Esta presentación va por los futuros
profesores de español y los noveles también
1. El destino
Allá donde te destinen, recuerda
que tu misión es la difusión del
español en cualquier punto de la
geografía nacional. Si no te gusta
el lugar, tómatelo con filosofía,
siendo positivo y viendo el vaso
medio lleno. Miles y miles de
jóvenes desearían estar en tu
lugar. Luego ya podrás trasladarte
a otro sitio.
2. El cargo
No aceptes ningún cargo que no
sea el de impartir clases de
español. Puede que no te asignen
ninguna clase, en este caso tienes
que “dar la lata”. El Estado te ha
formado para docente de español,
y así tiene que ser. No dejes de
reivindicar tu derecho a ser lo que
eres, o sea profesor de español y
no un “marinero en tierra”.
3. Las herramientas
Cada empleado necesita
herramientas para trabajar,
cómprate las tuyas: un buen
diccionario, un buen libro de
gramática, y sobre todo, conéctate
a Internet. Allí encontrarás de todo.
Recuerda siempre que eres un
agente del cambio, así que tienes
que estar bien preparado.
4. La confianza
Ten confianza en ti mismo. Si
estás ahí es por méritos
propios. Luego te pasarán el
CAPES, pero sólo será una
confirmación de tu valía. La
humildad es una cualidad
fundamental, pero no tiene
que ser un estorbo para que
dejes de crecer como persona
y como profesional.
5. La profesionalidad
Prepara minuciosamente tus
clases, pues tus alumnos te
pueden sorprender con cosas
que no te imaginabas nunca.
Haz la clase mentalmente en tu
casa, y ponte siempre en la piel
de tus alumnos, eso te ayudará
mucho. Llega a tiempo y
procura no ceder nunca ante la
monotonía.
6. La alegría
Sé alegre o al menos
inténtalo. El español se
debe enseñar dentro de un
ambiente distendido. Eso
no significa el caos,
siempre tendrás el control
de la situación, pero desde
la convivencia, el respeto
mutuo y el buen rollo.
7. El sentido común
No olvides nunca que tus
alumnos son aprendientes. Su
nivel es muy inferior al tuyo. Fíjate
en todos y cada uno. Recuerda
que los que te necesiten más
serán los “flojos”. Trata de
ayudarles a aprender. Tú sabrás
el cómo. Confía en tu intuición.
8. La actualización
Procura estar al día. Recuerda
que un docente que deje de
actualizarse morirá, como una
planta a la que le falta el agua o
el aire. Haz de la lectura un
ejercicio espiritual para seguir
creciendo y de la escritura un
medio para comunicarte contigo
mismo y con los demás. Atrévete
a dar tus propias opiniones, no te
limites a lo que digan los demás.
9. La originalidad
No te conformes con el
manual. Incorpora materiales
complementarios. Y sobre todo,
intenta elaborar tu propio
material didáctico. Eso tardará
su tiempo, pero el día que
elabores tu propio material,
sentirás una gran satisfacción.
Recuerda que un material
didáctico puede funcionar con
una clase y no con otra.
10. La polivalencia
Sé receptivo, paciente, exigente
contigo mismo, responsable,
crítico, flexible, riguroso, bueno
(en el buen sentido), original,
abierto, inquieto, en una palabra:
eficaz. Saber combinar todas
esas cualidades te dará el perfil
de un buen profesor.
¡Buena suerte!