos que sólo el cristianismo puede explicar la
realidad y nuestras experiencias, y sin el Dios cristiano no sería literalmente nada. Ni siquiera se
puede pensar, ni escribir, ni debatir sin la verdad de las doctrinas bíblicas. Por lo tanto, Dios es la
condición previa de toda la realidad. Incluso, existe la motivación de los no creyentes, porque Dios
existe. También sostenemos que toda la creación es reveladora de Dios y que no hay terreno
neutral (epistemológico) por el cual nos encontramos con los no creyentes. Todo terreno es tierra
de Dios y no debe ser objeto de renuncia o se considera “neutral.”
Como método la apologética presuposicional consta de dos pasos: el primero es un trabajo
negativo, o un argumento indirecto de la verdad, el cristianismo, «Las escrituras presentan las
cosmovisiones no creyentes como contraproducentes (Prov 8:36; Jer 2:13, 19; Mt 16:25; 1 Cor
1:20-25). En este caso, el apologista no necesita ningún punto de contacto neutro para iniciar su
apología. En cambio, puede razonar desde la imposibilidad de sistemas no cristianos hasta la
validez del cristianismo.»[2] El segundo paso, es una declaración positiva de la verdad del
cristianismo, en la cual se argumenta que el cristianismo es la única visión del mundo que da
sentido a la experiencia humana.
En palabras del Dr. Bahnsen «el procedimiento presuposicional involucra dos pasos: 1) una crítica
interna del sistema del incrédulo, demostrando que su enfoque es una insensata destrucción del
conocimiento, y 2) una presentación humilde pero audaz de la razón de la esperanza en nosotros,
comunicada en términos del compromiso presuposicional del creyente con la verdadera palabra
de Dios.»[3]
Apologética Evidencialista.
Una queja común proviene de los apologistas clásicos que dicen que metemos la apologética
clásica en un mismo costal con la apologética evidencialista. Si bien los procedimientos son
distintos, respondemos que los compromisos pre-teóricos de estas metodología hace posible una
crítica que aplique a ambos casos. Es notable el comentario de James K. Beilby «Algunos llegan
incluso a etiquetarlos como sistemas apologéticos separados. No lo hago porque creo que está
claro que su parecido familiar es mucho más significativo que sus diferencias.»[4]
El Dr. Douglas Groothuis lo describe así: «El evidencialismo es un método en apologética que
argumenta que los eventos históricos más significativos en el cristianismo —particularmente la
resurrección de Jesús— son asuntos que pueden ser establecidos a través de una argumentación
histórica apropiada, incluso aparte de cualquier argumento previo para la existencia de Dios. Los
apologistas clásicos defienden primero la existencia de un Dios monoteísta y luego defienden los
detalles del cristianismo: la fiabilidad de la Biblia y las afirmaciones y credenciales de Jesús. Esta es
una estrategia de dos pasos que se basa en la idea de que si primero se establece el monoteísmo,
la probabilidad de que Dios actúe en la historia —a través de milagros, revelaciones especiales y la
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encarnación y resurrección— aumenta dramáticamente. En este sentido es más fácil
intelectualmente pasar del teísmo al cristianismo que pasar de una cosmovisión no teísta
directamente al cristianismo a través de la evidencia de los detalles cristianos. El evidencialismo
minimiza o prescinde de los argumentos para la existencia de Dios de la naturaleza y en su lugar
opta por un argumento de un solo paso para el cristianismo. Dos destacados y prolíficos
evidenciadores contemporáneos son John Warwick Montgomery y Gary Habermas.»[5]
Steven B. Cowan el editor de “Five Views on Apologetics” comenta que «El método evidencialista
tiene mucho en común con el método clásico, excepto en la resolución de la cuestión relativa al
valor de los milagros como evidencia. El evidencialismo como método apologético puede
caracterizarse como el enfoque de "un solo paso". Los milagros no presuponen la existencia de
Dios (como afirman la mayoría de los apologistas clásicos contemporáneos), pero pueden servir
como una clase de evidencia para Dios.[...] Dado este enfoque, los evidencialistas pueden
argumentar y argumentarán tanto por el teísmo como por el teísmo cristiano al mismo tiempo sin
recurrir a una teología natural elaborada. Podrían comenzar, por ejemplo, argumentando la
facticidad histórica de la resurrección de Jesús y luego argumentar que un evento tan inusual sólo
es explicable si existe un ser muy parecido al Dios cristiano.»[6]
Los compromisos pre-teoricos de evidencialismo comunes con la apologética Clásica.
En Primer lugar «no sostienen que debemos presuponer al Dios cristiano para saber algo.»[7] En
segundo lugar, suponen que, «Podemos operar con un conjunto más modesto de supuestos, como
que es posible conocer el pasado, que la mayor parte del tiempo nuestra experiencia del mundo
es exacta, que no podemos afirmar y negar la misma declaración y estar en lo correcto, y así
sucesivamente.»[8] En tercer lugar sostienen que, «El no creyente puede tener muchas de las
mismas suposiciones, así que podemos tener una base intelectual común, no sólo la base común
de que vivimos en el mismo mundo. Es decir, podemos ver algunas cosas sustancialmente de la
misma manera. Veo que hay una silla en la sala, al igual que el ateo y el musulmán. Ambos
podemos ver el orden en el ADN, ambos podemos creer que el testimonio de los testigos oculares
es mejor que un rumor. Así que lo que es común entre nosotros puede ser útil para la apologética.
Podemos, por ejemplo, razonar desde el orden en el mundo hasta un ordenante. Podemos
ponernos de acuerdo en las mejores maneras de descubrir la historia, y razonar hasta la
conclusión de que Cristo resucitó.»[9]
En otras palabras sostienen que el hombre puede 1) ser autónomo intelectualmente, «El hombre
es la medida de todas las cosas» 2) la suposición de que el incrédulo tiene razón con respecto a los
principios en términos de los cuales él explica todas las cosas. Estos principios son: a) que el
hombre no es una criatura del Dios de las Escrituras, sino que es último y como tal debe
considerarse a sí mismo en lugar de a Dios como el punto de referencia final para explicar todas
las cosas; b) que todas las demás cosas aparte de él no son creadas sino controladas por el azar; y
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c) que el poder de la lógica que posee es el medio por el cual debe determinar lo que es posible o
imposible en el universo del azar.[10] 3) hay un terreno común neutral sobre la que el apologista
puede conversar con el incrédulo.
Problemas con el evidencialismo.
Problemas de consistencia bíblica.
El evidencialismo tiene serios problemas con algunas doctrinas bíblicas. Tal es el caso de la
doctrina de la revelación tanto general como especial, la doctrina del hombre, la doctrina de Dios y
la doctrina del pecado. El tercer apartado de este debate trata sobre los argumentos para la
existencia de Dios, para ese apartado que la discusión sobre la doctrina de la revelación general y
la doctrina de Dios.
Sobre la doctrina de la revelación especial.
Una verdadera apologética de la fe cristiana nunca debe dejar de exaltar a Cristo como Señor
sobre todos, incluyendo la argumentación y el razonamiento. Una apologética que se basa en
cualquier otra roca que no sea Cristo no honra la grandeza de la sabiduría divina; sino que se erige
tonta y audazmente sobre las arenas ruinosas de la autoridad humana.[11] La norma por la cual
juzgamos todas las enseñanzas debe ser esta palabra de autoridad de Dios (1 Juan 4:11;
Deuteronomio 13:1-4): "A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido" (Isaías 8:20).[12] Desde el principio la palabra de Dios debe ser considerada como
autoritativamente verdadera; uno no debe vacilar en este sentido. La veracidad de Dios es la
norma definitiva para nuestros pensamientos: "antes bien sea Dios veraz, y todo hombre
mentiroso" (Rom. 3:4).[13]
Como su nombre lo indica, el sello del evidencialismo es su énfasis en argumentos y evidencias
racionales, evita iniciar la argumentación con la verdad de las Escrituras, «No tengo que
presuponer que es verdad para demostrar que lo es. La evidencia apoya su verdad. Esa evidencia
incluye lo que la Biblia tiene que decir sobre sí misma, así como una variedad de otras líneas de
argumentación. Al menos una parte importante de esa evidencia está abierta a pruebas empíricas
para que el argumento no sea circular. No es necesario presuponer la verdad de la Biblia.»[14]
Los errores son dos, en primer lugar supone un estándar para juzgar las escrituras, distinto de la
palabra revelada por Dios, haciendo de la criatura quien determine lo que es posible o no. Y en
segundo lugar, las Escrituras enseñan que el principio del conocimiento es la reverencia al Señor
Dios en nuestros pensamientos, que todo el conocimiento está escondido de Cristo, por lo tanto,
las filosofías según las tradiciones de los hombres son vana palabrería, filosofía vaciada de
significado, Y por lo tanto impotentes para probar que la Biblia es verdad.
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La doctrina del hombre.
Las escrituras tratan al incrédulo como un inmoral y no como alguien falto de conocimiento,
«porque habiendo conocido a Dios no le dieron gracias.» Puesto que siendo la criatura de Dios él
debe honrarle y darle gracias, y la ignorancia no es excusa dado que Dios revela su Ira, —el
hombre debe someterse a Dios, en cambio los compromisos pre-téoricos sostenidos por los
evidencialistas suprimen la distinción entre el Creador y la criatura,— anulando la antítesis entre
creyentes e incrédulos. Al aceptar la autonomía intelectual del incrédulo el evidencialista admite
virtualmente que el incrédulo no es la criatura de Dios, por lo tanto su trabajo apologético fracasa
por completo.
La doctrina del pecado.
Debemos conocer a la persona con quien hablamos. En particular, debemos reconocer los efectos
noéticos del pecado. La caída del hombre tuvo resultados drásticos en el mundo del pensamiento;
incluso el uso de la capacidad de razonamiento del hombre se vuelve depravado y frustrante. Toda
la creación fue sometida a vanidad (Ro. 8:20), trayendo así confusión, ineficiencia y desesperación
escéptica al reino epistémico. Más aún, la corrupción moral superó a los pensamientos del hombre
(Génesis 6:5), de tal manera que el mal uso de la mente del hombre se volvió exhaustivo, continuo
e ineludible. El hombre injustamente suprime la verdad para abrazar la mentira (Rom. 1:18, 25).
En su seudo-sabiduría el mundo se niega a conocer a Dios (1 Cor. 1:21), porque Satanás ha segado
la mente de los hombres (2 Cor. 4:4). El hombre usa su razón, no para glorificar a Dios y avanzar Su
Reino, sino para levantarse en arrogante oposición al conocimiento de Dios (2 Co. 10:5).[15]
El Dr. Bahnsen Continua «El no-cristiano busca suprimir la verdad, distorsionarla en un esquema
naturalista, para excluir la interpretación del Dios que hace las cosas y como son los eventos
(determinando el fin desde el principio, Isaías 46:10). El erudito Cristiano no puede encontrar nada
más allá que un acuerdo formal, no puede encontrar un entendimiento genuinamente común, en
las palabras y opiniones de los incrédulos. Cree que su mente es el último tribunal de apelación en
todos los asuntos de conocimiento. Se considera a sí mismo como el punto de referencia para toda
interpretación de los hechos. Es decir, se ha convertido epistemológicamente en una ley para sí
mismo: autónomo. Consecuentemente, la depravación y la supuesta autonomía del pensamiento
del hombre impiden que el cristiano regenerado busque una base común en el punto de vista
autoconsciente y admitido del incrédulo sobre cualquier asunto.»[16]
De modo que el hombre natural no está en posición de juzgar la realidad y la confiabilidad de la
revelación especial de Dios en el tribunal de la razón; sus facultades de apreciación son
incompetentes, sus normas distorsionadas. Nuestra apologética nunca debe alentar la opinión
contraria.[17]
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Argumentos sobre la existencia de Dios.
En teología reformada, tal como puede verse en la obra de Berkohf la existencia de Dios no es
objeto de argumentación «Para nosotros la existencia de Dios es la gran presuposición de la
teología. No tiene sentido hablar del conocimiento de Dios, a menos que se admita que Dios
existe. La presuposición de la teología cristiana tiene características muy definidas. Respecto al
intento demostrar la existencia de Dios el Dr. Kuyper habla como sigue: "El intento de probar la
existencia de Dios, puede, o bien resultar inútil, o innecesario. Inútil, si el investigador cree que
Dios es galardonador de los que le buscan. E innecesario si se intenta forzar a una persona que no
tiene esta pistis (fe) haciéndola que por medio de argumentos llegue al convencimiento en sentido
lógico" El cristiano acepta por la fe la verdad de la existencia de Dios. Pero no por una fe ciega;
sino por una fe que se basa en la evidencia, y la evidencia se funda, ante todo, en la Escritura
como Palabra inspirada por Dios, y luego, en la revelación de Dios en la naturaleza.»[18]
Consistentemente con lo anterior Cornelius Van Til comenta: "El método reformado de
apologética busca escapar de este némesis. Comienza francamente 'desde arriba'. Supondría
'presuponer' a Dios. Pero al presuponer a Dios no puede situarse en ningún momento de manera
neutral con los no cristianos. Antes de intentar probar que el cristianismo está de acuerdo con la
razón y de acuerdo con los hechos, se preguntaría qué se entiende por "razón" y qué se entiende
por "hecho". Argumentaría que a menos que la razón y los hechos sean interpretados en términos
de Dios, son ininteligibles. Si Dios no se presupone, la razón es una abstracción pura que no tiene
contacto con el hecho, y el hecho es una abstracción pura que no tiene contacto con la razón. La
razón y el hecho no pueden ser llevados a una unión fructífera el uno con el otro, excepto en la
presuposición de la existencia de Dios y su control sobre el universo."[19]
Conclusión.
Se ha mostrado las falencias bíblicas del método evidencialista, argumentos que se estarán
defendiendo y ampliando en las siguiente tres declaraciones. Así como también se demostrara que
el método evidencialista no es coherente con la visión cristiana de la realidad. Una defensa
detallada del Argumento Transcendental, depende [de] las refutaciones o argumentos ofrecidos
por mi interlocutor.
16
Notas al Pie 2
Fin de presentación
2 1 Por iglesia quiero decir, el cuerpo universal de Cristo.
2 Bosserman, B. (2014). The trinity and the vindication of Christian paradox. 3 Bahnsen, G. (1996). Always ready. Nacogdoches, Tex.: Covenant Media Foundation. 4 Beilby, J. (2011). Thinking About Christian Apologetics: What It Is and Why We Do It. IVP Academic. 5 Groothuis, D. (2011). Christian apologetics: A Comprehensive Case for Biblical Faith. Downers Grove, Ill.: IVP Academic. 6 Cowan, S., Feinberg, P., Frame, J., Gundry, S., Craig, W., Habermas, G. and Clark, K. (2000). Five Views on Apologetics. Grand Rapids: Zondervan. 7 Morley, B. (2015). Mapping apologetics: Comparing Contemporary Approaches. InterVarsity Press. 8 Ibid. 9 Ibid. 10 Van Til, Cornelius. Defendiendo la fe 11 Bahnsen, G. (2008). Presuppositional apologetics. Powder Springs, Ga.: American Vision, Inc. 12 Bahnsen, G. (1996). Always ready. Nacogdoches, Tex.: Covenant Media Foundation. 13 Ibid 14 Cowan, S., Feinberg, P., Frame, J., Gundry, S., Craig, W., Habermas, G. and Clark, K. (2000). Five Views on Apologetics. Grand Rapids: Zondervan. 15 Bahnsen, G. (1996). Always ready. Nacogdoches, Tex.: Covenant Media Foundation. 16 Ibid 17 Bahnsen, G. (2008). Presuppositional apologetics. Powder Springs, Ga.: American Vision, Inc. 18 Berkhof, L. (n.d.). Systematic theology. 19 Van Til, C. (1969). A Christian theory of knowledge. [Philadelphia]: Presbyterian and Reformed Pub. Co.
17
PRIMERA REFUTACIÓN (24/07/2019)
Jader José
Argumento por el evidencialismo
Respecto a los primeros párrafos del discurso de apertura de mi oponente, hay que hacer una
aclaración muy importante y que generalmente el presuposicionalismo no toma en cuenta. El
conocimiento de la verdad del teísmo cristiano se debe a la obra del testimonio del Espíritu Santo
en la vida del creyente. Pero mostrar que el cristianismo es verdadero tiene que ver con la
presentación de evidencias. Nótese la diferencia entre mostrar y saber que el cristianismo es
verdadero, lo primero atiende a la presentación de pruebas, lo segundo es un caso específico que
tiene que ver con la creencia propiamente básica de la existencia de Dios. Ningún evidencialista
niega la acción del Espíritu Santo en la vida del no creyente, lo que se afirma es que Dios también
puede ser conocido por la sola razón natural, tal como lo declará (Romanos 1:19).
En paralelo, es importante tener en cuenta que nuestra metodología nunca descarta a Dios, ese es
un invento bastante audaz para acusar a la apologética evidencialista de anti Bíblica. No dejamos
un campo neutral respecto a la óntica de su existencia. El problema ya lo resuelve Santo Tomás de
Aquino con su distinción entre "Evidencia Quoad se y Evidencia Quoad Nos" Los conocimientos
evidentes, que no necesitan demostración, son proposiciones inmediatas o per se notae: que se
conocen por sí mismas. Ahora bien, «una proposición puede ser evidente de dos maneras: en sí
misma, pero no con respecto a nosotros, o en sí misma y también para nosotros. La causa de que
una proposición sea evidente es porque el predicado está incluido en el concepto del sujeto, por
ejemplo, ‘el hombre es animal’, pues animal entra en el concepto de hombre. Si, pues, todos
conociesen la naturaleza del sujeto y la del atributo de una proposición cualquiera, ésta sería
evidente para todos, como lo son los primeros principios, cuyos términos ser y no ser, todo y
parte, y otros parecidos, son cosas tan sabidas, que nadie las ignora. Pero, si hay quienes ignoran
cuál es la naturaleza del sujeto y la del predicado, la proposición en sí misma será, sin duda,
evidente, pero no lo será para quienes ignoran aquellos extremos. ¿Qué sucede con la proposición
Dios es? Efectivamente, es una proposición evidente en sí misma, por cuanto el predicado está
contenido en el sujeto: incluso, como veremos, se identifica absolutamente con él. Dios es, es una
proposición evidente quoad se. Más todavía, debe decirse que la suprema verdad es esa: Dios es.
Sin embargo, no pudiendo el hombre acceder a la naturaleza divina, conocer lo que Dios es, quoad
nos es inevidente la afirmación de la existencia de Dios. A ella se llega a partir de sus efectos. «La
proposición ‘Dios es’, en sí misma, es evidente, porque en ella el predicado se identifica con el
18
sujeto, ya que, como más adelante veremos, Dios es su mismo ser. Pero con respecto a nosotros,
que desconocemos la naturaleza divina, no es evidente, sino que necesita ser demostrada por
medio de cosas para nosotros más conocidas, aunque por su naturaleza sean menos evidentes, a
saber, por sus efectos». Únicamente en la visión beatífica se podrá conocer con evidencia lo que
Dios en sí mismo es: únicamente entonces el hombre podrá llegar a saber con evidencia inmediata
que Dios es. En la condición actual del hombre, el camino para resolver el problema de la
existencia de Dios estriba en proceder por vía de demostración. El conocimiento natural de Dios es
el término de un proceso discursivo. Además de que como yo he mencionado en mi discurso de
apertura, la teología natural contempla la revelación en la naturaleza y también contempla el
asunto de la revelación de Dios en la religión. La primera sección únicamente trata de las
evidencias que tenemos de la existencia de Dios y que podemos inferir de un análisis
observacional del cosmos. Porque Dios no sólo se revela en la religión Cristiana, sino en la
naturaleza como entidad necesaria paso explicar en funcionamiento del universo. Aún no he visto
como nuestra metodología cuestiona el ser de Dios.
El argumento trascendental parte de la premisa de que Dios es necesario para explicar la lógica, se
asume que lo es, más no se llega a una conclusión mediante una inferencia a posteriori. Esa es la
particularidad de los argumentos presuposicionalistas: Dios se asume en la premisa. Pero hay que
plantear un sistema epistemológico confiable para inferir la existencia de Dios mediante
evidencias y que esto sea igualmente evidente para cualquier escéptico que use la razón. En el
presuposicionalismo Dios es necesario para validar la lógica, y de eso no se sigue que hay que
aceptar la existencia de Dios, a lo que podemos llegar es a la importancia de que la lógica sea
trascendentalmente necesaria.
Van Til y Bahnsen argumentan que el teísmo es previo a cualquier declaración de saber, pero lo
que el presuposicionalista ha confundido es la diferencia entre el orden de saber y el orden de ser:
o, si lo desea, la diferencia entre una cierta consideración metafísica y una cierta consideración
epistemológica. Tomemos como ejemplo la ilustración de un mapa de Atlanta. En el orden de
estar, tendría que estar la ciudad de Atlanta antes de que pudiera haber un mapa que muestre
cómo llegar a Atlanta. Así, en el orden del ser, Atlanta es el primero. Sin embargo, para encontrar
el camino a Atlanta, uno podría necesitar un mapa. Así, en el orden de saber, el mapa es el
primero. En el debate del debate, el artista ve que en el orden de Dios, Dios es el primero, ya que,
si Dios es el creador de todas las cosas además de Él mismo, entonces, si no hubiera un Dios, no
habría nada más. Ni siquiera un argumento para Dios. Pero en el orden de saber, podría darse el
caso de que uno necesitaría un "mapa" de Dios, es decir, un argumento teísta. Del mismo modo
que usar un mapa para encontrar Atlanta, no hace falta nada sobre la prioridad metafísica de
Atlanta al mapa, del mismo modo, usar un argumento teísta para encontrar a Dios no dice nada
sobre la prioridad metafísica de Dios para el argumento.
Mi parámetro epistemólogico es racional conforme a la lógica que es trascendental y confiable, no
necesito justificarla debido a que es un axioma evidente y caería en circularidad. Una cuestión
19
totalmente distinta es si nuestros razonamientos tienen sentido, si existe una lógica objetiva en el
mundo, siendo la respuesta positiva lo único que hay que decir es que Dios ha construido esa
objetividad en las cosas de modo que podamos razonar conforme a la verdad. Dios es la verdad
última. Todos los evidencialistas creemos eso, es incorrecto pensar que la realidad es algo que
puede entenderse como algo aislado de Dios, porque incluso los números que son necesarios son
contingentes. Pero el punto no es ese, el punto es que de acuerdo a nuestro conocimiento de la
realidad hay que construir un modelo epistemológico fidedigno para guiar nuestros razonamiento
a Dios, porque existen posturas no teístas que pretenden responder a las preguntas ontológicas
más importantes, ¿por qué hay algo en lugar de nada? ¿Es la materia lo único que existe? El
compromiso del evidencialista es contemplar las diferentes posturas filosóficas y demostrar que
sin Dios nada es posible, pero no con una presuposición. La metodología apologética del
evidencialista no declará un escepticismo, sólo parte de una observación empírica del cosmos para
llegar a una verdad trascendental. En cada enunciado empírico Dios no es evidente, pues Dios no
es una entidad tangible sujeta a la materia, no es posible que el conocimiento de la existencia de
Dios se alcance directamente con el método experimental científico, el conocimiento de la
existencia de Dios lo obtenemos comprendiendo la esencia de lo creado. Lo que en realidad ocurre
es que Dios no es evidente del mismo modo como un electrón no podía observarse en el génesis
de su descubrimiento pero el conocimiento de su existencia sólo era posible mediante los efectos
que producía en la materia, en realidad el electrón existía pero había que evidenciarlo de forma
indirecta. ¿Acaso hay necesidad de tomar una postura escéptica ante la presencia indirecta del
electrón? Los efectos de la materia eran evidentes y debían justificarse. En el Antiguo Testamento,
los profetas potenciales deben ser probados de acuerdo con sus propias predicciones (Deut.
18:21-22). Además, se dice que Dios desafió a otros dioses a predecir el futuro de la forma en que
podría hacerlo (Isaías 41:21-29; 44:7, 24-28; 46:10; 48:5, 14). Estos pasajes representan a un Dios
que se deja probar a sí mismo de tal manera que sus palabras podrían ser refutadas (es decir, si el
mensaje profetizado no se cumple), y que pasa las pruebas, de modo que Israel es llamado a ser su
testigo de esto. Poderosos hechos históricos de confirmación (Isaías 44:6-8; 52:6). Del mismo
modo, 1 Reyes 18:20-45 retrata a Elías desafiando a la gente a ver un milagro asombroso como la
vindicación de Dios de su profeta y mensaje. El Nuevo Testamento describe a Jesús citando sus
milagros como evidencia de que él es el Mesías prometido (Lucas 7:18-23), y tanto Pedro (Hechos
2:22-24) como Pablo (Hechos 16:30-31) proclaman la resurrección de Jesús. Como la validación de
sus enseñanzas. Estos pasajes afirman que tanto a los creyentes como a los incrédulos se les dice
que examinen la historia usando su razón y sus sentidos para determinar la verdad de Dios. Pero
no hay indicio en estos pasajes de que tales desafíos evidenciales disgusten a Dios. Por el
contrario, se dice que Dios hizo el desafío él mismo. Por lo que no hay problemas con las
evidencias, algo problemático seria pensar que la evidencia puede llevarnos hacia la inexistencia
de Dios, pero es al contrario. Es interesante que todo en cuanto existe Demuestra la obra del
creador, la realidad que ha creado refleja su existencia, hacer énfasis en ese aspecto tan relevante
no es tomar un punto de partida exaltando el saber sobre el ser, algo que confunde el
presuposicionalismo.
20
Incluso si uno concediera que el presuposicionalista tiene razón al afirmar que los humanos están
alejados de Dios en virtud de la rebelión de la humanidad contra Dios, no se sigue de esto que los
seres humanos están totalmente alejados de la realidad misma.
1. Seguramente incluso el calvinista o presuposicionalista más extremo admitiría que la gravedad
todavía afecta tanto al pecador como al santo.
2. Es desde este terreno común de la realidad que la tradición clásica ha construido su teología
natural.
3. Van Til parece pasar por alto el hecho de que el no creyente participa en la realidad y que su
referencia a la realidad misma podría servir como punto de partida para encontrar a Dios.
4. De hecho, algunos podrían argumentar que es la tradición clásica lo que más honra a Dios, ya
que se niega a reconocer que hay algún aspecto de la realidad que no apunta directamente a Dios
como su creador o que no lo hace de manera perspicua. Es decir, si empiezas desde la cosmología,
llegas a Dios, si empiezas desde la biología, llegas a Dios, si empiezas desde las matemáticas, llegas
a Dios.
El presuposicionalismo tiene un argumento interesante a su favor, el argumento trascendental y
es como sigue: A por lo tanto B, donde B es una condición necesaria para A. Sea (A) la lógica, Y (B)
Dios. Por tanto, Dios es condición necesaria para la lógica. Mi pregunta es, ¿por qué un
evidencialista no podría usar ese argumento? Todos los teístas entendemos que Dios es necesario
para justificar la existencia de todo aquello que entendemos y percibimos en el universo, nuestro
conocimiento de la realidad es contingente a Dios ontológicamente, pero el problema reside en
cómo podemos demostrar esta verdad en un contexto en el cual Dios no puede conocerse
empíricamente. Sin duda alguna, el creyente tanto como el no creyente tienen las gafas
empañadas, lo que no les permite ver la realidad tal cual es, entonces hay que preguntarse cómo
podemos llegar a una visión más clara, de ahí nuestra epistemología podría servir como una forma
de limpiar un poco el lente de nuestras gafas. Pienso que hay un error cuando el
presuposicionalismo toma una premisa que el evidencialismo podría contemplar en sus
argumentos, Si A entonces B, Si la lógica existe entonces Dios existe. Este es un principio
trascendental: la lógica existe. Es necesario partir de ese hecho ineludible, del mismo modo como
lo es el principio evidencialista de ex nihilo nihil fit. Todo tiene una causa o una razón para su
existencia. De ahí podemos empezar razonando ¿es Dios condición necesaria para la lógica, cómo
podemos saberlo, cuál es el sustento de esto? El evidencialismo podría mostrar una serie de
premisas para llegar a esa conclusión, es cuando podemos pensar que Dios es una condición
necesaria para la lógica ya de una forma clara porque nuestras gafas se han clarificado. El
argumento de la aplicabilidad de las matemáticas que usa Craig es claramente un argumento
evidencialista, pero su P1 empieza diciendo que "Si Dios no existe la aplicabilidad de las
matemáticas sólo son una feliz coincidencia", del mismo modo como decir "Si Dios no existe la
lógica no es fiable". ¿Son las matemáticas sólo abstracciones mentales o tienen una realidad
21
independiente que provee una estructura para el mundo físico? El naturalismo es ineficaz para
explicar la complejidad matemática que impregna al mundo físico, de cualquier modo, si usas la
aritmética elemental te encontrarás con que ya existe una rica estructura matemática la cual es
inevitable. Así que, de cierta forma, asumir las matemáticas es enfatizar la existencia de Dios. Al
usar la aritmética, si la explicación a las matemáticas es Dios, entonces irremediablemente
presuponemos su existencia en un plano ontológico, pero esto no es licencia para hacer
declaraciones presuposicionales. De acuerdo, Dios es la realidad final de todas las cosas, la base de
toda existencia , pero de ahi no se infiere su existencia, dado que no es evidente para nosotros
quoad nos , pero si quoad se. Pero conviene realizar al respecto una importante distinción entre lo
que es de suyo evidente (per se notum quoad se) y lo que es además evidente para nosotros (per
se notum quoad nos). posee una significativa metafísica y hay que distinguir estos términos
Con respecto a nosotros (quoad nos) que no tenemos un conocimiento completo de su esencia, no
es evidente. La existencia de Dios, por lo tanto, necesita ser demostrada por medio de cosas más
evidentes para nosotros, por ejemplo mediante el análisis de los seres contingentes o el
movimiento metafísico de los seres.
¿Pero qué pasa con la evidencia positiva en la apologética presuposicional? Así lo explica Gary
Habermas. El método presuposicionalista de Bahnsen y la apologética positiva.
Una preocupación importante que surge claramente de la lectura de trabajos publicados de la
escuela de pensamiento presuposicional de Van Tillian es que rara vez intentan desarrollar
evidencias positivas para el teísmo cristiano. Un fenómeno simplemente sorprendente aquí es
que, si bien reconocen claramente la necesidad de hacerlo, rara vez lo intentan. Por ejemplo, Van
Til reconoce que él cree que es importante "participar en apologética histórica". Pero explica que
no lo hace porque sus colegas en su seminario "lo están haciendo mejor de lo que yo podría
hacerlo". Sin embargo, agrega algunas sugerencias sobre cómo se debe hacer ese esfuerzo.
Ahora, ¿qué está mal con tal respuesta? ¿No es la modestia un activo loable? Lo extraño del
asunto, sin embargo, es cuando los alumnos clave de Van Til, como Bahnsen y Frame, dicen
exactamente lo mismo. El resultado final es que los tres principales defensores de esta marca de
presuposicionalismo han elogiado las evidencias positivas, pero se han abstenido de producirlas
realmente. Las similitudes de las respuestas pueden ser sorprendentes. Por ejemplo, Bahnsen
reconoce la aprobación de evidencias históricas por parte de Van Til, y enumera algunas de las
advertencias de Van Til al hacerlo. [41] Asimismo, el propio Bahnsen respalda las evidencias
históricas. Pero que yo sepa, Bahnsen nunca desarrolla un caso por sí mismo, ni en su larga
respuesta a Montgomery, ni en ningún otro lugar. El marco es aún más sencillo. Reconoce que la
Biblia con frecuencia hace uso de evidencias históricas, sosteniendo que son cruciales para
22
argumentar un caso para el teísmo cristiano. Incluso afirma: "Me alegra saludar la tradición
evidencialista", y felicito a muchos autores, entre ellos Montgomery, Craig, J. P. Moreland y a mí
mismo por desarrollar varios tipos de argumentos probatorios. [43] Sin embargo, Frame admite
que los presuposicionalistas han fracasado al no producir evidencias para el cristianismo. Incluso
va tan lejos como para decir: "Desafortunadamente, ha habido muy poco análisis real de la
evidencia en la escuela presuposicionalista de apologética Van Tillian". Luego agrega: "Espero que
esta brecha en la literatura apologética reformada pronto se llene, aunque no puedo llenarla, al
menos no aquí y ahora". [44] En otra parte, habla de manera similar, reconociendo esta tendencia
como una debilidad en el presuposicionalismo, pero nuevamente observa que él no es quien debe
hacer nada al respecto. [45] Y mientras discute la evidencia histórica de la resurrección de Jesús,
Frame comienza diciendo: "No agregaré mucho a la voluminosa literatura que muestra la
credibilidad del testimonio bíblico de este gran evento".
En conclusión. 1) El evidencialismo no está Alejado de Dios, por cuanto considera que Dios es la
fuente de toda verdad. No es algo propio del presuposicionalismo. 2) El estándar para validar la
lógica en nuestras evidencias es la realidad misma que contiene un carácter lógico fundado en la
existencia de Dios, de modo que una evidencia o presentación de pruebas, sólo se posicionan en el
orden de saber respecto al ser de Dios. Conviene recordar que no es lo mismo quoad se y quoad
nos, y esto supone una diferenciación metafísica importante para entender nuestros argumentos
evidencialistas respecto al teísmo y al cristianismo.
Fin de la primera refutación.
Notas al pie 3
3 Page 7 2106 Richard G. Howe, Ph.D
Page 6 2006 Richard G. Howe, Ph.D Teología Natural, (sexta edición) Ángel Luís Suárez. Gary Habermas, "Greg Bahnsen, John Warwick Montgomery y Evidential Apologetics SANTO TOMÁS, S.Th., I, q. 2, a. 1. Aplicabilidad de las matemáticas, WLC. youtube
23
PRIMERA REFUTACIÓN (24/07/2019)
Luis Reyes
Argumento por el Presuposicionalismo
En primer lugar quiero dejar claro que no pongo en duda el cristianismo de los evidencialistas, aquí
la cuestión es sobre el método empleado para defender la fe, los presuposicionalistas insistimos
en que el método evidencialista aparte de tener problemas filosóficos, no está fundamentado en
las Escrituras.
Al respecto de las diferencias entre las metodologías, Cornelius Van Til escribe: «La diferencia
básica entre los dos tipos de apologética se encuentra, creemos, en la suposición primaria que
cada parte hace. El tipo de apologética romanista-evangélica asume que el hombre puede primero
saber mucho sobre sí mismo y sobre el universo y después preguntarse si Dios existe y si el
cristianismo es verdadero. El apologista reformado asume que nada puede ser conocido por el
hombre sobre sí mismo o sobre el universo a menos que Dios exista y el cristianismo sea
verdadero.»[1][2]
Este punto puede notarse cuando nuestro interlocutor escribe «el hombre puede conocer a Dios
por las solas fuerzas de la razón natural.»[3] Por contraparte, los reformados creemos que el
hombre no puede conocer nada a menos que «Dios exista y el cristianismo sea verdadero» en
efecto Dios debe existir para que sea conocido, pero la razón por la que Dios es conocido no es
debido a la “sola fuerza de la razón natural» Las escrituras enseñan que «… lo que se conoce
acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente.»[4] No es la Razón, es
Dios mismo quien se revela a los hombres, sea para manifestar su ira[5], o para justicia[6]. El
conocimiento de Dios que posee el hombre es una obra de Dios mismo, y tal conocimiento es
suficiente para que todo hombre sea sin excusas [Apologia] delante de Dios. «Pues aunque
conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias.»[7]
Al respecto del pasaje de Romanos 1:18-21 el Reverendo R. J. Rushdoony Comenta «La Biblia no
toma el ateísmo como una posición seria. El salmo 14:1 nos dice: "El necio ha dicho en su corazón:
No hay Dios", y luego el salmista nos dice que esta opinión es producto de la caída del hombre y
de la suciedad o abominación de su imaginación. El Salmo 53 reafirma este hecho. El salmo 10:4
24
dice: "El impío, por la soberbia de su rostro, no buscará a Dios: Dios no está en todos sus
pensamientos."
Romanos 1:18-21 nos dice que el conocimiento de Dios es un conocimiento ineludible. Cada
átomo del ser humano es testigo y es revelador del Creador. Los hombres sostienen o suprimen la
verdad con la injusticia. Lo que los hombres conocerán plena y naturalmente en el estado de gloria
es suprimido en el estado de pecado. El contenido de este conocimiento es completo: Las
cualidades invisibles de Dios, Su poder eterno y omnipotente y Su deidad se revelan en toda la
creación y en la mente y el ser del hombre. Los hombres se niegan a reconocer este conocimiento
ineludible, y por lo tanto el "incrédulo" es llamado un necio. Su ateísmo es una pretensión
intelectual para encubrir su pecado, su infidelidad a Dios y su pacto de gracia y ley.»[8]
Es debido a esa necedad que suprime la verdad con injusticia, en tales condiciones la evidencia es
irrelevante, pues el incrédulo cambia la verdad por la mentira. La posición sostenida aquí para la
labor apologética es que el cristiano puede desafiar el enfoque no cristiano de la interpretación de
la experiencia humana «sólo si muestra al no cristiano que, incluso en su virtual negación de Dios,
sigue presuponiendo realmente a Dios.»[9]
Gary Demar plantea el problema del siguiente modo: «El acercamiento evidencialista asume que
los hechos son neutrales, que ellos “hablan por sí mismos” y que aquellos que evalúan los hechos
no tienen prejuicios ni operan en la cosmovisión de supuestos en su interpretación de los hechos.
Si un escéptico parte de la premisa de que los milagros no suceden, entonces toda la evidencia del
mundo no lo convencerá de lo contrario.»[10]
Recuerda la historia del psiquiatra que estaba tratando a un hombre que creía que estaba muerto.
Aconsejar al pobre hombre sobre su neurosis parecía no llegar a ninguna parte. Finalmente, un día
el psiquiatra decidió utilizar una prueba empírica para convencer al paciente de su error. Preguntó
al hombre si los hombres muertos sangran, a lo que el hombre dijo que no. En ese momento el
psiquiatra le pinchó el dedo con un alfiler y le dijo que mirara y viera: estaba sangrando, así que no
podía estar muerto. A esto el paciente respondió que, entonces, debe haber estado equivocado:
¡los muertos sangran después de todo! El psiquiatra en esta broma pensó erróneamente que el
dedo sangrante sería una prueba contraria que falsaría una creencia particular del paciente (a
saber, que estaba muerto), cuando en realidad era igualmente posible que falsara una creencia
relacionada (a saber, que los hombres muertos no sangran)
En el discurso de apertura señalaba que la apologética presuposicional era una apologética de dos
pasos, el primer paso implicaba una crítica interna de los sistemas o cosmovisiones no cristianas,
Esto es porque el incrédulo tiene creencias que deben ser refutadas antes de que la evidencia
pueda ser presentada en el marco de la cosmovisión cristiana, Consideremos lo siguiente escrito
por el evolucionista Richard Lewontin: «Nosotros nos ponemos del lado de la ciencia a pesar de
que es patente lo absurdo de algunas de sus construcciones, a pesar de su fracaso para cumplir
muchas de sus promesas extravagantes de salud y vida, a pesar de la tolerancia de la comunidad
25
científica a sus historias fabricadas y sin fundamento, debido a que tenemos un compromiso
previo, un compromiso con el materialismo. No es que los métodos y las instituciones de la ciencia
de alguna manera nos obliguen a aceptar una explicación material de un mundo fenomenal, sino
que por el contrario, nosotros nos vemos forzados por nuestra adhesión previa a las causas
materiales, a crear un equipo de investigación y establecer conceptos que producen explicaciones
materiales, sin importar que tan en contra de la intuición, sin importar que tan místico sea para los
no iniciados. Es más, el materialismo es absoluto, porque nosotros no podemos permitir que haya
un Pie Divino en la puerta.»[11]
Las creencias que las personas tienen siempre están conectadas con otras creencias por medio de
relaciones que pertenecen al significado lingüístico, al orden lógico, a la dependencia de la
evidencia, a la explicación causal, a las concepciones indizadas y autoconceptuales, etc. Afirmar
"Veo una mariquita en la rosa" es afirmar y asumir una serie de cosas simultáneamente—algunas
bastante obvias (por ejemplo, sobre el uso de palabras en inglés, la identidad personal, un evento
perceptivo, categorías de bichos y flores, relaciones físicas), otras más sutiles (por ejemplo...),
sobre la competencia lingüística, entomológica y botánica de uno, la normalidad de los ojos y el
tronco cerebral, las teorías de la refracción de la luz, la gramática y la semántica compartida, la
realidad del mundo exterior, las leyes de la lógica, etc.).[12]
La red de todas estas creencias juntas se encuentra con el tribunal de cualquier experiencia
empírica. [8] Cuando se detecta un conflicto entre esta red de creencias y la experiencia empírica,
todo lo que sabemos es que será necesario hacer algún tipo de ajuste en las propias creencias para
restaurar el orden o la coherencia. Pero no hay manera de determinar de antemano qué cambio
específico elegirá una persona para eliminar el conflicto dentro de su pensamiento.[13]
Si Sam dice que vio una mariquita sobre la rosa, pero todos sus amigos dicen que no vieron
ninguna mariquita, ¿a cuál de sus creencias se rendirá? Hay un sinfín de posibilidades. Tal vez sus
amigos no saben la diferencia entre pulgones y mariquitas. Tal vez había una mancha en sus gafas.
Tal vez la iluminación no era la correcta. Tal vez no entienda el uso de la palabra inglesa "rose". Tal
vez sus amigos estén drogados. Tal vez estaban mirando una rosa diferente. Tal vez la mariquita
voló rápidamente. Tal vez está soñando. Tal vez nuestros sentidos nos engañan. Tal vez sólo los
"puros de corazón" pueden ver mariquitas gentiles, y sus amigos son perversos…. Existen muchas
posibilidades para corregir suposiciones previas, que van desde lo que parece razonable hasta lo
que parece ser fanático o extremo. El punto es simplemente que es ambiguo o poco claro lo que la
contraevidencia de la afirmación de Sam resultará ser para falsar.[14]
El apologista está llamado a desafiar al incrédulo en su visión del mundo «¿Dónde está el sabio?
¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la
sabiduría del mundo?»[15] De lo contrario será incapaz de llamar al incrédulo al arrepentimiento.
El incrédulo debe abandonar completamente su visión del mundo antes de que pueda
comprender adecuadamente la evidencia.
26
Las pruebas directas o tradicionales para la existencia de Dios no retan la visión del mundo, que
según las escrituras es necedad, incluso, nuestro interlocutor admite que «no demuestra al
cristianismo como tal» todos estos argumento solo nos pueden llevar hacía un teísmo genérico,
pero como ya decía Justino Mártir, los cristianos «si de esos supuestos dioses se trata, confesamos
ser ateos; pero no respecto del Dios verdaderísimo». Dicho eso, no tiene sentido argumentar a
favor de dios que no existe, el cristiano, para defender su fe, no necesita malgastar sus fuerzas
argumentando primero por una deidad genérica. En primer lugar, porque como ya vimos, el
conocimiento de Dios es ineludible, todos sobre el mundo de Dios saben que hay un Dios
verdadero que hizo toda la creación, en segundo lugar porque, incluso nuestros interlocutores
evidencialistas admiten que, las pruebas tradicionales solo llevan a un teísmo genérico. En tercer
lugar porque son incapaces de demostrar el Dios trino de las escrituras que es tanto
transcendente como inmanente, no porque tal Dios no pueda ser demostrado sino porque las
pruebas clásicas son incapaces de tal empresa.
El Dr. Bavinck da a estos argumentos teístas un tratamiento completamente diferente. Tomemos,
por ejemplo, el argumento de la causalidad. El evidencialista piensa que necesariamente debe
llevarnos de vuelta a la idea de una causa personal absoluta del mundo, porque no podemos
descansar en una regresión infinita. "La razón, si la honestidad y la consistencia no pueden en su
búsqueda de las causas, se detiene ante la voluntad racional. Sólo eso responde y satisface su idea
de las causas". A pesar de tal afirmación, el Dr. Bavinck sostiene que todo lo que podemos
establecer a partir de la idea de causa es que el mundo necesita una causa. "Quienquiera que en el
mundo decida sobre una causa, cualquiera que sea la causa ya ha hecho demasiado con el poder
lógico de estas pruebas." Un efecto finito puede conducir a una causa finita y podemos retroceder
ad infinitum en un vicioso infinito, pero ¿quién nos da el derecho de abarcar el abismo entre lo
finito y lo infinito, y luego al Dios personal y Trino de las Escrituras? Nuestra idea de la causalidad
no está satisfecha con menos, pero ¿no se debe esto quizás ya a nuestra conciencia teísta?
Ciertamente, no podemos descansar en un vicioso infinito; se presupone algún absoluto y sólo en
su presuposición puede la prueba cosmológica conducirnos a una causa absoluta. Pero si esta
causa es trascendente e inmanente, personal e impersonal, consciente o inconsciente, no puede
ser determinada por el argumento.[16]
Argumentar directamente tampoco es sano, como ha argumentado el Dr. Bahnsen, "hay una
miríada de problemas metodológicos que afligen un argumento evidencial para la resurrección
que es fundacional más que confirmatorio de una presuposición. Observamos inmediatamente
que un argumento inductivo (histórico) descansa para su validez sobre la premisa de la
uniformidad (pasada y presente) en la naturaleza; esto hace posible la consideración de una
analogía de las circunstancias. Sin embargo, el punto que el evidencialista está tratando de probar
es el del milagro, es decir, el de la discontinuidad. Así que está involucrado en el uso de un
principio de continuidad para establecer la verdad de la discontinuidad! Cuando el evidencialista
27
busca exhibir que la resurrección muy probablemente ocurrió como una señal única de que la
verdad está en juego, está dividido en contra de sí mismo. Además, puesto que la argumentación
inductiva depende de la premisa de la uniformidad, y puesto que esta premisa sólo puede ser
establecida por un cristiano que presupone la verdad de las Escrituras (ya que el escepticismo de
Hume todavía no ha sido contrarrestado en nada más que por motivos de presuposición), el
argumento del "evidencialista" es realmente presuposicional en la base de todos modos. El no
cristiano no tiene derecho a esperar regularidad en la naturaleza y el honesto escéptico lo sabe;
así que un argumento inductivo para la resurrección histórica sólo podría haber sido una fuerza
probatoria para alguien que ya concedió la verdad del cristianismo. Luego, observamos que la
probabilidad es estadísticamente predicada de una serie en la cual un evento ocurre
regularmente; es decir, la probabilidad general puede ser probada para un evento recurrente,
pero la resurrección de Cristo es un evento de una sola vez. ¿Se puede predecir la probabilidad de
que ocurra algo en particular? Normalmente no. Una vez más, observamos que en los últimos
años el papel crucial de los paradigmas para la argumentación fáctica se ha hecho evidente (cf. T.
S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions). Los hechos son "hechos" para determinadas
teorías en las que funcionan; de ahí que el hecho de la resurrección de Cristo sólo pueda ser
concedido y comprendido dentro del paradigma o presuposición cristiana. Las reglas de la
evidencia y la argumentación no son las mismas para un cristiano y un no cristiano; tendrán
diferentes autoridades para las apelaciones finales, diferentes estándares de prueba, diferentes
conjuntos de consideraciones que se supone son crucialmente relevantes, etc. De ahí que no sea
posible un argumento paso a paso, a partir de la suposición de la fiabilidad histórica en los relatos
de la resurrección y su negación.
Otra breve indicación de la dificultad en el intento del evidencialista de establecer la resurrección
de Cristo, se encuentra en la lógica del argumento si se toma como intención probar la posibilidad
de la indeterminación y la rareza en el universo o la historia; tal argumento apuntaría a un mundo
dominado por el azar, mientras que las Escrituras claramente presentan a Dios como soberano,
controlando todo por la palabra de Su poder. Si la rareza y el azar se convierten en el meollo de la
apologética, entonces ha perdido la ortodoxia de su testimonio.
Finalmente, una vez que el evidencialista ha fallado en mantener que el cristianismo es la única
base adecuada para una interpretación significativa de los hechos históricos y no simplemente una
hipótesis de trabajo que es "tan plausible" como la siguiente con respecto a hechos aislados, y una
vez que ha bajado sus miras, apelando a la probabilidad de la verdad de las Escrituras, entonces ha
dejado la puerta abierta para que el escéptico escape a consideraciones de posibilidad. Si Cristo
sólo probablemente se levantó, entonces es posible que la evidencia presentada tenga una
interpretación completamente, diferente; incluso si ciertos hechos parecen apuntar a la probable
resurrección de Jesús, se admite que otras evidencias apuntan a la desconfirmación de los
registros del evangelio. Pero esta no es la posición cristiana, porque según ella no hay posibilidad
de que Cristo no se haya levantado; este es un hecho fundamental, incorregible, tal como se
revela en la palabra autoritaria de Dios."[17]
28
La única posición sostenible en consecuencia es en la Acción del Espíritu sobre el corazón del
hombre, por medio de la cual él es llevado a un contacto nuevo y vivo con la verdad. Así también
el Dr. Charles Hodge, aunque a menudo apelando a la conciencia común del hombre, al presentar
lo razonable de la fe en el cristianismo, sostiene que en último análisis la verdad de Dios es la base
de todo conocimiento. "Que nuestros sentidos no nos engañen, que la conciencia sea digna de
confianza en lo que enseña, que todo es lo que nos parece ser, que nuestra existencia no es un
sueño ilusorio, no tiene otro fundamento que la verdad de Dios. En este sentido, todo
conocimiento se basa en la fe, es decir, en la creencia de que Dios es verdadero".
Basándose en los resultados obtenidos por estos hombres, el Dr. Valentine Hepp, ha elaborado su
trabajo sobre el Espíritu Santo. «El testimonio general es la operación inmediata y desenfrenada
del Espíritu Santo, en la cual Él da testimonio al hombre de la verdad en su interior y da a cada ser
humano una certeza impecable de nacer. O filosóficamente hablando: el testimonio general es la
última certeza de nuestro conocimiento.» "Somos dependientes para el conocimiento de nosotros
mismos y de Dios en el Espíritu Santo, no sólo en la esfera soteriológica sino también en la natural.
En conjunción con esto, el Dr. Hepp insinúa que el conocimiento de la verdad del contenido de las
Escrituras está basado en el testimonio especial del Espíritu y que este testimonio especial
funciona sobre la base establecida por el testimonio general. Esta es la consecuencia lógica de la
visión de la teología reformada de que la creación no es abrogada por la regeneración o la
recreación, sino que se subsume bajo ella.
Fin de la primera refutación.
Notas al Pie 4
4 1Van Til, Cornelius. Defendiendo la fe
2 Por «El tipo de apologética romanista-evangélica» Van Til habla de la apologética practicada por Thomas de Aquino, y el obispo arminiano Joseph Bluter, Es lo que aquí llamamos evidencialismo. Van Til describe «El hará terreno común con el incrédulo como en la ciencia o en la filosofía ellos investigan juntos la naturaleza de la Realidad como un todo.» 3 La razón sin ninguna otra ayuda o luz que le venga de fuera. 4 Romanos 1:19 5 Romanos 1:18 6 Romanos 1:17 7 Romanos 1:21 8 Rushdoony, R. (1997). Romans & Galatians. Vallecito, Calif.: Ross House Books. 9 Van Til, C. (1969). A Christian theory of knowledge. [Philadelphia]: Presbyterian and Reformed Pub. Co. 10 DeMar, G. (2007). Pushing the antithesis. Powder Springs, Ga.: American Vision. 11 Richard Lewontin, “Billiones y billiones de demonios,” The New York Review (Enero 9, 1997) 12 Bahnsen, G. (1996). Always ready. Nacogdoches, Tex.: Covenant Media Foundation. 13 Ibid 14 Ibid 15 I Corintios 1:20 16 Van Til, C. The Will in Its Theological Relations 17 Bahnsen, G. (1972). PA003. [online] Cmfnow.com. Available at: http://www.cmfnow.com/articles/pa003.htm [Accessed 25 Jul. 2019].
29
SEGUNDA REFUTACIÓN (25/07/2019)
Jader José
Argumento por el Evidencialismo
Respecto a la diferencia entre métodos apologéticos, según nos dice Van Til: «El tipo de
apologética romanista-evangélica asume que el hombre puede primero saber mucho sobre sí
mismo y sobre el universo y después preguntarse si Dios existe y si el cristianismo es verdadero. El
apologista reformado asume que nada puede ser conocido por el hombre sobre sí mismo o sobre
el universo a menos que Dios exista y el cristianismo sea verdadero.»
Este es un error básico del presuposicionalismo, pensar que Dios queda en último escalón para
explicar las cosas del universo, no en vano se le ha criticado por confundir dos aspectos
importantes, como mencioné en mis intervenciones anteriores: el orden del ser y del saber. En
términos sencillos: No es lo mismo saber que Dios existe y proporcionar pruebas que así lo
conforman en un envase de deducción, que tener una justificación ontológica para sostener todo
el conjunto de nuestros razonamientos o evidencias. Esta distinción es entonces un modo de
enfatizar lo que Santo Tomás de Aquino nos explica sobre la evidencia quoad se y evidencia quoad
nos. Lo que afirma el presuposicionalismo es que según nuestra apologética el hombre puede
conocer el mundo, a sí mismo e incluso a Dios, sin la ayuda de Dios. Pero no es tan cierto este
concepto de evidencialismo, por ejemplo, en la teología tomista solo Dios, por naturaleza, es.
Todo lo demás depende de Dios no solo por su existencia sino también por su naturaleza. De la
filosofía tomista se desprende que ningún ser humano puede saber nada a menos que Dios 1) le
dé existencia. 2) lo hace ser lo que es, y 3) asegura que actúa de acuerdo con su naturaleza. Si el
método apologético del presuposicionalismo declará que el sendero bíblico es el de ellos porque
se asume que nada puede ser conocido por el hombre sobre sí mismo o sobre el universo a menos
que Dios exista y el cristianismo sea verdadero, entonces debo reconocerles su participación como
apoyo a mis premisa de que el evidencialismo también va por el sendero Bíblico.
Ahora, cuando el evidencialismo declará que Dios se puede conocer por la sola razón natural, hace
énfasis en la revelación general del creador, esto es, la existencia evidente de Dios porque por
medio de lo que él ha hecho, como recala Romanos 1:19. «Porque las cosas invisibles de él, su
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa». Esto en conjugación
con el hecho de que para saber de la existencia de Dios con certeza, es necesaria la intervención
del Espíritu Santo, el evidencialismo lo único que puede hacer es proporcionar una gama de
pruebas para inferir su existencia mediante las cosas que Dios ha hecho. Así que mientras
30
afirmamos que lo natural revela el poder de Dios, también creemos que el Espíritu Santo actúa
para tener un conocimiento completo.
Podemos obtener conocimiento de diversos modos, en primer lugar, por las solas fuerzas de la
razón: a) de modo precientífico o espontáneo, y b) de modo científico o filosófico. Por medio de
una deducción espontánea, todos los hombres pueden llegar al conocimiento de Dios. Este primer
grado de conocimiento, imperfecto, es suficiente en su orden: la humanidad, a lo largo de los
siglos, siempre ha tenido una cierta noción de Dios. El segundo modo natural de conocer a Dios es
el constituido por las elaboraciones científico-filosóficas, que no todos los hombres llegan a
realizar. Se trata de un conocimiento, ciertamente válido, que llega a conocer a Dios como causa
primera de los entes y lo que eso lleva consigo, es decir, una serie de perfecciones y atributos. Es
claro que no se trata de un conocimiento exhaustivo, pues no se llega a conocer lo que es Dios en
sí mismo. A partir de las criaturas, efectos suyos, accedemos a Dios, llegamos a conocer que Dios
es y un poco de lo que es. Ciertamente, con este conocimiento se conoce del Absoluto más lo que
no es que lo que es, pues Dios excede infinitamente a los efectos de los que partimos para
conocerle. En segundo lugar, el hombre puede conocer a Dios de modo sobrenatural, es decir, de
un modo que excede las fuerzas de la razón humana. El modo sobrenatural de conocer a Dios es
de dos tipos: a) por la fe (lumen fidei), y b) por visión (lumen gloriae). La fe proporciona un
conocimiento de Dios mucho más alto que el que aporta la razón natural, ya que le conocemos no
por sus efectos, sino por la manifestación que ha hecho de sí mismo por medio de la Revelación. Y
conocer a Dios por visión es conocerlo cara a cara, por experiencia: tal como es en sí mismo (visión
beatífica o experiencia mística).
Es verdad que "debido a esa necedad del no creyente que suprime la verdad con injusticia, en
tales condiciones la evidencia es irrelevante, pues el incrédulo cambia la verdad por la mentira.".
Pero no es menos cierto que si el hombre prefiere suprimir la verdad y cambiarla por la mentira,
sin importar el método apologético que uses siempre se moverá en tales condiciones. No he visto
cómo el hecho de presuponer puede cambiar de mejor forma el pensamiento imperfecto del ser
humano, pues, usando tus mismas palabras: el incrédulo cambia la verdad por la mentira, y si es
verdad que el cristianismo y el teísmo son necesarios para justificar los razonamientos nada nos
motiva a pensar que no cambiaran esa verdad. Otro error evidente que salta a la vista es que el
presuposicionalismo asume que las evidencias por sí mismas pueden completar la conversión del
incrédulo, pero debemos tomar en cuenta que el evidencialismo sólo se encarga de remover los
obstáculos intelectuales que tiene el incrédulo para no creer, algo tan sencillo como eso puede
hacer una diferencia significativa a la hora de interpretar la realidad, pues no cabe duda que el
hombre también es un ser racional.
Si un escéptico parte de la premisa de que los milagros no ocurren, es porque ciertamente existe
un conocimiento sobre el mundo que sólo contempla los hechos naturales que ocurren con mayor
probabilidad. En nuestra experiencia diaria no vemos milagros a cada rato, sólo vemos hechos
31
naturales que corresponden con el curso normal de naturaleza. El evidencialismo proporciona una
serie de evidencias racionalmente convincentes para mostrar un aspecto que no es común en lo
natural, pero también el presuposicionalismo colleva ese propósito, así que ambas metodologías
apologéticas tienen ese punto en contra. El mismo razonamiento puede ser usado para
desacreditar al presuposicionalismo, pues la existencia de Dios no es un evidente para nosotros,
qouad nos, de modo que los hechos siempre "hablan por sí mismos" e independientemente del
método apologético que usemos el incrédulo parte de la premisa de que los milagros no ocurren.
Sorpresa se lleva el presuposicionalista cuando el escéptico se declará con una postura
nominalista, Dios como primera causa del ente finito, no aparece la evidencia directa e inmediata,
lo cual lleva consigo la necesidad de la demostración. El problema de la inevidencia del Absoluto
equivale al problema de la necesidad de su demostración. Atacar los presupuestos no sirve de
nada cuando naturalmente el ser humano no percibe a Dios de forma inmediata. Siempre se
sumarán pensamientos contrarios, y siendo así, no importa cuánto ataques sus presupuestos o
bases de razonamiento. La existencia de Dios jamás podrá percibirse lo cual deja un espacio para
que el incrédulo siga interpretando la realidad como algo no contingente a Dios. Así que, como he
sostenido desde un inicio, el evidencialismo es una buena forma de atacar a una postura
escéptica, dado que todos en general tenemos una percepción inmediata de lo natural, entonces
se hace inevitable llegar a la existencia de Dios si lo que podemos percibir en nuestra experiencia
inmediata refleja la obra del creador. No ocurre lo mismo cuando apelamos al
presuposicionalismo.
La apologética presuposicional se enfoca en refutar las cosmovisiones o los presupuestos no
cristianos, sin embargo, vuelve a fallar en demostrar que es un método apologético válido
comparativamente con el evidencialismo, si una persona toma como absoluto el materialismo, la
cosmovisión no cristiana o teísta, no significa que el evidencialismo tenga problemas, ni en lo más
mínimo, esto solamente señalaría que algunas personas son tan dogmáticas que no pretenden
considerar ningúna postura diferente a la que tienen. Salta a la vista que si alguien tiene un
compromiso absoluto con el materialismo, no importa cuán fuerte sea la postura teísta con
respecto al enfoque correcto de la realidad. Me temo que esto no proporciona ninguna prueba,
para considerar que el evidencialismo falla. Al contrario, creo que tiene una probabilidad mayor de
funcionar, a diferencia del presuposicionalismo, pues atacar una cosmovisión demostrando su
ineficacia no es dar una prueba positiva de que su opuesto es verdadero, por mucho sólo
podríamos llegar a un argumento ad ignorantiam. Pero si das pruebas positivas como en el
evidencialismo entonces existe una posibilidad de que las pruebas naturales exhiban la existencia
de Dios. Si tú me presentas el caso de un materialista dogmático como Richard Lewonton yo
podría presentar el caso de Antony Flew. Flew fue el máximo referente del ateísmo filosófico
anglosajón en la segunda mitad del siglo xx; su «cambio de bando» del ateísmo al deísmo en 2004
fue glosado así por un comentarista: «Es como si el papa anunciara que ahora piensa que Dios es
un mito.» Pero Flew no abandonó el ateísmo por ninguna iluminación mística, sino siguiendo
argumentos estrictamente racionales e interpretando los descubrimientos de la ciencia de
VANGUARDIA. Un caso particular en donde las evidencias científicas nos llevan a la existencia de
Dios.
32
RESPECTO A BAHNSEN Y EL PRESUPOSICIONALISMO.
Su enfoque circular no está respaldado en ninguna parte por la Escritura cristiana. Los pasajes de
las Escrituras que abogan por probar las afirmaciones de la revelación divina (p. Ej., Deut. 18:21-
22) y que cuestionan el desafío a otros dioses (Isaías 41:21-29, etc.) no afirman que las Escrituras
deben determinar qué puntos de vista del razonamiento, las evidencias y la epistemología deben
ser adoptadas para probar las Escrituras. Por el contrario, estos pasajes de las Escrituras
presuponen que las inferencias lógicas de las experiencias son formas en que las personas pueden
saber si se han cumplido las profecías y si se han producido milagros. Estos pasajes también
presuponen que las inferencias lógicas de profecías cumplidas, milagros, etc. son formas en que
los paganos pueden llegar a saber quién es el verdadero Dios, sin tener que presuponer que
cualquier escritura debe controlar la forma en que una persona elige, evalúa , y formula estas
evidencias. Es interesante observar que, si bien los presuposicionistas se enorgullecen de defender
las Escrituras, su enfoque no se encuentra en las Escrituras. Ningún siervo de Dios es representado
en la Escritura como si hubiera presentado un argumento circular o haya recurrido a un
argumento circular cuando es desafiado por una objeción de los paganos, como lo haría Frame.
Por el contrario, el método presuposicionista es diferente del utilizado por estos servidores.
Además de los ejemplos que Habermas cita, se pueden dar otros ejemplos: Al dirigirse a los
escépticos en Corinto que dudaron de la resurrección (1 Cor. 15:12), Pablo recurrió a las
experiencias sensoriales de los testigos oculares para probar su punto: pidió a los corintios para
echar un vistazo a los que habían visto a Jesús. La declaración de que Jesús se apareció a más de
quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales permanecen hasta ahora (1 Cor. 15: 6) está
claramente concebido como evidencia testimonial que puede ser verificada por su audiencia para
que también sepan que ocurrió la resurrección.
A los corintios les pareció increíble la resurrección (1 Corintios 15:12). Del mismo modo, Theissen y
Merz observan que las referencias a las apariencias en orden cronológico y la accesibilidad en el
presente de muchos testigos, solo algunos de los cuales han muerto, apoyan la comprensión de 1
Cor. 15:3-11 como un intento de probar la resurrección de Cristo. Pablo no defendió su opinión de
la evidencia de una manera circular. En otro pasaje, Lucas describe a Pablo cuestionando la
razonabilidad de la presuposición de los escépticos al preguntar ¿Por qué alguno de ustedes
consideraría increíble que Dios resucite a los muertos? "(Hechos 26:8, NVI). Siguiendo el ejemplo
bíblico de Pablo (a lo que Frame se comprometería) implicaría que, cuando se enfrentan a
escépticos que rechazan todas las afirmaciones sobrenaturales desde el inicio (como Bultmann y
Hume), el cristiano no debe discutir su opinión de una manera circular. Debe mostrar la
irracionalidad de su rechazo sin circularidad. Otros ejemplos de argumentos no circulares basados
en experiencias sensoriales se pueden ver en los escritos de Lucas, quien enfatiza que el Jesús
resucitado fue visto, escuchado, tocado y comió peces (p. ej., Hechos 1:3; Lucas 24: 39-43). De
33
manera similar, el autor de las Epístolas de Juan enfatiza que el Verbo Encarnado era "lo que
hemos escuchado, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos visto y tocado con nuestras
manos, concerniente a la Palabra de Vida y la vida se manifestó, y hemos visto, y testificado y
proclamado a ustedes la vida eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó (1 Juan 1:1-2). Es
cierto que Pablo, Lucas y Juan afirman que la resurrección de Jesús cumplió las profecías del
Antiguo Testamento (este 6 Richard Bauckham, Jesus and the Eyewimesses, Grand Rapids:
Eerdmans, 2006), Gerd Theissen y Annette Merz, The Historical Jesus: A Comprehensive Guide
(Minneapolis: Fortress Press, 1998). La autoría de Lucas-Hechos y las Epístolas de Juan ha sido
cuestionada, así como defendida en la erudición histórica crítica; en este artículo simplemente
asumiré que Lucas es el autor de Lucas - Hechos y Juan es el autor de 1 Juan, ya que esta es la
posición conservadora que sostendría el propio Frame.
Es lo que la frase según las Escrituras en 1 Cor. 15:4 significa) Sin embargo, la pregunta "¿cómo
sabían que era Jesús de Nazaret?" y no a otra persona que cumplió las profecías es contestada por
ellos sobre la base de lo que se afirmó que eran las experiencias de los cibersensores (apareció) a
mc (1 Corintios 15:8, lo tocó, lo vi comer pescado, etc.), en lugar de discutirlo circularmente. Al
concluir que la resurrección ocurrió requiere una interpretación que está condicionada por las
particularidades del propio horizonte de percepción. Los autores del Nuevo Testamento se
encargaron de representar los detalles que servirían para excluir interpretaciones alternativas de
una manera no circular (por ejemplo, el toque de Jesús). Manos y pies que excluyen una
interpretación no física en Lucas 24:36-39). Seguir su ejemplo significaría que los cristianos
deberían hacer lo mismo. Además, si bien la creencia en la inspiración divina del Antiguo
Testamento también formó parte de la comprensión previa de los autores del Nuevo Testamento,
esto no implica que razonaran como los presuposicionalistas. Por el contrario, debe notarse que la
creencia judía en el Antiguo Testamento también se afirmó que se basaba en inferencias lógicas de
evidencias (como profecías cumplidas y milagros como se señaló anteriormente) en lugar de
argumentar circularmente. Por lo tanto, los autores del Nuevo Testamento probablemente
pensarían que la resurrección de Jesús también tendría que ser coherente con las profecías del
Antiguo Testamento y con el modo de inferencia.
"Es teóricamente posible que pueda haber una cantidad de datos extrabíblicos (por ejemplo,
sobre evidencias de profecía cumplida) que sirvan como evidencias que apunten a las palabras de
las Escrituras como de inspiración divina, mientras que no hay evidencia para pensar que los datos
en sí son divinamente inspirado. En ese caso, no se requiere que los cristianos crean que estos
datos tienen autoridad divina. Frame piensa que el énfasis de Pablo en 1 Corintios 15:1-11 es que
uno debe creer en la Resurrección porque es parte de la predicación apostólica (es decir, la
palabra de Dios; marco destaca los versos 1-2). Él piensa que, aunque los testigos oculares son
importantes, la prueba definitiva es la Palabra de Dios. En respuesta, es cierto que Pablo enfatiza
que lo que predicó fue la palabra apostólica de Dios, pero el tema fundamental aquí es cómo los
escépticos en Corinto podrían saber que el mensaje de Pablo era ciertamente de Dios y, por lo
tanto, creer en la resurrección. Pablo afirma que podrían saberlo porque Jesús resucitó y se reveló
34
a los testigos, incluidos "más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales
permanecen hasta ahora" (1 Co. 15:6). En resumen, los pasajes de las Escrituras que se citan más
arriba respaldan un método de argumentación que utiliza las experiencias y la razón como puntos
de partida, y no el método circular del marco. Ahora, el cristiano que razona desde las
experiencias y la razón hasta la conclusión de que la Escritura es divinamente revelada, también
debe buscar para asegurar que sus puntos de vista sobre la argumentación estén en línea con lo
que las Escrituras afirman por coherencia y obediencia a Dios. Pero esto es diferente de decir que
la justificación de sus puntos de vista sobre la argumentación requiere el supuesto de que las
Escrituras deben establecer las reglas para la argumentación."
Fin de la segunda refutación.
Notas al Pie 5
5 [1]TEOLOGIA NATURAL, ÁNGEL LUÍS SUÁREZ.
[2]Antony Flew Dios existe. [3]Journal of Theological Studies 60 (2009): 570-584. [4] Reply to respondents to my paper “A Response to John Frame’s Presuppositional approach to faith and reason” Andrew Loke
35
SEGUNDA REFUTACIÓN (25/07/2019)
Luis Reyes
Argumento por el Presuposicionalismo
La estructura de esta segunda refutación es como sigue: primero agregaré unos comentarios al
respecto de la primera refutación de nuestro interlocutor. Pues en general esos puntos fueron
respondidos en detalle en nuestra primera refutación; y en segundo lugar, una respuesta a las
consideraciones epistemológicas.
A lo largo de la primera refutación de nuestro interlocutor hay una serie de argumentos y
afirmaciones que solo comentaré brevemente porque ya han sido respondidas en nuestra primera
refutación. Por ejemplo, escribe que la metodología evidencialista «nunca descarta a Dios, ese es
un invento bastante audaz para acusar a la apologética evidencialista de anti-Bíblica» No obstante,
la acusación que presentamos es que el dios de los argumentos tradicionales no concluyen en el
Dios bíblico, porque el Dios bíblico no solo es la conclusión de un argumento, el Dios bíblico
también debe ser presentado como aquel que hace posible la argumentación. Todos los
argumentos tradicionales fracasan en tal empresa, más aun, el único argumento que cumple con
tal propósito es el Transcendental.
También vale la pena mencionar que a pesar de su intento de mostrar que su metodología «no
descarta a Dios» insisten simultáneamente en que «Dios puede ser conocido por la sola razón
natural» esto es, una razón autónoma, sin una ayuda externa. Sin embargo, la razón autónoma es
una que no toma en cuenta a Dios, pero el asunto es aún peor, como he mostrado en mi primera
refutación, el hombre en su razón natural suprime con injusticia la verdad.
Un segundo comentario está relacionado con la evidencia en sí misma. Citando a Gary Habermas
nuestro interlocutor dice «los tres principales defensores de esta marca de presuposicionalismo
han elogiado las evidencias positivas» y más adelante añade «pero se han abstenido de
producirlas realmente». Esto se debe a lo que ya he explicado desde el discurso de apertura, la
apologética presuposicional es una apologética de dos pasos. Su primer paso es uno negativo
sobre las presuposiciones del incrédulo. Estas presuposiciones deben ser demolidas. Las
presuposiciones del incrédulo son tal que suprimen con injusticia la verdad. La metafísica, la
36
epistemología y la ética deben ser reemplazadas por un marco adecuado [Cristiano] para que el
incrédulo pueda comprender adecuadamente la evidencia.
Un tercer cometario cabe agregar, no es tan evidente, pero está presente. Es la idea de que Van Til
negó que el incrédulo conozca algo, «La respuesta es que no queremos decir nada tan absurdo
como eso».[1] Lo cierto es que Van Til admitió que el incrédulo tiene conocimiento. El incrédulo
sabe que Dios existe, el incrédulo sabe que 2+2=4, «Todo hombre tiene la capacidad de razonar
lógicamente. Puede entender intelectualmente lo que la posición cristiana afirma ser. A esto se
une el sentido moral de que sabe que está haciendo mal cuando interpreta la experiencia humana
sin hacer referencia a su creador».[2] Si bien el incrédulo suprime con injusticia la verdad,
oponiéndose así a todo conocimiento «los no-cristianos nunca son capaces y por lo tanto nunca
emplean su propio método consistentemente».[3] Así, el no cristiano «contribuye positivamente a
la ciencia a pesar de sus principios»[4] porque es inconsistente.
Consideraciones epistemológicas.
Una acusación en auge es que los presuposicionalistas confundimos metafísica con epistemología.
En palabras de Richard Howe «el presuposicionalista ha confundido la diferencia entre el orden de
saber y el orden de ser: o, si lo desea, la diferencia entre una cierta consideración metafísica y una
cierta consideración epistemológica.»[5] Howe continua con una analogía:
a. Tomemos como ejemplo la ilustración de un mapa de Atlanta. En el orden del ser, tendría que
haber la ciudad de Atlanta antes de que pudiera haber un mapa que mostrara cómo llegar a
Atlanta. Así, en el orden del ser, Atlanta es lo primero.
b. Sin embargo, para encontrar el camino a Atlanta, uno podría necesitar un mapa. Así, en el orden
del conocimiento, el mapa es lo primero.
c. En el debate del argumento teísta, el teísta ciertamente ve que en el orden de ser Dios está
primero, ya que, si Dios es el creador de todas las cosas aparte de Él mismo, entonces, si no
hubiera un Dios, no habría nada más, ni siquiera un argumento para Dios.
37
d. Pero en el orden del conocimiento, podría darse el caso de que se necesitara un "mapa" hacia
Dios, es decir, un argumento teísta.
e. Así como usar un mapa para encontrar Atlanta no dice nada malo acerca de la prioridad
metafísica de Atlanta al mapa, del mismo modo, usar un argumento teísta para encontrar a Dios
no dice nada malo acerca de la prioridad metafísica de Dios al argumento.
f. El presuposicionalista se equivoca al pensar que si un argumento lleva a creer en la existencia de
Dios, este Dios no podría ser el Dios del cristianismo.
g. Se equivoca al pensar que esto haría que Dios estuviera subordinado al argumento.
h. El hecho de que el argumento para la existencia de Dios viene primero significa que sólo lo hace
en el orden del conocimiento.
i. No implica que de alguna manera el ser de Dios sea secundario. Los presuposicionalistas asumen
erróneamente que tener el argumento primero en el orden del conocimiento es negar
tácitamente que Dios es el primero en el orden del ser. No lo hace.
Hay varios problemas con la analogía de Howe. En primer lugar, solo un verdadero mapa de
Atlanta puede llevarnos a Atlanta. Quiero decir, solo un adecuado argumento puede llevarnos al
Dios Trino de las Escrituras. En la primera refutación se ha señalado que los argumentos
tradicionales solo nos llevan a un teísmo genérico, Dicho de otro modo, las pruebas tradicionales
de la existencia de Dios no son como los auténticos mapas para llagar la Ciudad de Atlanta. En este
sentido TAG y los presuposicionalistas están en camino correcto, mientras que los evidencialistas y
los argumentos tradicionales van a la ciudad equivocada.
En segundo lugar, en el intento de demostrar problemas con la epistemología de los
presuposicionalistas, Howe demuestra su propia bancarrota, el dice: «en el orden del
conocimiento, el mapa es lo primero» es decir, la epistemología es primero, no obstante, como
veremos mas adelante, nuestra capacidad de conocer depende de lo que es real, y por tanto la
metafísica como la epistemología deben tomarse simultáneamente. No obstante, Howe realmente
toma tanto la metafísica como la epistemología simultáneamente, porque si supongo que hay un
38
mapa [Epistemología] que me llevara a Atlanta, implica simultáneamente que hay tal cosa
[Metafísica] como la ciudad de Atlanta. Suposiciones sobre nuestra capacidad de conocer a Dios
[Epistemología] Implican simultáneamente suposiciones sobre si hay, o no hay un Dios
[Metafísica].
En tercer lugar, cuando te mueves en las calle y vives en la ciudad de Atlanta no necesitas un mapa
para llegar a Atlanta. Dado que el conocimiento de Dios es ineludible, tal como se demostró en la
primera refutación, no es necesario un argumento que te lleve a Dios, pues eso ya es objeto de
conocimiento, tal persona debe arrepentirse y no necesita un mapa. «Porque en él vivimos, y nos
movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje
suyo somos.»[6]
Hay algunos comentarios de Howe que ya han sido contestados, pero su afirmación de que «El
presuposicionalista se equivoca al pensar que si un argumento lleva a creer en la existencia de
Dios, este Dios no podría ser el Dios del cristianismo» es falsa, pues como se ha dicho, los
presuposicionalistas usamos TAG. Y como se ha mostrado, los mismo apologistas clásicos admiten
que los argumentos tradicionales solo nos llevan hasta un teísmo genérico. «El cristianismo ofrece
al Dios Trino, la personalidad absoluta, *…+ como el Dios en el que creemos. Esta concepción de
Dios es el fundamento de todo lo demás que apreciamos. A menos que podamos creer en este
tipo de Dios, no nos sirve de nada que nos digan que podemos creer en otro tipo de dios, o en
cualquier otra cosa. Para nosotros todo depende para su significado de este tipo de Dios. Por
consiguiente, no nos interesa que nadie nos demuestre la existencia de ningún otro tipo de dios,
excepto este Dios. Cualquier otro tipo de dios no es Dios en absoluto y probar que existe otro tipo
de dios es, en efecto, probar que no existe ningún Dios.»[7]
Sobre la epistemología presuposicionalistas, es decir, la epistemología cristiana.
Hay dos maneras radicalmente diferentes de entender la epistemología, no sólo una. Está el
camino cristiano, y está el camino moderno habitual, que también ha sido el camino dominante
dentro de la historia de la filosofía occidental. El camino cristiano es escuchar sumisamente la
instrucción de Jesucristo, que es el Señor del universo. El camino moderno es el camino de la
autonomía, en el que tratamos nuestros propios poderes humanos como lo último cuando nos
comprometemos en el proceso de evaluación.[8]
La palabra autonomía en su etimología significa "auto-ley". Autonomía significa hacer del juicio
humano y de los estándares humanos de juicio una piedra de toque final en la vida de uno. En
39
contraste con el camino de la autonomía, tenemos el camino de someternos a la revelación divina.
Pero, ¿está este camino realmente disponible para nosotros?[9]
El cristiano establece su teoría de conocimiento en el Dios Omnisciente y que todo lo ordena de la
Escritura. El conocimiento de Dios es instantáneo (Él no aprende por partes al pasar del tiempo),
es verdadero (Él no está confundido acerca de algún aspecto de la realidad) y es exhaustivo (Él
conoce todas las cosas perfecta y completamente). Él es el “conocimiento perfecto” (Job 37:16;
Romanos 11:33–36). De hecho, “conocidas para Dios son todas sus obras desde el principio del
mundo” (Hechos 15:18). Y Él le ha revelado en la Biblia al hombre los principios completos
necesarios para un fundamento seguro de la realidad, el conocimiento y la experiencia (2 Timoteo
3:16–17). Tal fundamento asegura que lo que el hombre sabe (aunque no puede conocer todas las
cosas) lo puede saber en verdad. El conocimiento trabaja porque la mente del hombre, conforme
a lo que fue creada por Dios, es receptiva a la realidad externa y es validada por Dios mismo.[10]
Metafísica y epistemología.
Anteriormente vimos el error de Howe que subordina la metafísica a la epistemología, la
epistemología primero. Esta tendencia que favorece la epistemología sobre la metafísica está
influenciada fuertemente por el enamoramiento moderno con la ciencia. Las impresionantes ideas
elaboradas por los descubrimientos de la ciencia moderna y los logros tecnológicos prácticos han
elevado el “método científico” (una consideración epistemológica) por encima de la metafísica.
Se ha comentado varias veces que el presuposicionalismo implica una crítica interna a las
cosmovisiones no cristianas, es decir involucra las cosmovisiones enteras, incluyendo la metafísica
y la epistemología simultáneamente. No porque haya alguna confusión, hay razones para ello.
En primer lugar, «Nuestra teoría del conocimiento es lo que es, debido a que nuestra teoría del ser
es lo que es . . . No podemos preguntar como sabemos sin preguntar al mismo tiempo que
sabemos.»[11] Es decir, la metafísica es necesaria para la epistemología.
En segundo lugar, ¿Cómo puede estar la epistemología divorciada de la metafísica, en los estudios
de metafísica “en cuestiones tales o temas como la naturaleza de la existencia, el tipo de cosas
que existen, las clases de cosas existentes, los límites de la posibilidad, los esquemas finales de las
cosas, la realidad contra la apariencia y el marco conceptual integral utilizado para que el mundo
tenga sentido como un todo”? Tener una forma de saber (epistemología) requiere de ciertos
supuestos acerca de la naturaleza de la realidad (metafísica). ¿Cómo puede el conocimiento
operar separado del mundo real tal y como existe? Es imposible para este que sea de otra manera.
40
En tercer lugar «No puede haber una pregunta más fundamental en la epistemología que la
pregunta de si los hechos pueden o no pueden ser conocidos sin referencia a Dios . . . [y como
consecuencia] si existe o no Dios.» Por consiguiente, la existencia de Dios (un asunto metafísico)
impacta directamente la habilidad del hombre de conocer (un asunto epistemológico).
A pesar de la ingenuidad moderna, no puedes tener una epistemología sin la metafísica, puesto
que la teoría del conocimiento debe ser compatible con la teoría de la realidad. La epistemología
presupone una metafísica. Por tanto, la pretensión evidencialista de separar completamente la
epistemología de la metafísica, y su frecuente objeción hacía el presuposicionalismo de confundir
estos dos términos, es una pretensión absurda, y una objeción pobre.
Sobre el argumento transcendental
En filosofía, un argumento "trascendental" es aquel que se basa en las condiciones previas para la
inteligibilidad [Posibilidad] de la experiencia humana[12]. La forma lógica es como sigue, X es una
condición necesaria para la posibilidad de Y -donde entonces, dado que Y es el caso, lógicamente
se deduce que X también debe ser el caso[13]. O de otro modo: Y, por lo tanto X, donde X es una
condición necesaria para la posibilidad de Y.
1. ◊A
2. □(¬C → ◊¬A)
3. ∴ □C
Sea A cualquier hecho en la experiencia humana, en la naturaleza o en la historia, y C la existencia
de Dios. Se sigue que Dios es la condición necesaria a la posibilidad de cualquier hecho, En
palabras de Van Til «Un argumento verdaderamente trascendental toma cualquier hecho de la
experiencia que desea investigar, y trata de determinar cuáles deben ser las presuposiciones de tal
hecho, para que sea lo que es.»[14] «Es decir, debemos tratar de determinar qué presuposiciones
son necesarias para cualquier objeto de conocimiento para que pueda ser inteligible para
nosotros.»[15]
Este punto es crucial, pues puede pensarse que TAG nos deja con un teísmo genérico como los
argumentos tradicionales. No es el caso, dado que el argumento aquí defendido implica que las
opciones contrarias al Dios Trino de las Escrituras son lógicamente imposibles. Sea que se trate del
ateísmo, de agnosticismo, el panteísmo, el politeísmo, el hinduismo, el budismo, o un monoteísmo
como el islam, no pueden dar cuenta de la experiencia humana, de la uniformidad de la
41
naturaleza, de la confiabilidad de los sentidos, de las leyes de la lógica, de la moralidad, de la
estética. Recordemos que la apologética presuposicional en su primer paso es un ataque a la
posición contraria, que puede llamarse “una crítica transcendental”.
Habiendo descartado las posiciones contrarias como imposibles, Van Til argumenta «El argumento
de la existencia de Dios y de la verdad del cristianismo es objetivamente válido. No debemos
atenuar la validez de este argumento al nivel de probabilidad. El argumento puede estar mal
planteado, y puede que nunca esté adecuadamente planteado. Pero en sí mismo el argumento es
absolutamente sólido. El cristianismo es la única posición razonable que se puede mantener. No es
meramente tan razonable como otras posiciones, o un poco más razonable que otras posiciones;
es la posición natural y razonable que el hombre debe tomar. Al declarar el argumento tan
claramente como podamos, podemos ser los agentes del Espíritu al presionar las demandas de
Dios sobre los hombres. Si bajamos al nivel de la verdad meramente probable del teísmo cristiano,
bajamos, en esa medida, las demandas de Dios sobre los hombres.»[16]
Un ejemplo de argumento transcendental
A lo largo de los escritos de Van Til hay tres argumentos Transcendentales. El primero de ellos es el
de la uniformidad de la naturaleza, el segundo es un pesado argumento que dice que la
predicación [decir algo de un sujeto o de la realidad que designa] presupone la trinidad ontológica.
No será aquí expuesto. El tercero, La voluntad humana presupone la absoluta soberanía divina. Tal
como lo entiende el calvinismo, este argumento tampoco será aquí expuesto.
La uniformidad de la naturaleza.
La mejor y única prueba posible de la existencia de tal Dios es que su existencia es requerida para
la uniformidad de la naturaleza y para la coherencia de todas las cosas en el mundo…. Por lo tanto,
hay una prueba absolutamente cierta de la existencia de Dios y de la verdad del teísmo cristiano.
Incluso los no cristianos presuponen su verdad mientras la rechazan verbalmente. Necesitan
presuponer la verdad del teísmo cristiano para dar cuenta de sus propios logros.[17]
El incrédulo es incapaz de dar cuentas de su creencia en la uniformidad de la naturaleza, considere
la opinión del ateo Russell «Se ha discutido que nosotros tenemos la razón de saber que el futuro
se va a parecer al pasado, porque lo que era el futuro se ha convertido constantemente en el
pasado y siempre se ha encontrado que se parezca al pasado, así que nosotros realmente tenemos
experiencia del futuro, a saber de los tiempos que antes eran el futuro, que podemos llamar los
futuros pasados. Pero tal argumento plantea realmente la pregunta en cuestión. Nosotros
tenemos experiencia en futuros pasados, pero no en futuros-futuros y la pregunta es: ¿Se
parecerán los futuros-futuros a los pasados futuros? Esta pregunta no será contestada por un
argumento que parta de los futuros pasados solamente»[18]
42
En la visión del incrédulo no es posible esperar las regularidades en la naturaleza, porque eso es
algo reservado para aquellos que creemos en un Dios que guardó sus Pactos.
Fin de Segunda Refutación
Notas al pie 6
6 1 Van Til, C. (1969). A Christian theory of knowledge. [Philadelphia]: Presbyterian and Reformed Pub. Co.
2 Van Til, C. (2008). The defense of the faith. Phillipsburg, N.J.: P & R Pub. 3 Van Til, C. (1969). A Christian theory of knowledge. [Philadelphia]: Presbyterian and Reformed Pub. Co. 4 Ibid 5 Howe, R. (2006). Some Brief Critical Thoughts on Presuppositionalism. Available at:http://richardghowe.com/…/SomeBriefCriticalThoughtsonPresup… *Accessed 25 Jul. 2019+. 6 Hechos 17:28 7 8 Poythress, V. (2013). Logic - a god-centered approach to the foundation of western thought. Crossway. 9 Ibid 10 DeMar, G. (2007). Pushing the antithesis. Powder Springs, Ga.: American Vision. 11 Van Til, C. (2008). The defense of the faith. Phillipsburg, N.J.: P & R Pub. 12 Bahnsen, G. (1995). Van Til's Why I Believe in God. Retrieved 26 July 2019, fromhttp://www.cmfnow.com/articles/pa197.htm 13 Stern, Robert, "Transcendental Arguments", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Summer 2019 Edition), Edward N. Zalta (ed.), forthcoming URL = <https://plato.stanford.edu/…/entr…/transcendental-arguments/> 14 Van Til, C. (1969). A survey of Christian epistemology. [Philadelphia?]: den Dulk Christian Foundation. 15 Van Til, C. (2008). The defense of the faith. Phillipsburg, N.J.: P & R Pub. 16 Van Til, C. (2015). Common grace and the gospel (2nd ed.). P & R Publishing. 17 Van Til, C. (2008). The defense of the faith. Phillipsburg, N.J.: P & R Pub. 18 Russell, B. (1998) Los Problemas de la Filosofía. Oxford: Oxford University Press
43
TERCER Y ÚLTIMA REFUTACIÓN (26/07/2019)
Jader José
Argumento por el Evidencialismo
Respecto a este comentario: "la acusación que presentamos es que el dios de los argumentos
tradicionales no concluyen en el Dios bíblico, porque el Dios Bíblico no solo es la conclusión de un
argumento, el Dios bíblico también debe ser presentado como aquel que hace posible la
argumentación. Todos los argumentos tradicionales fracasan en tal empresa, más aun, el único
argumento que cumple con tal propósito es el Transcendental."
Como he dicho en mis intervenciones anteriores, no hay que confundir epistemología con
ontología, aquí el presuposicionalismo mezcla ambas cosas, lo cual le hace caer un error
significativo: pensar que nuestra metodología deja en el último eslabón a Dios. Para ejemplificar el
caso, el presuposicionalista piensa que los argumentos evidencialista solo son como una forma
trepar la escalera hasta llegar a su punto final sin tomar en cuenta que la escalera está siendo
sostenida por Dios. Y luego de que hemos subido totalmente afirmamos que efectivamente la
escalera se sostiene por Dios. Hay un error notorio en esa concepción del método apologético
clásico, sólo basta entender que el evidencialismo también sostiene que Dios es el fundamento
primario de la realidad material, pero en el ámbito epistemológico hay que hacer realizar una
consideración distintiva que parte de la esencia de lo creado para demostrar y saber de la
existencia de Dios. Esto ya lo he explicado en mi anterior argumentación.
El presuposicionalismo propone que a menos que presupongamos la existencia de Dios todos
nuestros razonamientos y conocimientos no pueden ser verdad, no hay modo de que nuestros
razonamientos sean fiables. Pero falla en demostrar que esto abre paso a la presuposición
epistemológica. El aspecto trascendental de la lógica es ciertamente innegable, cualquiera que
pretenda argumentar usa y presupone la lógica, en consecuencia, la lógica es necesaria como
principio trascendental, pero de ahí a presuponer a Dios hay un hueco significativo, y más grande
aún si se trata del cristianismo, no nos demuestra la verdad de la resurrección de Jesús, motivo
que nos llevaría a pensar que el presuposicionalismo es más bien una forma de resaltar al teísmo
de la teología natural sin contemplar la revelación especial.
44
Como señalan en crítica a Frame "No es necesario decir que muchos musulmanes también creen
con devoción que su posición es verdadera, y creen que puede ser claramente reconocido como
tal). Pero el Corán y la Biblia no pueden ser inspirados divinamente e infalibles porque se
contradicen entre sí en varios puntos importantes. Esto demuestra que la argumentación circular
es falaz. Otro problema con el método de Frame es que se puede llegar a un sistema de doctrina
coherente que sea similar al del cristianismo y que también pueda dar una explicación igualmente
convincente de la moralidad, la racionalidad, etc., como afirman los presuposicionistas por su
argumento, la única diferencia, es que otra persona (quizs una figura legendaria) es sustituida por
Jesús de Nazaret. Entonces se puede usar un argumento circular para "probar" que este sistema
doctrinal tiene orígenes divinos de la manera en que lo hacen los presuposicionistas. Al usar
argumentos circulares (ya sea estrechos o ampliamente circulares), se puede probar que muchas
historias sin fundamento están inspiradas por Dios. De nuevo, esto demuestra que los argumentos
circulares son falaces. Independientemente de si el argumento circular cristiano es mejor que
otras formas de argumento circular, como afirman los presuposicionistas, es un argumento falaz
Además de que como recalcaba en mi intervención anterior "Su enfoque circular no está
respaldado en ninguna parte por la Escritura cristiana. Los pasajes de las Escrituras que abogan por
probar las afirmaciones de la revelación divina (p. Ej., Deut. 18:21-22) y que cuestionan el desafío a
otros dioses (Isaías 41:21-29, etc.) no afirman que las Escrituras deben determinar que puntos de
vista del razonamiento, las evidencias y la epistemología deben ser adoptadas para probar las
Escrituras. Por el contrario, estos pasajes de las Escrituras presuponen que las inferencias lógicas
de las experiencias son formas en que las personas pueden saber si se han cumplido las profecías y
si se han producido milagros."
Dios puede ser conocido por la sola razón natural, pero veo que se está confundiendo el
significado de esta declaración evidencialista. Aquino piensa que el hombre es capaz, por la razón
sin ayuda que simplemente significa eso "por la capacidad humana de la razón sin la ayuda de la
especial revelación divina, ya sea por sueños, visiones, escritos inspirados, etc." para llegar al
conocimiento, no sólo de sí mismo y del mundo que se le presenta, pero también a un
conocimiento limitado del verdadero Dios. De modo que la autonomía del ser humano no significa
desprenderse de Dios, sino que como argumente en mi intervención anterior... De la filosofía
tomista podemos entender que ningún ser humano puede saber nada a menos que Dios (1) le dé
existencia. (2) lo hace ser lo que es, y (3) asegura que actúa de acuerdo con su naturaleza. En
síntesis, no estamos declarando una Autonomía como cree el presuposicionalismo. Así que su
crítica falla, y al contrario si el método apologético del presuposicionalismo declará que el sendero
bíblico es el de ellos porque se asume que nada puede ser conocido por el hombre sobre sí mismo
o sobre el universo a menos que Dios exista y el cristianismo sea verdadero, entonces me alegro
que apoye nuestra postura de que el evidencialismo es bíblico.
45
Respecto a tus observaciones sobre la Analogía del Mapa de Atlanta. Voy a responderte punto por
punto.
En primer lugar, dices "se ha señalado que los argumentos tradicionales nos llevan a un teísmo
genérico. Las pruebas tradicionales para de la existencia de Dios no son como auténticos mapas,
los presuposicionistas están en camino correcto, mientras que los evidencialistas van a la ciudad
equivocada."
Aquí asumes que el evidencialismo llega a un teísmo genérico, pero esto es falso. Los argumentos
tradicionales para la existencia de Dios, como se ha venido señalado desde un inicio, sólo forman
parte del conocimiento natural que el ser humano puede obtener de Dios, y la teología natural
también hace énfasis en la revelación especial de Dios en el cristianismo. Además de que nuestros
argumentos llegan una primera causa cuyos atributos corresponden con la concepción cristiana de
Dios. Así, pues, respecto a la analogía, solo nos aproximamos a la ciudad de Atlanta tomando un
camino “X”, digamos el argumento cosmológico kalam, luego tomamos un camino “Y”, digamos el
argumento del ajuste fino del universo, posteriormente tomamos un camino “P”, esto puede
representarse con la resurrección de Jesús. Así que se forma un caso acumulativo para la
existencia de Dios, y analógicamente: se toman varias calles para llegar a Atlanta. El hecho de que
el teísta tome un camino “X”, “P”, o “Y” para llegar a Atlanta no significa que perdamos de vista la
ciudad. En cambio ¿Qué ocurre con el presuposicionalista? Él cree que su mapa es el correcto pero
no recorre ningún camino, sólo supone que ya ha encontrado la ciudad de Atlanta. Y no podemos
decir que usa algún mapa, porque no trata de llegar, según su punto de vista ya Atlanta se ha
encontrado.
Nuevamente, el caso del apologista clásico es un caso acumulativo, en donde primero demuestra
que hay un Dios, luego que ese Dios decide actuar en la tierra y finalmente que ese Dios es el Dios
revelado en Jesucristo. Cuando dice que la deidad genérica no existe, el presuposicionalista esta
mal entendiendo el caso del apologista clásico. Ese Dios "genérico" es el mismo Dios que se ha
revelado en Jesucristo, pero en orden de conocimiento, el Dios genérico es previo a la revelación
histórica. Es el mismo problema del mapa de Atlanta, en el orden del ser el Dios genérico
demostrado por el argumento moral y cosmológicos es el mismo Dios revelado en Jesucristo, pero
en el orden del saber es posible que debamos saber primero que hay un Dios antes de saber que
este se ha revelado.
En Segundo Lugar, la capacidad de conocer y razonar depende de la realidad como tal (ontología o
metafísica) sea ésta contingente o no contingente, el problema es saber ¿cuál es el fundamento de
esa realidad que nos permite conocer y razonar correctamente? (epistemología). La lógica como
46
tal depende de la realidad, cualquiera sea: una realidad teísta o una realidad no teísta, sólo
sabemos que funciona y que podemos confiar en nuestros razonamientos, esta creencia
propiamente básica es útil en cualquier enfoque respecto a realidad. Pero lo siguiente es apelar a
nuestros sentidos y a la fiabilidad de nuestros razonamientos para derivar principios que nos
lleven a la conclusión de si esta realidad en la que la lógica funciona es o no contingente y si lo es
entonces cuál es la explicación o justificación. Por supuesto, yo como teísta entiendo que la
realidad es contingente y que la única explicación o justificación posible es Dios. Nótese que no es
necesario presuponer la existencia de Dios para saber que nuestro razonamiento es
suficientemente confiable, sólo basta saber que existe una realidad contingente o no contingente
en la que la lógica funciona. Y dadas las evidencias que podemos extraer de la naturaleza podemos
inferir que el ateísmo es ineficaz. Pero no sólo queda en demostrar la ineficacia de un sistema
naturalista o ateísta sino en comprobar positivamente que el teísmo y el cristianismo son
verdaderos. Entonces no se trata de demostrar únicamente la ineficacia del naturalismo o del
ateísmo, sino de que todo nos lleva irremediablemente a la existencia de Dios: en las matemáticas,
en la biología, en la física, en la historia, etc. Esto es, tener un mapa que nos lleve a Atlanta. «Me
parece enteramente cierto que la voluntad de los seres espirituales es incapaz de mover el más
pequeño cuerpo que exista en el mundo. Porque es evidente que no hay una conexión necesaria,
por ejemplo, entre nuestra voluntad de mover un brazo y el movimiento efectivo de éste. Es
verdad que el brazo se mueve cuando yo quiero, y yo soy así la causa natural del movimiento de
mi brazo. Pero las causas naturales no son, en absoluto, verdaderas causas, sino solamente causas
ocasionales que únicamente obran por el poder y eficacia de la voluntad de Dios». Recherche de la
Verité. Nicolás Malebranche.
Respecto al tercer punto. Se está tergiversado el carácter de la analogía, pues esta sólo se ha
planteado para enfatizar que el hecho de usar un mapa para llegar a Atlanta no es para nada una
forma de decir que el mapa es primero que Atlanta, pero aquí mi oponente le ha cambiado el
sentido y afirma que "todos estamos en Atlanta" y no es necesario dar un argumento para
demostrarlo. Desde luego, la base de la existencia es Dios, entonces ontológicamente estamos
subordinados a ello, la cuestión es ¿cómo le demostramos a un escéptico que esto es así? El hecho
de presentar argumentos puede entenderse como la acción de usar un mapa para llegar a Atlanta,
es decir usamos argumentos para llegar a Dios. El punto “e” nos dice "Así como usar un mapa para
encontrar Atlanta no dice nada malo acerca de la prioridad metafísica de Atlanta al mapa, del
mismo modo, usar un argumento teísta para encontrar a Dios no dice nada malo acerca de la
prioridad metafísica de Dios al argumento." De manera que en el tercer punto se hace
descontextualización del argumento. Además de que la invisibilidad del absoluto hace necesaria su
demostración, Dios no es evidente quoad nos. Puede que todos estemos en Atlanta, pero para eso
no es evidente para nosotros en el sentido de que no podemos captarlo de forma concluyente, de
lo contrario todos reconocerían que están en Atlanta.
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Sobre el asunto de la metafísica y la epistemología, lo que nos recalca Howe es simplemente que
no hay que confundir el orden del conocimiento con el orden del ser, así lo afirma en el punto “i”,
"No implica que de alguna manera el ser de Dios sea secundario. Los presuposicionalistas asumen
erróneamente que tener el argumento primero en el orden del conocimiento es negar
tácitamente que Dios sea el primero en el orden del ser. No lo hace."
Un error que comete el presuposicionalismo es confundir el aspecto trascendental de la lógica con
la implicación ontológica de la necesidad de la existencia de Dios, así que mezcla epistemología
con ontología.
"Argumentar que nuestra racionalidad requiere a Dios como causa es diferente de argumentar
que nuestra racionalidad depende de presuponer a Dios para la justificación de nuestras creencias
Si bien uno podría argumentar que la capacidad de uno para conocer la realidad de que uno está
sufriendo (por ejemplo) depende de Dios (en el sentido de que el origen último de la mente
consciente humana depende de un Creador personal), uno no necesita depender ¡en Dios para
justificar la creencia de que uno está sufriendo! (la experiencia directa es suficiente para
justificarlo). Dado que presuponer a Dios no es necesariamente ni innegable para la justificación
de nuestras creencias de la misma manera que presuponer la razón es necesario e innegable, la
suposición de Dios en respuesta a los ateos es una importación gratuita, pero la suposición de la
razón no lo es."
El presuposicionalista Frame piensa que un cristiano que abraza un argumento circular por Dios
dirá que el argumento es sólido y persuasivo, porque cree con devoción que su posición es
verdadera y que puede ser claramente reconocido como tal. Sin embargo, la devoción no es una
justificación adecuada para la verdad de una creencia; hay muchas personas que creen con
devoción en lo que es falso. Frame afirma que incluso muchos autores no cristianos admiten que
la circularidad es necesaria. Simplemente no es responsable... descartar toda circularidad como
una mera falacia lógica. En respuesta, mientras que algunos autores pueden pensar que la
circularidad es necesaria, esto no implica que los argumentos circulares del tipo de los que los
presuposicionistas utilizan el tipo que presupone la conclusión como premisa (p. ej., Dios existe en
la suposición, por lo tanto, Dios existe; la conclusión) es, por lo tanto, válida. Por el contrario, tales
argumentos circulares son demostrablemente falaces. Ahora hay que notar la distinción entre
falacia formal e informal. Un argumento circular es formalmente válido (un argumento que infiere
como conclusión alguna afirmación implícita o explícita en las premisas siempre es formalmente
válido: de la premisa p siempre podemos inferir p. Sin embargo, el argumento circular (por
ejemplo, suplicar la pregunta) es bien reconocido en la literatura de filosofía estándar como una
forma de falacia informal. Como lo explica el artículo en The Stanford Encyclopedia of Philosophy,
solicitar los argumentos falaces a los que son formalmente inválidos sería excesivamente
48
restrictivo, ya que hay argumentos que son formalmente válidos pero falaces, y el argumento
circular sería un ejemplo.
No separamos la metafísica de la epistemología, esa ciertamente es una acusación sin
fundamento, lo único que decimos es que Dios es metafísicamente necesario, sin embargo,
epistemológicamente no ocurre lo mismo, por lo tanto hay que demostrarlo. Finalmente no se ha
demostrado el error de la “analogía del mapa” y la ciudad de Atlanta, sus críticas sólo se han
fundamentado en un hombre de paja. Primero, debe demostrar que separamos la metafísica y la
epistemología, algo que simplemente no tiene justificación y se desprende de un concepto
erróneo que tienen del evidencialismo. Y segundo debe demostrar que en el orden del ser no
posicionamos a Dios de primero. Desde luego, metafísica y epistemología son diferentes, eso
nunca lo hemos negado, y ambas tienen una conexión evidente. Por esta razón el
presuposicionalismo falla, porque es verdad que Dios es ontológicamente necesario pero no se ha
probado que epistemológicamente sea necesario.
“Bahnsen en su debate con Sproul afirma que las leyes de la lógica solo pueden ser válidas si uno
presupone la visión del mundo cristiano, luego utiliza las leyes de la lógica en su intento de
demostrar que este es el caso. 1) A lo largo del debate, así como a lo largo de sus escritos, Bahnsen
utiliza una frase original que obtuvo de Van Til. 2) Encapsula el enfoque presuposicionalista
diciendo que se puede demostrar que el cristianismo es verdadero al demostrar la "imposibilidad
de lo contrario". Pero hay varias cosas erróneas en esta línea de razonamiento con respecto al
debate presuposicionalista / clásico. En primer lugar, tomado en serio, la lógica de Bahnsen no
funciona.“
“1) En la lógica categórica estándar, mientras que los contrarios no pueden ser ambos verdaderos,
ambos pueden ser falsos. 2) Debido a esto, demostrar que un contrario es falso no muestra la
verdad de la proposición a la que es contrario. 3) Tal vez una lectura más caritativa lo lleve a
significar "demostrar la imposibilidad de todo lo contrario". 4) En este caso, se podría argumentar
que la suma total de todos los contrarios a una proposición equivale a la contradictoria de esa
proposición. 5) De ello se deduce que si se demuestra que una proposición contradictoria es falsa,
la proposición para la cual es una contradicción se demuestra que es verdad segundo. En segundo
lugar, si esto es lo que dice el presuposicionista (que se puede demostrar que el cristianismo es
verdadero demostrando la imposibilidad de la contradicción), otro problema es que Van Til y
Bahnsen están asumiendo que una visión del mundo e incluso su contradictoria no pueden ser
ambas falsas. 1) Afirman que si se puede demostrar que la contradicción con el cristianismo es
imposible, el cristianismo necesariamente es verdadero. Pero este solo podría ser el caso si las
leyes de la lógica se mantienen antes. 2) Sin embargo, Bahnsen ya ha argumentado que las leyes
de la lógica no pueden ser conocidas como válidas a menos que se presuponga el cristianismo. 3)
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Él no puede tenerlo de ambas maneras. No puede negar a Sproul la legitimidad antecedente de la
lógica y, al mismo tiempo, usar la lógica para probar que el cristianismo es verdadero al demostrar
la "imposibilidad de lo contrario [contradicción]". Tercero, es aún peor para Bahnsen. Si no fuera el
caso de que la lógica (por ejemplo, la ley de no contradicción) fuera legítima, no habría diferencias
entre el cristianismo y el no cristianismo. De hecho, no habría diferencias pero, dado que Bahnsen
obviamente sabe que el teísmo no es un ateísmo y que cualquiera que niegue las verdades de Dios
y Su Palabra están afirmando algo que es falso, entonces Bahnsen está reconociendo tácitamente
la realidad antecedente de la lógica incluso antes de comprometer al incrédulo. 1) Ahora el
presuposicionista puede responder afirmando que esto es solo así porque el Dios del cristianismo
es real, 2) pero no me pelearía con esta respuesta.”
Fin de la tercer y última refutación.
Notas al Pie 7
7 Drama del hombre y misterio de Dios, Madrid 1977, pp. 11-46.
11. Cfr. In III Sent., d. 24, q. I a. 3, sol. I. Cfr. C.G., I, 4. 12. ZUBIRI, X., «Introducción al problema de Dios», en Naturaleza, historia, Dios, Madrid 1981, p. 343. SANGUINETI, J.J., La filosofía de la ciencia según Santo Tomás, Pamplona 1977, pp. 345-346. 3. SANTO TOMÁS, S.Th., I, q. 2, a. 1. Loke, Andrew. 2018. ‘A response to John Frame’s Presuppositional approach to faith and reason.
50
TERCERA Y ÚLTIMA REFUTACIÓN (26/07/2019)
Luis Reyes
Argumento por el Presuposicionalismo
El reto para esta tercera refutación es demostrar que el presuposicionalismo es un método Bíblico.
Aunque debo responder a algunas otras objeciones.
En primer lugar la objeción de que confundimos epistemología con metafísica fue respondida en la
pasada refutación, vale la pena añadir que toda epistemología que no esta fundamentada en la
palabra infalible de Dios esta condenada al fracaso. Pues es vana palabrería y es producto de un
razonamiento entenebrecido. En segundo lugar, la acusación de confundir epistemología con la
metafísica, parte curiosamente de una epistemología no cristiana, que supone que el punto de
partida ha de ser la epistemología, contrariamente, las escrituras empiezan con la declaración
metafísica «En el principio creo Dios.»
Tercero, aunque el evidencialista este convencido en su corazón de que «nada puede ser conocido
por el hombre sobre sí mismo o sobre el universo a menos que Dios exista y el cristianismo sea
verdadero», su metodología apologética supone lo contrario, considere la tendencia de los
apologistas clásico-evidencialistas –como Craig– al uso de argumentos inductivos cuyas
conclusiones se expresan en probabilidad, Craig escribe: «La metodología de la apologética clásica
fue, en primer lugar, presentar argumentos para el teísmo,[1] que pretendía mostrar que la
existencia de Dios es al menos más probable que no, y luego presentar evidencias cristianas,
probabilísticamente interpretadas, para la revelación de Dios en Cristo. Este es el método que he
adoptado en mi propia obra.»[2]
Argumentar por probabilidad tiene al menos dos problemas en primer lugar, la descarada
concesión de que la no existencia del Dios Trino de las escrituras es una posibilidad, aunque
improbable, ciertamente posible. Y Un Dios cuya existencia no se sabe con certeza no puede ser el
fundamento de nuestro conocimiento. La conclusión lógica es que tal vez, o probablemente es tal
fundamento, pero tal conclusión contradice lo creencia de que Dios es la condición necesaria para
el conocimiento. En segundo Lugar, Van Til en sus artículos compilados bajo el nombre de
51
“Defendiendo la fe” argumento sobre la base de probabilidades nada puede ser conocido, «¿Cómo
podría uno argumentar que hay una mayor probabilidad para la verdad del cristianismo que para
la verdad de su opuesto si el significado mismo de la palabra probabilidad se basa en la idea del
azar? Sobre esta base, la naturaleza y la historia no serían más que una serie de lecturas de
punteros apuntando al espacio en blanco.»[3] Previo había argumentado que «si usted deja
espacio para el azar en su pensamiento, entonces ya no tiene el derecho de hablar de
probabilidades… Ninguna hipótesis tendría más relevancia para los hechos que cualquier otra
hipótesis. ¿Resucitó Dios a Cristo de entre los muertos? Por casualidad lo hizo. ¿Lo hizo Júpiter?
Por casualidad lo hizo. ¿Qué es la Verdad? Nadie lo sabe.»[4]
En este sentido, el conocimiento solo tiene sentido sobre la base de la presuposición de la
existencia del Dios
Un tercer problema con las probabilidades, «sólo puede afirmar que probablemente existe un Dios
limitado… Un Dios finito que a lo mejor existe, y probablemente no existe.»[5]
El texto de Romanos 1:18-32[6] debe leerse como una unidad. Leer aisladamente el verso 19 es
perderse un contexto que explica y da claridad a todo el evangelio, Pablo habla de la culpabilidad
universal de la humanidad, No solamente que la divinidad de Dios es evidente en la creación sino
que los incrédulos tienen conocimiento, los hombres son culpables porque «habiendo conocido a
Dios no le honraron ni le dieron gracias» nuestro interlocutor continua; «el evidencialismo lo único
que puede hacer es proporcionar una gama de pruebas para inferir su existencia mediante las
cosas que Dios ha hecho,» esto una vez mas contradice el sentido del texto, los incrédulos no son
ignorantes de las evidencias, ellos están relacionados con ella desde el principio de los tiempos,
ellos saben que hay un Dios, ese es un punto que R.C. Sproul, un apologista clásico admite, en su
debate sobre la metodología apologética con Bahnsen dice: «Todos saben que hay un Dios. Sartre
sabe muy bien que hay un Dios. Hume sabía que había un Dios. Ahora bien, su punto de partida,
desde la construcción de su filosofía, se basa en la negativa a reconocer lo que sabían que era
cierto. Pablo llama a eso locura y si fueras un exégeta cuidadoso, te darías cuenta de que "necio"
en el Nuevo Testamento no es meramente un juicio de la capacidad intelectual de uno, es un juicio
moral.» El problema del incrédulo no es una deficiencia intelectual, debido a la falta de evidencia,
es un problema moral. Es falta de sumisión «Habiendo conocido a Dios no le honraron ni le dieron
gracias.»[7]
Sobre la circularidad
52
Esto se ha dicho muchas veces es una acusación injustificada, en primer lugar no es lo mismo
razonamiento circular que una petición de principio. Lo segundo es un subconjunto del primero.
Dicho eso hay razonamientos circulares que son racionalmente válidos, Como escribe Daniel M.
Johnson: «La suposición casi universal entre los filósofos de que los argumentos epistémicamente
circulares son racionalmente inútiles es errónea, y este hecho puede ser utilizado por el astuto
anti-escéptico.»[8]
Por otra parte hay una circularidad asociada al argumento transcendental, como admite Craig «No
se trata de una circularidad viciosa, sino más bien de la naturaleza inherente a un argumento
trascendental.»[9]
La discusión transcendental no es una discusión circular como pretende nuestro interlocutor, es
un discusión que cuestiona los fundamentos de la opinión contraria con el fin de mostrarla como
imposible.
El presuposicionalismo es bíblico.
Una exegesis detallada resulta imposible en el marco de un debate, no obstante, el Dr, Greg L.
Bahnsen ha ofrecido tal exegesis en su libro «Siempre Listos: instrucciones para defender la Fe»
Nuestro interlocutor en su segunda refutación dice: «Su enfoque circular no está respaldado en
ninguna parte por la Escritura cristiana.» Inicialmente diré que un enfoque no puede ser circular,
porque solo puede lógicamente, ser circular un argumento. Ahora bien la acusación puede ser que
la circularidad asociada al argumento transcendental no está apoyada en las Escrituras. Pero las
declaraciones que Dios es el principio, cimiento, fundamento, de todo conocimiento abundan es
las escrituras, además, el enfoque transcendental se ve claramente empleado por Salomón en el
libro de Eclesiastés.
Solo vasta que miremos los tres primeros versos del primer capitulo:
1. Palabras del Qoheleth, hijo de David, rey en Jerusalén.
53
2. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
3. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
Observe el uso de la expresión debajo del sol, Bob Utley comenta: «Esta es la frase clave para
interpretar todo el libro. Se utiliza veinticinco veces. Refleja los esfuerzos de la humanidad sin
Dios. Qoheleth examina la vida física (por observación, es decir, por revelación natural) y llega a la
conclusión de que es vanidad.» La expresión debajo del sol es una humanidad sin Dios, una
humanidad cuyo único juez es el sol, o que no tiene nada mas alto que es Sol. Entonces Utley nos
explica que: «Todo trabajo humano y todas las demás cosas no tienen sentido si no hay Dios
(humanismo ateo). Somos el resultado casual de las fuerzas físicas. No hay propósito, no hay
sentido, no hay vida después de la muerte, no hay dios, sólo el universo físico (naturalismo ateo).»
Otra palabra igual de importante es la palabra vanidad, que aparece cinco veces tan solo en el
verso dos. Qoheleth nos dice entonces que todo debajo del sol es vanidad, que todo sin Dios es
vanidad, El manual sobre Eclesiastés por la UBS dice que el termino vanidad debe ser entendido
como:
1. Incomprensible
2. Enigmático
3. Misterioso
4. Imposible de entender.
Salomón evalúa varios aspectos de la experiencia humana “debajo del sol” y concluye que todo es
«1) Incomprensible, 2) Enigmático 3) Misterioso 4) Imposible de entender.» Que es básicamente
una de las afirmaciones transcendentales del presuposicionalismo, más interesante aún es el
epílogo, el libro en el que Salomón recomienda acordarse del creador.
54
Utley además añade algunas cosas interesantes, «Eclesiastés asume la existencia de Dios y está
escrito dentro de la línea de la fe del Antiguo Testamento.» Sobre el propósito del libro añade: «Su
propósito principal era el de enseñar la fragilidad de la existencia humana sin Dios. Es un tratado
para convertir a los materialistas autosuficientes o intelectuales. B. H. Carroll dice que en sus días
de incredulidad, Eclesiastés y Job ejerció un poder no terrenal sobre él, expresando el vacío de la
vida y apuntando hacia Dios.» y continua, «si la vanidad de toda la realidad es verdadera las
conclusiones propias de Qohelet es solamente porque el limita sus observaciones iníciales a una
realidad sin el Dios del Antiguo Testamento; entonces cuando introduce a Dios, este punto de vista
pesimista de la vida desaparece y es suplementado por una actitud más ortodoxa expresado en el
epilogo (12:13-14).» «Para los paganos demuestra la banca rota de la vida terrenal sin Dios.»
Similarmente en la carta a Los Romanos Dice que quienes cambian la verdad por la mentira se
hacen vanos en sus razonamientos, sus corazones son entenebrecidos. Que aunque profesan ser
sabios son realmente necios. A los Colosenses Pablo les dice que Todo el conocimiento es en Cristo
y que la filosofía según la tradición de los hombres es vana, sin significado.
En cambio los pasajes que supuestamente apoyan la metodología evidencialista no son tales,
considere por Deut. 18:21-22, el punto aquí a ser probado no es la existencia de Dios, no la validez
de las Escrituras, sino, si el profeta era un hombre de Dios, «si no se cumple *…+ habló movido sólo
por su orgullo» una vez más, no se prueba la palabra de Dios, sino al profeta. Es de notar que el
marco epistemológico de la Prueba, fue establecido por la escritura misma, es decir ¿Cómo podía
el pueblo determinar si un profeta estaba hablando por Dios de manera auténtica? Se asume una
metafísica en donde el cumplimiento de profecías es posible y se asume una epistemología, la
existencia de Dios, y la verdad de su palabra nunca esta en juego. No es objeto de demostración,
era dada por sentada. Algo similar acontece con las Pruebas que Cristo dio de su deidad, nadie
podía creer que Cristo fuese el hijo de Dios solo porque sí, él debía probarlo ante su audiencia. Y lo
probó. Esa prueba está en nuestras Escrituras. La cuestión no era la existencia de Dios, era si Cristo
era lo que decía ser. Ya lo probó. Y su prueba es suficiente para condenar al que no cree.
1 Corintios 15
Este capitulo tampoco es favorable a la lectura evidencialista, en primer lugar está dirigido a
creyentes, Pablo en el verso 1 llama a sus lectores “hermanos” no tendría ningún sentido si se
tratase de un grupo de incrédulos, Pablo continua confirmando este punto: «Ahora os hago saber
el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes.»[10] Por
lo tanto la evidencia esta dirigida a creyentes, Pablo coloca la evidencia en un marco metafísico y
epistemológico adecuado, la evidencia dentro de un marco epistemológico bíblico tiene sentido,
55
Repito LA EVIDENCIA PARA LA RESURRECCIÓN, Y FIABILIDAD DE LAS ESCRITURAS, DE LA VERDAD
DEL CRISTIANISMO SOLO TIENE SENTIDO A LA LUZ DE LA METAFÍSICA Y EPISTEMOLOGÍA BÍBLICA.
Saque la evidencia de ese marco y las declaraciones del evangelio serán una tontería. Pablo en el
primer capítulo del libro explica en los versos 22 y 23: «Los judíos quieren ver señales milagrosas, y
los griegos buscan sabiduría; pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta
ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería.» Previamente en el verso 18 Pablo
dijo: «El mensaje de la muerte de Cristo en la cruz parece una tontería a los que van a la
perdición.»
Volviendo al capitulo 15, en los versos 3 y 4 deja claro que lo que está diciendo sobre la muerte y
resurrección de Cristo es conforme a las Escrituras. Éste es el marco desde el que habla el apóstol,
en el que pone y da sentido a la evidencia que son presentadas en los versos 5 y 8. Al llegar al
verso 12 mi interlocutor se pierde, «al dirigirse a los escépticos en Corinto que dudaron de la
resurrección (1 Cor. 15:12), Pablo recurrió a las experiencias sensoriales de los testigos oculares
para probar su punto: pidió a los corintios para echar un vistazo a los que habían visto a Jesús.»
Pero como hemos visto la audiencia de Pablo ya creía en la resurrección de Cristo, tal como John
MacArthur comenta en su biblia de estudio «de lo contrario no habrían podido ser cristianos,»
Pablo le llamo hermano a su audiencia.
MacArthur continua, «algunos tenían cierta dificultad para aceptar y entender la resurrección de
los creyentes. Esta confusión era en parte resultado de sus experiencias anteriores con filosofías y
religiones paganas. Una creencia básica de esas filosofías griegas antiguas era el dualismo, el cual
enseñaba que todo lo físico era malo en sí mismo, a tal extremo que la idea de un cuerpo
resucitado era irracional y repugnante para un practicante del dualismo (Hch 17:32). Además, es
posible que algunos judíos en la iglesia de Corinto hubieran sido influenciados en el pasado por los
saduceos, quienes no creían en la resurrección aunque es enseñada en el Antiguo Testamento (Job
19:26; Sal 16:8-11; Sal 17:15; Dan 12:2).»
En los versos 13-19 Pablo presenta seis consecuencias desastrosas en caso de que la resurrección
no sea una realidad: 1) la predicación de Cristo sería absurda (v.1Co 15:14), 2) la fe en Cristo sería
inútil (v. 1Co 15:14), 3) todos los testigos y predicadores de la resurrección serían mentirosos (v.
1Co 15:15), 4) nadie sería redimido del pecado (v.1Co 15:17), 5) todos los creyentes del pasado
serían aniquilados (v.1Co 15:18) y 6) los cristianos serían las personas más dignas de lástima en el
universo (v.1Co 15:19).
Entonces vemos a Pablo destruyendo una presuposición, a saber «no hay resurrección de
muertos» El argumento de Pablo es «si no hay resurrección de muertos, evidentemente tampoco
56
Cristo resucitó.» Verso 13. Luego como premisa introduce como verdadera la resurrección de
Cristo: «Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado,» debe notarse que La resurrección de Cristo no
es la conclusión del argumento paulino, la conclusión es que la esperanza del creyente no es vana
porque la resurrección de Cristo pone fin a la futilidad de una fe sin la esperanza de resurrección.
En conclusión el argumento de Pablo no es para la resurrección de Cristo, sino para resurrección
general de los creyentes, William McDonald comenta: «Hay una diferencia en la Escritura entre la
resurrección de los muertos y la resurrección de entre los muertos, que es el sentido aquí. Los
anteriores versículos han estado tratando acerca de la resurrección de los muertos. En otras
palabras, Pablo ha estado argumentando de una manera general que los muertos ciertamente
resucitan. Pero Cristo resucitó de entre los muertos. Esto significa que cuando Él resucitó, no todos
resucitaron. En este sentido, fue una resurrección limitada. Cada resurrección es una resurrección
de los muertos, pero sólo la de Cristo y la de los creyentes es una resurrección de entre los
muertos.»
Un comentario final está relacionado con las recurrentes citas y referencia a John Frame, hay una
notable diferencia entre la apologética de Bahnsen y la de Frame, estos no estuvieron de acuerdo
en algunos puntos, el caso más notable es el del uso del argumento transcendental, este servidor
considera que al menos en este punto Frame está equivocado.
Fin de tercer y última refutación.
Notas al Pie 8
8 [5] Ibid
[6] Podríamos decir que la culpabilidad es el tema de los pasajes desde 1:18 hasta 3:20. [7] Romanos [8] Johnson, D. M. (2013). Skepticism and Circular Arguments, International Journal for the Study of Skepticism, 3(4), 253-270. doi: https://doi.org/10.1163/22105700-03011094 [9] Cowan, S., Feinberg, P., Frame, J., Gundry, S., Craig, W., Habermas, G., & Clark, K. (2000). Five Views on Apologetics. Grand Rapids: Zondervan. [10] En la versión Dios Habla Hoy «Éste es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes.»
57
Discurso de Cierre (28/07/2019)
Jader José
Argumento por el Evidencialismo
En este discurso de cierre, sólo voy a reiterar dos puntos importantes que al parecer mi oponente
no ha demostrado, dado que la extensión de esta última intervención es un poco más corta.
1. Que el aspecto trascendental de la lógica implica una circularidad epistémica respecto a
consideraciones filosóficas de la existencia de Dios. Simplemente no se ha visto una formulación
lógica que de paso a considerar que Dios como presuposición es más válido que su no
presuposición. Algo en lo que podemos estar de acuerdo es que la lógica es trascendental, en ese
punto coincidimos sin ningún problema, no hay discusión alguna, es evidente que en este debate
lo hemos asumido y por supuesto que esta debe tener algún tipo de explicación; y no quisiera
sonar redundante, pero también coincidimos en que la única explicación posible es Dios. Ahora,
¿qué ocurre cuando el evidencialista declará que Dios es la única explicación posible? ¿no está
apoyando las premisas de la tesis presuposicionalista? No, en lo absoluto. Más bien debo recalcar
que mi oponente ha tomado un concepto totalmente erróneo de lo que significa demostrar a Dios
o presentar evidencias de su existencia, tenemos muchos argumentos de la apologética clásica y
ciertamente todos tienen como conclusión que existe una deidad suprema, un ser subsistente,
incontingente, motor inmóvil, etcétera, pero Dios no se incluye en las premisas y hay buena razón
para eso, a saber, que partimos de premisas particulares que corresponden con la realidad
empírica, y Dios no se encuentra explícito en la realidad material o natural. Como argumentaba:
Dios es evidente QUOAD SE, pero no es evidente QUOAD NOS, de modo que se hace necesaria su
demostración, y en consecuencia no es posible partir de un concepto epistemológico que de por
sentado que Dios existe. No obstante, SÍ AFIRMAMOS QUE DIOS ES ONTOLÓGICAMENTE
NECESARIO. Así que el hecho de que la lógica corresponda con Dios no es licencia para considerar
que debe presuponerse epistemológicamente. Algo que, como he dicho, es el principal fallo de la
apologética presuposicional. Y curiosamente se me ha acusado de separar metafísica y
epistemología, que en el sentido correcto, es cierto. Esto porque la categoría de lo metafísico y la
categoría de lo epistemológico efectivamente son diferentes, sin embargo, no se niega que tengan
relación. De hecho es lo que justamente se ha subrayado a lo largo de todo el debate: hay que
construir un buen modelo epistemológico para llegar a las categorías metafísicas. Entonces es
comprensible que los argumentos no son bloques evidenciales que quitan valor a la prioridad de la
58
existencia de Dios respecto a la realidad. Esto queda perfectamente explicado con la “Analogía del
Mapa de Atlanta”, que por cierto mi oponente no contestó adecuadamente, sus críticas no toman
valor más que en un concepto erróneo de lo que significa la apologética evidencialista.
2. Respecto al asunto Bíblico. Vemos que no hay ninguna incompatibilidad con el evidencialismo,
tenemos muchos pasajes bíblicos que nos expresan el uso de evidencias.
En el Antiguo Testamento, los profetas potenciales deben ser probados de acuerdo con sus
propias predicciones (Deut. 18:21-22). Además, se dice que Dios desafió a otros dioses a predecir
el futuro de la forma en que podría hacerlo (Isaías 41:21-29; 44:7, 24-28; 46:10; 48:5, 14). Estos
pasajes representan a un Dios que se deja probar a sí mismo de tal manera que sus palabras
podrían ser refutadas (es decir, si el mensaje profetizado no se cumple), y que pasa las pruebas, de
modo que Israel es llamado a ser su testigo de esto. poderosos hechos históricos de confirmación
(Isaías 44:6-8; 52:6).
Del mismo modo, 1 Reyes 18:20-45 retrata a Elías desafiando a la gente a ver un milagro
asombroso como la vindicación de Dios de su profeta y mensaje. El Nuevo Testamento describe a
Jesús citando sus milagros como evidencia de que Él es el Mesías prometido (Lucas 7:18-23), y
tanto Pedro (Hechos 2:22-24) como Pablo (Hechos 16:30-31) proclaman la resurrección de Jesús
como la validación de sus enseñanzas. Estos pasajes afirman que tanto a los creyentes como a los
incrédulos se les dice que examinen la historia usando su razón y sus sentidos para determinar la
verdad de Dios. Pero no hay indicio en estos pasajes de que tales desafíos evidenciales disgusten a
Dios.
Sin lugar a dudas no hay problema con el uso de evidencias, ya que estas no ponen en tela de
juicio el ser de Dios, sólo son declaraciones epistemológicas. Entonces se hace comprensible que
tanto el Nuevo Testamento Como en el Antiguo Testamento se presenten pasajes apoyando el
método evidencial para hacer demostraciones. Hechos 17:2-3, 17; 19:8; 28:23-24), Isaías 41:21-29:
44:7, 24-28; 46:10; 48:5, 14). (Isaías 44:6-8; 52:6). 1 Reyes 18:20-45 . (Lucas 7:18-23)Romanos 1:19
etcétera.
Esto debe entenderse en el verdadero contexto de evidencialismo, mi oponente hace unas
aclaraciones respecto a los pasajes bíblicos que ciertamente se basan en un malentendido de lo
que es nuestra apologética. Por ejemplo, hace continuas menciones sobre los efectos noéticos del
pecado y la relación de los incrédulos con Dios y las evidencias para su existencia. Sin duda, si sus
59
conceptos sobre evidencialismo son totalmente erróneos, como ha quedado demostrado, toda su
estructura argumentativa respecto a las consideraciones bíblicas también fallan. El terreno en el
que ha sembrado sus críticas no es fértil, y en consecuencia no hay forma en que den frutos.
“Es cierto que el juicio humano de consistencia y validez lógica no siempre es exacto y los
incrédulos pueden oponerse a los principios muy racionales a los que apelan los apologistas
evidencialistas. Sin embargo, esto no implica que tales inexactitudes y oposición no puedan
demostrar ser falaces sin tener que presuponer doctrinas cristianas. Un incrédulo que está
predispuesto contra Dios puede negarse a aceptar esta demostración (se supone que se ofrece),
pero uno debe hacer una distinción entre presentar una prueba y persuadir a una persona. Como
señala Anthony Flew, Una persona puede ser persuadida por un argumento abominable y no
puede ser convencida por una que debería ser aceptada. La negativa de un incrédulo a ser
convencido no implica que no se pueda producir un argumento no circular sólido que deba ser
aceptado.”
“Muchos teólogos no presuposicionistas también creen que el pecado afectó el equipo cognitivo
de la raza humana (por ejemplo, el deseo de distorsionar la verdad acerca de Dios por razones
egoístas). Sin embargo, reconocen que esto no implica que el equipo cognitivo humano se haya
visto afectado en la medida en que ya no pueda llegar a alguna verdad de Dios mediante el
razonamiento no circular. Por el contrario, como señala Feinberg, esta habilidad puede verse
también como un asunto de la gracia de Dios, sus gracias comunes. Stephen Evans observa que,
aunque hoy en día muchos de los teólogos lo niegan, los escritores de los evangelios,
particularmente el escritor del cuarto evangelio (vea Juan 2:23, 3:2, 6:2, 11:47-8), parecen ver la fe
en Jesús como el Mesías como algo que fue requerido por la evidencia de los signos milagrosos
que hizo Jesús. Mientras que la teología cristiana afirma que la capacidad epistémica de los seres
humanos se ve afectada por el pecado y alejada de Dios, los pasajes de las Escrituras mencionados
anteriormente implican que las capacidades epistémicas no se ven afectadas de tal manera que las
personas no puedan reconocerlas. Que estas evidencias apuntan a Dios. Desde este punto de
vista, la incredulidad de ciertas personas se atribuiría a la obstinación de sus corazones, que se
niegan a creer aunque tengan tal reconocimiento. Podría preguntarse, si las evidencias históricas
por sí mismas pueden hacer que las personas crean que Jesús es el Señor, entonces ¿qué papel le
queda al Espíritu Santo en la teología cristiana, de quien Pablo dice: "Nadie puede decir" Jesús es
el Señor ", excepto por el Espíritu Santo (1 Corintios 12:3)? Sin embargo, en la medida en que
estos están relacionados en la práctica, se debe hacer una distinción teórica entre reconocer y
aceptar algo como verdad. Un agente racional puede reconocer que algo es cierto sobre la base de
la evidencia pero se niega a admitir o comprometerse con esta verdad. En el Nuevo Testamento,
se representa a los demonios reconociendo la identidad de Jesús y de Dios, pero se niegan a
someterse (por ejemplo, Marcos 1:23-24; Santiago 2:19). Del mismo modo, el punto de vista de
Pablo es que las tendencias pecaminosas de la gente hacen que rechacen a Dios a pesar de que
60
reconocen su autoridad divina (Rom. 1:18-32), pero tales tendencias pueden (y deben) ser
vencidas por la obra del Espíritu Santo (Rom. 8:1-13). De este modo, el cristiano puede entender el
papel del Espíritu Santo para que las personas se sometan al señorío de Jesús. Esto no contradice
la opinión de que las evidencias históricas son dadas por la gracia de Dios para permitir que la
creencia en Jesús se justifique de manera no circular.”
Aquí cabe recordar lo que nos dice William Lane Craig: No soy un evidencialista si está hablando de
epistemología religiosa. Estoy de acuerdo con Alvin Plantinga en que la forma fundamental en que
conocemos las grandes verdades del Evangelio es a través del testimonio inmediato del Espíritu
Santo. Pero los argumentos y la evidencia son útiles para mostrar a otra persona que lo que
sabemos que es verdad es verdad.”
En conclusión, por la parte evidencialista se ha argumentado razonablemente y se ha mostrado
una serie de argumentos defendiendo su consistencia bíblica, metodológica y filosófica, lo cual era
propósito del debate. Y también se han mostrado argumentos contra el presuposicionalismo que a
mi parecer no se contestaron adecuadamente. El fallo del presuposicionalismo es acusar al
evidencialismo de sostener una postura que cuestiona la existencia de Dios ontológicamente, pero
ha quedado muy claro que el malentendido que hay respecto a nuestras verdaderas
declaraciones; no es lo mismo presentar pruebas o evidencias de que “X” existe y poner en tela de
Juicio la existencia de “X”. Si todos los argumentos dejaran una vía alterna para llegar a su
inexistencia entonces habría un problema. Pero es interesante saber que en el caso de Dios ¡todo
nos lleva a Dios, las matemáticas, la física, la biología, la historia!
Y también como he explicado en las primeras refutaciones: que Dios sea necesario no implica
circularidad, porque esto únicamente hace referencia a una consideración ontológica.
“Argumentar que nuestra racionalidad requiere a Dios como causa es diferente de argumentar
que nuestra racionalidad depende de presuponer a Dios para la justificación de nuestras creencias.
Si bien uno podría argumentar que la capacidad de uno para conocer la realidad de que uno está
sufriendo (por ejemplo) depende de Dios (en el sentido de que el origen último de la mente
consciente humana depende de un Creador personal), uno no necesita depender ¡en Dios para
justificar la creencia de que uno está sufriendo! (La experiencia directa es suficiente para
justificarlo.) Dado que presuponer a Dios no es necesariamente ni innegable para la justificación
de nuestras creencias, de la misma manera que presuponer la razón es necesario e innegable, la
suposición de Dios en respuesta a los ateos es una importancia gratuita, pero la suposición de la
razón no lo es."
Fin del discurso y participación de Jader.
61
Notas al Pie 9
Discurso de Cierre (28/07/2019)
Luis Reyes
Argumento por el Presuposicionalismo
Agradecimientos
Como presuposicionalistas, y además teonomistas, en presuposicionalismo somos los primeros en
estimular a la iglesia a trabajar en la transformación del mundo, y somos los primeros en animar a
buscar la unidad como el pueblo de Dios para esta tarea, sin embargo, también consideramos
importante debatir temas como la metodología apologética, puesto que sin ella no podemos
trabajar eficazmente en nuestra labor de discipular e impactar a las naciones. Creemos que la
apologética presuposicional hace una defensa integral de la fe, colocando al cristianismo como la
única opción posible en cada área de la sociedad. Cuando hacemos una defensa de la fe con una
cosmovisión integral, y por lo tanto con una epistemología cristiana, no solo estamos defendiendo
9 [1]TEOLOGIA NATURAL, ÁNGEL LUÍS SUÁREZ.
[2 ]Journal of Theological Studies 60 (2009): 570-584. *3 + Reply to respondents to my paper “A Response to John Frame’s Presuppositional approach to faith and reason” Andrew Loke [4 ] SANGUINETI, J.J., La filosofía de la ciencia según Santo Tomás, Pamplona 1977, pp. 345-346. [5] 3. SANTO TOMÁS, S.Th., I, q. 2, a. 1. *6+ Loke, Andrew. 2018. ‘A response to John Frame’s Presuppositional approach to faith and reason. [7] Drama del hombre y misterio de Dios, Madrid 1977, pp. 11-46. [8] Page 7 2106 Richard G. Howe, Ph.D [9] Page 6 2006 Richard G. Howe, Ph.D [10]Teología Natural, (sexta edición) Ángel Luís Suárez. [11] Gary Habermas, "Greg Bahnsen, John Warwick Montgomery y Evidential Apologetics [12] SANTO TOMÁS, S.Th., I, q. 2, a. 1.
62
la existencia de Dios, sino también llamando a cada esfera e institución del mundo a regirse por la
voluntad de Su creador. Por eso mismo creímos necesario este debate, a pesar de las críticas de
aquellos que lo vieron como innecesario.
Por todo lo anterior queremos dar gracias a todos los que hicieron posible este debate. A nuestro
Señor, a Jader José, nuestro interlocutor, a nuestros moderadores, a todos los que interactuaron
respetuosamente preguntando y compartiendo, a los que siguieron el debate. Nuestro deseo
nunca ha sido dividir más la iglesia de lo que ya está. Esperamos que hayan sido edificados, y
deseamos que haya más debates sanos como estos sobre metodologías apologéticas para que
seamos preparados, no solo para defender la existencia de nuestro Dios, sino para discipular a las
naciones en todos los ámbitos. ¡Muchas gracias!
Palabras finales sobre el debate
En nuestro discurso de apertura definimos la apologética presuposicionalista. En palabras del Dr.
Bahnsen, «el procedimiento presuposicional involucra dos pasos: 1) una crítica interna del sistema
del incrédulo, demostrando que su enfoque es una insensata destrucción del conocimiento, y 2)
una presentación humilde pero audaz de la razón de la esperanza en nosotros, comunicada en
términos del compromiso presuposicional del creyente con la verdadera palabra de Dios.»[1]
A lo largo del debate este enfoque de dos pasos no fue criticado por nuestro interlocutor. Intentó
criticar algunos aspectos asociados al primer paso, pero en última instancia esas críticas fallan. El
primer paso es una crítica trascendental, que muestra la imposibilidad de los sistemas no
cristianos. En palabras de Van Til, «debemos señalarles que el propio razonamiento unívoco
conduce a la autocontradicción, no solo desde un punto de vista teísta, sino también desde un
punto de vista no teísta. Esto es lo que deberíamos decir cuando decimos que debemos
enfrentarnos a nuestro enemigo en su propio terreno. Esto es lo que deberíamos decir cuando
decimos que razonamos a partir de la imposibilidad de lo contrario. Lo contrario es imposible solo
si es contradictorio cuando se opera sobre la base de sus propios supuestos.»[2]
Es decir, a la vista de cualquier hecho, de cualquier experiencia, nos preguntamos, ¿cuáles son los
presupuestos detrás de ese hecho que lo hacen posible? Ahora, al hacer esa pregunta no estamos
fingiendo ser neutrales. No llegamos a ese análisis asumiendo que es posible mantener cualquier
posición tanto intelectual como práctica. Venimos asumiendo la imposibilidad de lo contrario. Es
63
decir, cualquier posición que sea contraria (al cristianismo) es imposible de mantener intelectual y
prácticamente.[3]
Todo lo que nuestro interlocutor se limita a decir es que: «La apologética presuposicional se
enfoca en refutar las cosmovisiones o los presupuestos no cristianos, sin embargo, vuelve a fallar
en demostrar que es un método apologético válido comparativamente con el evidencialismo». En
respuesta mostramos como Salomón usa claramente el enfoque de criticar, a partir de las
posiciones contrarias para concluir que es vanidad.
También fueron respondidas las objeciones relativas a la supuesta confusión entre metafísica y
epistemología, argumentamos que toda epistemología implica necesariamente una metafísica, y
que la relación entre ambas es ineludible. A la objeción de que el presuposicionalismo involucra
una circularidad falaz respondimos, que «no se trata de una circularidad viciosa, sino más bien de
la naturaleza inherente a un argumento trascendental.»[4]
En la tercera refutación se mostró que los pasajes bíblicos usados para justificar la postura del
evidencialista revelan que se asume una epistemología y una metafísica establecida en las
Escrituras. En este sentido son una lectura favorable al presuposicionalismo.
Por otra parte, nuestras críticas sobre las inconsistencias bíblicas de la metodología evidencialista
no fueron respondidas. No hay respuesta en cuanto a la ausencia de la distinción entre el Creador
y la criatura, en la que el hombre por su condición de criatura debe ser llamado al arrepentimiento
y a la sumisión al Creador, dada que su incredulidad se debe a su inmoralidad y no a su ignorancia.
«Si Dios existe, el hombre puede conocerlo, por la sencilla razón de que, en ese caso, todo
conocimiento depende de Él.»[5] De modo que el hombre en la medida que tiene conocimiento
conoce a Dios. Para Él la falta de evidencia no es una excusa. También vimos que el apologista
evidencialista no toma en serio los efectos del pecado sobre la mente. Considera que el hombre
puede conocer a Dios por la razón natural.
La apologética de Van Til se basa entonces en el principio práctico de que la mejor defensa es un
buen ataque. Pero el asunto va más allá de eso. Su apologética atraviesa los delirios y las
pretensiones de los hombres y pone al desnudo sus presuposiciones. Opera sobre la base de la fe
fundamental de que a menos que presupongamos la totalidad del cristianismo, lógica y
consistentemente no podemos saber nada, que o bien comenzamos con el Dios autocontenido y
Su decreto eterno como el ambiente último del hombre, como se deriva de la Escritura, o bien
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asumimos que el azar es último, en cuyo caso el hombre no puede saber nada a menos que lo
sepa todo. Y conocerlo todo es especialmente una imposibilidad en un universo en evolución en el
que la potencialidad y la posibilidad son ilimitadas.[6]
La apologética de Van Til, al igual que su predicación, y de hecho como toda verdadera
predicación, tiene un propósito claro: hacer que tanto los cristianos como los no cristianos se
sientan epistemológicamente cohibidos, revelar tanto la naturaleza de sus presuposiciones como
sus inconsistencias, y llevarlos a una responsabilidad más clara de su posición como guardianes de
pactos o violadores de pactos. Es imposible apreciar el éxito de Van Til en esta tarea sin tomar
nota de la angustiosa y amarga oposición que ha suscitado. La autoconciencia es un negocio
doloroso para el hombre, que edad tras edad ha buscado adormecerse con el opio de la religión, la
economía, la política y los negocios, y ha buscado huir frenéticamente hacia ciento un actividades
y refugios. El hombre resiente su autoconciencia, porque lo fundamental para ella es una
ineludible conciencia de Dios que busca suprimir. Busca establecerse como autónomo, pero no
sólo toda la creación, sino que cada fibra de su ser y cada instante de autoconciencia sacude su
irrefrenable conciencia de Dios. Construye un elaborado sistema de pretensión, con la esperanza
de que si finge lo suficiente que Dios no existe, ¡desaparecerá! El cristiano inconsistente trata de
satisfacer tanto a Dios como al hombre, esperando escapar de la tensión de la decisión o del
conflicto del alistamiento satisfaciendo tanto a Dios como al hombre natural. Pero la metodología
de Van Til se opone a todo esto. Requiere un examen de las presunciones y una coherencia en
cuanto a ellas. Invita a los hombres a ser epistemológicamente conscientes.[7]
Así, fundamental para la apologética de Van Til es el principio de que para el hombre la
autoconciencia presupone la conciencia de Dios. Calvino habla de esto como el ineludible sentido
de deidad del hombre. La doctrina de la creación, y especialmente la creación a imagen de Dios,
hace de esta conciencia de Dios un hecho ineludible. Pero no sólo el hombre es una criatura, sino
que también es creado como un ser histórico, lo que implica la concepción de la alianza. Tiene una
“responsabilidad y tarea histórica de reinterpretar el consejo de Dios expresado en la creación
para sí mismo individual y colectivamente. La conciencia de criatura del hombre puede por lo
tanto ser señalada más particularmente como conciencia de pacto”. Para está tarea era
fundamental la dependencia de Dios, ya que su obra era analógica, y por lo tanto, puesto que “la
revelación natural es en sí misma incompleta”, desde el principio “la idea misma de la revelación
sobrenatural está correlativamente encarnada en la idea de la propia autoconciencia del hombre”.
El hombre, por lo tanto, se sabe a sí mismo que rompe el pacto, sabe que, en vez de administrarse
a sí mismo y a todas las cosas para la gloria de Dios, trata de administrar todas las cosas, incluso a
sí mismo, para su propia gloria. Van Til no pierde el tiempo tratando de probar a Dios. Por el
contrario, demuestra, mediante su análisis incisivo de las filosofías rivales, que argumentar
consistentemente que Él no lo es es destruir toda la ciencia y la filosofía y hacer que todas las
cosas carezcan de sentido.[8]
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En este sentido el presuposicionalismo es un llamado al arrepentimiento, un llamado a la
consistencia epistemológica de todos los hombres, incluyendo a los cristianos que no son
conscientes ni consistentes epistemológicamente.
Fin de la participación de Luis y Fin del debate
Notas al Pie 10
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Preguntas Finales.
1- Presunta de un espectador a Jader José. Alex Rodriguez PREGUNTA: Aparte del simple
mandato a responder por nuestra fe o a proclamar a Dios — los cuales pueden ser
perfectamente satisfechos remitiéndonos a la Palabra y no a fuentes externas — y con la
mayor precisión, ¿cuál sería el resultado máximamente deseable Y posible que se lograría
al demostrar que hay un Dios por medio de presentar evidencias empíricas?
2- Pregunta de un espectador a Luis Reyes. Excelente... Y quisiera saber algo, porque me ha
pasado con esto:En una argumentación apologética contra un no-cristiano: ¿Es lo mismo
"tener implícita" la existencia de Dios y "asumir" la existencia de Dios?
3- Pregunta de un espectador para Luis Reyes. Interesante, para que no digas que solo soy
un Troll te haré una pregunta totalmente válida, ya que estas usando un lenguaje lógico en
el TAG me puedes decir en qué sistema lógico y en que axiomas lógicos se fundamenta?
10
[1] Bahnsen, G. (1996). Always ready. Nacogdoches, Tex.: Covenant Media Foundation. [2] Van Til, C. (2015). Common grace and the gospel (2nd ed.). P & R Publishing. [3] Edgar, W., & Oliphint, K. (2011). Christian Apologetics Past & Present: a Primary Source Reader. Wheaton, IL: Crossway. [4] Cowan, S., Feinberg, P., Frame, J., Gundry, S., Craig, W., Habermas, G., & Clark, K. (2000). Five Views on Apologetics. Grand Rapids: Zondervan. [5] Van Til, C. (1969). A survey of Christian epistemology. [Philadelphia?]: den Dulk Christian Foundation. [6] Rushdoony, R. (1995). By what standard?. Vallecito, Calif.: Ross House Books. [7] Ibid [8] Ibid
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Luego, ¿Por qué el argumento ontológico clásico, el modal y sobre todo el de Godel, no
demostrarían a un Dios como el Bíblico?
4- Presunta de un espectador a Jader José.
En el evidencialismo dicen que cualquier escéptico puede usar la razón.
P//La Biblia enseña que Dios
entenebrecio el entendimiento, aparte que se dio a conocer por la locura de la predicación
y sabemos que el escéptico tiene aparte un problema espiritual-moral ¿Cómo con ése
problema, puede el escéptico, interpretar adecuadamente la evidencia?