ESTACION EXPERIMENTAL DE PASTOS Y FORRAJES “INDIO HATUEY”
Diagnóstico e identificación de agentes patógenos asociados a dos pedestales
en la provincia de Villa Clara
Autor: Ing. Gladys Bárbara Benítez Piedra Tutores: Dra. Marta Hernández Chávez
M.Sc. Juan Carlos Lezcano Fleires
Tesis en opción al título académico
de Maestro en Ciencias en Pastos y Forrajes
2008
Posea tierra el que la trabaja y la mejore.
José Martí
Dedicatoria
A mis padres, porque ustedes fueron la luz en el camino, por su sabiduría y su
ejemplo, por su amor y sacrificio. Esta tesis es mi empeño por hacer realidad todos los
sueños que la vida les negó algún día.
A mi esposo, mi eterno compañero de horas difíciles, nada de esto hubiera sido
posible si no hubieras estado tú, gracias por tu comprensión y apoyo en todo
momento.
A mi amiga, tenerte cerca ha sido siempre una bendición, esta tesis es el fruto de tú
ejemplo.
A mi familia. En especial a mis tíos y primos.
Agradecimientos A mis queridos compañeros de trabajo en la SUM Juan Bautista Fernández Soto de
Cifuentes.
A la Dra.C Marta Hernández y al M.Sc Juan Carlos Lezcano por haber aceptado
acompañarme en esta travesía, por sus contribuciones a esta tesis y a mi formación como
científica.
Al Dr. Alexander Sotolongo fitopatólogo de La Universidad Central de las Villas “Marta
Abreu“.
A la Ing. Esther Lilia en el Laboratorio Provincial de Sanidad Vegetal.
A Alliam Camacho por su colaboración en la toma de las fotos de esta tesis.
A la dirección y los trabajadores de las Empresas Pecuarias “La Vitrina” específicamente
los de la vaquería “Niña Bonita”.
A todos aquellos que de una u otra forma me han apoyado y contribuido al desarrollo de
esta tesis.
A toda la gente buena, que sin saberlo me ayudó algún día, a mis amigos todos, en
especial
A Maria Teresa Lay, Eusebio Lay, Elisa Ramos, Nilda Fernández, Iran, Denis, Liebis y
Alexia por haber llenado las horas más difíciles, las del cansancio, con tanto cariño.
Y a la vida, por sobre todas las cosas, que con su sabiduría infinita me ha regalado esta
oportunidad, no sólo de haber podido terminar esta tesis y poder cumplir parte de mis
sueños, sino por el privilegio de haber podido compartir este, mi sueño, con ustedes.
Resumen
El presente trabajo se realizó en un área ubicada en la vaquería “Niña Bonita”,
perteneciente a la Empresa Pecuaria La Vitrina, del municipio de Santa Clara, Provincia de
Villa Clara, con el objetivo de diagnosticar e identificar los principales patógenos que
afectan dos gramíneas y una leguminosa asociadas a dos sistemas de pedestales y
determinar las de mayor incidencia durante el período evaluado. Para ello, se muestrearon
aleatoriamente dos sistemas de pedestales de una hectárea: Pedestal (I) compuesto por
Neonotonia wightii (Wight & Arn) Lackey y Brachiaria hibrido cv. Mulato (CIAT-36061) y
Pedestal (II): Neonotonia wightii y Pennisetum purpureum CT-115. El periodo evaluado
comprendió desde Septiembre del año 2006 hasta Noviembre del año 2007, realizándose
63 muestreos. En tal sentido, se utilizó la metodología de señalización y pronóstico del
INISAV (2003). Las muestras con síntomas de enfermedades fueron trasladadas al
Laboratorio de Fitopatología de la Universidad Central de Las Villas “Marta Abreu”, para su
ulterior estudio. Los datos obtenidos se analizaron por el método descriptivo. En el Pedestal
(I) los principales agentes fúngicos identificados en N. wightii fueron: Oidium sp.,
Cercospora sojina Hara y Rhizoctonia solani Kunh., mientras que Puccinia purpurea Cooke
y Curvularia lunata (Wakker) Boedijn se detectaron en el híbrido cv. Mulato (CIAT-
3061062). Con relación al Pedestal (II), en N. wightii solamente se observaron Oidium sp. y
Cercospora sojina y Exserohilum rostratum (Drechsler) Leonard & Suggs y Bipolaris
sorghicola (Lefebre & Sherwin) Alcorn y Puccinia purpurea en Pennisetum purpureum. De
los agentes mencionados con anterioridad los de mayor incidencia tanto en el Pedestal (I)
como en (II) fueron: Oidium sp. y Cercospora sojina. Se concluye La mancha foliar por
Oidium, Cercospora, Curvularia, Bipolaris y Exserohilum, la pequeñas manchas cloróticas
por Puccinia (Roya) y la caída de las plantas o marchites por Rhizoctonia constituyeron los
síntomas más observados durante el periodo evaluado. Se identificaron siete especies
fúngicas, representadas en siete géneros, asociados a las plantas en estudio: Oidium sp.,
Cercospora sojina, Rhizoctonia solani en N. withii; Puccinia purpurea y Curvularia lunta en
Brachiaria hibrido cv. Mulato (I) y Exserohilum rostratum y Bipolaris sorghicola en P.
purpureum CT-115. Los agentes fungosos de mayor incidencia en los pedestales
evaluados fueron: Oidium sp. y Cercospora sojina.
Índice INTRODUCCIÓN......................................................................................................................1
CAPITULO I. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ..............................................................................4
I.1 Importancia de los sistemas multiasociados para la producción animal ..........................4
I.1.2 Sistemas asociados...................................................................................................5
I.1.2.1 Asociación de gramíneas y leguminosas: generalidades....................................5
I.2.2.2 Los Pedestales como sistemas asociados..........................................................7
I.2.2.2.1 Características de algunas especies utilizadas en los sistemas de
pedestales en Cuba .....................................................................................9
I.2.2.2.2 Principales enfermedades asociadas a gramíneas y leguminosas en
sistemas de pedestales ..............................................................................16
CAPITULO II. MATERIALES Y MÉTODOS ........................................................................23
II.1 Determinación de la incidencia de las enfermedades asociadas a las plantas en
los dos sistemas de pedestales y caracterización de las principales
sintomatologías ...........................................................................................................26
II.2 Diagnóstico de las enfermedades más importantes e identificación de sus agentes
causales .......................................................................................................................27
CAPÍTULO III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN .......................................................................28
III.1 Incidencia de las principales enfermedades asociadas a las plantas en los dos
sistemas de pedestales y sintomatologías más importantes detectadas.....................28
III.2 Agentes fungosos más importantes asociados a las plantas evaluadas en los dos
sistemas de pedestales en estudio ..............................................................................44
CONCLUSIONES ...................................................................................................................48
RECOMENDACIONES...........................................................................................................49
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................................50
Índice de tablas Tabla 1. Clases, órdenes, familias, géneros y especies fungosas asociadas al Pedestal #1. 45
Tabla 2. Clases, órdenes, familias, géneros y especies fungosas asociadas al pedestal # 2.45
Índice de figuras Figura 1. Comportamiento de las temperaturas durante el periodo evaluado. .......................24
Figura 2. Comportamiento de la humedad relativa en la zona de estudio. .............................24
Figura 3. Comportamiento de las precipitaciones en el periodo evaluado..............................25
Figura 4. Síntomas de Oidium sp. en N. wightii. .....................................................................28
Figura 5. Infección y distribución de Oidium sp. en N. wightii. ................................................30
Figura 6. Síntomas ocasionados por C. sojina en hojas de N. wightii ....................................31
Figura 7. Síntomas ocasionados por C. sojina en hojas de G…………………………………. 31
Figura 8. Infección y distribución de C. sojina en N. wightii. ...................................................31
Figura 9. Síntoma de R. solani en N. wightii ...........................................................................33
Figura 10. Por ciento de infección y distribución de C. lunata en Brachiaria hibrido cv. Mulato.
................................................................................................................................................35
Figura 11. Síntomas de Roya (P. purpuerea) en Bracharia hibrido cv. Mulato. ......................36
Figura 12. Infección y distribución de P. purpurea en Brachiaria hibrido cv. Mulato...............37
Figura 13. Síntomas de Oidium sp. en N. wightii. ...................................................................37
Figura 14. Infección y distribución de Oidium sp. en N. wightii. ..............................................38
Figura 15. Infección y distribución de C. sojina en N. wightii. .................................................39
Figura 16. Síntomas de P. purpurea en hojas de S. officcinarum...........................................40
Figura 17. Infección y distribución de P. purpurea en P. purpureum CT-115. ........................41
Figura 18. Infección y distribución de Exserohilum rostratum en Pennisetum purpureum......42
Figura 19. Síntomas de Bipolaris sorghicola. en P. purpureum CT-115. ................................43
Figura 20. Infección y distribución de B. sorghicola. en Pennisetum purpureum....................44
Figura 21. Conidióforos con falsas cadenas de conidios (A), conidios en desarrollo sobre
conidioforos (B), y germinación de conidios (C) Oidium sp. ..................................46
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1
INTRODUCCIÓN El creciente deterioro de los recursos naturales y del medio ambiente, el calentamiento
progresivo del globo terrestre y la pérdida de la capa de ozono son, entre otras, algunas
razones, que en la actualidad, ponen en peligro la existencia de la especie humana. Sin
embargo, el planeta cuenta con innumerables áreas naturales, en las que habita una rica y
variada flora y fauna que el hombre no explota correctamente, lo que trae consigo, un déficit
más creciente de alimentos (Holmann, Angel, Rivas, White, Estrada, Burgos, Pérez, Ramírez
y Medina, 2004).
En el trópico, la ganadería afronta diversos problemas entre los que se encuentran: la baja
disponibilidad de forrajes durante la época de seca, la escasa fertilidad de los suelos, el
pobre intercalamiento de las leguminosas en las praderas y la degradación de las pasturas
(Hernández, Ibraim, Detlefsen, Harvey y Prins, 2002; León, 2006). A ello también se le suma,
el desbalance de minerales (déficit o exceso) en los suelos y los forrajes que inevitablemente
afecta la producción animal (Rosero, 1990).
La mayoría de los rumiantes utilizan para su alimentación, en condiciones tropicales, las
praderas temporales y las mismas están constituidas por el monocultivo de gramíneas
forrajeras fundamentalmente, lo que trae como consecuencia una reducción en la dieta a
ofertar y un desbalance de los nutrientes (Etchevers, 1990). Para limitar estos daños se
plantea la siembra de árboles y arbustos y la difusión de los pastos perennes con mezclas
de leguminosas y gramíneas (Poole, Turner y Young, 2002; Edmonds, 2004).
En la década de los noventa la economía cubana entró en una profunda crisis, situación que
se agudizó notablemente, debido a los defectos inherentes al modelo agrícola vigente. En
este sentido, se redujeron las compras de insumos al 40%, las importaciones de
combustibles a un tercio, los fertilizantes a un 25%, los concentrados al 30% y las demás
actividades agrícolas se vieron seriamente limitadas (Funes, 2001). La ganadería no quedó
exenta de esta situación devastadora, que trajo aparejada una reducción en la producción de
leche.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto y siguiendo la política del país y la tendencia
de la agricultura moderna, es importante buscar nuevos sistemas de producción con un
fundamento holístico y mejorar los ya existentes. Fidel ha señalado la necesidad de producir
leche y carne sin piensos, combustibles, ni fertilizantes, lo que es un milagro que solo puede
lograrse con la aplicación de la ciencia y la técnica (Castro, 1991). En tal sentido, se
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emprendió una serie de medidas para la recuperación de la base alimentaria del ganado,
con el empleo de prácticas alternativas y la aplicación de sistemas de producción animal
sostenibles, las cuales tenían como principal objetivo el aumento de la producción, aún con
pocos recursos (Benavides, 1995; Robert, 1999 y FAOSTAT, 2004).
En nuestras condiciones se comenzaron a introducir los sistemas multiasociados y dentro de
ellos, los pedestales (CENPALAB, 2003), con los que se ha comprobado experimentalmente
que se puede producir de 8 a12 litros de leche por vaca cuando se utilizan pastos fertilizados
(Jerez, 1983; García Trujillo, 1993; Pérez-Infante, Álvarez, Funes y Monzote, 2000); o
asociaciones de gramíneas y leguminosas en toda el área de pastoreo (Sánchez, 2002), lo
que corrobora la importancia de los pastos, incluidas las leguminosas en la producción de
leche y carne de res (Hernández, Carballo y Reyes, 2000).
No cabe dudas que el manejo intensivo de los pastizales es una actividad compleja, debido a
la cantidad de factores que pueden intervenir para lograr el éxito, las cuales requieren de
conocimientos científicos y prácticos (Milera, 1992). Entre ellos, las enfermedades
constituyen un ejemplo, en tal sentido, las cuales son reguladas con la actividad del hombre,
los agentes de control biológico, la manipulación de la biodiversidad y a través de la
introducción y/o conservación de los enemigos naturales (Altieri y Nichols, 2007).
Entre los agentes causales de enfermedades más importantes se informan a los hongos, las
bacterias y los virus. Los primeros, son los que poseen una mayor participación, no solo por
los daños que producen en los rendimientos, sino también porque provocan alteraciones
importantes en el producto cosechado, como por ejemplo: la lignificación de los tallos, la
disminución de la digestibilidad de las paredes celulares (Abe y Okumura, 1972) y el
contenido de los aminoácidos libres en las hojas y raíces de las plantas afectadas (Hodges y
Robinson, 1977); así como la producción de micotoxinas durante el proceso de parasitismo
(Delgado y Alonso, 1994). Por otra parte, los otros agentes patógenos restantes dan lugar a
síntomas como el enanismo y la marchitez de las plantas, que afectan sin lugar a dudas los
rendimientos de los cultivos.
Es conocido que uno de los principios de los pedestales es lograr producciones con elevada
disponibilidad de leguminosas y gramíneas con un alto valor nutricional; sin embargo, la
presencia de enfermedades en dichas plantas puede limitar el resultado esperado; por ello,
se propuso realizar un diagnóstico de las mismas así como determinar sus incidencias y
afectaciones en dichos pedestales, lo cual constituyó el problema científico a resolver.
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3
Para cumplimentar dicho problema se propuso como Hipótesis de trabajo:
El diagnóstico de los principales organismos fúngicos, la caracterización de los
síntomas que ocasionan así como su incidencia, contribuirá a conformar un diseño
de sistema de manejo integrado fitosanitario en las plantas asociadas a los
pedestales.
Teniendo en cuenta la hipótesis anterior se planteó como Objetivo general:
Contribuir al conocimiento de los principales agentes fúngicos que más afectan los sistemas de pedestales en la Empresa Pecuaria “La Vitrina” y caracterizar los principales síntomas asociados a los mismos.
Y como objetivos específicos se describen:
1. Identificar los agentes fúngicos de mayor importancia en las plantas asociadas en los sistemas de pedestales durante en el periodo evaluado.
2. Caracterizar los principales síntomas asociados a los agentes fungosos identificados.
3. Evaluar la infección y la distribución de las principales enfermedades durante el periodo en estudio.
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CAPITULO I. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA La destrucción de los recursos naturales, en muchas ocasiones propiciada por el interés de
establecer explotaciones ganaderas y agrícolas, está llegando a limites dramáticos y la
mayor repercusión se observa en la escasez de agua (incluso para satisfacer las
necesidades de la población), en el cambio climático y en la dificultad para mantener
producciones estables a largo plazo.
Durante los últimos años, el aumento geométrico de la población humana, unido a las
diferencias económicas, conllevó a una demanda insatisfecha de alimentos (Aguirre, Soihet
y Vlosky, 1998). La agricultura y la ganadería responsables de este aspecto, han contribuido
de manera significativa al deterioro ambiental, la degradación de la cobertura natural de la
tierra por la utilización irracional de practicas convencionales y la ruptura de la biodiversidad
en los ecosistemas, con afectaciones a la fauna y la flora (principalmente las especies
autóctonas) (Simón, Iglesias y Hernández, 2003).
Cuba, al igual que el resto de los países de Latinoamérica, requiere que en el sector
agropecuario se desarrolle una agricultura y una ganadería rentable y competitiva, que se
corresponda con las exigencias del contexto socioeconómico, productivo y ambiental
cubano.
Para ello es necesario introducir innovaciones que permitan hacer un uso más eficiente de
los recursos naturales y materiales, aumentar los rendimientos y reducir las insuficiencias de
producción, gestión y comercialización de insumos y productos.
En la rama ganadera, los sistemas multiasociados constituyen una alternativa de solución de
los problemas productivos y socioeconómicos existentes. Dentro de los sistemas
multiasociados se pueden citar: los sistemas silvopastoriles, los bancos de proteína, los
pedestales, entre otros.
I.1 Importancia de los sistemas multiasociados para la producción animal La asociación gramínea leguminosa, comparada con el monocultivo, tiene la ventaja de
aprovechar el nitrógeno (N) fijado por la leguminosa, de mejorar la dieta animal e
incrementar la producción de MS (t´Mannetje, 1989). El uso de las leguminosas reduce el
empleo de suplementos alimentarios, lo que permite disminuir los costos de producción;
además, pueden contribuir al manejo sostenible de la tierra, pues se regeneran los suelos
degradados y se renueva el suministro de N al sistema de producción. Así, las leguminosas
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ayudan a reducir la erosión y a controlar las malezas (Kang y Gutteridge, 1994). Una gran
diversidad de leguminosas existentes en el trópico han demostrado ser un recursos
potenciados para la alimentación animal, debido a la fijación de N atmosférico que realizan
por medio de las bacterias simbióticas, importantes para las leguminosas y para el suelo,
donde esta se localiza (Flores, 1990).
Dentro de los sistemas multiasociados se citan: las asociaciones gramíneas-leguminosas, en
las cuales se incluyen los pedestales, el silvopastoreo y el banco de proteína.
I.1.2 Sistemas asociados En los sistemas asociados se observa un importante incremento de los contenidos de
proteína en la gramínea cuando se encuentra asociada con árboles, principalmente en el
sistema con Leucaena leucocephala. En el tratamiento de L. leucocephala asociada con
guinea, los animales tuvieron un peso final promedio de 424 kg y la ganancia neta del
sistema fue de 197,1 kg de peso (Hernández, Simón y Duquesne, 1996).
En áreas montañosas de la Sierra Maestra (160-270 msnm) la utilización de especies de
valor maderable, combustible y forrajeras, que poseían un estrato herbáceo con Hyparrhenia,
Andropogon y Paspalum, permitió obtener ganancias de 600 g/animal/día en animales Cebú
con carga de 2 animales/ha (Calzadilla, Torres, Sánchez, y Martínez, 1994).
I.1.2.1 Asociación de gramíneas y leguminosas: generalidades "Asociación" es la acción de asociarse; es un conjunto de individuos que se unen con un
mismo fin. Además, se puede definir como la unión de dos o más especies de plantas
forrajeras de distintas familias (gramíneas y leguminosas) cuyo fin es servir de alimento al
ganado.
Los sistemas de policultivos o cultivos múltiples son aquellos en los cuales dos o más
especies de plantas se siembran con suficiente proximidad espacial para dar como resultado
una competencia ínter específica y/o complementación (Altieri, 1985).
Por su duración las asociaciones se clasifican en tres grupos, según Williamson et al. citado
por Pacheco (2006):
• Permanentes: Sólo se renuevan cada cierto número de años.
• Temporales: Su duración se enmarca entre 2 y 5 años.
• Estacionales: La duración es inferior a 1 año.
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Y por sus componentes, se dividen en dos categorías:
• Múltiples:
Varias gramíneas y varias leguminosas generalmente combinadas las
rastreras y las arbóreas.
Una gramínea y varias leguminosas.
• Simples.
Una gramínea y una leguminosa herbácea.
Una gramínea y una leguminosa arbórea o arbustiva.
En los países de tradición ganadera, tanto de las áreas templadas como de las tropicales, el
uso de las asociaciones es mucho más amplio que en Cuba, donde tradicionalmente no ha
figurado en la estrategia de producción animal; sin embargo, resulta muy difícil la concepción
de un programa de pastos que no incluya la opción de las asociaciones como un elemento
fundamental en la explotación bovina.
Menéndez, Vega y Tang (1993) señalaron entre las ventajas de las asociaciones en los
sistemas de explotación ganadera, la posibilidad de aumentar el rendimiento de MS, el
incremento del contenido proteico y mineral del forraje, un mayor consumo voluntario, una
mayor digestibilidad, un mejor equilibrio en la producción estacional así como un incremento
de la fertilidad del suelo, lo que trae consigo aumentos en la producción de carne y leche,
mejoras económicas y ecológicas del suelo y el medio ambiente.
Lazenby (1981) indicó estimados de hasta 900 kg/ha de nitrógeno fijado simbióticamente al
suelo por el empleo de leguminosas. Ello produce en el vegetal abundantes cantidades de
este nutriente, del que una cantidad considerable se recicla a través de las deyecciones y la
descomposición de sus órganos, principalmente de la hojarasca.
Las experiencias más comunes en la asociación de gramíneas y leguminosas se han
obtenido con el empleo de las gramíneas: sorgo de grano, sorgo forrajero, king grass y caña
de azúcar. Y entre las leguminosas se destacan: Centrosema plumieri (Ecotipo Mayarí),
Stizolobium aterrimum (fríjol de terciopelo o mucuna), Neonotonia wightii (glycine) y Clitoria
ternatea (conchita azul), entre otras (Oquendo, 1995). Es valido resaltar que a pesar que la
asociación de gramíneas-leguminosas rastreras ha sido un tema debatido a través de la
historia en Cuba su impacto en cuanto a la adopción de su tecnología ha sido baja,
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7
fundamentalmente por parte de los productores, quienes al introducirlas, en algunos casos,
no han podido realizar un correcto mantenimiento y manejo de las mismas (Sánchez, 1999).
Uno de los problemas presentados por la asociación de gramíneas y leguminosas ha sido su
poca estabilidad en el tiempo. A esto ha contribuido, en parte, la tendencia al mantenimiento
riguroso y esquemático de asociaciones de una gramínea con una leguminosa. Dentro de
este contexto la diversidad vegetal no se ha tomado en cuenta y se ha valorado como una
característica no deseada (Ruiz, Febles, Jordán, Castillo y Funes, 1995).
I.2.2.2 Los Pedestales como sistemas asociados Los pastos y forrajes y sus formas conservadas constituyen la principal fuente de
alimentación del ganado en Cuba (más del 70%); sin embargo, los niveles de rendimiento y
calidad que se obtienen de los mismos aún son bajos en comparación con sus posibilidades
reales, principalmente en áreas de pastoreo (Lozano, 1992). Por ello, se creó una tecnología
capaz de aportar beneficios económicos impresionantes, y ésta la constituyó los sistemas de
pedestales, la cual, según ACPA (2005), es una tecnología de avanzada que tiene el objetivo
de aumentar la producción intensiva de leche y carne en pequeñas áreas (1 ha) sobre la
base de la oferta de una ración de pastos balanceada en energía y proteína, donde es
necesario incluir en su composición alimentos tales como gramíneas y leguminosas.
Esta tecnología surge en Cuba, de manera experimental, a mediados de los años 90 en el
Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio (CENPALAB) y en los
primeros años del presente milenio se lleva a cabo de modo convencional en algunas
provincias del país, tales como: Holguín, La Habana y Santiago de Cuba. En Matanzas dicha
tecnología se introdujo en años posteriores, con la cual Sánchez, Lamela, Valdez y López
(2005) han obtenido una producción promedio por lactancia de 8,0; 9,1 y 9,2 kg/vaca/día en
los tres bimestres del año y una producción de leche de 11,5 kg/vaca/día con el empleo de
pedestales y gramíneas mejoradas sin fertilizar.
Entre los principios e indicaciones más importantes de los pedestales se informan:
a) Las producciones se sustentan en la elevada disponibilidad de leguminosas y
gramíneas, con un alto valor nutritivo de manera estable durante todo el año, lo que
permite soportar una alta carga y productividad por hectáreas.
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b) Se facilita la protección de los puntos de rebrote y evita el pisoteo de los tallos de las
leguminosas rastreras, así como favorece la competencia con las gramíneas por la
luz.
c) El sistema debe tener asegurado el riego durante todo el año, para asegurar la rápida
recuperación de las áreas de pastoreo y la elevada productividad de la biomasa de las
leguminosas y las gramíneas.
d) Suministrar a los animales macro y micro elementos que están deficitarios de acuerdo
con el tipo y nivel productivo de los animales y las características de los suelos.
e) Los animales deben permanecer el mayor tiempo posible en el área de pedestales y
solo saldrán para ordeñarse, sombrearse o por otra necesidad de manejo.
f) Los pedestales deben estar ubicados lo más cerca posible de las áreas de ordeño.
g) Los animales deben disponer de agua y sombra suficiente, aunque no
necesariamente en las áreas de los pedestales.
h) Realizar estrictamente la rotación racional de los pastos a través de la disponibilidad
adecuada de alimento en cada rotación y garantizando la persistencia de las
especies.
i) El grupo de hembras vacunas que pastará en el pedestal estará formado por aquellos
animales de mayor potencial y posibilidades lecheras en cada unidad.
j) En la producción de leche vacuna, este sistema está diseñado para alcanzar 25 000
litros de leche/ha/año, sin consumo de pienso y sin el uso de forrajes, aunque en la
producción ya se han alcanzado producciones de 30 000 L/ha/año.
Como funciones más sobresalientes de los pedestales se destacan: las de servir de soporte
a las plantas leguminosas, preservarlas de los animales y permitir una explotación continua
de las mismas al conservar los puntos de crecimiento de ellas y garantizar el reciclaje de
semillas y hojarasca (ACPA, 2005).
En la Isla, la principal experiencia y los mejores resultados se han obtenidos con la glycine
(N. wigthii) como leguminosa y la bermuda (C. dactylon), guinea (P. maximum) y rhodes
(Chloris gayana Kunth) como gramíneas. Otras leguminosas que han sido empleadas lo
constituyen: la conchita azul (Clitoria ternatea L.) y el kudzú (P. phaseoloides) y entre otras
gramíneas se citan: las brachiarias (Brachiaria híbrido cv. Mulato), el andropogon (A.
gayanus) y el king grass (P. purpureum) (Oquendo et al., 2002).
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I.2.2.2.1 Características de algunas especies utilizadas en los sistemas de pedestales en Cuba
Neonotonia wightii (Arn.) Lackey Origen, distribución y aspectos de la taxonomía Es originaria de África y está bien adaptada a condiciones tropicales y subtropicales. Se
encuentra distribuida también en el sur y sureste de Asia y en Cuba se localiza en los suelos
fértiles. Esta especie pertenece a la familia Leguminoseae, subfamilia Phaseoloidae, tribu
Phaseoleae y al género Neonotonia (Machado y Menéndez 1979).
Descripción botánica, tipos y variedades y condiciones ecológicas para su desarrollo
Según Crespo, Febles, Herrera y Ruiz (1986) y Oquendo et al. (2002) es una leguminosa
perenne y rastrera, con raíces profundas, presenta tallos pubescentes y bien ramificados
que al no encontrar apoyo y extenderse por el suelo enraízan en los nudos y entrenudos.
Produce numerosas raíces con nódulos abundantes, redondos y pequeños. Las hojas son
trifoliadas, ralas y pubescentes por ambas caras, ovales con estípulas pequeñas,
triangulares. Las flores se vuelven amarillas o amarillo-naranjas; después de la floración
presenta una inflorescencia en forma de racimo con flores pequeñas. Se adapta a regiones
con una precipitación de 800 a1 500 mm y altas temperaturas (27 a 33°C). Aunque menores
de 15°C afectan su crecimiento. Requiere suelos fértiles, bien drenados, con un pH entre 6,
5-7,0 y no resiste la aridez, el encharcamiento ni los suelos muy ácidos.
Entre las variedades que se reconocen de esta especie se encuentran: Tinaroo, Cooper y
Clarence. Rendimiento como cultivo puro y asociado Los rendimientos de cultivos puros de glycine en Cuba fluctúan entre 9 y 10 t MS/ha/año
(Anon, 1977).
El mayor rendimiento (16,8 t de MS/ha) se informó en el cv. Tinaroo, (Yepes, Machado,
Dudar, Pedraza y Oliva, 1974) y el menor (5,9 t de MS/ha) en el cv. Cooper (Funes y Pérez,
1976).
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Monzote, Funes y García (1982) al establecer varias leguminosas en asociación con
pangola, aseveraron que los más altos rendimientos del componente leguminosa en el total
de 3 cortes se presentaron en N. wightii cv. Tinaroo (3,7 t MS/ha), así como el rendimiento
proteico más relevante (650 kg /ha).
Valor nutritivo N. wightii presenta un elevado contenido proteico en todas sus partes (alrededor del 18 al
20%), el cual declina en pequeñas cuantías con la edad (Paretas, Suárez y Valdés 1989 y
Díaz, González, Curvelo, Cruz y Mora, 1997). En estudios realizados por Funes y Pérez
(1976) encontraron que existía poca variación en cuanto a la proteína y la fibra bruta de esta
especie, así como del porcentaje de hojas cuando prolongaron la frecuencia de corte de la
misma de 6 a 9 semanas, lo que indicó la posibilidad de ampliar el intervalo de corte o el
período de reposo en pastoreo, sin perjudicar su valor nutritivo ni el rendimiento anual.
Otros resultados sobre los componentes nutritivos de glycine son informados por Pacheco
(2007) quien señala que el forraje fresco de glycine puede presentar, como promedio un
28,0% de MS; 90,95% de MO; 9,1% de ceniza; 30,7% de PB; 2,8% de EF; 19,1% PB; 15,9%
PB digestible; 2,59 Mcal/kg MS de energía digestible y 2,13 Mcal/kg MS de energía
metabolízable.
En asociaciones su efecto mejorador del suelo se traduce en una elevación del contenido
proteico de las gramíneas acompañantes. Así Valdés, Montoya y Duquesne (1980) y Chao et
al. (1982), informaron que el pasto natural asociado con glycine alcanzó un contenido de PB
superior (entre 1,5 y 7,2 unidades porcentuales), que en pastos sin asociar. Este efecto fue
más acentuado en el período poco lluvioso, momento en que la calidad del pastizal nativo se
torna crítica.
Persistencia y manejo en pastoreo La glycine en Cuba se ha utilizado en cultivos puros en todo el pastizal y en asociaciones con
gramíneas. Se localiza en banco de proteínas y en pedestales, entre otros sistemas. En un
pastizal puro de glycine sometido a pastoreo rotacional con cerca fija (dos o más vacas/ha)
se obtuvo un rápido deterioro del mismo, aun bajo condiciones de irrigación y adecuada
fertilización (Pérez-Infante, 1972). Funes y Pérez (1976) al evaluar el efecto del pastoreo en
los cvs. Tinaroo, Clarence y Cooper con una carga alta (6 novillos/ha) pudieron realizar 6
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rotaciones de los animales (36 semanas) debido a la marcada despoblación de las
leguminosas y la gran invasión de malezas.
Según Anon (1977) es recomendable no usar una carga mayor de 1,5 a 1,8 vacas/ha en
glycine como cultivo puro cuando se trabaja con vacas adultas (500 kg de peso vivo).
Se informa que la forma más generalizada de emplear esta leguminosa en pastoreo es
asociarla con gramíneas. Sin embargo, su estabilidad en el pastizal mixto se hace difícil y
requiere de un manejo cuidadoso. Los sistemas de pedestales facilitan la protección de los
puntos de rebrote de esta leguminosa rastrera y evita el pisoteo y consumo de los tallos por
parte de los animales, así como favorece la competencia con las gramíneas por la luz.
Importancia de la glycine en la producción animal En Cuba y otros países tropicales se evidencia que la glycine puede ser una leguminosa
productiva y persistente en condiciones de pastoreo, fundamentalmente cuando se garantiza
su correcto manejo en sistemas de explotación con cargas bajas o medias.
Según Echevarría y Rodríguez (1979) en condiciones de producción se conoce que terneras
alimentadas en pastizales con glycine y gramíneas adelantaron su vida productiva en una
lactancia con relación a aquellas que recibieron gramíneas solas como alimento básico, es
decir mientras las del primer grupo pudieron completar 4 lactancias y acumular 15 604 kg de
leche, las del segundo grupo sólo pudieron completar 3 y acumularon 10 511 kg de leche en
el mismo tiempo. Por otra parte, cuando se le incluyó en el 20% del área total, un banco de
proteína de glycine, a un sistema de segregación con pasto pangola en condiciones de
secano, se alcanzó una producción entre 10,6-12,2 L/vaca en el grupo que tuvo acceso a la
leguminosa y se obtuvo una producción media anual en el sistema en su conjunto de 9,1
L/vaca (Lamela, García-Trujillo, Rodríguez y Fung, 1995). También al utilizar la glycine aso
ciada con pasto natural para la producción de leche en una zona árida y alomada de
Guantánamo, se observó un incrementó en 2,2 L/vaca en comparación con el pasto natural
solo, lo que representó 643 L/vaca adicionales en una lactancia de 305 días (Ruiz, Monzote,
López, Pereiro, Funes, Castillo y Hernández, 1985).
Resultados alentadores en este mismo sentido fueron obtenidos por Sánchez, Lamela,
Valdés y López (2005) quienes lograron una mayor producción de leche de 11,5 y 6,6
kg/vaca/día en las vacas que pastaban en los pedestales compuestos por N. wightii + P.
purpureum CT-115). Además estos mismos autores concluyeron que la inclusión de los
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pedestales en la dieta se potencia los resultados productivos de una vaquería y se mejora la
producción de leche de la raza Holstein en condiciones comerciales.
Todo lo expuesto anteriormente ratifica la importancia de incluir esta leguminosa como
alimento animal dentro los sistemas asociados.
Pennisetum purpureum
Origen, distribución y aspectos de la taxonomía P. purpureum es una gramínea oriunda de África del sur Paretas et al. (1989) y se cultiva en
regiones de China, Japón (Ramos, Herrera y Curbelo, 1979) y Cuba, donde fue introducida en
1974 procedente de Panamá. Ayala (1988) la sitúa en el mundo tropical y subtropical. Es una
especie que se adapta a regiones con precipitaciones superiores a 1 000 mm. Existen
contradicciones en cuanto a su taxonomía, ya que algunos investigadores lo ubican como
Saccharum sinense, mientras que otros aseguran que se trata de un hibrido de P. purpureum
x P. typhoides; ello puede estar relacionado con el origen del material inicial que se ha estado
difundiendo principalmente desde Panamá (Tergas, 1986). No obstante, pertenece a la
Familia Poaceae y a la tribu Panaceae.
Descripción botánica, tipos y variedades y condiciones ecológicas para su desarrollo Paretas et al. (1989) en estudios realizados con P. purpureum, plantearon que esta es una
planta perenne de crecimiento erecto y de porte alto; su tallo puede alcanzar de 13 a 15 mm
de diámetro, con abundantes yemas basales, hojas lanceoladas, anchas y largas. Presenta
inflorescencia en forma de espiga, de diciembre a febrero, es de tipo amacollada, que llega a
crecer hasta 2 a 3 m de altura y puede ser utilizado en pastoreo y bajo corte. De igual
manera Martínez, Herrera, Monzote y Cruz (1998), informaron que se puede observar el
aspecto hojoso de esta variedad. En el caso de P. purpureum CT-115 su carácter genético le
hace acortar el largo del entrenudo a medida que envejece; sin embargo, esto no afecta el
largo de las vainas y de las hojas, por lo que aumenta la proporción de estas últimas
considerablemente, florece muy poco, por lo que presenta un mayor número de hijos por
plantón.
Esta especie se adapta a una gran variedad de suelos, aunque se ve afectada en los ligeros,
los ácidos y en los húmedos. Crece bien en los suelos profundos y fértiles y no toleran los
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erosionados y con problemas de mecanización. Por otra parte, requiere de altas
temperaturas y precipitaciones anuales alrededor de 1 000 mm (Oquendo, 2002).
Entre los cultivares de Pennisetum que se informan en la literatura se encuentran: Napier,
Candelaria, king grass, Merkeron, Taiwán A-140 y 801-4 y más recientemente el CT-115
(Martínez, 1999). Este último cultivar constituye una de las plantas dentro de esta especie de
mayores posibilidades comerciales dado fundamentalmente a su elevada proporción de
hojas.
Valor nutritivo Oquendo (2002) informó valores de PB, P, K y Ca en el PPLL y PLL en el CT-115 de 7,56 y
8,56; 0,40 y 0,33; 2,03 y 1,74; 0,71 y 0,61%, respectivamente. De igual manera enfatizó los
obtenidos para el king grass (otra variedad dentro de la especie P. purpureum).en el mismo
orden y para los períodos antes señalados (7,12 y 8,31; 0,41 y 0,29; 1,83 y 1,58; 0,69 y
0,61%.
Importancia del Pennisetum CT- 115 en la alimentación animal El Pennisetum Cuba CT-115 constituye una alternativa esencial para garantizar la
alimentación animal. Dentro de sus bondades se destaca el poseer altos contenidos de
carbohidratos solubles y proteína y por otra parte, se puede utilizar en pastoreo como cultivo
único o asociado. Los rendimientos de materia seca anuales poseen valores de 23 t/ha
siendo superiores en el PLL con relación al PPLL (16,73 y 6,56 t/ha, respectivamente)
(Oquendo, 2002).
Brachiaria ssp.
Origen, distribución y aspectos de la taxonomía Las especies de este género, son originarias de África y se encuentran ampliamente
distribuidas en América del Sur, América Central y las islas del Caribe (Grof, Andrade,
Franca-Dantas y Souzad, 1989). De acuerdo con Pizarro, Diulgheroff y Argel (1989), esto se
debe a que dichas plantas poseen alta capacidad para adaptarse a regiones donde existen
limitaciones de suelo y escasas posibilidades de utilización de altos insumos; condiciones en
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las cuales dichas gramíneas son capaces de manifestar una adecuada velocidad de rebrote,
mantener buena composición botánica y proporcionar una aceptable producción animal.
Desde el punto de vista taxonómico las brachiarias se ubican dentro de la familia Poaceae y
en el género Brachiaria (Roche, Menéndez y Hernández, 1990).
Tipos y variedades de brachiarias, descripción botánica y condiciones ecológicas para su
desarrollo
Dentro del género Brachiaria existen diversas de especies de uso en la ganadería, de las
cuales se pueden mencionar: B, decumbens, B. humidicola, B. dyctioneura, B. brizantha, B.
ruziziensis y Brachiaria hibrido CIAT 36061 (Mulato I), entre otras. Debido al contenido de la
tesis solo se hará alusión a las tres últimas gramíneas y de ellas se enfatizará
particularmente en la Brachiaria hibrido cv. Mulato.
En cuanto a la descripción botánica de la especie B. brizantha se informa que pueden ser
plantas erectas y rastreras, las hojas presentan o no vellosidades, algunas se propagan por
rizomas y otras por estolones. Es una especie perenne, que presenta macollas vigorosas, de
hábito erecto o semierecto, con tallos que alcanzan hasta 2 m de altura. Los rizomas
horizontales son cortos, duros y curvos, cubiertos por escamas, glabras, de color amarillo a
púrpura. Las raíces son profundas, lo que le permite sobrevivir bien durante períodos
prolongados de sequía, estas son blanco amarillentas y de consistencia blanda. Los nudos
pueden ser glabros o poco pilosos, de color morado. Los limbos son verdes y largos, de 20-
75 cm de longitud y de 0.8 a 2.4 cm en la parte más ancha, pueden ser lineales o
lanceolados, adelgazados. La Inflorescencia es en forma de panícula racemosa con visos
morados (Lascano, Plazas y Pérez, 2002 Olivera, Machado y del Pozo, 2006).
De acuerdo con lo planteado por Miles (2006) la B. ruziziensis, fue traída de América tropical
a comienzos de la década de1980. Esta especie presenta crecimiento rastrero, geniculado y
perenne, un buen sistema radical, con la presencia de rizomas duros que tienen facilidad de
enraizar y producir ramas en los nudos inferiores. Los colmos son glabros, de color verde
claro, de ovalados a cilíndricos, con tendencia a formar bulbillos aéreos, con una altura de 25
a 50 cm. Los nudos son de color verde a morado y la vaina de las hojas son más larga que
los internodios, mide de 5 a 17cm de longitud, es verde y en ocasiones con tonalidades
moradas y con una alta densidad de pelos largos. Los limbos de color verde radiante de 7 a
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26 cm de longitud y de 1 a 2cm de ancho, son acuminados en el ápice y pilosos en ambos
lados. Estos presentan bordes escabrosos, dentados y con muchos nervios. La
inflorescencia es en forma de panícula racemosa, es de color verde a morado, con una
longitud de 16 a 60cm. Puede tener de tres a seis racimos de 3,5 a 4,5 cm de longitud y de 2
a 4 mm de ancho y es pilosa. La espícula es ovalada, de color verde a morado, con una
longitud de 3,5 a 5,5mm y se presenta en dos hileras en el raquis. Carmona, Treito, Ramírez
y García (2001) indicaron que las accesiones de B. ruziziensis se adapta a condiciones de
suelos francos y pesados, aunque no resisten encharcamientos prolongados.
Con relación a Brachiaria híbrido cv. Mulato CIAT 36061 (Mulato l) Rincón y Valencia (2006)
plantearon la particularidad de ser una gramínea única, debido a que es un cruzamiento
natural entre Brachiaria ruziziensis clon 44-6 x Brachiaria brizantha CIAT-6297, realizado en
1988 por el programa de pastos tropicales del CIAT (Miles y do Valle, 1998). Según,
Oquendo et al. (2006) y Guiot y Meléndez (2003) el cv. Mulato I es una gramínea forrajera,
perenne, vigorosa, amacollada, alcanza alturas entre 120 y 150 cm. Presenta un sistema
radical profundo y fuerte. Sus tallos son vigorosos, erectos y decumbentes, poco ramificados
y con poco enraizamiento en los nudos. Las hojas de color verde oscuro, son muy pilosas y
al tacto resultan de una sensación aterciopelada. Crece bien desde el nivel del mar hasta
1 800 m de altura, es de amplia adaptación a zonas cálidas del trópico, resistente al frío y a
la sequía, con excelente persistencia buena producción de forraje en la época crítica. Se
comporta bien en suelo de mediana fertilidad, con topografía plana a ondulada y aunque
soporta la acidez, esta no debe ser extrema (5 a 8). Requiere de suelos bien drenados, de
textura media a ligera y no tolera encharcamientos prolongados. Además, poseen rebrotes
que crecen muy rápidos en condiciones de pastoreo (Miles, 1999; Argel, Miles, Guiot y
Lascano, 2005 y Rivas y Holmann, 2006).
Entre los tipos de pasto Mulato se encuentran el número I y II. El valor nutritivo de estos se
considera como uno de los más altos en forrajes tropicales con un nivel de proteína cruda
(PC) en hojas y tallos que supera los 12 y 16% (Oquendo, 2006). Presentan alta palatabilidad
y digestibilidad con valores entre un 55 a 62%. Producen un 25% más de MS que otras
gramíneas como las Brachiarias comerciales, por lo que son recomendados para la
alimentación de animales de leche y carne, elevando sus potenciales (CIAT, 2002; Peters,
Franco, Schmidt e Hincapié, 2003; Rincon y Valencia, 2006).
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Importancia del pasto Mulato La utilización del Pasto mulato I ha ayudado a los ganaderos a aumentar las producciones de
leche y de carne por sus cualidades agronómicas así como de manejo (Guiot, 2001 y 2005);
una cualidad sobresaliente que amerita el empleo del mismo en las condiciones de Cuba. Su
correcto establecimiento y adecuado manejo permite una persistencia en el campo por más
de 10 años y su empleo no ocasiona efectos adversos al medio ambiente, lo que ayuda a
favorecer el desarrollo de la planta, así como prevenir la erosión de los suelos. Su excelente
calidad trae consigo un alto consumo por el animal, lo cual repercute en rendimientos
superiores de leche y carne (Argel, Lobo, Sandoval y Messen, 2002). I.2.2.2.2 Principales enfermedades asociadas a gramíneas y leguminosas en sistemas
de pedestales A nivel mundial, existe un escaso e insuficiente conocimiento de las principales
enfermedades que afectan las plantas en los pedestales. Sin embargo, si se conoce que son
afectadas seriamente por diversos microorganismos (hongos, bacterias, virus, etc), los
cuales limitan en ocasiones su establecimiento y la producción de dichas plantas.
Por la gran diversidad y el número indefinido de enfermedades que existe en el mundo,
resulta difícil establecer un sistema único de clasificación de las mismas; no obstante,
Riveras (199?) describe algunos, que de manera general pudieran ayudar en su ubicación y
taxonomía:
• Por síntomas: Basado en la apariencia de la planta o de sus partes enfermas.
• De acuerdo con el órgano afectado: Si afecta la raíz, el tallo, el follaje, la semilla y el
fruto.
• Según el agente causal: Se dividen en:
(1) Enfermedades no infecciosas o abióticas: Son las que se presentan por la influencia
de las condiciones extremas de temperatura, humedad, deficiencias nutricionales,
contaminación del aire o el agua y la toxicidad de elementos.
(2) Enfermedades infecciosas o bióticas: Son causadas por hongos, bacterias, virus,
nemátodos y otros seres vivos y se consideran las más importantes.
• Por el tipo de cultivo:
Enfermedades de los pastos.
Enfermedades de los árboles.
Enfermedades de las hortalizas, etc.
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Para cualquier productor, es de suma importancia poder detectar e identificar las
enfermedades que aparecen en el campo, pues ello posibilitaría tomar medidas que impidan
el desarrollo posterior de las epidemias. Lenné, Vargas, y Torres (1983) señalan cuatro
métodos fundamentales para alcanzar estos objetivos:
a) Observación visual de los síntomas y signos en el hospedante.
b) Observación de los tejidos enfermos de la planta en el microscopio.
c) Aislamiento y purificación del patógeno.
d) Prueba de patogenicidad, mediante la inoculación del hospedante para observar los
síntomas de la enfermedad.
Entre los síntomas más observados en las gramíneas tropicales se citan: las manchas
foliares por hongos, las cuales se manifiestan, en dependencia del grado de susceptibilidad
de las líneas o cultivares evaluados, desde una pequeña mancha lineal o redondeada hasta
la invasión de los tejidos afectados con la producción de un tejido totalmente seco. Este tipo
de enfermedad probablemente es la más dañina en los sistemas de producción animal, pues
las hojas, además de ser los órganos fotosintéticos de la planta, constituyen la principal
fuente de alimentación utilizable por el ganado en los trópicos y subtrópicos (Lenné et al.,
1983).
Los hongos o agentes fungoso poseen una importancia suprema, no solo por los daños que
estos producen en los rendimientos, sino también porque provocan alteraciones en los
indicadores de calidad del producto cosechado, lo que se manifiesta en la lignificación de los
tallos y la disminución de la digestibilidad de las paredes celulares (Abe y Okumura, 1972),
en un menor contenido de los aminoácidos libres, tanto en las hojas como en las raíces de
las plantas afectadas (Hodges y Robinson, 1977) y en la producción de micotoxinas. De igual
modo, también atacan a las semillas de las plantas y provocan cuantiosas pérdida lo que
puede producirse tanto en el proceso de formación como en el período de pre y post-
cosecha.
En las leguminosas, al igual que en las gramíneas, los síntomas más importantes se
observan en la parte foliar, aunque pueden extenderse a los tallos y las legumbres, en los
cuales producen el necrosamiento total del tejido, así como la formación de halos de otros
colores en tejidos próximos al daño, producto de la emisión de toxinas. Entre los patógenos
que más inciden en dichas plantas a nivel mundial, se informan: Cercospora, Colletotrichum,
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Rhizoctonia y Fusarium y en Cuba se encuentran Puccinia, Helminthosporium, Drechslera y
Piricularia, los cuales también afectan el follaje de las gramíneas.
Enfermedades de N. wightii Esta especie es afectada por numerosas enfermedades fungosas que provocan en mayor o
menor cuantía algún daño. En la literatura consultada se hace referencia a diferentes
ataques de agentes fungosos, tales como: Corticium sp. (Funes, Yepes y Hernández, 1977) y
Alternaria sp. (Menéndez y Martínez, 1980), agentes causales de manchas foliares. Miret y
Rodríguez (1984) informan las incidencias también de Alternaria sp. y de Rhizoctonia solani,
los cuales producen la formación de abundantes colchones de partes vegetales necrosadas
en la zona inferior de la planta. En el caso de R. solani además produce la caída de las
plántulas en pre o post-emergencia, y se caracteriza por presentar lesiones de color café o
café rojizo en los tallos de las plantas jóvenes y adultas, los que cuando son infectados se
quiebran y mueren (Rane y Ruhl, 2004). La diseminación de este hongo ocurre por los
fragmentos de hifas que se transportan en el suelo infectado y sobreviven de una temporada
a otra tanto en el suelo como en los residuos de cosechas infectados.
Entre otras enfermedades informadas se encuentran:
Mancha marrón de la hoja
Nombre común: Mancha marrón de la hoja.
Agente causal: Septoria glycine
Síntomas: Se visualizan principalmente en las hojas, incluso desde estadios tempranos
(vegetativos), manifestando su presencia en los cotiledones y las hojas basales. Las
manchas foliares comienzan por las hojas inferiores, son angulares a irregulares (a veces
con márgenes difusos) de color marrón sin protuberancias (planas: carácter distintivo para
diferenciarla de la roya). Un amarillamiento generalizado acompaña a las hojas afectadas,
las cuales caen prematuramente desde la base hacia la parte superior de la plantas.
Condiciones ambientales predisponentes para el establecimiento y dispersión de la
enfermedad: Temperaturas óptimas de 25ºC, tiempo húmedo y lluvias con vientos (las
salpicaduras favorecen la dispersión).
Tizón de la hoja y mancha púrpura de la semilla
Nombre común: Tizón de la hoja y mancha púrpura de la semilla
Agente causal: Cercospora kikuchii
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Síntomas: Puede presentarse en las semillas, los tallos, las hojas y las vainas. En las hojas
las lesiones son de forma variable, de angulares a irregulares, el rasgo típico es el color
morado, bronceado a púrpura que presentan, donde las hojas superiores manifiestan esta
característica con mayor intensidad, ya que el hongo produce un pigmento tóxico foto activo
llamado cercosporina. En las vainas, se observa un manchado generalizado de color
morado. De manera general, las infecciones severas pueden causar defoliación o
senescencia prematura. En las semillas se observa el síntoma más prominente y más
conocido, que es la presencia de manchas de color púrpura, y muchas veces, el
agrietamiento del tegumento (Agrios, 1988).
Condiciones ambientales predisponentes para el establecimiento y dispersión de la
enfermedad: Alta humedad relativa y temperaturas de 25 a 30ºC. Este patógeno posee gran
capacidad de esporulación en rastrojos, no requiere agua para la dispersión aunque sí para
la infección, pues sus conidios se forman en conidióforos libres y son llevados por el viento a
cortas distancias. Es probablemente la enfermedad foliar de mayor crecimiento en los últimos
años en Argentina.
Phomopsis
Nombre común: Tizón de la vaina y el tallo y podredumbre de semillas dentro del complejo
Diaporthe/Phomopsis.
Agente causal: Phomopsis sojae (teleomorfo Diaporthe phaseolorum var. sojae) Phomopsis
longicolla.
Síntomas: Los síntomas más frecuentes son observados en las semillas, las vainas y los
tallos. El signo característico es la presencia de picnidios en hileras (se observan como
puntuaciones negras), abundantes en el tallo y las ramas y dispersos en las vainas, que bajo
condiciones húmedas se incrementan considerablemente. La semilla infectada puede
presentarse arrugada y muchas veces se cubren por un micelio blanco. Sin embargo, puede
tener aspecto normal y estar infectada.
Condiciones ambientales predisponentes para el establecimiento y dispersión de la
enfermedad: Temperaturas superiores a 20ºC y abundantes lluvias durante la madurez
fisiológica. La lluvia esta fuertemente asociada al crecimiento de esta enfermedad. La
infección de las semillas es más grave, cuanto más se demore la cosecha en esas
condiciones. Phomopsis es uno de los patógenos que más disminuye la calidad de la semilla,
genera la muerte de las plántulas y disminuye su poder germinativo.
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Antracnosis
Nombre común: Antracnosis.
Agente causal: Colletotrichum truncatum, Colletotrichum sp. (teleomorfo Glomerella spp.).
Síntomas: Los síntomas se pueden observar en las hojas, los tallos, las vainas y las semillas.
Las semillas infectadas pueden producir plántulas enfermas, debilitadas y/o tizón de
plántulas. Sobre los cotiledones, es posible observar lesiones marrones. En las hojas los
síntomas no son tan comunes como en los tallos y las vainas, y se observan generalmente
con temperaturas más altas, como necrosis en las nervaduras. En las vainas y los tallos se
observan parches negros o áreas marrones indefinidas con presencia de acérvulos y
peritecios. La presencia de setas en las acérvulos las distingue de los picnidios de
Phomopsis.
Condiciones ambientales predisponentes para el establecimiento y dispersión de la
enfermedad: Temperaturas superiores a 25ºC y lluvias abundantes en la madurez del cultivo
favorecen el desarrollo de esta enfermedad y la infección de la semilla. Si bien los síntomas
en los tallos y las vainas se observan en todas las zonas de cultivo, los síntomas foliares
(causantes de mermas de rendimiento) y la infección de la semilla (merma de calidad) son
mayores cuando las temperaturas son altas.
Tizón bacteriano
Nombre común: Tizón bacteriano.
Agente causal: Pseudomonas savastanoi pv. glycinea
Sintomas: Ataca todos los órganos verdes de la planta, pero principalmente las hojas. Los
síntomas se presentan como pequeñas manchas marrón oscuras a negras (carácter
distintivo), angulosas, de superficie plana sin protuberancias, generalmente brillantes cuando
ocurre el exudado bacteriano (zooglea), más común en el envés de la hoja. Las manchas
coalescen y el limbo foliar se puede resquebrajar, o quedar agujereado, síntoma
comúnmente observable en las hojas superiores más sometidas al viento. Las lesiones casi
negras, sin elevaciones en el envés, conglomeradas, la rotura de la hoja y su aparición desde
la parte media del canopeo, la distinguen de la roya asiática.
Condiciones ambientales predisponentes para el establecimiento y dispersión de la
enfermedad: Elevada humedad relativa y temperaturas entre 20 a 250C; además, su
diseminación se realiza con vientos fuertes y abundantes lluvias; se desconoce su incidencia
en el rendimiento.
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Mildiu: Enfermedad causada por el hongo Peronospora manshurica. Su presencia se
manifiesta en la superficie de las hojas, a través de manchas verde pálidas a amarillas, las
que posteriormente se tornan café oscuro con un margen amarillo o verde claro. Las hojas
muy dañadas necrosan y caen. Puede haber crecimiento del hongo en el interior de las
vainas y la cubierta de las semillas. Es una enfermedad muy común, pero rara vez provoca
pérdidas importantes del rendimiento. La principal forma de diseminación de esta patología
es a través de esporas, las cuales son transportadas por el aire. Sobrevive de una
temporada a otra en la semilla infectada y en los residuos de cosecha infectados.
Pudrición radical: Phytophthora sojae es el agente causal de esta enfermedad, la cual se
manifiesta por la muerte de las raicillas y las lesiones necróticas (color café) en las raíces
mas grandes (Agrios, 1988), además de provocar la pudrición de las semillas y la caída de
las plántulas. En plantas adultas, produce clorosis y marchitamiento de las hojas y la
aparición de una lesión café oscuro en la parte baja del cuello, la cual avanza
progresivamente. También puede ocurrir la pudrición de las raíces en plantas más viejas.
Generalmente las plantas afectadas se encuentran agrupadas en el campo. El patógeno
se disemina mediante el traslado de suelo contaminado con esporas, siendo capaz de
persistir en el suelo y en los residuos de cosecha infectados
Esclerotiniosis: Causada por Sclerotinia sclerotiorum, la cual se manifiesta a través de
lesiones color tostado a blancas en los nudos, que provocan marchitez y muerte de las
plantas. Las hojas muertas quedan adheridas a la planta. El hongo puede presentar
crecimiento algodonoso en las partes enfermas de la planta. Estructuras negras
(esclerocios) se forman en la médula y los tallos infectados. Se disemina mediante esporas
transportadas por el viento, y es capaz de persistir como esclerocios en el suelo, las
semillas y los residuos de cosecha. Los esclerocios pueden sobrevivir por más de 7 años
en ambos sustratos.
Pudrición café del tallo: Esta patología es producida por el hongo Phialophora gregata, el
cual se manifiesta con una pérdida repentina de coloración en las hojas, dejando un color
verde en las venas y tejido color café entre éstas. La médula toma un color café, y las
hojas permanecen unidas a la planta. Generalmente los síntomas no son evidentes hasta
tarde en la temporada de cultivo. Su diseminación ocurre mediante fragmentos de hifas
transportadas en suelo infectado y por esporas; puede sobrevivir entre 3-5 años en el
suelo.
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Fusariosis: Esta enfermedad es producida por el hongo Fusarium solani raza A. Las plantas infectadas por este patógeno presentan manchas amarillas entre las venas, las que se vuelven necróticas, dejando un tejido verde en las venas. Se produce la caída de los bordes de las hojas y los pecíolos se quedan unidos al tallo. En el tejido interno del tallo ocurre una decoloración color café claro o grisáceo, mientras que la médula permanece blanca. La diseminación de esta enfermedad ocurre por esporas en suelo infectado y fragmentos de hifas, siendo capaz de sobrevivir en el suelo y los en residuos de cosecha infectados. Enfermedades de Brachiaria hibrido cv Mulato
Se ha reportado la presencia aislada de hongos de los géneros Fusarium y Rhizoctonia, pero el daño no ha sido de importancia económica, controlándose con el simple pastoreo (Guiot y Meléndez, 2002). El problema foliar más generalizado observado en el cv. Mulato es el añublo foliar causado por el hongo Rhizoctonia solani, aunque también se ha informado la presencia del nemátodo Pratylenchus sp. en las raíces (B. Pinzón, Comunicación personal). Por otra parte, este mismo autor señala a los agentes fungosos de los géneros Fusarium y Curvularia, asociado a las hojas y los tallos en condiciones de Gualaca, Panamá. El añublo foliar produce necrosis en el follaje y se observan parches quemados en los potreros, particularmente en las épocas de activo crecimiento de la gramínea y durante los períodos de altas temperaturas y humedad relativa. La incidencia del añublo, sin embargo, es menos frecuente en áreas sometidas a pastoreo, donde el follaje es consumido periódicamente por el animal. Según Guiot et al (2002) las pérdidas económicas causadas por hongos del follaje no se han cuantificado hasta la fecha. Enfermedades asociadas a Pennisetum purpureum
Dentro los géneros fúngicos que más se informan asociados a Pennisetum se encuentran: Bipolaris, Curvularia y Exserohilum, los cuales pertenecen al mismo complejo taxonómico y cuyas características morfológicas así como su sintomatología se corresponden con las reportadas por Ellis (1966; 1971; 1976); Sivanesan (1984 y 1987), Alcorn (1988) y Mena (2004). Algunas de las especies del complejo se señalan por Sisenson (1995) como patógenos de Sorghum halepense. Por otra parte, también el king grass como comúnmente se conoce, es atacado por el moho lanoso (Peronosclerospora sorghi), el mosaico de la caña de azúcar (Cercospora sorghi) y la roya (Puccinia purpurea) (CIAT, 1982).
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23
CAPITULO II. MATERIALES Y MÉTODOS
Lugar donde se llevaron a cabo las investigaciones: En dos hectáreas de pedestales
pertenecientes a la vaquería “Niña Bonita”, en la Empresa Pecuaria “La Vitrina”, provincia
de Villa Clara.
Conformación de los pedestales:
Pedestal 1: Asociación Neonotonia wightii (glycine) y Brachiaria híbrido cv Mulato
(pasto mulato).
Pedestal 2: Asociación Neonotonia wightii (glycine) y Pennisetum purpureum CT -
115.
Descripción de la vaquería: Esta compuesta por un área de 112 ha, de las cuales 99
son cultivables. Por otra parte, la vaquería cuenta 11 ha de pedestales (de ellas, 9 ha
dedicadas para vacas en ordeño) donde cada área está dividida en 26 cuartones de 375
m2 (5x75m). La cargas promedios que se utilizaron en el área de pedestal fueron de 5,9 y
de 5,3 vacas/ha para el primer y segundo período, respectivamente. Clima: Los datos climáticos fueron tomados de la Estación Meteorológica del Yabú,
cercana a las áreas donde se llevaron a cabo los experimentos. En la Figura 1 se muestra el comportamiento de las temperaturas para el periodo evaluado
(2006-2007), donde se puede observar que existieron variaciones de las mismas,
detectándose valores medios por encima de los 20 0C y en los meses de verano (julio –
agosto) en ambos años estuvieron cercano a los 25 0C. Es de destacar que también hubo
periodos de descensos de las temperaturas fundamentalmente en los meses de septiembre
a octubre durante los años de evaluación.
Con relación a la humedad relativa (HR) (Figura 2) se pudieron observar valores máximos
por encima de los 96%, mientras la mínima fluctuó hasta un 63% aproximadamente en los
meses de noviembre a diciembre. En cuanto a los valores medios estuvieron por encima del
70% llegando a alcanzar hasta 85% de HR.
Con respecto a las precipitaciones en la zona de estudio se puede observar que esta variable
tuvo un máximo en septiembre/07. El comportamiento es estacional con dos periodos bien
definidos, el periodo lluvioso mayo-octubre y el periodo seco noviembre-abril.
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24
Figura 1. Comportamiento de las temperaturas durante el periodo evaluado.
Figura 2. Comportamiento de la humedad relativa en la zona de estudio.
NOV
2007
OCT
2007
SEP
2007
AUG
2007
JUL2007
JUN
2007
MAY
2007
APR
2007
MAR
2007
FEB
2007
JAN
2007
DEC
2006
NOV
2006
OCT
2006
SEP
2006
AUG
2006
JUL2006
JUN
2006
MAY
2006
APR
2006
MAR
2006
FEB
2006
JAN
2006
Fecha
35
30
25
20
15
10
TempminYabuTempmediaYabuTempmaxYabu
Comportamiento de las Temperaturas.Estación Yabú.2006-2007
NOV
2007
OCT
2007
SEP
2007
AUG
2007
JUL2007
JUN
2007
MAY
2007
APR
2007
MAR
2007
FEB
2007
JAN
2007
DEC
2006
NOV
2006
OCT
2006
SEP
2006
AUG
2006
JUL2006
JUN
2006
MAY
2006
APR
2006
MAR
2006
FEB
2006
JAN
2006
Fecha
100
90
80
70
60
50
40
30
HumminYabuHummedYabuHummaxYabu
Comportamiento de las Humedades.Estación Yabú.2006-2007
VtÑ•àâÄÉ II. `tàxÜ|tÄxá ç Å°àÉwÉá
25
050
100150200250300350400
E F M A M J J A S O N D
meses
prec
ipita
ción
(mm
)
2006 2007
Figura 3. Comportamiento de las precipitaciones en el periodo evaluado.
Tipo de suelo: El suelo de los sistemas de pedestales se clasificó como Sialítico Mullido
Inceptisol según Hernández, Morales, Ascanio y Morell (2006).
Métodos de muestreos: Estos se realizaron en la doble diagonal del campo. En la N.
wightii se muestrearon de forma aleatoria 100 plantas en 20 puntos (5 plantas/punto). En
el pasto mulato se utilizó el método del marco cuadrado, tirándolo cinco veces y en cada
tirada se observaron 5 hojas. En P. purpureum CT-115 se muestrearon 6 puntos y en
cada uno de ellos se observaron 5 tallos siguiendo la Metodología de Señalización y
Pronóstico porpuesta por INISAV (2003).
Evaluaciones de las enfermedades: Para la evaluación de las enfermedades se utilizó
la escala de 5 grados (CIBA-GEIGY, 1981).
Grado 0 Grado 1 Grado 2
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26
Escala CIBA-GEIGY (1981)
GRADOS AFECTACIONES
0 Plantas sanas 1 1al 5% del área foliar afectada 2 5 al 10% 3 11 al 25% 4 25 al 50% 5 +50%
II.1 Determinación de la incidencia de las enfermedades asociadas a las plantas
en los dos sistemas de pedestales y caracterización de las principales sintomatologías
Para determinar el % de distribución y el índice de infección de las enfermedades se utilizó
la formula de Townsed-Heuberger (1944).
Fórmula
%distribución =a / b * 100
a. Cantidad de plantas afectadas
b. Numero de plantas muestreadas
% infección % I = ∑ (n ×v) × 100 (Townsed-Heuberger) і × N
Valor de la categoría = v
Valor de la categoría mas alta = і
Número de plantas (partes de plantas) investigadas= n
Número total de plantas (partes de plantas) investigadas= N
Grado 3 Grado 4 Grado 5
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27
La caracterización de las sintomatologías se realizó teniendo en cuenta los signos y síntomas de las enfermedades presentes en cada una de las plantas en estudio observados en el campo visualmente o con el empleo de una lupa. Se observaron las afectaciones que tenían las plantas, la presencia y forma de las manchas, su variación, color, entre otros aspectos. En el laboratorio además, se utilizó un estereoscopio Zeiss con lentes oculares 2,5X. II.2 Diagnóstico de las enfermedades más importantes e identificación de sus agentes
causales
El material colectado (partes sanas y enfermas) fue trasladado al Laboratorio de Fitopatología Vegetal de la Universidad Central de Las Villas “Marta Abreu”, en bolsas de nailon sellada, con su correcta identificación. Previamente se tuvo en cuenta si los síntomas se acompañaban de signos y se procedió a efectuar el aislamiento y la identificación de los agentes causales, siguiendo los criterios de Ellis (1971 y 1976) y Sivanesan (1984 y 1987). Para las determinaciones genéricas se tomaron los criterios de Carmichael, Kendrick, y Sigler (1980) y para las específicas de Ellis (1971 y 1976) y de Sivanesan (1987). Se realizaron preparaciones fijas y se midieron 100 conidios a 300x. En la caracterización de los signos se tuvo en cuenta la coloración, forma y tamaño del micelio, los conidios y los conidióforos, así como la presencia de cuerpos fructíferos. Posteriormente se procedió a realizar los aislamientos, para ello se usaron dos métodos: el directo y el de cámara húmeda; en este sentido, las muestras se desinfectaron con alcohol al 70%. El medio de cultivo utilizado fue agar agua (TWA) y los subcultivos se realizaron en agar papa dextrosa (PDA); estos se prepararon según Smith y Onion (1983). Las placas Petri se incubaron en condiciones de laboratorio a temperaturas de 25±2°C y luz fluorescente (dos tubos de 40 watts a una distancia de 40cm). Se realizó la prueba de patogenicidad para corroborar si estos hongos eran los causantes de los síntomas detectados en las plantas en estudio, (glycine, pasto mulato y king-gras CT-115). Para ello se prepararon suspensiones de esporas a partir de cultivos monoconidiales de 7 días de edad; las concentraciones se determinaron por el método de Rivas e Izquierdo (1985) y fueron de 102 y 103 conidios ml-1. Para la roya la suspensión que se tomó fue de infección natural por ser un parasito biotrófo. Para este caso la concentración fue de 102 uredosporas ml-1, sin la presencia de hiperparásitos.
Diseño experimental y análisis estadístico utilizado en las investigaciones: El diseño
que se empleó en las investigaciones fue totalmente aleatorizado y los datos se
procesaron mediante el uso de la estadística descriptiva.
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28
CAPÍTULO III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
III.1 Incidencia de las principales enfermedades asociadas a las plantas en los dos sistemas de pedestales y sintomatologías más importantes detectadas
Pedestal #1: Asociación N. wightii (glycine) y Brachiaria híbrido cv. Mulato Durante el periodo evaluado se observó la presencia de cinco síntomas asociados al sistema
de pedestal en estudio, todos relacionados con manchas foliares. En el caso de N. wightii se
identificaron: la mancha foliar por Oidium, Cercospora y Rhizoctonia, aunque este último
ocasionó también al unísono la muerte de las plántulas. En la gramínea Brachiaria hibrido cv.
Mulato se detectó la mancha foliar por Puccinia (Roya) y por Curvularia.
Síntoma # 1: Mancha foliar por Oidium
En la figura 3 se observan los síntomas ocasionados por Oidium sp., el cual se presenta en
la hojas de N. wightii con manchas grises de superficie polvorienta y dispersas que pueden
llegar a cubrir totalmente las mismas. Al principio se torna de un color amarillo y después se
oscurece produciendo la desecación de los tejidos. Los síntomas presentados en la
leguminosa coinciden con los descritos por Herrera et al. (1994) y Rane et al. (2004)
anteriormente para este género de plantas y por otra parte, con Latorre (2004) quien lo
describió como mildiu polvoroso, peste ceniza y cenicilla en girasol (Helianthus annuus), fríjol
(Phaseolus vulgaris) y soya (Glycine max).
Figura 4. Síntomas de Oidium sp. en N. wightii. En Cuba la fase que predomina es la asexual conocida por Oidium, cuya diseminación ocurre
fundamentalmente a través de las esporas, las que son transportadas por el aire, y en la
mayoría de los casos constituye la principal fuente de inoculo. Según Martínez, Barrios,
Rovesti y Santos (2007) plantean que la germinación de sus conidios ocurre en condiciones
VtÑ•àâÄÉ III. exáâÄàtwÉá ç w|ávâá|™Ç
29
de humedad y temperatura muy variables, siendo 25°C y 100% de humedad relativa los
factores óptimos para su desarrollo.
Bettiol y Wagner (2006) consideran que el Oidium constituye uno de los patógenos más
importantes de las plantas presentes en la mayoría de las regiones del mundo y aunque
raramente causa la muerte de los cultivos si reducen su potencial productivo y afectan la
calidad del producto cosechado.
La intensidad y distribución de la mancha foliar por Oidium sp. aparece representada en la
figura 5, donde se observa que a pesar de los valores moderados alcanzados por la
infección de dicho hongo (51%) los porcentajes más altos se observan en los meses de
septiembre de los años 2006 y 2007 con 51 y 49%, respectivamente, enmarcándose a
finales del periodo lluvioso y donde la humedad relativa (con valores medios superiores a
80% y máximas por encima de 95%) y las temperaturas (medias alrededor de 25oC) fueron
óptimas para el desarrollo del hongo. Sin embargo, los por cientos más bajos fueron
detectados en el bimestre febrero-marzo (con 9 y 7%, respectivamente), meses pocos
lluviosos y con humedades y temperaturas menos favorables para el crecimiento de dicho
microorganismo. En cuanto a la distribución de la enfermedad también se observa la
tendencia de presentar los mayores valores en los meses de septiembre de ambos años
(100 y 93%), aunque en el 2006 dicho porcentaje fue superior, y de disminuir en el bimestre
febrero-marzo con solo 29 y 25% respectivamente. De manera general se puede observar
en dicho grafico la tendencia que siguen las curvas de aumentar los valores en los meses
de septiembre y de disminuir en los de febrero y marzo de ambos años, lo cual esta
asociado a las condiciones climáticas imperantes en ambas épocas del año corroborando
en este estudio lo informado por Martínez et al. (2007).
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30
0
20
40
60
80
100
120
sep-06
oct-06
nov-06dic-06
en/07
feb-07
mar-07ab
r-07
may-07jun-07
jul-07
ago-07
sep-07
oct-07
nov-07dic-07
Meses
Valo
res
%
% de distribución% de infección
Figura 5. Infección y distribución de Oidium sp. en N. wightii.
Síntoma # 2: Mancha foliar por Cercospora La mancha ojo de rana como comúnmente se le conoce a esta enfermedad se observó en N.
wightii asociado al follaje, aunque afecta a las vainas y a las semillas. En el haz de las hojas
se observan manchas que varían en tamaño y color, las más pequeñas son marrones
rojizas, de forma circular o angular de 1 a 2 mm y las más grandes son de color marrón
oscuro con centro de color gris ceniza y de tamaño de 3 a 5 mm (figura 6). Los primeros
síntomas de la enfermedad aparecen en estadios vegetativos y reproductivos, aunque no
hace distinción para efectuar el daño. Dicha enfermedad causa disminución del área foliar y
la muerte de las hojas severamente afectadas. A diferencia de otras patologías, esta
enfermedad no formó zonas o bordes cloróticos que rodearon las lesiones, y no se
observaron halos amarillentos alrededor de las manchas, característica ésta que hace fácil
su identificación. Los síntomas observados en N. wightii son similares a los descritos en
Glycne max por Ploper, González, Gálvez, Devani y Ledesma (2000) (figura 7), los cuales,
además, señalaron que en la cara inferior de las hojas de soya, sobre el centro de las
lesiones, se suelen observar puntos grises a negros constituidos por la masa de esporas del
hongo. Las lesiones pueden coalescer formando lesiones grandes e irregulares. Cuando hay
ataques severos, las hojas se tornan amarillentas o marrones y caen prematuramente. El
agente causal de esta enfermedades es el hongo Cercospora sojina Hara.
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31
Figura 6. Síntomas ocasionados por C. sojina en hojas de N. wightii
Figura 7. Síntomas ocasionados por C. sojina en hojas de G.
En la figura 8 se muestra el comportamiento alcanzado en la infección y distribución
de la enfermedad durante la investigación realizada.
Figura 8. Infección y distribución de C. sojina en N. wightii. Al observar dicha figura se muestra un pico máximo de infección en el mes de septiembre del
año 2006 con 45%, el cual declina hasta los meses marzo y abril/07 donde no se observaron
infecciones y a partir del mes de mayo/07 comienza a aumentar la enfermedad con
irregularidad mostrándose los mayores valores en dic/07 con un 25% de infección. En cuanto
a la distribución de la enfermedad, se pudo observar la misma tendencia mostrada por la
0102030405060708090
100
sep-06
oct-0
6
nov-0
6
dic-06
en/07
feb-07
mar-07
abr-0
7
may-07
jun-07
jul-07
ag/07
sep-07
oct-0
7
nov-0
7
dic-07
Meses
Valo
res
%
% de distribución% de Infección
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32
curva de la infección, donde el valor máximo de distribución fue detectado en septiembre del
año 2006 (87%) declinando hasta marzo-abril/07, meses donde no se observó afectación. A
partir de mayo/07 aumento ligeramente, con un pico superior en junio (54%) observándose
posteriormente aumentos a partir de septiembre y hasta diciembre con valores de 30, 38, 39
y 43%, respectivamente. La tendencia mostrada por la enfermedad presenta estrecha
relación con el comportamiento observado de los factores climáticos, pues se pudo detectar
que donde existieron los mayores valores de infección y distribución también habían
condiciones excelente de humedad relativa y temperatura para el crecimiento y desarrollo del
hongo (HR máxima de 95% con una media mayor de 80% y temperatura máxima de 30oC y
medias superiores o iguales a 25oC), en cambio en los meses de marzo y abril las
temperaturas medias oscilaron alrededor de 22oC pero existieron mínimas de 15oC, las
cuales no son idóneas para el desarrollo del hongo. Por otra parte, la humedad presentó
valores medios relativamente bajos (70%), que también pudieron influir en la disminución de
la enfermedad. Es de destacar además, que los meses donde existieron picos de máximas
infecciones y de distribución de la enfermedad o aumentos en estas coinciden con los meses
de la época lluviosa, lo que pudo influenciar la tendencia de las curvas analizadas
anteriormente. Según Ploper et al. (2000); Gally, Carmona, Barreto y Surgía (2004); Molina,
Carmona, Babbitt, Gally, Surgia y Grijalva (2004) y Rane et al (2004) el desarrollo del hongo
se ve favorecido por tiempos cálidos y húmedos, en especial temperaturas nocturnas por
encima de 20 grados, lluvias abundantes y formación de rocío, condiciones observadas
durante la investigación realizada.
Síntoma # 3: Mancha foliar y muerte de las plántulas por Rhizoctonia Los síntomas que aparecen inicialmente en las hojas son pequeñas manchas acuosas de
forma irregular que van aumentando de tamaño, toman un color crema o marrón claro y
pueden afectar a todo el foliolo ocasionando cuando el ataque es severo abundante
defoliación (figura 9); sin embargo, los tallos de las plantas raramente son afectados. Estos
síntomas son similares a los observados en especies de Centrosema CIAT (1983). Por otra
parte, en glycine la enfermedad, por lo general, se inicia en focos irregularmente distribuidos
y luego se van ensanchando y diseminando en el campo. En la base de las plantas
infestadas puede aparecer una capa de micelio algodonoso de varios centímetros de largo,
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33
elemento este que ratifica lo informado por Martínez et al. (2007) para el cultivo de Solanum
tuberosum. El agente causal de este síntoma es el hongo Rhizoctonia solani Kühn.
Este hongo está ampliamente distribuido en los suelos de Cuba (López, Sandoval y Mena
(1999) y es muy polífago. Se le conocen numerosas razas biológicas que pueden atacar a
varios cultivos de importancia económica, como son: fríjol (Phaseolus vulgaris L), pepino
(Cucumis sativum), soya (G. max L), tomate (Lycopersicum esculentum (Willd)), yuca
(Manihot esculenta Grantz) entre otras (Martínez et al., 2007). Los mayores daños son
causados en suelos húmedos y durante periodos de temperaturas no muy elevadas, pues se
conoce que el proceso infeccioso es favorecido por temperaturas de 18 a 20oC y elevada
humedad del suelo (Martínez et al., 2004).
Figura 9. Síntoma de R. solani en N. wightii Es necesario puntualizar con relación a la infección y distribución de esta enfermedad que la
misma apareció en focos bien definidos durante los meses lluviosos con un grado de
infección moderado (menos de un 50%), y por lo tanto, las curvas que normalmente
describen estos parámetros no se pudieron llevar a cabo. No obstante, el efecto de este
hongo, creó abundantes colchones de partes vegetativas necrosadas en la zona inferior del
pasto que estuvo asociada indudablemente con la elevada virulencia que mostró la
enfermedad en ese periodo. Resultados similares fueron informados por Miret y Rodríguez
(1984) en Macroptilium sp. CIAT 535 y N. wightii, donde igualmente esta enfermedad mostró
grados de infección de moderados a severos y se presentó durante la época de lluvia;
además, ocasionó elevadas defoliaciones en las leguminosas en estudio. Menéndez y
Martínez (1980) ya habían señalado la sintomatología causada por R. solani y situaron el
punto de partida de la virulencia en los meses de junio-julio, lo que coincido con Menéndez
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34
(1982) el cual puntualizó que el aumento del grado de ataque de esta enfermedad se ubicada
en este periodo.
Síntoma # 4: Mancha foliar por Curvularia Esta enfermedad se detectó asociada a Brachiaria hibrido cv. Mulato (CIAT-36061). Los
síntomas más típicos se observaron en las hojas donde se evidenció la presencia de
manchas ovales de color rojo vino, con bordes definidos oscuros y con un centro blanquecino
con una estructura reproductiva en forma de punto de color negro. Las manchas variaron en
diámetro desde los 5,0 hasta los 15 cm de largo, ocupando gran parte del área foliar de la
planta, aunque no se detectaron daños significativos en estos órganos, lo cual coincide con
Guiot (2005) y Guiot y Meléndez (2007). Los síntomas descritos anteriormente coinciden con
los informados por Echemendia (2005) para Sorghum halepense. Dicha enfermedad es
producida por el hongo Curvularia lunata. (Wakker) Boedijin.
En la figura 10 se muestra el comportamiento de la infección y la distribución de la
enfermedad ocasionada por C. lunata. De manera general, se observa para ambos
parámetros evaluados valores porcentuales bajos. En el caso de la infección los porcentajes
más elevados se observaron en el mes de octubre/06 con 11%, el cual declino hasta el mes
septiembre/07 donde no se evidenció la presencia del microorganismo. La distribución de la
enfermedad mostró un comportamiento similar a la de la infección, observándose los valores
superiores en el mismo mes de octubre del año 2006 (18%). Es valido resaltar que aunque
existieron las condiciones climáticas idóneas, fundamentalmente en el periodo lluvioso, para
que este hongo mostrará una infección más agresiva y ocasionará síntomas o lesiones más
intensas esto no sucedió así, lo cual puede estar relacionado con la resistencia varietal de
este hibrido al ataque de C. lunata, lo que ratifica lo señalado por Argel, Lobo, Sandoval y
Mesen (2004). Por otra parte, los resultados obtenidos en cuanto a la incidencia de la
enfermedad en el mes de octubre coinciden con los alcanzados por Echemendia (2005) en
Cuba, quien también la informó en el mes de octubre asociada a la gramínea S. halepense.
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35
Figura 10. Por ciento de infección y distribución de C. lunata en Brachiaria hibrido cv. Mulato. Se debe señalar que la mancha foliar por Curvularia ha sido detectada en varios cultivos,
entre los que se citan: S. halepense (Charudattan, 1996) y Bonilla, López, Mena, Rodríguez,
Yoekis y Pérez, 1997); en especies de pastos (Fernández, Castañeda, Alfonso, Rodríguez y
Gonzáles, 1992 y Alam, Chaudhuri, Tanardhanan y Husain, 1997); en Saccharum officinarum
por Seetharaman, Whitehead, Keller, Waniska, y Roone (1997) y en el cacaotero
(Theobroma cacao L.) (Uldaneta y Delgado, 2007). Síntoma # 5: Roya por Puccinia Al igual que la enfermedad descrita con anterioridad, también la roya se encontró asociada a
Brachiaria hibrido cv. Mulato. Esta se caracterizó por presentar lesiones en las hojas que al
inicio fueron pequeñas manchas cloróticas de 0,1 a 0,5 cm que se disponían conjuntamente
con las nerviaciones (figura12) y al aumentar las mismas de tamaño se tornan de color pardo
anaranjado con un halo amarillo pálido. En el envés de las hojas se detectaron pústulas de 1
a 3 mm de largo de color anaranjado rojizo, dentro de las cuales se observaron las
uredosporas de color similar.
02468
101214161820
Septie
mbre(20
06)
Octubre
Noviembre
Diciem
bre
Enero(
2007
)
Febrer
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oAbri
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Agosto
Septie
mbre
Octubre
Noviembre
Diciem
bre
Meses
Valo
res
%% de distribución% de infección
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36
Figura 11. Síntomas de Roya (P. purpuerea) en Bracharia hibrido cv. Mulato. Los síntomas observados por la enfermedad Roya en la brachiaria coinciden con los
informados por Gutierrez et al. (1990) en esta misma planta y con Echemendia (2005) en S.
halepense, otra gramínea de la familia Poaceae.
En cuanto a los porcentajes de infección y distribución observados de la roya en el periodo
evaluado (figura 12), quedo evidenciado que dicha enfermedad no mostró valores de
consideración y los más altos se observaron en los meses de febrero-marzo/2007 (6 y 7% de
infección y 9% de distribución, respectivamente) aunque estos pueden ser considerados
como muy bajos. El hecho de encontrar estos valores superiores en dichos meses pudo estar
influenciado por la temperatura registrada en ese período con una media de 22,5oC
aproximadamente, la cual es ideal para el crecimiento y desarrollo del hongo P. purpurea; no
así las superiores a los 26oC donde el crecimiento del hongo se ve inhibido (Martínez et al.,
2007), lo que puede ser observado en dicha grafica en los meses de julio, agosto del año
2007, entre otros, donde P. purpuera no se encontró asociado a la gramínea en estudio.
Cabrera, Raimondo, Alvarez, Cúndom y Gutiérrez (2004) informaron la presencia de pústulas
y uredosporas de la roya en plantas de G. max de ciclo largo también en el mes de marzo del
año 2003, elemento este que ratifica lo anteriormente planteado.
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37
Figura 12. Infección y distribución de P. purpurea en Brachiaria hibrido cv. Mulato.
Pedestal # 2: Asociación N. wightii y Pennisetum purpureum CT-115 Asociados al sistema de pedestal # 2 se identificaron cinco síntomas, de ellos dos se
encontraron presentes en N. wightii: Mancha foliar por Oidium y Cercospora (los cuales
también se detectaron en el pedestal # 1) y tres en P. purpureum CT-115: Roya por Puccinia,
y mancha foliar por Exserohilum y Bipolaris.
Síntoma # 1: Mancha foliar por Oidium La descripción de este síntoma (figura13) y su agente causal coincide con la realizada para N
wightii en el pedestal # 1.
Figura 13. Síntomas de Oidium sp. en N. wightii.
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38
Los valores de infección de la enfermedad, así como su distribución aparecen reflejados en
la figura 14; en esta se puede apreciar la existencia de por cientos de infección durante el
periodo experimental que no sobrepasaron el 50%, con picos máximos en los meses de
sep/06 y 07 (49 y 47%, respectivamente) y mínimos en febrero/07 (7%) y marzo/07 (6%). En
cuanto a la distribución se observa una tendencia similar donde fue el mes de septiembre de
los años 06 y 07 el que acumuló los mayores valores de distribución con 98 y 89% en cada
caso y los meses de febrero y marzo donde se detectaron los por cientos más bajos (24 y
21%, respectivamente). Según Agrios (2005) y Perilla y Sanabria (2007) las condiciones
ideales para el desarrollo de la enfermedad son altas temperaturas (29 y 30 oC) y
humedades relativas (97 y 99 %), aspecto este observado en ambos factores climáticos
durante el periodo experimental y quizás la razón del comportamiento que mostraron las
curvas en el estudio realizado. Estos resultados corroboran lo informado igualmente por
Orozco (2006) en Tamarindus indica L. y Martínez et al (2007) en P. vulgaris, de que la
enfermedad tiene una relación estrecha con la estación lluviosa, emisión de brotes
vegetativos y días secos, por lo que de agosto a octubre es la época de mayor severidad.
Figura 14. Infección y distribución de Oidium sp. en N. wightii. Síntoma # 2: Mancha foliar por Cercospora Los síntomas de esta enfermedad y su agente causal coinciden con los expuestos
anteriormente en el pedestal #1, para la N. wightii. En la figura 15 se muestra el
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39
comportamiento de la infección y distribución de esta enfermedad, donde se evidencia que
fue en el mes de septiembre del año 06 y 07 y diciembre de este último año en el que se
obtuvieron los mayores valores de infección (42, 21 y 23 %) y distribución (81, 35 y 37%), no
obstante, en este último índice también sobresalió junio/07 con 49%. Es valido destacar que
esta enfermedad mostró una tendencia y comportamiento similar a la observada en el
pedestal #1, donde se evidenció que a partir del mes de sep/06 (pico de máximos valores en
ambos índices) la infección y distribución de la enfermedad declinaron hasta el mes de
marzo-abril, donde no se detectaron síntomas, y a partir de mayo/07 la misma comenzó un
proceso de incremento irregular hasta diciembre/07. Lo antes observado con relación a la
tendencia que siguen las curvas en estudio ratifica la estrecha relación que presenta el
desarrollo y el comportamiento de la enfermedad con los factores climáticos y la coincidencia
de los picos de máximos valores con la época lluviosa, lo que coincide con lo señalado por
Ploper et al (2000); Gally et al (2004); Molina et al (2004); Rane et al (2004) y Sweets
Wrather y Wright (2004).
Figura 15. Infección y distribución de C. sojina en N. wightii. Síntoma # 3: Roya por Puccinia Al igual que lo observado en Brachiaria hibrido cv. Mulato, P. purpurea ocasionó en P.
purpureum CT-115 lesiones foliares que en un inicio fueron pequeñas manchas cloróticas de
0,1 a 0,5 cm cuya disposición se encontraban a lo largo de las nerviaciones y a medida que
estas aumentaron de tamaño se tornaron de color pardo anaranjado con un halo amarillo
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40
pálido. Síntomas similares fueron descritos por Martínez et al (2007) en hojas de S.
officcinarum (figura 16).
Figura 16. Síntomas de P. purpurea en hojas de S. officcinarum
En la figura 17 se muestra el comportamiento de la infección y distribución de la roya en el
cv. CT-115. Se ratifica nuevamente lo observado por esta enfermedad en Brachiaria hibrido
cv. Mulato donde la misma mostró porcentajes muy bajos tanto para su infección como la
distribución, con valores que no superaron el 10%, siendo los meses de febrero y marzo/07,
donde se registraron relativamente los porcentajes más elevados de los parámetros
analizados y a partir de junio/07 se evidenció un declinamiento de la roya y donde no se
observaron síntomas de la enfermedad. Ello corrobora lo planteado con anterioridad en el
pasto mulato donde la influencia de la temperatura registrada en ese periodo (con una media
de 22,5oC, aproximadamente) fue la ideal para el desarrollo del patógeno y pudo propiciar la
aparición del mismo en esta época, tal como lo informa Martínez et al. (2007), el cual señala
que temperaturas superiores a 26oC inhiben el crecimiento del hongo, tal como fue
observado en los meses de junio hasta diciembre.
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41
Figura 17. Infección y distribución de P. purpurea en P. purpureum CT-115. Síntoma # 4: Mancha foliar por Exserohilum Este síntoma en las hojas de P. purpureum CT-115 se caracterizó por presentar manchas
irregulares, grandes, algo elípticas, con bordes pardos rojizos y un halo clorótico
escasamente visible. El centro es de color pardo grisáceo y el tamaño promedio de una
mancha osciló entre 0,7 a 9 cm de largo y de 0,2 a 0,8 cm de ancho. En las hojas
muestreadas se observó la presencia de manchas distribuidas en la zona central (de cada
área foliar). Este síntoma coincidió con el descrito por Echemendia (2005) en S. halepense.
Sin embargo, a diferencia de los informado por esta autora y por Arnold (1986); Sivanesan
(1992) y Mena (2004) estos no llegaron a formar bandas necrosadas en el sentido de las
nerviaciones (atizonamiento), lo que pudiera estar relacionado con la baja infección mostrada
por el patógeno Exserohilum rostratum en la gramínea evaluada (menos de un 26%), el cual
mostró su valor más elevado en los meses de marzo-abril/07 (23 y 25%, respectivamente)
(figura 18) coincidentemente donde la temperatura presentó valores medios de 22oC e
inferiores de 18oC, aspecto que pudo influir en la aparición y desarrollo del hongo en los
meses señalados con anterioridad. Este resultado coincide con el obtenido por Echemendia
(2005) quién informó la afectación del hongo en la hojas de S. halepense durante los meses
de octubre a abril/07, aspecto este observado en la investigación realizada y que se ratifica
también al analizar las curvas en estudio, donde a partir del mes de octubre en ambos años
la enfermedad comienza a incrementarse ligeramente. Es valido señalar que aislamientos de
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42
Exserohilum también han ocasionado síntomas similares no solo en S. halepense sino
también en el cultivo del maíz según Echemendía, Rivas, Reyes y Rodríguez (2005).
Figura 18. Infección y distribución de Exserohilum rostratum en Pennisetum purpureum. Síntoma # 5: Mancha foliar por Bipolaris Se detectó asociado a P. purpureum CT-115 y las características más notorias de este
síntoma (figura 18) son la formación de manchas ovales y lesiones grandes en las hojas de
forma irregular, algo elípticas, con bordes pardos rojizos y un halo clorótico visible. Su centro
es pardo grisáceo y en él se encontraron los conidios, conidioforos y micelios de color pardo
que distinguen a estos hongos. Las manchas presentaron un tamaño promedio de 0,7a 10
cm de largo y de 0,5 a 0,9 cm de ancho y fueron observadas en todo el área foliar. Dichos
síntomas son similares a los informados por Echemendía (2005) para S. halepense, la que
además agrega que dichas manchas pueden provocar atizonamiento y las lesiones pueden
alcanzar tamaños que varían desde 7 cm de largo y formar bandas de hasta 20 cm de
longitud. Huang, Wtason, Duang y Yu (2001) diagnosticaron este síntoma así como su
agente causal (Bipolaris sorghicola (Lefebvre y Shermin) Alcorn) en Echinocloa crus-galli en
China, para ser usado como micoherbicida. Por otra parte, B. sorghicola ha sido informado
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43
en Sorghum halepense por Chiang, VanDyke, C.Gand y Leonard (1989); Zinder y Vandyke
(1990); Charudattan (1996); Bonilla et al. (1997), pero se conocen informes anteriores con
otras sinonimias (Dickson, 1975 y Arnold, 1986). Sivanesan (1987) y Assis (2002)
describieron características sintomatológicas similares en otras gramíneas.
Figura 19. Síntomas de Bipolaris sorghicola. en P. purpureum CT-115.
Es prudente puntualizar que los géneros Bipolaris, Curvularia y Exerohilum pertenecen al
mismo complejo taxonómico cuyas características morfológicas, así como su sintomatología
se corresponde con la citada por Ellis (1966; 1971; 1976); Sivanesan (1984 y 1987); Alcorn
(1988) y Mena (2004).
El comportamiento de la infección y distribución ocasionada por B. sorghicola se representa
en la figura 20, donde se evidencia los bajos porcentajes obtenidos en ambos parámetros
evaluados (alrededor de un 15% para el primero y 35% para el segundo), siendo el periodo
de marzo a agosto donde se alcanzaron los mayores valores con picos superiores en el mes
de junio (15% de infección y 32% de distribución, enmarcándose en la época lluviosa). Estos
resultados corroboran los obtenidos por Echemendia (2005), quien señala a los meses de
marzo hasta agosto en los cuales aparece los síntomas de la enfermedad, lo que
probablemente esta influenciado con las condiciones ideales que los microorganismos
encuentran durante esta época.
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Figura 20. Infección y distribución de B. sorghicola. en Pennisetum purpureum.
Debe acotarse que a pesar de las condiciones favorables que encontraron los patógenos en
cada una de las épocas analizadas, su influencia en P. purpureum CT-115, no fue de gran
consideración, ello puede estar dado a la resistencia varietal que muestra esta planta ante la
acción de los microorganismos, aspecto señalado por Martínez (2005).
III.2 Agentes fungosos más importantes asociados a las plantas evaluadas en los dos sistemas de pedestales en estudio
En la investigación realizada se identificaron siete agentes fungosos pertenecientes a siete
géneros, los cuales se muestran en las tablas 1 y 2. De estos siete agentes, en el Pedestal
#1 en N. wihghtii se encontraron: Oidium sp., Cercospora sojina Hara, Rhizoctonia solani
Kühn, y en Brachiaria hibrido cv. Mulato: Curvularia lunata (Wakker) Boedijin y Puccinia
purpurea Cooke.
Con respecto al pedestal # 2 se evidenció la incidencia de cinco agentes fungosos, de ellos
en N. wightii se detectaron: Oidium sp. y Cercospora sojina Hara y en P. purpureum CT-115:
Puccinia purpurea Cooke, Exserohilum rostratum (Drechsler) Leonard & Suggs y Bipolaris
sorghicola (Lefebree & Sherwing) Alcorn.
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45
Tabla 1. Clases, órdenes, familias, géneros y especies fungosas asociadas al Pedestal #1.
Clase Orden Familia Género Especie
Euascomycetes Erysiphales Erysiphaceae
Erysiphe
(fase sexual)
Oidium (fase
asexual)
Oidium sp.
Cercospora C. sorgina
Demateaceae Curvularia C. lunata Hyphomycetes Moniliales
Agonomycetaceae Rhizoctonia R. solani
Heterobasidiomycetes Uredinales Pucciniaceae Puccinia P. purpurea
Tabla 2. Clases, órdenes, familias, géneros y especies fungosas asociadas al pedestal # 2.
Clase Orden Familia Género Especie
Euascomycetes Erysiphales Erysiphaceae
Erysiphe (fase
sexual)
Oidium (fase
asexual)
Oidium sp.
Cercospora C. sorgina
Bipolaris B. sorghicola Hyphomycetes Moniliales Demateaceae
Exserohilum E. rostratum
Heterobasidiomycetes Uredinales Pucciniaceae Puccinia P. purpurea
Descripción de las especies
Oidium sp. Los micelios de este hongo son de color blanco y forma una red de hifas sobre
la superficie del tejido foliar. Las hifas son hialinas y de pared lisa, en las cuales se
forman conidióforos cortos y erectos (A). Los conidios son hialinos, unicelulares, de forma
cilíndrica, formados en cadenas o de manera individual (B y C), miden en promedio 27 µm
de largo y 14 µm de ancho Estas características coinciden con las descritas por Orozco
(2006) para la identificación del género.
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46
Figura 21. Conidióforos con falsas cadenas de conidios (A), conidios en desarrollo sobre conidioforos (B), y germinación de conidios (C) Oidium sp.
Cercospora sojina: Este patógeno produce conidioforos de color oscuro, septados con 1 a
4 tabiques. Los conidios de los aislamientos fueron alargados, oscuros, con dos a seis
tabiques y con un tamaño de 38 a 62 x 5-9 mm. Dichas características ratifican las
señaladas por Ploper et al. (2000) para identificar dicha especie.
Rhizoctonia solani: Se caracterizó por no producir esporas asexuales en las colonias en
estudio. Dichas colonias se caracterizaron por ser efusas, ocráceas, de hifas gruesas e
irregulares, con ramificaciones laterales en ángulos de 90o con un septo en la base. Los
micelios, fueron de color blanco a pardo oscuro cuando creció sobre el medio artificial.
Las hifas presentaron tamaño de 4-15 μm de ancho. Dichas características permitieron
identificar a este agente fungoso como R. solani tal como también fue descrito por Lopéz
et al. (1999) y Aramayo (2004).
Curvularia lunata: Se observaron que las colonias fueron dispersas, pardas a negras,
conidioforos solitarios o en grupos, no ramificados, pardo rojizo pálido a pardo rojizo
oscuro, más pálido hacia el ápice. Los conidios se presentaron usualmente curvos con 3
septos. Esta descripción coincide con la realizada por Lopéz et al. (1999), quien además
informa la presencia de células de los extremos subhialinas y las centrales de pardo
pálido a pardo oscuro, con la tercera célula a partir de la base más grande y oscura, de
20-34 x 8-14 ųm, lisos o ligeramente verruculosos.
Exserohilum rostrata: Los aislamientos de los hongos mostraron colonias dispersas y
pardas oscuras. Los conidioforos solitarios o en pequeños grupos sin ramificar, en
ocasiones geniculados, pardos, más pálido hacia el ápice, hasta de 300 ųm de longitud,
de (5-) 7-10 ųm de groso en la base y de 4,8-7,2 ųm en el ápice. Conidios rectos o
ligeramente curvos, obclaviformes a rostrados, con 5-16 distoseptos. Dichas
A B
C
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47
características coinciden de manera similar con las descritas para la especie por Lopéz et
al. (1999) y Echemendia (2005).
Bipolaris sorghicola: Presentó colonias dispersas pardo oscuras, con bordes irregulares,
conidioforos solitarios no ramificados pardo pálido a pardo oscuro, hasta de 100 ųm, pero
frecuentemente mucho más cortos de 2,4 a 4,5 ųm de grosor. Conidios rectos,
elipsoidales, oblongos o cilíndricos, redondeados en los extremos y según López et al.
(2004,) además, este hongo se caracteriza por presentar conidio pardo pálido a dorados,
con dos a siete dictoseptos muy claros y difusos, de 12-30 ųm x 5-9 ųm, lisos. Por otra
parte, Echemendia (2005) plantea que las células conidiogenas se presentan
redondeadas en los extremos.
Puccinia purpurea: Los aislamientos se caracterizaron por tener uredosporas antigenas
de color anaranjado rojizo, elipsoidales u ovoides, unicelulares. Dichas características han
sido descritas por Echemendía (2005). Es valido puntualizar que al igual que lo planteado
por esta autora no se pudo obtener un crecimiento in vitro de este patógeno por ser un
parásito obligado.
VÉÇvÄâá|ÉÇxá
48
CONCLUSIONES
La mancha foliar por Oidium, Cercospora, Curvularia, Bipolaris y Exserohilum, la
pequeñas manchas cloróticas por Puccinia (Roya) y la caída de las plantas o marchites
por Rhizoctonia constituyeron los síntomas más observados durante el periodo
evaluado.
Se identificaron siete especies fúngicas, representadas en siete géneros, asociados a
las plantas en estudio: Oidium sp, Cercospora sojina, Rhizoctonia solani en N. wigthii;
Puccinia purpurea y Curvularia lunata en Brachiaria hibrido cv. Mulato (I) y Exserohilum
rostratum y Bipolaris sorghicola en P. purpureum CT-115.
Los agentes fungosos de mayor incidencia en los pedestales evaluados fueron: Oidium
sp. y Cercospora sojina.
exvÉÅxÇwtv|ÉÇxá
49
RECOMENDACIONES 1. Realizar estudios similares al llevado a cabo en este trabajo de tesis en otras provincias
del país, con vistas a determinar si las especies fungosas encontradas aparecen como
predominantes en diversas zonas de Cuba.
2. Continuar dichos estudios por un periodo mayor de tiempo (superior a tres años) para
determinar con mayor representatividad el comportamiento de los patógenos que más
afectan a las plantas asociadas en pedestales.
U|uÄ|ÉzÜty•t
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