Dimensión vulcanológica del
Patrimonio Natural de Aldea
del Rey
Un estudio analítico – descriptivo
TRONCO DE CONO DEL EDIFICIO VOLCÁNICO LA COLMENILLA.
Escudo de la localidad y su
monumento más representativo.
Claro F. Barba Merino, 2017
Portada.
Autor: Claro F. Barba Merino.
Aclaración.
Debido a las sugerencias y ruegos, y que considero muy
acertadas, que me han hecho lectores de mis anteriores
trabajos, en el sentido de que debería dedicar uno específico
a la vulcanología como componente fundamental de nuestro
patrimonio natural; he procedido a tal proyecto,
centrándome única y exclusivamente en la Dimensión
Vulcanológica del Patrimonio Natural del T.M. de Aldea del
Rey. Es por ello que utilizaré gran parte del material
anterior, ampliándolo, corrigiéndolo y precisándolo, debido
a la disponibilidad de medios técnicos más rigurosos. No nos
hemos regido tanto por los datos aportados por expertos
vulcanólogos, sino que los he contrastado, detallado y
diferenciado con otros que hemos conseguido
personalmente. La observación directa sobre el terreno,
prudente y sencillamente, siempre es más fiable y confiable.
En esa dirección va este trabajo.
Fotografías de la portada.
1) Tronco de cono del edificio volcánico La Colmenilla,
perteneciente al Macizo de Calatrava (fotografía del autor).
2) Escudo de la localidad de Aldea del Rey (web Excmo.
Ayuntamiento de Aldea del Rey).
3) Sacro Convento Castillo de Calatrava la Nueva (web Excmo.
Ayuntamiento de Aldea del Rey).
1
ÍNDICE GENERAL
1.- Portada. Aclaración.
2.- Índice general.
3.- Dedicatoria.
4.- Prólogo.
5.- Presentación, 10
6.- Introducción, 12
7.- Rocas volcánicas y otros asuntos petrográficos, 14
7.1.- Textura de las rocas.
7.2.- Meteorización.
7.3.- Rocas volcánicas.
8.- Cuerpo de doctrina científica sobre el basalto, 45
8.1.- ¿Qué es el basalto?
8.2.- Componentes minerales y químicos.
8.3.- Textura del basalto.
8.4.- El basalto y la agricultura.
8.5.- Petrografía de los materiales volcánicos.
8.6.- Petrología, petrografía, fenocristales y xenocristales.
8.7.- Cuadro de volcanes más significativos de Aldea del Rey.
9.- Tipología genética del vulcanismo de Aldea del Rey, 57
10.- Extremos cronológicos del vulcanismo del Campo de Calatrava y cronología del
vulcanismo de Aldea del Rey, 64
11.- CAPÍTULO I: Volcán El Berrocal, 69
12.- CAPÍTULO II: Volcán Las Canteras de Miró, 76
13.- CAPÍTULO III: Volcán Cerro Prieto, 88
14.- CAPÍTULO IV: Volcán La Colmenilla, 97
15.- CAPÍTULO V: Volcán La Cueva del Alguacil, 108
16.- CAPÍTULO VI: Volcán La Encina, 121
17.- CAPÍTULO VII: Maar u Hoya de la Encina o Quino, 127
18.- CAPÍTULO VIII: Maar Hoya Honda, 133
19.- CAPÍTULO IX: Volcán Las Mesas, 139
20.- CAPÍTULO X: Volcán Las Pilas, 152
21.- CAPÍTULO XI: Volcán La Vaqueriza, 163
22.- Actual estado de conservación de las vulcanología de Aldea del Rey, 176
23.- Cuadros finales sobre vulcanología (morfoparamétricos, tipología volcánica según
altura, área lateral y volumen, propiedades organolépticas, texturas granulométricas,
retención de agua, densidades aparente y real, porosidad, humedad, cuadro
comparativo sobre suelos andosoles), 184 y ss.
24.- Rocas cuarcitas asociadas a los volcanes. Clase teórico-práctica de petrografía:
CUARCITAS, 198
Epílogo.
Bibliografía.
Foto del autor. Carlos Rodríguez Barba, mi amado y valorado nieto, bien pertrechado,
bastón para ahuyentar los reptiles, maletín para las muestras, donde lleva el martillo de
geólogo, agua, gafas protectoras, anteojos, etiquetas adhesivas, rotuladores, tiritas,
etc., preparado para iniciar el trabajo de campo Se encuentra en el cobijo que antaño
utilizaron los pastores y que hoy emplean los cazadores en sus esperas o asechanzas
allí en Las Mesas.
Este trabajo lo dedico a mi familia, a mi esposa
Aurelia, a mis hijos Carlos Gustavo y María de la O, a
mi nieto Carlos e, igualmente, a mi hijo político Tasín.
A todos con cariño y devoción.
Claro Barba.
Foto del autor. Bello ejemplar de basalto con numerosos fenocristales de plagioclasa y
algún núcleo amigdaloideo que no se trata de ningún carbonato, sino de una muestra
de cuarzo blanco lechoso, que se encuentra algo manchado de tierra. También se
podría considerar como una variedad de basalto que se llama nefelinita lo cual se
puede determinar si al tratarla con un ácido fuerte aparece como una nube gelatinosa.
Lo que dejamos abierto.
Foto del autor. Mi nieto Carlos Rodríguez Barba ordenando las muestras de basalto según el aparato volcánico correspondiente. Allí, en Los Rubiales, es donde tenemos situado todo el material recopilado, y donde se llevarán a cabo las pruebas y ensayos correspondientes. A la hora de ordenación de las muestras por aparatos volcánicos, Carlos tuvo un especial celo para que no hubiese confusiones. La observación, querido Carlos, es la primera condición para ser un gran científico. Carlos, la petrografía y la mineralogía, hay que vivirlas y mamarlas en la
naturaleza, debe huirse de las de cajón.
PRÓLOGO
D. Claro F. Barba Merino es un maestro que
ejerció su docencia en el Colegio de nuestro pueblo.
De todos es conocido por sus grandes dotes de
orador, por su buen hacer en las aulas y por sus
innumerables publicaciones. Los alumnos y premios
avalan lo dicho anteriormente.
La Unesco, recomienda como primer método de
enseñanza de las Ciencias Sociales, a nivel de
Primaria, la localidad, es decir, la geografía y la
historia de la célula primera, que es el lugar, pueblo
o ciudad, donde el niño llega al mundo, donde vive y
juega y transcurre su primer contacto con la vida
real.
La nueva psicología de Piaget avala este método
de enseñanza al afirmar en su libro: “Psicología y
Pedagogía”, que el niño conoce el universo a partir
de la realidad más próxima a él.
El trabajo monográfico que prologo y del que
es autor D. Claro F. Barba Merino, es un feliz
intento de recopilar toda la información sobre los
volcanes de nuestro pueblo, que probablemente son
más conocidos por la gente de fuera que por los
propios lugareños. He de reconocer que me ha
encantado estudiar y disfrutar las aportaciones
que en él he encontrado. Y siento que como
“aldeano” se nos ha descubierto otro importante
recurso turístico que pronto tendremos que
empezar a disfrutar y explotar.
Según él, este trabajo va dedicado a los
profesores amantes de la Ciencia que ponen en
práctica en sus aulas-laboratorio la ciencia
experiencial y experimental, en resumidas cuentas a
aquellos profesores que se rigen por los principios
del método científico: observación, formulación de
hipótesis, contrastación de las mismas
experimentalmente y elaboración del cuerpo de
doctrina científica correspondiente.
Que profesores y alumnos sepamos encontrar
en la información aportada un nuevo vehículo con el
que disfrutar y podamos engrandecer aún más con
estas investigaciones nuestro querido pueblo.
Por último, sólo me resta felicitar al autor por
esta magnífica publicación, desearle mucho éxito y
que siga deleitándonos con sus investigaciones
durante muchos años.
Luis María Sánchez Ciudad
Profesor-Director CEIP “Maestro Navas”
Alcalde de Aldea del Rey (C. Real)
Fotografías correspondientes al Colegio Público “Maestro Navas” de Aldea del Rey, calle Cervantes. En este colegio, hoy CEIP (Colegio de Educación Infantil y Primaria), anteriormente se impartió la E.G.B. (Educación General
Básica), desde 1º a 5º (Primer Ciclo de la E.G.B.) y 6º, 7º y 8º (Segundo Ciclo de la E.G.B.), donde los alumnos finalizaban con el Título de Graduado Escolar; hoy se imparte desde 1º a 6º (1º a 3º Infantil) y (4º a 6º Primaria). En este colegio empecé como maestro, finalizando como profesor de ESO, tras convalidación de estudios y el curso institucionalizado por el MEC para acceso a la ESO.
Estas fotografías corresponden al curso escolar 2016 – 2017, festividad de carnaval, donde aparecen los alumnos con el hábito de la Asociación de Caballeros Calatravos, pues no en balde en Aldea del Rey, en su T,M. cerro del Alacranejo se encuentra ubicado el Sacro Convento Castillo de Calatrava la Nueva, Casa Matriz de la Orden desde el año 1217.
Como vivo una especial devoción por mi nieto Carlos Rodríguez Barba, en una de estas fotografías también se encuentra él, ya en 5º Curso de Primaria.
En este colegio fue donde alcance la edad de jubilación.
En este mapa puede verse con un poco de detalle la zona volcánica que abarca el Campo de Cva, todo él sobre el sustrato primario del zócalo paleozoico. Este sustrato será fundamental en relación a las orogenias habidas, la herciniana y la alpina, que son las que determinaron los orígenes de las sierras, cerros y elevaciones cuarcíticas del Campo de Cva. Posteriormente se complementaron con las cuencas terciarias y las elevaciones que propiciaron las erupciones volcánicas. Tanto el basalto, como las nefelinitas, melilititas y leucititas, todas ellas son productos volcánicos, siendo el basalto el más determinante. El basalto es la roca que más abunda en la Tierra. Precisemos algo más sobre estas tipologías de rocas. Basalto: Se trata de una roca ígnea, extrusiva o exógena, de color gris oscuro, densidad en torno a 3 g/cm3, dureza en torno a 6, de textura predominantemente afanítico – porfídica, con xenocristales y una pasta de fondo de composición vítrea, rico en ferromagmnesianos y plagioclasas y pobre en sílice. Nefelinita: Es una roca similar al basalto pero donde abundan los fenocristales félsicos blancos y también otros cristales más oscuros de piroxenos incrustados en la pasta de fondo. Melilitita: Son difíciles de distinguir a simple vista pues suelen formar parte de la masa de fondo, sí se suelen distinguir cristales de olivino verde y piroxenos oscuros. Leucitita: Es similar al basalto pero de tonalidades claras y también pueden contener olivino. Su color claro de se debe a la ausencia de feldespatos. Según el punteo cromático podemos deducir la relación entre ellas con respecto a la cuantía, así como, aproximadamente, su ubicación o localización.
Fotos del autor. De izquierda a derecha
y de arriba hacia abajo. 1ª) Carlos en el
crestón cuarcítico de El Castillejo,
empañado de líquenes. 2ª) Carlos junto
al enebro o jinebro que se encuentra a
la derecha de dicho crestón cuarcítico.
3ª) Carlos junto a una de las coladas
basálticas de la zona de solapamiento
de las coladas de los volcanes Cerro
Prieto y La Vaqueriza. 4ª) Carlos junto a
una de las acumulaciones de
piroclastos húmedos del maar La
Encina. 5ª) Plastrón de lava encontrada
por Carlos en la laguna del Quino. 6ª)
Carlos allí en Los Rubiales ordenando y
clasificando las muestras de basalto
según los aparatos volcánicos donde
fueron recogidas.
Patrimonio volcánico de Aldea del Rey.
1) Berrocal, El
2) Canteras, Las
3) Cerro Prieto
4) Colmenilla, La
5) Cueva del Alguacil, La
6) Encina, La
7) Encina, Maar, Lag. Quino
8) Hoya Honda, Maar
9) Mesas, Las
10) Pilas, Las
11) Vaqueriza, La
10
PRESENTACIÓN
El planeta Tierra en sentido global es un enorme ecosistema, un
sumatorio de ecosistemas para ser más preciso. Y como todo
ecosistema tiene dos componentes esenciales o fundamentales: lo
biótico (= con vida) y lo abiótico (= sin vida). Lo biótico o seres vivos
vegetales y animales son sensibles, unos más que otros, y el ser humano
es el más sensible de los seres vivos, aunque muchas veces no lo
demuestra. Esta sensibilidad de los seres vivos del mundo biótico, el ser
humano concretamente, como mínimo debemos decir que es de varios
tipos: orgánica o somática, intelectual, estética, psicológica … y hasta
espiritual en sentido trascendente. ¿Y lo abiótico, “a” partícula privativa,
“sin vida”, es o no sensible? Un mineral, una roca, una montaña, un
volcán, todos materia inerte, ¿son realmente inertes? Lo inerte, lo
abiótico, según la filosofía aristotélico-tomista, es “potencia” (= vida en
potencia, poder ser vida). Entre lo biótico y lo abiótico existe una
interinfluencia e interdependencia a vida y a muerte. Debe de existir
entre ambos componentes o factores de cualesquiera ecosistemas un
conocimiento y respeto mutuos, para que la sin-razón (= abiótico)
respete a la razón (= ser humano), éste debe respetar a aquél
conociéndolo, conservándolo y racionalmente dominándolo.
Decíamos que el planeta Tierra es como un sumatorio de
ecosistemas, unos macroecosistemas, otros microecosistemas, y, en
todo ecosistema el componente abiótico unas veces es controlable y
otras no … por lo menos hasta ahora. El planeta Tierra a su largo ya de
extensa vida, unos 4.500 M.a., entre otras grandes de sus hazañas nos
ha proporcionado la vida, respetémosla. Ese ecosistema global hemos
dado en llamarlo NATURALEZA. Respetar la Naturaleza debe comenzar
por respetar la Naturaleza que nos es más inmediata, más próxima, la
Naturaleza que integra nuestro Término Municipal. Ese respeto implica
entre otras acciones por nuestra parte el conocimiento y conservación
de la misma.
Un componente fundamental de nuestra Naturaleza Municipal es el
Patrimonio Natural, y parte de éste, es nuestro Patrimonio Volcánico
(cuanto menos 11 aparatos volcánicos han surgido, están ubicados
dentro de nuestro Término Municipal).
Después de esta disquisición, tal vez larga y extensa, que espero y
deseo les resulte motivadora; voy a afrontar este trabajo, que
evidentemente nos exigirá la planificación, programación y
temporalización correspondientes, al menos. Este trabajo es “un”
estudio, “mi” estudio, analítico y descriptivo de la Dimensión
Vulcanológica del Patrimonio Natural de Aldea del Rey. Y, aunque ya
hemos realizado trabajos similares, éste es más específico, más
centrado, más reducido en cuanto a los temas o asuntos a tratar. Sólo el
vulcanológico, sus causas u orígenes, su cronología, sus formas
genéticas, sus morfologías, sus estudios paramétricos, los productos
emitidos, sus texturas y composición, sus aplicaciones, su influencia en
la economía local, algunas de sus historias, es decir, su conocimiento,
respeto y conservación. Vuelvo, por último, a plantear el interrogante
anterior: ¿Es lo abiótico realmente abiótico, sin vida? Perdón, alguien
habrá, algunos habrá, que piensen que de donde no hay nada se puede
sacar. La alegoría o metáfora de la Creación es eso, una metáfora.
Nuestra sensibilidad trascendente nos dice que el Hacedor Supremo
puso unas condiciones, un ecosistema cósmico, que desde su primer
instante infinitesimal, maravillosa e inteligentemente nos manifiesta el
proceso evolutivo de ese gran Ecologista. Libertad, inteligencia y
responsabilidad. Así es como debemos proceder.
Foto del autor. Fotografía que nos muestra una parte de nuestro Patrimonio Natural.
Les pido que analicen, estudien y disciernan de qué se trata, dónde se ubica, desde
dónde fue tomada esta perspectiva; pertenece al T.M. de Aldea del Rey.
12
INTRODUCCIÓN
Anteriormente habíamos realizado algunos estudios que incluían
el tema de los volcanes de Aldea del Rey, eso sí, con sus limitaciones,
particularmente técnicas en cuanto a la no disponibilidad de medios y
aparatos de medida más precisos. Estos trabajos no estaban enfocados
específicamente a la vulcanología. Incluían temas orogénicos, flora,
asuntos de reliquias históricas, sección teórica, hidrografía,
delimitaciones geográficas, etc. Contenían igualmente estudios
morfométricos, éstos basados en la aplicación de teoremas geométricos
y cálculos de áreas y volúmenes, además de algún capítulo o apartado
dedicado a estudios experimentales. Pues bien, a partir de estos
trabajos anteriores, ahora, en este trabajo –Dimensión volcanológica del
Patrimonio Natural de Aldea del Rey- aprovechando los anteriores y
disponiendo de medios técnicos de medida más precisos y rigurosos,
afrontaré el mismo con criterios más científicos. Sólo estudiaremos el
estudio del componente vulcanológico. Y, como en los casos anteriores,
pero ahora como digo con más rigor científico, realizaremos un trabajo
de campo ad hoc sin prisas ni precipitaciones, estudiando detallada y
milimétricamente mediciones y cálculos, anotando en el Cuaderno de
Campo todas nuestras observaciones, esquemas gráficos, mediciones y
componentes, texturas y formas de las muestras de los diferentes
basaltos, y, esto sin límites de tiempo, recursos y manipulaciones.
Aunque el trabajo de cara a la redacción final se haga por orden
alfabetizado, según el nombre de los volcanes, en la realidad se seguirá
el orden según los volcanes habidos en el curso de nuestros
desplazamientos. Así, por ejemplo, trataremos de visitar un volcán por
día, estudiar su morfología, acceder a su cráter, tomar los ejes del
mismo, visitar el entorno del cono o tronco de cono volcánico, seguir el
curso de las coladas, comprobar su perímetro así como su área, ello
tanto desde el punto de vista proximal como distal, recoger muestras de
los diferentes productos volcánicos, así como de aquellos suelos que le
sean propios, anotando siempre en el Cuaderno de Campo todas estas
características.
Así, por ejemplo, en la línea del volcán La Cueva del Alguacil,
seguiremos por el volcán La Encina, el maar La Encina, La Colmenilla, La
Vaqueriza, Las Mesas, Cerro Prieto, Canteras de Miró, El Berrocal, Las
Pilas y Hoya Honda. Igualmente se estudiarán aquellos aspectos
petrográficos de naturaleza cuarcítica relacionados directamente con la
orogenia volcánica y que son consecuencia de ella. Los datos y estudios
realizados por día se irán archivando en un dossier individualizadamente
por volcán, y las muestras recogidas se depositarán en una de las
dependencias de Los Rubiales para su estudio más preciso y riguroso.
Así mismo se tomarán fotografías de todo lo observado para su posterior
incorporación al trabajo. Ello, temporalizamente presumo que nos
ocupará, puesto que mucho tenemos avanzado, algo así como un
trimestre. Nuestra intención, realizadas las gestiones correspondientes
ante las autoridades locales, es que dicho trabajo sea editado por la
Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real en la sección de Biblioteca
de Autores Manchegos.
No regatearemos ningún tipo de esfuerzo, consultaremos autores,
documentos y textos editados, así como tesis doctorales, nos
informaremos sobre cuantas dudas puedan surgirnos, charlaremos con
los agricultores de la localidad, conocedores ellos de todos los
topónimos locales, haremos seguimientos de mapas geológicos,
aplicaremos escalas, trazaremos esquemas y cuadros resúmenes, es
decir, trataremos de hacer un trabajo serio en forma y contenido. Y, todo
ello, lógicamente, partiendo de aquellos orígenes o causas del
volcanismo de Aldea del Rey, que, consecuentemente entra dentro del
contexto del vulcanismo del Campo de Calatrava, comarca que ocupa la
parte central de la provincia de Ciudad Real, donde se encuentra
ubicada la localidad de Aldea del Rey. Así mismo, cursaremos visitas a
los volcanes Morrón de Villamayor de Cva. y Columba de Granátula de
Cva., extremos inferior y superior de la actividad volcánica en el citado
Campo de Calatrava.
En esto consistirá este trabajo, La Dimensión Vulcanológica del
Patrimonio Natural de Aldea del Rey.
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Rocas volcánicas y otros asuntos
petrográficos
a) Textura de las rocas.
- Textura Afanítica: Cuando los cristales son tan pequeños que
no se pueden distinguir o diferenciar a simple vista.
- Textura Fanerítica: Cuando los cristales en términos generales son
todos del mismo tamaño y son visibles a simple vista.
- Textura Porfídica: Esta textura indica dos niveles de enfriamiento,
uno debajo de la superficie de la tierra, otro en el exterior; por eso
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aparecen grandes cristales y otros que no se distinguen a simple vista.
Es el caso del basalto y de las rocas intrusivas que cristalizan debajo de
la superficie de la tierra, como el caso del granito.
- Textura vítrea: cuando la lava, generalmente en la atmósfera, se
enfría a una velocidad muy grande. Se parecen a un vidrio natural, como el caso de la obsidiana, llamada “espejo de los incas”.
- Textura vesicular / vacuolar: Cuando la roca posee vesículas o
vacuolas, formadas al desprender burbujas de gas. Las vacuolas son
mucho mayores que las vesículas.
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- Textura Piroclástica: Cuando algunas rocas consolidan mediante el
enfriamiento de cenizas, lapilli, bloques angulares, escorias, etc.
- Textura Pegmatítica: Se trata de rocas ígneas, volcánicas o
plutónicas, formadas por granos gruesos, cristales de 1 cm o más.
B) Meteorización.
Otra faceta que debemos conocer es la METEORIZACIÓN. Ésta
consiste en la desintegración y descomposición de las rocas en el lugar
donde se encuentran, siendo por tanto un proceso estático, por la
acción de los agentes meteorológicos y los seres vivos, tales como el
calor y el frío, el hielo, el agua, el viento, el oxígeno, las raíces y los
animales macroscópicos y microscópicos, la gravedad y el peso, las
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presiones de otras rocas y hasta el ser humano. Es por ello que la
meteorización podemos clasificarla en:
* METEORIZACIÓN FÍSICA O MECÁNICA: Se produce la
destrucción de la roca por la acción de los agentes físicos como la
presión y la temperatura, y por los seres vivos. Hay varios tipos de
meteorización física o mecánica:
- Termoclasticidad: Cuando la diferencia de temperaturas es
grande, entre el día y la noche, por ejemplo, las rocas se agrietan y
rompen.
- Gelifracción: Cuando el agua que se ha incrustado en las grietas
y poros se hiela o congela, al aumentar el volumen rompe las rocas.
- Haloclasticidad: Si el agua que se introduce en la grietas y poros
contiene sales minerales disueltas, al cristalizar éstas y aumentar el
volumen, también las rocas de rompen.
Cuarcitas fragmentadas producto de la meteorización por gelifracción. Téngase también en cuenta, que estas rocas anteriormente se encontraban en el interior de la tierra, donde se encontraban sometidas a mayores presiones y temperaturas, así como en un ambiente reductor, pero que al aflorar esas condiciones físico – químicas cambian drásticamente, con lo cual la roca tiene que adaptarse con la consiguiente pérdida de estabilidad en su estructura. Estos fragmentos de cuarcitas, grandes, medianos y pequeños, pueden verse en las laderas del volcán La Cueva del Alguacil. Dentro de la variedad de color de las cuarcitas, las tenemos blancas, grises, rojizoides, azuladas,
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moradas, negras, etc., todo en función tanto de la alteración por meteorización de las mismas como por la presencia de diversos cromógenos. No obstante, como en este trabajo nos centraremos más en las rocas basálticas, las cuarcitas las dejaremos para otro trabajo, en su momento.
Grandes diaclasas en las cuarcitas de los pliegues del volcán La Cueva del Alguacil. Estas enormes diaclasas, aparte de generarse por la contracción de la propia roca, así como por la gelifracción, también se deben a la existencia de vetas de composición terrosa de menos cohesión, que por efectos del agua y del viento dan lugar a estas grandes diaclasas. Esta fotografía está tomada a escasamente un metro de distancia. Sobre el terreno puede determinar con un simple buril que la dureza de la cuarcita es muy superior a la roca existente en la grieta.
- Bioclasticidad: Los microorganismos como los musgos y líquenes
y las raices y pequeñas plantas también rompen las rocas. Este
fenómeno puede verse en multitud de pliegues cuarcítico, siendo La
Cueva del Alguacil, parte izquierda de la entrada a la cueva, un ejemplo
de ello.
* METEORIZACIÓN QUÍMICA: Es la llevada a cabo por el agua y los
agentes de la atmósfera como el oxígeno, el dióxido de carbono, el
dióxido de azufre, etc., que alteran y modifican la composición química
de la roca, pasando los minerales primarios o otros distintos. Tipos:
- Disolución: La incorporación de moléculas de agua a la red
reticular de la roca, hace que se disuelvan las rocas o los minerales que
las integran.
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- Hidratación: La incorporación de moléculas de agua a la red
reticular de las rocas, hace que se aumente el volumen, rompiendo la
misma, como consecuencia de formación de hidratos.
- Oxidación: Cuando el oxígeno contenido en la atmósfera altera
los minerales primarios dando otros secundarios, generalmente óxidos e
hidróxidos.
- Hidrólisis: Cuando el agua disuelve los componentes de las rocas
formándose aniones y cationes.
- Carbonatación: Cuando actúa el dióxido de carbono sobre la roca
formándose carbonatos y bicarbonatos, sobre todo en aquellas que
contienen en su composición calcio, magnesio, sodio, potasio, etc.
- METEORIZACIÓN BIOLÓGICA. Es la alteración de los basaltos, por ejemplo, debida a los seres vivos, animales pequeños, incluso microscópicos, y a las plantas, algunas de ellas igualmente muy pequeñas. Dentro de este tipo de meteorización biológica igualmente se puede incluir la meteorización humana. Veamos dos ejemplos de este tipo de meteorización.
- Líquenes: Asociación simbiótica de un alga y un hongo. El hongo protege al alga de la deshidratación y el alga sintetiza y excreta (fotosíntesis) un hidrato de carbono ideal (ribitol) para el hongo que usa
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como alimento. Los líquenes son muy resistentes a las condiciones ambientales. Tiene la capacidad de formación de suelos.
Fotografía del murallón cuarcítico que se encuentra en la parte izquierda
de La Cueva del Alguacil, donde se aprecia la formación de una amplia
zona de mohosidad verde – amarillenta, se trata de líquenes, que como
sabemos es la asociación de un alga y un hongo. Esta asociación se
llama simbiosis, donde el alga realiza la función de la fotosíntesis, y el
hongo adquieres los azúcares elaborados.
- Musgos: Plantas briofitas (briófitas) no vasculares. Carecen de
raíces aunque unos filamentos las sustituyen. Forman masas de aspecto
o textura aterciopelada. Se desarrollan en la tierra, árboles, rocas, agua,
etc. Prefieren lugares húmedos y umbrosos. Los musgos son lugares de
hábitat de enorme cantidad de invertebrados, que aprovechan ese
hábitat pero lo conservan. Aprovechan los nutrientes de la roca
meteorizándola biológicamente y alterándola. Los musgos parecen ser
las plantas más antiguas de la Tierra, y como los líquenes también
participan en la formación de suelos.
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Musgos del cono volcánico del volcán Cerro Prieto.
C) Rocas volcánicas.
1) Aerolitos: Son el resultado de los fragmentos de lava que expulsa a la atmósfera el volcán en sus explosiones, y que por el movimiento en ella se conforman aerodinámicamente en forma más o menos esférica, solidificando en la propia atmósfera.
2) AGlomerado volcánico: Es una roca volcánica que procede de una lava un tanto más viscosa y que cuando sale a la superficie adquiere formas del medio, denotando un fluir lento de la lava. Suelen distinguirse bien de las brechas y las tobas volcánicas. Suelen presentar formas angulosas y redondeadas.
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3) Andesita: Su composición es a base de plagioclasas cálcicas y
ferromagnesianos (piroxeno, biotita, hornblenda, cuarzo, etc.). Las
plagioclasas son visibles y la matriz verde es de grano fino o de vidrio
volcánico. Tras el basalto es la roca volcánica más abundante. Su
nombre se debe a los Andes (Leopold von Buch). Es de textura porfídica.
Su contenido en SiO2 está alrededor del 60% y posee gran cantidad de
agua, aunque la mayor parte de ella se pierde en la expulsión de la lava.
Su color es gris intermedio u oscuro.
4) Balasto o Balastro: Se trata de productos volcánicos,
principalmente basaltos, triturados, que se emplean sobre todo en el
trazado de las vías férreas para asentamiento de los raíles y las
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traviesas. En la fotografía que sigue, tomada en el volcán Columba
(Granátula de Cva.), junto al embalse del río Jabalón, Vega del Jabalón,
puede verse el balastro, sobre el cual pueden verse dos ejemplares de
basalto de texturas vacuolar y vesicular. También se emplea el balastro
en la construcción de carreteras, arreglo de caminos, paseos, etc. Este
material volcánico cuando se proyecta sobre un suelo blando, calado, se
clava perfectamente formando una vía sólida y segura. Si desean
conocerlo mejor pueden pasarse por dicho volcán, Columba, y poder
observar y ver montículos del mismo en las proximidades de su
extracción para ser triturado.
5) Basalto: - Silicatos de hierro y magnesio, piroxenos, también olivino,
plagioclasas sobre todo cálcicas. Bajo contenido en cuarzo. Éstos se
denominan minerales primarios.
- Por alteración y con el paso del tiempo, según las circunstancias,
ambiente oxidante, atmósfera, meteorización, etc., aparecerán los
minerales secundarios, entre los cuales tenemos óxido de aluminio,
óxido de hierro III, dióxido de titanio, monóxido y bióxido de manganeso,
pentóxido de fósforo, óxido de calcio, óxidos de sodio y potasio, etc.
Tanto el hierro como el manganeso poseen un gran poder de tinción, son
unos fuertes cromógenos (= generadores de color). Los minerales
primarios con el tiempo se transforman en minerales secundarios, que
incidirán poderosamente en la coloración superficial de las rocas
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volcánicas, así como en la tonalidad de los suelos de procedencia
volcánica.
- Entre los minerales secundarios también citamos la magnetita
titanífera, la biotita, apatito, ilmenita, principalmente.
- Como pasta de fondo tenemos el llamado vidrio volcánico.
6) Basalto con Pátina: Dos ejemplares de basalto, uno con pátina
cálcio – cuarcítica - plagioclásica, otro con pátina férrica, halladas en el
cono del volcán La Vaqueriza.
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7) Basalto Meteorizado: Por la acción de la atmósfera las rocas,
como el basalto se meteorizan desde el punto de vista físico y químico.
Aquí tenemos un ejemplar de basalto de las Canteras de Miró claramente
meteorizado, donde los minerales primarios han sido transformados en
minerales secundarios, es decir, la biotita, olivino, hornblenda,
plagioclasas, etc., se han transformado en óxidos, por ejemplo los
óxidos de hierro y de manganeso, tomando el basalto otra coloración
típica de esos metales según su estado de oxidación.
8) Basalto Veteado: Estas vetas son de plagioclasas, de cuarzo, etc.
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9) Basalto con Fenocristal/Xenocristal de Cuarzo Blanco
Lechoso: Aquí se trata de una especie de geoda de carácter
amigdaloideo de cuarzo blanco lechoso.
10) Basalto con Drusa: Bello ejemplar de basalto masivo de textura
porfídica, donde aparece una especie de drusa de cuarzo blanco lechoso y de plagioclasas. Encontrado también en la zona donde se solapan las coladas basálticas de los volcanes Cerro Prieto y La Vaqueriza.
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Bello ejemplar de basalto de textura vacuolar – tobácea, con una enorme capa a modo de drusa, predominantemente de compuestos cálcicos, calcita y caliza. Producía efervescencia con los ácidos. Fue encontrado en las coladas basálticas, allá por la zona de Corral Moreno, del volcán La Cueva del Alguacil, La Encina, y tal vez Los Frailes, aunque este último volcán ya se halla en el término municipal de Argamasilla de Cva. Dejando caer unas gotas de vinagre, que como sabemos contiene ácido acético, CH3 – COOH, se produce efervescencia debido al CO2 que se descompone en ácido carbónico, H2CO3 en ese gas y agua. Nos debemos de fijar en que la tonalidad del blanco de esta muestra se diferencia perfectamente de aquellas cuando se trata de cuarzo blanco lechoso, éste más brillante, sin aspecto mate como en el caso anterior, además de que cuando se trata de cuarzo o de plagioclasas, al tratarlos con ácido acético, vinagre, no se produce dicha efervescencia. Comparen, por ejemplo, el caso de la drusa de cuarzo o el caso de la geoda, con el anterior y podrán comprobar lo que se está indicando. Hemos de precisar que más bien se trata de una concreción caliza y no tanto de calcita.
11) Basanita: Se trata de un basalto rico en olivino. Contiene
plagioclasas cálcicas, labradorita o bitownita, además de titanoaugita, y
los feldespatoides suelen ser nefelina o leucitita. Su color es negro o
gris.
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12) Bomba Volcánica: Fragmentos de lava que al ser lanzados en las
explosiones volcánicas adquieren esta forma en la atmósfera por aerodinámica, cayendo al suelo prácticamente solidificadas.
13) Brecha volcánica: Se trata de una roca volcánica formada por
fragmentos angulosos de otros productos volcánicos y fragmentos de
rocas encajantes o que el magma transporta de otras profundidades.
Estas rocas segundas suelen ser cuarcitas.
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14) Canteras de Basalto: Vista parcial de las Canteras de Miró, donde se explotaban los basaltos de las coladas de los volcanes de Miró, Cerro Prieto y La Vaqueriza. A lo largo de un trayecto de más de 500 metros, se extendían estas canteras. A la izquierda aparecen las coladas de basalto, los montículos de tierra que formaban los canteros para desenterrarlas, cortes del basalto, etc. Debería vigilarse este paraje, pues, lamentablemente, la sensibilidad estética brilla por su ausencia, ya que por allí son frecuentes los vertidos de escombros, ruedas de vehículos, ventanucos y puertas viejas, plásticos, etc.
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Precioso por artesanal y rural hogaril que los canteros de Aldea del Rey
confeccionaron con rocas de basalto, aglomerados, donde preparar sus
comidas, así como para calentarse en los días de frío. Se encuentra en
las partes bajas de las Canteras de Miró – Cerro Prieto, donde ya habían
extraído el basalto para la elaboración mediante talla de los adoquines.
El tiempo lo ha respetado, respetémoslo nosotros con más razón. ¿Se
imaginan ustedes a aquellos canteros, llegada la hora de la comida, en
grupos, sentados al calor de las brasas, comiendo en la sartén o el
caldero, aquellos ranchos rurales? Aún viven gentes de aquellas.
15) Ceniza: Se trata de polvo de rocas o minerales de origen volcánico
de color gris claro, que se proyecta en el aire en las erupciones
volcánicas. Su diámetro es inferior a 2 mm. Zona de piroclastos,
escorias, lapilli y cenizas en la falda de una de las laderas del Volcán
Columba, frente al carreterín que va a la presa del Pantano Vega del
Jabalón. Hace un tiempo fue explotada esta zona para arreglo de
caminos, calles y carreteras, pero la Junta de Comunidades de Castilla –
La Mancha prohibió la misma declarando la zona protegida.
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Plato con ceniza volcánica constituida por partículas inferiores a 2 mm. Pertenece al volcán Columba (Granátula de Cv.). La utilizaremos, como se verá más adelante, para enriquecer un suelo no volcánico, algo
relacionado con la agricultura biodinámica.
16) Coladas Basálticas Diaclasadas: Las diaclasas son como
grietas, generalmente verticales en el caso de los basaltos, también en
otras direcciones, que se forman al solidificar la lava, que se contrae, y
32
por disyunción columnar, generalmente de forma hexagonal se forman
prismas. Aquí tenemos un ejemplo palpable.
17) Cono de PiroclastoS: Acumulación de piroclastos en el entorno
del cráter de un volcán, generalmente en los de génesis estromboliana,
aunque no exclusivos. Aquí se trata del volcán La Vaqueriza. Estos
piroclastos como se indicará posteriormente son diferentes en color y en
contenido de los piroclastos del Maar La Encina. Puede verse hacia el
centro ese hueco, que corresponde a la llamada por estos lares Cueva
del Cano.
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18) Cuarcitas con Cementación ferromanganesífera: Junto a la alberca de los Baños del Barranco existen unos conglomerados cuarcíticos con cementación ferromanganesífera que nos trasladan a las llamadas costras ferromanganesíferas, ampliamente estudiadas por Antonio Crespo Zamorano, geólogo, compañero mío que fue de estudios. Sus tonalidades rojizoides son debidas al hierro, mientras que las tonalidades negroides se deben al manganeso, ambos disueltos en esta agua y que precipitan. Tanto los Baños del Barranco y Fontecha, como los exutorios y las costras ferromanganesíferas están más ampliamente tratados en mi trabajo Ruta de los volcanes de Aldea del Rey. Según Poblete Piedrabuena, las aguas termales toman el Fe y el Mn de los minerales ferromanganosos que zafan el roquedo paleozoico (areniscas, cuarcitas y pizarras). El Fe precipita en tanto que el Mn permanece en disolución. A estas profundidades existe elevada presión y temperatura, además de gran cantidad de dióxido de carbono, CO2, procedente del magma, así como un bajo pH y ambiente reductor. No obstante, estas aguas al aflorar a superficie estas condiciones físico – químicas anteriores cambian radicalmente, desciende la presión y temperatura, aumenta el pH y el ambiente ahora es oxidante, desprendiéndose el CO2. En estas condiciones el Fe pasa de estado de oxidación +2 a estado de oxidación +3, al igual que el Mn que estaba a +2 y +3 pasa a hidróxido y óxido de manganeso. Estos nuevos compuestos químicos oxidados actúan como cemento de los granos de cuarzo y de los fragmentos de cuarcitas, como puede observarse en los conglomerados que se encuentran junto a la alberca de los Baños del Barranco, semejando costras ferromanganesíferas.
19) Dacita: Es una roca de alto contenido en Fe. En ella están
presentes las plagioclasas (+ 90%), piroxenos, biotita, hornblenda, etc.
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Su nombre proviene de Dacia, provincia del Imperio romano, la actual
Rumanía. Suelen presentar fenocristales de biotita. Textura afanítico-
porfídica y matriz con cuarzo.
20) Escoria volcánica: Son materiales de origen volcánico muy
vesiculares, de composición basáltica o andensítica, Áspera al tacto.
Suele aparecer junto a lapilli, ceniza, piroclastos, etc. Dicho de otra
manera, fragmentos de lava con mucha porosidad. Puede presentarse
en diferentes tonalidades de color.
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21) Estructura/Textura TabulaR: Véase la conformación como en
tablas (Tabular) de algunas rocas y minerales, en este case se trata de
cuarcitas, concretamente pertenecientes al crestón cuarcítico de El
Castillejo, fotografía tomada desde arriba.
22) Exutorio: Ejemplo de un exutorio, próximo a los Baños del
Barranco, de burbujeo abundante, que puede apreciarse perfectamente
en la fotografía, con una capa abundante en la superficie de espuma
verde – rojo – amarillenta, debida a los óxidos de hierro, presencia de
plántulas y de la meteorización. Esta agua muchos de los bañistas que
allí acuden, son bebidas sin ningún problema. Hemos sugerido a las
autoridades locales responsables de Aldea del Rey, que por mediación
del Excmo. Ayuntamiento, en este exutorio se instalase como un
pequeño depósito encementado, dejando libre el fondo del suelo, que
sobresaliera de la superficie, con la finalidad de que se encuentre más
higiénico y presentable. Estos exutorios, sobre todo en la parte del
camino que se dirige hacia la finca de Valdeparaíso, frente a los Baños
de Fontecha, son muy frecuentes, pudiéndose observar por doquier
cuando los terrenos permanecen suficiente tiempo sin ser roturados.
Como digo, son aguas perfectamente bebibles. Si ustedes prestan oído
podrán captar el sonido del agua que desde la parte superior discurre
hacia el exutorio.
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23) Lapilli: Piedras pequeñas. Proceden de los fragmentos de lava al
ser expulsada en las explosiones. Son como fragmentos de piroclastos
de tamaño 2 – 64 mm, y suelen presentarse en diversas tonalidades de
color, negros, rojizos, claros, pudiéndose presentar sueltos o soldados.
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24) Leucitita: Es similar al basalto pero de tonalidades claras y también pueden contener olivino. Su color claro de se debe a la ausencia de feldespatos.
25) Melilitita: Son difíciles de distinguir a simple vista pues suelen
formar parte de la masa de fondo, sí se suelen distinguir cristales de
olivino verde y piroxenos oscuros.
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26) Nefelinita: Es una roca similar al basalto pero donde abundan los
fenocristales félsicos blancos y también otros cristales más oscuros de
piroxenos incrustados en la pasta de fondo.
27) Peleosuelo: Ejemplo de paleosuelo, suelo antiguo, junto a la
cerreta Aldea del Rey – Granátula de Cva. Sobre este tipo de suelo, sus
contenidos en vegetales y microorganismo, el equipo dirigido por la Dra.
Elena González Cárdenas, realizó la datación con C14, que el Instituto
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Smithsonian de EEUU validó. Sobre este paleosuelo pueden observarse
unas capas de aspecto arcilloso, fracturables, y sobre las mismas
material piroclástico procedente de las erupciones del volcán Columba.
Este tipo de suelos fosilizados presentan discordancia estratigráfica, y
nos permiten conocer la climatología, flora y microfauna de aquellos
tiempos. Estos suelos, según este equipo de investigación, deben
datarse alrededor de los 5.500 – 5.300 años, la última erupción volcánica
de los aparatos volcánicos del Campo de Calatrava. Este paleosuelo
debe ser objeto de estudio con estereomicroscopio, también al
microscopio.
28) Pan Volcánico: Basalto cuya forma simula un pan.
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29) Pedriza: Cerro que se encuentra frente a El Berrocal, donde puede
apreciarse en sus laderas algunas pedrizas, como consecuencia bien de
la fragmentación de cuarcitas o de basaltos. Puede observarse que
dichas pedrizas se encuentran como en clausura por la vegetación del
monte, principalmente encinotes. Por su laderas discurría antaño la
línea de ferrocarril que unía Puertollano con Valdepeñas, existiendo en
su proximidad un puente así como una casita, en ruinas, de los operarios
de la vía. La gelifracción es la causa principal de la formación de estas
pedrizas.
30) Piroclasto: Clastos ardientes o incandescentes. Fragmentos de
lava húmedos y secos. Forman acumulaciones piroclásticas o conos de
piroclastos.
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31) Plastrón de Lava: Se trata de una masa o bloque de lava
informe. Hemos encontrado plastrones de lava en las inmediaciones de
los cráteres de los volcanes La Encina (+ esponjosos y terrosos), Maar
La Encina, La Vaqueriza, Cerro Prieto – Las Mesas y Las Pilas. Aunque
en todos los casos se trata de plastrones, los hallados en el complejo La
Encina, La Vaqueriza y Las Pilas, poseen mayor compacidad y densidad
que los demás, además de mayor dureza. El resto son más esponjosos,
invadidos de vacuolas. No obstante, los suelos de los terrenos más
inmediatos al complejo La Encina y Las Pilas, se encuentran muy
poblados de fragmentos no sólo superficiales sino igualmente a mayor
profundidad de estos plastrones, casi todos con superficies suaves de
forma esferoidal y similares, producto de la meteorización mecánica y
humana. Son de un color rojizoideo, más incluso que en los demás
aparatos volcánicos. Generalmente los de mayor compacidad y
densidad, son los más duros y menos o nada vacuolares, mientras que
en Cerro Prieto – Las Mesas - La Vaqueriza, son menos densos y duros,
es decir, más frágiles. Esta particularidad hemos de atribuirla a que se
trata de lavas más fluidas y gaseosas, ya que las erupciones efusivas o
mixtas (hidromagmáticas y freatomagmáticas). Es más, a parte del
mayor contenidos en gases, pues las muestras vacuoladas proceden de
lavas menos pastosas y con mayor contenido en agua. Estos productos
también los hemos podido encontrar en los parajes del Yezgo y Corral
Moreno. Sin embargo el resto de aparatos volcánicos, Hoya Honda, El
Berrocal, La Colmenilla, La Cueva del Alguacil, etc., suelen estar
ausentes de plastrones de lava. El caso del volcán Columba es caso
aparte.
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32) Pumita: También se llama piedra pómez. Se usaba muchos en las
matanzas para limpiar el cerdo fregándolo. Es una roca formada por
cenizas volcánicas litificadas con gran cantidad de gases que dejan esa
cantidad enorme de vesículas.
33) Riolita: Roca volcánica gris o rojiza. Posee granos finos y a veces
vidrio. Algo parecida al granito.
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34) Spatter: Son a modo de salpicaduras fragmentadas de lava básica
con bastante cantidad de gases, que al perderlos forman estructuras o
texturas vacuolares, vesiculares y con oquedades. Pueden presentarse
sueltos o apelmazados. Son más propios de erupciones efusivas.
35) Suelo negrizal (Andosol): Son los suelos típicos de las
proximidades de los volcanes, suelos oscuros, muy fértiles debido a su
composición mineralógica y química, con hierro, magnesio, manganeso,
etc. Debido a su porosidad están muy aireados, retienen muy bien el
agua, poseen facilidad de filtración, y generalmente se encuentran
invadidos de fragmentos de basalto.
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36) Toba volcánica: Se trata de un basalto formado por la
solidificación de las cenizas volcánicas, que presentan enorme cantidad
de vacuolas y oquedades, ásperos al tacto, que son debidas a los
expulsión de los gases de las lavas, generalmente vapor de agua.
Pueden encontrarse sueltos y en bloques consolidados o compactados.
- = o o O o o = -
45
Cuerpo de doctrina científica sobre el
basalto
¿Qué es el basalto? Las rocas ígneas son aquéllas que se forman
a partir de la cristalización del magma. Pero según el ambiente donde se
forman podemos clasificarlas: a) Volcánicas o extrusivas o exógenas,
cuando el magma cristaliza sobre la superficie de la tierra o próximo a
ella (Basalto); b) Plutónicas o intrusivas o endógenas, cuando el magma
cristaliza en profundidad (Granito). Ahora, vamos a centrar este trabajo
en las rocas volcánicas, extrusivas o exógenas, es decir, en el basalto y
las diferentes maneras o formas en que suele presentarse. Un
subproducto del basalto, el balasto o balastro, que es como el basalto
triturado, se emplea para la fijación de vías y traviesas en los
ferrocarriles.
Componentes minerales y químicos. El basalto es una roca
volcánica, extrusiva o exógena, formada por plagioclasas cálcico –
sódicas (labradorita y bytownita), biotita, hornbleda, piroxenos, olivino,
magnetita titanífera, etc. Las rocas ígneas, extrusivas e intrusivas,
según su textura (aspecto general de la roca en función del tamaño,
forma y ordenamiento de los minerales que la forman), pueden
clasificarse de distintas formas o maneras. La textura de una roca está
en relación directa con la velocidad a la que se enfría el magma. Se dan
tres tipos de basalto, al menos dos, el basalto Toleítico (magma
predominante en sílice, Si02 sin contenido de Olivino) y basalto Olivínico
(grandes cantidades de Olivino y pobres en sílice), también tenemos el
basalto Picrítico (con más de 50% de Olivino). Los componentes del
basalto son: SiO2 49.97 – Al2O3 15.99 – CaO 9.62 – FeO 7.24 – MgO 6.84 –
Fe2O3 3.85 – Na2O 2.96 – TiO2 1.97 – K2O 1,12 – P2O5 0.35 – MnO 0.20
(Wikipedia). Es decir, elementos químicos presentes en el basalto son: Si
– Al – Ca – Fe – Mg – Na – Ti – K - P – Mn, aparte del O, principalmente. El
Fe y el Mn intervienen como elementos cromógenos singulares.
46
- Silicatos de hierro y magnesio, piroxenos, también olivino, plagioclasas sobre
todo cálcicas. Bajo contenido en cuarzo. Éstos se denominan minerales
primarios.
- Por alteración y con el paso del tiempo, según las circunstancias,
ambiente oxidante, atmósfera, meteorización, etc., aparecerán los minerales
secundarios, entre los cuales tenemos óxido de aluminio, óxido de hierro III,
dióxido de titanio, monóxido y bióxido de manganeso, pentóxido de fósforo,
óxido de calcio, óxidos de sodio y potasio, etc. Tanto el hierro como el
manganeso poseen un gran poder de tinción, son unos fuertes cromógenos (=
generadores de color). Los minerales primarios con el tiempo se transforman
en minerales secundarios, que incidirán poderosamente en la coloración
superficial de las rocas volcánicas, así como en la tonalidad de los suelos de
procedencia volcánica.
- Entre los minerales secundarios también citamos la magnetita
titanífera, la biotita, apatito, ilmenita, principalmente.
- Como pasta de fondo tenemos el llamado vidrio volcánico.
- También aparecen los xenocristales de cuarzo, calcita, dolomita,
peridotita
Textura del basalto. Se trata de una roca volcánica del grupo de
las rocas ígneas, de carácter exógeno o extrusiva, que procede de la
lava de los volcanes al solidificarse fuera de la tierra, en la superficie o
en sus proximidades.
Puede presentar diversas texturas, vacuolar, vesicular,
piroclástica, vidrio volcánico, tobácea, siendo la textura porfídica la más
frecuente.
Son las rocas más abundantes en la superficie de la Tierra así
como en los fondos marinos.
Puede presentar coloración oscura, a veces casi negra, también
puede presentar tonalidad verdosa.
El basalto y la agricultura. Según Xavier Florín, ingeniero
agrónomo y experto internacional en agricultura biodinámica, en su
comentario El basalto en la agricultura, el polvo de basalto debe
utilizarse en el enriquecimiento de los suelos, en primer lugar como
polvo, uno o dos años, posteriormente triturado en gránulos, por varias
razones. El basalto debido a su composición mineralógica, es muy rico
47
en hierro, magnesio y calcio, sin olvidar su contenido en manganeso y
titanio. Según este estudioso, el magnesio es el metal del “fuego
vegetal”, pues es el átomo central de la molécula de clorofila. Es el metal
que propicia que la clorofila pueda captar las fuerzas formadoras de la
luz solar; mientras que el hierro es el metal del “fuego animal”. Así, por
ejemplo, si el hierro actúa con valencia II, Fe2+, lo hace en los vegetales;
mientras que cuando actúa con valencia III, Fe3+, lo hace en los animales.
El hierro con valencia III, el férrico, es el elemento central de la molécula
de hemoglobina, de los glóbulos rojos de los seres animales vivos. Por
ello, aportar basalto (polvo o granulado) a los suelos de cultivo es
fundamental por estas dos razones. Es el caso de las cenizas volcánicas,
que también reciben el nombre de pozzoles, cuya composición química
se asemeja y mucho a la del basalto.
Hoy, cuando tanto se usa y abusa de los fertilizantes químicos
artificiales, el recurrir a estos usos según la agricultura biodinámica,
aparte de la naturaleza natural, valga de redundancia, también debe
condicionarnos su aspecto económico; sin olvidar, claro está, que a los
suelos les estamos añadiendo elementos químicos que nos proporciona
la propia Naturaleza.
Petrografía de los materiales volcánicos.
Los productos volcánicos los hay de tipo sólido, líquido y gaseoso.
- Gases: Vapor de agua, CO, CO2, Cl2, HCl, S, H2S, NH3, CH4, N2,
H3BO3, etc. Aquí hay que diferenciar entre Mofetas, con CO2, Solfataras,
con H2S y Géiseres, con agua a altas temperaturas y hasta hirviente.
- Líquidos: Lavas. Las hay vivas, con gases, y muertas, sin gases; y
desde el punto de vista de la viscosidad, viscosas y fluidas.
- Sólidos: Panes volcánicos, bombas volcánicas, piroclastos,
lapilli, escorias, brechas, tobas, arena, etc.
Según la composición química del magma del cual proceden, las rocas
se clasifican.
* Rocas Ácidas o Felsicas: Granito (plutónica) y Riolita (volcánica).
Estas rocas tienen colores claros.
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* Rocas Básicas o Máficas: Presentan colores oscuros.
* Rocas Ultrabásicas o Ultramáficas: Colores muy oscuros.
Foto del autor. Conglomerado cuarcítico con cementación cálcico - lávica.
Foto del autor. Dos bloques de basalto masivo que se encuentran como protección en
el carreterín del Embalse Vega del Jabalón, procedentes en parte del volcán Columba
(Grnátula de Cva.). Pueden verse en las muestras, aquellas zonas más expuestas a los
agestes atmosféricos, como se encuentran más meteorizadas, así como fenocristales y
xenocristales, es decir, cristales extraños al basalto, que, generalmente pueden
proceder de la roca encajante o de rocas del interior de la tierra, y que son arrastradas
por el magma en ascenso.
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Petrología, petrografía, fenocristales y xenocristales.
El Petrógrafo, estudioso de la textura de las rocas, así como de su
descripción, también debe conocer algunos térmicos tales como:
.- Petrología: Rama de la geología que se dedica a estudiar las
rocas desde el punto de vista genético, sus propiedades físicas,
químicas, mineralógicas, cronológicas, etc., así como sus procesos de
formación. Procede de “petra” = piedra y “logos” = estudio.
.- Petrografía: Rama de la geología que estudia las rocas desde la
óptica descriptiva, textura, estructura, cristales, orientación, etc.
Petrología y petrografía son complementarias. Procede de “petra” =
piedra y “grafos” = descripción.
.- Fenocristales: Se trata de cristales de tamaño considerable
respecto del resto de constituyentes de la roca. Suelen aparecer en las
rocas de textura porfídica, y suele tratarse de granate, cuarzo, biotita,
olivino, feldespatos, plagioclasas, etc.
Foto Ecu Red: Fenocristales de olivino. Se trata de una muestra de basalto de gran
belleza, estas muestras, caso de ser encontradas en nuestras correrías por los
volcanes, deben ser guardadas como oro en paño. Igualmente en la muestras se
pueden ver algunos xenocristales, y, claro está, la pasta cementante. Conservarla
como oro en paño.
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.- Xenocristales: Se trata de cristales extraños en la roca, también
de textura porfídica, que proceden de la roca encajante o de rocas más
profundas que son arrastradas por el magma. Muy frecuente es el
cuarzo.
Foto Wikipedia: Fenocristal de gran tamaño.
Foto del autor. Fenocristales cálcicos - cuarcíticos. Hay basaltos, que al final del
prólogo se detallan, y que son frecuentes en esta zona, que suelen tratarse de
nefelinitas, como podría ser el caso, aunque existen ejemplos mejores en este trabajo.
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Cuadro de volcanes más significativos de Aldea del
Rey.
Nombre. Localidad. Extensión Ha.
Perímetro, m.
Altitud, m.
Coordenadas geográficas.
Génesis.
Berrocal, El Aldea del Rey.
8 800 820 38º 42´05 ´´ N
3º 52´18 ´´W
Efusiva.
Canteras de Miró, Las
Aldea del Rey.
40 1.500 876 38º 41´25 ´´ N
3º 50´25´´W
Efusiva.
Cerro Prieto.
Aldea del Rey.
180 4.000 850 38º 43´00´´ N
3º 44´00´´W
Estromboliana.
Colmenilla, La
Aldea del Rey – argamasilla de Cva.
180 3.500 810 38º 42´40´´ N
3º 54´49 ´´W
Estromboliana.
Columba. Granátula de Cva.
500 4.500 731 38º 45´30´´ N
3º 47´00´´ W
Estromboliana.
Hidromagmática.
Cueva del Alguacil, La
Aldea del Rey.
90 1.000 aprox.
725 Eruptiva. Efusiva.
Encina, La Aldea del Rey.
700 5.000 858 38º 45´15´´N
3º 53´40´´W
Efusiva – Estromboliana
Maar La Encina.
Aldea del Rey
206 3.000 780 38º 45´15´´ N
3º 53´40´´ W
Freatomagmática.
Hoya Honda.
Aldea del Rey
60 1.500 795 38º 41´13´´ N
3º 52´20´´ W
Hidromagmática.
Mesas, Las Aldea del Rey.
28 1.200 840 38º 42´34´´ N
3º 58´12´´ W
Efusiva.
Pilas, Las Aldea del Rey.
165 3.800 940 38º 42´10´´N
3º 54´49´´W
Efusiva.
Rincón, El? Aldea del Rey – Argamasilla de Cva.
150 2.000 850 38º 43´00´´ N
3º 44´01´´ W
Efusiva – Estromboliana.
Vaqueriza, La
Aldea del Rey – Argamasilla
180 2.000 880 38º 43´45´´N
3º 55´11´´W
Estromboliana
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Foto del autor: Ejemplar de aglomerado de basalto con un grandioso xenocristal de
cuarzo. Pertenece al volcán de Cerro Prieto, allá en los afloramientos basálticos y
coladas de mediado el cono volcánico. Por esta zona son numerosos los pedazos o
parcelas del típico suelo volcánico, los andosoles. Como ya hemos indicado en otro
lugar, el prefijo xenos- viene a significar extraño. Este bello xenocristal de cuarzo
blanco, lechoso, simula una geoda, también de conformación amigdaloidea.
Foto del autor: Bello ejemplar de basalto masivo de textura porfídica, donde aparece
una especie de drusa de cuarzo blanco lechoso y de plagioclasas. Encontrado también
en la zona donde se solapan las coladas basálticas de los volcanes Cerro Prieto y La
Vaqueriza.
53
Foto del autor: Ejemplar de un conglomerado cuarcítico hallado en las proximidades
del Cno. de Las Mesas, frente al cono volcánico del volcán del mismo nombre.
Foto del autor: Bello ejemplar de basalto de textura vacuolar – tobácea, con una enorme capa a modo de drusa, predominantemente de compuestos cálcicos, calcita y caliza. Producía efervescencia con los ácidos. Fue encontrado en las coladas basálticas, allá por la zona de Corral Moreno, del volcán La Cueva del Alguacil, La Encina, y tal vez Los Frailes, aunque este último volcán ya se halla en el término municipal de Argamasilla de Cva. Dejando caer unas gotas de vinagre, que como sabemos contiene ácido acético, CH3 – COOH, se produce efervescencia debido al CO2 que se descompone en ácido carbónico, H2CO3 en ese gas y agua. Nos debemos de fijar en que la tonalidad del blanco de esta muestra se diferencia perfectamente de
54
aquellas cuando se trata de cuarzo blanco lechoso, éste más brillante, sin aspecto mate como en el caso anterior, además de que cuando se trata de cuarzo o de plagioclasas, al tratarlos con ácido acético, vinagre, no se produce dicha efervescencia. Comparen, por ejemplo, el caso de la drusa de cuarzo o el caso de la geoda, con el anterior y podrán comprobar lo que se está indicando. Hemos de precisar que más bien se trata de una concreción caliza y no tanto de calcita.
Foto del autor: Aquí tenemos para su identificación 10 muestras de diversos productos
volcánicos. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo tenemos: 1) Basalto masivo
de textura porfídica, del volcán La Cueva del Alguacil; 2) Aglomerado o conglomerado
volcánico con contenido de clastos del tipo brecha y redondeados, del volcán Las
Pilas; 3) Brechas volcánicas con clastos angulosos del volcán La Colmenilla; 4) Toba
volcánica con alto contenido de vacuolas dejadas por el escape de los gases del volcán
La Encina; 5) Piroclastos masivos de tonalidad clara del maar La Encina; 6) Escorias
del volcán La Vaqueriza, que nos recuerdan las escorias del carbón en las fraguas; 7)
Basalto masivo con enorme drusa de cuarzo blanco lechoso y plagioclasas; 8) Lapilli,
que son fragmentos cuyo tamaño oscila entre 2 – 64 mm del volcán Cerro Prieto; 9)
Ceniza volcánica o pozzol de las inmediaciones del cráter del volcán Columba
(Granátula de Cva.), y, 10) Ejemplar de basalto masivo con una capa encima de lava
pastosa del volcán Las Canteras de Miró.
55
Foto del autor: Plato con ceniza volcánica constituida por partículas inferiores a 2 mm.
Pertenece al volcán Columba (Granátula de Cv.). La utilizaremos, como se verá más
adelante, para enriquecer un suelo no volcánico, algo relacionado con la agricultura
biodinámica.
Foto del autor: Juan Morales González, un amigo, recogiendo ceniza en las
inmediaciones del cráter del volcán Columba. Este yacimiento de materiales volcánicos
fue puesto en explotación por un particular, hasta de la JCCM vetó tal negocio por
tratarse de un monumento natural. Al fondo de la fotografía puede verse la enorme
acumulación de piroclastos y lapilli, todo ellos mezclados anárquicamente con ceniza
volcánica.
56
* Aglomerado volcánico: Es una roca volcánica que procede de
una lava un tanto más viscosa y que cuando sale a la superficie adquiere
formas del medio, denotando un fluir lento de la lava. Suelen distinguirse
bien de las brechas y las tobas volcánicas. Suelen presentar formas
angulosas y redondeadas.
* Brecha volcánica: Se trata de una roca volcánica formada por
fragmentos angulosos de otros productos volcánicos y fragmentos de
rocas encajantes o que el magma transporta de otras profundidades.
Estas rocas segundas suelen ser cuarcitas.
* Toba volcánica: Igualmente se trata de una roca volcánica de
aspecto ligero formada por numerosos poros, vacuolas y vesículas, que
suelen ser expulsadas por los respiraderos de un volcán.
Foto del autor: Ejemplares de aglomerados volcánicos, de brechas volcánicas y de tobas volcánicas, pertenecientes a los afloramientos de Corral Moreno (Cueva del Alguacil), Maar La Encina, Volcán La Encina, Volcán Cerro Prieto, volcán La Vaqueriza y Volcán Las Pilas. Teniendo en cuenta las definiciones que hemos dado anteriormente, puede discernirse aglomerados, brechas y tobas. Aglomerados en la parte superior izquierda, las brechas hacia el centro y la tobas en la parte inferior derecha.
57
Tipología genética del vulcanismo de Aldea del Rey
El vulcanismo de Aldea del Rey como el de la comarca del Campo
de Calatrava es un vulcanismo del tipo basáltico mixto monogénico
(piroclastos y coladas y sólo un episodio eruptivo), de naturaleza
efusiva, estromboliana y freatohidromagmática. Las erupciones efusivas
también suelen ser explosivas pero de mucha menos intensidad, prueba
de ello es que la cima del volcán y en el entorno del cráter aparecen
conos o acumulaciones de piroclastos, como hemos podido comprobar
cavando a profundidad ente 0,5 – 1,0 metro sobre el terreno, porque, a
simple vista y debido a la meteorización y erosión gran parte de esas
acumulaciones de piroclastos han sido transportadas a otras distancias
y soterradas en el terreno, porque suelen aparecer restos de las mismas
cavando el terreno. Las lavas en la mayoría de los casos efusivas
contienen gases, pero estos gases se desprenden de forma reposada,
sin prisas, por lo que en derredor del cráter y por las laderas del cono
volcánico, así como en zonas del mismo más bajas, aparecen gran
cantidad de sólidos volcánicos (brechas y tobas volcánicas,
aglomerados volcánicos, bloques, etc.), con gran cantidad de
oquedades, vacuolas y vesículas, no sólo en la parte exterior o
superficial, sino que fracturando los mismos sólidos volcánicos, también
aparecen en su interior.
Las explosiones estrombolianas son debidas a la expulsión rápida
y violenta de esos gases (CO2, vapor de H2O, etc) como consecuencia de
las elevadas temperaturas, 1.100 – 1,200 ºC, y presiones a que están
sometidos en el interior de la tierra. Son los spatter, escorias volcánicas
que aparecen como soldados. En estos casos de génesis estromboliana
el volcán junto a los piroclastos, se expulsan también fragmentos de lava
incandescente dando lugar a lo que llamo aerolitos volcánicos, además
de los piroclastos, que, en muchos casos aparecen en la zona proximal
del cono volcánico, y que suelen tener forma de bolas, elipsiodes, etc.,
siendo menos abundantes otros tipos de geometría poliédrica. Los
piroclastos según hemos podido comprobar (volcán La Encina, El
Berrocal, Cerro Prieto, La Vaqueriza, La Colmenilla, Las Pilas, etc.),
según su tamaño, que hemos estudiado en otro trabajo, pueden
clasificarse en ceniza volcánica, lapilli y escorias, ejemplares que hemos
58
hallado y recogido como muestras en los volcanes referidos, y que
expondremos fotográficamente algunos de esos ejemplares.
Interrumpiéndose o ausentándose las formas explosivas la lava
comienza a aparecer y a fluir dando lugar según la geomorfología del
terreno circundante a diversos tipos de coladas.
Sin embargo las erupciones freatohidromagmáticas son todas de
tipo explosivo, y en Aldea del Rey tenemos dos ejemplos: Hoya Honda y
Maar la Encina u Hoya/Hoyo la Encina, que según Carlos Gustavo Barba
Alcaide, su nombre tradicional es el Laguna del Quino. Estas
explosiones, descomunales, son debidas a que el magma incandescente
en su ascenso encuentra capas freáticas, las vaporiza y junto a los
gases del propio magma originan este tipo de explosiones. Pueden
observarse sus efectos en la Laguna del Quino las enormes
acumulaciones de piroclastos húmedos que existen en el entorno de la
explosión. Estos aparatos volcánicos, los maares, parece que son
exclusivos de la comarca volcánica del Campo de Calatrava.
Foto del autor. Ejemplo de las coladas basálticas de los volcanes efusivos –
estrombolianos de Aldea del Rey. Ésta colada pertenece a la zona de solapamiento de
las coladas del volcán Cerro Prieto y del volcán La Vaqueriza, allá por la zona que
tradicionalmente se conoce como Las Canteras de Miró, como a unos 7 – 8 Km por la
carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano,a la izquierda de la misma
como a unos 200 metros de dicha carretera. Beloos ejemplares de coladas basálticas
con sus diaclasas como consecuencia de la disyunción columnar de la lava,
generalmente en forma de prismas hexagonales. También puede observarse que sobra
59
estas coladas de lava basálticas con el tiempo geológico se ha generado un suelo de
una potencia de 0,5 – 1,0 o más metros.
Cuadro comparativo: Densidad volcánica
Zona geográfica Extensión Km2 Aparatos volcánicos
Densidad conos volcánicos/Km2
Campo de Cva. + 5.000: 5.500 330/350: 340 0,062
T.M. Aldea del Rey
155, aprox. 11 0,071
Es decir, la densidad de volcanes por Km2 en el T.M. de Aldea del Rey supera en 0,009
conos volcánicos/Km2 a la media de la comarca volcánica del Campo de Calatrava.
Foto del autor. Acumulaciones piroclásticas del volcán La Vaqueriza, de génesis
estromboliana, volcán mixto monogénico, que una vez cesadas las explosiones debidas
a la expulsión de los gases, emitió una gran colada de lava basáltica en direcciones SE
y NW, que llegaron a solaparse con las emitidas por el volcán Cerro Prieto.
Cuadro comparativo: Génesis magmática
Zona geográfica
Nº Génesis magmática
% Nº Génesis freato-
hidromagmática
%
Campo de Cva.
180 53 160 47
T.M. Aldea del Rey
9 82 2 18
Es decir, la génesis magmática (efusiva y estromboliana) del T.M. de Aldea del Rey
supera en un 29% a la génesis magmática del Campo de Calatrava; y la génesis freato –
60
hidromagmática (maares) del Campo de Calatrava supera en un 29% a la génesis freato
– hidromagmática del T.N. de Aldea del Rey. O dicho en otros términos, en el T.M. de
Aldea del Rey son más frecuentes los volcanes efusivos y estrombolianos que en el
Campo de Calatrava, mientras que el la génesis freato – hidromagmática (maares) del
Campo de Calatrava son mucho mayores que en el T.M. de Aldea del Rey.
Foto del autor. Hoya Honda, donde puede verse parte de la hondonada de este aparato
volcánico de génesis freato – hidromagmática, debida a la descomunal explosión
ocasionada por el contacto de la lava con capas freáticas. Puede verse a Florencio
Delgado Naranjo, que me acompañó ese día, fumándose un cigarrillo, vicio que los
jóvenes deben evitar, pues, el tabaco es una droga cuyo hábito es muy difícil erradicar.
El magma de erupción es, a grandes rasgos, de composición
basáltica. Ahora bien, dentro de los basaltos hemos de diferenciar,
cuestión que macroscópicamente no suele ser posible, los basaltos, la
nefelinita, melilitita y leucitita; que, según Ancochea Soto la proporción
está en la siguiente relación: Basaltos (27%), Nefelinitas (28%), Melilititas
(31%), y Leucititas mucho menos. No obstante sin bajar a estos detalles
que sólo son distinguibles a nivel microscópico, podemos establecer dos
grandes grupos: 1) Rocas volcánicas masivas y piroclásticas de caída
(textura porfídica + fenocristales) – Cerro Prieto, La Colmenilla, Las
Pilas, etc.), y 2) Rocas volcánicas de procedencia
freatohidromagmáticas (maar La Encina o Lag. del Quino). Las primeras
con fenocristales de plagioclasas, ceolitas y cuarzo blanco lechoso,
distinguibles fácilmente mediante el tratamiento con ácidos corrientes
del tipo del vinagre y jugo de limón. Sin embargo en los depósitos
freatohidromagmáticos las tobas son heterométricas y en estos
61
depósitos suelen aparecer rocas o fragmentos mayores y pequeños del
roquedo paleozoico o de la rocas encajantes, aunque no en todos pues
se dan diferencias significativas (bloques piroclástico de La Vaqueriza y
bloques piroclástico del maar La Encina.
Foto del autor. Basalto masivo con fenocristales.
Foto del autor: Dos muestras de los piroclastos, la de abajo del maar La Encina, la de
arriba del volcán La Vaqueriza. Puede observarse la tonalidad rojizoide más intensa en
la muestra de arriba. La muestra de La Vaqueriza se agrieta más fácilmente que la
muestra del maar La Encina, hasta incluso se fragmenta más fácilmente. Menor
62
contenido cuarcítico en La Vaqueriza, ya que en el maar La Encina estas masas de
piroclastos contienen zonas de cuarcitas.
El borde de los cráteres, exceptuando El Berrocal y La Cueva del
Alguacil, están formados por escorias soldadas muchas de ellas,
también sueltas, de diferentes tamaños, formando los llamados spatter,
además de tobas y algunas brechas volcánicas, lapilli, plastrones de
lava en fragmentos, ésta algo reojizoide. Respecto del cono volcánico en
su parte proximal, aparecen acumulaciones de piroclastos, unos
sellados, otros sueltos, escorias, bombas de diferentes tamaños (Las
Pilas, La Encina, La Vaqueriza, Cerro Prieto, etc.). No obstante, en la
zona distal del cono volcánico también son frecuentes, en este caso, los
bloques de basalto, unos oscuros, otros rojizoides, las tobas volcánicas
y los basaltos porfídicos, éstos en forma de coladas, etc. Las coladas de
lava, salvo algunos casos, La Cueva del Alguacil, por ejemplo, que
alcanzan distancias de 3 – 4 – 5 Km, por confluir además las coladas de
La Encina y Los Frailes, pueden rozas los 7 – 8 Km; siendo la mayoría de
ellas de poca extensión y longitud, 1 – 3 Km, haciéndolo en plan
abertura, como en forma de abanico, y, lo normal es que dispongan de
brazos, caso de Cerro Prieto, aunque otros volcanes, Las Pilas,
concentren sus coladas en el entorno de la zona proximal del cono
volcánico y del cono de piroclastos (Berrocal, Hoya Honda, etc., y en
otros casos den forma de lengua, casos de Las Mesas, Canteras de Miró
y La Colmenilla.
63
Fotos del autor. Relieve erosiono y meteorizado que hay en las laderas suroeste del
Maar La Encina, procedentes de la grandiosa explosión allí habida. Son capas a modo
de sedimentos, que asemejan aspecto tobáceo, piroclástico, escoriáceo y otros
materiales. Algunos les llaman ruinas. Como hemos indicado en otro lugar de este
trabajo, existen como estratos en estas acumulaciones piroclásticas, algunos de ellos
ricos en pequeños fragmentos de cuarcitas, que deben proceder de los pliegues
preexistente y que fueron expulsados, fracturados a modo de chinatos por la gran
explosión allí habida.
Foto del autor. Plano del relieve de Aldea del Rey donde la orografía es predominante
en los sectores sur – oeste – norte, siendo terrenos llanos la parte este. Se indican los
aparatos volcánicos en rojo.
Foro del autor: Ejemplares de escorias volcánicas, conglomerados basálticos y
fragmentos de piroclastos.
64
Extremos cronológicos del vulcanismo eruptivo del
Campo de Calatrava y cronología del vulcanismo de
Aldea del Rey
Según los estudios llevados a cabo en distintas épocas y
laboratorios, así como por distintos geólogos, el vulcanismo del Campo
de Calatrava tiene en cuanto a erupciones volcánicas, los siguientes
referentes temporales:
A) Volcán más antiguo: El Volcán del Morrón de Villamayor de
Calatrava, al cual se le atribuye una datación de 8,7 M.a. (millones de
años). Según Francisco Hernández – Pacheco, el Morrón se trata de una
acumulación (domo) de materiales lávicos sobre la salida del volcán. Se
erige sobre un gran crestón cuarcítico. En su derredor son frecuentes
las bolas de lava. Su tipo de erupción es predominantemente efusiva, no
existiendo piroclastos en su cono. Sus coladas basálticas han sido muy
explotadas para la fabricación de adoquines, últimamente para la
construcción del ferrocarril del AVE. Este volcán se encuentra en la zona
norte de Villamayor de Cva., en la sierra Perabad. Está declarado
Monumento Natural.
Foto GEOVOL. Morrón de Villamayor de Cva.
65
B) Volcán de actividad eruptiva más reciente: Volcán Columba
(Granátula de Cva.). Sobre este volcán el equipo dirigido por la Dra.
Elena González Cárdenas ha llevado a cabo investigación de datación,
particularmente en datación de paleosuelos con contenidos orgánicos,
animales y plantas, a través del C14. Este trabajo ha sido contrastado
por el Instituto Smithosinian (Museo de Historia Natural de los EEUU).
Este volcán poligénico, que hemos pateado en actitud in-misericorde,
parece ser que tuvo actividad hace unos 5.300 -5.500 años (Holoceno),
que en tiempo geológico es muy reciente. Según dicho instituto
norteamericano, muchos volcanes del Campo de Calatrava no están
extinguidos, sino que se encuentran como dormidos. El volcán se trata
de un gran cono de piroclastos, existiendo grandes coladas en dirección
al Embalse del Pantano del Jabalón, y que pueden observarse in situ,
pudiéndose comprobar la gran cantidad de prismas hexagonales
diaclasados que en dichas coladas se dan, es la llamada disyunción
columnar. Este volcán, que hace el número trece, lo hemos incluido en la
Ruta de los volcanes de Aldea del Rey, por su proximidad a nuestra
localidad. Junto a la carretera Aldea del Rey – Granátula de Cva., en su
parte izquierda según sentido a la patria de don Baldomero Espartero,
puede observarse ese paleosuelo cuyo estudio radiométrico ha
proporcionado dichos resultados. Se trata de un suelo algo pardo
rojizoide, como podrá verse en la fotografía, aunque hemos limpiado por
fricción su superficie externa para tener una fotografía más fresca.
Foto GEOVOL. En la fotografía pueden observarse en color verde más intenso las coladas de lava del volcán, que in situ las pueden ustedes constatar. Igualmente, en este caso de color verde claro, el cono de piroclastos que conforman el cráter de dicho volcán, que es perfectamente accesible a pie. También, si ustedes suben al cráter, podrán comprobar que allí existe un almendro silvestre, así como una estación radiométrica, ésta visible a distancia.
66
Dentro de este contexto de límites cronológicos vamos a ver la cronología que los expertos vulcanólogos atribuyen al vulcanismo de Aldea del Rey, más por aproximación que por estudios radiométricos específicos.
No existen estudios específicos sobre la datación de los volcanes
del término municipal de Aldea del Rey, sino que los que se han hechos
corresponden de un modo general a la cronología de la actividad
volcánica en el Campo de Calatrava. Sí que según algunos autores, y
más concretamente para la vulcanología del Campo de Calatrava en la
Sª de Calatrava y aledaños, como por ejemplo, el Macizo de La Higuera,
se dan unas fechas que oscilan entre los 3,7 – 3,5 – 3,0 M.a. Sin embargo
consideramos oportuno traer aquí lo que los estudiosos del fenómeno
volcánico han dicho sobre datación.
Hemos hecho una deducción aproximativa, eso sí, sin base
experimental porque no existe, que sepamos, como se ha dicho, ningún
estudio radiométrico sobre los aparatos volcánicos en particular del
T.M. de Aldea del Rey, a partir del esquema de Ancochea Soto, sobre la
distribución de los afloramientos volcánicos en el Campo de Calatrava.
En este esquema, y siempre aproximativamente, tenemos en el
entorno del T.M. de Aldea del Rey dataciones radiométricas de las
siguientes cronologías: hacia la parte NW (3,4 M.a.); hacia el E (2,8 M.a.);
hacia el SE (1,75 M.a.), y en la Sª de Calatrava y proximidades, Macizo de
la Higuera (3,7 M.a.). Hemos obtenido con una aproximación de media
aritmética: (3,4 + 2,8 + 1,75 + 3,7)/4 = 2,91 M.a. No obstante conviene
precisar que a una distancia relativamente corta del T.M. de Aldea del
Rey y por el E, que según la Dra. Elena González Cárdenas y su equipo,
mediante datación radiométrica con C14, trabajo valorado y asumido por
el Instituto Smthisonian del Museo Natural de Ciencias Naturales de
EEUU, se obtuvo sobre restos vegetales y animales en un paleosuelo del
volcán Columba (Granátula de Cva.), una datación eruptiva de < 6.000
años.
67
Distribución de los afloramientos de la región central española y edades radiométricas
de los mismos (según Ancochea Soto, E; 1982). Tomada del escrito documental El
Campo volcánico de Calatrava.
En este sentido y otros sobre texturas y coloraciones de los
productos volcánicos, Ancochea Soto aconseja se visiten los
afloramientos volcánicos siguientes: La Posadilla (Alcolea de Cva.), La
Yezosa (Almagro), Cerro Gordo (Valenzuela de Cva. – Granátula de Cva.)
y el Morrón de Villamayor (Villamayor de Cva.), éste con una datación
cronológica de 8,7 M.a.
Foto del autor. Otro ejemplo de basaltos y tobas, éstos por el contrario predominantes
en óxidos de hierro, también procedentes por meteorización de los minerales primarios
del basalto.
68
Foto del autor. Muestra de un suelo volcánico, invadido de fragmentos de basalto, así
como otros redondeados. Su tonalidad es oscura. Propios de suelos de los volcanes
Cerro Prieto, La Vaqueriza, La Encina, Las Pilas, etc. Estos fragmentos son debidos a la
proyección de fragmentos de lava durante las explosiones que la mayoría solidifican en
la atmósfera para luego caer.
Foto del autor. Otro suelo volcánico similar al anterior, pero éste con los fragmentos
más oscuros.
69
CAPÍTULO I: Volcán El Berrocal
Foto del autor. Perfecta imagen del cono volcánico del volcán El Berrocal; es, como
puede verse, un cono perfecto. La ladera N se encuentra cubierta en gran parte por
enebros, encinas, tomillos y olivares. La ladera S, parte del W y parte del E se
encuentran dedicadas el cultivo cerealista. Los cerros del fondo pertenecen al Macizo
de la Higuera. Esa línea que simula un camino es el proyecto de Vía Verde que el
Excmo. Ayuntamiento de Aldea del Rey tiene programado y según nos han comunicado
ya han iniciado. Por ese trayecto, hoy un camino, es por donde iba la línea férrea del
FFCC Puertollano – Valdepeñas a su paso por el T.M. de Aldea del Rey. Esta fotografía
está tomada desde el cráter del volcán Las Pilas, una tarde de enero/2017,
vislumbrándose en el fondo la tenue nieblina que aquella tarde existía. En conos
perfectos de volcanes como este, tanto a nivel proximal como distal los cálculos
morfoparamétricos puede determinarse con mayor exactitud. Para llegar a este volcán
desde Aldea del Rey hay que salir por el Camino de Las Mesas y del Valle, pero una vez
llegados a la primera bifurcación, coger el ramal de la izquierda y siguiéndolo
llegaremos a la Finca el Berrocal, dedicada a la explotación de ganado ovino de
altísima calidad por la rigurosa selección genética que llevan a cabo, y que gestionan
Julián Alañón y su hijo, también Julián Alañón. A la derecha de la entrada a la Finca El
Berrocal, junto al trayecto de la antigua vía de ferrocarril se encuentra una casita casi
derruida de los antiguos operarios de la vía. La tarde del 24 de enero de 2017 la
dedicamos acceder andando al cráter del volcán, visualizarlo, estudiarlo, medir con
podómetro la longitud de la zona proximal del edificio volcánico, recoger algunas de las
muestras volcánicas allí encontradas, determinar el diámetro del cráter, sus
circunstancias de conservación actuales, etc. También en un recipiente de cristal
recogeremos muestras de aquellos suelos, que, según laderas posee distintas
tonalidades de color.
70
Foto del autor. Tres ejemplares de basalto encontrados en las proximidades del puente
de la vía FFCC en las cercanías de la Finca El Berrocal , el primero con fenocristales y
xenolitos, el segundo de aspecto tobáceo y el tercero de textura vesicular con
tonalidad férrica.
Foto del autor. Algunos de los berruecos o bolones de El Berrocal, pero lejos de
tratarse de bloques de granito o basalto, lo son de cuarcitas, encontrándose en la zona
intermedia entre la proximal y distal de dicho volcán. Sufrimos un desencanto.
71
Datos sobre el volcán El Berrocal
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Berrocal, El 7,5 300 x 300 800 820 / 757 687 / 70
Los datos en negrita han sido dados por la Dra. Elena González
Cárdenas, profesora titular de Geografía Física de la UCLM, Campus de
C. Real. Los datos en rojo han sido obtenidos por el autor de este trabajo
medidos por GPS, los cuales tendremos en consideración para
determinados cálculos. Es decir, si la altitud de la base del edificio
volcánico es de 687 msnm y la altitud del volcán medida en su cúspide o
cráter es de 757 msnm, la altura del edificio volcánico es de 70 metros.
Se trata de un móvil muy completo y fiable SAMSUNG S5, con una
fiabilidad +/- 5 metros, a veces más aún, +/- 4 ó +/- 3.
Subimos con todoterreno Ford Maverick 127, por la ladera de liego
que se encuentra entre los sembrados de la izquierda de la fotografía
anterior y los olivos plantados en la parte derecha del liego. Dejamos el
vehículo en la zona que hay al llegar a la línea primera de chaparros o
encinetes. El resto lo hicimos a pie recorriendo toda la zona cratérica.
Toda la ladera N y W del cono volcánico se encuentra poblada de
enebros, jaras, tomillos, encinas y encinotes o chaparros. Para poder
justificar el nombre, El Berrocal, inspeccionamos todo desde arriba
hacia abajo; nada de berruecos, bolones ni piedras caballera, sólo
encontramos como se verá en las fotografías siguientes bastantes
pliegues cuarcíticos casi totalmente soterrados y gran profusión de
rocas cuarcíricas, bloques grandes, medianos y pequeños. Nada de
granitos ni de basaltos. Es más, por todos los alrededores del edificio
volcánico nos fue imposible encontrar basaltos porfídicos, tan sólo en
las proximidades del puente perfectamente conservado del FFCC
Puertollano – Valdepeñas encontramos 3 ejemplares. Tuvimos que
conformarnos con recoger de las proximidades del trazado de dicha vía
férrea fragmentos de basalto de las rocas que fracturamos con martillo,
que aquellos lejanos operarios dejaron tras taladrar y perforar las
coladas de lava basáltica para el enclave de la vía, y, esos basaltos
poseían una textura no porfídica sino con oquedades, vacuolas y
vesículas. Todos los terrenos que se encuentran en derredor del edificio
volcánico El Berrocal son pedregales cuarcíticos, terrenos arenosos y,
lo que podríamos llamar suelo se encuentra a mayor profundidad. Esta
zona está dedicada principalmente a la plantación de olivares y
72
almendros. En la zona supuestamente cratérica no existe ningún atisbo
geomorfológico de cráter, tampoco encontramos ni cenizas ni lapilli ni
escorias, tan sólo aparecen en derredor una especie de cordones
interrumpidos de circunvalación cuarcítica. Es decir, el volcán El
Berrocal de génesis efusiva debió de emitir sus lavas por las grietas,
huecos, espacios y fisuras de los pliegues de cuarcitas fracturados y
rotos.
De acuerdo con ciertos datos de los proporcionados por la Dra.
González Cárdenas y los nuestros propios, vamos a determinar la
conformación morfoparamétrica del volcán El Berrocal.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
El Berrocal 7,06 165,55 7,50 / 7,80 0,0039 ó 3,9 Hm3
NOTA: Para el cálculo del área de la superficie de la base del edificio
volcánico hemos utilizado la fórmula para calcular el área de un círculo,
π.r2; si se tratara de una elipse, la fórmula sería π.a.b, siendo a y b los
semiejes de esa elipse, que no es el caso. Para el cálculo de la
generatriz del edificio volcánico hemos aplicado el teorema de
Pitágoras, ya que el radio de la base y la altura del cono volcánico
forman un ángulo recto y la generatriz sería la hipotenusa, es decir, g =
(r2 + h2). Para el cálculo del área lateral del edificio volcánico utilizamos
la fórmula del área lateral de un cono, es decir, π . r . g; y, para el cálculo
del volumen del edificio volcánico lo hacemos con la fórmula del volumen
de un cono, es decir, V = 1/3 . B . h = 1/3 . π . r2 . h. Si se tratase de un
tronco de cono de base y cráter elípticos, en su momento expondremos
las expresiones o fórmulas matemáticas para dichos cálculos.
Según el volumen obtenido para el volcán El Berrocal, 0,0039 Km3
se trata de un edificio volcánico de tipo Mediano.
En la serie de fotografías que siguen se pueden ver diferentes
detalles del cráter del volcán El Berrocal. Se trataba de una tarde soleada
del mes de enero/2017, pero que corría un viento fresco tirando a frío.
73
Foto de autor. Fotografía tomada en el cráter del volcán El Berrocal, donde sólo
encontramos cuarcitas disgregadas por el entorno. Sin rastro alguno de productos
volcánicos, ni escorias, ni lapilli, ni tobas, ni piroclastos, etc. Se trata de una superficie
casi plana, eso sí, algo cóncava, siendo frecuentes en el entorno encinas y algunas
coscojas. Éste es Juan Morales González, que se está aficionando a los trabajos de
campo sobre vulcanología, hombre activo, dialogante, sabiendo escuchar, receptivo.
Tiene un hijo, Juan Morales Delgado, que actualmente se encuentra cursando en la
UCLM, Campus de C. Real, 2º curso de la Graduación en Geografía. Aunque le he
instando a que opte por la Geografía Física, parece que se va a inclinar por la
especialidad de Geografía Humana.
74
Foto del autor. Cráter del volcán Las Pilas, donde puede verse un pliegue cuarcítico
fuertemente meteorizado, de donde se deduce que todos esos fragmentos de cuarcitas
repartidos por el cráter pertenecen a éste u otros pliegues allí existentes. Este caso
igualmente se da en el cráter del volcán La Cueva del Alguacil, aunque en éste existen
pliegues que destacan en el exterior, como delimitando el cráter, otros soterrados
parcialmente, así como fracturados igualmente por meteorización física, química y
biológica.
75
Foto del autor. Bloque cuarcítico hallado en el cráter del volcán el Berrocal, muy
meteorizado así como invadido de líquenes. Este bloque debió de pertenecer al pliegue
anteriormente descrito. La meteorización química de este bloque como puede
observarse es predominantemente férrica; no obstante, conviene precisar que esas
zonas de tonalidades amarillas en los laterales y grises blanquecinas en la superficie
superior, hay que atribuirlas a la meteorización biológica, es decir, a la parición de
líquenes (alga + hongo), que luego se detallará. Si vamos provisto de una lupa de
suficiente potencia podremos observar en el terreno estas particularidades. Como
igualmente puede observarse aparecen diaclasas y fracturas multidireccionales así
como horizontales. Y es que junto a la meteorización química y biológica, igualmente
actúa la meteorización física, particularmente la termofracción y la gelifracción.
Foto del autor. Suelo del entorno del volcán El Berrrocal situado en las cercanías del
arroyo del Saltillo en su discurrir por esa zona. Como en casos similares aparecen los
fragmentos de rocas volcánicas la mayoría de ellas como hemos indicado producto de
la solidificación de partes de lava lanzas al espacio durante las explosiones. Sulos
típicamente volcánicos, andosoles.
76
CAPÍTULO II: Volcán Las Canteras de Miró
Foto del autor. Volcán Las Canteras de Miró, un poco en dirección NE de la antigua
estación de FFCC Puertollano – Valdepeñas. Se trata de un cerro cuarcítico poblado de
encinas y coscojas, encontrándose en la zona baja del edificio volcánico extensas
plantaciones de olivos. Su acceso tanto por el E como por el W es complicado, la mayor
parte del recorrido hay que hacerlo a pie.
77
Foto del autor. Coladas superficialmente férricas al N del volcán Las Canteras de Miró,
que en su tiempo fueron explotadas por los canteros de Aldea del Rey. Se encuentran
en las proximidades de la antigua estación del FFCC Puertollano – Valdepeñas.
Foto GEOVOL. Esquema geomorfológico de los volcanes de las Canteras de Miró.
Coladas en sentido norte, este y oeste. Se accede a ellas fácilmente por la carretera
Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano, desviándose a la izquierda pasando
La Lucana. Puede observarse el detalle de dos conos eruptivos. Como puede verse en
el esquema geomorfológico en el volcán existen dos conos de piroclastos próximos,
pero las coladas de lava basáltica, una se dirige hacia el W, otra hacia el E y la más
importante hacia el norte, que es donde se encuentran las canteras que llevan su
nombre; aunque, estas canteras no se explotaron sobre estas coladas exclusivamente,
sino que también allí se solaparon con las coladas procedentes del volcán Cerro Prieto,
de La Vaqueriza y del volcán de Las Mesas. Al respecto consideramos oportuno incluir
aquí en este trabajo, lo que nos comentó una tarde, Román Zapata, visitando las
Canteras de La Loma de las Canteras, un poco más allá de la casa de Hernán Muñoz
virando hacia la derecha. He aquí nuestro diálogo con Román Zapata Bravo.
<<Cuatro fueron los hermanos, que según el orden de edad vienen como sigue:
Pilar, Román, Miguel, Zenón y Guillermo. Hoy sólo vive Zenón, a quien Dios guarde
muchos años. Todos los varones e incluso Miguel, hijo de Miguel, Miguelillo, como
entre ellos le llamaban, han trabajado en la Cantera o, canteras. Pues según me
comentaba Zenón Zapata Bravo, él trabajó en canteras de Aldea del Rey (C.Real),
Toledo, Madrid y hasta en Barcelona. Una tarde Zenón Zapata, Juan Morales y yo,
visitamos la Lomas de las Canteras, un poco más allá pasando la casa de Hernán
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Muñoz a la derecha. Durante el trayecto de ida y vuelta, así como durante el tiempo
que allí estuvimos, a preguntas que le iba formulando, Zenón, en muchos momentos
intensamente emocionado, a veces triste y sufriente, nos fue comentando, en
momentos con lamentos, de su vida, de sus vidas en las canteras. ¡¡Cuánto
sufrimiento pasamos en las Canteras de Miró … para pasar hambre, ganando unas
pesetas!! Las Canteras de Miró consistieron en la explotación de las enormes coladas
de lava basáltica que los volcanes Canteras, Cerro Prieto, Vaqueriza y Las Mesas, en
sus respectivas emisiones de lava, formaron allá en aquella zona geográfica dichos
volcanes. Tendría yo unos 8-10 años de edad cuando veía la enorme cantidad de
hombres y jóvenes, unos andando, otros en burros o en carros, después en bicicletas,
iban y venían a ganar, según el rendimiento, para poder comer. Cuatro eran los
Zapata, y su madre, me comentaba Zenón, muchas veces tenía que ir a casa del
propietario de las Canteras para que le adelantase a cuenta tres, cuatro o cinco duros
(1 duro = 5 ptas.) porque no les llegaba, por circunstancias climatológicas, lo que
ganaban para poder comer. Les pagaban, según decía Zenón, cada quince días, cada
dos semanas. Y, ¿cuál era el sueldo, si así podemos decirlo? Diez céntimos, la décima
parte de una peseta, por cada adoquín que tallaban. Si el tiempo acompañaba, no
llovía, que era lo más frecuente, y no podían trabajar, podían tallar cada uno de los
hermanos Zapata, entre 50 – 80 - 100 adoquines, es decir, un máximo de 1000
céntimos, que traducido a pesetas equivalían a 10 pesetas por día. ¡¡Qué miseria de
vida, qué sufrimientos, qué dureza y penosidad de trabajo … para poder ganar, y no
siempre, 10 ptas!!, exclamaba Zenón medio acongojado.
Toma, Zenón, cómete unas figuritas; y, tú, Juan, imítale. Además, cuando te
comas las figuritas, te vas a fumar un cigarrillo. No fumo, me respondió Zenón, pero
ve voy a fumar ese cigarro. Para evitar que se apenase pensando en aquellas
circunstancias, le dije: Yo aprecio mucho a Marisol; lo sé, me respondió, y ella a ti
también. Pero él, continuó después: Mi hermano Miguel (El Capi), puso una tienda y
dejó los trabajos en las Canteras. Recordarás, Claro, ¡cómo nos lo pasábamos Miguel
y yo los sábados, todos los sábados, ya eran otros tiempos! Ahora trabajábamos por
nuestra cuenta. Yo, decía Zenón, nunca quise, ni quisimos trabajar a jornal,
queríamos trabajar según rendimiento en las Canteras de Miró. Aquellos tiempos
fueron dramáticos, difíciles, tiempos de hambre y sufrimiento. Mi hermano Guillermo,
Mirri, mi padre lo puso a trabajar en las Canteras a los 12 años; y a mí quizás antes
de esa edad. Mi hermano Mirri enfermó a consecuencia del polvo del basalto, de los
barrenos, de los martillazos, todo era a golpes. Sí, le respondí, tuvo algo así como
silicosis. ¡Sí, la silicosis!, respondió quejumbroso Zenón. Sí, efectivamente, Zenón, la
silicosis es una enfermedad que se contrae como consecuencia de respirar el polvo
del dióxido de silicio, de la sílice, y, este compuesto químico es abundante tanto en el
basalto como en las cuarcitas. Volvió Zenón a quedarse en silencio. Yo, continuó,
siempre quise, según mis posibilidades, que eran pocas, que mis hijos estudiases, y,
mi hijo Zenón cuando terminó la escuela estuvo estudiando en Almagro. Se cansó
pronto, y se vino a trabajar con El Plati en los albañiles, y Paco lo apreciaba mucho.
Pero ahora con la crisis casi no tienen trabajo. Me molestó mucho aquella decisión
que tomó mi Zenón. Mi hija Pilar tampoco quiso estudiar; sólo mi hija Marisol hizo lo
que yo quería, que estudiase y sacase una carrera.
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A propósito, Zenón, yo a tu hija Marisol la quiero un montón, la aprecio sin
límites. La tuve al frente de Cultura y de la Universidad Popular, creo recordar que
ocho años. Era como mi alma, sabía lo que yo quería hacer en Cultura y en la
Universidad Popular, todo me lo consultaba, tenía muchas iniciativas, me gestionó
Cultura y la Universidad Popular con rigor, exquisitamente; consiguió que los alumnos
y alumnas de la Universidad Popular llegasen a ser como una familia, había unidad,
sentimientos comunes; la Universidad Popular de Aldea del Rey llegó a ser estimada y
conocida en toda la provincia. Me llevaba el control de los recursos económicos al
céntimo, me acuerdo mucho de ella, siempre la llevaré en mi alma y en mi corazón.
Marisol, Zenón, llegó a ser para mí como mi alma gemela; sintió y vivió Cultura y la
Universidad Popular incluso más que yo. No sé, respondió Zenón, el porqué dejaste el
Ayuntamiento. Le respondí: “Pues, Zenón, dejé el Ayuntamiento porque me había
hecho rico con la política”. Zenón se echo a reír. Sí, Zenón, a tu hija Marisol la tengo
en una estima, en una apreciación, en una consideración, en un respeto y valoración
alta, muy alta. Ella a ti, Contestó Zenón, también.
Bueno, Zenón, y estas enormes piedras, estos basaltos y estas cuarcitas, cómo
las partíais. Con barrenos y pólvora. A base de martillazos. ¡Cuánto sufrimiento!
Poníamos el barreno en la zona sana de la piedra, martillazo que te crió, luego le
echábamos agua para que se ablandara y recogiera el polvo y sacarlo de la piedra.
Luego, con el tiempo, en las Canteras de Miró había barreneros, canteros y operarios;
éstos retiraban la tierra, las lanchas, limpiaban la zona. Los barreneros a barrenar,
les pagaban 2 pesetas por la cuarta de penetración, y nosotros los canteros a tallar la
piedra. Esta época, que también sufríamos mucho, pero ya era otra cosa. Hace un
poco tiempo, estando visitando las Canteras, me encontré en una zona profunda un
precioso hogaril. A. sí, respondió Zenón, allí guisábamos, calentábamos la comida,
nos calentábamos nosotros. Había muchos días que debido a la lluvia no podíamos
trabajar, no ganábamos nada. Cuando llegaba el buen tiempo, finales de primavera y
durante el verano, dormíamos allí en las Canteras, para evitarnos las caminatas y
aprovechar mejor el tiempo, hacíamos más adoquines. ¡A saber la cantidad de
adoquines que cargamos en el “trenillo”, para Valdepeñas, Tomelloso, para todos los
sitios de la provincia!
Me gustaría que me dijeras, Zenón, algunos nombres de aquellos canteros,
barreneros y operarios. ¡Bah, un montón! ¡Allí trabajábamos un montón de gente del
pueblo! ……….>>.
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Foto del autor: Hogaril encontrado en la zona de explotación de las canteras de basalto
del solapamiento de las coladas basálticas de los volcanes Cerro Prieto y La Vaqueriza,
donde los antiguos canteros preparaban sus comidas o se calentaban en tiempos de
frío. Se encuentra en una de las hondonadas que practicaban tratando de dejar al
descubierto las coladas para luego con barrenos fracturarlas. Deseo y espero que si
alguien dieran con él, lo respetase, contiene mucha historia sobre los canteros de
Aldea del Rey. Este hogaril que encontré me fue confirmado por Zenón Zapata.
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Foto del autor. Fotografía donde puede apreciarse una de las coladas del Volcán La
Vaqueriza, parte izquierda de la carretera. Los antiguos canteros construyeron allí
algunos diques de contención con piedras o bloques de basalto. Igualmente se puede
observar la tonalidad oscura de los suelos volcánicos, apareciendo almendros y
olivares ya en el sentido del Volcán de Cerro Prieto y del Volcán Las Mesas, sin
olvidarnos, pues quedan hacia la izquierda de la foto, los Volcanes de las Canteras y
Miró, así como el Volcán Las Mesas, sin olvidar el Volcán El Berrocal.
Foto del autor: Montículos acordonados de los subproductos de la fabricación o
confección de los adoquines, que los canteros iban acumulando. Desde la localidad de
Aldea del Rey, bien en bicicletas, burros, carros, etc., se trasladaban los canteros a
trabajar el basalto. Una gran parte de la población trabajó aquí, dándose
desgraciadamente algunas tragedias. Testigos de nuestra historia. Esta era labor de
los operarios.
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Foto del autor. Ejemplar de un conglomerado de basalto donde la pasta o masa cementante es igualmente de naturaleza lávica. Se aprecian en él las brechas que lo forman, así como otras motas o partículas de plagioclasas y algún vestigio de cuarzo.
Foto del autor. Fotografía de una bomba volcánica en forma de pan encontrada en las
Canteras de Miró. Sus bordes suaves se deben a la conformación de la lava expulsada
por los aires, atmósfera, y a los efectos modeladores de la misma.
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Fotos del autor. Bloques basálticos de aspecto metalizado, como consecuencia de la meteorización de los agentes atmosféricos, con incidencia particularmente a los minerales primarios, biotita, hornblenda, piroxeos y anfíboles, que derivaron en óxidos de hierro y de manganeso, siendo las tonalidades rojizoides debidas a los óxidos de fierro y las oscuras y casi negras a los óxidos de manganeso. El proceso fundamental de esta meteorización se denomina oxidación. Se encuentran en el camino del Saltillo, ése que se dirigía a la antigua estación de FFCC de Miró, en la parte derecha del camino, en un tramo inferior a los 100 metros de distancia. Tal vez fueron allí ubicados por los agricultores, bien con mulas, bien posteriormente con tractores. Estas muestras son llamativas por cuando sus superficies, como he indicado, presentan aspecto metalizado. Más adelante, en las pruebas físicas y químicas que se realicen, calcularemos sus densidades y reacciones específicas tanto con el ácido clorhídrico como con el ácido sulfúrico, éstos evidentemente, con concentraciones manejables, inferiores al 20 por 100. Para estas pruebas se tomaron muestras de la parte inferior de esas moles de basalto, precisamente de aquellos lugares de la muestra donde el deterioro fuese el menor posible, insignificante. Se trata de respetar la naturaleza, el Museo Natural por excelencia.
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Foto del autor. Muestra de un basalto semejante a los de los casos anteriores, pero en este caso invadido de veteado de plagioclasas y cuarzo. Estas curiosidades mineralógicas el petrógrafo debe identificar a qué tipos de compuestos pertenecen recurriendo con unas gotitas de ácido, normalmente débiles, como el ácido acético del vinagre o el ácido cítrico del jugo de un limón para ver si se produce efervescencia como consecuencia de la descomposición de los carbonatos con desprendimiento de dióxido de carbono (anhídrido de carbono), caso que aquí no se producía. Estas muestras las encontramos en las proximidades del arroyo del Saltillo en su discurrir por la zona de Miró. Fracturamos con martillo un fragmento de la base del bloque para realizar estudios físicos, magnéticos, químicos y pirognósticos. Si observamos que en fractura reciente esas superficies tenían tonalidades rojizas, así como algunas zonas más oscurecidas, como negras. Lo hemos comentado, tanto el Fe como Mn son dos potentes cromógenos.
Foto del autor. Tres ejemplares de basalto porfídico con grandes fenocristales predominantemente de plagioclasas cálcicas y cuarzo. Fueron recopilados de las
canteras existentes en el solapamiento de las coladas de Cerro Prieto y La Vaqueriza, en las proximidades de la carretera Puertollano – Almuradiel, pasando por Aldea del
Rey.
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Foto del autor. Ejemplar de basalto de modo de toba volcánica, de textura áspera entre granular y piroclástica.
Cálculos morfoparamétricos
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Canteras 40 400 x 600 1.500 875 / 151
La altitud de la base = 724 m. GPS.
Cálculos paramétricos.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3 / Hm3
Canteras 18,84 278 aprox. 20,34 0,0095 / 9,50 Para el cálculo de la generatriz del cono volcánico hay que conocer el radio del círculo equivalente; teorema de Pitágoras. Sup. Círculo = Sup. Elipse. R = 233 m.
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Foto del autor. Ejemplar de una cuasi pumita. Flota en el seno del agua. Las pumitas
puras tienen flotabilidad en la superficie del agua, ésta no, flota en el seno sin llegar al
fondo del recipiente. Pero, ¿qué es una pumita o piedra pómez? Se trata de una roca
volcánica que se forma cuanto la espuma de la superficie de la lava solidifica, pues está
constituida por un vidrio espumoso y al contener muchas vesículas incluso por su
interior, que se encuentran llenas de aire, se densidad es baja y flota en el agua. El
ejemplar en cuestión, aparte de contener cuarzo, feldespatos y biotita, por su aspecto
y al tacto, denota que posee consistencia, debiendo contener minerales de mayor
densidad. Antiguamente se utilizaba mucho en las matanzas de los cerdos, cuando
después de “socarrinarlos” para quitarles las cerdas, había que limpiarlos con agua
caliente y piedra pómez para que su piel quedase limpia. Esta era una labor que de
pequeños nos gustaba mucho hacer.
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Foto del autor. Correspondiente a las Canteras, donde pueden verse tanto la tierra que
se extraía para dejar libres los bloques de basalto de las coladas, como los fragmentos
y lanchas que de desprendían cuando se tallaban los adoquines. Los operarios eran los
encargados bien de retirar esta tierra, los fragmentos y lanchas, así como de formar
como especie de diques a modo de pasillos por donde circular con carretillas para ir
transportando los adoquines, disponiéndoles para que en los vagones dedicados a
mercancías, allí en la estación de Miró, se embarcasen para cualesquiera distintos de
la provincia de C. Real. Estas Canteras las pueden ustedes visitar, comenzando en la
estación de Miró y finalizando allá en las cercanías del volcán La Vaqueriza. Sobre el
sacrificado trabajo de los canteros (barrenadores, talladores y operarios) páginas
atrás nos ha hablado Zenón Zapata Bravo.
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CAPÍTULO III: Volcán Cerro Prieto
Foto del autor. Volcán Cerro Prieto. Laderas N y NW del cono volcánico. Este volcán se
encuentra rodeado al E por el volcán Las Canteras de Miró, al NW por el volcán La
Vaqueriza y al W por el volcán Las Mesas. Se trata de unos de los aparatos volcánicos
más significativos de Aldea del Rey. Se trata de un roquedo cuarcítico que por su
dirección cardinal S lo limita El Valle. Como puede verse por todas sus direcciones
cardinales la zona proximal del volcán se encuentra, aunque con espacios libres,
rodeada de encinas, coscojas y olivares. Es más sencillo acceder a él por su dirección
W, pues con todoterreno nos podemos acercar hasta unos 150 metros del cráter. La
zona proximal como la distal son abundantes de bloques basálticos de textura globular
irregular, plastrones de lava y enclavados cuarcíticos. Ya en la zona distal nos
encontramos con Las Canteras de Miró de tan larga historia local, donde son
frecuentes y de cierta extensión las coladas de lava basáltica, y donde confluyen las
coladas de los volcanes Cerro Prieto, Canteras de Miró, Las Mesas y La Vaqueriza. Los
suelos son del tipo negrizal de la familia de los andosoles. Para llegar a él desde la
localidad de Aldea del Rey hay que tomar el Camino de Las Mesas. Las inmensas
perspectivas que se tienen desde el cráter, como ya dije en otro momento, te hacen
experimentar como una ingravidez espiritual. Recogimos muestras en todas
direcciones del cono volcánico, así como de la zona distal, como posteriormente
veremos. Y, frente a la cara N de la zona proximal tenemos una casita, que según
comentarios perteneció aun colmenero de Puertollano, donde los spatter son
abundantes, así como las tobas e incluso las brechas volcánicas. Junto al Camino de
las Mesas Altas nos encontramos, que allí pueden ver, un ejemplar de plastrón de lava
rojizoide que fotografiamos y que en su momento podrán ver aquí. El entorno de este
volcán es realmente atractivo, el espíritu se expande, los sentidos se activan, es decir,
se vive la naturaleza.
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Foto E. Glez. Cárdenas. Esquema geomorfológico del Volcán de Cerro Prieto (González Cárdenas). Pueden observarse la carretera de Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano, por la parte superior, límite de las coladas basálticas, así como el camino de Las Mesas y del Valle, hacia la parte central de la fotografía. Igualmente, y con punteado en blanco, las zonas donde se encuentran las Canteras otrora en explotación, y cuyos adoquines pavimentaron las calles de Aldea del Rey así como otras calles de localidades vecinas del Campo de Calatrava. En la zona izquierda de la fotografía también se encuentra el pequeño cono adventicio del Volcán del Rincón, al cual dedicaremos epígrafe aparte. No obstante, las coladas de estos volcanes así como las del Volcán de La Vaqueriza, al otro lado de la carretera, al cual también dedicaremos epígrafe aparte, se solapan, aunque las coladas de éste no aparecen en la fotografía. Las coladas del Volcán de Cerro Prieto, fundamentalmente, van en sentido norte, noreste y noroeste, siendo por esta zona por donde se solapan con las coladas del Volcán del Rincón. Seguidamente vienen otras fotografías de determinados detalles sobre el Volcán de Cerro Prieto y relacionadas con él. Su cono volcánico está perfectamente indicado y delimitado. También derrama parte de coladas hacia la zona sur de la Sª de Calatrava. Por la zona S las coladas poseen menor extensión llegando hasta las proximidades del Camino del Valle, allá por el pozo, sitio o lugar donde tiene su nacimiento al arroyo Peñapalomera. Este camino en tiempos estivales es perfectamente transitable para todo tipo de vehículos, pero encontrándose blando o mojado sólo se puede transitar por todoterrenos y tractores. Para acceder a El Valle, al llegar a pie de monte de la zona proximal de Cerro Prieto sale un camino hacia la izquierda, que siguiéndolo nos encontraremos con la coqueta casita de El Portezuelo, y siguiendo siempre a la derecha llegaremos al Valle, que, pronto nos encontraremos con una valla metálica que nos impide seguir, lo cual siendo un camino vecinal, no está justificado que se encuentre impedido.
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Foto del autor. Ejemplo de las coladas de lava basáltica del volcán Cerro Prieto,
ubicadas en la zona distal del volcán por la cara N. Como podemos observar se
encuentran invadidas de diaclasas, producto de la disyunción columnar, y la hay
verticales, horizontales y oblicuas. El suelo del tipo andosol sobre dichas coladas varía
su potencia de 0,5 a 1,0 metro y más aún según ascendemos.
Cálculos morfoparamétricos
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Cerro Prieto 180 850 x 750 120 x 100
4.000 880 / 881 H = 134
La altitud de la base = 747 m / GPS
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3 /Hm3
Cerro Prieto 50,04 390, aprox. 164; 165 0,0223 / 22,35 Hm3
El tronco de cono le hacemos corresponder con un cono equivalente, que según la
extensión, 180 Ha, tendría un radio de la base de 749 m.
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Foto del autor. Toba volcánica. No hay que confundirla con la toba calcárea ni con la
pumita. La calcárea es blanca, como más indicativo, y la pumita flota en el agua. No es
el caso de este ejemplar hallado en las inmediaciones del volcán de Cerro Prieto.
Textura vesicular – vacuolar con oquedades. Ejemplar de gran belleza.
Foto del autor. Bello ejemplar de plastrón de lava de Cerro Prieto, encontrado en la
zona proximal del cono volcánico ladera N. Sus oquedades se encuentran rellenos de
suelo volcánico, andosol, debido a que lo removí dándole la vuelta. Fracturamos con
martillo algunos bordes apareciendo una tonalidad rojiza. Posee forma elipsoidea
aunque irregular en su superficie, bastante aspereza. Es perfectamente diferenciable
de un bloque basáltico, pues mientras éste es de tonalidad grisácea, el plastrón lo es
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rojizo. Además el bloque basáltico aunque también áspero, posee una superficie más
nítida, y de textura también vacuolar y vesicular pero con zonas porfídicas.
Circunvalar el cono volcánico de Cerro Prieto. Estando el tiempo
húmedo por lluvias recientes sólo se puede circunvalar en vehículo
todoterreno o en tractor, también en bicicleta de montaña, por lo que si
desea hacerse con otro vehículo debe hacerse en época seca cuando el
camino se encuentre adecuado. Nosotros lo hicimos en todoterreno,
deteniéndonos en tramos de 200 metros para ir observando los detalles
del cono volcánico, recogida de ejemplares volcánicos, toma de
fotografías, etc. El camino de circunvalación no discurre por la base del
cono volcánico, sino hacia la mitad del mismo. Se toma el camino de Las
Mesas, pasando las explotaciones ovinas de Los Catalanes, un poco más
hacia arriba al llegar a una pequeña explanada el camino se bifurca. Si
se toma el camino de la izquierda se iría hacia El Valle, dejando la casita
El Portezuelo a la derecha del mismo. Yo aconsejo que se circunvale no
por ese camino, sino siguiendo hacia adelante en dirección hacia Las
Mesas Altas. Este camino de Las Mesas Altas finaliza, no tiene
continuidad; sin embargo, unos 80 – 100 metros antes, se toma un
“paerón” que parte de este camino hacia la izquierda, discurriendo por
un liego. Se asciende por ahí, dejando el cono volcánico de Cerro Prieto
en la izquierda, para ir a parar a lo alto del monte y caer hacia El Valle,
que también se bajará por este mismo “paerón” de liego, llegándose al
fondo del valle hacia la altura del Pozo de El Valle. Se observará la cara
sur del cono volcánico de Cerro Prieto. A continuación se discurrirá por
un camino, generalmente en malas condiciones, paralelo al arroyo
Peñapalomera. Un poco más adelante al subir una ligera pendiente este
camino se bifurca, tomándose el que parte hacia la izquierda y
llegaremos a encontrarnos con la casita El Portezuelo que dejaremos a
la izquierda, se desciende por la ladera izquierda del cono volcánico
yendo a parar al punto inicial, a la bifurcación primera. Evidentemente
este recorrido también hacerse en sentido contrario, es decir, tomando
el camino de El Valle. Vuelvo a insistir, hagan este recorrido cuando el
camino se encuentre firme o, hágase en todoterreno o en bicicleta de
montaña.
Ya en las proximidades de la carretera Aldea del Rey – Argamasilla
de Cva. – Puertollano se ven las coladas de lava con grandes masas de
basalto que no hace muchos años fueron explotadas como canteras. Por
algunas zonas poseen potencias superiores a los 6 metros,
encontrándose superficialmente muy alteradas debido a la
meteorización, apareciendo tonalidades oscuras o negruzcas y
rojizoides. Sobre estas coladas puede apreciarse un grosor del suelo
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volcánico que oscila entre los 0,5 – 1 metros o más. Por esta zona del
cono volcánico de Cerro Prieto, de este a oeste, se extienden las
Canteras llamadas de Miró, donde tantos aldeanos trabajaron tan
duramente para ganar su subsistencia. Deambular por esa zona nos
hace venir a la mente el sacrificio de aquellos hombres, algunos
perdieron su vida allí.
Foto del autor. Ejemplar de toba calcárea, junto a tobas volcánicas. Estas muestras se
encuentran en la zona distal del volcán Cerro Prieto en las proximidades de las
Canteras en la cara N. La toba calcárea produce efervescencia con, por ejemplo,
vinagre, que contiene ácido acético, CH3 – COOH, llamado también ácido etanoico,
particularidad que no le ocurre al basalto. Además, desde el punto de vista del color
son perfectamente diferenciables dichas tobas, unas grises, otras blancas. La razón
química es ésta: CaCO3 + 2CH3 – COOH ----- Ca(CH3 – COO)2 + CO2+ H2O.
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Foto del autor. Carlos sobre uno de los montículos de tierra que en la explotación de las
canteras del volcán Cerro Prieto, se retiraban para acceder a las coladas, que
mediante explosivos, barrenos, picos, martillos, etc., utilizaban los canteros en su
trabajo para confeccionar los adoquines que han asfaltado numerosas calles de las
localidades vecinas de Aldea del Rey. Aun en el trabajo de observación y búsqueda de
muestras volcánicas, en algunos momentos Carlos sacaba a relucir su edad infantil,
jugaba. Al fondo a la izquierda el cerro del Saltillo. Puede observarse la fertilidad del
suelo volcánico en la cantidad y frondosidad de las hierbas que cubren dicho montículo
de tierra.
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Foto del autor. Carlos junto a una de las coladas lávicas más significativas de Aldea del
Rey, lugar donde se solapan las coladas del volcán Cerro Prieto y volcán La Vaqueriza.
Nunca se separaba del bastón con la finalidad de ahuyentar, si por allí merodeaba,
algún reptil o bicho. De estas grandes masas de basalto los canteros aldeanos
elaboraban los adoquines que antaño poblaron todas las calles de Aldea del Rey, así
como de muchas localidades, hoy sólo quedan algunos testigos. Resulta muy intuitivo
visitar con detenimiento estas canteras, donde puede apreciarse el enorme trabajo de
aquellos hombres, los Canteros de Aldea del Rey.
Foto del autor. Cima de Cerro Prieto donde debió ubicarse el cráter de dicho volcán.
Alrededor del mismo aparece una especie de cordón, interrumpido varias veces, de
bloques basálticos y tobas volcánicas ocultadas por las encinas y chaparros tan
frecuentes. Pueden verse esas acumulaciones hasta dentro del mismo cráter. Son muy
abundantes los fragmentos pequeños 3-4-5-10 cm resultado de las expulsiones de
bombas volcánicas, escorias y lapilli, que en fotografía posterior veremos. Ya al final de
este trabajo, en el apartado sobre la valoración del estado de conservación de los
volcanes de Aldea del Rey, en forma general, detallaremos tal estado actual. Pero,
adelantando algunas pinceladas diremos, sobre este volcán y concretamente sobre su
cráter, que bien los agricultores aficionados a la caza, así como los cazadores, algunos
años siembran esta zona de trigo, dicen para que se ceben allí los jabalíes y luego
poder cazarlos más fácilmente; estamos hablando sobre los jabalíes, venados, etc. Esa
tarde, 30 de enero/2017, accedimos al cráter en compañía de Juan Morales, tarde de
calor ya que allí llagamos sudando. Desde allí se tienen unas perspectivas realmente
de ensueño.
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Foto del autor. Ejemplares de escorias volcánicas que se encuentran en el cráter del
volcán así como en sus proximidades, estando igualmente presentes en las partes
bajas de la zona proximal. En las fases explosivas de los volcanes las expulsan junto
con las cenizas, lapilli y bombas volcánicas. Otra manera de formarse es en la parte
superior de las coladas de lava al enfriarse pareciendo muchas de ellas con vesículas,
vacuolas, huecos y cavidades. Desde el punto de vista del tacto son ásperas, como
granulosas que nos recuerdan a aquellas escorias que se formaban en los hornos de
las fraguas. Las de esta zona la mayoría de ellas son de color grisáceo, rojizoides y
claras, mientras que toras, por ejemplo, en muchos volcanes de las Islas Canarias son
oscuras.
F.A. Basaltos del cráter del volcán Cerro Prieto. Unos porfídicos, otros tobáceos.
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CAPÍTULO IV: Volcán La Colmenilla
Foto del autor. Como puede verse este volcán en la actualidad posee una conformación perfectamente tronco-cónica, pues tanto la superficie de su base como la de su cráter responden a un círculo. Sus límites cardinales son: N (cerros dirección complejo volcánico La Encina), S (cerro de Peña Rubia), E (cerros Casa del Médico o Casa de la Colmenilla - Saltillo) y W (cerro-volcán La Vaqueriza). Esta fotografía está tomada desde Las Mesas Altas. E/2017. Como puede verse perfectamente este volcán tiene conformación troco cónica. Limita al N con los cerros del Macizo de La Higuera en dirección al complejo volcánico de La Encina, al E con los cerros de la Casa del Médico, al S con el cerro de Peña Rubia y al W con el cerro y volcán La Vaqueriza. Se puede acceder a él por dos caminos; uno, el Camino del Saltillo, otro, el Camino del Buitre. Es fácilmente accesible. Con todoterreno se puede llegar hasta la zona de liegos del cono volcánico, para posteriormente recorrer todo el cráter tomando las medidas de sus ejes, los bordes cratéricos, el fondo del cráter, los muestras volcánicas sólidas allí existentes, recoger ejemplares de aerolitos volcánicos redondeados, tomar ejemplos de lapilli, así como de escorias volcánicas. En este caso como en otros similares, los cálculos deberemos hacerlos para un tronco de cono. En línea recta y según el Mapa Militar de España E. 1:50.000 la distancia del volcán La Comenilla a la localidad de Aldea del Rey es de 5,75 Km, por lo que por la carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano y siguiendo por el Cno. del Buitre o el Cno. del Saltillo, esa distancia, aproximadamente, puede oscilar entre los 7 – 8 Km de distancia. Por el Este le semicircunvala el Cno. del Saltillo, a la derecha de dicha carretera, y por el Oeste le semicircunvala el Cno. del Buitre, también a la derecha de la misma carretera como yendo a la explotación ganadera ovino-equina de Fructuoso Caballero. Se encuentra como enclavado en el Macizo de La Higuera. Se ve perfectamente indicado en cualquier mapa topográfico. Es un volcán que por razones de morfología y distancia así como de accesibilidad se presta a ser estudiado tanto desde el punto de vista morfométrico como paramétrico. Morfométrico en cuanto a sus medidas y forma, y paramétrico en cuanto a las relaciones entre estas medidas.
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Foto del autor. En esta fotografía puede verse el borde del cráter del volcán La
Colmenilla, formado por bloques de basalto, tobas y brechas volcánicas. Tiene una
altitud de 1,0 metros y se presenta circunvalando todo el cráter de forma elíptica,
menos una zona hacia la dirección SW, que es precisamente donde se emitió la mayor
cantidad de lava. El fondo del cráter es llano con frecuentes bloques de basalto
incrustados. Estos bordes cratéricos como podemos observar algunos poseen
coloración amarillenta, producto de la formación de limonita, siendo frecuente en ellos
cuando los fracturamos al martillo, que por su interior es frecuente la coloración
rojizoide, en este caso de oligisto o hematites. También este color amarillento se debe
en otros casos a la presencia de líquenes (= asociación de un alga y un hongo). En esta
asociación simbiótica, el hongo proporciona la hidratación del liquen, mientras el alga
proporciona hidratos de carbono que el hongo utiliza para su nutrición. Como la base
del edificio volcánico el cráter también posee esta forma geométrica de elipse.
Rebasando estos bordes cratéricos son frecuentes en todas direcciones las encinas y
chaparros. Allí en una zona del cráter nos encontramos con un artilugio de los
cazadores. Éste consistía en una garrafa de unos 50 litros de agua, un cubo tapado
lleno de trigo con un orificio para sacar el grano y un artilugio a modo de bebedero,
todo ello rodeado por una cuadrícula de enrejado que permite el paso de las perdices
pero no el de otros animales mayores. Se encuentra junto al tronco de un encinete que
le sirve de sombra.
99
Foto del autor. Suelo de la ladera sur del volcán con numerosos fragmentos volcánicos.
Ellos son debidos a la proyección de pequeñas masas de lava en la fase explosiva del
volcán, que caían en esta dirección y que solidificaban en la atmósfera. Son unos
redondeados, otros angulosos, de tamaños diferentes y de aspecto esponjoso y otros
con superficies planas. También son frecuentes por esta zona los lapillis y las escorias
volcánicas, así como otras bolitas de cómo de unos 2 cm, que, cuando estudiemos el
volcán La Vaqueriza, un poco más adelante, expondremos en fotografía, que
llamaremos aerolitos. Lo de aerolito no se refiere a que sea un cuerpo del espacio
exterior, sino que “litos” (= piedra), y “aero” (= voladora), piedra de reducido tamaño
que se forma al solidificar la lava proyectada por el volcán en sus explosiones, que lo
hace en el espacio antes de caer al suelo. Este suelo plagado de fragmentos,
proyecciones de lava y bombas volcánicas se encuentra en la parte S del referido
volcán. Hasta ahí llega el Camino del Saltillo, que parte de la carretera Aldea del Rey –
Argamasilla de Cva. – Puertollano, pasando La Lucana a mano derecha. En sus
proximidades Luis Villanueva posee en cuadro de almendros formidable, de floración
normal que tendrá que injertarlos. En ese chorrero donde hay gran cantidad de
acumulación cuarcíticas, también se encuentran bloques de basaltos de textura
granular, con oquedades y vacuolas.
100
Esquema goemorfológico del volcán La Colmenilla de González Cárdenas, Elena. En
esta fotografía puede verse en el cuadrante inferior derecho la carretera Aldea del Rey
– Argamasilla de Cva. – Puertollano; hacia la punta inferior de la colada de lava puede
verde una línea fIna que parte hacia la derecha de la carretera, es el camino del Buitre;
también partiendo de la carretera hacia la derecha ver la entrada en el cuadro
dirección Argamasilla de Cva. – Puertollano, parte otra línea fina que se dirige hacia el
cono de piroclastos por su cara este y que bordea el cerro Peña Rubia para finalizar
donde comienzan las parcelas agrícolas. Puede observarse como la colada principal
de lava, una especie de lengua, discurre entre el cerro Peña Rubia y el cono del volcán
La Vaqueriza. Todas las zonas más oscuras que rodean el cráter corresponden a
depósitos volcánicos en sus diversas modalidades. Un poco más adelante pasando el
cono volcánico de La Colmenilla, desde el camino del Buitre, parte hacia la derecha
una especie de “paerón” que discurre por la cara norte y que su trayecto lo hace por el
liego, donde nos encontraremos gran profusión de encinas, arbóreas y arbustivas, que
dificultad la visión de la totalidad del cono volcánico por esa cara. Puede verse también
antes de llegar al desvío del Buitre, otro caminito que también parte de la derecha de la
carretera y que llega hasta el volcán La Colmenilla, es el Cno. del Saltillo. No existen
afloramientos claros de las coladas de lava, toda esa zona que se indica en el esquema
geomorfológico se encuentra cubierto de terreno de cultivo. Sí que la zona derecha de
la lengua de lava que desciende de La Colmenilla se uniera, según los esquemas
geomorfológicos respectivos, a las coladas de lava que descendían del volcán La
101
Vaqueriza para solaparse con las coladas de lava del volcán Cerro Prieto. Es más, sólo
son visibles basaltos en las zonas aledañas al cráter.
Foto del autor. Fotografía del cráter de La Colmenilla, donde pueden observarse
bloques y spatters, así como el borde cratérico, aunque existen diferentes cordales en
el mismo cráter y en su derredor.
Foto del autor. Bello ejemplar de suelo volcánico, andosol, del volcán La Colmenilla,
fincas ubicadas en la ladera W de dicho volcán. Son los llamados negrizales.
102
Cálculos morfoparamétricos
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Colmenilla, La
189 800 x 800 3.500 Base: 770 Cráter: 835
Alt.: 65
AL = (R + r) g; V = 1/3 π (R2 + r2 + Rr)h; AT = AL + 1
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
Colmenilla, La
50,25 346 50,76 0,011 / 11 Hm3
Foto del autor. Parte de un ejemplar de basalto que se ven en acumulación de rocas
volcánicas con aspecto liso y textura afanítica porfídica. Algo que destacar con
respecto, por ejemplo, a los basaltos de Cerro Prieto, es que frente a la tonalidad
oscura de los basaltos de Cerro Prieto, éstos de La Colmenilla poseen una tonalidad
más clara; además, mientras que en los basaltos de Cerro Prieto son frecuentes los
fenocristales de plagioclasas e incluso de cuarzo blanco lechoso, en los de La
Colmenilla más bien son raros. La superficie de este ejemplar parece fresca, sólo
parece, pues debe ser su tonalidad producto de la meteorización, porque el corte
fresco es más oscuro.
103
Parámetros del tronco de cono del volcán La
Comenilla
- a = Eje mayor del cráter.
- b = Eje menor del cráter.
- h = Profundidad del cráter.
- gcr = generatriz del cráter.
- A = Eje mayor de la base.
- B = Eje menor de la base.
- gtco = generatriz del tronco de cono.
- H = Altura del tronco de cono.
- Si A = B, es decir, los ejes son iguales, se trata de un cono volcánico.
- Si A B, es decir, los ejes poseen distintas medidas, se trataría de una
elipse.
- Para el primer caso, A = B, y tratarse de un círculo y su perímetro de una
corcunferencia, las fórmulas a emplear serían:
. Superficie o área del círculo = π . R2, donde r = A/2 = B/2, que serían los
semiejes.
. Longitud de la circunferencia de la base = 2πR
- Para el caso A B
. Superficie o área de la elipse de la base = π . E/2 . B/2
. Longitud de la elipse de la base = 2π (A/2)2 + (B/2)2 /2, con una
aproximación inferior al 5%.
Estos datos son válidos cuando se trata de troncos de cono con bases y cráteres no circulares sino elípticos. Vienen detallados con precisión la nominación de los diferentes parámetros, así como las superficies tanto del círculo como de la elipse. No obstante, para no complicar ciertos cálculos hemos recurrido a una base y cono circulares equivalentes.
104
Ubicación del volcán
En línea recta y según el Mapa Militar de España E. 1:50.000 la distancia del volcán La Comenilla a la localidad de Aldea del Rey es de 5,75 Km, por lo que por la carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano y siguiendo por el Cno. del Buitre o el Cno. del Saltillo, esa distancia, aproximadamente, puede oscilar entre los 7 – 8 Km de distancia. Por el Este le semicircunvala el Cno. del Saltillo, a la derecha de dicha carretera, y por el Oeste le semicircunvala el Cno. del Buitre, también a la derecha de la misma carretera como yendo a la explotación ganadera ovino-equina de Fructuoso Caballero. Se encuentra como enclavado en el Macizo de La Higuera. Se ve perfectamente indicado en cualquier mapa topográfico. Es un volcán que por razones de morfología y distancia así como de accesibilidad se presta a ser estudiado tanto desde el punto de vista morfométrico como paramétrico. Morfométrico en cuanto a sus medidas y forma, y paramétrico en cuanto a las relaciones entre estas medidas.
Foto del autor. Otra perspectiva de La Colmenilla, delante de cuyo cono pueden verse
los suelos volcánicos, color parduzco oscuro, suelos de gran fertilidad. Este volcán es
de muy fácil acceso. Tomamos muestras de todas las posiciones. Se asciende a él
desde el Cno. del Buitre o desde el Cno. del Saltillo. Estos suelos negrizales típicos
andosoles, como luego veremos al final de este trabajo, por sus cualidades físicas,
densidad aparente, retención de agua, porcentaje de humedad, textura, etc., son los
suelos ideales para el cultivo. En el borde inferior de la fotografía pueden verse
fragmentos de rocas, la inmensa mayoría de ellas de naturaleza cuarcítica. No en balde
este volcán se encuentra rodeado del cerro cuarcítico de La Vaqueriza, cosa distinta al
volcán, y del cerro de Peña Rubia, así como de los cerros del entorno de la Casa del
Médico. Estas cuarcitas se encuentran muy fracturadas con fragmentos de diferentes
tamaños, que han sido motivo a lo largo del tiempo geológico de transporte hacia zonas
105
de menos altitud, así como labor de los agriculturas en sus faenas de descantado de
sus fincas para favorecer principalmente el desplazamiento y siega de sus cosechas.
Foto del autor. Ejemplares de basaltos de La Colmenilla del borde del cráter de dicho
volcán. Son como esponjosos, aunque golpeados con el martillo asoman superficies
porfídicas. El fragmento de la izquierda a modo de cono posee superficies lisas y es de
textura claramente porfídica. Resulta complicado encontrar este tipo de basaltos
alrededor del volcán, encontrándote algunos, pocos, en dirección al ovejero de
Fructuoso Caballero, que es, precisamente el sentido mayoritario de la colada de lava
de este volcán.
106
Foto del autor. Otro suelo del volcán La Colmenilla, éste con gran cantidad de
fragmentos de basalto y otros productos volcánicos, bastante redondeados.
Foto del autor: Carlos Rodríguez Barba con su amigo Koeman (Kuman), una hibridación
entre mastín y labrador. A este can sólo le hace falta hablar, aunque lo hace y mucho
con sus gestos, sus caricias, sus miradas, sus lamidos, sus ganas de jugar, siempre te
acompaña donde vayas, te busca para que lo acaricies, se tumba a tu lado, etc., es
decir, un auténtico amigo. Su gran defecto son los celos. Está muy bien alimentado,
todo tipos de gránulos, sobrantes de las comidas, leche. Todo el mundo que le conoce
te habla de su bondad, de lo mucho que le gusta que le digan algo. Eso sí, por su
territorio no quiere ver gatos, aves o pájaros. Guarda con celo las sobras de sus
comidas. Lo limpiamos, lo aseamos, le quitamos las inoportunas garrapatas, y hasta le
hemos preparado un lugar donde dormir o descansar. Es, sin apasionamiento, un
verdadero amigo, un encanto. Sólo con que una vez le digas algo, se hace amigo tuyo,
eso sí, sabe distinguir unos amigos de otros. Le encanta que le pases la mano por la
cara, que le rasques, que le frotes las orejas, que le hagas caricias por el lomo,
también, todo hay que decirlo, que le acaricies sus tostones. Mucha, mucha gente, me
ha hablado del encanto que es Koeman. Keoman es un can muy sensible al enfado de
sus amigos, pues cuando éstos le recriminan algún inadecuado comportamiento o
actitud, se pone triste. Es muy obediente, sensible, dócil, comprensible. Siente tal
cariño por sus amigos, que a gran distancia olfatea su presencia o proximidad,
107
conociendo hasta el sonido de sus vehículos. Sí, Carlos le quiere, le siente, le hace
caricias, lo mima. Él, Koeman, lo agradece con su entrega y cariño. Nosotros, en
recuerdo a un antecesor suyo que también se llamaba Koeman, sabe de su nombre,
sabe que lo queremos, sabe de nuestro cariño hacia él. Siente rechazo por el agua,
pero le aseamos con la esponja, le quitamos sus legañas, le peinamos su pelo, lo
lavamos. Actualmente, al día de hoy, finales de 2016, tiene casi tres años de edad, pues
será en abril de 2017 cuando cumpla los años. También se encrespa por el ruido de los
vehículos, tractores, camiones, coches, motos, etc., que por el camino pasan,
mostrando una actitud de inquietud, ladra, recorre su territorio creyendo que alguien lo
pueda invadir. Algún día, aunque no le apetece salir de su territorio, nos lo llevaremos
en nuestras correrías en el trabajo de campo.
Éste es Kuman, un encanto de can.
F.A. Bordes del cráter del volcán La Colmenilla con el cerro Peña Rubia al fondo, que no hay que confundirlo con el volcán, ya que a pesar de ser cosas distintas poseen diferentes altitudes. Según tomamos el Camino del Buitre, 1º) Cerro de Peña Rubia, 2º) Volcán La Colmenilla, un tronco de cono perfecto. La altitud del volcán media con GPS es de 835 msnm.
108
Capítulo V: Volcán La Cueva del Alguacil
Foto del autor: Volcán La Cueva del Alguacil, tomada desde el camino de Las Viñas.
Puede verse que el cráter de dicho volcán se encuentra situado entre dos crestones
cuarcíticos, existiendo entre amos crestones otros más pequeños y medio soterrados.
En estos crestones cuarcíticos existen numerosas fracturas producto de las enormes
presiones, y que fue a través de esas fracturas por donde se emitió la lava, que, por
cierto, en los alrededores de Corral Moreno, podrán observar multitud de los productos
emitidos por este volcán, así como las cabezas de columnas basálticas en disyunción
hexagonal que se encuentran afloradas delante de la casa. Tanto en las parcelas
anteriores a la casa como en las existentes detrás, podrán ver numerosas tobas
volcánicas y suelos volcánicos del tipo negrizal, que se extienden hasta las
proximidades de la carretera Aldea del Rey – Ciudad Real. No existen datos aportados
por los estudiosos del tema, pero, como se trata de un volcán dimensionalmente
asequible, hemos realizado las medidas sobre el terreno, eso sí, con trabajo y esfuerzo,
y de acuerdo con ellos procederemos en los cálculos morfométricos. Estos cálculos,
como ya indicamos en anteriores estudios, son aproximativos. Muy atractivo estén
volcán por cuanto se encuentra próximo a la localidad y es visitado con mucha
frecuencia. Entre las cresta que hay en los extremos, que es donde debió existir el
cráter de este volcán, existe una distancia aproximada de 60 metros y, estimamos otros
tantos en dirección E – W, luego los ejes del cráter serían 60 x 60, que tendremos que
utilizar para el cálculos de los parámetros morfométricos, áreas y volumen, porque, el
cono volcánico no se trata de un cono perfecto, sino que posee una elongación N – S.
Este aparato volcánico, su cono más concretamente, no guarda uniformidad en
todo su entorno, sino que, por la zona este su generatriz es más larga, mientras que
109
por las caras sur, oeste y norte, aunque ésta menos, se encuentran muy limitadas; e,
incluso los suelos en su derredor sus algo o muy diferentes, pues mientras que por las
caras este y norte son terrenos típicamente volcánico, andosoles, por las caras sur y
oeste, particularmente son suelos muy pedregosos, abundan en numerosos
fragmentos de cuarcitas que difícilmente dejan ver el suelo. Es decir, particularmente
las parcelas en dirección al camino de Las Viñas y en dirección al camino del Pozo de
la Umbría, son mucho más ricos agrícolamente que el resto. Como hemos indicado las
mediciones sobre este volcán las hemos realizado podométricamente, bien a pie, bien
con podómetro. Son éstos los resultados obtenidos.
Foto del autor. Grandes diaclasas en las cuarcitas de los pliegues del volcán La Cueva del Alguacil. Estas enormes diaclasas, aparte de generarse por la contracción de la propia roca, así como por la gelifracción, también se deben a la existencia de vetas de composición terrosa de menos cohesión, que por efectos del agua y del viento dan lugar a estas grandes diaclasas. Esta fotografía está tomada a escasamente un metro de distancia. Sobre el terreno puede determinar con un simple buril que la dureza de la cuarcita es muy superior a la roca existente en la grieta.
Foto del autor. Montículo o majano de rocas ubicado unos 400 – 500 metros antes de llegar a La
Cueva del Alguacil, junto a la parte izquierda del camino de acceso. Lo traigo aquí por cuando
pueden verse cuarcitas y ejemplares de basalto allí acumulados. Es el lugar donde más
ejemplares de estas rocas volcánicas pueden encontrarse, pues después de recorrer y pasear
por todo el entorno del Cerro de La Cueva del Alguacil, es muy infrecuente y hasta raro poder
encontrarte con ejemplares de esta roca.
110
Fotos del autor. Perspectiva de El Castillejo; se trata de un crestón cuarcítico que se
encuentra en dirección NW de La Cueva del Alguacil, y que en el tiempo geológico algo
tuvieron que ver. Se trata de una fotografía tomada desde arriba, donde puede
apreciarse con total nitidez la estructura tabular de las cuarcitas.
Foto del autor. Ejemplares de basaltos y de cuarcitas. Tres o cuatro ejemplares de
basalto y seis de cuarcitas, éstas de diversas tonalidades, siendo las rojizoides más
ricas en componentes férricos. Aparece un ejemplar de forma rómbica, hallado en el
pie del montecillo. Las cuarcitas como ya hemos indicado son rocas metamórficas. Las
cuarcitas según los componentes cromógenos las hay, y en nuestra colección las
tenemos, de tonalidades claras tirando a blanquecinas, grises claras y oscuras,
111
rojizoides, amarillentas, granates, etc., y algunas de ellas como en otra fotografía
veremos, veteadas. Pertenecen al entorno del volcán La Cueva del Alguacil.
Foto del autor. Coronas o cabezas de las columnas de basalto habidas delante de la
casa de Corral Moreno, procedentes de la solidificación de las lavas de la Cueva del
Alguacil, volcán La Encina y, según algunos, del volcán Los Frailes, éste en el término
municipal de Argamasilla de Cva. La lava forma estas columnas por disyunción
columnar, es decir, al solidificar y perder el agua, se forman diaclasas verticales de
separación entre ellas. Estas columnas de basalto de estructura hexagonal pueden
verse perfectamente en las coladas de lava del volcán Columba (Granátula de Cva.) a
ambos lados de la presa del Embalse Vega del Jabalón, y que traeremos aquí. También
en Las Canteras de Miró, donde las hay grises y rojizoides. En esta zona si se excavase
y se retirase la tierra extraída podríamos verlas tal como vemos y hemos indicado.
112
Foto del autor. Diaclasas de los basaltos de las coladas, en tonos rojizoideos, producto
de la alteración de los minerales primarios, en óxidos de hierro y manganeso
principalmente. Se ubican igualmente en el mismo lugar del caso anterior.
Fotos del autor. Bloques de basaltos y de tobas basálticas. Su predominio de tonalidad
negruzca nos hace ver la presencia de óxidos de manganeso derivados de los
minerales primarios tales como los piroxenos, anfíboles, moscovita, hornblenda, etc.
113
Esquema gráfico del autor a grandes rasgos donde se detallan los pliegues cuarcíticos
y en la parte central de abajo la cueva. En el esquema siguiente podrán ver los
diferentes elementos de un pliegue, lo cual considero interesante traer aquí por cuanto
la existencia de estos pliegues son muy frecuente en cerros de Aldea del Rey.
Cuarcitas procedentes del zócalo paleozoico.
Fuente: Wiquipedia.
114
Elementos de un pliegue.
Charnela: zona de mayor curvatura del pliegue.
Línea de charnela o eje de pliegue: línea que une los puntos de mayor curvatura
de una superficie del pliegue.
Dirección: ángulo que forma el eje del pliegue con la dirección geográfica
norte-sur.
Plano axial: plano que contiene todas las líneas de charnela y corta el pliegue.
Núcleo: parte más comprimida y más interna del pliegue.
Flancos: mitades en que divide el plano axial a un pliegue.
Cabeceo: ángulo que forma el eje de pliegue con una línea horizontal contenida
en el plano axial.
Cresta: zona más alta de un pliegue convexo hacia arriba.
Valle: zona más baja de un pliegue cóncavo hacia arriba.
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
C. Alguacil 11,33 380 x 380 1.200 66
Datos y cálculos paramétricos.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
C. Alguacil 11,33 202 12,05 0,0025 / 2,50 Hm3
Foto del autor. Vista del crestón cuarcítico El Castillejo desde arriba.
115
Foto del autor. Fotografía tomada en las inmediaciones del acceso a La Cueva del
Alguacil. La entrada se encuentra invadida de plantas silvestres, lo cual nos debe
hacer ser prudentes, ir acompañado de algún bastón, palo o garrota, con la finalidad
de ahuyentar posibles reptiles que en esa zona fresca y tapada pudieran encontrarse.
La Cueva del Alguacil no es un espacio suficientemente amplio, se trata de un hueco
considerable ubicado entre las rocas cuarcíticas, que ha sido utilizado como cobijo de
pastores.
Fotos del autor. Muestras basálticas del volcán La Cueva del Alguacil, también dos
ejemplares de cuarcitas de El Castillejo. Pueden verse dos cuarcitas, una de tonalidad
116
marrón y otra gris. Cuando veamos el tema de las cuarcitas de los entornos de los
volcanes de Aldea del Rey, estudiaremos el porqué de estas diferentes coloraciones.
Foto del autor. Ejemplares de basalto masivo, vacuolar, tobáceo y con rugosidades
lávicas del entorno de Corral Moreno. No sólo hasta Corral Moreno llegaron las coladas
de lava del volcán de La Cueva del Alguacil, sino que igualmente hay que contabilizar
las coladas del volcán La Encina e incluso las del volcán Los Frailes, éste en el término
municipal de Argamasilla de Cva. Muestras de estas coladas también pueden verse en
las proximidades de la carretera aldea del Rey – Ciudad Real, así como por el Camino
de las Viñas, en dirección a la localidad de Aldea del Rey. Aunque existen muestras
porfídicas la mayor de ellas son de aspecto o textura vacuolar, tobas, brechas y
aglomerados volcánicos.
Foto del autor. Otro de los pliegues del Castillejo, que se encuentra casi totalmente
soterrado. Se encuentra en la parte delantera del pequeño roquedo allí existente.
117
Foto del autor. Fotografía de una mole de cuarcita que se encuentra en la parte derecha del camino, junto a
la puerta de acceso a la Finca La Muela. La incorporo por lo siguiente: Puede observarse una especie de
aljibe, pues días anteriores habían sido de lluvia. Nunca debe beberse de esta agua, puede estar
contaminada, pues diversos animales, reptiles, aves, etc., pueden hacer uso de ella.
Foto del autor. Ejemplar de basalto vacuolar bastante meteorizado con predominio de
óxidos de manganeso. La capacidad de tinción del Mn es muy poderosa, existiendo en
sus proximidades los famosos hervideros además de la Fuente del Yezgo..
118
Foto del autor. Umbría del crestón de El Castillejo.
Foto del autor. Fotografía del murallón cuarcítico que se encuentra en la parte
izquierda de La Cueva del Alguacil, donde se aprecia la formación de una amplia zona
de mohosidad verde – amarillenta, se trata de líquenes, que como sabemos es la
asociación de un alga y un hongo. Esta asociación se llama simbiosis, donde el alga
realiza la función de la fotosíntesis, y el hongo adquieres los azúcares elaborados.
119
Foto del autor. Panorámica de la localidad de Aldea del Rey, tomada desde los
crestones cuarcíticos de lo alto de La Cueva del Alguacil. Puede observarse el camino
de acceso a dicho enclave natural, así como la tonalidad clara de los suelos próximos.
Se trata de un camino sólido, bien conservado, sin posibilidad de embarrados.
Foto del autor. Muestra de la fragmentación progresiva por meteorización de las
cuarcitas. Se encuentra en la parte posterior – lateral de La Cueva del Alguacil, en una
zona de fácil ascenso a la cresta cuarcítica.
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Foto del autor. En esta fotografía puede observarse lo que anteriormente hemos
indicado, la invasión de los terrenos por ingente cantidad de fragmento de cuarcitas,
que como también hemos dicho anteriormente, no dejan ver el suelo. Esta fotografía, el
suelo, está situado frente a la boca de La Cueva del Alguacil. Tonalidad clara.
Foto del autor. Suelo típicamente volcánico. Al fondo en primer plano puede verse el
volcán La Cueva del Alguacil. Al tratarse de un volcán efusivo, la emisión de sus lavas
fueron en dirección este, encontrándose muestras de las coladas junto a la Casa de
Corral Moreno, así como productos lávicos en el entorno de la Fuente del Yezgo y de la
Casa de Corral Moreno, también en sentido de la población de Aldea del Rey. Este
suelo, volcánico, contrasta perfectamente con otros que vienen en fotos, también de la
Cueva del Alguacil, donde su carácter volcánico adolece por su ausencia.
121
CAPÍTULO VI: Volcán La Encina
Foto del autor. Está tomada desde el Camino del Pozo de la Umbría en dirección al Camino del Buitre, precisamente desde aproximadamente hacia el cetro del Maar La Encina. Podríamos decir correspondiente a la ladera W. Pueden verse los pliegues cuarcíticos que sólo asoman un poco por efecto de la larga temporada en tiempo geológico de meteorización.
Foto del autor. Vista norte del volcán La Encina. Pueden observarse por la ladera
restos de corrientes lávicas. Su acceso aunque haciendo zig-zags es fácil, aunque hay
que hacer algún descansillo. Se accede al cráter por el camino de Los Arroyuelos,
122
malo para vehículos que no sean todoterrenos. De sus laderas tomamos muestras de
basaltos. Y en el cráter se pueden observar gran cantidad de spatters. Mucha gente
que tal vez no considera el paso del tiempo geológico experimente cierta decepción al
contemplar el cráter de este volcán, del cual sólo quedan testigos minúsculos. Muchas
tobas volcánicas, sppater, negrizales, y poco más. Ahora bien, desde arriba la
sensación es impresionante.
Foto del autor. Muestra de un suelo volcánico, invadido de fragmentos de basalto, así
como otros redondeados. Su tonalidad es oscura.
Foto del autor. Tomada del panel que existe a la entrada del maar La Encina, junto a la
llamada “Piedra Geovol”. Este panel se debe al grupo GEOVOL, para Castilla La
123
Mancha, patrocinado por La Caixa. Se trata de una foto real, donde puede verse el
cerro o cono del volcán La Encina, así como en la parte inferior de la foto parte del
Maar La Encina, en esta ocasión con agua. Si tomamos como referencia el borde del
cráter del volcán, según el sentido del Camino del Pozo de la Umbría, también Camino
de las Arenas, hacia la parte que da a los cerros del Macizo de La Higuera, pueden
verse los suelos típicamente volcánicos en barbechera. Este volcán junto con el maar
están declarados Monumentos Naturales. En el entorno del cono y en el mismo cono
existen por la zona norte plantíos de olivares, mientras que la zona que da al Macizo La
Higuera, hoy barbechera en su inmensa mayoría, se da el cultivo cerealista.
Foto del autor. Acumulación de productos lávicos, bastante meteorizados, en las
proximidades del cráter del volcán La Encina. Poseen aspecto terroso, tobáceo,
aunque también contienen piroclastos y spatters.
Datos paramétricos.
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Encina 700 1.700 x 1.700
5.000 858 / 733 125
Cálculos paramétricos.
Volcán
Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
Encina 227 853 228 0,094 / 94 Hm3
124
Foto del autor. Zona superior del cráter del volcán La Encina, según se mira a los
cerros del Macizo de La Higuera, en esta ocasión de rastrojera. En su parte cimera este
volcán se puede visitar cogiendo el Camino de los Arroyuelos, yendo en tedoterreno,
pues para otro vehículo no se encuentra adecuado.
El Camino de los Arroyuelos que parte del Camino de Las Arenas o
Pozo de la Umbría, según referencias de responsables del gobierno
municipal de Aldea del Rey, va a ser reparado. Se le va a dar más
anchura, un firme con mayores garantías, hacerle las adecuadas
cunetas para que el agua, que en nada se retiene a lo largo de su
trayecto, no embarre el camino y discurra con mayor libertad. Además,
conviene que se corten parte de las encinas y chaparros que en su
crecimiento están dificultando el acceso de vehículos. Sin embargo,
para acceder al cráter puede hacerse igualmente por la ladera norte,
frente al ovejero de Ricardo Molina, dejando el vehículo en la especie de
barrera que forman las encinas, siguiendo el ascenso a pie. También
puede accederse al cráter por un “paerón” que penetra en dirección al
vértice final de la Laguna del Quino, ya junto a la zona de levantamiento
de las montañas cuarcíticas que rodean dicho maar.
125
Conjunto de fragmentos y pequeñas bombas volcánicas caídas en la
ladera N proximal del cono volcánico del volcán La Encina. Hecho
curioso: en la ladera N abundan los fragmentos y bombas volcánicas,
mientras en la ladera S los materiales son del tipo tobas, brechas y
aglomerados volcánicos de basalto, como se ha podido ver en fotografía
anterior. Además, los productos de la ladera S son muy abundantes en
vacuolas, vesículas y oquedades, que los de la ladera N, lo que indica
que en aquella dirección la emisión de lavas gaseosas fue una
característica, y tal vez influyeran la dirección de las proyecciones
debidas a las explosiones, o tal vez el fuerte viento que en aquellos
momentos reinó por el entorno, y que en la ladera N los productos
volcánicos son más masivos, como más comprimidos, lo que indica que
en esta dirección fluyeran lavas menos gasificadas o sin explosividad,
así como la ausencia de flujos piroclásticos. Igualmente, la zona
cratérica, hoy sembrada de cereal, es muy abundante en spatter o
salpicaduras de lavas, hecho éste que resulta raro según nos dirigimos
hacia la ladera N. Así, si por la ladera S los materiales volcánicos son
más esponjosos, por la ladera N lo son más masivos, de mayor peso
específico. Estos fenómenos o particularidades se comprueban
visitando la respectiva zona proximal del cono volcánico.
126
F.A. Ejemplar de lava en forma de plastrón – bloque de basalto muy cuarteado por
diversas fracturas que nos recuerdan las diaclasas de la disyunción columnar de las
coladas de lava al solidificar. No obstante, a nada de esto no referimos. Estas fracturas
dan a lugar a formas más o menos redondeadas, no poliédricas. Su coloración es algo
rojizoide, y hemos comprobado que posee absorción de agua, tal vez a huecos
interiores y a la tierra del suelo que contienen en los intersticios. El ejemplar es áspero
sin desgarramiento sobre la piel. Debe de proceder de una lava bastante o muy fluida
que al contener gran cantidad de agua al solidificar lo haga intensa y rápidamente. Lo
encontramos a mitad de la ladera norte del volcán La Encina. En las leves lesiones que
le causamos con el martillo, como pueden observarse, aparece tonalidad gris oscura
típica del basalto.
F.A. Dos ejemplares de basalto del cráter del volcán La Encina, el primero de textura
porfídica, el segunda de textura granular.
127
CAPÍTULO VII: Maar La Encina o Laguna del Quino
F.A. La Laguna del Quino o maar La Encina posee una altitud de 753 msnm por su zona
más deprimida, quedando rodeada de cerros cuarcíticos, excepto por dos direcciones
cardinales, el NW y NE, que es por donde en casos de llenado de agua procedentes de
las lluvias, como ha sucedido en años lluviosos, tiene la posibilidad de evacuar el agua
sobrante. Las altitudes de los cerros que la rodean supera, excepto en las direccione
sindicadas, los 800 msnm. Debió tratarse de una excepcional explosión de génesis
freatohidromagmática para ocasionar aquella enorme hoya o hoyo como por aquí se la
conoce. Hay que destacar una particularidad muy interesante de sus suelos: la escasa
capacidad de filtración, pues en todos los suelos volcánicos de Aldea del Rey es
excelente mientras aquí en el maar La Encina, como se determino experimentalmente,
el agua permanece sobre la superficie del suelo varios días, cuando en todos los casos
anteriores es cuestión de minutos. No cabe duda del gran contenido arcilloso de estos
suelos, ya que en la Laguna del Quino mientras en los terrenos circundantes se forman
pocos charcos, aquí permanece mucho tiempo sobre la superficie. Es más, en tiempos
de sequía en el fondo de la Laguna del Quino aparecen unas enormes grietas en el
terreno que lo invaden en forma de una anárquica red, siendo estas grietas bastante
profundas.
128
Fotos del autor. Relieve erosiono y meteorizado que hay en las laderas suroeste del
Maar La Encina, procedentes de la grandiosa explosión allí habida. Son capas a modo
de sedimentos, que asemejan aspecto tobáceo, piroclástico, escoriáceo y otros
materiales. Algunos les llaman ruinas. Como hemos indicado en otro lugar de este
trabajo, existen como estratos en estas acumulaciones piroclásticas, algunos de ellos
ricos en pequeños fragmentos de cuarcitas, que deben proceder de los pliegues
preexistente y que fueron expulsados, fracturados a modo de “chinatos” por la gran
explosión allí habida.
129
Fotografía tomada de uno de los paneles que el Equipo Geovol colocó
allí. Como puede verse en este esquema geomorfológico, que se
corresponde con lo existente en la realidad, abundan, particularmente
en dirección sur, aunque son frecuentes en todo el entorno, las
acumulaciones de spatter. No obstante, ese cráter que viene en dicho
esquema geomorfológico, en la realidad no existe. Existen sí, spatter en
su entorno, salvo en la dirección sur, donde toda esa ladera ha sido
roturada para usos agrícolas. Veremos este asunto en el epígrafe de
conservación.
Datos paramétricos.
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Lag. Quino 107 2.000 x 1.500
7.000 720 /753
Cálculos paramétricos.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
Lag. Quino 235,50 - - 0,007 / 7,84 Hm3
Observación: Se nos hacen exagerados los ejes que Geovol da para este aparato volcánico, por lo que decidimos determinarlos nosotros mediante podometría.
130
Fotografía de Carlos Gustavo Barba Alcaide. Hacia el otoño – invierno – primavera de los años 2011 – 2012, las lluvias fueron continuadas e intensas, época a la que pertenece esta fotografía, pues entonces La Laguna del Quino o Maar de la Encina se encontraba repleta de agua. En estos años, salvo que la sembradura de cereal se haga hacia finales de septiembre o primeros de octubre, la hoya permanece sin cultivar, y si lo está termina por anegarse. Resisten, como se puede comprobar, las encinas, almendros y olivos. El suelo del maar, según experimento, es muy rico en cenizas volcánicas y arcilla, de ahí que resulte muy impermeable, pues a la hora de la filtración del agua el tiempo invertido es muy considerable. Por ello los agricultores dicen que los cereales si las lluvias son muy importantes, se crían muy mal. Quien haya visitado la Hoya de La Encina habrá podido comprobar que hacia el centro de la misma existe un plantío de olivos, que en la fotografía no se ven porque la misma está tomada desde ese olivar hacia la izquierda de la hoya. Hacia la derecha del olivar según nos dirigimos hacia el Camino del Buitre, o hacia las ruinas piroclásticas, existe una parcela estrecha pero muy larga, que llega hasta el final de la hoya, aquella zona donde la ladera W del volcán se enlaza con los cerros que limitan la laguna por la zona sur. Allí en ese vértice existe un plantío de almendros. Puede visualizarse en la laguna al fondo en una zona verde-amarillenta. Esa parcela a la que me refiero por lo general se encuentra en situación de erial, pudiéndose cuando el suelo está seco y duro desplazarnos en todoterreno.
131
Foto del autor. Bello ejemplar de un plastrón de lava que Carlos encontró en los bordes
del cráter del maar La Encina. Incidió en las partículas de color blanco que existían en
el plastrón, indicándosele que procedían de las rocas existentes en los bordes
interiores de la chimenea o bien de rocas del interior de la Tierra, que el explosionar
salen junto a los productos de lava. También recogió un fragmento para su colección.
El tamaño de este plastrón se aproxima al metro cúbico.
Hemos tomado las altitudes en siete (7) puntos distintos de La Hoya La Encina o Laguna del Quino, una a la entrada por el Camino del Pozo de la Umbría con749 msnm; otra a la derecha del camino a unos 50 m, siendo la altitud de 746 msnm; la tercera a la izquierda del camino frente a la anterior, siendo su altitud de 748 msnm; la cuarta a la derecha del camino a 100 de la segunda, siendo la altitud de 739 msnm; la quinta al fondo de la Hoya a la izquierda, con 745 msnm; la sexta en las proximidades de las ruinas, de altitud 748 msnm; y, la séptima a la salida al Camino del Buitre, con una altitud de 745 msnm. La altitud media de la Hoya La Encina es de 745 msnm
La altitud del entorno, exceptuando la entrada y la salida, y tomando como referencia la altitud del volcán La Encina, 857 msnm, estimamos que estaría rondando los 850 msnm, con lo que teniendo en cuenta la altitud media de la Hoya 745 msnm, nos daría una altura promedio de esa Hoya de 105 m.
132
Mucho de ese material arrancado en la tremenda explosión iría a parar en derredor o entorno del lugar de la explosión, otro quedaría en el mismo lugar, gran parte del mismo mediante la meteorización, erosión y transporte saldría del lugar por los dos escapes que tienen, entrada y salida, y se sedimentaría en los lugares del entorno de la Hoya, bien en Hoya Larga, bien en dirección a Majadillas Frías, bien en los lugares próximos al acceso al Camino del Buitre, así como en los lugares allende a ambos lados del Camino del Pozo de la Umbría.
Sólo una aproximación. Según los ejes 2.000 x 1.500 y el perímetro 7.000 metros, esto nos permite proceder según los cálculos siguientes: La forma elíptica del aparato volcánico, su superficie ocuparía una extensión de 235,50 Ha, y el espacio o volumen liberado rondaría 0,082 Km3 o 82,53 Hm3.
Foto C.G. Barba Alcaide. Tomada de la pág. Web ALDEA DEL REY NATURAL. Ése es el fondo vértice de la Laguna del Quino. Véase el aspecto salvaje de la naturaleza, encinares, coscojas, enebros, jarales, etc. ¿No se merece un respeto?
133
CAPÍTULO VIII: Hoya Honda
Foto E.G.C. [email protected]. Esquema geomorfológico del volcán (maar) Hoya
Honda. Puede observarse que el área de las oleadas (lavas y productos volcánicos)
posee forma cuasi elíptica, encontrándose su cráter muy bien definido, cuestión que
sobre el terreno es perfectamente visible. El área donde se ubica el volcán Hoya
Honda, aquí, en Aldea del Rey, es conocida por El Barranco Hondo. Se trata de un
enorme barranco rodeado de cerros cuarcíticos por todas direcciones conocidos por
Hoyas Altas, menos hacia la zona norte donde, aunque igualmente se encuentran
relieves cuarcíticos, éstos se encuentran soterrados e incluso plantados de pinos,
existiendo igualmente encinas. El suelo asemeja un paisaje lunar, incluso ha sido
roturado. Hacía el lugar donde suponemos tuvo mayor impacto la explosión allí habida,
de génesis freatohidromagmática, existen unos crestones cuarcíticos hacia la parte
derecha de la casa, como veremos seguidamente. Los suelos son de coloración marrón
algo rojizoides, donde en la ápoca que visitamos este aparato volcánico, primavera, la
escasez de flora era significativa, bien es cierto que por toda aquella zona los ciervos y
venados andaban y pastaban libremente. Su geomorfología asemeja o parece una
loma, lo que nos hizo tomar las altitudes en dos lugares concretos, unos en la zona de
la casa, y el otro en la parte más baja que asemeja un chorrero. Desde la casa parte un
camino que se dirige hacia la finca de Valsordo, yendo a salir a la carretera Puertollano
– Calzada de Cva., a la altura de Fuente del Cobo, término municipal de Aldea del Rey,
dejando el Sacro Convento Castillo de Calatrava la Nueva a la izquierda de dicho
camino.
135
Fotos del autor. En las tres fotografías anteriores puede observarse el aspecto del
cráter del volcán Hoya Honda. Como indicamos en el esquema geomorfológico, la
delimitación del cráter, sobre el terreno es perfectamente identificable. Por sus
dimensiones no se trata de un gran cráter, habiendo sido sus erupciones, además de
tranquilas, en volumen de menor cantidad. Se encuentran restos de productos
volcánicos, fragmentos, siendo el suelo típicamente volcánico y de sedimentos
piroclásticos. Todo el cráter, salvo la parte izquierda según la posición de la casa, se
encuentra rodeado de un barranco, la hoya que da su nombre, existiendo en derredor
de la misma altitudes considerables, entre ellas las correspondientes a Hoyas Altas. No
divisamos por ninguna parte existencia de coladas de lava, lo que nos induce a pensar
que se encuentran subyacentes, tapadas por los materiales del tipo piroclástico,
cenizas, lapilli, escorias, etc., que las tienen sepultadas, así como encontrarse
distanciadas como ocurrió en el caso del volcán La Cueva del Alguacil. Toda la zona de
Hoya Honda asemeja un paisaje lunar, da la sensación como de tierra quemada,
aunque lógicamente al tratarse de una finca dedicada a la reserva de caza mayor, los
encargados de la finca siembran por aquella zona cereales para la alimentación de las
reses. Existen sí, algunas encinas, ralas, pero algunas. Los ciervos y venados pastan
por allí, además de tener en aquella zona comederos y bebederos. Fuimos atendidos
con mucha presteza, educación y respeto por los encargados de la finca.
136
Fotos del autor. Foto donde se muestra partes de los crestones cuarcíticos existentes
junto a la casa, frontalmente a la misma en la perspectiva del camino que se dirige a
Valsordo. Este volcán, el Hoya Honda, como muchos de la zona, debió aflorar el
material magmático ascendente por los espacios libres que la rotura y fragmentación
que los pliegues cuarcíticos dejaron. Caso similar al volcán de La Cueva del Alguacil,
por ejemplo.
137
Fotos del autor. En ellas pueden observarse parte de los cuantiosos ciervos y venados
de la Finca La Nava, lugar donde se encuentra el maar Hoya Honda.
Datos paramétricos.
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Hoya Honda 60 400 x 500 1.500 B: 795 Ent.: 855 Alt.: 60
Cálculos paramétricos.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
Hoya Honda 15,70 - - 0,0031 / 3,1
138
Fotos del autor. En ellas pueden observarse parte de los cuantiosos ciervos y venados
de la Finca La Nava, lugar donde se encuentra el volcán Hoya Honda.
Fotos del autor. El mismo crestón cuarcítico que expusimos anteriormente, pero en
esta fotografía puede verse nítidamente la estructura tabular de las cuarcitas. Estas
cuarcitas, como puede observase, fueron sometidas a elevadas temperatura en el
momento de la explosión freatohidromagmática, aspecto que lo delata la tonalidad de
ahumado que poseen, así como un color rojizo, como también pueden ver, de viveza
intensa. Este crestón se encuentra muy meteorizado, existiendo en su derredor
algunos fragmentos de cuarcitas de aspecto carbonizado.
139
CAPÍTULO IX: Volcán Las Mesas
El volcán Las Mesas, que algunos sitúan en el T.M. de Argamasilla de Cva., se encuentra entre el volcán Cerro Prieto a la izquierda y el Cerro del Mulatón a la derecha, concretamente dentro del T.M. de Aldea del Rey; eso sí, en la Sª de Calatrava. Es a partir de la Finca El Rincón donde comienza el T.M. de Argamasilla de Cva. Craso error, pues. Se puede acceder a él, con dificultades, saltado el vallado de la Finca La Nava, en las proximidades de Las Mesas Altas. Las fotografías siguientes nos detallan su ubicación. Otra forma de acceder a él, contando con el permiso como hicimos nosotros, el por el Camino del Valle, rebasando ya el Pozo del Valle, iremos a dar con una alambrada que dificulta el acceso al camino. Con la autorización pertinente -¿por qué está cortado ese camino?- accedemos monte a través al cráter del volcán Las Mesas. En el entorno del cráter, que no existe huellas algunas, nos encontramos crestones cuarcíticos, y descendiendo en dirección de la carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva., allá por las proximidades de la casa de Aquilino Ciudad Ruedas, un bello paraje, y frente al edificio volcánico de La Vaqueriza, nos encontraremos cordones de basaltos fraccionados, así como material volcánico suelto de textura porfídica, y otro abundante de textura tobácea. Por esta zona, ladera norte del volcán Las Mesas, existen gran cantidad de encinas, así como plantíos de olivos. Las coladas de lava de este volcán por la parte norte, fueron a engrosar las coladas procedentes del volcán Cerro Prieto y La Vaqueriza, y sus productos volcánicos son similares a los anteriores.
F.A. Un aspecto de la cara este del volcán Las Mesas, donde pueden observarse los crestones cuarcíticos que bordean las proximidades de la zona cratérica, así como los bloques de basalto de tipo esponjoso, tobas y brechas. Está tomada desde el piedemonte del volcán.
140
Fotografía del aspecto geomorfológico del Volcán Las Mesas, de González Cárdenas.
Parece un calco de uno de los Volcanes de Las Canteras de Miró. Se encuentran muy
próximos. Este volcán se encuentra ubicado al finalizar las Mesas Bajas, frente al
desvío del camino que hacia la izquierda se dirige al Valle. Su cráter está presidido por
una aguja cuarcítica en la parte alta de la serrata. Es de difícil acceso, debiendo
superar una parte de monte alto que cubre todo el cono del volcán. Los productos
arrojados además de rellenar hondonadas, también los encontramos en la parte
derecha del camino que va hacia las Mesas Altas, por las proximidades de la zona
donde Aquilino Ciudad Ruedas tiene su casita-oasis. Todos estos volcanes, Las Mesas,
Las Canteras de Miró y Cerro Prieto, aunque con diferencias como veremos, están
correlacionados. Es más, las coladas de lava basáltica de Las Mesas, Cerro Prieto y La
Vaqueriza se solapan en la zona existente a la izquierda de la carretera Aldea del Rey –
Argamasilla de Cva, allí por las Canteras y su prolongación hacia la finca El Rincón.
Más hacia esta finca los basaltos presentan la variedad de nefelinita, existiendo
afloramientos de esas coladas a modo de crestones sobre el terreno.
141
Foto del autor. Coladas, que son fragmentos de lava muy fluida que se arrojan y
proyectan por la boca del volcán (cráter) y que se aplastan y solidifican en los suelos
de alrededor. También pueden deberse a afloramientos de crestas de las coladas
basálticas irregulares en su superficie superior. Suelen darse junto a ellos también los
piroclastos, lapilli, aunque los piroclastos son más propios de erupciones volcánicas
explosivas. Igualmente pueden observarse junto a los spatters, escorias volcánicas,
que son fragmentos de lava porosos e irregulares, debidas a las proyecciones aéreas,
bien en la superficie superior o inferior de las coladas basálticas.
F.A. Fotografía de la cima del cráter del volcán Las Mesas. Mesa es como una parte
elevada del terreno, llana o casi plana, rodeada de acantilados muy abruptos. En este
caso estos acantilados son de naturaleza cuarcítica, procedentes debido a las
orogenias herciniana y alpina del sustrato del zócalo paleozoico.
142
Foto del autor. Muestras de ejemplares de basaltos recopiladas en el Volcán Las Mesas
Altas. Ejemplares masivos, vesiculares, vacuolares, de diversas tonalidades de color.
Parámetro morfométricos.
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Mesas, Las 25 300 x 500 1.200 Base: 747 Cráter: 850
Alt.: 103
Cálculos morfoparamétricos.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
Mesas, Las 11,75 219 13,37
0,003 /3,94 Hm3
143
F.A. Cordón de bloques de cuarcitas que rodea el cráter del volcán Las Mesas. Se
encuentran muy desgarrados, fracturados y meteorizados. Hasta una proximidad casi
cimera existen plantíos de olivos. El acceso al volcán por esta parte es un tanto
dificultosa, y en todoterreno sólo se puede llegar hasta el piedemonte, el resto hay que
hacerlo a pie. Se encuentra este volcán como ya hemos indicado, entre el volcán Cerro
Prieto, a la derecha, y el cerro del Mulatón, a la izquierda, siempre mirando en
dirección norte, hacia el volcán La Vaqueriza. Hay que tomar el camino que parte hacia
la izquierda de la carreta Aldea del Rey – Argamasilla de Cva., como en dirección a la
casita-oasis de Aquilino Ciudad Ruedas, para desviarse por uno de los rastrojos hasta
el piedemonte. No se habían alzado aún aquellos rastrojos.
144
F.A. Afloramiento de parte de una colada de lava basáltica del volcán Las Mesas ladera
norte de dicho volcán, en dirección a solaparse con las coladas del volcán La
Vaqueriza. Se encuentra en una finca de cultivo cerealista, y que el agricultor
correspondiente ha tenido que sortear con los aperos de labranza. Por esta cara norte
son muy frecuentes los cordones de basaltos de tipo tobáceo, algunos ejemplares
completamente plenos de vacuolas y otros ejemplares con aspecto de pumita. Estos
cordones de basaltos son debido a que los agricultores los han ido retirando esos
bloques de sus fincas, siendo acumulados en los lindazos de las mismas. Son debidos a
que las lavas al solidificar lo hacían en forma desmembrada, y que con la maquinaria
adecuada fueron retirados para favorecer las labores con la maquinaria agrícola.
F.A. Tres ejemplares fracturados de un mismo bloque de basalto, donde se puede
apreciar la diferencia que existe con respecto al basalto normal, masivo, afanítico y
porfídico. Estas muestras corresponden a un ejemplar de nefelinita, otra variedad de
basalto donde son muy frecuentes la distribución de partículas y asociación de
partículas de tonalidad blanca debido a la nefelina. También son muy frecuentes y
visibles en estos ejemplares puntos brillantes debidos a la moscovita, mica blanca.
Igualmente, que pueden apreciarse en la fotografía, aparecen puntos mayores y
menores de color verde debidos al olivino, nefenilitas olivínicas. Estos puntos de
diversos cristales se conocen como fenocristales. La palabra nefelina procede del
griego “nephele” (= nube), pues cuando se echa sobre ella un ácido fuerte, HCL, H2SO4,
etc., se forma como una especie de nube algodonosa o espumosa.
145
F.A. Suelo volcánico, familia de los andosoles, correspondiente a un rastrojo recién
alzado en las proximidades del piedemonte del volcán Las Mesas. Son muy frecuentes
como se puede observar en la fotografía la enorme cantidad de fragmentos de basalto,
redondeados la mayoría de ellos, y que se deben a las expulsiones de fragmentos de
lava a la atmósfera que se redondean en ella antes de caer solidificados al suelo. Como
he indicado muchos de ellos poseen textura de piedra pómez sin serlo, ya que es
enorme la cantidad de paqueñas vacuolas que los mismos poseen, debidas a la
expulsión de los gases en su recorrido por la atmósfera.
F.A. Ejemplar de bomba volcánica del volcán Las Mesas.
146
F.A. Dos trozos o ejemplares de los basaltos, no sólo del volcán Las Mesas, que
también, sino de otros volcanes. Se caracterizan como puede verse por la textura
vacuolar, vesicular y con oquedades- De tonalidades rojizo amarillentas, ásperas al
tacto, que se fracturan con el martillo bastante fácilmente, apareciendo en sus
superficies interiores texturas similares.
F.A. Fotografía donde pueden verse los ejemplares cuarcíticos del volcán Las Mesas,
su carácter abrupto, pues para ascender al cráter que es como una tabla con algo de
alargamiento, hay que hacer bastantes zig-zags por las laderas del cono volcánico
buscando trechos o especies de sendas por donde poder caminar. A parte de estas
dificultades pétreas, rocas y más rocas, en las laderas existen zonas de encinas,
147
coscojas, rosales silvestres, arzollos, etc., que hacen imposible un ascenso sin
dificultades. Incluso en algunos trechos hay que auxiliarse agarrándonos a las encinas
y otros arbustos para poder ir venciendo desniveles no sólo del terreno sino de las
propias rocas cuarcitas que inundan las laderas. Hay que ir provisto de un calzado de
montaña, donde los tobillos estén bien protegidos y que en las suelas existan relieves
para agarrarse al suelo y evitar resbalar.
Foto Juan Morales. El autor del trabajo, Claro F. Barba, descendiendo del cráter del
volcán Las Mesas. Se trataba de una especie de espacio libre de vegetación montana.
148
A todos los que les guste la vulcanología, cuando tengan que
visitar y ascender volcanes, vayan provistos de ropa suelta, pantalones
de pana si la temperatura lo aconseja, así como para poderse tomar un
respiro en el suelo o en una roca, o varios, en el ascenso. Como se ha
indicado el calzado debe ser duro, bien abrochado, con la parte de la
punta dura, con relieve en las suelas, brújula, GPS, móvil, podómetro,
que nos permitan conocer la altitud en todo momento, la orientación del
lugar, y en caso de extravío poder contactar con algún compañero.
Aunque si se trata de dos personas, como en nuestro caso, uno íbamos
tras el otro e unos 5 – 10 metros de distancia.
Desde una altitud de 720 msnm ascendimos a otra de 840 msnm,
es decir, vencimos una altitud de 120 m. Ahora bien, en el caso del
volcán Las Mesas, ascendido desde el paraje o sitio llamado por los
agricultores La Cimbra, terrenos a la izquierda de la carretera Aldea del
Rey – Argamasilla de Cva., ese desnivel no pudo hacerse por diversas
dificultades encontradas, en forma más o menos recta, sino haciendo
sinuosidades, zig-zags, para poder vencerlas. Para superar ese
desnivel, 120 m, tuvimos que recorrer yendo unas veces hacia la
izquierda, otras hacia la derecha, agarrándonos para sostenernos,
arbustos, chaparros, coscojas, etc.; y según nos indicó el podómetro
1780 pasos. Nuestros pasos, dado las dificultades del ascenso, les
dimos un valor de 0,5 metros/paso, es decir, recorrimos
aproximadamente unos 890 – 900 metros para superar ese desnivel. Si
dividimos los pasos, 895 (media), por el desnivel, 120 metros, ese
cociente nos da 7,4 (7,5) pasos/metro de desnivel. No se trata de un
insólito ascenso, Dios nos perdone, pero a nosotros nos supuso un
considerable esfuerzo. Des momentos de reposo o descanso hicimos,
hasta llegar al cráter. Partimos para el ascenso a las 15:45 horas y
llegamos al cráter a las 17:15 Horas; es decir, dedicamos un tiempo de
hora y media en el ascenso. La tarde estaba nubladilla, no hacía viento y
sudamos, estábamos a día 8 de febrero/2017. El descenso fue otra cosa,
aunque tenáimos que descender con precaución para la pendiente y
resbaladizo del terreno ya que tenía un elevado grado de humedad.
Hemos de decir que el cráter nos defraudó. Sólo vimos allí una larga
tabula, donde encontramos sí, productos volcánicos; una zona plana y
alrededor de la misma un relieve abrupto de bloques de cuarcitas, unos
soldados, otros diaclasados, otros sueltos. Tomamos, como puede
verse, fotografías con detalle, bombas volcánicas, nefelinitas, algún
plastrón de lava, basaltos porfídicos, etc. El todoterreno lo dejamos
donde finaliza La Cimbra. A lo largo de todo el recorrido, ascenso y
149
descenso, nos encontramos multitud de hozaduras en el terreno debidas
a los jabalíes.
F.A. Ya cerquita del cráter Juan Morales se subió de un bloque suelto de cuarcita en
forma de enorme dado que debió desprenderse de uno de los farallones o paredes que
rodean el cráter. Respirábamos aire puro, disfrutábamos de la naturaleza, sentíamos la
libertad de espíritu.
F.A. Un plastrón de lava rojiza hallado en el hipotético cráter del volcán Las Mesas.
150
F.A. Pueden verse una zona de pedrizas cuarcíticas, así como el todoterreno que
dejamos al final de La Cimbra, un plantío de olivos dejado de la mano de Dios y del
hombre.
F.A. Véase en esta fotografía las dificultades del terreno por donde
ascendimos, prácticamente invadido de flora montana de difícil
penetración, así como enormes bloques y farallones de cuarcitas en
derredor de toda la tabula donde se encontraba el cráter del volcán.
Estas “hazañas” llevadas a cabo en los ascensos de algunos de los
volcanes, Carro Prieto, Las Canteras, La Vaqueriza, La Encina, El
151
Berrocal, etc., una vez superadas vives momentos de satisfacción. Y es
que el estudio de la vulcanología, aquí y allá, debe hacerse teniendo la
información adecuada, practicándola sobre la realidad pura y dura,
salvaje, pero, eso sí, conociéndola in situ, palpándola, sintiéndola,
viviéndola. En los libros todo parece sencillo, pero la realidad es penosa,
cansancios, riesgos, sudores, fríos, siempre te acompañan; eso sí, por
las noches duermes como un lirón.
F.A. Volvemos a traer aquí otra vez, el volcán Las Canteras, otro volcán
que nos creó muchas dificultades para poderlo ascender. Como puede
comprobarse al igual que el volcán Las Mesas, el volcán Las Canteras,
su cono volcánico en la zona proximal, se encuentra indo densamente de
flora montana, encinas, arbustos, coscojas, retamas, enebros, etc., por
muchos lugares impenetrables, lo que nos hizo que tuviésemos que
buscar trochas y pequeños senderes por donde poder penetrar tan
densa vegetación salvaje. Luego sí, allí en la cúspide, después de tanto
sacrifio, una vez coronado, la satisfacción invade tu espíritu.
152
CAPÍTULO X: Volcán Las Pilas
Foto del autor. Volcán Las Pilas donde en las laderas del edificio volcánico pueden ver
pastando un rebaño de ovejas perteneciente a José López y que gestiona la
explotación ovina junto a su hijo José Carlos. Las laderas del edificio volcánico son
suaves, y sólo la zona de ubicación del cráter se encuentra vallada con alambrada, que
para acceder a él basta von desenganchar dos puntos de la misma junto a un poste de
sujeción, acceder, y, cuando se hayan tomado medidas, observaciones, fotografías,
recogido algunas muestras, etc., al salir hay que tener la precaución y deber de
volverlas a enganchar dicha alambrada. El cráter como luego veremos en las
fotografías, así como su zona proximal, se encuentra pobladas por distintos bloques de
basalto muchos de ellos de forma redondeada, otros enclavados en el suelo, otros
amontonados, etc. No poseen textura porfídica sino superficie rugosa, vacuolar,
vesicular y algunos con oquedades. Para acceder a él es fácil, a la altura del chalet de
José y de Eugenio, parte de la derecha de la carretera de Hernán Muñoz, un camino
que nos lleva hasta la zona donde ya aparece la zona de liego, delimitada por la citada
alambrada. Aunque después de llegar a la altura del camino que circunvala el cono
volcánico cruza un camino; pues, bien, a partir de aquí se puede acceder andando o
bien en todoterreno hasta la zona de liego o alambrada. Todo el entorno de la zona
proximal del cono volcánico se encuentra poblada de de fragmentos de basalto, formas
redondeadas, angulosas y multiformes, unos mayores, otros menores y más reducidos,
como de 10 – 15 cm. Texturalmente son similares a los hallados en el cráter. En el
cráter, como luego veremos en las fotografías, existe una acumulación de bloques de
basaltos de tamaño grande y mediano, también más pequeños, que estamos
convencidos que formaban el entorno de un chozo circular de antiguos pastores,
perfectamente delimitado. El cráter aunque un pelín alargado, podemos considerarlo
como de forma más o menos circular, aproximadamente de ejes 50 x 50. En el entorno
del cráter aparecen bloques mayores de basaltos no porfídicos sino con superficies
irregulares y más o menos redondeados. Las laderas N – E – W del cono volcánico, no
del edificio volcánico, se encuentran pobladas de encinas de tamaño mediado, que
153
aunque por la zona S pueden verse, aquí son mucha más escasas. En nuestra
expedición al edificio volcánico de Las Pilas recogimos muestras de los diferentes
bloques de basalto, tanto del cráter, de la zona proximal y de la zona distal, casi hasta
llegar a la carretera de Hernán Muñoz. Tomamos las altitudes tanto en la base del
edificio volcánico como en el mismísimo cráter, que discrepaban considerablemente
por las dadas por la Dra. González Cárdenas. Se tomaron por GPS. Luego aclararemos
esta cuestión, aunque considero, pensándolo, que voy a precisar este detalle. La
altitud que se otorga al volcán Las Pilas por la citada doctora, es de 940 msnm, dato
que nos ha dado que pensar y razonar. El punto más alto del T.M. de Aldea del Rey es
La Mogina con 1.066 msnm, existiendo otro próximo de 1.013 msnm, y, el punto
siguiente es el Cerro de La Higuera, con 907 msnm. Por simple observación de Las
Pilas con este cerro, La Higuera, nos produce extrañeza … Las Pilas es de menor
altitud. El trabajo de campo disponiendo de los aparatos de medida adecuados es
imprescindible. Por la zona distal N – E del edificio volcánico de Las Pilas discurre,
como luego veremos, los restos del antiguo FFCC Puertollano – Valdepeñas, por
algunas zonas enclavado sobre zonas ocupadas por las coladas de lava. Lavas no
porfídicas. Hacia la dirección NW puede verse el edificio volcánico de El Berrocal, en
dirección a El Reajo, en dirección SE la casa de Hernán Muñoz, la alquería árabe
descubierta por los señores Barba Alcaide, Ripoll Vivancos y Araceli, cuyo estudio lo
tienen editado.
Foto del autor. Zona de coladas basálticas de Las Pilas dirección N que fue taladrada y
perforada para el trazado de la vía FFCC Puertollano – Valdepeñas, donde puede
observarse la tipología de esta lava y de los basaltos resultantes. Trabajo afanoso,
duro, sacrificado, debió ser aquél, pues hablamos de finales del siglo XIX o comienzos
del siglo XX. Como hemos indicado se trata de basaltos esponjosos, fácilmente
fracturables con el martillo, de tonalidad grisácea por el exterior y rojizoide por el
interior, siendo el suelo muy escaso sobre las coladas, es más, existe una extensa zona
de las coladas donde el suelo no es roturable para la agricultura, encontrándose de
liego para pastos del ganado ovino.
154
Otra perspectiva más limpia de la zona de las coladas basálticas
del volcán Las Pilas que fue taladrada y dinamitada para la construcción
de la vía FFCC Puertollano – Valdepeñas. Hoy estos materiales
volcánicos de las coladas se encuentran muy alterados por
meteorización, encontrándose muy fracturados, con multitud de grietas,
como desprendidos unos de otros, aunque muestran gran tenacidad al
ser golpeados con el martillo. En el fondo del trazado cavando con una
azada afloran igualmente dichas coladas.
155
Foto E. González Cárdenas. Esquema geomorfológico del Volcán Las Pilas. Como
puede verse sus coladas vierten en todas las direcciones, situándose el cráter hacia la
parte que mira hacia El Cortijillo (Fernán o Hernán Muñoz). Se puede acceder a él
desde un caminillo o “paerón” que sale de la carretera de Fernán Muñoz por su parte
derecha pasando el arroyo de Buenvecino, justo delante de la casita; se trata de un
camino que se encuentra bien, aunque es conveniente ir con un vehículo adecuado,
también puede irse, como hicimos en una ocasión, en bicicleta de montaña; existen dos
caminillos que se encuentran muy próximos, por cualquiera de ellos se accede a dicho
aparato volcánico. Las coladas de este volcán no son muy extensas, eso sí, de mayor
extensión en sentido norte. Hace unos pocos años, cuando aún la mecanización del
campo no había alcanzado el nivel que hoy tiene, grandes extensiones de terreno en su
derredor se encontraban sin roturar, hoy la roturación y el cultivo cerealista llega
prácticamente hasta las proximidades de su cráter.
Foto del autor. Otra perspectiva del Volcán Las Pilas. Este volcán por la
estructura de sus productos, es de características similares o muy
parecidas a La Vaqueriza y La Encina, al volcán, no al maar. Además, los
suelos de sus proximidades son de tonalidad similar, oscuros y
abundantes en fragmentos de basalto, unos angulosos, otros
redondeados. Su cráter o lo que queda de él, se asemeja y mucho al
volcán La Encina, así como al cráter del volcán Columba. Patear su
cráter es aleccionador, nos demuestra cómo el tiempo geológico actúa,
lenta pero eficazmente.
156
Foto del autor. Mi esposa Aurelia en las
coladas de la vía férrea.
Foto del autor. Textura de los basaltos de la
vía férrea.
Foto del autor. Diaclasas verticales de
disyunción columnar en los basaltos.
Foto del autor. Ejemplares de fragmentos de
basalto tanto del cráter como de la zona
proximal y distal del edificio volcánico de
Las Pilas, unos grisáceos, otros rojizoides,
hasta una pumita.
Foto del autor. Ejemplar de pumita (piedra
pómez) hallada en el entorno del cráter del
volcán Las Pilas. Se trata de una roca ígnea,
de baja densidad que flota sobre el agua y
se emplea para lijar y limpiar. Durante las
matanzas se empleaba para limpiar la piel
del cerdo una vez socarrado, que se
restriega con la piedra pómez y agua
caliente. Suele formarse de la espuma de
muchas lavas. Está constituida por
feldespatos potásicos, cuarzo y plagioclasa,
aunque también suele contener biotita, que
es una mica negra y otras veces de vidrio
volcánico.
Foto del autor. Nos encontrábamos a 25 de
enero/2017, y una semana anterior había
habido por la noche temperaturas de – 6º, -
5º, y – 4º C, y, ahí tienen plantas con flores
con estas temperaturas, cuando habían
caído unas heladas bastante considerables.
157
Foto del autor. Otro aspecto de los basaltos
de la zona aquí con grietas horizontales y de
otras direcciones.
Cuadro de datos para los cálculos morfométricos
N. volcán Extensión, Ha
Ejes, m Perímetro, m Altitud, m
Las Pilas 165 800 x 1.000 3.800 940!/ 790
NOTA: La altitud indicada por la Dra. Elena González Cárdenas y su
equipo para este volcán es de 940 msnm!!! Nos produce enorme
extrañeza porque en la realidad no es tal, superando en 33 metros la
altitud del Cerro de La Higuera, que es un referente, descartando La
Mojina como hemos indicado anteriormente. Nuestras altitud la hemos
tomado por GPS con la exactitud indicada anteriormente. Esta altitud
nuestra es de: 695 msnm para la base del edificio volcánico, y 790 msnm
para la máxima altitud del cráter. La altura del edificio volcánico es de h
= 790 – 695 = 88/90/95 metros. Y sobre estos datos realizaremos los
cálculos morfométricos. Los ejes del edificio volcánico nos indican que
no se trata de un edificio volcánico de base circular sino de base
elíptica.
158
Foto del autor. Cráter del volcán Las Pilas invadido de fragmentos de basalto por
doquier. En esta zona de la fotografía tenemos nuestras dudas. Lo más acertado sería
pensar en que se trata de los restos de bloques que rodeaban un chozo de pastores,
aunque, los varios que en su momento vi no disponían de tal aparejo contorral, siendo
mucho menores, aunque no se encontraban en zonas volcánicas, pero sí en zonas
cuarcíticas. Tampoco sería muy aventurado decir que estos restos pudieran tratarse
del entorno del cráter de dicho volcán. Son frecuentes por allí las encinas y por todo el
entorno del cráter nos encontramos con las rocas volcánicas que anteriormente hemos
descrito a modo de un cordón circular. Al S de este cráter tenemos El Reajo, al W el
volcán El Berrocal, hacia el NE la población de Aldea del Rey con una perspectiva muy
interesante, y al E con todas la zona de Buenvecino.
N. Volcán Área de la base del edificio
volcánico, Ha
Generatriz del cono volcánico
equivalente, m
Área lateral del cono volcánico
equivalente, Ha
Volumen del edificio
volcánico, Km3 / Hm3
Las Pilas. 62,80 457 64 0,095 / 95,57 Hm3
NOTA: La base del edificio volcánico al tratarse de una elipse, si A = π . a
. b (a y b son los semiejes) = 3,14 x 400 x 500 = 62,80 Ha. Para calcular la
generatriz del edificio volcánico, primero, hay que calcular el radio del
círculo de la base equivalente al área de la elipse, que será 447 m,
aproximadamente. A partir de aquí y por el teorema de Pitágoras
calculamos la generatriz 457 metros. El área lateral del cono volcánico
equivalente vendrá dada por la expresión π . r . g = 3,14 x 447 x 457 = 64
Ha. Y el volumen del edificio volcánico vendrá dado por la expresión 1/3 x
π x r2 x h = 1/3 x 3,14 x 447 x 447 x 95 = 0,095 Km3 ó 95,57 Hm3.
159
De acuerdo con el volumen 0,095 > 0,04, es Grande.
Su génesis es Efusiva.
Foto del autor. Suelo negrizal del volcán Las Pilas, junto al piedemonte. Se encuentra
invadido de fragmentos procedentes de plastrones de lava. Existe un camino muy bien
acondicionado, sin riesgo de embarramientos, que allí nos conduce, aunque a partir de
aquí hay que acceder a pie al cráter de dicho volcán. En sus proximidades se
encuentra, ya en el liego y montes, el ovejero de José Antonio López, que llevan él y su
hijo. Desde el cráter de dicho volcán se tiene una maravillosa panorámica frontal
amplia de terrenos llanos, Buenvecino, El Corto, localidad de Aldea del Rey, zona de
Arenales, etc. Estos fragmentos de basalto, unos angulosos, otros redondeados, se
deben a las proyecciones de lava al espacio durante la fase explosiva del volcán. Otro
suelo típicamente negrizal, volcánico, andosol.
160
Foto del autor. Acumulación de basaltos y cuarcitas en las proximidades del Volcán
Las Pilas. Los basaltos de este aparato volcánico en su aspecto son granulares, de
escasa consistencia en cuanto a la cementación o compactación, similares a tobas
volcánicas, siendo frecuentemente de tonalidades rojizoides, conteniendo
fenocristales de plagioclasas, siendo bastante infrecuentes los basaltos masivos de
textura porfídica.
161
Foto del autor. Mi esposa Aurelia junto a las coladas basálticas del volcán Las Pilas en
la ladera norte del mismo, precisamente en la parte de las mismas que tuvieron que
perforar y taladrar para el trazado de la línea de ferrocarril Puertollano – Valdepeñas.
Allí se recogieron unas muestras para posteriormente someterlas a estudios analíticos.
Esa tarde mi esposa, fiel, leal y encantadora esposa, me acompañó en mi campaña de
estudios de los aparatos volcánicos, y, según me dijo, disfrutó tanto en mi compañía
como en la observación de estos parajes volcánicos. Yendo desde El Berrocal por el
discurrir de este trayecto, dejando el volcán Las Pilas a la derecha, accedimos a la
antigua estación de operarios de la vía, hoy en ruinas, allí junto a la casa de Hernán
Muñoz. Todos estos terrenos como hemos visto anteriormente, son de naturaleza
volcánica, oscuros tipo andosoles, abundando en ellos fragmentos de basalto, bombas
volcánicas y pizarras, éstas apareciendo principalmente cuando los agricultores
levantan las rastrojeras, bien cuando sobre los barbechos realizan laboreos de
preparación para la sementera. Así se confirma que en el zócalo paleozoico que, como
sabemos estaba formado por cuarcitas, areniscas y pizarras, debido a las diferentes
orogenias habidas, estas rocas aparezcan en los terrenos próximos a los volcanes.
Estos hallazgos me recordaron aquellas pizarras que de jóvenes utilizábamos en la
escuela para realizar las operaciones matemáticas, multiplicaciones, divisiones, raíces
cuadradas, etc., con don Francisco Ruiz Daimiel, aquel insigne, vocacional y
extraordinario maestro.
F.A. Bordes del cráter del volcán Las Pilas, donde pueden verse spatter,
acumulaciones de tobas volcánicas e, igualmente diseminados por el interior del
mismo. En esta fotografía como en otros casos similares, el interior de los cráteres se
encuentran casi desnudos de flora, sólo aparece la flora de tipo pratense que
aprovecha el ganado ovino de las explotaciones respectivas. No obstante, es a partir
de esos borden donde la vegetación, encinas, enebros, tomillos, jaras, coscojas, etc.,
comienzan a invadir grandes zonas del cono volcánico.
162
F.A. Otra perspectiva con mayor resolución del reborde cratérico del volcán Las Pilas.
F.A. En este fotografía tomada en pleno mes de enero/2017 nos encontramos en las
coladas de la vía del FFCC Puertollano – Valdepeñas, plantas ya con flores. Se
encontraban enraizadas en la junta inferior de los basaltos de la colada con el
hipotético suelo libre. Esta zona con gran retención de la humedad y dotada de cobijo
ante las inclemencias del tiempo, estación invernal, propician un microecosistema
idóneo para el desarrollo de cierta flora.
163
CAPÍTULO XI: Volcán La Vaqueriza
Esquema geomorfológico del Volcán La Vaqueriza, en la parte derecha
de la carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano,
prácticamente frente a la explotación de ganadería ovina de los Sres.
Caballero – Ciudad, cuyas edificaciones pueden verse a la derecha de la
fotografía, junto al Camino del Buitre, que también por él se puede
acceder al Volcán de La Colmenilla, que luego veremos. Sus coladas,
que rebasan la zona de la carretera, se solapan con las del Volcán de
Cerro Prieto, los Volcanes de Las Canteras, el Volcán de Las Mesas y el
Volcán El Rincón?. Principalmente se dirigen hacia el sur, donde existe
un pequeño valle. También vienen indicadas las antiguas canteras, a las
cuales se accede por un “paerón” junto al transformador que existe junto
a dicha carretera, por la parte izquierda. El cono volcánico es
claramente un cono de material piroclástico. Se trata de un paraje de
gran encanto y belleza. Esta fotografía se debe a E. González Cárdenas.
164
Puede observarse que la carretera citada, Puertollano – Almuradiel,
discurre por medio de la zona de solapamiento de ambas coladas. De
esta carretera y hacia la derecha, parte el Cno. del Buitre, que nos
llevará al volcán La Colmenilla, a la derecha del mismo, pudiéndose
acceder en todoterreno hasta los liegos.
Foto del autor. Enorme acumulación de piroclastos en la cima del volcán. En la parte
sombreada es donde se encuentra la famosa por estos derroteros Cueva del Cano.
Estos piroclastos como luego veremos, poseen diferencias significativas en relación
con las acumulaciones piroclásticas del maar La Encina.
Zona cratérica del volcán La Vaqueriza, un poco por encima de la
acumulación de piroclastos.
165
Datos paramétricos.
Nombre Extensión, Ha
Ejes, metros Perímetro, m Altitud Altura, m
Vaqueriza, La
180 500 x 500 2.000 Base: 747 Cráter: 835
Alt.: 88
Cálculos paramétricos.
Volcán Área de la base del edificio volcánico, Ha
Generatriz del edificio volcánico, m
Área lateral del edificio volcánico, Ha
Volumen del edificio volcánico, Km3
Vaqueriza, La
19,62 265 20,80 0.0057 / 5,7 Hm3
Foto del autor. Coladas de lava basáltica del volcán La Vaqueriza ubicadas rebasando
la carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano, junto a las coladas de
otros volcanes próximos.
166
Foto del autor. Bello ejemplar de pan volcánico de basalto, hallado junto a las coladas
basálticas de dicho volcán; además por la parte o superficie en contacto con el suelo
es totalmente plana. Se trata de un basalto de textura afanítica porfídica, de tonalidad
gris oscuro, con algún que otro fenocristal de plagioclasas.
Foto del autor. Bloque de basalto porfídico con un xenocristal en el cual se encuentran
mezclados cristales de olivino de coloración verdosa, plagioclasas y compuestos
férricos del tipo de hematites u oligisto. Están incrustados como en un hueco habido en
el basalto. observando esta muestra con estereomicroscopio es suficiente para
distinguir perfectamente esos cristales que les hemos indicado.
167
Foto del autor. Pequeñas bombas volcánicas, que llamo aerolitos volcánicos,
procedentes de pequeños bloques o fragmentos de lava que el volcán lanzaba a la
atmósfera en las fases explosivas y que tras recorrer un espacio por la atmósfera
regresaban a la tierra solidificadas. Son muy frecuentes por las laderas sur y este del
cono volcánico del volcán La Vaqueriza. De ahí la forma casi esférica que todas ellas
poseen. Poseen textura porfídica y cuando alguna de ellas se fractura a golpe de
martillo, las superficies son lisas con ligera aspereza,
Estudio comparado de las acumulaciones piroclásticas Maar La
Encina – Volcán La Vaqueriza
Maar La Encina. Volcán La Vaqueriza.
* Entorno cratérico. * Montículo cratérico.
* Tonalidad más clara. * Tonalidad algo rojizoide.
* Algunas fracturaciones a modo de diaclasas. * Frecuentes fracturaciones.
* Vetas o zonaciones de cuarcitas. * Ausencia de vetas de cuarcitas.
* Raros desprendimientos de bloques. * Frecuentes desprendimientos de bloques.
* Más dificultad de trituración. * Menos dificultad de trituración.
* Tobas volcánicas menos frecuentes. * Frecuentes tobas volcánicas.
* Pocas o nulas vacuolas. * Existencia de vacuolas.
* pH = ver más adelante. * pH = ver más adelante.
* Explosión hidro – freatomagmática. * Estromboliana.
* Sólo presenta grietas verticales, las horizontales
son escasas.
* Numerosas grietas y fracturas verticales y
horizontales.
* No presenta oquedades significativas. * Frecuentes oquedades.
* Costras de musgos y líquenes verdosos y * Grandes costras de líquenes grisáceos y amarillo
rojizoides. – verdoso.
* Prácticamente carece de protuberancias. * Las superficies de las paredes posee numerosas
pequeñas protuberancias.
* Más suave al tacto. * Muy áspero al tacto.
* Fragmentos pequeños de cuarcitas en plan
veteado.
* De cuando en vez, pocas, aparecen algunos
bloques de cuarcita incrustada.
* Presenta incrustaciones de pequeños bloques de
basalto.
* Son muy frecuentes los bloques pequeños y
medianos de basalto tobáceo incrustados, de
tonalidad algo más oscura, casi morados, en la
gran mole de piroclastos.
* Las plantas que aparecen en su entorno son
algunas esparragueras, pequeñas plantas de
encinas y algunas retamas.
* En las grietas de las paredes de la mole y en su
entorno adyacente son frecuentes plantas de la
familia de las Dedaleras.
* Escasean los fragmentos y bloques de
piroclastos en su entorno.
* En el entorno del cono volcánico son muy
frecuentes los bloques de diversos tamaños, de
piroclastos desprendidos por efecto de la
meteorización y la erosión, de la gran mole de
piroclastos.
* Ausencia de granulitos de piroclastos. * El suelo del cono está invadido de pequeños
granulitos de piroclastos.
OBSERVACIONES: A la luz de estas observaciones, que en la Ciencia son
fundamentales, y que aquél que se aficione o estudie ciencias nunca debe dejar de
lado, ya que el asombro nos permite formular hipótesis; nos vemos obligados a
proponer que las erupciones estrombolianas de La Vaqueriza y las hidro –
freatomagméticas del maar La Encina fueron independientes tanto geológica como
cronológicamente, o bien en el caso de La Vaqueriza su lava tenía un mayor contenido
férrico debido a su tonalidad un tanto rojizoide, caso que no se debió dar en el maar La
Encina.
F.A. Ejemplar de una escoria del volcán La Vaqueriza. Posee adheridas trocitos de
cuarcitas. Pueden observarse los trocitos de basalto cementados por la solidificación
de las cenizas volcánicas.
169
F.A. Ejemplos de lapilli muy frecuentes en la zona proximal del cono del volcán La
Vaqueriza.
F.A. Ejemplo de otra de las coladas de lava basáltica del volcán La Vaqueriza, ésta con
una meteorización química férrica.
170
Foto del autor. Varios ejemplares recogidos en el entorno del Volcán La Vaqueriza,
desde basaltos masivos de textura porfídica, a otros ejemplares de basaltos granulares
de textura vesicular y vacuolar, así como otros altamente meteorizados abundantes en
óxidos e hidróxidos de hierro.
Foto del autor: Dos ejemplares de basalto, uno con pátina cálcio – cuarcítica -
plagioclásica, otro con pátina férrica, halladas en el cono del volcán La Vaqueriza.
171
Foto del autor: Acumulación piroclástica de La Vaqueriza, donde pueden apreciarse
tanto las diaclasas horizontales y verticales, como las fracturación de dicha mole. Esta
circunstancia es más rara en el maar La Encina. Pueden observarse las sismitas
existentes en la acumulación de piroclastos, lo que nos indica que por aquello
momentos se simultanearon movimientos sísmicos en el lugar.
Foto del autor: Plano a mano alzada donde pueden apreciarse la ubicación de los
volcanes Cerro Prieto, El Rincón?, La Vaqueriza y La Colmenilla, así como la zona de
las antiguas canteras.
172
Foto del autor. Ejemplares de diversas formas de basalto, recopiladas en las zonas
próximas e inmediatas al Volcán La Vaqueriza. Pueden verse desde formas masivas,
otras a modo de tobas piroclásticas, otras de intenso color rojo – oscuro tirando a
negro, otra con fractura reciente y alguna forma vesicular. Se localizaron a lo largo y
ancho de las laderas y campos del Volcán La Vaqueriza, en la parte derecha de la
carretera.
Foto del autor. Acúmulo de productos volcánicos de aspecto tobáceo y piroclastos,
aunque aparenta ser una especie de emisión lávica con tierra mezclada. Es la llamada
Cueva el Cano, situada junto al Volcán La Vaqueriza. Aunque muestra solidez, con
173
ligeros golpes e incluso con un buril, cuchillo o navaja, se desprende fácilmente. Tiene
aspecto o tonalidad marrón aunque con zonas rojizoides.
Foto del autor. Entrada de La Cueva el Cano, donde puede apreciarse una especie de
huella sobre el borde inferior de la entrada, que se puede deber a los reptiles, roedores
u otros animales que en ella se cobijen. La superficie puede observarse que se
encuentra enmohecida, líquenes principalmente. Su acceso es fácil, no existen
dificultades, se puede hacer a pie.
Foto del autor. Especie de pedrusco del mismo material que se encuentra a escasos
metros delante de la entrada de La Cueva el Cano, que bien puede tratarse de un
174
desprendimiento, dando lugar a la entrada de dicha cueva. Su textura y estructura es
idéntica al depósito de piroclastos que se encuentra en el volcán La Vaqueriza.
Foto del autor. Muestras de distintos productos volcánicos hallados en las
proximidades de La Cueva El Cano, adyacente al Volcán La Vaqueriza. Diversas
tonalidades de color, texturas granulosas, vesiculares, con oquedades, tacto áspero,
aspecto pumitóideo, que en el Aula – Laboratorio determinaremos los minerales
secundarios en ellos presentes.
Foto del autor. Explotación ganadera de los Sres. Caballero Ciudad. El camino del
Buitre puede verse que discurre a la espalda de uno de los ovejeros, camino que va al
175
Buitre y que empalma con el camino que se dirige al maar de La Encina, Volcán de La
Encina, El Castillejo, es decir, el camino de Las Arenas.
Foto del autor. Especie de corral de ganado ovino y caprino construido de bloques de
piedras, principalmente de cuarcitas aunque también hay algunos ejemplares de
basalto. Se encuentras en la parte posterior de la casita de la fotografía anterior, es de
forma cuadrangular, cuando la generalidad son redondos. Se encuentra rodeado de
encinas y encinetes y posee un bello y coqueto encanto. Se encuentra yendo por el
Camino del Buitre ya pasada como un Km. la explotación ovino-equina de Fructuoso
Caballero a escasos metros de dicho camino. La Casita se encuentra pintada de blanco
con la parte de debajo de azul. Se encuentra rodeada de encinas y jaras, existiendo
también enebros. Un lugar idóneo para disfrutar de la naturaleza, teniendo frente a ella
los cerros de La Vaqueriza y hacia la parte izquierda de la misma los del volcán La
colmenilla, a poca distancia del complejo volcánico de La Encina. En lugares como éste
y en tiempo nublado y lluvioso, resultaría un placer disfrutar de una caldereta de
cordero, unos asados de matanza aldeana, para después de tomar un cafelito y una
copa, lanzarte a recorrer aquellos relieves montañosos.
176
Estado actual de conservación
de la vulcanología de Aldea del Rey
Aquí tenemos un ejemplo palpable de la falta de armonía a la hora de igualar las fincas de laboreo en las zonas proximales de los edificios volcánicos, unas fincas suben más, otras menos; y, esta actitud es igualmente una ausencia de respeto por ese entorno, y, menos mal que en algunas zonas se han plantado olivas, que sería un mal menor. Si hacemos un recorrido por los diferentes edificios volcánicos de Aldea del Rey, veremos que este caso se repite, incontroladamente en varios de ellos, tales como La Colmenilla, La Vaqueriza, Cerro Prieto, El Berrocal, Las Pilas, La Cueva del Alguacil. Por ejemplo. Debería existir una normativa venida de arriba, caso de Castilla-La Mancha, y que en colaboración con el gobierno local de los Ayuntamientos, controlasen las delimitaciones de los entornos proximales de estos volcanes, llegándose incluso a la expropiación con la indemnización correspondiente por el valor de esos terrenos. No sólo limitarse por parte de Castilla-La Mancha, como tenemos ejemplos, a declarar Monumento Natural tales enclaves, que, por cierto, estos paneles indicativos hasta incluso no son respetados, siendo destrozados, cuarteados y maltrechos. Aquí en España se legisla bien, lo que sucede es que tales leyes en muchos casos no llegan a cumplirse.
177
Hemos visitado detenida y minuciosamente todos y cada
uno de los aparatos volcánicos del T.M. de Aldea del Rey.
Todo edificio volcánico, siendo precisos, hemos de dividirlo
respecto externamente en dos zonas: Zona proximal, que
abarca desde el cráter o parte cimera hasta el lugar donde se
produce un cambio significativo de la pendiente del entorno;
y, Zona distal, desde este lugar hasta donde se extingue el
edificio volcánico. Pues bien, el estudio desde el punto de
vista de la conservación y estado actual de los volcanes de
Aldea del Rey, tanto en sus formas, contenidos, morfología de
sus cráteres, sus laderas, productos volcánicos, cordones de
tobas y bloques volcánicos, etc., y desde la óptica de la
conformación o geomorfología, mi valoración es bastante
aceptable en su conjunto. Sin embargo, conviene precisar que
la conservación del Patrimonio Natural de Aldea del Rey en su
dimensión vulcanológica deja mucho que desear. Por varias
razones: 1ª) No existe en general un conocimiento consciente
y mucho menos mayoritario de la existencia en nuestro T.M.
de un número considerable de volcanes o aparatos
volcánicos; 2ª) Hay profesores, estudiosos y aficionados a la
178
vulcanología a nivel local que realizan, incluso a nivel
vocacional, una excelente labor divulgativa, tratando de
fomentar un comportamiento ético respecto a este Patrimonio
Natural de nuestro pueblo; 3ª) La administración local a través
de las instituciones de Cultura, Universidad Popular, etc.,
deben promover y fomentar cursos informativos, divulgativos
y de conducta ética hacia este patrimonio; 4ª) El sector
primario, los agricultores y ganaderos, deberían ser
sensibilizados en este sentido, bien por la administración
regional, provincial o local, en la dimensión de un
comportamiento equilibrado entre la dimensión del Patrimonio
Natural y la económica. No obstante estas razones, vamos a
descender, pues, a detallar, moleste a quien moleste e
incomode, las anomalías y atentados contra esta dimensión de
nuestro Patrimonio Natural, la vulcanológica.
Consideramos que, en coordinación y colaboración las
diferentes administraciones públicas, ICONA, Guardería
Forestal, Rural, etc., deberían de una vez por todas hacer
frente a este grave problema.
179
Aquí en nuestro T.M. de Aldea del Rey, constatados y
contrastados científicamente, existen cuanto menos 10
aparatos volcánicos, u, 11 con Las Mesas, aunque La
Vaqueriza es compartido con la vecina Argamasilla de Cva. Y
como hemos visitado detenidamente cada uno de ellos tanto
en sus zonas proximal como distal, diremos dónde estamos
fallando, quiénes y cómo. Y lo detallaremos
individualizadamente. Éstos son nuestros aparatos
volcánicos: El Berrocal, Las Canteras, Cerro Prieto, La
Colmenilla, La Cueva del Alguacil, La Encina, El maar la
Encina o Laguna de Quino, Hoya Honda, Las Mesas, Las Pilas
y La Vaqueriza.
Una impresión de desasosiego, pena y tristeza, se
experimenta, todo ello en función de la sensibilidad personal,
de la estética ausente, así como de referentes éticos casi
nulos, que al analizar, ver, observar y estudiar cada edificio
volcánico, hemos comprobado que existen en cuanto a
nuestro Patrimonio Natural.
180
Las Canteras de Miró son historia de Aldea del Rey. La
sensibilidad ética con la naturaleza y la historia se encuentran
ausentes, desgraciadamente, en algunos aldeanos. Basta
recorrer esta huella de la historia laboral de Aldea del Rey,
para encontrarte por aquí y por allá, auténticas escombreras.
Allí hay escombros de derrumbes y edificación, cubiertas de
coches y tractores, ventanucos, cristales y vidrios, bombonas
y garrafas de plástico, botellas, etc., que, sencillamente te
hunden el ánimo. Considero que los hermanos Zapata Bravo y
otros muchos aldeanos que allí dejaron parte de sus vidas,
muchos sufrimientos, calores y fríos, penalidades sin fin y
escaseces, merecerían otro respeto mucho más considerable
que este triste espectáculo. Aquellas Canteras confluencia de
las lavas de los volcanes Las Canteras, Cerro Prieto, La
Vaqueriza, etc., proporcionaron el pavimento o adoquinado de
las calles de Aldea del Rey y otros muchos pueblos de la
provincia de Ciudad Real. Sí, otro respeto se merecen
aquellos chicos y hombres, muchos ya fallecidos, otros vivos,
por la labor que allí llevaron a cabo en beneficio de todos …
ganando ni para poder comer y vestir.
181
El Berrocal, Las Pilas, La Cueva del Alguacil, La
Vaqueriza, La Colmenilla, La Encina, Hoya Honda,
principalmente, particularmente en sus respectivas zonas
proximales, se encuentran invadidos en gran parte de sus
laderas del respectivo cono volcánico, por las ansias de
cosechar unos kgs. de cereales más. Estos Monumentos del
Patrimonio Natural de Aldea del Rey se encuentran no
descamisados, sino desnudos de gran parte de sus aparejos
volcánicos, sólo les quedan vestigios o reminiscencias de sus
cráteres y entornos más inmediatos. Allí siembran y roturan
cereales, trigo, para cebar a los jabalíes y venados con la
finalidad de que en sus asechanzas y esperas puedan
cazarlos mejor. Sus entornos inmediatos han sido
desmantelados de los productos volcánicos que estos
aparatos habían expulsado, y que embellecían estos lugares.
Además, como ocurre casi en todos los aparatos volcánicos
de Aldea del Rey, y particularmente en sus respectivas zonas
proximales, no guardan esa requerida, justa y estética
armonía en cuanto a los límites de delimitación circunvalatoria
de unanimidad de los mismos. Unas fincas suben más, otras
menos, y además creo que sin criterio alguno. Esa
182
uniformidad armónica que debería ser respetada, se hace aún
más escandalosa con la moderna maquinaria agrícola a la
cual poco se le resiste, lo cual hará saltar por los aires los
últimos vestigios de nuestro relieve volcánico que ha definido
nuestra historia geológica, humana y económica.
Ni la Ley de Minas de 1973, luego modificada por la Ley
54/1980, ni el Plan de Conservación del Medio Natural de
Castilla-La Mancha, y mucho menos las Normas Subsidiarias
de los Ayuntamientos, caso del nuestro, que no tienen
disposiciones legales para el respeto y conservación de la
Dimensión Vulcanológica del Patrimonio Natural de Aldea del
Rey, han conseguido el respeto y conservación de estos
Monumentos Naturales, exceptuando, claro está, algunos
pero pocos. La Ley de Castilla-La Mancha sobre Protección de
Áreas Protegidas, ni incluso la Ley Catálogo de Hábitacs y
Elementos Geomorfológicos de Protección Especial, hasta la
presente, han logrado paralizar este desmantelamiento y
desfalco de nuestro Patrimonio Natural Volcánico.
No olvidemos, valga volver a repetirlo, que el Patrimonio
Natural Volcánico del Campo de Calatrava, y en nuestro caso
el vulcanismo de Aldea del Rey, son un elemento básico de
183
estos entornos con carácter de únicos tanto a nivel nacional
como internacional. ¡Qué pensarían –algunos ya lo han
manifestado- los Hernández-Pacheco, González Cárdenas,
Ancochea Soto, Poblete Piedrabuena y tantos y tantos
investigadores y estudiosos de nuestro singular Patrimonio
Volcánico!
Otro de los vertidos habidos allá en la confluencia o solapamiento de las coladas
volcánicas de los volcanes Cerro Prieto, Las Mesas y La Vaqueriza. No sabemos de qué
materia está compuesto este vertido, pero al tocarla con los dedos se queda
impregnada, debe tratarse de algún compuesto o material sintético. La cuestión es que
este vertido se debió realizar allá por mediados de febrer0/2017, es decir, hace cuatro
días. Este desmadre o anarquía sin control debe impedirse de inmediato, tratando de
averiguar quién lo realizó, sancionándolo adecuadamente. Se trata del desecho de las
frutas en la fabricación de los zumos.
184
Cuadro final morfoparamétrico
Ap. Volcánico.
Altitudes. msnm, m
Área base. Ha
Área lateral. Ha
Volumen.Km3 /Hm3
Berrocal B: 687 C: 757 H: 70
7,06 7,80 0,0039 / 3,9
Canteras 724 – 875 - 151
18,84 20,34 0,0095 / 9,5
Cerro Prieto 747 / 881 / 134
50,04 165 0,0223 / 22,35
Colmenilla 770 / 835 / 65
50,25 50,76 0,011 / 11
Cueva del Alguacil
670 / 736 / 66
11,33 12,05 0,0025 / 2,5
Encina 733 / 858 / 125
227 228 0,096 / 94
Encina, maar
736 235 - 0,082 / 82,53
Hoya Honda 795 - - 0,0031 / 3,1
Mesas B: 747 / 850 / 103
11,75 13,37 0,0039 / 3,94
Pilas 695 / 790 / 95
62,80 64 0,095 / 95,57
Vaqueriza 647 / 835 / 88
19,62 20,80 0,0057 / 5,7
Criterios de clasificación de los volcanes
Tamaño. Altura, m Superficie, km2 Volumen, km3
Grande. ≥ 0,5 ≥ 0.04
Mediano. 90 < x > 40 0,5 < x > 0,1 0.04 < x >0,01
Pequeño. < 40 < 0,1 < 0,01
185
Tipología volcán por altura
Aparato volcánico. Altura. m Tipo.
Berrocal, El 70 Mediano
Canteras, Las 151 Grande
Cerro Prieto 134 Grande
Colmenilla, La 65 Mediano
Cueva del Alguacil, La 66 Mediano
Encina, La 125 Grande
Encina, Maar - -
Hoya Honda - -
Mesas, Las 103 Grande
Pilas, Las 95 Grande
Vaqueriza, La 88 Mediano
El 55,55% Grandes y el 44,44% Medianos. No contabilizan las Hoyas.
Tipología volcán por Área lateral
Aparato volcánico. Área lateral. Ha Tipo. Km2
Berrocal, El 7,80 Pequeño
Canteras, Las 20,34 Mediano
Cerro Prieto 165,00 Grande
Colmenilla, La 50,76 Grande
Cueva del Alguacil, La 12,05 Mediano
Encina, La 228,00 Grande
Encina, Maar 235,00 Grande
Hoya Honda 17,70 Mediano
Mesas, Las 13,37 Mediano
Pilas, Las 64,00 Grande
Vaqueriza, La 20,80 Grande
El 54,54% Grandes; 36,36% Medianos y 9,09% Pequeños.
186
Tipología volcán por volumen
Aparato volcánico. Volumen. Km3 Tipo.
Berrocal, El 0,0039 Pequeño
Canteras, Las 0,0095 Pequeño
Cerro Prieto 0,0223 Mediano
Colmenilla, La 0,0113 Mediano
Cueva del Alguacil, La 0,0025 Pequeño
Encina, La 0,0943 Grande
Encina, Maar 0,0078 -
Hoya Honda 0,0031 -
Mesas, Las 0,0034 Pequeño
Pilas, Las 0,0955 Grande
Vaqueriza, La 0,0057 Pequeño
Ap. Volcánico. Altura. Área lateral. Volumen.
Berrocal, El 70 7,80 0,0039
Canteras, Las 151 20,34 0,0095
Cerro Prieto 134 165,00 0,0223
Colmenilla, La 65 50,76 0,0113
Cueva del Alguacil, La
66 12,05 0,0025
Encina, La 125 228,00 0,0943
Encina, Maar - 235,00 0,0078
Hoya Honda - 17,70 0,0031
Mesas, Las 103 13,37 0,0034
Pilas, Las 95 64,00 0,0955
Vaqueriza, La 88 20,80 0,0057
187
Propiedades organolépticas de los productos
volcánicos
Volcán. Color. Textura. Xenocristales. Fenocristales. Densidad. Magnetismo
VCP Oscuro Porfídica
Vacuolar.
Raros. Cuarzo
Plagioclasas
3.42 Algo
VLE Oscuro Porfídica
Vaculorar
Tobácea
Raros. Cuarzo.
Calcita.
Plagioclasas
2.36 -
VLCA Oscuro. Porfídica.
Tobácea.
Vacuolar.
Raros. Cuarzo.
Muchos de calcita.
Plagioclasas
3.03 -
VLP Oscuro. Porfídica.
Vacuolar.
Tobçacea.
Raros. Calcita.
Plagioclasas
2,96 -
MLE Claro. Piroclástica. Raros. No. 3,00 -
VLV Rojizoide. Piroclástica. Raros. No. 3,16 -
VEB Oscuro. Porfídica.
Tobábea.
Raros. No. 1,78 Algo
VC Oscuro. Porfídica.
Piroclástica.
Tobácea.
Vacuolar.
Cuarzo.
Calcita.
Algunos. 2,96 -
VLC Rojizoide.
Oscuro.
Porfídica.
Tobácea.
Cuarzo. No.
Plagioclasas
3,24 -
VLM Oscuro. Porfídica.
Vacuolar.
Tobácea.
Cuarzo. Algunos.Plagioclasas 2,94 -
VCM. Oscuro. Porfídica.
Vacuolar.
Cuarzo. Algunos.Plagioclasas 3,50 -
VLCM: Volcán Las Canteras de Miró; VLM: Volcán Las Mesas; VEB: Volcán el Berrocal; VCP: Volcán Cerro Prieto; VER: volcán El Rincón; VLV: Volcán La Vaqueriza; VLC: Volcán La Colmenilla; VLE: Volcán La Encina; ME: Maar La Encina; VLCA: Volcán La Cueva del Alguacil; VHH: Volcán Hoya Honda.
188
Texturas granulométricas de los suelos de los diferentes edificios volcánicos
Suelo volcán.
Grava. % Arena.
% Limo.
% Arcilla.
% Flotantes.
Color.
Cueva Alguacil.
Algo. 1,5 cm 21,42
4,0 cm 57,14
1,0 cm 14,28
0,5 cm 7,14
Marrón oscuro.
Volcán Encina.
Frecuente. 1,5 20,00
4,0 53,33
1,0 13,33
1,0 13,33
Negrizal.
Maar Encina.
- Frecuente.
2,0 20,00
5,0 50,00
2,0 20,00
1,0 10,00
Marrón rojizoide.
Colmenilla. Alguna. 2,5 31,25
3,9 48,75
1,0 12,50
0,5 6,25
Marrón intenso.
Vaqueriza. Frecuente. 1,5 21,49
4,0 57,14
1,0 14,28
0,5 7,14
Negrizal.
Cerro Prieto.
Frecuente. 2,0 30,76
3,8 58,46
0,2 3,07
0,5 7.70
Negrizal.
Canteras Miró.
Algo. 2,0 26,66
4,5 60,00
1,0 13,33
0,05 Raro.
Marrón intenso.
Pilas. Algo. 1,0 15,38
4,5 69,23
0,5 7,70
0,5 7.70
Negrizal.
Mesas. Frecuente. 1,0 13,33
4,5 60,00
1,5 20,00
0,5 6,66
Negrizal.
Columba. Algo. 2,00 25,00
4,00 50,00
1,5 18,75
0,5 6,25
Marrón algo claro.
Berrocal. Frecuente. 1,5 20,00
4,5 60,00
1,0 13,33
0,5 6,66
Negrizal.
NOTA: Los procedimientos experimentales para la obtención
de los datos que se detallan en los respectivos cuadros, los
pueden consultar en mi trabajo Estudio orográfico-volcánico
e hidrográfico de Aldea del Rey. Corresponden a la PARTE III
de dicho trabajo, pero que vienen expuestos al final. Son
experiencias sencillas, eso sí, trabajosas, lentas, precisas, y
que hemos dedicado al estudio de los suelos de los entornos
de los diferentes edificios volcánicos del T.M. de Aldea del
Rey. Aunque se incluye el volcán Columba, éste no pertenece
a nuestro término, y lo incluí por proximidad, ya que pertenece
al T.M. de Granátula de Calatrava.
189
Observaciones: Elaboración propia. En todos los suelos, de los 11
aparatos volcánicos, la fracción más abundante es el LIMO. No se
pueden catalogar como suelos francos stricto sensu, pero sí como
suelos Francos limosos. Se reseña en la columna de color amarillo. Los
números de arriba, en color negro, significan los grosores o altura de
cada nivel; los números de abajo, en color rojo, significan los
porcentajes de cada una de las fracciones de los componentes de los
suelos. Como hemos indicado, el preponderante es el LIMO. El limo es el
sedimento de naturaleza clástica, que es transportado por las corrientes
de agua, así como por los hilillos de la misma que discurren hacia abajo
desde el cono del volcán. Algunos le llaman lodo o cieno. El limo puede
ser de dos tipos, orgánico o légamo, procedente de la descomposición
de restos de vegetales y de animales, e inorgánico, que procede de la
descomposición de las rocas. El limo es un componente fundamental en
los suelos, ya que en él reside las fertilidad de los mismos, ya que es muy
rico en nutrientes de las plantas. El segundo componente de estos
suelos es la arena, que como sabemos permite la filtración del agua así
como la aireación del suelo. Mientras que la arcilla, es retentiva del
agua, de la humedad. En estos suelos, suelos volcánicos, como puede
verse, también está presenta en flotabilidad cierta materia orgánica en
primera fase de descomposición. Si nos subimos al cráter de volcanes
como Cerro Prieto, por ejemplo, podremos visualizar una panorámica
completa del término municipal de Aldea del Rey, desde la cual podemos
concluir que, los terrenos hacia el este del mismo, son terrenos llanos,
de tonalidades de color más claro, más arcillosos, donde está la
presente el componente calcáreo o calizo; mientras que las zonas norte,
oeste y suroeste del término, que es donde se ubican las mayores
altitudes, así como los diferentes aparatos volcánicos y sus suelos
volcánicos correspondientes, son de tonalidades más oscuras,
negrizales, marrones intensos, etc. Es por ello, por la riqueza de estos
suelos, que los hortelanos y agricultores de Aldea del Rey, cultivan más
sus huertas, zonas de ganadería, etc.
190
F.A. Aquí en esta fotografía pueden ver cómo se tomaron las muestras de los diferentes
suelos correspondientes a los edificios volcánicos, que como se detalla en el trabajo
indicado, se tomaron de diferentes puntos de dicho edificio volcánico, para
posteriormente hacer una mezcla lo más uniforme posible, muestras que se tomó como
patrón del suelo de dicho edificio volcánico. La muestra se tomaba a una profundidad
superficial, unos 5 – 10 cm, y se recogía aleatoriamente, según se tomaba con la
cuchara. Ese tarro posteriormente era tapado y se adhería a él una ficha indicativa con
el nombre del volcán al que pertenecía. En ese trabajo, aparte del material utilizado,
también se incorporan fotografías explicativas donde se detalla ese material, sencillo,
al alcance, incluso material de cocina. Eso sí, los pasos experimentales se hacía
rigurosamente, al detalle, incluyendo en los cálculos cuando era preciso los dos
primeros decimales. Es más, los datos extremos del recorrido de esas variables eran
eliminados en algunos casos para que no alterasen significativa el resultado final.
Como pueden ver en los cuadros respectivos pueden ustedes contrastar las
características de las tipologías de los suelos, que, aunque todos eran volcánicos, los
llamados andosoles, familia de los andosoles, entre ellos existían pequeñas
diferencias, que eran muy significativas en determinados casos. Como se detallará
estas experiencias las hemos referido principalmente a las propiedades organolépticas
y físicas, tales como la textura, presencia o no de fenocristales y xenocristales,
magnetismo, densidades aparente y real, así como la relación entre ellas, grado de
humedad, retención de gua, color, capilaridad, porosidad, etc. Se precisa igualmente
la fecha, estación del año, la existencia o no de lluvias, de los momentos en que las
muestras eran tomadas.
191
Foto del autor: Rebaño de ovejas pastando en un rastrojo que se encuentran junto al
contador eléctrico que hay próximo a las Canteras donde se solapan las coladas del
volcán Cerro Prieto y La Vaqueriza. Pertenecen estas ovejas, hasta un total 1.500
cabezas, a la ganadería ovino – equina de don Fructuoso Caballero Naranjo. Se
encuentran al cuidado de don Joaquín, un pastor próximo a la jubilación natural de San
Lorenzo de Cva. Joaquín es un hombre que vive las ovejas, las pastorea con mimo, el
can siempre a su lado. Dicen que es un hombre de poca conversación, sin embargo
estuvimos parte de la tarde charlando, eso sí, había que darle conversación. El ganado
como puede verse, estaba bien aplicado a lo suyo, pastar. Recientemente habían caído
unas lluvias, y este ganado toma muy bien este tipo de pastos un poco humedecidos.
Cuando las ovejas pastan abiertas y aplicadas al terreno, dicen qué tipo de
pastor las cuida. De raza le viene al galgo, dirán algunos. Estábamos tomando
muestras de suelos y basaltos masivos del volcán La Vaqueriza. Puede observarse
cómo los agricultores y hortelanos retiran los fragmentos de basalto de sus fincas,
colocándolas en los lindazos o en majanos.
Incluí aquí esta fotografía por una nostalgia sana que experimentaba, ya que en
épocas anteriores y aún recientes, una de mis ocupaciones fue la ganadería ovina, tipo
de explotación que amaba, que disfrutaba, pero que debido a preferencias
patrimoniales a la hora de distribuir el patrimonio hubo que optar entre varias
opciones. Además, Fructuoso es un buen amigo mío, y dedica a la explotación aquellas
inquietudes que en su omento yo igualmente viví.
192
Retención de agua por los suelos volcánicos
Suelo Ap.
Volcánico.
Masa de
suelo, 100
gr.
Agua
utilizada,
200 cm3
Agua
filtrada,
cm3
Diferencia
= Agutilizada
– Agfiltrada,
cm3
Expresión
en %
Expresión
en cm3/gr
C. Alguacil. 100 200 170 30 15,00 0,15
La Encina. 100 200 140 60 30,00 0,30
Maar La
Encina.
100 200 180 20 10,00 0,10
Colmenilla. 100 200 165 35 17,30 0,17
Vaqueriza. 100 200 150 50 25,00 0,25
Cerro
Prieto.
100 200 100 100 50,00 0,50
C. Miró. 100 200 150 50 25,00 0,25
Mesas 100 200 150 50 25,00 0,25
Berrocal. 100 200 150 50 25,00 0,25
Pilas. 100 200 170 30 17,50 0,17
Columba. 100 200 145 55 27,50 0,27
Media. 22.81
OBSERVACIONES: Para taponar el orificio del embudo hemos utilizado
una bola de algodón, que previamente hemos humedecido con agua,
siendo posteriormente estrujada antes de ser colocada, con la finalidad
de no alterar los resultados. La filtración ha sido rápida, 5 – 10 minutos,
en la mayoría de los casos (La Encina, Colmenilla, Vaqueriza, Cerro
Prieto, Canteras de Miró y Mesas); mientras que en los casos del
Berrocal la velocidad de filtración ha sido lenta, en el caso del Columna
intermedia, y en el caso del Maar La encina la velocidad de filtrado ha
sido pasmosamente lente, aproximadamente una hora. Además en este
caso, Maar La Encina, después de ese tiempo permanece agua en la
superficie de los 100 g de suelo, así como una fina película a modo de
pátina de textura arcillosa. Ello se explica, principalmente, porque en la
base del maar se han ido acumulando a lo largo del tiempo, una gran
concentración arcillosa. Esta hoya los años de frecuentes lluvias se
transforma en una temporal laguna, donde viven y conviven anátidas.
193
Nos ha sorprendido, relativamente, la velocidad de filtración de los
suelos del volcán La Cueva del Alguacil, que ha sido ultrarrápida, 2 – 3
minutos. Ello tiene su explicación en que estos suelos poseen multitud
de pequeños fragmentos de cuarcita, así como mayor riqueza en arena.
Hemos de reseñar que el porcentaje de retención de agua por
estos suelos volcánicos, en sentido mayoritario, es del 25 por ciento,
siendo también mayoría la retención de agua por gramo, en torno al 0,25
cm3/g. Se trata de suelos con predominio de limo, bien estructurados,
aireados, porosos, idóneos para el cultivo agrícola.
El porcentaje medio de retención de agua por estos suelos,
eliminando los casos extremos, Maar La Encina y Cerro Prieto, es del
23,05 por ciento, lo se corresponde con una media de retención de agua
por gramo de suelo de 0,23 cm3/g.
Densidad aparente y real de los suelos volcánicos
Suelo aparato
volcánico.
Volumen suelo
estado normal, cm3.
Masa suelo secado. Densidad aparente:
Dap = msecado/vsuelo,
g/cm3.
C. Alguacil. 90 80 1,12
La Encina. 60 70 1,17
Maar La Encina. 90 87 1,03
Colmenilla. 90 80 1,12
Vaqueriza. 85 85 1,00
Cerro Prieto. 90 95 1,05
Canteras de Miró. 81 80 1,01
Mesas. 96 90 1,06
Pilas. 94 92 1,02
Berrocal. 85 80 1,06
Columba. 93 91 1,02
OBSERVACIONES: El procedimiento es el siguiente: 1) Se recoge un
determinado volumen de suelo, por ejemplo, con un vaso de
precipitados graduado, sea 100 g de suelo, y se mide su volumen en cm3.
2) Ese suelo se somete a calentamiento, graduando la temperatura en
una estufa (nosotros hemos utilizado el microondas), y se anotan
después los gramos de ese suelo en una balanza. 3) Se aplica la fórmula
Dap = msecado/vsuelo g/cm3. La densidad aparente de un suelo es un criterio
194
de gran significado, ya que nos indicará el grado de porosidad, la
capacidad de drenaje, la aireación de suelo. Cuando la densidad
aparente es baja nos indica que se trata de un buen suelo, y, cuando
resultan densidades aparentes altas ello indica que se trata de suelos
excesivamente compactados, de escasa porosidad, mal drenaje y de
mala aireación.
Cuando determinamos la textura o granulometría de estos suelos,
vimos que se trataba de suelos limosos, de tonalidades negrizales,
marrón oscuro o marrones intensos o grises oscuros. Predominio del
limo sensiblemente. Ello está en coherencia o en consonancia con los
dados obtenidos en todos los suelos volcánicos, con densidades
aparentes bajas, lo que nos indica que se trata de suelos bien aireados,
porosos, con la adecuada permeabilidad, etc.
Así, el Recorrido de los valores obtenidos es R = 1,17 – 1,00 = 0,17
La media de todos ellos es Media = 1,06 g/cm3. No hemos
eliminado los extremos porque los valores obtenidos son similares.
En correlación con la densidad aparente, procederemos también a
determinar experimentalmente la Densidad real de esto suelos con un
método aproximativo. Así:
Suelo. 100 g. 500 c.c. Nuevo Vol. Diferencia. Densidad.
Vaqueriza. 100 500 555 55 1,82
C. Alguacil. 100 500 570 70 1,43
Berrocal. 100 500 580 80 1,25
Mesas. 100 500 555 55 1,82
C. de Miró. 100 500 555 55 1,82
Colmenilla. 100 500 555 55 1,82
C. Prieto. 100 500 555 55 1,82
Pilas. 100 500 560 60 1,67
Columba. 100 500 555 55 1,82
M. Encina. 100 500 560 60 1,67
Encina. 100 500 575 75 1,33
195
Foto del autor: Material utilizado para la determinación de la densidad real de los
suelos volcánicos. No puede ser más sencillo y económico.
Cuadro comparativo de densidades.
Suelo volcán. Densidad aparente. Densidad real. Diferencia.
Dreal – Dap
C. Alguacil. 1,12 1,43 0,31
La Encina. 1.07 1,33 0,26
Maar La Encina. 1,03 1,67 0,64
Colmenilla. 1,12 1,82 0,70
Vaqueriza. 1,00 1,82 0,82
Cerro Prieto. 1,05 1,82 0,77
C. Miró. 1,01 1,82 0,81
Mesas. 1,06 1,82 0,76
Pilas. 1,02 1,67 0,65
Berrocal. 1,06 1,25 0,19
Columba. 1,02 1,82 0,80
196
Porosidad de los suelos de los
diferentes edificios volcánicos
Muestra suelo volcán. Altura o profundidad de
penetración del agua. En
mm.
Criterio. Permeable. Poco
poroso. Impermeable.
C. del Alguacil. 55 Permeable. Poroso.
Comenilla. 60 Permeable. Poroso.
Vaqueriza. 50 Permeable. Poroso.
La Encina. 40 Permeable. Poroso.
Maar La Encina. 20 Poco permeable. Poco
poroso.
Canteras de Miró. 60 Permeable. Poroso.
Columba. 45 Permeable. Poroso.
Cerro Prieto. 40 Permeable. Poroso.
Pilas. 60 Permeable. Poroso.
Berrocal. 35 Algo menos poroso.
Mesas. 60 Permeable. Poroso.
OBSERVACIONES: No existe ningún suelo volcánico impermeable en
Aldea del Rey. No obstante, en el Maar La Encina, su permeabilidad es
menos porosa, lo cual está en coherencia, como ya vimos, con la textura
granulométrica de este suelo, así como con la retención de agua, que
cuando la calculamos tardo más de una hora en filtrar los 200 c.c. que se
utilizó. Ya dijimos, que dadas las circunstancias orográficas, todo en su
derredor elevaciones cuarcíticas, el tiempo geológico asociado a la
erosión, meteorización, aire y lluvia, ha permitido que en el fondo de este
maar u hoya, la acumulación de arcilla haya sido más ostensible,
dándole a este suelo un grado de permeabilidad o porosidad menor. Las
experiencias anteriores, granulometría, retención de agua, densidad
197
aparente y porosidad, vienen a tener dependencia, de tal forma y
manera que una de ellas influye en las demás.
Determinación de la humedad de
suelos volcánicos
Suelo. Suelo
normal
Suelo seco. Dif. % H. Color.
Mesas 50g 41 9 18,00 Negrizal.
Vaqueriza 50 41 9 18,00 Negrizal.
Encina 50 40 10 20,00 Negrizal.
Maar Enc. 50 40 10 20,00 Marrón.
Colmenilla 50 42 8 16,00 Marrón.
Alguacil 50 40 10 20,00 Marrón.
Berrocal 50 40 10 20,00 Marrón.
Pilas 50 30 20 40,00 Negrizal.
Columba 50 40 10 20,00 Marrón.
C. Miró 50 41 9 18,00 Marrón.
C. Prieto 50 45 5 10,00 Negrizal.
OBSERVACIONES: Nos llaman la atención sobremanera los casos de los
suelos del volcán Las Pilas y de los suelos del volcán Cerro Prieto,
ambos negrizales, el primero por su elevada humedad, el segundo por
su poca humedad. En el caso de Las Pilas su suelo negrizal es muy
abundante en partículas o granulitos de basalto, que es seguro que
aumentan su estructura y permiten una mayor humedad, sin embargo en
el caso de Cerro Prieto, que es un suelo igualmente negrizal, hemos de
decir que la muestra se tomó, como puede verse en la fotografía
correspondiente, no a la profundidad de 5 – 10 cm sino de la superficie,
lo que haría que la humedad fuera menor. Sí hemos de indicar que unos
18 – 20 días antes de tomar las respectivas muestras cayó por estos
lares una lluvia de 20 litros/m2. Estos datos no los consideraremos a la
hora de obtener la media, que es de 18,88 por 100. Casi un 19% de
humedad de estos suelos.
198
Cuadro comparativos de las propiedades
de los suelos volcánicos
Suelo. % Rag. Poros. Dap. Dr. %H. pH Color.
Alguacil 15,00 Poroso 1,12 1,43 20,00 6,5 Marrón
Encina 30,00 P 1,17 1,33 20,00 6,8 Negrizal
Maar E. 10,00 pP 1,03 1,67 20,00 6,0 Marrón
Colomenilla 17,30 P 1,12 1,82 16,00 6,5 Marrón
Vaqueriza 25,00 P 1,00 1,82 18,00 6,7 Negrizal
C. Prieto 50,00 P 1,05 1,82 10,00 6,8 Negrizal
C. Miró 25,00 P 1.01 1,82 18,00 6,4 Marrón
Mesas 25,00 P 1,06 1,82 18,00 6,8 Negrizal
Berrocal 25,00 P 1,06 1,25 20,00 6,0 Marrón
Pilas 17,50 P 1,02 1,67 40,00 6,5 Negrizal
Columba 27,50 P 1,02 1,82 20,00 6,4 Marrón
OBSERVACIONES: En rojo aparecen los datos que más extrañeza nos
han causado. El símbolo pP significa poco poroso. El % de retención de
agua y el % humedad guardan cierto correlato de coherencia. El color al
50 por 100 negrizal y marrón oscuro, típico de estos suelos volcánicos,
hace sintonía con los %s de retención de agua y de humedad. Se trata de
suelos porosos, que retienen fácilmente el agua y que la humedad de los
mismos, en función del agua gravitacional, del agua capilar y del agua
higroscópica, aunque parte de la capilar y toda la higroscópica no sean
extraíbles por el calor, nos permiten tener unos suelos que aún en
épocas de escasez de lluvias y de sequías, suelen tener buenas
cosechas. Mucho más cuando se trata del cultivo de hortalizas, tomates,
pimientos, sandías y melones, pepinos, etc. En años de lluvias normales
la rentabilidad de estos suelos es muchos mayor que todos los suelos
que existen en la parte Este del término municipal. Y cuando las lluvias
escasean si en estos suelos del Este las cosechas son muy pobres, en
los suelos volcánicos objeto de estos estudios, suelen ser muy
presentables.
199
Clase teórico-práctica de petrografía:
CUARCITAS
Incluimos en este trabajo el tema de las cuarcitas por varias
razones:
1ª) Junto a las areniscas y las pizarras, las cuarcitas formaron
parte integrante del zócalo paleozoico, aquel sustrato terráqueo que
debido a las orogenias herciniana y alpina, dieron lugar a nuestras
sierras (Sª de Calatrava, Macizo de Calatrava, Macizo de La Higuera,
Cerros, etc.), y que debido a esos fuertes plegamientos las cuarcitas
afloraron, dando lugar en la mayoría de los casos a que por esas roturas
escapase a la superficie o permaneciese cerca de ella el magma y los
llamados afloramientos volcánicos (lavas, coladas, productos
volcánicos, etc.).
2ª) En el conjunto de volcanes de Aldea del Rey, 11 en total, la
mayoría de ellos han surgido en cerros cuarcíticos, existiendo testigos
fieles de ello en los pliegues y crestones cuarcíticos que existen en las
proximidades y cercanías de los cráteres.
3ª) En gran parte de los volcanes de Aldea del Rey, casos de La
Cueva del Alguacil, El Berrocal, La Colmenilla, La Vaqueriza, Las Mesas,
Cerro Prieto, La Encina, Laguna del Quino, Hoya Honda, Las Pilas y Las
Canteras, en las zonas proximales de los respectivos edificios
volcánicos, en unos más que en otros, este tipo de roca metamórfica a
veces muy fragmentada es bastante frecuente, existiendo lugares que
como ya se indicó resulta muy difícil distinguir el suelo entre esos
fragmentos.
4ª) Ya en las zonas distales de muchos edificios volcánicos,
también en unos más que en otros, son frecuentes los terrenos
arenosos, con gran capacidad de aireación y penetración del agua.
200
Foto del autor. Diez ejemplares de cuarcitas, nueve de naturaleza ferromanganasífera y una de ellas, la más clara, blanquecina. Encontradas en el entorno de los Hervideros del Barranco y Fontecha a ambos lados de La Minilla. Unas de predominio férrico, otras con dominancia manganésica. Las aguas mineromedicinales de estos hervideros contienen en disolución, suspensión y depositados, óxidos de hierro y manganeso, que impregnan y penetran tanto la superficie como el interior de estas cuarcitas.
Estudio físico, mecánico, óptico, magnético y químico de las cuarcitas de Peña Rubia, Majadillas
Frías, Loma de las Canteras, Baños Barranco-Fontecha, Cerro Higuera y Cueva del Alguacil (Aldea
del Rey-Campo de Calatrava-C. Real)
201
Foto del autor. Grandes diaclasas en las cuarcitas de los pliegues del volcán La Cueva del Alguacil. Estas enormes diaclasas, aparte de generarse por la contracción de la propia roca, así como por la gelifracción y termofracción, también se deben a la existencia de vetas de composición terrosa o areniscosa de menos cohesión, que por efectos del agua y del viento dan lugar a estas grandes diaclasas. Esta fotografía está tomada a escasamente un metro de distancia. Sobre el terreno puede determinarse con un simple buril que la dureza de la cuarcita es muy superior a la roca existente en la grieta. Como las rocas volcánicas las cuarcitas también son muy propensas a la formación y desarrollo de los líquenes, asociación de un alga y un hongo.
¿Qué entendemos por cuarcitas armoricanas-ordovícicas?
Las cuarcitas son rocas metamórficas de contacto o regional, que proceden de
rocas sedimentarias silíceas sometidas a grandes presiones y temperaturas.
Están constituidas fundamentalmente de cuarzo, aunque también pueden
contener albita, ortosa, moscovita, hematites, grafito, granate, etc., estos últimos en
pequeñas cantidades e incluso residuales. Su coloración es muy variable, pueden ser
claras, blancas, rojas, grises, amarillentas, rosadas e incluso negras debido al grafito
procedente de la materia orgánica.
Su textura es afanítica, pues sus granos no son visibles a simple vista, aunque sí al
microscopio. Estos granos tan pequeños son debidos al enfriamiento rápido del magma
de procedencia. En superficie fresca parece granoblástica sacaroidea, parecida a un
terrón de azúcar. Estas cuarcitas pueden contener vesículas o vacuolas gaseosas en su
interior. Lo de armoricana se debe al Macizo Armoricano de la región francesa de
Bretaña. Lo de ordovícica es por haberse encontrado ya en el periodo Ordovícico
Inferior. Es por ello que da lo mismo decir cuarcitas armoricanas que cuarcitas
ordovícicas.
202
Composición química de las cuarcitas.
Bien en forma aislada y en forma de óxidos y de óxidos hidratados en las
cuarcitas como en toda roca metamórfica, en unas más que en otras, pueden encontrarse
principalmente el Si, Al, Fe (II) y Fe (III), Ca, Na, K, Ti, P, etc., en forma de cationes.
Composición mineralógica de las cuarcitas.
- Cuarzo, principalmente, SiO2, 90 – 99%. Blanco lechoso, traslúcido, etc.
- Feldespatos (plagioclasas cálcico-sódicas).
- Micas (Moscovita – blanca y Biotita – bronceada o negra). K, Fe, Mg.
- Piroxenos y Anfíboles (Wallastonita, Hornblenda, etc.). Contienen Ca, Mg, Fe.
- Olivino (Serpentina). Fe y Mg.
- Granates (ricos en Mn).
- Epidota (Fe y Ca).
- Grafito (materia orgánica). C casi puro.
- Goethita, pirolusita y hematíes. Fe y Mn.
Procedencia de las cuarcitas.
Principalmente de las Areniscas (Protolito) sedimentarias.
Las cuarcitas objeto de estudio y análisis proceden de los siguientes puntos o
zonas geográficas: Macizo de Calatrava, y más concretamente dentro de nuestro ámbito
del Macizo de la Higuera (Peña Rubia, Cerro de la Higuera y Cueva del Alguacil), así
como de la zona norte - noroeste, Majadillas Frías, y de la zona de los hervideros
(Fontecha y Baños del Barranco) de la zona noreste.
Color de las cuarcitas.
El color de la cuarcita pura es blanco (hojuelas de mica blanca, aunque también el
cuarzo lechoso es blanco), pero si existe presencia de hiero, manganeso u otros
minerales, adquieren otras coloraciones. Así, por ejemplo, la presencia de óxido e
hidróxidos de hierro puede hacer que las cuarcitas tengan coloración amarillenta,
anaranjada, marrón o rojiza. Los óxidos e hidróxidos de manganeso ocasionan la
coloración gris, azulada y negra, aunque la presencia de materia orgánica en forma de
203
grafito también produce coloración negra. El color gris es debido al plomo. Hay que
tener en cuenta que cuanto mayores sean los cristales de la roca su coloración será más
definida e intensa. La coloración verde se debe a la presencia de clorita u hornblenda. El
color amarillo también se puede deber a la presencia de azufre.
Textura de las cuarcitas.
- No foliada, sacaroidea, afanítica.
Datación de las cuarcitas.
Proceden del antiguo zócalo paleozoiceo inferior, debido a la erosión que las dejó
al descubierto, del relieve herciniano. Aquél zócalo estaba formado por pizarras, granito,
esquistos y cuarcitas. Los estratos de cuarcitas llegaron a alcanzar hasta los 400 metros de
potencia, con una antigüedad que oscila entre los 570 – 250 M.a. Es decir, aparecieron
en el Ordovícico Inferior.
Trabajo de campo.
Dedicamos cinco tardes de 15:30 – 18:00 horas a recoger muestras de cada
una de las zonas objeto de estudio de las cuarcitas. 1ªtarde: Se tomaron muestras
de la zona de los hervideros (Barranco y Fontecha); 2ª tarde: Se tomaron muestras
de Peñas Lisas, 3ª tarde: Se tomaron muestras de La Loma de las Canteras; 4ª
tarde: Se tomaron muestras de Cerro Prieto-Las Mesas; y, 5ª tarde: se tomaron
muestras de La Cueva del Alguacil. Paralelamente se tomaron fotografías del
lugar concreto donde se recogieron las muestras, así como del entorno inmediato
próximo y del contexto global bien se trate de crestones cuarcíticos (Loma de las
Canteras, Cerro Prieto-Las Mesas, Peñas Lisas y Cueva del Alguacil), bien de zona
llana como el lugar del entorno de los hervideros (Barranco y Fontecha). Se
recogieron entre 6 – 10 muestras de cuarcitas de cada uno de los lugares objeto de
estudio, introduciéndolas con su identificación correspondiente en cinco cajas de
cartón del tamaño adecuado al caso. Se introdujeron en el maletero del
todoterreno y se llevaron al lugar de estudio y análisis, finca LOS RUBIALES. Allí,
lo primero que se hizo con dichas muestras, cuidadosamente y prestando el
cuidado correspondiente para no mezclarlas, consistió en lavarlas con agua
templada, siendo después secadas en el microondas durante dos minutos, volviendo
últimamente a si cajón de cartón correspondiente. Y, ya al final, cada muestra se
identificó individualizadamente con una etiqueta adhesiva identificativa del lugar.
204
CUARCITAS DE LOS HERVIDEROS DEL
BARRANCO-FONTECHA.
Estas cuarcitas y algunos conglomerados cuarcíticos con cementación o pátina
ferromanganesífera del entorno de los Hervideros del Barranco y Fontecha,
pertenecientes al término municipal de Aldea del Rey, se encuentran allá por el NE
superior de dicho término. Por estas zonas, proximidades de La Minilla, son frecuentes
los exutorios, que son a modo de manantiales de borboteo de aguas férrico-mangánicas
de contenido carbónico, CO2, son vestigios del vulcanismo de Aldea del Rey, vulcanismo
atenuado. Estas aguas de procedencia profunda, zócalo paleozoico de cuarcitas, en su
ascenso, adquieren el contenido catiónico (Fe, Mn, principalmente) de zonas magmáticas
con contenido de gases, CO2 principalmente. Estos cationes que en principio se
encuentran en ambiente reductor en el interior de la tierra, Fe2+
y Mn2+
, al salir al exterior
pasan a Fe3+
y Mn4+
, es decir, se oxida, formando los óxidos Fe2O3 y MnO2, que
encontrando a las cuarcitas bien sueltas o compactadas, esos óxidos e hidróxidos actúan
de cemento de cohesión o coherencia, dando lugar a esta tipología de cuarcitas
ferromanganesíferas. Los exutorios a los que hacemos referencia, pueden encontrarse y
observarse allí a la izquierda según miramos a La Minilla, uno en la vega de la finca de
Valdeparaíso, y otro muy significativo en la finca donde se encuentran el Baño del
Barranco Chico. Estos exutorios, ya bastante amortiguados, en épocas de sequía suelen
dejar de surtir agua ferrimangánica, para luego en épocas de otoño-invierno- primavera
volver a su actividad burbujeante. Es más, si ustedes deambulan por esas zonas próximas
a los hervideros, podrán detectar sonoridades subterráneas a modo de gorgoritos
producto de la liberación del dióxido de carbono. Todos los hervideros del Campo de
Calatrava volcánico, Baños del Prado (Villar del Pozo), Baños del Chorrillo y Fuente
(Pozuelo de Cva.), Fuente de Agua Agria (Puertollano), los desaparecidos Baños de
Fuensanta, también en Pozuelo de Cva., fuente de la Plaza de Valenzuela de Cva., Baños
de Salvatierra (Calzada de Cva.), etc., etc., tienen esta causa u origen.
Veamos seguidamente fotografías de esos baños, exutorios y cuarcitas. Se detallará
específicamente cada caso.
205
- Calcita o carbonato cálcico: CaCO3.
- Cuarzo o dióxido de silicio: SiO2.
- Dolomita o carbonato de calcio y magnesio: CaMg(CO3)2.
- Feldespato o grupo mineral: KAlSi3O8.
- Goethita o hidróxido de hierro: (OH)3Fe.a
- Ilmenita o titanato de hierro: FeTiO3.
- Lepidocrocita o hidróxido de hierro: (OH)3Fe.b
- Olivino o silicato de hierro y magnesio: (MgFe)2SiO4.
- Pirolusita o bióxido de manganeso: MnO2.
- Piroxeno o grupo mineral: SiAlO, subíndices.
- Ramsdellita o óxido de manganeso: MnO.
- Siderita o carbonato de Fe2+: FeCO3.
Foto del autor. Desagüe de la alberca de los Baños del Barranco Chico, donde puede apreciarse
la huella férrica de las aguas. Pueden observarse dos tonalidades de color, una amarillenta que
corresponde a la limonita, de “leimon” (= pantano), hierro de los pantanos, que se trata de una
mezcla de óxidos de hierro hidratados, entre los que destaca la goethita y la lepidocrocita, que
dan una coloración pardo-amarillenta; y, una segunda coloración rojizoide que se trata de
oligisto o hematites, de “hema” (= sangre) y “tita” (= piedra), que se debe a la combinación del Fe
con el oxígeno, de fórmula
206
Fe2O3, con un porcentaje de hierro del 70%, y que se trata de un polimorfo de la
magnetita, Fe3O4. Esta huella es visible cuando la alberca posee sobrante de agua y
sale y existiendo una día soleado. También puede apreciarse una franja más oscura
entre la limonita y el oligisto o hematites, que bien pudiera tratarse de óxidos de
manganeso, probablemente manganita o también pirolusita, MnO2, que es un bióxido de
manganeso. Es bien conocido que las aguas de estos hervideros contienen bien
depositados, bien en suspensión o bien en disolución, diferentes óxidos de de hierro y
manganeso. Esas huellas blanquecinas bien pudieran tratarse de carbonatos de calcio
o de calcio y magnesio, que también se encuentra en estas aguas y que pudieran
cristalizar en forma de calcita, CaCO3 y de dolomita CaMg(CO)2.
Foto del autor. Precioso ejemplar de conglomerado cuarcítico con participación en la
cementación de los compuestos ferromanganesíferos. Algunos hablan de costras
ferromanganesíferas. Estos conglomerados como el caso de las cuarcitas
ferromanganesíferas son frecuentes por la zona de los hervideros. Éste concretamente
se encuentra a la izquierda de la entrada a la alberca del Barranco Chico, fuera de la
misma. Cuando lo fotografié se encontraba limpio y con pulcritud, tal como se ve en la
fotografía; pero, posteriormente, cuando fui una tarde del verano de 2016 a tomar los
baños de aquellas aguas mineromedicinales, lo vi sucio, como manchado de cal y
víctima de algún fuego habido en sus proximidades. El proceso de formación de estos
conglomerados es similar al sucedido con las cuarcitas de este tipo. Ruego al Excmo.
Ayuntamiento de Aldea del Rey que, cuando envíe allí a personal de aforamiento,
limpieza y blanqueo de los baños, tengan especial cuidado en no blanquear estas
bellas muestras de conglomerados cuarcíticos, típicos de estos entornos de los
hervideros del Barranco (Chico y Grande) y Fontecha, aunque éstos se encuentra en
desuso e invadidos de juncos. Si visitan estos lugares y les gusta la petrografía,
deambulen por esos lugares y podrán comprobar lo que aquí se indica. En una de mis
207
correrías por estos lugares en una ocasión me encontré un precioso ejemplar de
pirolusita de estructura dendrítica, que, también, si son observadores, podrán
encontrar en las inmediaciones de la cantera de manganeso que hay antes de llegar a
la fuente del Chorrillo a la izquierda del camino de acceso. En la finca donde se
encuentran los Baños de Fontecha, si ustedes lo recorren cuando se encuentra arada y
recientemente haya llovido, podrán ver y encontrar ejemplares de los indicados.
Foto del autor. Alberca de baños, Baños del Barranco, con el agua de tonalidad
rojizoide – marrón. Como tiene una profundidad de unos 1.80 metros, tiene
enganchada en unas anillas, una soga de naturaleza plástica para evitar la
corrosión del agua, para aquellos bañistas que tengan dificultades en el nadar. En
derredor de dicha alberca existe una zona pavimentada de cemento, así como una
protección de mampostería con la finalidad de evitar el ensuciamiento de las aguas.
Dispone de un rebosadero, así como de una escalerilla para entradas y salidas. Hay
que tener sumo cuidado, pues, en el reborde de las paredes de la alberca, en el
fondo, éstas son ásperas y pueden ocasionar rasguños y lesiones en los pies.
Varias veces he tomado las aguas mineromedicinales de estos baños, que, dicho
sea, sus aguas son más bien de temperatura fresca, y donde hay que destinar
bañadores y toallas ya en desuso, por cuanto que dichas prendas no volverán a
disponer de sus colores originales, lo que hemos dicho, la capacidad cromógena de
ciertos elementos como el hierro y el manganeso. Estas aguas contienen los óxidos
e hidróxidos de hierro y manganeso tanto el disolución, tanto en suspensión como
precipitados. Llévense una toalla bien de plástico o vidrio, y llénenla en sus ¾,
agítenla enérgicamente y déjenla reposar el tiempo suficiente, un noche, por
ejemplo, y verán el precipitado y en parte la suspensión.
208
Foto del autor. Actual estado de los Baños de Fontecha, dentro del término municipal
de Aldea del Rey, sector NE. Esta alberca – azanca que es desde el punto de vista de su
cabida como del diámetro de la alberca superior a la del Baño Chico, el Excmo.
Ayuntamiento del Aldea del Rey debería tomar alguna decisión al respecto. He asistido
en bastantes ocasiones a los Baños del Barranco Chico, y, en algunos días de la época
estival es tal la afluencia de bañistas, que la alberca da la sensación de ser una olla de
garbanzos en cocedura. Debe limpiarse de maleza esta alberca, aforarla y limpiarla.
Igualmente, debería repararse la alberca con cemento rápido y acondicionarla para su
uso. Junto a ella existe un árbol con infinidad de retallos que estéticamente denota
desorden y abandono. Se encuentra a escasa distancia del Barranco Chico y de La
Minilla, que igualmente debería ser limpiada de maleza, juncos y otras yerbas. De esta
manera se descongestionaría Barranco Chico. Además, ese árbol que he indicado,
siendo podado y acondicionado, serviría de sombra ante los calores del estío. No
obstante, dentro de lo negativo, también existen infraestructuras positivas. Los Baños
del Barranco Chico deben ser, dentro del número elevado de hervideros del Campo de
Calatrava, casi los únicos que se encuentran en estado de conservación y limpieza muy
aceptables. Si ustedes van a ver los Baños del Prado en Villar del Pozo, su preciosa
alberca poligonal, la calidad curativa de sus aguas, su poca distancia al pueblo, etc., su
no funcionamiento causa desasosiego cuanto menos. Además, también a los Baños de
Fontecha, puede accederse perfectamente con automóviles y bicicletas de montaña,
por el desvío de la finca Valdeparaíso, Plan de empleo.
209
Foto del autor. Estas cuarcitas fueron recogidas del entorno de los Hervideros del
Barranco (Chico y Grande) y de Fontecha, a ambos lados de La Minilla. Como puede
observarse todas menos una, se encuentran con una pátina de óxidos de hierro y de
manganeso, que son los que les dan esa coloración rojizoide y negroide. Estas
cuarcitas una vez fracturadas igualmente puede verse en ellas dichas coloraciones, y
que estos compuestos químicos también actúan como cementantes. La cuarcita de
tonalidad blanca fue encontrada en la parte derecha del camino que va desde La Minilla
hacia Valdeparaíso, por lo que al romper la armonía del resto de los ejemplares de
cuarcitas, bien puede estimarse que tenga carácter alóctono. Las demás son
autóctonas. Las aguas de estos hervideros son ricas en compuestos de hierro y de
manganeso, contiendo tanto en disolución como en suspensión o bien precipitados
dichos óxidos, que si en ambientes reductores tanto el hierro como el manganeso
actúan con valencia II, al tomar contacto con la atmósfera, es decir, en ambiente
oxidante pasan a valencia III y IV, como Fe2O3 y MnO2, es decir como óxido férrico o de
hierro III y bióxido de manganeso. Estos compuestos químicos precipitan sobre las
rocas cuarcíticas en forma de pátinas de oligisto o hemetites para el hierro, y de
goethita y pirolusita para el manganeso. Las aguas de los hervideros (Barranco
Chico, Grande y Fontecha), así como los exutorios dispersos por aquellos terrenos,
según Poblete Piedrabuena (1994), llevan tanto en disolución como en suspensión
óxidos e hidróxidos de Fe y Mn. En disolución, según el orden B. Chico, B Grande y
Fontecha, óxidos e hidróxidos de Fe contienen en disolución 0,70 mg/litro, 0,60 mg/litro
y 0,60 mg/litro, y según dicho orden llevan en suspensión 21 mg/litro, 9,29 mg/litro y
14,30 mg/litro; y, respecto a los óxidos e hidróxidos de Mn en disolución 0,40 mg/litro,
0,30 mg/litro y 0,45 mg/lito, y en suspensión 0,05 mg/litro, 0,24 mg/litro y 0,25 mg/litro.
Estas aguas al contender en disolución esos óxidos e hidróxidos de Fe y Mn, penetras
por las fisuras de las rocas, los poros, los pequeños tubículos, etc., accediendo al
interior de la roca, como puede verse al fragmentarlas, y, los compuestos en
suspensión más bien se van depositando en las superficies de esas rocas, como
también puede observarse en las muestras de dichas rocas. Esta característica es casi
exclusivamente de las cuarcitas que se encuentran en el ámbito geográfico de dichas
210
aguas. También puede suceder que algunas muestras de cuarcitas adquieran tanto
interior como exteriormente estas tonalidades de coloración, unas en el interior de la
tierra, otras casi en la superficie y otras en el exterior.
CUARCITAS DE LA CUEVA DEL ALGUACIL
CUARCITAS DE MAJADILLAS FRÍAS
212
CUARCITAS DE CERRO HIGUERA.
ENSAYOS FÍSICOS
En todos estos ensayos además de la visualización con los ojos,
también haremos uso de una lupa 20x. No estaría de más hacer uso del
estereomicroscopio o lupa binocular, del cual también disponemos.
Dentro de este apartado de los ensayos físicos determinaremos la
densidad de las diferentes cuarcitas, 5 muestras por cada una de los
lugares indicados en el título del trabajo, el hábito y la conductividad
térmica. En cada una de estas propiedades físicas detallaremos el
procedimiento de su determinación.
Para determinar la densidad lo haremos en una probeta o en un
recipiente graduado en cm3. Colocamos el ejemplar de cuarcita en el
recipiente graduado, introducimos la cuarcita con cuidado, después
echamos agua con un recipiente hasta que cubra la muestra. Anotamos
el volumen ocupado que será V2, seguidamente extraemos el ejemplar
de cuarcita del agua y dejamos un tiempo para que escurra bien y vemos
el volumen de agua en el recipiente, que será V1. El volumen del ejemplar
213
de cuarcita será Vf = V2 – V1, expresado en cm3. Seguidamente en una
balanza determinamos la masa del ejemplar de cuarcita, que
denominamos m, expresada el gramos. De donde determinaremos la
densidad:
Cuarcitas de La Cueva del Alguacil.
Dc1 = m1/Vf1 = 335 g/(Vf – Vi) = 335/790 – 650) = 335/140 = 2,39
g/cm3. C. normal.
Dc2 = m2/Vf2 = 4,00 g/cm3. Cuarcita pesada.
Dc3 = m3/Vf3 = 6,39 g/cm3. Cuarcita pesada.
Dc4 = m4/Vf4 = 6,86 g/cm3. Cuarcita pesada.
Dc5 = m5/Vf5 = 2,32 g/cm3. Cuarcita ligera.
Dm = (Dc1 + Dc2 + Dc3 + Dc4 + Dc5)/5 = 21,96/5 = 4,39 Media
cuarcitas pesadas.
Las cuarcitas marrones – rojizoides - grises poseen mayor
densidad que las de tonalidades claras y veteadas claras. Atribuimos tal
peculiaridad a que las primeras son más ricas en óxidos, hidróxidos y
compuestos de Fe, Mn y Al. Mientras que las claras y veteadas claras lo
son en plagioclasas cálcicas y derivados fundamentalmente.
Cuarcitas de Majadillas Frías.
Dc1 = 2,47 g/cm3 – C. ligera.
Dc2 = 2,48 g/cm3 – C. ligera.
Dc3 = 2,32 g/cm3 - C. Ligera Densidad media = 2,36 g/cm
3
Dc4 = 2,33 g/cm3 – C. ligera.
Dc5 = 2,22 g/cm3 - C. ligera.
214
En este caso de las cuarcitas de Majadillas Frías, la coloración no
influye prácticamente en la densidad. Se han utilizado 2 cuarcitas negro
– rojizoides, 1 blanca, 1 gris oscura y 1 gris con pequeñas zonaciones a
modo de ínfimos estratos de tonalidad negroide. Las cuarcitas de
Majadillas Frías aunque próximas al maar La Encina y al volcán La
Encina, sus erupciones y explosiones no tuvieron influencia de
contaminación sobre ellas Existe entre el maar La Encina y Majadillas
Frías un cerro de cierta consideración que los separa.
Cuarcitas de los Hervideros del Barranco (Chico y Grande) y
Fontecha.
Dc1 = 2,59 g/cm3 – C. normal.
Dc2 = 2,94 g/cm3 - C. normal.
Dc3 = 2,64 g/cm3 – C. normal.
Densidad media =
3,02 g/cm3
Dc4 = 4,13 g/cm3 – C. Pesada.
Dc5 = 2,81 g/cm3 – C. normal.
Estas cuarcitas todas presentan una coloración negro – rojizoide.
Sus fracturas son irregulares. Sólo una presento fractura concoidea.
Son más frágiles que las demás, pues al golpearlas se fracturan en
varios trozos. Ahora bien, esa tonalidad de color no sólo es superficial
sino también en zonas internas.
Cuarcitas del Cerro Higuera.
Dc1 = 2,47 g/cm3 – C. ligera.
Dc2 = 2,32 g/cm3 – C. ligera.
Dc3 = 2,40 g/cm3 – C. ligera. Densidad media = 2,35 g/cm
3
Dc4 = 2,43 g/cm3 – C. ligera.
Dc5 = 2,13 g/cm3 – C. ligera
215
Estas cuarcitas presentan tonalidades rojizoides – grises –
blancas con un tenue color amarillento. Son de superficies lisas sin
huecos ni vacuolas.
Cuarcitas de Peña Rubia.
Dc1 = 2,31 g/cm3 – C. ligera.
Dc2 = 2,20 g/cm3 – C. ligera.
Dc3 = 3,00 g/cm3 – C. normal. Media aritmética = 2,43 g/cm
3
Dc4 = 2,21 g/cm3 – C. ligera.
Dc5 = 2,43 g/cm3 - C. ligera.
Estas cuarcitas son de superficies más o menos suaves, de
coloraciones naranja bajo, rojizoides y claras.
Cuarcitas de la Loma de Las Canteras.
Dc1 = 2,10 g/cm3 – C. ligera.
Dc2 = 2,13 g/cm3 - C. ligera.
Dc3 = 2,20 g/cm3 – C. ligera.
Dc4 = 2,07 g/cm3 – C. ligera.
Dc5 = 2,14 g/cm3 – C. ligera.
Dmedia = 2,13 g/cm3 – C. ligera.
La cuarcita Dc4 al introducirla en el agua para determinar su
volumen, desprendía pequeñas burbujitas, que bien pueden deberse a:
1) Presencia de Oca + H2O ----- (OH)2Ca + H2, que se desprende o, bien CaCO3 + H2O ----- (OH)2Ca + CO2, es decir, en un caso se debe al
hidrógeno desprendido, y en el otro caso al dióxido de carbono
desprendido.
Las cuarcitas pueden ser según la densidad: ligeras (- 2,5 g/c.c.),
normales (2,5 < x < 4,0 g/c.c.) o pesadas (+4,0 g/c.c.).
216
Lugar cuarcitas. Densidad media. g/cm3
Observaciones.
Cueva del Alguacil. 4,39 Cuarcitas pesadas.
Majadillas Frías. 2,36 Cuarcitas ligeras.
Hervideros BCh, BG y F. 3,02 Cuarcitas normales.
Cerro Higuera. 2,35 Cuarcitas ligeras.
Peña Rubia. 2,43 Cuarcitas ligeras.
Loma de las Canteras. 2,13 Cuarcitas ligeras.
Media. 2,78 Cuarcitas normales.
De las 30 muestras de cuarcitas analizadas, 20 de ellas tienen una
densidad ligera, mientras que las cuarcitas de La Cueva del Alguacil su
media aritmética nos muestra que se trata de cuarcitas pesadas, y las de
los Hervideros pueden considerarse como normales. Es decir, el 66,66%
Ligeras; 16,66% Pesadas, y el 16,66% Normales. No obstante, hay que
aclarar que sólo dos cuarcitas, precisamente de La Cueva del Alguacil
superan los 6,00 g/cm3, el 6,66%, y altera sensiblemente la media global.
Se trata de dos ejemplares que sólo con tomarlas en la mano ya nos
indica su pesadez; ello puede deberse a la mayor presencia de Fe y
otros metales. Mi conclusión final es que las cuarcitas de estos lugares
pueden considerarse como ligeras.
ENSAYOS MECÁNICOt
A través de los ensayos mecánicos determinaremos la tenacidad o
cohesión (resistencia a la rotura o deformación – Frágil, Maleable o
Dúctil), la fractura (concoidea, fibrosa o astillosa), la dureza (resistencia
a ser rayada) y la exfoliación (separación en hojas).
Las cuarcitas en su estado normal no son ni maleables ni dúctiles,
por lo que desistimos de tales ensayos. Así como la exfoliación, pues no
son exfoliables.
Los 25 ejemplares de cuarcitas estudiados, exceptuando las
cuarcitas de tonalidades blancas o claras, las de intenso color negro y
las cuarcitas ferromanganesíferas, que se fracturan con relativa
facilidad, podemos considerarlas como frágiles (eso sí, golpeadas con
martillo). Sin embargo, el resto de ejemplares, siendo de superficies
planas, suelen fracturarse con facilidad. Tan sólo un ejemplar de
cuarcitas, bandeada en rojo y gris claro, mostró parcialmente una
superficie concoidea (de concha).
217
Los ejemplares de cuarcitas de tonalidades rojizoides al fracturarlas lo
hacen en varios pedazos, guijas o guijarros desiguales, de mayor y
menos tamaño, ofreciendo por lo general superficies planas aunque con
irregularidades. Las cuarcitas ferromanganesíferas se fracturan en
trozos de tendencia redondeada, con desprendimiento de polvo o tierra
rojiza existente en su interior.
218
Respecto a la dureza, resistencia a ser rayada, hemos de decir
que utilizamos para tal ensayo el filo de una navaja. Las cuarcitas de
tonalidades rojizoides y negroides con la navaja al ser rayadas, queda
una fina línea, hecho que no ocurre con las cuarcitas de tonalidades
claras ni grisoides. Esa huella de la raya en las cuarcitas oscuras tiene
una coloración rojiza viva o más intensa, apareciendo muestras de polvo
tras el rayado. Eso sí, las cuarcitas claras, grises, negras y rojizoides
rayan al cristal. De ello se deduce que la dureza de las cuarcitas hemos
de situarla entre 6 – 7 dentro de las escala de Mohs, es decir, entre la
ortosa y el cuarzo.
ENSAYOS ÓPTICOS
A través de estos ensayos determinaremos el brillo (Vítreo,
Metálico, Sacaroideo, Adamantino, Sedoso y Opaco) y el color
(blanquecino, negreoide, rojizoide, gris, blanco, marrón, etc.).
Respecto del color como se puede ver en la fotografía siguiente,
entre las 25 muestras objeto de los ensayos las tenemos blanquecinas,
grises, rosadas, rojizoides, negras, principalmente, aunque algunas
muestras poseen una coloración un poco indefinida.
En relación con el brillo, las blanquecinas y grises poseen un brillo
sacaroideo, mientras que las de tonalidades rojas y negras dan una
sensación de brillo metálico. Particularmente en las cuarcitas de brillo
219
sacaroideo la presencia de pequeños cristales de mica blanca
(moscovita) son frecuentes. También en aquellas muestras más blancas
o blancas, puede apreciarse pequeñas manchas de color blanco lechoso
que nos remiten al cuarzo.
ENSAYOS MAGNÉTICOS
De acuerdo con este criterio, el magnetismo, comprobado con un
imán, determinaremos si las cuarcitas son ferromagnéticas (fuertemente
atraído el imán por contener ferromagnesianos), paramagnéticas (
débilmente atraído) y diamagnéticas (no atraído).
- Las cuarcitas de los Hervideros (Barranco y Fontecha) por su
elevado contenido en Fe, sí atraían entre fuerte y débil el imán; no eran
pues, ni ferromagnéticas ni paramagnéticas, sino un grado intermedio.
Igualmente atraían el imán aquellas cuarcitas de tonalidades de color
marrón oscuro o casi negras. Pero débilmente, por lo tanto hemos de
decir que eran paramagnéticas.
Conclusiones
- Tenacidad o cohesión: 83,83% frágiles, con un simple martillazo se
fracturan. La fractura es plana con irregularidades suaves, siendo la fractura
más sencilla en función de la disposición plana de la muestra. 16,66% más
duras, necesitando varios golpes de martillo. Sólo una muestra mostró
fractura concoidea, el resto en fragmentos irregulares
- Densidad: El 66,66% Ligeras; 16,66% Normales y el 16,66% Pesadas. La
densidad media es de 2,78 g/cm3, por lo que el criterio general es de
cuarcitas Normales.
- Dureza: Todas las muestras de cuarcitas rayan al cristal, pero sólo el 40,00% son rayadas
por la navaja, mientras el 60,00% no lo son. En las rayadas por la navaja la huella dejada
es de rojo intenso, desprendiéndose un polvillo rojizo. Por lo que las cuarcitas,
aproximadamente al 50,00% las situamos entre la ortosa y el cuarzo, es decir, una dureza
6 – 7 dentro de la Escala de Mohs.
220
- Color: 9 (30,00% son grises claro); 7 (23,33% claras); 7 (23,33% rojizoides);
5 (16,66% negroides) y 2 (6,66% blancas). Es decir, las cuarcitas son de
varios colores predominando las grises claras y las rojizoides – negroides.
- Brillo: El 14 (46,66%%) poseen brillo sacaroideo; el 12(50,00%) tienen
brillo metálico y el 4 (13,33%) tiene brillo mate. Las de brillo sacaroideo
suelen ser de tonalidad grisácea, las de brillo metálico las muestras
rojizoideo – negroideo y las mate son de tonalidad marrón claro.
- Exfoliación: Ninguna de las 30 muestras de cuarcitas era exfoliable; tan sólo
una muestra, la que viene su fotografía en los Ensayos ópticos, posee como
laminaciones paralelas de diversas tonalidades, pero que tampoco es
exfoliable.
- Magnetismo: Ferromagnéticas (inter) Paramagnéticas las cuarcitas de los
Hervideros del Barranco y Fontecha, asó como aquéllas de coloración
marrón oscuro y casi negras, éstas paramagneticas.
Colección de cuarcitas sobre las que se han llevado los diferentes experimentos.
Epílogo
Como indicábamos en la Introducción de este trabajo, nuestro
objetivo era dedicar una especie de monografía sólo a la Dimensión
vulcanológica del Patrimonio Natural de Aldea del Rey. Es por ello que
gran parte del trabajo Estudio orográfico-volcánico e hidrográfico de
Aldea del Rey se vea aquí reflejado. No obstante, en aquel trabajo
partíamos de datos, ajenos, que teníamos sobre ellos ciertas
reticencias. Lo que nos ha obligado a contrastar los mismos. Mediante
GPS algunos de aquellos datos, ajenos, han sido contrastados y
validados, otros rectificados. Había allí mediciones, casos de los
aparatos volcánicos El Berrocal, Las Pilas, La Vaqueriza, La Colmenilla,
Las Mesas y La Cueva del Alguacil (éste sin estudios previos) que nos
causaron escepticismo. Para mí el error de aquellos datos es que los
mismos se hicieron tomando como referencias altitudes de cimas,
cráteres o cerros adyacentes a dichos volcanes, que no respondían a la
realidad de los mismos. Tal circunstancia influyó negativamente en
algunos de nuestros cálculos morfoparamétricos. Tales desviaciones
han sido subsanadas en este trabajo.
En el asunto de los cráteres, que habrá quien piense encontrarlos
con una geomorfología fresca y reciente, sufrirían un desencanto al
comprobar in situ la cruda realidad. El tiempo geológico no perdona, y
procesos físico-químico-biológicos, erosión, transporte y sedimentación,
son las causas de tales alteraciones. No obstante, las huellas están ahí,
lo que nos permite tras la detallada observación, hipótesis y
deducciones, intuir fehacientemente aquellas lejanas circunstancias
iniciales, cuando aquellos volcanes estaban en erupción.
En aquel trabajo decíamos que el T.M. de Aldea del Rey, a grandes
rasgos, podíamos dividirlo en dos grandes partes: N-W-S y E. El N-W-S
de terrenos predominantemente volcánicos, de la familia de los
andosoles; y, el E, como decía el refrán, “El Sáhara”. Por ello hemos
incluido aquí las conclusiones de aquella analítica. Es decir, se
contrastaron y corroboraron aquellos datos analíticos.
Y, exceptuando, volviendo hacia atrás, los aparatos volcánicos
tipo maar de génesis freatohidromagmática, casos de la Hoya de La
Encina y Hoya Honda, y el volcán La Colmenilla, el resto de los volcanes
responde, con aproximación, a una geomorfología cónica. No La
Colmenilla, ejemplo claro y tajante de un edificio volcánico tronco-
cónico. Y como paradigma para esta casuística local se han modificado y
plasmado estos cálculos.
En cuanto a los productos volcánicos, salvo en los afloramientos
de las coladas de lava basáltica, responde en su mayoría a la textura
vacuolar, vesicular, tobácea, con oquedades, que nos certifica el
elevado contenido de gases de aquellas lavas, siendo el vapor de agua
predominante. Sin embargo, y como patrón textural por la afanítico-
porfídica, donde los fenocristales y xenocristales, siendo predominantes
los de plagioclasas, sin excluir como se ha contrastado, el cuarzo blanco
lechoso. También son muy frecuentes la presencia de olivino y
hematites, así como de compuestos ferromanganesíferos.
El relieve volcánico del T.M. de Aldea del Rey desde la óptica
geográfico-geológica se distribuye en dos zonas: Zona de la Sª de
Calatrava (Las Mesas, Cerro Prieto, Las Canteras, El Berrocal, Las Pilas
y Hoya Honda), y Zona del Macizo de Calatrava, en nuestro caso Macizo
de la Higuera (La Vaqueriza, La Colmenilla, Maar La Encina, La Encina y
La Cueva del Alguacil). Dentro de los 11 aparatos volcánicos de Aldea
del Rey, dos son de génesis freatohidromagmática, como se ha indicado,
y el resto de génesis estromboliano-efusiva, aunque en ambos casos si
en principio se dieron fases estrombolianas explosivas, después se
sucedieron las fases efusivas. En todos los aparatos volcánicos era muy
elevado el contenido en gases (vapor de agua, CO2, H2S, S, etc.). Tal
hipótesis se ve confirmada porque gran parte de los productos
volcánicos arrojados por estos volcanes poseen textura vasuolar,
vasicular, oquedades y piroclástica. Así, por ejemplo, los fenocristales
son frecuentes en los basaltos de textura afanítico-porfídica, siendo la
mayoría de naturaleza de plagioclasas, mientras en otros aparatos
volcánicos, Las Mesas, Cerro Prieto, etc., aparecen variedades de
basalto tales como la nefelinita y la melilitita, los primeros con
fenocristales de nefelina, los segundos con fenocristales de piroxeos,
claros o blancos los primeros, oscuros los segundos.
Hemos incluido un epígrafe dedicado a las cuarcitas, a modo de
Clase teórico-práctica de petrografía, porque el basalto y sus variantes
nefelinita y melilitita, aparecen predominantemente asociados a las
cuarcitas, lo que nos corrobora que el magma ascendió y surgió al
exterior tras las fracturas y roturas de los pliegues cuarcíticos en la
mayoría de sus correspondientes crestones. Basaltos y cuarcitas son las
rocas más abundantes en el planeta Tierra.
Igualmente, hemos valorado muy positivamente por cuanto se ven
contrastados in situ, los esquemas geomorfológicos aportados por la
Dra. Elena González Cárdenas, profesora titular de Geografía Física de
la ECLM, Campus de Ciudad Real, así como otros miembros del equipo
GEOVOL, como Becerra Ramírez, en lo referentes a la demarcación y
límites de las coladas de lava basáltica de los volcanes, aunque siempre
la realidad supera la teoría.
En el apartado fotográfico, abundante en el trabajo, totalmente
necesario, se han rectificado algunas fotografías anteriores,
precisándolas aún más, aprovechando sobre todos los días de plena
nitidez lumínica, y, por qué no decirlo, a la osadía de las personas, entre
las cuales me incluyo, a la hora de ascender los diferentes aparatos
volcánicos, zonas distales y proximales, bien en todoterreno, bien a pie.
Ya al final y mediante cuadros esquemáticos hemos expuesto
conclusiones a las que hemos llegado, todos ellos siguiendo con rigor la
metodología científica. Concluyendo el trabajo con un epígrafe dedicado
a la crítica del lamentable estado en que se encuentra el Patrimonio
Vulcanológico de Aldea del Rey.
Damos así cumplida satisfacción al ruego y sugerencias que
algunos de mis lectores me habían hecho.
F.A. Fotografía de la impresionante iglesia-basílica del Sacro Convento
Castillo de Calatrava la Nueva, allí en el cerro del Alacranejo (Aldea del
Rey).
F.A. Una de las dependencias del Sacro Convento Castillo, el Molino, en
gran medida restaurado. Calle de los Artesanos.
Bibliografía
A) Bibliografía tradicional.
* Minerales y rocas: Una guía de identificación (Rupert Hochleimer).
* El relieve volcánico del Campo de Calatrava (Miguel Ángel Poblete
Piedrabuena).
* Historia Geológica de la provincia de Ciudad Real (Juan F. Carricondo
* Petrología (J. Aubouin, R. Brousse, J-P Lehma
* La estructura de la Tierra (Sydney P. Clark, JR).
* ¿Qué es la Tierra? (H. Takeuchi/S. Uyeda/H. Kanamori
* Diccionario Anaya de la Lengua (Prólogo de Lázaro Carrete
*Introducción a la Geología (H.H. Read/J. Wats
* Geomorfología (Mateo Gutiérrez Elorza).
* Ciencias de la Tierra (Edaward J. Tarduck).
* Geología práctica (Javier González).
* Geomorfología: Principios, métodos y aplicaciones (Javier Pedraza Gilsanz).
* Volcanes (Libro interactivo de ciencia para niños)(Aracelis A. Díaz).
* Sismicidad volcánica (J. Ibáñez, E. Carmona).
* Geología. Procesos externos (Eumenio Ancochea Soto, Francisco Anguita
Virella).
* Geología. Las Ciencias Naturales (André Théron, J. Vallín).
* Geología. Procesos internos (Francisco Anguita Virella, Fernando Moreno
Serrano).
* Las rocas (Enciclopedia Salvat de las Ciencias, tomo 8).
* Geología, tomo 6 (Enciclopedia de las Ciencias Naturales (Ediciones Nauta).
* Fundamentos de la Ciencia del Suelo (Foth, Henry D.).
* Edafología: Naturaleza y propiedades del suelo (Lyon, T. Lytteton; Bucjman,
Harry; Nicollier, Víctor; Reichart, Manfredo).
B) Bibliografía electrónica.
* Las rocas (codelcoeduca).
* Los volcanes del Campo de Calatrava (Ventana de la ciencia – josemariaruiz.
Wordpress. Com).
* Evolución geológica de España (juntadeandalucia/averroes(ies).
* Vulcanismo del Campo de Calatrava (wikipedia.org).
* ¿Cuál es el origen del volcanismo del Campo de Calatrava? (anvolcan.org).
* Columba. El Cabezuelo. Las Cuevas (uclm.es/egcardenas).
* Detrito (wikipedia.or
* Coladas piroclásticas (uclm.es/profesorado/egcardenas).
* Tipos de piroclastos (wikipedia.org).
* Componentes del suelo (Sabelotodo.otg
* Textura de un suelo educaconbigbang.c
* Meteorización física, química y biológica (rincondelvago.com).
* Las rocas volcánicas (geovirtual.cl).
* Identificación de rocas ígneas (Cecilia Caballero Miranda).
* Berrocal (geografía.lagia2000.com/general/berrocal).
* Guión de prácticas de rocas (rutageologica.cl).
* Textura Ígneas (rutageologica.cl).
* Mapas topográficos (wikipedia.com).
* La escala en los mapas topográficos (aristasur.com).
* Escalas (mapoteca.geo.una.cr).
* Cómo trazar una ruta: perfiles (scouts284.org).
* Calculas distancias y pendientes en un mapa topográfico
(geoiesafrica.woedpress.com).
* Actividad de mapas topográficos (Araceli Peña
* Curvas de nivel (scouts284
* Determinación de la acidez de un suelo
(quimicalicchnancal.blogspot.com.es).
* Distancia real, geométrica y topográfica (topografia2.com).
* Interpretación de planos topográficos (Mª Susana Dominizio).
* Mapas topográficos y curvas de nivel (wikipedia.org
* Cálculos elementales en mapas topográficos
(calculosenplanos.blogspot.com).
* Aplicaciones del análisis morfométrico a los volcanes del extremo sur –
oriental de la región del Campo de Calatrava (T. Becerra Ramírez; J. Dóniz
Páez; E. González Cárdenas).
* Estudio geomorfológico del volcán La Cornudilla. Región volcánica del Campo
de Calatrava (España). Rafael Becerra Ramírez.
* La conservación de los volcanes del Campo de Calatrava (C. Real. España.
Hitos a considerar (Tafael Ubaldo Gosálvez Rey, Elena González Cárdenas,
Rafael Becerra Ramíres, Estela Escobar Lahoz, Montserrat Morales Pérez).
* El Campo Volcánico de Calatrava (Eumenio Ancochea Soto).
* Criteros de valoración geológica aplicados a la vulcanología. Campo de
Calatrava (C. Real). Segundo Fernándes, E y Redondo García, M.M.
Foto María de la O Barba Alcaide, tomada en el despacho de su padre, junto con mi
nieto Carlos. Estábamos consultando diversos apuntes tomados en campañas de
campo, así como pasando al ordenador diversas fotografías tomadas en los aparatos
volcánicos. Carlos vive una gran atracción por el despacho.