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Facultad de Ciencias de la Comunicacin Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicacin
Doctorado en Comunicacin y Periodismo
DECOLONIALIDAD EN LAS REDES VIRTUALES:
EL CASO DE AZKINTUWE.
Investigacin adscrita al proyecto FONDECYT N1120904: Medios de comunicacin y poder: discursos de la Prensa y de sujetos adultos de la regin de La Araucana sobre justicia/injusticia
en torno al Conflicto estado-nacin y pueblo mapuche.
Tesis doctoral presentada por Claudio Andrs Maldonado Rivera.
Co-dirigida por
Dra. Teresa Velzquez (UAB) Dr. Carlos del Valle (UFRO)
Barcelona, febrero de 2014.
1
A mi hijo Salvador,
por ser-estando...
2
"Una civilizacin que se muestra incapaz de resolver los problemas que suscita su funcionamiento es una civilizacin decadente.
Una civilizacin que escoge cerrar los ojos ante sus problemas ms cruciales es una civilizacin herida"
(Aime Cesaire, Discurso sobre el colonialismo)
"No puede haber un discurso de la descolonizacin, una teora de la descolonizacin, sin una prctica descolonizadora"
(Silvia Rivera Cusicanqui, Chixinakax utxiwa)
" Sentado en las rodillas de mi abuela o las primeras historias de rboles y piedras que dialogan entre s, con los animales y con la gente. Nada ms, me deca, hay que
aprender a interpretar sus signos y a percibir sus sonidos que suelen esconderse en el viento".
(Elicura Chihuailaf, Sueo Azul)
3
AGRADECIMIENTOS.
Todo trabajo es el resultado de procesos de socializacin heterogneos. Somos en la
medida que nos reconocemos parte de redes integradas de solidaridad.
Indudablemente esta investigacin se ha podido concretar gracias a los beneficios
otorgados por la Comisin Nacional de Investigacin Cientfica y Tecnolgica
(CONICYT), a travs de su programa BECAS CHILE para estudios de doctorado en el
extranjero. Mis ms sinceros agradecimientos para esta institucin.
Otro apoyo importante lo ha brindado el proyecto FONDECYT N1120904. Medios de comunicacin y poder: discursos de la Prensa y de sujetos adultos de la regin de La Araucana sobre justicia/injusticia en torno al Conflicto estado-nacin y pueblo
mapuche. Esta tesis se adscribe a este proyecto. Gracias por la confianza y los
beneficios otorgados.
Destacar y agradecer los esfuerzos de aquellos que lograron construir vnculos
institucionales entre la Universidad Austral de Chile, la Universidad de la Frontera y la
Universidad Autnoma de Barcelona. El puente generado entre stas facilit
enormemente mi ingreso al Doctorado en Comunicacin y Periodismo de la UAB.
Tambin agradecer las contribuciones y el compromiso que la Dra. Teresa Velzquez y
el Dr. Carlos del Valle han demostrado en cada fase de este trabajo. Sus observaciones
y aportes han sido fundamentales. La voz de ambos es parte de las mltiples voces que
habitan este texto. Espero que el dilogo fructuoso que hemos sostenido permanezca
en el tiempo.
Finalmente, agradecer a las personas que han estado de diversos modos
contribuyendo en este largo proceso, familiares y amigos. De manera especial brindo
mis agradecimientos a Carolina Inostroza. Su apoyo fue sustancial. Y por supuesto, a mi
hijo, sujeto de todos mis actos, de todos mis anhelos, de mis esperanzas y luchas.
Y a todos los que estn emplazados en mi memoria como sujetos partcipes de esta
tesis y de mi vida, mis ms sinceros agradecimientos.
NDICE
4
RESUMEN. ................................................................................................................................. 6
ABSTRACT. ................................................................................................................................ 7
INTRODUCCIN. ....................................................................................................................... 8
PRIMERA PARTE
MARCO EPISTEMOLGICO-TERICO-CONCEPTUAL
CAPTULO 1: PENSAR DESDE LA OPCIN DECOLONIAL: FUNDAMENTOS
1.1. El sistema mundo moderno/colonial. .............................................................................. 20
1.2. Colonialidad y Diferencia colonial. Revisin y relacin conceptual. ................................ 38
1.3. La destruccin ontolgica del ser colonizado: la colonialidad de ser. ............................. 61
1.4. Crtica a la exclusin epistmica y fundamentos para un pensamiento otro. ................. 73
1.5. La opcin decolonial. Fundamentos y proyecciones. ...................................................... 83
1.6. Fronteras epistmicas: decolonialidad en el campo de la comunicacin. ....................... 92
CAPTULO 2: COLONIALIDAD DEL PODER GLOBAL
2.1. De la globalizacin como colonialidad del poder global. ............................................... 102
2.1.1. Ms all del tiempo lineal. El espacio subalterno. ................................................. 117
2.1.2. Del Imperio al Imperialismo. ................................................................................... 120
2.1.3. Colonialidad del poder global como dispositivo heterrquico. .............................. 123
2.1.4. Colonialidad y Estado-nacin. ................................................................................. 136
2.2. Comunicacin y colonialidad del poder. ........................................................................ 150
2.2.1. Sociedad de la informacin y colonialidad. ............................................................ 151
2.2.2. Colonialidad: mediacin, medios y discurso. ........................................................ 164
CAPTULO 3: CONFLICTO, DECOLONIALIDAD Y COMUNICACIN EN LA ERA DIGITAL
3.1. Conflicto y Diferencia colonial: La entrada de los "grupos subalternizados". .............. 174
3.2. Proyectos decoloniales: delimitacin conceptual. ........................................................ 197
3.3. Decolonialidad, comunicacin y TICs. ............................................................................ 211
3.3.1. Habitar la sociedad red desde la opcin decolonial. .............................................. 215
3.3.2. Apropiacin tecnolgica y uso de TICs desde el plexo subalterno de la diferencia colonial. ............................................................................................................................ 228
3.3.3. De hipermedios e hipermediaciones. ..................................................................... 235
3.3.3.1. Sobre hipermedios. Los objetos de la era digital. ................................................ 237
3.3.3.2. Hipermediaciones: elementos reflexivos en torno a la decolonialidad en la red virtual. ............................................................................................................................... 245
CAPTULO 4: NARRACIN, HIPERTEXTO Y COMUNICACIN DECOLONIAL.
5
4.1. Narrar emplazados desde la diferencia colonial subalterna. ......................................... 252
4.2. Hipertextos. Posibilidades productivas. ......................................................................... 259
4.2.1. Hipertexto y virtualidad. ......................................................................................... 260
4.2.2. Hipertexto, rizoma y no linealidad. ............................................................................. 263
4.2.3. Hipertexto e Intertextualidad. .................................................................................... 265
4.2.4. Hipertexto y lenguajes mltiples. ............................................................................... 266
4.2.5. Hipertexto y lector. ..................................................................................................... 268
4.3. Comunicacin decolonial y era digital. .......................................................................... 270
4.3.1. Comunicacin alternativa, fuente de la comunicacin decolonial? ......................... 272
4.3.2. Heteronoma en la comunicacin decolonial. ............................................................ 280
4.3.3. Comunicacin decolonial, "emergencia indgena" y "Buen Vivir". ............................. 282
4.2.4. Comunicacin decolonial en la produccin de un nuevo archivo mnmico. ............. 296
SEGUNDA PARTE
MARCO DE ANTECEDENTES
CAPTULO 5: COMPRENDER EL CONFLICTO ESTADO-NACIN/PUEBLO MAPUCHE Y SITUAR EL LUGAR DE LA DISCURSIVIDAD INTERCULTURAL MAPUCHE.
5.1. Antecedentes del Pueblo Mapuche. .............................................................................. 308
5.1.1. El Mapuzungun. ...................................................................................................... 313
5.1.2. La importancia de la uke Mapu. ........................................................................... 315
5.1.3. Organizacin social. ................................................................................................ 317
5.1.4. Los Mapuches segn las estadsticas. ..................................................................... 320
5.2. Antecedentes de un conflicto. ....................................................................................... 326
5.2.1. Conquista, resistencia y negociaciones. ................................................................. 328
5.2.2. La independencia de la elite nacional y la ocupacin del territorio mapuche. ....... 331
5.2.3. Desarrollo y exclusin. ............................................................................................ 339
5.2.4. Reforma Agraria y territorio mapuche. .................................................................. 340
5.2.5. Dictadura militar. La nueva tragedia del mapuche. ................................................ 346
5.2.6. Retorno a la democracia? Nuevo trato al mapuche? .......................................... 350
5.2.7. El movimiento mapuche actual. El proyecto autonomista. .................................... 355
5.2.8. La criminalizacin/judicializacin del movimiento y la protesta mapuche. ........... 364
5.3. Comunicacin en contextos de "conflicto intercultural". El caso del discurso pblico mapuche. .............................................................................................................................. 369
5.3.1. Lo intercultural y meditico del DPM. .................................................................... 371
5.3.1.1. Respecto a lo intercultural. .................................................................................. 372
6
5.3.1.2. Respecto a su mediatizacin. ............................................................................... 375
5.3.2. Lo identitario y lo poltico en el DPM. ..................................................................... 377
5.3.3. Tipos y clases del DPM. ........................................................................................... 382
5.3.4. Del DPM a la Narrativa Hipertextual Mapuche. ...................................................... 385
TERCERA PARTE
MARCO ANALTICO INTERPRETATIVO
CAPTULO 6: ANLISIS. EL CASO DE AZKINTUWE
6.1. Criterios de seleccin y delimitacin del objeto de estudio. ......................................... 399
6.2. Breve resea de Azkintuwe. .......................................................................................... 400
6.3. Modelo de anlisis discursivo: Anlisis Crtico y Complejo del Discurso (ACCD) ........... 402
6.4. Anlisis del corpus noticioso de Azkintuwe. .................................................................. 406
6.4.1. Anlisis Crtico y Complejo del Discurso en Azkintuwe. .......................................... 406
6.4.2. Sntesis de resultados por nivel de anlisis. ............................................................ 555
6.5. Atribucin de sentido. Nivel interpretativo. ................................................................. 568
6.5.1. La colonialidad como factualidad: reconocer el control y la clasificacin. ............. 569
6.5.2. La decolonialidad como factualidad: acontecimiento por oposicin y prcticas por la liberacin. ......................................................................................................................... 574
6.5.3. Decolonialidad/Colonialidad en el nivel discursivo: roles, actores, espacio/tiempo, valores temticos y universos simblicos. ........................................................................ 579
6.5.4. Estados y Transformaciones: Decolonialidad en el nivel narrativo. ....................... 583
6.5.5. Decolonialidad/Colonialidad. Una lectura lgico-semntica del conflicto. ............ 591
6.5.6. Comprender la Decolonialidad desde la complejidad tetralmica. ........................ 598
7. CONCLUSIONES. ................................................................................................................ 604
7.1. Alcances epistemolgicos-tericos-conceptuales. ........................................................ 604
7.2. Reflexiones en torno al fenmeno en estudio. .............................................................. 607
7.3. Del conflicto a la decolonianialidad como horizonte. .................................................... 611
7.4. Esquema de sntesis y aperturas reflexivas. .................................................................. 613
7.5. La decolonizacin/resignificacin de la justicia/injusticia en Azkintuwe. ..................... 616
8. BIBLIOGRAFA. .................................................................................................................. 619
9. ANEXOS ............................................................................................................................. 649
RESUMEN.
7
La presente investigacin doctoral aborda los actuales procesos tecnocomunicativos e hipermediticos que se desprenden de las prcticas efectuadas por los sujetos subalternizados por la colonialidad del poder, del saber y del ser.
Asumiendo la inflexin decolonial como sustrato tico-epistmico, esta
investigacin configura un recorrido terico-conceptual en el cual se propone una re-lectura de la modernidad, ya no como hito eurocentrado, sino en relacin a su capacidad expansiva a nivel de control territorial y de subjetividades. Entendemos que la modernidad es indisociable de la colonialidad como sistema mundial de clasificacin racial y social de los sujetos.
La modernidad/colonialidad es el eje central para entender las dinmicas de
explotacin, dominacin y control que se inauguran con la llegada de los conquistadores-colonizadores hace ya ms de cinco siglos a lo que actualmente denominamos Amrica Latina, y que hoy persisten en innovadoras formas de ejercer la colonialidad para el control de las otredades. Pero a la vez la modernidad/colonialidad requiere ser pensada validando los locus de enunciacin de quienes se emplazan en los mrgenes del sistema mundo moderno-colonial, buscando transformar el orden instituido por medio de prcticas de liberacin, denominadas en esta investigacin como prcticas y/o proyectos decoloniales.
El fenmeno de estudio responde a este segundo eje. Interesa comprender el
sentido de las prcticas decoloniales en el marco del conflicto entre el Estado-nacin chileno y el Pueblo Mapuche, focalizando la investigacin en la produccin informativa presente en las redes digitales, siendo Azkintuwe -peridico del Pas Mapuche- el caso a analizar. Para ello se ha vinculado la reflexin epistmica con el Anlisis Crtico y Complejo del Discurso, aplicando sus cinco niveles de anlisis a un corpus de textos noticiosos presentes en el archivo digital de Azkintuwe.
Los veintisiete textos que componen el corpus de anlisis presentan como
tematizacin las sentencias aplicadas a personas mapuches en el marco de dicho conflicto. En base a ello, se propone situar la decolonialidad como sistema de significacin para repensar la justicia/injusticia aplicada en dichos procedimientos legales. Los resultados obtenidos han permitido reflexionar sobre la implicancia de la decolonialidad como eje necesario para configurar un nuevo sistema de relaciones interculturales, de modo de pasar del control y la exclusin para situarnos en el dilogo, la reciprocidad y la aceptacin de la diferencia, para as habitar otros mundos posibles.
ABSTRACT.
8
This doctoral research studies the actual techno communications and hipermediatics processes which come from the practices done by subalternized subjects due to power, knowledge and being coloniality.
Knowing the decolonial inflection as an ethical-epistemic substratum, this research
leads a theoretical-conceptual tour which suggests a re-read of modernity, this time not as a milestone, but related to its expansive ability that can control territory and subjectivity. It is known that modernity is inseparable from coloniality as a global system of racial and social classification of individuals.
Modernity/coloniality is the focal point to understand the dynamics of exploitation,
domination and control which appeared when conquerors/colonizers arrived, more than five centuries ago, to the place nowadays called Latin America, even now, they insist with innovative ways to practice coloniality with the aim of controlling the otherness. At the same time, modernity/coloniality needs to be thought taking into account the enunciation locus of those located in the modern-colonial system edges, looking for transforming the order addressed by the liberation practices, named along this research as decolonial practices and/or projects.
This research will study this second view. It is very important to understand the
sense of decolonial practices according to the fight between chilean Nation-state and Mapuche people, putting an emphasis on the information process founded in the social networks, it is Azkintuwe, Mapuche newspaper, the one will be analyzed. It has been linked the epistemic reflection with the critical and complex analysis of the discourse, applying its five levels analysis in a corpus of news texts which belong to the digital format of Azkintuwe.
Twenty seven texts are the analysis corpus and all of them express as main topic the sentences done to Mapuche people referred to that fight. According to this, decoloniality is established as a system of significance to rethink justice/injustice in legal procedures. The results have allowed reflecting about the implication of decoloniality as focal point needed to configure a new intercultural relation system, therefore, going through control and exclusion to be placed in dialogue, reciprocity and acceptance of difference, thus, it would be allowed to live another possible worlds.
INTRODUCCIN.
9
Habitar la regin de la Araucana1 es estar emplazado en una frontera innegable.
Chile y el Gulu Mapu2 se cruzan y enfrentan en un mismo territorio. Quienes
transitamos por esta compleja estructura histrica, poltica y cultural nos asumimos
intrpretes de relatos heterogneos, construidos desde la diferencia, el dolor y la
esperanza.
Esta investigacin surge desde el reconocimiento de tal espacio, asumiendo la
frontera como locus de enunciacin y, por tanto, hacindose parte de dicha frontera.
Es a partir de las coordenadas que estrcturan este complejo espacio de interrelaciones
que se reconocen los mrgenes y centros de la cultura. Es desde la frontera que la voz
de los condenados de la tierra, recordando a Fanon (2001), pretende ser validada, para
as transitar en la multiplicidad de relatos, convirtiendo la frontera en el lugar de la
diferencia y no ms el de la exclusin.
El contexto de referencia de esta investigacin es la histrica relacin de conflicto
entre el Estado-nacin chileno y el Pueblo Mapuche, dimensin que marca el actual
sistema de relaciones entre grupos que se perciben diferentes y se proyectan en la
diferencia.
Ante lo anterior, es lcito cuestionarse: es la diferencia factor de conflicto?, el
conflicto se funda en la diferencia? o el conflicto es la negacin de la diferencia?. Pero
si pensramos en funcin de un nuevo sistema de relaciones (inter)culturales
podramos cuestionarnos qu proyecciones brinda el conflicto para asegurar en el
maana el respeto y valoracin de la diferencia?. Tal vez reconocerse en el conflicto y
la diferencia sirva hoy para decolonizar el maana, pues el hoy persiste en una relacin
de carcter colonial.
1 Quien escribe estas lneas ha habitado toda su vida en Temuco, capital de la regin de la Araucana, Chile. Dato biogrfico que dentro de una investigacin puede ser un exceso, pero dado el posicionamiento epistmico de esta investigacin adquiere relevancia sustancial. Es desde la experiencia vivida en un espacio geopoltico y cultural como ste que el sujeto se constituye lector de acontecimientos complejos a nivel histrico, cultural y discursivo. La realidad experiencial entre mapuches y chilenos, muchas veces antagnica y otras veces solidaria, hacen del sujeto de esta regin un ser emplazado en la frontera. 2 Trmino en mapuzungun que refiere al vasto territorio mapuche que actualmente es parte de la delimitacin geopoltica de Chile.
10
Como premisa, se sostiene que la presencia, estudio y validacin de los discursos
generados en contextos de conflicto cultural por parte de los sujetos histricamente
excluidos, negados y subalternizados, son fundamentales para re-pensarnos, re-
habitarnos, re-construirnos, en definitiva, para decolonizarnos, entendiendo que
somos parte de un mundo que persiste en la dominacin y explotacin como
mecanismos de (re)produccin de la estructura colonial de poder inserta hace ms de
cinco siglos en nuestras sociedades latinoamericanas, y que en el caso de Chile se
torna evidente.
Desde la perspectiva de esta investigacin, se asume que existen cuerpos colectivos
que son capaces de desmarcarse de los lmites aglutinadores del pensamiento nico
como normas de saber/verdad/poder instalados por la institucionalidad, lo que
conlleva a reconocer prcticas de resistencia que entran en un juego de fragmentacin
y desbordamiento de la agenda reguladora de la hegemona. Esto abre una
multiplicidad de agendas investigativas, las que deben poner en tensin la cartografa
del poder econmico y cultural confeccionado por el capitalismo y sus redes
transnacionales de informacin-mercanca y el rol punitivo que historicamente ha
cumplido el Estado-nacin; y, a su vez, visibilizar las acciones de resistencia que actan
como mquinas que tensionan la estabilidad del orden impuesto.
Los grupos localizados en una esfera demarcada por su diferencia en relacin a la
legitimidad de los grupos culturales hegemnicos adscritos al ideario de la modernidad
y el capitalismo, son reducidos en este contexto [...] a convertirse en una
representacin de la diferencia que la haga comercializable, es decir, sometida a los
maquillajes que refuerzan su exoticidad y a las hibridaciones que neutralicen sus
rasgos ms conflictivos (Martn-Barbero, 2005:35).
A modo de contarrestar lo sealado por Martn-Barbero, este estudio aboga por
aquellas narrativas que hablan desde un locus de enunciacin que busca desmarcarse
de la tradicin discursiva que ha conformado al otro-mapuche como una alteridad
radical o como mero objeto-mercanca. El centro de esta investigacin son las
11
narrativas de la diferencia producidas por los sujetos de la diferencia colonial
subalternizada, en tanto prcticas decoloniales, las cuales transitan hoy por las redes
de hipermediacin de la era digital. El foco de estudio es el fenmeno cultural y
comunicativo que se genera en las redes digitales de Internet a propsito del Conflicto
Estado-nacin chileno y Pueblo Mapuche, buscando comprender las lgicas de sentido
que se construyen en los discursos informativos del peridico digital Azkintuwe,
Peridico del Pas Mapuche desde la erspectiva del pensamiento decolonial.
En funcin de lo anterior, esta tesis doctoral se propone cumplir los siguientes
objetivos de investigacin:
Objetivo general:
- Comprender el discurso informativo producido por el peridico
Azkintuwe (archivo digital) en torno al conflicto Estado-nacin y
Pueblo Mapuche desde la perspectiva del pensamiento decolonial.
Objetivos especficos:
- Desarrollar un marco terico que desde la inflexin y/o giro decolonial
problematice la actual complejidad cultural y comunicacional desatada
por la globalizacin y las tecnologas digitales en el contexto de
relaciones culturales en conflicto.
- Identificar los elementos discursivos, factuales y de la significacin
sobre la justicia/injusticia en torno al conflicto Estado-nacin y Pueblo
Mapuche en los textos informativos producidos por Azkintuwe.
- Interpretar los resultados de los anlisis a partir de las categoras
terico-conceptuales que fundamentan el pensamiento decolonial.
12
Para el logro de tales objetivos este escrito asume y expresa un compromiso que
busca desmontar la Hybris del Punto Cero propuesta por Castro-Gmez (2005a)3. A lo
largo del trabajo el sujeto de la investigacin asume su corpopoltica en el acto de
decir, reconociendo su propia subjetividad y legitimando una geopoltica del
conocimiento cuyo fin es validar la voz de los excluidos, de los habitantes que la
modernidad/colonialidad ha desplazado hacia el abismo del no-ser, configurando una
alteridad que le es constitutiva para auto-validarse como el nico horizonte de
posibilidad de ser. Es el momento de pensar mundos y seres de otro modo, es
momento de decolonizarnos sistmicamente, es momento de comunicarnos en la
diferencia.
Durante largo tiempo la tradicin acadmica se ha centrado en pensar al "otro"
desde los marcos de representacin construidos por los discursos de autoridad. El
"otro" ha sido objeto permanente de un "nosotros" hegemonizado. Frente a ello, es
urgente desplazarse hacia nuevas e innovadoras formas de pensar la diferencia.
Debemos ser capaces de concebir la diferencia como dimensin sustancial de los
procesos de identificacin y traspasar la barrera del decir hegemnico sobre el "otro"
para comenzar a entender, en una ardua tarea de desmarques identitarios, culturales
y epistmicos, el decir de la propia diferencia.
Desde esta perspectiva, se torna necesario focalizar la investigacin desde un(os)
paradigma(s) de oposicin/transformacin de los cdigos instalados como
saber/verdad sobre la otredad, abogando por la comprensin de lo cultural y las
subjetividades de la alteridad desde el reconocimiento de su diferencia, de su
posicionamiento conflictivo con la sociedad mayoritaria y validando los saberes que
desde el espacio local se configuran, dispuestos actualmente en los canales por donde
transitan los flujos simblicos multicentrados otorgados por las tecnologas digitales de
la informacin y la comunicacin conectadas a Internet. Es por tanto, hacerse cargo de
3 Con este concepto, Castro-Gmez critica la posicin de absoluta objetividad que la episteme moderna logr implementar como el nico camino posible de acceso al conocimiento. El sujeto como deidad -control absoluto de lo observable- y descontaminado del fenmeno - principio de objetividad-han restado importancia a los procesos subjetivos que entran en juego en el plano de la investigacin. Siempre hay un sujeto posicionado desde un locus no neutral, no objetivo, no absoluto.
13
la complejidad cultural y comunicativa que posibilita el universo digital y sus redes de
difusin desterritorializadas, situando el trabajo intelectual en funcin de la
proliferacin de representaciones que orbitan tanto desde la hegemona cultural hacia
la otredad, como en aquellos discursos alternos al poder insertos en los sitios virtuales,
productores de una semiosis social (Vern, 1998) que emerge desde los espacios
perifricos/marginalizados/localizados, pero que actualmente se emplazan en canales
de comunicacin multimediticos.
Es necesario establecer que este empalzarse de los grupos subaletrnizados en las
redes de difusin del espacio virtual/global, en medida alguna se asume en funcin de
la supuesta democratizacin que promovera la arquitectura de la aldea global, ni
tampoco dentro de los tecnoutpismos que han tenido cabida en la retrica epistmica
referida a las tecnologas de lo virtual. Por el contrario, es atender a los conflictos que
en el presente ponen en tela de juicio el armonioso proyecto modernizador de
Occidente desde la perspectiva de los grupos culturales que histricamente han sido
marginados de la narrativa oficial de Occidente, el Capitalismo y la Modernidad,
conformando un estado de resistencia, antagonismo y proyeccin autonmica que
irrumpe con las mecnicas de la constitucin del Otro (Spivak, 2003:338).
Por tanto, el inters de esta investigacin estar en poder configurar un sistema
terico y metodolgico que permita comprender los rasgos que definen aquellos
discursos de los grupos (etno)culturales subalternos en el contexto de la apropiacin
de las tecnologas digitales y su emplazamiento discursivo en los espacios de
informacin y comunicacin virtual que otorga Internet, concebidas como estrategias
de insercin de formas de subjetividad que buscan posicionar modos de comunicar
divergentes, alternativos, disruptivos a los discursos de la lites simblicas que operan
como dispositivos de colonialidad. Son formas de comunicar que en base a la
perspectiva epistmica de esta investigacin sern tratadas como prcticas
comunicativas decoloniales.
El estudio que se ha desarrollado en esta tesis doctoral se vincula directamente con
la interrogante formulada por la pensadora postcolonial Spivack (2003) al plantearse
14
Puede hablar el subalterno?. Una respuesta inmediata es claro que el subalterno
puede hablar!, pero en qu medida su decir se valida, se legitima, se concibe como
aporte para el diseo de nuevos mundos de interrelacin construidos sobre la base de
la diferencia. Epistmicamente una respuesta a este cuestionamiento conlleva no tan
slo enfrentar la tradicin acadmica y los discursos de autoridad que construyen al
"otro", es perentorio indagar y construir sistemas de pensamiento acordes a una
agenda de investigacin cuya finalidad sea revertir la tendencia declarada y, a la vez,
pasar del "otros" como exterioridad a un "nosotros" como totalidad diferenciada e
interrelacionada.
Una opcin que se ha ido formulando desde Latinoamrica es el giro descolonial,
pensamiento decolonial y/o inflexin decolonial, el cual es parte de una larga y
enriquecedora tradicin de pensamiento crtico formulado desde este lado del orbe y
cuyo propsito ha sido pensar las relaciones de dominacin y liberacin desde el
despliegue de fuerzas de los sujetos vctimas del ejercicio del poder, asumiendo el
conocimiento formulado como tctica de lucha para revertir el transcurso en que la
sumisin del otro ha sido la constante.
Reivindicar el pensamiento decolonial en su carcter de epistemologa pasa
necesariamente por reivindicar las prcticas decoloniales, en tanto prcticas de
liberacin respecto a la matriz colonial de poder que se inaugur a la llegada del
hombre blanco-cristiano-europeo a los territorios de lo que hoy denominamos
Amrica Latina. Son estas prcticas las que en definitiva justifican la teora desde la
cual se posiciona esta investigacin. Es a partir de las prcticas decoloniales que
reconocemos al sujeto subalternizado como sujeto de la historia que ha operado
desde los mrgenes del sistema de mando -definido en esta tesis como sistema mundo
moderno-colonial-, en funcin del logro de su liberacin, de la ruptura de las cadenas
que histricamente han sido amarradas a sus cuerpos, sus memorias, sus deseos. Hay
una utopstica en la performatividad de los sujetos que debe ser tomada en cuenta si
el anhelo de muchos es transformar la realidad para vivir en un mundo donde la
diferencia ya no sea materia de exclusin, sino de aceptacin y reciprocidad.
15
Ahora bien, es necesario interrogarse qu prcticas y fenmenos son el centro de
esta investigacin. La respuesta: los actuales y complejos procesos comunicativos y
culturales que el mundo globalizado y tecnologizado alberga en su estructura y
funcionamiento. Se reconoce que los sujetos subalternizados hoy se apropian y hacen
uso de las tecnologas de la era digital para emplazar su diferencia en las redes de
interaccin comunicativa que brinda la Galaxia Internet. El caso del movimiento
mapuche no queda ajeno a estos actuales procesos.
En el marco del actual capitalismo globalizado, cuyo funcionamiento depende en
gran medida de los dispositivos tencomunicativos por los cuales circulan los capitales
financieros y simblicos, la produccin informativa y los procesos de hipermediacin
que de ellos se suscitan adquieren una dimensin protagnica, particularmente si
pensamos que contribuyen en la consolidacin del ideario hegemnico del control
social, econmico y cultural a escala planetaria, pero tambin en nuevas posibilidades
para pensar la subjetividad de sus usuarios y las innovadoras formas de socializacin
que estn emergiendo. Hoy diversos movimientos sociales, grupos indgenas,
estudiantes, entre tantos otros, hacen uso de estas tecnologas con el claro propsito
de transgredir los mecanismos de dominacin que han operado en desmedro de una
vasta poblacin a escala planetaria. Estamos asisitiendo a la configuracin de una
tecnopoltica comunicacional que emerge "desde abajo" para desafiar las estructuras
estructurantes del mundo hegemnico.
Las formas de produccin y reproduccin del capital en este nuevo marco de
estructuracin sociocultural no slo se han centrado en la acumulacin de riquezas
materiales, sino tambin en la circulacin de mercancas de carcter simblico, cuyas
formas de valor quedan supeditadas a las regulaciones impuestas por la economa-
mundo y en mano de quienes formulan las estrategias de produccin de las industrias
culturales que dominan el mercado de la comunicacin, la informacin y la cultura. Tal
como nos sealara Martn Serrano (1977) la informacin ha adquirido en el transcurso
de la historia del capitalismo "valor de cambio", situacin que en una sociedad basada
en la produccin, circulacin y consumo de la misma, torna a las tecnologas de la
informacin y la comunicacin en objetos de inters para la investigacin acadmica.
16
Desde el ngulo de diversos autores y perspectivas tericas, las implicancias de las
actuales tecnologas digitales dan cuenta de un nuevo modelo organizacional del
capitalismo y su impacto en la esfera material y simblica de la realidad. Sociedad Red
(Castells, 2009; 1999), Hiperindustria Cultural (Cuadra, 2008) Cibercultura (Lvy, 1997),
Cibermundo (Virilio, 1997), son algunas de las nominaciones que aluden al fenmeno
tecnolgico y su vinculacin con el reordenamiento estructural que generan en el orbe
y las subjetividades.
Revisando la teorizacin que aborda los fenmenos de la globalizacin, el
capitalismo, la comunicacin y la cultura, se reconocen tendencias dispares, las que
podran sintetizarse en aquellas que arguyen que este nuevo modelo estructural
generado por las tecnologas digitales tiende a estabilizar un programa unvoco de
realidad, en cuanto fuerza homogeneizante de los patrones de consumo, formas de
vida e identidades culturales. Una especie de apocalpticos digitales. Y otros que dan
cuenta de las disyunciones y/o contradicciones que el modelo global alberga en su
estructura, posibilitando narrativas alternativas respecto al imperativo hegemnico del
poder mercantil y cultural. En los trabajos de Martn-Barbero (1991) y Garca Canclini
(1995) se reconoce que la globalizacin no impone una ideologa absolutista, puesto
que en ella entran identidades que asumen los procesos de mediatizacin y consumo
cultural desde procesos de subjetivacin diseados en otras instancias de mediacin,
fundadas en las relaciones intersubjetivas de lo local, hoy en interaccin con lo global.
Desde la perspectiva de esta investigacin, se propone la elaboracin de un modelo
terico-metodolgico que nos permita comprender las prcticas comunicativas
emergentes desde la diferencia colonial" (Mignolo 2003), las que, proponemos,
tensionan la semiosis hegemnica del pensamiento nico como norma de
saber/verdad/poder instalada desde el consenso institucional, lo que conlleva a
reconocer prcticas de resistencia, insubordinacin y despliegue de fuerzas
autonmicas que entran en un juego de fragmentacin y desbordamiento de la agenda
reguladora de la hegemona como poder colonial. Ello, en base al fenmeno de estudio
de esta tesis: la produccin informativa del peridico digital Azkintuwe, medio
17
producido por personas mapuches y contribuyentes no mapuches que han logrado
generar una plataforma comunicativa en la cual se exprese la diferencia y el conflicto
que se sostiene con el Estado-nacin chileno desde un locus de enunciacin
reivindicativo y de proyeccin autonomista, posicionando de este modo una narrativa
hipertextual mapuche en los espacios virtuales que apela a la valorizacin de lo propio
y a la diferenciacin con el "otro-hegemnico" por respeto a su propia mismidad, sin
que ello se traduzca en un esencialismo identitario, sino en la necesaria proliferacin
de formas de ser, sentir, saber que tributen al re-modelamiento del universo colonial
para el logro de un pluriverso decolonial.
En concordancia con Leung (2007), se considera que [...] la Red es un espacio
donde la confrontacin entre las imgenes objetivizadas y subjetivas de la raza y la
etnicidad se pueden producir en su propio seno (Leung, 2007:68), aseveracin que
posibilita asumir e identificar la presencia de narrativas identitarias provenientes de la
diferencia cultural en un marco problemtico de regulacin, en que la denominada
otredad/alteridad se sita en un campo de estrategias intermediales, en tanto lo local
y lo global coexisten en espacios intersticiales. Siguiendo a Bhabha (2002) Es en la
emergencia de los intersticios (el solapamiento y el desplazamiento de los dominios de
la diferencia) donde se negocian las experiencias intersubjetivas y colectivas de
nacionalidad [nationness] inters comunitario o valor cultural (Bhabha, 2002:18).
Se torna necesario, entonces, generar investigaciones que consideren estas
manifestaciones discursivas y a sus actores como parte constitutiva del entrelazado
cultural que proyecta la globalizacin, de modo de reconocer y visibilizar la
configuracin de subjetividades-otras como requisito fundamental para la proyeccin
de una sociedad que no slo tolera la diferencia, sino que se constituye en ella. El
propsito, por ende, es rescatar lo local en la red global a modo de repensar los
vnculos de interaccin e integracin entre la diversidad cultural [...] a partir de una
praxis investigadora fundada en el sujeto y sus redes sociales como base de una nueva
reflexividad e interaccin colectivas dialgicas (Sierra, 2004:16).
18
Para ello, y d emodo de dar cumplimiento a los objetivos declarados, hemos de
desarrollar un extenso itinerario que logre:
1_ Exponer las bases del pensamiento decolonial, sus concepto claves, sus
referencias tericas, una propuesta de interrelacin con el campo comunicolgico, por
nombrar los hitos ms relevantes correspondientes a la primera parte de la
investigacin.
2_ Disear un marco de antecedentes que permita al lector poseer un panorama
general del Pueblo Mapuche, la relacin de conflicto presente histricamente con los
sistemas de mando colonial -de antao y de hoy- y las estrategias que se han ido
reconociendo como propias de una discursividad que reivindica la identidad y cultura
mapuche como forma de lucha.
3_ Anlizar a la produccin informativa de Azkintuwe en base a las matrices que
componen el Anlisis Crtico y Complejo del Discurso elaborado por Del Valle (2006),
para luego levantar propuestas de sentido en base a los resultados de anlisis y las
categoras conceptuales claves del pensamiento decolonial.
4_ Concluir con diversas reflexiones de constatacin respecto a los resultados
obtenido, y de apertura respecto a las proyecciones de esta investigacin.
Otorgamos esta tesis doctoral con el claro propsito de contribuir al campo de
produccin de conocimiento, pero mayor an es nuestro compromiso con el
conocimiento al momento de comprenderlo como herramienta de transformacin y
liberacin social.
19
PRIMERA PARTE
MARCO EPISTEMOLGICO-TERICO-CONCEPTUAL
20
CAPTULO 1. PENSAR DESDE LA OPCIN DECOLONIAL: FUNDAMENTOS.
1.1. El sistema mundo moderno/colonial.
Iniciaremos este proceso de fundamentacin epistemolgico-terico-conceptual
desde la base del concepto de sistema-mundo moderno/colonial, haciendo alusin
directa a los planteamientos que el grupo Modernidad/Colonialidad4 (o como lo
denomina Arturo Escobar (2003) "programa de investigacin de
modernidad/colonialidad") ha venido elaborando al respecto. Por medio de este
concepto se pretende justificar en una primera instancia la opcin decolonial como
sustrato tico, poltico y epistemolgico de esta investigacin.
El sistema-mundo moderno/colonial se propone como categora de anlisis para
develar y comprender la construccin que desde una heterarqua del poder (cultural,
econmica, epistmica, racial, sexual, de gnero, poltica) viene gestndose desde
finales del siglo XV, una vez las potencias europeas del dominio ibrico ponen en
marcha sus empresas imperiales y coloniales, instalando Occidente y la modernidad en
lo que hoy denominamos Amrica Latina.
Esta tesis busca sintetizar las bases argumentativas del grupo
Modernidad/Colonialidad, las que se conforman a partir de la revisin de
planteamientos anteriores, principalmente el trabajo desarrollado por Wallerstein
(1979, 1984, 1999, 2005) referidos al sistema mundo como herramienta de anlisis
para comprender el desarrollo histrico del capitalismo; el trabajo de Quijano y
Wallerstein (1992) en el cual se establece que la consolidacin del sistema mundo
capitalista se debe a la expansin territorial y a los variados mtodos de control del
trabajo que se introdujeron a finales del siglo XV y durante el largo siglo XVI por parte
de las potencias conquistadoras (Espaa y Portugal) en lo que hoy conocemos como
4 Para conocer el origen del grupo, sus integrantes y sus ejes de anlisis, remitirse al prlogo de El giro decolonial reflexiones para una diversidad epistmica ms all del capitalismo global (2007) cuya edicin estuvo a cargo de dos de sus representantes: Santiago Castro-Gmez y Ramn Grosfoguel.
21
Amrica Latina; los aportes de Quijano (1992, 1997, 2000, 2007) en relacin directa al
concepto de colonialidad del poder, al cual dedicaremos mayor atencin a posteriori;
Dussel, quien seala que 1492 [...] es la fecha del nacimiento de la modernidad,
aunque su gestin como el feto lleve un tiempo de crecimiento intrauterino
(Dussel, 1994a:7-8); y el pensamiento de Franz Fanon (1973, 2001) y Aim Csaire
(2006) como contribucin a la crtica radical hacia el colonialismo.
En su conjunto estos aportes ofrecen las bases fundamentales del grupo
Modernidad/Colonialidad, el que busca desplazarse de los fundamentos epistmicos
generados en la tradicin del pensamiento eurocntrico de modo de generar nuevas
coordenadas de interpretacin a partir de la toma de conciencia del locus de
enunciacin desde el cual se produce un conocimiento geopolticamente situado en el
espacio subsumido por el dominio de la razn occidental desplegada bajo los ideales
del proyecto de la modernidad por todo el orbe, pero que jams fue capaz de explicitar
su lado perverso, la colonialidad como su elemento constitutivo y constituyente.
La modernidad/colonialidad, juncin generada para hacer evidente su relacin de
co-presencia, reformula diversos planteamientos que desde la perspectiva de la
racionalidad occidental eurocntrica - o euroamericana - se han esbozado sobre sta.
El posicionamiento epistmico del grupo Modernidad/Colonialidad se esgrime desde el
reconocimiento de la herida colonial como elemento de configuracin de saberes
subalternos, lo que adems se consideran fuente esencial para recomponer la
cartografa generada por la episteme legitimada histricamente por el canon
occidental (Mignolo, 2003; Castro-Gmez y Grosfoguel, 2007; Restrepo y Rojas, 2010).
Veamos cmo podemos abordar esta nueva constitucin de saberes releyendo la
propuesta de Anthony Giddens (2011) sobre la modernidad. Para Giddens en su texto
Consecuencias de la Modernidad, la modernidad [...] se refiere a los modos de vida u
organizacin social que surgieron en Europa alrededor del siglo XVII en adelante y cuya
influencia, posteriormente, los han convertido en ms o menos mundiales (Giddens,
2011:15). Tambin advierte sobre el vnculo entre modernidad, capitalismo y
globalizacin, estableciendo algunos argumentos que desde la perspectiva del grupo
22
Modernidad/Colonialidad son contradichos, principalmente por asumir la modernidad
desvinculada de los procesos de colonizacin y lo que Quijano entiende como
colonialidad del poder (1992, 1997, 2000, 2007a).
Giddens (2011) resta importancia a la dimensin generativa de los procesos
coloniales como aspectos imbricados a la modernidad. Incluso niega que el
colonialismo tenga implicancias directas en la consolidacin del capitalismo, aunque
este ltimo sea constitutivo de la modernidad. Asimismo es enftico al establecer que
La administracin colonial de tierras lejanas, puede en algunos casos haber ayudado a
consolidar la expansin econmica, pero nunca fue la base principal de la propagacin
global de la empresa capitalista (2011:72), tesis que es antittica a lo que Quijano y
Wallerstein (1992) plantean en conjunto sobre este punto. La administracin colonial
no "en algunos casos" ha beneficiado la expansin de la empresa capitalista, es
condicin sine qua non para ello.
Cuesta comprender que Giddens (2011) reste importancia a las implicancias
generadas por el patrn colonial ejercido por las potencias europeas a finales del siglo
XV y que durante todo el siglo XVI conformaran un sistema de jerarquas a nivel
poltico, econmico, epistmico y cultural, cuando busca explicar el devenir de la
modernidad en relacin a un anlisis de sus instituciones formadoras. Ms
cuestionable an cuando reconoce como elemento central de la modernidad el
desarrollo expansivo que sta promueve producto de su tendencia a la mundializacin.
Si definimos el colonialismo en los trminos que presenta Quijano (2007), Giddens
deja un silencio bastante peligroso. Quijano apunta que el colonialismo:
[] se refiere estrictamente a una estructura de dominacin y explotacin, donde el control de la autoridad poltica, de los recursos de produccin y del trabajo de una poblacin determinada lo detenta otra de diferente identidad, y cuyas sedes centrales estn, adems, en otra jurisdiccin territorial (Quijano, 2007:93).
23
Por su parte Giddens (2011) reconoce que la modernidad disea una cartografa
mundial que va modificando las territorialidades entindase no slo espaciales, sino
tambin cmo stas se re-configuran en lo poltico, econmico y cultural. En la
modernidad, nos dir el autor, [...] el lugar se hace crecientemente fantasmagrico,
es decir, los aspectos locales son penetrados en profundidad y configurado por
influencias sociales que se generan a gran distancia de ellos (Giddens, 2011:30). Es de
considerar, por tanto, que la mundializacin como fenmeno inherente a la
modernidad engloba la totalidad del sistema, pero en Giddens no se reconoce que este
fenmeno se vincule directamente con el colonialismo y menos este ltimo con el
capitalismo, situacin que pareciese contradecir la cita recin expuesta.
Una lectura distinta encontramos en la obra de Wallerstein (1979, 1984, 1999,
2005) quien ha desarrollado el concepto de sistema-mundo. Este concepto y modelo
de anlisis ser el sustrato fundamental para disear una nueva perspectiva del
mismo, el sistema mundo moderno/colonial, el cual adquiere su diferenciacin del
sistema mundo moderno de Wallerstein (2005) en base al reconocimiento de la
diferencia colonial (Mignolo, 2003).
Wallerstein (2005) reconoce que es en la dcada de los setenta donde comienza a
gestarse un modelo de anlisis que desafa los estudios centrados en la realidad
nacional, comprendiendo que lo que se superpone a los designios polticos locales es el
sistema-mundo:
ste es un concepto inicial clave a entender. Afirma que en "sistema-mundo" estamos frente a una zona espaciotemporal que atraviesa mltiples unidades polticas y culturales, una que representa una zona integrada de actividad e instituciones que obedecen a ciertas reglas sistmicas. (Wallerstein, 2005: 32)
Wallerstein (1979, 1984, 1999) centrar su atencin en el modo en que el
capitalismo se constituye y se asienta en los diversos perodos de la historia universal
como factor primordial que articula las relaciones entre los centros hegemnicos
(pases desarrollados), las sub-periferias (pases en vas de desarrollo) y periferias
24
(pases subdesarrollados) que dependen de las lgicas mercantiles que detenten las
primeras, produciendo desigualdades entre stas, similar a la lgica que estableci la
teora de la dependencia al dar cuenta de las relaciones entre sistemas de dominacin
econmica y sistemas de dependencia econmica, haciendo evidente la dualidad
centro/periferia5.
Wallerstein (1979) afirma que a finales del siglo XV y durante el siglo XVI el
capitalismo se instaura como un nuevo patrn de estructuracin de relaciones a nivel
planetario. Asimismo explica que los sistemas histrico pre-existentes a esta nueva
etapa se caracterizaban por la mantencin de un orden de carcter poltico ms que
por el control de una economa-mundo, de ah que Wallerstein diferencie imperio-
mundo de economa-mundo (Wallerstein, 2005)6.
Hito fundamental en la consolidacin del capitalismo planetario ser la expansin
imperial de las potencias ibricas de finales del siglo XV hacia tierras americanas: El
Descubrimiento de Amrica. La empresa conquistadora, en su afn expansionista,
logr generar la apertura de una nueva ruta comercial: el Atlntico. La conquista de
Amrica, por tanto, no es slo el "descubrimiento del Nuevo Mundo", sino la
expansin espacial del capitalismo, lo que trajo consigo el desarrollo de reas
econmicas antes inexistentes y el control del trabajo ejercido principalmente hacia la
poblacin conquistada, convertida en mano de obra para la explotacin de los recursos
que brindaba el territorio descubierto, situacin que ha persistido hasta nuestros das,
5 Es interesante la lectura que Mignolo (2011) establece sobre las diferencias entre sistema mundo-moderno y la teora de la dependencia. El semilogo argentino apunta: El sistema-mundo en la conceptualizacin de Wallerstein es un anlisis socio-histrico y econmico que implica una protesta en la interioridad del sistema mientras que la teora de la dependencia es una protesta que necesita del anlisis socio-histrico y econmico localizado en la exterioridad (Mignolo, 2011:24) 6 El imperio-mundo es dependiente de las decisiones de un aparato burocrtico que regula las acciones de sus campaas expansionistas por el orbe. Bsicamente se define en base al predominio poltico de corte administrativo. Un ejemplo claro de imperio-mundo lo podemos situar en la era de Carlos V y su afn imperialista por conquistar nuevos territorios para su administracin, suceso que para Wallerstein, adems, inaugura el sistema mundo-moderno. Por su parte la economa-mundo refiere a la capacidad expansiva del capital econmico en funcin de la acumulacin del mismo, definindose en base a la ideologa capitalista. Una economa-mundo requiere para su implementacin aparatos burocrticos y administrativos flexibles que permitan el libre flujo de capitales, puesto que de no ser as, las restricciones que imperaran desde la dimensin poltico-administrativa impediran el propsito central: la acumulacin del capital a escala global (Wallerstein, 2005).
25
ya no como colonialismo en la concepcin tradicional que se tiene del trmino, sino
como colonialidad (Quijano, 2011).
En este sentido, el enfoque que presenta la teora del sistema mundo permite
definir por lo menos tres mbitos que influirn fuertemente en la perspectiva
epistmica del grupo Modernidad/Colonialidad:
1_ La dimensin espacial que se le atribuye al desarrollo histrico del capitalismo,
estrategia que sustituye la perspectiva tradicional del tiempo histrico lineal.
2_ La consolidacin del capitalismo como economa mundo fortalecida a partir de la
conquista de Amrica a manos de las fuerzas imperiales peninsulares del siglo XV-XVI
(Espaa-Portugal).
3_ La organizacin internacional del trabajo como dispositivo de configuracin de
subjetividades estratificadas.
No obstante los aportes que se extraen de la obra de Wallerstein existe un factor
adicional que permite reconducir el anlisis desde un "paradigma-otro" (Mignolo,
2003)7 que a partir de una geopoltica del conocimiento, reconoce la colonialidad
como elemento constitutivo del sistema mundo moderno y como mecanismo
productor de diferencias coloniales, dimensin, que segn Mignolo (2003), no es
considerada por el anlisis del sistema mundo wallersteniano. Incluso, esta omisin de
la colonialidad abre una discusin en torno a la propuesta del autor norteamericano en
relacin a las coordenadas espacio-temporales asignadas a la gnesis de la geocultura
dominante que le es constitutiva al sistema mundo moderno. Al respecto Wallerstein
(2005) reproduce el pensamiento eurocntrico fundado en la creencia que el canon
cultural que se expande por el orbe se cristaliza en el siglo XVII a partir de la
Revolucin Francesa. Para Mignolo (2003:119) esta propuesta no considera la
sustancialidad configurada a partir de finales del siglo XV en Amrica en trminos
geoculturales, puesto que es desde esta instancia que la geocultura comienza a 7 Ya retomaremos este concepto en profundidad.
26
determinar diversas reas de regulacin del imaginario impuesto desde Occidente y la
Modernidad, lo que para Dussel (1994a) da cuenta del dominio que asume Europa en
la gestacin del sistema mundo-moderno desde la fecha del descubrimiento de
Amrica.
Mignolo (2000, 2003) reconoce que su propuesta es prxima al trabajo elaborado
por Wallerstein sobre la idea de sistema-mundo moderno, aunque explicita el punto
de reformulacin al reconocer que este ltimo omite la relevancia del patrn colonial
que es gestado en Amrica como factor constitutivo de la modernidad. Mignolo (2003)
enfatiza que el punto de inflexin con la nocin de sistema-mundo moderno de
Wallerstein radica principalmente en que ste trabaja su anlisis desde el centro de la
modernidad y, por tanto, deja en la invisibilidad dos conceptos que son claves a
considerar desde la perspectiva decolonial: la colonialidad del poder, concepto
propuesto por Anbal Quijano (1992, 1997, 2000, 2007) y la diferencia colonial
propuesto por el mismo Mignolo (2000, 2002, 2003, 2007a, 2007b, 2010, 2011).
Wallerstein (2005) se focaliza principalmente en la capacidad expansiva del capital
econmico en funcin de la acumulacin del mismo al respaldo de la ideologa
capitalista, por tanto sobredetermina otras reas culturales y epistmicas al nivel
infraestructural. Wallerstein (2005) dirige su lectura de la modernidad desde su
concepcin de la geocultura hacia el molde interno de Europa y desconoce el potencial
generado en tales trminos en el proceso de colonizacin en Amrica, pues asume que
la corta carrera del dominio Ibrico durante el siglo XVI fue sustituido por el apogeo de
Holanda, Francia e Inglaterra durante los siglos posteriores, asentndose como
potencias que haran perdurar la lgica de la modernidad una vez adquieren el liderato
del capital, dando paso a la formulacin de la geocultura dominante. No obstante,
ser en el trabajo que Wallerstein realiza en conjunto con Quijano (1992) donde el
componente de la colonialidad ejercida en Amrica permite reconocer una variable
que en el anlisis del sistema mundo-moderno de Wallerstein estaba invisibilizado:
Al iniciar el texto, Quijano y Wallerstein son claros en sealar:
27
El sistema mundo-moderno naci en el largo siglo XVI. Las Amricas como una construccin geosocial nacieron a los largo del siglo XVI. La creacin de esta entidad geosocial, las Amricas, fue el acto constitutivo del sistema mundo-moderno. Las Amricas no fueron incorporadas a un ya existente sistema mundo capitalista. No pudo haber existido una economa-mundo capitalista sin las Amricas. (Quijano y Wallerstein, 1992:549)8
Por tanto, si Amrica es constitutiva del sistema-mundo moderno y, por otra parte,
el capitalismo no puede comprenderse sin su insercin en el nuevo territorio, el patrn
colonial que caracteriza esta etapa tendr repercusiones significativas, el cual no tan
slo se traduce exclusivamente en la influencia generada por la administracin
poltica que comienza a imperar por parte de los designios europeos, ni tampoco por el
modelo de la economa-mundo capitalista, sino que abarca, tambin, los aspectos
culturales imbricados en la dominacin del otro (Quijano y Wallerstein, 1992:550). La
geocultura que enunciaba Wallerstein (2005) deja de moverse slo en el mbito de lo
supraestructural para devenir en elemento constitutivo de las diversas relaciones de
poder, las cuales se articulan a modo de red y no en reas independientes.
Castro-Gmez y Grosfoguel (2007), refirindose a la nocin de geocultura en base a
lo propuesto por Wallerstein, explican:
[] no se trata de un mbito superestructural, derivado de las estructuras econmicas, sino que forma con stas una heterarqua9, es decir, la articulacin enredada (en red) de mltiples regmenes de poder que no pueden ser entendidas desde el paradigma marxista. (Castro-Gmez y Grosfoguel, 2007:14).
8 Texto original: The modern world-system was born in the long sixteenth century. The Americas as a geosocial construct were born in the long sixteenth century. The creation of this geosocial entity, the Americas, was the constitutive act of the modern system-world. The Americas were not incorporated into an already existing capitalist world-system. There could not have been a capitalist world-economy without the Americas (Quijano & Wallerstein, 1992:549). Traduccin a carho del autor de esta investigacin. 9 El concepto de hetararqua debe comprenderse como las relaciones de poder de modo interdependiente entre los diversos sistemas de regulacin del mundo social. De este modo se apunta a una concepcin que niega su efectividad en trminos de regulacin jerarquizada desde una dimensin particular del mundo social. Para una mayor profundizacin, consultar Kontopoulos (1993). De manera complementaria revisar el trabajo de Castro-Gmez (2007) sobre la relacin entre Foucault y la colonialidad del poder, en el cual se utiliza la nocin de biopoltica para abordar el problema de la heterarqua del poder en el marco de la colonialidad.
28
Es as que la tesis que se reconoce en Quijano y Wallerstein (1992) permite superar
el determinismo economicista para establecer una relacin constitutiva con los
aspectos simblico-culturales que emergen del proceso de dominacin gestado desde
la modernidad y la colonialidad que se ejerce en los albores de lo que ha sido
denominado como continente americano, de modo de no caer en la separacin de los
planos analticos (econmicos-culturales) al momento de dar respuesta a la
complejidad de la realidad social.10
El aporte central que el grupo Modernidad/Colonialidad extrae del sistema mundo
de Wallerstein se concentra en la mirada que ste plantea sobre el recambio de la
unidad de anlisis, desplazndose de la sociedad a la totalidad del sistema mundial,
lo que permite abarcar una [...] unidad de anlisis espacial ms amplia y de escala
temporal ms larga (larga duracin) (Grosfoguel, 2006a:47).
Esta reformulacin analtica ser desarrollada por Mignolo (2003), quien toma los
aportes de Wallerstein aludiendo que el sistema mundo como modelo de anlisis
ofrece la posibilidad de superar la concepcin lineal de la historia occidental moderna
al momento de incorporar las relaciones espaciales que se articulan a nivel planetario.
As, Mignolo apunta: La dimensin espacial del sistema permite pensar desde sus
fronteras externas, desde donde la diferencia colonial fue y contina siendo
representada (2003:7). En efecto, al utilizar el sistema mundo como modelo de
anlisis llevado al plano de los procesos que emergen en el territorio continental
americano, se abre una relectura de la modernidad en base a la colonialidad como
dispositivo que configura la diferencia colonial, que en palabras de Mignolo (2003) es
el factor no considerado por Wallerstein y que permitir visibilizar las implicancias que
esta diferenciacin efecta tanto desde la perspectiva de la dominacin como de los
procesos de descolonizacin que comienzan a materializarse como praxis de liberacin
ante el dominio colonial.
10 Retomaremos este argumento ms adelante para discutir las claves conceptuales que giran en torno a la diferenciacin entre mundializacin y globalizacin, presentadas como si fuesen dos aspectos dismiles, tal como lo propone Ortiz (2004).
29
Anbal Quijano es quien reconoce que producto de la dominacin ejercida por el
colonialismo se engendra lo que conceptualiza como colonialidad. Para Quijano, la
colonialidad:
[] es uno de los elementos constitutivos y especficos del patrn mundial de poder capitalista. Se funda en la imposicin de una clasificacin racial/tnica de la poblacin del mundo como piedra angular de dicho patrn de poder, y opera en cada uno de los planos, mbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia cotidiana y a escala social (Quijano 2007: 93).
Walter Mignolo (2010), al respecto, establece que [...] el concepto de colonialidad
ha abierto la reconstruccin y restitucin de historias silenciadas, subjetividades
reprimidas, lenguajes y conocimientos subalternizados por la idea de Totalidad
definida bajo el nombre de modernidad y racionalidad (2010:14).
Por su parte, Restrepo y Rojas (2010) apuntan que la colonialidad:
[] es un patrn o matriz de poder que estructura el sistema mundo moderno, en el que el trabajo, las subjetividades, los conocimientos, los lugares y los seres humanos del planeta son jerarquizados y gobernados a partir de su racializacin, en el marco de operacin de cierto modo de produccin y distribucin de la riqueza. (Restrepo y Rojas, 2010:16)
La colonialidad es ms profunda en el tiempo que el colonialismo, puesto que
deviene temporalmente como actualizacin de nuevas formas de dominacin y
jerarquizacin de las relaciones polticas, econmicas, raciales y tnicas, de gnero y
sociales. Al centrar su gnesis en el colonialismo, Quijano evidencia el impacto de los
procesos de subjetivacin que se disean en la interrelacin de las dimensiones
materiales y simblicas que impusieron los colonizadores, siendo de vital importancia
en este proceso el reconocimiento de la clasificacin racial/tnica entre europeos y no
europeos, lo que en su conjunto repercutir hasta el da de hoy:
30
En efecto, si se observan las lneas principales de la explotacin y de la dominacin social a escala global, las lneas matrices del poder mundial actual, su distribucin de recursos y de trabajo entre la poblacin del mundo, es imposible no ver que la vasta mayora de los explotados, de los dominados, de los discriminados, son exactamente los miembros de las "razas", de las "etnias o de las "naciones" en que fueron categorizadas las poblaciones colonizadas, en el proceso de formacin de ese poder mundial, desde la conquista de Amrica en adelante (Quijano, 1992:438).
Quijano (2000) contina con el desarrollo de este argumento, el cual citamos en
extenso:
En Amrica, la idea de raza fue un modo de otorgar legitimidad a las relaciones de dominacin impuestas por la conquista. La posterior constitucin de Europa como nueva id-entidad despus de Amrica y la expansin del colonialismo europeo sobre el resto del mundo, llevaron a la elaboracin de la perspectiva eurocntrica de conocimiento y con ella a la elaboracin terica de la idea de raza como naturalizacin de esas relaciones coloniales de dominacin entre europeos y no-europeos. Histricamente, eso signific una nueva manera de legitimar las ya antiguas ideas y prcticas de relaciones de superioridad/inferioridad entre dominados y dominantes. Desde entonces ha demostrado ser el ms eficaz y perdurable instrumento de dominacin social universal, pues de l pas a depender inclusive otro igualmente universal, pero ms antiguo, el inter-sexual o de gnero: los pueblos conquistados y dominados fueron situados en una posicin natural de inferioridad y, en consecuencia, tambin sus rasgos fenotpicos, as como sus descubrimientos mentales y culturales (Quijano, 2000:203).
Si bien retomaremos en el siguiente apartado de este captulo el tema de la
racializacin, me parece pertinente dar cuenta en este punto la tesis de Quijano,
puesto que nos permite entender que la modernidad se ha constituido como tal en su
relacin con la alteridad desde el plano de su dominacin, lo que deja en evidencia la
colonialidad ejercida hacia el otro, pero no como su exterioridad ajena, sino como
exterioridad constitutiva de su propia autorrepresentacin.
Defendemos la tesis que sostiene que el otro descubierto es conducido a
reproducir las normatividad que desde Occidente se impuso sobre la poblacin, que
vista como diferente deba reconvertirse a la mismidad promulgada por los valores de
31
la modernidad. La base de este planteamiento se sustenta en que durante el proceso
de conquista del Nuevo Mundo, Europa no legitima al otro en su distincin,
borrando as la construccin histrica que determinara la especificidad de la alteridad,
sino que asume la extensin de su propio ego cultural como posibilidad de
implementacin del mito de la modernidad ms all de los lmites territoriales que
fueron derrumbados una vez se abre el circuito comercial por el Atlntico, fundando la
historia de este nuevo territorio en relacin a su propia presencia y, por tanto, a una
discursividad amparada en el seno interno de la modernidad.
En esta lnea el trabajo de Dussel (1994a, 1994b, 2011) es bastante significativo. El
filsofo argentino nos propone reformular la idea del descubrimiento del otro que se
seala en el discurso histrico implementado por la tradicin eurocntrica en relacin
al origen del Nuevo Mundo, sealando que ms bien lo que encontramos con este
proceso es un en-cubrimiento del otro (Dussel, 1994a)11. Dussel invita a reconstruir
la historia de la modernidad, situndola en los anales del descubrimiento del nuevo
continente. Esta reformulacin va ms all de una mera disputa de fechas, aboga por
la comprensin de la modernidad en base a su propia mitificacin. Dussel advierte que
al ser Amrica la primera periferia de la modernidad europea, el origen de este
continente se funda en el proceso originario de la constitucin de la subjetividad
moderna (Dussel, 1994a:12).
Lo anterior conlleva a redefinir no tan slo el origen de la modernidad, sino tambin
su constitucin ontolgica y epistmica fundada en la dominacin del otro. Dussel se
posiciona en la vereda de la anttesis frente a la filosofa eurocntrica. Su crtica
emerge como una voz contestataria al pensamiento
egocntrico/etnocntrico/eurocntrico/falocntrico de los pensadores europeos 11 En una lnea similar de argumentacin, Mignolo (2007b) diferencia entre la idea de descubrimiento e invencin de Amrica, aseverando que son parte de dos paradigmas distintos. El autor seala: La lnea que separa esos dos paradigmas es la de la transformacin de la geopoltica del conocimiento; no se trata solamente de una diferencia terminolgica, sino tambin del contenido del discurso. El primer trmino es parte de la perspectiva imperialista de la historia mundial adoptada por una Europa triunfal y vigorosa, algo que se conoce como , mientras que el segundo refleja el punto de vista crtico de quienes han sido dejados de lado, de los que se espera que sigan los pasos del progreso continuo de una historia a la que no creen pertenecer (2007b:29)
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respecto a la irrelevancia que otorgan al proceso de conquista efectuado en lo que hoy
denominamos Amrica:
Para Habermas, como para Hegel, el descubrimiento de Amrica no es un determinante constitutivo de la Modernidad. Deseamos demostrar lo contrario. La experiencia no slo del "Descubrimiento", sino especialmente de la "Conquista" ser esencial en la constitucin del ego moderno, pero no slo como subjetividad, sino como subjetividad "centro" y "fin" de la historia (Dussel, 1994a:21).
La llegada del conquistador a las tierras del Nuevo Mundo permite establecer a
Dussel la instalacin de un modelo de historicidad que desafa el imaginario de la
modernidad como encuentro entre culturas, puesto que tal encuentro jams se dio en
trminos de reciprocidad, sino en trminos de representacin de la alteridad desde la
mismidad que se autolegitim en base al proyecto civilizatorio de la modernidad
occidental. Dussel apunta: Amrica no es descubierta como algo que resiste distinta,
como el Otro, sino como la materia a donde se le proyecta "lo Mismo". No es entonces
la "aparicin del Otro", sino la "proyeccin de lo Mismo": en-cubrimiento (Dussel,
1994a:35)
El en-cubrimiento en los trminos presentados por Dussel se gesta a partir de una
tica de la anulacin del otro. Esta tica se instala desde la base de la conquista hasta
nuestros das como una forma de clasificacin de los sujetos en trminos de
dominacin y/o deslegitimacin de la otredad, lo que trae consigo una dualidad
interna dentro del sistema mismo de la modernidad/colonialidad: la representacin
del otro desde la perspectiva del sujeto conquistador y del sujeto conquistado:
La gloriosa conquista es el acto tico ms perverso de la historia de nuestro continente, porque fue el mal originado y la opresin estructural que la historia nos legar de maneras distintas hasta el presente. Los originarios moradores, entonces, tuvieron desde su mundo una percepcin propia de este acontecimiento que sucede al descubrimiento. Descubrimiento-conquista desde el mundo opresor, extrao, intruso; desconcierto-intrusin-servidumbre desde nuestra propia subjetividad (Dussel, 1994b:130).
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Pensemos lo aqu sealado desde la semitica de la cultura12. Si esbozamos un
cruce de lo hasta aqu sealado con el concepto de semiosfera planteado por Iuri
Lotman (1996), debisemos entender que la modernidad, en tanto proyecto que
instala los contenidos culturales, sociales, polticos y econmicos de la visin
eurocntrica y occidental, se constituye como el egotexto desde el cual se proyecta
toda semiosis. El otro, el sujeto que habitaba las tierras amerindias, slo ser incluido
al sistema de produccin de sentido mientras su distincin13 sea anulada para asumir
la traduccin que desde el egotexto se considere normativa respecto a sus propias
pretensiones. Su distincin en cuanto exterioridad radical es la condicionante para ser
anulado por los mecanismos de exclusin que el egotexto/modernidad/colonialidad
pone en funcionamiento en diversos niveles de interrelacin con el otro, lo que por
medio de Quijano hemos venido nombrando como colonialidad del poder (relaciones
de poder poltico-econmicos), pero que tambin opera como colonialidad del ser (en
tanto construccin de subjetividad) y del saber (en tanto legitimacin de un tipo
particular de conocimiento) (Maldonado-Torres, 2007)
La modernidad impone en este territorio el mito de su propia autenticidad en
relacin a la desarticulacin de otros mundos posibles que se pronunciaran desde la
exterioridad de lo que Quijano en conjunto con Wallerstein (1992) nombraron como
patrn colonial del poder.
Amrica, en definitiva, es la extensin de la Europa imperial/moderna/colonial que
en 1492 instala el universo de la razn del sujeto dominador frente al sujeto
dominado, relacin que se ha ido actualizando a lo largo de la historia en nuevos
patrones de dominacin colonial, hoy a escala global, como colonialidad global. 12 Considrese que este breve anlisis tiene su respaldo en los modelos de globalizacin cultural presentados por Gran Sonesson (2002), los cuales se formulan a partir de la revisin de los fundamentos centrales que el autor presenta sobre la semitica de la cultura generada por la Escuela de Tartus. 13 Establecemos en este punto el concepto de distincin siguiendo los argumentos de Dussel (2011). El filsofo argentino plantea una divergencia entre los conceptos de diferencia y dis-tinto. El primero opera en la red interna de un sistema, llammoslo, de relaciones de identidad. La diferencia en Dussel est determinada por una relacin de dependencia entre lo otro y lo mismo. El otro en lo mismo es la negatividad de la interioridad misma del sistema. Por su parte, el dis-tinto es el otro en su exterioridad radical, en tanto alteridad de todo sistema posible (2011:81). En este caso el otro est fuera del sistema, presentndose en su legtimo derecho de ser otro ante lo mismo.
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Desde una posicin similar de argumentacin, Boaventura Santos (2010a) apunta
que el proyecto civilizatorio de Occidente, dependiente de una poltica colonizadora,
traza una lnea divisoria entre unos y otros, entre humanos y subhumanos, como
resultado de lo que denomina pensamiento abismal. Este ltimo consolida una
separacin entre el modelo de razn del mundo moderno y aquellos otros modelos
que desbordan, o mejor dicho, son desbordados hacia el lado marginal de la lnea
divisoria, arrojados a un abismo. Esta situacin se funda en el ideario colonizador y se
proyecta hacia el futuro, generando exclusiones culturales, sociales y epistmica,
traducindose en un programa de temporalidad que anula todo pasado -lgica de la
modernidad- para la proyeccin de un futuro universal -en el sentido de unicidad-.
Boavanetura Santos expone:
El presente que va siendo creado al otro lado de la lnea se hace invisible al ser reconceptualizado como el pasado irreversible de este lado de la lnea. El contacto hegemnico se convierte simultneamente en no-contemporaneidad. Esto disfraza el pasado para hacer espacio a un nico y homogneo futuro (Santos, 2010a:17).
Es relevante enfatizar que lo que comenzamos a despejar por medio de estas
reflexiones es el estatus de un sujeto dominador, el ego conquiro propuesto por Dussel
(2011), que ejerce un principio de domesticacin del sujeto habitante del territorio
en-cubierto, quien luego ejercer la poltica colonial para el control del territorio, el
tiempo y la sujecin del sujeto que se presenta como alteridad frente al modelo de
dominacin de la modernidad.
Mignolo conjuga los anlisis aqu presentados establciendo una propuesta sobre el
sistema mundo moderno/colonial, sealando que la modernidad no puede ser
pensada sin su intrnseca relacin con la colonialidad, a la que denomina la cara oculta
de la modernidad. (Mignolo, 2000, 2003, 2010, 2011)
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La Modernidad/Colonialidad conforma un modo de jerarquizar la realidad en
funcin de la diferencia colonial, la cual para Mignolo, est ntimamente ligada con la
colonialidad del poder segn la conceptualizacin de Quijano, en tanto dispositivo
que produce y reproduce la diferencia colonial (Mignolo, 2003:39). En efecto, la
diferencia colonial:
[] consiste en clasificar grupos de gentes o poblaciones para identificarlos en sus faltas o excesos, lo cual marca la diferencia y la inferioridad con respecto a quien clasifica. La colonialidad del poder es, sobre todo, el lugar epistmico de enunciacin en el que se describe y se legitima el poder. En este caso, el poder colonial (Mignolo, 2003:39).
La diferencia colonial en el caso de la clasificacin de sujetos que se gesta desde la
llegada de los conquistadores de las potencias ibricas a finales del siglo XV al Nuevo
Mundo conlleva una relacin dicotmica entre un ser y un no ser, entre
conquistadores y conquistados, entre lo que en el discurso decimonnico se defini
como civilizacin y barbarie. La clasificacin ejercida en este espacio-tiempo histrico
redefine la propia ontologa de los sujetos que ya habitaban el Abya Yala14. Mignolo
advierte que: La diferencia colonial, en el siglo XVI, se construy sola y nicamente
sobre la experiencia indiana (Mignolo, 2003:42). Por tanto, la clasificacin de
hombres y mujeres que comienza a operar desde este perodo est determinada por
cuestiones culturales, lingsticas, religiosas, sociales, polticas, econmicas y etno-
raciales, adems de dos rasgos definitorios en el tipo de relacin y construccin de la
subjetividad: el gnero y la sexualidad. Si agrupamos todos estos conceptos, resulta un
modo de conceptualizacin que ampla la nocin de sistema mundo moderno al
introducirse la nocin referida a lo colonial, pero a su vez, asumiendo que las
relaciones de poder concebidas desde una perspectiva heterrquica posibilitan
explicitar cada una de ellas dentro de un marco de categorizacin que haga visible la
14 Nombre que el pueblo Kuna de Panam y Colombia utilizaba para referirse al continente americano antes de la llegada de los conquistadores. En el caso del pueblo mapuche, pueblo indgena a la cual se aboca esta investigacin, el territorio se conceptualiza con la voz Mapu, siendo el Neg Mapu la tierra central donde habitan los seres humanos en armona con la naturaleza. Principio cosmognico contrario a la racionalidad occidental que establece una diferenciacin entre el mundo de la naturaleza y los hombres. Para una profundizacin sobre los modos de relacin armnica entre hombres, cultura y naturaleza, consultar el trabajo de Vieira Ouriques (2010), en el cual se enfatiza la relacin dialgica entre epistemes prehispnicas y entorno.
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dominacin ejercida hacia los sujetos en sus diversas esferas, el mismo concepto de
sistema mundo moderno/colonial puede seguir amplindose. Ramn Grosfoguel
(2006b) para referirse de manera especfica al patrn de poder colonial utilizar el
concepto de sistema mundo moderno capitalista/patriarcal, el cual ser redefinido
de modo de abarcar el devenir del patrn colonial en la era de la colonialidad global,
optando por el concepto sistema mundo europeo/euro-norteamericano
capitalista/patriarcal (Castro-Gmez y Grosfoguel 2007; Grosfoguel, 2008b).
Entindase que la adicional colonial a la nocin de sistema mundo moderno, o las
dems categoras que lo complementan, no son meros elementos calificativos para dar
cuenta de rasgos dispersos que operaran de modo aislado. Lo que tenemos es un
proceso de sustantivizacin en que cada uno de los conceptos se presentan en funcin
de una idea global que define el orden relacional entre dominador y dominados, entre
centro y periferia, entre nosotros y otros, entre europeos y no europeos, entre
hombre blanco y mujer indgena, entre amo y esclavo. No obstante, para evitar
extensas conceptualizaciones, seguiremos utilizando la nocin de sistema mundo
moderno/colonial, concibiendo que en esta categora de anlisis se incorporan cada
uno de los dems componentes presentados por Grosfoguel (2006b, 2008) y Castro-
Gmez y Grosfoguel (2007).
Pensando la colonialidad como fundamento sistmico de la modernidad y en la
configuracin de la diferencia colonial en Amrica, debemos considerar que sus inicios
se correlacionan con una heterogeneidad de sistemas de dominacin que no pueden
ser abordados por separado o privilegiar unas sobre otras, como es el caso de las
lecturas marxistas sobre la explotacin del hombre para la acumulacin del capital,
preponderando la mirada economicista en la estructuracin del sistema mundo. Esta
proyeccin del anlisis se