Date post: | 23-Dec-2015 |
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ESCUELA NORMAL EXPERIMENTAL DE EL FUERTE
PROFR. MIGUEL CASTILLO CRUZ
EXTENSIÓN MAZATLÁN
PROYECTOS DE INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA
DIARIOS
PERAZA CRAVIOTO MARÍA MINERVA
SEXTO SEMESTRE
GRUPO 3°D
PROFR. VÍCTOR MANUEL SANDOVAL CEJA
16 DE MARZO DE 2015
LUNES 02 DE MARZO DE 2015
Hoy fue mi primer día de regreso en la Primaria Josefa Ortiz de Domínguez. Debía
presentarme por tercera vez al mismo grupo, con los mismos niños que ya había
trabajado anteriormente. Desde hacía dos semanas los contenidos asignados los
tenía planificados, según yo ya estaba lista para iniciar. Cuando iba directo a la
escuela, recibí una llamada del profesor, anunciándome que estaba indispuesto,
por lo que no asistiría a la escuela. En el camino fue pensando en cómo iniciaría
mi clase el día de hoy.
Llegué saludándolos y diciéndoles que estaría con ellos esta semana y la
siguiente, y que me gustaría que se portaran bien. Me respondieron que
entusiasmados que sí. Además, les hice saber que el profesor no iría, puesto que
estaba enfermo.
En ese momento una alumna comentó sobre mis uñas y el color de éstas,
entonces les conté que el fin de semana tuve que cortármelas puesto que se me
arrancó una uña jugando basquetbol. No podían creer que practicara este deporte
debido a mi estatura. Logré captar la atención de todos mientras les contaba mi
anécdota y les prometí que si se portaban bien, el día de mañana llevaría mi balón
y jugaríamos en la cancha.
El profesor de grupo me había comentado que debía ver las asignaturas de
español, matemáticas y ciencias naturales, así como los contenidos que tenía que
trabajar en cada una de ellas.
Como no sabía en qué parte exactamente se había quedado, pregunté a una de
las alumnas me mostrara lo que había hecho sesiones anteriores y a partir de esto
continuamos la clase. Estuvimos trabajando con español. A decir verdad no
empecé muy mal. Pude adecuarme a los materiales con los que contaba y
apegarme a lo que me había sugerido el maestro.
Después, continué con matemáticas, en el cual vimos el contenido relacionado a
la conversión de unidades, por ejemplo, de kilómetros cuadrados a metros
cuadrados, a decímetros cuadrados, a decámetros cuadrados, y así
sucesivamente. Para ello, se integraron en equipos a manera como ellos
decidieron, lo que noté que no me funcionó en lo más mínimo. Sólo un equipo
estuvo trabajando de forma adecuada, los demás se la pasaron platicando y
jugando, no pude hacer que lo resolvieran. Nada más me volteaba y ya no hacían
nada. Me desesperé.
Al ver que no cumplía mi objetivo, decidí desintegrar equipos y alinearlos, para
comparar resultados, corregir y contestar entre todos. Solicité que los alumnos
estuvieran leyéndome las consignas. El contenido que se estaba trabajando no
era complejo, puedo decir que lo dominaba, sin embargo, no encontraba la forma
de que ellos lo comprendieran. Hice uso de diversas estrategias, pero cuando
estuve evaluando, me percaté que la mayoría no entendía, así que tuve que
retomarlo.
Para que se apuraran a trabajar, les dije que no saldrían a recreo si no lo
terminaban, puesto que no se apuraban y se distraían mucho. Fue en ese instante
cuando me di cuenta que pusieron más de su parte, a excepción de algunos.
Después de recreo continuamos con ciencias naturales, primeramente revisamos
la tarea y compartieron sus investigaciones. La registré y noté que fueron sólo
siete alumnos los que cumplieron con ella. Aspecto que me llamó mucho la
atención. Luego, me vi en la necesidad de retomar el libro de texto para que
comprendieran el contenido a trabajar. No sé dibujar, sin embargo, lo intenté en el
pizarrón para no dejarles todo a la imaginación. Considero que eso me ayudó
porque pudieron captar la idea de lo que les estaba hablando y de los ejemplos
que les estaba poniendo.
A veces se reían de mis dibujos, era entonces que algunos niños se proponían y
ofrecían su ayuda para hacerlos. La verdad dibujaban mucho mejor que yo. De
esta forma, siento que lo anterior me servía para involucrarlos y que participaran
de alguna manera. Luego, entre todos, contestamos las páginas de su guía,
tratando que todos dieran su opinión, tomándolos en cuenta, así como los
ejemplos que daban.
Para ser sincera me fue bastante difícil lograr que todos pusieran atención y
siguieran mis indicaciones. Al último sentí que ya no podía más, mi garganta me
dolía y casi me quedé sin voz. Hubo varios momentos en que me desesperé y me
sentía impotente al no poder controlar el grupo. Tuve mucha dificultad para hacer
que guardaran silencio, los mismos niños siempre estaban hablando, no me
dejaban continuar, cosa que me inquietaba.
Pensaba en estrategias pero no se me ocurría ninguna, ya había intentado varias
y fracasaba, fue esta la razón que me hizo sentir desilusionada de mi trabajo. Sin
embargo, sé que esto me permite aprender, tener más experiencia y mejorar para
la próxima.
Se fueron muy contentos al escuchar que no les dejaría tarea.
MARTES 03 DE MARZO DE 2015
Es mi segundo día de prácticas. De nuevo el profesor no vino, debido a que se
encuentra un poco delicado de salud. Pero esto no me tenía preocupada, sabía
que una profesora, a quien yo ya conocía, estaría apoyándome. El profesor me
anunció lo que veríamos durante esta jornada.
Hoy regresamos al salón de siempre, puesto que ayer estuvimos en la biblioteca
escolar, ya que estaban pintando y arreglando el aula donde siempre se trabaja.
Se ve diferente, limpia, agradable y con mucha luz. Ahora falta decorarla de
acuerdo al grupo. Mientras les tocó música y trabajaban, me puse a conectar el
proyector, la computadora, bocinas, módem, entre otros aparatos y limpiar todo lo
que estaba allí. Posteriormente, me percaté que los libros de la biblioteca de aula
estaban sobre una silla, así que decidí acomodarlos en su lugar.
Una vez que terminé, comencé a limpiar su escritorio, tenía muchas cosas, libros,
engrapadora, papeles, hojas sueltas, trabajos, entre otros, pero no sabía si hacerlo
o no, puesto que desconocía si el profesor se molestaría por andar moviendo sus
pertenencias. Teniendo esto en mente, decidí limpiar y acomodar, ya que quería
que cuando el profesor regresara, viera un aula diferente. Además, los niños se
encontraron interesados en ayudarme y les agradaba la idea de ver su salón
bonito.
Me sentía bien haciendo esto, pues sabía que estaba trabajando para los demás,
para lograr un aula cómoda, acogedora y adecuada a los educandos.
Después, continuaron con el proyecto de español, realizando un debate y luego
resolviendo unas páginas de su guía sobre el mismo. Estuve apoyándolos en lo
que necesitaban y sentía que ellos cada día me tenían mayor confianza.
Posteriormente salieron a educación física. Salí con ellos y los estuve observando,
les echaba porras y todos se emocionaran. Me pidieron que el día de mañana los
sacara a jugar y les llevara un balón de basquetbol.
Más tarde, continuaron trabajando con geografía, para ello, chequé antes el libro
de texto y me fijé dónde se habían quedado, mientras ellos concluían con lo que
estaban haciendo de su guía.
En este tiempo no logré que dos alumnos trabajaran, me decían que no llevaban
libro, que su lápiz no tenía punta, se ponían a platicar y me distraían a los demás.
Es una situación a la que me enfrento diariamente, no he encontrado la forma de
motivarlos y hacerlos que se pongan a trabajar.
Cuando quise abordar la asignatura de geografía, me di cuenta que varios no
tenían su Atlas, el cual sería necesario para ver el contenido que el profesor me
había asignado. Pensé en integrar a aquellos alumnos que no tenían con otros,
pero sabía que esta estrategia no me funciona, puesto que en lugar de trabajar, la
mayoría de las veces platican y juegan, así que decidí tenerlos un rato en silencio
y que se lo llevaran de tarea. De esta forma, dejaron trabajar a sus compañeros.
Cuando los vi calmados, decidí integrarlos para que trabajaran conjuntamente.
Considero que ahora no me fue tan mal, sino que aprendí de la experiencia
pasada. No desgasté tanto mi voz y pude alcanzar lo previsto para el día de hoy.
Para finalizar, les puse la tarea en el pintarrón, la copiaron y se las chequé. Antes
de que salieran, pedí limpiaran su salón porque no me agrada que se vea sucio.
Después, los despedí en la puerta y me recordaron que mañana llevara el balón
para que jugara con ellos.
De esta manera concluimos el día de hoy.
MIÉRCOLES 04 DE MARZO DE 2015
Hoy, desde que me levanté, recordé que les había prometido llevar un balón de
básquetbol. Así que antes de que se me olvidara, decidí agarrarlo y acomodarlo
entre mis cosas.
El profesor inició la clase leyendo un cuento, después comentaron el texto. Siento
que lo anterior ayudó como actividad para comenzar bien el día. Se activaron y
participaron.
Luego, empezaron con matemáticas, en el desafío trabajado conmigo el día lunes.
Trataba de unidades de medida de longitud y superficie. Les serviría de
retroalimentación, puesto que al evaluarlos, notamos que el contenido no había
sido completamente comprendido. Así que sirvió de repaso y refuerzo de
conocimientos. A pesar de verlo de nuevo, considero que el contenido necesita
ser visto de nuevo.
Después de ello, continuamos con una actividad que formaba parte de la
asignatura de ciencias naturales, la cual consistía en hacer un filtro de agua. En
esta ocasión, casi todos los equipos cumplieron con todo el material, cosa que me
sorprendió, puesto que casi nunca llevan lo que se les pide.
Estaban contentos, trabajando en la cancha, por equipos, colaborando y poniendo
de su parte, a excepción de algunos. El tiempo nos ganó, así que guardaron todo
y salieron a recreo. Todos jugaban, corrían, unos más comían. Notaba que
muchos se golpeaban, tiraban, pateaban, aventaban, entre otras cosas. Me
percaté que son muy bruscos y que la relación que establecen entre ellos es
violenta. La convivencia no es muy sana, se dicen malas palabras y ofenden. Al
cuestionarlos, me hacen saber que están jugando o que el otro empezó. Siempre
tienen justificaciones, los culpables nunca son ellos.
Ya pasada la hora de recreo, continuaron con inglés. Estuvieron trabajando
mientras el profesor y yo limpiábamos el salón. El día de ayer había conectado la
computadora, pero ésta no encendía. Estuvimos batallando mucho;
desconectábamos todo y volvíamos a conectar; la computadora seguía sin
funcionar. Intentamos nuevamente, pero no sabíamos qué estaba fallando.
Por tal motivo, el docente fue por la maestra de otro grupo para que nos ayudara.
Parecía que el regulador no servía, así que conseguimos otro. La educadora
volvió a conectar todo al nuevo regulador, y fue entonces cuando ya prendió. Me
puse a limpiar todo, mientras el profesor checaba el equipo de cómputo. Me
apuraba que funcionara porque necesitaba desarrollar mis planificaciones. Ahora
nada más faltaba que entrara a internet. Chequé el enrutador y parecía que un
cable estaba mal conectado, por lo que lo arreglé; reinicié la computadora, y ahora
todo trabajaba perfectamente. Ya podría hacer uso de la tecnología que había en
el aula.
Continuaron haciendo por equipos el filtro y para incentivarlos, les dijimos que si lo
hacían bien, jugaríamos básquetbol un rato. Noté que eso les emocionaba, ya
había estado todo el día preguntándome que si jugaríamos y a qué hora.
Una vez que acabaron, salimos a jugar. Para ello, elegí a dos representantes,
quienes serían los que seleccionarían a su equipo. De esta manera se formaron y
comenzaron a jugar. Me integré con uno de ellos. Todos corrían, jugaban y
trataban de encestar; fue divertido. Hubo una ocasión en que me pasaron el balón
y corrí por toda la cancha; todos venían atrás de mí, queriéndomela quitar.
Supongo que me veía graciosa.
Pienso que todo este tipo de experiencias me acercan a ellos. Me hablaban, y me
iban teniendo mayor confianza. Un niño que vive en la Hogar, siempre se acerca a
mí y me cuenta sus vivencias. Poco a poco lo he ido conociendo, su forma de
vida, gustos, intereses, deseos, etc.
Puedo decir que he vivido distintos momentos. Hay ocasiones en que me
desespero y no sé qué hacer, pero hay otros en que me motiva seguir adelante,
hacer algo en beneficio de los demás, de la sociedad. Me interesa la formación de
ciudadanos responsables, que puedan enfrentarse a la realidad que se vive.
JUEVES 05 DE MARZO DE 2015
Hoy empezaron el día leyendo un libro. Después, realizaron comentarios de la
lectura, en la cual los alumnos mencionaron sus puntos de vista. Posteriormente,
comenzaron a trabajar con la guía, la parte perteneciente a la asignatura de
matemáticas, pues checarían la tarea. Entre todos, compararon respuestas y
corrigieron. El estudiante que lo había tenido bien, exponía el procedimiento que
había utilizado, aspecto que me pareció bastante bueno. El contenido estaba
relacionado con las conversiones de unidades de medida. Después de la revisión,
me percaté que aún necesitaban retroalimentación.
Luego, los alumnos se dirigieron a computación. Uno de los alumnos no fue
porque no se sentía bien, así que aproveché ese momento para platicar con él. Me
contó toda su vida, lo cual me permitió conocer más sobre él y comprenderlo.
Un rato más entró la maestra de inglés. En su clase cantaron varias canciones, en
realidad mis favoritas, tal vez por eso se me hizo tan entretenida y me gustó. La
mayoría de los alumnos participaban y votaban para elegir la canción que querían
escuchar. De esta forma, se me hizo justa la elección.
Posteriormente, trabajaron con la asignatura de formación cívica y ética, donde
estuvieron viendo valores como el respeto, así como la discriminación.
Reflexionaron y se dieron cuenta que no deben juzgar a las personas por como
son o sus intereses, sino respetarlas. Además, ejemplificaron diversas situaciones,
lo que está bien y lo que no.
En recreo, estuve conversando con niños del Hogar. Ahora puedo decir que
conozco bastante de lo que allí sucede. De lo que hacen, a qué juegan, por qué
están allí.
Para finalizar este día, tuve la oportunidad de llevar a cabo la secuencia didáctica
diseñada para trabajar el contenido de geografía asignado. Hoy me enfoqué en la
asignatura de geografía. El contenido trabajado fue el de recursos naturales que
favorecen la conformación de espacios agrícolas, ganaderos, forestales y
pesqueros en los continentes.
Para iniciar con el desarrollo de éste, les pregunté a mis alumnos quién desayunó
en su casa, qué desayunaron, quién preparó lo que comieron, dónde compraron
esos alimentos y que si sabían de dónde provenían lo que consumen en el
desayuno. Al ser un tema conocido, esta vez, todos querían participar. Algunos
alumnos me dijeron que no desayunaban, aunque la mayoría mencionó huevo,
otros que huevo acompañado con algo, ya sea con jamón o salchicha, jugo o
yogurt. Sus respuestas me permitieron seguir cuestionándolos.
Después, les proyecté un vídeo, en el que vieron cómo Felson, un niño como
ellos, conoce el origen de los alimentos. El vídeo trató de las actividades
económicas. Mientras lo estaban viendo, estuve pausándolo. Los cuestioné, por
ejemplo: ¿de dónde provienen los alimentos?, ¿de dónde se sacan los muebles?,
¿y la ropa?, ¿a qué se le conoce como actividad económica? Al ser animado, noté
que pusieron atención y pudieron responder las interrogantes planteadas.
Al finalizar la proyección, solicité los alumnos realizaran comentarios sobre lo
visto, que si les había gustado, si ya lo sabían y qué aprendieron de él. Sus
respuestas variaron, pero coincidieron en que les había gustado y que algunas
cosas sabían y otras aprendieron. Luego, comenté con los alumnos las
actividades económicas que conocen.
Para continuar, pregunté: ¿qué es lo que se siembra en su estado?, además del
maíz y del tomate ¿se podrían sembrar manzanas?, ¿por qué?, ¿y duraznos?,
¿entonces, aquí no se comen los duraznos?, ¿de dónde los traen?, ¿por qué los
traen de allá?, entre otras. Lo anterior los hizo reflexionar. Después, solicité
analizar una postal de su libro de texto Se las leí. Luego, continuamos con la
lectura de las siguientes páginas. Algunos alumnos se ofrecieron para hacerla en
voz alta. Al final, ciertos niños comentaron lo que entendieron de lo leído.
Posteriormente, nos fuimos al atlas de geografía del mundo, y un estudiante leyó
el recuadro que se presentaba; después, realizó una breve explicación,
expresando lo que entendió de ello.
La actividad de cierre consistió en jugar a las frases incompletas. Para ello, traté
de integrar al grupo en equipos, asignándoles un número del 1 al 5 para que
después los números iguales se junten (los uno con el uno, los dos con el dos…).
Me parecía una manera fácil de integrarlos pero esa estrategia no funcionó. Los
niños no querían trabajar con ciertos alumnos, se rechazaban y querían hacer sus
propios equipos. Lo que me obligó a adecuar y dejar que ellos los hicieran,
intentando que no quedara ninguno fuera.
Los equipos hicieron un círculo y escogieron a un integrante para que los
representara y compitieran con los demás. Esta competencia consistió en
encontrar la frase que complementara la idea que se daba, es decir, en una caja
tenía unas frases inconclusas, tomaba una y se las leía. Rápidamente, se iban con
su equipo a encontrar lo faltante. El primero que terminaba decía ¡Listo! Luego,
exponía su respuesta para ver si está bien; en caso de error, el turno pasaba a
otro equipo. A decir verdad, no sucedió todo como esperaba. Los alumnos se
peleaban y alegaban que ellos habían sido primeros. Según ellos, todos ganaban.
Hubo momentos en que no los podía controlar, por ende, no me dejaban
continuar. Se las leía pero algunos educandos no escuchaban. El objetivo previsto
para esto, considero que no se cumplió por completo.
Para culminar, les entregué una hoja donde expresaron lo que pasó, sintieron y
aprendieron durante el desarrollo de las actividades. Este fue un instrumento más
que me permitió darme cuenta de la situación de mis alumnos, donde comprobé si
el aprendizaje esperado se había alcanzado.
Por último, el profesor les dictó la tarea que llevarían para la siguiente sesión y,
entre los dos, revisamos que todos la escribieran en su cuaderno.
VIERNES 06 DE MARZO DE 2015
El día de hoy llegué a la primaria y, cuando dieron el toque, entré al aula. Los
saludé y comenzamos a hacer un ejercicio que consistía en levantar las manos,
moverlas hacia adelante, atrás, costados y abajo. Luego, se sentaron.
Empezaron leyendo un cuento y rescatando lo que entendieron, así como sus
puntos de vista y opiniones. Luego, continuaron con el proyecto de español, que
tenía que ver con el debate, en su guía.
Sin pensarlo, empezó a surgir un tema de debate, debido a un comentario
realizado por una menor. De allí comenzamos a preguntar a quién le gustaba ver
las corridas de toros, cuando los torean, los matan. La mitad del grupo levantó la
mano. Fue entonces cuando le comenté al docente que en lo personal no me
gustaban porque se eso era crueldad, que los lastimaban mucho. Los alumnos
que estaban a mi favor, comenzaron a dar sus razones. Después, el profesor dijo
que a él sí le gustaba, porque era divertido ver cuando los torean y que era un
arte; los alumnos que estaban de su lado comenzaron a dar argumentos
defendiendo su postura.
Después continuamos así con las peleas de gallos. Eran casi los mismos quienes
estaban a favor de éstas y en contra. Les gustaba ver cómo se mataban, se
desangraban. Para mí, eso no es una buena señal, pienso que estos actos
conllevan violencia.
Una vez finalizado el debate, continuamos con la asignatura de historia. Sacaron
su libro y se pusieron a trabajar después de todos los comentarios que habían
hecho de lo que pensaban. Estaban viendo un contenido relacionado con la
revolución, por lo que el profesor les puso en la computadora y proyector, la
canción de la Adelita. Todos se emocionaron y cantaron, aunque únicamente se
sabían el coro. Eso me daba risa.
Luego, pasamos a revisar el contenido trabajado la sesión anterior
correspondiente a la asignatura de geografía. Posteriormente, nos fuimos a la
guía. De forma individual la respondieron. Una vez que terminaron, se compararon
las respuestas y corrigieron de forma grupal.
El día de hoy les llevé la cuerda para ver si había algún espacio para jugar. Los
educandos constantemente me estuvieron cuestionando, porque querían salir a
jugar. Les dije que si había tiempo y que si se portaban bien, saldríamos.
Guardaron la guía y el profesor me dijo que podríamos salir. Antes de dejar el
salón, le pregunté a los niños que si querían jugar, aunque sea un rato, me
respondieron a coro que sí. No podía negárselos, a mí también me gusta jugar y lo
tomo como un momento de relajación. Les dije que si se portarían bien y que si
después trabajarían; me prometieron que sí. Así que, de forma ordenada, pedí que
fueran saliendo fila por fila.
Era de esperarse, no todos querían brincar la cuerda. Les dije que tenían que
participar porque si no nos meteríamos al salón a trabajar. Les di la oportunidad y
les mencioné que a la escuela íbamos a aprender, y que también podíamos
aprender a jugar. Entonces los acerqué y les pedí que se integraran.
Una de las alumnas que allí se encontraba, sabía brincar bien y meterse, por lo
que se ofreció para ayudar a sus compañeras. De un extremo tomamos la cuerda
una compañera practicante que se encontraba ese día para observar a los
estudiantes y del otro lado, la sostuve yo. Comenzamos a darle y la niña que
sabía, les anunciaba el momento exacto que debían meterse. Me pareció graciosa
su técnica, porque les decía a la vez que los aventaba. De esta forma pudieron
brincar todos. A cada uno le di la oportunidad de saltar. Cuando noté que se
cansaron de saltar, detuve el juego y regresamos al salón.
Era hora de educación artística. La maestra se presentó, era nueva. El profesor
les hizo saber que ella sería su maestra por un tiempo y que debían atender a sus
indicaciones. Los alumnos se pusieron a trabajar con ella, momento que
aproveché para acercarme al maestro, platicar y realizarle algunos
cuestionamientos que tenía duda y quería saber.
Posteriormente, llegó la hora de salida. Todos estaban ansiosos. Terminó la
profesora y el docente les dictó la tarea, la apuntaron y se retiraron. Ya cuando
salí de la escuela, me encontré a varios de mis alumnos, me hablaban nada más
para decirme adiós y que me fuera bien. Les respondía su despedida. Lo anterior
me daba mucho gusto, los menores se acercaban más y tienen una actitud más
positiva a pesar del poco tiempo que he estado con ellos. El día de hoy me retiré
muy contenta.
LUNES 09 DE MARZO DE 2015
Para el día de hoy, tenía planificado la asignatura de educación artística, pero no
pude iniciar con ella. El profesor tenía contemplado empezar con la evaluación
bimestral de todas las asignaturas, por lo que no habría mucho tiempo para
desarrollar la secuencia didáctica.
Primeramente, retomé el tema tratado la sesión del viernes, en cuanto al debate
realizado respecto a los animales y las agresiones que se dan en su contra por
parte de los seres humanos.
Luego de seguir con este tópico, no pudimos concluir en nada, puesto que los que
tenían una ideología a favor o en contra, defendieron sus puntos de vista y no
cambiaron de opinión, sino argumentaron muy bien lo que ellos pensaban.
Después de ello, el profesor les entregó el examen, donde venían
cuestionamientos de las distintas asignaturas. Todo el día estuvieron
respondiéndolo. Tenían muchas dudas, pienso que no se prepararon. Además,
durante el desarrollo de muchas clases, algunos estudiantes no presentaban
disposición, por lo que no prestaron la atención suficiente. Esto se vería reflejado a
la hora del examen. Para llevar a cabo la evaluación, el profesor toma en cuenta,
además del examen, la actitud, participación, asistencia, comportamiento, entre
otros.
Todo el día me la pasé apoyando a algunos alumnos, lo que me permitió conocer
lo que sabían y en qué tenían mayor dificultad. Como el profesor me dejaba
acercarme con ellos, aparentemente todos tenían dudas respecto a muchas de las
interrogantes planteadas. Cuando me preguntaban, prácticamente me hacían la
pregunta del examen. No había forma de ayudarlos. Trataba de no respondérselas
y hacer que ellos pensaran y de esta manera encontraran la respuesta por sí
mismos.
Más adelante, le pedí al educador un tiempo para desarrollar la secuencia
didáctica diseñada de educación artística. Me lo otorgó y trabajamos con esta
asignatura.
Primeramente empecé preguntándoles a quién le gustaba dibujar, quiénes
preferían colorear, quién era bueno dibujando, quién coloreaba bonito. Después,
cuestioné qué fechas próximas vendrán. A partir de éstas, seleccionaron una.
Posteriormente de la elección, se los hice saber que más adelante se les otorgaría
una hoja blanca en donde deberían realizar un dibujo referente a la fecha. Luego
lo colorearían, pero de una manera distinta a la convencional, es decir, haciendo
uso de otra técnica.
Así, les entregué hojas blancas para que realizaran su dibujo. Una vez hecho éste,
se acercaron conmigo y me pidieron pedazos de papel crepé de los colores que
ellos elijieran para rellenar sus dibujos. Al mismo tiempo que les di un poco de
resistol para que arrancaran pedacitos de papel, los hicieran bolita y los pegaran
unos seguidos de otros. Lo anterior les permitiría llenar de color sus creaciones, es
decir, resaltándolas y quedando, de esta manera, como una obra tridimensional.
Para finalizar, pasaron voluntarios al frente a exponer su trabajo ante el grupo. Se
hicieron comentarios del trabajo expuesto por parte de sus compañeros, así como
una opinión del maestro. Llegó la hora de salida y detuvimos lo que hacíamos. Por
último, se despidieron de mí y se retiraron.
MARTES 10 DE MARZO DE 2015
Hoy, como la mayoría de los días, iniciamos leyendo en cuento. Éste se enfoca en
los valores. Casi diario, leemos un capítulo de él. Los niños ponen atención y
luego participan en los cuestionamientos que se les hacen. Antes de comenzar, el
profesor pregunta en qué se quedó la historia, con el fin de que los alumnos
recuerden y continúen con la secuencia de ésta.
Como ahora seguirían con el examen bimestral que dejaron pendiente, el maestro
me otorgó un tiempo para que iniciara con la secuencia de español. De esta forma
comencé con el proyecto, en donde trabajaríamos con la práctica social del
lenguaje escribir artículos de divulgación para su difusión.
Empecé comentando con los alumnos, en plenaria, acerca de los artículos de
divulgación, por ejemplo, les dije que los artículos de divulgación científica nos
permiten conocer, con lenguaje claro, objetivo y directo, los resultados de las
investigaciones, producto de muchos años de trabajo. Todos los días,
investigadores de diferentes partes del mundo hacen importantes descubrimientos
y aportaciones que ayudan a conocer más el mundo de la ciencia. Luego realicé
los siguientes cuestionamientos: ¿Quieren saber cómo está estructurado un
artículo de divulgación científica?, ¿han leído alguno?, ¿sobre qué tema?, ¿les
resultó interesante la información?, entre otras. Sus respuestas fueron positivas.
Les llevé algunos artículos de divulgación y de esos, ellos seleccionaron el que
querían que les leyera. Una vez leído, reflexionamos y comentamos acerca de los
siguientes elementos que se encuentran en el texto analizado: ¿Está dirigido a
especialistas o a personas que no conocen mucho del tema? ¿Cuál es su
propósito principal? ¿Qué información transmite? ¿Qué recursos utiliza:
descripciones, explicaciones, definiciones, demostraciones? Ejemplifica. ¿Qué
función tienen las ilustraciones y las fotografías? ¿Qué conclusiones ofrece? Así,
muchos de los estudiantes participaron.
A partir de sus respuestas, solicité escribieran, en su cuaderno, las características
que identificaron en el artículo de divulgación. Después, pedí que buscaran
rápidamente, en su libro de texto, dónde decía qué era un artículo de divulgación
científica. Quien lo encontró primero, lo leyó en voz alta frente a sus compañeros.
Luego, les dije que, levantando la mano y respetando turnos, me mencionaran un
rasgo de los artículos de divulgación. Cuando lo leyeron, hicieron comentarios y
explicaciones. Nos fuimos al libro de texto, al apartado de citas y referencias
bibliográficas, las cuales las leímos en plenaria y voz alta. Cada participante hizo
un comentario de lo leído, al mismo tiempo que se iba ejemplificando.
Integré equipos de 4 alumnos, los cuales discutieron sobre los temas que les
gustaría tratar, para que ellos, más adelante, realizaran diversos artículos de este
tipo. Como estaba contra tiempo, ya no pude avanzar más. No supe si los
alumnos llegaron a un acuerdo y seleccionaron el tema, puesto que aquí tuve que
detener la actividad.
Se organizaron en filas nuevamente y se les entregó el examen. Continuaron
resolviéndolo. Me percaté que algunos alumnos habían estudiado lo que no
habían sabido un día antes, porque los vi corrigiendo o contestando lo que habían
dejado pendiente. Otros más, no se preocuparon por checar lo que no sabían en
casa. Llegaron como un día antes.
Los estudiantes continuaron preguntándome durante toda la jornada. Pero no
podía resolver todas sus dudas. Es la primera vez que me toca presenciar cuando
los niños están respondiendo un examen parcial. No había tenido una experiencia
como ésta. De esta forma, el día concluyó. Fue una mañana pesada para ellos y
no muy agradable por los comentarios que me hicieron, puesto que me dijeron que
no les agrada hacer examen.
MIÉRCOLES 11 DE MARZO DE 2015
El día de hoy llegué cargando muchas cosas, con material, puesto que el profesor
encargado del grupo me había pedido que le ayudara a decorar el aula. La noche
anterior había sacado cosas que pensé me servirían para hacer algo. También fui
a comprar algunas otras que me gustaron.
Pero cuando llegué a la primaria y entré al grupo me puse a trabajar con ellos.
Inicié con la secuencia didáctica de español a partir de donde me había quedado.
Para comenzar les pregunté qué habíamos trabajado ayer, de qué trataba el
proyecto que estábamos viendo. Ellos recordaron y me dijeron que sobre artículos
de divulgación y que estaban en equipos.
Les pedí que se integraran nuevamente para continuar. Que seleccionaran el tema
y, a partir de éste, hicieron una lista de preguntas de lo que les gustaría saber. A
partir del planteamiento de las interrogantes, investigaron en libros, revistas,
internet y otras fuentes; tomaron notas; hicieron resúmenes; elaboraron gráficas,
tablas o ilustraciones para apoyar sus afirmaciones.
Una vez que recopilaron toda la información, realizaron un cuadro donde se
integraba lo investigado. Para ello, cada alumno mostró y comparó la información
indagada con sus demás compañeros. Comentaron acerca de lo investigado y,
entre todos, elaboraron el cuadro. Hasta aquí concluimos esta sesión.
Posteriormente, el profesor continuó con la asignatura de matemáticas, realizando
diversas actividades con los niños. Después, la maestra de inglés continuó su
clase.
Más tarde tenía planificado desarrollar la secuencia de ciencias naturales, así que
en cuanto el profesor me otorgó el tiempo, la inicié. El tema trabajado fue la
relación de la vibración de los materiales con la propagación del sonido. Para
comenzar, se los presenté. Primeramente, les di instrucciones a los alumnos: les
dije que cerraran los ojos y que escucharíamos por un tiempo todos los sonidos
que fuesen posibles. Les pedí que los abrieran y que me dijeran lo que oyeron.
Sus respuestas fueron abanico, gritos, personas, entre otras). Les pregunté que
de qué creían que trataría la clase y me platicaran si ya habían visto algo sobre
ello.
A partir de lo que me contaron, aproveché para vincular mis actividades. Los
cuestioné ¿quién ha visto qué sucede cuando lanzan una piedra u otro objeto al
agua, a un charco, o a un lago?, ¿qué pasa? Cuando pregunté sobre ello, la
mayoría quería participar, puesto que todos habían tenido una experiencia con
ésta y querían compartir lo que sabían.
Después, sacamos el libro y, por turnos, lo leíamos de forma grupal. Se hacían
pausas para aclarar lo que allí se decía. Luego, continuamos con el experimento
de teléfono de hilo. Para ello, integré 4 equipos, los más cercanos a ellos y asigné
lo que observarían. Entregué cuatro vasos de plástico, palillos y dos cuerdas a
cada equipo, a excepción del primero. Posteriormente, pedí que entre todos
hicieran una perforación en el fondo del vaso para que pudieran pasar la cuerda.
Con ayuda de sus compañeros, amarraron la cuerda dentro del vaso para que no
se saliera, e hicieron lo mismo con el de los demás.
Ya terminado lo anterior, por equipo, vieron lo que sucede conforme lo indica su
libro y registraron lo observado. Entonces rotaron los teléfonos de hilos de cada
equipo, para que pudieran apreciar y comparar el sonido en los otros dispositivos
construidos. Luego, registraron la información en su libro de texto.
Al terminar, pedí que un integrante de cada equipo pasara al frente y nos explicara
lo que observó en su primer experimento, comparando los dos tipos de cuerdas.
Anotaron lo explicado en la tabla proyectada por medio del proyector, misma que
tenían en su libro, para que verificaran sus respuestas. Corrigieron cuando fue
necesario.
Para concluir, solicité comentarios sobre cómo viajó el sonido, qué fue lo que
sucedió, lograron escuchar lo que el compañero decía, por qué. Luego, leyeron el
párrafo para terminar la actividad, el cual sirvió de cierre, puesto que allí daba una
explicación clara y concisa de lo realizado.
Por último, se acomodaron en filas y el profesor les dictó la tarea. Los despedimos
y salieron cuando se dio el toque. Mientras iba caminando rumbo a la dirección,
me encontraba a los alumnos, me acompañaban e iban platicando conmigo. Esa
es la mejor parte del día, sentir que ellos se acercan a mí.
JUEVES 12 DE MARZO DE 2015
Ahora la clase inició cuando el profesor los cuestionó sobre lo que había tratado la
lectura pasada. Por lo visto, los alumnos ponen atención cuando se les lee. Luego,
el maestro prosiguió la lectura del texto Kipatla.
Luego, me dijo que empezaría con el repaso que les había dejado de tarea,
mientras yo me preparaba para iniciar el desarrollo del contenido que había
planificado para matemáticas. Diariamente, los alumnos me preguntan que si
trabajaré con ellos, porque les gusta.
Hicieron el repaso porque el día de mañana se llevaría a cabo la muestra
académica, una evaluación realizada por el sector para los alumnos de primero a
quinto grado.
Ya que tuve todo listo, el educador se detuvo y comencé con la secuencia
didáctica. Para comenzar a trabajar con el presente contenido les proyecté un
vídeo en el que, de forma animada, les mostró lo que eran las fracciones, así
como sus equivalencias. Lo fui pausando para ir planteando interrogantes y
haciendo comentarios sobre éste. Por ejemplo los cuestioné, ¿a cuánto equivale
un cuarto?, ¿y dos cuartos?, ¿entonces, cuatro octavos es equivalente a dos
cuartos y a un medio?, entre otras. Estuvieron muy atentos y participativos. Me
parece que fue debido a que ya conocían sobre este tema.
Después, consideré necesario recordar los elementos de una fracción. Para ello,
les mostré, por medio del proyector, un juego interactivo en línea, en el cual
tuvieron la oportunidad de participar haciendo uso de las tecnologías.
Por turnos, los alumnos fueron pasando y resolviendo lo que se les pedía. Lo
anterior me permitió ir reconociendo lo que sabían y viendo de dónde debía
continuar. Se peleaban por pasar, lo cual me condujo a más desorden, no sabía
qué hacer para darles la oportunidad a todos. Por más que les decía que
guardaran silencio, no hacían caso.
Para seguir con el contenido, en la computadora escribí varias fracciones, de las
que los alumnos mencionaron cuáles eran equivalentes, por qué, y explicaron
cómo le hicieron para identificarlas.
Luego, planteé preguntas como: ¿quién me dice qué es entonces una fracción
equivalente?, ¿cómo la distinguen?, ¿cuál sería un fracción equivalente de 8/14?,
¿otra?, etc. Considero que esta clase les llamaba la atención, o tal vez ya tenían
muchos conocimientos acerca de ella.
Posteriormente, continuamos con otro juego, en el cual distinguieron fracciones
equivalentes, mediante una serie de cuestionamientos. Traté de que la mayoría de
los alumnos pasara al frente y participara. Una vez realizado lo anterior, les
proyectaré tres problemas, los cuales los resolvieron de manera individual. A quien
iba terminando, me entregaba su cuaderno y se lo revisaba. Allí pude notar
quiénes no habían comprendido el contenido visto.
Tuve que realizar una retroalimentación para continuar con lo demás. Por último,
fuimos al aula de medios y realizar la actividad final, la cual consistió en juegos en
línea que se enfocaban en la suma y resta de fracciones. Lo hicieron en parejas y
con base en ésta. El hecho de manipular la computadora y decirles que jugarían,
motivaba a los alumnos a realizarla.
Luego, les tocó inglés. Mientras tanto, estuve apoyando a los alumnos, me
preguntaban y los ayudaba. En lo personal, me gusta esta clase. Posteriormente,
el profesor continuó con el repaso. Leyendo cada una de las interrogantes que
habían respondido. Se leía cada una de ellas y los alumnos mencionaban sus
respuestas, corregían cuando era necesario. Para finalizar, se les dieron algunas
recomendaciones del examen que harían el día de mañana; según los educandos,
todo había quedado claro.
De esta manera concluyó la jornada de hoy.
VIERNES 13 DE MARZO DE 2015
Hoy fue el último día que asistí a la primaria Josefa Ortiz de Domínguez. Fue un
día muy distinto al convencional, debido a que se llevó a cabo la muestra
académica en los alumnos de primero a quinto grado. Ya no tuve la oportunidad
de continuar con el desarrollo de las secuencias didácticas diseñadas. Sólo estuve
presente en el grupo como observadora.
Ahora no estuvo el profesor titular en el grupo, sino otro educador proveniente de
otra escuela, ya que para esta prueba acostumbran a intercambiar a los maestros.
Cuando llegué, los niños se acercaban a mí para decir que estaban nerviosos y
que no querían realizar la evaluación, los entendía en cierta forma, puesto que me
acordaba cuando me encontraba en esa situación.
Pienso que hoy fue un día cansado, ya que toda la jornada se la pasaron
respondiendo el examen. Eran todas las asignaturas, aunque no fueron tantas
preguntas. La prueba constaba de 44 reactivos.
El profesor asignado a este grupo dio indicaciones y se sentó en el lugar del
maestro. Cuando los alumnos tenían alguna duda, se la hacían saber y él les
respondía. Como yo no tenía mucho que hacer, me puse a terminar de decorar el
aula.
Después de un rato, los estudiantes estuvieron un poco inquietos, algunos porque
estaban cansados y otros porque ya habían terminado. Antes de recreo, varios de
los alumnos me hicieron saber que habían acabado y que se les hizo fácil.
Posteriormente, continuaron con el examen. Ya que todos habían finalizado, el
profesor recogió los exámenes y le ayudé a acomodarlos por número de lista.
Luego, le pedí que nos tomara una foto con todos los niños del grupo, puesto que
hoy era mi último día en esta ocasión. Les hice saber a los alumnos que
regresaría, pero hasta el mes de mayo. Se despidieron de mí y me dijeron que me
esperarían. Por último, puedo decir que fue una jornada de prácticas bonita y
provechosa.