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Dirk Revenstorf - Aprender Hipnosis

Date post: 08-Sep-2015
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Aprender hipnosis
98
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  • intercambioseduccion.blogspot.com

  • Dirk Revenstorf y Reinhold Zey

    Aprender hipnosis

    Aumento del rendimiento

    y superacin del estrs

    por medio de la autohipnosis

    Traduccin: MACARENA GONZLEZ

    Herder

  • 1) DE QU TRATA ESTE LIBRO? 1.1. A quin est dirigido este libro?

    Es habitual que le preguntemos a alguien qu tal est y nos responda: Estoy estresado. Los seres humanos nos enfrentamos a situaciones de estrs en todas las circunstancias de nuestra vida, en nuestra actividad profesional y laboral, y en todas las fases del aprendizaje, el trabajo y el desarrollo. El estrs puede ser el motor que nos impulsa a conseguir un buen rendimiento, pero tambin puede reducirlo o incluso anularlo por completo. Quin no lo sabe?

    Este libro est dirigido a las personas que quieren desarrollar su capacidad para

    enfrentar algunas situaciones de estrs especficas: la adquisicin de conocimientos y destrezas (el aprendizaje, la ejercitacin, etc.), la exposicin de conocimientos (conferencias, ponencias, entrevistas de trabajo, etc.) y la superacin del miedo, del estrs y de las confrontaciones.

    Es conveniente que el lector sienta de antemano cierta curiosidad por conocer los mtodos de la hipnosis, porque as le ser ms fcil sacar provecho de ellos.

    En los ltimos aos ha crecido el inters -tanto general como cientfico- por la hipnosis. La investigacin ha contribuido a perfeccionar las tcnicas hipnticas y demostrar su eficacia. Tras realizar numerosas investigaciones sobre el modo en que acta la hipnosis, emprendimos la tarea de escribir un libro para la vida cotidiana. Hemos intentado transmitir de forma clara y comprensible los conocimientos que adquirimos en nuestras investigaciones sobre la hipnosis y nuestra experiencia en su aplicacin prctica.

    ste es ante todo un libro prctico. En l encontrar una serie de tcnicas que le

    permitirn alcanzar un estado hipntico -lo que se conoce como trance- sin ayuda de otras personas. El proceso por el cual una persona se induce a s misma un estado de trance se denomina autohipnosis. En principio, todas las personas poseen esta capacidad. Mediante algunos ejercicios especficos, usted puede aprender a utilizarla para lograr sus objetivos personales y profesionales.

    Nuestro libro est dirigido a todos aquellos lectores interesados por la hipnosis que

    deseen emplear los conocimientos de la investigacin en su propio beneficio, as como a los psicoterapeutas, que podrn extraer indicaciones tiles para su actividad profesional o recomendar este libro a sus pacientes como complemento de la terapia. Cada lector puede consultar el libro en funcin de sus propios objetivos.

  • Cualquiera puede hipnotizar? sta es una pregunta que se plantea a menudo. A quin no le gustara influir en sus semejantes? Y si es imposible lograrlo de otro modo, por qu no recurrir a la hipnosis? Un antiguo hipnotizador de espectculo logr superar una grave enfermedad gracias a un tratamiento hipntico, pero luego dej de hipnotizar en el escenario. Explic que durante el tratamiento se haba dado cuenta de que, al hipnotizar a otra persona, uno puede entrar en mbitos de la vida que son impropios de un escenario. Lo mismno ocurre con la autohipnosis: usted puede aprenderla sin reparos, porque la emplear nica y exclusivamente consigo mismo. 1.2 El hilo conductor

    Si usted observa el ndice y hojea este libro, comprobar que entre las indicaciones y

    ejercicios concretos para aprender o aplicar la autohipnosis, hemos intercalado algunas secciones que incluyen elementos tericos interesantes acerca de la hipnosis (por ejem-plo, en los captulos 2 y 4).

    En este primer captulo nos ocuparemos de sus expectativas y objetivos. Casi nadie lee un libro especilizado de cabo a rabo. Por ello explicamos a los lectores diversas formas de asimilar el contenido de este tipo de libros.

    En el tercer captulo incluimos algunos cuestionarios que le permitirn descubrir en qu mbitos puede sacar provecho de la autohipnosis. En el quinto captulo conocer distintas formas de inducir un estado de trance y, en los captulos sexto a octavo, aplicaciones de estas habilidades.

    En el captulo 9, podr disear su programa de entrenamiento personal; por ltimo,

    en el captulo 10 tendr la posibilidad de aprender a partir de historias. Para que le resulte ms fcil orientarse, hemos incluido al final de cada captulo un

    breve resumen de los contenidos desarrollados.

    1.3. Un modo sencillo de aprender Quiere lograr pronto su objetivo?

    Quiz usted ya conozca la historia del joven que corre calle abajo con su violn bajo el brazo. Desesperado, detiene a un anciano y le pregunta:

    -Cul es el camino ms rpido para llegar a la sala de conciertos? El anciano mira al joven impaciente y replica: -Practicar, practicar y practicar. Por

    mucho que practicaran, no todas las personas tendran xito tocando el violn. Pero con la autohipnosis no sucede lo mismo. Se trata de una habilidad natural, como tirar una pelota: todos podemos tirar una pelota y, adems, practicando podemos aprender a acertar con la pelota en un blanco. Asimismo, todas las personas tienen la capacidad de

  • autohipnotizarse y se pueden inducir un estado de trance de manera natural. Y, adems, todos podemos aprender a emplear esta capacidad con un fin especfico.

    El aprendizaje no tiene por qu ser duro. Al contrario: puede ser fcil y hasta divertido. Aprendemos de forma consciente cuando adquirimos conocimientos con un objetivo preciso y de forma inconsciente cuando asimilamos algo de paso, como el paisaje que vemos mientras conducimos. La hipnosis es algo sencillo de aprender. Siguiendo su curiosidad natural, usted aprender de forma consciente e inconsciente. Si lo desea, puede emplear desde el principio su capacidad consciente e inconsciente de aprendizaje e ir probando los ejercicios a medida que aparecen en el libro (y recordndolos en la vida cotidiana siempre que se le presente la ocasin). Otra posibilidad es terminar de leer el libro antes de pasar a la prctica. Una vez que adquiera de forma consciente una serie de estrategias tiles, podr verificar a nivel inconsciente de qu manera es posible aplicarlas en la vida cotidiana. 1.4. Cmo trabajar con este libro?

    Cuntos libros ha ledo usted con inters y an recuerda, aunque sea vagamente? Si

    pone en prctica los siguientes consejos, le ser ms fcil asimilar y retener los principales contenidos de este libro.

    Visin de conjunto Frmese una idea general del libro para verificar si realmente contiene la informacin que usted necesita.

    Orientacin por contenido y extensin Establezca cunto tiempo quiere dedicar a este libro. Hojelo y ceda a la tentacin de leer algunos pasajes aislados. Satisfaga su curiosidad.

    Seleccin: elegir es ser libre No hay ningn inconveniente en que lea primero lo que ms le interesa, aun cuando est en la mitad del libro. Si se da cuenta de que le faltan conocimientos previos que se han expuesto antes, lo nico que tiene que hacer es retroceder algunas pginas. Pero tal vez usted sea de esas personas a las que les resulta ms fcil leer los captulos por orden. Pruebe cul de las dos modalidades prefiere.

    Leer con lpiz La mejor manera de leer un libro especializado es tener un lpiz o un rotulador en la mano para subrayar los pasajes importantes y aadir comentarios o ejemplos propios. Con el fin de facilitar esta tarea, hemos dejado algunos espacios en blanco. Pero si no quiere escribir en el libro, puede tomar notas en un papel o en un cuaderno de ejercicios. Una de las razones para leer este libro con lpiz es que la adquisicin y asimilacin de la informacin mejoran notablemente

  • cuando uno hace una elaboracin personal de lo que ha ledo. De esa forma, a la memoria le resulta mucho ms fcil retener la informacin y evocarla ms tarde. Convierta este libro en su cuaderno de ejercicios personal.

    Es ms fcil estudiar algo si lo divide en pequeas unidades Si ha decidido leer este libro con un objetivo concreto, divida el texto en pequeas unidades. Haga siempre una breve pausa para recapitular lo que ha ledo y aplicarlo a su propia situacin de forma consciente (de forma inconsciente ya lo hace continuamente).

    1.5. Expectativas y objetivos Formule sus expectativas en relacin con este libro (primer paso) y deduzca a partir

    de ellas los objetivos que quiere alcanzar con el entrenamiento (segundo paso). A continuacin, analizaremos ms detenidamente estos dos aspectos.

    Cules son sus expectativas respecto a este libro?

    Como se ha dicho en la seccin anterior, la curiosidad simplifica el aprendizaje. Ser curioso significa tener expectativas. Las personas que hacen un entrenamiento hipntico o recurren a la terapia hipntica tienen expectativas diversas. Unos se mueren de curiosidad y ponen sus cinco sentidos en vivir nuevas experiencias. Otros vienen con ideas preconcebidas y saben perfectamente lo que esperan de la hipnosis.

    Los que carecen de ideas previas no son conscientes de lo que quieren. Lo nico que

    saben es que podrn sacar algn provecho o que quieren modificar alguna conducta problemtica. Ciertas personas desarrollan la estrategia de resolver sus problemas solos, y es muy poco lo que dejan traslucir de su vida interior. En tales casos, la expectativa respecto a la autohipnosis suele estar relacionada con la posibilidad de controlar an ms sus sentimientos.

    Pero volviendo a usted: tome conciencia de sus expectativas, pues quien tiene

    expectativas asimila la informacin con un objetivo concreto, mantiene vivo el inters y aprende casi sin darse cuenta. Cules son sus expectativas?

    Lo que espero del entrenamiento es: ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

  • A partir de estos puntos, formule los objetivos concretos que espera lograr con ayuda de este libro.

    Qu quiere lograr por medio de la autohipnosis?

    Los cambios son una parte natural de nuestra vida. En la naturaleza y en nuestro organismo se producen continuas modificaciones. La mayora de los cambios que ocurren en la naturaleza tienen un objetivo. Las plantas tienden a crecer para alcanzar ms luz; las races se hunden siempre hacia abajo para obtener agua y alimento. Utilice usted tambin sus posibilidades naturales de cambio para lograr sus objetivos: Formule su objetivo de manera positiva

    Las expectativas de un entrenamiento hipntico suelen ser: Quiero dejar de tener miedo, ....tener menos miedo, ...dejar de temblar, ...dejar de hacer el ridculo, ...no distraerme con los detalles y concentrarme en lo importante, ...no tener miedo de la conferencia o la presentacin, o, simplemente, ...no volver a suspender el examen.

    Antes de formular sus objetivos, haga este sencillo experimento: No piense en un elefante rosa. Cuando no est pensando en un elefante rosa, levante el meique de la mano izquierda. Haga la prueba.

    Qu tal el ejercicio? Es probable que le haya costado. A no ser que haya resuelto el dilema pensando en alguna otra cosa concreta. Otro ejemplo: Imagine que entra en una agencia de viajes y dice: No quiero ir a Alemania. Por ms que el empleado intenta averiguar adonde quiere ir, usted insiste en contestar: A Alemania, no.

    El agente de viajes se sentir desorientado. Con nuestros ejemplos problemticos ocurre algo muy similar: No quiero tener miedo, No quiero suspender el examen, etc.

    Qu expresan estos ejemplos? Un objetivo formulado de manera negativa es

    imposible de imaginar y, por consiguiente, de cumplir. Formule sus objetivos en trminos positivos. En lugar de no distraerme, podra proponerse sentarme en el escritorio y concentrarme en mi trabajo. Pues aunque neguemos algo, como en el ejemplo del elefante, lo que negamos sigue presente en nuestra imaginacin. Si usted quiere tener menos miedo, lo mejor es que se concentre en otra cosa que quiera sentir: confianza en s mismo, seguridad, etc.

    L. J. Seiwert dice en su libro Das 1x1 des Zeitmanagements (El abec de la gestin del tiempo).

    Quien piense en lograr su objetivo, lograr su objetivo. Quien siempre piense en mucho trabajo, tendr mucho trabajo.

  • Tmese un momento para repasar mentalmente su vida cotidiana y piense con cul de sus conductas en las situaciones de trabajo, de aprendizaje y de rendimiento no est satisfecho, en qu casos le gustara controlar mejor el miedo y el estrs. Imagine cmo le gustara comportarse. sos son los objetivos de conducta que quiere lograr.

    Un consejo: para formular sus objetivos, imagnese que domina cada situacin como

    usted aspira a hacerlo. No se centre slo en la conducta observable, sino tambin en sus pensamientos, sentimientos y sensaciones.

    Y bien, adonde quiere llegar en el viaje hacia sus objetivos?

    Mis objetivos (en palabras clave, positivas y concretas) ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    Qu es, ante todo, lo que usted desea cambiar: pensamientos, sentimientos,

    sensaciones o modelos de conducta? Ms adelante, retomaremos esta pregunta. Si ya ha logrado formular sus objetivos con palabras clave, puede pasar a la siguiente

    seccin. De lo contrario, subraye una palabra clave en cada punto de sus explicaciones: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Con esas palabras ya es ms que suficiente. Si tiene dudas, haga esta prueba:

    Ejercicio de palabras clave: 1. Memorice rpidamente sus palabras clave. 2. Cierre los ojos y reptalas. 3. A partir de las palabras clave que ha recordado, explique brevemente

    las ideas que se esconden tras cada una.

    Ha podido recordarlo todo? Si este ejercicio le ha parecido demasiado sencillo, aqu

    le proponemos otro ms difcil:

    1. Eche una ojeada a lo que ha escrito hasta ahora. 2. Memorice de forma consciente un mximo de cuatro puntos que le

    parezcan importantes. 3. Aparte la vista. Ahora haga que los distintos puntos vayan desfilando

    ante su ojo interior, uno tras otro, y describa lo que recuerde.

  • Est ms satisfecho con el resultado? Si lo desea, puede repetir el procedimiento varias veces, aadiendo cada vez otro punto que quiera recordar. De paso, ejercitar su memoria.

    Para leer este libro, le ser til poder recordar los puntos clave de lo que ha ledo.

    1.6 Resumen En este captulo se indica a qu personas les puede resultar til este libro. Se explica

    cmo aprovechar la lectura y asimilar el contenido. Se indagan las expectativas del lector y los objetivos que espera lograr con ayuda del entrenamiento autohipntico. Por ltimo, se propone un pequeo ejercicio de memoria para aumentar la confianza en las palabras clave escogidas por uno mismo.

  • 2) SOBRE LA HIPNOSIS Y LA AUTOHIPNOSIS 2.1 Qu es el trance hipntico?

    Trance es todo aquello que no controlamos con la atencin consciente. Las cosas en las que tenemos mucha prctica y que constituyen un proceso rutinario las hacemos como en trance. Por ejemplo, alguien que teje sin mirar, al tiempo que mantiene una conversacin animada. Asimismo, solemos estar en las nubes cuando miramos una pelcula de suspense o leemos un libro interesante. En esos momentos, nos olvidamos del tiempo, la posicin incmoda y el entorno.

    Lo mismo ocurre cuando alguien entra en un trance hipntico. En los procesos antes

    mencionados, una parte de la percepcin y de las propias acciones se disocia de la conciencia, se registra y se lleva a cabo de manera inconsciente. Este fenmeno suele ir acompaado de una gran absorcin de la atencin consciente: en la vida cotidiana, por una conversacin, una pelcula o un libro; en la hipnosis, por las imgenes o percepciones sugeridas.

    Con esto ya est dicho lo esencial sobre el estado de trance: la atencin disociada, no

    consciente, se controla involuntariamente y es, pues, de la misma naturaleza que la seguridad intuitiva. Sin embargo, el estado de trance puede presentar diversas cualidades subjetivas. Podemos estar totalmente atentos -como en el cine- o en las nubes -como nos sucede a veces cuando soamos despiertos. En lo referente al estado fsico, puede ser muy activo -como correr- o ms bien pasivo -como un profundo estado de relajacin.

    El trance hipntico no debe confundirse con el sueo, aunque en el siglo XIX se lo

    considerara como tal. En efecto, la palabra hipnosis, introducida en 1850 por el mdico ingls James Braid, se deriva del vocablo griego hypnos, sueo. Sin embargo, a partir de la investigacin de las ondas cerebrales (electroencefalograma = EEG) se sabe que tanto la hipnosis como la relajacin, el entrenamiento autgeno y la meditacin son estados de vigilia relajada y presentan un registro EEG de ondas cortas: el llamado ritmo alfa. En cambio, en el sueo el cerebro produce diversos patrones EEG de ondas largas. La hipnosis tampoco tiene nada que ver con el estado de inconsciencia, que presenta un patrn EEG de ondas an ms largas que las del sueo.

    Existen distintas formas de trance hipntico, as como en realidad hay muchos

    estados de conciencia diferentes, por ejemplo, el sueo profundo, los sueos, el flow, la embriaguez, la somnolencia provocada por tranquilizantes o el shock posterior a un accidente. Incluso podra definirse el estado de shock como un tipo de hipnosis, ya que la atencin est absorbida por completo y se producen muchas reacciones involuntarias.

  • En este sentido, el estado de pnico tambin es similar al trance. Y podramos hablar de trances problemticos, como los que se observan en patrones de reaccin interpersonales. se sera el caso de una pareja que tiene la misma disputa por centsima vez y se echa en cara las mismas cosas, muy alterada, como si fuese la primera vez.

    Lo ideal es empezar practicando la hipnosis en una situacin protegida, con el fin de

    producir una modificacin de la propia conducta. En tales casos, la hipnosis produce un apaciguamiento del cuerpo y de la actividad mental. Por esa razn, suele experimentarse como un estado de paz interior. ste es un buen punto de partida para alcanzar los objetivos que en general se espera lograr con la autohipnosis: reduccin del estrs, prevencin del pnico, concentracin y control del dolor.

    2.2 Un tratamiento hipntico La hipnosis es un fenmeno natural que no slo sirve cuando se utiliza a solas. Al

    igual que la ejercitacin y la argumentacin, la hipnosis puede emplearse bajo la direccin de un terapeuta para modificar conductas negativas de muchos aos. El siguiente ejemplo es una prueba de ello y demuestra que a veces podemos alcanzar ms rpidamente un objetivo con la ayuda de otros.

    Heinrich R era un hombre con xito en su trabajo. Se dedicaba a vender

    seguros y a los 35 aos ya haba alcanzado la mayora de los objetivos que se haba propuesto: tener una casa propia, una buena posicin, ingresos seguros y una carrera con futuro. Nadie adverta que en ocasiones le costaba mucho vencer sus miedos. No haba ningn motivo para sospecharlo.

    El seor P. pareca muy seguro de s mismo. Pero cuando tena que hablar en

    las reuniones, ante un grupo de colegas, o negociar con sus clientes -cosa que en su profesin ocurra muy a menudo-, comenzaba a sudar. Entonces, le empezaba a palpitar el corazn de forma inquietante, el pulso le suba a cien, y se le humedecan las manos. En general, nadie notaba nada; ni siquiera su mujer saba que tena este problema. Sin embargo, al seor P. estas reacciones le hacan sufrir y le amargaban el trabajo. Al igual que muchas personas, crea que a lo sumo con la hipnosis era posible obtener un rpido alivio (lo cual slo es cierto en parte).

    En efecto, al cabo de un tiempo relativamente breve (cinco sesiones), el seor

    P. consigui controlar sus molestias. El primer paso fue aprender a relajarse e inducirse un estado de trance. Ante todo, tena que habituarse a la aparente pasividad del estado de relajacin. A partir de la segunda sesin, ya empez a sentirse muy bien en ese estado y siempre costaba un poco inducirlo a regresar a la vida cotidiana.

  • Las sesiones transcurran del siguiente modo: despus de mirar durante cinco minutos un reflejo de luz o un punto en la pared, al seor P. se le cerraban los prpados de manera espontnea, y se quedaba tranquilo, hundido en el silln. Tal como se le sugera, perciba una sensacin de frescor y ligereza en la mano derecha (a veces tambin en la mano izquierda). Al cabo de un rato, sin mucho esfuerzo, levantaba la mano involuntariamente y la mantena en el aire hasta que terminaba la sesin, unos 25 minutos ms tarde.

    Este fenmeno se denomina levtacin de la mano y sirve para demostrar lo fcil que le resulta al cuerpo producir ciertas reacciones cuando uno, en lugar de proponrselas, se las imagina y deja que ocurran involuntariamente. Esto es importante para superar el estrs. Despus de las indicaciones iniciales para conseguir relajacin, calma y ligereza, las instrucciones se centraron en las situaciones relacionadas con los sntomas de alteracin. As, por ejemplo, una discusin violenta que haba tenido lugar mucho tiempo atrs, en la cual el seor P. -que normalmente era muy amable y ms bien retrado- sinti por primera vez que su rabia poda llegar a ser terrible, asesina. Esto le provoc miedo.

    Luego, dirigi su memoria hacia su juventud centrndose en lo divertido que

    le resultaba empujar a sus compaeros durante los partidos de ftbol. El seor P. hizo oscilar su imaginacin entre estas dos experiencias diferentes. Finalmente, se centr en discusiones futuras, lo cual termin con la imagen mental del partido de ftbol dentro de la sala de reuniones.

    Durante todo este tiempo, el seor P. permaneca inmvil en el silln. Tena

    la cabeza un poco cada hacia atrs, pues era alto y el respaldo le resultaba de-masiado corto. Pero eso no pareca molestarle y permaneci en esa postura incmoda hasta el final de la sesin.

    Siguiendo la sugerencia del terapeuta, al final de la sesin el seor P. levant

    lentamente la cabeza. No pudo abrir en seguida los ojos y tena la boca demasiado floja para hablar. Pero dijo que se senta bien. Se haba animado y no pareca tener necesidad de hablar de su visin retrospectiva. Cuando se le pregunt si habra podido interrumpir el trance en cualquier momento, afirm que s, pero que no haba tenido inters en hacerlo.

    Al cabo de una semana record algunas escenas aisladas de la sesin anterior e inform, satisfecho, de los pequeos progresos que haba hecho en la ltima presentacin ante sus colegas. Se haba sentido ms relajado, aunque las palpitaciones no haban desaparecido del todo. En las siguientes tres sesiones, se trataron del mismo modo otras situaciones. Algunas difciles, otras aliviadoras. En la cuarta sesin, el seor P. inform de que ya no tena palpitaciones, no le transpiraban las manos ni se le aceleraba el pulso.

    Al terminar el tratamiento, el seor P. recibi instrucciones concisas para

    autoinducirse un leve estado de trance (autohipnosis, vase captulo 5) que le permitiera un distanciamiento mental en cuanto aparecieran sntomas de estrs.

  • Como se puede observar, el seor P. encontr en la visualizacn relajada una solucin para su problema, cosa que no haba logrado ni mediante la reflexin ni mediante la prctica. En su vida profesional cotidiana dispona de suficientes oportunidades para practicar. Y tambin haba reflexionado mucho sobre sus molestas y absurdas reacciones.

    El razonamiento lgico es de poca utilidad en este tipo de casos, puesto que

    le llevara a pensar: No tienes nada que temer, conoces este negocio, de modo que no hay ningn motivo para tener miedo. Pero estas reflexiones, al igual que los buenos consejos, no hacen desaparecer las sensaciones desagradables.

    Entonces qu es lo que ayud al seor P.? Acaso la insensata fantasa de que en la oficina uno podra sentirse igual que en el campo de ftbol, donde em-pujar un poco a los dems jugadores no hace dao y est aceptado? O quiz la habilidad, adquirida con algo de prctica, de distanciarse emocionalmente, trasladndose en la imaginacin a su playa favorita y dejando que el sol le calentase el vientre?

    En este caso s interviene la prctica, pero no la prctica para lograr hacer

    algo, sino la prctica para dejar de hacer algo. O ser sencillamente que el seor P. dej de cuestionarse si lo haca todo bien, cuando de todas maneras ya lo haca bien? Como el ciempis, que al andar no piensa en sus patas, porque de lo contrario podra tropezar. A veces es ms difcil no hacer nada en el momento oportuno, por mucho que eso sea algo muy natural y sencillo.

    2.3 La hipnosis como espectculo

    Mucha gente conoce la hipnosis como un espectculo de entretenimiento de la televisin o del circo. En la mayora de los casos, las personas hipnotizadas parecen dciles autmatas. Estos espectculos transmiten una idea equivocada de la hipnosis. Aunque a alguien -consciente o inconscientemente- pueda gustarle que una autoridad controle a la gente (incluido a s mismo), lo cierto es que uno puede oponerse a todo lo que se le sugiere estando bajo hipnosis.

    Pero en la hipnosis como espectculo se transmite precisamente la impresin

    contraria. Los seres humanos siempre buscan situaciones en las que se les quite el control. El psicoanalista Erich Fromm, en un anlisis de la conducta autoritaria -referido sobre todo a los sistemas totalitarios como el Tercer Reich-, postula que muchas personas no toleran la libertad de tener que decidir entre distintas acciones posibles y abrigan el secreto deseo de ponerse en manos de otro que les imparta rdenes y les libre de su responsabilidad.

    En esto se basa el animador de espectculos con hipnosis. El ex hipnotizador de

    espectculo y posteriormente famoso investigador acerca de la hipnosis T.X. Barber

  • describi con ms precisin este fenmeno1. Por lo general, el hipnotizador tiene un gran conocimiento de la naturaleza humana y escoge intuitivamente a personas cooperativas. El seala, adems, mediante su conducta en el escenario, que asume la responsabilidad de lo que ocurra durante la funcin. Para mucha gente, sta es una buena ocasin para abandonar el rol de adulto y actuar de manera tonta o poco crtica. A ello se agrega un acuerdo tcito entre el director y su actor en base al cual ninguno de los dos pondr en ridculo al otro. En tales circunstancias, es una reaccin adecuada asumir el papel de hipnotizado.

    Esta clase de hipnosis tiene poco que ver con la hipnosis como mtodo teraputico.

    Sirve de entretenimiento y no pocas veces perjudica a la persona afectada si sta se siente ridiculizada. Por el contrario, la hipnoterapia se basa principalmente en la capacidad del ser humano de activar en trance experiencias que ha pasado por alto y ocultado, de distanciarse mentalmente de los momentos de estrs y de acercarse con mayor facilidad a ciertas funciones corporales. 2.4 Prejuicios y temores

    De la hipnosis como espectculo se deriva la idea de que la persona hipnotizada no

    tiene poder sobre la situacin. Sin embargo, todos los temores de que uno pueda perder el control o divulgar cosas que no quiere decir son infundados. Es cierto que algunas personas se comportan as durante las funciones. Pero si se les interroga despus, siempre reconocen que podran haber hecho otra cosa. Adems, nadie puede ser hipnotizado contra su voluntad.

    Existen casos aislados de personas que afirman que estaban bajo la influencia de un

    hipnotizador y no habran podido sustraerse a sus rdenes. No obstante, estos casos no son ms frecuentes que los de personas que sienten que dependen de otras, aun sin hip-nosis. La persona afectada alega esta supuesta influencia para explicar conductas y sucesos cuya responsabilidad no cree estar en condiciones de asumir.

    En 1937 el psiquiatra Ludwig Meyer describi el caso de un hombre que se

    aprovech economica y sexualmente de una mujer casada, empleando la hipnosis. Pero su descripcin no permite descartar la posibilidad de que la mujer tuviese inters en una relacin, que no habra podido ser aceptada desde el punto de vista social.2

    Algunas veces tambin existe el temor de no poder volver a salir nunca del estado de

    trance. La prueba de que se trata de un temor infundado es que, por lo comn, la persona hipnotizada sale inmediatamente del trance si el instructor se va de la habitacin sin previo aviso. Raras veces se ha observado que alguien no quisiera volver

    1 Barber, 1984. 2 Meyer, 1937.

  • del trance, segn lo esperado. Y este fenmeno casi siempre se puede explicar a partir de la situacin (por ejemplo, como una oposicin a las instrucciones).

    De todos modos, mediante la autohipnosis no se alcanza nunca un trance tan

    profundo como el que se produce bajo la direccin de otra persona y en el cual se delega el control de la situacin externa en el instructor. Antes bien, una parte de la conciencia queda siempre disociada y garantiza la supervisin de las condiciones del entorno. De no ser as, tampoco tendra ningn sentido hacer un entrenamiento autohipntico para la vida cotidiana. En todo momento es posible salir del estado de trance, tal como ocurre en el entrenamiento autgeno, la meditacin o la relajacin.

    Tambin se ha investigado si el estado de trance es perjudicial para la salud. De

    hecho, cualquier forma de trance, incluida la relajacin, supone un reajuste fisiolgico que en principio es favorable para la salud, puesto que contrarresta la reaccin de estrs. Sin embargo, en algunos casos (2-6%), se ha registrado dolor de cabeza y mal humor despus de una sesin de heterohipnosis.3 Nunca se ha informado de tales fenmenos en el caso de la autohipnosis.

    Con todo, al practicar la autohipnosis es importante procurar que las condiciones

    externas e internas sean adecuadas. Debe usted disponer del tiempo necesario, no obligarse a hacerlo por razones de autodisciplina y escoger una forma de autohipnosis que sea compatible con las condiciones ambientales. 2.5 Trance y razn

    Qu se puede lograr mediante un trance hipntico? La investigacin ha demostrado

    que el estado que se alcanza mediante la hipnosis facilita algunas cosas, porque permite pasar de la alteracin fisiolgica a la tranquilidad.

    Las imgenes mentales se vuelven vividas (a veces, casi reales). Cuando una imagen

    mental intensa se refiere al propio cuerpo, hace que los msculos se preparen para desarrollar el movimiento imaginado, es decir, que se contraigan o se relajen. Tambin pueden cambiar las percepciones -por ejemplo, la sensacin de dolor-, imaginando frescor o entumecimiento en la parte del cuerpo correspondiente. Las venas pueden dilatarse o contraerse si uno imagina que se llenan como cmaras de aire o se secan como ros.

    Estas alteraciones fisiolgicas van acompaadas de procesos cuyo resultado se

    conoce, aunque todava no se sabe exactamente cmo se producen. Entre ellos se hallan heridas que cicatrizan ms rpidamente, verrugas que desaparecen, procesos

    3 McCormack.

  • inflamatorios o molestias psicosomticas que se reducen; se dilatan los bronquios de personas asmticas o se eliminan reacciones alrgicas.

    Muchos de estos fenmenos pueden caracterizarse como una consecuencia de la

    reduccin del estrs. El estrs produce, entre otras cosas, cambios hormonales que tienen numerosas consecuencias para la salud (nos ocuparemos de este tema ms adelante). Pero en el trance hipntico tambin se alteran algunos procesos mentales. Adems de desarrollarse la imaginacin, mejora la memoria. Tambin aumenta la flexibilidad para descubrir nuevas asociaciones. Es como si uno se permitiera hacer, de forma ldica, saltos y combinaciones de ideas que no resistiran los estrictos criterios de la razn pura, pero que a menudo posibilitan nuevos puntos de vista.

    En este proceso desempea un papel importante la traduccin a imgenes, pues a menudo una imagen dice ms que mil palabras. As, una mujer en trance asoci la superacin de un encuentro conflictivo con un salto desde un trampoln. El recuerdo de la sensacin ligera de soltarse y de volar le permiti liberarse mentalmente de la sensacin de estrechez durante la conversacin. Al parecer, la relajacin hace posibles soluciones ms creativas que las que permite la reflexin intensa. 2.6 Sugestionabilidad

    No todas las personas tienen la misma capacidad para concentrarse en una actividad

    o en una idea. Ni tampoco la misma predisposicin a reaccionar ante las sugestiones que les llegan desde el exterior, por ejemplo, a travs de la publicidad, un orador o la sugestin hipntica. La suma de estos dos rasgos se denomina sugestionabilidad.

    Existen numerosos tests de sugestionabilidad. En muchos estudios, las personas altamente sugestionables obtienen mejores resultados que las menos sugestionables, sobre todo cuando se trata de efectos como la sugestin de ampollas producidas por quemaduras, las ilusiones pticas, la alucinacin de objetos, etc.

    Slo un 10% de la gente logra dejarse llevar hasta tal punto por la imaginacin.

    Podra decirse que se trata de autnticos virtuosos del trance. Este fenmeno no desempea papel alguno en el empleo clnico de la hipnosis. Para obtener xito en el tratamiento, basta con un grado medio de sugestionabilidad. De todos modos, para la autohipnosis slo es relevante el primer aspecto, es decir, la capacidad de absorcin de significado, puesto que las instrucciones se las da uno a s mismo. 2.7 Toda hipnosis acta por autohipnosis

    A continuacin, explicaremos un experimento interesante con un pndulo. Hgalo

    con un amigo o un conocido (no es conveniente hacerlo con familiares, porque suelen

  • pensar que se trata de algn truco). El experimento no tiene nada de mgico: se trata de un efecto puramente fisiolgico.

    Dos personas se sientan frente a frente, y la persona A coge el pndulo entre el

    pulgar y el ndice (una cadena con un colgante o un hilo con una llave). El codo debe apoyarse relajado sobre la rodilla o sobre el brazo del silln. La persona A sostiene el hilo o la cadena con la mano completamente inmvil. El pndulo an oscila un poco. La persona B describe en voz alta los movimientos que ambos estn observando, por ejemplo, la persona B dice varias veces: El pndulo se mueve de derecha a izquierda, etc.

    Luego, la persona B sugiere que el movimiento del pndulo se convierte poco a poco

    en una elipse, al principio casi imperceptible, pero luego cada vez ms clara. Es frecuente que el pndulo describa la elipse sugerida, para asombro de ambos participantes, aun cuando la persona A no haga ningn movimiento perceptible con los dedos. La persona B puede continuar haciendo que la elipse se transforme en un crculo cada vez ms grande o ms pequeo, etc.

    Si funciona, es que la persona A se ha imaginado lo que dice la persona B. Esta

    representacin mental se traduce inconscientemente en movimientos imperceptibles de los msculos de los dedos. La prueba de que no se trata de magia es que el efecto desaparece si la persona A se imagina algo distinto de lo que dice la persona B. La sugestin de B surte efecto porque A la recibe y la transforma en una representacin visual que provoca los correspondientes movimientos subliminales del cuerpo. Para que una sugestin surta efecto, debe transformarse en autosugestin. 2.8 Resumen

    El trance, al igual que el entrenamiento autgeno y la relajacin, ejerce un efecto

    sedante e impide ciertas reacciones hormonales producidas por el estrs, que a largo plazo son nocivas para la salud. Se trata de un estado de introspeccin que todo el mundo conoce y puede provocarse de forma sistemtica empleando los mtodos de hipnosis. Dicho estado permite una mayor concentracin y apertura a los cambios. El trance no tiene nada que ver con el sueo, como se crea antiguamente, sino que se relaciona con la vigilia (aunque estemos a aos luz con nuestros pensamientos). Nos permite distanciarnos de las situaciones que nos afectan profundamente y, por consiguiente, nos impiden actuar. El trance es, pues, un medio ideal para optimizar nuestro estado diario. Cualquier clase de trance -incluso el que es inducido por otra persona- slo es posible con el consentimiento de la persona afectada y puede ponrsele fin siempre que un cambio en las circunstancias lo requiera.

  • 3) CUL ES MI PROBLEMA? 3.1 Anlisis de la situacin

    Quiz usted est un poco impaciente por aprender autohipnosis y ahora se pregunte

    por qu antes tiene que dedicarse a analizar su rea problemtica concreta. Pues bien, si en ciertos momentos usted se siente insatisfecho con su conducta, es

    bueno que primero se plantee cul es exactamente su problema y luego cules son sus puntos fuertes y sus competencias. Un perfil de estrs o de competencias es como un campamento base, a partir del cual usted podr iniciar el recorrido hasta su meta. Seguramente, si usted fuera a la agencia del ejemplo del captulo 1, tambin le preguntaran dnde empezar su viaje.

    La racionalizacin del trabajo es otra razn para emprender un profundo anlisis de

    la situacin. Si usted quiere aprovechar el tiempo, no debera seguir el principio de regadera. O sea, no debera poner el mismo empeo en todo, con la esperanza de que as dar con lo correcto.

    Este libro trata de la ampliacin de la competencia en distintos mbitos. Evale su

    conducta en las siguientes situaciones:

    1. Adquisicin de conocimientos (aprendizaje, ejercita- cin, etc.). 2. Exposicin de conocimientos (conferencias, ponencias, entrevistas de

    trabajo, etc.) 3. Superacin del miedo y del estrs.

    Coja papel y lpiz, examine los siguientes anlisis de la situacin y apunte sus

    experiencias en cada aspecto. 3.2 Adquisicin de conocimientos

    En la actualidad, la mayora de la gente estudia con los libros. Dada la gran cantidad

    de cosas que es necesario aprender hoy en da, resulta imposible saberlo todo por propia experiencia. Y como por otro lado tampoco podemos asimilar todo lo que est en los libros, tenemos que hacer una seleccin.

    Como si esto fuera poco, en los textos especializados la informacin relevante aparece

    mezclada con ejemplos ilustrativos, explicaciones generales y detalles intrascendentes. Puede que a algunos slo les importe una frase porque ya saben todo el resto, mientras que para otros casi todo es importante porque se trata de un tema nuevo para ellos.

  • Qu procedimiento emplea usted para adquirir conocimientos? Comienza pronto con los preparativos o siempre lo deja todo para otro da? Tiene

    la impresin de que se pierde en detalles? Tiene problemas de concentracin? Sumando los valores de sus respuestas a stas y otras preguntas que se formulan a

    continuacin, obtendr su puntuacin personal en adquisicin de conocimientos y sabr si debe centrar en ese mbito su trabajo con la autohipnosis.

    Preparacin y adquisicin de conocimientos

    Casi nunca

    1

    A Veces 2

    A Menudo

    3

    Casi Siempre

    4

    Tardo mucho en empezar y luego me suele faltar tiempo.

    Me propongo hacer demasiadas cosas. Aplazo para otro da las tareas desagradables, o me cuesta terminarlas.

    Al realizar un trabajo complico las cosas. Tengo problemas de concentracin. Slo cumplo los plazos y los horarios bajo una presin extrema de tiempo.

    Cuando alguien me pide algo, me cuesta decir que no aunque tenga cosas que hacer.

    Me falta autodisciplina para cumplir lo que me propongo.

    Cuando preparo un trabajo, suelo preocu-parme por todo lo que podra salir mal.

    Por lo general, estoy poco o mal preparado. Puntuacin total:

    Sume los puntos de las respuestas que ha marcado con una cruz.

  • Evaluacin: De 10 a 15 puntos: La adquisicin de conocimientos no supone un gran problema para usted. De 16 a 20 puntos: Usted se las apaa bastante bien. De 21 a 30 puntos: Podra aumentar su competencia para adquirir conocimientos.

    Ms de 30 puntos: Ya va siendo hora de que haga algo respecto a este problema.

    3.3 Presentacin de conocimientos

    En casi todos los mbitos de la vida es necesario transmitir o aplicar los

    conocimientos adquiridos. Hablar o pronunciar discursos son los medios de comunicacin ms empleados para este fin.

    Tras todo discurso y toda conferencia se halla una intencin. Excepto cuando usted

    monologa, lo que dice siempre tiene un significado concreto para otros (y usted desea lograr algo concreto dicindolo). Quiz se trata de un examen y quiere transmitir conoci-mientos especficos; quiz desea expresar su opinin sobre una persona o una situacin, promocionar un producto o presentarse a s mismo.

    Cul es su actitud durante la presentacin, es decir, la exposicin de conocimientos y

    opiniones? En qu se concentra, qu estrategias emplea? Qu ideas le rondan por la cabeza? Vuelva a apuntar con tranquilidad algunos puntos clave.

    Presentacin Casi

    nunca 1

    A Veces 2

    A Menudo

    3

    Casi Siempre

    4

    Intento leer lo que he preparado o decir lo que he aprendido de memoria.

    Presto atencin a los posibles indicios fsicos de estrs (temblor, sudora- cin, tensin, etc.).

    Me siento tenso (posturas forzadas, inquietud, expresin poco amable o seria).

    Se me olvida a menudo lo que quera decir exactamente o pierdo el

  • hilo conductor de mi charla.

    Hablo en voz ms bien baja, en un tono montono, o muy rpido.

    Me distraigo fcilmente con lo que ocurre a mi alrededor y mis ideas se vuelven confusas.

    Adopto una actitud demasiado humilde o demasiado arrogante cuando expongo mis conocimientos o pre-sento un producto.

    Cuando me presento a m mismo o presento un producto, me siento observado y tengo miedo de hacer el ridculo.

    En las presentaciones o en los exmenes, me olvido de prestar atencin a la reaccin de los oyentes.

    Ingiero medicamentos o drogas para estar tranquilo.

    Puntuacin total:

    Sume los puntos de las respuestas que ha marcado con una cruz.

    Evaluacin: De 10 a 15 puntos: Exponer conocimientos no supone un gran problema para usted. De 16 a 20 puntos: Usted se las apaa bastante bien. De 21 a 30 puntos: Podra aumentar su competencia para adquirir conocimientos.

    Ms de 30 puntos: Ya va siendo hora de que haga algo respecto a este problema.

  • 3.4 Superacin del miedo y el estrs

    Todos sabemos por experiencia lo que significa la palabra estrs en la vida cotidiana.

    Nos enfrentamos a dificultades, nos sentimos agobiados, no estamos seguros de poder afrontar y manejar la situacin de forma ptima por nuestros propios medios. Aparecen la inquietud, la excitacin, el nerviosismo y el miedo.

    Pero no todas las personas reaccionan con el mismo nivel de estrs ante una misma

    circunstancia externa: una situacin estresante, como un examen o una conferencia, puede valorarse de diferentes maneras, y de dichas valoraciones resultan distintos modos de enfrentar la situacin.

    Pero no todo estrs es igual. En el lenguaje cientfico, se establece una distincin entre eustrs (gr. eu, bueno) y distrs (lat. dis, malo). El eustrs es la tensin que mantiene vivos a los seres humanos. Todos necesitamos cierto grado de activacin para desarro-llar nuestro potencial fsico, mental y espiritual, y para mantenernos en forma. Pero cuando sentimos que la exigencia es demasiado elevada, aparece el distrs. Si soportamos un exceso de estrs durante un tiempo prolongado, enfermamos.

    Un estudiante que se prepara para un examen y considera esta tarea como un desafo, probablemente le dedique mucho esfuerzo. En cambio, si considera esta actividad como una amenaza, la evitar, la aplazar, se amargar o emprender la tarea con miedo. Se distraer con cualquier cosa y, por tanto, obtendr un resultado insuficiente.

    No todos reaccionamos de igual manera ante una misma exigencia. Nos esforzamos

    ms o nos damos pronto por vencidos, buscamos activamente soluciones o nos replegamos pasivamente en nosotros mismos.

    De qu depende la forma en que reaccionamos ante el estrs? Los resultados de la

    investigacin acerca del estrs indican que en la conducta influyen tanto las caractersticas de la situacin como los rasgos de la persona.

    En qu contexto su rendimiento es evaluado por otras personas? Cmo afronta las

    situaciones de examen y de competicin? Qu situaciones le provocan estrs o incluso miedo?

    Los siguientes tests evalan su conducta tpica frente a las situaciones de estrs y su competencia para superarlas. Adems, le permitirn elaborar su propia receta para superar el estrs.

  • Cmo reacciona ante las situaciones de estrs agudo?

    Cmo se siente normalmente en las situaciones de miedo o de estrs? Determine con qu frecuencia manifiesta cada una de las siguientes reacciones en

    una situacin de estrs y marque con una cruz el valor correspondiente.

    Preocupacin Casi

    nunca 1

    A Veces 2

    A Menudo

    3

    Casi Siempre

    4

    Pienso que no controlo la situacin. Me preocupa que todo salga mal. Durante el trabajo me distraen pensamientos acerca de mi rendi-miento

    Me distraigo pensando en otras cosas y me cuesta concentrarme.

    Doy por supuesto que fracasar. Puntuacin en preocupacin:

    Confianza en s mismo Casi

    nunca 1

    A Veces 2

    A Menudo

    3

    Casi Siempre

    4

    Confo en que lograr hacerlo. Estoy distendido y relajado. Soy optimista con respecto a mi rendi-miento.

    Tengo mucha confianza en m mismo. Disfruto de la tensin y la emocin del momento.

    Puntuacin en autoconfianza:

  • Estado de nimo Casi

    nunca 1

    A Veces 2

    A Menudo

    3

    Casi Siempre

    4

    Tengo el cuerpo en ten-sin o estoy temblando. Sudo, tengo fuertes palpitaciones o una sensacin extraa en el estmago.

    Me siento confuso y aturdido o tengo una sensacin de angustia.

    Estoy tan nervioso que apenas puedo trabajar. Tomo medicamentos o drogas para tranquili-zarme o estimularme.

    Puntuacin en estado de nimo:

    Sume los valores de las respuestas que ha marcado con una cruz y apunte las

    puntuaciones en la tabla de resultados.

    Tabla de resultados: Puntuacin en preocupacin:_______________________________ Puntuacin en autoconfianza:______________________________ Puntuacin en estado de animo:____________________________

    Sufre usted alteraciones crnicas a causa del estrs?

    El estrs que se prolonga o no se reduce constituye una exigencia excesiva para el organismo y provoca daos fsicos y psquicos.

    Marque con una cruz los sntomas que padece de forma frecuente, regular o continua:

    Sntomas fsicos de estrs

    Disminucin de las defensas, propensin a la enfermedad. Hiperglucemia. Alto nivel de colesterol o hipertensin.

  • Problemas cardiacos (no congnitos) o trastornos circulatorios (por ejemplo, vrtigo).

    Sofoco, dolor de cabeza. Insomnio. Sensacin de ahogo. Trastornos digestivos, problemas gstricos, acidez de estmago. Trastornos circulatorios (por ejemplo, pies o manos fras). Total de sntomas sealados con una cruz:

    Sntomas psquicos

    A menudo estoy nervioso. Con frecuencia intento ser dominante e imponerme. Tengo dificultades para tomar decisiones. Tengo problemas en los estudios y en el trabajo, pierdo fcilmente el autocontrol o la autodisciplina.

    Suelo sentirme abatido sin causas externas o tengo grandes oscilaciones de humor en un periodo breve.

    Suelo sentir ansiedad, nerviosismo, inseguridad o inhibicin. Suelo sentirme amenazado, presionado o agobiado. A menudo siento que no tengo objetivos ni planes y no s qu hacer conmigo mismo. A menudo, tengo la sensacin de que no sabr enfrentarme a una situacin o una persona.

    Total de sntomas sealados con una cruz:

  • Sume las afirmaciones que ha sealado con una cruz.

    Total de sntomas sealados con una cruz:

    Menos de Puede estar satisfecho de s mismo.

    3 sntomas: Usted sabe controlar bien el estrs.

    3 a 6 sntomas: Usted puede enfrentar el estrs, pero

    debera prevenir eventuales daos provocados por el estrs prolongado.

    7 o ms sntomas:

    Le aconsejamos seriamente que emplee las estrategias de autohipnosis para evitar los efectos no deseados del estrs y mejorar su estado de salud.

    Tiene usted un tipo de personalidad propenso a sufrir estrs?

    Qu significa para usted estrs? Placer o frustracin? Evale su conducta y sus actitudes mediante las siguientes preguntas. El test constituye una base fundamental para la superacin del estrs.

    Marque con una cruz las afirmaciones que sean ciertas en su caso.

    Superacin del estrs

    Hago mi trabajo con tranquilidad y esmero. Me tomo el tiempo necesario para trabajar y avanzo a buen ritmo. Siempre hago pausas para descansar y no tengo sentimientos de culpa por ello. No tengo problemas para hacer varias cosas al mismo tiempo y hasta me resulta ms divertido.

    Para m, la calma, la paz interior y el sosiego son ms importantes que la carrera, el estatus o el bienestar econmico.

    No me importa mucho lo que los otros piensen de m, mientras yo sepa que trabajo a conciencia y cumplo con mis obligaciones.

    Por lo general, necesito bastante tiempo para asimilar informacin nueva, pero me queda

  • grabada en la memoria.

    Creo que habra que aceptar la vida tal cual es e intentar salir adelante lo mejor posible. El destino es algo que no puedo controlar. As como acepto un golpe de suerte, debo aceptar un revs de la fortuna o un fracaso.

    Si tengo muchas cosas que hacer y no puedo hacerlas todas al mismo tiempo, las hago de una en una.

    Cantidad de afirmaciones marcadas:

    Valoracin:

    Cuantas ms respuestas haya sealado usted con una cruz, mayor es su tendencia a reaccionar con calma ante el estrs. Cuantas menos afirmaciones sean ciertas en su caso, mayor es su tendencia a activarse mediante el estrs.

    Existe el peligro de usar el estrs como una droga. Las hormonas que produce el

    cuerpo en estado de estrs pueden surtir en usted el mismo efecto que una droga y provocar una sensacin de euforia.

    Por ms grande que sea su afn de rendimiento y xito, tenga en cuenta que, con la

    forma de vida que usted lleva, por fuerza el desgaste es mayor. El riesgo de enfermedades cardiacas y circulatorias aumenta notablemente. Su perfil personal de competencia y de superacin del estrs

    Complete la siguiente tabla con los resultados de los cuestionarios que ha contestado

    en este captulo.

    Resultado de los tests de las distintas reas problemticas: 1. Adquisicin_____________________________________________ 2. Presentacin____________________________________________ 3. Conducta ante el estrs agudo_____________________________ 4. Sintomas de estrs_______________________________________ 5. Tendencia a estresarse____________________________________

    Compare las puntuaciones y valores que obtuvo en las distintas reas problemticas.

    Cul es su problema ms acuciante? Cul es el que ms le afecta? En qu rea desea trabajar?

  • 3.5 Los puntos fuertes de mis puntos dbiles A menudo nos molesta tener defectos. Esto es un error, puesto que, en realidad, no

    existen defectos esenciales. Usted estar convencido que lo que acaba de leer evidentemente no es cierto. Ser

    perezoso o pendenciero, fumar, ser superficial, deshonesto, cobarde..., se llamen como se llamen los vicios, todos los conocemos y, desde luego, si tenemos uno queremos deshacernos de l. De eso no cabe duda, o tal vez s?

    La seora N. (cerca de los cincuenta aos, con unos kilos de ms) quera dejar

    de fumar. Fumaba treinta cigarrillos diarios. Para ella, lo ideal era reducir la cantidad. Desde luego, fumaba demasiado. Primero decidi dejar de fumar. Sus intenciones eran realmente buenas, era consciente de los peligros y hablaba en serio.

    Pero tras reiterados fracasos, acudi a un psicoterapeuta y se propuso hacer

    las cosas bien. Antes de reducir la cantidad de cigarrillos, el psicoterapeuta observ detenidamente cmo fumaba la seora N., incluido el papel que desempeaba la mano en aquel hbito.

    Muy lentamente, la seora N. cogi un cigarrillo entre los dedos, como haca

    siempre, lo sostuvo un instante sin encenderlo y dirigi sus pensamientos hacia el pasado.

    Al cabo de un rato, le empez a temblar la mano y exclam, estupefacta: Ahora recuerdo cundo fue que empec a fumar. Fue cuando muri mi marido. Su pro-pia mano le haba ayudado a remontarse hasta los orgenes, y se dio cuenta de que fumar era como un intento ininterrumpido de dar por concluido algo no resuelto. Con cada cigarrillo, la seora N. inconscientemente se mantena en contacto con su marido, que haba muerto de forma repentina.

    Tras comprender todo esto, la seora N. empez a fumar slo seis cigarrillos al da (sujetndolos, por cierto, con la otra mano). Y cada vez que fumaba un cigarrillo pensaba en su marido.

    Si sabemos apreciar nuestros puntos dbiles, stos dejan de tener poder sobre

    nosotros. Por esa razn, es interesante tratar de ver nuestros defectos como intentos de solucin: intentos que en algn momento de nuestra vida tuvieron sentido, pero que luego se convirtieron en un hbito.

    Imagine que su falta de concentracin, su pereza, su mala memoria o lo que sea que le moleste de s mismo, tuvo alguna vez una utilidad o sigue tenindola en ocasiones. En ese caso, ya no tendra sentido condenar esa parte de usted. Eso slo le convertira en su propio enemigo. En vez de gastar energa luchando consigo mismo, debera asignar un

  • sitio a lo que ha adquirido. Aunque sea restringido. Pero para poder hacer esa restriccin, primero debe usted valorar su punto dbil. Empiece por tenerlo presente:

    Cmo se manifiesta mi punto dbil En qu situacin apareci por ltima vez? En qu consiste? Qu postura corporal adopta automticamente cuando su punto dbil asume el control? Qu cambios sufre su voz? Qu palabras salen de sus labios? Qu frases le vienen a la mente? En qu entorno entra en accin su punto dbil? En presencia de qu personas? Cmo reaccionan esas personas ante su punto dbil?

    Ahora que tiene bien presente su punto dbil, ya puede responder a las siguientes preguntas:

    Qu ventajas le proporciona su punto dbil? Si su punto dbil es ser miedoso, lo que le brinde quiz sea una vida ms cmoda. Si su punto dbil es el abatimiento, puede que ste le proteja de futuras decepciones o le haga tener algo en comn con otra persona. Si su punto dbil es la falta de disciplina, quiz exista alguien contra quien usted consiga sublevarse de esa manera.

    Qu le evita su punto dbil? Por ejemplo, tener que enfrentarse a sus inseguridades (miedo), competir con alguien (resignacin), poner a prueba su rendimiento (desorganizacin en el trabajo), etc.

    Cmo consigue su punto dbil que los otros hagan algo por usted? Es posible que alguien le libere de hacer algo que tendra que hacer? (miedo). O que alguien le consuele si usted ha sufrido mucho? (tristeza).

  • Si observa ms detenidamente su punto dbil, quiz descubra que slo le es til en situaciones muy espe- cales, o que lo fue hace ya mucho tiempo. En primer lugar, valore su punto dbil, escribindole una carta similar a sta:

    Querido Abatimiento:

    Cuando te apoderas por completo de mi, me siento muy dbil y tembloroso. Mi espalda parece de goma y, ms que andar, me arrastro. Soy un gusano a la espera de que lo aplasten. Entonces creo que no me merezco otra cosa. M voz es muy dbil y trmula. Nadie tiene que temer que le grite. En mi imaginacin, me veo enfrentado a toda la autoridad de mis estrictos tos, maestros, funcionarios y padres. Todos me demuestran que no valgo nada.

    As, soy un compaero inofensivo e insignificante, nadie me tiene miedo y me tratan bien. T haces que me consuelen y me liberen de cargas ms pesadas. En mi presencia, la gente se siente estupendamente. Me tienden la mano para ayudarme a levantarme. Siempre les sobran algunas migajas y me las dan con gusto.

    Oh, querido Abatimiento, haces tantas cosas por m! A veces los otros se sienten incluso un poco culpables, y entonces puedo consolarles. As crece mi reputacin.

    Tambin ocurre que alguien impaciente me quiere ayudar pronto y me da nimos. Entonces le puedo demostrarque todo es intil. Si quiero, puedo hacer que el otro se deje la piel intentando convencerme, sin que por ello pueda enfadarse conmigo. As, hasta tengo un poco de poder sobre los dems.

    Los das que realmente no me apetece hacer nada, de veras que vales tu peso en oro, querido Abatimiento. Tambin por lo que respecta a mi jefe, eres precisamente lo que necesito. l, que no tolera que nadie le contradiga, siempre se vuelve muy humano cuando t te presentas ante l.

    S, s apreciarte y te asignar un sitio donde estars a buen recaudo. All te

    encontrar siempre que te necesite. T ya perteneces a mi bagaje personal. Hasta la prxima. Y haz el favor de estar ah siempre que te necesite,

    Tu socio

    Por medio de esta carta, usted le ha asignado un puesto adecuado en su vida a su punto dbil, de modo que sabe cundo quiere valerse de l (en presencia de quines, en qu situaciones, con qu estado de nimo). Ahora puede pactar tambin un rgimen de visitas, la proporcin en que usted tolerar la aparicin de su punto dbil en comparacin con los aspectos eficaces de su vida: quizs 20% y 80%?, o 40% y 60%? Piense un valor que exprese cunto y con qu frecuencia necesitar esa parte suya.

    Luego, escoja algn objeto que simbolice su punto dbil y pngalo en un lugar donde

    pueda verlo siempre que quiera: por ejemplo, una piedra plana podra representar el

  • abatimiento, un diablillo, el desorden, etc. Nadie debe saber qu significa ese pequeo smbolo. Excepto usted.

    Ahora concntrese en aquella parte de usted que desea ser distinta: la parte eficaz,

    segura, disciplinada. Para eso necesita sus puntos fuertes. En el prximo apartado, les invitar a subir al escenario. 3.6 Cules son sus puntos fuertes?

    Quiz usted ya haya notado que en ciertos mbitos tiene precisamente aquella

    competencia -por ejemplo, la tranquilidad, la capacidad de concentracin- que hasta ahora le faltaba en las situaciones crticas (por ejemplo, durante la preparacin de un examen o en las situaciones de examen, etc.).

    Imaginemos, por un lado, a un piloto que disfruta volando sobre las nubes pero a

    quien le da miedo hablar en pblico. En esta situacin empieza a sudar y se pone nervioso. Y, por otro lado, a una mujer de negocios a la que le gusta conversar y pronunciar largos discursos o conferencias pero quien tiene un miedo infernal a volar. La sola idea de no tener los pies en tierra la pone nerviosa e inquieta.

    Quin de los dos tiene razn? O en qu estn equivocados, cada uno a su manera? Supongamos que ambos aprendieran algo del otro (no de sus miedos, desde luego,

    sino de sus competencias). Intercambiaran sus experiencias y aprovecharan lo que les fuera til.

    Qu cosas sabe hacer bien? Qu cosas le gusta hacer? Qu cosas se le dan bien? Emprenda un placentero viaje de exploracin: al presente y quiz tambin al pasado. Recuerde la agradable sensacin que experimenta cuando ha hecho algo bien. Quiz se oiga a s mismo elogindose y sus labios esbocen una sonrisa de aprobacin. O tal vez reciba la elogiosa aprobacin de una persona simptica.

    Con qu suea, cual es el contenido de sus ensueos diurnos? (Las pesadillas, por favor, descrbalas detalladamente en un papel aparte. Repita este procedimiento hasta que quede nuevamente satisfecho con sus sueos.)

  • Lo que hago bien, lo que me gusta hacer, mis puntos fuertes y recuerdos agradables:

    Escriba en la columna derecha la sensacin que le provoca cada recuerdo o actividad. Por ejemplo, una actividad deportiva puede producirle las siguientes sensaciones:

    dinamismo, el placer de la propia actividad, destreza, la experiencia de poder dominar la pereza, etc.

    Repase su lista y controle si ha enumerado ya suficientes experiencias variadas. Si no es as, emprenda otro viaje mental y busque otros recuerdos agradables.

    Ocasin/Actividad Sensacin

    Muy bien. Ahora ya dispone de algunos mbitos en los cuales podr sacar provecho

    inmediatamente y a travs del entrenamiento. 3.7 Resumen

    En este captulo se ha trazado su perfil personal de conducta en las siguientes reas:

    adquisicin y presentacin de conocimientos, superacin del miedo y del estrs. Este perfil permite determinar el rea de conducta en la cual se podr sacar ms provecho con este programa de entrenamiento. Ha recordado sus puntos fuertes, as como las sensaciones y competencias que stos le proporcionan. Pero tambin ha analizado sus supuestos puntos dbiles y ha aprendido a utilizarlos para lograr sus objetivos.

  • 4) OBJETIVOS DE LA AUTOHIPNOSIS 4.1 Reajuste psicosomtico

    Karl M. era un hombre de mediana edad, satisfecho de su puesto de gerente

    en una empresa de prestigio. Poda mirar al futuro con tranquilidad, hasta que un da encontr en su escritorio una nota en la que se le exiga que se justificara ante su jefe por su negligencia en el trabajo. Alguien haba estado hablando mal de l. Despus de pensar un rato, se dio cuenta de quin podra haberlo difamado. Pero eso no serva de mucho. Tena que defenderse.

    Por la noche, Karl M. durmi bastante intranquilo. A la maana siguiente,

    medio dormido y malhumorado, reuni la documentacin acerca de su trabajo.

    Mientras se diriga a la oficina de su jefe, se acord del entrenamiento autohipntico que haba hecho unos aos atrs. Antes de abrir la puerta, respir hondo y exhal todo el aire lentamente, disfrut del segundo de calma anterior a la siguiente inspiracin y entr tranquilamente en el vestbulo. Durante los escasos minutos que dur la espera, su vista recay en el cuadro que haba en la pared de enfrente. El cuadro representaba un grupo de rboles a orillas de un ro.

    Karl cerr los ojos durante algunos segundos. Oa el murmullo de los coches que pasaban por la calle y record un paseo por la playa. Oa el murmullo cons-tante, con su ojo interior vea las olas acercarse, encresparse y romper, hasta ser absorbidas por la arena junto a sus pies.

    En este momento, se abri la puerta. Karl se puso de pie, entr sin vacilar en

    el despacho y salud al director, que no le pareci tan poco amable como haba pensado.

    Mentalmente, Karl M. se senta muy lejos de all y vea al jefe de pie, en el agua, con los pies baados por las olas. No pudo evitar sonrerse interiormente. Luego fij la vista en el reflejo de la montura de las gafas del director y sinti que su mirada se distanciaba.

    Cuando volvi a mirar a su interlocutor a la cara, lo perciba todo, pero a la

    vez lo traspasaba con la mirada. Estaba completamente tranquilo. Casi podra decirse que le alegraba tener aquella confrontacin. Se senta un poco como en un duelo de una vieja pelcula de capa y espada. Con calma, abri su maletn y puso sobre la mesa los documentos que haba preparado.

    Fue una conversacin tranquila, por momentos, hasta amena. Sin gran

    esfuerzo, el seor M. logr disipar las dudas del director: estaba rehabilitado. Es ms, ambos se haban conocido un poco mejor y se despidieron amistosamente.

  • La tcnica de la autohipnosis resulta til en diversos mbitos. La hipnosis es la manera ms rpida de lograr una relajacin eficaz. Pero no es slo un medio a para tranquilizarse. Tambin sirve para conseguir lo contrario: mxima atencin y alta velocidad de reaccin. Por un lado, la capacidad de distanciarse y, por otro, la capacidad de estar completamente alerta: ambas pueden desarrollarse por medio de la hipnosis.

    En trminos muy generales, la hipnosis es una forma de reorientar el organismo hacia un estado que favorece las reacciones involuntarias. Resulta til recurrir a lo involuntario cuando no se logra mejorar el desarrollo de una conducta mediante acciones voluntarias.

    Un ejemplo familiar de este fenmeno es el proceso de dormirse. Nos dormimos de

    manera involuntaria. La intencin de acelerar este proceso impide que se produzca. Cuando se desarrollan actividades deportivas ocurre algo similar con el ltimo 20% del rendimiento ptimo. En el mximo nivel de rendimiento, la intencin de querer rendir ms conduce con frecuencia al agarrotamiento y, por lo tanto, a la disminucin del rendimiento.

    Otro ejemplo es la superacin de cargas emocionales. Si usted reconoce que tiene

    miedo y comprueba aterrorizado que no quiere tener miedo, el propio terror ante la falta de calma aumenta el miedo. Seguramente, habr experimentado alguna vez el deseo de lograr a toda costa alguno de estos objetivos. Y cuanto ms se ha esforzado por lograrlo, peor ha sido el resultado.

    En todos estos procesos, parece ocurrir lo mismo que en la famosa metfora del

    ciempis que tropieza en el preciso instante en que se para a pensar cul sera la mejor manera de mover las patas. En tales casos, suele ser ms efectivo dejar de intentar conseguir que el organismo haga algo. Lo mismo puede aplicarse a la percepcin social y a la habilidad de comunicarse. La autohipnosis puede facilitar la consecucin de obje-tivos que no se pueden controlar por medio de la voluntad.

    Por otro lado, existen numerosos indicios de que el estado inducido por la hipnosis

    ayuda al organismo a fortalecer sus defensas y combatir determinadas enfermedades. Esto puede estar relacionado con el hecho de que con la hipnosis se reduce el estrs. Como el estrs debilita las defensas del organismo, su prevencin es curativa. Est comprobado que la hipnosis permite reducir infecciones virales como las verrugas y el herpes y aliviar reacciones alrgicas. Incluso se ha demostrado que la hipnosis duplica el tiempo de supervivencia de los enfermos de cncer.4

    En todos estos casos, las personas afectadas aprenden autohipnosis. Parece ser que empleando la autohipnosis se produce un reajuste del organismo, del que en principio

    4 Spiegel, 1989.

  • todos los seres humanos somos capaces. Este reajuste no slo nos permite tener ms reacciones involuntarias, en otras palabras, darle a nuestro cuerpo ms libertad de accin, sino tambin ejercer una mayor influencia mental sobre l.

    4.2 Reduccin del estrs

    Francisca B. vena aplazando desde haca tiempo la redaccin de su tesina de licenciatura. Le pareca que nunca haba ledo lo suficiente. Francisca es una persona muy concienzuda y quera que sus examinadores quedaran satisfechos. Siempre se mostraba humilde, pasaba casi desapercibida. Haba aprendido que la gente poda confiar en ella.

    Se pasaba noches enteras cavilando qu ms tena que leer antes de ponerse

    a escribir la tesina. Siempre se le ocurra algn libro o artculo de los archivos que tena que releer ms a fondo. Mientras tanto, se iba acortando el plazo de entrega. Ya haba pedido un aplazamiento y presenta que la tarea de escribir sera mucho ms lenta de lo que haba previsto en un principio.

    Por lo general, empezaba el da sin haber dormido bien, preocupada, con dolor de cabeza y nerviosa. Se haca reproches y el corazn se le encoga. Le invada una horrible mezcla de vergenza, culpabilidad y desesperacin, que anulaba su capacidad de trabajo. Malgastaba su tiempo en pequeas tareas cotidianas, tales como hacer la compra, arreglar la casa u ordenar papeles. De esa forma, se distraa del trabajo y cada vez tena menos posibilidades de terminar a tiempo. Al final, tuvo que pedir una baja por enfermedad y se senta fatal desde todo punto de vista.

    El organismo est preparado para superar el estrs repentino. El estrs puede surgir

    como respuesta ante la amenaza real o supuesta de un ataque, de una prdida o de las exigencias de una situacin. Los investigadores del estrs, como Selye, Lazarus y otros, identificaron tres reacciones automticas del organismo ante las amenazas: luchar, huir o hacerse el muerto. La primera reaccin est asociada con la ira, la segunda con el miedo y la tercera con la depresin.

    Desde el punto de vista fisiolgico, estas reacciones se vinculan con la secrecin de determinadas hormonas, tales como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol. El cuerpo libera estas hormonas con el fin de prepararse para las reacciones antes men-cionadas. Para la lucha o la fuga, aumentan el estado de alerta, la frecuencia respiratoria, la tensin muscular y la capacidad de coagulacin de la sangre, y se contraen los vasos sanguneos. Para hacerse el muerto, disminuyen la tensin muscular, la atencin y el ritmo respiratorio.

    Estas reacciones de emergencia son tiles e inofensivas durante un breve momento, pero resultan perjudiciales para el organismo si se convierten en un estado prolongado.

  • Pueden provocar enfermedades como la hipertensin arterial y la arteriosclerosis, reduccin de la resistencia inmunolgica y, por consiguiente, mayor predisposicin a contraer enfermedades, alteraciones gastrointestinales y otros fenmenos psicosomticos cuyos mecanismos an no han sido investigados en profundidad. Se ha demostrado que las ratas liberan grandes cantidades de Cortisol cuando estn expuestas a un exceso de estrs. Normalmente, esta hormona aumenta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, pero en altas proporciones altera por completo el sistema inmunolgico. Despus del experimento, las ratas tambin presentaban lceras gstricas.

    Cada persona desarrolla sntomas individuales de estrs. En el caso de Francisca B.,

    eran dolor de cabeza en las sienes, espasmos cardiacos e insomnio. En parte, estas reacciones son provocadas por las exigencias de la vida cotidiana. Pero a veces no son los hechos objetivos los que provocan tales reacciones, sino la manera en que los percibimos.

    En la antigua Roma, los estoicos (por ejemplo, Epicteto en el siglo I d.C.) ya saban

    que puede resultar muy placentero luchar, ser veloz y dejar atrs al enemigo, o tener una piel de elefante que permita que las cosas no nos afecten.

    De todas formas, si usted tiene la sensacin de que una situacin puede producirle estrs excesivo, debera hacer algo para evitarlo. Tanto la parte objetiva como la parte subjetiva de este tipo de exigencias excesivas pueden modificarse, evitando as que el estrs se prolongue. La autohipnosis le puede servir de ayuda.

    Empiece por plantearse la siguiente pregunta: Cul es su reaccin tpica ante el estrs? Dolor de cabeza Ahogo Tensin en la nuca Cansancio Tension en la espalda Inquietud Dolor en la zona del Fumar corazon Dolor de estmago Beber Diarrea Comer Enroecimiento de la piel Picores ___________ ___________

    En el captulo 5, encontrar cinco mtodos de autohipnosis. A continuacin, se

    presentan instrucciones para profundizar el trance y, por ltimo (en el captulo 7), ayudas para facilitar la puesta en prctica: el empleo de sugestiones poshipnticas para favorecer el retorno al estado de trance, el control de las distracciones y, adems, la

  • manera de evaluar su progreso en los ejercicios. Al comienzo, evite los ejercicios que se centran en sus puntos sensibles y se relacionan con su reaccin tpica frente al estrs. 4.3 Eleccin del mtodo

    Utilice la autohipnosis para iniciar un reajuste psicosomtico. Hay varios mtodos de

    autohipnosis y usted debe descubrir cul le resulta ms sencillo. En todos los casos, dirigir la atencin desde fuera hacia dentro, de lo conocido a lo singular.

    Los hbitos de percepcin, pensamiento y conducta determinan cul es el mtodo ms adecuado para cada persona.

    Quiz para usted es importante no cerrar los ojos inmediatamente. En ese caso, elija el mtodo de fijacin visual (ejercicio 5.3).

    Si est acostumbrado a prestar mucha atencin a sus sensaciones fsicas, empiece por

    el ejercicio de relajacin (ejercicio 5.2) y siga por el de levitacin (ejercicio 5.4). Si tiene mucha imaginacin, es conveniente que comience con el mtodo de la

    imaginacin (ejercicio 5.5). Si no sufre ninguna dificultad respiratoria (alergia al polen, asma o ataques de

    pnico), lo mejor es que empiece por el ejercicio de respiracin (ejercicio 5.1). Descubra por s mismo qu mtodo le resulta ms fcil.

  • Test de imaginacin: Clasifique las siguientes imgenes segn su precisin e intensidad: Piense en un miembro de su familia, un amigo o una amiga que vea con frecuencia. Examine detenidamente la imagen que se representa ante su ojo mental.

    1. El contorno exacto de la cara, la cabeza, los hombros y el cuerpo muy impreciso

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    2. Posturas caractersticas de la cabeza y el cuerpo

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    Imagine que toca o siente las siguientes cosas. Examine detenidamente la imagen que surge ante su piel mental.

    3. El pitido de un silbato (por ejemplo, en un partido de futbol)

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    4. Aplausos (por ejemplo, en un concierto)

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    5. Arena

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    6. Lana

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    Efectue mentalmente las siguientes acciones. Examine detenidamente los detalles de la sensacin que le produce cada imagen en los brazos, piernas, etc.

    7. Subir una escalera

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

  • 8. Coger algo con la mano

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    Imagine el sabor de las siguientes cosas. Examine detenidamente los detalles de la sensacin que le produce cada imagen en la boca y la lengua.

    9. Sal

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    10. Limn

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    Piense en los siguientes olores. Examine detenidamente los detalles de cada olor. Clasifique las imgenes generadas por los distintos olores, segn su claridad e intensidad.

    11. Pintura fresca

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    12. El aroma de una flor

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    Imagine las siguientes sensaciones. Examine detenidamente los detalles de la imagen que le suscita cada una.

    13. La garganta inflamada

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

    14. Cansancio

    Muy impreciso 1-2-3-4-5-6-7 Muy preciso

  • Ahora sume las respuestas para obtener su perfil de imaginacin:

    Perfil de imaginacin Valores (2-14)

    A. Imaginacin visual (1+2) ___________

    B. Imaginacin auditiva (3+4) ___________

    C. Imaginacin tctil (5+6) ___________

    D. Imaginacin locomotriz (7+8) ___________

    E. Imaginacin gustativa (9+10) ___________

    F. Imaginacin olfativa (11 + 12) ___________

    Si ha obtenido valores altos en A, B, E o F, es probable que le resulte ms apropiado

    el ejercicio 5.5. Los valores altos en C, D o G indican aptitud para los ejercicios 5.2 y 5.4. Empiece por el ejercicio que mejor se adapte a su perfil y deje el resto para ms adelante, cuando ya tenga algo de prctica.

    4.4 Resumen En este captulo, usted ha obtenido informacin acerca de los objetivos de la

    autohipnosis y el reajuste psicosomtico durante el trance. Tambin se describieron los sntomas del estrs y se present la autohipnosis como una posibilidad para combatir-los. Mediante un test de imaginacin se le dio la oportunidad de escoger la introduccin en el aprendizaje de la hipnosis ms adecuada a sus caractersticas personales.

  • 5) INSTRUCCIONES PARA INDUCIR LA AUTOHIPNOSIS

    Lea una vez los siguientes ejercicios y escoja el que le parezca ms apropiado para usted. Para interiorizar el texto del ejercicio escogido, puede seguir cualquiera de estos procedimientos:

    Lea varias veces el texto antes de empezar con el ejercicio y hgase una lista de palabras

    clave hasta que logre retener el contenido. Lea varias veces el texto y represntese mentalmente lo que va leyendo. Grabe el texto en una cinta y escuche la grabacin con auriculares. Hable con voz

    tranquila y uniforme mientras va exhalando el aire; cada vez que inspire, haga una pausa.

    Pdale a alguien que tenga una voz agradable que lea el texto en voz alta y grbelo en una cinta.

    Si no quiere utilizar una cinta, pdale a alguien que le lea el texto varias veces en voz alta. Puede que al principio usted no est seguro de si slo se imagina las sensaciones o las percibe realmente. No se preocupe, no tiene mucha importancia. Algunas personas se sienten cada vez ms seguras de sus sensaciones a medida que practican; a otras les parece cada vez menos importante hacer esta distincin. 5.1 Ejercicio 1: Respiracin

    La forma en que respiramos influye en nuestras emociones. Por lo general, cuando estamos alterados respiramos ms deprisa. Si tenemos miedo, tardamos ms en inspirar que en espirar, y tendemos a usar la respiracin clavicular. Cuando bufamos de ira, hacemos inhalaciones profundas y espiraciones largas. Nuestra respiracin es entrecortada cuando lloramos y uniforme cuando estamos tranquilos..., por citar slo unos pocos ejemplos.

    stos son fenmenos psicosomticos conocidos. Revinindolos usted descubrir una

    nueva forma de acceder a su cuerpo: controlando y modificando la respiracin, podr ejercer una gran influencia en su estado de nimo.

    Ejercicio: Induccin por respiracin Al principio, es conveniente poner las manos sobre el vientre y observar cmo sube y baja. Concntrese en la respiracin.

  • Se puede realizar una respiracin profunda abdominal- o superficial -clavicular-: si respiramos con el abdomen, se incrementa nuestra energa; si respiramos slo con la parte superior de los pulmones, se agudiza el estado de alerta. Empiece a respirar cada vez ms con el vientre y sienta cmo la pared abdominal se eleva al inspirar y se hunde al espirar. Subir y bajar. Dilatarse y contraerse. Al inhalar, absorba todo lo que necesita. Al espirar, elimine todo lo que no necesita. Contando hasta tres cuando inspira y hasta cuatro cuando espira, con cada espiracin puede hundirse ms y ms en la silla o en la cama y eliminar un poco de la tensin que no necesita. Es interesante descubrir en qu parte del cuerpo se acumula la tensin, mientras se relaja el resto. La tensin es la curiosidad, la inquietud, el inters que usted necesita hasta estar seguro de que la calma le sienta bien. Ahora emita un ligero sonido al espirar. Mientras el aire va saliendo por la boca, diga Ooooooo... al tiempo que intenta encontrar el tono adecuado. Termine el sonido cerrando la boca: Ooooooooooo... hum. Este tipo de sonidos se emplean en la meditacin y facilitan la concentracin (igual que un punto de fijacin para los ojos). Intente descubrir los cambios que experimenta al respirar as durante un rato. Si presta atencin a las pequeas pausas que se producen entre cada espiracin y la siguiente inhalacin, podr hacerse una idea de lo que es estar en trance.

    5.2 Ejercicio 2: Calma fluida Uno siente pnico a travs de las manifestaciones fsicas de inquietud: agitacin, alteraciones de la respiracin o temblor en las manos. La percepcin de estas manifestaciones potencia la sensacin de catstrofe inminente, lo cual conduce a su vez a una mayor agitacin y a las llamadas reacciones vegetativas y hormonales del estrs. Parte de la destreza de refrenar las reacciones exageradas del cuerpo consiste en distaciarse mentalmente de l. Abandonar el cuerpo significa interrumpir los ciclos psicosomticos habituales de retroalimentacin, evitando as sus funestas consecuencias. Aprender a abandonar el cuerpo y desligarlo del pensamiento consciente le ayudar a recobrar su libertad interior. Ejercicio: Induccion por relajacin Sienta la superficie sobre la cual est sentado o tumbado. Si est sentado, perciba el peso de su cuerpo sobre la silla y sus pies en contacto con el suelo. Notar que uno de los dos pies se apoya en el suelo con ms firmeza que el otro. Deje los brazos apoyados y ponga las manos separadas sobre las rodillas. Es interesante descubrir qu mano siente ms pesada. Cada vez que espire, imagine que una parte del aire fluye por los brazos, las manos y los dedos, y sale por las yemas de los dedos. Es posible que incluso empiece a sentir un hormigueo en las puntas de los dedos. Sus brazos y manos quedarn cada vez ms relajados e inertes y los sentir como si fueran una sola pieza. Los hombros, la espalda, el abdomen: todo el cuerpo pesa agradablemente y se funde en una sola masa. Cada vez que espire el aire, elimine un poco de tensin, dejndola fluir hacia fuera. Sale por los pies y se entrega a la tierra, gotea por las yemas de los dedos como un jarabe espeso o miel. Todo su cuerpo se relaja y entonces surge una sensacin de indiferencia. Es como si pudiera

  • dejar su cuerpo en la silla, sabiendo que all est bien cuidado. Si lo desea, puede trasladarse mentalmente a un sitio donde se sienta muy a gusto y permanecer all un rato, antes de volver a la silla.

    5.3 Ejercicio 3: Fijacin

    Nuestro cuerpo reacciona ante lo que percibimos. Los sentidos del olfato, el gusto y

    el odo estn expuestos a los estmulos externos y apenas pueden sustraerse a ellos. Pero s podemos controlar lo que perciben nuestros ojos. Fijando la mirada en algo determinado, podemos influir fcilmente en las reacciones fsicas y psquicas.

    Basta pensar en el estremecimiento que sentimos al observar imgenes de accidentes

    (siempre y cuando los medios no nos hayan curado de espanto), en los paisajes ante los cuales nos extasiamos, en las reacciones que provocan los smbolos fascistas como la esvstica, o en los mltiples estmulos visuales con que trabaja la publicidad.

    Algunas tcnicas de meditacin utilizan estos mecanismos y se valen de un estmulo

    visual para producir paz interior. Por lo general, se trata de una figura en torno a la cual se disponen ornamentos de manera simtrica (mandala). Un ejemplo proveniente de la tradicin cristiana son los rosetones de las ventanas de las iglesias. Este efecto de focalizacin de la atencin tambin puede emplearse en la autohipnosis.

    Ejercicio: Fijacin Una vez que haya encontrado un sitio tranquilo para sentarse, ponga en prctica la nueva forma de respirar que ha aprendido. Al comienzo es conveniente escoger un sitio cmodo para realizar los ejercicios. Busque un punto de reposo para sus ojos. El punto puede moverse, pero el movimiento debera ser uniforme, como el de un reloj de pndulo o un tocadiscos. Quiz prefiera usted un punto fijo: un reflejo en un vidrio, el contorno de un objeto de la habitacin, un punto en la pared o el paisaje que se ve por la ventana. Tambin puede pegar un punto adhesivo de color en la pared o elegir el reflejo del anillo que lleva en el dedo. En cualquier caso, aquello en lo cual fija la vista debe ejercer un efecto tranquilizador sobre usted. Una paciente que aprenda autohipnosis para aliviar sus dolores miraba una piedra que haba en un cuadro. Ese cuadro significaba mucho para ella porque lo haba pintado su hija. Con algo de prctica, pueden relajarse los ojos en cualquier posicin. Fije durante un rato la mirada en el punto que ha escogido, sin cerrar los ojos. Observe el contorno o el reflejo, y los cambios que experimenta el punto de fijacin. Si ha elegido una mancha en la pared o en el suelo, podr ver distintas formas: un animal, una nube, un rbol, una cara, etc. Fjese cundo cambia la forma. Mientras concentra parte de la atencin en el objeto o en el punto donde tiene fijos los ojos, con el resto de la atencin puede verificar si est respirando tranquilamente y hundindose cada vez ms en la silla. Al cabo de un rato, sentir que los ojos se le secan o que necesita pestaear. Tal vez empiecen a llorarle un poco los ojos o note que tiene los prpados pesados y cansados.

  • Deje que sean sus ojos quienes decidan cundo cerrarse. Puede resultar muy agradable ceder al cansancio de los prpados. Los prpados le pesan mucho. Un ligero temblor en ellos le indicar que se encuentra en estado de trance. Para saber si ha cerrado los ojos demasiado pronto, vuelva a abrirlos antes de estar dispuesto a ceder a esa agradable sensacin de peso con una profunda espiracin. Cuando tenga ms prctica, puede aprender a entrar en trance con los ojos abiertos. Notar que los ojos se enfocan como si miraran a lo lejos, como si atravesaran las cosas que estn ms cerca. Todo sigue estando dentro de su campo visual, aunque usted no presta atencin a nada en especial. La tranquilidad y la relajacin que en cualquiera de los dos casos surge en torno a los ojos puede extenderse por las mejillas, el resto de la cara, luego por los hombros, la espalda y los brazos, hasta las manos. Tambin fluye a travs del vientre y las nalgas hasta llegar a las piernas y los pies. De los pies pasa al suelo. Usted se siente estrechamente conectado al suelo. El suelo absorbe todo lo que sale de usted, as como las acequias absorben todo el exceso de agua. Puede volver a tener la sensacin de abandonar el cuerpo y trasladarse mentalmente a un sitio donde se sienta a gusto.

    5.4 Ejercicio 4: Levitacin

    Si ha seguido las indicaciones anteriores, ya habr empezado a aprender a fijar la

    mirada a lo lejos y a distanciarse de los estmulos que le rodean sin apartarlos de la mirada. Cada vez le costar menos abandonar su cuerpo, para que ya no est expuesto a las sobrecargas de la retroalimentacin positiva de la reaccin de estrs. Y podr utilizar la respiracin para provocar un estado emocional placentero. As pues, est en buenas condiciones para inducir un estado de trance.

    Uno de los fines de la hipnosis es permitir que se produzcan reacciones involuntarias, porque el exceso de intencin impide al cuerpo buscar por s mismolas soluciones acertadas (cuando en realidad l las conoce mucho mejor que nuestra conciencia). Un ejercicio que le acercar un poco ms a este objetivo es la prctica de la levitacin de la mano o del brazo.

    Al fin y al cabo, el trance es algo cotidiano: un estado en que una parte de la atencin se disocia y se centra en algo de lo que no somos conscientes en todo momento. Es lo que ocurre cuando usted conduce por un trayecto bien conocido. Llega sin dudar a su destino, aunque no puede recordar el viaje en detalle. De un modo inconsciente, hace todo lo que tiene que hacer: cambiar de marcha, embragar, frenar, prestar atencin a los coches que van delante y detrs, y muchas cosas ms. As como al conducir una parte de usted est en trance, ahora puede hacer que su mano entre en trance para experimentar lo fcil que resulta realizar actos involuntarios.

  • Ejercicio: Levitacin Adopte la misma posicin que en los ejercicios anteriores. Empiece provocndose un estado de calma mediante un par de respiraciones profundas y tranquilas. Ponga las manos separadas sobre los brazos de la silla, sobre el regazo o, si est tumbado, sobre la cama. Busque un punto de fijacin para los ojos. Si est sentado, lo ideal es que elija un punto en el suelo, a lo lejos, para tener las dos manos en el campo visual. Primero levante la mueca, relaje la mano y deje que se balancee. Repita varias veces este movimiento con la mano izquierda y la mano derecha, para ver con cul le resulta ms fcil. Despus levante los codos y balancee los antebrazos. Por ltimo, levante los hombros y balancee todo el brazo. La levitacin (elevacin involuntaria) puede hacerse slo con la mano,


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